Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta fluorescente. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta fluorescente. Mostrar todas las entradas

10 de julio de 2012

Y el éxito sexual de las luciérnagas macho se debe a...


Los científicos aún no entienden cómo las luciérnagas hembras pueden determinar al tamaño del regalo nupcial del macho.

Las luciérnagas macho, conocidas por atraer a las hembras con un destello de luz, también seducen haciendo regalos, señalan los científicos.

El presente tiene forma de espermatóforo, un paquete que contiene semen y nutrientes. 

Investigadores de la Universidad Tufts en Boston, Estados Unidos, encontraron que las hembras preferían a los machos que ofrecían el regalo más grande y nutriente.

El equipo presentó sus conclusiones en el Primer Congreso Conjunto de Biología Evolutiva en Ottawa, Canadá.

Bajo la supervisión de su colega Sara Lewis, quien ha estado estudiando a las luciérnagas durante 20 años, el doctor Adam South utilizó diodos emisores de luz (LEDs, por sus siglas en inglés) para imitar las señales luminosas de las apasionadas luciérnagas macho.

Los investigadores mostraron a un grupo de luciérnagas hembras luces artificiales con patrones y duraciones que habían resultado atractivas en estudios previos. Otro grupo de hembras vio destellos "poco atractivos".
En su hábitat natural las hembras son muy selectivas a la hora de responder a los machos durante esta parte de la rutina del cortejo. Las hembras sólo "alumbran de vuelta" a los machos por lo que se sienten atraídas.

Amor a primera luz

Sin embargo en este montaje experimental después de varios minutos del cortejo de luz, los machos y hembras fueron puestos en parejas en cámaras miniaturas. Los biólogos de la Universidad de Tuffts filmaron los encuentros bajo luces infrarrojas para ver qué sucedía cuando las lucen se apagaban.

La grabación reveló que las hembras tenían muchas más probabilidades de aparearse con machos que tenían regalos nupciales más grandes en oferta. Una vez que los machos y las hembras se juntaban, la calidad de los destellos no parecía afectar el resultado de sus encuentros.

Los resultados plantearon a los científicos un misterio adicional: ya que los espermatóforos se transfieren internamente, no está claro como las hembras utilizan el tamaño del regalo para decidir si se aparean con un determinado macho.


Las actividades nocturnas de las luciérnagas fueron reveladas bajo luz infrarroja.

El doctor South, quien dio a conocer los resultados de la investigación, dijo que quedó sorprendido de descubrir que "los destellos de luz sólo parecen beneficiar a los machos durante las primeras etapa del cortejo de luciérnagas".

"Inicialmente los destellos son importantes", explicó. "Sin embargo una vez que los machos hacen contacto físico, las hembras se cambian a esta señal alternativa".

El equipo estudio a las luciérnagas para entender totalmente los extraordinarios despliegues y, en ocasiones, extraño comportamiento que ha evolucionado en la búsqueda de sexo.

El doctor South le dijo a la BBC que era "fundamental estudiar todos los episodios posibles" en el comportamiento sexual de los insectos "para entender totalmente la ecología reproductiva de la especies".

"Si hubiésemos dejado de estudiar los hábitos de apareamiento de las luciérnagas, después de que se detenían los destellos de luz, nos habríamos perdido esta asombrosamente compleja e increíble historia".

Fuente:

BBC Ciencia


Contenido relacionado

19 de diciembre de 2011

Un nuevo material expuesto un minuto al Sol emite dos semanas de luz nocturna

El hallazgo podría revolucionar los diagnósticos médicos y servir de iluminación «secreta» para las fuerzas militares.

Un nuevo material expuesto un minuto al Sol emite dos semanas de luz nocturna
El logo de la Universidad de Georgia, creado con el nuevo material


Un equipo de investigadores de la Universidad de Georgia ha creado un nuevo un material que, tras haber sido expuesto al Sol durante un minuto, es capaz de irradiar luz infrarroja que puede ser percibida en la oscuridad durante más de dos semanas. Según sus descubridores, el hallazgo podría revolucionar el campo de los diagnósticos médicos, por ejemplo, en nanopartículas que, adheridas a las células cancerígenas, permitirían la visualización de una pequeña metástasis que, de otra forma, pasaría inadvertida. Además, puede ofrecer a las fuerzas militares una fuente de iluminación «secreta», ya que solo puede verse por medio de dispositivos especializados de visión nocturna. El trabajo aparece publicado en la revista especializada Nature Materials.

