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29 de febrero de 2016

La larga historia del ateismo

El libro 'Batallando con los dioses' explora las raíces de la "no creencia"

Tim Whitmarsh sostiene que la tendencia ha estado presente todas las culturas

El profesor de Cambridge rebate el mito de que es un "invento" de la Ilustración




El ateísmo viene de largo y es tan antiguo como la creencia en Dios, sostiene el profesor Tim Whitmarsh, que enseña Cultura Griega en la Universidad de Cambridge y se desmarca estos días con un libro,Battling the Gods, indagando como pocos en la raíces de la "no creencia" en seres divinos.


Asegura Whitmarsh que la idea de que el ateísmo en un "invento" de la Ilustración, propulsado por los avances de la ciencia, ha sido un mito que pervive hasta nuestros días por la influencia del cristianismo. El profesor de Cambridge reconoce que ha tenido que excavar "bajo los escombros acumulados durante siglos de censura cristiana" para encontrar indicios de ateísmo en culturas milenarias.

Whitmarsh se rebela también contra idea de que la religión es un producto inevitable de nuestra evolución como especies. "Estoy intentando rebatir la noción de que los humanos estamos "programados" para creer", declara a The Guardian el experto en cultura clásica, que ahonda sobre todo en las huellas de ateísmo en la Grecia politeísta, pasando por Sócrates y Platón.


A Sócrates le obligaron precisamente a beber cicuta por "no reconocer los dioses ancestrales". Aunque su ejecución, sostiene Whitmarsh, no fue tanto por "herejía" como por razones políticas, ya que el ateísmo llegó a estar más o menos tolerado en la sociedad ateniense.

Se remite Whitmarsh a uno de los famosos diálogos platónicos, en los que un creyente arenga con complejo de superioridad a un "no creyente": "Tú y tus amigos no sois los primeros en tener este este punto de vista sobre los dioses. Siempre ha habido de esos que sufren esta "enfermedad", en mayores o menores números".

"Podemos estar o no de acuerdo a la hora de bautizarlo como "enfermedad"", puntualiza Whitmarsh. "Pero Platón tenía seguramente razón en el punto principal: siempre ha habido a lo largo de la historia, y en todas las culturas, gente que se resiste a creer en un poder divino".

Nos recuerda Whitmarsh a pensadores como Carnéades de Cirene, que dirigió la Academia de Platón en el siglo II antes de Cristo, y que consideraba "la creencia en dioses como algo ilógico". Tiempo después, Jenófanes de Colofón criticó los dioses antropomórficos como "una invención humana y corrupta" (aunque propuso al mismo tiempo la evolución hacia algo parecido al panteísmo).

Los primeros ateos

Diágoras de Melos se llevó de hecho la mala fama del primer ateo en la Grecia clásica. Los atomistas Leucipo y Dmócrito defendieron luego una visión materialista del mundo en la que no había lugar para la intervención divina. Whitmarsh recuerda cómo los epicúreos, en pos de la vida feliz y del carpe diem, fueron llamados en sus tiempos los "ateos" (literalmente, "sin dios").

El autor de Batallando a los dioses se desmarca del debate actual, propiciado tanto desde el cristianismo como desde el "nuevo ateísmo". "Las dos posturas pecan de vanidad modernista", asegura Whitmarsh.

"Lo cierto es que la no creencia en un poder supranatural es tan vieja como nuestras colinas", concluye el profesor de Cambridge. "Es de una profunda ignorancia creer que los europeos "iluminados" del siglo XVIII fueron los primeros en batallar contra los dioses. De hecho, en las sociedades antiguas fueron más capaces de contener el ateísmo dentro de lo que estaba considerado "normal"".

Fuente:

El Mundo Ciencia

26 de abril de 2015

Sr. Paulo Coelho: ¡Usted no es Dios!

En 1968 Arthur C. Clarke calculó que por cada persona que existe han existido otras treinta, «pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos».
Al menos lo era entonces, cuando publicó 2001: Una Odisea del espacio. Aquel año la población humana ascendía a tres mil quinientos millones de individuos frente a los cien mil millones que habían pasado por la Tierra en total, según C. Clarke, «desde el alba de los tiempos».
Casi cincuenta años más tarde los números han acumulado enteros y se han revisado al alza, pero siguen pareciéndose a los que concluyó el escritor inglés. En octubre de 2011, el Population Reference Bureau de Washington calculó que desde aquella alba de los tiempos —el año 50 000 antes de Cristo, cuando el Homo sapiens entró en la llamada modernidad conductual— hasta ese momento habían pasado por nuestro planeta 107 602 707 791 seres humanos.
Solo unos meses después, en algún momento entre finales de 2011 y principios de 2012, el censo planetario superó por primera vez la cifra de siete mil millones de individuos. Por monstruoso que resulte el número, siete mil millones son poco más del seis por ciento de todos los seres humanos que han existido jamás.
Y ahora, dígame. ¿De verdad piensa usted que es, en modo alguno, una persona especial?
El universo conspiranoico
Porque con frecuencia se le dirá que sí. Que entre tantísimas personas como existen, usted, de alguna manera, es diferente de todas. Tiene algo, un qué sé yo. Un it esquivo, un factor equis. Y usted lo intuye. Lo sabe con lo de atrás de la cabeza.
No es un talento ni una virtud. No le desplaza a usted de su posición en ese punto superpoblado donde confluyen las medias aritméticas. Es otra cosa. Un asterisco invisible que pende sobre su cabeza, como el protagonista de un videojuego. Y le distingue como a un Wally que encontrar inmerso en muchedumbres. Por eso, se le dirá, debe usted resultar encontrado. Por eso, se le dirá, usted va a ser encontrado. Porque habrá una cantidad inconcebible de personas pero usted tiene algo que ellas no: el poder de conjurar lo improbable. Tiene más papeletas, muchas más. Y concurre armado con ellas a las rifas del mundo, que así se inclinan todas a su favor.
Y por esa razón, se le dirá también, es un atropello que aún no le haya tocado nada. Y que ocupe usted la posición vitalicia que le ha sido asignada en el reparto de las cosas, que es la de un mindundi de mierda.
«No importa lo que haga, cada persona en la tierra juega un papel central en la Historia del Mundo. Y normalmente no lo sabe».
Palabras de Paulo Coelho, no nuestras. Nosotros no le conocemos de nada y no damos un duro por usted, disculpe la sinceridad. Pero Paulo Coelho sí. Paulo Coelho asegura que usted juega nada menos que «un papel central en la historia del mundo».
Como Newton o como Sócrates, para hacernos una idea, pero sin haber contribuido grandemente a la ciencia o la filosofía. En general, sin haber contribuido a nada porque usted, corríjame si me equivoco, ni ha conducido pueblos a la utopía ni ha descubierto la fórmula de la fusión fría. Por no hacer ni siquiera abona cinco euritos mensuales para honrar ese papel protagónico del que goza en la relojería elemental del mundo y acometer cambios, como erradicar el trabajo infantil o salvar de la extinción a las ballenas. Podría, pero no. Total, pst.
Para qué. El mismo Coelho lo dice, «no importa lo que haga». Y tampoco importa lo que razone, se lo puede ahorrar. Si llega usted a su conclusión estará en lo cierto, pero si resuelve lo contrario le dará igual, porque el caso es que «no lo sabe».
No hay escapatoria, ya lo ve. Se ponga como se ponga, es usted la hostia.
Lea el artículo completo en:

