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19 de agosto de 2018

Siembra y cosecha de agua en Ayacucho

Durante más de 10 mil años, las poblaciones de los Andes establecieron un modelo de vida basado en la agricultura y, a pesar de los enormes cambios sociales, económicos y poblacionales de los últimos siglos, los valores de desarrollo en armonía con el medio ambiente y de complementariedad y reciprocidad siguen siendo la base de la cultura andina, en la cual el agua juega un papel central.

Para las comunidades campesinas andinas el agua es un ser vivo y fuente de vida. Por ello viven en armonía con ella y la protegen. La Asociación Bartolomé Aripaylla (ABA) respalda activamente lo mencionado y trabaja en forma conjunta con las familias campesinas ubicadas en Quispillacta, entre 3500 y más de 4000 msnm, en la provincia de Cangallo, Ayacucho, Perú. ABA es una institución que se identifica con los problemas y necesidades cotidianas de la zona, pues se encuentra conformada por un equipo de profesionales originarios de Quispillacta y otras comunidades aledañas.

Desde hace más de 20 años trabajan juntos y con una sola visión: contar con agua para su consumo, riego de pastos y para la conservación de los pastos comunales. Las prácticas ancestrales aún vigentes han ayudado a estas comunidades a proveerse de agua durante todo el año.

¿En qué consiste la siembra y cosecha de agua?

En el marco de la cosmovisión local, el agua al igual que el suelo y otros componentes de la naturaleza, son considerados “personas” que tienen vida (kawsaqmi). Los pobladores mencionan que hay que “llamar”, “almacenar" y “llevar” al agua, a través de cantos ceremoniales.
La siembra y cosecha de agua de lluvia, consta de las siguientes actividades:
  • Qucha ruway (almacenamiento de agua de lluvia en vasos naturales u hoyadas).
  • Puquio waqaychay (protección y conservación de puquiales emergentes).
  • Plantación de plantas que “llaman agua” o “madres del agua” en ojos emergentes y bofedales.
  • Lliwas (formación de bofedales o humedales).
  • Puquio laqay (mantenimiento festivo de los ojos de agua).
El Qucha ruway consiste en el almacenamiento de agua de lluvia en vasos naturales mediante la construcción de diques de piedra con núcleos de arcilla. La actividad es ceremonial y se realiza con profundo respeto a las deidades del lugar donde se va “fundar” la laguna. El objetivo es la siembra de agua para que se infiltre a través del suelo y subsuelo, y alimente a los acuíferos que dan origen a manantes, localmente llamados “ojos de agua” o puquios, y a los bofedales o humedales de puna.

El Qucha ruway es una modalidad alternativa de almacenamiento del agua en ‘vasos’ impermeabilizados, por lo que la recuperación de la vegetación circundante para evitar el arrastre de sedimentos finos por la escorrentía superficial hacia el lecho de las lagunas, es otro de sus objetivos. Las lagunas se estabilizan después de varias temporadas de lluvia, lo cual ocurre por el nivel de reposición del agua en la napa freática.

Los nuevos puquios que aparecen como efecto del almacenamiento del agua de lluvia, así como los existentes, son “criados” con plantas que a su vez “crían agua”, y se conocen como yakupa maman (plantas madres del agua) o yaku qayaq (plantas que llaman agua), como son la putaqa (Rumex peruvianus) y otras plantas que tienen las cualidades de hacer brotar agua donde no hay e incrementar el volumen del manante. Se las protege del daño de los animales con pukutus o pukullus (infraestructuras de protección del manante) de piedra y, además, estas plantas, confieren energía a las lagunas y a los nuevos ojos de agua: “les hacen encanto”.

Las actividades que siguen son la formación y ampliación de los bofedales y el mantenimiento de los puquiales y lagunas en cada año agrícola, lo que significa la limpieza de sedimentos acumulados en los puquiales y la rehabilitación de conductos subterráneos que comunican al puquial madre (maman puquio) con los de uso (puquiales secundarios).

Este mito del uso y el cuidado del agua está vinculado a los rituales que se celebran en ceremonias y fiestas de gran amplitud como es el Yarqa Aspiy (limpieza de canales) donde la ceremonia central es la ofrenda al Puquio laqay (mantenimiento de puquiales), que se celebra entre mayo y septiembre. También se vincula con un alto nivel de organización comunal, protagonizada por los jóvenes y niños, quienes se encargan de la festividad y la limpieza de todos los puquiales.

La recuperación de todo este conjunto de actividades basado en la cosmovisión propia de los campesinos de Quispillacta, ha sido realizada con el acompañamiento de ABA, pues los campesinos las estaban olvidando debido al consumo de agua entubada y al abandono de las técnicas tradicionales especiales para la regeneración del agua y la naturaleza.

Los que paticipamos en la pasantía hemos constatado la fuerza que tiene la cultura para provocar cambios de actitud en las personas. Donde antes había abandono, desolación y lágrimas, hoy desborda el entusiasmo y respeto entre los comuneros y sus autoridades, traducido también en una mayor disponibilidad de agua para el cultivo, para el “buen vivir” (kausakuy). Los productores han visto que a partir de condiciones naturalmente más difíciles que las propias, se pueden lograr situaciones de bienestar, que las creencias que les transmitieron sus abuelos están vivas también en otros lugares, y que les dan la fuerza para vivir mejor. “En mi sitio no hay putaqa, es más frío, más húmedo, pero voy a buscar unas parecidas, probarlas, criarlas en silencio. Cuando resulten, recién voy a mostrar a los comuneros”.

Doris Romero
Asociación ETC Andes
Correo-e: romerodo@yahoo.es



Tomado de Leisa Agro Ecología

3 de agosto de 2018

Walipini, las ingeniosas huertas subterráneas "made in Bolivia" que pueden resistir al clima extremo del Altiplano

Los Walipinis son un poco mágicos. Con su aspecto tosco, de tejados casi al ras del suelo, pueden pasar fácilmente desapercibidos en medio del paisaje árido y sepia del Altiplano de Bolivia. 

Y sin embargo, dentro, bajo tierra, pueden esconder un verde brillante, desproporcionadamente vivo en esta gigantesca planicie de clima extremo, donde al aire libre casi todas las plantas mueren.

Gabriel Condo lo sabe y por eso hace casi tres años decidió construir una de estas estructuras baratas e ingeniosamente simples, con la que ha podido mejorar la dieta de sus cinco hijos y aliviar el bolsillo.

