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24 de marzo de 2019

100 años del nacimiento del fascismo: "Hoy el peligro es que la democracia puede convertirse en una forma de represión con el consentimiento popular"

Benito Mussolini fundó los "Fasci italiani di combattimento" el 23 de marzo de 1919, en Milán, en Italia. 
 

¿Existe el peligro de un retorno del fascismo?

Cuando se lo pregunto al historiador Emilio Gentile (Italia, 1949) su respuesta es contundente.
"No, en absoluto".

Sin embargo, en los últimos tiempos los presidentes de EE.UU, Rusia, Brasil, Hungría y muchos otros líderes políticos de América y de Europa han sido tildados de fascistas por sus políticas migratorias o por su nacionalismo.

Pero ¿es correcto definirlos así?

Gentile conoce a fondo el fascismo ya que ha dedicado toda su vida académica a analizarlo.

Este movimiento político nació oficialmente la noche del 23 de marzo de 1919, cuando Benito Mussolini, un exdirector de diario, fundó en Milán el grupo "Fasci italiani di combattimento".
El grupo reunía a ex combatientes de la Primera Guerra Mundial, un conflicto que había dejado a Italia, como casi toda Europa, sumida en una profunda crisis política, económica y social. 

Al cabo de unos pocos años Mussolini alcanzó el poder gracias al apoyo del Rey Víctor Manuel III, de grandes empresarios y del Vaticano, así como mediante el uso de la violencia. 

En 1925 el "Duce" asumió todos los poderes y transformó el régimen parlamentario y democrático en un estado totalitario regido por la falta total de libertades individuales, políticas, de organización y de pensamiento.

Mussolini y su movimiento se convirtieron además en una referencia para los regímenes autoritarios de todo el mundo, en particular para Adolf Hitler.

El "Duce" apoyó el régimen nazi alemán durante la Segunda Guerra Mundial y, como Hitler, fue derrotado en 1945.

Pero no así el fascismo como ideología política, que se ha mantenido viva en muchos movimientos de extrema derecha. 

Pero ¿qué es exactamente el fascismo?

El historiador Stanley G. Payne afirmó en uno de sus numerosos estudios sobre el fascismo que "sigue siendo el más indefinido entre los términos políticos más importantes". 

Cien años después de su aparición sobre el escenario de la historia, BBC Mundo habla con el historiador Emilio Gentile sobre su vigencia.
¿De qué hablamos cuándo hablamos de "fascismo"?
Hay que distinguir entre un fascismo histórico, que es el régimen que, a partir de Italia, marcó la historia del siglo XX y se extendió a Alemania y a otros países europeos en el período entre las dos guerras mundiales, de lo que se suele llamar fascismo después de 1945, que se refiere a todos aquellos que usan la violencia en movimientos de extrema derecha.

¿Qué diferencias hay entre las dos definiciones?
Se trata de una diferencia substancial, porque varios movimientos de extrema derecha ya existieron antes del fascismo y no generaron un régimen totalitario. 

¿Qué se entiende por "extrema derecha"?
Cualquier movimiento que se oponga a los principios de la Revolución Francesa de igualdad y libertad, que afirme la primacía de la nación, pero sin necesariamente tener una organización totalitaria o una ambición de expansión imperialista. Sin el régimen totalitario, sin la sumisión de la sociedad en un sistema jerárquico militarizado no es posible hablar de fascismo.

Entonces ¿cuándo se puede hablar de "fascismo"?
Podemos hablar de fascismo si nos referimos a lo que fue el fascismo histórico, cuando un movimiento de masas organizado militarmente conquistó el poder y transformó el régimen parlamentario en un estado totalitario, es decir, en un estado con partido único que pretendía transformar, regenerar o incluso crear una nueva raza para sus objetivos imperialistas y de conquista.

El artículo completo en: BBC Mundo
 

15 de septiembre de 2018

¿Qué importancia tuvo el matemático Doodson en el desembarco de Normandía?

El desembarco de Normandía (6 de junio en 1944), conocido como el Día D, marcó el inicio de la liberación de la Europa occidental ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.


Hitler siempre tuvo claro que se produciría un desembarco aliado en la costa atlántica francesa, concretamente en la zona del canal de La Mancha. Igual que hicieron con el cadáver encontrado en Huelva, que le costó Sicilia, la inteligencia aliada logró engañar a Hitler para hacerle creer que el desembarco de Normandía era una maniobra de distracción y que el verdadero se produciría en Calais (casi 400 Km. más al Norte).

