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13 de agosto de 2014

Quìmica: ¿Tiene límite la tabla periódica de los elementos?





El elemento químico con el mayor número atómico (Z) que se ha sintetizado en laboratorio tiene Z=118. Según la electrodinámica cuántica (QED) el número atómico más grande posible es Z=172; la energía de enlace de un electrón en un átomo con Z=173 supera el doble de su masa, luego da lugar a un par electrón-positrón y el átomo se vuelve inestable por interacción con el vacío que le rodea.

El modelo atómico de Bohr predice que la velocidad de un electrón en un átomo es v=Zcα (donde c es la velocidad de la luz en el vacío y α ≈ 1/137 es la constante de estructura fina). Luego, según la mecánica cuántica no relativista, el valor máximo de Z es 137 (ya que para Z>137 se tiene v > c). El mismo límite se obtiene usando la ecuación de Dirac (mecánica cuántica relativista) si el núcleo del átomo se supone puntual. Sin embargo, si se tiene en cuenta el tamaño finito del núcleo, el límite crece hasta Z < 173 (el obtenido con QED).

Nos lo contaron Paul Indelicato, Alexander Karpov, “Theoretical physics: Sizing up atoms,” Nature 498: 40-41, 06 Jun 2013; y más recientemente Rick Marshall, “Can the periodic table be extended indefinitely?,” Physics Education 49: 365, 2014. Los cálculos en QED están detallados en P. Indelicato et al., “QED and relativistic corrections in superheavy elements,” The European Physical Journal D 45: 155-170, 2007; y Paul Indelicato et al., “Are MCDF calculations 101% correct in the super-heavy elements range?,” Theoretical Chemistry Accounts 129: 495-505, 2011.

La tabla periódica que abre esta entrada fue desarrollada por Theodor Benfey en 1960, mientras era editor de una revista de educación en química llamada Chemistry, para ilustrar los periodos de la tabla periódica. La he extraído del artículo de Michelle Francl, “Table manners,” Nature Chemistry 1: 97-98, 2009. Recomiendo ver la charla de César Tomé, “Deconstruyendo la tabla periódica,” Cuaderno de Cultura Científica, 16 Feb 2014.

Como no podía ser de otra manera, esta entrada participa en el XXXVII Carnaval de la Química – Edición Rb – alojado en el blog “ISQCH – Moléculas a reacción” (@ISQCH_Divulga).

Dibujo20140721 bismuth-209 atom structure - nature

Esta figura ilustra el modelo atómico de Bohr para el bismuto-209, el núcleo atómico más pesado que es estable. Con 83 protones y 126 neutrones, se desintegra por radioactividad alfa con una vida media de 1,9 ± 0,2 × 1019 años, cuando la edad del universo es de 13,8 × 109 años). Todos los elementos más pesados tienen vidas medias mucho más cortas y son radioactivos (aunque el torio y el uranio tienen una vida media tan grande que son metaestables, pudiéndose observar en la Naturaleza).

¿Tiene límite la masa atómica de un núcleo? No lo sabemos. Ciertos núcleos tienen un número “mágico” de protones y neutrones, lo que l0s hace mucho más estables que los núcleos con un nucleón más o menos. Los números mágicos para el número de protones (Z) son 2, 8, 20, 28, 50, 82 y 114, y para el número de neutrones (A−Z) son 2, 8, 20, 28, 50, 82, 126 y 184. No sabemos si hay números mágicos más altos.

La “isla” de estabilidad más pesada observada hasta el momento está asociada a Z=82 y A−Z=126. Se cree que existe una “isla” de estabilidad aún más pesada asociada al número “mágico” de 114 protones y 184 neutrones, pero aún no ha sido observada. Se pensaba que sería “fácil” observarla, pero se están encontrando grandes dificultades experimentales. No se sabe si hay alguna “isla” de estabilidad aún más pesada (los cálculos matemáticos para un sistema cuántico tan grande son extremadamente complicados).

¿Cuánto más grande es el elemento Z=172 respecto al átomo de hidrógeno? Los cálculos indican que el orbital más externo de dicho elemento tiene un radio ocho veces mayor que el radio de Bohr, aproximadamente el radio de la órbita del electrón en el hidrógeno. Hay que tener cuidado con este concepto, pues cada electrón ligado a un núcleo se comporta como una onda. La longitud de onda de De Broglie es λ=h/(mv), donde h es la constante de Planck, v es su velocidad y m es su masa. Para un electrón ligado a un átomo esta longitud de onda es comparable al tamaño del propio átomo.

PS 23 Jul 2014: Los cálculos nos los ha detallado (en inglés) Amarashiki (@riemannium), “LOG#113. Bohr’s legacy (I). A centenary model,” The Spectrum Of Riemannium, 30 Jun 2013. También recomiendo leer “LOG#114. Bohr’s legacy (II). Electron shells, Quantum Mechanics and The Periodic Table,” The Spectrum Of Riemannium, 10 Jul 2013. Y ya que estamos su tercera entrada “Dedicated to Niels Bohr and his atomic model (1913-2013)” titulada “LOG#115. Bohr’s legacy (III). From gravatoms to dark matter,” The Spectrum Of Riemannium, 10 Jul 2014.

Fuente:

La Ciencia de la Mula Francis

11 de agosto de 2014

Por qué los perros se huelen el trasero



Hocico de perro


Todos los perros lo hacen: olfatear el trasero de otro can es lo más normal del mundo.

Pero, ¿por qué lo hacen?
Aunque parezca una pregunta muy simple, la respuesta no lo es tanto, y es, incluso, más interesante de lo que parece.

El secreto, tal como asegura la Sociedad Química de Estados Unidos (ACR, por sus siglas en inglés) en un video educativo, está en la química.

Los perros tienen, como es sabido, un olfato muy desarrollado. Tanto, que se estima que es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que el olfato humano.

Y cuando dirigen sus hocicos al trasero de otro perro, lo que hacen es recolectar un montón de información sobre el otro animal, desde lo que come hasta su género o su estado emocional.

Es algo así como conversar a través de la química. De hecho, este es solo un ejemplo entre muchos de comunicación química en el reino animal.


Perros oliéndose el trasero

Una forma de compleja comunicación química.

Diálogo de secreciones

En 1975, el científico George Preti, experto en feromonas y olores humanos del Centro Monell de Química de los Sentidos, estudió las secreciones anales de perros y coyotes e identificó los componentes principales de las secreciones que producen las glándulas alojadas en dos pequeñas bolsas llamadas sacos anales.

