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20 de enero de 2019

De Rerum Natura: el poema científico que hace 2.000 años urgió a los humanos a no temerle a los dioses

¿Somos como bolas de billar, impulsados por fuerzas que nos controlan y sin libre albedrío?

¿Alguna vez piensas en las fuerzas que controlan tu vida? ¿Si estamos a cargo de nuestro propio destino o si solo somos ovejas, que van donde las llevan? 

A lo largo de la historia, ha habido algunas teorías del mundo físico que han señalado que no existe el libre albedrío; que somos como los átomos que chocan con otros átomos de acuerdo con las leyes de la física, como las bolas de billar en el paño verde, dominados por fuerzas mucho más grandes sin que haya nada que podamos hacer para cambiar el rumbo.

Pero también ha habido personas que han querido que pensemos de manera diferente, quienes teorizan sobre la física y el mundo natural para alentarnos a sentirnos más libres. Y a quienes les gustaría que usemos la física para enfrentar incluso nuestra propia mortalidad con calma.

Uno de ellos fue Tito Lucretio Caro, autor del poema "De rerum Natura" (De la naturaleza de las cosas), de 2.000 años de antigüedad, sobre la naturaleza de las cosas, cuyas teorías sobre el mundo físico siguen siendo válidas y pueden hacernos pensar de manera diferente sobre el significado de nuestras propias vidas.

Él

Sobre la vida de Lucrecio no se sabe mucho.

Sabemos que vivió entre los años 99 y 55 a.C. en el Imperio Romano y que probablemente era muy rico, pues los pobres no tenían tiempo para escribir largos poemas sobre filosofía y ciencia.

Ciertamente, era un devoto de la filosofía del pensador griego Epicuro; de hecho, "De Rerum Natura" es una reafirmación poética de los pensamientos epicúreos, valiosa pues no los tenemos registrados en ningún otro lugar.

De lo que sí tenemos conocimiento es de la época en la que vivió Lucrecio y lo que significó para su obra.


El desmoronamiento de Roma

El siglo I a.C. vio el lento colapso de la República romana. Fue un momento caótico y aterrador, cuando los líderes parecían más preocupados por competir entre sí que en unirse por la estabilidad de Roma.

El poder político y la riqueza se había ido concentrado en un número cada vez menor de familias, que usaron su influencia para obtener privilegios para ellos y sus hijos.

Los grupos de élite se preocupaban poco por la gente común, a menos de que tuvieran que comprar sus votos.
Eventualmente, este sistema condujo a la creación de milicias privadas y luego, inevitablemente, a la dictadura.

Caos, inseguridad y sangre

Al comienzo de la vida de Lucrecio, Cayo Mario el joven gobernaba Roma. Fue derrotado por Lucio Sila, cuyo gobierno fue excepcionalmente sangriento: ejecutó a cualquier persona que percibiera como "un enemigo del Estado", que era cualquiera que a él no le gustara.

Sila debilitó y desestabilizó permanentemente a Roma. Finalmente llevó a la toma de poder por parte de Julio César... y más guerra civil.

Ser ciudadano romano en ese momento era difícil y angustioso.

Para la mayoría de la gente -incluso los aristócratas- era obvio que estaban a merced de vastas fuerzas que no podían cambiar o controlar. Al igual que las bolas de billar, cada dictador a su turno los lanzaba de un lugar a otro.

Fue durante esos turbulentos años que Lucrecio tomó su pluma para escribir un poema sobre el mundo natural, las fuerzas que lo controlan y cómo podemos pensar en nuestro lugar en el Universo.

Dioses atómicos

"De Rerum Natura" es una obra épica, hermosa y persuasiva.

Comienza hablando de los átomos.

Lucrecio, al igual que Epicuro, siguió la tradición griega al creer que el Universo está compuesto de pequeñas partículas indivisibles.

"De Rerum Natura" nos pide que consideremos que todo lo que realmente existe en el Universo son estos átomos y el vacío entre ellos.

Los átomos son indestructibles, el número de átomos en el Universo es infinito y también lo es el vacío en el que se mueven los átomos.

Hasta ahí, suena algo seco, ¿no?

Pero lo que Lucrecio estaba diciendo era revolucionario entonces, y aún tiene el poder de sorprender. 

Decía que no hay fuerzas sobrenaturales que controlan nuestras vidas, que no somos títeres del Destino, que de haber dioses, estos están hechos de átomos como todo lo demás. Que no había nada más.

O como dice Lucrecio:

"Enseño grandes verdades y me propongo desatar
La mente de las estrechas restricciones de la religión, y escribo
De un tema tan oscuro en una poesía tan brillante"

Eso era muy radical... lo sigue siendo en algunos casos.

El propósito declarado de "De Rerum Natura" es argumentar -¡en verso!- que los seres humanos no deben temerle a los dioses, ni a nada.

Del átomo a la muerte

Para explicar sus principios atómicos, Lucrecio utiliza metáforas coloridas y fascinantes, como esta descripción del movimiento de átomos conglomerados en un objeto:

"Un rebaño de ovejas lanudas sobre un cultivo en una ladera...
Cuando lo vemos desde lejos, la distancia nubla la escena
Hasta que es solo un parche de blanco en un campo de verde"

Y después pasa de la discusión sobre los átomos y el infinito del espacio a argumentar que así como no le tememos a la nada que vino antes de nacer, no debemos temerle a la nada después de la muerte.

Ese fue un argumento poderoso en un momento en que los dictadores repartían la muerte indiscriminadamente.

El artículo completo en: BBC Mundo


29 de febrero de 2016

La larga historia del ateismo

El libro 'Batallando con los dioses' explora las raíces de la "no creencia"

Tim Whitmarsh sostiene que la tendencia ha estado presente todas las culturas

El profesor de Cambridge rebate el mito de que es un "invento" de la Ilustración




El ateísmo viene de largo y es tan antiguo como la creencia en Dios, sostiene el profesor Tim Whitmarsh, que enseña Cultura Griega en la Universidad de Cambridge y se desmarca estos días con un libro,Battling the Gods, indagando como pocos en la raíces de la "no creencia" en seres divinos.


Asegura Whitmarsh que la idea de que el ateísmo en un "invento" de la Ilustración, propulsado por los avances de la ciencia, ha sido un mito que pervive hasta nuestros días por la influencia del cristianismo. El profesor de Cambridge reconoce que ha tenido que excavar "bajo los escombros acumulados durante siglos de censura cristiana" para encontrar indicios de ateísmo en culturas milenarias.

