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22 de octubre de 2017

El censo de Quirino y el nacimiento de Jesús

La cronología del censo de Publio Sulpicio Quirino, es mencionada por Flavio Josefo en Antigüedades de los judíos XVIII 1,1, y lo sitúa en los años 6 de nuestra era tras el destierro de Arquelao por Augusto. El censo tenía una finalidad puramente fiscal / tributaria. He aquí el texto:
“Entonces Quirinio (Cirenio), senador romano, que había tenido varias magistraturas y que había llegado a cónsul fue enviado por el César (Augusto) a Siria como juez de esta nación y para hacer una estimación de sus riquezas. Con él fue también Coponio, varón del orden ecuestre, para que se hiciera cargo del poder romano sobre los judíos. Quirinio en persona se presentó en Judea, que formaba entonces parte de la provincia de Siria para hacer esa estimación de la riqueza de la nación y para disponer de los dineros de Arquelao. Al principio los judíos llevaron muy a mal este censo. Pero finalmente dejaron de lado cualquier tipo de oposición ya que fueron persuadidos por las palabras de Joazar, hijo de Beeto, que era el sumo sacerdote. Así que convencidos por esas palabras dieron cuenta de sus haberes sin mostrar ulterior oposición”.
Como es sabido, este censo supuso una revuelta armada (¡no en Judea, sino en la nacionalista Galilea!) dirigida por Judas de Gamala (denominado también probablemente Judas el Galileo y el fariseo Sadoc). Esta revuelta fu aplastada por Coponio y costó mucha sangre. En mi novela, junto con J. L. Corral, “El trono maldito” (Planeta 2014) aparece este episodio novelado, pero siguiendo muy al pie de la letra lo que se puede saber por la historia.

El texto de Lucas es el siguiente:

“1 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. 2 Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. 3 Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. 4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, 5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.”

Las dificultades de que este censo fuera a) universal y b) que estuviera dispuesto por tribus (es decir, que los pertenecientes a una estirpe o tribu debiera ir a censarse no donde vivía habitualmente, sino en el lugar de origen de su familia, son muy grandes.

1. La historia antigua no registra censo universal alguno ordenado por Augusto durante su reinado. Aparte del texto de Lucas, los antiguos anales del Imperio Romano no han conservado ninguna noticia de un censo universal durante el principado de Augusto, lo cual hace muy improbable que hubiera ocurrido. Es sumamente extraño que ninguna fuente histórica de la antigua Roma imperial de la época, y son bastantes, se haya hecho eco de un aconteci¬miento tan importante como debió de ser un empadronamiento general de todo el Imperio, que hubiera movido a millones de personas. Autores cristianos muy tardíos, como Casiodoro (siglo VI), Isidoro de Sevilla (siglo VII), y un diccionario bizantino llamado la “Suda” (siglo X), en la voz “censo”, dan sin embargo testimonio de ese censo imperial e universal. Pero lo más probable es que tales autores hayan tomado la noticia ¡del propio evangelista Lucas! Por consiguiente, su testimonio no tiene valor independiente.

2. La segunda dificultad: es inverosímil que en Israel pudiera llevarse a cabo un censo imperial durante el reinado de Herodes. Entonces habría habido dos censos, uno en tiempos de Herodes el Grande y otro después del desierro de Arquelao: Flavio Josefo presenta, tanto en sus Antigüedades de los judíos (XVII 355; XVIII 1-2.26.102) como en su Guerra de los judíos VII 253), el censo de Quirino como algo nuevo y sin precedentes.

Lucas afirma sin duda alguna que este censo ocurrió siendo gobernador de Siria Quirino y que a la vez eran los tiempos del rey Herodes el Grande. Ahora bien, esta situación resulta inverosímil. ¿Cómo iba a permitir este monarca soberano que un legado de Augusto hiciera un censo en su territorio? Tal posibilidad iba en contra de los derechos de un rey “socio y amigo del pueblo romano”, según las normas del Imperio.

Respecto a Quirinio: fue legado de Siria entre Volusio Saturnino y Cecilio Crético (por tanto en los años 6/7). Algunos investigadores –movidos por el deseo de no dejar en mal lugar al evangelista Lucas e intentar compaginar los datos de este con los de Flavio Josefo– se preguntan si pudo haber sido Quirinio dos veces legado de Siria y haber hecho dos censos

Pero esto que es teóricamente posible (aunque solo para Judea; de ningún modo para un censo universal) resulta de hecho de muy poca ayuda para la concordancia entre Lucas y Josefo ya que, en todo caso solo Quirinio solo pudo ser legado de Siria por vez primera en los años 3/2 a.C. (ya que es el único año del que no nos consta el nombre del legado de Siria. Luego, ¡¡no en tiempos de Herodes el Grande, que había muerto en el año 4 a.C.!!

Mi juicio sobre Lucas es que actúa en este pasaje como hagiógrafo y no como historiador concienzudo que controla todos sus datos. Y como hagiógrafo en ese momento está en el plano de la leyenda, no en el histórico. Casi seguro que Lucas se equivocó en la fecha del censo de Quirinio.

3ª dificultad: un censo romano no hubiera obligado a José a trasladarse a Belén. Además, su esposa no habría tenido necesidad alguna de acompañarlo. La razón ofrecida por el evangelista Lucas, la necesidad de que José se trasladara a Belén, al lugar de donde procedía la familia, es también inverosímil. Porque, como hemos dicho ya, un empadronamiento tenía motivos fundamental¬mente impositivos, de pagos fiscales a la hacienda imperial. Cada uno debía censarse y pagar sus tasas allí precisamente donde residía, no en donde era oriunda su familia. Los romanos no hacían censos tribales.

Además, María no era davídida, sino aarónida, si era pariente de Isabel (Lucas: José no era su padre biológico; y ella, María, era aarónida. Véase Lc 1,5: “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel”.

O Flavio Josefo se equivoca o se equivoca Lucas: el lector debe escoger…

Por otro lado, Lucas es además inexacto con el sacerdocio de Anás: ni lo era en el año 29 (= año 15 de Tiberio), pues fue sumo sacerdote del 6-15… ni tampoco lo era con Caifás, sino simplemente su suegro influyente (Caifás fue sumo sacerdote del 18 al 36 d.C.). No era posible un sumo sacerdocio oficiado por dos sumos sacerdotes a la vez. Por tanto la formulación lucana es inexacta y no cuadra con las fechas del sumo sacerdocio de Anás.

En conclusión, Lucas como hagiógrafo solo sabe más o menos que Jesús nació en tiempos de Herodes y a partir de ahí fabula.

Además, los primeros cristianos no tuvieron interés… así que las leyendas debieron de formarse más bien tardíamente. Según el historiador judíos de los siglos XIX-XX Salomo Reinach y Ch Guignebert (que lo cita en su obra “Jesús”, hubo cristianos que tomaron al pie de la letra el texto de Jn 8,57 (véase la postal del día anterior: “Aún no tienes cincuenta años… y ya has visto a Abrahán…”) y pusieron la muerte de Jesús en tiempos de Claudio (entre el 41 y el 54)!. Otros, en tiempos de Nerón hacia el 58. Otros situaron el nacimiento en el año 9 ( después de Arquelao!!!), y otros pensaron que la crucifixión fue muy pronto, hacia el 21 (cuando aún no gobernaba Poncio Pilato en Judea, que comenzó en el 26!!!). Es decir, tenemos aquí otras fabulaciones cristianas primitivas que tampoco hacen caso de la cronología de Lucas o la interpretan muy a su manera.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com 


Tomado de:

Tendencias 21

10 de julio de 2017

¿En qué consistió el 'juicio del mono'?

