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25 de junio de 2016

¿Cuántos olores podemos identificar?

Cuando en pleno agosto viajamos en un metro atestado seguramente pensaremos que somos capaces de identificar muchos olores distintos, variopintos matices del olor corporal de nuestros amigos los seres humanos con cierta alergia a la ducha diaria. Sin embargo, incluso en condiciones normales, el olfato es capaz de identificar muchos más olores de lo que se creía. 

Es lo que se desubrió en el año 2014 por parte de Caroline Bushdid y su equipo de colaboradores trabajando con sujetos a los que les pidieron que diferenciaran entre cócteles químicos diversos pero con aromas muy simlares. Lo que descubrieron es que el ser humano era capaz de identificar más de 10.000 olores, como se había pensado tradicionalmente.

En el estudio se llegó a estimar que el número de olores que el ser humano podía identificar se elevaba hasta la cifra de un billón. Es una cifra enorme, así que algunos científicos han puesto en entredicho esta conclusión, sobre todo en lo tocante a la extrapolación realizada mediante cálculos matemáticos. 

Sea como fuere, el sentido del olfato parece mucho más poderoso de lo que se creía, y que la cifra de 10.000 olores, obtenida en la década de 1920, hoy en día ya se ha quedado corta. En comparación, se estima que el número de colores que somos capaces de distinguir va de 2,3 a 7,5 millones, y que el número de tonos audibles se acerca a los 340.000.

Vía | PsychologyToday

Tomado de:

Xakata Ciencia

5 de octubre de 2015

¿Los músicos son capaces de ver la música?

Hay quienes tienen más desarrollado el sentido del olfato o del tacto, muchos de ellos incluso deciden abocarse a una profesión donde puedan explotar dicha sensibilidad. La realidad es que todos asociamos los eventos de nuestra vida a lo que vamos advirtiendo sensorialmente, esto es, a lo que comemos, observamos, escuchamos, olemos y sentimos; una canción nos puede llevar a cierto momento de la niñez o a recuperar algún estado de ánimo. Así, en gran medida generamos un recuento de lo que nos ocurre de acuerdo a la experiencia sensorial que nos queda impresa en la memoria.

Un estudio reciente determinó que ciertos músicos son capaces no solo de tener una interpretación sonora del mundo, sino que hasta pueden observar una sintonía mientras aprecian el panorama de la realidad que se les va presentando. Al respecto, Randolph Blake, profesor de la Universidad de Vanderbilt y quien dirigió el estudio, observa:

Nuestra mente es muy eficiente al ponernos en contacto con objetos y eventos en nuestro ambiente visual, incluso es tan buena que el proceso parece automático y sin necesidad de esfuerzo. De hecho, la mente está continuamente operando como un perspicaz detective que utiliza pistas para descifrar qué es lo sucede.

Un ejemplo de percepción influenciada de manera bisensorial (dos sensaciones simultáneas) es cuando la ilusión visual se ve influenciada por el sonido: cuando una persona ve un disparo de luz acompañado de un par de pitidos, la persona percibe dos disparos de luz, no solo uno.

¿Qué es lo que precisamente sucede con los músicos? ¿Acaso son seres que pueden desentrañar la realidad mientras van interpretando musicalmente lo vivido?


El descubrimiento del profesor Blake y sus colegas sobre cómo las notas musicales pueden afectar lo que vemos fue reportado en el estudio, titulado “Los sonidos melódicos abrillantan la conciencia de notas musicales congruentes, pero solo si te es posible leer música” (“Melodic sound enhances visual awareness of congruent musical notes, but only if you can read music), Blake es coautor del estudio junto con Chai-Youn Kim y dos estudiantes de la Universidad de Corea en Seúl, Minyoung Lee y Sujin Kim. 

your-brain-music-turn-mri-scan-into-music-video.w654Los investigadores citados recurrieron a una clásica prueba llamada rivalidad binocular, la cual le presenta al cerebro dos imágenes incompatibles (una por cada ojo), creando un conflicto visual en donde la mente no puede concentrarse en una sola, ya que a cada segundo la percepción fluctúa hacia la otra imagen y de regreso.

Por una parte a los participantes se les presentó una serie de contornos movibles, y por otra, una partitura musical en desplazamiento, mientras la prueba se trataba de que presionaran un botón al ver los contornos, y otro botón al ver la partitura. Tal como se esperaba, la percepción cambiaba de un momento a otro, con cada imagen siendo dominante por el mismo período de tiempo.

A continuación los investigadores tocaron una melodía en los audífonos de cada participante mientras realizaban la tarea; cuando escucharon la música, los participantes reportaron que tenían tendencia a pasar más tiempo viendo la partitura que los contornos en movimiento.

Para los participantes que no eran músicos no importaba si la melodía se emparentaba con la partitura que observaban, pero las personas que podían leer música expresaron que veían la partitura por un período de tiempo mayor si esta resultaba idéntica a la melodía que estaban escuchando.

Lo que esto implica, según los investigadores, es que si el cerebro tiene información simbólica abstracta como el lenguaje de las partituras musicales la utiliza para interpretar el entorno, sin embargo esto solo sucede cuando una persona tiene dicha noción almacenada en su conciencia.

Entonces suponemos que si un músico va caminando por las calles mientras escucha alguna canción en sus audífonos quizás va observando notas musicales trepadas en los autos, edificios o debajo de las banquetas, realizando un paseo en el discurrir de una partitura que aparece en el escenario al cual se va integrando.


Tomdo de:

Pijama Surf

28 de julio de 2015

¿Cuál es el ser vivo con el olfato más poderoso?

Revelan que el genoma de los elefantes africanos contiene cerca de 2.000 genes receptores olfativos (OR), el mayor número registrado hasta la fecha.


Además de ser el animal terrestre más grande, el elefante africano también puede presumir de poseer el olfato más poderoso de todos los seres vivos.

Esa es la conclusión que se desprende de un estudio publicado en Genome Research por investigadores japoneses.

Para realizar este estudio, los científicos compararon los genes receptores olfativos (encargados de detectar los olores en el medio ambiente) de los elefantes con el de otros 13 mamíferos, entre ellos caballos, conejos, conejillos de indias, vacas y chimpancés.

