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5 de mayo de 2019

Los juguetes que se usaron para propagar la ideología nazi entre los niños de Alemania

En el tablero está una pequeña ciudad alemana. Hay un mercado y algunas tiendas propiedad de judíos. Los jugadores asumen el papel de policías, navegando por las vías. 


Si los dados ruedan de la "forma correcta", es posible invadir una de esas propiedades, confiscar bienes y arrestar a judíos. 

El objetivo es expulsar a la población judía y enviarla a un "Sammellager" (campo de recolección), desde donde serán deportados a Palestina. 

Quien "recolecte" seis judíos primero, vence.

Durante el régimen nazi (1933-1945), el macabro juego Juden raus!(¡Fuera judíos!) era solo uno de los muchos juguetes racistas comercializados en Alemania bajo el rótulo de"diversión para la familia", ayudando a propagar la ideología fascista, incluyendo los crímenes en masa.

Aunque no existen fuentes irrefutables, se estima que se vendieron más de un millón de unidades de Juden raus!

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

18 de septiembre de 2018

El anciano de la URSS que derrotó a un batallón de alemanes

Matvey Kuzmin, al que todos llamaban “Biriuk” (lobo solitario), era un anciano de 83 años que vivía en una cabaña de madera en los bosques que rodeaban su pueblo natal, Kurakino (Rusia). En 1942, alejado del mundanal ruido y en plena ofensiva nazi sobre Rusia, sus únicas preocupaciones eran cazar, pescar, recoger leña… Hasta que un día se topó con un batallón de la 1ª División de Montaña del ejército alemán.

El comandante alemán le ofreció comida, queroseno y un rifle de caza nuevo a cambio de guiarlos por el bosque y poder sorprender al ejército rojo por la retaguardia. Kuzmin aceptó el trato… o eso hizo creer a los nazis. Aunque Kuzmin no simpatizaba con el régimen stalinista, tampoco era un traidor. Mientras los alemanes planificaban la estrategia de ataque, Kuzmin consiguió avisar a Vasilij (hay versiones que dicen que era su hijo y otras que su nieto) de su plan: atravesarían el bosque, por la ruta más difícil para agotarlos, hasta las cercanías de Malkino donde había un lugar idóneo para que el ejército rojo, avisado por Vasilij, los emboscase.

Tras varias horas de marcha, con la nieve hasta las rodillas, agotados y temblando de frío llegaron al punto elegido para la emboscada. Si Vasilij no había llegado a tiempo o no había podido avisar a los rusos… estaba perdido. De repente, los rusos salieron de su escondite y comenzaron a disparar sus ametralladoras… los alemanes habían caído en la trampa. En medio de la refriega, y antes de caer abatido, el oficial alemán mató a Kuzmin. Sólo unos pocos alemanes pudieron huir de aquella encerrona.

La historia de Kuzmin pasó sin pena ni gloria hasta que el periodista de Pravda, Boris Polevoy, escribió el artículo “El último día de Matvey Kuzmin” que luego se convertiría en un cuento infantil.

En 1965 fue nombrado, a título póstumo, Héroe de la Unión Soviética, convirtiéndose en la persona de más edad que recibe esta condecoración.

Fuente: Historias de la Historia


16 de septiembre de 2018

Krigens Brans: los hijos del odio y la vergüenza en Noruega

Sacando de contexto la teoría de la evolución natural de las especies postulada por Charles Darwin y adaptándola a la eugenesia de la ideología nazi, tenemos la justificación de la creación de Lebensborn (Fuente de vida) en 1935. Lebensborn fue una sociedad creada por Heinrich Himmler con el objetivo de expandir la raza aria para convertirla en la nueva raza de Europa. Aunque inicialmente sus trabajos se centraron casi en exclusiva en las esposas de los miembros de las SS, por considerarlos los más puros, luego se extendió a toda la sociedad alemana para fomentar la natalidad de la considerada raza superior. Para ello, se daba asistencia sanitaria y todo tipo de facilidades a los hogares de los puros; a las madres solteras que cumpliesen el canon (tez blanca, ojos azules, pelo rubio y altas) se les proporcionaban hogares de maternidad y ayuda financiera para criar a sus hijos; se administraban orfanatos y se daban en adopción a los arios… e incluso se secuestró a niños en los países ocupados que, tras ser sometidos a un riguroso examen, recibían la certificación de ser lo suficientemente arios. Un autentico programa para poblar Europa de arios. La sociedad gestionaba varias instalaciones por toda Alemania e incluso llegó a extenderse por varios países centroeuropeos, pero donde tuvo dramáticas consecuencias fue en Noruega.



Lógicamente, al cumplir los noruegos los cánones establecidos por la raza aria, en Noruega se establecieron varias instalaciones gestionadas por esta sociedad. Algunas noruegas se presentaron voluntarias para este tipo de programas, pero la mayoría fueron engañadas o violadas. Los hijos nacidos de madres noruegas y padres alemanes fueron llamados Krigens Barn (niños de la guerra). Antes de terminar la guerra, y desde el exilio de Londres, el Gobierno de Noruega comenzó a gestionar el odio
El precio que estas mujeres tendrán que pagar durante el resto de sus vidas será el desprecio de todos los noruegos.
Cuando los alemanes abandonaron Noruega y el Gobierno regresó del exilio, comenzaron su particular cruzada independientemente de las circunstancias de cada madre: a las putas alemanas -así llamaron a estas madres- les raparon la cabeza y las hicieron desfilar para escupirles, las obligaron a dejar sus trabajos, muchas fueron arrestadas e internadas en psiquiátricos… ¿Y los 8000 niños de la guerra? De ellos se encargaron los médicos y psiquiatras noruegos…

Estos niños llevan el germen de las características típicas alemanas de las que el mundo ya ha padecido suficientemente.
Y el Gobierno…
Creer que estos niños se convertirán en ciudadanos decentes es como creer que las ratas de tu sótano se convertirán en tus mascotas.
Tomado de: Historias de la Historia

12 de junio de 2018

El partido de fútbol de la Muerte: "Si ganabas morías"

Supongo que muchos recordaréis la película Evasión o victoria (1981) en la que la selección alemana de fútbol se enfrentaba a una selección formada por prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y en la que se planteaba la disyuntiva de aprovechar el partido para una evasión masiva o derrotar a los alemanes en el terreno de juego, pues, como casi siempre pasa, la realidad superó a la ficción.

A comienzos de los años treinta el régimen estalinista, con su programa de colectivización, había provocado una terrible hambruna que acabó con la vida de más de 7 millones de ucranianos (Holodomor o Genocidio Ucraniano); por lo que cuando los alemanes comenzaron la invasión de la Unión Soviética, en 1941, algunos ucranianos los apoyaron al verlos como sus salvadores de las garras del tirano Stalin. Aún así, la mayoría luchó junto al ejército rojo en la defensa de Kiev, donde tras dos meses de asedio sufrieron más de 700.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. El brutal régimen impuesto por los alemanes en los territorios ocupados convirtió a sus inicialmente partidarios en opositores. Los alemanes, conocedores de esta situación, decidieron congraciarse con el pueblo ucraniano y crearon un campeonato de fútbol entre varios equipos locales. Uno de estos equipos, el FC Start, estaba formado por varios jugadores del Dynamo de Kiev que, tras la ocupación, trabajaban en una panadería. El FC Start derrotó a todos los equipos locales e incluso a otros compuestos por húngaros y rumanos. Y aquí vieron los alemanes su ocasión para demostrar su superioridad… deportiva. En Kiev, el 6 de agosto de 1942, se disputó un partido entre el FC Start y un equipo de pilotos de la Luftwaffe alemana. Lo que iba a ser una muestra de la supremacía de la raza aria se convirtió, para alegría de los ucranianos, en una humillación… el FC Start venció por 5-1.


