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13 de diciembre de 2012

¿Por qué necesitamos pensar de manera científica?



Los bonobos viven una vida de despreocupación, copulan varias veces al día, y no hacen otra cosa más que disfrutar, como parece hacen las vacas en una ladera cubierta de hierba. Ambos grupos de animales viven hoy exactamente igual que lo hacían hace un millón de años. Cotillear, comer, copular, dormir, morir: ¿Qué más podemos querer? ¿Por qué no nos contentamos con una vida animal?

Esa vida deriva de su indiferencia ante la muerte.  En la vida humana la muerte de los seres queridos nos apabulla, nos fuerza a pensar.  Nuestros antepasados cazadores-recolectores llevaban, sin la menor duda, una vida individual mejor que los esclavos de las plantaciones de los estados del sur de los EEUU, o que los obreros de las primeras fábricas textiles de Manchester, en el siglo XIX.  Podíamos haber seguido como cazadores-recolectores, como los bonobos o las vacas. ¿Por qué no?

La agricultura forzó a hombres y mujeres a trabajar 12 horas al día, a vivir abigarrados en chozas con malas condiciones higiénicas, a dejar de ver amaneceres y anocheceres, a olvidar la esencia de la vida. Con la aparición de las ciudades vino la aparición de los reyes y los prelados, de los recaudadores de impuestos y de los sumos sacerdotes.

¿Cual es el progreso?¿Representó ayer  la agricultura y representan hoy la industria, la sociedad de la información,  un progreso en la vida material del ser humano individual?

La noción de progreso solo tiene sentido en el contexto social, que forzosamente incluye la historia: Solo tiene sentido si consideramos toda la sociedad de hoy y la de ayer y mañana: En las 4 dimensiones de la física: Las tres del espacio y la del tiempo.  Con este sentido el ser humano aceptó la agricultura porque era una clase novedosa de seguro de vida, un acceso al welfare-state. Aceptó la tiranía de reyes, sumos sacerdotes, dogmas e impuestos. Todo a cambio de una cierta garantía de supervivencia para él y sus familias y descendientes. Ya que la muerte individual es inevitable, se trataba de garantizar de algún modo la supervivencia de familia y grupo, ahora y a lo largo del tiempo.

Aquí, y solo aquí, aparece el concepto de 'progreso'.  El progreso no tiene nada que ver con la idea (difícil de especificar) de felicidad. El concepto de felicidad es ambiguo. En Madrid (y en Hamburgo otro, por las mismas fechas) había un hombre, con dinero, que vivía con 30 perros en medio del bulevar de Reina Victoria, esencialmente feliz. Este hombre, sin embargo, no podía garantizar la supervivencia de sus perros o de los cachorros que parían las perras del grupo.

Ni la sociedad humana ni sus miembros buscan, realmente, la felicidad, sino otras muchas cosas. Si hay breves instantes de aquella, bienvenida sea. Pero es un by-product, un añadido, no el objetivo de los seres humanos.

Aquí es donde aparece la noción de progreso. ¿Vive mejor hoy una familia que tiene la garantía de que todos los hijos sobrevivirán los 14 años? ¿Vive mejor un grupo de personas que puede conocer lo que hacen otras, ahora, o lo que han hecho antes? ¿Una persona o un grupo de personas que pueden conocer como funciona el mundo en el que viven, incluida en ese mundo su propia sociedad?

La vida sin conocimiento puede, quizás, proporcionar el olvido individual, el nirvana que preconiza el budismo más ortodoxo, la aniquilación de la mente, pero no proporciona ninguna herramienta para la vida social. Para esta vida necesitamos conocer, saber, cuanto más mejor, en todos los aspectos: La realidad, los sueños, la imaginación, la abstracción que significa todo arte y toda ciencia, y el placer que nos proporcionan, a veces, nuestros sentidos.

La ciencia es un forma de ver el mundo, incluidos nuestros propios pensamientos. La ciencia no son gadgets, no son aparatos, no son logros intelectuales, con serlo. La ciencia es un modo mental, una forma de enfocar lo que vemos (oímos, tocamos, gustamos, olemos) para tratar de entender el mundo. Su carácter esencial es su permanente evolución, su permanente cambio que va en contra de todo dogmatismo y de cualquier esquema final.

El ser humano tiene desde siempre miedo a cambiar, aunque ha sido el cambio lo que nos ha hecho sobrevivir cada vez mejor.  Pensar de manera científica, con curiosidad inagotable y con crítica incansable es una forma de empujar a la sociedad hacia ese progreso que la sociedad busca de manera constante.

Frente al dogma que dice 'Así es', la ciencia se pregunta constantemente '¿Por qué tiene que ser así? ¿No puede ser de otro modo? '  Es esa pregunta la que llevó a plantar los granos de los cereales, a buscar cómo caen los graves, a entender los límites de la energía, a las máquinas y hoy a la información.

Individualmente no hay duda de que vivimos sobre poco más o menos igual de felices que hace 100000 años. Socialmente tampoco hay duda de que vivimos inmensamente mejor que entonces.

¿Debemos seguir los dogmas o necesitamos desarrollar el pensamiento científico?

Fuente:

Blog "Clima" de El Mundo

19 de noviembre de 2012

¿Cuál será nuestro legado como civilización?

Rocas terrestres
rocas terrestres
  • Las rocas se forman principalmente de minerales
  • Forman la corteza sólida de la Tierra
  • clic Hay tres tipos básicos de roca: sedimentaria, metamórfica e ígnea
  • Los fósiles se forman de los restos de plantas y animales incrustados en rocas
  • El ciclo de las rocas, impulsado por procesos como la erosión y la compresión, mueve continuamente el material rocoso entre los tres tipos




La cantidad de animales de granja aumenta sus probabilidades de ser fósiles en el futuro.
El impacto de la humanidad en la Tierra es tan grande y variado que hemos creado un nuevo periodo geológico en la historia del planeta. Se llama el Antropoceno o la época humana.
Las emisiones de combustibles fósiles, el cambio climático, la agricultura, la acelerada extinción de las especies, la polución química y las megaciudades se expresarán de varias maneras en los sedimentos de los mares, lagunas y ríos de nuestros tiempos, dicen los científicos.

En millones de años, estas capas de sedimento compactas serán rocas de arenisca, lutita y caliza.¿Pero qué rastros de la civilización humana podrían encontrar los científicos del futuro en los estratos del Antropoceno?

Gran número de huesos

Un elemento del registro fósil que estamos creando para el estrato base del Antropoceno es que es diferente a cualquier transición geológica pasada.