Tras obtener los resultados, se comprobó que los elefantes (con 1948 receptores olfativos) disponen de un olfato cinco veces más desarrollado que el de los seres humanos (386), más del doble que el de los perros (811), y mucho más que el de los que ostentaban el anterior récord: las ratas (1.207).

"Las funciones de estos genes no se conocen bien, pero probablemente son importantes para las condiciones de vida de los elefantes africanos -asegura el investigador principal, Yoshihito Niimura.

Por el contrario, los seres humanos, junto con sus parientes primates, tienen muchos menos genes olfativos en comparación con el resto de especies examinadas. Posiblemente, esto se deba a la disminución de su dependencia del olfato a medida que mejoró su agudeza visual.

"Comparar los repertorios de los genes OR entre los mamíferos nos permite conocer las similitudes y diferencias en la percepción olfativa, ampliando nuestra comprensión sobre el sentido del olfato en los humanos", concluye Niimura.

Otro dato curioso que se extrae del estudio es que las 13 especies estudiadas sólo tienen tres genes olfativos en común.

Fuente:

QUO

11 de agosto de 2014

Por qué los perros se huelen el trasero



Hocico de perro


Todos los perros lo hacen: olfatear el trasero de otro can es lo más normal del mundo.

Pero, ¿por qué lo hacen?
Aunque parezca una pregunta muy simple, la respuesta no lo es tanto, y es, incluso, más interesante de lo que parece.

El secreto, tal como asegura la Sociedad Química de Estados Unidos (ACR, por sus siglas en inglés) en un video educativo, está en la química.

Los perros tienen, como es sabido, un olfato muy desarrollado. Tanto, que se estima que es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que el olfato humano.

Y cuando dirigen sus hocicos al trasero de otro perro, lo que hacen es recolectar un montón de información sobre el otro animal, desde lo que come hasta su género o su estado emocional.

Es algo así como conversar a través de la química. De hecho, este es solo un ejemplo entre muchos de comunicación química en el reino animal.


Perros oliéndose el trasero

Una forma de compleja comunicación química.

Diálogo de secreciones

En 1975, el científico George Preti, experto en feromonas y olores humanos del Centro Monell de Química de los Sentidos, estudió las secreciones anales de perros y coyotes e identificó los componentes principales de las secreciones que producen las glándulas alojadas en dos pequeñas bolsas llamadas sacos anales.

Este lenguaje químico, observó Preti, está compuesto de trimetilamina y varios ácidos grasos volátiles, y el aroma puede cambiar de acuerdo a la genética y el sistema inmunológico del animal.

Pero además, lo interesante es saber cómo hacen los perros para percibir y procesar este "mensaje" químico.

Los canes, explican los expertos de la ACR, tienen un sistema olfativo auxiliar llamado órgano de Jacobson o vomeronasal.

Diseñado específicamente para la comunicación química, este órgano tiene sus propios nervios que se comunican directamente con el cerebro.

Por lo tanto, no hay interferencias de otros olores y el órgano de Jacobson puede dedicarse sin distracciones a leer las "tarjetas de presentación" químicas de sus amigos perros.

Otros expertos en mensajes olorosos

Los canes no son los únicos que se comunican con olores. La naturaleza ofrece numerosos ejemplos, aquí te contamos una selección de los más curiosos:

El perfumista:


Murciélago de sacos

El murciélago de sacos combina secreciones para crear aromas. 

El murciélago de sacos es un experto en el arte de la comunicación química que no solo segrega sino que mezcla aromas para atraer hembras.

Estos animales viven en colonias divididas en harenes, cada uno con un macho y varias hembras. Los machos marcan su dominio territorial con secreciones de una pequeña glándula llamada gular ubicada debajo de la barbilla.

Pero para cortejar a las damas, no basta con un solo olor: hace falta una mezcla de esta secreción con otras producidas por sus genitales y orina, que los machos preparan cuidadosamente cada día dentro de unos sacos especiales que tienen en sus alas, tal como explica Jason Goldman, de BBC Future.

Aunque el resultado puede resultar hediondo para el olfato humano, el "perfume" de estos murciélagos requiere un complejo proceso que luego, gracias a un oportuno batir de alas frente a la hembra, emanará para seducirla.

El antílope negro y su poderoso afrodisíaco:


Antílope negro

Los antílopes se comunican con el olor de sus lágrimas y excrementos.

Este mamífero que habita en la India, Pakistán y Nepal, tiene un método curioso, y sin duda oloroso, para atraer la atención de las hembras.

Además del aroma segregado por sus glándulas lagrimales en época de celo, los machos comunican sus intenciones con sus excrementos.

En lugar de perseguir a las hembras, los antílopes producen un buen montón de heces y las esperan rodeados de este peculiar olor afrodisíaco, una estrategia que fue registrada por BBC Nature.

El arma aromática del lémur de cola anillada:


Lémur de cola anillada

Los lémures de cola anillada se baten en "combates" de olores.

Estos primates de la isla de Madagascar tienen una extraña forma de pelear por el territorio: los machos se restriegan la cola con unas pequeñas glándulas que tienen en las muñecas y luego la agitan para desparramar el aroma.

Es despliegue suele bastar para marcar la jerarquía, aunque a veces no se puede evitar el combate cuerpo a cuerpo.

Además, sacudir la cola "perfumada" también sirve para atraer hembras, según explica BBC Nature.

Fuente:

BBC Ciencia

13 de abril de 2014

El olfato humano podría distinguir cerca de un billón de olores

Hasta el momento los científicos sostenían que solo podía diferenciar 10.000 aromas.

Investigadores del Laboratorio de Neurogenética de la Universidad de Rockefeller, de Nueva York, publicaron un trabajo en la revista “Science”, en donde sostienen que el olfato del ser humano puede distinguir al menos un billón de diferentes olores, dejando a la luz una nueva maravilla del cerebro humano.

Para dar con este resultado, estos científicos reunieron a 26 personas a un experimento en donde los sometieron a diversas combinaciones complejas de 128 moléculas odorantes, la mayoría de ellas eran muy desagradables y extrañas.

A los participantes se les solicitó encontrar, en estas combinaciones, 264 comparaciones con olores conocidos. Esto permitió determinar que un ser humano es capaz de distinguir cerca de un billón de olores.

Según los científicos, el ser humano habría utilizado su olfato con mayor frecuencia en el pasado; sin embargo, el uso de refrigerantes y el higiene personal habrían dificultado el desarrollo de este.
 Fuente:

26 de marzo de 2014

¿Por qué huele mal el pescado poco fresco?

