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9 de agosto de 2016

El "cupping" y los extraños moratones circulares de Michael Phelps

Michael Phelps no solo llamó este domingo (07 de agosto de 2016) la atención del público por ganar su 19º medalla de oro olímpica o por participar en su quinta edición de unos Juegos Olímpicos, sino que también lo hizo por unos extraños moratones circulares que lucía en sus hombros y espalda. 





Las marcas del nadador estadounidense son producto de una terapia denominada cupping —masaje con ventosas— y que consiste en aplicar ventosas sobre el cuerpo, a las que se les extrae el aire, y que se manipulan con el fin de eliminar toxinas de la sangre. En teoría, esta técnica mejora el flujo sanguíneo y ayuda a relajar los músculos. 


Phelps, de 31 años, no es el único atleta que ha utilizado esta técnica en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Recientemente, el gimnasta estadounidense Alex Naddour publicó una foto en su cuenta de Instagram donde se veía una marca del cupping, así como el gimnasta Chris Brooks o la exnadadora Natalie Coughlin. "Este es el secreto que he utilizado este año y que me mantiene saludable", dijo Naddour a USA Today. "Es el dinero mejor gastado". 



Para realizar este masaje con ventosas se calientan unas pequeñas esferas de cristal que se colocan en la piel. El efecto vacío provoca que se succione la piel, mejorando así la circulación sanguínea y linfática, y haciendo que se relajen los músculos. Los moratones restantes duran, al menos, dos semanas.

Fuente:

El País (España)

10 de marzo de 2016

Cáncer: “A mi hijo lo ha matado la incultura científica” (ias terapias alternativas matan)

Se reabre el caso de un joven que murió tras abandonar la quimioterapia por culpa de un curandero, según denuncia su padre.


"Papá, me he equivocado". Una frase tan simple estremece cuando es Julián Rodríguez quien la pronuncia. Repite lo que le dijo Mario, su hijo de 21 años, poco antes de morir. Su error: abandonar el tratamiento médico de su leucemia para abrazar una pseudoterapia recomendada por un curandero que asegura ser capaz de curar el cáncer con vitaminas. El calvario de Mario duró seis terribles meses hasta que falleció en julio de 2014. Su padre aprieta con rabia los dientes al repetir: "Papá, me he equivocado".



Además de apartar a su hijo del tratamiento, Julián Rodríguez calcula que el curandero le costó 4.000 euros en tratamientos a su familia
"O te tiras por la ventana o peleas". Es tan duro lo que ha sufrido Julián que decidió luchar para que nadie más vuelva a pasar por lo que él ha pasado. Dos semanas después de que muriera Mario ya había declarado la guerra contra los curanderos que se aprovechan de las tragedias de la gente y su falta de conocimientos médicos: "Es tan doloroso saber que tuvo una oportunidad tan clara de salvarse... A mi hijo lo ha matado la incultura científica".

Su primera batalla es denunciar al curandero que apartó a Mario del tratamiento que podría haberle sanado. La Audiencia Provincial de Valencia le acaba de dar la razón y exige al juez —que inicialmente desestimó la denuncia— que reabra el caso para procesar al falso médico "como mínimo, por un delito de intrusismo". Las magistradas consideran que este pseudoterapeuta, que se presenta como experto en "medicina natural y ortomolecular", debe responder por fingir que es capaz de curar el cáncer con sus recomendaciones.

Según el médico que trataba a Mario —el de verdad—, no sólo le convenció para que se negara a un trasplante y a darse la quimio, sino que le prescribió un tratamiento que interfería en su recuperación con elementos contraproducentes, como hongos y alcohol. En su martirio, a Mario hubo que intervenirle en el intestino por una infección.

El artículo completo en:

El País (España)

14 de septiembre de 2014

Terapia de Boro: Inteligencia contraterrorista contra el cáncer

Real-time biodistribution patterns of the COSAN derivatives

El cáncer en última instancia son células. Son células que no se comportan como el resto de las células, pero células. Por eso los tratamientos no quirúrgicos, a saber, la quimioterapia y la radioterapia, suelen tener efectos secundarios muy importantes, porque afectan a las células que no son cancerosas. Si bien los tratamientos intentan ser cada vez más específicos, esta especificidad acarrea también sus problemas como, por ejemplo, cómo saber que un tratamiento está llegando a donde tiene que llegar, porque con los generales no hay problema, llegan a todas las células.

Existe una nueva terapia muy específica, todavía en fase experimental, llamada terapia de boro con captura neutrónica (BNCT, por sus siglas en inglés). Un grupo de investigadores encabezado por Kiran Gona, del CIC biomaGUNE (San Sebastián, España) ha desarrollado una forma de seguir la distribución del complejo de boro que se usa para preparar los fármacos que se emplean en BNCT. Esto permitirá evaluar la efectividad de un tratamiento muy prometedor y acortar el tiempo hasta su uso clínico. Los resultados se publican en Chemical Communications.

Para entender el procedimiento permítasenos hacer un símil con un grupo terrorista que, en este caso, es el cáncer. El grupo terrorista vive infiltrado y mimetizado con el barrio y la ciudad en la que reside pero hay cosas que hacen sus miembros que los diferencian de las personas no terroristas. Una de ellas es que están deseando aumentar el número de integrantes del grupo, por lo que varios de sus miembros, llamados receptores, se dedican a reclutar activamente nuevos candidatos para el grupo.

Las fuerzas de defensa tienen capacidad militar para arrasar el barrio en el que se sabe que se encuentra el grupo terrorista, pero ello está descartado porque causaría la muerte de muchas personas inocentes. Por lo tanto la Brigada Nacional Contra Terrorista, BNCT, decide infiltrar a varios de sus miembros de élite, los boro-10, en el grupo aprovechando que están reclutando. Una vez dentro se les proporcionarán armas y los ahora boro-11, se encargan de eliminar a las células cancerosas y sólo a ellas.

Los fármacos que usan el complejo de boro COSAN (cobaltabisdicarballuro) usan la sobre-expresión de los receptores de membrana de las células cancerosas para introducir niveles terapéuticos de boro-10 dentro de las células. Si bien el boro-10 es un isótopo estable, cuando se aplica una haz de neutrones de baja energía a la célula el boro-10 captura un neutrón y se desintegra, emitiendo una partícula alfa de alta energía que destruye a la célula. Esta es la base de la BNCT.

La BNCT es, como decíamos más arriba muy específica, por lo que es muy interesante. Además, los compuestos de boro son inorgánicos, por lo que no son metabolizados por las enzimas celulares. Sin embargo, el principal problema que tiene esta técnica es la ausencia de un método efectivo que permita medir la acumulación del boro in vivo (en nuestro símil, un sistema que permita saber que los agentes están infiltrados en el grupo y su localización). Este problema dificulta la evaluación de los distintos fármacos disponibles.

