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20 de septiembre de 2012

Qué tanto enferman las palomitas de maíz (pop corn)

Palomitas de maíz

Las palomitas de microondas contienen diacetil, un saborizante artificial de mantequilla.

Un hombre en Estados Unidos recibió una indemnización de US$7,2 millones por daños tras haber desarrollado una enfermedad crónica pulmonar que, dijo, fue causada por inhalar la mantequilla artificial de palomitas de maíz.

El tribunal federal en Colorado acordó que Wayne Watson, de 59 años, debía ser indemnizado por el fabricante y la cadena de supermercados por negligencia al no advertir en un etiquetado sobre el peligro de esta sustancia. 

No es el primer caso vinculado a este compuesto químico, llamado diacetil, que se usa en la industria alimentaria como saborizante químico.

E incluso a la enfermedad asociada a la inhalación de este compuesto se le conoce como "enfermedad pulmonar de las palomitas".

El trastorno, cuyo nombre es bronquiolitis obliterante, es una afección pulmonar obstructiva que dificulta el flujo del aire a los pulmones y es irreversible.

Pero, ¿qué cantidad de diacetil puede causar esta enfermedad irreversible? Y si es peligroso inhalarlo, ¿por qué no se ha hecho más para crear conciencia de sus riesgos?

clic Lea: Se enferma por comer palomitas de maíz

El primero

Wayne Watson es el primer consumidor de palomitas de microondas al que se le disgnostica esta enfermedad, según informó su abogado.

El hombre fue diagnosticado en 2007 en una clínica en Denver después de lo que dijo eran "años de inhalar el olor de la mantequilla artificial de las palomitas que comía todos los días".

Pulmones

La enfermedad bloquea el movimiento del aire en los pulmones.

Los otros casos asociados a la inhalación de diacetil, presentados en los pasados 15 años, han sido principalmente de trabajadores de las fábricas productoras de palomitas donde se usa el ingrediente.

Según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, "los trabajadores de plantas de palomitas de maíz de microondas y fábricas de saborizantes artificiales han desarrollado enfermedad pulmonar obstructiva que puede ser severa".

"En muchos casos en los que se llevó a cabo una biopsia, se encontró un tipo de bronquiolitis llamada bronquiolitis constrictiva obliterante".

"En esta enfermedad, las vías aéreas más pequeñas en los pulmones, los bronquiolos, desarrollan cicatrices y se ven constreñidos, bloqueando el movimiento del aire", informan los CDC.

Sin embargo, aunque se conocen los riesgos de inhalar cantidades "industriales" de diacetil, hasta ahora nadie había desarrollado la enfermedad por inhalar pequeñas cantidades del compuesto.

"Improbable"

Tal como le explica a BBC Mundo el profesor Miguel Calvo Rebollar, experto en aditivos y colorantes alimentarios de la Universidad de Zaragoza, España, este caso es "sumamente improbable".

"Hasta ahora había sido totalmente desconocido que aspirar el aroma de las palomitas de maíz en la bolsa pueda causar esta enfermedad", dice el experto.

"La enfermedad está vinculada a la inhalación de cantidades enormes, como los trabajadores de las fábricas".

"Pero la cantidad que se utiliza en los alimentos son mínimas, son de pocas decenas de microgramos por kilo".

El diacetil, explica Calvo Rebollar, es un subproducto natural de la fermentación. Y se le añade a algunos alimentos para que le impartan un sabor artificial de mantequilla.
"Si vamos a alertar al consumidor de todos los riesgos que tenemos con un producto, una bolsa de palomitas debería llevar unas 200 etiquetas de advertencia.Y la primera sería sobre el riesgo que puede tener una persona de atragantarse con una palomita"
Prof. Miguel Calvo Rebollar

Además de las palomitas de maíz, se usa en margarinas y ciertas aceites de cocina, como los que se venden en aerosol.

Según el especialista español, todos estos productos llevan cantidades muy pequeñas de diacetil porque de lo contrario el olor de la sustancia sería contraproducente.

"Si se le usara en cantidades grandes las palomitas olerían mal, tendrían un dolor dulzón, poco agradable y repelente. El olor a mantequilla se da usando cantidades pequeñísimas", afirma.

Por otro lado, agrega, no se sabe cuál es la cantidad que se usa en estos productos porque la industria no tiene que informar sobre estos compuestos.

"Pero aún así, a menos que haya sido una cantidad accidental la que provocó la enfermedad de este individuo, me parece un caso sumamente improbable", expresa.

Aunque en el caso de Wayne Watson se acusó a los fabricantes y supermercados de negligencia por no advertir sobre los riesgos potenciales, el profesor Calvo Rebollar no cree que sea necesario que estos productos lleven estas advertencias.

"Si vamos a alertar al consumidor de todos los riesgos que tenemos con un producto, una bolsa de palomitas debería llevar unas 200 etiquetas de advertencia", dice.

"Y la primera sería sobre el riesgo que puede tener una persona de atragantarse con una palomita".

"Creo que los jurados estadounidenses a veces se dejan influir en exceso por ideas extrañas. Y yo no creo que consumir o inhalar este producto sea peligroso".

"En la Unión Europea, igual que en Estados Unidos, hay regulaciones muy estrictas sobre las cantidades seguras de aditivos y saborizantes que se pueden usar en los alimentos".

"Así que yo no me preocuparía por comer este producto", agrega el investigador.

Fuente:

BBC Salud

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16 de septiembre de 2012

Experimentos: Una botella ¡que respira!

Para realizar nuestro experimento necesitamos una botella de plástico de 2 litros, un guante de látex, unas cañitas de refresco, cinta aislante, tijeras y un par de globos.

Procedimiento 

Cortamos la base de la botella y luego hacemos un agujero en el centro del tapón de plástico de la botella. Con un par de cañitas de refresco, dos globos y cinta aislante construimos una parte de nuestro aparato respiratorio (ver figura).



Metemos la cañita con los globos en la botella de plástico y colocamos el tapón. Con un poco de plastilina sellamos la unión del agujero del tapón con la cañita de refresco.

En la parte inferior de la botella colocamos un guante de látex a modo de membrana. Se puede utilizar cinta aislante para sellar la unión del guante y de la botella de plástico.

Tomamos la botella de plástico con una mano y con la otra mano tiramos del guante de látex. Vemos que los globos se llenan de aire. Si luego empujamos el guante y lo metemos en la botella vemos que los globos se desinflan.

Explicación 

En nuestro experimento la botella de plástico representa la caja torácica (el lugar donde están los pulmones), la cañita representa la traquea, los globos representan los pulmones y el guante el diafragma (él principal músculo responsable de la respiración)

La inspiración o inhalación es el proceso por el cual los pulmones se llenan de aire y captan oxígeno.
La espiración o exhalación es el proceso contrario por el cual el aire sale de los pulmones eliminando el dióxido de carbono.