«Cuando pones el material en cualquier lugar fuera de un edificio, un minuto de exposión a la luz puede crear 360 horas de luz cercana al infrarrojo», explica Zhengwei Pan, responsable de la investigación. El material, unos discos cerámicos, contiene iones de cromo trivalentes, que emiten luz en el campo cercano al infrarrojo, pero su emisión luminosa solo dura unos pocos milisegundos. Lo novedoso del material de Pan es que combina zinc y germanato, un complejo compuesto óxido, lo que crea un «laberinto de trampas» que almacena la energía durante mucho más tiempo y permite que se libere, es decir, que emita luz, durante más de dos semanas.

Incluso en un día nublado

Los científicos probaron el material en distintas condiciones y comprobaron que podía ser «cargado» incluso si el día era nublado o estaba lluvioso. La sustancia fosforescente no necesita ser expuesta directamente a la luz, sino que se puede cargar en medio de sombras, debajo del agua o incluso en una solución corrosiva de cloro.

Zhengwei Pan cree que el material podría ser utilizado por los ejércitos y las fuerzas de seguridad con fines de identificación, ya que permite localizar a personas o equipos por la noche. Solo harían falta unas gafas nocturnas especiales para verlos. Además nanopartículas con este material podrían iluminar una pequeña metástasis en el cuerpo humano y podrían ayudar al desarrollo de una próxima generación de células de energía solar más eficientes.

Fuente:

ABC Ciencia



14 de septiembre de 2011

Gatos fluorescentes que resisten al SIDA

Investigadores de la Clínica Mayo crean unos felinos genéticamente modificados que emiten un resplandor verde y tienen proteínas de mono que combaten el virus.

Gatos fluorescentes que resisten el sida

Clínica Mayo
Un gato modificado genéticamente para ser inmune al sida felino

Investigadores de la Clínica Mayo en Minnesota (EE.UU.) han conseguido modificar genéticamente gatos comunes para que sean inmunes al virus que causa el sida felino, muy parecido al que sufren los humanos. Los animales recibieron un gen que impide el desarrollo de la enfermedad en los monos macaco Rhesus y, para poder seguir su desarrollo, también se les insertó otro gen de medusa que hace que los gatos brillen con un espectacular color verde. El estudio, que aparece publicado en la edición online de la revista Nature Methods, puede ayudar en el futuro a investigar nuevas terapias contra el VIH y otras enfermedades.

El virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) causa un síndrome similar al sida en los gatos como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) lo hace en las personas: por el agotamiento del cuerpo contra la infección de células T. Las versiones felinas y humanas de las proteínas clave que potencialmente defenderían a los mamíferos contra la invasión de virus - denominados factores de restricción - no resultan eficaces, y los individuos afectados enferman gravemente.

El equipo de Mayo de médicos, virólogos, veterinarios e investigadores de terapias génicas, junto a sus colaboradores en Japón, trató de imitar la forma en la que la evolución da lugar, normalmente durante muy largos períodos de tiempo, a versiones de proteínas protectoras contra el sida. Para conseguirlo, los científicos diseñaron una forma de insertar proteínas de los monos que sí resultan eficaces y que se ha demostrado protegen al animal, en el genoma del gato.

Crías también protegidas

La técnica se denomina transgénesis lentiviral dirigida a los gametos. Esencialmente, se basa en la inserción de genes en ovocitos felinos antes de la fecundación. Para tener éxito con ella, por primera vez en un carnívoro, el equipo insertó un gen de factor de restricción de macaco Rhesus, gen conocido por bloquear la infección celular por FIV, así como un gen de medusa con fines de seguimiento. Este último hace que los gatos brillen. El factor de restricción de los macacos, TRIMCyp, bloquea el ataque del sida felino. El método para insertar genes en el genoma del felino es muy eficiente, por lo que prácticamente todas las crías de gato heredan los genes. Los gatos con los genes de protección están creciendo y han parido gatitos cuyas células producen las proteínas. Esto demuestra que los genes insertados se mantienen activos en las generaciones sucesivas y supone toda una esperanza.