"Ya no compramos verduras en el mercado, ahora las producimos aquí", me contó orgulloso frente a su Walipini, semienterrado a unos 4.000 metros de altura en un remoto lugar del departamento de Oruro, al final de media hora de viaje por una pista arenosa que se vuelve inaccesible cuando llueve.

El sonoro nombre aymara de estos invernaderos significa literalmente "muy bueno" o "muy bien", porque logran crear bajo tierra un paraíso de suaves temperaturas en medio de un clima imposible, de días calurosos y noches heladas, vientos fuertes y agua escasa hasta cuando cae, solo durante tres meses al año.

El artículo completo en:

BBC Mundo

27 de abril de 2018

España: ¿Cómo cuidar el mar desde dentro?

El sector pesquero se moviliza por la salud de las aguas y traza un plan contra la contaminación marina.

Si usted fuera una tortuga, tendría un 60% de posibilidades de enredarse en una anilla de plástico y perder una de sus patas. Ese es el porcentaje de estos animales que llegan maltrechos a uno de los centros de recuperación de fauna silvestre más activos de España. El dato lo ofrece Raquel Orts, directora general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), e ilustra el alarmante problema de salud que padece el medio acuático y sus habitantes.

"La diversidad de efectos de las basuras marinas sobre organismos y ecosistemas es equivalente a la diversidad de los residuos que encontramos en el mar", amplía Orts. "Se han documentado impactos por ingestión y enredo en invertebrados, peces de todas las tallas, aves, tortugas, y hasta grandes cetáceos". Causas que en España amenazan a 77 especies de peces y en el mundo cerca de 8.000, según estima la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Los expertos llevan tiempo advirtiéndolo: el mar se ha convertido en un "enorme cubo de basura", y sus habitantes merman al mismo ritmo que proliferan los desperdicios, que en apenas 30 años, según la Fundación Ellen MacArthur, superarán en número a las criaturas oceánicas. A esta película de terror ambiental asisten en primera fila los pescadores, un colectivo para el que la salud del medio es vital, como han manifestado en muchas ocasiones. Por ello, con la economía circular como telón de fondo –el paso del usar-tirar a la renovación de los desechos– y las estrategias marinas que marca Bruselas en el horizonte, el sector mueve ficha por la salud del mar. Y lo hace desde dentro.

El artículo completo en:

El País (España)

La isla de basura del Pacífico ya tiene tres veces el tamaño de Francia

Esta área de basura es descrita a menudo como una masa o una isla, aunque en realidad es una zona con una gran concentración de plástico que aumenta a medida que uno se aproxima a su centro.  


La gigantesca isla de basura en el Océano Pacífico está creciendo a gran velocidad, según una nueva investigación publicada en la revista Nature

De acuerdo al estudio, esta área de residuos que se expande por un 1,6 millones de Km2 —es decir, casi tres veces el tamaño de Francia— contiene cerca de 80.000 toneladas de plástico.

Esta cifra es 16 veces más alta de lo reportado anteriormente.

Un lugar específico dentro de esta área tiene, además, la mayor concentración de plástico jamás registrada.

"La concentración de plástico está aumentando. Creo que la situación está empeorando", señaló Laurent Lebreton, autor principal del estudio de The Ocean Cleanup Foundation en Deltf, Holanda.

"Esto pone de manifiesto la urgencia de tomar medidas para detener la llegada de plásticos al océano y para limpiar el desastre existente". 

La basura se acumula en todos los océanos, pero la mancha más grande es la que está en el Pacífico, entre Hawái y California. 

Esta área de basura es descrita a menudo como una masa o una isla, aunque en realidad es una zona con una gran concentración de plástico que aumenta a medida que uno se aproxima a su centro.

Cantidad "impactante"

Los investigadores utilizaron botes y aviones para mapear esta zona en el norte del Océano Pacífico, donde las corrientes rotativas y los vientos hacen que converjan los desechos marinos, incluyendo el plástico, las algas y el plancton.

El trabajo, que se realizó a lo largo de tres años, mostró que la contaminación por plástico está "aumentando exponencialmente y a un ritmo más veloz que el agua circundante", dijo el equipo internacional de investigadores. 

Los microplásticos representan el 8% del total de la masa de plástico flotante. 

De los 1,8 billones de trocitos de plástico, algunos son más grandes que los microplásticos, incluidos pedazos de redes de pescar, juguetes e incluso un asiento de inodoro.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

31 de marzo de 2018

La ingeniosa solución noruega para acabar con la basura plástica en los océanos


Noruega implementó en los últimos años un sistema para reciclar botellas de plástico que está resultando muy exitoso. 

El planteo es muy simple: cada vez que una persona compra un refresco, paga una corona más por el recipiente.

Si deposita luego el envase vacío en una máquina especialmente diseñada para ello que se encuentra en numerosas tiendas de la ciudad, recupera el dinero.

¿Puede ser esta la solución al problema de la contaminación por plástico en los océanos?

Noruega asegura que este método es el más eficiente en términos económicos para resolver la situación.



Fuente:

BBC Mundo

6 de noviembre de 2017

OMM alerta nuevo récord de concentración de CO2 en la atmósfera

Según la organización, este "aumento peligroso de la temperatura" se debe a actividades humanas y al potente fenómeno de "El Niño", que aumenta las temperaturas del océano Pacífico, provocando sequías y fuertes precipitaciones.


La concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera aumentó a una velocidad récord en 2016 y alcanzó el nivel más alto en 800.000 años, advirtió este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Tras actividades humanas y un potente fenómeno de "El Niño", los niveles de concentración de CO2 pasaron de 400 partes por millón (ppm) en 2015, a 403,3 ppm en 2016, un incremento jamás visto en la atmósfera en un solo un año.

"La última vez que la Tierra conoció una cantidad de CO2 comparable fue hace cinco millones de años: la temperatura era entre 2 y 3 °C más alta y el nivel del mar era 10 o 20 metros más alto que el nivel actual", sostuvo la agencia en su Boletín mundial de Gases de Efecto Invernadero.

El aumento del CO2 y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera tienen el potencial de iniciar cambios sin precedentes en los sistemas climáticos, que conlleva a "graves perturbaciones ecológicas y económicas", acota el informe.