Whitmarsh se rebela también contra idea de que la religión es un producto inevitable de nuestra evolución como especies. "Estoy intentando rebatir la noción de que los humanos estamos "programados" para creer", declara a The Guardian el experto en cultura clásica, que ahonda sobre todo en las huellas de ateísmo en la Grecia politeísta, pasando por Sócrates y Platón.


A Sócrates le obligaron precisamente a beber cicuta por "no reconocer los dioses ancestrales". Aunque su ejecución, sostiene Whitmarsh, no fue tanto por "herejía" como por razones políticas, ya que el ateísmo llegó a estar más o menos tolerado en la sociedad ateniense.

Se remite Whitmarsh a uno de los famosos diálogos platónicos, en los que un creyente arenga con complejo de superioridad a un "no creyente": "Tú y tus amigos no sois los primeros en tener este este punto de vista sobre los dioses. Siempre ha habido de esos que sufren esta "enfermedad", en mayores o menores números".

"Podemos estar o no de acuerdo a la hora de bautizarlo como "enfermedad"", puntualiza Whitmarsh. "Pero Platón tenía seguramente razón en el punto principal: siempre ha habido a lo largo de la historia, y en todas las culturas, gente que se resiste a creer en un poder divino".

Nos recuerda Whitmarsh a pensadores como Carnéades de Cirene, que dirigió la Academia de Platón en el siglo II antes de Cristo, y que consideraba "la creencia en dioses como algo ilógico". Tiempo después, Jenófanes de Colofón criticó los dioses antropomórficos como "una invención humana y corrupta" (aunque propuso al mismo tiempo la evolución hacia algo parecido al panteísmo).

Los primeros ateos

Diágoras de Melos se llevó de hecho la mala fama del primer ateo en la Grecia clásica. Los atomistas Leucipo y Dmócrito defendieron luego una visión materialista del mundo en la que no había lugar para la intervención divina. Whitmarsh recuerda cómo los epicúreos, en pos de la vida feliz y del carpe diem, fueron llamados en sus tiempos los "ateos" (literalmente, "sin dios").

El autor de Batallando a los dioses se desmarca del debate actual, propiciado tanto desde el cristianismo como desde el "nuevo ateísmo". "Las dos posturas pecan de vanidad modernista", asegura Whitmarsh.

"Lo cierto es que la no creencia en un poder supranatural es tan vieja como nuestras colinas", concluye el profesor de Cambridge. "Es de una profunda ignorancia creer que los europeos "iluminados" del siglo XVIII fueron los primeros en batallar contra los dioses. De hecho, en las sociedades antiguas fueron más capaces de contener el ateísmo dentro de lo que estaba considerado "normal"".

Fuente:

El Mundo Ciencia

10 de octubre de 2013

Benedicto XVI acusa al biólogo ateo Richard Dawkins de escribir 'ciencia ficción'

Joseph Ratzinger, antes de su renuncia.| Afp

Joseph Ratzinger, antes de su renuncia.| Afp
El Papa emérito Benedicto XVI ha acusado al biólogo darwinista Richard Dawkins, mundialmente conocido por sus campañas publicitarias a favor del ateísmo, de defender sus posturas con argumentos de "ciencia ficción".

En una carta dirigida al matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, publicada hoy por el periódico italiano 'La Repubblica', Joseph Ratzinger señala que 'El gen egoísta', uno de los libros más famosos de Dawkins, "es un ejemplo clásico de ciencia ficción".

En 2011, Odifreddi escribió un ensayo titulado 'Querido Papa, te escribo', dirigido a Benedicto XVI, en el que afirmaba que la teología de la Iglesia era "ciencia ficción", en el sentido de que no estaba basada "en evidencia empirica", sino en "pura especulación".

En respuesta a esta acusación, Ratzinger ha contestado al matemático que "la ciencia ficción está muy presente incluso dentro de la Teoría de la Evolución", y considera que la obra de Dawkins es un claro ejemplo de ello.

Odifreddi ha explicado en 'La Repubblica' que el pasado 3 de septiembre recibió una misiva de once páginas que comenzaban con una disculpa, por parte del Papa emérito, por el retraso en su respuesta a la carta que el matemático le escribió en 2011.

La 'Primera Causa

Benedicto XVI recorre el significado de términos como ciencia, teología y ciencia ficción y mantiene en sus primeras líneas que se ha quedado sorprendido por una "cierta agresividad e imprudencia" en la argumentación del científico.

El Papa emérito señala que comparte con Odifreddi la creencia de que existe una 'Primera Causa' que explica el origen del Universo, sólo que el matemático cree que es "la Naturaleza", mientras que él considera que es "Dios".

"Pero la pregunta es: ¿qué o quién es esta naturaleza?", dice Ratzinger. Como Odifreddi no aclara esta cuestión, Benedicto XVI le acusa de atribuir el origen del Universo a "una divinidad irracional que no explica nada".

El teólogo alemán asevera que "la matemática es la única ciencia en el sentido más estricto de la palabra", pero pide a Odifreddi que "reconozca que en el ámbito histórico y filosófico, la teología ha producido resultados duraderos".

Ratzinger insiste en que una función importante de la teología "es mantener la religión ligada a la razón y la razón a la religión".

"Aquello que usted dice sobre la figura de Jesús", mantiene Raztinger, "no es propio de su rango científico. Si usted cuestiona que no sabemos, después de todo, nada sobre Jesús y, que como, figura histórica no es contrastable, sólo puedo invitarle de una forma decidida a que sea más competente desde el punto de vista histórico.

Fuente:

El Mundo Ciencia

11 de agosto de 2013

Juan Carlos Tafur: "La religión clausura puertas a la inteligencia"

Comentario de "Conocer Ciencia": En este blog no respaldamos el pensamiento de Freud, y consideramos el psicoanálisis como una pseudociencia, tal como se puede constatar en nuestra serie: "El Mito de Freud". No obstante las ideas de Juan Carlos Tafur (peruano, periodista, ateo y sseguidor e Freud) nos parecen interesantes; y algunas ideas son bastante lúcidas, por ello compartimos este artículo con todos ustedes.

