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19 de marzo de 2013

¿El tiempo es real o una ilusión?

Diversos pensadores, desde los antiguos filósofos griegos pasando por la cosmología contemporánea cuántica y la teoría de la inflación eterna, han dicho que el tiempo no es más que una ilusión.


Relojes

No sólo es real, sino que quizás sea lo único real.

Para ellos, la percepción del paso del tiempo desde un momento presente a otro momento presente es un artificio de nuestra psicología, de modo que cualquier cosa real o verdadera lo es de manera eterna y atemporal.

La creencia de que la realidad se encuentra en el reino eterno de la verdad, y no en el flujo de los acontecimientos que nuestras percepciones nos muestran, puede ser sustentada por argumentos científicos pero también refleja un prejuicio metafísico.

Los intentos contemporáneos de extender la teoría cuántica a lo cosmológico, para abarcar el universo entero y no sólo un subsistema de éste, a menudo son vertidos en ecuaciones que sugieren que el tiempo emerge de una realidad atemporal.

Pero estos intentos tienen falencias, tanto técnicas como conceptuales, que son aún más complicadas que los interrogantes usuales de la teoría cuántica.

Hay varios avances en el estudio de la gravedad cuántica que demuestran que nuestra concepción de cuatro dimensiones del espacio y el tiempo sólo se refleja en una versión de la teoría en la que el tiempo es real y no emergente.

Así que podemos decir que, contrariamente a la tradición metafísica antigua, el tiempo no sólo es real, sino que probablemente sea el único aspecto de la realidad que experimentamos directamente que es fundamental y no emergente de cualquier otra cosa.

Fuente:

BBC Ciencia

8 de marzo de 2013

Los diez seres vivos más viejos del planeta

Entre ellos, una bacteria de Siberia 600.000 años o un álamo de 80.000 que ocupa medio kilómetro cuadrado

10. Estromatolitos, 3.000 años

Estromatolitos, 3.000 años

Estromatolitos

Los estromatolitos son una especie de «rocas biológicas». Están formadas por láminas de carbonato como resultado de la actividad metabólica de los microorganismos, principalmente cianobacterias. Uno de los ejemplos vivos más conocidos se encuentra en la costas occidentales de Australia. Aparecen en el registro fósil desde hace 3.500 millones de años y representan las primeras evidencias de vida en la tierra.

Lea el artículo completo en:

20 minutos

3 de marzo de 2013

Físico propone matrimonio a la manera científica


Anillo

La propuesta del físico fue publicada en Reddit.

Un físico australiano derritió muchos corazones en la comunidad científica al publicar una propuesta de matrimonio en una revista científica.

La propuesta publicada en Reddit fue redactada como un estudio y llevaba el título de "Dos interacciones corporales: un estudio longitudinal", en referencia a un problema clásico de física que involucra las fuerzas gravitacionales de dos objetos.

El artículo concluye: "el autor propone a Christie la continuación indefinida de este estudio".

Al parecer la propuesta de Brendan a su novia Christie, ambos físicos de Sidney, Australia, fue aceptada.

El estudio incluye una gráfica de "felicidad vs. tiempo", que muestra una tendencia alentadoramente ascendente durante la relación de siete años de la pareja.
Fuente:
BBC Ciencia

26 de febrero de 2013

Mono en EE.UU. controla mentalmente a un robot en Japón

monobot1

El investigador de interfaces cerebro-máquina Miguel Nicolelis presentó un experimento bastante inusual en una charla TED, publicada recientemente por la organización: Una mona en Estados Unidos que puede controlar a un robot en Japón sólo con el pensamiento.

“Esta es la liberación completa del cerebro de las limitaciones físicas del cuerpo”, afirma Nicolelis, pionero en el campo de las neuroprótesis. Junto a su equipo en la Universidad de Duke desarrollaron una tecnología para “escuchar” al cerebro, que permite detectar cuando las neuronas están activas enviando una instrucción y encontrar patrones en “sinfonías cerebrales”, que luego se pueden conectar con máquinas para reproducir un movimiento. El resultado es que un animal como Aurora (la mona) puede aprender a controlar avatares virtuales y máquinas en el mundo real sin contacto físico.

Nicolelis entrenó a Aurora en 2003 para jugar un videojuego usando un joystick (con jugo de naranja como recompensa al hacerlo bien), mientras se registraban las señales enviadas por su cerebro con las instrucciones que enviaba a su brazo. Esas instrucciones eran luego procesadas por un computador, ya que la idea era que Aurora pudiera reproducirlas en un brazo robótico sólo con su pensamiento. Y eso es lo que se logró: Aurora luego podía jugar el videojuego sin tocar el joystick, sino que enviando instrucciones mentales al brazo robot para que hiciera los movimientos por ella. “El modelo de sí misma que Aurora tenía en su mente se expandió para obtener un brazo más”, dice Nicolelis – Aurora no perdió el uso de sus otros dos brazos, que podía seguir usando para hacer otras cosas mientras controlaba el tercer brazo robot.

El siguiente paso fue crear un avatar virtual de Aurora que ella pudiera controlar con la mente, y explorar objetos que aparecen en el mundo virtual. Cuando la mona tocaba algo en el mundo virtual, se enviaba una señal a su cerebro, provocando una sensación de tacto pero sin pasar por la piel. “El cerebro aprende a procesar esta nueva sensación y obtiene un nuevo camino sensorial, es como un nuevo sentido”, dice Nicolelis. De este modo el control del avatar se hace directamente con el cerebro, y el sistema envía feedback directo al cerebro, sin pasar por acciones en el mundo físico.

El investigador decidió llevar esto al siguiente nivel tiempo después al hacer que Aurora corriera sobre una trotadora en la Universidad de Duke para controlar a un robot en Kioto, Japón.

“Lo que sucede aquí es que la actividad cerebral que genera el movimiento en el mono fue transmitida a Japón, y se hizo caminar a este robot, mientras se enviaba de vuelta a Duke el video del robot caminando, para que el mono pudiera ver las piernas de este robot caminando frente a ella, y pudiera ser recompensada no por lo que su cuerpo estaba haciendo, sino por cada paso correcto que diera el robot al otro lado del mundo”, afirma.

El tiempo en el que la señal viajó desde el cerebro de Aurora hasta Kioto, más el tiempo que le tomó al video llegar de vuelta a Duke fue 20 milisegundos menos que lo que le toma a una señal viajar desde nuestro cerebro hasta nuestras piernas, indica Nicolelis, lo que según el investigador implica que “nuestro concepto de nosotros mismos no termina en las células de nuestro cuerpo, sino que en la última capa de electrones de la herramientas que hemos estado comandando con nuestro cerebro”.