Hitler encargó la defensa de la costa francesa a Erwin Rommel, Zorro del Desierto. Rommel mandó plantar minas, alambre de púas y obstáculos, a modo de la defensa devil’s garden (el jardín del infierno) en El Alamein (Egipto), e hizo un estudio de las mareas. Con la marea alta las defensas quedaban cubiertas y su efectividad era nula. Así que, ideó unos obstáculos que pudiesen dañar el casco de las lanchas de desembarco incluso sumergidos.

Para los americanos hubiese sido mejor, como pensaba Rommel, atacar con la marea alta para tener menos playa que cruzar bajo el fuego enemigo, pero las trampas del Rommel podrían destrozar las lanchas y quedar varadas en la playa impidiendo el desembarco del resto de las tropas. Por tanto, la mejor situación era aquella en la que la marea estuviese lo suficientemente baja que no cubriese la trampas para que los equipos de demolición las localizasen y abrir un pasillo para el desembarco, pero lo suficientemente alta para que las lanchas pudiesen descargar las tropas y luego salir sin peligro de quedar varadas por la marea baja.


El conocimiento exacto de las mareas era una cuestión demasiado importante como para dejarla al azar. Aquí es donde interviene nuestro protagonista el matemático británico Arthur Thomas Doodson. Los aliados consultaron con expertos, entre los que se encontraba Doodson, para conocer las mejores fechas para el desembarco. Doodson había construido una máquina para la predicción de las mareas, que siguió utilizándose hasta los años 60 con la llegada de los ordenadores. Con la máquina de Doodson se calculó que las fechas ideales para el desembarco eran del 5 al 7 de junio. Y se decidieron por el 6 de junio, día de mi cumpleaños.

Al inicio del film Rescatando al Soldado Ryan, podemos ver una excelente recreación del desembarco en Normandia:


Tomado de: Historias de la Historia

Y eso es todo amigos

¡Hasta la próxima!

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com
 

17 de enero de 2015

Recuperada la primera muestra del elemento que arrasó Nagasaki

Un equipo de ingenieros nucleares de EEUU identifica la primera muestra de plutonio de la historia, sintetizada en 1941.


Glenn Seaborg, en 1962, posa en el laboratorio donde había sintetizado el plutonio dos décadas antes / DONALD COOKSEY
En 1941, cuando algunas de las lumbreras científicas del mundo ya pensaban en un arma definitiva para detener a Hitler, un investigador de 29 años iba a descubrir uno de sus ingredientes fundamentales. En un laboratorio de la Universidad de California en Berkeley (EEUU), Glenn Seaborg y otros colaboradores bombardearon uranio-238 con átomos de hidrógeno pesado. De aquella manipulación de la materia surgió plutonio-239, un nuevo elemento radiactivo que hasta entonces no se había observado en la naturaleza.
Aquel descubrimiento, el segundo elemento químico sintético de la historia y el primero de una serie de nuevos elementos artificiales más pesados que el uranio, le proporcionó a Seaborg el Nobel de Física en 1951. Antes, en 1942, le abrió la puerta del Proyecto Manhattan, la mayor y más controvertida hazaña de la ciencia aplicada de la historia.
Poco después de producir los primeros átomos de plutonio, Seaborg y el físico italiano Emilio Segrè descubrieron que, cuando se le disparaban neutrones, el plutonio-239 se escindía liberando una energía inmensa. Los científicos sabían que si se pudiese producir una cantidad suficiente del elemento, se convertiría en un explosivo monstruoso dentro del artefacto que ya se empezaba a conocer como la bomba atómica.
Con esta idea, Seaborg lideró un equipo de más de 100 científicos con el objetivo de obtener suficiente plutonio para poder usarlo con fines bélicos. En solo seis meses, lo habían logrado y el nuevo elemento se convirtió en el explosivo nuclear de la bomba bautizada como Fat Man. El 9 de agosto de 1945, solo cuatro años después de haber sido observado por primera vez, la reacción en cadena de los poco más de seis kilos de plutonio de Fat Manarrasó Nagasaki y a mató a buena parte de sus habitantes. Menos de una semana después, Japón se rendía y acababa la Segunda Guerra Mundial.
Antes de tener el apoyo de un Gobierno acuciado por la guerra y más experiencia, Seaborg y sus colegas necesitaron más de un año de trabajo con aceleradores de partículas para conseguir tan solo 2,77 microgramos de plutonio (el microgramo es la millonésima parte de un gramo). Pese a ser minúscula, aquella cantidad, conservada en forma de dióxido de plutonio, permitió comenzar a comprender aquella nueva sustancia y es un hito para la ciencia con profundas consecuencias históricas. Por ese motivo, cuando el trabajo científico terminó, se conservó en un tubo de cristal que acabó expuesto en el Lawrence Hall of Science de Berkeley. Allí permaneció durante varios años, pero en algún momento de la década pasada, según cuentan en un artículo publicado en arXiv y recogido por The Physics arXiv Blog tres ingenieros nucleares de Berkeley, por cuestiones financieras y de seguridad se retiró de la exposición y su pista se perdió.
Lea el artículo completo en:

21 de julio de 2013

El trato a los indocumentados mexicanos: Un ejemplo para los nazis

La ley de Inmigración de los Estados Unidos de 1924 sirvió de inspiración a los nazis en su macabra idea de torturar y asesinar a todo un pueblo bajo la excusa de la superioridad de la raza aria. Al amparo de esta ley, se elaboró un manual para no permitir la entrada en los Estados Unidos de “imbéciles, idiotas, personas débiles mentales, personas de inferioridad constitucional psicopática, vagos, defectuosos físicos, alcohólicos crónicos, polígamos, anarquistas, homosexuales, enfermos contagiosos, las prostitutas, los mayores de 16 años que no sabían leer…“. Se debía inspeccionar y desinfectar en los pasos fronterizos a los inmigrantes que ellos consideraban que podrían ser portadores de enfermedades… les rapaban la cabeza, les desnudaban y bañaban con gasolina o queroseno para desinfectarlos. Hitler alabó dicha ley e importó el uso de dichas técnicas.

Despiojar

En la cárcel de El Paso (Texas) en 1916, obligaban a los presos (inmigrantes ilegales) a desnudarse y bañarse en bidones llenos de gasolina, formaldehído y vinagre. El 5 de marzo de de ese mismo año, en pleno proceso de desinfección, alguien encendió una cerilla… murieron 26 presos. Los medios dijeron que fue un accidente y que todos estaban en sus celdas. Sólo años después se supo la verdad de lo ocurrido. 

Para facilitar aquel control, se crearon centros de desinfección y sólo en la frontera de El Paso con Ciudad Juárez se inspeccionaron 127.000 mexicanos hasta 1929. En 1920, en esta misma frontera, comenzó a usarse el Zyklon B como desinfectante para eliminar pulgas, piojos, garrapatas… [El Zyklon B es un pesticida a base de cianuro que se usaba para exterminar insectos y roedores, tan eficaz que con apenas 4 gramos se puede causar la muerte de una persona]. Se establecieron varios “campos de cuarentena” donde a los mexicanos ilegales se les afeitaba la cabeza y se desinfectaban con el Zyklon B. Además, eran sometidos a diversas pruebas de inteligencia, como “sumas simples” o montar puzzles, para asegurarse que el inmigrante no era imbécil

Gasear

El periodista Paul Spike escribió en el diario británico The First Post
Los productos químicos utilizados para desinfectar y despiojar en la frontera con México fueron responsables de la muerte de miles de personas, malformaciones en los fetos, cáncer…
Según el Dr. John Tappan…
Familias enteras fueron exterminadas por el Zyklon B en las fronteras mexicano-estadounidenses.
¿Cómo llegó a la Alemania de Hitler?

El uso del Zyklon B inspiró al Dr. Gerard Peters para producir en masa este gas con el fin de “eliminar plagas”. En 1938, Peters se convirtió en presidente de la firma DEGESCH, que comercializaba dicho producto, y publicó un artículo del uso del gas en los inmigrantes mexicanos en la revista alemana “Anzeiger für Schädlingskunde” con fotografías de policías “limpiando” a inmigrantes mexicanos. Sólo fue cuestión de tiempo que los nazis llevasen aquellas prácticas a sus campos de exterminio. Peters fue juzgado en Nüremberg y condenado, pero en un segundo juicio en 1955 fue absuelto.