Ante esto, el director de la OMM, Petteri Talas, exigió a los Gobiernos cumplir con el Acuerdo de Paris, firmado en 2015, para reducir el calentamiento global.

"Si no reducimos rápidamente las emisiones de gases con efecto invernadero, y principalmente de CO2, nos enfrentaremos a un peligroso aumento de la temperatura en lo que queda de siglo, muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París sobre el clima", alertó el finlandés.

“Esto demuestra que no nos estamos moviendo en la dirección correcta, de hecho, estamos haciendo exactamente lo contrario si pensamos en la implementación del Acuerdo de París. Esto demuestra que existe una necesidad urgente de elevar el nivel de ambición en la lucha contra el cambio climático”, afirmó.

De acuerdo a un estudio realizado por la World Resources Institute, en el 2015, en el mundo se emiten 43.286,2 toneladas métricas de dióxido de carbono producido por actividad humana.

En la investigación, China se encuentra en el primer lugar del ranking de 186 países emisores de CO2, y contamina tanto como Estados Unidos, India, Rusia y Japón juntos. 

Fuente:

TeleSur

21 de octubre de 2017

Kenia sancionará el uso de bolsas de plástico con multas de hasta 38.000 dólares y penas de prisión C


Nairobi es una de las capitales africanas que más población concentra, entre 3,5 y 6 millones de personas -según distintas fuentes-, donde la mayoría vive en guettos con condiciones de salubridad pésimas y con una acumulación de residuos que se ha convertido en parte de su paisaje. Pero estas montañas de desechos, donde los plásticos juegan un papel esencial y sirven de improvisados retretes, no es exclusiva de Nairobi, sino que ocurre en todo el país y en las naciones vecinas. Las idílicas playas de la costa pierden su atractivo si no se escoge el encuadre correcto de la cámara. Las arenas blanquecinas y las aguas turquesa acompañadas de erizos o de estrellas de mar pronto se pueden convertir en reductos de bolsas de plástico y todo tipo de basuras.

Conscientes del problema que los plásticos y otros residuos no biodegradables están causando en el medio ambiente, Kenia comenzaba el lunes 28 de agosto su tolerancia 0 con las bolsas de plástico. Se une así a otros países africanos como Ruanda, Mauritania, Etiopía y Uganda que prohibieron o restringieron su uso. No será fácil, pues el gobierno es consciente de que se trata de un país que abusa sobremanera de ellas. En la mayoría de los supermercados y puestos ambulantes las bolsas de plástico se han dado de forma gratuita y sin escatimar en número. Un consumo que el medio británico BBC estima en 24 millones de bolsas de plástico al mes en todo el país.

No es la primera vez que Kenia trata de poner en marcha esta ley. En los últimos diez años se han llevado a cabo hasta tres intentos que nunca habían salido adelante. Pero parece que a la tercera va la vencida, y el gobierno está decidido a ir hasta el final. La normativa dice que cualquier persona que venda, fabrique o lleve bolsas de plástico podrá sufrir multas de hasta 38.000 dólares o penas de prisión de hasta cuatro años, una medida que para muchos resulta excesiva, teniendo en cuenta que muchos kenianos sobreviven con menos de 80 dólares al mes.

Fuente:

El Mundo Ciencia

5 de septiembre de 2017

Magdalena colocó bebedores ecológicos en la Costa Verde para deportistas y mascotas

Se captura la humedad de la atmósfera, se condensa y purifica, teniendo como producto final agua potable. 





La Municipalidad de Magdalena puso en marcha “Agua para tu distrito”, el primer proyecto ecológico que ofrecerá - mediante bebederos- agua potable gratuita a las personas que realizan diversas actividades de recreación en la explanada de la Costa Verde.


Esta iniciativa ecologica tiene cero gastos de mantenimiento, porque utilizará la infraestructura de telecomunicaciones colocada en la zona a través de un sistema de ósmosis inversa. Para ello se captura la humedad de la atmósfera, se condensa y purifica, teniendo como producto final agua potable que se utilizará mediante dos bebederos instalados en puntos estratégicos.

Este proyecto ecológico forma parte del plan de sostenibilidad que viene impulsando la Municipalidad de Magdalena con el objetivo de tener un distrito con calidad ambiental, donde el ahorro y eficiencia energética, fuentes de energías renovables, reciclaje, entre otros, estén presentes.

La comuna de Magdalena precisó que se encuentra en la tendencia de crear tecnología amigable con el medio ambiente y se suma, al igual que otras importantes ciudades del mundo, a la protección del planeta.

Fuente: El Comercio (Perú)

16 de agosto de 2017

Los guerreros ecológicos de Nicaragua



Guerreros ecológicos

Algunos de los miembros del Batallón ecológico en plena faena.

En lo profundo de la verde y sofocante vegetación de la Costa de Mosquitos en Nicaragua, una unidad del ejército especialmente entrenada está llevando a cabo un nuevo tipo de guerra contra una nueva clase de enemigo.

La Operación Oro Verde es la misión inaugural del recién creado Batallón Ecológico de Nicaragua.

Es el primer esfuerzo concertado de América Central para buscar una solución con respaldo militar a las amenazas del cambio climático.

Recientemente, la guardia verde, una unidad de 580 soldados ecológicos, lograron su primera "victoria en el campo de batalla" al recuperar 3.165 metros cúbicos de madera ilegal talados por los madereros.

Los árboles fueron talados en el Cerro de Wawashang, una reserva natural que está siendo saqueada para abastecer al mercado negro de materiales de construcción.
El ecobatallón, en colaboración con los fiscales y funcionarios forestales, descubrió el contrabando de madera escondida bajo redes y arbustos para evitar su detección desde el aire.

Según se informa, las tropas están sobre la pista de la organización criminal que estaba extrayendo la madera de la selva en barcas.

"Hay gente sin escrúpulos que se aprovecha de las limitaciones económicas de las personas en esta región. Y al final, son los extranjeros los que se benefician, mientras que las comunidades locales se quedan con la deforestación indiscriminada", dijo a la BBC el coronel Néstor López.

En un país con 71 reservas naturales y otras grandes superficies de bosque espeso, la madera es un botín tentador para los traficantes de madera.

Desde 1983, la cubierta forestal de Nicaragua se ha reducido de 63% a un 40%, según datos del gobierno.

