Dudley Herschbach, ganador del Premio Nobel 1986 de Química, en la ceremonia. | Reuters
Los ganadores de las 10 categorías cumplieron con el principal requisito a evaluar: hacer reír, así como hacer pensar, aportar innovación y fomentar la investigación. Se trata de logros científicos inusuales o triviales que en ocasiones han sido la antesala de los prestigiosos premios escandinavos que se entregarán el próximo mes.
En la ceremonia realizada en el Universidad de Harvard, en Cambridge (Massachusetts, EEUU), también se premió a los físicos que determinaron que es posible correr sobre un estanque, siempre y cuando el estanque y el corredor estén en la Luna.
El Ig de Arqueología se lo llevó un grupo de investigadores estadounidenses y canadienses que se tragaron musarañas a medio cocer y enteras, para luego examinar con cuidado sus excrementos y lograr determinar cuales de los huesos de los roedores se disuelven al interior del sistema digestivo humano.
Los secuestradores de aviones tampoco se salvaron de los inventos. En la categoría de Seguridad e Ingeniería, se entregó un galardón póstumo a Gustano Pizzo por inventar un sistema electromecánico para atraparlos: el procedimiento consiste en dejarlos caer a través de una trampilla, empaquetarlos y luego dejarlos caer a tierra –con un paracaídas- en un lugar donde la policía ha sido avisada por radio.
Ópera para ratones
El experimento con ratones fue una iniciativa nipona. Los estudios permitieron establecer que aquellos que escucharon óperas de Verdi y Mozart, sobrevivieron entre 26 y 20 días más tras los trasplantes que el resto de los ejemplares. El equipo explicó que la sangre de los ratones que escucharon ópera generaron células clave para prevenir que el sistema inmunológico rechace un órgano trasplantado.En declaraciones a la agencia Kyodo, el profesor Masanori Niimi de la Universidad Teikyo explicó que habían probado con otros sonidos antes, "pero ninguno había resultado hasta ahora tan efectivo".
El segundo premio que se llevaron los japoneses, fue el fruto de muchas lágrimas. Se trató de determinar las verdaderas causas por las que la cebolla provoca el llanto. El científico que lideró al equipo, Shinsuke Imai, dio las gracias a todas las personas a las que obligó "a llorar" durante la investigación.
Cebollas que no hacen llorar... y la prohibición de aplaudir...
El grupo descubrió que la enzima de la cebolla que irrita los ojos no es la que se creía anteriormente, sino otra completamente diferente. Y que no está relacionado ni con el sabor ni con el olor, por lo que es posible crear, a través de modificaciones genéticas, una cebolla que no haga llorar pero que conserve el mismo gusto.Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, se llevó el IG de la Paz. El motivo: hacer ilegal el aplaudir en público, lo que provocó que la Policía de Bielorrusia arrestara a un hombre con un solo brazo por aplaudir.
La medida fue implementada en 2011 para regular los mítines públicos, que comenzaron como protestas espontáneas en las calles. "No somos capaces de ponernos en contacto con él... Pero vimos bastantes informes para estar lo suficientemente seguros de que está siendo honrado porque es bien merecido", dijo Marc Abraham, el editor de la 'Annals of Improbable Research'.