7 de abril de 2015

Mejor edad para fomentar lectura es entre 3 y 5 años, según especialista


La estimulación temprana de la lectura es muy importante para que el niño pueda estar preparado para la etapa escolar, donde tendrá que desarrollar su universo lingüístico, conocimientos y creatividad. Así lo recomienda María Lorena Guzmán, especialista en educación de la creatividad de la Universidad César Vallejo (UCV).
Si un niño ha tenido contacto con la narración oral desde los tres años, aprenderá a seguir el hilo conductor de las historias y tendrá acceso a un vocabulario rico. Todo esto es una gran ventaja para aquellos que empiezan la etapa escolar y el desarrollo de la lecto-escritura”, señala.
La especialista recomienda elegir libros con grandes ilustraciones, de materiales lúdicos, con páginas gruesas que puedan manipular. Antes de los tres años, los niños prestarán más atención a la sonoridad de las historias que a los contenidos y de esta manera también se irán relacionando más con el lenguaje.
EL ROL DE LOS PADRES
Como se sabe, un niño jamás va a sentirse motivado a leer si no ve ejemplos en casa. Por ello la docente aconseja crear espacios de lectura familiar, llevar a narraciones de cuentacuentos y bibliotecas lúdicas y eventos culturales donde se promueva la creatividad.
Además, los padres de familia no deben leer por leer, deben prepararse y convertirse en buenos narradores. “Hay que darle vida a los personajes, ser expresivos al momento de articular las voces y ponerle suspenso a las historias. La clave para que un niño se convierta en un buen lector es hacer la diferencia entre leer y narrar”, sostiene.
Esto es importante también para promover la unidad familiar, ya que la narración es una vía de expresión muy importante para los niños.
“Por ejemplo, cuando un niño  pide reiteradamente que le lean un mismo cuento puede estar atravesando la etapa del «todo es mío» y el cuento es parte de ese mundo de objetos, personajes, sentimientos que le pertenecen solo a él”, indica.

Fuentes:

Correo

El Comercio

10 de septiembre de 2014

¿Qué le debemos a la ciencia del Romanticismo?

He estado leyendo un libro maravilloso. Uno de esos libros con los que he  aprendido, disfrutado, pensado, emocionado, horrorizado, reflexionado, sonreído y al terminar he dicho: quiero más.

prodigios
He leído  “La edad de los prodigios. Terror y belleza en la ciencia del Romanticismo” de Richard Holmes, asombrada por mi propia ignorancia sobre un montón de cosas pero también fascinada al descubrir la curiosidad inmensa y nunca saciada de los personajes que aparecen en el libro y que creo que nosotros, en nuestra época, hemos perdido completamente. ¿Cuando fue la última vez que escuchamos la palabra prodigio?

A los científicos de finales del siglo XVIII y principios del XIX (término acuñado justo en esa época) les debemos el concepto de ciencia accesible, una ciencia practicada para llegar a todo el mundo. No sólo a un reducido grupo de eruditos que compartían sus hallazgos y teorías en latín. Con el romanticismo llegó la ciencia aplicada a la vida diaria, a mejoras que salvaron las vidas de miles de personas como por ejemplo las de los mineros que dejaron de estar indefensos ante las fugas de grisú y sus descontroladas explosiones gracias a la lámpara de seguridad creada por Humphry Davy.

En el romanticismo aparecieron ideas y conceptos que hoy en día seguimos teniendo presentes y que Holmes señala en el prólogo para hacernos entender la importancia de aquella época y como las vidas de los científicos que tan amenamente nos cuenta repercuten en nuestra vida diaria aunque no nos demos cuenta.

William Herschel, su hermana Caroline y el hijo del primero, John. Ilustración de Jean-Léon Huens.
William Herschel, su hermana Caroline y el hijo del primero, John. Ilustración de Jean-Léon Huens.
Del romanticismo hemos heredado “la deslumbrante idea del “genio” científico solitario, imprudente, en su búsqueda del conocimiento como fin en sí mismo y puede que a cualquier precio”. Las vidas de Mungo Park con su misteriosa desaparición en África o la de Humphry Davy dedicado en cuerpo y alma a sus investigaciones o la  inmortal obra de ficción de Mary Shelley con el mito de Frankenstein creado por una sola mente “genial” están en el origen de toda esa imaginería de científico loco y solitario que creemos que ha sido creada por el cine o la televisión.

Unida a esta imagen, encontramos también el concepto “eureka” ese momento mágico en el que el científico tiene un instante de lucidez brillante, un flechazo intelectual que le hace descubrir de manera súbita la solución a un problema. En el Romanticismo este momento se aliaba con la inspiración poética y la creatividad. Es curioso como en aquella época no parecía existir la famosa brecha entre “ciencias” y “letras” en la que vivimos actualmente y los más destacados científicos,químicos, astrónomos y  físicos, encontraban en la poesía y otras formas de literatura un vehículo perfecto para pensar en sus descubrimientos de otra manera, para compartirlos o para intentar encajarlos en su visión general de la vida. Del mismo modo, los mayores poetas de la época sentían una fascinación enorme por las investigaciones de los científicos, no sólo por los descubrimientos sino también por los trabajos de laboratorio, las exploraciones y las observaciones astronómicas. Era un flujo de relaciones en ambos sentidos que enriquecía todos los campos y que lamentablemente hemos perdido (casi) completamente.

La Naturaleza. Nos hemos acostumbrado tanto a ella que vivimos sin mirarla y cuando nos fijamos en ella casi siempre es para quejarnos. Vivimos creyendo que podemos controlar la Naturaleza, que hemos “avanzado” tanto que no hay nada misterioso en ella y que está al servicio del hombre. Cuando nos sorprende, casi siempre por alguna desgracia de la que somos más culpables que víctimas aunque sólo sea por imprudencia, nos impresiona darnos cuenta de su poder y magnificencia.