Juan Carlos Tafur es peridodista, psicólogo clínico y uno de los ateos más conocidos del medio. En una conversación por de más interesante con Libre pensador, nos dejó una importante lección de vida gracias a su filosofía nutrida, escencialmente, por la escuela psicoanalítica de Freud. 

Por @RicardoMayta 

¿Por qué Juan Carlos Tafur no es una persona religiosa? 

Porque las explicaciones que la religión me daba cuando niño fueros sustituidas por explicaciones más eficaces de lo que ocurría en la realidad, en la vida cotidiana, y que me las daba la ciencia, la experiencia o el conocimiento secular. 

Frente a eso, a pesar de que hay una predisposición psicológica a creer en una determinada religión, preferí ir en contra de ella y apuntar más a la búsqueda de algo más racional y objetivo, contra algo que yo considero que es psicológicamente una tendencia a ser religioso, aparte de la formación que yo recibí en colegios religiosos. 

Mi descreencia fue un proceso paulatino, que se consolidó en tiempos universitarios, y partir de allí, es casi una convicción plena. Tendría que ocurrir algo extraordinario; ser testigo directo de un milagro o algo de esa magnitud, que lo dudo, para que yo revierta mi convicción actual: algo fuera de la naturaleza, del tiempo y el espacio presentes. 

 ¿Qué aspectos negativos se hallan en la religión desde el punto de vista de la psicología? 

La religión clausura puertas a la inteligencia humana; ofrece salidas y explicaciones muy fáciles y amparadas en necesidades más psicológicas que racionales. En esa medida, (la religión) es aceptada por esa razón. 

Psicológicamente hay una predisposición a sustituir al padre que superamos, en algún momento de nuestra infancia, por este dios que nos protege permanentemente, pero esas necesidades psicológicas no tienen sustento racional, por no decir científico. Y cuando eso ocurre, a la gente se le clausura toda posibilidad de conocer la realidad fuera de estas artimañas filosóficas, como son las que ofrece la religión. 

Basta un análisis muy objetivo al pensamiento religioso para darse cuenta de que se sustenta claramente en dogmas, prejuicios, “verdades” sin ninguna verificación. Es un círculo vicioso en términos conceptuales. 

 Fuera del ámbito de los creyentes, nadie podría decir que la religión es un pensamiento logrado o una filosofía siquiera; a pesar de que en el caso cristiano, ha habido intentos por darle un carácter filosófico, sin éxito. No hay forma, no es posible, no se sustenta. 

Para mí es mucha más rica la experiencia, más sentida, más multidimensional, cuando uno recorre los caminos de una visión laica, atea, científica, objetiva, racional, fuera de los cánones religiosos. “Mi vida ha ganado en intensidad cuando he dejado de creer en cualquier dios o religión”. 

Entonces, estás de acuerdo con aquella postura freudiana que revela rasgos de dependencia psicológica con la pertenencia a una región. 

Sí. Estamos en un estado en el cual las religiones alivian la ansiedad psicológica que genera el lanzamiento –que nos hacen en algún momento de nuestras vidas– a la realidad. Luego de la salida de lo materno-paterno-infantil para enfrentarnos a esa realidad, nos sentimos minusválidos en temas psicológicos. Pero esa ayuda humana no es construida racionalmente, sino que uno se fabrica ciertos instrumentos creyendo que los recibe mágicamente, como nos hace creer la religión. Pero la realidad, es un bastón que no existe, un bastón imaginario, que nos sostiene psicológicamente, pero que no se sustenta en la realidad. 

Y yo sí creo en lo que postula Freud, a quien he leído y sigo durante mucho tiempo, que la religión surge de ahí, de esa experiencia psicológica fallida que el ser humano necesita, con una urgencia, reparar. 

Yo aspiro a que, en algún momento, la civilización supere, como ocurrió antes, a los mitos, que fueron sustituidos a su vez por las religiones más organizadas. Y, ojalá, en algún momento, un pensamiento laico se imponga; la humanidad ganaría mucho, en términos de convivencia, de tolerancia –ya que, de por sí, las religiones son la principal causa de violencia en el mundo– ganaría en riqueza de la realidad; ella se apreciaría de mejor forma. 

Lea el artículo completo en:

La República (Perú)

21 de febrero de 2013

BBC: ¿Cómo es una "iglesia atea"?


Científico Harry Cliff habla durante la Asamblea Dominical

No muchos sermones incluyen el mensaje de que todos nos vamos a morir y que no hay otra vida después de ello.
Pero esta asamblea dominical no ofrece servicios religiosos ordinarios.

Lanzada el mes pasado como una reunión para no creyentes, es -en palabras del maestro de ceremonias, el cómico británico Sanderson Jones- "en parte un espectáculo de baile, en parte una iglesia atea, una completa celebración de la vida".

Más de 300 personas se amontonan en las instalaciones de una iglesia desacralizada para unirse a la celebración en la mañana del domingo.

En lugar de himnos, los no-fieles se ponen de pie para cantar canciones de Stevie Wonder y Queen.
Hay una lectura de Alicia en el País de las Maravillas y una presentación en Power Point del físico de partículas Harry Cliff que explica los orígenes de la teoría de la antimateria.
"No es una iglesia, es una congregación de personas no religiosas"

 Jess Bonham, asistente a la Asamblea Dominical

Parece un espectáculo de monólogos cómicos. Jones y la cofundadora, la comediante Pippa Evans, bromean con la multitud.

Pero hay momentos más serios.

El tema de la mañana es "maravillarse" en respuesta, explica Jones, a la crítica de que los ateos no pueden tener esta experiencia.

Así que inclinamos las cabezas por dos minutos en contemplación del milagro de la vida y, en su sermón de clausura, Jones habla de cómo la muerte de su madre influyó en su propio viaje espiritual y determinación para obtener el máximo provecho de cada segundo, dándose cuenta que la vida es muy breve y nada viene después.

Los miembros del público -mayoritariamente joven, blanco y de clase media- parecen muy contentos de ser parte de algo nuevo y hablan del vacío que sintieron una mañana de domingo, cuando decidieron abandonar su fe cristiana. Pero pocos se identifican activamente como ateos.

"Es una buena excusa para reunirse y tener un poco de un espíritu de comunidad, pero sin el aspecto de religión", dice el fotógrafo Jess Bonham. "No es una iglesia, es una congregación de personas no religiosas".
Otro asistente, Gintare Karalyte, dice: "Creo que la gente necesita este sentido de conexión porque todo el mundo está tan solo en este momento, y ser parte de algo y sentir como si fueras parte de algo es lo que la gente anhela", dice a la BBC Gintare Karalyte, otro asistente.