  • El mal olor lo produce una molécula muy abundante en los peces de agua salada
  • Se puede eliminar añadiendo alimentos ácidos, como limón, vinagre o tomate
pescado 

¿Por qué huele mal el pescado poco fresco?

El olor a pescado podrido es uno de los más característicos y fáciles de identificar en las cocinas y mercados. Es profundo y agudo. Se debe a una molécula muy concreta que producen en especial abundancia los peces de agua salada. Por eso los peces de agua dulce no liberan con tanta intensidad el repugnante aroma.

El agua de los mares y océanos tienen aproximadamente un 3,5% de sal. Los animales que viven en este entorno tienen mecanismos para filtrar la sal y mantener dentro de sus células el nivel de sales minerales disueltas en un 1%, que es el óptimo. Casi todos los animales marinos equilibran la salinidad del agua llenando sus células de aminoácidos y aminas. Algunas de estas sustancias son las que dan a la carne de pescado ese sabor tan suave y delicioso. “El aminoácido glicocola es dulce, el ácido glutamínico en forma de glutamato monosódico es sabroso y umami”, explica el reconocido Harold McGee, químico estadounidense especialista en alimentos.

Hay otras moléculas que también limitan la presencia de sales en el interior de las células de los peces de agua salada, pero que dan un sabor duro y poco agradable, como la urea propia de los tiburones y las rayas, que es ligeramente amarga. Otras no dan sabor, como el óxido de trimetilamina (TMAO) propio de la mayoría de los pescados y que abunda en los de agua salada. Se encuentra en todas las especies de peces de agua de mar en cantidades que pueden alcanzar el 5% del tejido muscular. Esta sustancia es la que más contribuye al olor a pescado pasado.

Pocos minutos tras la muerte del pez muere estas sustancias son descompuestas por las bacterias y enzimas de su cuerpo. El TMAO se transforma en trimetilamina (TMA), un sustancia volátil de olor apestoso. La urea se convierte en amoniaco, de olor profundo y desagradable. A estas dos sustancias se suman las resultantes de la rápida degradación que sufren las grasas insaturadas típicas del pescado (el aceite) una vez muerto. El mismo aire las ataca y descompone con facilidad y da lugar a sustancias con olor rancio o a queso.

A pesar de lo profundo del olor de la TMA, es fácil de eliminar. Se acumula en la superficie del pescado y se puede retirar lavándolo con agua. Otro truco es añadir alimentos ácidos, como limón, vinagre o tomate, que al reaccionar con las moléculas de TMA limita su volatilidad y evita que lleguen a nuestras fosas nasales.

Carne blanca y suave

Además de la velocidad de descomposición la carne del pescado se diferencia de la de los animales terrestres en el color. Un filete de vaca es color rojo sin embargo, la del pescado suele ser blanca. La respuesta está en las fibras que componen los distintos músculos.

Los músculos de los animales terrestres están diseñados para caminar en suelo firme y en el aire y los de los pescados para moverse flotando en el agua. Para moverse con eficacia en tierra los animales necesitan proporcionar al músculo energía constantemente. Por eso son tienen abundantes fibras de contracción lenta, especializadas en aportar energía a largo plazo. Esta fibras son rojas porque tienen mioglobina cargada de oxígeno por eso la carne de animal terrestre suele ser roja. Los peces no requieren tanta energía constante para desplazarse por el agua porque flotan y se dejan llevar por las corrientes. Ellos necesitan mucha energía en ciertas ocasiones puntuales, para huir por ejemplo del ataque de un depredador o evitar una corriente adversa. Las fibras blancas de contracción rápida son perfectas para aportar mucha energía de golpe para ejecutar movimientos ocasionales muy potentes.

Hay peces, como los atunes o los salmones, que tienen carne rosa. Son fibras blancas modificadas para hacer un trabajo intermedio entre los dos comentados. Estos peces por su modo de vida requieren músculos que aporten energía con más constancia que el resto de los peces. Sus fibras rosas tienen más pigmentos que acumulan oxígeno.

Blanca, rosa o roja, la carne de estos animales, bien conservada y cocinada es una delicia para cualquier paladar.

Fuente:

RTVE Ciencia


30 de septiembre de 2013

¿Cuáles son los 10 olores básicos que reconoce el olfato?


Nariz

Según el estudio, hay solo dos categorías de olores nauseabundos: podrido y acre.

Diez categorías agrupan los miles de aromas que podemos percibir con el olfato.

Eso al menos es lo que afirman los científicos estadounidenses responsables de un estudio científico publicado en la revista especializada PLOS One.
Jason Castro, de la Universidad de Bates, y Chakra Chennubhotla, de la Universidad de Pittsburgh, utilizaron una técnica computarizada para desgranar olores hasta su esencia más básica.

Y para ello realizaron un análisis estadísitico y matemático de una base de datos de descripciones olfativas.

Tras analizar 144 olores, llegaron a la conclusión de que las percepciones olfativas pueden clasificarse en diez categorías mínimas:
  • Fragante o floral
  • Leñoso o resinoso
  • Frutal (no cítrico)
  • Químico
  • Mentolado o refrescante
  • Dulce
  • Quemado o ahumado (como las palomitas de maíz)
  • Cítrico
  • Podrido
  • Acre o rancio

Una mezcla compleja

"Tenemos estas 10 categorías porque reflejan características importantes sobre lo que hay en el mundo: peligro, alimento, etc.", explica Castro.
"Tenemos estas 10 categorías porque reflejan características importantes sobre lo que hay en el mundo: peligro, alimento, etc."

Jason Castro, investigador de la Universidad de Bates, Estados Unidos

"Si conoces estas categorías, puedes comenzar a pensar en construir olores".

"No hemos resuelto el problema que supone predecir un olor en base a su estructura química, pero esperamos lograrlo", agrega el investigador.

Según Castro, sería interesante comenzar a probar la teoría con aromas más complejos, como perfumes y otros olores cotidianos.

En realidad, dice, es probable que cualquier olor natural sea una mezcla compleja, una combinación de las 10 diferentes categorías.

"En los años 50 un científico llamado John Amoore propuso una teoría que incluía siete categorías olfativas basadas en el tamaño y la forma molecular", cuenta el experto Tim Jacob, de la Universidad de Cardiff, en conversación con la BBC.