En el Romanticismo “existía la creencia generalizada en una naturaleza misteriosa, infinita, que esperaba a ser descubierta o seducida para revelar todos sus secretos”. James Cook da la vuelta al mundo en el Endeavour y  en su viaje le acompaña Joseph Banks que deja un diario en el que escribe cada maravilla que contempla, cada sorpresa que se encuentra; es el primer europeo que contempla el surf y queda fascinado por la visión de unos cuantos tahitianos cabalgando unas “olas pavorosas”.

Al mismo tiempo que hemos dejado de mirar la Naturaleza estamos tan acostumbrados a verla que nada nos sorprende. Nos subimos a un avión por primera vez y nos sorprende más la comida en miniatura y el poder ver una película que la increíble y maravillosa visión de la Tierra desde el aire…

Montgolfier

En el Romanticismo, se elevan por los cielos de Europa los primeros globos aerostáticos. “El mundo entero se había transformado en un mapa o alfombra de bellos colores.” Nosotros, acostumbrados a los aviones, a los cohetes, a los drones somos incapaces de  imaginar la emoción de los primeros viajeros del aire al contemplar los caminos, los montes y sus ciudades desde el aire.

El artículo completo en:

Cultura Científica

22 de mayo de 2014

Smartphone, un buen aliado en la educación: el ejemplo de Kenia

Smartphone, un buen aliado en la educación: el ejemplo de Kenia | Mobile World Capital


Foto: FaceMePLS


Tomado de: Mobile World

El desarrollo de un país se mide también por las facilidades que los grupos vulnerables tienen para poder hacer su vida lo más normal posible. El diseño y puesta en marcha de tales facilidades no es sencillamente alcanzable, pues los presupuestos nacionales siempre quedan limitados y la voz de dichos grupos sigue siendo por lo regular poco resonante o, en su caso, ignorada.

Pero afortunadamente, y a pesar de dichos obstáculos, la tecnología ha ido ayudando a reducir las brechas de acceso a recursos que permiten preparar mejor a las personas de condiciones desfavorecidas. Uno de esos recursos es la educación a distancia y que en sus inicios utilizó al servicio postal como su principal transmisor. Luego llegó la imagen vía satélite, posteriormente el Internet y la novedad actual es el uso del celular y/o el Smartphone.

Debe recordarse que la educación a distancia en sus diversas modalidades es una práctica ya común en muchos países y que ha sido apoyado por inversionistas privados, gobiernos nacionales y organismos internacionales como el Banco Mundial.

En este contexto, si hay un grupo social vulnerable que necesita apoyo para su educación son las madres jóvenes y/o solteras, especialmente las ubicadas en países con altas tasas de marginación y en donde la intolerancia a sucesos ocurridos fuera de las normas sociales suele ser frecuente.

El ejemplo de Kenia

Como se señaló anteriormente, lo novedoso de la educación a distancia es ahora el uso de los celulares y/o smartphones para transmitir conocimiento. En Kenia ya se utiliza esta modalidad con las madres jóvenes. Ciertamente su uso es todavía limitado pero la experiencia en el país africano puede motivar para que en otros países también sean implementadas.

En Kenia hay una serie de plataformas móviles que estan causando furor y se usan de forma masiva, como Eneza y eLimu. Eneza es una plataforma para estudiantes que ayuda a distribuir conocimientos a través de celulares básicos. Para iniciar su uso hay una serie de pasos a seguir siendo el primero registrarse a un número especial enviando un SMS. Después se debe elegir el tópico de estudio para poder acceder a la información, exámenes y valoración de los mismos. La plataforma igualmente permite que exista una interacción con un maestro.

eLimu por su parte es una plataforma móvil con contenido educativo diseñada para usarse en una tableta. La plataforma se basa de textos, videos, diagramas, canciones y exámenes que, alineados a un programa de trabajo, brinda al estudiante conocimiento de acuerdo a su grado escolar. La tableta de eLimu intencionalmente no incluye un navegador de Internet para minimizar las posibilidades de un uso inadecuado de la misma.

Smartphone, un buen aliado en la educación: el ejemplo de Kenia | Mobile World Capital

Foto: eLimu


Otra plataforma móvil con fines educativos y con presencia en África y el Medio Este es la de la organización g.Maarifa, misma que también utiliza los SMS para entregar contenido educativo. Existen múltiples plataformas no sólo en África sino también en Latinoamérica e incluso en países desarrollados.

Grandes empresas editoriales que imprimen libros escolares igualmente han desarrollado plataformas similares, aunque poseen mayor contenido y un diseño de mayor complejidad, pues cuentan con mayores recursos para ello. Tal es el caso de la española Santillana y su Sistema Uno. Además Apple y Google han llevado su batalla comercial al ámbito escolar con sus iPad y Chromebooks. Las razones de todas estas empresas son varias, pero saben que los estudiantes de hoy serán los consumidores del mañana.

Los retos siguen siendo mayúsculos

Según la especialista en el tema Ronda Zelezny-Green, uno de los retos del aprendizaje a través de las plataformas móviles es el costo asociado con la tenencia y mantenimiento de los dispositivos. Recuérdese que en muchos países en vías de desarrollo (como en Kenia) los ingresos de los ciudadanos son demasiado bajos como para adquirirlos aún y cuando su precio va disminuyendo considerablemente en el tiempo, necesitando por lo tanto un apoyo del gobierno a manera de subsidio pero que corre el riesgo de no llegar debido a la corrupción existente.

Otro más, añade Zelezny-Green (@GLam_Leo), tiene que ver con el uso inapropiado que se le puede dar al celular o Smartphone (una gran tentación entre los niños, jóvenes e incluso adultos), así como la dificultad de la lectura en dispositivos con pantallas pequeñas. Pero como dice la experta también en desarrollo internacional, estos son obstáculos que aplicando algunos mecanismos pueden ser eliminados, brindando por lo tanto más beneficios que perjuicios.

Los celulares y smartphones han cambiado la forma de cómo el ser humano se interrelaciona con sus semejantes. Los usamos principalmente por razones de ocio, trabajo o familiar. Ya es hora de que también los usemos como herramientas educativas. De aquí que no estaría nada mal que los gobiernos nacionales y organismos internacionales inviertan y fomenten todavía más su uso para este fin.


mSchools es una iniciativa conjunta de Mobile World Capital Barcelona y GSMA destinada a formar a los alumnos de secundaria en la creación y uso de soluciones móviles. Este programa tiene como objetivo reducir las tasas de abandono escolar, mejorar el rendimiento de los alumnos y preparar a los estudiantes para las necesidades que impone el mundo digital.

Más información:

24 de abril de 2014

El misterioso libro cuyo idioma nadie ha podido descifrar


Manuscrito de Voynich

Es un libro que nadie ha podido leer, que está escrito en un idioma que no existe, está ilustrado con plantas y criaturas que nunca han sido vistas en el planeta.

