Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta marea. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta marea. Mostrar todas las entradas

15 de septiembre de 2018

¿Qué importancia tuvo el matemático Doodson en el desembarco de Normandía?

El desembarco de Normandía (6 de junio en 1944), conocido como el Día D, marcó el inicio de la liberación de la Europa occidental ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.


Hitler siempre tuvo claro que se produciría un desembarco aliado en la costa atlántica francesa, concretamente en la zona del canal de La Mancha. Igual que hicieron con el cadáver encontrado en Huelva, que le costó Sicilia, la inteligencia aliada logró engañar a Hitler para hacerle creer que el desembarco de Normandía era una maniobra de distracción y que el verdadero se produciría en Calais (casi 400 Km. más al Norte).

Hitler encargó la defensa de la costa francesa a Erwin Rommel, Zorro del Desierto. Rommel mandó plantar minas, alambre de púas y obstáculos, a modo de la defensa devil’s garden (el jardín del infierno) en El Alamein (Egipto), e hizo un estudio de las mareas. Con la marea alta las defensas quedaban cubiertas y su efectividad era nula. Así que, ideó unos obstáculos que pudiesen dañar el casco de las lanchas de desembarco incluso sumergidos.

Para los americanos hubiese sido mejor, como pensaba Rommel, atacar con la marea alta para tener menos playa que cruzar bajo el fuego enemigo, pero las trampas del Rommel podrían destrozar las lanchas y quedar varadas en la playa impidiendo el desembarco del resto de las tropas. Por tanto, la mejor situación era aquella en la que la marea estuviese lo suficientemente baja que no cubriese la trampas para que los equipos de demolición las localizasen y abrir un pasillo para el desembarco, pero lo suficientemente alta para que las lanchas pudiesen descargar las tropas y luego salir sin peligro de quedar varadas por la marea baja.


El conocimiento exacto de las mareas era una cuestión demasiado importante como para dejarla al azar. Aquí es donde interviene nuestro protagonista el matemático británico Arthur Thomas Doodson. Los aliados consultaron con expertos, entre los que se encontraba Doodson, para conocer las mejores fechas para el desembarco. Doodson había construido una máquina para la predicción de las mareas, que siguió utilizándose hasta los años 60 con la llegada de los ordenadores. Con la máquina de Doodson se calculó que las fechas ideales para el desembarco eran del 5 al 7 de junio. Y se decidieron por el 6 de junio, día de mi cumpleaños.

Al inicio del film Rescatando al Soldado Ryan, podemos ver una excelente recreación del desembarco en Normandia:


Tomado de: Historias de la Historia

Y eso es todo amigos

¡Hasta la próxima!

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com
 

8 de octubre de 2014

La verdadera influencia de la Luna sobre nosotros

¿Sabes todo lo que le debemos a la Luna?
Este miércoles gran parte del mundo será testigo de un eclipse lunar total, un fenómeno que nos hará ver al satélite de un color rojo pálido. Si quieres saber desde dónde podrás verlo, encontrarás más información al final de la página*.

Allá colgada en el cielo, se atribuyen a la Luna poderes mágicos y misteriosos, como convertir a un hombre en lobo o hacer que el pelo nos crezca más rápido.

Pero más allá de los mitos, el satélite de la Tierra es en verdad único y sí ejerce una extraordinaria influencia sobre el planeta.

La orquestación de las mareas, su papel en el inicio de la vida terrestre y cómo marca el ritmo y hasta la estabilidad del mundo son algunos de los asombrosos poderes reales de la Luna.
Algunos animales son más activos y vocales con la luna llena.
Tiene el tamaño exacto y está a la distancia justa, a 402.000 km, para ser la compañera perfecta del nuestro planeta.

Pero no siempre estuvo allí, tal como explica Maggie Aderin-Pocock, científica y presentadora de televisión, además de gran admiradora lunar.

Su historia está estrechamente ligada a la de la Tierra. Es más, sin ella, probablemente, no estaríamos aquí.

Te contamos por qué.

Las mareas

Esa gran roca redonda que nos mira desde el espacio dirige las mareas en la Tierra con su fuerza de gravedad.