Si bien podemos pensar en varias aplicaciones de ciencia ficción a una tecnología como ésta, el objetivo de Nicolelis está en restaurar la habilidad de personas cuadrapléjicas y parapléjicas de controlar sus propios miembros de nuevo, saltándose el daño de la médula espinal y enviando las señales cerebrales a un “nuevo cuerpo” – un exoesqueleto robótico. El proyecto “Walk Again” reúne a científicos de Europa, Estados Unidos y Japón.



Fuente:

FayerWayer

22 de febrero de 2013

Las funciones que esperamos ver en un reloj inteligente

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El reloj inteligente es otra de las promesas de las ciencia ficción que no se han cumplido. Acceder a toda clase de funciones desde la muñeca es algo que se ha visto en películas, pero nadie ha logrado concretarlo en la vida real. Porque a pesar de existir las tecnologías, lo más importante para que un formato de producto se masifique es que el mercado y los consumidores estén listos para aquello.

Y puede que ahora sea el momento, siendo quizás 2013 el año del smartwatch. La feria tecnológica móvil MWC 2013 podría ser el escenario perfecto para lanzar una que otra oferta, evento a realizarse entre el 25 y 28 de febrero en Barcelona, España. Pero muchos no saben qué esperar y seguramente cada empresa fabricante puede llegar a tener su propia noción sobre lo que debe o no hacer uno de estos relojes, existiendo una muy pobre oferta en la actualidad, lo que abre las puertas a que un grande en la industria dé el primer paso hacia la adopción definitiva de la tecnología en la vida cotidiana.

¿Cuál sería su objetivo?

Durante las últimas semanas, se ha escuchado fuerte el rumor de que Apple estaría trabajando en un reloj inteligente, destinando un equipo de hasta cien personas para aquello en Cupertino. Esto ha levantado toda clase de expectativas sobre el comienzo de una suerte de “moda” por esta clase de dispositivos, siendo quizás el momento adecuado para su masificación definitiva. Y si Apple marca el punto de partida en esta carrera, podríamos examinar cuál es su visión al respecto para predecir cómo serán los smartwatch del futuro.

Un ex-ejecutivo de Apple llamado Jean-Louis Gassée declaró hace poco tiempo que la motivación de la compañía para diseñar el Mac, iPad e incluso el iPhone, es entregar una “computadora muy personal”, siendo “todo lo demás un ingrediente adicional” que dista del objetivo principal, que al parecer es dar una experiencia informática óptima. ¿Qué tiene que ver un reloj inteligente acá? Sería la experiencia computacional más íntima jamás creada, porque el dispositivo se plantearía como el acompañante íntimo y personal del ser humano.

Integración óptima con el smartphone…


Pebble.

Pero aparte de lo que pueda hacer Apple, tenemos las ofertas actuales que están marcando pauta sobre lo que podría hacer o no uno de estos aparatos en el futuro. Quizás la más importante sea el Pebble, proyecto llevado a cabo por un pequeño grupo de jóvenes que ha reunido fondos a través de Kickstarter, lanzando ya su producto al mercado. Su función principal es servir como extensión para un teléfono móvil iPhone u otro con sistema operativo Android, ahorrando el acceso a éste en algunas ocasiones.

Lo más destacado es la posibilidad de ver quién te está llamando desde el reloj, así como también leer mensajes de texto directamente sin hacer ningún movimiento. Para avisar de esto, el Pebble tiene un motor vibrador que alerta sobre notificaciones entrantes, del mismo modo que un teléfono móvil y entregando soporte para Facebook, Twitter, el calendario y hasta la app del clima. Además, ofrece controles a distancia para el reproductor de música en el teléfono. Todo esto sirve para establecer una base de lo que podríamos esperar en un reloj inteligente más adelante.

… Pero también un poco de independencia.


Sony SmartWatch.

Lo mismo que el Pebble logran los Sony LiveView y SmartWatch, ofertas que utilizan Android como sistema operativo y además de sincronizarse con el smartphone, pueden instalar aplicaciones autónomas y entregar servicios sin necesidad de recurrir al teléfono móvil. En este caso, el reloj contaría con conectividad a Internet vía WiFi y algunos ya hablan de 3G o compartir redes con el teléfono. Sea cual sea el caso, la idea acá es poder acceder a aplicaciones como Twitter o Facebook desde la muñeca de manera autónoma.

Acá se define entonces una segunda categoría de smartwatches: los autónomos. Porque con un sistema operativo móvil completo y acceso a Internet, se podrían instalar aplicaciones en el mismo reloj, cortando la dependencia al smartphone en muchas ocasiones, siendo la sincronización con él una más de sus tantas funciones.

Acompañante para los deportes


Nike+ Fuelband.

Otro caso de éxito es el Nike+ Fuelband, dispositivo que intercambia la información recogidacon un teléfono móvil, esta vez enfocándose sólo en datos resultantes de jornadas deportivas, como cantidad de pasos, distancia recorrida, etc. Acá estamos frente a un producto de nicho que de todas formas podría enseñarle mucho al formato de relojes inteligentes, los que podrían heredar esta clase de funciones para tenerlas en sus entrañas. No como protagonista principal del producto, pero sí como una buena y bien recibida adición.

Lo que se puede hacer es incluir un GPS que permita leer el recorrido que estamos haciendo, sea durante el trote o bicicleta, calculando además la velocidad que alcanzamos. Un podómetro también ayudaría a contar los pasos que hacemos, mezclando todo esto con una interfaz de usuario en un smartphone que podría entregarnos datos variados, como la cantidad de calorías quemadas según nuestro peso, entre otras cosas.

Sobre los elementos de hardware


Chip ARM junto a un centavo.

La principal preocupación que viene a raíz de esta clase de dispositivos son los elementos de hardware o físicos que traerá consigo, existiendo muy poco tamaño para empaquetar bastante tecnología.

Por el lado de la pantalla, el Pebble posee un pequeño panel de 1,26 pulgadas hecho de tinta digital (ePaper), que reduce el consumo energético muy por debajo de soluciones como el LCD con retroiluminación LED o incluso el OLED. Algo así podría utilizar un dispositivo del futuro si desea optimizar la autonomía energética, en caso que ofrezca funciones básicas de sincronización con el smartphone. Pero si alguna empresa desea fabricar un reloj autónomo y que sea un dispositivo computacional por sí solo, se debe recurrir a una pantalla LCD con retroiluminación y a color, lo que acortará la vida de la batería y nos obligará a recargarla cada uno o dos días, a diferencia del Pebble que puede funcionar durante una semana o más sin enchufarse a la corriente.