En millones de años, los paleontólogos probablemente excavarán un gran número de huesos de mamíferos de tamaño medio.

Pueden pensar que casi todos los fósiles son de un pequeño grupo de especies. Y sus huesos están en todos los continentes excepto Antártida.

Sus descubrimientos serán muestras de nuestras vacas, ovejas, cabras y cerdos que hemos seleccionado, transportado y criado para alimentar a los siete mil millones de humanos.

fósiles

Fósiles como estos se encuentran por doquier hoy en día.
Es importante considerar la demografía animal en un mundo altamente agrícola, dice Jan Zalasiewicz: "En vez de tener un ecosistema natural terrestre que consiste en 200 o 300 especies vertebradas, donde todas coexisten y son moderadamente comunes, nosotros y las criaturas que tenemos explotaron de repente como poblaciones".

Nuestro ganado actual representa alrededor del 60% del peso de todos los animales vertebrados en la superficie terrestre. La masa de todas las personas corresponde a otro 30%. El restante 9% o 10% corresponde a todas las criaturas salvajes.

Las probabilidades de que un animal terrestre cualquiera sea fosilizado son extremadamente pobres. La mayoría de los fósiles se originan en el mar. Pero como hay tantas criaturas domesticadas, sus probabilidades de una posteridad geológica son mejores que las de la mayoría.

Es cierto que tratamos de mantenerlas sanas y salvas hasta que llega la hora de comerlas.
Y cuando terminamos con ellas, muchos de los restos se botan o se procesan, dice el ecologista agrícola Earle Ellis, de la Universidad de Maryland, en el condado de Baltimore.

La predominancia de los animales del campo y la extinción de las especies salvajes no son fenómenos inconexos. Hemos convertido grandes extensiones de hábitat natural como bosques en tierras de pastoreo o campos en los que sembramos cultivos para el alimento animal.

Además están todas las tierras de labranza en las que sembramos para nosotros mismos. Alrededor del 40% de la superficie terrestre del planeta libre de hielo está siendo utilizada para la agricultura.

Hay una rama de la paleontología dedicada a la palinología o al estudio del polen fósil. En un millón de años, sus practicantes observarán las muestras de sedimentos del Antropoceno en sus microscopios.

Probablemente verán una gran cantidad de granos de polen de maíz, trigo, soya y canola, en comparación con otras especies de plantas.

¿Capas de huesos?

Dado el éxito numérico de nuestra especie, es probable que algunos de nosotros terminemos siendo fósiles.

No habrá tantos como para reflejar la actual población de siete mil millones, ni los muchos más que ayudaron a llegar a ese número. Los restos de la mayoría de personas son cremados o enterrados en hoyos en los que nuestros huesos terminan convertidos en polvo.

Sin embargo, podrían encontrarse campos ricos para cazar fósiles de homo sapiens en el futuro en los estratos nacientes que se están formando en lugares como la costa del Canal de la Mancha y el delta del Mekong.

Además de huesos de vacas y polen de los cultivos de maíz, la agricultura moderna dejará otro tipo de rastro omnipresente en sedimentos del Antropoceno.

Se trata de un rastro químico que sobresaldrá en ojos de los futuros analistas geoquímicos tanto como el iridio que los geólogos de hoy utilizan para demarcar el final de la era de los dinosaurios.

El equivalente del iridio en el Antropoceno es el nitrógeno, aunque habrá otros candidatos que los expertos geoquímicos del futuro podrán identificar como la marca química de la llegada de una nueva era.

En todo el mundo, desde mediados del siglo XX, los sedimentos se han enriquecido en nitrógeno "reactivo" (óxidos de nitrógeno y compuestos de amoníaco). Esto ha sido causado por el hombre y domina el ciclo global de nitrógeno de la naturaleza.

Según Alex Wolfe, un científico en la Universidad de Alberta, Edmonton, "pasamos de un planeta en el que el nitrógeno era escaso a un planeta inundado literalmente de nitrógeno, y esto (ha pasado) en un periodo de apenas unas cuantas décadas".

La culpa es de la producción sintética de fertilizantes y la quema de combustibles fósiles.

Nitrógeno liberado

mapa del nitrógeno

El equivalente del iridio en el Antropoceno es el nitrógeno.

El nitrógeno es de lejos el elemento más abundante en la atmósfera terrestre, pero buena parte permanece distante en una forma en la que los seres vivientes no la pueden usar.

En el comienzo del siglo XX, el químico alemán Fritz Haber inventó una técnica para convertir el nitrógeno atmosférico en amoníaco.

La producción subsiguiente de miles de millones de toneladas de fertilizantes sintéticos de nitrógeno ha llenado los ecosistemas terrestres y acuáticos con nitrógeno reactivo y apoyado la explosión poblacional de este siglo.

Un aumento similar de nitrógeno reactivo se ha creado como subproducto de la combustión del carbón, petróleo y gas natural.

Incluso los lugares más remotos se ven afectados por todo este nitrógeno liberado. Wolfe y sus colegas han analizado químicamente las capas de sedimentos en el fondo de los lagos en zonas altas alpinas y en el Ártico.

Los primeros uno o dos centímetros de los depósitos de los lagos están enriquecidos en compuestos de nitrógeno. Este nitrógeno también tiene la huella isotópica del nitrógeno derivado de los procesos inorgánicos de la producción de fertilizantes y la quema de combustibles fósiles.

"Creo firmemente que si regresan las generaciones futuras de geólogos, definitivamente identificarán estas características como penetrantes en el sentido geológico", dice Wolfe.

Fuente:

BBC Ciencia 


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Los insectos que casi exterminan a la Humanidad

Xavier Sistach, autor del libro 'Insectos y hecatombes'. | Santi Cogolludo
Xavier Sistach, autor del libro 'Insectos y hecatombes'. | Santi Cogolludo
Hubo una época en la que Xavier Sistach salía a menudo a cazar mariposas. Luego dejó de hacerlo porque dejó de sentirse a gusto sacrificando especies por puro coleccionismo. Pese a que hace tiempo que no sale a 'cazar', su pasión por los insectos sigue intacta. Sistach, entomólogo aficionado y profesional del mundo del libro, está decidido a convertirse en un riguroso divulgador de todo lo que relacione los insectos con el ser humano. De ahí que acabe de publicar 'Insectos y hecatombes' (RBA), un exhaustivo viaje a través de la historia de las dos grandes epidemias de la historia: la peste y el tifus.