Como explican las leyes de la física, cuanto más cerca están dos objetos, mayor es la fuerza con la que se atraen entre sí, dice Aderin-Pocock, y eso es lo que ocurre entre nuestro planeta y su satélite.
La fuerza gravitacional de la Luna tira de los océanos y dirige las mareas.
La Luna tira de los océanos hacia ella y hace que la Tierra se abulte ligeramente: este abultamiento crea las mareas.

Pero las mareas que tenemos se deben a que la Luna está donde está. Si estuviera más cerca, la fuerza sería mayor: las mareas bajas serían más bajas, las altas harían desaparecer las ciudades costeras.
¿Cómo sería, por ejemplo, la marea alta de una luna que estuviera 20 veces más cerca?

Sería capaz de sumergir por completo ciudades como Londres o Nueva York, dice la experta en un documental de la BBC.

Parece inimaginable, pero cuando la Luna recién se había formado, estuvo una vez así de cerca y tuvo ese poder.

El origen de la vida

Hace 4.500 millones de años, un planeta del tamaño de Marte colisionó con la joven Tierra, y el choque lanzó una enorme cantidad de roca líquida alrededor, explica Aderin-Pocock.

Ese choque creó la Luna y cambió la química básica de nuestro planeta: se formó el llamado caldo de la vida, con hidrógeno, nitrógeno y carbono.

Pero aún pasaron otros 700 millones de años tras aquel impacto: la Tierra se enfrió, se formó una superficie rocosa, el vapor de agua se condensó en los océanos, y la Luna empujó esos océanos.
El choque de un gran planeta con la Tierra liberó enormes cantidades de energía.
De acuerdo al químico británico John Sutherland, fue precisamente este reflujo de mareas primitivas el que dio el puntapié inicial a la vida.

Sutherland sugiere que las primeras moléculas orgánicas se crearon a partir de estos químicos naturales, tal como le explicó a la BBC.

Para demostrar su teoría, el científico hizo experimentos en la playa: mezcló aquellos elementos primitivos y los calentó con luz ultravioleta.
Así recreó las condiciones de las charcas que deja la marea al retirarse, que se calientan con la luz del sol.
Según los científicos, la vida comenzó en las cálidas charcas creadas por las mareas.
Como resultado, obtuvo elementos de ácido ribonucleico ARN, los bloques esenciales de la vida.

En esas charcas cálidas creadas por las mareas, dice Sutherland, nació la vida hace 3.800 millones de años.

Y por eso hay que darle gracias a la Luna.

Ciclo vital

Los hombres antiguos reverenciaban la Luna y muchas culturas crearon a su alrededor leyendas, como la del hombre lobo.

Algunos creen que la luna llena nos altera, incluso que en esas noches hay más crímenes, en lo que se ha dado a llamar efecto Transilvania.

Sin embargo, esto es algo que la ciencia no ha podido comprobar.
Con cada ciclo lunar, los corales cerebro se cubren con una nueva capa ósea.
Pero sí es cierto que muchos animales se vuelven más activos, sonoros y fértiles cuando brilla la luna llena.

Los corales tropicales, por ejemplo, sincronizan su ciclo reproductivo y una noche de luna llena desovan todos a la vez.

La especie Diploria strigosa, conocida como coral cerebro, es un otro ejemplo.
Cada 29 días, con la luna llena, los corales generan una nueva capa ósea sobre la anterior y este crecimiento está dictado por la órbita mensual de la Luna.

Ritmo y estabilidad

La luna rota cada 29 días, el mismo tiempo que tarda en orbitar alredor de la Tierra y por eso nos muestra siempre la misma cara.

La Tierra, en cambio, lo hace cada 24 horas, pero hubo un tiempo en que la Tierra giraba tan rápido que un día duraba 5 horas.

La Luna, sin embargo, actuó como un freno, explica la experta Maggie Aderin-Pocock.

Desde su formación y durante miles de millones de años la fuerza gravitacional de la Luna ralentizó la rotación de la Tierra.