Inspiración: Al tirar del guante (el diafragma se contrae y baja) aumenta el volumen de la botella (la caja torácica), disminuye la presión en el interior de la botella y entra aire por la cañita que infla los globos (los pulmones).
Espiración: Al empujar el guante (el diafragma se relaja) disminuye el volumen de la botella, aumenta la presión interna y los globos se desinflan al salir el aire por la cañita. 


Fuente:

13 de junio de 2012

El humo del diésel, declarado causante de cáncer en humanos

Los estudios han tenido en cuenta las secuelas en trabajadores de autopistas.| Mitxi
Los estudios han tenido en cuenta las secuelas en trabajadores de autopistas.| Mitxi
  • La OMS eleva estos combustibles al grupo más peligroso para la salud
  • Los iguala así a las lámparas de bronceado o el tabaco
  • Los expertos piden a las autoridades tecnologías menos contaminantes
Después de una semana de debate, los expertos reunidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han concluido que los gases que emiten los tubos de escape de los vehículos diésel son carcinógenos para el ser humano. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) es el organismo de la OMS responsable de clasificar los diferentes compuestos y procesos (como el tabaco o las radiaciones solares) en función de sus probabilidades de causar cáncer en el ser humano.

Dentro de su clasificación, la IARC acaba de incluir los humos de la combustión de los motores en el grupo 1, el que incluye todos los elementos que han demostrado fehacientemente que son capaces de causar tumores en humanos. Entre otros, las lámparas de bronceado que subieron de categoría en 2009, el tabaco, el arsénico...

En este caso, según se desprende de la nota de prensa emitida por la propia IARC, los gases emitidos por los vehículos diésel están asociados con un incremento del riesgo de cáncer pulmonar. En el caso de la gasolina, el mismo panel de expertos señala que se puede hablar de los gases que emite como "posiblemente carcinógenos" (es decir, en un peldaño inferior de riesgo).

Desde 1988, estos fluidos se encontraban en una categoría de menos riesgo (el grupo 2A, que recoge sustancias 'probablemente carcinógenas' en personas). Sin embargo, ya en 1998, un panel de expertos recomendó una revisión prioritaria de esta clasificación ateniéndose a las nuevas evidencias que alertaban de sus riesgos.

Entre estos datos, se han tenido en cuenta decenas de investigaciones llevadas a cabo con trabajadores altamente expuestos al humo del tráfico en distintos entornos, como los controles de las autopistas o las gasolineras. Teniendo en cuentas todos estos datos, la IARC considera que existen "suficientes evidencias" sobre la carcinogeneicidad de la combustión de los motores. Concretamente apuntan que esta relación está más que clara en el caso de los tumores de pulmón, aunque algo menos en el caso de otros diagnósticos, como el cáncer de vejiga.

La agencia de la OMS recuerda que miles de personas en todo el mundo respiran todos los días el humo procedente de motores diésel, no sólo de coches particulares, sino también de otros medios de transporte (como trenes y barcos) y generadores eléctricos.

En este sentido, Kurt Straif, responsable del programa monográfico de la IARC, ha reconocido que los estudios en los que se ha basado su decisión se llevaron a cabo en poblaciones de trabajadores mucho más expuestas que la media. Sin embargo, añade, "hemos aprendido de otros carcinógenos, como el gas radón, que estos estudios siempre van seguidos de evidencias que demuestran el mismo riesgo en la población general". Por eso, concluye, gobiernos y autoridades deberían poner en marcha todas las medidas posibles para reducir la exposición de la población a estos humos contaminantes.

La IARC reconoce el trabajo que se está llevando a cabo desde el punto de vista técnico para fabricar diésel menos contaminante (con menos contenido en sulfuro) y motores capaces de una combustión más eficiente. Aún así, admiten, aún es pronto para saber cuántos de estos cambios (cualitativos y cuantitativos) serán necesarios a medio plazo para que empiecen a notarse repercusiones positivas en la salud de la población. "Los actuales motores tardarán muchos años en ser reemplazados, especialmente en países en desarrollo, que carecen de medidas legislativas estrictas para lograrlo", denuncian.

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El Mundo Ciencia

6 de mayo de 2012

Una joven de 13 años encontró la cura para el hipo

Mallory Kievman
El hipo. Una de las condiciones más molestosas (y en mi caso, dolorosas) de la humanidad, y hoy en pleno siglo 21 y con toda nuestra modernidad, nadie había dado con la cura. Hasta ahora (supuestamente).

Según reporta el New York Times, una joven de 13 año de nombre Mallory Kievman ha dado por fin con el remedio. La cura no tiene nada que ver con beber galones de agua, o aguantar la respiración, o poner una moneda en tu frente, o saltar como un canguro, o cualquiera de las cientos de otras supuestas curas que nunca funcionan.

Según esta joven, la cura es una combinación de vinagre con paletas (esas que son esféricas y dulces, con un palito para agarrar, y muy popular entre todos los niños del mundo).

Sin embargo, cuál tipo de vinagre en específico, y particularmente cual tipo de paleta, es lo que la niña no ha revelado, pues según ella trató más de 100 combinaciones distintas durante 2 años (lo que indice que inició con la idea a la edad de 11 años), y por lo que parece aparenta haber llegado a una solución real, ya que una empresa de nombre Startup Connecticut planea llevar la cura al mercado.

El nombre del producto será Hiccupops, una combinación de los nombre de Hiccups (hipo) y Lollipops (paleta), por lo que en español sería la “Hipopaleta” :)

Según la joven, el truco estuvo en notar que el vinagre dispara un juego de nervios en la garganta y la boca responsables del reflejo muscular que llamamos hipo.

Mientras tanto, aunque me anoto como “precavidamente optimista” con esta cura, de salir al mercado les aseguro que seré uno de los primeros en comprar las Hipopaletas esas…

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10 de abril de 2012

¿Por qué gritamos ¡ay! cuando nos golpeamos?

Grito

El sonido seminvoluntario que hacemos cuando nos damos un golpe, nos pinchamos, o nos quemamos un dedo, por ejemplo, es constante en todas las lenguas y todas las culturas.

En español solemos decir ¡ay!, los alemanes dicen ¡Ach!, los noruegos ¡Aul! y los chinos ¡Aiya!

Pero en todos los casos, es un sonido producido con la boca abierta y una respiración corta.

Ésta es la manera más rápida y más simple de hacer un sonido fuerte y, probablemente, evolucionó hasta transformarse en una alarma para avisarle a la tribu sobre la existencia de un peligro.

Si el peligro es un animal, el sonido tiene el mismo efecto que mostrar los dientes en forma amenazante.

Fuente:

BBC Ciencia

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29 de febrero de 2012

¿Por qué cuando nos resfriamos los mocos se vuelven verdes?


En un estado de salud normal nuestra mucosidad suele ser trasparente, pero en el momento en el que nos refriamos solemos producir una mayor cantidad de mocos y según va avanzando nuestro catarro estos acaban siendo de color verde.