Hace 75 años un maestro fue juzgado por enseñar la teoría de la evolución de Darwin. Esto iba en contra de una ley que establecía que el hombre fue creado por Dios, como dice la Biblia. Fue en los Estados Unidos y despertó la atención del mundo.

El Juicio del Mono: con este nombre se conoce el más sonado caso legal en la Historia de la batalla ideológica entre creacionismo y evolucionismo a cuenta de El origen de las especies, de Charles Darwin. También llamado Juicio de Scopes, tuvo lugar en Tennessee (Estados Unidos) en mayo de 1925. En él, el profesor de escuela secundaria John T. Scopes fue acusado de haber enseñado la teoría de la evolución darwinista en sus clases, lo cual era ilegal entonces en aquel Estado sureño en virtud de una disposición educativa denominada Butler Act.

Esta norma prohibía expresamente en Tennessee "la enseñanza de cualquier teoría que niegue la historia de la Divina Creación del hombre tal como se encuentra explicada en la Biblia, y reemplazarla por la enseñanza de que el hombre desciende de un orden de animales inferiores". En realidad, Darwin sostiene la ascendencia común del ser humano y de los restantes primates, no que descendamos del mono, pero la creencia popular en la época, convenientemente manipulada por la Iglesia y los sectores más conservadores, era que el evolucionismo afirmaba lo segundo.

El proceso atrajo una enorme atención de la prensa –que fue la que lo bautizó enseguida como "juicio del mono"– y de la opinión pública estadounidense, máxime cuando aceptó defender al acusado el famoso abogado Clarence Darrow. Pese al brillante alegato final de éste, Scopes fue condenado por el Tribunal, si bien sólo a una multa simbólica y no a pena de prisión como pedía el fiscal. El juicio inspiró una célebre obra de teatro, La herencia del viento, que fue llevada al cine en 1960 con Spencer Tracy, Fredric March y Gene Kelly en el reparto.


El diario El Clarín (de Argentina) escribibió, la respectol asiguiente crónica:

John Thomas Scopes, de 24 años, enseñaba biología en el secundario de Dayton, un pueblito de Tennessee. A principios de julio de 1925, mientras daba clase, dos policías entraron al aula y se pusieron contra la pared del fondo. Scopes, perturbado, despidió a sus alumnos y los policías lo invitaron a ir hasta la droguería del pueblo.

Allí estaba el metodista George Rappalyea, entre otros líderes locales.

—Estuvimos discutiendo y yo dije que nadie podía enseñar biología sin enseñar la evolución —comenzó Rappalyea.

—Así es —asintió Scopes.

Rappalyea sacó un libro de los estantes de la droguería, que también funcionaba como almacén de ramos generales. Era el tomo Biología Cívica, de Hunter.

—¿Les estuvo enseñando este libro? Scopes volvió a asentir.

—Entonces cometió un delito —le dijeron. Scopes se quedó atónito cuando los policías lo llevaron hasta la prisión local.

A principios de 1925, los parlamentarios de Tennessee sancionaron una ley que prohibía la enseñanza de la evolución natural, teoría desarrollada por Charles Darwin en su libro El origen de las especies.

En otras palabras, era delito decir que el hombre (varón y mujer) evolucionó de especies inferiores y que el chimpancé era su pariente más cercano en la escala zoológica. Esto, se decía, podía llevar a "perversiones morales". La enseñanza oficial debía ser que el hombre fue creado por Dios, como dice la Biblia.

John Scopes no podía entender su situación. Estaba preso por enseñar ciencia, que era su trabajo. Tampoco entendía que, con su arresto, los líderes locales buscaran atraer la atención sobre Dayton y tentar a algún empresario a invertir en un pueblo que cada vez tenía menos habitantes.

La Asociación de Libertades Civiles Norteamericanas (ACLU) ofreció pagar los honorarios del defensor y eligió a H.G. Wells, el escritor de ciencia ficción autor de La máquina del tiempo y otros relatos fascinantes. Pero a Wells no le interesó.

En realidad, el defensor surgió después de que se conociera quién iba a ser el fiscal. Las autoridades del pueblo consiguieron que William Jennings Bryan, un fundamentalista religioso, tres veces candida to a la presidencia de los Estados Unidos, asumiera la acusación a pesar de que no ejercía el derecho desde hacía 30 años.

Cuando se supo de que actuaría Bryan, hubo un abogado que se propuso para la defensa. Era Clarence Darrow, de 70 años, el abogado más famoso del país.

William Jennings Bryan calificó al juicio de una "contienda entre la evolución y la cristiandad", y a Darrow, como "el mayor ateo" del país. Darrow se unió a la mesa de la defensa, según dijo, porque quería demostrar que Bryan era un intolerante.

El 10 de julio por la mañana, una joven de unos 20 años estaba parada en la puerta de la Corte con un bebé en su brazo derecho y un cartel en el izquierdo que decía: "Scopes, arderás en el infierno". Había más carteles, algunos con la figura de un mono y la cara de Darrow. Uno de ellos permaneció siempre en la puerta del tribunal: "Lea su Biblia todos los días".

Una señora vestida con una camisa de volados blancos, abotonada hasta el cuello, y una pollera larga y negra, cantaba una canción religiosa al frente de otras 50 mujeres. Hacía un calor insufrible y casi todos se apantallaban con diarios, cartón o abanicos. Había puestos de limonada y comida y un olor envolvente a cebollas fritas.

Vinieron periodistas hasta de Hong Kong. Fue la prensa la que bautizó el caso con el nombre que lo identificaría para siempre: "El juicio del mono".

Durante la mañana, unas 1.000 personas fueron entrando a la sala del tribunal para ver cómo enjuciaban a Scopes. Alrededor de 300 se quedaron de pie.

El juez John Raulston golpeó con su martillo para acallar los murmullos. El calor era tan insoportable adentro que se permitió a los hombres estar en camisa. Los procedimientos empezaron con una oración, bajo la firme protesta de Darrow.

La presentación de Bryan, de inflamada aunque aburrida oratoria, era rubricada a cada pausa por un sonoro "amén" del público. Darrow volvió a protestar y el juez debió pedir mesura.

El caso para la fiscalía era muy claro. Con el testimonio de los alumnos probó que Scopes enseñaba la teoría de Charles Darwin, y que esto constituía una violación a la ley de Tennessee. En este tramo, Darrow sólo le preguntó a un alumno si le parecía que su profesor enseñaba cosas perversas o malas. El chico dijo que no.

Los científicos que la defensa propuso como testigos dirían que la ley era injusta pues no se podía tomar a la Biblia, que es un texto religioso, como si fuese un libro de ciencias. Pero Darrow tuvo serios problemas cuando el juez rechazó esos testimonios por impertinentes.

Darrow decidió entonces dar batalla en el terreno de sus oponentes y llamó como testigo al mayor experto en la Biblia que se encontraba presente, es decir al propio fiscal. Bryan, confiado, aceptó.

—¿Todo en la Biblia debe ser interpretado literalmente? —empezó Darrow.

—Así es.

Darrow le mostró una piedra.

—¿Qué edad cree que tiene esta piedra? La ciencia dice que millones de años.

—Tiene menos de 6.000 porque el obispo de Usher fijó la fecha de la Creación: el 23 de octubre del 4004 a.C., a las 9.

—¿Hora del este o del oeste? —Darrow sonrió y al ver la perplejidad de Bryan siguió:

—Déjelo, déjelo... Pero sí dígame, ¿el primer día tuvo 24 horas?

—La Biblia dice que fue un día.

—¿Un día de 24 horas, de 30 horas, de un mes, de un año, de millones de años?

—No lo sé... Mi impresión es que fueron períodos.