Causadas por la pulga y el piojo (infectados por bacterias), llevaron a la Humanidad a lo más cerca que ha estado jamás de su extinción como especie (allá por el siglo XIV, cuando la peste negra mató a 25 millones de personas). Pero de eso ellas no tienen ni idea. Lo único que intentan, una vez infectadas, es calmar su hambre, buscando un nuevo huésped. Y siempre, históricamente, el que han tenido más cerca es el hombre. Después de la rata, claro.

"Durante mucho tiempo, de hecho, hasta principios del siglo XX, cuando se descubrió que eran pulgas y piojos quienes transmitían los patógenos que causaban la enfermedad, se pensaba que epidemias como el tifus y la peste eran castigos divinos", explica Sistach. Es decir, que había mandatarios que consideraban que Dios estaba castigándoles por sus pecados destruyendo sus pueblos. "No se sabía de dónde salía, ni por qué empezaba ni por qué, al cabo de un tiempo, parecía desaparecer. De ahí que creyeran que sólo podía ser Dios", dice. "Pero Dios no castiga a nadie, es el ser humano quien ha provocado las guerras, las hambrunas y la miseria, el entorno ideal para la proliferación de estos insectos", añade.

Insectos que, a su manera, "han jugado un importante papel en la configuración de la geografía europea", puesto que, explica el experto, "cuando una zona quedaba por completo despoblada, anulaba cualquier estrategia del gobierno en cuestión", y la dejaba en manos del enemigo.

El principio del fin

Interesado en aunar el hecho histórico (la batalla que enfrentó al ejército de Napoleón a los rusos y en la que los soldados acabaron enfermando y muriendo de tifus) y epistemología, Sistach alumbra los momentos en los que ambas pandemias atacaron con mayor voracidad a la humanidad y analiza, paso a paso, cada uno de los descubrimientos que se hicieron a nivel científico. Es decir, de creer que el mismísimo Dios elegía a los futuros enfermos a descubrir que algo tan pequeño como una pulga podía suponer el principio del fin. "Me interesa cómo una cosa afecta a la otra. Porque afecta. Si la malaria no estuviese tan extendida en África, sus países habrían podido crecer mucho más", dice.

Hablando de la malaria, Sistach piensa dedicarle su próximo ensayo. A ella y al otro centenar de enfermedades que pueden transmitir los insectos. "La malaria es la que más me fascina. Porque todo son contradicciones. Por cada solución surge un nuevo problema. El mosquito que la transmite ha creado resistencia a los insecticidas y el patógeno ha creado resistencia a la medicación. Desde los años 40, se han creado 30 tipos distintos de medicamentos. No se puede luchar contra ella. La razón es que es la más antigua de todas. Tiene más de 50.000 años. Por eso también es la más resistente", cuenta.

Chinches y tifus

Sistach tiene una colección de más de 20.000 insectos, entre ellos, las raras chinches que encontró en Ecuador y que provocaron la reacción química más extraña que el entomólogo, con estudios de Biología y especialista en Historia Natural Antigua de los insectos, ha visto jamás. "Los metí en el bote de cianuro potásico que suelo utilizar y empezó a salir humo. Mucho humo. Fue espectacular", recuerda Sistach. Dice que algún día tratará de clasificarlos. Porque el mundo de los insectos sigue siendo un misterio.

"Actualmente hay alrededor de un millón de insectos clasificados, pero se sabe que hay entre 20 y 30 millones pendientes de clasificar. Cuando se tala un árbol en la selva, se están matando a cientos de especies únicas, propias del microclima del árbol que acaba de talarse y de ningún otro más", explica.

Hablando de misterios, y volviendo al tema patológico, el origen de la peste en Europa sigue siendo un misterio. "En 1907 se demostró que la pulga de la rata de la India era la que había contagiado la enfermedad a los millones de personas que murieron en Asia y Rusia, pero para los brotes europeos se ha hablado de la posibilidad de que fuese otro tipo de rata, pero aún no está claro, sigue siendo un misterio", asegura Sistach.

Pese a ello, hoy en día "es un problema menor" porque "aunque no hay vacuna, existe un tratamiento con antibiótico", y la mortandad del tifus apenas alcanza el 2%. Eso sí, señala el entomólogo, "el hecho de que creamos vivir en un lugar seguro, en ciudades a salvo de gérmenes, siempre estamos en riesgo, porque la naturaleza se abre camino y nos encuentra más indefensos de lo que deberíamos". Y luego está el problema de la superpoblación. "Ninguna de estas epidemias lo habría sido sin una gran concentración de personas. La superpoblación también es un riesgo en caso de contagio", concluye.

Fuente:

El Mundo Ciencia

14 de octubre de 2012

Los mercaderes detrás del aumento de precios de los alimentos

ÍNDICE GLOBAL DEL HAMBRE 2012

Mujer africana
 
El Índice Global del Hambre (GHI, por sus siglas en inglés), difundido este jueves, tiene en cuenta la proporción de la población malnutrida, la prevalencia de menores de 5 años con bajo peso y la proporción de mortandad entre estos niños.

Los cinco países con mayor GHI en el mundo son:
  • Burundi: 37,1
  • Eritrea: 34,4
  • Haití: 30,8
  • Etiopía: 28,7
  • Chad: 28,3
Los cinco en América Latina y el Caribe:
  • Haití: 30,8
  • Guatemala: 12,7
  • Bolivia: 12,3
  • República Dominicana:10
  • Ecuador: 7,5
Tres naciones latinoamericanas figuran entre las diez que más han disminuido el hambre en los últimos 20 años (en porcentaje de reducción del GHI):
  • México: -62%
  • Nicaragua: -59%
  • Perú: -59%
Fuente: Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias

Mercado de alimentos en India

La inversión financiera-especulativa control el 60% de los mercados de alimentos.

La alarma se encendió en julio cuando el precio mundial de los alimentos registró un abrupto incremento del 10% luego de tres meses de relativa calma. Las cosas no han mejorado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en septiembre volvieron a subir, esta vez, un 1,4%.

Se estima que los alimentos constituyen entre un 10% y un 15% del gasto promedio de un hogar en un país desarrollado. En los sectores pobres de una nación en desarrollo, la proporción se dispara: se llevan entre el 50% y 90% de sus ingresos. 

La contracara es el hambre. Este jueves, el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias publicó su nuevo Índice Global del Hambre. En todo el mundo lo encabeza Burundi y en América Latina y el Caribe, Haití (ver recuadro).

¿A qué se debe el aumento de la comida en medio de los nubarrones de la economía global? Las causas son complejas y variadas, pero el diagnóstico de la FAO en julio contenía un dato clave: no había problemas a nivel de oferta y demanda.

En otras palabras, ni los factores climáticos que pueden afectar la oferta (sequías, por ejemplo), ni un súbito aumento de la demanda (como en los últimos años con China e India) explican esta disparada de los precios.