Lo que han hecho Gona et al. es desarrollar una estrategia consistente en etiquetar un derivado de COSAN bien con iodo-124 (que emite positrones), bien con iodo-125 (que emite rayos gamma), por lo que la distribución del fármaco se puede realizar usando tomografía por emisión de positrones (PET-CT) o un contador gamma.

Los investigadores usaron una reacción de intercambio de iodo catalizada por paladio para marcar el derivado de COSAN con uno de los isótopos. Después se realizaron estudios in vivo con ratones para cuantificar la ingesta celular. Los resultados muestran muy buena correlación entre ambos métodos.

Armados con una herramienta que les permite medir, oncólogos y físicos médicos están ahora más cerca de convertir los experimentos de laboratorio en una práctica clínica que mejore la calidad de vida de los pacientes.

Referencia:

Kiran B. Gona, Adnana Zaulet, Vanessa Gómez-Vallejo, Francesc Teixidor, Jordi Llop & Clara Viñas (2014) COSAN as a molecular imaging platform: synthesis and “in vivo” imaging Chem. Comm. DOI: 10.1039/C4CC05058D

Tomado de:

Cultura Científico

13 de diciembre de 2013

China y la estafa de las clínicas que realizan terapias con "células madre"

Cientos de familias gastan cada año decenas de miles de dólares para viajar a clínicas chinas que ofrecen tratamientos con células madre contra enfermedades degenerativas no avalados científicamente. La familia del joven argentino Gabriel Omar Santoro es una de ellas. Esta es la estremecedora historia de la lucha de su madre, dispuesta a seguir pagando un tratamiento millonario porque “las células madre curan”, y de otras familias como la suya.

Gabriel Omar Santoro tiene 17 años, pesa 20 kilos y vive en San Justo, una localidad bonaerense ubicada a 19.711 kilómetros de Pekín, China. Pero a pesar de la distancia, Gabriel ya estuvo dos veces en esa ciudad asiática y no por placer. Tiene parálisis cerebral desde el día en que nació y en Pekín —concretamente, en la clínica Wu Stem Cells Medical Center— le realizaron múltiples implantes de células madre. Para hacer los dos viajes y someterlo a un tratamiento que la comunidad científica califica de “experimental”, tuvo que juntar más de 60.000 dólares y debió trajinar un circuito por el que pasan cientos de chicos argentinos. Los medios dan cuenta de este itinerario: las consignas “Todos por Santino”, “Todos por Lola” y “Thiago te necesita” —entre otras— encierran historias de algún modo idénticas. En todos los casos se trata de chicos que necesitan “hacerse un tratamiento que solo se hace en China” y para ello —al igual que Gabriel— deben juntar una pequeña fortuna.

Gabriel, junto a su madre y la enfermera de la clínica Wu.
Gabriel vive con su madre, Alejandra, su padre, Guillermo, y su hermana de 12 años, Milagros. Su casa es humilde. Tiene dos pisos construidos sobre un taller mecánico donde trabaja Guillermo y que es la fuente de ingresos principal de la familia. Toda la entrevista con Alejandra transcurrirá con Gabriel en sus brazos. Durante dos horas no lo soltará ni cuando se levante a atender el teléfono. Ahora el chico está tomando la merienda: un licuado de duraznos al natural, leche y medicamentos que le es suministrado a través de una sonda conectada a su estómago que Alejandra llena con una jeringa gigante. Gabriel apenas se mueve. Recorre todo con los ojos, y emite sonidos roncos cuando su madre lo menciona directamente.

“Los médicos me decían que iba a haber otras complicaciones, que cada vez iba a tener más problemas, que teníamos que resignarnos y que debíamos entender que él iba a tener una fecha de vencimiento como cuando vos vas a comprar un sachet de leche”, dice Alejandra mientras recarga la jeringa con el licuado.
Alejandra buscó durante años mejorar las condiciones de vida de Gabriel. Nunca creyó los pronósticos ni aceptó la “fecha de vencimiento” de su hijo. No sabe explicar si fue la fe o la fuerza de voluntad. Solo recuerda lo que le dijo a Gabriel cuando nació.
 Ni Alejandra ni Gabriel habían viajado nunca en avión. Pero ahora tenían que recorrer 19.711 kilómetros. Ida y vuelta. Dos veces en menos de un año. Y no tenían un peso.
“Yo le prometí que lo sacaba adelante”, dice. “Y no sabía qué pasaba. No había nada concreto, él estaba recién nacido”.

Ella siempre estuvo investigando y prestando atención a los avances de la medicina. Empezó a entusiasmarse una noche, mirando el mismo televisor que ahora sintoniza Los Simpsons, programa del que Gabriel, dice Alejandra, es “fanático”.

“Una noche, mirando el canal Discovery vi que hacían piel a partir de células madre y me agarró un ataque”, recuerda. “Te estoy hablando de hace como seis o siete años atrás. Dije ‘bueno, primer paso’. Después al tiempo vi que en Brasil se había hecho un corazón humano a partir de células madres. Humano, no de vaca. Y dije ‘guau, no sabía que se estaba haciendo eso’”.

Alejandra decidió en ese momento que Gabriel tenía que tratarse con células madre. Comenzó una búsqueda internacional a través de internet —estos tratamientos están prohibidos en Argentina— y llegó a la clínica Wu en Pekín, China. Entró a su página, vio la media sonrisa del doctor Like Wu en la portada debajo de la imagen de un complejo quirófano, se detuvo en las fotos de chicos parecidos a Gabriel  —según Alejandra, en su última visita había cinco argentinos y en la primera, siete— y clicó en “envíenos sus consultas”. Ingresó los síntomas de su hijo en un formulario y, una semana después, recibió confirmación sobre la posibilidad de tratarlo allí. Le solicitaron que enviara todos los estudios médicos previos en formato digital. Quince días después tenían fecha y presupuesto. Ni Alejandra ni Gabriel habían viajado nunca en avión. Pero ahora tenían que recorrer 19.711 kilómetros. Ida y vuelta. Dos veces en menos de un año.

Lea el artículo completo en:

Materia (España)


1 de octubre de 2013

"El azúcar es la droga más peligrosa de la historia"

El azúcar es una droga, al igual que el alcohol y el tabaco, por eso debe de ser controlada y etiquetada, insiste el responsable de Salud de Ámsterdam, Paul van der Velpen.



"Al igual que el alcohol y el tabaco, realmente el azúcar es una droga. Aquí se necesita un papel importante por parte del gobierno. El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros", dice el artículo de Paul van der Velpen, publicado en el sitio web oficial del área de Salud Pública de Ámsterdam.

"Esto puede parecer exagerado y descabellado, pero el azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos y puede ser adquirida fácilmente en todas partes", indica el experto. En realidad, el azúcar es una forma de adicción.

