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1 de julio de 2013

Galileo y el libro científico más polémico



En el año 1623, en plena eclosión de la ciencia moderna, llegó un nuevo Papa al Vaticano: Maffeo Barberini. O, como sería conocido desde entonces, Urbano VIII. Como Galileo, el nuevo Pontífice era florentino, y había elogiado públicamente al astrónomo por sus descubrimientos con el telescopio. Galileo había sido ya advertido, pero no aún censurado, tras publicar que la Tierra gira alrededor del Sol.

La elección de un Papa amigo animó a Galileo, quien se decidió a regalar al recién nombrado Urbano VIII una copia de su último libro, 'Il Saggiatore' (El ensayista). Al Pontífice le gustó el nuevo libro, por lo que Galileo fue un paso más allá y le pidió permiso para publicar su teoría sobre las mareas. Al no conocerse la ley de la gravedad, el científico toscano intentaba explicar las idas y venidas de los océanos como una consecuencia del movimiento de la Tierra. La teoría era errónea porque no tenía en cuenta el influjo de la Luna, pero el problema no era ese, sino que los argumentos presentados necesitaban que la Tierra se moviera alrededor del Sol.

Sólo el modelo cosmológico heliocéntrico de Copérnico avalaba la explicación que aventuró Galileo, lo que le llevó a presentar su obra como un 'Dialogus de systemate mundi' (Diálogo sobre los sistemas del mundo), nombre con el que fue publicada en Florencia en 1632. En ella se ridiculizaba el modelo geocéntrico ptolemaico y se ignoraba el más actual sistema geocentrista de Tycho Brahe, que había hecho algunas correcciones sobre el anterior para adaptarlo a los nuevos tiempos. El modelo de Brahe aunaba las recientes observaciones telescópicas con la vieja creencia en una Tierra estática, por lo que era el preferido de la Iglesia católica.

El libro de Galileo erraba en su intento de dar una explicación a las mareas y dejaba claro que el genial científico y astrónomo no había sido llamado por los caminos de la creación literaria. Aun así, la obra tenía un innegable acierto, que fue precisamente lo que más molestó a sus detractores: Galileo describía con precisión las cuidadas observaciones que había realizado con su telescopio, las cuales resultaban incompatibles con el sistema geocéntrico.

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia

29 de noviembre de 2007

Conocer Ciencia TV. "El Infinito"

"El Infinito"

Conocer Ciencia - Programa nº 09

Serie_Matemática_3



Las variedades de Infinito 

Acerquémonos sigilosamente al infinito, suponiendo para empezar que usted quiere dejarle instrucciones por escrito a un niño inteligente para que se ocupe de contar las 538 personas que han pagado entrada para asistir a una conferencia. Supongamos que hay una determinada puerta por la cual debe salir toda la concurrencia en fila india. El niño sólo tendrá que asignar a cada persona cada uno de los distintos números enteros en el orden natural: 1, 2, 3, etcétera.

La palabra "etcétera" significa que hay que seguir contando hasta que toda la gente termine de salir, y que la última persona que salga habrá recibido el número 538. Si usted quiere hacer explícito el orden, puede pedirle al niño que cuente en la forma natural y que después anote con cuidado todos los enteros desde el 1 hasta el 538. Sin duda que esto sería insoportablemente aburrido, pero el niño al que usted le está dejando las instrucciones es inteligente y conoce el significado de un espacio con puntos suspensivos, así que usted le escribe: "Contarás así: 1,2,3,..., 536, 537, 538". El muchachito entenderá (o debería entender) que la línea de puntos indica un espacio en blanco que debe llenarse con todos los enteros desde el 4 hasta el 535 inclusive, en orden y sin ninguna omisión.

Pero suponga que usted no sabe cuál va a ser el total de la concurrencia. Puede ser 538 o 427 o 651. Entonces puede ordenarle al chico que cuente hasta haber asignado un número entero a la última persona, cualquiera que sea la persona y cualquiera que sea el entero. Para expresar lo dicho simbólicamente, usted podría escribirlo así: "Debes contar: 1, 2, 3, ..., n - 2, n - 1, n" . El muchacho listo entenderá que n habitualmente representa algún número entero desconocido pero bien definido.




Contenido:

El Infinito
Aristóteles
Giordano Bruno
Galileo Galilei
Leibniz
Gorges Cantor
Moebius

En Conocer Ciencia TV les enseñamos como hacer una cinta o banda de Moebius. El vieo es del 2007:


Una animación en 3D donde se ilustra, de manera algo espectacular, una pista de carreras de Moebius...



Leonardo Sánchez Coello

28 de noviembre de 2007
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