—Bueno, si los llama períodos, ¿podría haber abarcado mucho tiempo?

—Tal vez... Podría haber continuado millones de años —Bryan bajó los ojos y sus seguidores quedaron con la boca abierta.

Darrow pidió un veredicto inmediato. El final fue transmitido por radio a todo el país. En 8 minutos, el jurado declaró a Scopes culpable, lo multó con 100 dólares y quedó libre. Era el martes 25 de julio de 1925, hace 75 años.

Darrow apeló, pues buscaba que un tribunal superior dijera que la ley antievolución era inconstitucional.

Cinco días después, el fiscal Bryan se recostó a dormir una siesta de domingo y murió. La diabetes lo había vencido.

El 14 de enero de 1927, la Corte del estado redujo la multa a un dólar y evitó pensar el asunto en profundidad. Dijo: "No es conveniente prolongar este caso tan extraño". La ley no se aplicó más.

Es válido especular que tanto a Scopes como a Darrow les habría encantado saber lo que reveló el 21 de julio de 2000 el científico Craig Venter, del proyecto Genoma humano. Dijo que la evolución ya es una certeza porque probaron que en el hombre hay vestigios de estructuras genéticas de especies anteriores.

Darrow murió en 1938, a los 83 años. Scopes enseñó ciencia toda su vida. Murió en 1970 y fue enterrado en Louisiana según el rito católico por voluntad de su esposa y de sus dos hijos.


Fuente:

Clarín

Muy Interesante

25 de marzo de 2016

Judas no traicionó a Jesús

En la tradición cristiana solamente hay admitidos cuatro evangelios que se escribieron entre cincuenta y ochenta años después de haber muerto Jesús.
 
Entre los personajes bíblicos que han pasado a la historia como malditos, sobresalen en el ámbito religioso, Caín, que mató a su hermano Abel, y Judas Iscariote, el discípulo que traicionó a Jesucristo con el famoso beso en el Huerto de los Olivos en Jerusalén. Fue la señal para entregarle al poder religioso y político de Israel. ¿Pero fue realmente así? ¿Fue una “traición”, como nos han hecho ver los Evangelios?

En la tradición cristiana solamente hay admitidos cuatro evangelios que se escribieron entre cincuenta y ochenta años después de haber muerto Jesús, conocidos como los evangelios canónicos y sinópticos, es decir, inspirados por Dios. Canónicos porque son los únicos admitidos y aprobados por la Iglesia desde el siglo IV, y sinópticos, porque, sin ser exactos, coinciden en muchos aspectos entre ellos, y bastantes de sus parajes son comunes, cuando no copiados del primigenio que fue el original de Marcos, con sus pequeñas variantes, salvo el último, el Evangelio de Juan, que parece inspirado en otras fuentes.

Pero no solamente los libros del Nuevo Testamento -los 4 atribuidos a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, además de las Epístolas, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis- componen la colección sobre los hechos y dichos de Jesús en su paso por la tierra, hay también otros documentos de esa misma época que nos hablan de Jesús y de sus discípulos, y que también se intitulan “evangelios”, son los llamados “Evangelios Apócrifos”, es decir, aquellos que aun narrando hechos y mensajes del mismo Jesús o de sus andanzas y las de sus apóstoles, no están reconocidos por la iglesia, pero fueron también utilizados entre las primeras comunidades cristianas. Según la doctrina, solamente los enumerados son admitidos como “inspirados por Dios” y constituyen “la palabra de Dios”, así quedó fijado por los llamados “Padres de la Iglesia”, San Ambrosio, San Ireneo de Lyon, San Agustín de Hipona, San Dámaso, etc. que atribuyeron a esa colección la autenticidad y la ortodoxia, y fueron declarados como “dogma” a lo largo de varios concilios a partir de siglo IV. Durante cuatro siglos fueron manejados por las primeras comunidades cristianas para saber del Maestro y sus enseñanzas, esos cuatro evangelios sinópticos junto a los que se conocen como apócrifos, los cuales, posteriormente, con el paso del tiempo, esos jerarcas dieron por no admitidos y fueron apartados, ocultados y condenados. Entre los evangelios apócrifos sobresalen El Evangelio de Tomás, uno de los más antiguos, que contiene no tanto hechos de Jesús cuanto sus dichos, así figura en el comienzo: este papiro trata de “las palabras secretas de Jesús”, su redacción es anterior a la de los cuatro evangelios canónicos. 

Otro “apócrifo” (apartado, oculto) es el Evangelio de María Magdalena, otro personaje denostado y denigrado por la iglesia católica hasta hace poco. Era considerada como prostituta y adúltera, quizá por la influencia negativa, en cierto modo envidiosa, del apóstol Pedro al que no le caía nada simpática por sus confianzas con el Maestro; una relación que debía ser tan importante y afectiva como para tener el valor de asistir a su crucifixión junto a su madre; una relación estrecha que se demuestra en el hecho de que después de la Resurrección, según los evangelios canónicos, a quien primero se aparece Cristo, antes que a sus discípulos, es a María Magdalena. Por esta razón, los Padres de la Iglesia de los primeros siglos, nunca hicieron referencia alguna a María de Magdala como prostituta, sino que hacían hincapié como testigo importante, el primero, de la resurrección. La interpretación como pecadora/adúltera es bastante tardía, basada erróneamente, por una exégesis equivocada, en el pasaje de Lucas VIII-2, donde la describe lavando los pies de Jesús y enjuagándolos con sus largos cabellos. Este acto era un signo de hospitalidad, demostraba una acogida con especial deferencia al invitado, y normalmente lo realizaba un esclavo no judío, o una mujer, que si además pertenecía a la casa o formaba parte de la familia, imprimía mayor respeto y complacencia, pero nunca este tipo de actos en el mundo judío los realizaba una “mujer pública”. 

La figura de la Magdalena comenzó a ser denigrada tardíamente en la tradición cristiana, cuando debía ser considerada todo lo contrario, pues era una seguidora que amó mucho al Maestro, del que no se apartó jamás, contrariamente a otros discípulos. Pese a todo, posteriormente la iglesia católica, quizá para limpiar esa mala imagen y fundada ya en una hermenéutica correcta, ha acabado denominándola “Apóstola de los Apóstoles”.

Algo semejante sucede con la figura de Judas Iscariote. Igual que Tomás y María Magdalena, también cuenta con su “evangelio”, que como los anteriores fue utilizado como palabra santa entre las primeras comunidades seguidoras de Cristo, y es uno de los escritos más antiguos; en el año 180 el Padre de la Iglesia San Ireneo lo cita a menudo en su obra Contra las Herejías, haciendo hincapié precisamente en este evangelio:

El Evangelio de Judas

El artículo completo en:

Nueva Tribuna
 

21 de febrero de 2013

BBC: ¿Cómo es una "iglesia atea"?


Científico Harry Cliff habla durante la Asamblea Dominical

No muchos sermones incluyen el mensaje de que todos nos vamos a morir y que no hay otra vida después de ello.
Pero esta asamblea dominical no ofrece servicios religiosos ordinarios.

Lanzada el mes pasado como una reunión para no creyentes, es -en palabras del maestro de ceremonias, el cómico británico Sanderson Jones- "en parte un espectáculo de baile, en parte una iglesia atea, una completa celebración de la vida".

Más de 300 personas se amontonan en las instalaciones de una iglesia desacralizada para unirse a la celebración en la mañana del domingo.