Cita una investigación, alegando que el azúcar, a diferencia de la grasa y otros alimentos, interfiere con el apetito del cuerpo creando un insaciable deseo de seguir comiendo, un efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos. "El azúcar altera este mecanismo. Quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento. Pero tras recibir las galletas va a seguir comiendo a pesar de los dolores de estómago", argumentó Van der Velpen.

"En realidad, el azúcar es una forma de adicción. Es tan difícil deshacerse de la tentación de comer alimentos dulces como el dejar de consumir tabaco. De esta manera las dietas solo funcionan temporalmente. La terapia de adicción es mejor en este caso", aseguró el funcionario.

Van der Velpen quiere ver impuestos sobre el azúcar y límites legales establecidos para la cantidad que se añade a los alimentos procesados. También hay que poner advertencias de peligro, al estilo de los cigarrillos, en los dulces y los refrescos para que informen a los consumidores que "el azúcar es adictivo y perjudicial para la salud".

"Las escuelas no deben vender dulces y refrescos. Los productores de bebidas deportivas que están llenas de azúcar deben ser demandados por publicidad engañosa", propone el experto holandés.

El azúcar, al igual que las drogas, fue creada artificialmente por los humanos. Sus efectos en el organismo de los mamíferos todavía se desconocen, pero en las últimas décadas han aparecido estudios que vinculan el consumo de azúcar con el aumento brusco de la diabetes y el cáncer, así como con las enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivo. Es más, provoca desórdenes en la función de las células, aumenta el nivel de las plaquetas y provoca el síndrome de déficit de atención con hiperactividad entre los niños.

Tomado de:

RT Actualidad

3 de septiembre de 2013

Terapia con tu propia banda sonora cerebral

¿Podemos usar la música como terapia? Es la pregunta que se han hecho los investigadores del Departamento estadounidense de Homeland Security's Science & Technology Directorate (S&T). Para averiguarlo han llevado a cabo un estudio de neuro-entrenamiento bautizado "música cerebral", que genera melodías a partir de las ondas cerebrales de cada sujeto para tratar enfermedades comunes como el insomnio, la fatiga y los dolores de cabeza.

En concreto, a partir de las señales cerebrales se crean dos únicas composiciones musicales, de 2 a 6 minutos de duración cada una, destinadas a activar la respuesta natural del cuerpo. Una de ellas promueve la relajación y reduce el estrés, mientras la otra potencia el estado de alerta, mejorando la concentración y la toma de decisiones. La melodía de relajación puede sonar como una "melódica y suave sonata de Chopin", mientras que la pista de alerta recuerda más a Mozart, asegura Robert Burns, coordinador del proyecto.

Después de haber traducido a música las ondas cerebrales, a cada persona se le asigna un horario específico de audición de su "banda sonora cerebral", personalizado para su entorno de trabajo y necesidades. Si se utiliza correctamente, aseguran sus creadores, la música puede aumentar la productividad y los niveles de energía, o potenciar una respuesta natural al estrés corporal. El primer grupo de profesionales en probar los efectos de la nueva terapia musical será un equipo de bomberos.

Fuente:

Muy Interesante

17 de mayo de 2013

Jacob Barnett, el Albert Einstein con autismo

Jacob Barnett

Jacob dejó de comunicarse a los 2 años, cuando fue diagnosticado con autismo. Cuando recuperó el habla, aprendió a hablar cuatro idiomas.

Jacob Barnett fue diagnosticado con autismo grave con apenas 2 años y los expertos dijeron que tal vez nunca podría leer o atarse los zapatos. A sus 14 años, el joven Barnett estudia un doctorado en física cuántica.

La mente brillante de este niño prodigio de Indiana, Estados Unidos, estuvo a punto de perderse en una enfermedad a la que a menudo los padres no saben cómo hacer frente.

Desde que fue diagnosticado, Jacob Barnett -Jake, para los amigos- no volvió a hablar.

Fueron largas las horas que pasaba Jacob en casa rodeado de expertos en educación especial que le guiaban en una suerte de terapia interminable con estrictos ejercicios, centrados en desarrollar sus habilidades más básicas, para sacar al niño de lo que se creía era una enfermedad que le marcaría toda la vida.

"Cuando Jacob volvió a hablar, lo hizo en cuatro idiomas", aseguró su madre, Kristine Barnett en una entrevista con la BBC.

Entonces, Barnett ya se había dado cuenta del talento especial de su hijo.

Desde pequeño, cuenta Kristine Barnett, "memorizaba cada calle de las ciudades donde íbamos de viaje y luego recreaba los planos en el suelo de nuestra casa con bastoncillos".
"Jacob memorizaba cada calle de las ciudades donde íbamos de viaje y luego recreaba los planos en el suelo de nuestra casa con bastoncillos"

Kristine Barnett, madre de Jacob.

Recitar de carrerilla el alfabeto de principio a fin -incluido de la Z a la A- o dibujar patrones matemáticos en el suelo con una cuerda eran ejercicios de lo más común para Jacob Barnett, que se entrenaba en el silencio del autismo.

Una vez superó la barrera del habla a los 4 años, Jacob comenzó un sobresaliente aprendizaje que lo llevaría a la Universidad con apenas 11 años.

Un año después ya recibía un sueldo como investigador de física cuántica y ayudaba a alumnos de la Universidad en sus trabajos como "profesor adjunto".

Ahora, a sus 14 años, este estudiante de la Universidad de Indiana está cursando un doctorado en física cuántica "de la mano de su tutor", como concreta el joven a la BBC.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

1 de abril de 2013

El condicionamiento verbal de la conducta de los clientes en contextos terapéuticos

¿Puede usarse el condicionamiento verbal para manipular a una persona y modificar su conducta? ¿Hasta qué punto se puede llegar con las relaciones condicionadas?



Independientemente del modelo teórico que se utilice como referencia, es innegable que existen toda una serie de variables que condicionan la conducta, y que a su vez producen una gama de respuestas observables en el comportamiento.

Usar estas variables en terapia puede suponer un importante plus de efectividad. Tomando la perspectiva del condicionamiento, estas variables se pueden explicar cómo estímulos condicionados (EC) que actúan sobre la conducta del paciente, que sería la respuesta condicionada (RC). En lo que concierne al profesional, habría que tener una especial atención en la conducta verbal, ya que es uno de los factores que más influye al paciente durante la terapia; y puede dar lugar a una situación en la que el paciente se encuentre condicionado por la conducta verbal del psicólogo.

Desde la psicología clínica, es altamente esperable que las mencionadas respuestas observables sean manifestadas por el paciente durante la terapia, lo que permite acotar y definir una situación dada y ahondar en las variables que puedan haber causado el comportamiento. Cabe destacar el punto de vista del CBA (Clinical Behavior Analysis), que resalta dos variables que tienen influencia sobre la conducta posterior: la interacción entre doctor y paciente y los automensajes del paciente.