La teoría fue finalmente fue retirada "ante el regocijo de su rival R.W. Moncrieff, quien dijo que 'no tenía mucha evidencia sólida para sostenerla', por una serie de dificultades que se presentaron en el camino, pero estimuló muchas reflexiones útiles", según explicó el científico.

"Estoy seguro", dice Jacob, "que el estudio de Castro propiciará muchas ideas útiles".

Fuente:

BBC Ciencia

24 de mayo de 2013

¿Por qué los libros viejos tienen ese olor característico?



Es agradable el olor de los libros.

¿Quién no ha acercado la nariz para disfrutar de ese olor mezcla de tinta y papel? No hay lector habitual que no disfrute de ese placentero olor.


Pero… un libro nuevo huele a nuevo, y un libro viejo huele a viejo. ¿Por qué? ¿No es acaso el mismo papel?

El olor de los libros viene dado por varios factores, entre ellos la tinta y el papel, pero principalmente por el papel y, concretamente, por la lignina que contiene.

La lignina es el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal, responsable de la estructura leñosa de los tallos. Gracias a la lignina los troncos de los árboles se mantienen firmes y erguidos y pueden alcanzar las elevadas alturas que alcanzan.

Con el paso del tiempo la lignina se oxida, por lo que las hojas amarillean y desprenden más olor.

El olor es resultado de cientos de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles procedentes de los procesos de degradación del papel y la oxidación de su lignina. Depende tanto de la composición del papel como del entorno en el que el libro ha envejecido

Y, ciertamente, es un olor inconfundible. ¿O no?

Nota sabionda: En la actualidad el papel de los libros tiene poca lignina, ya que utilizan papel libre de ácidos, para que las hojas permanezcan blancas por más tiempo.

Fuente:

Saber Curioso

19 de abril de 2013

La ciencia del sabor

  • El sentido del gusto ha sido poco explorado científicamente
  • La industria alimentaria mueve millones
  • La tecnología accede al paladar
El gusto no es elegante. Pertenece más bien a los bajos instintos. La vista o el oído han sido profusamente estudiados y modelados por la ciencia y la tecnología. Recientemente el sentido del gusto ha empezado a atraer a la tecnología de los ordenadores.

Alimentarse es esencial para los seres vivos. Los animales estamos dotados del sentido del gusto de forma que nos acercamos a las sustancias que son buenas para nosotros y nos alejamos de las malas. Unas tiene buen sabor y las otras repugnan.

La vista es un sentido muy complejo y muy estudiado. Formular un modelo matemático y una simulación por ordenador de un sistema visual atrae a cualquier programador. Otros sentidos como la audición corren igual suerte. Pero el gusto y el olfato están olvidados por la ciencia. Aunque no por la industria.

El gusto y el olfato son sentidos químicos. Detectan sustancias químicas que se encuentran a nuestro alrededor o que nos llevamos a la boca. El gusto se percibe por las papilas gustativas que se encuentran en la boca. El olfato por neuronas olfatorias situadas en la nariz.

Tenemos papilas gustativas que detectan tan solo cuatro sabores: amargo, dulce, ácido y salado. Sin embargo distinguimos muchos más sabores. Aunque en realidad, más que sabores son olores. Al masticar y tragar, se desprenden múltiples olores que son detectados por el olfato. Resulta sin embargo que estos olores no se perciben en la nariz sino en la boca y no en forma de olor sino de sabor. Se cree que podemos distinguir miles de olores distintos. Un componente adicional es el tacto. La textura es esencial en los alimentos y así distinguimos algo duro o esponjoso o crujiente.

La expresión del gusto y el olfato en el cerebro es limitada. Otros sentidos tienen una representación mucho mayor en la corteza cerebral. Los sentidos químicos por el contrario se representan en zonas más profundas y antiguas del cerebro y están muy cercanos a los centros emocionales. Una característica del olfato es que es uno de los pocos lugares donde se crean neuronas toda la vida mientras que en el resto del sistema nervioso no se crean mas neuronas a partir de la primera infancia.

Este mundo antiguo y primitivo de los sabores y los olores es, además de vital, objeto de atención de la tecnología y la ciencia desde hace poco.

Sin olvidarnos de la industria. El negocio de los perfumes lleva siglos en marcha. La comida es esencial y resiste cualquier crisis. La producción, conservación, elaboración y distribución de los alimentos es un negocio que nunca acabará mientras existan humanos. Y en todos esos pasos se ha aplicado la ciencia. Quizá la elaboración sea el campo más reciente. Infinidad de productos precocinados están en las tiendas de alimentación. Hace unos años existían solo las sopas y poco más. Hoy hay decenas de nuevos productos.

La comida es fuente de noticias permanente. Por ejemplo en relación a la dieta. Comer bien, barato y sano está en el foco de muchas informaciones y noticias científicas. Hay incluso quien considera que no es necesario comer alimentos y ha fabricado un brebaje con lo necesario para subsistir. Pese a los enormes controles sanitarios, los fraudes alimentarios son constantes, como el de la carne de caballo.

¿Distinguimos los ingredientes de la la comida? ¿Somos unos excelentes gourmets? ¿Y el vino? Muchas personas se consideran expertas. Pero hay mucho de ficción y una auténtica cata a ciegas deja en evidencia a los mejores sumiller.

Pero si algo ha triunfado son las recetas por Internet. Cientos de páginas con miles de recetas pueblan la web y están entre las más visitadas. Además, muchas de ellas contienen vídeos con la forma de preparar la "receta de la abuela".

Hace unos meses IBM publicó sus 5 predicciones para los próximos 5 años. Esta vez estaban dedicadas a los sentidos. Respecto del gusto se decía:
Los ordenadores sabrán descomponer la química de los sabores y encontrar su conexión con la psicología del placer que nos lleva a consumirlos. Entonces podremos conseguir nuevas combinaciones hasta ahora inexploradas. Y más importante aún, conseguirán que la comida más saludable sea la más apetitosa mejorando los hábitos de alimentación del mundo. La comida es algo tan serio que los ordenadores van a tener que ocuparse de ella.
El caso es que la carrera ya ha empezado. James Briscione es un chef que trabaja codo con codo con un ordenador que le sugiere los mejores ingredientes para nuevos e innovadores platos. El objetivo no es almacenar el conocimiento existente, sino crear algo nuevo. La mezcla de sabores que maneja alcanza los millones de combinaciones. Desde luego muchas son detestables. El truco está en combinar la química y la psicología del sabor para averiguar qué combinación es placentera. Debe de ser un programa que aprende con los juicios de los comensales. Además debe de usar información no estructurada ya que hay que decirle cosas tan ambiguas como rico, amargo, soso o extraño referidas al sabor. Por lo pronto parte de 20.000 recetas para empezar. El sistema no solo no es perfecto sino que carece de elementos básicos como la forma de preparación, la presentación, la cocción...