En lugar de himnos, los no-fieles se ponen de pie para cantar canciones de Stevie Wonder y Queen.
Hay una lectura de Alicia en el País de las Maravillas y una presentación en Power Point del físico de partículas Harry Cliff que explica los orígenes de la teoría de la antimateria.
"No es una iglesia, es una congregación de personas no religiosas"

 Jess Bonham, asistente a la Asamblea Dominical

Parece un espectáculo de monólogos cómicos. Jones y la cofundadora, la comediante Pippa Evans, bromean con la multitud.

Pero hay momentos más serios.

El tema de la mañana es "maravillarse" en respuesta, explica Jones, a la crítica de que los ateos no pueden tener esta experiencia.

Así que inclinamos las cabezas por dos minutos en contemplación del milagro de la vida y, en su sermón de clausura, Jones habla de cómo la muerte de su madre influyó en su propio viaje espiritual y determinación para obtener el máximo provecho de cada segundo, dándose cuenta que la vida es muy breve y nada viene después.

Los miembros del público -mayoritariamente joven, blanco y de clase media- parecen muy contentos de ser parte de algo nuevo y hablan del vacío que sintieron una mañana de domingo, cuando decidieron abandonar su fe cristiana. Pero pocos se identifican activamente como ateos.

"Es una buena excusa para reunirse y tener un poco de un espíritu de comunidad, pero sin el aspecto de religión", dice el fotógrafo Jess Bonham. "No es una iglesia, es una congregación de personas no religiosas".
Otro asistente, Gintare Karalyte, dice: "Creo que la gente necesita este sentido de conexión porque todo el mundo está tan solo en este momento, y ser parte de algo y sentir como si fueras parte de algo es lo que la gente anhela", dice a la BBC Gintare Karalyte, otro asistente.

Sin religión

Sanderson Jones, creador de la Asamblea Dominical

Sanderson Jones no pretende ser un predicador carismático.

El número de personas que se declaran "sin religión" en Inglaterra y Gales ha aumentado de más de seis millones desde 2001 a 14.1 millones, según el último censo. Eso hace que Inglaterra y Gales sean dos de las naciones menos religiosas en el mundo occidental.

Figuras como escritor Richard Dawkins y el comediante Ricky Gervais lideran una tendencia de no creyentes más expresivos que buscan reflexionar sobre lo que significa ser un ateo.

Mientras que el escritor Alain De Botton dió a conocer un manifiesto para los ateos, enumerando diez virtudes - o como la prensa ha apodado a "mandamientos" - para los faltos de fé.

De Botton dice que quiere promover las virtudes pasadas por alto como la resiliencia y el humor.

Se le ocurrió la idea en respuesta a la creciente sensación de que ser virtuoso se había convertido en "una idea extraña y deprimente", que parece replicar el mantra de la propia Asamblea Dominical: "vivir mejor, ayudar a menudo, maravillarse más".

El escritor aboga por una nueva generación de terapeutas seculares que tomen el lugar del sacerdocio y cree que el ateísmo debe tener sus propias iglesias, pero añade: "Nunca deben ser llamadas así, porque" ateísmo "no es una ideología alrededor de la cual las personas se reúnen. Es mucho mejor llamarlo algo así como humanismo cultural". clic 

clic Lea también: Un termplo para ateos en el corazón de Londres
¿Religión?

Existe una preocupación entre algunos no creyentes de que el ateísmo se está convirtiendo en una religión en sí misma, con su propio código de ética y autoproclamados sumos sacerdotes.
"Se convertirá en una religión organizada. Es inevitable"

Robbie Harris, asistente a la Asamblea Dominical

Jones insiste en que no está tratando de fundar una nueva religión, pero algunos miembros de su congregación no están de acuerdo.

"Se convertirá en una religión organizada. Es inevitable. Se establecerá un sistema de creencias. Habrá una estructura, un punto de vista ético en la vida", dice el arquitecto Robbie Harris.

Él cree que Evans y Jones tienen "una gran responsabilidad" si la Asamblea Dominical "sigue siendo tan exitosa como lo es ahora".

"El problema es que podría llegar a ser sectaria y que podría llegar a girar alrededor de una persona. Cualquiera podría destacarse como un predicador carismático, ese es el peligro".

Sarah Aspinall, miembro de la congregación, insiste: "Creo que Sanderson debe dar un paso atrás y verse a sí mismo como mediador y facilitador -para lo que creo que es obviamente bueno- y sólo llevar a la gente a hablar o leer".

Alain De Botton, escritor

El escritor Alain De Botton dió a conocer un manifiesto para los ateos o diez "mandamientos" - para los faltos de fé.

Jones dice que están en sus primeros días y que las asambleas futuras serán menos acerca de él y más acerca de las experiencias de los miembros de la congregación. Y niega las insinuaciones de que está iniciando una secta.

"No creo que sea un predicador carismático. Sólo me emociono mucho acerca de las cosas y quiero compartirlo con la gente".

Dice que se ha sentido abrumado por la reacción del público a la Asamblea Dominical y está estudiando la posibilidad de establecer reuniones similares en todo el país.

"Quería hacer esto porque pensé que iba a ser una cosa maravillosa", explica.

La Asamblea Dominical ciertamente lo está haciendo mejor que la iglesia evangélica de San Judas o que la de San Pablo, que está al lado y en la que unos 30 creyentes se reunen para cantar canciones gospel y escuchar las lecturas de la Biblia.

Pero el obispo Harrison, un predicador cristiano desde hace 30 años, dice que no ve a sus nuevos vecinos como una amenaza y predice con confianza que su viaje espiritual eventualmente los llevará a Dios.

"Tienen que empezar desde algún lugar", dice.
Fuente:
BBC Ciencia

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15 de diciembre de 2012

Desmontando el argumento creacionista de la reducción del tamaño del Sol

Una de las cantinelas más repetidas por parte de algunos creacionistas es la que tiene que ver con la edad de la Tierra. Para estos seres dotados de un especial entendimiento de los pasajes de la Biblia, nuestro planeta fue creado por Dios hace apenas unos pocos miles de años. Para justificar su afirmación recurren a argumentos que van en contra de las evidencias científicas conocidas acerca de los registros fósiles, los procesos radiactivos y alguna que otra. Una de las más estrambóticas, siempre a mi juicio, está relacionada con la disminución progresiva del tamaño del Sol, el astro que nos da la vida, gracias a Dios.


Veréis, probad a echarle un vistazo a este artículo publicado en el año 1980 en la web del Institute for Creation Research. Allí se afirma que el diámetro de nuestra estrella se está contrayendo a razón de 1,5 metros cada hora y, por lo tanto, de haberse mantenido constante este ritmo, hace algo menos de 23 millones de años, el Sol presentaba un radio aproximado igual al de la órbita de la Tierra, es decir, 150 millones de kilómetros. La consecuencia lógica es que nuestro planeta no podía existir y su edad, en consecuencia, no puede ser mayor de esos 23 millones de años. En realidad, debería ser bastante inferior, pues las altas temperaturas por tener tan cerca al Sol no serían aptas para la vida durante gran parte de ese tiempo.

Puede que a muchos de vosotros, gente razonable que no cree en paparruchas, os parezca una pérdida de tiempo discutir acerca de las exóticas ideas de estos personajillos ociosos que no dominan ni el conocimiento más mínimo de la física elemental. Claro que siempre nos podrán decir que la física también está equivocada (en cuyo caso yo llevo 24 años estafando al estado, y dando clase de una enorme mentira, que me paga relativamente bien a final de mes) y echarán por tierra cuantos argumentos se les proporcionen de forma altruista, como yo mismo me dispongo a hacer inmediatamente. Pero es lo que hay y ya que no tengo nada más importante que hacer en estos momentos, pues qué demonios (huy, perdón), pasemos un rato aprendiendo algo, que tampoco viene mal si algún estudiante de bachillerato le da por leer esta entrada. Así que manos a la obra y prestad atención. Será breve porque el nivel de tontería es tan grande que se desmonta en un par de párrafos.