Respecto a la conectividad, lo más evidente es la utilización de Bluetooth 4.0 (Low Energy) para conectar el reloj al teléfono, siendo esta tecnología casi la única solución disponible para sincronizar dos dispositivos son gastar demasiada energía, como lo haría el WiFi u otro protocolo. Aparte de aquello, un reloj de todas formas podría tener acceso a Internet de manera autónoma vía WiFi y/o 3G, dependiendo su objetivo.

Otro requisito casi esencial es la resistencia física del aparato, ya que al ser un accesorio de uso diario colocado cerca de las manos, como mínimo el reloj debiera ser capaz de soportar salpicaduras, polvo y algunos golpes suaves. En este sentido los fabricantes de smartphones ya han avanzado bastante para ofrecer móviles muy resistentes, gracias a la implementación de tecnologías como el vidrio Gorilla Glass 2 que protege el panel frontal, algo que podría heredar un futuro smartwatch.

Finalmente, por el lado más técnico es de esperarse una plataforma interna de chips basados en ARM, solución de bajo consumo energético que hoy en día usan los smartphones y han avanzado bastante durante el último par de años, ofreciendo excelente capacidad de cómputo a un bajo costo energético. Un chip ARM bien implementado podría perfectamente mover un sistema operativo móvil en un espacio reducido. A esto debemos acompañar los siempre presentes sensores, sea un podómetro para deportes, acelerómetro, sensor de luz y como ya se dijo, un motor vibrador para alertar notificaciones.

Lea el artículo completo en:

FayerWayer

22 de enero de 2013

¿Por qué el tiempo pasa más despacio cuando algo es nuevo o cuando nos da miedo?

paso-tiempoDavid M. Eagleman, neurocientífico de la Escuela Baylor de Medicina, se ha especializado en estudiar los fenómenos relacionados con la percepción del tiempo por parte del cerebro humano. Y tras varios estudios con resonancia magnética funcional ha llegado a la conclusión de que cuando una experiencia es nueva o sorprendente, la actividad de nuestras neuronas para registrarla aumenta. Esto se debe a que prestamos más atención y archivamos más detalles que cuando la experiencia es repetida. La memoria que se establece es, por lo tanto, más “densa” y, cuando recordamos la experiencia, nos parece que duró mucho más. Es decir, el "esfuerzo mental" nos produce la sensación de que el tiempo transcurrido fue mayor. Esto también explicaría por qué en la infancia, una época de la vida en que abundan las novedades, el tiempo parece transcurrir más despacio que cuando alcanzamos la madurez.

En otro estudio publicado en PLoS ONE, Eagleman condujo a una serie de voluntarios a experimentar una caída libre de más de 30 metros antes de caer en una red. Los participantes recordaban retrospectivamente que se habían precipitado al vacío durante un 36% más de tiempo. La dilación de la duración de un evento que causa miedo –y que implica a la amígdala, una estructura cerebral esencial para la memoria emocional- no se debía a que la percepción de los acontecimientos mientras suceden sea más lenta, sino a la posterior recuperación del recuerdo, concluye el investigador.
 


Fuente:

Muy Interesante

14 de enero de 2013

Una roca es un reloj

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) han creado un nuevo reloj atómico que puede medir el tiempo con la masa de un átomo, y viceversa. El desarrollo de este dispositivo, cuyo mecanismo se presenta esta semana en la revista Science, puede ayudar a definir mejor el concepto de kilogramo.


“Por así decirlo, una roca es un reloj”, señala Holger Müller, un profesor de la Universidad de California-Berkeley (EEUU) preocupado desde niño por saber lo que realmente es el tiempo. Ahora, junto a otros colegas de su universidad, acaba de fabricar un reloj que asocia el tiempo a la masa de una partícula.


Usar la masa para medir el tiempo y viceversa

Medir el tiempo usando la masa, y viceversa Crédito: Pei-Chen Kuan.


Los investigadores han materializado la hipótesis del físico francés Louis-Victor de Broglie, que ya en 1924 planteó que la materia, además de su característica corpuscular, también puede actuar como una onda.


Construir un reloj de materia parecía imposible, ya que la frecuencia –denominada de Compton– de esas ondas de materia se consideraba casi imposible de observar, o aunque se pudiera, las oscilaciones serían demasiado rápidas para medirlas.


“En un reloj de pared hay un péndulo y un mecanismo que puede contar sus oscilaciones, pero no había manera de hacer un reloj de ondas de materia, ya que su frecuencia de oscilación es 10 000 millones de veces más alta que, incluso, las oscilaciones de la luz visible”, comenta Müller.


Sin embargo, el equipo lo ha conseguido gracias a los dos aparatos con los que ha construido su reloj: un interferómetro –instrumento que usa la interferencia de las ondas para medir las longitudes de onda– y un ‘peine’ de frecuencias. Con ellos han podido jugar con las variables de la frecuencia de Compton (w=mc2/h, donde m es la masa, c la velocidad de la luz y h la constante de Planck) en un átomo de cesio.


Como, según la teoría de la relatividad, el tiempo se ralentiza para los objetos en movimiento, el átomo de cesio que se aleja y vuelve es más ‘joven’ que el que se queda parado. Es decir, la onda de materia del cesio viajero oscila menos veces. Así, midiendo las ínfimas diferencias de frecuencia –del orden de 3×1025– se puede calcular el tiempo.


“Nuestro reloj tiene una precisión de siete partes por cada mil millones”, explica Müller, quien reconoce que esto todavía es cien millones de veces menos de lo que ofrecen los mejores relojes atómicos actuales, que usan iones de aluminio.


Mejores relojes y patrones atómicos


“Pero las mejoras en nuestra técnica pueden impulsar la precisión de los relojes atómicos, incluidos los de cesio que hoy se emplean para definir el segundo”, añade el investigador.


Además de poder medir el tiempo con la masa, el estudio plantea lo contrario: deducir la masa conociendo el tiempo de las oscilaciones. Es otra de las ventajas de utilizar la ecuación de Compton.


De esta forma, el trabajo –que publica Science esta semana– también puede ayudar en el futuro a definir mejor el concepto de kilogramo, que se podría relacionar con una unidad de tiempo como el segundo.