Cuando la problemática está relacionada con la interacción social, el primer punto gana importancia, ya que la relación doctor-paciente supone en sí una interacción mediante la cual el psicólogo puede reforzar las conductas prosociales. Sin embargo, los automensajes del paciente son el estímulo incondicionado (EI) determinante para la conducta. Si a un paciente con tendencia a la ansiedad se le presta más atención cuando se expresa con tranquilidad, es más probable que repita este comportamiento en otras ocasiones. Por otro lado, la interpretación que él de a la situación (con los consecuentes automensajes) será la clave que le suscite ansiedad o tranquilidad.

También se ha comprobado de cara al condicionamiento la importancia del contexto y de la saliencia del mensaje. Si en medio de clase, alguien gritara ¡GOOOL! la conducta sería recordada por todos con total seguridad. Esto tiene gracia, pero si pasamos el ejemplo a hablar de superioridad aria en la Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial la pierde por completo.

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Psicoteca Blog

6 de marzo de 2013

Curan a bebé infectada por virus del VIH con tratamiento normal de fármacos


Virus del VIH

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca al sistema immune y causa el sida.

Una bebé estadounidense nacida con el virus del VIH parece haber sido curada tras someterse a un tratamiento muy temprano con una terapia farmacológica estándar, según afirman investigadores.

La pequeña, del estado de Misisipi, tiene ahora dos años y medio y ha dejado de ingerir las medicinas durante un año, sin indicios de infección.

Se necesitan hacer más pruebas para ver si el tratamiento tendría el mismo efecto en otros niños. 
 Pero es posible que los resultados puedan conducir a una cura para niños que padecen del VIH, dándoles una esperanza a las criaturas que nazcan con la enfermedad en el futuro, un problema grave en África subsahariana.

Si la niña se mantiene saludable, sería sólo el segundo caso en el mundo de una persona curada del mal.

La doctora Deborah Persaud, una viróloga en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, presentó el hallazgo en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Atlanta.

"Esta es una prueba del concepto de que el VIH puede ser potencialmente curable en infantes", expresó.

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BBC Ciencia

24 de febrero de 2012

Los beneficios psicológicos de cotillear (chismear, chismosear o rajar)...

Ya parecía evidente que la gente que cotillea disfruta haciéndolo, pero ahora una investigación científica ha constatado los efectos positivos que tiene hacerlo, sobre todo cuando se trata de criticar a alguien por su mala conducta y revelar a otros las cosas malas que ha hecho.

Los resultados de este estudio, a cargo del grupo de los psicólogos Robb Willer, Matthew Feinberg, Dacher Keltner y Jennifer Stellar, de la Universidad de California en Berkeley, sugieren que esta actividad puede promover beneficios tan dispares como reducir el nivel de estrés, y mitigar las malas conductas.

El estudio también ha llevado a la conclusión de que chismorrear puede ser terapéutico. En los experimentos, la frecuencia cardiaca de los voluntarios aumentaba cuando veían a alguien comportarse mal, pero este aumento era atenuado cuando podían transmitir a los demás la información sobre lo que habían visto, a fin de alertarles. Divulgar la información sobre la persona a quien habían visto comportarse mal tendía a hacer que la gente se sintiera mejor.

Tan fuerte es la necesidad de advertir a los demás sobre personas que se han comportado mal, que los participantes en el estudio sacrificaron dinero a cambio de poder hacer circular un "chisme" para advertir del riesgo de fiarse de ciertos sujetos a las personas que iban a jugar con esos tramposos en juegos de confianza económica. Estos juegos, muy usados en experimentos de psicología, se basan en hacer diversas clases de tratos con jugadores anónimos, normalmente para ganar juntos sumas de dinero repartidas entre ambos más o menos equitativamente, o bien para obtener ganancias de mayor cuantía en solitario a costa de mentir y estafar a los demás.

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La gente que cotillea (chismea) disfruta haciéndolo. (Foto: UC Berkeley)


En su conjunto, los resultados de este estudio indican que la gente no tiene por qué sentirse mal por revelar conductas inapropiadas de los demás, especialmente si ello ayuda a evitar que otra persona sea víctima de los malos actos de la persona a la que se critica.

19 de diciembre de 2011

Presentan un exoesqueleto capaz de ayudar a caminar a personas tetrapléjicas



Es habitual leer investigaciones y desarrollos de exoesqueletos orientados a su aplicación en el ámbito militar, por ejemplo, permitiendo a los soldados el transporte una mayor cantidad de carga. Afortunadamente, no todas las investigaciones están financiadas por DARPA ni tampoco tienen el foco puesto en la actividad militar y una compañía, de nombre Ekso Bionics, acaba de presentar un exoesqueleto con el que ha sido capaz de hacer volver a caminar a 6 personas con problemas en la médula espinal (una de ellas tetraplégica).

La idea partió de la Fundación Kessler, una de las mayores fundaciones de Estados Unidos enfocada en la discapacidad, que a través de su centro de investigación y sus seis laboratorios trabaja en la investigación de la mejora de la autonomía de las personas que sufren alguna discapacidad, lesiones en la médula espinal, esclerósis múltiple o lesiones cerebrales o en la inserción de veteranos de la guerra de Irak o Afganistán que han sido heridos en combate y, a través de esta fundación, realizan programas de rehabilitación para su vuelta a la vida civil.

Junto a Ekso Bionics, la Fundación Kessler seleccionó a seis personas con graves lesiones en la médula espinal (incluyendo una persona tetraplégica) para poder ofrecerles un sistema con el que volvieran a poder andar como parte de un estudio piloto para evaluar los efectos de andar en gente que se mueve en silla de ruedas y así evaluar si un exoesqueleto ayuda a su normal desempeño o si puede servir como ayuda en procesos de rehabilitación.

Concretamente, los 6 participantes comenzaron a usar este exoesqueleto que, originalmente fue concebido para ayudar a las personas que sufrían algún tipo de paraplegia o tetraplegia poder levantarse sin ayuda alguna, durante el mes de octubre de este año durante una semana de uso. Estas pruebas permitieron obtener información suficiente para desarrollar un protocolo de implementación (incluyendo información relativa a procesos de selección que permitan identificar y seleccionar mejor a futuros usuarios de la plataforma.

Hay que tener en cuenta que en el sujeto que está participando está sometido a cambios fisiológicos y, claro está, debemos tener en cuenta en qué se traducen en términos de mejoras funcionales del paciente.

De todas formas, para el próximo año, la Fundación quiere realizar un estudio en mayor profundidad que permita, por ejemplo, extender el uso de este exoesqueleto en situaciones de la vida cotidiana del usuario que permita dotarlo de mucha más autonomía.