El dedo acusador apunta a los especuladores. Según algunas estimaciones, la inversión financiera-especulativa controla hoy más del 60% de los mercados de alimentos, comparado con un 12% del mercado en 1996.

En un intento de contrarrestar este fenómeno, la comisión del Parlamento Europeo sobre asuntos económicos y monetarios votó a fines de septiembre a favor de una regulación del mercado financiero de derivados de energía y alimentos.

El proyecto, que debe ser analizado en una reunión de la Comisión Europea en noviembre, ya existe en Estados Unidos, pero es calificado como insuficiente por organizaciones humanitarias como el World Development Movement (WDM).

"Es necesario limitar la cantidad del mercado a la que puedan tener acceso los especuladores. El proyecto avanza en esta dirección, pero puede ser aguado por la oposición de países con fuerte presencia del sector financiero como el Reino Unido que prefieren seguir con la autoregulación del mercado", le dijo a BBC Mundo Christine Haigh, del WDM.

El camino de los mercaderes

La especulación es tan vieja como la economía: los casos documentados se remontan a Tales de Mileto y la antigua Grecia.

Pero los mercados modernos han colocado a esta actividad marginal en el centro mismo del escenario.

Un ejemplo clásico fue el cacao en 2010. El 17 de julio de ese año un fondo financiero de alto riesgo, Armajaro, compró más de 240.000 toneladas de cacao (un 7% de la producción global anual), lo que disparó el precio a su nivel más alto desde 1997.

Un solo día de adquisición masiva a cargo de un poderoso actor financiero bastó para hacer saltar el precio de un producto.

El eje de estos movimientos especulativos es el mercado de futuros. Este mercado se originó en Estados Unidos en el siglo XIX para ayudar a los granjeros a neutralizar las fluctuaciones en el precio de las cosechas.

Un contrato a futuro le permite al granjero vender en una fecha futura a un precio determinado una cantidad X de su cosecha. El granjero obtiene seguridad y el comprador posibles ganancias en caso de que el precio suba por encima de lo pagado.

Con la desregulación del mercado financiero de los años 80 y 90 se crearon unos contratos de alta complejidad, denominados "derivados", que abrieron el juego a una especulación ilimitada.

Como los "futuros" son contratos que se pueden adquirir o vender sin necesidad de poseer el producto, su venta adquirió una dinámica propia, acelerada por las operaciones supersónicas de las computadoras.

La invitación a especular es irresistible. Si el precio de una tonelada de maíz es de US$100 hoy, pero el doble en un contrato a futuro de tres meses, la tentación de postergar la venta y esperar al mejor rendimiento, termina afectando la oferta presente (los granjeros se abstienen de vender ahora) y el precio del producto.

Según el WMD, en el corazón de la especulación se encuentran grandes nombres de la banca como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan.

Este poder de fuego de los grandes fondos financieros se ha exacerbado con la crisis económica mundial.

"Los gobiernos han emitido dinero para estimular la economía. El sector financiero ha aprovechado este aumento de la oferta monetaria no para prestar más al sector productivo sino para aumentar sus operaciones especulativas", afirma Haig.

Hambrunas y disturbios

Niños en Afganistán

LA FAO alertó que la lucha contra la hambruna ha sufrido una desaceleración en los últimos años.

Una vara para medir el impacto que puede tener un aumento sostenido del precio como el que se viene registrando desde julio son los disturbios de 2007-2008.

El salto incontrolable de los precios en esos meses previos al estallido financiero produjo violentas protestas en 31 países –de Perú a Bangladesh– con un saldo de decenas de muertos y centenares de heridos.

En el terreno mismo, el WDM vio de primera mano el impacto que los precios tenían en familias que se veían obligadas a tener una sola comida al día y a reducir drásticamente la variedad de su dieta.

"Cuando una sociedad no satisface necesidades básicas del ser humano, cuando vemos malnutrición y el fantasma de la hambruna, es casi inevitable que se produzcan manifestaciones y disturbios", le dijo Haig a BBC Mundo.

En los últimos seis meses de 2010, en el marco de un segundo salto de los precios de los alimentos, unas 44 millones de personas cayeron en la pobreza extrema.

El problema se agrava en el contexto de una economía mundial que todavía no ha salido de la hecatombe financiera de 2008.

La desaceleración global –el Fondo Monetario Internacional acaba de bajar nuevamente su estimación del crecimiento global de 2012– pone en peligro el nivel de empleo en un mundo que tiene más de 1.300 millones de personas que viven con ingreso de US$1,25 por día.

Sumarle a este crecimiento anémico, una inflación de productos no sustituíbles como los alimentos, parece una fórmula para el desastre.

Fuente:

BBC Economía

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7 de octubre de 2012

El Hombre descubrió el fuego hace 790.000 años

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La hipótesis sobre la evolución del hombre que sostiene la migración de los primeros Hombres desde el continente africano hacia el europeo, es uno de los temas más debatidos en el ámbito de las ciencias, especialmente en el de la Arqueología del siglo XX. Si bien se le atribuye el protagonismo de este hecho a homo erectus, las rutas aún están muy poco claras, y todavía no se sabe con certeza cuál fue la fecha precisa en la que ocurrió este acontecimiento, tan pero tan significativo para la historia de la humanidad.

Hallazgos e indicios sobre el uso y el control del fuego

Esta vez, el fuego, uno de los descubrimientos más trascendentales en la historia de nuestra especie, parece enseñarnos las pautas necesarias para conocer algunas características fundamentales en cuanto al ingreso del erectus al territorio europeo. Es sabido que hace ochocientos mil años, el hombre no sólo conocía el fuego sino que era capaz de transportarlo mediante antorchas cuando éste surgía espontáneamente en puntos aleatorios del territorio.

Nuevas pistas a orillas del río Jordán nos brindan las herramientas necesarias para conocer detalles sobre la migración del homo desde África hacia Europa, y más aún: conocer las primeras manifestaciones del control sobre el fuego. Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Israel encontraron a orillas de este río (uno de los puntos claves por los que pasó el erectus en su migración hacia Europa) doce capas estratigráficas con elementos que hacen pensar que estos individuos, de hace 790.000 años de antigüedad, controlaban el fuego. Esto les habría posibilitado migrar con mayor facilidad.
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Los elementos hallados (entre ellos sílex quemado) analizados en su contexto, dan cuenta de un uso y un control del fuego que no se ha comprobado en poblaciones anteriores. Las doce capas estratigráficas demuestran una correlación en este aspecto, lo cual no deja dudas para Nira Alperson-Afil (directora del grupo de arqueólogos que han trabajado en este sitio) de que estos homo erectus, ya controlaban el fuego en gran medida.