Pero aquello no iba a quedar así. Se organizó la revancha tres días más tarde y se preparó todo a conciencia: se reclutaron a los mejores jugadores alemanes, el árbitro era un miembro de las SS, antes del comienzo del partido recibieron una visita en los vestuarios para indicarles qué hacer y las consecuencias de su hipotética victoria… Además, el estadio fue tomada por las SS para controlar la euforia del público. Los equipos saltaron al terreno de juego e hicieron los correspondientes saludos: los alemanes brazo en alto al grito de Heil Hitler y los ucranianos, por su parte, parecía que iban a seguir las recomendaciones cuando extendieron el brazo… pero se llevaron la mano al pecho y gritaron Larga vida al deporte para regocijo de los espectadores. A pesar del nefasto arbitraje los ucranianos llegaron al final de la primera parte ganando 3-1. Durante el descanso, volvieron a recibir otra visita recordando el peligro que corrían sus vidas si ganaban. Cuando se quedaron solos discutieron qué hacer… si no podemos luchar contra ellos con las armas, los derrotaremos en el campo de fútbol y, además, devolveremos la esperanza a nuestros compatriotas. Saltaron al terreno de juego y consiguieron la victoria por 5 a 3. El público estalló de alegría y las SS comenzaron, como ellos sabían hacer, a rebajar la euforia. ¿Qué pasaría ahora con los jugadores?

A los pocos días del partido, los jugadores fueron detenidos por la Gestapo y llevados al cuartel de la policía secreta de Korolenko Street, donde fueron interrogados y torturados. Después los deportaron al campo de exterminio de Babi Yar. En este punto hay varias versiones pero todas coinciden en asegurar que tres jugadores fueron ejecutados: Nikolai Trusevich (portero y capitán del equipo), Alexei Klimenko (el jugador que poco antes de terminar el partido y a puerta vacía se giró 180º y disparó hacia el centro del campo) e Ivan Kuzmenko. Se cuenta que las últimas palabras de Trusevich fueron “el deporte rojo no morirá jamás“. En 1971, se erigió un monumento escultórico en el estadio Zenit de Kiev en memoria de aquellos héroes.


Fuente:

Historias de la Historia

19 de junio de 2016

El héroe de la Resistencia que utilizó a IBM para engañar a los nazis


Se dice que fue el primer hacker de la historia. El francés René Carmille logró salvar vidas durante la ocupación de los nazis en Francia en 1940, al sabotear la tecnología de la época: las tarjetas perforadas de IBM.

Con el establecimiento del Reich en Alemania, tras el nombramiento de Adolfo Hitler como canciller en 1933, el gobierno decidió llevar a cabo un censo de toda la población en el país.

El censo debía registrar la edad, sexo, residencia, profesión y estado civil de cada individuo. Además, por primera vez, se ordenó registrar la religión de la persona trazándola a sus abuelos.

La tarea era enorme y para contener tal cantidad de información, se utilizaron las llamadas tarjetas perforadas, donde se introducían los datos recolectados en forma de perforaciones según un código binario.

Precursoras

Las tarjetas -que eran láminas hechas de cartulina- formaban parte de una tecnología de procesamiento de datos desarrollada en EE.UU. por Herman Hollerith a fines de siglo XIX, y fueron una de las primeras aplicaciones de la informática.

Hollerith fundó la compañía Tabulating Machine Company en 1896, que después fue renombrada International Business Machines (IBM).

Las tarjetas, que eran clasificadas y computadas por las llamadas máquinas Hollerith, se convirtieron en las precursoras de las computadoras.
Y a fines de los 1930, con la información recogida en los censos, el régimen nazi creó un Registro Judío, el cual posteriormente también incluyó los nombres de judíos que vivían en los territorios ocupados por las tropas alemanas en Europa.

Esta información condujo eventualmente a que los nazis pudieran identificar, confiscar bienes, arrestar, deportar y exterminar a millones de judíos.

En Francia, sin embargo, las máquinas Hollerith no revelaron la información que buscaban los nazis. Y esto fue gracias al primer "hackeo", que llevó a cabo René Carmille.

Carmille era un experto en tarjetas perforadas que trabajaba como auditor del Ejército Francés.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

21 de julio de 2013

El trato a los indocumentados mexicanos: Un ejemplo para los nazis

La ley de Inmigración de los Estados Unidos de 1924 sirvió de inspiración a los nazis en su macabra idea de torturar y asesinar a todo un pueblo bajo la excusa de la superioridad de la raza aria. Al amparo de esta ley, se elaboró un manual para no permitir la entrada en los Estados Unidos de “imbéciles, idiotas, personas débiles mentales, personas de inferioridad constitucional psicopática, vagos, defectuosos físicos, alcohólicos crónicos, polígamos, anarquistas, homosexuales, enfermos contagiosos, las prostitutas, los mayores de 16 años que no sabían leer…“. Se debía inspeccionar y desinfectar en los pasos fronterizos a los inmigrantes que ellos consideraban que podrían ser portadores de enfermedades… les rapaban la cabeza, les desnudaban y bañaban con gasolina o queroseno para desinfectarlos. Hitler alabó dicha ley e importó el uso de dichas técnicas.

Despiojar

En la cárcel de El Paso (Texas) en 1916, obligaban a los presos (inmigrantes ilegales) a desnudarse y bañarse en bidones llenos de gasolina, formaldehído y vinagre. El 5 de marzo de de ese mismo año, en pleno proceso de desinfección, alguien encendió una cerilla… murieron 26 presos. Los medios dijeron que fue un accidente y que todos estaban en sus celdas. Sólo años después se supo la verdad de lo ocurrido. 

Para facilitar aquel control, se crearon centros de desinfección y sólo en la frontera de El Paso con Ciudad Juárez se inspeccionaron 127.000 mexicanos hasta 1929. En 1920, en esta misma frontera, comenzó a usarse el Zyklon B como desinfectante para eliminar pulgas, piojos, garrapatas… [El Zyklon B es un pesticida a base de cianuro que se usaba para exterminar insectos y roedores, tan eficaz que con apenas 4 gramos se puede causar la muerte de una persona]. Se establecieron varios “campos de cuarentena” donde a los mexicanos ilegales se les afeitaba la cabeza y se desinfectaban con el Zyklon B. Además, eran sometidos a diversas pruebas de inteligencia, como “sumas simples” o montar puzzles, para asegurarse que el inmigrante no era imbécil

Gasear

El periodista Paul Spike escribió en el diario británico The First Post
Los productos químicos utilizados para desinfectar y despiojar en la frontera con México fueron responsables de la muerte de miles de personas, malformaciones en los fetos, cáncer…
Según el Dr. John Tappan…
Familias enteras fueron exterminadas por el Zyklon B en las fronteras mexicano-estadounidenses.
¿Cómo llegó a la Alemania de Hitler?