Bien, veamos. Admitamos por un momento que los creacionistas tienen razón y el Sol está reduciendo su tamaño a razón de 1,5 metros por hora. Si la física newtoniana no está equivocada, entonces dicha contracción deberá ir acompañada de una disminución equivalente en su energía potencial gravitatoria, una cantidad que es directamente proporcional al cuadrado de la masa del Sol e inversamente proporcional a su radio. Si se supone que la masa de la estrella permanece prácticamente sin modificar durante el proceso, resulta que la energía potencial antes aludida debe ser liberada en forma de radiación luminosa (siempre que se cumpla la ley de conservación de la energía, claro, cosa harto discutible para los creacionistas). Un cálculo elemental arroja que la luminosidad del Sol debería incrementarse desde los actuales 383 cuatrillones de watts hasta los 69.200 cuatrillones de watts, es decir, un factor 180.

Si el cálculo anterior resultase correcto, que lo es, y tuviésemos en cuenta que el 30% de la radiación solar que llega a la Tierra es devuelta al espacio por ésta debido al efecto albedo, solamente habría que aplicar la ley de Stefan-Boltzmann que tantas veces hemos visto por estos lares, para llegar a la conclusión evidente y trivial de que la temperatura que alcanzaría nuestro planeta sería de 659 ºC, casi 60 grados por encima del punto de fusión del plomo. En estas condiciones, ni Dios sería capaz de mantener al ser humano con vida. ¡Anda, mira qué frase tan simpática me ha salido!

Pero no terminan aquí los argumentos en contra de la contracción solar. Si, análogamente, dedicásemos 30 segundos a determinar el incremento de la temperatura en la superficie del Sol que debería producirse con el fin de dar cuenta de la nueva luminosidad, el cálculo arrojaría un resultado ciertamente sorprendente: unos 21.000 grados (poco importa que sean centígrados o kelvin, os lo puedo asegurar), en contraste con los 5.800 kelvin que observamos actualmente (a no ser que los instrumentos también nos estén engañando). Con semejante temperatura superficial podemos emplear la célebre ley de Wien (comprobada en cientos de ocasiones) para estimar la longitud de onda a la que el Sol emitiría preferentemente las radiaciones electromagnéticas al espacio. Pues bien, dicha longitud de onda caería en los 137 nanómetros, esto es, en la región ultravioleta del espectro y no en los 500 nanómetros del rango visible que indican, una vez más, nuestros mejores instrumentos. ¿Habrá querido Dios, en su infinita bondad y misericordia, que el melanoma nos lleve a todos al cielo? ¿O, en su infinita sabiduría, habrá dispuesto una capa de ozono bien gorda?

Fuente original:
The solar contract? M. Bayliss, P. Dodd, F. Kettle, T. Sukaitis and A. Webb. Journal of Physics Special Topics, Vol. 10, No. 1, 2011.
Fuente:

12 de noviembre de 2012

La historia de un matemático y la muerte de Matusalén

Matusalén en la Catedral de Canterbury
Foto de Robert Scarth
La Biblia, es una inagotable fuente de datos que cualquier matemático no podría dejar da mirar, por simple curiosidad. Esto es lo que le ocurrió al geómetra ingles, Harold Scott MacDonald Coxeter, quien tras revisar algunos pasajes del Génesis, en el que se habla de Matusalén, planteó algunas cuestiones interesantes sobre la muerte de este longevo personaje. Vamos a ver qué se le ocurrió a este matemático.


Así que... abran sus Biblias por el Génesis, Capítulo 5. Si nos vamos al versículo 25, podemos leer lo siguiente:

Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando fue padre de Lamec.

Y prosigue en los versículos 26 y 27:

Después que nació Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años y tuvo hijos e hijas. 27 Matusalén vivió en total novecientos sesenta y nueve años, y al cabo de ellos murió.
Pero vamos a seguir leyendo un poco más:
Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando fue padre de un hijo, 29al que llamó Noé
Ahora vamos a avanzar un poco más hasta el Capítulo 7. En él, a partir del versículo 10, podemos leer la venida del Diluvio Universal:
A los siete días, las aguas del Diluvio cayeron sobre la tierra. 11Noé tenía seiscientos años, y era el decimoséptimo día del segundo mes. Ese día, desbordaron las fuentes del gran océano y se abrieron las cataratas del cielo.
Pues bien, ya tenemos todos los datos que necesitamos para nuestra pequeña curiosidad. Resulta que Matusalén tuvo a su hijo Lamec con 187 años (toma ya la viagra que se gastaba en aquella época), pero es que Lamec tuvo a su hijo Noé (sí, el del Arca) con 182 años (la cosa empeora con la nueva generación... jovenzuelos). 
Pero Noé (que también vivió lo suyo y tuvo hijos a edades muy comprometedoras), construyó un Arca y fue testigo del Diluvio Universal cuando gastaba la nada desdeñable edad de 600 años. Y el dato que nos falta es que el bueno de Matusalén murió cuando tenía 969 años.

A ver si nos aclaramos, haciendo algunas cuentas


[;187+182+600=969;]

De donde deducimos que el bueno de Matusalén murió justo cuando llegó el Diluvio Universal.

Hasta aquí los datos bíblicos. Según cuenta
Claudi Alsina en su libro Los matemáticos no son gente seria (aprovecho la ocasión para recomendar el blog homónimo de nuestro amigo carnavalero Juan Martínez Tébar), el bueno de Harold Coxeter, en una conferencia pronunciada con motivo de su jubilación, ofreció al público asistente estos datos y procedió a interpretarlos con la siguiente cuestión, que quedará para los anales de las historias sobre matemáticos:
¿Murió Matusalén de muerte natural o es que su nieto Noé no quiso llevárselo en el Arca y murió ahogado?
Como Bola-Extra, esta anécdota, tras ser contada por Claudi Alsina en otra conferencia, la escuchó una, por entonces diputada socialista en el Congreso, Anna Balletbò. Esta diputada, a su vez, la contó en el propio Congreso de los Diputados durante un debate sobre presupuestos de radio y televisión (¡ah! maravillosos años en los que había presupuestos sobre los que debatir). Así que Matusalén y el matemático Harald Coxeter, permanecen para siempre en el diario de sesiones de nuestro congreso.
Fuente:
Tito Eliatron Dixit

28 de septiembre de 2012

Se inicia el debate: El Vaticano asegura que el papiro sobre la mujer de Jesús es falso

[foto de la noticia]
  • 'Razones consistentes' hacen pensar que el papiro sea una 'torpe falsificación'
El diario vaticano 'L'Osservatore Romano' ha asegurado que el papiro del siglo IV recientemente presentado en el que aparece la frase en copto "Jesús les dijo, mi esposa ...", que ha alimentado la teoría de que el Mesías estuviera casado, es "falso".

"De cualquier manera, (es) un falso", afirmó el vespertino de la Santa Sede en su edición de este jueves, en la que incluye un artículo del profesor italiano Alberto Camplani, experto en lengua copta y profesor de historia del cristianismo en la Universidad La Sapienza de Roma, en el que analiza el papiro recuperado por la profesora estadounidense Karen King que ha levantado la polémica.

En su nota, Camplani afirmó que King presentó el papiro como del siglo IV y que el texto pudo ser compuesto en el siglo II "cuando se debatía sobre si Jesús estuvo casado".

Camplani expresó su "reserva" sobre ese punto y que ante un objeto de ese tipo, "que a diferencia de otros papiros no ha sido descubierto en una excavación, sino que proviene de un mercado de antigüedades, hay que adoptar precauciones, que excluyan que se trata de algo falsificado".