Ello es causado gracias a los mecanismos de defensa que posee nuestro propio organismo y utiliza ante el ataque de agentes externos… en este caso los virus y bacterias que nos provocan el resfriado.

Cuando comenzamos a encontrarnos mal acuden a controlar la invasión de virus malisios unas defensas llamadas leucocitos neutrofilos, los cuales fabrican una sustancia llamada mieloperoxidasa; una potente enzima con un alto contenido en hierro que ayuda a acabar con las bacterias.

Y es precisamente el hierro que contiene la mieloperoxidasa el que hace que, según va evolucionando el resfriado, los mocos vayan adquiriendo un tono amarillento hasta acabar tomando el desagradable color verde.

Fuente:

20 Minutos

17 de febrero de 2012

Describen cómo el virus del resfriado libera su información genética

Cuando los rhinovirus se anclan en las membranas de nuestras células, penetran en su interior, liberan su ARN en el citoplasma del huésped y comienzan a multiplicarse.

Es entonces cuando empezamos a padecer los síntomas del resfriado común.

Núria Verdaguer, profesora de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en España) lleva años estudiando en Barcelona este proceso mediante cristalografía de rayos X.

En su trabajo más reciente, ha establecido la estructura atómica de la cápside vacía del Rhinovirus humano tipo 2.

Verdaguer, José Ruiz Castón, experto en biología estructural de virus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, y el especialista Dieter Blass del Vienna Biocenter, acaban de publicar un trabajo en el que muestran los cambios conformacionales de la cáspide mediados por el pH ácido.

Estos cambios resultan en la formación de canales en la pared de la cápside que facilitarían la salida del ARN viral.

[Img #6812]

Rhinovirus humano (Imagen: N. Verdaguer, D. Blaas D e I. Fita)


Las reorganizaciones estructurales de las proteínas VP1, VP2 y VP3 de la cápside pueden apreciarse en el vídeo. Con la nueva organización de las proteínas de la cápside aparecen unos poros por donde, como explica Castón, "saldrá el material genético infeccioso al citoplasma de la célula". Un paso imprescindible para que se multiplique el virus. (Fuente: Centro Nacional de Biotecnología, en España).




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Noticias de la Ciencia

21 de diciembre de 2011

¿Por qué nos salen mocos?

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La mayoría de la gente da por sentado que la mucosa está ahí y nunca se va a ir, esto es completamente verdad, ella está ahí para protegernos. Pero, ¿protegernos de qué? Hoy te enseñaré por qué y para qué están esos molestos mocos que se escabullen en tu nariz.

Mocos

Existen varios tipos de mocos, todos ellos cuentan con diferentes funciones. Contamos con mocos en los pulmones, en el estómago, en el colon, en la nariz, y las mujeres en el cuello uterino.

Entre las principales funciones de la mucosa se encuentra la hidratación, la defensa química, la defensa bacteriológica y la lubricación. La mucosa es creada por un tipo especializado de células, las células caliciformes.

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Los mocos en las vías respiratorias

Como ya dijimos existen varios tipos de mocos diferentes en el cuerpo, pero ahora vamos a tratar la mucosidad de la nariz y las vías respiratorias. Estas están en constante actividad pero te enseñaremos por qué a veces se activan de manera excesiva.

Virus

Cuando tenemos gripe o resfriado muchos virus han entrado en nuestro organismo a través de nuestro sistema respiratorio. Estos virus atacan las membranas nasales debilitándolas, la única manera de limpiar la nariz y deshacerse de todas las bacterias es a través de la mucosa. Por eso el resfriado y la mucosidad excesiva siempre van de la mano.

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Reacciones alérgicas

Con las reacciones alérgicas pasa algo similar que con los virus. Nuestra nariz se ve inundada por sustancias a las cuales nuestro cuerpo considera tóxicas. Polen, pelo de mascotas o simplemente polvo son los más comunes. También se puede ser alérgico a sustancias más extrañas.

Al igual que con los virus, el organismo emite grandes cantidades de mucosidad para poder limpiar las vías respiratorias. A diferencia de los virus las alergias no son contagiosas y estornudar no conlleva un riesgo a la gente que te rodea.

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Frío

La mucosa no es sólo síndrome de un resfriado o una alergia, puede ser activada también por temperaturas bajas. En estos casos el cuerpo necesita que el aire que entra en los pulmones esté a una temperatura no muy baja.

El cuerpo envía mayores emisiones sanguíneas a las membranas mucosas con el fin de calentar el área de la nariz. Esto como final consigue calentar el aire que entra en los pulmones pero nos deja una gran cantidad de mucosa en la nariz.

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Llanto

Llorar también nos hace crear mucha mucosa, pero ¿por qué? Bueno cuando lloramos no solo lo hacemos por los ojos hacia afuera y a los cachetes. También lloramos por dentro de unos conductos que van por debajo de la piel. Estos conductos entran en contacto con la membrana nasal la cual a causa del llanto se siente estimulada y libera mucosidad de manera más veloz.

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Más causas

Existen muchas razones por las que nuestra nariz puede comenzar a gotear. Existen muchos medicamentos que activan estas hormonas. Por otro lado las comidas calientes también tienen este efecto.

El embarazo y la segregación desmesurada de mucosidad también están asociados. El estrés también parece ser una causa frecuente de la mucosidad.

Si te interesa saber más sobre el cuerpo humano te invito a leer sobre la piel y los músculos.

Fuente:

Ojo Científico

16 de octubre de 2011

El extraño (e increíble) sindrome de los estornudos sexuales

Especial: Sexo y sexualidad


estornudoHace unos meses, un británico acudió al hospital aquejado de un raro síntoma: sufría una serie incontrolable de estornudos cada vez que pensaba en el sexo. Su reacción podría ser más frecuente de lo que imaginamos, según revela un estudio médico publicado hoy en la revista Journal of the Royal Society of Medicine.

Según el otorrino Mahmood Bhutta, coautor del artículo, “el reflejo del estornudo es una reliquia evolutiva en las conexiones de una región de nuestro sistema nervioso llamada sistema nervioso autónomo”. Según Bhutta, puesto que este área nerviosa controla respuestas fisiológicas que escapan a nuestro control, como el latido del corazón o la dilatación de la pupila, es posible que un cruce de señales haga que el sexo y los estornudos estén ligados en ciertas personas.

Para buscar más casos como el de su paciente, Bhutta investigó en Internet. Y descubrió testimonios de al menos 17 hombres y mujeres que habían confesado sufrir estornudos inmediatamente después de tener pensamientos sexuales, o incluso después de un orgasmo.

El investigador sospecha que la conexión entre el reflejo del estornudo y la excitación sexual podría ser un fallo genético heredado, más frecuente en miembros de una misma familia, si bien al tratarse de un tema tabú el extraño fenómeno habría pasado inadvertido.

Fuente:
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Muy Interesante

¿Sabes lo que es el síndrome post orgásmico?