No obstante, no toda la deforestación de Nicaragua es causada por la mafia de la madera -los agricultores y ganaderos también están realizando su parte.
Pero quien quiera que sea el responsable, al promedio actual es probable que sólo el 25% del país permanezca cubierto de bosques para el año 2030.

Reservas como la del Cerro de Wawashang se reducirá a pequeños arbustos y hierba, de acuerdo a las proyecciones de los militares.
 
Impacto de la agricultura

A medida que la cubierta forestal desaparece, el gobierno de Nicaragua dice que el cambio climático y el calentamiento global ya están afectando a la economía y al desarrollo nacional.

"Desde 2006, estamos perdiendo US$200 millones al año en pérdida de la producción agrícola debido al cambio climático", dijo a la BBC Paul Oquist, asesor del presidente Daniel Ortega para las políticas nacionales de desarrollo y representante de los foros mundiales del cambio climático.

"Eso es un 9% de lo que se ha plantado cada año. Por lo tanto nuestro desarrollo en Nicaragua ya se está viendo afectado por el cambio climático."

Oquist indica que la deforestación y el aumento de las temperaturas anuales en Nicaragua -hasta tres grados Celsius en los últimos 50 años, según cifras del gobierno-ya está afectando a los ciclos de lluvia.

Los productores de café están teniendo que desplazarse más arriba en las montañas en busca de sombra y condiciones más frías.

"Con el tiempo, te quedas sin terreno montañoso y te quedas sin la industria del café", dijo el doctor Oquist.

Y eso sería un desastre para la economía de Nicaragua.

Por eso, dice Oquist, "Nicaragua no está esperando a que la comunidad mundial haga algo" para combatir el cambio climático.

En vez de eso, el gobierno está buscando sus propias soluciones nacionales para mitigar los efectos de la deforestación y el calentamiento global.

Parte de ese esfuerzo es el Batallón Ecológico, desplegado para proteger los recursos naturales como asunto de seguridad nacional.

Además de llevar armas de fuego, los soldados verdes también tienen palas, como parte de un esfuerzo nacional para plantar 560.000 árboles en las distintas reservas nacionales que han sido afectadas por la deforestación.

Necesidades energéticas

Los ecoguerreros representan un cambio interesante en lo que los pequeños países agrícolas consideran como una amenaza a su seguridad nacional.

En efecto, el artículo 750 de la Constitución de Nicaragua refleja el vínculo importante entre la conservación de la naturaleza y la conservación de la paz.

"Todo acto o acción que afecta gravemente al medio ambiente del país será considerado un peligro para la seguridad nacional", dice la ley.

La misión del batallón también consiste en garantizar la seguridad energética del futuro.

En la actualidad, Nicaragua depende en gran medida de electricidad generada a base de combustible, pero su idea es cubrir más del 50% de sus necesidades con energía hidráulica.

"El gobierno de Nicaragua está tratando de cambiar la matriz de su abastecimiento energético y para ello tenemos que preservar y conservar nuestras reservas naturales y bosques para que podamos tener el agua que necesitamos para ejecutar lo que será la mayor planta hidroeléctrica de América Central, Tumarín", dijo el coronel Juan Ramón Morales.

"Pero si no tenemos bosques, no vamos a producir la lluvia que necesitamos para hacer sostenible este proyecto. No podemos tener una planta hidroeléctrica en el desierto."

"El mundo está cambiando", dice, "y los militares deben adaptarse a las nuevas amenazas."

"El Batallón Ecológico va a funcionar porque está en la naturaleza del ejército ser verde", añadió.

"Nuestro color es el verde por la naturaleza. Ahora tenemos que hacer que también los sea por nuestra conciencia", señaló el coronel.

Fuente:

BBC Ciencia

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19 de abril de 2017

¿Qué tiene que ver el día de la bicicleta con el LSD?

La celebración del Día de la bicicleta cada 19 de abril no es lo que parece. 


Aunque el nombre de esta festividad hace referencia a ese omnipresente y ecológico modo de transporte, la fecha conmemora en realidad el aniversario de un particular "viaje" histórico en dos ruedas: el primero que realizó el químico suizo Albert Hofmann bajo los efectos del LSD, en 1943. 

Tres días antes, mientras experimentaba en la búsqueda de nuevos medicamentos, Hoffman descubrió accidentalmente la dietilamida de ácido lisérgico, más conocida como LSD. 

74 años después esta droga psicodélica semisintética se conoce más popularmente como ácido, es ilegal y se utiliza principalmente con fines recreativos. 

Pero todo empezó con un incierto viaje en bicicleta por Basilea, en Suiza.

"Imágenes fantásticas, formas extraordinarias "

Mientras trabajaba para la compañía farmacéutica Sandoz, Hofmann estaba tratando de estabilizar el ácido lisérgico, un derivado de la ergotamina, un componente químico que se obtiene a partir de un hongo que crece en el centeno y que se utilizaba en una medicina para tratar la migraña. 

Desde 1938 el químico empezó a mezclar el ácido lisérgico con otras moléculas orgánicas y ese mismo año acabó sintetizando por primera vez el componente dietilamida de ácido lisérgico -25 (LSD)

Pero no fue hasta cinco años después, cuando accidentalmente Hofmann se expuso a él en el laboratorio. 

Se sintió mareado y tuvo alucinaciones. En sus propias palabras, sintió "una remarcable inquietud combinada con un ligero mareo", según un video explicativo producido por la American Chemical Society

Vio "imágenes fantásticas, formas extraordinarias con intensos juegos de color caleidoscópico", describió el químico. 

Así que tres días después, el 19 de abril de 1943, decidió probar intencionadamente los efectos de la sustancia. 

Según las notas del químico, a las 16:20 tomó una dosis de LSD y 40 minutos después registró que empezaba a experimentar "un mareo incipiente, ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de parálisis y deseo de reír".

Esa fue su última entrada del día. 

Como se empezó a sentir raro Hofmann decidió volver antes a casa, pero debido a las restricciones de la segunda guerra mundial para la movilidad en coche Hofmann tuvo que hacerlo en bicicleta, no sin antes pedirle a su asistente de laboratorio que lo acompañara, probablemente ante la incertidumbre de lo que podría pasar.

Ese memorable viaje de regreso, literal y figurado, es el que se recuerda cada 19 de abril con el Día de la bicicleta. 