«Esta investigación biomédica puede beneficiar la salud humana y felina», dice Eric Poeschla, biólogo molecular y director del estudio. «Los resultados pueden ayudar a los gatos tanto como a las personas». El doctor Poeschla trata a pacientes con VIH e investiga cómo el virus se replica. El sida ha matado a más de 30 millones de personas, aunque menos conocido es el dato de que millones de gatos también sufren y mueren a causa del sida felino cada año.

Dado que el proyecto involucra la introducción de genes que puedan proteger contra los virus de las especies, el conocimiento y la tecnología que esta técnica producirá con el tiempo podría ayudar a la conservación de especies de felinos silvestres, de las cuales 36 están en peligro de extinción.

Fuente:

ABC Ciencia

11 de agosto de 2011

Unos científicos surcoreanos crean un perro fluorescente, podría curar enfermedades

Especial: Medicina

Los científicos han creado un perro que brilla utilizando una técnica de clonación que podría ayudar a encontrar curas para enfermedades humanas como el Alzheimer y el Parkinson.



El equipo de investigación de la Universidad Nacional de Seúl ha dicho que la beagle genéticamente modificada, llamada Tego, que nació en 2009, brilla con un verde fluorescente bajo luz ultravioleta si recibe el antibiótico doxiciclina, según la agencia Yonhap.

Los investigadores, que completaron una investigación de dos años, han afirmado que la capacidad de brillar puede ser desactivada o activada añadiendo un fármaco a la comida del perro.

'La creación de Tegon abre nuevos horizontes ya que el gen inyectado para hacer que el perro brille puede ser sustituido con genes que desencadenan enfermedades humanas mortales', según ha recogido la agencia citando al principal investigador, Lee Byeong-chun.

Dijo que el perro fue creado utilizando la tecnología de transferencia nuclear de células somáticas que el equipo de la universidad utilizó para crear el primer perro clonado del mundo, Snuppy, en 2005.

El científico ha afirmado que dado que hay 268 enfermedades que humanos y perros tienen en común, crear perros que muestran de forma artificial este tipo de síntomas podría ayudar a tratamientos para enfermedades que sufren los humanos.

El último descubrimiento publicado en 'Genesis', una publicación internacional, tardó cuatro años de investigación con un coste de aproximadamente unos 2,1 millones de euros para crear al perro y realizar los análisis de verificación necesarios.

Fuente:

Terra Noticias


19 de julio de 2011

Redescubren hongo luminoso en Brasil

Especial: Seres vivos


Neonothopanus gardneri

Aunque a los pobladores locales nunca se les perdió y lo conocen desde siempre, el hongo "flor de coco", que emite luz, a los científicos se les había desaparecido: habían pasado más de 170 años desde la última vez que había sido estudiado.

Pero ahora, un grupo de científicos e investigadores de universidades estadounidenses y de la Universidad de San Pablo (USP) redescubrió la llamativa seta en Piauí, estado del nordeste de Brasil.

Neonothopanus gardneri

A la luz del día no se aprecian sus propiedades.

El Neonothopanus gardneri es el hongo bioluminiscente (es decir, que emite luz propia) más grande de Brasil y uno de los más grandes del mundo.

"En los últimos años vi hongos que emiten luz en Brasil, pero más pequeños, algunos del tamaño de un cabello", le señala a BBC Mundo Cassius Vinicius Stevani, profesor de Química de la USP y participante del estudio.

"Éste es el más grande y emite una cantidad considerable de luz", dijo.

La primera vez que el hongo fue descubierto por la comunidad científica fue en 1840, cuando el botánico británico George Gardner vio a unos niños jugando con lo que él pensaba que eran luciérnagas enormes en las calles de un pueblo que hoy es la ciudad de la Natividade, en Tocantins, estado de Goiás, en el centro-oeste de Brasil.

"Flor de coco"

Llamado por los locales "flor de coco" por crecer bajo una palmera, este hongo bioluminiscente se clasificó como Agaricus gardeni y no había sido vuelto a ver.

"Me enteré de que todavía había hongos alrededor de 2001. En los años siguientes, me llegaron informes de Tocantins y Goiás de un hongo grande y amarillo, que emitía una luz", dice Stevani.

"Pero sólo pude verlos en 2005, en fotos tomadas en Piauí", dice el científico, que ha participado en expediciones nocturnas para recoger setas.

Agaricus gardeni

Aún no se sabe el porqué de la fluorescencia.