El gusto es química y ambos son ciencia. La tecnología ha llegado para innovar la cocina. Quizá pronto además del horno, la vitrocerámica, el frigorífico o la olla presión, tengamos una ayuda adicional en los fogones. Puede que la próxima gran cocinera sea una máquina.

Fuente:

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19 de marzo de 2013

Franklin, y el olor a pedo y a orina



Benjamin Franklin, además de haber pasado a formar parte del imaginario popular como el hombre que hizo ascender una cometa en mitad de una tormenta, también era un tipo bastante irónico. Hasta el punto de que escribió una carta “A la Real Academia de los Pedos” a fin de proponer a los científicos que encontraran alguna forma de que dejara de ser incómodo tirarse ventosidades en público:

Descubrir alguna sustancia saludable y no desagradable, para mezclar con nuestros alimentos comunes, o salsas, que haga que las descargas naturales de ventosidades de nuestro cuerpo sea no sólo inofensiva, sino agradable.
Franklin estaría contento de descubrir hoy en día pueden medirse los olores de los pedos, como os expliqué en Midiendo el olor de una flatulencia.

En esa misma carta, Franklin mostraba idéntica preocupación acerca del olor de la orina:
Comer unos pocos espárragos conferirá a nuestra orina un olor desagradable; y una píldora de trementina de tamaño no superior a un guisante, le conferirá el agradable aroma de las violetas.
Lo cierto es que el consumo de espárragos sí influye en el olor de la orina, aunque no en todos los casos (aproximadamente pasa en la mitad de la población, por cuestiones genéticas). Ello se debe a la descomposición en el cuerpo de una sustancia química presente en los espárragos (que se cree que es el ácido asparagúsico), lo que produce metil mercaptano y otros compuestos que contienen azufre.

Fuente:

FayerWayer

13 de marzo de 2013

Ya vienen: Las computadoras ¡con cinco sentidos!

Videos de la IBM donde explican cómo las computadoras tendrán vista, gusto, tacto, oído y olfato.

Video de Introducción:



Puede ver los cinco videos traducidos al español (un video por cada sentido) en El País (España)

7 de febrero de 2013

Los salmones emplean campos geomagnéticos para regresar a casa

Salmón

Los salmones recorren miles de kilómetros para regresar al lugar en el que nacieron.

Científicos estadounidense aseguran haber resuelto el misterio de cómo los salmones logran localizar, tras navegar miles de kilómetros en mar abierto, el río en el que nacieron y al que van a morir.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Oregón dicen haber comprobado que estos peces memorizan los campos magnéticos de la Tierra, lo que les permite encontrar el lugar en el que salieron al mar.

Una vez localizado el río, se guiarían por el sentido del olfato para encontrar el lugar exacto en el que nacieron y al que van a desovar y morir.


Fuente:

BBC Ciencia

30 de noviembre de 2012

Las decisiones económicas se toman mejor en un idioma extranjero



comprarEl olor a abeto navideño o el aroma de galletas recién cocinadas son estrategias empleadas por los comerciantes para empujar a los consumidores a comprar cuando se acerca la Navidad. Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington (EEUU) ha llevado a cabo un estudio para comprobar científicamente qué tipo de olor nos incita al consumo.

Los resultados de la investigación, que se publica en la revista Journal of Retailing, revelan que los olores más sencillos, aunque no sean tan buenos como otros más complejos, son los que más nos empujan a comprar sin medida. Para comprobarlo crearon dos tipos de fragancias: un perfume muy simple con olor a naranja, y otro que mezclaba la naranja con albahaca y té verde. Los científicos compararon las compras realizadas en una casa de decoraciones en función de la fragancia que se respirara en el ambiente: el perfume sencillo, el complejo, y en ausencia absoluta de olores. Efectivamente, cuando el aire contenía el aroma más sencillo, el volumen de compras era significativamente mayor que en el resto de casos.

Además, los investigadores realizaron una serie de experimentos en los que varios estudiantes universitarios debían resolver problemas en distintas condiciones de olor. Los resultados mostraron que los participantes resolvían más problemas y en menos tiempo cuando el olor del aire era sencillo que cuando este era complejo o no existía ningún olor en el ambiente. "El aroma simple", explican los científicos, "ha contribuido a aumentar la facilidad con la que uno puede procesar cognitivamente una señal olfativa". 


Esta investigación hace necesario que los comerciantes se replanteen cómo un olor afecta a los clientes. "La conclusión es que un olor agradable no es necesariamente un olor eficaz", afirman.

Fuente:

Muy Interesante

28 de noviembre de 2012

Sorprendente: 5 Tendencias en la Evolución Humana

Cuando se habla de evolución humana, vaya uno a saber por qué, pero la gente tiende a pensar enseguida en cómo vamos a ser en el futuro. ¿Hacia dónde nos llevará la evolución? La respuesta simple, rápida, y científica es que no se sabe, ya que la evolución es azarosa. Pero lo cierto es que hay algunas tendencias en la evolución humana que se ha comprobado que vienen afectando a nuestra especie durante miles o millones de años, y que seguirán actuando. Así es que si bien la futurología no se lleva bien con la evolución, estas tendencias observables nos permiten acercarnos un poco. 