El artículo completo en:

BBC 

29 de septiembre de 2016

Perú: cuatro áreas naturales postulan a la Lista Verde de Conservación Internacional

La inclusión a esta lista mundial sería un reconocimiento a los modelos de desarrollo sostenible en la Reserva Comunal Amarakaeri, el Santuario Nacional Calipuy, la Reserva Nacional Matsés, y el Parque Nacional Cordillera Azul.

Calipuy es una de las áreas naturales que sería incluida en la lista verde de la UICN.

Perú quiere seguir posicionándose en el mundo como un paraíso de la biodiversidad. Por esa razón, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), busca incluir  a cuatro áreas protegidas del país en la Lista Verde del Programa Global de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

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La razón: los altos estándares de manejo y gestión ambiental que redundan en el buen estado de conservación de las zonas que buscan ser incluidas en la lista.

La directora de Gestión de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Sernanp, resaltó los modelos de desarrollo sostenible que su institución promueve en la Reserva Comunal Amarakaeri (Madre de Dios), el Santuario Nacional Calipuy (La Libertad), la Reserva Nacional Matsés (Loreto) y el Parque Nacional Cordillera Azul (San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco).

“Nuestros mejores aliados en las áreas naturales protegidas son los Comités de Gestión, Ejecutores de Contrato de Administración (ECAs), oenegés, patronatos, sector privado y población local, conjuntamente con ellos se busca construir un desarrollo a nivel regional que les brinde mayores beneficios”, señaló la directora.

La Lista Verde es un reconocimiento a la eficiencia de la gestión de un área natural protegida, la cual se comprueba a través de estrictos criterios de evaluación de carácter goblal. La inclusión es un premio a los resultados exitosos en gobernanza, planificación y manejo efectivo de la conservación en las áreas protegidas.
En la actualidad, las ANP de ocho países serán evaluadas por expertos internacionales. Ellos decidirán la inclusión o no de diversas zonas de vida de Perú, México, Japón, Malasia, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica y la región de Micronesia.

Tomado de:

La República (Perú)

12 de febrero de 2016

Los diez ecosistemas más amenazados del mundo

  • La UICN avanza en la definición de la lista de ecosistema en peligro

  • Entre ellos están el Mar de Aral, fondos con algas en Alaska, arrecifes de coral del Caribe, humedales de Australia, turberas de Alemania


Una comparación del Mar de Aral en 1989 (izquierda) y 2014. / NASA

Es raro el verano que no acaba con una noticia que refleje la dura convivencia entre el desarrollo y la conservación de la naturaleza en uno de los destinos turísticos por antonomasia: el Caribe. Por un lado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México dictaminó la suspensión total de un nuevo desarrollo turístico en Cancún, centro neurálgico de las visitas al Caribe, y por otro Nicaragua incluía entre sus cinco ecosistemas en mayor riesgo de desaparición los bosques de bambú del litoral de este mar del Atlántico Norte. Precisamente los arrecifes de coral del Caribe figuran entre los diez ecosistemas en mayor riesgo de extinción del planeta.

A la espera de desarrollar adecudamente y definir los criterios concretos y precisos que servirán para elaborar la lista roja de los ecosistemas mundiales en peligro, varios organismos y científicos, incluido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estudiaron veinte de los considerados más valiosos y amenazados. Hace dos años se publicó en la revista PLoS ONE una primera lista que sirve de patrón para que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) elabore una similar a la que actualmente existe para especies de animales y plantas. En este caso la categoría de extinto se define como “colapsado”, es decir, un ecosistema de gran valía que tiene imposible volver a su estado original.

A la primera lista con la que trabaja la UICN habría que añadir los 19 ecosistemas presentes entre los 48 lugares declarados Patrimonio Mundial por la Unesco que considera en peligro. Algunos coinciden con la primera, como los arrecifes de coral del Caribe (Belice) y los bosques de galería de la cuenca del río Senegal (Parque Nacional Niokolo-Koba). El Parque Nacional de los Everglades (Estados Unidos), junto a los bosques tropicales, sobre todo los de la cuenca del Congo en la República Democrática del Congo, además de los de Honduras (Río Plátano), Indonesia (Sumatra) y Madagascar (Atsinanana), aparecen también en la lista roja de la Unesco.

A continuación se detalla la lista con los diez ecosistemas más amenazados según los primeros estudios realizados para la UICN, que son aquellos considerados en colapso (Mar de Aral) y en peligro crítico de extinción (los nueve restantes). La explicación a la aparición de cuatro lugares de Australia reside en que todos se concentran en el área de mayor desarrollo urbano, industrial y agrícola de la isla, la costa sureste, con una población que sobrepasa los trece millones de habitantes.

1. Mar de Aral

Uzbekistán-Kazajistán
El Mar de Aral ha pasado de ser el cuarto lago más grande del mundo a no aparecer entre los veinte primeros. Solo resiste un 10% de una superficie que superó los 67.000 km2, tanto como Aragón, Navarra y el País Vasco juntas. Aunque ahora se invierten esfuerzos para recuperarlo desde su parte más septentrional, los expertos consideran que ha entrado en colapso porque ha perdido su biodiversidad original, incluidas 28 especies de peces endémicos. Además, el legado de pesticidas, desertización y salinidad que dejaron los cultivos de algodón y cereales que se regaban con sus aguas mantiene un efecto letal sobre la naturaleza y la población.

2. Bosques de acacias en la cuenca del Río Senegal

Senegal, Malí y Mauritania
Causas similares a las que provocaron la desecación del Mar de Aral se ciernen sobre las escasas feraces llanuras de inundación que resisten en la cuenca del río Senegal, y muy especialmente sobre los bosques de acacias (Acacia nilotica) que crecen en ellas. Presas, agricultura intensiva y sobrepastoreo están acabando con cientos de años de convivencia pacífica entre la biodiversidad y las comunidades indígenas. Estas habían aprendido a compasar los aprovechamientos agrícolas y ganaderos con los períodos anuales de inundación y sequía. Ahora, hasta las aves granívoras que colaboraban en este equilibrio desaparecen y la ruptura del mismo provoca el desplazamiento forzado de miles de indígenas y problemas de salud.