"Las búsquedas tienen lugar en las noches oscuras, de luna nueva, con las linternas apagadas", explica.

Hay 71 especies de hongos que emiten luz, de los cuales 12 están presentes en Brasil.

La ciencia aún no ha resuelto el proceso químico que le permite al hongo producir luz, ni se sabe para qué le sirve.

Una teoría, dice Stevani, considera que la luz es emitida para atraer a los insectos nocturnos que les ayudan a los hongos a dispersar sus esporas para reproducirse. Otra dice que la luz atrae a los insectos depredadores que se alimentan de pequeños insectos que atacan al hongo.

Otros seres vivos que emiten luz son las luciérnagas y ciertos moluscos, peces, crustáceos y algas. En todos los casos las luz se produce cuando una enzima llamada luciferasa oxida a un sustrato llamado comúnmente luciferina (del latín lucifer, "que trae luz").

El hallazgo fue publicado en el último número de la revista Mycologia.

Fuente:

BBC Ciencia

21 de abril de 2011

¿Por qué son fluorescentes los escorpiones?

Los escorpiones son el orden de arácnidos más antiguo. Son fácilmente reconocibles por sus desarrollados y amenazadores pedipalpos acabados en pinza y una estrecha cola arqueada sobre el cuerpo rematada en una glándula venenosa con un aguijón.

El «maestro» David Attenborough frente a un escorpión tal y como aparece en la contraportada de Life in the Undergrowth | (BBC Book, 2005).

Se conocen unas 1.753 especies (Illustrated catalog of scorpions, František Kovařík. 2009) que se encuentran fundamentalmente en zonas de clima templado y tropical y aparecen prácticamente en cualquier hábitat, desde bosques hasta desiertos. Los escorpiones son cazadores nocturnos que se alimentan de otros artrópodos y la mayoría vive en el suelo, aunque hay algunos que se han adaptado a vivir en los árboles.

Durante el día buscan refugio y a veces lo hacen en los lugares más insospechados: en las zonas donde abundan los escorpiones, es conveniente sacudir el calzado por las mañanas antes de ponérselo para evitar desagradables sorpresas.

Todos los escorpiones son venenosos, aunque sólo 25 especies, pertenecientes a la familia Bútidos, son potencialmente venenosos para el ser humano. Para curiosos, los escorpiones del género Androctonus, conocidos como escorpiones de cola gruesa, se encuentran entre los más venenosos del mundo. Su nombre científico significa, «asesino de hombres» (de andros, hombre, y ktonos, o ctonus en la versión latinizada, asesino), con lo que queda todo dicho.

Pero no voy a hablar del veneno de los escorpiones (fascinante tema que merecería una entrada aparte),sino de otra de las características más curiosas de estos arácnidos: la fluorescencia.

Mecanismo de fluorescencia

Todos los escorpiones emiten una fluorescencia cian (con una longitud de onda entre los 440 y los 490 nanómetros) cuando se iluminan con luz ultravioleta. Este fenómeno fue descubierto casi simultáneamente en 1954 por el zoólogo italiano M. Pavan y el zoólogo sudafricano R. F. Lawrence y revolucionó el estudio de la biología y ecología de los escorpiones gracias a que fue posible localizarlos y observarlos por la noche usando lámparas de luz negra.

Hottentotta salei con la característica fluorescencia cian de los escorpiones. | Fotografía de scorpions.f1.to.

La intensidad de la fluorescencia aumenta con la edad del escorpión y la dureza de su cutícula y es más brillante en las zonas más duras. Por lo general, durante la primera fase del desarrollo de los escorpiones (antes de la primera muda), la fluorescencia es débil o inexistente y la van desarrollando sobre todo a partir de la tercera muda. Cuando muda un escorpión, la exuvia (cutícula vieja) mantiene la fluorescencia, mientras que la nueva cutícula blanda no es fluorescente y va adquiriendo sus propiedades fluorescentes a medida que se endurece (esclerotización). Esto sugiere que los compuestos fluorescentes se segregan nuevamente después de la muda o se forman durante el proceso de endurecimiento. Una vez adquirida, la fluorescencia persiste incluso después de la muerte de escorpión.