El uso del Zyklon B inspiró al Dr. Gerard Peters para producir en masa este gas con el fin de “eliminar plagas”. En 1938, Peters se convirtió en presidente de la firma DEGESCH, que comercializaba dicho producto, y publicó un artículo del uso del gas en los inmigrantes mexicanos en la revista alemana “Anzeiger für Schädlingskunde” con fotografías de policías “limpiando” a inmigrantes mexicanos. Sólo fue cuestión de tiempo que los nazis llevasen aquellas prácticas a sus campos de exterminio. Peters fue juzgado en Nüremberg y condenado, pero en un segundo juicio en 1955 fue absuelto.

Una nota de Hitler, fechada en 1924, decía:
En comparación con la vieja Europa, que ha perdido una cantidad infinita de su mejor sangre a través de la guerra y la emigración, la nación [Estados Unidos] aparece como un pueblo joven y de raza selecta. La propia nación, motivado por las teorías de sus propios investigadores raciales, establece unos criterios específicos y selectivos para la inmigración [...] Que un inmigrante pueda pisar suelo estadounidense depende de los requisitos raciales específicos, así como de un cierto nivel de salud…
En Europa, cerca de 6 millones de judíos fueron asesinados con el Zyklon B en los campos de exterminio a imagen y semejanza de los métodos utilizados por Estados Unidos en la frontera con México. Lamentablemente, apenas se tienen datos del número de víctimas mexicanas.

Tomado de:

Historias de la Historia

28 de abril de 2013

Ciudades del futuro imaginadas en el pasado: Alemania Nazi

El arquitecto Albert Speer mostrándo el proyecto del pabellón alemán de la Feria Mundial de Paris 1937.

El arquitecto Albert Speer mostrándo el proyecto del pabellón alemán de la Feria Mundial de Paris 1937.
En esta segunda entrega de Ciudades del Futuro, y luego de los interesantes comentarios aportados a la nota de la U.R.S.S., hoy nos vamos a adentrar en una de las etapas más violentas y extremas de la historia moderna de la humanidad, las décadas del ’30 y ’40, años en los que el planeta soportó una guerra mundial total impulsada por los nacionalismos crecientes en Europa y Asia.

Dentro de ese contexto surge el período Nacionalsocialista o Nazi (1933-1945), fruto de la aletargada República de Weimar (1919-1933), etapa posterior a la Primera Guerra Mundial y que se caracterizó por la extrema crisis económica que debieron enfrentar los alemanes.

Esta crisis, expandida a toda Europa a causa del período conocido como La Gran Depresión Económica, que devastó a países ricos y pobres durante casi 10 años, provocó el nacimiento de distintas corrientes políticas orientadas hacia la valoración del nacionalismo, la protección de los bienes y el rechazo a todo tipo de política exterior, algo que exacerbó las diferencias, algunas milenarias, entre las distintas culturas y orígenes étnicos en el viejo mundo.

Así fue como en poco tiempo, España, Italia, Japón, Unión Soviética y en especial Alemania, abrazaron ideologías totalitaristas, impulsadas por carismáticos líderes que promovieron un control total por parte del Estado de todas las actividades y una escalada militar que terminaría enfrentándolos durante la Segunda Guerra Mundial.

Estos líderes promovieron todos los aspectos que fomentaran el orgullo de sus naciones, tanto políticos, como sociales, culturales y tecnológicos. Como parte de esta búsqueda de la excelencia nacional, también se fomentó el desarrollo arquitectónico de las ciudades capitales, para mostrar el predominio y grandeza de sus culturas, y como motor de la gran maquinaria de prensa que impulsaba a estos regímenes.

Albert Speer, el padre del Reich de los Mil Años

La Alemania Nazi desarrolló miles de avances tecnológicos, tanto a nivel militar como civil durante su permanencia en el poder. Pero algo que obsesionaba a Adolf Hitler era devolverle al recién nacido tercer imperio alemán (Tercer Reich), la imponencia arquitectónica que había tenido antes de la Primera Guerra Mundial y convertirla en una especie de Imperio Romano moderno.

Para lograr este objetivo, contrató al arquitecto Albert Speer, junto con quien idearon una nueva Metrópoli para el creciente imperio. Entre 1934 y 1943, Hitler y Speer desarrollaron un proyecto para convertir a Berlín en la futura capital de todas las conquistas alemanas.

Muchas de estas ideas llegaron a ser concretadas, como las modificaciones al Palacio de los Deportes, sede de los Juegos Olímpicos de 1936, el Campo Zeppelin para desfiles y reuniones militares, el pabellón en la feria mundial de Paris y varios edificios en otras ciudades.




Durante el desarrollo de estos proyectos y en especial el de la reconstrucción total de Berlín, Speer ideó el concepto del “valor de la ruina”, una definición que buscaba diseñar edificios y monumentos que al destruirse se convirtieran en ruinas estéticamente agradables luego de miles de años. Este concepto dejó fascinado a Hitler, quien admiraba la historia y legado de los imperios de la antigüedad, ya que bajo esta filosofía arquitectónica lograría perpetuar en el futuro la grandeza del Reich Alemán.

Para Albert Speer “las construcciones modernas no eran muy apropiadas para constituir el puente de tradición hacia futuras generaciones que Hitler deseaba: resultaba inimaginable que unos escombros oxidados transmitieran el espíritu heroico que Hitler admiraba en los monumentos del pasado”.


Maqueta de la futura Berlin como capital del mundo, diseñada por Albert Speer (click para agrandar)

El futuro de una nación ultra tecnológica

Para principios de la década del ’40, la Alemania Nazi se encontraba a la vanguardia del desarrollo tecnológico militar en casi todo el mundo. La experiencia de los últimos 100 años en varias grandes guerras les había dejado lecciones aprendidas sobre diseño, desarrollo e implementación de tecnologías. A esto se le sumó la gran oleada de científicos e ingenieros ansiosos por formar parte de la élite de Europa.

En 1941, pleno apogeo expansionista de la Alemania Nazi y con toda la maquinaria de prensa y propaganda aceitada, se lanzaron una serie de libros para niños que mostraban el promisorio futuro que le auguraba a esa gran nación. El libro llamado “Durch die Welt weite vol. XIX” (que podría traducirse como “A través del amplio mundo”), era uno de ellos, y estaba ilustrado con una serie de pósters que mostraban algunos de los avances que se podrían disfrutar en el futuro.


El título de la sección sobre el futuro era: “¿Qué cosas nuevas ofrecerá la tecnología del futuro? Hoy en día sigue siendo un plan aventurero – Mañana tal vez una realidad”.

En el texto complementario se podía leer toda una declaración de principios sobre el crecimiento de la Nación: “La tecnología y economía en el Gran Reich alemán han entrado en una fase de expansión inesperada. La mayor red de autopistas Autobahn se ha construido en pocos años, se crearon nuevas industrias enteras y grandes tareas arquitectónicas y urbanísticas están a punto de hacerse realidad. A pesar de la guerra, que se nos impone, y que hace que sea necesario concentrar nuestra economía en los esfuerzos de la guerra, los grandes planes para la acumulación se dibujan con la certeza de la victoria en mente. Muchos inventos agudos y muchos pensamientos que aún parecen fantásticos hoy serán entonces reales. Las imágenes de este espectáculo en el que los ingenieros están trabajando hoy en día y lo que la tecnología del mañana nos traerá”.