¿De qué se trata? ¿Un sistema de comunicación secreto sobre un tesoro enterrado? ¿El manual de un envenenador? ¿La receta codificada para la eterna juventud?
Esta es la desconcertante y, hasta ahora, indescifrable historia de un manuscrito antiguo que ha confundido a algunos de los más grandes criptógrafos del mundo. ¿Realmente se trata de un código hecho para ser desvelado o es una broma muy bien elaborada?

Vine a la Biblioteca Beinecke de Manuscritos y Libros Raros de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, para resolver un misterio que hace que el Código de Da Vinci se vea un tanto soso.

Se le conoce como el Manuscrito de Voynich, en honor al comerciante de libros de segunda mano Wilfrid Voynich, quien dijo que lo descubrió en Italia en 1912.

Desde entonces, el texto ha obsesionado a un sinnúmero de expertos y ha generado numerosas teorías, unas científicas, otras realmente descabelladas.

"Mi favorita es la que dice que se trata de un diario ilustrado de un adolescente extraterrestre que lo dejó en la Tierra antes de partir", bromea el curador de Beinecke, Ray Clemens.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

3 de febrero de 2014

Con Danica McKellar ¡las matemáticas también son sexys!

“Saber matemáticas es la puerta de entrada a una serie de carreras universitarias increíbles que las estudiantes nunca han considerado.” Danica McKellar se refiere a las carreras STEM, acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering & Mathematics (Ciencia, Técnica, Ingeniería y Matemáticas). Famosa actriz de televisión (para quienes tienen más de 30 años) por ser Winnie Cooper en la serie “Aquellos maravillosos años” (1988–1993), ha escrito cuatro libros para tratar que las chicas adolescentes sepan que ser sexy y saber matemáticas no son cosas que estén reñidas. Sus libros son bestsellers (según el New York Times). ¿Cuándo se traducirán/adaptarán estos libros al español? Quizás conviene recordarlo, aunque ya lo conté en “Matemáticas para jovencitas de la mano de una actriz de televisión,” LCMF, 02 Nov 2008.



Las mujeres son mayoría en todos los niveles de enseñanza, sin embargo, están infrarrepresentadas en los estudios científico-tecnológicos. En relación al aprendizaje de las matemáticas son muchos los factores que influyen en las diferencias que se detectan entre varones y mujeres, como  las creencias y concepciones previas, la motivación, la auto-confianza para trabajar en Matemáticas y otros aspectos afectivos. Estas diferencias de género en las actitudes hacia las matemáticas en la enseñanza obligatoria (más en secundaria y bachillerato que en primaria) han sido muy estudiadas, pero que yo sepa no existe una fórmula magistral que las resuelva.

Por ello, todas las iniciativas que busquen acercar las matemáticas a las adolescentes me parecen muy interesantes y acertadas. Danica McKellar nos ofrece un buen listado de problemas matemáticos elementales relacionados con los interesados de las adolescentes, que en muchos casos difieren de los de los adolescentes. Habrá muchas chicas interesada en el fútbol y en los coches, pero la mayoría consideran que estos temas “no son de chicas.” Reescribir los libros de texto para poner en pie de igualdad los intereses adolescentes de chicas y chicos en los problemas de materias científico-tecnológicas puede ser un camino a explorar a la hora de corregir las diferencias de género.



Fuente:

La ciencia de la Mula Francis

6 de diciembre de 2013

¿Cuál era la fruta favorita de los antiguos peruanos?

¿Sabías que la pachamanca tiene 8 mil años de antigüedad y que la papa lleva siete milenios en nuestras mesas? Este y otros interesantes datos se presentan en el libro 14,000 años de alimentación en el Perú.


Este martes 29 de octubre, la Universidad de San Martín de Porres presentó el libro 14,000 años de alimentación en el Perú, del doctor Elmo León, una profunda investigación sobre cómo se alimentaban los primeros peruanos hace 14 mil años. El evento contará con la participación de la investigadora Rosario Olivas Weston y de los periodistas Mirko Lauer y Raúl Vargas.

Este estudio nos permite conocer los alimentos y las posibles preparaciones culinarias que consumían nuestros ancestros. En sus páginas se revela, por ejemplo, que la fruta preferida de nuestros antepasados era la guayaba; mientras que el pelícano, los guanayes y la anchoveta eran las principales fuentes de proteína animal en la alimentación prehispánica.

Entre otras informaciones relevantes sobre su elaboración y valor nutricional, el libro presenta un exhaustivo análisis de 326 alimentos autóctonos. Esta pretende ser una obra de consulta para chefs, especialistas en gastronomía, biólogos, ingenieros de la alimentación, historiadores, antropólogos, médicos y el público interesado en alimentos peruanos y su historia.

Fuente:

El Comercio (Perú)

7 de octubre de 2013

¿En qué país se dedica más tiempo a leer libros?

Según una encuesta realizada en 2011 por Superjob.ru a 1.600 lectores de distintos países, el país cuyos habitantes dedican más tiempo a la lectura es la India, con 10:42 horas por término medio a la semana. El segundo puesto en el ranking es para Tailandia (9 horas y 24 minutos), seguido de China (8 horas semanales).

Muy cerca se sitúan Filipinas (7 horas y 36 minutos), Egipto (7 horas y treinta minutos), la República Checa (7 horas y 24 minutos) y Rusia (7 horas y 6 minutos). El "top ten" lo completan Suecia, Francia y Hungría. España ocupa el puesto 20, dado que sus ciudadanos pasan una media de 5 horas y 48 minutos cada semana con un libro entre las manos.

La última posición es para Corea, con solo 3 horas y 6 minutos dedicados semanalmente a la lectura.

Fuente:

Muy Interesante

16 de septiembre de 2013

Los libros de ciencia en tiempos del Franquismo

Cuando la ciencia era 'una, grande y libre' al servicio del franquismo.
 "España, tu patria, está dotada por la naturaleza de todo lo que se requiere para ser una nación libre y grande". Así eran ensalzados los valores de la dictadura franquista en los libros de enseñanza de la ciencia con los que se adoctrinaba a los niños españoles entre 1939 y 1959.

Así lo ha comprobado una investigación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) que analizó 19 libros de texto que abordaban cuestiones relacionadas con la naturaleza, durante la primera etapa del franquismo. "Estos libros eran una especie de catecismo político-religioso", resume la profesora de Historia de la Educación Kira Mahamud, autora del estudio.

Libros de texto del franquismo. | UNED

Libros de texto del franquismo. | UNED

Una de las explicaciones más llamativas, que resalta el estudio publicado en la revista 'History of Education & Children’s Literature', refleja el tipo de educación sexual que recibían los niños españoles en esos años. En algunos libros se atribuye la concepción de los niños a la divinidad, pero en otros incluso se llega a explicar un embarazo con estas palabras: "Y el milagro se realizó. Dicen que alguien vio volar una cigüeña muy cargada con un canastillo suspendido del pico".