Sin religión

Sanderson Jones, creador de la Asamblea Dominical

Sanderson Jones no pretende ser un predicador carismático.

El número de personas que se declaran "sin religión" en Inglaterra y Gales ha aumentado de más de seis millones desde 2001 a 14.1 millones, según el último censo. Eso hace que Inglaterra y Gales sean dos de las naciones menos religiosas en el mundo occidental.

Figuras como escritor Richard Dawkins y el comediante Ricky Gervais lideran una tendencia de no creyentes más expresivos que buscan reflexionar sobre lo que significa ser un ateo.

Mientras que el escritor Alain De Botton dió a conocer un manifiesto para los ateos, enumerando diez virtudes - o como la prensa ha apodado a "mandamientos" - para los faltos de fé.

De Botton dice que quiere promover las virtudes pasadas por alto como la resiliencia y el humor.

Se le ocurrió la idea en respuesta a la creciente sensación de que ser virtuoso se había convertido en "una idea extraña y deprimente", que parece replicar el mantra de la propia Asamblea Dominical: "vivir mejor, ayudar a menudo, maravillarse más".

El escritor aboga por una nueva generación de terapeutas seculares que tomen el lugar del sacerdocio y cree que el ateísmo debe tener sus propias iglesias, pero añade: "Nunca deben ser llamadas así, porque" ateísmo "no es una ideología alrededor de la cual las personas se reúnen. Es mucho mejor llamarlo algo así como humanismo cultural". clic 

clic Lea también: Un termplo para ateos en el corazón de Londres
¿Religión?

Existe una preocupación entre algunos no creyentes de que el ateísmo se está convirtiendo en una religión en sí misma, con su propio código de ética y autoproclamados sumos sacerdotes.
"Se convertirá en una religión organizada. Es inevitable"

Robbie Harris, asistente a la Asamblea Dominical

Jones insiste en que no está tratando de fundar una nueva religión, pero algunos miembros de su congregación no están de acuerdo.

"Se convertirá en una religión organizada. Es inevitable. Se establecerá un sistema de creencias. Habrá una estructura, un punto de vista ético en la vida", dice el arquitecto Robbie Harris.

Él cree que Evans y Jones tienen "una gran responsabilidad" si la Asamblea Dominical "sigue siendo tan exitosa como lo es ahora".

"El problema es que podría llegar a ser sectaria y que podría llegar a girar alrededor de una persona. Cualquiera podría destacarse como un predicador carismático, ese es el peligro".

Sarah Aspinall, miembro de la congregación, insiste: "Creo que Sanderson debe dar un paso atrás y verse a sí mismo como mediador y facilitador -para lo que creo que es obviamente bueno- y sólo llevar a la gente a hablar o leer".

Alain De Botton, escritor

El escritor Alain De Botton dió a conocer un manifiesto para los ateos o diez "mandamientos" - para los faltos de fé.

Jones dice que están en sus primeros días y que las asambleas futuras serán menos acerca de él y más acerca de las experiencias de los miembros de la congregación. Y niega las insinuaciones de que está iniciando una secta.

"No creo que sea un predicador carismático. Sólo me emociono mucho acerca de las cosas y quiero compartirlo con la gente".

Dice que se ha sentido abrumado por la reacción del público a la Asamblea Dominical y está estudiando la posibilidad de establecer reuniones similares en todo el país.

"Quería hacer esto porque pensé que iba a ser una cosa maravillosa", explica.

La Asamblea Dominical ciertamente lo está haciendo mejor que la iglesia evangélica de San Judas o que la de San Pablo, que está al lado y en la que unos 30 creyentes se reunen para cantar canciones gospel y escuchar las lecturas de la Biblia.

Pero el obispo Harrison, un predicador cristiano desde hace 30 años, dice que no ve a sus nuevos vecinos como una amenaza y predice con confianza que su viaje espiritual eventualmente los llevará a Dios.

"Tienen que empezar desde algún lugar", dice.
Fuente:
BBC Ciencia

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21 de octubre de 2012

¿Hay lugar para Dios en el Big Bang?

Big Bang

El descubrimiento del bosón de Higgs está tan fresco que la exhibición en el museo de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern) no se ha actualizado todavía.

En la obra expuesta -un cortometraje que proyecta imágenes del nacimiento del Universo en una enorme pantalla- el narrador pregunta: "¿Encontraremos el bosón de Higgs?" 

Ahora que finalmente ha sido visto -un descubrimiento científico que nos acerca más que nunca a los primeros momentos después del Big Bang- Cern ha abierto sus puertas a eruditos que toman un enfoque muy diferente hacia la pregunta de cómo se creó el Universo.

El 15 de octubre, un grupo de teólogos, filósofos y físicos se reunió dos días en Ginebra para hablar sobre el Big Bang.

¿Qué ocurrió cuando personas de tan distintas visiones del Universo se sentaron a discutir?

"Me di cuenta que era necesario discutirlo", dijo Rolf Heuer, director general de Cern.

"Necesitamos, como científicos ingenuos, discutir con filósofos y teólogos la época anterior al Big Bang".

clic Vea también: dentro de la máquina del Big Bang

Antes del Big Bang

Uno de los organizadores de Cern de esta inusual reunión fue Wilton Park, un foro global establecido por Winston Churchill.

Es una organización usualmente asociada con discusiones de alto nivel sobre política global e incluso intercambios confidenciales sobre asuntos de seguridad internacional, lo cual quizás enfatiza cuán seriamente toma Cern este encuentro.

Pero la misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.
Es una zona de pura especulación; antes del tiempo y el espacio como los científicos los entienden, y donde las leyes de la física se rompen completamente.

Entonces ¿lo hace eso un ámbito en el que se puedan entender la ciencia y la religión?

Uno de los participantes más francos, Lawrence Krauss, un físico teórico y director del Proyecto Orígenes en la Universidad Estatal de Arizona, afirma que definitivamente no.

"Uno tiene la impresión de una reunión como esta que a los científicos les importa Dios; pero no", indica.

"No puedes refutar la teoría de Dios".

"El poder de la ciencia es incierto. Todo es incierto, pero la ciencia puede definir esa incertidumbre".