Una nota de Hitler, fechada en 1924, decía:
En comparación con la vieja Europa, que ha perdido una cantidad infinita de su mejor sangre a través de la guerra y la emigración, la nación [Estados Unidos] aparece como un pueblo joven y de raza selecta. La propia nación, motivado por las teorías de sus propios investigadores raciales, establece unos criterios específicos y selectivos para la inmigración [...] Que un inmigrante pueda pisar suelo estadounidense depende de los requisitos raciales específicos, así como de un cierto nivel de salud…
En Europa, cerca de 6 millones de judíos fueron asesinados con el Zyklon B en los campos de exterminio a imagen y semejanza de los métodos utilizados por Estados Unidos en la frontera con México. Lamentablemente, apenas se tienen datos del número de víctimas mexicanas.

Tomado de:

Historias de la Historia

19 de diciembre de 2012

Los dos científicos que violaron la ley para salvar una vida (con la aparición estelar de Hitler)

En 1935, la hija de Gerhard Domagk, el gran microbiólogo, tropezó en la escalera de la casa familiar de Wuppertal, en Alemania, mientras sostenía una aguja. Caerse por las escaleras es un accidente bastante frecuente en el mundo, como ya os expliqué en Ese objeto peligrosísimo que es una escalera (I): más de 300.000 accidentes solo en Reino Unido. De hecho, morir en una escalera es más probable que hacerlo en un vuelo comercial. Pero en este caso, aún era peor: la aguja que llevaba la muchacha, de nombre Hildegard, se le clavó en la mano y se partió en su interior.

Aunque le extrajeron el pedazo de aguja, una insidiosa infección esteptocócica se extendió por todo el brazo de Hildegard. Gerhard sabía que su hija moriría pronto, porque en aquella época aún no existían fármacos capaces de frenar el avance de las bacterias.


Pero Gerhard tenía un as en la manga, un tinte rojo industrial con el que llevaba una temporada experimentando: prontosil. Al parecer, los ratones de laboratorio sobrevivían a las infecciones de estreptococos si recibían una inyección de aquel tinte. 


Sin embargo, Gerhard no confiaba demasiado en aquella sustancia, tal y como explica Sam Kean en La cuchara menguante:

El prontosil, una molécula orgánica aromática que, de forma un tanto insólita, contenía un átomo de azufre, poseía algunas propiedades impredecibles. En aquella época los alemanes creían, extrañamente, que los tintes mataban los gérmenes porque teñían sus órganos vitales de color equivocado. Pero el prontosil, aunque letal para los microbios en los ratones, en un tubo de ensayo no parecía tener ningún efecto sobre las bacterias, que nadaban felizmente en el líquido rojo. Nadie sabía por qué, y a causa de esta ignorancia muchos europeos habían atacado la “quimioterapia” alemana, que desdeñosamente consideraban inferior a la cirugía para el tratamiento de las infecciones.
Gehrhad se encontraba en la tesitura de si debía o no probar aquel tinte con su hija, habida cuenta de que los primeros ensayos con humanos provocaban, en algunos casos, graves efectos secundarios; sin contar que los pacientes quedaban rojos como la grana. 

Era el mismo dilema al que se había enfrentado el héroe intelectual de Gerhard, Louis Pasteur, 50 años antes, cuando recibió el caso de un niño herido por la mordedura de un perro rabioso. Pasteur, sin la licencia de médico reglamentaria, infringió la ley y le administró al niño una vacuna contra la rabia que sólo se había probado en animales. Pasteur salvó la vida del niño, pero corrió el riesgo de ser denunciado por un delito criminal.

Como sucede en muchas películas de mad doctors o científicos que actúan extramuros de la legalidad, Gerhard decidió que era hora de seguir el mismo camino que su ídolo Pasteur. Hildegard ya estaba a punto de sufrir una amputación del brazo y no podía esperar más: se llevó varias dosis del fármaco experimental y le inyectó aquel suero rojo a su hija.

La audacia de Gerhard fue recompensada, y Hildegard salvó la vida gracias a la primer fármaco del mundo verdaderamente antibacteriano, pero Gehrhad guardó silencio sobre su éxito a fin de no influir en los sucesivos ensayos clínicos que tuvieron lugar con aquel tinte rojo.