Este lenguaje químico, observó Preti, está compuesto de trimetilamina y varios ácidos grasos volátiles, y el aroma puede cambiar de acuerdo a la genética y el sistema inmunológico del animal.

Pero además, lo interesante es saber cómo hacen los perros para percibir y procesar este "mensaje" químico.

Los canes, explican los expertos de la ACR, tienen un sistema olfativo auxiliar llamado órgano de Jacobson o vomeronasal.

Diseñado específicamente para la comunicación química, este órgano tiene sus propios nervios que se comunican directamente con el cerebro.

Por lo tanto, no hay interferencias de otros olores y el órgano de Jacobson puede dedicarse sin distracciones a leer las "tarjetas de presentación" químicas de sus amigos perros.

Otros expertos en mensajes olorosos

Los canes no son los únicos que se comunican con olores. La naturaleza ofrece numerosos ejemplos, aquí te contamos una selección de los más curiosos:

El perfumista:


Murciélago de sacos

El murciélago de sacos combina secreciones para crear aromas. 

El murciélago de sacos es un experto en el arte de la comunicación química que no solo segrega sino que mezcla aromas para atraer hembras.

Estos animales viven en colonias divididas en harenes, cada uno con un macho y varias hembras. Los machos marcan su dominio territorial con secreciones de una pequeña glándula llamada gular ubicada debajo de la barbilla.

Pero para cortejar a las damas, no basta con un solo olor: hace falta una mezcla de esta secreción con otras producidas por sus genitales y orina, que los machos preparan cuidadosamente cada día dentro de unos sacos especiales que tienen en sus alas, tal como explica Jason Goldman, de BBC Future.

Aunque el resultado puede resultar hediondo para el olfato humano, el "perfume" de estos murciélagos requiere un complejo proceso que luego, gracias a un oportuno batir de alas frente a la hembra, emanará para seducirla.

El antílope negro y su poderoso afrodisíaco:


Antílope negro

Los antílopes se comunican con el olor de sus lágrimas y excrementos.

Este mamífero que habita en la India, Pakistán y Nepal, tiene un método curioso, y sin duda oloroso, para atraer la atención de las hembras.

Además del aroma segregado por sus glándulas lagrimales en época de celo, los machos comunican sus intenciones con sus excrementos.

En lugar de perseguir a las hembras, los antílopes producen un buen montón de heces y las esperan rodeados de este peculiar olor afrodisíaco, una estrategia que fue registrada por BBC Nature.

El arma aromática del lémur de cola anillada:


Lémur de cola anillada

Los lémures de cola anillada se baten en "combates" de olores.

Estos primates de la isla de Madagascar tienen una extraña forma de pelear por el territorio: los machos se restriegan la cola con unas pequeñas glándulas que tienen en las muñecas y luego la agitan para desparramar el aroma.

Es despliegue suele bastar para marcar la jerarquía, aunque a veces no se puede evitar el combate cuerpo a cuerpo.

Además, sacudir la cola "perfumada" también sirve para atraer hembras, según explica BBC Nature.

Fuente:

BBC Ciencia

9 de agosto de 2014

Cuánta sal es mucha sal

1. Sal y sodio


Sal


Algunas etiquetas de comida informan sobre el contenido de sodio, pero eso no es lo mismo que el contenido de sal.


El peso del sodio es sólo parte del peso de la sal.

1g de sodio = 2,5g de sal

Eso significa que la cantidad recomendada de 6g de sal es equivalente a 2,4g de sodio al día.
Así que hay que revisar las etiquetas con cuidado.

Sal baja en sodio

Esas sales contienen cloruro de potasio en vez de cloruro de sodio, por ello, se consume menos sodio lo que repercute positivamente en los riesgos asociados con una dieta alta en sal.

Pero no todas las noticias son buenas. Demasiado potasio es peligroso para la gente que adolece de algunos problemas del corazón y el riñón.

Sal marina

La sal marina y la sal de mesa son el mismo tipo de sal, cloruro de sodio, de manera que se recomienda la misma cantidad en cualquier caso: 6g.

Debido a que la sal marina viene en granos más grandes, una pisca de ésta probablemente contiene menos sal por peso que una de sal de mesa.

2. Qué podemos hacer

Lea antes de comprar

Los alimentos preparados suelen tener más sal, por ello vale la pena chequear el contenido al comprarlos.


Pasta con salsa boloñesa

Prepare siempre más salsa de la que necesita y congele lo que le sobre.


Cocine más


Es fácil hacer en casa las salsas de pasta, las cacerolas, las sopas e incluso las pizzas. Prepare grandes cantidades y congélelas para tener un suministro de platos rápidos y saludables a mano.


…y esconda la sal

Suena obvio pero funciona. La sal es un gusto que adquirimos así que nos podemos acostumbrar a usar menos.

El arículo completo en:

BBC Ciencia

31 de julio de 2014

Avelino Corma: El 'Midas' español de la Química

Todo empezó cuando Avelino Corma (Moncófar, Castellón, 1951) empezó a ayudar a su padre a plantar melones, patatas y tomates. El flamante Premio Príncipe de Asturias de Ciencia 2014 era entonces un niño inquieto y curioso, con muchas ganas de descubrir el mundo. Hoy, no tiene ninguna duda de que en aquella huerta no sólo brotaron manjares deliciosos, sino que también se sembraron las semillas de su propia vocación científica.

«Provengo de una familia humilde de agricultores, y estoy convencido de que mis orígenes inspiraron mi trayectoria como investigador porque cuando estás en el campo, las preguntas surgen continuamente, todos los días», recuerda Corma en una entrevista exclusiva con EL MUNDO. El diálogo tiene lugar en la sede madrileña de L'Oreal, donde el sabio valenciano ha participado en el jurado de los premios Woman in Science, un galardón que se concede a los mejores proyectos de investigación liderados por jóvenes científicas españolas. «Aquel contacto directo que tuve en mi infancia con la naturaleza y los animales no sólo despertó mi curiosidad, sino el interés por diseñar experimentos para comprobar cómo funcionaban las cosas, y también para intentar descubrir la manera de mejorarlas», asegura.