 
La serie de imágenes que agregamos a la galería, muestran desarrollos pensados para el futuro del Reich alemán: un aeropuerto moderno, una estación de tren, un avión estratosférico (Alemania ya había roto la barrera del sonido y obtenido varios récords de velocidad en tierra), una línea de barcos transoceánicos supersónicos, un autobús de doble piso, un hotel, un tren subterráneo y un submarino con un casco exterior rotatorio.

La demencia de Adolf Hitler sumada a las malas decisiones estratégicas que cambiaron el curso de la guerra y el avance aliado, sólo le permitieron al Tercer Reich vivir poco menos de 10 años de esplendor, del cual apenas quedaron algunos escombros y libros donde se perpetuaron las grandes ideas tecnológicas y arquitectónicas soñadas para el futuro.

Fuente:

FayerWayer

10 de marzo de 2013

La Guerra Fría y la propaganda anticomunista

Como dar cuenta de los movimientos de ambos bandos excedería cualquier extensión razonable, nos centraremos ahora en el lado de las democracias capitalistas. Para quien quiera hacerse una idea de las cosas al otro lado del telón de acero puede servirle este excelente artículo. Pero nos habíamos quedado en el fin de la Segunda Guerra Mundial. Con ella vino el reparto de Alemania entre las cuatro potencias vencedoras. Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos pronto agruparon sus territorios, cuya  oposición al sector soviético no dejaba de incrementarse día a día, dadas las diferentes ideas que tenían acerca del proceso de desnazificación y del sistema político y económico a aplicar. Simultáneamente, la creciente influencia de la URSS en los países de Europa del Este que había liberado del dominio nazi hacía pensar a los dirigentes occidentales en un efecto dominó, que haría caer a todo el continente bajo el control comunista. La reacción no tardó en llegar.

En 1947 la promulgación de la Ley de Seguridad Nacional da lugar a la CIA. La función de esta agencia (y de la posterior United States Information Agency, USIA, creada en 1953) era promover los intereses americanos en el extranjero —aunque también acabó haciéndolo en el territorio nacional, pese a incumplir sus estatutos— mediante, entre otras cosas, el suministro de “información”. Ese era el término usado, dado que el de “propaganda” había quedado fuertemente devaluado por el ministerio de Goebbels así llamado. Y al fin y al cabo la propaganda pierde efectividad si es reconocida como tal. El exagente de la CIA Philip Agree describía así los tipo de propaganda que elaboraban, la “blanca”, la “gris” y la “negra”:

La blanca se hace de manera abierta y declaradamente como proveniente de agencias gubernamentales de Estados Unidos, a saber, la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA); la gris es atribuida abiertamente a las personas u organizaciones no indicando al gobierno de Estados Unidos como responsable del material y que difunden esa información como si fuera propia; y la negra no se atribuye a ninguna fuente, o se atribuye a una fuente inexistente, o bien es materia falsa atribuida a una fuente real. La CIA es la única agencia del gobierno de los EE. UU. autorizada a participar en operaciones de propaganda negra, pero también comparte las responsabilidades de la propaganda gris de otras entidades, como la USIA, por ejemplo.

propaganda 

Desde entonces y como bien sabemos esta agencia gubernamental ha sido responsabilizada de toda clase de crímenes y conspiraciones ocurridas en el mundo, en unos casos con razón y en otros sin ella. Dado que estamos centrándonos en el ámbito de la propaganda, es difícil resistirse a mencionar el Proyecto Biblias en Globo de 1954, que como su nombre indica consistió en lanzar 10.000 biblias en globo hacia los países del bloque oriental. Cabe preguntarse qué resultado esperaban obtener exactamente: si tenían la esperanza de que al recoger un ejemplar en algún descampado, un comunista cualquiera ardiera por combustión espontánea o quizá simplemente la abriera preguntándose de qué trataría tan extraño libro, leyera unos versículos y acto seguido hincase la rodilla al suelo con el puño al cielo renunciando solemnemente al marxismo, a sus pompas y sus obras.

Pero no adelantemos acontecimientos. Pasados unos meses después de su creación, la agencia tuvo su primera gran misión: influir en las elecciones italianas de 1948. El Partido Comunista Italiano estaba financiado por la URSS y llegó a contar con más de dos millones de afiliados (para que nos hagamos una idea, el Partido Popular actualmente tiene algo más de 800.000) y tenía serias posibilidades de hacerse con el poder. Así que además de financiar generosamente al Partido Democristiano, se organizaron exposiciones sobre el alto nivel de vida de los trabajadores americanos, se volvieron a emitir en los cines películas de mensaje anticomunista como Ninotchka, se incentivo el envío de varios millones de cartas por parte de inmigrantes italianos en Estados Unidos a sus parientes advirtiéndoles del peligro comunista, se publicaron cartas falsificadas con las que desacreditar a los miembros del PCI y en Sicilia, debido a las altas tasas de analfabetismo, se organizó un espectáculo de marionetas ambulante con un mensaje político adecuado. Finalmente la Democracia Cristiana logró la victoria con un 48,5% de los votos. Misión cumplida. Desde entonces la CIA procuró crear una relación fluida con el Partido Socialista Italiano, dentro de su estrategia general de favorecer a la izquierda no comunista. Ese mismo año también tuvo lugar el puente aéreo en respuesta al bloqueo soviético de Berlín, una formidable operación logística de la que Estados Unidos salió fortalecido ante la opinión pública internacional.

Apenas un año después la iniciativa cambió de bando. En abril de 1949, la URSS organizó en París el Congreso Internacional por la Paz, un evento de gran repercusión mediática que contó con el apoyo de numerosos intelectuales y artistas como Charlie Chaplin y Picasso, que cedió un dibujo de una paloma de la paz que pasaría a convertirse en uno de los símbolos del siglo XX. Una brillante jugada que mostraba ante la opinión pública a los Estados Unidos como el bando belicoso frente a ellos, que solo querían la paz mundial. Así que la respuesta americana se basó en negar a sus adversarios el monopolio de la palabra “paz”, que pasó a ser incesantemente repetida en toda clase de discursos y eventos internacionales. Se distribuyó masivamente en cines y en las nacientes cadenas de televisión un documental realizado por la administración estadounidense llamado Caminos hacia la paz, se organizó una gran exposición internacional itinerante sobre las bondades de la energía atómica llamada Átomos para la paz, así como conferencias tituladas En defensa de la paz y de la libertad, Eisenhower proclamó un discurso en respuesta a la muerte de Stalin llamado Una oportunidad para la paz… etc. Se trataba, en definitiva, de que según la jerga de marketing tan omnipresente hoy día, la paz formase parte de “los atributos de la marca” USA.

