Investigadores del Centro de Clima y Hielo del Instituto Niels Bohr, en la Universidad de Copenhague, y colegas en China y el Reino Unido, evaluaron datos del nivel en las mareas, que sirven a su vez para monitorear los cambios rápidos en el nivel del mar a raíz de tormentas.
Los científicos señalan que la información muestra un vínculo claro entre la frecuencia e intensidad de las tormentas tropicales y los aumentos anuales de temperatura desde que comenzaron los registros de mareas en 1923.
Durante el período evaluado de 90 años, en que la temperatura global aumentó 0,7 grados centígrados, la probabilidad de huracanes extremos como Katrina, que devastó Nueva Orleans en 2005, se ha duplicado en los años de mayor temperatura.
Además de causar más de 1.800 muertes, Katrina ha sido el huracán más costoso de la historia, con pérdidas estimadas en torno a los US$80 mil millones.
Si bien los científicos no probaron que el cambio climático esté causando más huracanes extremos, sí creen que su estudio es consistente con predicciones de que el calentamiento global y el aumento en la temperatura oceánica podrían causar más tormentas tropicales intensas.
Mareas
Los huracanes se forman cuando la temperatura superficial del mar alcanza determinado nivel. Pero resultan de una interacción compleja de muchos factores, como diferencias de temperatura oceánica y atmosférica, humedad y viento. No hay acuerdo entre los científicos en torno a cuán frecuentes se volverían los huracanes en un planeta más caliente.
Antes de la era satelital la falta de información era un obstáculo para estudiar el vínculo entre la temperatura oceánica y las tormentas tropicales.
Muchos huracanes sobre el océano no eran detectados antes del lanzamiento de los primeros satélites meteorológicos hace cuatro décadas.
Sin embargo, una red de instrumentos para medir el nivel de las mareas en la costa sureste de Estados Unidos ofrece un registro confiable de los cambios rápidos en el nivel del mar causados por ciclones tropicales, dijo el autor principal del estudio, Aslak Grinsted.
"Los ciclones tropicales se forman típicamente en el Océano Atlántico y luego se desplazan hacia la costa este de Estados Unidos y el Golfo de México. Descubrí que había estaciones de monitoreo a lo largo de la costa este de Estados Unidos que han registrado a diario los niveles de las mareas desde 1923", dijo el científico del Instituto Niels Bohr.
"Investigué cada cambio rápido en el nivel mar y vi que había una correlación estrecha entre estas modificaciones repentinas y los registros históricos de tormentas tropicales".
"Hemos calculado que la probabilidad de huracanes extremos como Katrina es el doble en años más calientes que en años de menos temperatura"
Alek Grinsted, Instituto Niels Bohr, Universidad de Copenhague
Una vez que establecieron la correlación entre los aumentos rápidos en el nivel del mar y las tormentas tropicales, Grinsted y sus colegas analizaron los datos de temperaturas globales para comparar el número de tormentas en los años de más temperatura en comparación con los años menos calientes.
"Simplemente contamos cuántos ciclones extremos con aumentos rápidos en el nivel del mar tuvieron lugar en los años de mayores temperaturas y pudimos ver que había una tendencia a que se produjeran más ciclones en los años más calientes".
"Hemos calculado que la probabilidad de huracanes extremos como Katrina es el doble en años más calientes que en años de menos temperatura", dijo Grinsted.
"Si la temperatura global aumenta tres grados centígrados en el futuro, como señalan las predicciones, la gran pregunta es, ¿qué sucederá?"
El estudio fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceedings of the National Academy of Science, PNAS.
Fuente:
BBC Ciencia
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