Una noticia bastante esperanzadora que muestra que la robótica también tiene aplicaciones bastante bonitas y, sobre todo, capaces de ayudar a mucha gente.

Fuente:

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Comer poco mantiene el joven el cerebro... de los ratones

Científicos italianos descubren, por primera vez, el mecanismo molecular que provoca que una dieta hipocalórica tenga beneficios contra el envejecimiento cerebral.

Desde hace tiempo, distintas investigaciones científicas han coincidido en que, para mantenerse joven y conservar el cerebro en plena forma, no hay fórmula más eficaz que comer menos. Sin embargo, el mecanismo molecular preciso que hay detrás de los efectos positivos de una dieta hipocalórica seguía siendo un misterio. Ahora, un grupo de investigadores italianos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma ha descubierto en el cerebro de los ratones una molécula, llamada CREB1, provocada por la restricción calórica, que activa los genes relacionados con la longevidad y el funcionamiento apropiado del cerebro. La investigación, que aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., podría dar lugar a nuevos fármacos que permitieran activar esta molécula «mágica» sin necesidad de pasar hambre.

Los ratones que participan en los experimentos y están sometidos a restricción calórica solo pueden comer hasta un 70% de los alimentos que consumen normalmente, una manera conocida -al menos de forma experimental- de prolongar la vida. Por lo general, si comen poco, los ratones no se convierten en obesos ni desarrollan diabetes, además de mostrar un mayor rendimiento cognitivo, más memoria y ser menos agresivos. Además, no desarrollan -y si lo hacen, sucede mucho más tarde-, la enfermedad de Alzheimer.

Futuras terapias

El equipo italiano descubrió que la molécula CREB1, que regula importantes funciones cerebrales como la memoria, el aprendizaje y el control de la ansiedad, se activa por la restricción calórica y provoca beneficios en el cerebro al «encender» a su vez otro grupo de moléculas relacionadas con la longevidad, las sirtuinas. Por otra parte, los investigadores se dieron cuenta de que la acción de CREB1 puede aumentar drásticamente por la mera reducción de la ingesta calórica y que la molécula es esencial para que ésta «funcione» en el cerebro. Es decir, los ratones que carecen de esta molécula no se ven premiados por los beneficios de comer menos y muestran las mismas discapacidades que sus compañeros viejos o sobrealimentados.

«Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para desarrollar futuras terapias para mantener el cerebro joven y prevenir su degeneración y el proceso de envejecimiento», concluye Giovambattista Pani, responsable del estudio.

Fuente:

ABC Ciencia


15 de octubre de 2011

Tratamiento pionero con los "santos griales" de la medicina

Por primera vez científicos unieron a las dos principales investigaciones de la medicina -la terapia génica y las células madre- para curar una enfermedad humana.

Análisis genético

El estudio logró corregir una mutación en células madre antes de reintroducirlas en el paciente.

El avance, afirman los investigadores en la revista Nature, acerca a la posibilidad de crear tratamientos personalizados para enfermedades genéticas usando las propias células del paciente.

Los científicos del Instituto Wellcome Trust Sanger y la Universidad de Cambridge, Inglaterra, lograron corregir una mutación -o defecto- en un gen responsable tanto de cirrosis hepática como enfisema pulmonar.

Lo hicieron corrigiendo la secuencia del genoma del paciente y extrayendo el ADN defectuoso utilizando sus propias células madre.

Los resultados, afirman los científicos, mostraron que el genoma corregido logró funcionar normalmente.

Tal como expresan los investigadores, éste es un "paso crucial" hacia la medicina personalizada, pero subrayan que es necesario todavía llevar a cabo más investigaciones.

Hasta ahora no habían podido utilizarse las células madre de un paciente con una enfermedad genética porque esas células también pueden contener el código genético defectuoso.

Pero ahora los investigadores lograron corregir el defecto en las células madre antes de reintroducirlas en el paciente.

Los científicos utilizaron células madre pluropotenciales inducidas humanas (hIPSC), las cuales pueden ser reprogramadas en el laboratorio y convertidas en una amplia variedad de tejidos.

El estudio se centró en una deficiencia causada por una mutación en un gen activo en el hígado, llamado alfa-1-antitripsina, responsable de producir una proteína -antitripsina- que protege de la inflamación excesiva.

Las personas con una mutación en este gen no pueden producir la proteína y esto eventualmente conduce a cirrosis hepática y enfisema pulmonar.

Éstas son dos de las enfermedades heredadas más comunes del mundo. Afectan a una de cada 2.000 personas de origen europeo y el único tratamiento actual para cirrosis hepática es un trasplante de hígado.

Para la investigación los científicos tomaron células de la piel de un paciente para convertirlas en células madre.

Con el uso de un bisturí molecular extrajeron la mutación en el ADN e insertaron la letra correcta para corregir el defecto en el genoma.

Posteriormente las células madre con el genoma correcto fueron reprogramadas y convertidas en células hepáticas.

"Funcionaron maravillosamente con secreciones y funciones normales" expresa el profesor David Lomas, uno de los principales investigadores.

Y posteriormente cuando las células fueron colocadas en ratones, agrega, seguían funcionando correctamente y produciendo la proteína antitripsina normal seis semanas después.

"Enorme potencial"

"Hemos desarrollado nuevos sistemas dirigidos a genes y hemos integrado todos los componentes para corregir, de forma eficiente, defectos en las células de pacientes" afirma el profesor Allan Bradley, director emérito del Instituto Wellcome Trust Sanger.

"Nuestros sistemas no han dejado rastros de manipulación genética, salvo por la corrección del gen".

"Estos son los primeros pasos pero si esta tecnología puede ser trasladada a un tratamiento, ofrecerá beneficios potenciales enormes para los pacientes" agrega el científico.

Tal como explicó a la BBC el profesor Lomas si se logra desarrollar una terapia génica para la cirrosis el paciente no tendría que ser sometido a un trasplante con la necesidad de tomar medicamentos inmunosupresores para el resto de su vida.

Pero agrega que aunque el potencial es enorme, la técnica todavía es "terriblemente difícil".

Ahora, subrayan los científicos, deberán llevarse a cabo más estudios en animales y humanos para confirmar que la técnica es segura.

Por ejemplo, existen temores de que las células madre inducidas pueden activar genes que causan cáncer.

El profesor Robin Ali, miembro del comité de investigación traslacional de células madre del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido afirma que el estudio "es muy interesante".

"La mayoría de la terapia génica no está enfocada en corregir un gen sino introducir una nueva copia de ese gen. Lo más emocionante de este estudio es que corrige al gen".

"El gran problema con la medicina personalizada es el costo" agrega.

"Esa es una de las mayores barreras".

Fuente:

BBC Salud


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14 de septiembre de 2011

Gatos fluorescentes que resisten al SIDA

Investigadores de la Clínica Mayo crean unos felinos genéticamente modificados que emiten un resplandor verde y tienen proteínas de mono que combaten el virus.