"Por eso la ciencia progresa y la religión no".

Pero la sugerencia de que ciencia y religión son fundamentalmente incompatibles fue un motivo de discordia durante la reunión.

John Lennox, profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, también se declara cristiano. Él piensa que le solo hecho de que los seres humanos puedan hacer ciencia es evidencia para Dios.

"Si los ateos tienen razón en que la mente hace ciencia... es el producto de un proceso no guiado sin sentido".

"Ahora, si supieras que tu computadora es producto de un proceso no guiado sin sentido, no confiarías en ella".

"Por eso, para mí el ateísmo socava la racionalidad que necesito para hacer ciencia".

Pero este debate aparentemente insoluble de Dios versus ciencia fue sólo una parte del encuentro.

Heuer expresó que deseaba que los participantes "desarrollaran un entendimiento común" de la visión de los demás.

Pero incluso intercambiar ideas fue por momentos engorroso; científicos y filósofos suelen hablar lenguajes muy diferentes.

Educarse mutuamente

Partícula de Higgs

El descubrimiento de una "partícula de Higgs" precedió este encuentro de religiosos y científicos.

Andrew Pinsent es director de investigación en el Centro Ian Ramsey para la Ciencia y la Religión de la Universidad de Oxford. También es un físico entrenado que alguna vez trabajó en Cern.
"Tenemos que educarnos mutuamente en los términos que usamos", dice.

Por ejemplo, explica, "los filósofos han estado discutiendo el significado de la [palabra] verdad durante siglos".

Pero para muchos físicos, usar esa palabra es un territorio incómodo cuando hablan de lo que sabemos sobre el Universo y el Big Bang.

Krauss afirma que la palabra está en el centro de "una de las diferencias fundamentales entre ciencia y religión".

"Quienes son religiosos creen que conocen la verdad", indica.

"Y saben la respuesta antes de que se haga la pregunta. En cambio, con los científicos es exactamente lo contrario".

"En la ciencia, aunque usamos la palabra verdad, lo que realmente importa es si funciona".

"Por eso es un asunto sensible, porque si sabes la verdad, no necesitas lidiar con esta preguntita de si algo funciona o no".

A pesar de la barrera de visiones opuestas del mundo y léxicos incompatibles, Pinsent cree que colaborar con la filosofía podría ayudar a la ciencia a enfrentar mejor las preguntas muy grandes.

"No ha habido nuevos avances conceptuales en la física en un cuarto de siglo", afirma.

Agrega que esto es en parte porque la ciencia en aislamiento "es muy buena para producir cosas" pero no para producir ideas".

Invoca a Einstein como ejemplo de un científico verdaderamente filosófico.

"Empezó formulando las preguntas que haría un niño", puntualiza Pinsent, "como '¿qué sería cabalgar sobre un rayo de luz?'"

Y Heuer acepta la idea de llevar filosofía al mismo Cern.

"No iría tan lejos como dejarlos hacer experimentos aquí", bromea, "pero no tendría ningún problema en tener un filósofo residente".

¿Demasiado especializado?

Big Bang

La misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.

La principal conclusión del evento fue simple: seguir hablando.

"Enfrentamos un problema en nuestra cultura de hiperespecialización", señala Pinsent.

"Esta ignorancia de otros campos puede causar problemas, como una carencia de cohesión social".

Y aunque Krauss dijo que la reunión se sintió a ratos como "gente que no se puede comunicar al tratar de comunicarse", incluso ve algún valor en este intercambio algo esotérico.

"Mucha gente de fe ve la ciencia como una amenaza", indica.

"No creo que la ciencia sea una amenaza, así que es útil para los científicos mostrar que no lo ven necesariamente de esa manera".

Como dijo un colaborador durante el encuentro: "la religión no agrega a los hechos científicos, sino da forma a nuestra visión del mundo".

Y como Cern está buscando pistas sobre cómo existió el mundo para empezar, desea ver cómo sus descubrimientos encajarían en cualquier visión del mundo.

Fuente:

BBC Ciencia

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15 de septiembre de 2012

Historia Criminal del Cristianismo ( Karlheinz Deschner )

“El que no escriba la historia universal como historia criminal, se hace cómplice de ella”

      


En 1970 Karlheinz Deschner comenzó su obra más ambiciosa, la “Historia Criminal del Cristianismo”, proyectada en principio a diez volúmenes, de los cuales se han publicado ya nueve hasta el presente y no se descarta que se amplíe el proyecto.
Se trata del más riguroso e implacable alegato jamás escrito contra el fondo y las formas empleados por los cristianos, a lo largo de los siglos, para la conquista y conservación del poder.

En 1971 Deschner fue convocado a una corte en Nuremberg acusado de difamar a la Iglesia. Ganó el proceso con una sólida argumentación, pero aquella institución reaccionó rodeando sus obras con un muro de silencio que no se rompió definitivamente hasta los años ochenta, cuando las obras de Deschner comenzaron a publicarse fuera de Alemania (Polonia, Suiza, Italia y España, principalmente).
Descarga “Historia Criminal del Cristianismo ” desde aquí:
  • Tomo I: Los orígenes, desde el paleocristianismo hasta el final de la era constantiniana.
  • Tomo II:La época patrística y la consolidación del primado de Roma.
  • Tomo III: De la querella de Oriente hasta el final del periodo justiniano.
  • Tomo IV: La Iglesia antigua: Falsificaciones y engaños.
  • Tomo V: La Iglesia antigua: Lucha contra los paganos y ocupaciones del poder.
  • Tomo VI:Alta Edad Media: El siglo de los merovingios.
  • Tomo VII:Alta Edad Media: El auge de la dinastía carolingia.
  • Tomo VIII:  Siglo IX: Desde Luis el Piadoso hasta las primeras luchas contra los sarracenos.
  • Tomo IX: Siglo X: Desde las invasiones normandas hasta la muerte de Otón III. 
     