En la actualidad la masa de referencia del kilogramo es un cilindro de platino e iridio que se custodia en una caja fuerte en Francia, con copias exactas repartidas por todo el mundo. La de Reino Unido se hecho popular recientemente porque se ha detectado que ha ‘engordado’ unos microgramos. Para evitar desviaciones como esta, la Conferencia General de Pesos y Medidas trata de sustituir este kilogramo estándar por otro basado en una medida física de mayor precisión.


En este sentido se plantea la propuesta del equipo para hacer un nuevo patrón de masa en función del tiempo, junto a otras alternativas como el uso de la denominada esfera de Avogadro, un cristal muy puro de silicio del que se conoce con precisión su número de átomos.


“Nuestro reloj y las mejores esferas de Avogadro actuales pueden facilitar la nueva definición de kilogramo”, dice Müller, que resume: “Conocer el tictac de nuestro reloj es equivalente a conocer la masa de la partícula, y una vez que sabes la masa de un átomo, puedes relacionarla con las masas de los demás”.


Referencia bibliográfica: S.-Y. Lan; P.-C. Kuan; B. Estey; D. English; J.M. Brown; M.A. Hohensee; H. Müller; H. Müller. “A Clock Directly Linking Time to a Particle’s Mass”. Science, 10 de enero de 2013.
Fecha Original: 10 de enero de 2013 Enlace Original

Tomado de:

Ciencia Kanija

10 de enero de 2013

La sonda WMAP determina cómo nació el Universo


La sonda WMAP de la NASA ha dado una explicación de cómo nació el Universo. Según el equipo científico, se ha determinado con gran precisión la edad Universo, la densidad de los átomos, la época donde las primeras estrellas comenzaron a brillar y la densidad del resto de materia no atómica.

WMAP

La sonda, lanzada por la NASA en el 2001 y retirada hace dos años, ha dado sus primeras conclusiones finales. Al parecer, con un grado de precisión sobre algunos aspectos del Universo cerca de 68.000 más precisos que cualquier modelo anterior.

El trabajo principal de la sonda ha sido el de tomar una "radiografía" completa del cosmos observando el resplandor del Universo caliente y llegando a un momento en el que tan sólo tenía 375.000 años de edad (actualmente contaría con 13.700 millones de años).

El resultado final es una imagen del universo en sus comienzos, una aproximación que permite con un alto grado de precisión explicar lo que aconteció en el pasado. De entre las conclusiones, los investigadores hablan de datos que vienen a refrendar la teoría del Big Bang o la teoría de la "inflación", aquella que predica que el Universo tuvo un período dramático inicial de expansión llegando a un crecimiento de más de un billón de billones de veces en menos de un billón de una billonésima parte de segundo. De estas expansiones nacerían las galaxias en el tiempo.

Por último, los investigadores han destacado que WMAP ha dado la posibilidad de ajustar la fecha en la que comenzaron a brillar las primeras estrellas, una época que se remontaría a 400 millones de años de vida del Universo.

Fuente:

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8 de enero de 2013

¿Cómo predecir la próxima inundación?

Agua

La pregunta que se hace la mayoría de la gente cuando se avecinan tormentas e inundaciones es una que los científicos difícilmente pueden responder: ¿qué tan grave va a ser?

La realidad es que responder a preguntas como por qué cae la lluvia, dónde, cuándo y cómo penetra en el suelo o se desparrama en las calles, continúa siendo un reto para la ciencia.

Lograr predecir tormentas podría evitar grandes tragedias, la destrucción de hogares y la pérdida de miles de vidas.

Una de las iniciativas que han surgido con ese fin es un método de investigación que involucra a científicos desafiando las turbulencias y volando en el corazón de las tormentas - la única manera de medir lo que está sucediendo en su interior y transmitirlo en los modelos de previsión.

Vuelos de este tipo están planificados para este año en el suroeste de Inglaterra, en el Reino Unido, donde las violentas tormentas han causado múltiples catástrofes en los últimos años.

Dentro de las nubes

"Lograr predecir tormentas podría evitar grandes tragedias, la destrucción de hogares y la pérdida de miles de vidas"
Uno de los líderes de la investigación es el profesor Geraint Vaughan, de la Universidad de Manchester, quien afirma que por más buenos que sean los modelos de previsión "no podemos escapar al hecho de que la atmósfera es caótica".

Una posible solución es que los centros meteorológicos creen conjuntos de modelos con diferentes variables - grupos de simulaciones computarizadas para ver si coinciden los pronósticos.

De acuerdo con el profesor Vaughan: "A veces los conjuntos son muy similares (y distintos modelos de centros meteorológicos diferentes coinciden) - y en ese caso se puede hacer un pronóstico con mayor confianza y precisión.

"En otras ocasiones los conjuntos discrepan y la confianza es mucho menor”.

"Saber cómo construir e interpretar un conjunto es algo que se sigue investigando en profundidad, pero en principio se trata de un gran paso en la lucha contra la incertidumbre meteorológica."

Poder realizar un pronóstico preciso con varias semanas de anticipación usando este método es casi imposible – hay demasiados factores involucrados.

Previsiones de agua

Por el momento, la mejor opción es tratar de identificar los grandes cambios en curso – como la retirada del hielo marino en el Ártico o el ciclo de calentamiento del Océano Pacífico, resultando en fenómenos como El Niño y La Niña.

La comprensión de su impacto podría ayudar a predecir el clima de la temporada que viene.

Pero más allá de predecir las tormentas ¿podemos prever su impacto?

Uno de los proyectos previstos para finales de este año es el primero de una serie de "perspectivas hidrológicas" para el Reino Unido - pronósticos de las condiciones del agua con un mes de antelación.

Hombres en balsa por inundaciones

Los nuevos métodos buscan tomar en cuenta más variables para mejorar la predicción.

El proyecto se está preparando con datos de todas las estaciones de lluvia del país, junto con las lecturas de 1300 medidores fluviales del Reino Unido, e información sobre la humedad del suelo.

Según el profesor Alan Jenkins, del centro de ecología e hidrología (CEH por sus siglas en inglés), en Wallingford, Oxfordshire, al sureste de Inglaterra, se trata de un primer intento de darle a los interesados lo que han estado pidiendo - una guía de las condiciones del agua que se avecina"

"Obviamente seguimos con muchas incertidumbres, pero esperamos que nos ayude a estar más alertas ante posibles desastres”.