Gatos fluorescentes que resisten el sida

Clínica Mayo
Un gato modificado genéticamente para ser inmune al sida felino

Investigadores de la Clínica Mayo en Minnesota (EE.UU.) han conseguido modificar genéticamente gatos comunes para que sean inmunes al virus que causa el sida felino, muy parecido al que sufren los humanos. Los animales recibieron un gen que impide el desarrollo de la enfermedad en los monos macaco Rhesus y, para poder seguir su desarrollo, también se les insertó otro gen de medusa que hace que los gatos brillen con un espectacular color verde. El estudio, que aparece publicado en la edición online de la revista Nature Methods, puede ayudar en el futuro a investigar nuevas terapias contra el VIH y otras enfermedades.

El virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) causa un síndrome similar al sida en los gatos como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) lo hace en las personas: por el agotamiento del cuerpo contra la infección de células T. Las versiones felinas y humanas de las proteínas clave que potencialmente defenderían a los mamíferos contra la invasión de virus - denominados factores de restricción - no resultan eficaces, y los individuos afectados enferman gravemente.

El equipo de Mayo de médicos, virólogos, veterinarios e investigadores de terapias génicas, junto a sus colaboradores en Japón, trató de imitar la forma en la que la evolución da lugar, normalmente durante muy largos períodos de tiempo, a versiones de proteínas protectoras contra el sida. Para conseguirlo, los científicos diseñaron una forma de insertar proteínas de los monos que sí resultan eficaces y que se ha demostrado protegen al animal, en el genoma del gato.

Crías también protegidas

La técnica se denomina transgénesis lentiviral dirigida a los gametos. Esencialmente, se basa en la inserción de genes en ovocitos felinos antes de la fecundación. Para tener éxito con ella, por primera vez en un carnívoro, el equipo insertó un gen de factor de restricción de macaco Rhesus, gen conocido por bloquear la infección celular por FIV, así como un gen de medusa con fines de seguimiento. Este último hace que los gatos brillen. El factor de restricción de los macacos, TRIMCyp, bloquea el ataque del sida felino. El método para insertar genes en el genoma del felino es muy eficiente, por lo que prácticamente todas las crías de gato heredan los genes. Los gatos con los genes de protección están creciendo y han parido gatitos cuyas células producen las proteínas. Esto demuestra que los genes insertados se mantienen activos en las generaciones sucesivas y supone toda una esperanza.

«Esta investigación biomédica puede beneficiar la salud humana y felina», dice Eric Poeschla, biólogo molecular y director del estudio. «Los resultados pueden ayudar a los gatos tanto como a las personas». El doctor Poeschla trata a pacientes con VIH e investiga cómo el virus se replica. El sida ha matado a más de 30 millones de personas, aunque menos conocido es el dato de que millones de gatos también sufren y mueren a causa del sida felino cada año.

Dado que el proyecto involucra la introducción de genes que puedan proteger contra los virus de las especies, el conocimiento y la tecnología que esta técnica producirá con el tiempo podría ayudar a la conservación de especies de felinos silvestres, de las cuales 36 están en peligro de extinción.

Fuente:

ABC Ciencia

12 de agosto de 2011

El ejercicio aeróbico reduce el consumo de cannabis

Especial: Medicina

En Conocer Ciencia apostamos por el origen social y cultural de las adicciones, es verdad que también interfierene patrones mentales y factores bioquímicos, pero el origen de las adicciones es fundamentalmente social: no ser aceptado en determinados grupos sociales, la falta de aprecio o respeto por lo que somos y por lo que hacemos, el bombardeo de los medios de comunicación que nos enrumban hacía valores erróneos (consumismo, individualismo e intolerancia) y hábitossocialmente aceptable en un determinado tiempo histórico (como beber o fumar en reuniones sociales son los detonantes que pueden llevar a las personas a sentirse mal mentalmente ya buscar en las drogas formas de evasión de estas realidades que no nos satisfacen... hasta llegar a la evasión definitiva: la muerte.

Por lo tanto las terapias contra las dependencias deberían centrarse en: 1) el autodescubrimiento de la identidad como persona, 2) el papel social e histórico que cumplen las personas en una sociedad, 3) la revalorización (reinserción social) de la persona con un empleo digno (de preferencia trabajos manuales, sobre todo en las primeras etapas) y con metas a corto, mediano y largo plazo (tanto para el paciente como para la sociedad en la que vive).

El gran problema es que la sociedad no tiene metas en función a los seres humanos sino en función a los grupos de poder que controlan las sociedades, por lo tanto son las sociedad las que nos enferman... pero también son las sociedades las que nos podrán curar, sociedades justas y fraternas que veremos en un futuro cuando la Humanidad alcance la Libertad.



Sin duda es necesario mejorar los tratamientos para combatir las adicciones. Muchas personas drogodependientes terminan con una enfermedad crónica y las recaídas son muy frecuentes a pesar de que hayan pasado largos periodos de abstinencia.

El ejercicio aeróbico parece ser un buen candidato para mejorar estos tratamientos en un gran número de adicciones a diversas substancias ya que produce una gran variedad de cambios en el cerebro que influyen en los niveles de ansiedad y el uso de drogas.

Los mecanismos mediante los cuales el ejercicio aeróbico influye en el uso de drogas y mitiga el ansia por su consumo son los siguientes:

  • Alteraciones en el circuito de recompensa cerebral
  • Incremento de la liberación de dopamina por el cerebro y cambios en la sensibilidad del receptor de dopamina.
  • Disminución de la ansiedad y síntomas depresivos.

Teniendo en cuenta esto, Maciej Bukowski y sus colegas de la Universidad de Vanderbilt (Nashville, EEUU) estudiaron la sensación de adicción y el uso de cannabis en una serie de sujetos consumidores habituales de cannabis sometidos a ejercicio aeróbico. Estas personas fueron intervenidas con diez sesiones de tratamiento durante 14 días. Sesiones que consistieron en 30 minutos de ejercicio en una cinta de entrenamiento al 60% de su tasa cardíaca máxima.

Todos los sujetos cumplieron con los criterios DSM-IV que miden la dependencia de cannabis. Además, éstos no estaban involucrados en ningún programa de tratamiento de abusos de sustancia estupefacientes y no habían expresado el deseo de reducir o suspender el consumo de cannabis, es decir, eran consumidores habituales y querían seguir siéndolo. El consumo diario de porros de cannabis por parte de los participantes en el estudio antes, durante y después del tratamiento se puede observar en la siguiente gráfica tomada directamente del trabajo:

Aerobic Exercise Training Reduces Cannabis Craving and Use in Non-Treatment Seeking Cannabis-Dependent Adults

Como se puede observar, la gráfica muestra una reducción significativa en el consumo diario de cannabis durante el período de ejercicio aeróbico. El número de porros consumido durante el período de ejercicio se redujo en todos los participantes aproximadamente desde unos seis porros al día a un promedio de entre dos y tres. Al finalizar la fase de ejercicio, el consumo diario volvió a subir paulatinamente, hasta prácticamente alcanzar de nuevo los niveles previos al periodo de ejercicio. Además del uso, también se estudió los niveles de ansiedad por consumir cannabis –separados comportamiento compulsivo, reacciones emocionales, expectación e intención-, los cuales también se vieron reducidos significativamente durante los periodos de ejercicio.