El futuro de la raza humana es un tópico constante de la literatura de ciencia ficción, y se ha vuelto popular entre algunos filósofos evolucionistas a los que les gusta especular científicamente sobre el tema. Por lo general suelen errar por mucho, imaginando humanos cabezones, con súper cerebros, y súper inteligencia; otros  dicen que la evolución ha dejado de actuar sobre nosotros, ya que, mediante la tecnología y la cultura hemos tomado las riendas de nuestra propia evolución. A veces prestan atención a las tendencias reales que se pueden observar en la evolución humana y las llevan a los extremos. Pero nosotros no haremos futurología, sino que exploraremos cinco de esas tendencias en la evolución humana, ese camino que venimos siguiendo como especie desde hace millones o miles de años, dependiendo del caso. 

evolución humana

1-Nuestro cerebro se está achicando

Empezamos tirando abajo el mito del humano de cerebro gigante del futuro, ya que, es un hecho comprobado que durante las últimas decenas de miles de años, el cerebro se ha ido achicando en el Homo sapiens. Si estudiamos a los fósiles desde el primer humano, el Homo habilis, podremos ver que desde ellos hasta image nuestra especie, la tendencia evolutiva fue hacia un aumento en el tamaño del cerebro. Pero alcanzamos un pico hace unos cien mil años, momento en que el cerebro llegó a el máximo de tamaño, tanto en nuestra especie, como en nuestros parientes los Neandertales

Habiendo dicho esto, queda en claro que la evolución no ha dejado de actuar sobre nosotros. Hay evidencias de que no sólo no dejamos de estar sometidos a la selección natural, sino que estamos evolucionando cada vez más rápido. Una de esas evidencias, es el análisis de cráneos y de nuestros genes, que indican que durante los últimos 10 mil años el cerebro humano se ha achicado, al menos una media de unos 150 centímetros cúbicos. Para que nos demos una idea, la media actual es de unos 1350 centímetros cúbicos, para el tamaño cerebral. En el pasado, teníamos al menos un diez por ciento más de tamaño promedio. ¿Esto implica que nos estamos haciendo más estúpidos? Para nada, el tamaño del cerebro no sólo tiene que ver con la inteligencia. Se cree que tal vez la sociedad sedentaria que caracterizó al ser humano durante los últimos 10 mil años, con el desarrollo de la agricultura, ha favorecido una adaptación a cerebros más chicos. Si sopesamos que el cerebro es un terrible consumidor de energía, entonces es claro que la selección natural actuará para reducirlo, si no lo necesitamos tan grande. Y por lo que se viene descubriendo, su gran tamaño no sólo tenía que ver con la inteligencia, sino con nuestra adaptación a ser una especie muy activa, y corredora.

2-Estamos perdiendo el olfato

image El ser humano es un primate, y como todos los primates, nos hemos distanciado del resto de los mamíferos no sólo por nuestro gran cerebro, sino por haber primado el sentido de la vista, dejando un tanto de lado el olfato. Esta es una tendencia evolutiva que se puede observar en los últimos 55 millones de años de historia de los primates. En las demás especies de primates, como chimpancés y gorilas, no se ha observado que la tendencia a dejar de lado el olfato siga, pero en nuestro caso sí. De los más o menos mil genes destinados al olfato que hemos heredado de nuestros antepasados comunes con el resto de los mamíferos, al menos unos 300 han quedado disfuncionales por mutaciones que han alterado su estructura más allá de cualquier reparación posible, según se ha podido descubrir cuando los genetistas lograron decodificar nuestro genoma completo. Por eso es que un perro tiene una capacidad olfativa un millón de veces superior a la nuestra. Un estudio reciente, publicado en Molecular phylogenetics and evolution, indica que esta tendencia sigue activa, por lo que, con cada generación, nuestro olfato irá empeorando.

3-Se nos achica la boca

Los chimpancés y los gorilas son nuestros parientes evolutivos más cercanos. Son primates como nosotros, pero nos separa una adaptación a un medio totalmente distinta. Ellos son principalmente vegetarianos, nosotros somos omnívoros, es decir, comemos cualquier cosa. Un gorila puede chimpancé pasar gran parte de su día masticando con sus grandes dientes moledores de hojas, y su inmensa bocota, para poder guardar lo máximo posible mientras se mastica bien, ya que sino no podrá digerir la celulosa vegetal. Semejante animalote, requiere muchas calorías, lo que significan muchos vegetales. El último antepasado común que tuvimos con ellos se cree que vivió hace unos 7 millones de años. Nuestra línea evolutiva se separó cuando una especie de primate por esa época comenzó a caminar en dos patas. Hace 3 millones de años vivían en África los australopitecos, nuestros antepasados homínidos. Ellos caminaban en dos patas, pero tenían una alimentación parecida a la de los chimpancés. Grandes dientes moledores, bocas grandes, lo que indica que comían frutos, tubérculos, y otros vegetales. 

Pero con la aparición de los primeros humanos, especialmente con los Homo erectus, hace unos 1,5 millones de años, se inició una tendencia evolutiva hacia la disminución del tamaño de la boca, y de los dientes. Fue una adaptación al nuevo tipo de alimento que predominaba en la dieta de aquellos humanos, que fue la carne. Esa carne proporcionaba más calorías, y al parecer también ya dominaban el fuego, y tal vez la cocina, por lo que cada vez se tuvo que masticar menos para conseguir más calorías. Nuestro gran cerebro se transformó en un terrible demandante de calorías, así que una alimentación más eficiente era bienvenida. Por eso, tener una boca grande, ya no era una ventaja, ni tampoco los dientes grandes. Con la cocción de los alimentos, y la llegada de la agricultura, nuestra boca se ha ido achicando cada vez más. Los dientes también están en una tendencia pro achique, pero al parecer más lenta, lo que produce que cada vez haya más gente que necesite ortodoncia. Esta tendencia nos lleva hacia la que sigue en la lista.

4-Perderemos la muela de juicio

Los mamíferos se separaron de los reptiles hace unos 200 millones de años, y su principal adaptación al medio fueron los dientes. Estos se volvieron especializados, para muela de juiciorealizar diferentes trabajo y poder hacer más eficiente la alimentación. Incisivos para cortar y arrancar, premolares para morder, y molares para masticar y moler. Como veíamos antes, en los primates predominó una adaptación a comer frutos blandos y duros, por lo que esta especialización también era buena. Pero en nuestra especie las muelas moledoras ya dejaron de tener mucha importancia, porque comenzó a comer carne y a cocinar sus alimentos, así que no hacía falta masticar durante horas y horas, por lo que hacer crecer muchos molares se transformó en una gasto excesivo de energía. La selección natural está actuando actualmente contra la llamada muela de juicio, el tercer molar. En las épocas prehistóricas, la muela de juicio salía cuando la persona ya se había desarrollado por completo, es decir cuando se consideraba adulta para una sociedad cazadora recolectora, más o menos a los 16 años. 