La fluorescencia se debe a la existencia de dos compuestos químicos en la cutícula: β-carbolina y 7-hidroxi-4-metilcumarina. Estos dos compuestos se encuentran en la exocutícula hialina, una región de la cutícula que en los escorpiones tiene un espesor de 4 micras. La cutícula es una especie de «piel» que protege a los artrópodos y al estar endurecida, también actúa como armazón que les permite mantener su forma. En los escorpiones, la cutícula está formada por la epicutícula, una capa fina y externa, la exocutícula, dividida a su vez en dos capas, la exterior o exocutícula hialina y la interior o exocutícula interna, y la endocutícula.

El escorpión del desierto Hadrurus arizonensis se ha prestado voluntario para mostrarnos su cutícula. | La fotografía de H. arizonensis es de Fritz Geller-Grimm y la micrografía electrónica de su cutícula está sacada de Fine structure of the cuticle of the desert scorpion, Hadrurus arizonensis, Barry K. Filshie y Neil F. Hadley. 1979. Tissue and Cell 11 (2), pp. 249-262.

Las β-carbolinas se encuentra en plantas y animales. Algunos derivados actúan como alucinógenos y son uno de los compuestos presentes en las cataratas humanas. En los escorpiones, se cree que se forma como resultado de las reacciones químicas que provocan el endurecimiento de la cutícula.

Las cumarinas son casi exclusivas de las plantas, aunque se pueden encontrar también en hongos, bacterias, algunos moluscos y en las glándulas odoríferas de los castores. De momento, no se ha encontrado ninguna cumarina en otros artrópodos.

Las moléculas fluorescentes de los escorpiones | β-carbolina y 7-hidroxi-4-metilcumarina

Funciones de la fluorescencia

La función de la fluorescencia de los escorpiones es uno de esos grandes misterios evolutivos que aún permanece sin resolver. Al ser animales nocturnos que evitan exponerse a la luz directa del sol, la función biológica de la fluorescencia es, cuanto menos, intrigante (aunque de una enorme utilidad para los que se dedican al estudio de los escorpiones). Aun así, se han propuesto varias hipótesis entre las que figuran la comunicación y el reconocimiento, para mejorar su agudeza visual, para atraer a sus presas, para evitar a los depredadores o para la detección de luz ultravioleta.

Los descubridores de la cumarina sugieren que los compuestos fluorescentes pudieron servir como filtro solar para bloquear la radiación ultravioleta. Aunque esta adaptación pueda resultar chocante en los escorpiones modernos por sus hábitos nocturnos, es posible que los primeros escorpiones que conquistaron la tierra durante el Devónico, hace unos 400 millones de años, fueran activos durante el día. La exocutícula hialina aparece en los fósiles más antiguos de escorpiones y debido a su estabilidad, es la única capa de la cutícula que se preserva (de hecho, en los fósiles bien conservados de hace varios cientos de millones de años es posible observar algo de fluorescencia). Durante la transición a la tierra, la protección frente a la radiación ultravioleta pudo conferirles una importante ventaja evolutiva. Además, se sabe que las cumarinas actúan como filtro solar en las plantas en desarrollo.

También es posible que la fluorescencia sea simplemente un subproducto del endurecimiento de la cutícula y que no tenga ninguna función biológica en absoluto.

Gracias a Damián Fuentes, que envió la sugerencia a aberron y me la trasladó a mí.

Referencias

Secret Weapons: Defenses of Insects, Spiders, Scorpions, and Other Many-Legged Creatures. Thomas Eisner, Maria Eisner y Melody Siegler. The Belknap Press of Harvard University Press, 2005.

The fluorescence of scorpions and cataractogenesis. Shawn J. Stachel, Scott A. Stockwell y David L. Van Vranken. 1999. Chemistry & Biology 6, pp. 531-539.

A coumarin as a fluorescent compound in scorpion cuticle. Leslie M. Frost, David R. Butler, Brian O’Dell y Victor Fet. 2001. Scorpions 2001. In Memoriam Gary A. Polis, V. Fet y P. A. Selden (eds.), pp. 365-368.

Ultraviolet light detection: a function of scorpion fluorescence. Carl T. Kloock, Abraham Kubli y Ricco Reynolds. 2010. Journal of Arachnology 38(3), pp. 441-445.

Fuente:

Amazings

26 de abril de 2010

¿En qué se parece un televisor de plasma a un tubo fluorescente?

a

Lunes, 26 de abril de 2010


¿En qué se parece un televisor de plasma a un tubo fluorescente?