'Expresiones metafóricas'

El experto italiano agregó que en lo que concierne al texto, la misma King propone verlo no como una prueba del estado conyugal de Jesús, sino como un intento de fundar una visión positiva del matrimonio cristiano.

"Pero no es así, se trata de expresiones totalmente metafóricas, que simbolizan la consustancialidad espiritual entre Jesús y sus discípulos, que son ampliamente difundidas en la literatura bíblica y en la cristiana primitiva", señaló el experto.

El diario vaticano agregó que de todas maneras se trata de un documento "falso" y señaló que la historiadora americana preparó el anuncio "sin dejar nada al azar: medios americanos advertidos y rueda de prensa previa de King para preparar la exclusiva mundial, que, sin embargo, ha sido puesta en duda por los especialistas".

Según el vespertino vaticano, "razones consistentes" hacen pensar que el papiro sea una "torpe falsificación, como tantas que llegan de Oriente Medio", y que las frases nada tienen que ver con Jesús, "en fin, de cualquier manera, un falso".

Fuente:

El Mundo Ciencia

3 de septiembre de 2012

El Dios de los anticientíficos

Los conservadores afinan la inventiva para colar sus teorías como verdades avaladas por la ciencia Ahora cambian de estrategia y evitan citar la Biblia como fuente.


Los ultraconservadores quieren explicar la creación según la Biblia. / THE BRIDGEMAN ART LIBRARY

Si alguna asociación de la prensa diera un premio a la mejor ocurrencia del verano, el de este año solo podría recaer en Todd Akin, el congresista republicano por Misuri que alcanzó notoriedad el pasado 19 de agosto con su invención de una “violación legítima” que rara vez deja preñada a la víctima. Por “legítima” no debe entenderse “aceptable” —ni el congresista Akin llegaría a tanto—, sino “propiamente dicha”, por oposición a una violación aparente, ficticia o fingida, en que la mujer ha consentido, en el fondo, y que por eso produce embarazos. Un estofado de fantasías que, en realidad, no debería escandalizar a nadie a estas alturas.

La ocurrencia del congresista Akin no es más que el último ejemplo de una venerable tradición anticientífica de la derecha cristiana de Estados Unidos, el influyente sector ultramontano del Partido Republicano. Cuando la ciencia no se aviene a su doctrina, despliegan una apabullante artillería de pseudoverdades, falsedades propiamente dichas, interpretaciones sesgadas y sofismas descarados para negar, refutar o desacreditar la ciencia.

La historia se ha repetido, y con toda probabilidad se seguirá repitiendo, con los climaescépticos que niegan el cambio climático para oponerse a toda reducción de emisiones de dióxido de carbono y de cualquier otro gas; los activistas contra el matrimonio gay que niegan a las parejas del mismo sexo la calidad humana necesaria para adoptar niños —y hasta pretenden curarles la homosexualidad—, los supremacistas de la raza blanca que se autorrefutan con las teorías que sostienen o la campaña numantina, esta ya de calado internacional, contra la investigación con embriones humanos, la clonación y las células madre.

El origen de esta estrategia se remonta al siglo XIX —con la publicación por Darwin en 1859 de El origen de las especies—, o como mínimo a 1925, cuando el Estado de Tennessee emprendió la primera acción legal para prohibir la enseñanza de “cualquier teoría que niegue la historia de la creación divina del hombre descrita en la Biblia y pretenda, en su lugar, enseñar que el hombre ha descendido de los animales inferiores”. Los pleitos de este tipo han llegado en buena forma al siglo XXI, con el creacionismo transmutado en una teoría pseudocientífica, la del “diseño inteligente”, que ha alcanzado cotas de sofisticación inimaginables en el Tennessee de los años veinte.

Los argumentos que utilizó en 2005 el Consejo de Educación de Kansas, por ejemplo, para que las escuelas públicas de ese Estado enseñaran la biología evolutiva en pie de igualdad con el Génesis, tenían una altura técnica considerable: las discontinuidades del registro fósil y el problema de la emergencia de la primera célula a partir de sus componentes químicos. El diseño inteligente cuenta con teóricos que tienen todos los papeles académicos en regla, como Michael Behe, profesor de bioquímica en la Universidad de Lehigh, Pensilvania, y autor del superventas del creacionismo La caja negra de Darwin.

Pese a tanta sutileza pseudocientífica, los defensores del diseño inteligente revelan sus verdaderas intenciones con una claridad admirable. El principal promotor de la teoría, el Instituto Discovery, quiere “derribar no solo el darwinismo, sino también su legado cultural” en aras de “una total integración de la ley bíblica en nuestras vidas”. Y el padre del movimiento, el antiguo profesor de Derecho Phillip Johnson, explicó desde el principio la estrategia a seguir: “Hay que sacar la Biblia y el Génesis fuera del debate, y formular los argumentos de modo que suenen aceptables en el mundo académico”. No se puede decir más claro.

La desconcertante salida del congresista de Misuri tiene una explicación similar. Akin, candidato republicano al Senado en las próximas elecciones, es un antiabortista que busca apoyos entre los amplios sectores provida de su estado. Al igual que nuestro ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, busca el apoyo de esos sectores oponiéndose al aborto por malformación del feto, Akin lo busca rechazando el aborto en los supuestos de violación.

El creacionismo se ha transmutado en la teoría del 'diseño inteligente'

Un mito antiguo y extendido entre los antiabortistas norteamericanos es que la violación nunca causa el embarazo de la víctima, con el corolario inmediato de que ninguna mujer debería abortar aduciendo haber sido violada. Pero los datos no se avienen. Según la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF por sus siglas en inglés), la ONG de referencia en el mundo en este terreno, más del 5% de las violaciones resultan en el embarazo de la víctima.

Por esta razón, la filial estadounidense de IPPF, la Planned Parenthood Federation of America, promueve que los métodos de contracepción de emergencia, como la píldora del día siguiente, se generalicen a todos los casos de violación. Calcula que así se evitarían 22.000 embarazos no deseados al año solo en Estados Unidos. Y también por esta razón el congresista Akin se vio forzado a recurrir a esa categoría especial de “violaciones legítimas”.

Según esta renovada doctrina de Misuri, los argumentos antiabortistas tradicionales siguen valiendo para las “violaciones legítimas” —que no preñan—, y el 5% de violaciones que acaban en embarazo no serían “violaciones legítimas” —la mujer habría consentido—, y por tanto tampoco deben servir de excusa para abortar. Frente a los hechos, nada mejor que seguir en sus trece. La explicación de Akin para este fenómeno de su propia invención merece mención aparte. Dice que la mujer tiene “mecanismos que intentan apagar todo el tema”.

Sin abandonar la cuestión del aborto, la máxima del fundador del movimiento del diseño inteligente —olvidarse de la Biblia y presentar los argumentos con un aire de respetabilidad científica— pudo verse en acción también en España en la primavera de 2009, cuando 2.000 expertos apoyaron la llamada Declaración de Madrid, un manifiesto antiabortista que pretendía fundamentarse en argumentos científicos. Fue promovido por César Nombela, presidente del CSIC en la etapa de Aznar, y otros científicos próximos a la Iglesia católica, como el catedrático de genética de la Universidad de Alcalá Nicolás Jouve.

El Instituto Discovery pretende borrar el "legado moral" de Darwin

La Declaración de Madrid se firmó “en defensa de la vida humana en su etapa inicial, embrionaria y fetal” con la intención explícita de alterar el trámite parlamentario del proyecto de ley de aborto del Gobierno de Zapatero, que es la actual en vigor. La declaración, que contaba con el apoyo de 129 miembros de las Reales Academias, sostenía que cualquier iniciativa legislativa que afecte al régimen jurídico del aborto debe asumir, “como premisa”, el hecho de que “la vida de un ser humano se inicia con la fecundación, cuando queda constituida la información genética propia de cada vida humana”.