Aunque todos esos esfuerzos parecían dar resultado, había un ámbito en el que EE. UU. estaba en franca desventaja y que podía resultar a medio y largo plazo arrastrado a la perdición si no se abordaba de lleno. Al menos así lo percibían en aquel momento, quizá con cierta ingenuidad. Se trataba del ámbito de los artistas, académicos e intelectuales, a los que era preciso ganar para la causa. Aunque nos resulte difícil de imaginar en estos tiempos en los que la televisión glorifica a personajes que bordean el analfabetismo, a finales de los años 40 y durante las décadas de los 50 y 60, en Francia en particular y en el resto de Europa en general, los intelectuales gozaban de un inmenso prestigio. Figuras tan celebradas como Sartre y Camus eran las que toda persona culta debía imitar al posicionarse políticamente. El inconveniente es que el compromiso de la intelectualidad con el marxismo era casi unánime.

Con el fin de congregar a intelectuales excomunistas o al menos de una izquierda no marxista, la CIA organizó en Berlín el Congreso para la Libertad de la Cultura en junio de 1950. Se trataba de dar réplica al reciente Congreso Internacional por la Paz de París y la ciudad escogida no podía estar más cargada de simbolismo. Allí acudieron a dar conferencias y debates durante cuatro días autores como Arthur Koestler (cuyo libro El cero y el infinito había sido un éxito de ventas debido en parte a que el PC francés compró sus ejemplares para evitar que nadie los leyese), Raymon Aron, A. J. Ayer y André Malraux entre otros. El evento sería la semilla de la Asociación Internacional por la Libertad Cultural, la cuña de la agencia en ese terreno intelectual inicialmente tan compacto. Dicha asociación crearía en 1953 la publicación Encounter, una revista cultural en la que entre artículos  de literatura, filosofía o arte se irían intercalando otros de tono anticomunista y favorecedores de la imagen internacional de Estados Unidos. Comenzaron publicando 10.000 ejemplares (una tirada similar a la del número 3 de Jot Down Magazine ya a la venta; cómprenla por favor, que a nosotros no nos financia la CIA) que serían distribuidos por diversos países mediante el British Council. Se trataba de llegar a las élites culturales, de forma que influyendo en su ideario se llegase también a todo el público que les seguía. La CIA fue creando otras revistas similares a lo largo del mundo como Scence and Freedom, Problems of Communism (cuyo título da cierta idea de su línea editorial), Cuadernos en América Latina, Jiyu en Japón, Quest en India, Quadrant en Australia o Tempo Presente en Italia, que eran financiadas sirviéndose en ocasiones de tapaderas como las fundaciones Rockefeller y Ford.

me casé con un comunista 

En el ámbito de la alta cultura la CIA realizó otras actividades como ediciones de libros cuyo contenido se consideraba afín, como Un yanqui en la corte del rey Arturo o Doctor Zhivago, perseguida en la Unión Soviética, aunque Jrushchov llegase a arrepentirse posteriormente de ello cuando finalmente la leyó. De hecho su autor, Boris Pasternak, tuvo que rechazar el Premio Nobel por presiones de las autoridades rusas. Un premio que, como tantas otras cosas, también servía como arma de propaganda, de ahí el empeño frustrado de la CIA en que no lo recibiera Pablo Neruda, demasiado izquierdista para su gusto. Pero en ocasiones ni siquiera los intelectuales afines resultaban de fiar, como el ganador del Premio Pulitzer de poesía, Robert Lowell, enviado a Argentina por la agencia para otro Congreso por la Libertad Cultural, que acabó con él subiéndose desnudo a una estatua ecuestre tras lanzar vivas a Hitler hasta que finalmente fue ingresado en un psiquiátrico.

Un episodio más de esta peculiar libertad de pensamiento subvencionada durante la primera etapa de la Guerra Fría —desde finales de los 40 a comienzos de los 60— cuyo balance no fue muy glorioso. Cualquier aportación intelectual digna de ser conservada se habría realizado  igualmente y todo este mundillo nunca dejó de ser en conjunto bastante refractario, demasiado europeo y elitista para los valores americanos que la CIA quería promover. Varias de estas publicaciones culturales dejaron de financiarse en 1967 tras una investigación del Congreso. Al fin y al cabo para entonces ya estaba funcionando a toda máquina la cultura de masas, genuinamente americana. El cine, la televisión, la música rock y el arte pop recogieron el testigo de la propaganda.

Lea el artículo completo en:

27 de febrero de 2013

Los jóvenes alemanes que intentaron derrocar a Hitler


Liselotte Furst-Ramdohr

Han pasado 70 años desde la ejecución de los principales integrantes de la Rosa Blanca.

Esta semana se cumplieron 70 años de la ejecución de tres estudiantes alemanes en Múnich por liderar un movimiento de resistencia contra Adolf Hitler. Desde entonces, los miembros del grupo conocido como la Rosa Blanca se han convertido en héroes nacionales en Alemania, Lilo Furst-Ramdohr era una de ellos.

En 1943, la Segunda Guerra Mundial estaba en su momento álgido; mientras tanto, en Múnich, centro del poder nazi, un grupo de estudiantes había iniciado una campaña de resistencia pasiva.
Liselotte Furst-Ramdohr, ya viuda a la edad de 29 años tras la muerte de su marido en el frente ruso, fue presentada al grupo la Rosa Blanca por su amigo Alexander Schmorell.

"Todavía puedo ver a Alex cuando me hablaba del grupo", dice Furst-Ramdohr, ahora una vivaz mujer de 99 años. "Nunca utilizó la palabra 'resistencia', sólo dijo que la guerra era terrible, con las batallas y tanta gente muriendo, y que Hitler era un megalómano y que por tanto tenían que hacer algo".

Schmorell y sus amigos Christoph Probst y Hans Scholl habían comenzado a escribir folletos en los que animaban a los alemanes a unirse en la resistencia frente al régimen nazi.

Con la ayuda de un pequeño grupo de colaboradores, distribuyeron los panfletos en direcciones postales seleccionadas al azar del directorio telefónico.

Furst-Ramdohr cuenta que el grupo no podía entender cómo el pueblo alemán había sido tan fácilmente conducido a apoyar al partido Nazi y su ideología.
"Dos hombres de la Gestapo vinieron al apartamento y lo pusieron todo patas arriba. Revisaron mis cartas, y entonces uno de ellos dijo: 'Me temo que tendrá que acompañarnos'"
Liselotte Furst-Ramdohr

"Debieron darse cuenta de lo mal que estaban las cosas, era ridículo", dice.

La Rosa Blanca distribuyó personalmente los folletos que correspondían a las direcciones de la zona de Múnich y los envió a otras ciudades a través de mensajeros de confianza.

Furst-Ramdohr nunca repartió los folletos ella misma pero los escondió en un armario para escobas en su apartamento.

También en su vivienda ayudó a Schmorell a hacer plantillas en las que se leía "¡Abajo Hitler!, y en las noches del 8 y 15 de febrero de 1943, la Rosa Blanca pintó grafitis con el mismo eslogan en paredes de todo Múnich.

Furst-Ramdohr evoca a los activistas, que arriesgaban sus vidas por sus ideas, como jóvenes e ingenuos.

Uno de los más conocidos miembros del grupo es la hermana más pequeña de Hans Scholl, Sophie, cuya historia fue posteriormente el tema central de una película nominada a los Oscar, "Sophie Scholl: los días finales". Furst-Ramdohr recuerda que Sophie estaba tan asustada que dormía en la cama de su hermano.

"Hans tenía también mucho miedo, pero querían seguir adelante por Alemania, amaban su país", señala.

