La aplicación de este software podría ayudar a mejorar la creación de vacunas, medicinas y combustibles alternativos, además de limpiar desechos químicos.
La inteligencia artificial tiene sus
límites: la de las máquinas mismas y las de nuestras limitaciones para
adecuar software a los complicados procesos de toma de decisión en
ambientes de cambio constante. Pero “crear” inteligencia artificial es
comparativamente sencillo si se piensa en la extrema complejidad de
construir un animal.
El doctor Stephen Larson es el cofundador y coordinador del proyecto OpenWorm,
donde un ambicioso equipo tratará de crear una versión digital de un
gusano nematodo, uno de los organismos más básicos que existen, y según
Larson (neurólogo de profesión), también uno de los que la biología sabe
más: su nombre científico es C. elegans, y cuenta con
alrededor de mil células, las cuales han sido mapeadas, “incluyendo un
pequeño cerebro de 302 neuronas y su red compuesta de más o menos 5,500
conexiones.”
Algunos patógenos y ADN virtuales con
capacidad para reproducirse han sido emulados con éxito en entornos
electrónicos, pero el reto de Larson y su equipo será el de conformar un
organismo digital que se comporte como uno físico. A decir de Larson,
“al final del día la biología debe obedecer las leyes de la física.
Nuestro proyecto es simular en lo posible la física −o la biofísica− del C. elegans y compararlo con medidas de gusanos reales.”
La aplicación de este software podría
ayudar a mejorar la creación de vacunas, medicinas y combustibles
alternativos, además de limpiar desechos químicos, así como para crear
entornos de realidad virtual mucho más comprensivos.
Una campaña de Kickstarter comenzará
el 19 de abril para reunir fondos. Lo interesante es que OpenWorm
estará disponible siempre como plataforma de acceso abierto para
estimular la investigación y la curiosidad del modelo nematodo una vez
concluido, lo que naturalmente nos pone un paso más cerca de la
proverbial creación de organismos digitales de mayor complejidad.
Después de todo, un esclavo no desea la libertad, sino tener un esclavo propio.
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