"Como con cualquier modelo, nos podemos preguntar si realmente es mejor que nada. No lo sabremos hasta que lo hayamos puesto en práctica".
Saturación del suelo

Un factor clave que está faltando en la previsión de inundaciones es el nivel de saturación del suelo.

Las estimaciones actuales son producidas mediante el análisis de una serie de variables como la lluvia, la temperatura y la evaporación.

Como solución, científicos en el Reino Unido buscan implementar una red de investigación con indicadores de humedad – entre 50 y 100 dispositivos en todo el país que transmitan datos a tiempo real sobre la cantidad de humedad en el suelo.

La red se asemeja a una de mayores proporciones en Estados Unidos, y en el caso del Reino Unido, tendrá un costo aproximado de £10 millones (alrededor de US$13 millones )
"No podemos escapar al hecho de que la atmósfera es caótica"
Professor Geraint Vaughan

La lógica detrás es que cualquier previsión sería mucho más precisa si los modelos informáticos incluyeran no solo las precipitaciones y el flujo del río, sino también el nivel de saturación del suelo.

Los dispositivos son rayos cósmicos para investigar la humedad - instrumentos pequeños que se colocan aproximadamente 2 metros por encima del suelo - que miden la intensidad de los neutrones.

La física básica describe cómo la actividad de neutrones se correlaciona con el agua y cada instrumento podría cubrir un área de aproximadamente un kilómetro cuadrado, con una profundidad de unos 50 cm.
El profesor Jenkins estima que si el proyecto se aprueba, la capacidad de alerta por inundaciones mejoraría en "varias horas".

"Poder prevenir inundaciones con 2-4 horas de anticipación puede hacer una gran diferencia - se pueden recolectar una gran cantidad de sacos de arena en ese tiempo".

Nada de esto va a poder evitar las críticas dirigidas a las autoridades cuando realizan previsiones equivocadas - pero es el inicio un largo y doloroso camino para tratar de hacerlo bien.

Es un tema de suma importancia.

Vidas, hogares, negocios, viajes - hay mucho en juego.


Fuente:

BBC Ciencia

5 de enero de 2013

Por qué las cajas rápidas suelen ser en realidad una pérdida de tiempo


Todos odiamos hacer colas en las cajas a la hora de ir a pagar, especialmente en esta época del año en la que andamos con prisas, y muchas veces optamos por las cajas rápidas intentando abreviar nuestro sufrimiento.

Pero según unos cálculos del profesor de matemáticas Dan Meyer en realidad estas cajas rápidas son a menudo una trampa.


Sus cifras apuntan a que cada uno de los ítems que se pasa por cualquier caja supone unos 2,8 segundos adicionales, mientras que cada persona presente en una cola son otros 48 segundos, así que en realidad nos compensa más que alguien lleve 17 productos más que una persona más en la cola.

Y no hay que olvidar además que esto sería en condiciones ideales, que al final siempre van apareciendo problemillas que van acumulando retrasos en las colas.

Se trata de la tarjeta de crédito o de débito que da un error, del producto al que le falta la etiqueta del precio o que la tiene tan estropeada que el lector de código de barras no la lee, del cliente que descubre que uno de los productos que se lleva está estropeado, etc…

Y también está el asunto de que al procesar más clientes es más probable que se acabe el papel en la impresora de la caja rápida o que haya que llamar a un supervisor para solucionar algún problema.

Así que en realidad sólo si todas las cajas tienen más o menos el mismo número de personas en la cola o si la caja rápida tiene claramente menos personas sí es probable que ganes tiempo escogiéndola.

Pero si ves una cola con pocas personas que lleven muchas cosas, esa es probablemente la cola a escoger, aunque en un principio pueda parecer contraintuitivo.

Foto | Checkout por Nate Grigg


Fuente:

Sin vuelta de hoja

31 de diciembre de 2012

Por qué el año empieza el 1 de enero: cosas de maños y romanos

Uno de los aspectos más fascinantes de nuestra historia: por qué el año da comienzo el 1 de enero.
 
Resulta que, allá por el año 155 a. C., los habitantes de Sekaisa (Segeda) decidieron construir una impresionante muralla para defenderse de los romanos. Segeda era entonces una localidad habitada por belos (celtas) cerca de la actual Calatayud, no muy lejos de Zaragoza.

Con esta muralla, los belos se declaraban en abierta rebeldía contra la todopoderosa República de Roma, algo que los orgullosos guardianes del Tiber estaban muy lejos de consentir. Los romanos no tardaron en montar en cólera y prepararse para la guerra contra los maños, sólo que no lo tenían tan fácil.

Por entonces eran un poco cuadraditos y no podían reclutar un ejército hasta que no se celebraran las elecciones anuales de magistrados, que tenían el lugar el primer día de cada año, el 1 de marzo. Era únicamente a partir de ese momento cuando podían organizar una leva, preparar a la tropa, trasladarla hasta Hispania y darle una paliza a los aguerridos celtíberos que tanto estaban tocando las romanas pelotas.




Las murallas de Segeda
Sólo que, claro, si esperaban hasta el 1 de marzo, los belos de Segeda ya habrían terminado de construir la muralla y no habría manera de acabar con ellos.

Así que a alguien se le encendieron las luces en la ciudad eterna y dijo:  ¡Por Júpiter! ¿por qué no adelantamos un par de meses el inicio del año?

Al Senado le pareció estupendo y desde aquel mismo año se trasladó al 1 de enero, fecha que es hoy en día adoptada por la práctica totalidad del mundo occidental y que, como bien es sabido, tampoco tiene ninguna razón lógica de ser en la astronomía sino más bien en trámites administrativos como someter a los insolentes celtíberos que poblaban hace ahora 20 siglos los alrededores de Zaragoza.

Técnicamente aquello fue una trampa. Pero entonces no existía el TAS, ni el Tribunal de La Haya, y los romanos consiguieron armar acerca de 30.000 hombres (dos legiones, 5.000 jinetes y tropas auxiliares) para llegar a las inmediaciones de Segeda antes de que la muralla estuviese terminada y hacer falso aquello de que más vale maña que fuerza.

Maños y mañas corrieron en estampida en dirección a Numancia y aquel incidente cambió para siempre la fecha en que comenzamos el año.

Fuente:

El Tío del Mazo

15 de diciembre de 2012

Un año neptuniano

Neptuno se descubrió en el año 1846. Como debido al tamaño de su órbita necesita 165 años para dar una vuelta completa al Sol, no fue hasta el año pasado cuando completó una órbita entera desde que fue descubierto. 