Según Mahamud, ese tema en particular "fue uno de los conocimientos científicos más manipulados y alejados de la realidad, lo que evidencia que el libro de lectura era un instrumento al servicio del poder".

En esa línea se explicaban otros fenómenos naturales como el sonido de las olas: "¿Por qué suena así el mar? Ha dicho abuelita que el mar suena así porque Papá Dios cuenta cuentos a las gaviotitas, como ella a nosotros, y cuando los cuentos son de miedo o de ogros, el mar suena más y parece que se enfada".

Reivindicación del mundo rural

El estudio se detiene en cómo se abordaban los conocimientos de geografía en estos textos. Lejos de profundizar en sus explicaciones científicas, los paisajes y accidentes geográficos se exaltaban e idealizaban como creación de Dios y orgullo de la patria.

"La transmisión de conocimientos de ciencias naturales se hizo de tal forma que, lejos de constituir un peligro o una amenaza para la ideología nacional-católica, la reforzó. Estos libros eran un especie de catecismo político-religioso", resume la profesora.

El análisis de los textos muestra también la exaltación de la vida rural en detrimento de lo urbano, característico de las ideologías fascistas: "No huyas del campo tras el señuelo de una profesión liberal o fascinado por el brillo mentiroso de la ciudad".

La investigación explora la legislación educativa de aquella época, y revela que las materias de enseñanzas estaban dividias en tres grupos de conocimientos: instrumentales, formativos y complementarios. Mientras Geografía y Matemáticas pertenecían al grupo formativo, las Ciencias Naturales se encuadraban en el grupo complementario, concediéndoles una posición inferior.

En esta misma línea de investigación, el Centro de Investigación de Manuales Escolares (MANES) al que pertenece la profesora Mahamud está llevando a cabo un nuevo estudio financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad sobre el contenido de los manuales escolares entre 1959 y 1975 –el tardofranquismo y el principio de la Transición-.

Fuente:

El Mundo Ciencia

21 de agosto de 2013

Cómo el copyright hizo desvanecerse medio siglo de libros

amazon

El gráfico que ilustra este artículo muestra el número de ediciones de libros disponibles por décadas en Amazon, la mayor librería del mundo. En él puede apreciarse cómo a partir de la segunda década de los años 20 el número de libros publicados se desploma brutalmente desde su cénit, a finales del siglo XIX, y no empieza a remontar hasta los albores del siglo XXI. La explicación de tan enorme hiato es la aprobación de la legislación de copyright en Estados Unidos en 1923, que retiraron de las estanterías miles de títulos que hasta entonces estaban disponibles para los lectores.

La gráfica es una síntesis muy sucinta del estudio llevado a cabo por el investigador Paul Heald, de la Universidad de Illinois, sobre el efecto de la legislación de derechos de autor en la cultura y del que se hace eco The Atlantic. Según concluye Heald, “la implantación de los derechos de autor tiene una correlación significativa con la desaparición de obras, más que con su disponibilidad. Al poco de que una obra es creada y sus derechos de explotación atribuidos, tiende a desaparecer del espectro del público para reaparecer significativamente cuando vuelve al dominio público”.

En España, una obra pasa al dominio público 70 años después de la muerte del autor, un período que se reduce a 50 años en la mayoría de los países (Convenio de Berna). Esto significa que cualquier editorial puede publicar libremente una obra de un autor difunto antes de 1943, desde Lope de Vega hasta Federico García Lorca. Según el trabajo de Heald, cada título en dominio público tiene una mediana de cuatro ediciones. De hecho, el sensible aumento del número de títulos disponibles a partir del año 2000 está vinculado a la liberación de los derechos de autor de miles de libros que pasaron al dominio público a partir de la década de los 30 en EEUU.

El estudio de Heald está aún en fase preliminar, en tanto quiere ahora cotejarlo con la base de datos de la WorldCat, un catálogo que reúne los fondos de 72.000 bibliotecas en todo el mundo y que eventualmente confirmará el efecto de los derechos de autor en la publicación del resto del mundo.

Artículo original de The Atlantic. Con información de Wikipedia.

Fuente:

Cooking Ideas

1 de julio de 2013

Galileo y el libro científico más polémico



En el año 1623, en plena eclosión de la ciencia moderna, llegó un nuevo Papa al Vaticano: Maffeo Barberini. O, como sería conocido desde entonces, Urbano VIII. Como Galileo, el nuevo Pontífice era florentino, y había elogiado públicamente al astrónomo por sus descubrimientos con el telescopio. Galileo había sido ya advertido, pero no aún censurado, tras publicar que la Tierra gira alrededor del Sol.

La elección de un Papa amigo animó a Galileo, quien se decidió a regalar al recién nombrado Urbano VIII una copia de su último libro, 'Il Saggiatore' (El ensayista). Al Pontífice le gustó el nuevo libro, por lo que Galileo fue un paso más allá y le pidió permiso para publicar su teoría sobre las mareas. Al no conocerse la ley de la gravedad, el científico toscano intentaba explicar las idas y venidas de los océanos como una consecuencia del movimiento de la Tierra. La teoría era errónea porque no tenía en cuenta el influjo de la Luna, pero el problema no era ese, sino que los argumentos presentados necesitaban que la Tierra se moviera alrededor del Sol.

Sólo el modelo cosmológico heliocéntrico de Copérnico avalaba la explicación que aventuró Galileo, lo que le llevó a presentar su obra como un 'Dialogus de systemate mundi' (Diálogo sobre los sistemas del mundo), nombre con el que fue publicada en Florencia en 1632. En ella se ridiculizaba el modelo geocéntrico ptolemaico y se ignoraba el más actual sistema geocentrista de Tycho Brahe, que había hecho algunas correcciones sobre el anterior para adaptarlo a los nuevos tiempos. El modelo de Brahe aunaba las recientes observaciones telescópicas con la vieja creencia en una Tierra estática, por lo que era el preferido de la Iglesia católica.

El libro de Galileo erraba en su intento de dar una explicación a las mareas y dejaba claro que el genial científico y astrónomo no había sido llamado por los caminos de la creación literaria. Aun así, la obra tenía un innegable acierto, que fue precisamente lo que más molestó a sus detractores: Galileo describía con precisión las cuidadas observaciones que había realizado con su telescopio, las cuales resultaban incompatibles con el sistema geocéntrico.

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia

24 de mayo de 2013

¿Por qué los libros viejos tienen ese olor característico?



Es agradable el olor de los libros.