Los argumentos de sus ponentes tenían un estilo plenamente técnico. Por ejemplo, que “tras la determinación genética singular existente en el núcleo del cigoto, primera manifestación corpórea del nuevo individuo, todo es cuestión de divisiones celulares, crecimiento y diferenciación celular programada genéticamente”, en palabras de Jouve. Nadie citó a la Biblia. Y los firmantes tenían todas sus credenciales académicas en regla, como en el caso de Behe citado más arriba. Para el público general puede ser dificultoso distinguir esas apariencias de un verdadero argumento científico.

Y, de hecho, para inactivar esa iniciativa política fue necesaria una reacción masiva de la élite científica española, incluidos los directores de los institutos del CSIC de Ciencias del Mar, Ciencias de la Tierra, Ciencia y Tecnología de Polímeros, Acústica, Química Orgánica General, Investigación en Inteligencia Artificial y Diagnóstico de Enfermedades Moleculares, y del Centro Nacional de Microbiología, el Centro de Referencia Linux, la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), el Instituto Canario de Ciencias Marinas, el CIC biomaGUNE, el Instituto de Neurociencias de Castilla y León y el departamento de biotecnología de la Oficina Europea de Patentes. Estos científicos no opusieron un manifiesto abortista a la Declaración de Madrid. Se limitaron a señalar que la ciencia es neutral sobre ese punto.

En el actual debate del aborto abierto por Gallardón no ha habido por el momento declaraciones de Madrid de ningún tipo.

Fuente:

El País Ciencia


24 de febrero de 2012

El obispo también viene del mono

El evolucionista Richard Dawkins y el jefe de la iglesia anglicana reeditan en la Universidad de Oxford la más famosa refriega del darwinismo


Richard Dawkins y Rowan Williams, a su llegada a la Universidad de Oxford. / ANDREW WINNING

Mucho han evolucionado los obispos desde que el de Oxford le preguntó a Thomas Huxley, el bulldog de Darwin, si él creía venir del mono por parte del abuelo paterno o del materno. Un siglo y medio después de aquella salida gloriosa, la Universidad de Oxford ha querido reeditar la reyerta con unos modales más británicos. El debate entre el evolucionista y ateo militante Richard Dawkins y el obispo de Canterbury, Rowan Williams, ha alcanzado hoy alturas estratosféricas y profundidades teológicas sin llegar a las manos. No ha resuelto la naturaleza de Dios, pero al menos ha servido para saber que los obispos ya admiten venir del mono. Por vía paterna y materna.

El debate entre Huxley y el entonces obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, se celebró en 1860, solo siete meses después de que Darwin publicara El origen de las especies, y la ocurrencia de Wilberforce se ha convertido desde entonces en el chascarrillo obligado sobre lo mal que le sentó el libro al clero. La reedición de hoy ha tenido lugar en el solemne salón de actos de la facultad de Teología de la Universidad de Oxford. Su solo título ya rizaba el pelo: La naturaleza del ser humano y la cuestión de su origen último.

Si la actitud de Williams, que es el jefe de la iglesia anglicana, es representativa de la mentalidad religiosa actual, o al menos una avanzadilla de ella, el último siglo y medio de teología responde al esquema del God of the gaps, o Dios de los huecos: una teología que va aceptando la evidencia científica, aunque sea murmurando, y deja a Dios el papel de ir rellenando los huecos allí donde la ciencia actual no alcanza.

El debate ha alcanzado alturas estratosféricas sin llegar a las manos

Williams, al igual que el Vaticano, acepta ahora la evolución biológica, pero sigue creyendo que tiene un propósito superior. También admite que el ser humano proviene del mono, lo que deja a Dios el dificultoso papel de insertarle un alma en algún momento de la evolución de los homínidos. Acoge de mil amores el Big Bang —lo más parecido a una Creación que ha producido la ciencia, y encima formulado por un cura—, pero frunce el ceño frente a la inmensidad del cosmos, y no hablemos ya de los universos paralelos que conjeturan muchos físicos teóricos. Puede que Dios utilice la ciencia, pero solo si es para crear al hombre.

Es curioso que no haya sido el obispo de Canterbury, sino el ateo Dawkins, quien haya logrado orientarse entre todas esas brumas de las capas altas o altísimas de la atmósfera para señalar el problema verdaderamente vital que tienen las religiones en nuestro tiempo: “El perdón de los pecados y la salvación de las almas”.

Dawkins, como Einstein y otros científicos, opina que las religiones viven del miedo que sienten sus feligreses ante la intranscendencia de la vida y la certeza de la muerte. Es poco probable que el grueso de los creyentes se preocupe por la causa última del Big Bang o el fino ajuste de las constantes físicas mientras no le resuelvan esas cuestiones más acuciantes.

El científico también le ha soltado al obispo una de sus refutaciones favoritas de la existencia de Dios. La teoría del diseño inteligente —versión posmoderna del creacionismo norteamericano— sigue sosteniendo lo mismo que la teología natural de los tiempos de Darwin, que deducía la existencia de Dios a partir de la complejidad de sus criaturas. Dawkins argumenta, en cambio, que un diseñador inteligente debe ser aún más complejo que las criaturas a las que pretende dar explicación, luego no les da ninguna.

Como ocurre a veces en este tipo de debates, los ponentes han adoptado a menudo el lenguaje del adversario con la intención —invariablemente frustrada— de llevarse el gato al agua. Así, el obispo de Canterbury ha hablado con cierta soltura de “consciencia autorreflexiva”, bases binarias, mutaciones saltatorias, genes del lenguaje, el carácter predecible de los sistemas emergentes, o la falta de él, el mecanismo de transferencia de la información genética y la naturaleza de los procesos evolutivos antes de la aparición de las primeras moléculas autorreplicantes. Hasta se ha disculpado por el hecho de que los redactores de la Biblia no tuvieran ni idea de la física del siglo XX, lo que ha suscitado la comprensión del público.

Dawkins ha atemperado en cierta medida su lengua viperina

Dawkins también ha atemperado en cierta medida su lengua viperina. Por ejemplo, no ha dicho que la existencia de un Creador sobrenatural fuera imposible, sino “extremadamente improbable”, con esa vocal muy larga en las segundas sílabas que saben poner en Oxford. Hasta ha llegado a admitir la relevancia de las “macromutaciones”, aunque solo en la evolución de las plantas.

Pero su mejor momento fue cuando el obispo de Canterbury le preguntó: “¿Acaso el conocimiento humano se puede explicar por la evolución?”, y él respondió: “Mire usted, no entiendo ni la pregunta”.

Ese es el Dawkins que cabreaba a los obispos en otros tiempos. Ay Dios, cómo se echa de menos a Samuel Wilberforce.


El universo, la Biblia y el origen de la vida

¿Cómo se creó el universo?

Richard Dawkins: “¿Cómo podemos hablar de la evolución y los millones de años de desarrollo y diseño y luego decir: sí existe Dios? ¿Por qué no reconoce que hay elegancia y belleza en la idea de que la vida apareció de la nada, movido por las leyes de la física?”

Rowan Williams: El arzobispo admite que está admirado de esa belleza, pero asegura que él no podría explicarla solo por las leyes de la física. “Una mezcla de amor y matemáticas”, dice el religioso. Así explica la belleza de la creación.

¿Cómo se originó la vida en el universo?