¿Qué tienen en común un televisor de pantalla de plasma, un tubo fliorefluorescente, el interior de un reactor nuclear, un relámpago en una tormenta, una aurora boreal y el Sol?

Antes de responder a esta pregunta vamos a aclarar algunos conceptos. Desde pequeños repetimos de memoria, como si de un catecismo se tratara, la frase: “los estados de la materia son tres, sólido, líquido y gaseoso.” Sabemos también que si calentamos un sólido lo suficiente, éste pasará a ser líquido, y que si lo seguimos calentando, se transformará en gas.

Los estados de la materia hacen referencia al grado de cohesión que las moléculas de un cierto compuesto tienen entre sí, es decir a lo fuertemente unidas que están, a cierta temperatura (si consideramos la presión constante). Cuando un cuerpo se encuentra a una temperatura baja sus moléculas tienen un grado bajo de movimiento y se mantienen unidas unas a otras por fuerzas electromagnéticas. Según vamos calentando el cuerpo, aumentamos su temperatura o, lo que es lo mismo, aumentamos el grado de movimiento de sus moléculas. Éstas empiezan a vibrar más rápidamente hasta que, llegado el momento (el punto de fusión), rompen las uniones que las mantenían juntas y empiezan a fluir unas sobre las otras. Hemos pasado al estado líquido. Si seguimos calentando el compuesto las moléculas seguirán aumentando su grado de movimiento hasta que terminen perdiendo todo tipo de unión y se desplacen libremente por el espacio que las contiene.

¿Y si seguimos calentando el gas? Nuestros libros de primaria nunca respondían a esta pregunta...

Para responderla tenemos que ir al interior del Sol. Allí nos encontraremos con un gas (principalmente hidrógeno con un poco de helio) a muy altas temperaturas. Como es de suponer, a temperaturas tan elevadas los átomos de hidrógeno se mueven a velocidades extraordinarias, lo que provoca una gran cantidad de choques entre ellos. Estas colisiones son muy energéticas, tanto que consiguen separar el electrón del núcleo del átomo de hidrógeno ionizándolo, es decir, creando un catión con carga positiva (el núcleo del átomo), y un anión con carga negativa (el electrón). El gas en estas condiciones empieza a comportarse de manera muy diferente a como lo hacía antes de ser ionizado, tan diferente como si estuviera en estado líquido o sólido. Por esta razón se considera que un gas ionizado presenta en realidad otro estado de agregación de la materia. Este nuevo estado se denomina plasma. Lo podemos encontrar en el Sol, pero también en el interior de un reactor nuclear o en los motores de propulsión de los cohetes espaciales.

A diferencia de los otros tres estados más tradicionales, en los que las transiciones se producen a base de aumentar o disminuir la temperatura, podemos conseguir un plasma de otro modo además de calentando un gas.

Si introducimos el gas en un campo eléctrico, las partes positivas de los átomos (el núcleo) se verán atraídas hacia el polo negativo del campo, mientras que las partes negativas (los electrones) lo harán hacia el polo positivo. Aumentando la intensidad del campo eléctrico conseguiremos que las fuerzas de atracción contrarias sean tan grandes que finalmente rompan el átomo, produciendo de nuevo un catión y un ión, o lo que es lo mismo, ionizando el gas, es decir, transformándolo en plasma. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en un relámpago, cuando la diferencia de potencial entre la nube y la tierra llega a ser de millones de voltios, o en el tubo fluorescente que ilumina nuestra cocina.

Los plasmas, como podemos ver, son mucho más comunes y están mucho más cerca de lo que pensamos.

De hecho, hay una manera sencilla de producir un plasma en nuestra propia casa. [No hacer este experimento sin la presencia de un adulto]. Para ello necesitaremos una uva fresca, un vaso alto y un microondas. Cortamos la uva por la mitad, sin que las dos mitades lleguen a separarse del todo, y la introducimos dentro del microondas después de haber sacado el plato giratorio y su base. Tapamos la uva con el vaso, y conectamos el microondas a máxima potencia durante cinco segundos (ojo, más tiempo podría dañar el electrodoméstico). Al cabo de un par de segundos veremos cómo por encima de la uva se produce una especie de globo luminoso que flota en el interior del vaso. ¡Hemos creado nuestro propio plasma! Algo parecido a lo que ocurre en este experimento sucede también en una aurora boreal.