¿Quién no ha acercado la nariz para disfrutar de ese olor mezcla de tinta y papel? No hay lector habitual que no disfrute de ese placentero olor.


Pero… un libro nuevo huele a nuevo, y un libro viejo huele a viejo. ¿Por qué? ¿No es acaso el mismo papel?

El olor de los libros viene dado por varios factores, entre ellos la tinta y el papel, pero principalmente por el papel y, concretamente, por la lignina que contiene.

La lignina es el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal, responsable de la estructura leñosa de los tallos. Gracias a la lignina los troncos de los árboles se mantienen firmes y erguidos y pueden alcanzar las elevadas alturas que alcanzan.

Con el paso del tiempo la lignina se oxida, por lo que las hojas amarillean y desprenden más olor.

El olor es resultado de cientos de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles procedentes de los procesos de degradación del papel y la oxidación de su lignina. Depende tanto de la composición del papel como del entorno en el que el libro ha envejecido

Y, ciertamente, es un olor inconfundible. ¿O no?

Nota sabionda: En la actualidad el papel de los libros tiene poca lignina, ya que utilizan papel libre de ácidos, para que las hojas permanezcan blancas por más tiempo.

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Saber Curioso

23 de mayo de 2013

El diccionario de niños que sorprende a los adultos

Niños colombianos

"Niño: Responsable de la tarea" es una de las 471 definiciones recogidas en el libro. Foto: Biblioteca Laboratorio del Espíritu.

Son definiciones llenas de poesía y de sabiduría, a pesar de la corta edad de sus autores.
O, más bien, precisamente por ello.
Van desde la A de adulto ("Persona que en toda cosa que habla, primero ella", según Andrés Felipe Bedoya, de 8 años), hasta la V de violencia ("Parte mala de la paz", en la definición de Sara Martínez, de siete).

Y están contenidas en "Casa de las estrellas: el universo contado por los niños", una obra que sorprendió al convertirse en el éxito de la recientemente concluida Feria Internacional del Libro de Bogotá, ya que fue publicada por primera vez en Colombia en 1999, y que nuevamente fue reeditado a principios de año.

"Eso me da pie a pensar que el libro sigue revelando, sigue diciéndole a las personas cosas", le dijo a BBC Mundo Javier Naranjo, el paciente compilador de las definiciones, elaboradas por niños colombianos.

"Ellos (los niños) tienen una lógica distinta, otra manera de entender el mundo, otra manera de habitar la realidad y de revelarnos muchas cosas que ya hemos olvidado", explicó.

Y así, en el particular diccionario, el agua es – entre otras cosas – una "Transparencia que se puede tomar", un campesino "no tiene casa, ni plata. Solamente sus hijos" y Colombia "Es un partido de fútbol".

Mientras, una de las definiciones de Dios es "el amor con pelo largo y poderes", la oscuridad "Es como la frescura de la noche" y la soledad esa "Tristeza que le da a uno a veces".

Algunas "perlas" der este diccionario


Niñas colombianas. Foto: Cortesía biblioteca Laboratorio del Espíritu
  • Adulto: Persona que en toda cosa que habla, primero ella (Andrés Felipe Bedoya, 8 años)
  • Anciano: Es un hombre que se mantiene sentado todo el día (Maryluz Arbeláez, 9 años)
  • Agua: Transparencia que se puede tomar (Tatiana Ramírez, 7 años)
  • Blanco: El blanco es un color que no pinta (Jonathan Ramírez, 11 años)
  • Campesino:Un campesino no tiene casa, ni plata. Solamente sus hijos (Luis Alberto Ortiz, 8 años)
  • Cielo: Donde sale el día (Duván Arnulfo Arango, 8 años)
  • Colombia:Es un partido de fútbol (Diego Giraldo, 8 años)
  • Dinero: Cosa de interés para los demás con lo cual se hacen amigos y no tener esto, hace enemigos (Ana María Noreña, 12 años)
  • Dios: Es el amor con pelo largo y poderes (Ana Milena Hurtado, 5 años)
  • Envidia: Tirarle piedras a los amigos (Alejandro Tobón, 7 años)
  • Iglesia: Donde uno va a perdonar a Dios (Natalia Bueno, 7 años)
  • Luna: Es que nos da la noche (Leidy Johanna García, 8 años)
  • Madre: Madre entiende y después se acuesta a dormir (Juan Alzate, 6 años)
  • Oscuridad: Es como la frescura de la noche (Ana Cristina Henao, 8 años)
  • Paz: Cuando uno se perdona (Juan Camilo Hurtado, 8 años)
  • Soledad: Tristeza que le da a uno a veces (Iván Darío López, 10 años)
  • Tiempo: Algo que pasa para recordar (Jorge Armando, 8 años)
  • Universo: Casa de las estrellas (Carlos Gómez, 12 años)
  • Violencia: Parte mala de la paz (Sara Martínez, 7 años)
Fuente: "Casa de las estrellas: el universo contado por los niños", de Javier Naranjo.

Fuente:

BBC Ciencia

12 de abril de 2013

Libros: ‘Excedente cognitivo’ de Clay Shirky

En Harry Potter y la cámara secreta, el segundo tomo de la célebre saga de J. K. Rowling, alguien amenaza a Harry con “robarle” los recuerdos, como si fueran artículos de propiedad mental. Esta idea no sólo es un invento del mundo de la magia: en el mundo real, la idea de que los recuerdos son propiedades casi físicas forma parte del paradigma cultural vigente.

Y también que las ideas son sujetos de propiedad. Que son sujetos de propiedad comercial. Que puede y debe controlarse su abundancia, creando una escasez artificial, a fin de que sus autores se ganen la vida con ellas. Y, también, que una idea tiene generalmente un autor. Por ejemplo, los inventos individuales no existen, y generalmente se están a punto de descubrir en otros puntos del mundo justo cuando se descubren en algún lugar.



Evocando al profesor Jorge Cortell, las ideas no son de nadie, no son propiedad, si acaso son suidad, es decir, son en sí mismas, como los hijos tampoco son propiedad de sus padres. Las ideas corren solas, se mezclan, generan otras y, sobre todo, colonizan mentes para propiciar muchas más ideas que más tarde correrán igual de libres.

Obtener beneficios de ese proceso ha sido un invento relativamente reciente, y quizá ha dado sus frutos en un tiempo en que vender soportes con las copias de esas ideas plasmadas en ellos eran rentable. Ahora, cuando las ideas son convertibles en bits, y por tanto pueden ser distribuidas y copiadas con un coste marginal próximo a cero, el modelo de negocio debe cambiar.

Frente a este revolucionario cambio de paradigma mental (así como económico, sociológico y hasta filosófico, si me apuráis), es normal que la mayor parte de la población, sobre todo los que están involucrados en el statuo quo reinante, se resistan no ya solo a este cambio, sino a plantearse intelectualmente sus implicaciones.