    Fuente:
     

Las escenas sangrientas en las "vidas ejemplares" de los santos


Martirio de Santa Águeda, Sebastiano del Piombo, 1520

Corrían los años 60 y Greg F. era un joven inquieto y con talento del barrio neoyorquino de Queens que, como tantos otros, se sintió irremediablemente atraído por la música y la moda hippie del momento. Entusiasta de Grateful Dead, escribía canciones y comenzó a experimentar con las drogas alucinógenas. Sin embargo, nada de eso lograba colmar sus anhelos espirituales, hasta que entró en contacto con la Sociedad Internacional de la Conciencia  de Krishna, dirigida por el swami Bhaktivedanta. Vestido con su túnica naranja y cantando una y otra vez el Hare krishna, pareció haber encontrado por fin su lugar en el mundo. Pero durante el segundo año comenzó a quejarse de que lo veía todo cada vez más borroso. A los ojos de sus correligionarios no había dudas: estaba alcanzando un estadio superior de santidad, la luz interior estaba creciendo en él. Esa explicación pareció conformarle y dejó de quejarse. Poco después su carácter comenzó a sufrir cambios, mostraba cada vez una mayor serenidad y en ocasiones podía quedarse horas en un estado de aturdimiento. De nuevo no había duda para su maestro: eso es que estaba alcanzando la beatitud. Así fue pasando el tiempo y —tras varios años sin tener contacto con él— sus padres acudieron a visitarle al templo de Nueva Orleans en el que residía.

Al verlo quedaron horrorizados. Estaba gordo, calvo, completamente ciego y con una sonrisa bobalicona en la cara. Parecía incapaz de mantener una conversación, así que inmediatamente decidieron llevarlo a un hospital. Allí le diagnosticaron un tumor cerebral. Aunque era benigno, había crecido hasta el tamaño de una naranja, de forma que pudieron extirpárselo mediante cirugía pero los daños que había causado eran ya irreversibles. Ingresado en un psiquiátrico, allí pasó el resto de sus días en silla de ruedas y con las facultades mentales seriamente mermadas, en ese estado que su maestro consideraba de “beatitud”. Nada de esto habría ocurrido de haber acudido al médico ante los primeros síntomas. En ese centro en el que vivió lo que le quedó de vida fue tratado por el psiquiatra Oliver Sacks, quien años después escribió esta triste historia en su libro Un antropólogo en Marte, y que posteriormente inspiraría la película The Music Never Stopped (Jim Kolhberg, 2011).

¿Qué conclusiones podríamos sacar de esto? Pues la primera es que la ciencia moderna nos está arrebatando toda clase de milagros y santidades. Donde antes estaba la mano de Dios ahora es cosa de algún tumor, gen o producto químico. Veamos por ejemplo el caso de San Estanislao de Kostka, patrón de los huesos rotos, un santo polaco del siglo XVI cuya devoción es descrita en esta web de los franciscanos en los siguientes términos:


Pedro Mártir representado en el Retablo de San Antonio Abad, Museo Catedralicio de Astorga

“El extraordinario fervor con que hacía la oración. Salía de ella con el rostro encendido y el corazón jadeante, de suerte que tenía necesidad de airearse en el jardín, habiendo sido preciso más de una vez aplicarse paños mojados en agua fría para calmarse. Sus desmayos y éxtasis se repetían con mucha frecuencia.”

Sin ser médico yo diría que muestra síntomas de lo que hoy día se consideraría una enfermedad… No obstante, respecto a su capacidad para levitar cuando se cantaba la Salve sigue sin haber actualmente una explicación científica. Tal vez Magneto tenga la respuesta. En el libro La física de los superhéroes James Kakalios explica el poder de vuelo de este personaje del cómic mediante el principio de levitación diamagnética. Estamos compuestos principalmente por agua, cuyas moléculas son diamagnéticas, lo cual significa que sus campos magnéticos atómicos se alinean opuestamente al campo magnético externo. Es decir, si se aplica bajo nuestros cuerpos un campo magnético de intensidad suficiente, la repulsión generada por los átomos que forman el 70% de nuestro cuerpo podría contrarrestar la fuerza de la gravedad y hacer levitar a cualquiera de nosotros, a Magneto y al mismísimo Estanislao de Kostka. Es una posible explicación. Otra es que aquellos que loaron sus milagros exagerasen un poco.


El martirio de San Erasmo, Nicolas Poussin

Pero hay otros muchos santos dignos de mención, como San Buenaventura, un santo toscano “cuyo rostro reflejaba el gozo” y a quien caracterizaban las virtudes de la humildad, pobreza, oración, mortificación y la paciencia, entre otras, y que es considerado el patrón de los desórdenes intestinales.  En la web anteriormente citada, se describen sus virtudes en unos términos que parecen extrañamente vinculados a su actividad patronal:

“Grandiosa fue la actividad del Santo de Bañorea como sacerdote, como prelado y como sabio. Pero ni la ciencia ni la acción secaron su espíritu. Espoleado de abrasante amor a Dios y al prójimo, vivió una intensa vida interior, savia que empapaba toda su actividad de efluvios sobrenaturales. Secreto resorte de todo dinamismo sobrenaturalmente fecundo ha sido siempre una robusta vida interior.”

Pero la escatología cristiana no se limita a ser algo… eh, escatológica, en el otro sentido de la expresión.
Más allá de brotes epilépticos, levitaciones y efluvios que lo empapan todo, muestra cierta predisposición hacia las representaciones de violencia más extrema. Acompañadas incluso de cierto humor negro, como veremos. Esto no deja de ser una obviedad para cualquier español nacido antes de 1980, así como para cualquiera que haya visto La pasión de Cristo de Mel Gibson, pero merece la pena hacer un breve recorrido por el santoral y especialmente por sus mártires. Al fin y al cabo, “el martirio es como un “test” de la verdad del cristianismo; es, podemos decir, un control de calidad. “Los mártires acreditan con su vida la Realidad de lo que creen y esperan”, en palabras del Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez.

Es costumbre representar a los mártires junto con el objeto con el que fueron torturados o asesinados (tal como ocurre con el propio Jesús) y un ejemplo de ello es Pedro Mártir. Como si de un personaje de película de terror se tratase, suele ser representado con su característica hacha en la cabeza. Nació en Verona a finales del siglo XII, era un niño muy estudioso y devoto e ingresó en la Orden de los Predicadores de los dominicos, posteriormente sería nombrado Inquisidor de Lombardía y alcanzaría gran renombre por sus discursos. Hasta que en una conspiración cátaros y gibelinos le tendieron una emboscada durante un viaje y murió —como el lector sospechará— mediante un hachazo en la cabeza. Al recibirlo su reacción fue ponerse a rezar. Viendo que se le agotaban las fuerzas, mojó un dedo en su propia sangre y escribió antes de morir: “credo”. Debido a la manera en que fue asesinado y —en línea con este peculiar humor negro que indicábamos— los fieles acostumbran a invocarlo cuando sufren jaquecas.