Tribunal del Pueblo

Hans y Sophie Scholl fueron condenados a muerte y guillotinados el 22 de febrero de 1943.

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo

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27 de enero de 2013

Conozca a “La mujer que vengó al Che Guevara”



Hija de uno de los grandes propagandistas del nazismo (Hans Ertl, por mucho tiempo se lo conoció como “el fotógrafo de Hitler”), Monika terminó en Bolivia cuando el Tercer Reich se derrumbó y los jerarcas huyeron a los refugios más lejanos del planeta. Se crió en un círculo tan cerrado como racista, en el que brillaban su padre y otro siniestro personaje al que ella llamaba “tío”: Klaus Barbie, “el Carnicero de Lyon”.

Pero la joven y bella alemana creció y todo cambió en el final de los años sesenta. Y la muerte de Ernesto Guevara en la selva boliviana significó el empujón final: rompió con sus raíces y en un giro copernicano terminó militando en las filas del Ejército de Liberación Nacional, el grupo guerrillero creado por el mismísimo Che.

En 1971, cruza el Atlántico, vuelve a su Alemania natal, y en Hamburgo ejecuta personalmente al cónsul boliviano en esa ciudad. ¿Quién era? Nada menos que el coronel Roberto Quintanilla, el responsable del ultraje final a Guevara: la amputación de sus manos. Allí comenzó una cacería que atravesó países y mares, y que sólo encontró su fin cuando Monika cayó muerta en una emboscada que, según algunas fuentes, le tendió su “tío”, el sanguinario Barbie.

Una historia increíble que parece, pero no es, ficción. Una gran investigación de Jürgen Schreiber, uno de los más premiados periodistas alemanes de la actualidad.




Tomado de:

Marxismo Crítico

Stalingrado, la tumba del nazismo

Prisioneros nazis en la batalla de Stalingrado.
Prisioneros nazis en la batalla de Stalingrado.
  • Aquel tremendo choque de enero de 1943 se gestó el verano anterior
  • Hitler se empecinó para inferirle a Stalin una afrenta propagandística
  • Von Paulus capituló enfermo, sin víveres y casi sin munición
El 31 de enero de 1943, hace 70 años, se rindió el mariscal Erich von Paulus, jefe de las fuerzas alemanas en Stalingrado, al general soviético Vasili Zhukov. No fue la de Stalingrado una de las decenas de batallas importantes de la II Guerra Mundial, sino, acaso, la más decisiva. Hasta entonces, la Wehrmacht nunca antes había sufrido una derrota significativa, ni había capitulado uno de sus mariscales, ni había perdido, como tragado por la tierra, todo un Ejército, el VIº y gran parte del IVº ejército Panzer, dos de sus joyas y, sobre todo, aquella derrota marcó el declive de las armas alemanas y el paulatino predominio de las aliadas.
Entre el 10 de enero y el 3 de febrero de 1943, unos 100.000 alemanes partieron hacia los campos de concentración, donde morirían como moscas. No regresaron a Alemania ni 5.000. En el frente de Stalingrado, entre julio de 1942 y febrero de 1943, ambos bandos sufrieron unas 1.400.000 bajas (medio millón, muertos). Según el mariscal Malinovski, jefe del 2º Ejército de la Guardia en esa batalla capturaron o destruyeron 2.000 tanques, 2.000 aviones, 10.000 cañones y no menos de 5.000 vehículos. El Estado Mayor alemán reconoció que habían perdido seis meses de producción bélica.
Aquel tremendo choque se gestó en el verano de 1942 cuando Hitler, llevado por su impaciencia -como le sucedía cuando no se producían de inmediato los resultados que perseguía- cambió los objetivos de su ofensiva y en vez de dirigirla contra el Cáucaso, como estaba previsto, dividió sus fuerzas y lanzó lo más granado de ellas contra Stalingrado, la ciudad de Stalin.

Empeño criminal

La Luftwaffe la arrasó y en agosto, cuando llegó Von Paulus, al frente de unos 250.000 hombres, Stalingrado había dejado de ser un objetivo militar interesante. Pero Hitler se empecinó en su conquista por el prurito de inferir a Stalin una afrenta propagandística y en tan infantil empeño invirtió sus mejores tropas, preparadas para librar grandes batallas a campo abierto y sin ninguna especial aptitud para combatir en un mar de ruinas.

Y entre escombros, esqueletos urbanos y sótanos pelearon desde septiembre de 1942 a enero de 1943 más de medio millón de hombres, infiriéndose unos a otros un promedio superior a las tres mil bajas diarias, sin que los soldados alemanes, continuamente reforzados, lograran tomar hasta el último reducto soviético en la orilla derecha del Volga.

La revancha de Stalin

Aquella feroz guerra de ratas era un dislate nazi, pues, además, estaba permitiendo que el Ejército Rojo reuniera efectivos para un gran contraataque, que se produjo en noviembre. El día 23, tres ejércitos soviéticos atacaron a los gastados ejércitos alemanes del bajo Volga y a sus débiles aliados, italianos y rumanos, abriendo en el frente una brecha de más de 200 kilómetros al norte y al sur de Stalingrado, donde quedó cercada toda la fuerza de Von Paulus. Eran no menos de 300.000 hombres, aunque la mitad de ellos carecían de valor militar: decenas de miles de rumanos y croatas apenas equipados que habían llegado huyendo y una inmensa confusión de planas mayores, oficinas, personal de tierra de la aviación... bocas que alimentar más que tropas operativas.

La situación empeoró paulatinamente pues Hitler se empecinó en organizar allí un resistencia numantina confiando en que la Luftwaffe del mariscal Göring suministraría a los cercados 500 toneladas diarias de víveres y pertrechos. Vana ilusión: En los dos meses largos que duró el cerco apenas proporcionó a Stalingrado 12.000 toneladas, un tercio de lo imprescindible.

El hundimiento

Con todo aún hubo un momento para la esperanza. Mediado diciembre, el mariscal Von Manstein comenzó a abrirse paso hacia Stalingrado con un reducido ejército, tratando de romper la bolsa y abrir una vía de escape a Von Paulus. Para facilitar la operación, éste hubiera debido atacar en la misma dirección con todas sus fuerzas, pero Hitler se empecinó en que Paulus no abandonara las ruinas sino que siguiera luchando para conquistarlas. Aquella insensata orden hizo fracasar la maniobra de Manstein, cuya agotada fuerza debió replegarse para no ser a su vez copada.

El 24 de enero, todas las fuerzas de Von Paulus estaban embotelladas en las ruinas, removidas cada mañana por las granadas de la artillería soviética. En esa fecha, los alemanes perdieron Gumrak, su último aeropuerto, y las fuerzas de Rokossovski partían en dos al 6º Ejército, enlazando junto al Volga con los último reductos soviéticos. Una semana después, sin víveres, con la munición casi agotada, y enfermo capituló Von Paulus, con sus últimos hombres

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El Mundo Ciencia

16 de diciembre de 2012

Hawking pide el indulto para Alan Turing, condenado por homosexualidad en 1952

Alan Turing. | EM

Alan Turing. | EM
En 1952 el matemático Alan Turing, que descifró códigos nazis durante la II Guerra Mundial, fue condenado y castrado químicamente por ser homosexual. 60 años después Stephen Hawking y otros diez científicos se han dirigido al Gobierno británico para pedir su indulto póstumo.