3. Turberas elevadas de Renania

Alemania
Depresiones, zonas encharcadas y montículos se reparten entre estos humedales repletos de biodiversidad, que presentan una acumulación de biomasa muerta que abomba el terreno. Esta acumulación alberga una gran reserva de carbono, por lo que su paulatina destrucción libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Aparte de las llamadas de atención de los científicos que han colaborado en esta incipiente lista de ecosistemas en peligro, la Comisión Europea, como parte de su labor de conservación dentro de la Red Natura 2000, ha advertido del riesgo de desaparición que corren en concreto las turberas de Hunsrück y Eifel, donde varias especies de fauna y flora asociadas se han convertido en raras.

4. Matorrales de 'fynbos' de El Cabo

Sudáfrica
Hasta 8.500 especies de plantas vasculares (en todas las islas británicas hay 1.400), el 70% endémicas, encierran estos matorrales de fynbos, nombre de origen holandés que define a las “plantas de hojas finas”. Por su variedad y colorido está catalogado como uno de los vergeles botánicos de África, con semejanzas con nuestro monte mediterráneo. La expansión urbanística, los incendios forestales y la agricultura amenazan a estos matorrales por una doble vía: por la destrucción directa del hábitat y por la invasión de especies exóticas, tanto vegetales como animales. En otra lista, la de las Ecorregiones del WWF, también está considerado como uno de los ecosistemas en mayor riesgo de desaparición.


Fynbos costera, detrás el Cabo de Buena Esperanza. / Wikimedia Commons.

5. Lagunas Coorong y estuario del río Murray

Australia
Con idéntico grado de amenaza al de la UICN (en peligro crítico) cataloga el WWF dentro de su listado de Ecorregiones a este extenso (140 kilómetros lineales) y complejo (lagunas, lagos, estuario, bosques de ribera…) humedal situado al sureste de Australia. La declaración de una parte como parque nacional y su reconocimiento como humedal de importancia internacional (Convenio Ramsar) le ha salvado de desaparecer por completo, ya que solo se mantiene intacto, pero de manera fragmentada, el 10% de la superficie original. Numerosas entidades conservacionistas siguen lanzando la voz de alarma ante uno de los impactos más notorios: el drenaje del humedal en dirección a tierras agrícolas.

6. Manantiales kársticos del sur

Australia

Piccaninnie Ponds Karst Wetlands.
Piccaninnie Ponds Karst Wetlands, también situado en la costa meridional australiana, es igualmente un humedal de importancia internacional incluido en el Convenio Ramsar. Sin embargo, las 862 hectáreas protegidas y representativas de los sistemas kársticos, con manantiales ascendentes y otras formaciones rocosas y de turba originadas por las aguas subterráneas, se antojan claramente insuficientes para la comunidad científica. Para demostrar el efecto devastador que ocasiona la pérdida de esa capa freática y la continuidad de su afloramiento la UICN expone el caso del género de cangrejos de agua dulce Euastacus: de las cincuenta especies que sobreviven en estos ecosistemas, 17 están en peligro crítico de extinción y otros 17 en peligro.

7. Pantanos costeros de la cuenca de Sídney

Australia
Urbanización, minería del carbón, fracking, incendios, efectos del cambio climático, carreteras, excesiva regulación hídrica, invasión de especies exóticas… La propia Oficina de Medio Ambiente y Patrimonio del estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra enclavada la biorregión de la cuenca de Sidney, reconoce las amenazas que acogotan a uno de los ecosistemas más singulares de esta isla. La misma entidad recuerda que en los últimos 200 años se ha perdido o degradado el 60% del rosario de humedales costeros que salpicaba y embellecía estas tierras. Aunque se traducen como pantanos, se trata de llanuras costeras de inundación sobre fondos de arenisca que sobresalen principalmente en la meseta de Hawkesbury.

8- Humedales de la cuenca Murray-Darling

Australia

El río Murray está al 18% de su capacidad.
Los ríos Murray y Darling (afluente del primero) forman una gigantesca cuenca hidrográfica (dos veces España) trascendental para el suministro hídrico de la zona más poblada de Australia (Adelaida, Melbourne y Sidney) y para el mantenimiento de una de las mayores cotas de biodiversidad asociadas a una gran variedad de pantanos, bosques y lagos. El problema es que el conflicto entre las necesidades humanas (incluye una extensa área agrícola) y ambientales afecta a ambas, ya que la excesiva regulación y explotación hídrica ha llevado a la eliminación de la vegetación natural y la sequía temporal de tramos del Murray (se estima que está al 18% de su capacidad), lo que aumenta el grado de salinidad, que interfiere en el abastecimiento humano.

9- Bosques de laminariales de Alaska

Estados Unidos
Observar una tupida formación de algas gigantes (laminariales) que pueden superar los 50 metros es lo más parecido a adentrarse en un bosque submarino. Las aguas costeras de Alaska cuentan con muy buenas representaciones de este ecosistema, que se encuentra entre los más productivos del planeta por su capacidad de acogida para numerosas especies (incluidos peces de explotación comercial), absorción de dióxido de carbono y freno de fuertes oleajes. Sin embargo, la sobrepesca, fenómenos meteorológicos como El Niño y la contaminación (vertido del Exxon Valdez de 1989) destruyen la cadena trófica (afecta sobre todo a las nutrias de mar) y dejan vía libre para que los erizos de mar devoren y deforesten los bosques de algas.

10- Arrecifes de coral del Caribe

Más de 116 millones de personas viven dentro de las costas que dan al mar Caribe, a los que se añaden 20 millones de turistas anuales. Un estudio del World Resources Institute junto a veinte organismos que trabajan en la región sentenció en 2005 que dos tercios de los arrecifes están directamente amenazados por actividades humanas, y estiman pérdidas económicas de 350 a 870 millones de dólares anuales por la disminución de la pesca de arrecife, el turismo de buceo y los servicios de protección de la costa, al actuar como barrera ante los efectos de temporales marinos. La presión turística, la agricultura intensiva, la sobrepesca y el cambio climático (blanqueamiento del coral) se alían para poner en peligro a este punto caliente de la biodiversidad terrestre

Fuente:

El País (España)

5 de septiembre de 2015

La ley de la selva siempre sigue las mismas reglas matemáticas

Los grandes ecosistemas del planeta repiten el mismo patrón que relaciona la biomasa de depredadores y presas.