Corma recuerda cómo cuando veía a su padre sembrando semillas, se fijó que siempre lo hacía a una determinada altura muy precisa, dependiendo de lo que estaba plantando. «¿Por qué plantas los melones justo ahí?», le preguntaba. Y fue así cómo empezó a recibir sus primeras lecciones científicas sobre causas y efectos en la naturaleza: «Si lo plantas demasiado bajo», le explicaba su padre, «cuando reguemos va a recibir demasiada agua, y se van a pudrir las raíces. Pero si lo plantas demasiado alto, no le va a llegar». Eran preguntas muy simples sobre fenómenos muy sencillos, pero Corma está totalmente convencido de que en aquel microcosmos rural nació su hambre voraz por conocer, comprender, y mejorar el mundo: «Fue así cómo empecé a pensar por mí mismo y a plantearme problemas».

Una trayectoria meteórica

Esa curiosidad infantil acabó madurando hasta transformarse en una insaciable pasión por la investigación y la experimentación en los laboratorios de la Facultad de Química de la Universidad de Valencia, donde hizo su Licenciatura a principios de los 70. «Me gustaba tanto la carrera que convencí a un profesor para que me dejara las llaves del departamento, y me pasaba allí día y noche. De hecho, en muchas asignaturas no iba a clase porque estaba todo el tiempo metido en el laboratorio, enfrascado en mis experimentos», confiesa. 

Tras doctorarse en la Complutense en 1976 y continuar su formación durante dos años en la Queen's University de Kingston (Canadá), volvió a España para incorporarse al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Pero sin duda el hito crucial de su meteórica trayectoria fue su decisión de fundar en 1990 el Instituto de Tecnología Química (ITQ), inicialmente en un antiguo aparcamiento de coches de la Universidad Politécnica de Valencia (no fue hasta cuatro años después cuando Corma y su equipo pudieron trasladarse hasta el edificio que ocupan en la actualidad). En poco más de dos décadas, este centro se ha convertido en una referencia de prestigio internacional que ha generado más de 150 patentes. De éstas, unas 80 se han desarrollado directamente con compañías del sector privado, convirtiendo al ITQ en un modelo de la transferencia de investigación básica a la aplicación tecnológica.

Corma se ha convertido así en el científico español con más patentes licenciadas a empresas, y sus más de 900 artículos en Nature, Science y otras revistas científicas de referencia le han catapultado a la fama internacional en su campo. De hecho, es el octavo químico más citado del mundo, y no sólo acaba de ganar su merecido Premio Príncipe de Asturias, sino que algunos le consideran el español con más opciones de ganar el Nobel. Cuando le preguntamos por esta posibilidad, sin embargo, Corma asegura que no le quita el sueño: «Lo veo muy lejos y no pierdo el tiempo pensando en eso. No es lo que me motiva».

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

29 de julio de 2014

Tungsteno, el metal ideal para iluminar y devastar

Imposible inicir este post sin recordar aquella inolvidable novel corta de César Vallejo: El Tungsteno (que puede leer en este enlace).

Según Antonio Cornejo Polar, en las décadas de 1920 y 1930 el indigenismo se inscribió en un movimiento de lucha contra la oligarquía, que por entonces tuvo diversas manifestaciones

Es una obra de denuncia contra los peligros de la penetración imperialista en el Perú que se realiza por intermedio de las grandes transnacionales mineras, las cuales son apoyadas por la oligarquía local, así como por otros oportunistas, cuyo único interés es el mayor lucro posible, para lo cual no tienen escrúpulos en expropiar a precio irrisorrio las tierras de los nativos, pagar a los obreros salarios ínfimos y cometer una serie de crímenes, abusos y tropelías contra la población local, todo a nombre de la «modernidad» y el «progreso». Sin embargo, para el autor, una luz de esperanza se ilumina a través de idealistas que se proponen luchar por la justicia social.

Conozcamos más sobre el tungsteno:

Bombillos


Imagínese un pedazo de hierro del tamaño de una bola de tenis. Péselo en su mano. Ahora, deje que se caiga sobre el pie. ¿Le dolió? Ahora imagínese un objeto idéntico pero de un metal tres veces más denso. ¿Qué tal si se le cayera sobre el pie? ¿Podría volver a caminar?

Ese metal es el tungsteno o wolframio.

No sólo es increíblemente denso sino también asombrosamente duro y tiene el punto de fusión -esa temperatura en la que pasa de sólido a líquido- más alto de todos los elementos químicos: 3.422º centígrados.

Hace alrededor de un siglo, no se usaba para nada pues era casi imposible de trabajar con un metal con estas características. A pesar de ello, hoy en día lo usamos para escribir, atravesar glaciales, emitir rayos X y destruir edificios sin usar dinamita.

Brillante


Tungsteno

Tres veces más denso que el hierro, dos más que el plomo y tanto como el oro.

En un pequeño cuarto del departamento de química del University College London, el profesor Andrea Sella sacude con delicadeza un bombillo de luz de los tradicionales. A través del vidrio transparente se puede ver un frágil filamento temblar.

"Entre más alta sea la corriente, más caliente se pone ese pequeño resorte de tungsteno y más fuerte brilla", explica.

Hubo un momento en el que todas nuestras casas estaban iluminadas con bombillos como éste pero tomó casi 100 años de ensayo y error para concluir que el mejor material era el tungsteno. Los grandes científicos e inventores que desarrollaron los primeros bombillos intentaron primero con filamentos de platino, iridio, hilo de coser y hasta bambú carbonatado (las últimas dos, innovaciones de Thomas Edison).

En 1908, el inventor estadounidense William D. Coolidge finalmente descubrió cómo hacer cables del superfuerte tungsteno que resultaron ser ideales para hacer filamentos, duros, durables y resistentes a tal calor que podían lucir con una brillantez extrema sin derretirse.

Fuente:

BBC Ciencia

30 de junio de 2014

¿Qué es el Luminol?

En varias ocasiones he escuchado que los investigadores policiales hablan del Luminol, sobre todo ahora que se pretende esclarecer las causas de la muerte de Edita Guerrero. ¿Qué es esa sustancia, el Luminol?

Es una herramienta bastante útil para las investigaciones, que se aplica en completa oscuridad, en superficies en donde se presume que existen rastros de sangre.


De manera sencilla: se disuelve Luminol en agua oxigenada. Este líquido hace que la sangre se vuelva fosforescente.

De acuerdo a la publicación electrónica Observatorio Judicial, Luminol es el nombre de una técnica para la detección de sangre.

La sustancia se utiliza para establecer como ocurrieron realmente hechos criminales, en especial en escenas alteradas, lavadas y en hechos ocurridos mucho tiempo atrás.

El Luminol se puede aplicar en cualquier superficie, sea madera, cemento, tela, cartón o vidrios.