En una carta publicada este viernes por el diario 'Daily Telegraph', el grupo de científicos insta al primer ministro conservador, David Cameron, a que "perdone formalmente" al matemático, que ayudó a descifrar el código alemán Enigma.

Con 43 años, Turing se suicidó en 1954 envenenándose con cianuro tras su condena por homosexualidad, entonces ilegal en el Reino Unido.

Además de la carta -firmada por científicos como el astrónomo real Martin Rees o Paul Nurse, responsable de la Royal Society-, se ha presentado una moción en la Cámara de los Lores para que Turing sea perdonado antes de que acabe el curso político.

En opinión de los firmantes, Turing fue "uno de los matemáticos más brillantes de la era moderna", que protagonizó el "extraordinario logro" de descifrar los códigos generados por la máquina Enigma, con la que los nazis enviaban sus mensajes secretos durante la contienda mundial.

Michael Grade, que preparó la carta, expresó su deseo de que Cameron use su autoridad para perdonar a Turing, teniendo en cuenta el "brutal" tratamiento que recibió: "Es algo de lo que nosotros, como país, debemos avergonzarnos", señaló en declaraciones a "The Telegraph".

Perdón sin indulto

En 2009, el primer ministro Gordon Brown pidió perdón al matemático que, según sus palabras, fue tratado de forma "horrible", pero no lo perdonó oficialmente.

Otro intento de indulto fue frustrado el pasado febrero por la coalición gubernamental de conservadores y liberaldemócratas. Tom McNally, del ministerio de Justicia, admitió que la decisión era "chocante" pero que el perdón "no se consideró apropiado ya que Turing fue propiamente condenado por lo que en esa época era un delito criminal".

"Tenemos el caso de alguien del que estamos muy orgullosos de llamar genio pero que no somos capaces de perdonar por tener la orientación sexual 'equivocada' en la década de los 60", lamentó Grade.


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El Mundo Ciencia

18 de octubre de 2012

Twitter censura por primera vez una cuenta que mostraba contenido neonazi

Twitter

Twitter estableció su nueva política sobre la censura en enero.

 Twitter censuró por primera vez una cuenta basándose en su política sobre censura que le permite bloquear contenidos en determinados países si violan las leyes locales.

La red social bloqueó el acceso a una cuenta con inclinación neonazi a petición del gobierno alemán. Los tweets de la cuenta no serán visibles para los usuarios en Alemania, pero sí podrán ser vistos en el resto del mundo.

Es la primera vez que Twitter toma una decisión basado en su nueva política sobre censura, que entró en vigor en enero y que ha sido criticada entre sus usuarios, como expresó el corresponsal de tecnología de la BBC, Mark Gregory.

"Twitter asegura que está comprometida con la libertad de expresión y aclara que los mensajes son bloqueados en un país, no en el mundo", comentó Gregory.

Respeto a la ley

Al anunciar la decisión, el abogado de la compañía Alex Macgillivray explicó que "nunca se quiere retener el contenido, pero es bueno tener las herramientas para hacerlo de forma organizada y transparente."
"Es bueno tener las herramientas para hacerlo de forma dirigida y transparente"
Alex Macgillivray, abogado de Twitter

En su tweet, el abogado publicó un enlace en que está publicada la solicitud enviada por la policía alemana para el cierre de la cuenta.

En la carta, las autoridades resaltan cómo el gobierno había prohibido la organización Besseres Hannover (Un mejor Hannover), un grupo de extrema derecha.

"Fue disuelta, sus bienes incautados y todas sus cuentas en las redes sociales deben ser de inmediato", explican.

Varios miembros del grupo han sido acusados de incitar el odio racial y de operar una organización criminal, con amenazas contra los inmigrantes y distribuyendo panfletos en las escuelas de Baja Sajonia.

La policía también cree que el grupo Besseres Hannover es sospechoso de haber enviado un video en el que se amenaza a la ministra de Asuntos Sociales de la región, Aygül Özkan, una política conservadora de origen turco nacida en Alemania.

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BBC Ciencia

24 de junio de 2012

Turing, el hombre que venció a los nazis con la ciencia

Alan Turing (1912-1954) se suicidó cuando tenía 42 años. | EL MUNDO
Alan Turing (1912-1954) se suicidó cuando tenía 42 años. | EL MUNDO

La comunidad científica rinde hoy homenaje a Alan Turing (1912-1954), uno de sus miembros más brillantes. Hoy (23 de junio de 2012) se cumplen cien años de su nacimiento en Londres, un acontecimiento que será aprovechado para repasar a través de exposiciones y conferencias su extraordinaria contribución a la ciencia y a la humanidad. Porque además de ser considerado el padre de la informática y de la inteligencia artificial, ha pasado a la historia como el hombre que ayudó a salvar miles de vidas durante la II Guerra Mundial.

Lo logró gracias a su gran intuición matemática. El científico británico fue el arquitecto del dispositivo 'Bombe', con el que desde la instalación militar de Bletchley Park, a unos 80 kilómetros de Londres, los británicos fueron capaces de descifrar los mensajes encriptados de la máquina alemana 'Enigma' que usaban los nazis. Su sistema ayudó a los Aliados a vencer a los germanos y, según calculan muchos analistas, permitió acortar la duración de la guerra en un par años, evitando la muerte de miles de personas.
Se le considera el padre de la informática y de la inteligencia artificial
Una de estas máquinas 'Enigma' se exhibe en la exposición que el Museo de Ciencia de Londres acaba de inaugurar para conmemorar el centenario de su nacimiento y que podrá visitarse hasta el 31 de julio.
Turing también realizó importantes investigaciones en biología del desarrollo. "Hay pocos científicos que hayan hecho contribuciones tan determinantes a la ciencia", apunta Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial (IA) del CSIC.
Un legado sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que tuvo una vida corta. Murió a los 42 años. Se suicidó en 1954, dos años después de que fuera condenado por ser homosexual, pues en aquella época se consideraba un delito. Y es que aunque el científico fue reconocido por su valiosa aportación de la ciencia, fue víctima de la intransigencia de la sociedad inglesa de mediados del siglo XX.

Condenado por ser homosexual

Sus problemas comenzaron en 1952, cuando su amante, Arnold Murray, entró a robar en su casa. Durante la investigación policial, Turing admitió con naturalidad ser homosexual sin prever las consecuencias: se abrió un proceso contra él y fue acusado de perversión. Para evitar ir a prisión, aceptó someterse a un tratamiento con estrógenos, que le causó impotencia y obesidad.

La máquina 'Enigma', usada por los nazis.
La máquina 'Enigma', usada por los nazis.

Dos años después de la castración química, fue encontrado muerto junto a una manzana mordisqueada en la que se había inyectado cianuro. La versión oficial sostiene que fue un suicidio, una conclusión rechazada por su madre, que siempre sostuvo que su hijo ingirió el veneno de forma accidental. Su muerte dio pie, además, al desarrollo de teorías que sugerían que fue asesinado. Aunque se especuló con que la manzana mordisqueada del logo de Apple fue un homenaje de Steve Jobs a Turing, el fundador del gigante de la informática siempre lo desmintió.