Actualmente se ha retrasado su aparición, y en muchos casos ya ni siquiera aparecen o sólo sale uno de los cuatro terceros molares. Como la boca se ha achicado mucho, ya no hay espacio para ese tercer molar, así es que por lo general es una causa de infecciones, problemas de ortodoncia, dolores, etc. En poblaciones como los aborígenes de Tasmania o los pobladores originarios de México, las muelas de juicio desaparecieron por completo, se cree que relacionado a un gen llamado PAX9. La tendencia en el resto de los humanos es a perder este diente vestigial.

5-Desaparecerán las razas

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El concepto antropológico de raza se relaciona con las gran variedad que tiene el Homo sapiens, una especie muy flexible y fácilmente adaptable. Hace dos millones de años, cuando los Homo erectus evolucionaron en África, se adaptó a un ambiente de sabana, con pocos árboles, y mucho sol. Como era una especie corredora, perdió el pelaje característico de los primates como una adaptación a refrigerar mejor el cuerpo, con glándulas sudoríparas por casi toda la piel. Ese pelaje solía proteger la piel del sol, pero otra adaptación tomó la posta de protegernos de los dañinos rayos ultravioleta: la pigmentación de la piel. Así es que los primeros humanos eran de piel negra. Pero a cuando comenzaron a colonizar otras regiones de latitudes más altas, como Europa o Asia, la piel oscura era una contra para una eficiente síntesis de la vitamina B, tan importante para nuestro sistema inmunológico, y que se logra gracias a esos rayos ultravioleta sobre la piel. El asunto es que en latitudes más altas, hay menos de estos rayos UV, y tener una piel oscura significa que cuesta diez veces más sintetizar la vitamina B. Así fue que se volvió a la piel pálida que caracteriza a otros primates como los chimpancés, ya que al no ser tan dañinos los rayos UV, en esas latitudes, no se necesitaba una pigmentación oscura de la piel. 

Así fue que surgieron diversas adaptaciones climáticas, como la forma de la nariz, del cabello, etc. Pero desde la era de la Exploración, que comenzó hace unos 500 años, las culturas humanas alrededor del mundo no dejan de cruzarse, y mezclarse. Esas migraciones forzadas o no, llevaron a diversas poblaciones a mudarse a regiones totalmente diferentes a las que los habían cobijado durante siglos. Hoy en día existen diversos problemas de salud relacionados con personas de piel oscura viviendo en latitudes altas, con pocos rayos UV, y también de gente con piel clara viviendo en zonas ecuatoriales, con alta radiación solar. Pero la tendencia es hacia la mezcla total, por la globalización. Algunos expertos, como Peter Ward, creen que desaparecerán los extremos, con una población de cabello marrón y media estatura, desapareciendo los rubios, los ojos celestes, los pelirrojos, y los colores de piel muy claros o muy oscuros. 

Esta última tendencia, es más especulativa, ya que es algo que ha ocurrido en apenas los últimos siglos, o décadas, por lo que todavía es imposible ver en nuestros genes si efectivamente la selección natural está actuando. La evolución humana ha intrigado a cientos de científicos desde que Darwin nos arrojó del pedestal y nos unió al resto de los animales, afectados por la evolución. El hecho de que hayamos cambiado tanto, que estemos cambiando, y lo sigamos haciendo es intrigante, llama a la especulación. Pero la forma en que actúa la evolución es azarosa y dependiente de cómo evolucione el entorno, el ecosistema, así que sin saber cómo estará el planeta en el futuro, o siquiera si seguiremos estando en este planeta, es casi imposible hacer futurología.

Para más información también puede leer mi libro Modelo para armar.


Tomado de:

Sinapsit

31 de octubre de 2012

¿Puede olerse el miedo?

¿Puede olerse el miedo?Que los animales olisquean el pavor de una presa o de un congénere es algo que los zoólogos han constado, aunque aún desconocen qué efluvios corporales informan sobre esta circunstancia. En la universidad, por ejemplo, los profesores de Biología saben que las ratas reaccionan de forma distinta cuando son sacrificadas por ellos o por los alumnos noveles, que muestran miedo y ansiedad. El sistema olfativo de las ratas, así como el de otros mamíferos, que está muchísimo más desarrollado que el nuestro, captaría los "restos" de hormonas liberadas durante el estrés.

Este detector del pánico podría existir también en el ser humano, aunque sería
menos sensible. De este modo opina Denise Chen, psicóloga de la Universidad Rice de Houston, en EE UU. Chen y su equipo sometieron a un grupo de voluntarios a una primera prueba en la que, durante una sesión de películas de terror, recogieron con gasas el sudor de sus axilas. En una segunda fase, los conejillos de indias debían responder a una serie de preguntas mientras olfateaban aleatoriamente las gasas impregnadas en el humor axilar con otras humedecidas en otros aromas. El resultado fue que las respuestas eran más rápidas y efectivas bajo el efecto del hedor a miedo.


Fuente:

12 de octubre de 2012

Los perros bien desayunados buscan mejor

Perro

El estudio determinó que los perros buscan de forma más precisa media hora después de haberse alimentado que aquellos que no lo hicieron.

Desayunar incrementa la precisión en la capacidad de búsqueda en los perros, de acuerdo a un nuevo estudio.

Investigadores de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos) probaron el rendimiento de perros entrenados tras alimentarse por la mañana o después de ayunar. 
 
El estudio determinó que los canes buscan de forma más precisa media hora después de haberse alimentado que aquellos que no lo hicieron.
Los resultados de la investigación realizada por la Dra. Holly Miller y su colega Charlotte Bender fueron publicados recientemente en la revista Behavioural Processes.

Los estudios que demuestran que los niños tienen un mejor rendimiento en ejercicios cognitivos tras haber tomado el desayuno llevaron a la Dra. Miller a "preguntarse si el desayuno también mejoraría el rendimiento de los perros".

Así que las autoras de la investigación probaron la precisión de perros domesticados (Canis familiaris) para encontrar comida escondida.

Para asegurarse de que todos los perros habían agotado sus niveles de energía antes de la prueba, debían exhibir autocontrol durante diez minutos en un ejercicio de "sit and stay" (sentarse y quedarse quieto).