En palabras del Director del Organismo de Investigación Judicial, Jorge Rojas Vargas:

“El Luminol sirve de guía en la investigación de un caso de homicidio, porque establece si en un determinado lugar, a pesar de haber sido lavado, existen residuos de sangre, lo que permite al investigador ir formando un cuerpo más fidedigno de la investigación, al partir de un punto de sospecha”.

El reactivo muestra una alta sensibilidad ante la presencia de sangre, ya que es capaz de detectar cantidades muy pequeñas de hemoglobina, que es la proteína constitutiva de la sangre.

Las posibilidades teóricas del Luminol permiten observar reacciones positivas en muestras diluidas hasta diez mil veces y detectar manchas de veinticinco años de antigüedad.

No obstante, en nuestro país, que posee diferentes temperaturas climáticas es variable la aplicación de la sustancia, lo cual convierte en relativo el tiempo para aplicarlo.

En Costa Rica se ha aplicado con resultados positivos en casos ocurridos hasta siete años atrás.

La prueba del Luminol es quizá la reacción química más indicada para la localización de manchas de sangre no visibles al ojo humano, por su alta sensibilidad, ya que permite en forma rápida tratar grandes superficies.

¿Pero qué es?

 

El Luminol es un polvo compuesto por tres químicos que, al combinarse, se licuan.

Su aplicación se debe de efectuar en absoluta oscuridad y en las zonas del escenario en donde se sospecha la presencia de sangre.

Al rociarse, en pocos segundos aparecerán lugares luminosos que demuestran que allí hubo manchas de sangre, a través de un químico llamado peroxidasa.

Y así, a la vez que comprendemos mejor las noticias sobre la muerte de Edita Guerrero (de Corazón Serrano), hemos aclarado nuestras propias dudas sobre el Luminol.


Y, por supuesto, si requiere mayor precisión química sobre el Luminol puede ir a este enlace de Wikipedia.

Fuente:

Criminalística (México)

10 de junio de 2014

Esta es la ciencia que nos deja el padre de las drogas del amor

El padrino del éxtasis y creador de otras 200 drogas psicodélicas, Alexander Shulgin, muere a los 88 años dejando un legado científico en forma de potenciales tratamientos contra la ansiedad en enfermos de cáncer o con trastorno de estrés postraumático 

'Sasha' y Ann Shulgin durante una firma de libros en Oakland (EEUU) en 2011 Ampliar
'Sasha' y Ann Shulgin durante una firma de libros en Oakland (EEUU) en 2011 / JonRHanna


“Todos tenemos que morir de algo”, decía habitualmente el químico y farmacólogo estadounidense Alexander Shulgin, Sasha para los amigos. A lo largo de su vida, según sus propias cuentas, sintetizó más de 200 nuevas drogas psicodélicas, que experimentó consigo mismo para pegarse unos 4.000 viajes interiores llenos de amor, felicidad y placer artificiales. Apenas tuvo un puñado de malas experiencias y, finalmente, murió el 2 de junio a la edad de 88 años, por un cáncer de hígado.

Para muchos, Shulgin merece pasar a la historia de la ciencia. Falleció en su casa laboratorio, situada en una colina cercana a la Bahía de San Francisco y rodeada de cactus alucinógenos. Allí, durante casi medio siglo, sintetizó dos centenares de nuevas drogas de diseño para estimular la mente, las sensaciones amorosas y el sexo. Su legado científico permanece en dos obras monumentales, escritas a medias con su mujer, Ann: Feniletilaminas que he probado y amado: una historia de amor química y Triptaminas que he probado y amado: la continuación. En ambos libros, de un millar de páginas cada uno, los Shulgin narran su peculiar amor químico con un tono metafísico y, además, dan instrucciones para producir las diferentes drogas. Son libros de recetas. “Es ciencia de la buena”, en palabras de Bradley Lenz, historiador de la farmacología de la Universidad de Wisconsin (EEUU).

Sin embargo, Shulgin no ha pasado a la historia por ninguna de las sustancias creadas en su laboratorio, sino por redescubrir un fármaco originalmente sintetizado como potencial coagulante de la sangre y patentado en 1912 por la farmacéutica Merck: la 3,4-metilenodioximetanfetamina, hoy conocida en las discotecas de todo el mundo como MDMA o éxtasis.


El MDMA nunca se llegó a utilizar como coagulante. Su patente se perdió en el olvido hasta que en 1976 Shulgin puso sus ojos en la molécula. Por entonces, el químico se dedicaba prácticamente a tiempo completo a buscar drogas de diseño. En 1961, la multinacional para la que trabajaba, Dow Chemical, le había premiado por desarrollar el primer pesticida biodegradable, el Zectran, que fue una máquina de ganar dinero. Su recompensa fue la libertad para investigar lo que quisiera. Así empezó a intentar fabricar llaves que abrieran las puertas de la mente, publicando sus resultados incluso en revistas científicas de primer nivel, como Nature.

Alexander Shulgin en Dow ChemicalAmpliar
Alexander Shulgin en Dow Chemical / Shulgin Archive Photo
Sin embargo, a mediados de la década de 1960, la prensa se llenó de noticias sobre el abuso de drogas en las calles. Y Dow Chemical empezó a temer que trascendieran las investigaciones de Shulgin en sus laboratorios, así que el químico fue empujado a abandonar la compañía. Pero continuó buscando drogas del amor en su casa de San Francisco, ganándose la vida como asesor y profesor en las universidades locales. Así, en 1976, leyendo un trabajo de una estudiante de química medicinal de la Universidad Estatal de San Francisco, observó el potencial del MDMA. Hoy, la sustancia es consumida por entre 10 y 28 millones de personas cada año, según el último Informe Mundial sobre Drogas de Naciones Unidas

El artículo completo en:

MATERIA

19 de mayo de 2014

Cómo producir grafeno con la batidora de nuestra cocina

El asunto parece complicado, pero según un estudio publicado en la revista Nature, es posible la producción de pequeñas láminas de grafeno con la batidora que tenemos en la cocina.



Las delgadas láminas de carbono son el material más fuerte del mundo, además de ser buen conductor de la electricidad y muy flexible. Sus aplicaciones parecen infinitas, como pantallas táctiles flexibles o sistemas de tratamiento de agua. El problema viene en conseguir grandes cantidades de escamas de grafeno de buena calidad a un precio aceptable.

El estudio de la revista Nature describe como una batidora, funcionando a alta potencia (unos 400 vatios), al que se le ha añadido medio litro de agua, entre 10 y 25 mililitros de detergente y entre 20 y 50 gramos de polvo de grafito y haciéndola funcionar unos 10-30 minutos, da como resultado un gran número de escamas micrométricas de grafeno suspendidas en el agua.