Aquí vemos a Dionisio en La Crucifixión del Parlamento de París, André d’Ypres, Museo del Louvre

De manera similar, San Clemente suele aparecer representado junto a un ancla, pues a una se le ató para a continuación lanzarlo al mar y convertirse así en el patrón de los marineros. Estos tienen también como patrón a San Erasmo, torturado con clavos bajo las uñas y finalmente muerto —según posterior invención popular— debido a que le sacaron los intestinos con un cabrestante de barco.

Un nivel de crueldad similar mostraron los torturadores de San Blas, quienes le arrancaron la piel a tiras usando peines de hierro de cardador y posteriormente decapitaron. Final muy parecido al de San Bartolomé, despellejado con un cuchillo, que pasó a ser su atributo. Un santo patrón de… adivínenlo. Curtidores, peleteros y fabricantes de guantes.

Otro caso digno de mención fue el de San Dionisio; se convirtió en el siglo III en Obispo de París hasta que, como era costumbre en el Imperio Romano, fue capturado y sometido a toda clase de tormentos. Fue flagelado, atado con pesadas cadenas, le echaron fieras para que lo devorasen e incluso fue puesto en una parrilla. Pero estaba hecho de tal pasta que nada de eso fue suficiente, hasta que finalmente murió decapitado. También pasó por la parrilla San Lorenzo, que iba tan sobrado que le dijo al emperador Valeriano, presente en el suplicio: “De este lado ya estoy asado; dame la vuelta y cómeme”. Con dos cojones.

Pero no es el único capaz de soltar frases dignas de Bruce Willis en mitad de los mayores sufrimientos. Santa Dorotea, mártir bajo el emperador Diocleciano, se negó como tantos otros a realizar sacrificios a los dioses y por ello sufrió toda clase de golpes y maltratos que ella decía sentir como “caricias de pluma de pavo real”. A continuación, mientras era conducida hacia su decapitación, dijo a las multitudes que se disponía a ir a un lugar donde no existe el invierno ni la nieve. Un joven se burló pidiéndole entonces que le enviara un cesto de flores y frutas y ella, naturalmente, aceptó el reto. El invierno siguiente el joven recibió en su casa un cesto con lo que había pedido, entonces se convirtió y también murió mártir. Fue San Teófilo.


Aquí lo vemos siendo introducido en la cazuela, Martirio de Juan Evangelista en la Puerta Latina, Charles le Brun

Otros discípulos de Cristo también sufrieron variados tormentos, para no ser menos. Aquellos lectores que hayan sido buenos (por ejemplo, suscribiéndose a la revista) el lejano día de su muerte ascenderán al Cielo, en cuyas puertas se encontrarán con San Pedro, con sus llaves (“Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos”, Mateo 16:18-19). Un santo que también murió crucificado igual que su maestro, pero con el suplicio extra de que fue boca abajo. Fue él mismo quien lo pidió, porque se consideraba indigno de morir de la misma forma que aquél al que negó tres veces.

Parece que cocinar santos era casi una costumbre, ya que además de San Lorenzo, otro que sufrió un destino bastante parecido fue San Juan Evangelista. El único discípulo de Jesús que no lo abandonó en la cruz. Fue introducido en una caldera de aceite hirviendo, aunque logró salir ileso. Al igual que ocurrió con San Vito, siendo esta vez agua lo que hervía en la caldera, de la que también salió indemne.

No puede faltar en un recorrido de este tipo San Sebastián. Soldado del Imperio Romano nacido en la Galia, tras su conversión al cristianismo ayudó a otros correligionarios que se encontraban en las cárceles. Cuando fue apresado se le condenó a ser atado a una columna, donde fue acribillado a flechazos, de los que no obstante sobrevivió. Hasta que finalmente fue apaleado y arrojado a la Cloaca Máxima de Roma. Hoy en día es un icono gay.


San Sebastián, de Rubens

El destino no fue más amable con Santa Águeda. Nacida en el siglo III en Catania, se negó a hacer sacrificios a los dioses y en castigo fue enviada a un prostíbulo, donde logró pese a todo conservar intacta su flor (este es un milagro recurrente en las santas, debían ser muy feas), a continuación el cónsul Quinciniano ordenó que le arrancaran las tetas con tenazas. Así que adivine el lector ante qué males se le encomiendan… efectivamente, problemas con los senos y la lactancia. También son populares en nuestro país los pasteles llamados Tetas de Santa Águeda.

San Andrés era un palestino del siglo I que murió supuestamente en una cruz en forma de aspa. O al menos así lo dictó la tradición posterior, la conocida como Cruz de San Andrés, presente en la Unión Jack británica y en la Ikurriña. Por su parte, los hermanos San Cosme y San Damián vivieron en Siria entre el siglo III y IV, son dos santos médicos que deben invocarse si uno padece peste, inflamaciones de glándulas o moquillo y cuya particularidad no está tanto en los tormentos que sufrieron (lo típico: potros de tortura, lapidaciones…) ni en su muerte (decapitados, como de costumbre) sino en sus métodos de sanación, que incluyeron un pionero transplante de pierna, concretamente a Justiniano. Lo curioso del caso es que le pusieron la pierna negra de un etíope, siendo él blanco. Un desliz lo tiene cualquiera.

Y aquí concluimos esta breve selección con uno de los santos cuyo tormento a más artistas ha inspirado e incluso ha pasado a ser una expresión habitual del lenguaje cotidiano. Se trata de Juan Bautista, un santo varón dedicado a clamar en el desierto y coetáneo de Jesús, al que bautizó (de ahí el nombre). Herodes Antipas lo mandó encarcelar y durante un baile ante él su hijastra Salomé mostró tal destreza que el rey le concedió un deseo… No quiso otra cosa la princesa que pedir la cabeza en bandeja de plata del santo. Así se hizo.