R.D.: La selección natural explica mucho de este proceso. Se trata de imaginar cómo en el primer momento las moléculas estaban en el espacio. Pero nadie sabe realmente cómo se originó la primera molécula que dio origen a la vida. Piensa que tal vez la primera formación fue parecida al RNA (ácido ribonucleico).

¿Estamos solos en el universo?

R. D.: ¿Cómo puede ser que por casualidad la vida solo haya logrado formarse en las moléculas de la tierra? El universo debe estar lleno de vida.

La Biblia y el universo.

R.W.: Los autores no se referían a la creación de la vida, sino a lo que Dios quería señalar. Con la Biblia se quería explicar en realidad el concepto de pecado.

Fuente:

El País (España)

4 de julio de 2011

Un algoritmo para analizar la Biblia



Un grupo de desarrolladores israelí acaba de presentar un software revolucionario que está dando nuevas pistas acerca de quién o quiénes escribieron la Biblia hebrea (Aleppo Codex). Este algoritmo, desarrollado por el equipo liderado por Moshe Koppel de la Universidad de Bar-Ilan, analiza el estilo y el conjunto de palabras para seleccionar partes de un texto que hayan sido escritas por diferentes autores.
Este programa, que forma parte de un campo de estudio dentro de la inteligencia artificial conocida como atribución de autoría, tiene un gran potencial en diferentes aplicaciones. Desde ayudar al cumplimiento de la ley hasta el desarrollo de nuevos programas para los escritores. Actualmente la Biblia, está proporcionando un gran campo de pruebas para sus creadores.

Unos de los pilares básicos la fe de los judíos, es que la Biblia hebrea – la Torá, también conocida como el Pentateuco o los cinco libros de Moisés – fue escrita por obra de Dios. Sin embargo, desde el advenimiento de los estudios bíblicos modernos, los investigadores académicos opinan que el texto fue escrito por un número diferente de autores, cuyo trabajo podría ser identificado por agendas ideológicas y estilos lingüísticos aparantemente diferentes.
En la actualidad, los investigadores dividen el texto en dos líneas principales. Una de ellas escrita por una figura o un grupo conocido como los “sacerdotes”, debido a las evidentes conexiones con los sacerdotes del templo de Jerusalén. El resto se considera como “no-sacerdotal”. Los investigadores han analizado el texto de forma meticulosa para determinar qué partes pertenecen a cada cual. Cuando se ha ejecutado el nuevo algortimo sobre el Pentateuco se ha encontrado la misma división: una separación entre la parte sacerdotal y la no-sacerdotal; que coincide en un 90% con la tradicional división.
“Hemos sido capaces de resumir varios siglos de esmerado trabajo manual con nuestro método automatizado”, anunció el equipo isarelí en un artículo presentado la semana pasada en Portland, Oregón, en la conferencia anual de Association for Computational Linguistics.
El algoritmo es capaz de reconocer conjuntos de palabras repetidas, como los equivalentes en hebreo de “si”, “y” y “pero”, a la vez que busca sinónimos. En algunos pasajes, la Biblia utiliza la palabra “makel” para referirse a la palabra “staff” mientras que en otras secciones utiliza “mateh” para el mismo objeto. El programa separa el texto en líneas diferentes para cada posible autor.

Tomado de:

Xakata Ciencia

22 de septiembre de 2010

El viento pudo separar el Mar Rojo para Moisés


La separación de las aguas puede entenderse mediante dinámica de fluidos

El cruce a pie de las aguas del mar Rojo descrito en las escrituras bíblicas pudo haber sido un fenómeno causado por fuertes vientos, según investigadores estadounidenses.







Simulaciones por computador realizadas por los científicos muestran como la fuerza del viento pudo haber creado un pasaje de tierra que habría permitido escapar a los israelitas guiados por Moisés de los soldados egipcios, tal como se describe en el libro del Éxodo.

"Las simulaciones encajan bastante con el relato", aseguró Carl Drews, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por su sigla en inglés) de Estados Unidos, quien encabezó el estudio.

Los investigadores creen que un viento fuerte del este de unos 101 kms/h pudo soplar durante la noche, haciendo retroceder las aguas en una curva en la que se cree que un antiguo río se fundió con una laguna costera.

Con el agua retirada de ambos cauces, se habría abierto un pasaje de tierra por el que podrían haber escapado los judíos.

Una vez los vientos dejaron de soplar, las aguas volvieron a su cauce, cubriendo el pasaje.

"La separación de las aguas puede entenderse mediante dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y luego permitiendo abruptamente al agua volver", indicó Drews en un comunicado publicado en la página de internet del NCAR.

El estudio es parte de una investigación más amplia sobre la influencia de los vientos en el nivel de profundidad de las aguas, y en la que también se analiza cómo los tifones del Pacífico pueden crear marejadas.

Delta del Nilo

Para el estudio, publicado en la revista PLoS ONE, se modelaron diferentes localizaciones y profundidades de las avenidas de agua del Delta del Nilo que pudieron existir en la época de Moisés.

En el libro del Éxodo se describe cómo Moisés y los israelitas a los que guiaba fuera de Egipto, quedaron atrapados entre el ejército del faraón y el Mar Rojo o Mar de de los Juncos.

Entonces Dios dividió las aguas del mar por mediación de Moisés y de un viento del este que sopló durante toda la noche, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad.

Cuando los egipcios intentaron seguirles, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los perseguidores.

Fuentes:

BBC Ciencia

El Mundo Ciencia

2 de abril de 2010

Jesús no murió en la cruz


Viernes, 02 de abril de 2010

Especial - Semana Santa

Jesùs no murió en la cruz



¿Cuanto se puede tardar en morir por crucifixión?

La crucifixión era una pena capital específicamente diseñada para causar una muerte lenta y dolorosa, algo en lo que los romanos se esmeraron de forma especial, pues con ella se pretendía castigar al reo y aleccionar al pueblo que presenciaba la ejecución de la pena, por ello se buscaba prolongar al máximo su duración, para potenciar estos efectos. Los relatos históricos describen que podía durar hasta varios días, algunos hablan de 4 a 6, pero todo ello dependía de la constitución y salud previa del reo y de si se le aplicaban castigos previos a la cruz, por eso podía variar. En otros casos cuando consideraban que el castigo había durado suficientemente, precipitaban la muerte con el crurifragium, que consistía en dar un golpe con un mazo en las piernas para fracturarlas y provocarle una embolia gaseosa y la imposibilidad de apoyarse para seguir respirando.

Jesús no murió en una cruz sino en un poste vertical ya que ese era el método que empleaban los romanos para ajusticiar a los reos. La cruz es un símbolo pagano adoptado por la Iglesia. ¿Qué opinión le merece esta argumentación?

No dudo que existieran varias formas de aplicar las ejecuciones, especialmente cuando eran masivas, como ocurría en tiempos de guerra o después de algunas revueltas (se describen hasta miles de crucifixiones simultáneas), pero está documentado que una de las aportaciones de los romanos para conseguir prolongar la agonía fue "mezclar" el castigo que ellos poseían, que era atar al reo a un palo para flagelarlo, después de que lo paseara por las principales calles de la ciudad, con la pena importada de Persia de colgar a los condenados en un poste vertical. Por ello la cruz fue un procedimiento utilizado por los romanos y el que se empleó con Jesús, según reflejan los datos históricos y las características d ela imagen de la Sábana Santa. Por otra parte, la Iglesia no utilizó al cruz como símbiolo del cristianismo hasta el siglo IV-V, y con la presencia de Jesús Crucificado hasta la Edad Media, pues no se quería relacionar la grandeza del personaje con el método destinado a acabar con la vida de los peores criminales.




 

Vea todo el documental completo en:

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