El experimento muestra lo simple del método para la producción de grafeno en cantidades industriales. El producto obtenido se puede comercializar como polvo seco o como líquido para pulverizar sobre otros materiales.

Las escamas no son de tan alta calidad como las producidas por los ganadores del Premio Nobel de Química 2010, Andre Geim y Kostya Novoselov de la Universidad de Manchester. Tampoco son tan grandes como las hojas de grafeno que actualmente se están produciendo en algunos laboratorios, pero dejando aparte aplicaciones electrónicas de alta gama, las escamas pequeñas son válidas para multitud de aplicaciones.

Vía |Nature

Fuente:

Xakata Ciencia

3 de mayo de 2014

OpenWorm o la emulación digital de un organismo vivo

La aplicación de este software podría ayudar a mejorar la creación de vacunas, medicinas y combustibles alternativos, además de limpiar desechos químicos. 


openworm

La inteligencia artificial tiene sus límites: la de las máquinas mismas y las de nuestras limitaciones para adecuar software a los complicados procesos de toma de decisión en ambientes de cambio constante. Pero “crear” inteligencia artificial es comparativamente sencillo si se piensa en la extrema complejidad de construir un animal.

El doctor Stephen Larson es el cofundador y coordinador del proyecto OpenWorm, donde un ambicioso equipo tratará de crear una versión digital de un gusano nematodo, uno de los organismos más básicos que existen, y según Larson (neurólogo de profesión), también uno de los que la biología sabe más: su nombre científico es C. elegans, y cuenta con alrededor de mil células, las cuales han sido mapeadas, “incluyendo un pequeño cerebro de 302 neuronas y su red compuesta de más o menos 5,500 conexiones.”


Algunos patógenos y ADN virtuales con capacidad para reproducirse han sido emulados con éxito en entornos electrónicos, pero el reto de Larson y su equipo será el de conformar un organismo digital que se comporte como uno físico. A decir de Larson, “al final del día la biología debe obedecer las leyes de la física. Nuestro proyecto es simular en lo posible la física −o la biofísica− del C. elegans y compararlo con medidas de gusanos reales.”

La aplicación de este software podría ayudar a mejorar la creación de vacunas, medicinas y combustibles alternativos, además de limpiar desechos químicos, así como para crear entornos de realidad virtual mucho más comprensivos. 

Una campaña de Kickstarter comenzará el 19 de abril para reunir fondos. Lo interesante es que OpenWorm estará disponible siempre como plataforma de acceso abierto para estimular la investigación y la curiosidad del modelo nematodo una vez concluido, lo que naturalmente nos pone un paso más cerca de la proverbial creación de organismos digitales de mayor complejidad.
Después de todo, un esclavo no desea la libertad, sino tener un esclavo propio.
Tomado de:

1 de mayo de 2014

¿Qué sucede con el agua en el espacio?

Cómo se comporta en condiciones de gravedad cero y presión cero del espacio exterior una de las moléculas más interesantes de la Tierra:
“Día tras día, día tras día,
permanecíamos fijos, sin aliento,
ociosos como una nave pintada
a flote en un pintado mar.

Agua, por todas partes agua,
y un rechinar de cundernas;
agua, por todas partes agua,
y ni una gota que beber.”
La Balada del Viejo Marinero. Samuel Taylor Coleridge.
La Tierra es uno de esos lugares extremadamente escasos y especiales en el Universo donde el agua puede existir, de forma estable, en forma de líquido. Nuestra canica azul nos resulta tan familiar que olvidamos lo escasa que es el agua líquida en el Universo.
 
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Image credit: NASA Goddard Space Flight Center Image by Reto Stöckli, Terra Satellite / MODIS instrument.

Hay tanta agua en la Tierra que si juntáramos todos los océanos del planeta, pesarían más de 10^18 toneladas, más que el mayor de los asteroides descubiertos y aproximadamente lo mismo que Caronte, la luna gigante de Plutón. En resumidas cuentas, un montón de agua,  ¡la suficiente como para llenar una esfera de 1.385 km de diámetro!

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Image credit: Jack Cook / WHOI / USGS.

Sin embargo, el agua sólo dispone de un pequeño margen en el que puede existir físicamente como líquido, incluso en la Tierra. Por ejemplo, si lleváramos agua caliente a un lugar muy elevado, comenzaría a hervir y se convertiría en gas. Cuanto más alto la llevásemos, más descendería su punto de ebullición.


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Image credit: Thomson Higher Education.

¿Y esto por qué es así? Porque a mayor altitud, hay un menor porcentaje de atmósfera presionando sobre el agua, es decir, la presión es menor. A las temperaturas atmosféricas que son normales en la Tierra, las moléculas de agua tienen una determinada cantidad de energía cinética y tienden a moverse a una determinada velocidad media. Algunas de esas moléculas tienen la suficiente energía como para escapar en un momento dado de la fase líquida y convertirse en gas. La mayor fuerza que contrarresta esto es la presión atmosférica. Si se incrementa la presión se vuelve más difícil para el agua escapar y pasar a gas; si se disminuye la presión, se vuelve más fácil. Esta es la razón de que la temperatura de ebullición del agua sea mayor dentro de una olla a presión, pero menor en grandes altitudes, donde la presión atmosférica es más baja.

Por otra parte, el agua tampoco puede ser líquida a bajas temperaturas. Puedes comprobar (en el diagrama de debajo) que si empiezas con agua líquida, puedes convertirla en gas bajando la presión, pero también puedes convertirla en un sólido bajando la temperatura.

Lea el artículo completo en:

Divúlgame

23 de abril de 2014

Las señales químicas que nos hacen humanos (el epigenoma de un neandertal)


Las nuevas técnicas de secuenciación de ADN antiguo están aportando algunos datos clave para comenzar a entender cómo evolucionaron las especies humanas hasta llegar a dar forma a la única especie viva en la actualidad: el ser humano moderno, 'Homo sapiens'. En los últimos años hallazgos como el genoma completo y con gran detalle del neandertal o la secuencia de otra de las especies hermanas, el denisovano, han dado luz a una época crucial para la evolución humana.