Afortunadamente, ya existe suficiente masa crítica de intelectuales, abogados, expertos en nuevas tecnologías, economistas y psicólogos que proponen que el cambio de paradigma mental que se avecina no sólo es inminente, sino que resulta de todo punto inevitable (a no ser que se forme una suerte de Gestapo que persiga legalmente el desarrollo de Internet… algo que, vista la nueva Ley Lasalle, en España, o la Hadopi, en Francia, no es tan descabellado que ocurra algún día)

A este grupo pertenece indudablemente Clay Shirky, aunque su libro, Excedente cognitivo, si bien no trata explícitamente de los derechos de autor o el libre acceso a la cultura, plantea una teoría que indirectamente implica el cambio de paradigma mental antes mencionado; esto es: que el hecho de que las personas se hayan dedicado este último siglo a consumir cultura de una forma pasiva (generalmente viendo televisión) es un hecho que nada tiene que ver con la naturaleza humana sino con una circunstancia tecnológica muy concreta que se ha producido mayormente en el siglo XX.

Dicha circunstancia es que la televisión se recibía en todos los hogares, y que la gente, en su tiempo libre (cada vez mayor habida cuenta de las conquistas sociales recientes), lo dedicaba en gran parte a ese consumo. La televisión hacía feliz a la gente porque era la mejor forma de consumir contenidos ininterrumpidamente y de forma relativamente gratuita. Pero no era lo que realmente hacía feliz a la gente.
Lo que siempre ha hecho feliz a la gente es compartir historias, contarse chismes, colaborar en proyectos, jugar juntos. Eso es lo que ha ocurrido siempre. Hasta la llegada de la televisión, que nos volvió acomodaticios y nos aisló de nuestras relaciones sociales (de hecho, no existe ningún estudio serio que sugiera que los contenidos televisivos violentos influyan negativamente en el telespectador… pero hay una fuerte correlación entre comportamientos violentos, incívicos y asociales en los telespectadores que consumen mucha televisión… con independencia del programa que vean: se sospecha que ello se debe a que todas las horas que el telespectador consume televisión, son horas que no dedica a relacionarse con los demás).

La teoría de Shirky pudiera parecer estrambótica o aventurada, pero consigue presentar todos los datos que la confirman de un modo que resultan difícilmente rebatibles. Y con otros análisis que añaden más carne al asador: que la gente no hace mejor su trabajo cuando le pagan por él, la gente hace mejor su trabajo si su trabajo le gusta, independientemente de que se le pague por él. Y la gente, además, hace mucho mejor su trabajo si dicho trabajo se lleva a cabo alrededor de otras personas que pueden evaluarlo continuamente.

Con el advenimiento de Internet, la gente empezó a desplazar parte de las horas que consumía televisión en consumir contenidos de la Red. Sin embargo, Internet no es unidireccional: permite que los contenidos se comenten, se puntúen, se discutan en foros. Es decir, permite que la gente se relacione, como siempre lo ha hecho, pero de una forma más global y poderosa. Y lo más importante: favorece que la gente cree nuevos contenidos para que los demás los juzguen o los complementen, sin importarles sin ganarán dinero con ello (después de todo, el crétido, la admiración o la reputación pueden ser tan poderosas como el dinero).

El ejemplo paradigmático de esta nueva generación de personas que empiezan a dedicar más tiempo a Youtube y menos a la televisión es Wikipedia. Una enciclopedia colaborativa, gratuita, que no paga a sus colaboradores, que se ha convertido en una dura competidora de la Enciclopedia Británica. Lo más apasionante es que para redactar Wikipedia se usó sólo el 1 % de las horas que los telespectadores estadounidenses pasan viendo la televisión en un año. Es decir: con el tiempo que los telespectadores estadounidenses pasan ante el televisor durante un año podrían concebirse miles de Wikipedias, o equivalentes.

Soy perfectamente consciente de que tales ideas resultan contraintuitivas, pero dadle una oportunidad a Excedente cognitivo. Y si finalmente no quedáis convencidos, no importa: os garantizo que vuestras neuronas recibirán una buena sacudida.

Como apunte anecdótico, cabe decir que Clay Shirky argumenta y escribe con una claridad expositiva y una capacidad de hibridar conocimientos procedentes de disciplinas muy diversas que recuerdan poderosamente a Chris Anderson, del que ya os hablé cuando reseñé Gratis. Por eso no es de extrañar que en la contraportada del libro, Anderson escriba una pequeña impresión sobre Excedente cognitivo:
En este libro encontrará las claves para cambiar su manera de pensar acerca de las nuevas formas de comunicación social.
Podéis leer un artículo que publicamos por aquí inspirado en el libro: Nos sobra más tiempo que nunca o por qué el arte no se acaba aunque el autor no cobre ni un céntimo por él, así como una TedTalk de Shirky:




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Xakata Ciencia

'Esperamos que la genética no se use para diseñar seres humanos' - Libro: "El sello indeleble"

Arsuaga (i) con una copia de un cerebro de 'australopithecus'. Martín-Loeches con el de un 'sapiens'.| Alberto Cuellar

Arsuaga (i) con una copia de un cerebro de 'australopithecus'. Martín-Loeches con el de un 'sapiens'.| 

Los avances en genética de los últimos años están cambiando lo que los científicos creían saber de nuestra especie. Por ejemplo, han permitido averiguar lo mucho que nos parecemos a los grandes primates. Tanto, que humanos y chimpancés comparten más del 98% de sus genes: "Fue una enorme sorpresa averiguarlo. Para empezar, nadie imaginaba que un organismo tan complejo como el nuestro tuviera tan pocos genes, pues se pensaba que tendríamos más de 100.000. Es impresionante que tan pocos genes [pocos más que algunos gusanos] produzcan tales capacidades. Cuando comento con gente joven lo sorprendente que es que tengamos tan poca distancia genética con el resto de mamíferos a ellos no se lo parece, porque lo han aprendido. Pero es que yo estaba ahí cuando se descubrió, y sé la conmoción que supuso". El paleontólogo Juan Luis Arsuaga, director del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII), recuerda así lo que supuso para la ciencia la secuenciación del genoma humano, y posteriormente el de nuestros parientes más cercanos.

¿Qué es lo que hace entonces única a nuestra especie? Junto con el psicólogo Manuel Martín-Loeches, también investigador del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos, han intentado encontrar una definición para el 'Homo sapiens'. Sus conclusiones han quedado plasmadas en 'El sello indeleble. Pasado, presente y futuro del ser humano' (editado por Debate), una obra en la que elaboran una lista sobre las señas de identidad que hacen única a nuestra especie y reflexionan sobre su origen a partir de las aportaciones de científicos de los siglos XIX y XX. No obstante, Arsuaga subraya que "queda tanto por investigar que la lista de rasgos únicos del hombre es más un proyecto que un resultado definitivo".