En 2009, el primer ministro británico en aquella época, Gordon Brown, se disculpó públicamente en nombre del gobierno por la forma en que el científico fue tratado. Sin embargo, hace unos meses Cámara de los Lores rechazó pedir un perdón póstumo y simbólico a Turing por haber sido acusado de "indecencia grave" en 1952. El argumento para rechazar la petición fue que en aquella época se trataba de un delito y la ley se aplicó cómo debía hacerse.

Padre de la informática

La primera gran contribución de Turing, repasa López de Mántaras, fue la Máquina Universal de Turing y el concepto de ordenador programable. Es decir, que puede desarrollar distintas tareas: "Definió los límites de lo que un ordenador puede hacer".

Él fue el primero que definió de forma rigurosa el concepto de algoritmo, que marca las instrucciones que siguen los programas. Además, contribuyó a la construcción del ordenador ACE, aunque su prematura muerte no le permitió verlo acabado.

Su segunda gran aportación fueron sus trabajos sobre máquinas inteligentes: "Fue el precursor de las redes neuronales en inteligencia artificial", una rama que nació oficialmente en 1956. "La posibilidad de que las máquinas pensaran es una idea muy antigua, que ya se planteaba en la Edad Media", afirma.
Se suicidó en 1954, dos años después de ser sometido a una castración química por ser homosexual
En un artículo publicado en 1959 proponía una prueba, que se conoce como el Test de Turing, para medir las habilidades de una máquina. Un humano, que actúa como interrogador, debe conversar con una máquina diseñada para comportarse como una persona y con otro humano (a los que no puede ver) e intentar descubrir cuál es la persona y cuál es la máquina.

López de Mántaras sostiene que esta prueba, que sigue utilizándose en algunos ámbitos, ya no se considera relevante para medir el progreso de la inteligencia artificial: "Este test se centra en los conocimientos y habilidades que se pueden expresar. Y la inteligencia humana es mucho más que poder llevar a cabo un diálogo. Hay procesos cognitivos fundamentales que no son expresables y este test no puede valorarlos", explica.

El investigador del CSIC también destaca las investigaciones de Turing en biología del desarrollo: "Se preguntó por qué había tanta variedad en la piel de los animales de la naturaleza si las células embrionarias eran homogéneas. Para explicar por qué algunos tenían rayas y otros manchas formuló una teoría que este mismo año ha sido demostrada por un equipo de investigadores del King´s College: "Turing creía que los diferentes patrones de los animales (manchas, rayas, etc.) se debían a un desequilibrio en las concentraciones de dos morfogenes, uno que es inhibidor y otro activador. Si estas concentraciones estuvieran en equilibrio, no habría diferencia en los patrones", explica López de Mántaras.

Como recuerda David Leavitt en 'El hombre que sabía demasiado' (Editorial Antoni Bosch), sólo tras la desclasificación de los documentos sobre su trabajo en Bletchley Park y la posterior publicación de la magistral biografía de Andrew Hodges en 1983, empezó a hacérsele justicia a este gran pensador cuyo extraordinario legado e intuición siguen provocando admiración 60 años después de su muerte.

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El Mundo Ciencia

29 de mayo de 2012

Historia: Ganar un partido de fútbol a costa de la propia vida

Supongo que muchos recordaréis la película Evasión o victoria (1981) en la que la selección alemana de fútbol se enfrentaba a una selección formada por prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y en la que se planteaba la disyuntiva de aprovechar el partido para una evasión masiva o derrotar a los alemanes en el terreno de juego, pues, como casi siempre pasa, la realidad superó a la ficción.

A comienzos de los años treinta el régimen estalinista, con su programa de colectivización, había provocado una terrible hambruna que acabó con la vida de más de 7 millones de ucranianos (Holodomor o Genocidio Ucraniano); por lo que cuando los alemanes comenzaron la invasión de la Unión Soviética, en 1941, algunos ucranianos los apoyaron al verlos como sus salvadores de las garras del tirano Stalin. Aún así, la mayoría luchó junto al ejército rojo en la defensa de Kiev, donde tras dos meses de asedio sufrieron más de 700.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. El brutal régimen impuesto por los alemanes en los territorios ocupados convirtió a sus inicialmente partidarios en opositores. Los alemanes, conocedores de esta situación, decidieron congraciarse con el pueblo ucraniano y crearon un campeonato de fútbol entre varios equipos locales. Uno de estos equipos, el FC Start, estaba formado por varios jugadores del Dynamo de Kiev que, tras la ocupación, trabajaban en una panadería. El FC Start derrotó a todos los equipos locales e incluso a otros compuestos por húngaros y rumanos. Y aquí vieron los alemanes su ocasión para demostrar su superioridad… deportiva. En Kiev, el 6 de agosto de 1942, se disputó un partido entre el FC Start y un equipo de pilotos de la Luftwaffe alemana. Lo que iba a ser una muestra de la supremacía de la raza aria se convirtió, para alegría de los ucranianos, en una humillación… el FC Start venció por 5-1.


Partido de la Muerte

Pero aquello no iba a quedar así. Se organizó la revancha tres días más tarde y se preparó todo a conciencia: se reclutaron a los mejores jugadores alemanes, el árbitro era un miembro de las SS, antes del comienzo del partido recibieron una visita en los vestuarios para indicarles qué hacer y las consecuencias de su hipotética victoria… Además, el estadio fue tomada por las SS para controlar la euforia del público. Los equipos saltaron al terreno de juego e hicieron los correspondientes saludos: los alemanes brazo en alto al grito de Heil Hitler y los ucranianos, por su parte, parecía que iban a seguir las recomendaciones cuando extendieron el brazo… pero se llevaron la mano al pecho y gritaron Larga vida al deporte para regocijo de los espectadores. A pesar del nefasto arbitraje los ucranianos llegaron al final de la primera parte ganando 3-1. Durante el descanso, volvieron a recibir otra visita recordando el peligro que corrían sus vidas si ganaban. Cuando se quedaron solos discutieron qué hacer… si no podemos luchar contra ellos con las armas, los derrotaremos en el campo de fútbol y, además, devolveremos la esperanza a nuestros compatriotas. Saltaron al terreno de juego y consiguieron la victoria por 5 a 3. El público estalló de alegría y las SS comenzaron, como ellos sabían hacer, a rebajar la euforia. ¿Qué pasaría ahora con los jugadores?

A los pocos días del partido, los jugadores fueron detenidos por la Gestapo y llevados al cuartel de la policía secreta de Korolenko Street, donde fueron interrogados y torturados. Después los deportaron al campo de exterminio de Babi Yar. En este punto hay varias versiones pero todas coinciden en asegurar que tres jugadores fueron ejecutados: Nikolai Trusevich (portero y capitán del equipo), Alexei Klimenko (el jugador que poco antes de terminar el partido y a puerta vacía se giró 180º y disparó hacia el centro del campo) e Ivan Kuzmenko. Se cuenta que las últimas palabras de Trusevich fueron “el deporte rojo no morirá jamás“. En 1971, se erigió un monumento escultórico en el estadio Zenit de Kiev en memoria de aquellos héroes.


Fuentes e imágenes: Kiev Life, Big Soccer y la idea de Luis Fernando Trigueros seguidor del blog. 

Fuente:

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