[Fuente: Nature vía @BadAstronomer.]

Tomado de:

Microsiervos 

13 de diciembre de 2012

¿Qué hora es exactamente en los mismísimos polos Norte y Sur?


¿Quesitos de Trivial? ¡No! Las zonas horarias en la Antártida
 
Me crucé con una página que explica una curiosidad que llevaba tiempo buscando, acerca de las zonas horarias y algunos lugares peculiares de nuestro planeta; concretamente, los polos Norte y Sur. La cuestión es: ¿si estuvieras exactamente en el polo Norte, o en el polo Sur, qué hora sería? ¿Podrías corretear un poco y pasar de una zona a otra en cuestión de unos pocos metros? ¿Cruzar tal vez la zona de cambio de día?

La respuesta es depende.

Empecemos por el polo Sur: allí hay terreno firme, la superficie está congelada y cubierta de nieve; hay varias bases de exploración permanentes y gente explorando de un sitio a otro. Un conocido enclave es la base de McMurdo que hasta tiene cajero automático. Allí los relojes y saber qué hora es es algo relevante.

En la Antártida el mapa oficial de los husos horarios muestra las líneas de cambio de zona que «bajan» junto con las de longitud y los meridianos desde el resto del globo – más o menos como cabría esperar. Algunas zonas están agrupadas y simplificadas; en total hay más de una decena.

Al igual que en mitad de los océanos y en otras partes en el polo Sur para evitar problemas de descoordinación se utiliza la hora UTC (tiempo universal coordinado) aunque en algunas zonas se usa alternativamente también la zona horaria de los territorios cercanos, como Nueva Zelanda por ejemplo.

Lea el artículo completo en:

Microsiervos

10 de diciembre de 2012

El neutrino está de cumpleaños

 
neutrino electrónico de ParticleZoo

Neutrino electrónico de ParticleZoo

Durante la década de 1920 la física vivía años dorados: Hubble descubrió que nuestra galaxia era sólo una de miles, se descubrió la expansión del universo, la teoría de la relatividad era verificada experimentalmente, y grandes genios del siglo XX incluyendo a Bohr, Born, Heisenberg, Schrödinger, Dirac y Planck develaron uno de los grandes misterios de la naturaleza desarrollando la física cuántica. Experimentos alrededor del mundo confirmaban uno tras otro cómo esta nueva y extraña descripción del mundo subatómico funcionaba a la perfección. 


Sin embargo, a fines de esa década la física de partículas todavía en pañales enfrentaba una importante crisis. La radioactividad ya tenía un par de décadas y su descubrimiento le había significado el Premio Nobel a Henry Becquerel, Pierre y Marie Curie en 1903, sin embargo había un detalle que tenía a los teóricos de la época sin dormir tranquilos. El llamado decaimiento beta ocurre cuando un núcleo atómico espontáneamente se transforma en otro emitiendo un electrón. Los físicos notaron que el nuevo núcleo atómico tenía un protón más que el original por lo que la carga eléctrica se conserva (protón y electrón tienen cargas de igual magnitud pero signo opuesto). Esto es muy importante ya que las leyes de la física funcionan en base a principios de conservación. Otra cantidad importante que debe conservarse es la energía. Todos hemos aprendido desde niños que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y justamente aquí estaba el problema con el decaimiento beta, ya que los cálculos mostraban que si la energía se conserva entonces el electrón siempre sería emitido con la misma energía E_0; sin embargo todos los experimentos mostraban que al decaer el núcleo atómico, el electrón salía emitido con cualquier valor entre cero y E_0. Tanto era desconcierto de los teóricos que el mismo Niels Bohr consideró que sería necesario abandonar el principio de conservación de la energía.

El nacimiento del neutrino

Desde siempre, las conferencias de física han servido no sólo como una reunión para debatir acerca de recientes descubrimientos y resultados sino que principalmente para discutir nuevas ideas (esto en realidad justamente por eso vamos a conferencias). Así ocurrían las famosas discusiones entre Einstein y Bohr sobre física cuántica durante las Conferencias Solvay, cuya versión en 1927 permitió reunir a las lumbreras de la física teórica y experimental de la época en esta famosa imagen:

Solvay_conference_1927_crop

Cuarto de derecha a izquierda de pie aparece Wolfgang Pauli, distraído junto a Werner Heisenberg, parece estar enfocado en uno de sus rivales públicos Paul Ehrenfest (tercero de izquierda a derecha), con quien protagonizaron varias peleas verbales públicas. Era sabido que uno asistía a las charlas del otro sólo para fastidiarlo.

Pauli tenía 30 años en 1930 cuando no pudo asistir a una conferencia en Tubingen (Alemania) en la que se debatiría el problema del decaimiento beta.


Pauli en su cumpleaños 1945

Pauli celebra su 45° cumpleaños en medio de una charla en Princeton (1945)

Pauli tuvo una idea que resolvería el problema y salvaría al principio de conservación de la energía de una forma elegante pero radical. Pauli propuso que en el decaimiento beta de un núcleo atómico no sólo se crea un protón y un electrón, sino que también se emitiría una tercera partícula que compartiría su energía con el electrón, de esta manera el electrón sería emitido a veces con mucha energía, otras veces con poca energía. Con esta hipotética partícula Pauli reconciliaría la teoría con los experimentos. Dado que la carga eléctrica ya era conservada, esta nueva partícula debería ser neutra por lo que Pauli la bautizó como “neutrón” (aunque lo que hoy llamamos neutrón fue descubierto en 1932 y no es el “neutrón de Pauli”). Como no pudo asistir a la conferencia, Pauli escribió el 4 de diciembre de 1930 una de las más famosas cartas en la historia de la física, dirigida a los participantes de la conferencia.

“Estimados y radiactivos damas y caballeros…” escribió, agregando un toque de humor a esta informal manera de expresar una nueva y genial idea. “He encontrado una medida desesperada para salvar la ley de conservación de la energía suponiendo que en el núcleo existen partículas sin carga eléctrica a los que llamaré neutrones. Las observaciones del decaimiento beta tienen sentido si además del electrón, un neutrón es emitido de tal manera que la suma de sus energías es constante” (E_0). Es interesante ver cómo una idea que salvó uno de los principios fundamentales de la física nunca fue publicado. Pauli explica que “por ahora no me atrevo a publicar los detalles de esta idea, les confío a ustedes mi querida gente radiactiva la pregunta de cuán probable sería encontrar evidencia experimental de tal neutrón”. Con estas palabras Pauli literalmente inventó una nueva partícula como una medida desesperada a la posibilidad de abandonar un principio tan fundamental (conservación de la energía). Pauli incluye en su carta detalles sobre las propiedad que “su neutrón” debería tener y concluye diciendo “Debo admitir que mi solución puede parecer casi imposible ya que si existiera ya deberíamos haber visto estos neutrones. Pero si no nos arriesgamos no avanzaremos. Querida gente radiactiva, examinen y juzguen”.