30 de septiembre de 2011

Generando electricidad con la respiración



Pintar un edificio como las Torres Petronas no es algo que se pueda hacer todos los días. Ni siquiera todos los años. Por ello la pintura que se emplee para cubrir sus superficies metálicas expuestas debe ser una que mantenga muy bien el brillo y tenga una notable capacidad anticorrosiva. En este tipo de pinturas el principal componente suele ser un polímero denominado fluoruro de polivinilideno (PVDF). Su estructura es muy sencilla, no es más que unidades repetidas de -CH2-CF2-.

Otra característica interesante del PVDF es que una de las tres fases en la que se presenta (la beta, conformación 100% trans) tiene propiedades piezoeléctricas. La piezoelectricidad es esa característica que tienen algunos materiales de generar electricidad (acumular carga) cuando reciben presión y que nosotros solemos emplear en encendedores de todo tipo. Tenemos entonces un material estable frente a la corrosión, plástico y piezoeléctrico; todo un mundo de posibilidades.

Así lo han entendido los ingenieros que diseñaron el instrumento que lleva la New Horizons para medir la densidad de polvo en las proximidades de Plutón, el Venetia Burney Student Dust Counter, que montaron láminas de PVDF para detectar los impactos de partículas de polvo.

Pero también tiene posibilidades en el mundo médico. Un equipo de investigadores encabezado por Chenglian Sun, de la Universidad de Wisconsin en Madison (EE.UU.), han construido un dispositivo basado en PVDF que convierte el flujo de aire de la respiración humana en electricidad. El dispositivo podría servir como fuente de energía para otros dispositivos médicos implantados, eliminando de esta manera la necesidad de entrar en el quirófano para cambiar las pilas. Sus resultados aparecen en Energy & Enviromental Science.

La respiración podría ser una importante fuente de energía para uso personal, pero tiene dos inconvenientes: la baja velocidad del aire (2 m/s es un valor típico) y que fluctúa. Se ha conseguido recoger parte de esta energía con aparatos con un tamaño reducido pero todavía considerable, del orden de centímetros, y con el gran inconveniente de que necesitan velocidades de flujo claramente superiores a 2 m/s. Por tanto, es necesario reducir el tamaño del dispositivo para aprovechar las velocidades existentes además de que sea flexible y resistente a la corrosión para poder implantarlo en el cuerpo humano. Aquí es donde aparece el PVDF.

Los investigadores diseñaron un dispositivo muy simple, de micras, a base de una lámina de beta-PVDF. La lámina tiene que ser lo suficiente delgada como para que con la baja velocidad del aire entre en resonancia y genere electricidad. De hecho la principal proeza técnica de este trabajo es conseguir disminuir el espesor de la lámina sin que ésta pierda características mecánicas ni piezoeléctricas, lo que hicieron por grabado iónico reactivo (una combinación de grabado seco con grabado químico, como el aguafuerte).


Los investigadores predijeron teóricamente la relación flujo de aire / electricidad generada que comprobaron después con un dispositivo experimental. Las microláminas de beta-PVDF consiguieron generar suficiente electricidad como para mantener el funcionamiento de dispositivos eléctricos pequeños.

Los siguientes pasos están claros, aumentar la eficiencia y comprobar que efectivamente es capaz de hacer funcionar un dispositivo implantado (idealmente in vivo). Por otra parte las posibilidades de esta tecnología para aprovechar la energía mecánica de otros sistemas biológicos en sentido amplio, se nos antojan enormes.

Referencia:

Sun, C., Shi, J., Bayerl, D., & Wang, X. (2011). PVDF microbelts for harvesting energy from respiration Energy & Environmental Science DOI: 10.1039/C1EE02241E

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Experientia Docet

20 de agosto de 2011

¿Cómo respiran las moscas?

Los insectos son pequeños animales con los que convivimos a diario. Pero tal vez hay ciertas cosas, algunos datos específicos sobre ellos que no tenemos muy en claro aunque sean parte de nuestras vidas.

En el caso del artículo de hoy veremos cómo respiran las moscas, una curiosidad que mucha gente se pregunta, ya que las moscas no tienen narices (¡ni pulmones!) como muchos otros seres vivos, incluidos nosotros, los seres humanos.

Entonces, si las moscas no tienen nariz ni pulmones (o ningún otro órgano equivalente que permita la recolección de oxígeno), ¿cómo respiran? Estos insectos tienen un sistema de tubos bifurcados llamado sistema traqueal, el cual se encuentra a través de toda la extensión de sus pequeños cuerpos.

¿Cómo funciona este sistema? Bueno, pues su funcionamiento es bastante simple: las moléculas de oxígeno ingresan a través de un pequeño agujero en el adbomen del insecto que recibe el nombre "espiráculo".

Este espiráculo es el comienzo de un largo tubo llamado tráquea, entonces las moléculas de oxígeno ingresan por este tubo (y sus diferentes bifurcaciones) hasta que llegan a un sitio lleno de fluido llamado traqueal. Luego las moléculas se disuelven en este fluido y desde este mismo es que el oxígeno recorre las paredes del traqueal hacia dentro de las células de las moscas.

El hecho de que los insectos no tengan un sistema respiratorio mejor desarrollado es uno de los principales motivos por el que generalmente tienen un tamaño pequeño, aunque hay otros insectos un poco más grandes que utilizan sus músculos abdominales para poder hacer mover el oxígeno más rápidamente a través de su cuerpo, así manteniendo todas las células de sus pequeños cuerpos completamente oxigenadas.

Fuente:

Ojo Científico


9 de junio de 2011

¿Cómo respiran las arañas acuáticas bajo del agua?

La araña acuática es la única especie del araña que puede respirar bajo de agua. ¿Pero cómo? Roger Seymour y Stefan Hetz se preguntaron lo mismo y acaban de publicar algunas respuestas en la Revista de Biología Experimental.

Seymour estudia cómo los insectos acuáticos extraen oxígeno de las burbujas que atrapan bajo sus abdómenes para respirar bajo del agua. Le interesó la araña acuática y obtuvo permiso para recolectar especimenes de artrópodos.

La araña Argyroneta aquatica construye un nido – llamado una campana – con su seda bajo el agua. Dentro de la campana mete la araña aire que ha trasladado de la superficie. Tras medir los niveles de oxígeno en la campana, los científicos concluyeron que las arañas la estaban usando como una agalla – la burbuja de aire podia sacar oxígeno del agua.

Eventualmente, la difusión del nitrogeno al agua dismunía el tamaño de la burbuja y la araña tenía que regresar a la superficie. Pero los investigadores observaron que las arañas se podían quedar más de un día bajo el agua, manteniendo su tasa metabólica diminuída.