El fuego y la supervivencia de los primeros hombres

Esto además les habría permitido trasladarse con mayor facilidad sobre el continente. Al controlar el fuego y no depender de su generación espontánea, los homo podrían haber migrado con mayor facilidad, protegiéndose así de depredadores y entonces provistos de calefacción, lo cual les habría permitido abrir nuevas puertas y encontrar nuevos destinos en los que habitar con mayor comodidad.

Muy interesante ¿no lo crees? ¿Cómo imaginas tú que este control sobre el fuego habrá incidido en las formas en las que para entonces, los primeros hombres subsistían? 

Tomado de:

Ojo Científico

27 de septiembre de 2012

¿Cómo llegó el hombre a América?

En la madrugada del 12 de octubre de 1492, Rodrigo de Triana, un marinero andaluz a bordo de la Pinta, avistó tierra firme por primera vez después de que cinco semanas atrás hubieran dejado el puerto San Sebastián de La Gomera. Aquella tierra no se trataba de las Indias que la expedición de Cristóbal Colón, si no un nuevo continente descubierto.

¿Pero un nuevo continente para quién? La Europa de la época desconocía por completo la existencia de América cuando Colón llegó allí, pero con los datos actuales ya sabemos que Colón no fue el primer europeo en llegar a América. Casi 500 años antes, Leif Ericsson, el hijo de Eric el Rojo, puso el punto álgido al gran viaje vikingo  creando un pequeño asentamiento en la Isla de Terranova.

Tanto el viaje de Cristóbal Colón como el de Leif Ericsson, supusieron un gran descubrimiento para su respectivo tiempo y cultura, pero ambos se encontraron con humanos que habían llegado mucho antes. Pero… ¿cuándo?
 
El mundo durante la última era glacial | Fuente: The Last Ice Age
Para poder barajar esta posibilidad, tenemos que entender cómo era el mundo durante la última glaciación . Este periodo, que abarca aproximadamente desde 100.000 adP hasta 10.000 adP, supuso una gran bajada de las temperaturas que provocaron la creación de grandes bloques de hielo mucho más allá de los límites marcados por los círculos polares. Durante su periodo de máximo apogeo, hace unos 20.000 años, la cantidad de hielo en los casquetes repartidos por todo el mundo era tal, que el nivel del mar llegó a bajar 120 metros de media.

Este gran descenso en el nivel del mar ocasionó que multitud de tierras a día de hoy sumergidas estuvieran por encima de la superficie del mar, creando puentes naturales que permitieron el paso de distintas especies terrestres entre zonas hoy separadas por grandes cantidades de mar y océano.

Sobre el estrecho de Bering, el que actualmente separa Chukotka (en Rusia, Asia) y Alaska (en Estados Unidos, América), emergió uno de esos puentes, formando la región de Beringia, también conocida como el Puente de Bering.
 
Mapa de Beringia. | Fuente
La profundidad actual de Beringia es de entre 30 y 50 metros bajo el nivel del mar, lo que permitió que este territorio se mantuviera emergido durante un largo periodo de la glaciación. Pese a la cercanía del Polo Norte, la temperatura de la región era inusualmente cálida, alcanzando máximas de 10º durante el verano. Esto, unido a la gran sequedad del terreno, impidió la formación de glaciares como en otras zonas de latitudes similares –Siberia, Canadá–, siendo un puente apto para el tránsito de especies durante dos largas épocas de 4.000 años (entre 40.000 adP y 36.000 adP) y de 15.000 años (entre 25.000 adP y 10.000 adP).

Según la teoría del poblamiento tardío esta fue la forma como el hombre llegó por primera vez a América. Los primeros hombres habrían cruzado por el Puente de Bering aprovechando las temperaturas, pasando de Chukotka a Alaska. Desde allí, habrían atravesado la placa de hielo Laurentina (la que cubría toda la zona norte de Norteamérica) a través del corredor Mackenzie  o bien a siguiendo la costa pacífica, ambas rutas abiertas durante casi todo el periodo de glaciación.

La prueba que mantuvo esto en pie fue el descubrimiento en 1929 de un yacimiento en sur de Estados Unidos, un lugar poblado por la Cultura Clovis  en torno a 13.000 adP. La cultura Clovis fue considerada hasta hace pocas décadas como la cultura más antigua de todo el continente americano. Pero a lo largo de la década de los 70 se empezaron a descubrir nuevos yacimientos a lo largo de todo el continente que mostraron que los Clovis pudieron no ser los primeros.

El primero de estos yacimientos fue Meadowcroft Rockshelter, descubierto en la actual Pennsylvania en 1973. Con unos restos humanos datados entre 16.000 adP y 19.000 adP, este yacimiento bate de largo el récord de los Clovis, aunque mantiene intacta la Teoría del poblamiento temprano.

El mayor problema llegó con el yacimiento Monte Verde , descubierto en 1976 en la Región de los Lagos, al sur de Chile. Con unos restos humanos datados en torno a 15.000 adP puso en jaque que la primera llegada a América del hombre fuera a través de Beringia.

En 1978, Alan Lyle Bryan puso sobre la mesa una nueva posibilidad. Si bien es factible que la gran parte de los indígenas americanos llegasen a través de Beringia, es posible que los primeros llegaran a América siguiendo una ruta cirumpacífica, aprovechando los distintos accidentes geográficos para expandirse por el resto del continente americano. Esta propuesta de Bryan explicaría el yacimiento de Monte Verde, otros encontrados en Sudamérica (Lagoa Santa, Cuenca de México) e incluso los desconcertantes yacimientos paleoamericanos de la Baja California.

 
Hipótesis actuales sobre el poblamiento de América | Fuente
A finales de la década de los 90, gracias a los análisis genéticos llevados a cabo en las distintas poblaciones indígenas del continente americano, todas estas hipótesis sobre el poblamiento del continente americano, comenzaron a tener un apoyo científico más allá de los yacimientos. Está probado que no hubo un único movimiento migratorio que poblara toda América y la explicación de que varias rutas fueran utilizadas es plausible.

Algunos científicos defienden también la llegada del hombre atravesando el Océano Pacífico o desde Europa, pero a día de hoy parecen menos plausibles que las otras propuestas.

Fuente:

Nautas

26 de septiembre de 2012

Una mutación genética favoreció la expansión del 'Homo sapiens' en África

La variante habría permitido a los hombres primitivos en África convertir ácidos grasos de plantas en compuestos necesarios para aumentar el tamaño cerebral.