Pauli

“Certificado de nacimiento del neutrino”: Carta de Pauli a los participantes en la conferencia en Tubigen

En 1934, otro de los grandes físicos de la época, el italiano Enrico Fermi, postuló una teoría completa sobre los decaimientos radiactivos que hoy conocemos como interacción débil. Fermi incorporó la idea de Pauli en su teoría, sin embargo en 1932 James Chadwick había descubierto el neutrón, por lo que el “neutrón de Pauli” (todavía hipotético) necesitaba otro nombre. Según los cálculos de Pauli, “su neutrón” debería tener una masa una 100 veces menor a la de un protón, dado que el neutrón descubierto por Chadwick era un poco más pesado que el protón Fermi exclamó “este neutrón es muy pesado, el neutrón de Pauli es más liviano, más pequeño, debereríamos llamarle el pequeño neutro”. Así es como el neutrón de Pauli pasó a llamarse neutrino, que en italiano significa “el pequeño neutro”.

Búsqueda del neutrino

Cowan Reines

Cowan y Reines con su detector de neutrinos

Los años pasaban y no aparecía evidencia del neutrino. Pauli llegó a expresar “he hecho algo terrible, algo que ningún teórico debería hacer: he inventado una partícula que no puede ser observada”. Sin embargo los físicos experimentales son muy ingeniosos y basados en la teoría de Fermi sabían que grandes cantidades de neutrinos serían creados en reacciones nucleares. El Sol produciría neutrinos en grandes cantidades pero debido a la gran distancia sería muy difícil detectarlos. En 1945 Frederick Reines trabajaba bajo la supervisión de Richard Feynman en Los Alamos como parte del Proyecto Manhattan, el cual concluye con la creación de la primera bomba nuclear. Más que una terrible arma, Reines vio una copiosa fuente de neutrinos en la Tierra. Durante la guerra fría las dos potencias nucleares testeaban sus armas y Reines planeaba instalar un detector de neutrinos para intentar probar su existencia, sin embargo el detector debía estar tan cerca que la explosión destruiría el detector. En 1952 Reines junto a Clyde Cowan deciden usar una “fuente pacífica de neutrinos” por lo que instalan su detector junto a un reactor nuclear en Hanford, en el estado de Washington. La teoría de Fermi también mostraba lo difícil que sería detectar un neutrino ya que rara vez interactúan con la materia. Usualmente se dice que “atrapar un neutrino es como intentar atrapar una bala con una malla para mariposas”. Esta propiedad fantasmal del neutrino de casi no interactuar la convierte en una partícula muy elusiva. Reines y Cowan denominaron a su búsqueda del neutrino “proyecto Polstergeist”. Luego de meses recolectando datos deciden instalar su detector en una planta nuclear con mayor potencia, esta vez en Savannah River en Carolina del Sur. Mejorando sus mediciones, en 1956 luego de más de dos décadas como una partícula hipotética, Reines y Cowan demuestran que la “solución desesperada” de Pauli es la correcta y que el neutrino existe. El 15 de junio de 1956 Reines y Cowan le enviaron un telegrama a Pauli contándole la noticia. Reines recibió el Premio Nobel en 1995 por este decubrimiento (Cowan murió en 1974).

Luego de la confirmación de la existencia del neutrino, la siguiente meta fue detectar los neutrinos emitidos por el Sol así como los generados en la atmósfera por la colisión de rayos cósmicos con moléculas de aire. Esta nueva carrera causó nuevos misterios llamados “el problema de los neutrinos solares” y “el problema de los neutrinos atmosféricos”, lo que da para un post completo que espero publicar en el futuro.

En 1962 Leon Lederman (famoso por titular “La Partícula de Dios” a su libro sobre el bosón de Higgs), Melvin Schwartz y Jack Steinberger descubrieron que no sólo el neutrino es una partícula real, sino que hay dos tipos de neutrinos, lo que les dio el Premio Nobel en 1988. Recién en el año 2000 se confirmó que existe un tercer tipo de neutrino.

Neutrinos hoy

Hay muchas historias para contar sobre estos “pequeños neutros”, sin embargo en 2011 los neutrinos acapararon la atención de todo el mundo cuando el experimento OPERA anunció que sus neutrinos parecían viajar más rápido que la luz. Fue genial ver cómo los neutrinos se convertían en la partícula de moda, destronando al Higgs por unas semanas. Lamentablemente todo fue un error en la medición. Durante 2012 el Higgs ha recuperado su lugar en los medios, y todo parece indicar que podemos decir que el Higgs ha sido descubierto.

Hay mucho que no sabemos sobre los neutrinos lo que gatilla el interés en estudiarlos. Sin embargo existe otra razón más profunda: los neutrinos podrían responder la pregunta “¿por qué existimos?” ya que sus propiedades podrían haber permitido que hubiese más materia que antimateria luego del Big Bang lo que llevaría a la formación del univero en el que vivimos. Hay muchos otros motivos por los cuales estudiar a estos pequeñines (como se refirió a ellos Lederman en una conversación que tuvimos en 2011). 


Personalmente les he dedicado sólo los últimos 6 años de mi vida, pero espero seguir estudiándolos, una copia de la carta de Pauli adorna mi oficina como el “certificado de nacimiento” de mi partícula favorita. En mi investigación los uso como herramientas para comprender ciertas propiedades de la naturaleza ya que al ser tan pequeños son sensibles a los más pequeños defectos que el espaciotiempo pudiese manifestar (espero en el futuro contar más detalles).

Los neutrinos pudieron originar el universo en el que vivimos, son fantasmales,  65 mil millones de neutrinos provenientes del Sol atraviesan cada centímetro cuadrado de nuestro cuerpo cada segundo, llegan desde el cielo en el día y atraviesan la Tierra para aparecer desde el suelo en la noche, como una vez escribí estos pequeños neutros pueden ser bastante tenebrosos: “los neutrinos son partículas fantasmales observadas por primera vez gracias al proyecto Poltergeist, que durante la noche aparecen por debajo de tu cama”.