Los resultados obtenidos sugieren que el ejercicio aeróbico puede tener un gran valor para ser usado como tratamiento para dejar de consumir cannabis y además ayudar a reducir la ansiedad y el ansia por volver a consumir después de un largo periodo de abstinencia. Teniendo en cuenta que este estudio fue realizado sobre consumidores habituales de cannabis que no tenían intención de dejar de consumir, se supone que los resultados serán mejores para personas que sí estén motivadas para dejar de consumir. De todas maneras, nuevos estudios son necesarios para saber exactamente porqué se producen los efectos observados y de esta manera mejorar el tratamiento y conseguir efectos duraderos a lago plazo.

Referencia:
Buchowski MS, Meade NN, Charboneau E, Park S, Dietrich MS, Cowan RL, & Martin PR (2011). Aerobic exercise training reduces cannabis craving and use in non-treatment seeking cannabis-dependent adults. PloS one, 6 (3) PMID: 21408154

Fuente:

¡Cuánta Ciencia!

11 de agosto de 2011

Descubren una increíble terapia que puede curar el cáncer con células “natural born killers”

Especial: Medicina

Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania ha informado de un descubrimiento sorprendente que podría salvar la vida de los cientos de miles de personas que sufren leucemia en el mundo. Y que también abre, de una patada la puerta, la cura para el resto de tipos de cáncer.

Se trata del primer éxito claro en 20 años de un nuevo enfoque para el tratamiento de esta enfermedad: convertir las células de los pacientes en asesinos en serie con un único objetivo, que es buscar y destruir a las células cancerígenas.

Sólo lo han probado con tres pacientes, pero los resultados han sido “increíbles”, según los investigadores. Se trataba de tres hombres con casos muy avanzados de leucemia linfocítica crónica o LLC. Los pacientes fueron tratados con éxito en los últimos años con quimioterapia hasta que los medicamentos convencionales ya no funcionaban.

La única esperanza de una cura para ellos era el transplante de la médula ósea o de células madre, que no siempre funcionan y tienen un alto riesgo de muerte. Un año después de someterse a esta nueva terapia, dos de los hombres están completamente libres de cáncer y el tercer paciente se mejora a un ritmo endiablado.

“En tres semanas los tumores habían sido eliminados. Funcionó demasiado bien. Nos sorprendió que funcionara tan bien como lo hizo”, afirma el doctor Carl June, un experto en terapia génica de la Universidad de Pennsylvania, en el estudio publicado simultáneamente hoy en el England Journal of Medicine y en Science Translational Medicine. “Pero sólo ha pasado un año. Tenemos que saber cuánto tiempo tarda exactamente esta remisión”.

¿Sólo un año? Los pacientes con este tipo de enfermedad sabrán que es un suspiro si el final de ella está así de cerca.

Los científicos han estado trabajando durante mucho tiempo para encontrar maneras de aumentar la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer. Los anteriores intentos de modificación genética para crear “soldados de sangre”, (linfocitos T, que pueden reconocer y destruir las células malignas ) han tenido un éxito limitado, ya que las células T modificadas no se reproducen bien y desaparecen rápidamente.

Ahora estos soldados se han convertido en asesinos a sueldo, sicarios que se introducen en nuestro cuerpo con un sólo objetivo: cobrar su recompensa. Y para ello contarán con el mejor equipamiento. El Dr. June y sus colegas hicieron cambios en la técnica, utilizando un vehículo más rápido para ofrecer los nuevos genes a las células T, además de un mecanismo de señalización diciendo a las células a quién hay que matar y cómo deben multiplicarse para hacerlo.

Con este nuevo equipo, se produjo un aumento de 1000 veces en el número de células T modificadas en cada uno de los pacientes. Y descubrieron que, a esta amplia capacidad para la auto-replicación, se unía un ataque sin piedad a las células del cáncer para destruirlas; e incluso se quedaban de retén para matar a las nuevas células cancerosas que surgían. Se sabía que las células T atacan a los virus como el de VIH de esa manera, pero esta es la primera vez que se ha hecho contra el cáncer.

En promedio, cada nueva célula T infundida produjo la matanza de miles de células tumorales. Y, en general, la operación destruyó al menos dos kilos de tumor en cada paciente

Para la experimentación, se extrajo sangre de cada paciente y se modificaron su células T en las instalaciones de la facultad para la producción de vacunas. Después de haber sido alteradas en el laboratorio, millones de estas nuevas células se devuelven al paciente en tres transfusiones. Los investigadores describieron en detalle la experiencia de uno de los pacientes de 64 años de edad.

No hubo cambios durante las dos primeras semanas después de la transfusión. Pero luego comenzaron a enfermar con escalofríos, náuseas y fiebre. Él y los otros dos pacientes se vieron afectados por una reacción que ocurre cuando un gran número de células cancerígenas mueren al mismo tiempo, una señal de que la terapia génica está haciendo su trabajo dentro del cuerpo. Imagínate la peor gripe de tu vida, pero que cuando se pasa la batalla dentro de tu cuerpo…¡estás curado del cáncer!

Pero no todo es tan fácil como parece. Si entran los asesinos profesionales, hay que prever víctimas colaterales. La complicación principal parece ser que esta técnica también destruye algunas otras células que combaten infecciones de sangre, y hasta ahora los pacientes han estado recibiendo sencillos tratamientos mensuales para eso.

Porque estos asesinos celulares no sólo pueden acabar con la leucemia. Los científicos ya se están preparando para intentar la misma técnica de terapia génica para otros tipos de cáncer. Los mismos investigadores quiere poner a prueba la técnica con el cáncer de páncreas, el cáncer de ovario, el mieloma y melanoma. Otras instituciones están estudiando el mismo procedimiento con el de próstata y el cáncer cerebral.

Sin embargo, los mandos de misión son cautos y no quieren anticipar cuales serán los resultados de las operaciones secretas a corto plazo. Y el comandante en jefe, el Dr. June, es el primero que lo tiene claro: “Siguen siendo tan sólo tres pacientes. Tres mejor que uno; pero no son cien…Aunque sí que es el 100%”.