Tres equipos científicos estadounidenses que han analizado patrones de variación genética en diferentes poblaciones han dado con una mutación, que debió producirse hace más de 85.000 años, y que permitiría a los Homo sapiens del centro de África migrar por todo el continente. La mutación está en un grupo de genes del cromosoma 11 implicados en al conversión de ácidos grasos poliinsaturados de origen vegetal en ácidos poliinsaturados necesarios para aumentar el tamaño del cerebro, su complejidad y sus funciones, según explican los investigadores, que logran así asociar la base genética con la llamada gran expansión africana del Homo sapiens.

Diversas investigaciones genéticas y arqueológicas apuntan hacia el origen del H.sapiens hace unos 180.000 años, pero permanecerían confinados unos 100.000 años en una zona con abundantes lagos en el centro de África, según explican los investigadores del Centro Médico Wake Forest Baptist que forman uno de los tres equipos de la investigación, presentada en la revista Plos One y liderada por Joshua M. Akey (Universidad de Washington). Su hipótesis es que este confinamiento territorial se debió, al menos en parte, a que los humanos primitivos necesitaban, para alimentar sus funciones cerebrales, un ácido graso específico (DHA) que contienen los peces. Y en la región centroafricana habría agua y, por tanto, fuentes de alimentos con DHA.

“Ha habido un considerable debate acerca de cómo los humanos primitivos lograban obtener el suficiente DHA necesario para mantener su tamaño cerebral y su complejidad”, comenta Floyd Chilton, uno de los autores de la investigación, en un comunicado de Wake Forest. “Es sorprendente que hayamos descubierto la región de la variación genética que debió surgir aproximadamente al tiempo que aquellos hombres primitivos salieron de esa región africana central en lo que se ha llamado la gran expansión”, añade.

Con la variación genética los humanos podían alejarse de las zonas con agua y los productos alimenticios necesarios que en ella obtendrían. Y a partir de ese momento, según muestran los resultados expuestos en Plos One, se produjo una intensa presión selectiva en la población y rápidamente se difundió la mutación por todo el continente africano.

La capacidad de conversión de ácidos grasos de origen vegetal en alimento del cerebro significaría que los primeros humanos ya no dependían de una única fuente, el pescado, y eso era importante porque cuando aparece esta mutación aún no existía la caza y pesca organizada que pudiera mejorar el suministro de esos ácidos grasos, recuerda Akey.

Los investigadores han analizado los genomas de poco más de mil individuos de 15 poblaciones humanas diferentes que formaban parte del proyecto Genoma Humano más otros tantos de 52 poblaciones de la base de datos Diversidad del Genoma Humano. Los científicos de Wake Forest se han ocupado de los estudios de bioquímica de los ácidos grasos, los de la Universidad de Washington han hecho la genética de poblaciones y otro equipo, de la Universidad John Hopkins, se ha ocupado de la genética estadística.

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El País Ciencia

El envejecimiento, una bomba de tiempo para China

Cada vez más viejos...

Población de 65 años o más
  • 2010: 110 millones
  • 2020: 166 millones
  • 2030: 229 millones
  • 2040: 317 millones
  • 2050: 331 millones
  • 2060: 357 millones
Fuente: Naciones Unidas



 Ha pasado más de una década desde que China se convirtió oficialmente en una nación "anciana" y desde entonces el proceso de envejecimiento del país se ha acelerado.

En la actualidad, 180 millones de habitantes superan los 60 años, poco más del 13% de la población. Esta cifra se duplicará en menos de 20 años, cuando China cuente con más personas en edad de jubilarse que toda la población de Estados Unidos.

Para mediados de siglo, la cifra volverá a aumentar a 480 millones.

La expectativa de vida en China compite con la de los países occidentales. El problema es que la nación asiática no tiene una red de seguridad social adecuada para proveer pensiones, asistencia médica asequible o residencias para sus ancianos.

Niu Yubiao tiene 79 años y vive en la localidad de Dongzigou en Henan, una de las provincias chinas más pobres, situada en el este del país.

De los 8,5 millones de ancianos de Henan, sólo un 2% viven en asilos. Niu Yubiao y su mujer no se encuentran entre los afortunados, por lo que viven sólos.

"Nuestros hijos están lejos", cuenta el hombre. "No se cómo contactarlos. Si algo ocurre supongo que moriré en mi casa sin que ellos se enteren", dice resignado.

Desaceleración económica 

El rápido envejecimiento de la población junto a la política de un sólo hijo está acarreando consecuencias económicas y sociales.

El increíble crecimiento de China, hoy la segunda mayor economía del mundo, está basado en el suministro de una vasta fuerza laboral barata. Pero las cifras de mano de obra están disminuyendo debido al colapso del índice de nacimientos.

Para muchos, la expansión de China y el surgimiento de ciudades como Shanghái parecían imparables.

Pero la reducción en la cifra de trabajadores de bajo costo -en parte también por la mejora en las condiciones de vida- y el aumento del número de ancianos desacelerarán la economía del país de forma inevitable.

Cai Fang, especialista en asuntos laborales, explica que el rápido crecimiento económico de China en las tres últimas décadas se debe principalmente a las exportaciones, que dependen de una abundante mano de obra barata.

"Una reducción de esta debilitará la competitividad de las industrias exportadoras chinas en el mercado internacional, lo que afectará el crecimiento del país", explica.

Menos innovadores

Trabajadores chinos

Menos trabajadores de bajo costo puede significar que China pierda parte de su competitividad en el mundo.

James Liang, quien hace más de una década fundó la que es ahora la mayor compañía de viajes en internet de China, también está preocupado por el impacto que pueda tener el envejecimiento de la población sobre la competitividad.

"Una sociedad que envejece, además de tener menos trabajadores, tiene menos empleados jóvenes que naturalmente son mejores empresarios", dice Liang.

Y añade: "Los individuos muy creativos e innovadores son clave si un país quiere pasar de ser una nación de salarios medios a una de sueldos elevados".

 China se ha integrado rápidamente a las filas de países con salarios medios, pero James Liam teme que quede estancada ahí y no pueda competir con Estados Unidos y otros países ricos e innovadores.
"Una sociedad que envejece, además de tener menos trabajadores, tiene menos empleados jóvenes que naturalmente son mejores empresarios"
James Liang, empresario

Según los analistas, el gigante asiático necesitará poner en marcha una dramática reestructuración económica para manejar este problema.

El rápido envejecimiento de la población también acarreará dificultades políticas.

Desde la masacre en la Plaza de Tiananmen en 1989, la legitimidad del gobernante Partido Comunista de China (PCC) se ha basado en mantener una rápida expansión económica.