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Conexión Causal

6 de diciembre de 2012

NASA descubre por accidente una manera de mejorar el pronóstico del tiempo

 
(c) NASA

De vez en cuando, vemos el pronóstico del tiempo y salimos a la calle con un paraguas, para encontrarnos con un día de sol radiante. O tal vez al revés: Salimos sin paraguas y nos mojamos. El pronóstico del tiempo todavía tiene espacio para mejorar, y en la NASA pueden haber descubierto algo para lograrlo.

Investigadores que trabajaban en una manera para proteger los lugares donde están los restos de las misiones Apolo en la Luna encontraron por accidente un sistema que podría aplicarse en la Tierra. Al estar trabajando en el jardín durante días de lluvia, el físico John Lane descubrió que el láser y el reflector que estaba desarrollando para rastrear polvo lunar también podía determinar de forma exacta el tamaño de las gotas de agua, algo que los sistemas meteorológicos actuales estiman, pero no miden.

La cantidad medida por el láser es llamada “segundo momento de la distribución de tamaño”, que es el promedio de gotas que pasan por una zona del láser. Según Lane, esta información puede resultar útil para completar los complejos cálculos que se hacen actualmente para determinar las condiciones del tiempo y predecirlo.

“Podríamos refinar los modelos computacionales para hacerlos más exactos. El análisis de radares meteorológicos hacen suposiciones sobre el tamaño de las gotas, así que creo que esto podría mejorar las estimaciones totales de distribución de gotas”, indicó Lane.

Originalmente, Lane trabajaba con su colega físico Phil Metzger en una forma de calibrar el sensor láser para registrar partículas de polvo que se levantan del suelo de la Luna. La investigación busca determinar cuán cerca de los seis sitios Apolo se puede estacionar un nuevo robot en el satélite natural, sin dañar los materiales que quedaron allá. El polvo que se levante podría dañar el metal de los módulos lunares, que fueron dejados en la Luna entre 1969 y 1972.

“Los sitios Apolo tienen valor científico, y desde la perspectiva ingenieril, debido a que han registrado cómo estos materiales en la Luna han interactuado con el sistema solar en los últimos 40 años. Son testigos del medioambiente”, afirma Metzger. También hay bolsas de basura que dejaron los astronautas allá arriba, y que los biólogos quieren analizar para ver qué pasó con los organismos vivos que estaban en los desechos.

El plan de la NASA es instalar un sensor láser (en el que trabajan Lane y Metzger) en la parte de abajo de uno de los robots que participan en el concurso Google Lunar X-Prize, que pretende enviar un robot pequeño a la luna en 2014.

Link: Physicist Happens Upon Rain Data Breakthrough (NASA)

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FayerWayer

23 de noviembre de 2012

Los 10 dí­as que se perdieron en la Historia

El calendario romano (establecido en 753 a.J.C.) estaba compuesto por doce meses y 365 dí­as, pero la traslación de la Tierra alrededor del Sol duraba un poco más (365,25 dí­as). Este desfase habí­a producido un retraso de 90 dí­as, por lo que las estaciones – muy importantes para las cosechas – “bailaban”. Julio César trajo al sabio Sosí­genes de su retiro en Alejandrí­a, en el 44 a.J.C., para desfacer el entuerto. Se solucionó añadiendo un dí­a (“bis sextus” – bisiesto) cada cuatro años y se quitó un dí­a a febrero. En honor al emperador, se cambio el nombre del primer mes de verano, Quintilis, por el de Julius. Cuando Augusto se proclamó emperador, para no ser menos, cambio del nombre del mes Sextilis por el de Augustus y se quito otro dí­a a febrero, quedando con 28 dí­as. El nuevo calendario pasó a llamarse Juliano.

Este calendario funcionó correctamente hasta que en 1582 se descubrió que las apreciaciones de Sosí­genes también estaban un poco desfasadas (no eran 365,25 dí­as sino 365,2422 dí­as el periodo de traslación). Era poco pero al cabo de los siglos los desfases se habrí­an notado. Así­ que, el Papa Gregorio XIII organizó una comisión de sabios (entre los que estaba el español Pedro Chacón). Los medidas adoptadas por esta comisión fueron dos:
1.- No serí­an bisiestos los años terminados en dos cuyas primeras cifras no fueran múltiplos de 4. Lo fueron 1600 y 2000, no lo fueron 1700, 1800, 1900. Caso curioso es 4000 que, siendo múltiplo de 4, la comisión determinó que no sea bisiesto (¿?). Este último dato, personalmente, no me importa mucho.
2.- Saltar dí­ez dí­as en el calendario. Se pasó del jueves 4 de octubre al viernes 15 de octubre. En el transcurso de la Historia se perdieron estos 10 dí­as.
Este calendario, llamado Gregoriano, está vigente a fecha de hoy y fue adoptado poco a poco por todos los paí­ses; primero los paí­ses católicos, en 1700 los luteranos (con 11 dí­as de retraso respecto al nuevo calendario), en 1752 los ingleses… y los últimos, los griegos en 1927 (con 13 dí­as de retraso)..

Como curiosidad, los fallecidos el 4 de octubre no fueron enterrados hasta el 15 de octubre.

Fuente:

Historias de la Historia

8 de noviembre de 2012

Operadores del Curiosity abandonan el horario marciano

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La NASA determinó que quienes trabajarían operando al Curiosity desde la Tierra, tendrían que adoptar su horario al de Marte. Tres meses después, los científicos e ingenieros que estaban viviendo en “soles” – o días marcianos – 40 minutos más largos, retornaron al horario terrestre.

El cambio de horario estaba planeado, dado que con 40 minutos extra cada día, después de algún tiempo los “días” para estos investigadores comenzarían en la mitad de la noche. La vida al estilo marciano desordena así totalmente los relojes biológicos, además de la vida personal de cada uno de ellos, así que estuvieron muy felices de volver a horario normal.

La razón por la cual se establecieron 3 meses de horario marciano era para operar el robot en las horas de luz en Marte, cuando el robot podría realizar las observaciones. Después de tres meses de funcionamiento, el grupo ya ganó suficiente expertise como para poder planear los días de Curiosity sin tener que estar despiertos a la misma hora.

De acuerdo a la NASA, la mayoría de los ingenieros y científicos trabajarán ahora entre 8 am y 8 pm.



Fuente:

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