Salomé recibe la cabeza de Juan el Bautista, Caravaggio

Fuente:

24 de febrero de 2012

El obispo también viene del mono

El evolucionista Richard Dawkins y el jefe de la iglesia anglicana reeditan en la Universidad de Oxford la más famosa refriega del darwinismo


Richard Dawkins y Rowan Williams, a su llegada a la Universidad de Oxford. / ANDREW WINNING

Mucho han evolucionado los obispos desde que el de Oxford le preguntó a Thomas Huxley, el bulldog de Darwin, si él creía venir del mono por parte del abuelo paterno o del materno. Un siglo y medio después de aquella salida gloriosa, la Universidad de Oxford ha querido reeditar la reyerta con unos modales más británicos. El debate entre el evolucionista y ateo militante Richard Dawkins y el obispo de Canterbury, Rowan Williams, ha alcanzado hoy alturas estratosféricas y profundidades teológicas sin llegar a las manos. No ha resuelto la naturaleza de Dios, pero al menos ha servido para saber que los obispos ya admiten venir del mono. Por vía paterna y materna.

El debate entre Huxley y el entonces obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, se celebró en 1860, solo siete meses después de que Darwin publicara El origen de las especies, y la ocurrencia de Wilberforce se ha convertido desde entonces en el chascarrillo obligado sobre lo mal que le sentó el libro al clero. La reedición de hoy ha tenido lugar en el solemne salón de actos de la facultad de Teología de la Universidad de Oxford. Su solo título ya rizaba el pelo: La naturaleza del ser humano y la cuestión de su origen último.

Si la actitud de Williams, que es el jefe de la iglesia anglicana, es representativa de la mentalidad religiosa actual, o al menos una avanzadilla de ella, el último siglo y medio de teología responde al esquema del God of the gaps, o Dios de los huecos: una teología que va aceptando la evidencia científica, aunque sea murmurando, y deja a Dios el papel de ir rellenando los huecos allí donde la ciencia actual no alcanza.

El debate ha alcanzado alturas estratosféricas sin llegar a las manos

Williams, al igual que el Vaticano, acepta ahora la evolución biológica, pero sigue creyendo que tiene un propósito superior. También admite que el ser humano proviene del mono, lo que deja a Dios el dificultoso papel de insertarle un alma en algún momento de la evolución de los homínidos. Acoge de mil amores el Big Bang —lo más parecido a una Creación que ha producido la ciencia, y encima formulado por un cura—, pero frunce el ceño frente a la inmensidad del cosmos, y no hablemos ya de los universos paralelos que conjeturan muchos físicos teóricos. Puede que Dios utilice la ciencia, pero solo si es para crear al hombre.

Es curioso que no haya sido el obispo de Canterbury, sino el ateo Dawkins, quien haya logrado orientarse entre todas esas brumas de las capas altas o altísimas de la atmósfera para señalar el problema verdaderamente vital que tienen las religiones en nuestro tiempo: “El perdón de los pecados y la salvación de las almas”.

Dawkins, como Einstein y otros científicos, opina que las religiones viven del miedo que sienten sus feligreses ante la intranscendencia de la vida y la certeza de la muerte. Es poco probable que el grueso de los creyentes se preocupe por la causa última del Big Bang o el fino ajuste de las constantes físicas mientras no le resuelvan esas cuestiones más acuciantes.

El científico también le ha soltado al obispo una de sus refutaciones favoritas de la existencia de Dios. La teoría del diseño inteligente —versión posmoderna del creacionismo norteamericano— sigue sosteniendo lo mismo que la teología natural de los tiempos de Darwin, que deducía la existencia de Dios a partir de la complejidad de sus criaturas. Dawkins argumenta, en cambio, que un diseñador inteligente debe ser aún más complejo que las criaturas a las que pretende dar explicación, luego no les da ninguna.

Como ocurre a veces en este tipo de debates, los ponentes han adoptado a menudo el lenguaje del adversario con la intención —invariablemente frustrada— de llevarse el gato al agua. Así, el obispo de Canterbury ha hablado con cierta soltura de “consciencia autorreflexiva”, bases binarias, mutaciones saltatorias, genes del lenguaje, el carácter predecible de los sistemas emergentes, o la falta de él, el mecanismo de transferencia de la información genética y la naturaleza de los procesos evolutivos antes de la aparición de las primeras moléculas autorreplicantes. Hasta se ha disculpado por el hecho de que los redactores de la Biblia no tuvieran ni idea de la física del siglo XX, lo que ha suscitado la comprensión del público.

Dawkins ha atemperado en cierta medida su lengua viperina

Dawkins también ha atemperado en cierta medida su lengua viperina. Por ejemplo, no ha dicho que la existencia de un Creador sobrenatural fuera imposible, sino “extremadamente improbable”, con esa vocal muy larga en las segundas sílabas que saben poner en Oxford. Hasta ha llegado a admitir la relevancia de las “macromutaciones”, aunque solo en la evolución de las plantas.

Pero su mejor momento fue cuando el obispo de Canterbury le preguntó: “¿Acaso el conocimiento humano se puede explicar por la evolución?”, y él respondió: “Mire usted, no entiendo ni la pregunta”.

Ese es el Dawkins que cabreaba a los obispos en otros tiempos. Ay Dios, cómo se echa de menos a Samuel Wilberforce.


El universo, la Biblia y el origen de la vida

¿Cómo se creó el universo?

Richard Dawkins: “¿Cómo podemos hablar de la evolución y los millones de años de desarrollo y diseño y luego decir: sí existe Dios? ¿Por qué no reconoce que hay elegancia y belleza en la idea de que la vida apareció de la nada, movido por las leyes de la física?”

Rowan Williams: El arzobispo admite que está admirado de esa belleza, pero asegura que él no podría explicarla solo por las leyes de la física. “Una mezcla de amor y matemáticas”, dice el religioso. Así explica la belleza de la creación.

¿Cómo se originó la vida en el universo?

R.D.: La selección natural explica mucho de este proceso. Se trata de imaginar cómo en el primer momento las moléculas estaban en el espacio. Pero nadie sabe realmente cómo se originó la primera molécula que dio origen a la vida. Piensa que tal vez la primera formación fue parecida al RNA (ácido ribonucleico).

¿Estamos solos en el universo?

R. D.: ¿Cómo puede ser que por casualidad la vida solo haya logrado formarse en las moléculas de la tierra? El universo debe estar lleno de vida.

La Biblia y el universo.

R.W.: Los autores no se referían a la creación de la vida, sino a lo que Dios quería señalar. Con la Biblia se quería explicar en realidad el concepto de pecado.

Fuente:

El País (España)

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