Un estudio previo realizado por la Dra. Miller demostró que el esfuerzo de autocontrol reduce los niveles de energía de los perros, así como su capacidad para realizar ciertas tareas.
"El hallazgo clave aquí es bastante simple: el desayuno puede ayudar al rendimiento de los perros"
Dra. Holly Miller

A los perros se les mostró un manjar que luego fue escondido en uno de seis contenedores. Los que habían tomado desayuno media hora antes llegaron al objetivo con más precisión que los que no habían comido durante 12 horas.

"El hallazgo clave aquí es bastante simple: el desayuno puede ayudar al rendimiento de los perros", le dijo a la BBC la Dra. Miller.

Pero, ¿se aplica lo mismo para sus parientes salvajes, como lobos, coyotes y chacales?

"Aquí es donde se pone un poco complicado", dijo la investigadora.

Una dieta bien balanceada

Cuando "los perros comen una dieta rica en hidratos de carbono (como un perro domesticado ), sus cerebros son más dependientes de la glucosa y se ven más afectados por las fluctuaciones en los niveles de glucosa", explicó Miller.

Pero con una dieta basada en carne de animales cazados, donde el nivel de carbohidratos es bajo pero el contenido de grasa es alto, el cerebro cambia a su fuente de combustible secundaria de cuerpos cetónicos en lugar de la preferida glucosa.
"Cuando tienen hambre se vuelven menos capaces de controlar su comportamiento y esto podría ser por qué, cuando están hambrientos, son mucho más peligrosos e impredecibles"
Dra. Holly Miller

"Si estos animales están consumiendo una dieta natural, que no fue hurgada en la basura, probablemente están en un estado de cetosis donde la energía para los procesos neuronales no fluctúa mucho", dijo Miller.

Esto significa que una pequeña comida por sí sola no puede tener un gran efecto en la resolución de problemas y puede hacer a los "lobos y coyotes menos impulsivos y más cautelosos".

"Cuando tienen hambre –agrega– se vuelven menos capaces de controlar su comportamiento y esto podría ser porque, cuando están hambrientos, son mucho más peligrosos e impredecibles".

Fuente:

BBC Ciencia

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10 de septiembre de 2012

¿Qué es la anosmia?

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No es necesario tener conocimientos científicos para saber la importancia que tienen los sentidos para nuestra vida. Toda la realidad que percibimos llega a nosotros a través de estas vías y si alguna de ellas falla, esto afecta las rutinas diarias, sean las fisiológicas o las sociales.

Lamentablemente existe una enfermedad llamada anosmia que consiste precisamente en la pérdida o disminución del olfato. Las personas que padecen esta condición médica también tienen problemas con el gusto, pues ambos sentidos están muy relacionados.

¿Quieres saber un poco más de esta deficiencia? Hoy te mostraremos cuáles son las causas de la anosmia, cómo se manifiesta y con qué otros trastornos está relacionada.

Factores que provocan la pérdida del olfato

La anosmia es un trastorno que puede ser causado por diversos factores:
  • Congestión nasal: producto de un resfriado fuerte, alergias frecuentes, sinusitis crónica o una mala calidad del aire que se respira.
  • Pólipos nasales: pequeños crecimientos de origen benigno que aparecen en la nariz y que bloquean las vías nasales.
  • Lesiones en los nervios nasales y del olfato: producto de intervenciones quirúrgicas o traumas en la cabeza.
  • Exposición continuada a productos químicos tóxicos: pesticidas, disolventes, productos de limpieza, humo de cigarro, etc.
  • Abuso de medicamentos: antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos, calmantes, entre otros.
  • Adicción a las drogas: cocaína, crack, etc.
  • Vejez: cuando envejecemos los sentidos suelen tender a una disminución, especialmente el olfato que merma después de los 60 años.
  • Ciertas enfermedades: esclerosis múltiples, Alzheimer, Parkinson, trastornos hormonales, etc.
  • Radiación: producto del tratamiento del cáncer de cabeza y cuello.
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Síntomas de la anosmia y tratamientos a seguir

El síntoma más obvio y determinante de que una persona padece anosmia es la pérdida de la capacidad de oler, pero también puede manifestarse primeramente un cambio en la forma en que huelen las cosas, aquellas que le son familiares comienzan a no tener olor alguno.
Si ha sido solo una oclusión temporal, debido a un catarro o alergia, la deficiencia desaparecerá en breve, mas si después de una o dos semanas el problema persiste, es aconsejable visitar al doctor pues puede ser una señal de algo más severo.

La anosmia producto de un catarro se resuelve usando descongestionantes que abren las fosas nasales y favorecen la respiración. Por lo general la curación es a corto plazo, a menos que haya una infección mayor de algún germen y, en ese caso, el especialista indica el antibiótico correspondiente.

Si la causa es la existencia de pólipos, el tratamiento a seguir es la cirugía, mediante la cual se extirpan las formaciones no cancerígenas y se elimina la obstrucción. La recuperación del olfato es entonces inminente.

Los pacientes fumadores deben dejar el hábito, en muchos casos redescubren nuevos sabores que habían perdido como consecuencia de la anosmia, y por ello suben de peso.

Los alérgicos, por su parte, reciben tratamiento para reducir las infecciones crónicas de sus vías respiratorias. Es frecuente el uso de los corticosteroides para tratar esta afección.

Lamentablemente la anosmia no siempre es tratable. Es el caso de las afectaciones de los centros nerviosos relativos al sistema nasal o las deficiencias de la vejez. Sin embargo, se pueden tomar medidas para que estas personas mantengan una mejor calidad de vida y estén seguras, como son los detectores de incendios o alarmas de humo.

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Condiciones médicas asociadas a la anosmia

Hay una serie de enfermedades que están relacionadas con la falta del sentido del olfato, entre las que se encuentran:
  • Hiperosmia: sentido del olfato extremadamente sensible.
  • Parosmia: mala interpretación de los olores, lo que hace que se sienta desagradable un aroma neutral o bueno, o su contrario.
  • Fantosmia: especie de alucinación olfativa, las personas detectan olores inexistentes.
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Como ocurre con cualquier otra condición médica, un buen conocimiento de lo qué es la anosmia y cuáles son sus causas, nos puede ayudar a detectar temprano cualquier alteración de nuestro olfato y recibir a tiempo el tratamiento adecuado.

Fuente:

Ojo Científico
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