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13 de septiembre de 2013

Ig Nobel: Se demuestra que los borrachos se creen más guapos

Dudley Herschbach, ganador del Premio Nobel 1986 de Química, en la ceremonia. | Reuters
Dudley Herschbach, ganador del Premio Nobel 1986 de Química, en la ceremonia. | Reuters
Ratones que escuchan ópera para evitar el rechazo de su corazón recién trasplantado, escarabajos peloteros que encuentran el camino de regreso a casa mirando a la Vía Láctea, personas que se sienten más atractivas cuando están borrachas, son solo tres de los desternillantes experimentos que han ganado este año los Ig Nobel, el galardón anual de la revista de humor científico 'Annals of Improbable Research'.

Los ganadores de las 10 categorías cumplieron con el principal requisito a evaluar: hacer reír, así como hacer pensar, aportar innovación y fomentar la investigación. Se trata de logros científicos inusuales o triviales que en ocasiones han sido la antesala de los prestigiosos premios escandinavos que se entregarán el próximo mes.

En la ceremonia realizada en el Universidad de Harvard, en Cambridge (Massachusetts, EEUU), también se premió a los físicos que determinaron que es posible correr sobre un estanque, siempre y cuando el estanque y el corredor estén en la Luna.

El Ig de Arqueología se lo llevó un grupo de investigadores estadounidenses y canadienses que se tragaron musarañas a medio cocer y enteras, para luego examinar con cuidado sus excrementos y lograr determinar cuales de los huesos de los roedores se disuelven al interior del sistema digestivo humano.

Los secuestradores de aviones tampoco se salvaron de los inventos. En la categoría de Seguridad e Ingeniería, se entregó un galardón póstumo a Gustano Pizzo por inventar un sistema electromecánico para atraparlos: el procedimiento consiste en dejarlos caer a través de una trampilla, empaquetarlos y luego dejarlos caer a tierra –con un paracaídas- en un lugar donde la policía ha sido avisada por radio.

Ópera para ratones

El experimento con ratones fue una iniciativa nipona. Los estudios permitieron establecer que aquellos que escucharon óperas de Verdi y Mozart, sobrevivieron entre 26 y 20 días más tras los trasplantes que el resto de los ejemplares. El equipo explicó que la sangre de los ratones que escucharon ópera generaron células clave para prevenir que el sistema inmunológico rechace un órgano trasplantado.
En declaraciones a la agencia Kyodo, el profesor Masanori Niimi de la Universidad Teikyo explicó que habían probado con otros sonidos antes, "pero ninguno había resultado hasta ahora tan efectivo".

El segundo premio que se llevaron los japoneses, fue el fruto de muchas lágrimas. Se trató de determinar las verdaderas causas por las que la cebolla provoca el llanto. El científico que lideró al equipo, Shinsuke Imai, dio las gracias a todas las personas a las que obligó "a llorar" durante la investigación.

Cebollas que no hacen llorar... y la prohibición de aplaudir...

El grupo descubrió que la enzima de la cebolla que irrita los ojos no es la que se creía anteriormente, sino otra completamente diferente. Y que no está relacionado ni con el sabor ni con el olor, por lo que es posible crear, a través de modificaciones genéticas, una cebolla que no haga llorar pero que conserve el mismo gusto.

Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, se llevó el IG de la Paz. El motivo: hacer ilegal el aplaudir en público, lo que provocó que la Policía de Bielorrusia arrestara a un hombre con un solo brazo por aplaudir.

La medida fue implementada en 2011 para regular los mítines públicos, que comenzaron como protestas espontáneas en las calles. "No somos capaces de ponernos en contacto con él... Pero vimos bastantes informes para estar lo suficientemente seguros de que está siendo honrado porque es bien merecido", dijo Marc Abraham, el editor de la 'Annals of Improbable Research'.
 
Fuente:
 

17 de agosto de 2012

Colombia: El lago que huele a cebolla, amenazado por el petróleo


El lago de Tota, el más grande de Colombia, huele a cebolla.

Después de todo, el 90% de la cebolla larga (Allium fistulosum) que se consume en el país se cultiva en sus riberas, a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar. 

Las condiciones climáticas de la zona son ideales y el lago además les garantiza a los cebolleros del municipio de Aquitania, en el céntrico departamento de Boyacá, toda el agua que puedan necesitar.

Plantación de cebollas cerca del lago de Tota.

En las riberas del lago de Tota se cultiva el 90% de la cebolla larga de Colombia.

"La región no puede sobrevivir sin la cebolla. Somos cultivadores hace muchos años", le dice a BBC Mundo Tito Pérez, uno de los productores del vegetal.

El impacto del cultivo sobre el lago, sin embargo, no se limita al olor, perceptible incluso a la distancia.

A los cebolleros se les acusa de estar contaminando la fuente de agua con fertilizantes y pesticidas, de invadirla para ampliar sus plantaciones.

Y esa tampoco es la única actividad humana que está impactando negativamente al lago de Tota, que en julio pasado recibió un Globo Gris de la Red Mundial de Humedales.

Una "distinción" que lo identifica como uno de los ecosistemas más amenazados a nivel mundial.

Amenazas múltiples

Efectivamente, la lista de amenazas que se ciernen sobre el segundo lago más alto de Suramérica es variada y extensa.

Piscifactoría en el lago de Tota

La cría de truchas en jaulones flotantes es criticada por los ambientalistas.