En 1939, Gerhard Domagk recibió el premio Nobel de Medicina o Fisiología. Sin embargo, si bien había salido airoso de su violación de la ley, obteniendo el máximo de los parabienes (el premio más prestigioso y salvar la vida de su hija), tuvo que enfrentarse a un hecho funestamente inesperado: Adolf Hitler.

Hitler odiaba al comité del Nobel por haber concedido el premio de la Paz de 1935 a un periodista y pacifista antinazi, tras lo cual Die Führer prácticamente había declarado ilegal que un ciudadano alemán ganara el premio Nobel. En consecuencia, la Gestapo arrestó y trató con brutalidad a Domagk por su “crimen”. Cuando estalló la segunda guerra mundial, Domagk se redimió un poco al convencer a los nazis (que al principio se negaban a creerlo) de que sus fármacos podían salvar a los soldados que sufrieran gangrena. Pero para entonces los Aliados ya tenían las sulfas, y no debió aumentar precisamente la popularidad de Domagk que en 1942 sus fármacos salvaran la vida de Winston Churchill, un hombre decidido a destruir Alemania.


Fuente:

Xakata Ciencia

21 de diciembre de 2009

Copenhague: Volver a empezar desde cero

Sábado, 21 de diciembre de 2009

Copenhague: Volver a empezar desde cero


Un hombre abandona el pabellón Bella Center de Copenhague. | AFP

Un hombre abandona el pabellón Bella Center de Copenhague. | AFP

20 de diciembre de 2009.- Las cosas hay que decirlas claras, algo que los políticos se niegan a aceptar. Obama dice que el acuerdo alcanzado es "histórico". Lo es, sí, pero por la total destrucción del trabajo de dos décadas.

Hemos perdido 20 años. Estamos como en 1989. El mensaje de Copenhague, como decía James Hansen, es el mensaje del fracaso. Tenemos que empezar, en 2010, de cero. El mensaje que los políticos, conducidos a él por sus técnicos, han dado en Copenhague es:

"Aquí cada uno que haga lo que le venga en gana. No hay Protocolo, no hay compromiso, no hay acuerdo vinculante internacional, y ni siquiera hay un número al que referir las emisiones que cada uno puede lanzar a la atmósfera. Emita cada uno lo que quiera".

Copenhague recuerda las conferencias previas a la Segunda Guerra Mundial. En ellas se expresaban deseos de que Hitler no siguiese ocupando países a su santa voluntad. Deseos. Hitler decía siempre que no, que por supuesto no ocuparía el siguiente territorio. Horas despues de volver a Berlin, Hitler daba la orden correspondiente de ocupación, al haber constatado la debilidad de sus oponentes.

Las emisiones mundiales de CO2 seguirán aumentando, y tras Copenhague, a ritmos acelerados, por si en el futuro lejano hay otro tratado que sea semi-vinculante. La temperatura seguirá subiendo. Se desplazarán las lluvias hacia el norte, y se desecarán aun más nuestras tierras mediterráneas. Obama ha lanzado un reto a la "ciencia". Ha dicho que ésta tendrá que ser más agresiva en el futuro. ¿Qué quiere? ¿Qué cojamos aviones y los estrellemos en las torres que quedan en Nueva York? ¿Cómo podemos decir más claro y alto que vamos camino de un colapso de la civilización?

El resultado era esperable. Si alguien repasa mis blogs en ELMUNDO.es, desde hace unos tres meses, verá que los científicos, acostumbrados a la predicción, sabíamos que en Copenhague perderíamos 20 años de esfuerzos titánicos, de cientos de noches sin dormir.

Para muestra, dos botones. ¿Cómo podía España ayudar a forzar un acuerdo vinculante cuando acababa de dar subvenciones mil millonarias al carbón y mostraba al mundo un ejemplo palpable de incumplimiento brutal de lo que su Parlamento había ratificado, la reducción de emisiones, que no habían hecho más que subir desde esa ratificación?

¿Cómo podía Venezuela, que hoy se queja, apoyar un compromiso, si su negocio es vender petróleo? La solución es volver a las raíces. No podemos seguir poniendo como meta de nuestras vidas el cobrar para estar tumbados viendo la tele (el estado del bienestar). Tenemos que volver a poner como objetivo el trabajo duro. Nuestro objetivo vital no puede ser tener un coche adicional, una pantalla más de tele cada año.