Por lo que una desaceleración podría afectar el respaldo popular al PCC.

Según los observadores, grupos sociales en desventaja como trabajadores inmigrantes y jubilados, sobre todo de zonas rurales, serán los más afectados, y el descontento que ha experimentado el país en alguna ocasión podría volverse algo bastante común.

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25 de septiembre de 2012

El planeta se enfrenta a una 'bancarrota de agua'

El mundo se enfrenta a una "bancarrota de agua" debido a problemas como la urbanización, la actividad económica en las principales cuencas fluviales del mundo y el alarmante calentamiento de las aguas oceánicas, según un informe que ha divulgado la ONU.

El documento, preparado por el Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), con base en Hamilton (Canadá) y titulado 'Science-Policy Bridges over Troubled Waters', es el resultado del análisis de 200 grandes proyectos mundiales relacionados con el medio acuático.

El informe, en cuya elaboración también participaron el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) y Global Environmental Facility (GEF), señala que en 2050 se producirá una grave escasez de agua en siete de las diez principales cuencas fluviales del mundo.

Estas diez cuencas son actualmente el hogar de una cuarta parte de la población mundial y generan el 10 % del producto interior bruto del planeta. Igualmente, el informe advierte sobre las consecuencias de la subida de las temperaturas de los océanos.

Almacén final de calor

Los océanos son el "almacén final de calor" que dirige el clima, la meteorología, la fertilización y el suministro mundial de agua dulce, añade. "Aunque el calentamiento medio de 0,6 grados celsius de la superficie marina desde 1872 no parece muy grande, representa un enorme aumento en el almacenamiento de calor", alerta.

El científico Laurence Mee, uno de los autores del documento, explicó a Efe que "la profundidad media de los océanos es de 4 kilómetros. Se necesita una gran cantidad de energía para calentar tal cantidad de agua, que cubre dos tercios del planeta con una profundidad de 4 kilómetros".

El aumento de la temperatura de sólo 1 grado "supone añadir una cantidad inmensa de energía al agua. Y esa energía se transmite a través de las corrientes a otros lugares, por ejemplo los polos. Este año, el Ártico ha tenido la menor cantidad de hielo nunca registrada", recordó.

Eso tiene "profundas consecuencias" para el clima y la producción de peces, citó como ejemplo, y subrayó que "realmente no tenemos idea de cuáles serán los efectos de este calentamiento".
Ivan Zavadsky, coordinador de Aguas Internacionales de GEF, una institución que ha invertido 1.300 millones de dólares los últimos 20 años en proyectos de promoción de desarrollo sostenible, dijo a Efe que "ninguna región del mundo vive en actualidad en armonía con sus recursos acuíferos".

Papel central de la ciencia

Zavadsky también destacó que una de las lecciones del informe es que "la ciencia debe jugar un papel más central en determinar la naturaleza y prioridad de esas inversiones".

El informe indicó que uno de los ejemplos donde la ciencia ha desempeñado un papel más destacado para promover el desarrollo sostenible es en la cuenca del río de La Plata, donde la intervención de GEF y de científicos locales "contribuyó a un diseño de proyectos más exhaustivo".

Por su parte, Zafar Adeel, director del Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unida, señaló que "este estudio subraya que a menudo las alertas previas sobre problemas emergentes pueden ser escuchadas y se les debe prestar atención".

La aparición del informe coincide con el inicio este martes en Bangkok de la conferencia internacional de GEF, que durante tres días y analizará el papel de la ciencia en la solución de los problemas mundiales del agua.


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El Mundo Ciencia

21 de septiembre de 2012

El genoma de 220 africanos ilumina el origen de la humanidad

Un trabajo confirma que los San son descendientes de los primeros hombres modernos.
El estudio identifica seis genes clave del cráneo y el cerebro.


Restos artísticos de los bosquimanos San en Suráfrica.

El genoma de 220 personas de 11 poblaciones subsaharianas —el mayor estudio africano hasta la fecha— confirma que los bosquimanos San descienden en línea directa de los primeros humanos modernos, que evolucionaron en el sur de África hace más de 100.000 años. El trabajo identifica los seis genes clave del desarrollo del cráneo y el cerebro que fueron objeto de selección darwiniana en aquella época, y que probablemente crearon la anatomía humana moderna en un plazo relativamente breve. Otros fenómenos genéticos posteriores subyacen a las adaptaciones de una población u otra al entorno, y afectan a la potencia muscular, la protección contra la radiación ultravioleta -el color de la piel- y la respuesta inmunológica contra nuevas infecciones.

Los bosquimanos hablan lenguajes-clic, en los que que las consonantes suenan como el chasquido que todos hacemos para indicar fastidio, o como el sonido de un beso. De hecho, el primer investigador en proponer que los San y otros bosquimanos representaban a la población ancestral de la humanidad moderna no fue un genetista, sino un lingüista: Joseph Greenberg, de la Universidad de Stanford, que propuso en los años sesenta que los lenguajes clic, hablados por pequeñas poblaciones de bosquimanos salpicadas por el sur y el este de África, formaban en realidad una sola familia lingüística, el khoisán.

Pero es la genética, y también la arqueología más reciente, la que ha rescatado la hipótesis de Greenberg de un olvido tenaz que, en realidad, se originó en el mismo momento de su formulación. El gran lingüista y antropólogo murió en 2001, mucho antes de poder saber lo acertadas que iban a resultar sus teorías.

La divergencia más profunda en el seno de toda la humanidad viviente ocurrió hace unos 100.000 años

El nuevo trabajo es producto de una colaboración entre biólogos evolutivos, antropólogos, neurocientíficos y genetistas médicos coordinados por Himla Soodyall, de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, y Mattias Jakobsson, de la de Uppsala, Suecia. Los resultados se adelantan en la edición electrónica de Science.

"Los San tienen algo especial que añadir al mundo tanto genética como cultural y éticamente", dice Jakobbson como justificación de su trabajo. "La importancia de nuestro estudio es que pone el patrimonio San en el sitio que le corresponde en la historia, y también aporta el telón de fondo genético para estudios futuros".

Los investigadores han analizado 2,3 millones de snips (acrónimo inglés para "single nucleotide polymorphisms", polimorfismos de un solo nucleótido), o variaciones de una sola letra en la secuencia del ADN (tcctgataag..., el genoma humano tiene 3.000 millones de letras). Y los han comparado en un promedio de 20 individuos de 11 poblaciones, de la mitad sur del continente, la mayoría de ellas hablantes de lenguajes clic, o khoisán. Esta es la mayor masa de información genética sobre las poblaciones subsaharianas obtenida hasta ahora.