Pero los genes, el ADN, no lo es todo. La información contenida en nuestras células, en las de cualquier especie, requiere de una compleja maquinaria química que controla el funcionamiento de los genes y asd qué gen funciona y cuál no en cada momento. Es lo que se conoce como epigenética. De alguna forma se podría hacer la analogía con una obra literaria: las letras serían el código genético y los signos de puntuación serían la epligenética que permite que el texto sea legible y tenga sentido. Entre las señales que permiten a la epigenética desempeñar esta función se encuentran algunas modificaciones químicas, como la metilación del ADN, que controla cuándo y cómo son activados y desactivados los genes que controlan el desarrollo de nuestro organismo. Y esas son precisamente las alteraciones que han estudiado en el trabajo.

Un algoritmo matemático

Los investigadores llevan tiempo preguntándose si ahora que tenemos la genética, ¿podemos tener también la epigenética? "La respuesta hasta ahora era no", responde Mario Fernández Fraga, director del Laboratorio de Epigenética del Cáncer de la Universidad de Oviedo e investigador del CSIC. Pero eso ha cambiado. Una investigación liderada por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y del Instituto Max Planck y en la que ha participado el equipo de Fernández Fraga acaba de reconstruir el epigenoma tanto del neandertal como del denisovano. 

Los autores del trabajo, recién publicado en la revista 'Science', han diseñado un algoritmo matemático que permite reconstruir cómo se ha deteriorado el epigenoma de ambas especies con el tiempo, lo que ha permitido a los científicos 'dar marcha atrás' con las muestras de las que disponen en la actualidad hasta saber cómo sería ese epigenoma hace 70.000 años.

"La mejor prueba de que el nuevo método funciona es que las conclusiones son muy coherentes con lo que vemos cuando comparamos las especies antiguas con los humanos modernos", explica Fernández Fraga. "A pesar de que hay parte que es muy similar, es cierto que hay diferencias y están en los genes que regulan la formació de los huesos", asegura.

Según la discusión del trabajo científico, esto es consistente con una evolución diferenciada de las estructuras óseas de especies como el neadertal y el humano moderno. Otras afectan a genes relacionados con el sistema cardiovascular o el sistema nervioso, los cuales se han asociado con enfermedades como el Alzheimer o la esquizofrenia. Aunque se desconocen los factores que han dado lugar a esas diferencias, dado que los patrones epigenéticos están influidos tanto por las propias características genéticas como por las condiciones ambientales. "Pero no podemos saber si se deben a una condición inherente del ser humano moderno o se han desencadenado debido al modo de vida que llevamos", asegura Fernández Fraga. "Además, hay que tener en cuenta que ellos vivían muchos menos años que nosotros".
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22 de abril de 2014

Grafeno + Agua Salada = Electricidad

El grafeno es una sustancia formada por carbón puro, compuesta por átomos dispuestos en un patrón regula hexagonal similar al grafito, pero con un grosor de un átomo de espesor y un peso de 0,77 miligramos por metro cuadrado. Puede saber más sobre el grafeno aquí.


Las aplicaciones del grafeno parecen ser ilimitadas, desde ordenadores a cubiertas de edificios, vendajes o componentes electrónicos. Recientemente se ha descubierto que si fluye sobre el grafeno agua salada, el resultado es electricidad.

Los últimos avances científicos en el campo de la energía hidroeléctrica, han ido en la línea de empujar los fluidos iónicos a través de un gradiente de presión. El problema es que los gradientes de presión son complicados de generar, por lo que el proceso no es factible para generar grandes cantidades de electricidad. Pero por el contrario, si se arrastra agua salada sobre grafeno se obtiene electricidad, sin la necesidad de emplear un gradiente de presión.

Al empujar el agua sobre el grafeno, su carga se desequilibra. Los electrones de grafeno son desabsorbidos en un punto y absorbidos en otro, generando electricidad por sí mismo.

La velocidad con la que el agua salada se arrastra sobre el grafeno tiene un impacto directo sobre la generación de la electricidad. Cuanto más rápida se desliza el agua más electricidad se obtiene. Por otra parte si se aumenta el flujo del agua, también se incrementa la energía producida.

Actualmente el proceso se genera a nivel nanométrico, pero el sistema podría ser ampliado para su uso a nivel doméstico o industrial.

Vía | Nature

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Xakata Ciencia

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27 de marzo de 2014

¿Por qué la pasta de dientes con flúor combate las caries?

  • A principios del siglo XX se descubrió el efecto protector del flúor
  • Endurece el esmalte y repara las lesiones producidas por las bacterias

Pasta de dientes con flúor.Lavarse los dientes es un gesto que repetimos tras cada comida como parte esencial de nuestro aseo personal. Esta costumbre retira los restos de alimentos, nos deja el aliento fresco y si la pasta contiene flúor reduce la aparición de caries. Es así porque este elemento químico protege el esmalte dental al hacerlo más duro y resistente a las bacterias.


El esmalte está compuesto en su mayoría por un mineral llamado hidroxiapatita. Es muy duro, pero es soluble en los ambientes ácidos que producen, con sus productos de deshecho, las bacterias que habitan la boca cuando se alimentan de los restos de comida presentes en nuestros dientes, sobre todo de azúcares. En esas condiciones el esmalte de los dientes y las muelas se desmineraliza y aparecen huecos. Esas lesiones son las caries.

El flúor de la pasta de dientes -se incluye como fluoruro sódico, fluoruro estannoso o fluorofosfato sódico- ayuda a remineralizar el esmalte, formando fluoroapatita y cerrando los huecos abiertos por las bacterias.

“Los dientes que han recibido flúor son más redondeados con surcos más suaves que favorecen la eliminación correcta de la película bacteriana”, explica a RTVE.es la doctora Rosario Garcillán Izquierdo, del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM). Además, el flúor frena la actividad de las bacterias e incluso mata algunos tipos sensibles al compuesto.

Esta propiedad beneficiosa del flúor se descubrió a principios del siglo XX. El dentista estadounidense Frederick McKay observó que muchos de sus pacientes que residían y se habían criado en Colorado Springs, presentaban unas manchas marrones en los dientes.

Hasta la llegada de este especialista nadie se había molestado en averiguar las causas del desorden dental. Los lugareños lo achacaban a factores de lo más dispares, como la ingestión de demasiado cerdo, leche de mala calidad o agua demasiado dura.

La dosis hace el veneno

Tras un largo trabajo de investigación, McKay averiguó que las manchas se debían a la alta concentración de flúor de las aguas que bebían los residentes. A la vez, observó que la incidencia de caries era bajísima.

Tras este hallazgo, como es la dosis la que hace el veneno, se iniciaron investigaciones para averiguar la cantidad adecuada de flúor que debían tener las aguas para aprovechar sus beneficios sin sufrir los perjuicios. Hoy en día el límite máximo recomendado de ingesta de fluoruros es de 2 miligramos al día, entre el agua, la dieta y la pasta dentífrica.