Las matemáticas son una abstracción humana, pero gobiernan la vida salvaje del planeta. Ya sea en la sabana o en las profundidades del mar, los ecosistemas muestran siempre los mismos patrones matemáticos que relacionan la biomasa de depredadores con el de presas. Un monumental estudio con miles de especies demuestra cómo el aumento de comida disponible (presas) no lleva aparejado un aumento igual del número de depredadores. Y el patrón se reproduce casi de manera universal.

En la Tierra hay una gran variedad de ecosistemas marinos, terrestres, lacustres, de montaña, selváticos o desérticos. Unos están integrados por unas pocas especies, como en las cumbres alpinas o las fumarolas de las simas atlánticas. Otros son exuberantes, como la Amazonia brasileña o la reserva del Ngorongoro, en Tanzania. A pesar de tanta diversidad, todos pueden representarse en forma de pirámide, con una base, generalmente biomasa vegetal, y sucesivas capas que se alimentan de la precedente, como los herbívoros de aquella base y los grandes depredadores felinos de estos últimos.

La lógica y buena parte de las investigaciones en ecología dicen que a más biomasa en la base, más cantidad de energía en forma de comida para los de arriba: si hay más pasto en la sabana, habrá más gacelas y ñus, y si hay más gacelas y ñus, habrá más leones. Es decir, el tamaño de la pirámide puede aumentar, pero no cambia su forma. Sin embargo, no es así. La relación no es lineal, sigue en realidad una ley de potencia que es sublineal: a más gacelas y ñus, habrá 0,74 (o 3/4) más de leones. Y se ha comprobado en todos los ecosistemas donde ambos conviven. Desde el secarral del desierto del Kalahari hasta el rico cráter del Ngorongoro, pasando por el delta del Okavango o la reserva Kruger, siempre se repite esa ley de potencia.

"Una ley de potencia es una función matemática simple", dice el investigador de la Universidad McGill (Canadá) y principal autor del estudio, Ian Hatton. En ecología, se asumía que el exponente de esa ley de potencia era 1, lo que significa que cuando se dobla las presas [en número o densidad], también se dobla el de los depredadores. "Sin embargo, hemos comprobado un exponente cercano a los 3/4, lo que es menos que 1", añade el científico canadiense. Esto supone que si aumentan las gacelas, también lo harán los leones pero no en la misma proporción.

Lo que han descubierto Hatton y sus colegas es que esta ratio no es solo cosa de los leones. En el caso de las hienas y sus presas es de 0,74. En el de los tigres del sudeste asiático, también del 0,74. De los lobos de norteamericana, del 0,72... y así hasta una treintena de grandes depredadores y los centenares de especies de las que se alimentan. Tal y como muestran en un artículo publicado en Science, allí donde aumenta la biomasa de presas, la ratio depredador-presas disminuye.

El fenómeno, además, no es exclusivo de los grandes depredadores. Los investigadores repasaron más de 1.000 estudios sobre poblaciones ecológicas, densidad de especies, número de ejemplares, relaciones entre depredadores y presas... En total obtuvieron datos de 2.260 ecosistemas y unas 1.500 áreas geográficas. Hay estudios sobre grandes mamíferos, invertebrados, zooplancton que depreda el fitoplancton, invertebrados y plantas... En la práctica totalidad, a excepción de algunas comunidades de peces y protistas, la relación entre depredadores y presas siempre sigue esa ley de potencia elevado a 3/4.

"Estamos impresionados. Se trata de un patrón asombroso", dice en una nota el investigador de la Universidad de Guelph, Kevin McCanny, coautor del artículo. Sea el ecosistema que sea el observado, la cantidad relativa de biomasa de presas y depredadores puede ser predicha "por una simple función matemática", comenta.

Pero aquí no acaba la relación de la naturaleza con las matemáticas.
El artículo completo en:

El País 

3 de agosto de 2015

Barack Obama: 'Somos la última generación capaz de frenar el cambio climático'

Fue una casualidad. Pero una casualidad con 'retranca'. A las 9 menos 13 minutos de la mañana, hora de Washington, Alpha Natural Resources, la segunda minera de carbón más grande de Estados Unidos, suspendía pagos. A las 2 y cuarto de la tarde, en la Casa Blanca, Barak Obama anunciaba el primer plan del país para reducir -en lugar de limitar- las emisiones de gases que provocan el calentamiento de la atmósfera y el mar.





Obama lo hizo sobre un fondo de una imagen recientemente divulgada por la NASA de la Tierra en el espacio. "Solo tenemos una casa. No hay un 'Plan B'", dijo el presidente de EEUU. Su objetivo es que las emisiones de las plantas de generación eléctrica de ese país sean en 2030 un 32% inferiores a lo que eran en 2005. Para ello, los estados deberán presentar planes en el otoño de 2016 con el objetivo de lograr ese objetivo, aunque las reducciones no deberán empezar hasta 2022. 


Ese 32% suena a mucho. Y lo es. Pero también es cierto que es menos de lo que parece. De ahí procedieron las críticas de las organizaciones ecologistas, que acusaron al presidente de hacer muy poco y muy tarde.

La clave es que la combinación de la recesión de 2007-2009, la mejora tecnológica, las regulaciones que Obama lleva poniendo en práctica desde que llegó a la Casa Blanca en 2009 y la explosión del gas natural obtenido por medio del controvertido método del 'fracking', o fracturación hidráulica, han reducido de forma drástica las emisiones de CO2 de las térmicas.

Según los propios datos de la Agencia de Protección del medio Ambiente (EPA, según sus siglas en inglés) de EEUU, la generación eléctrica produjo en 2014 2.043 millones de toneladas métricas de CO2. Eso es mucho. Pero hay que tener en cuenta que en el año 2005, que es el que Obama ha usado como base, su producción de CO2 fue de 2.415 millones de toneladas métricas. O sea, que las térmicas estadounidenses producen un 17% menos que en 2005.