Tomado de:

Ciencia Cierta

15 de febrero de 2011

La contaminación causa siete veces más muertos que los accidentes de tráfico

Al menos 16.000 personas mueren de forma prematura por culpa de la contaminación en España, según estima el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM). Esta cifra multiplica por siete a la de fallecidos en accidentes de tráfico en 2010. En el conjunto de la Unión Europea (UE), la cifra se eleva a 370.000 muertes debido a la mala calidad del aire. Los niños, los ancianos y los enfermos crónicos o con patologías cardíacas son los colectivos más vulnerables a este problema ambiental.

“La comunidad científica no tiene dudas respecto a los efectos perjudiciales de la contaminación sobre la salud respiratoria y coincide en la necesidad de reducir la contaminación urbana”, explica Cristina Martínez, coordinadora del área de medio ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

“Respirar aire limpio es un derecho de todas las personas”, señala Juan Ruiz Manzano, presidente de la SEPAR. Los gases emitidos por los tubos de escape de tráfico rodado y las superficies industriales o productoras de energía son los mayores causantes de este problema de salud ambiental.

Otro estudio europeo, que incluye a Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia, revela que si los niveles de estas partículas contaminantes suspendidas en el aire (inferiores a 2,5 micras) se redujeran a 20 partículas/microgramo por metro cúbico, en cada ciudad se evitarían 11.375 muertes prematuras, es decir, 8.053 muertes por patologías cardiopulmonares y 1.296 por cáncer de pulmón.

Fuente:

Muy Interesante

3 de diciembre de 2010

Un traje de buzo que te convierte en pez

La capacidad del hombre para superar barreras y explorar lugares inhóspitos es notable, pero de la misma forma en que sucede con la tecnología (o su ausencia), nuestra biología puede ser una barrera para dicha exploración. La necesidad de oxígeno y la terrible presión que existe en las profundidades el océano nos impide recorrerlo en carne propia, pero un traje de buzo especial recientemente patentado nos permitiría llegar mucho más profundo gracias a un factor muy peculiar: Respirar líquido.
Bucear puede ser una actividad fascinante y entretenida para todos aquellos que tienen acceso a ella, aunque tiene sus riesgos. Más allá del equipo y el entrenamiento, el punto es que no se puede ir demasiado profundo. Enfermedad por descompresión, narcosis de nitrógeno o toxicidad del oxígeno son tres de las tantas condiciones que una persona puede sufrir si no se toman los recaudos necesarios, pero el límite sigue estando allí de todas formas. Como entretenimiento, no se recomienda realizar sesiones de buceo más allá de los 40 metros de profundidad, mientras que buzos expertos y con amplio entrenamiento (incluyendo el militar), consideran como límite máximo para el "buceo técnico" los cien metros de profundidad. En comparación con los abismos que existen en el océano, apenas bajamos unos escalones.




Lo más complicado es convencer a alguien de instalarse una branquia en la arteria femoral, pero el diseño parece factible (Fuente: The Independent)

Según un inventor estadounidense, una de las limitaciones más importantes a la que se enfrentan los buzos, que es la enfermedad por descompresión, podría quedar descartada gracias a un nuevo traje que habilita a su usuario para respirar líquido. El inventor es Arnold Lande, un cirujano cardiovascular retirado de 79 años. La idea de respirar líquido puede parecer una mezcla entre extraña y fatal, pero no sólo la ciencia ficción ha explotado este concepto, sino que ya es utilizado por la medicina en casos de bebés prematuros. El traje le permite a su usuario inhalar perfluorocarbonos con una alta concentración de oxígeno, mientras que el dióxido de carbono sería expulsado a través de una "branquia mecánica" instalada en la arteria femoral.

Aunque se trate de una simple patente, son muchas las fuentes que coinciden en que la respiración líquida funciona. Por supuesto, su utilización práctica dependería exclusivamente de la situación, aunque como ejemplo cercano es posible recordar al derrame de petróleo en el Golfo de México. La dificultad para cerrar el pozo se centró en la profundidad a la que se encontraba. Si un equipo de buzos hubiese podido bajar de forma segura, el resultado hubiese sido diferente. El resto del proceso se reducirá a encontrar fondos, desarrolladores, y por supuesto, voluntarios

Fuente:

Neo Teo

30 de noviembre de 2010

¿Por qué a la gripe le gusta el invierno?

¿Alguna vez te has preguntado por qué el invierno es la época elegida por el virus de la gripe para atacar nuestro sistema respiratorio?

Según un estudio realizado por el virólogo Peter Palese, de la Escuela de Medicina Monte Sinai (Nueva York), esta preferencia se debe a que las temperaturas bajas y el descenso de la humedad ambiental fortalecen al virus.

Tradicionalmente, algunos especialistas culpaban el aumento de los procesos gripales a la tendencia de las personas a pasar más tiempo en contacto con otras en lugares cerrados durante la estación fría. Sin embargo no había ningún dato científico que confirmara esta sospecha.

Palese ha roto con este mito al demostrar, a través de una serie experimentos con cerdos de guinea infectados con el virus de la gripe humana, que esta enfermedad se contagia al menos a 8 de cada 10 animales cuando la humedad relativa es del 20 al 35 por ciento, mientras que cuando la humedad supera el 80 por ciento, el virus no se transmite. Además, los mayores índices de contagio, según los experimentos, ocurren a una temperatura de 5ºC. En ese caso, basta con hablar, toser o estornudar para enviar los virus al aire y que otros individuos puedan inhalarlo. Sin embargo, cuando el mercurio marca los 30ºC, la transmisión del virus es inexistente.

Una posible explicación, dice el investigador, es que el virus podría ser más estable a temperaturas bajas y con poco vapor de agua en la atmósfera. Otra posibilidad que se baraja es que las barreras físicas que nos protegen de los microorganismos, como la membrana mucosa de la nariz, pierdan su eficacia en estas condiciones meteorológicas. Los próximos experimentos con humanos ayudarán a despejar estas dudas.

Fuente:

Muy Interesante

11 de noviembre de 2010

La neumonía mata a 4.000 niños cada día

La neumonía se puede prevenir por medio de inmunización y mediante el control de factores ambientales.

Una de las fuentes más famosas de Ginebra, en Suiza, se teñirá de azul para conmemorar el Día Mundial de la Neumonía, una enfermedad que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la principal causa de muerte de niños en todo el planeta.

Más de 4.000 niños mueren de neumonía cada día.

Según datos de la OMS, se calcula que la enfermedad mata a unos 1,8 millones de niños cada año.

Se trata de la enfermedad que más muertes de menores de cinco años provoca. Ni la malaria, ni el sarampión ni el sida combinados son tan letales.

Menos del 20% de los niños que padecen neumonía reciben los antibióticos que necesitan

OMS

Pese al daño que ocasiona, la OMS cree que es una enfermedad "olvidada". De hecho, los expertos aseguran el dinero que se destina para combatirla y prevenirla es muy poco, si se compara con el que se invierte en la malaria y el sida.

"Es una tragedia", señala Helen Evans de la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización, pues se trata de una enfermedad que no es sólo tratable sino prevenible.