Las pastas de dientes para adultos contienen 1.000 partes por millón de flúor. El resto de los componentes de la pasta de dientes son abrasivos (sílice hidratada), blanqueadores (dióxido de titanio), componentes para dar al producto la consistencia de una pasta, saborizantes y aromas para hacer la pasta agradable al consumidor.

Un orificio en la pieza dental hasta tocar el nervio

Las caries empiezan a formarse a los 20 minutos de la ingesta de los alimentos. Al principio el ácido solo estropea el esmalte, pero si no se elimina las bacterias continúan su trabajo destructor en la pieza dental, llegan a la dentina y hacen un orificio por el que acceden a la pulpa, tocan el nervio y provocan un intenso dolor.

Hay dos tipos de caries. Las que se producen en el surco de las muelas y las que se producen entre los dientes. Con el hilo dental y un buen cepillado es posible prevenir estas últimas, pero las que atacan el surco de las muelas son muy difíciles de prevenir, por no decir imposible.

Las últimas investigaciones tienen puestas las esperanzas en un compuesto llamado xilitol para prevenir este tipo de caries. El xilitol es un edulcorante que las bacterias no pueden fermentar y está presente en casi todos los chicles sin azúcar. Así, una vez más la química es la aliada de la humanidad para evitar una de las enfermedades más comunes del planeta.

Lavarse los dientes, una costumbre ancestral
El cuidado de la dentadura es una constante en la historia. Los antiguos egipcios y los persas limpiaban y blanqueaban con tinturas y pinceles su dentadura. Desde la Antigua Roma hasta principios del siglo XX, pasando por la cultura íbera y celta o los pueblos germánicos, se ha usado orina para blanquear la dentadura. Otros remedios que han desfilado por los tocadores y gabinetes médicos de la humanidad son la leche materna, usada en Roma, o la fórmula magistral diseñada por el médico del emperador Claudio, Escribonio Largo, a base de vinagre, miel, sal y cristal machacado. El médico medieval sevillano Avenzoar recomendaba lavar los dientes con agua de llantén y de rosas para conservar su blancura. El médico y botánico toledano musulman Ibn Wadif en el siglo XI aconsejaba una sugerente mezcla hojas de menta, membrillo, melocotón, rosa y tierra jabonera de Toledo.
 Fuente:

26 de marzo de 2014

¿Por qué la lejía blanquea los tejidos?


  • Comenzó a usarse para eliminar manchas en un taller de tapices en el siglo XVIII
  • La lejía fue clave para frenar el contagio de enfermedades a través del agua

La lejía es un producto de limpieza presente en casi todos lo hogares. Sirve para labores de lo más dispares: desinfectar superficies, potabilizar aguas y blanquear la ropa. ¿Cuál es su secreto?

Ropa tendidaLa lejía, agua de lavandina o agua Jane es hipoclorito sódico. La lejía doméstica es una disolución de agua con un 5% de hipoclorito. Es de color transparente amarillo verdoso y desprende un olor a cloro muy característico. Ese mismo olor es el que desprenden las piscinas ya que la cloración es una exigencia en la mayoría de las normativas para mantener libre de gérmenes sus aguas.

La lejía mata microorganismos. Ataca las paredes celulares de las bacterias y terminan muriendo. Lo observó el bacteriólogo alemán Robert Kochal microscopio en el laboratorio en 1881. Por este efecto destructivo de los microorganismos también se usa para potabilizar el agua de consumo humano. Fue el médico inglés John Snow el primero que intentó usar el cloro para desinfectar el abastecimiento de agua de la calle Broad en Londres después de un brote de cólera en 1854. Los resultados fueron buenos y décadas más tarde en 1897 durante un brote de fiebre tifoidea, el médico alemán Sims Woodhead usó una solución de lejía para esterilizar las cañerías de distribución de agua potable en Maidstone, Kent (Inglaterra).

El invento funcionaba y allá donde se usaba desaparecían las enfermedades asociadas a patógenos transmitidos por el agua contaminada, como el cólera, fiebre tifoidea, disentería y hepatitis A. Por ello, poco a poco, la cloración de las aguas se extendió por distintas ciudades del mundo.

Nació en un taller francés de tapices reales

La lejía también sirve para eliminar manchas sobre tela blanca, sea cual sea su origen. Lo consigue porque es un potente oxidante, es decir, captura con avidez electrones.

De manera simplificada el color se produce porque la luz blanca incide sobre un material, los electrones de los átomos de ese material absorben un poco de su energía y devuleven la luz sin esa fracción de energía. Esta luz rebotada ya no será blanca, sino de color. Cada material tiene un color según la energía que sean capaces de absorber sus electrones. La lejía captura los electrones. Al no estar disponibles para absorber energía, la tela rebota todas las radiaciones visibles y se muestra blanca a nuestros ojos.

El efecto decolorante de la lejía lo descubrió el químico del siglo XVIII Claude Louise Berthollet. Fue designado director de la Manufacture des Gobelins, unos afamados talleres reales de fabricación de tapices.
En su afán por mejorar los procesos de blanqueo probó a utilizar una disolución de un elemento que se había descubierto tres décadas antes, el cloro, pero aplicarlo en forma de gas era complicado y tóxico para los trabajadores. En poco tiempo se dio cuenta de que lo ideal era disolverlo en agua. Se instaló en Javel, un pueblo cerca de Paris, donde empezó a fabricar el producto, que bautizó como ‘agua de Javel’. El resultado del invento, ahora llamado lejía, fue magnífico. Tanto que aún hoy seguimos usándolo.

Fuente:

RTVE Ciencia

¿Por qué huele mal el pescado poco fresco?

  • El mal olor lo produce una molécula muy abundante en los peces de agua salada
  • Se puede eliminar añadiendo alimentos ácidos, como limón, vinagre o tomate
pescado 

¿Por qué huele mal el pescado poco fresco?

El olor a pescado podrido es uno de los más característicos y fáciles de identificar en las cocinas y mercados. Es profundo y agudo. Se debe a una molécula muy concreta que producen en especial abundancia los peces de agua salada. Por eso los peces de agua dulce no liberan con tanta intensidad el repugnante aroma.