Si se miran las cosas así, el recorte es más modesto. Porque lo que supone un 32% con relación a 2005, se queda en un 20% si se compara con el año pasado. El otro 12% ya ha caído solo. O sea, que en lugar de recortar las emisiones en 772.000 millones de toneladas anuales, Obama solo quiere que éstas caigan en 400.000. Eso significa que en 2030 las centrales eléctricas estadounidenses deberán emitir la quinta parte menos de CO2 que están lanzando a la atmósfera ahora. Claro que de cara a un titular, el 32% es siempre más impresionante.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

26 de julio de 2015

Perú: La minería ilegal amenaza la biodiversidad

Perú es uno de los diez países megadiversos del mundo, con 84 de 104 zonas de vida; el segundo país de América Latina con mayor extensión de bosques tropicales y, además, cuenta con el 71% de los glaciares tropicales del globo –3.444 glaciares que se derriten–. Son datos del Ministerio de Ambiente peruano. Pero, según expertos e investigadores, el avance de la minería y la tala ilegal, los cultivos ilícitos de coca y la falta de planificación en los proyectos de infraestructura ponen en riesgo los recursos hoy y del futuro. A ello se suman, indica el biólogo Ernesto Ráez, los efectos del calentamiento global y la pérdida de la capacidad del mar y los bosques amazónicos de absorber gases de efecto invernadero.

Ráez sostiene que, además de los glaciares, hay otros ecosistemas igualmente afectados que empiezan a generar emisiones y contaminan: cuando por falta de lluvias se secan los bofedales, tierras que almacenan gran cantidad de agua y material orgánico, liberan carbono. “Y en la Amazonía estamos perdiendo la capacidad de absorber carbono: ello puede convertirse en un proceso de sabanización progresiva”, afirma el experto en conservación tropical y desarrollo, citando una investigación publicada en la revista Nature en marzo de este año.

Según el biólogo, “antes las sequías (que empezaron en 2005), los bosques amazónicos eran muy húmedos y, si había incendios, el efecto biocida era menor. Ahora los fuegos son más intensos, se extienden sobre materia seca, pasan al suelo y matan la vida de las raíces y la diversidad biológica silvestre”, explica.

Detener la minería ilegal

Ráez también indica que el Estado no ha logrado detener en la selva peruana el avance de la minería ilegal aluvial en áreas naturales protegidas y en reservas comunales, la extracción ilícita de madera y los nuevos cultivos de coca. “Incluso, los mineros ilegales han captado al poder político en el Congreso y en algunos gobiernos regionales”, alerta.

En 2010, el reconocido ingeniero forestal y agrónomo Marc Dourojeanni, alertó de que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) y territorios indígenas suman casi el 25% de la selva peruana, pero solo un 10% de ella está protegida legalmente. Las comunidades nativas tienen problemas para obtener el documento estatal que certifica que la tierra es de ellos. Ráez critica que uno de los requisitos es un estudio de capacidad de uso mayor de la tierra, bastante caro, y que debe emitir el Ministerio de Agricultura. “Las reglas del juego están en contra de la titulación”, añade.

La investigación de Dourojeanni indica que en 2041, cuando concluyan todos o parte de los 26 proyectos de hidroeléctricas, carreteras e hidrovías previstos en la Amazonía, el área afectada por degradación forestal será del 56% de la selva (43,6 millones de hectáreas), en un escenario optimista, o del 91% en el marco pesimista (70,3 millones de hectáreas). Por otro lado, el estudio La economía del cambio climático en Perú, elaborado por la CEPAL, observa “una ligera reducción del agua disponible en la mayor parte del país, especialmente en la costa y la sierra”, y proyecta los mayores aumentos de los valores anuales de lluvias en la sierra norte (hasta en un 98% en junio entre los años 2070 y 2099) y en el altiplano los mayores descensos (32% en el mes de agosto para el período 2070 a 2099).

¿Qué podría contener este futuro amenazante? En un artículo de opinión del psicoanalista peruano Max Hernández destaca que “las ansiedades provocadas por la globalización han llevado a las minorías étnicas a buscar sus raíces y asociarse en grupos que pretenden ser reconocidos. A la vez, en las nuevas generaciones hay una gradual toma de conciencia de la importancia del cambio climático y la biodiversidad, así como un mayor reconocimiento de la condición multicultural de la sociedad”. Ellos podrían cobrar un papel mayor contra estas amenazas al medio ambiente.

Manuel Pulgar-Vidal

El presidente de la Cumbre de Cambio Climático, COP20, y ministro del Ambiente de Perú, Manuel Pulgar-Vidal anuncia que en 2030 su país debe reducir al 50% el número de afectados por desastres naturales asociados al cambio climático y disminuir a la mitad la pérdida del PBI a causa de un fenómeno El Niño grave.

Pregunta. ¿Con qué afronta el país los daños del cambio climático en el medio ambiente?

Respuesta. Perú está mejor preparado para afrontar las consecuencias. Está cumpliendo obligaciones derivadas de compromisos climáticos globales. Tenemos una estrategia de cambio climático a punto de ser promulgada y está activa la Comisión Nacional sobre Cambio Climático. Hemos mejorado los estudios de vulnerabilidad en el altiplano, en glaciares, por el fenómeno El Niño en la costa norte, en tierras secas en la sierra sur y sobre la Amazonía. Esto permite identificar la vulnerabilidad por condiciones naturales y cómo afecta el cambio climático a las actividades económicas basadas en recursos como agua, glaciares y bosques.

P. ¿Y además de los estudios?

R.También se establecen prácticas de adaptación a las condiciones del cambio climático, en coordinación con los gobiernos regionales y locales, por ejemplo, biohuertos, manejo de camélidos sudamericanos, búsqueda de mercados para productos nativos. Los proyectos de adaptación en glaciares se han materializado con la creación del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña. En cuanto a mitigación de los efectos, el compromiso ante la Convención de Cambio Climático establece para 2030 una reducción del 31% en emisiones de gases de efecto invernadero y tenemos un proyecto para, de aquí a 2017, elevar al 50% la capacidad de tratar los residuos domésticos en rellenos sanitarios. En 2021 podríamos llegar al 100%.

P. ¿Qué fondos aportará Noruega para proteger los bosques?

R. Son 300 millones de dólares. Antes de la COP21 se esperan los primeros desembolsos, cuando Perú cumpla estableciendo mecanismos de transparencia para canalizar los recursos y mejorar las políticas del sector. Es un fondo para bosques y para completar lo que el Estado destina a las condiciones de titulación (documentos de propiedad y de posesión preexistente) en tierra indígena. Concluye en 2017.

P. ¿Estos compromisos obligarán los próximos Gobiernos?

R. Las consecuencias (del cambio climático) son evidentes. París (la COP21) va a dejar mandatos globales que cumplir y a quien no esté en el debate de los objetivos de desarrollo sostenible, la economía lo va a sacar.
 
Fuente:
 
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