"Lo trágico es que es una de esas enfermedades que se ha probado científicamente que se puede prevenir por medio de la vacunación, de la promoción de la lactancia materna y de una buena nutrición", señaló la experta.

Costos

Madres amamantando a sus bebés

Una alimentación adecuada durante la infancia es clave para evitar que los niños contraigan la enfermedad.

Una vez se contrae la enfermedad se puede tratar con antibióticos, explicó Evans. Sin embargo, según la OMS, "menos del 20% de los niños que padecen neumonía reciben los antibióticos que necesitan".

De acuerdo con la corresponsal de la BBC en Ginebra, Imogen Foulkes, la vacuna contra la neumonía no es barata. En Estados Unidos, el precio estándar es US$95.

Sin embargo, después de establecer negociaciones con laboratorios farmacéuticos, la Alianza Global consiguió que el precio baje a sólo US$ 3,50 por dosis en los países en vías de desarrollo.

El plan es iniciar, en cinco años, una campaña de vacunación en 40 de los países más pobres del mundo y, de esa forma, prevenir millones de muertes a causa de la neumonía.

La compra de las vacunas y el lanzamiento de la campaña de inmunización ascienden a US$4.300 millones, por lo que el dinero de los países donantes es clave.

La enfermedad, que puede ser causada por virus, bacterias u hongos, es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, haciendo que la respiración sea dolorosa y limitando la absorción de oxígeno.

Fuente:

BBC Ciencia

28 de septiembre de 2010

El Diseñador poco inteligente I: Cañerías

Hallábanse dos jóvenes estudiantes, llamados Peláez y Ortigosa, ante el último problema que les había propuesto su profesor y que versaba sobre el diseño de una máquina procesadora de agua, sólidos y gases. La propuesta era aparentemente sencilla: por un extremo de la máquina debían introducirse agua, restos orgánicos y aire atmosférico. En el cuerpo central de la máquina debían situarse dos procesadores independientes: uno de ellos descompondría la materia orgánica y la mezclaría con el agua, para posteriormente expelerla al exterior del aparato. El segundo procesador debía ser capaz de capturar aire del exterior y volverlo a expulsar de tal manera que estuviera circulando continuamente por el interior de la máquina, con el objeto de ventilar el sistema y mantenerlo en una temperatura aceptable.

El profesor sólo indicó una limitación para el diseño: la materia prima de ambos circuitos no podía mezclarse. Si esto ocurría (especialmente si el agua o la materia orgánica penetraban en el circuito del aire), la máquina tendría serios problemas de funcionamiento, pudiendo llegar a quedar total e irremediablemente inservible.

El diseñador inteligente

Peláez, el más metódico de los estudiantes consideró que el peligro de que los compuestos se mezclaran constituía un aspecto vital, y comenzó dibujando un pequeño esquema que asegurar la estanqueidad e independencia de ambos circuitos:

Esquema de Peláez

Esquema 1 de Peláez (corte longitudinal de la máquina)

Antes de construir nada, Peláez siguió trabajando con bocetos, pensando que sería más sencillo cambiar un dibujo que una máquina ya construída. De esta forma, su siguiente paso consistió en ubicar sobre el papel la bomba de aire y el descomponedor de materia orgánica en cada uno de los conductos, ajustando los tamaños, diámetros y colocación de forma precisa:

Esquema 2 de Peláez (corte longitudinal de la máquina)

Esquema 2 de Peláez (corte longitudinal de la máquina)

La turbina produciría un flujo constante de aire que refrigeraba el interior de la máquina, mientras que cada vez que se introducía agua y/o materia orgánica por el otro orificio, el segundo procesador entraría en funcionamiento descomponiendo y mezclando para expulsar el resultado por el orifico de salida correspondiente. Complacido, se le ocurrió introducir una mejora: una serie de tubos que optimizaran la ventilación del interior del mecanismo, así como un pequeño filtro en la entrada de arie con el objeto de que las impurezas arrastradas con éste no dañaran la turbina. Hizo sitio en su esquema y obtuvo el boceto final:

Esquema 3 de Peláez (corte longitudinal de la máquina)

Esquema 3 de Peláez (corte longitudinal de la máquina)

Finalizado el diseño, Peláez procedió a construir la máquina según las especificaciones que había planeado, obteniendo un aparato funcional que entregó orgullosamente al profesor junto con la memoria correspondiente, disponiéndose a esperar la calificación.

El diseñador chapucero

Mientras tanto Ortigosa, mucho menos analítico y -confesémoslo- bastante más chapucero, pensó que sería más rápido comenzar inmediatamente la construcción, sin perder el tiempo en diseños ni dibujitos previos. Así cogió un bloque de metal y practicó un conducto longitudinal con un orificio de entrada y otro de salida:

Esquema de Ortigosa

Prototipo de Ortigosa, fase 1 (corte longitudinal de la máquina)

A continuación, Pedró colocó la turbina y el procesador de materia prima en el conducto practicado, uno a continuación de otro:

Esquema 2 de Ortigosa (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 2 (corte longitudinal de la máquina)

Aquí se encontró con su primer problema: la máquina necesitaba una perfecta sincronización entre la entrada de aire y la de las otras materias primas, dado que no debían mezclarse en su interior. Pudo programar la turbina propulsora para que funcionara a intervalos intermitentes, pero esto le obligaba a introducir el agua y la materia orgánica durante los cortos períodos en que la turbina estaba parada. Tal procedimiento recalentaba demasiado la máquina al no presentar un flujo constante de aire y, por otro lado, no permitía asegurar una separación perfecta, dado que cualquier desacople en la introducción de agua y materia orgánica producía la indeseable mezca con el aire. Para colmo de males, la turbina se ensuciaba cuando las materias primas pasaban a través de ella, lo que hacía que tras unos pocos ciclos dejara de funcionar, quemando la máquina por recalentamiento.

A pesar de este mal funcionamiento, Ortigosa no estaba dispuesto a empezar de nuevo, e ideó un sistema para separar el propulsor de aire y el procesador de materias primas. No quedaba espacio en la máquina para situar un segundo conducto completo, así que redujo el tamaño de la turbina, hizo un hueco a base de unos cuantos golpes y colocó la nueva y reducida turbina en una ubicación paralela comunicada con el conducto principal mediante un canal secundario:

Esquema 3 de Ortigosa (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 3 (corte longitudinal de la máquina)

No tardó en aparecer un segundo problema: no había previsto ningún canal de salida de aire, y además la salida de la turbina estaba parcialmente tapada por el procesador de materias primas. Al pobre Ortigosa (que ya le acuciaba el tiempo) no se le ocurrió otra cosa que que diseñar una turbina de “ida y vuelta”, de tal manera que durante unos segundos aspiraba el aire para, a continuación invertir el funcionamiento y expulsarlo por el mismo camino hacia el exterior.