Tenemos que cambiar nuestra teoría económica y nuestras ciudades. Tenemos que mirar la realidad y aceptarla. Es duro. Es el mensaje de Churchill: "Sudor y lágrimas".

Va radicalmente en contra de los políticos. Pero detuvo a Hitler.

De alguna manera, tenemos que sobrevivir como civilización.

¿Lo hacemos?

Fuente:

El Mundo Blogs

30 de septiembre de 2009

El cràneo de Hitler en realidad es el de una mujer


Mièrcoles 30 de septiembre de 2009

El càneo de Hitler... ¡no es de Hitler!

¿Còmo muriò Hitler?

Hasta hoy se suponía que Hitler se suicido de un disparo luego de
masticar una ampolla con un potente veneno: el cianuro. Era el 30 de abril de
1945, a las 16 horas apoximadamente.

Aquel día, Hitler almorzó en compañía de sus secretarias en un silencioso ambiente y después del almuerzo hizo matar a su perra
Blondie. Luego dio a su ayudante Otto Günsche instrucciones estrictas sobre la cremación de su cuerpo y el de su esposa, probablemente para evitar que fueran exhibidos como «trofeos de guerra», recordando el ultraje del cadáver de su amigo Benito Mussolini, que fue colgado desnudo boca abajo junto con el de su amante en una gasolinera de Milán, donde fue golpeado, escupido y despreciado durante días.


Adolf Hitler no se habría suicidado de un disparo y podría no haber muerto en un búnker, según una nueva investigación realizada por científicos estadounidenses. De acuerdo con los estudios de ADN realizados por un equipo de expertos de la Universidad de Connecticut, los fragmentos de un cráneo que durante décadas se han atribuido a Hitler pertenecen en realidad a una mujer de menos de 40 años. “Teníamos sospechas porque el hueso parecía ser muy delgado, mientras los cráneos de los hombres tienden a ser más robustos”, explica Nick Bellantoni, arqueólogo y coautor del estudio. Además, según el investigador, “las suturas de los platos craneales corresponden más a alguien de menos de 40 años".

Cuando falleció, en abril de 1945,
Hitler tenía 56 años. Los expertos sospechaban que el Führer se suicidió de un disparo en la cabeza junto con su pareja, Eva Braun, tras ingerir una pastilla de cianuro, evitando así ambos ser capturados por las fuerzas aliadas. El fragmento del cráneo, que muestra una marca de bala, fue sacado del búnker de Hitler en Berlín por los militares rusos y preservado durante años por la inteligencia soviética. Aunque algunos historiadores dudaron de que se disparase a sí mismo, el orificio en el cráneo parecía consolidar la teoría inicial cuando fue presentado en Moscú, en 2000. Pero el nuevo análisis genético lo cambia todo, y reabre el debate sobre si Hitler realmente murió en 1945 o si logró escapar con vida de Berlín, como sugieren algunos historiadores.

Fuente:

Muy Interesante

31 de marzo de 2008

Inroducción a la Psicología (III)

Serie_Ciencias Sociales (c)

Usted conocerá al psicólogo que abandonó los laboratorios y los tests por irse al África a estudiar, de cerca, la "psicología de los pueblos". Descubra de que manera las ideas, sobre la evolución, de Charles Darwin influyeron en la piscología.

Descubra al psicólogo que medía de todo: desde las semillas, el largo de lo brazos, la eficacia de las oraciones hasta las nalgas de las mujeres. Y todos estos descubrimientos están relacionados directamente con la eugenesia, el pretexto de Hitler para predicar la supremacía de la raza aría.

Conozca al médico que, a la edad de 37 años, es nombrado director de un asilo de enfermas mentales en Paris. Y este médico, a pesar de no conocer el tratamiento de las enfermedades mentales, se convertirá en el padre de la neurología (estudio del sistema nerviosos y sus enfermedfades). Además este médico aplicaba la hipnosis para intentar curar a sus pacientes... ¿era un charlatán o un visionario?

Además nos iniciaremos en el estudio de Freud y sus teorías.



Contenido:

Wundt
La psicología de los pueblos
Galton
El laboratorio antropométrico
Eugenesia
Charcot
Hipnosis
William James
Sigmund Freud


Reciban un fuerte abrazo de su amigo:

Leonardo Sánchez Coello
Profesor de Educación Primaria
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