Los rasgos que nos hacen únicos

Los rasgos más llamativos, según Martín-Loeches, son los sociales: "Uno que me llama mucho la atención es la gran cantidad de energía que consume el cerebro, aproximadamente el 20% de la energía que ingerimos. Este coste tan elevado no puede ser sino para permitir la convivencia social y en circunstancias complicadas. Por eso el cerebro tiene que trabajar tanto", explica.

"Por ejemplo, se dice que son característicos rasgos con los que podríamos estar de acuerdo, como la previsión o la planificación a largo plazo. Pero hay emociones como la vergüenza, la culpa o el orgullo, que hay que investigar si son exclusivamente nuestras", señala Arsuaga.

[foto de la noticia]

"[Charles] Darwin decía que sonrojarse era la única emoción exclusivamente humana, y es una señal social de que algo no estás haciendo bien", apunta Martín-Loeches. "Es un tipo de emoción muy curiosa porque uno desearía que no ocurriera y eso nos lleva a plantearnos cuál es su función", añade Arsuaga.

El codirector del yacimiento de Atapuerca (Burgos) cita como otro ejemplo de lo mucho que queda por investigar un estudio que señalaba como atributo clave para la evolución "el lanzamiento de proyectiles con puntería y fuerza, y destreza para evitarlos, especialmente en los machos": "La nuestra es la única especie que lanza objetos con puntería y fuerza. Los chimpancés, por ejemplo, no lo hacen, les falta coordinación. Y seguramente es imprescindible para fabricar utensilios porque hay que tallar, golpear una piedra con la otra y hay que tener puntería. Tiene que haber sido muy útil para la supervivencia y la capacidad de alejar depredadores arrojando piedras con puntería", reflexiona Arsuaga. "Esto requiere adaptaciones en el cerebro para coordinar lo que se ve con lo que se hace", añade Martín-Loeches.

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia

5 de abril de 2013

Libro: 'La tabla periódica' de Hugh Aldersey-Williams


Hace unos meses os hablé del libro La cuchara menguante, de Sam Kean, posiblemente el mejor libro de química divulgativa que había leído nunca. Ahora, con La tabla periódica, la afirmación debo repetirla con ciertas reservas: si tuviera que escoger uno de los dos como el mejor libro de divulgación en química, no sabría qué decir. De hecho, ambos libros, si bien cuenta cosas diferentes, se parecen mucho: en la erudición, en la capacidad de mezclar disciplinas y, sobre todo, en el hecho de que se analizan sistemáticamente los elementos de la tabla periódica.

El autor de La tabla periódica es Hugh Aldersey-Williams.

Y es que La tabla periódica no es sólo un libro sobre los elementos químicos que nos hacían memorizar en el colegio (y que, en realidad, nada significaban para nosotros, en su mayoría). Es un libro sobre cómo esos elementos fueron descubiertos, cómo cambiaron el mundo, cómo influyeron en el arte, de qué forma impulsaron los acontecimientos históricos más relevantes. Sin duda, en cada página de La tabla periódica (o casi) hay al menos una frase que debe subrayarse a lápiz, o incluso copiar en un cuaderno sobre cosas que no hay que olvidar jamás.

Por ello nos ha inspirado diversos artículos, como La mina más química del país donde más elementos químicos se han descubierto del mundo, Kobold, el diablillo azul que atacaba a los mineros o La pureza blanca de la cal de la Casa Blanca.

Tomado de:

Xakata Ciencia

4 de abril de 2013

Libros: 'Darwin en el supermercado' de Mark Nelissen


¿Por qué nos gusta más el sabor dulce que el amargo? Los antepasados que disfrutaban sobremanera del dulce inclinaron su alimentación hacia sustancias con azúcares, que aportaban la energía necesaria para huir de depredadores o sobrevivir a los largos periodos déficit calórico. Los que, por el contrario, disfrutaban lamiendo, por ejemplo, piedras, tuvieron menos probabilidades de sobrevivir (muchas menos, de hecho). Los que sobrevivieron, los adictos al azúcar y a las grasas, transmitieron genéticamente este apetito. Hasta nuestros días, cuando ya no es necesario que genéticamente seamos impulsados a disfrutar de lo dulce porque ya no hay problemas de alimentación (por ello vivimos una epidemia de obesidad en el Primer Mundo).

Éstas y otras preguntas similares son respondidas por Mark Nelissen en su libro Darwin en el supermercado, capítulo a capítulo, de forma sucinta y simpática, incorporando anécdotas personas de su día a día (junto a los comentarios de su esposa). En ese sentido, Nelissen es el equivalente germánico a Bill Bryson.

Con todo, estamos ante una introducción de la psicología evolutiva: los que ya seáis avezados lectores de esta clase de libros, entonces Darwin en el supermercado probablemente no os explique nada que no sepáis ya.

Por cierto, por si no lo sabíais, Darwin se lo comía todo.

Tomado de:

Xakata Ciencia

27 de marzo de 2013

Los títulos de textos de ciencia más raros de la historia

En la literatura es habitual que proliferen los títulos raros, retorcidos y recargados. De hecho, hasta se ha creado un Generador del Posmodernismo, un software que genera disparates aleatorios y sintácticamente correctos de estilo posmodernista. En ciencia ocurre menos, pero también podemos encontrar algunos ejemplos gloriosos.

Anualmente, desde hace décadas, la revista The Bookseller establece el premio Diagrama para el Título Más Curioso del Año. El ganador de 1978, por ejemplo, fue Actas de la segunda conferencia internacional sobre ratones desnudos

La ciencia no suele buscar títulos que suenen pomposos o ininteligibles (al menos no más allá de la ininteligibilidad del tema objeto de glosa), salvo algunas excepciones, como la broma concebida por Isaac Asimov: Propiedades Endocrónicas de la Tiotimolina Resublimada. Se publicó en la revista Astounding Science Fiction, y poseía hasta de su breve bibliografía al final del artículo. Muchos estudiantes habían intentado consultar esta bibliografía de autores inventados en la biblioteca de varias facultades.

Dejando las bromas a un lado, algunos de los libros científicos o técnicos que han ganado el premio Diagrama son los siguientes:


Teoría de la laminación longitudinal (1983).
Acontecimientos destacados de la historia del cemento (1994).
Avances en la cría de vacas lecheras. Nuevas oportunidades para ampliar el uso de la paja (1998).
Malas hierbas en un mundo cambiante (1999)
Estructuras endurecidas de alto rendimiento (2000).

Tomado de:

Xakata Ciencia
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