Para colmo de males, encontró que el orificio de entrada era demasiado amplio, con lo que muchas impurezas penetraban en la máquina al aspirar (incluso algún objeto de poco peso pero respetable tamaño). Pensó en colocar un filtro en la entrada, pero entonces el agua y la materia orgánica no podrían penetrar hasta el procesador. La solución que pergeñó fue situar una tapa en el orificio de entrada, practicando un canal auxiliar para aspirar el aire, en el que finalmente pudo colocar un pequeño filtro:

Esquema 4 de Ortigosa (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 4 (corte longitudinal de la máquina)

De esta forma, cuando funcionaba la turbina en aspiración, se cerraba la compuerta del orificio principal, obligando al aire a entrar por el orificio secundario dotado de filtro. Sin embargo, al invertir la turbina y expulsar el aire, éste podía salir por cualquiera de los dos orificios, en función de que la compuerta estuviera cerrada o abierta.

Este “sistema” solucionó en parte el problema con el aire, pero el circuito de ventilación era demasiado corto, por lo que Ortigosa se vió obligado a situar pequeños conductos auxiliares. Esto produjo un nuevo problema: al ser un circuito cerrado, en los conductos auxiliares no se producía circulación alguna, por lo que Ortigosa colocó una pequeña turbina secundaria y sincronizada con la anterior para asegurar la circulación por el circuito auxiliar, junto con una serie de válvulas que forzaran la circulación en un único sentido:

Esquema 5 de Ortigosa (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 5 (corte longitudinal de la máquina)

Por fin, Ortigosa creyó haber terminado la máquina: el circuito de aire, aunque poco eficiente, funcionaba razonablemente. La desilusión llegó al introducir el agua y la materia orgánica: si la turbina estaba aspirando en ese momento, la mayor parte de éstos materiales eran arrastrados a la turbina, atascándola irremediablemente (dado que ahora no disponía de conducto de salida). Por el contrario, si la turbina estaba expulsando el aire, el flujo impedía que las materias primas entraran hasta alcanzar el procesador.

Desesperado, deshechó la posibilidad de empezar de nuevo, pensando que tardaría más que tratando de solucionar el problema actual. Al fin y al cabo, la máquina estaba muy avanzada y casi funcionaba.

Ortigosa siguió probando soluciones, y finalmente se inclinó por instalar una válvula al inicio del canal de la turbina, de tal manera que cuando se activara, cerraría el conducto del aire hacia la turbina:

Prototipo de Ortigosa, fase 6 (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 6 (corte longitudinal de la máquina)

Probando esta última versión del aparato, Ortigosa encontró un último escollo: la compuerta de la turbina se abatía sobre el orificio de entrada de ésta tanto al entrar agua y materia orgánica como al aspirar aire, lo que bloqueaba el circuito. Estando ya realmente apurado, lo que hizo fue endurecer la articulación de la compuerta y taladrarla para que el aire pudiera pasar a su través sin ofrecer demasiada resistencia. Esto tenía un impedimento, y es que el agua o las pequeñas partículas podrían colarse en la turbina, pero Ortigosa confió en que no se introdujera demasiado volumen de agua ni materia orgánica demasiado fragmentada. Lamentablemente, estas medidas obligarían al procesador a trabajar más duramente y con menor efectividad, pero siempre sería mejor que atascar de forma irremediable la turbina.

Prototipo de Ortigosa, fase 7 (corte longitudinal de la máquina)

Prototipo de Ortigosa, fase 7 (corte longitudinal de la máquina)

Ortigosa no estaba demasiado satisfecho, pero decidió que su máquina funcionaba aceptablemente, así que la entregó -eso sí, varios días más tarde que Peláez- y pasó a esperar temerosamente la evaluación por parte del profesor.

Tras examinar las dos máquinas, el docente no tuvo dudas sobre cuál de ambos estudiantes había trabajado de una forma más eficiente y rápida, así como cuál de las dos máquinas funcionaba mejor:

Máquinas de Peláez (izquierda) y Ortigosa (derecha)

Máquinas de Peláez (izquierda) y Ortigosa (derecha)

La evaluación fue, por lo tanto, muy clara: Peláez había construido una máquina sencilla, eficiente y segura en mucho menos tiempo que Ortigosa, que había utilizado muchos recursos de forma innecesaria y con unos resultados muy inferiores: la máquina se calentaba en exceso por el deficiente circuito de ventilación, tendía a atascarse, debía trabajar a mayor esfuerzo del debido y tenía muchas piezas que hacían más probable un fallo en el funcionamiento. Así pues, Peláez obtubo un sobresaliente, mientras que Ortigosa solamente recogió un aprobado raspado, gracias a que -al menos- la máquina funcionaba durante cierto tiempo.

Moraleja: un diseñador piensa primero y actúa después

A cualquier lector le habrá parecido el proceder de Ortigosa totalmente inadecuado e ineficiente, y a todos se nos ocurren varias mejoras que podrían haberse realizado con muy poco esfuerzo y un poco de planificación. Si tuviéramos que elegir a uno de los estudiantes para que nos construyera cualquier aparato, creo que todos nosotros elegiríamos a Peláez.

Por el contrario, y lamentablemente, la naturaleza se parece más a Ortigosa el chapucero que a Peláez el diseñador. La evolución no piensa antes de lanzarse a construir, sino que lo va haciendo sobre la marcha. Adopta soluciones (si éstas aparecen) que no tienen por que ser óptimas, sólo deben permitir que el organismo/máquina funcione algo mejor durante un tiempo.

Si es cierto lo que afirmo, al examinar la solución que evolutivamente se da a ciertas estructuras y organismos sería esperable encontrar más máquinas “tipo Ortigosa” que “tipo Peláez”. Y esto es exactamente lo que ocurre en la naturaleza.

Examinando el diseño de nuestros sistemas respiratorio y digestivo, encontramos muchísimas más semejanzas con el improvisado trabajo de Ortigosa que con el impecable diseño de Peláez.

Aparatos respiratorio y digestivo humanos (izda); porción cefálica (dcha)

Aparatos respiratorio y digestivo humanos (izda); porción cefálica (dcha)

Los conductos de entrada de nuestro aparato digestivo y los conductos de entrada y salida del respiratorio se encuentran comunicados de una manera similar a la máquina de Ortigosa. La cavidad nasal se comunica con la cavidad bucal mediante un conducto común llamado faringe, por el que circulan tanto el aire que respiramos como el agua y los alimentos que tragamos. Posteriormente la faringe se bifurca en la vía respiratoria (laringe y tráquea) hacia los pulmones y la vía digestiva (esófago) hacia el estómago, existiendo una tapadera constituida por la epiglotis que tapona las vías respiratorias durante la deglución. Esto exige una separación temporal muy precisa entre las actividades de respiración y deglución, así como la interposición de varias compuertas y válvulas para evitar los cambios indeseados de ruta.