"(Los problemas) tienen que ver con las malas práctica en los cultivos de cebolla junca; con cultivos de truchas en jaulones flotantes, que están arrojando todos sus desechos directamente al agua; con el problema de las aguas residuales del municipio de Aquitania", le explica a BBC Mundo Felipe Velasco, de la ONG Fundación Montecito.

Velasco critica, además, el elevado consumo de agua por parte de los acueductos de varias municipalidades cercanas y por parte de la acería Paz del Río -propiedad de la siderúrgica brasileña Votorantim- que juntos suman alrededor de 3.000 litros por segundo, "sin ningún tipo de compensación".

"Hay también un problema muy grave, que tiene que ver con los daños a la cuenca en las partes altas. Cuenca que esta siendo desforestada, que esta siendo dedicada a la agricultura, en zonas altas, zonas de paramo, que deberían ser zonas intocables. Se están reteniendo aguas de los afluentes del lago de Tota", agrega el ambientalista.
"Los problemas con el lago de Tota empiezan con un problema de inconciencia de todos nosotros, como ciudadanos, como Estado"
Felipe Velasco, Fundación Montecito

"Y hay una amenaza nueva que se cierne sobre la zona de cuenca y la cercanía de la cuenca, que es la llegada de la industria del petróleo".

El inicio de las exploraciones petroleras es, de hecho, lo que más parece preocupar a los pobladores y autoridades locales, quienes temen por el impacto de la posible explotación de crudo sobre la principal fuente de agua potable de siete municipios de Boyacá.

Y Velasco espera que estos temores, junto con la llamada de atención de la Red Mundial de Humedales, ayude a generar más conciencia sobre el conjunto de amenazas que penden sobre el lago, las que a su juicio no han recibido suficiente atención.

"Los problemas con el lago de Tota empiezan con un problema de inconciencia de todos nosotros, como ciudadanos, como Estado", le dice a la BBC.

Responsabilidades

La pluralidad de factores que afectan al lago también les ha permitido a los diferentes actores relativizar su cuota de responsabilidad.

Lago de Tota, Boyacá, Colombia

Ubicado a 3.015 metros sobre el nivel del mar, el lago de Tota es el segundo más alto de Suramérica.

"Hay personas, hay sectores de la sociedad colombiana que dicen que somos los cebolleros los culpables de la situación del lago de Tota. Pero realmente no somos nosotros", dice Tito Pérez, para quien la base del problema está en la falta de implementación del plan de manejo y ordenamiento de la cuenca de lago de Tota, responsabilidad de la autoridad ambiental regional.

"Ahí se planteaban cuestiones de tipo educativo, sobre buenas prácticas agrícolas para el sector de los cebolleros, pero eso no se ha hecho".

Y, según Pérez, los cebolleros son los más interesados en trabajar "para que nuestro lago no se deteriore, no sufra, sino que siga siendo una maravilla natural".
"Estamos dispuestos a colaborar y a hacer prácticas cada vez más amigables con nuestro lago, estamos dispuestos a desarrollar todas las técnicas que estén a nuestro alcance para mitigar el impacto que pueda tener la actividad"
Ángel Munar, piscicultor

Lo mismo afirma Ángel Munar, gerente-propietario de Truchicol, uno de los nueve criaderos de truchas arcoíris que funcionan en el lago.

"Los piscicultores estamos dispuestos a colaborar y a hacer prácticas cada vez más amigables con nuestro lago, estamos dispuestos a desarrollar todas las técnicas que estén a nuestro alcance para mitigar el impacto que pueda tener la actividad", le dice a BBC Mundo.

Y Munar realmente parece dispuesto a predicar con el ejemplo.

De hecho, las buenas prácticas de la piscifactoría le han permitido conseguir varias acreditaciones que, según Munar, demuestran su sostenibilidad ambiental.

Pero Velasco considera que más estudios son necesarios. Y también advierte sobre los riesgos de mirar los problemas de lago de forma aislada.

Convención Ramsar

En lo que coinciden todos, sin embargo, es en que un rol más activo por parte de las instituciones del Estado podría hacer la diferencia en el lago de Tota.

Lago de Tota, Boyacá, Colombia

El lago tiene un gran potencial turístico.

Para los cebolleros, como Tito Pérez, se trata de contar con el apoyo necesario para modificar sus prácticas culturales.

Y los piscicultores, como Munar, piden precisamente un "estudio de capacidad de carga" para poder evaluar el verdadero impacto de su actividad.

"Lo que hace falta es que el estado haga presencia y que haga cumplir la ley, que haga cumplir las normas. 

Que mire al lago de Tota con la importancia que merece", dice por su parte Velasco.
Y como criterio de evaluación, el presidente de la Fundación Montecito ofrece la designación del lago de Tota como "sitio Ramsar"; es decir, su reconocimiento por parte de las autoridades colombianas como humedal de importancia internacional.

Por el momento, sin embargo, el gobierno colombiano no está considerando esa posibilidad.

"Un humedal Ramsar tiene una serie de restricciones, restricciones de uso y ocupación. Sería lo deseable, pero no podemos perder de vista hay gente (que vive del lago)", le dijo a BBC Mundo la Viceministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Adriana Soto.

"Primero tiene que haber un proceso de ordenación de la cuenca del lago y los territorios aledaños. Y si el proceso de ordenamiento de la cuenca es efectivo las zonas que se declaren de protección que correspondan a humedal podrían eventualmente considerarse para ello, pero habría que seguir esa secuencia", explicó.

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