"La divergencia más profunda en el seno de toda la humanidad viviente ocurrió hace unos 100.000 años", explica la primera firmante del trabajo, Carina Schlebusch, investigadora posdoctoral en Uppsala, en referencia a la separación genética entre los San y el resto de los pobladores del planeta, incluida la inmensa mayoría de la población africana. "Esa fecha es mucho antes de que los humanos modernos migraran fuera de África (hace unos 60.000 años), y el doble de antigüedad que el tiempo de divergencia de los pigmeos de África central y los cazadores-recolectores del Este".

Las poblaciones de bosquimanos han padecido en los últimos siglos
una extinción intensa y sostenida

Cuando dos poblaciones se han separado hace poco, como las de Oriente Próximo y el Mediterráneo occidental, sus genomas se parecen mucho, es decir, muestran una escasa divergencia. A mayor divergencia, mayor antigüedad de la separación entre ambas. Con muchos datos de este tipo, los genetistas han logrado reconstruir un mapa sorprendentemente detallado de la gran historia de las migraciones humanas. Y la mayor divergencia de todas -luego la separación más antigua- es la que se da entre los bosquimanos San y cualquier otra población del planeta. Es la forma que tienen los evolucionistas de reconstruir el pasado.

Soodyall, una de las codirectoras del estudio, que trabaja en el Laboratorio Nacional de Salud sudafricano, ha tenido una larguísima relación con los San y otros bosquimanos del sur del continente, y al igual que su colega Jakobsson hace una lectura histórica de los resultados del trabajo. Dice que son "un tributo fenomenal a los pueblos indígenas Khoe y San, a los que damos una oportunidad de reclamar su lugar en la historia del mundo". Soodyall, Jakobsson y otros autores del estudio tienen previsto visitar este mes a los grupos San del desierto de Kalahari para agradecerles su colaboración.

Las poblaciones de bosquimanos han padecido en los últimos siglos una extinción intensa y sostenida. El grupo más abundante en la actualidad son los hablantes de khoisán del sur de África, que cuenta con unos 250.000 hablantes.

Las sofisticadas matemáticas en que se basa la genómica actual han permitido a los investigadores enfocar su lupa sobre los genes que estaban experimentando procesos de selección evolutiva hace más de 100.000 años, antes de los bosquimanos empezaran a diverger del resto de la humanidad. Han encontrado seis variantes genéticas sujetas a una fuerte presión selectiva en la época, y que ahora son un patrimonio universal de la humanidad. Pueden ser los genes que hicieron evolucionar a nuestra especie desde un homínido más primitivo, piensan los autores.

Los nombres de los genes son ROR2 (implicado en el desarrollo del hueso y el cartílago), SPTLC1 (cuyas mutaciones se asocian a la neuropatía sensorial hereditaria), SULF2 (cuyas mutaciones subyacen a malformaciones esqueléticas y defectos en el desarrollo del cerebro), RUNX2 (que ya había sido asociado a la evolución de la anatomía humana moderna), SDCCAG8 (uno de los genes implicados en la microcefalia) y LRAT (asociado al alzhéimer).

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El País Ciencia

24 de diciembre de 2009

25 de diciembre: Una fecha compartida por Guillermo Giacosa


Jueves, 24 de diciembre de 2009
25 de diciembre: Una fecha compartida
El verdadero día de la Natividad es tan incierto como su año. La Iglesia armenia lo festeja el 6 de enero. El nacimiento de Jesús no pudo tener lugar en diciembre, pues ese mes cae en la estación de frío y lluvia en Judea y, por ello, los pastores no podrían tener sus rebaños a campo abierto, como refiere el Evangelio. Desde mucho antes de Cristo, el 25 de diciembre fue una fecha importante para diversas culturas. Es el día del solsticio de invierno y, durante esa jornada, el sol parece detenerse en su descenso para elevarse nuevamente en el firmamento: los días se prolongan y la primavera hace renacer la esperanza. Persas, griegos, egipcios, fenicios, sirios, etcétera, celebraban en aquel día el parto de la Reina de los Cielos, la Virgen celestial y el nacimiento de su hijo, el dios solar. Dionisos o Baco, a quien los griegos llamaban 'El Salvador’, nació de una virgen el 25 de diciembre; lo mismo que Hércules. También, ese día, se celebraba el nacimiento de Adonis.
Los egipcios fijaban la preñez de Isis, la 'Virgen Reina de los Cielos’, en marzo, y el parto de Horus a fines de diciembre. Este pueblo no solo adoraba una madre virgen, sino que presentaba a los seguidores la efigie de un recién nacido acostado en un pesebre. Osiris también fue hijo de una 'Virgen Santa’, y nació un 25 de diciembre. También ese día habría nacido Buda, que tampoco fue concebido sexualmente aunque su madre fuera casada. Para los paganos escandinavos, Frey, hijo de Odín y Frigga, nació el 25 de diciembre.
Los druidas celebraban, ese mismo día, su fiesta anual del fuego y, en Roma, en esa fecha, se conmemoraba el nacimiento del Sol invicto y, también, el de Mitra, el dios solar persa, cuyo culto adoptó el Imperio Romano. Los primeros indicios de celebraciones cristianas de la Natividad se ubican a fines del siglo II. Fue a fines del siglo III o a inicios del IV que la Iglesia occidental consagra el 25 de diciembre.
Las costumbres navideñas tienen raíces paganas. En Roma se celebraban las Saturnales desde el 21 de diciembre hasta fin de año –otros dicen que entre el 17 y el 19 de diciembre–. En Inglaterra, los puritanos trataron de abolir la Navidad pues la consideraban como una continuación de las “vanidades y excesos en que cayeron los gentiles”. En el siglo III, Tertuliano protestó contra la costumbre de adornar las casas con guirnaldas de flores, pues esa era la misma forma en la que lo hacían los paganos. En la antigüedad, las ramas de hiedra, de laurel y de mirto y otras de verdor perenne, eran símbolos del vigor generador y la juventud perpetua de Dionisos. Los druidas de las Galias adoraban el muérdago por su virtud vitalizadora y sus poderes curativos, y creían que portarlas o besarlas ayudaba a hacer fértil a la mujer que hasta entonces no había podido concebir. Nada en este mundo es totalmente original y todo, con distintas facetas, pareciera pertenecer a todos. La Navidad, fiesta de paz, debería estimular la tolerancia, el ecumenismo y el respeto por todas las manifestaciones no destructivas del espíritu humano.

Autor: Guillermo Giacosa

Fuente:
Peu21
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