Lamentablemente, el sistema adolece de tantos errores y riesgos como la máquina de Ortigosa: el aire, el agua y los alimentos se introducen demasiado frecuentemente por los canales equivocados, provocando a menudo problemas digestivos o, lo que es peor, atragantamientos por obstrucción de la laringe que pueden desembocar en consecuencias tan graves como la muerte por asfixia.


¿Porqué no disponemos de dos circuitos separados, dado que nada obliga a compartir conductos entre ambos aparatos?. Esto sería mucho más seguro y eficiente, como la máquina de Peláez. La respuesta es que nuestra funcionalidad respiratoria y digestiva es producto de una diseño chapucero, de una naturaleza que trabaja como Ortigosa: sin pensar y adoptando soluciones sobre la marcha.

Personalmente, dudo mucho que cualquier persona mínimamente religiosa esté dispuesta a atribuir este “diseño” a la premeditación e inteligencia del ser superior al que adora, sería un menosprecio o -como indica el biólogo Francisco Ayala- una verdadera blasfemia.

Fuente:

La Ciencia y sus Demonios

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20 de julio de 2010

No tienen pulmones... pero han conquistado el mundo

Martes, 20 de julio de 2010

No tienen pulmones... pero han conquistado el mundo


“De entre los animales terrestres, unos absorben el aire y lo expulsan (procesos que se llaman inspiración y expiración), como por ejemplo, el hombre y todos los animales terrestres que tienen pulmones; otros no toman el aire, pero viven y encuentran su alimento en tierra, como por ejemplo, la avispa, la abeja y los demás insectos. Llamo insectos a los animales cuyo cuerpo presenta segmentos, ya sobre la espalda, ya en ésta y en la barriga.”

El párrafo con el que he comenzado este artículo está tomado de “Investigación sobre los animales”, uno de los tratados que dedicó Aristóteles a la Zoología. Porque Aristóteles, entre sus muchos saberes, contaba con un gran conocimiento zoológico. De hecho, está considerado como el primer naturalista y bastante de lo que dejó escrito sobre algunos aspectos de la biología de los animales casi no ha sufrido modificaciones a lo largo de siglos. No obstante, aunque tuvo bastante acierto con la observación relativa a los insectos reproducida más arriba, su acierto no fue completo.

Los insectos no tienen pulmones. Esa es una de las características más singulares del grupo. Su aparato respiratorio consiste en un sistema traqueal. Es un sistema formado por un conjunto de invaginaciones o tubos que parten de sendos orificios en la superficie exterior y que penetran en el interior del organismo, a la vez que se van ramificando de forma progresiva. Cada uno de los tubos que parten de la superficia es una tráquea y conforme se van ramificando se convierten en traqueolas. El aire entra en la tráquea por el orificio exterior y va penetrando por las traqueolas; conforme se ramifican para dar lugar a nuevas traqueolas, éstas se hacen cada vez más delgadas, hasta el punto de que cada célula acaba recibiendo una traqueola, su traqueola. En la proximidad del punto de contacto con la célula, la traqueola contiene un pequeño volumen de líquido, que es en el que se disuelve el oxígeno que llegado procedente del exterior, y del que difundirá, de forma disuelta, a la célula en contacto con la traqueola.

Para completar la descripción del sistema hay que citar otros dos elementos. Por un lado, -y este es el aspecto en que Aristóteles no acertó-, en algunas especies, y gracias a una actividad muscular específica, puede haber una cierta actividad ventilatoria. Así pues, se puede considerar que en los insectos puede producirse una cierta inspiración, aunque no sea un rasgo general. Y por otro lado, son capaces de cerrar las tráqueas mediante unas estructuras denominadas espiráculos. El poder cerrar las tráqueas tiene su importancia, dado que permite evitar la evaporación del agua contenida en el fondo de las traqueolas de manera que no pierdan excesiva cantidad de agua de esa forma.

Lea el artículo completo en:

Ehusfera

6 de julio de 2010

Los genes tibetanos se adaptaron a la altitud en menos de 3.000 años

Martes, 06 de julio dce 2010

Los genes tibetanos se adaptaron a la altitud en menos de 3.000 años

Viven con niveles de oxígeno un 40% más bajos

Los tibetanos se separaron de la dinastía china hace menos de 3.000 años y, a partir de ese momento, desarrollaron una capacidad genética única para adaptarse a altitudes elevadas y sobrevivir con niveles bajos de oxígeno, según las conclusiones de una investigación dirigida por la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), publicada en su última edición por la revista 'Science'.

La adaptación a la falta de oxígeno ha permitido subsistir a muchos pueblos, desde los propios tibetanos a las civilizaciones andinas, pese a vivir a gran altura. Para ello, la ciencia siempre ha tratado de buscar una explicación genética ya que por encima de los 13.000 pies (más de 3.900 metros aproximadamente) los niveles de oxígeno son un 40 por ciento más bajos que al nivel del mar, lo que provoca dolores de cabeza, cansancio, y bebés con bajo peso al nacer.

Sin embargo, los tibetanos no presentan ninguno de estos problemas pese a que, además, sus niveles de hemoglobina y de saturación de oxígeno en sangre son más bajos.

Con el objetivo de comprobar cuándo se produjo esta adaptación a unos niveles de altitud elevados, en esta investigación se comparó el ADN de 50 habitantes del Tíbet con el de 40 ciudadanos de Pekín pertenecientes a la dinastía Han, el grupo étnico dominante en China al que, en algún momento, pertenecieron los tibetanos.

Para ello contaron con la colaboración del Instituto de Genómica de Pekín (BGI, en sus siglas en inglés), que se encargó de tomar las muestras de sangre de los participantes para medir la saturación de oxígeno, la concentración de glóbulos rojos y los niveles de hemoglobina.

Ya en el laboratorio, se utilizaron las últimas tecnologías en secuenciación para cortar el ADN en muchas muestras que luego fueron comparadas por un equipo de la Universidad de California, liderado por el profesor Rasmus Nielsen.

El análisis reveló que los tibetanos se separaron de su ancestro común hace unos 2.750 años, cuando estos se trasladaron a la meseta. Además, al comparar sus muestras genéticas con los de los chinos Han encontraron hasta 20.000 genes básicamente idénticos, si bien había una treintena con grandes diferencias en su ADN, la mitad de ellos relacionados con la forma en que el cuerpo hace uso del oxígeno.

"Es el cambio genético más rápido que se ha detectado en los seres humanos", asegura el profesor Nielsen, que destaca que la diferencia más radical se produce en el gen EPAS1, presente en el 87 por ciento de los tibetanos pero sólo en un 9 por ciento de los chinos Han.

Dicho gen se conoce como el gen del "súper atleta", identificado hace ya varios años y asociado a una mejor condición atlética, y se caracteriza por codificar una proteína implicada en la detección de los niveles de oxígeno y, tal vez, al equilibrio del metabolismo aeróbico y anaeróbico.

Lea el artículo completo en:

Cadena Ser

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