Más info: Universidad de Pennsylvania

Vía: New England Journal

Fuente y gráficos: El estudio completo en Science Translational Medicine

Tomado de:

Cooking Ideas


10 de agosto de 2011

Terapia génica: creando monstruos y curando el cáncer

Especial: Medicina

Desde que se insinuó la posibilidad, la modificación del ADN ha sido a la vez criticada, por las dudas éticas y posibles malos resultados, y mirada con esperanza para la cura de enfermedades a las que de otro modo no se les ve solución. Pero, ¿qué es la terapia génica? ¿Es realmente útil? ¿Podemos crear un monstruo por accidente?

Una breve introducción al maravilloso mundo del ADN…


Como todos sabemos, la información sobre cómo será nuestro cuerpo está almacenada en el ADN, en nuestro genoma. Esta información no se encuentra una sola vez en todo el cuerpo, sino repetida en muchas de nuestras células. Normalmente escucharéis que cada una de las células del cuerpo humano la tiene repetida una vez, pero eso no es del todo cierto. Existen células con varias copias de nuestro genoma, teniendo varios núcleos (como por ejemplo algunas células musculares) y otras que no tienen ninguna, como es el caso de los glóbulos rojos.

Esta información es, en principio, idéntica en todas las células del cuerpo. Y existe una buena razón para que esto sea así: todas provienen de la misma célula: el cigoto, que se forma por la fusión de un espermatozoide y un óvulo. Sin embargo, no es estrictamente cierto que el material genético de todas las células sea igual. A lo largo de la vida de cada célula, esta puede tener pequeños cambios en su ADN, que conocemos como mutaciones. Estas mutaciones pasan, a su vez, a las células que vengan de la célula que las sufra. Así, acabamos por tener montones de células con genomas ligeramente diferentes.


¿Es un planeta? No: un cigoto

Aun así, que esto no os haga preocuparos por la exactitud de los test de ADN, son muy precisos… pero de eso ya se hablará otro día.

Estas pequeñas diferencias entre las células son las que hacen, por ejemplo, que aparezca un cáncer. Algunas de las células del cuerpo acumulan mutaciones en algunos genes clave (por ejemplo, el conocido como p53) y esas células empiezan a dividirse a lo loco, creando graves problemas en el cuerpo.

Con esto, vemos dos cosas. Una, el genoma de todas las células de un mismo ser vivo no es exactamente igual. Dos, las diferencias en esos genotipos pueden tener efectos reales.

Terapia génica, o cómo podemos aprovechar las diferencias

Como hemos visto, las diferencias entre las diferentes células tienen a veces una manifestación más que evidente, como puede ser un tumor. Pero también podemos aprovechar esto para curar.

Con la cantidad de células que tenemos en el cuerpo, resulta fácil entender la imposibilidad de transformar completamente el genoma de un humano desarrollado. Por eso, tenemos que recurrir a cambiar el ADN de una pequeña parte de nuestras células. Ahora bien, ¿cómo puede esto dar resultado?

Dependiendo de la enfermedad, de una manera diferente.

Así, por ejemplo, en el caso de enfermos de diabetes se puede plantear la transformación de algunas de las células de los islotes de Langerhans para que produzcan insulina de forma relativamente normal. En el caso de enfermos de cáncer, se puede aplicar terapia génica para devolver a las células tumorales a su estado original.

Y, ¿cómo hacemos esto?

Básicamente, de dos formas, aunque cada una tiene montones de variantes.

La primera es la conocida como ex vivo, es decir, fuera del paciente. Se toma una muestra del tejido de interés y es esta muestra la que se transforma. Tiene la ventaja de que pasa a ser posible utilizar técnicas que, como la electroporación o la microinyección, no podemos usar de otra forma. Además, permite una mayor precisión, al poder enfocarla sólo a células de un determinado tipo. Sin embargo, tiene un grave problema, y es que para aplicarla necesitamos mantener las células en un cultivo de laboratorio, cosa posible con muy pocas células humanas, al menos sin recurrir a técnicas como los heterocariontes, que no son adecuadas para el uso en terapia.


Microinyección

La segunda forma de hacerlo, in vivo, consiste en hacerlo sobre el propio paciente. La transformación es, por esta razón, diferente y más complicada. Se suelen utilizar vectores víricos (por ejemplo, retrovirus modificados genéticamente), aunque también se ha probado con inyecciones de ADN desnudo (que también se usan en las vacunas de ADN, que podrían considerarse un tipo de terapia génica). Tiene una gran desventaja, y es la dificultad de controlar en qué células se está insertando el material.

Hay muchos más métodos para insertar material genético: liposomas, bombardeo con partículas (biobalística)…

En ambos casos, existe dificultad para saber cuántas copias del fragmento que queremos introducir se han insertado en cada célula y en qué zona del genoma se han insertado. Como se decía antes, estamos hablando de montones de células, y analizar una por una es inviable, sobre todo en tratamientos in vivo.

¿Es útil la terapia génica?

Sin duda, sí. A pesar de estar aún en sus inicios y muy lejos de estar normalizada, la terapia génica ya ha dado interesantes resultados en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la periodontitis o la diabetes, además de prometedores caminos para la Enfermedad de Huntington.

¿Y los monstruos?

Algunos de vosotros, aficionados a los comics o la estupenda serie de televisión de Spiderman que se hizo en los 90, recordaréis al Dr. Curt Connors, personaje que, en su afán por recuperar su brazo perdido mediante terapia génica con ADN de lagarto, acaba convertido en Lizard, un lagarto humanoide y sumamente problemático. También el propio Spiderman aparece tras ser picado por una araña radioactiva que mezcla su ADN con el propio de Peter Parker, una suerte de terapia génica accidental

Sin embargo, y por desgracia para los que quieran convertirse en superhéroes o supervillanos, la terapia génica no puede tener estos efectos. Para empezar, a día de hoy, no estamos hablando de utilizar genes de otros seres vivos en humanos. Aún llegado el caso, sería necesario modificar muchos puntos, no sólo uno, para ver cambios tan drásticos. Además, los cambios que se ven en estos casos afectan a todo el cuerpo y no sólo a una parte… estamos hablando más bien de una metamorfosis, nada que se pueda hacer con terapia génica.


¿Esto nos espera si usamos la terapia génica?
Esto no significa, sin embargo, que la terapia génica esté exenta de riesgos. En uno de los primeros intentos de terapia génica, llevados a cabo sobre pacientes de algunos tipos de inmunodeficiencias severas combinadas (SCID), se produjeron leucemias tras el tratamiento, como se detalla en este artículo. Por suerte, se pudo hallar la causa de este problema y resolverla para posteriores intentos. No deja de ser, no obstante, un recordatorio de que la terapia génica, como muchas otras terapias, ha de ser usada con cuidado y que, con una mala aplicación, puede ser tan perjudicial o más que lo que intenta curar.

Bonus: En el próximo post, los X-men y los verdaderos mutantes. ¿algo en común?

Fuente:

Biotecmática
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