Ahora podemos responder a la pregunta con la que hemos comenzado este artículo. ¿Qué tienen en común un televisor de pantalla de plasma, un tubo fluorescente, el interior de un reactor nuclear, un relámpago en una tormenta, una aurora boreal y el Sol? Que todos ellos son, están compuestos o contienen algún tipo de plasma.

Pero hay otra característica común a estos seis elementos: todos emiten luz (efectivamente, el núcleo de un reactor nuclear emite luz). ¿Por qué se produce este fenómeno? Hemos dicho que el plasma es un gas en el que los electrones, ya sea por calor ya sea por la presencia de un campo eléctrico, se han separado del núcleo formando iones. Pero esto no sucede de una manera estática, sino que los electrones están continuamente entrando y saliendo de los átomos. Si pudiéramos seguir un electrón concreto, veríamos cómo se separa del núcleo de uno de los átomos del gas, flota por el plasma libremente hasta que choca con otro núcleo y queda atrapado en él, para de nuevo separarse y continuar flotando, chocar con otro núcleo, quedarse atrapado en él, etc. La energía que necesita el electrón para escaparse del núcleo la saca, como ya hemos visto, bien de los choques de los átomos, bien del campo eléctrico. Pero en el proceso inverso, cuando el electrón es atrapado por un núcleo, esa energía tiene que ser devuelta de alguna manera. En nuestro caso se hace en forma de radiación, de forma que cada vez que un electrón es atrapado por un átomo, se emite un fotón de luz. Dependiendo del gas de que se trate, el color de esa radiación (su longitud de onda) será diferente.

En el caso de los tubos fluorescentes, que contienen gas de mercurio a baja presión, esa radiación es ultravioleta, es decir, no es visible por el ojo humano. Para transformar esa radiación en luz se utiliza una propiedad poco común del fósforo y de otros compuestos similares (conocidos genéricamente como fósforos), la fluorescencia. Ése es precisamente el cometido que tiene el recubrimiento blanco de los tubos fluorescentes: transformar la radiación ultravioleta producida por el plasma de mercurio en radiación blanca, visible por el ojo humano.

Pero, ¿cómo se puede aplicar todo esto a la formación de imágenes en un televisor de pantalla de plasma?

En el artículo Televisor: por qué hay que cesar de llamarlo "caja tonta" ya contamos cómo se aprovecha la propiedad de fluorescencia del fósforo para crear una serie de puntos de luz con distintas intensidades. En el caso del televisor convencional hablábamos de una fluorescencia producida por los rayos catódicos (chorros de electrones), y no por la luz ultravioleta como en los tubos fluorescentes. Explicábamos cómo esos chorros de electrones impactan con distintas intensidades en cada píxel de la pantalla para formar la imagen, y que cada píxel está compuesto por tres líneas, recubiertas por fósforo rojo, fósforo verde y fósforo azul.

Para comprobar que una pantalla de plasma no utiliza chorros de electrones para provocar la fluorescencia, basta con pasar el brazo cerca de una pantalla de un televisor convencional, y luego cerca de una de plasma. En la primera notaremos cómo se erizan los pelos del brazo debido a la electricidad estática producida por los electrones que chocan contra la pantalla. En la segunda no notaremos nada.

En realidad una pantalla de plasma no es más que una serie de minúsculos tubos fluorescentes, iguales a los de las lámparas de nuestra cocina, agrupados de tres en tres. Cada uno de estos grupos forma un píxel y está compuesto por un tubo recubierto de fósforo rojo, otro de fósforo verde y otro de fósforo azul. Aplicando un campo eléctrico a cada uno de los tubos producimos un plasma al ionizar el gas que contienen. Este plasma emite una radiación ultravioleta que es transformada en luz visible por los fósforos. Mientras que los tubos fluorescentes de la cocina transforman la luz ultravioleta en luz blanca, los pequeños tubos que forman un píxel la transforman en luz roja, verde o azul, dependiendo del recubrimiento que tengan. Variando la intensidad del campo eléctrico que aplicamos a cada tubo obtendremos los distintos colores para cada píxel, que, unidos, nos darán una imagen clara y luminosa.

Fuente:

Caos y Ciencia

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0