Especial: Seres vivos
Aunque a los pobladores locales nunca se les perdió y lo conocen desde siempre, el hongo "flor de coco", que emite luz, a los científicos se les había desaparecido: habían pasado más de 170 años desde la última vez que había sido estudiado.
Pero ahora, un grupo de científicos e investigadores de universidades estadounidenses y de la Universidad de San Pablo (USP) redescubrió la llamativa seta en Piauí, estado del nordeste de Brasil.
El Neonothopanus gardneri es el hongo bioluminiscente (es decir, que emite luz propia) más grande de Brasil y uno de los más grandes del mundo.
"En los últimos años vi hongos que emiten luz en Brasil, pero más pequeños, algunos del tamaño de un cabello", le señala a BBC Mundo Cassius Vinicius Stevani, profesor de Química de la USP y participante del estudio.
"Éste es el más grande y emite una cantidad considerable de luz", dijo.
La primera vez que el hongo fue descubierto por la comunidad científica fue en 1840, cuando el botánico británico George Gardner vio a unos niños jugando con lo que él pensaba que eran luciérnagas enormes en las calles de un pueblo que hoy es la ciudad de la Natividade, en Tocantins, estado de Goiás, en el centro-oeste de Brasil.
"Flor de coco"
Llamado por los locales "flor de coco" por crecer bajo una palmera, este hongo bioluminiscente se clasificó como Agaricus gardeni y no había sido vuelto a ver.
"Me enteré de que todavía había hongos alrededor de 2001. En los años siguientes, me llegaron informes de Tocantins y Goiás de un hongo grande y amarillo, que emitía una luz", dice Stevani.
"Pero sólo pude verlos en 2005, en fotos tomadas en Piauí", dice el científico, que ha participado en expediciones nocturnas para recoger setas.
"Las búsquedas tienen lugar en las noches oscuras, de luna nueva, con las linternas apagadas", explica.
Hay 71 especies de hongos que emiten luz, de los cuales 12 están presentes en Brasil.
La ciencia aún no ha resuelto el proceso químico que le permite al hongo producir luz, ni se sabe para qué le sirve.
Una teoría, dice Stevani, considera que la luz es emitida para atraer a los insectos nocturnos que les ayudan a los hongos a dispersar sus esporas para reproducirse. Otra dice que la luz atrae a los insectos depredadores que se alimentan de pequeños insectos que atacan al hongo.
Otros seres vivos que emiten luz son las luciérnagas y ciertos moluscos, peces, crustáceos y algas. En todos los casos las luz se produce cuando una enzima llamada luciferasa oxida a un sustrato llamado comúnmente luciferina (del latín lucifer, "que trae luz").
El hallazgo fue publicado en el último número de la revista Mycologia.
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