Ideas como estas surgen con frecuencia y el mundo civilizado aplaude... ¡y apalude de pie! Pero... (siempre el inevitable pero)...
Pero la solución no está precisamente en hacer que la orina se vuelva en agua potable. Puede parcer una gran aventura del ingenio o puede aparentarse que se está llevando a cabo una causa noble a favor de milones de seres humanos que viven en la misería absoluta. Pero esta solución no deja de ser un simple paliativo, una curita a un enfermo terminal de cáncer (o una cortina de humo global en el peor de los casos). Tenemos que ir, con un espíritu objetivo, a la causa de los problemas... ¿por qué millones de personas viven sin agua potable y mueren de cólera en Haití?
La respuesta es sencilla: Haití vive estos problemas por su condición de país subdesarrollado, es decir por su condición histórica de país dependiente de capitales extranjeros; capitales que, con ayuda de las clases dominantes haitianas (los vendepatrias de siempre), han impedido el desarrollo social y el crecimiento económico autónomo y soberano de la isla. El colonialismo, tanto el antiguo como el nuevo, busca saquear los recursos naturales de una nación y, al mimso tiempo, buscar los mecnismos para que este saqueo se pueda perpetuar todo el tiempo posible y, sobre todo, para que este saqueo se haga en las mejores condiciones (condiciones óptimas para los saqueadores, obviamente). No importante que se saqueen diamantes, petróleo, cobre, caña de azúcar, bananos o sres humanos.
Por lo tanto la solución definitiva para Haití y todos los países dependientes de los grandes capitales de países desarrollados empieza por que sus pobladores 1) tomen conciencia de las relaciones de poder que generan las condiciones de pobreza, 2) se organicen y luchen para la liberación de su patria; lucha que debe ser económica, política, cultural y miliar, 3) finalmente, los pobladores deben de tomar las riendas de su propio destino en un marco de desarrollo que privilegie a los seres humanos y a al naturaleza como centros de toda actividad. Sólo de esta manera se pueden ri¡omper las pesadas cadenas que condenan a nuestros pueblos a la pobreza. Pero esto, y PRECISAMENTE ESTO, no está (ni estará) en los planes de los Gates.
Lea, medite, critique y actue:
Bill Gates financia un retrete que facilitaría la transformación para llevarlo a Haití y otros países pobres.
La Fundación Bill y Melinda Gates financia proyectos que busca construir “un retrete capaz de convertir la orina en agua potable o una bacteria capaz de convertir los excrementos en composta. La idea es reciclar los desperdicios¨, se resena en el diario español Libertad Digital de España.
Tomado de:
David Nesher