El agua de los mares y océanos tienen aproximadamente un 3,5% de sal. Los animales que viven en este entorno tienen mecanismos para filtrar la sal y mantener dentro de sus células el nivel de sales minerales disueltas en un 1%, que es el óptimo. Casi todos los animales marinos equilibran la salinidad del agua llenando sus células de aminoácidos y aminas. Algunas de estas sustancias son las que dan a la carne de pescado ese sabor tan suave y delicioso. “El aminoácido glicocola es dulce, el ácido glutamínico en forma de glutamato monosódico es sabroso y umami”, explica el reconocido Harold McGee, químico estadounidense especialista en alimentos.

Hay otras moléculas que también limitan la presencia de sales en el interior de las células de los peces de agua salada, pero que dan un sabor duro y poco agradable, como la urea propia de los tiburones y las rayas, que es ligeramente amarga. Otras no dan sabor, como el óxido de trimetilamina (TMAO) propio de la mayoría de los pescados y que abunda en los de agua salada. Se encuentra en todas las especies de peces de agua de mar en cantidades que pueden alcanzar el 5% del tejido muscular. Esta sustancia es la que más contribuye al olor a pescado pasado.

Pocos minutos tras la muerte del pez muere estas sustancias son descompuestas por las bacterias y enzimas de su cuerpo. El TMAO se transforma en trimetilamina (TMA), un sustancia volátil de olor apestoso. La urea se convierte en amoniaco, de olor profundo y desagradable. A estas dos sustancias se suman las resultantes de la rápida degradación que sufren las grasas insaturadas típicas del pescado (el aceite) una vez muerto. El mismo aire las ataca y descompone con facilidad y da lugar a sustancias con olor rancio o a queso.

A pesar de lo profundo del olor de la TMA, es fácil de eliminar. Se acumula en la superficie del pescado y se puede retirar lavándolo con agua. Otro truco es añadir alimentos ácidos, como limón, vinagre o tomate, que al reaccionar con las moléculas de TMA limita su volatilidad y evita que lleguen a nuestras fosas nasales.

Carne blanca y suave

Además de la velocidad de descomposición la carne del pescado se diferencia de la de los animales terrestres en el color. Un filete de vaca es color rojo sin embargo, la del pescado suele ser blanca. La respuesta está en las fibras que componen los distintos músculos.

Los músculos de los animales terrestres están diseñados para caminar en suelo firme y en el aire y los de los pescados para moverse flotando en el agua. Para moverse con eficacia en tierra los animales necesitan proporcionar al músculo energía constantemente. Por eso son tienen abundantes fibras de contracción lenta, especializadas en aportar energía a largo plazo. Esta fibras son rojas porque tienen mioglobina cargada de oxígeno por eso la carne de animal terrestre suele ser roja. Los peces no requieren tanta energía constante para desplazarse por el agua porque flotan y se dejan llevar por las corrientes. Ellos necesitan mucha energía en ciertas ocasiones puntuales, para huir por ejemplo del ataque de un depredador o evitar una corriente adversa. Las fibras blancas de contracción rápida son perfectas para aportar mucha energía de golpe para ejecutar movimientos ocasionales muy potentes.

Hay peces, como los atunes o los salmones, que tienen carne rosa. Son fibras blancas modificadas para hacer un trabajo intermedio entre los dos comentados. Estos peces por su modo de vida requieren músculos que aporten energía con más constancia que el resto de los peces. Sus fibras rosas tienen más pigmentos que acumulan oxígeno.

Blanca, rosa o roja, la carne de estos animales, bien conservada y cocinada es una delicia para cualquier paladar.

Fuente:

RTVE Ciencia


26 de febrero de 2014

Convirtiendo la orina en fertilizantes


Orina

La orina contiene fósforo y nitrógeno, valiosos fertilizantes.

Es posible que la orina no sea el más agradable de los "productos" humanos, pero puede ser nutritivo para las plantas.

De hecho, puede ser un recurso barato e ilimitado para una agricultura sostenible.
Aunque su uso como fertilizante no es nuevo, un proyecto de recuperación de la orina en Vermont, Estados Unidos, busca promover un cambio en la manera en que pensamos en los desechos humanos.

Prueba de uso de orina como fertilizante

 Las franjas de césped más verdes muestran el efecto de la orina como fertilizante en Battleboro.

"Reciclamos orina en nuestro proyecto por dos razones, una es por los fertilizantes que produce, que son valiosos para la agricultura, y la otra es por la contaminación que evita", explica a BBC Mundo Abe Noe-Hays, director de investigación del Rich Earth Institute.

"La orina es muy alta en fósforo y nitrógeno, y esas cosas en el agua son serios contaminantes, hacen que crezcan las algas en los ríos, y eso puede matar peces y destruir ecosistemas acuáticos".

"La orina contiene 85-90% del nitrógeno de los desechos humanos y alrededor de dos tercios del fósforo, y las heces sólo tienen el resto", dice Noe-Hays.

Pero por otra parte, el fósforo -que producen pocos países en el mundo- es fundamental para la agricultura y no tiene un sustituto.

Por eso, dice Noe-Hays, si se recolecta la orina antes de que llegue a las plantas de tratamiento se evita que estos nutrientes contaminen el agua y a la vez se está recuperando gran parte del fósforo de la agricultura sin tener que reemplazarlo. La idea es crear un ciclo renovable, que no llegue al océano.

Fácil y seguro

Planta de tratamniento de agua

En las plantas de tratamiento de aguas residuales se eliminan los patógenos, pero el fósforo requiere recursos especiales.

En la localidad de Brattleboro, el proyecto de Rich Earth Institute ha conseguido recolectar y reciclar 3.000 galones (unos 11.300 litros) de orina en 2013 gracias a los donantes locales y esperan aumentar a 5.000 el año que viene, según reporta la revista National Geographic.

Pero además, la iniciativa trabaja con la organización no gubernamental Sustainable Harvest International en proyectos de desarrollo en países como Nicaragua, Belice y Panamá para apoyar a los campesinos locales con recursos sostenibles, y la recuperación de la orina es uno de ellos.

Según Noe-Hays, es fácil y seguro, ya que el riesgo microbiológico es muy bajo y es un recurso económico para los pequeños agricultores.

Las bacterias suelen sobrevivir muy poco tiempo fuera del cuerpo humano, por eso basta con almacenar el líquido durante un tiempo razonable, de entre uno a seis meses, para obtener un producto fertilizante inofensivo.

Otra opción para sanear la orina es la pausterización, pero requiere algo más de equipamiento tecnológico.
Pero si alguien lo quiere hacer en casa, dice Noa-Hays, lo mejor -en base a un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) - es simplemente esperar un mes entre la fertilización con la orina y la cosecha.

Fuente:

BBC Ciencia
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