La Luna se está alejando de la Tierra a una velocidad de 3,78cm por año.
Y así, el mismo ritmo del planeta ha sido marcado por su satélite.

Y si la Tierra se ha ralentizado, como consecuencia, la Luna se ha acelerado.

Y eso quiere decir que se está alejando. Exactamente 3,78cm por año, según las precisas mediciones de los astrónomos.

La misma velocidad a la que nos crecen las uñas, compara Aderin-Pocock.

Eso, en el larguísimo plazo -es decir, miles de millones de años- hará que la Tierra gire más lentamente: habrá, entonces, días mucho más largos.

Y esto afectará la estabilidad del planeta.

Desde la colisión que creó la Luna, el eje la Tierra ha estado inclinado, girando a un ángulo constante de 23 grados, lo que permite las variaciones de la luz del sol y las estaciones, la estabilidad del clima, y por lo tanto el ciclo de la vida.
La estabilidad depende de la velocidad de rotación, como con una pelota de baloncesto.
Esta estabilidad depende de la velocidad de rotación del planeta, tal como se puede comprobar haciendo girar una pelota de baloncesto sobre un dedo: cuando más rápido gira, con mayor estabilidad se mantiene en su eje.

Cuando la Luna se aleje, el eje terrestre se desestabilizará y comenzará a oscilar, tanto que los polos podrían bajar hasta el Ecuador y el Ecuador ocupar la posición de los polos.
Eso volvería el planeta inhabitable tal como lo conocemos ahora.

Por eso, dicen los científicos, la Luna es un elemento fundamental para mantener la vida en la Tierra.

Y un último detalle dedicado a los fervorosos "lunáticos": la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, pero está 400 veces más cerca.

Pero por un efecto óptico, parecen, en el cielo, del mismo tamaño. Por eso son posibles fenómenos como los eclipses.

Y eso es una genial coincidencia cósmica.

*El eclipse será completamente visible desde el Pacífico sur. América del Norte y el occidente de América del Sur podrán apreciar el eclipse en horas de la madrugada. No será posible verlo desde ninguna parte de Europa, ni Medio Oriente ni África.

El eclipse parcial comienza a las 09:15GMT, el total a las 10:25GMT, el eclipse total termina a las 11:24GMT y el parcial a las 12:34GMT.

Tomado de:

BBC Ciencia

15 de julio de 2013

¿Por qué se forman olas en el mar?

  • El viento sopla con fuerza y riza sobre la superficie del mar
  • Cualquier cambio brusco de presión atmosférica produce olas
  • La ola más grande de España se registró en 2008 en el Cantábrico
Ya empezado oficialmente el verano (en Europa). Pronto muchos viajarán a la costa a disfrutar de los fenómenos únicos que se producen en el mar, como el vaivén del agua y el arrullo cuando las olas rompen en la orilla. Pocas cosas hay más relajantes.

La inmensa mayoría de las olas del mar se forman por fricción del viento en la superficie del agua. Este arrastra ligeramente el agua y se forman pequeñas rizaduras, de escasos milímetros -estas olitas también las podemos apreciar en las piscinas- que pueden seguir deformándose hasta superar el par de metros. Suelen ser olas agudas y de longitud de onda corta, como las que forma una cuerda cuando se sacude repetidas veces a gran velocidad.

Tanto afecta el viento al mar que “cualquier cambio brusco de presión atmosférica provoca una oscilación en la superficie del mar que se propaga y da lugar al típico oleaje. Es un efecto parecido al que sucede cuando tiramos una piedra en medio de un estanque: desde el punto del impacto se propaga la onda”, explica el meteorólogo José Miguel Viñas.

La naturaleza odia los desequilibrios

En general, cuanto más fuerte sopla el viento más alta es la ola que se forma. Pero no siempre es tan sencillo y para que se produzca el adecuado efecto bola de nieve para que la ola crezca en altura entran en juego muchos más factores, como la distancia del viento de la superficie del agua, su velocidad y el tiempo que mantiene estable su dirección.

Otro tipo de olas muy bajas y redondeadas de longitud de la onda muy superior a su altura y que nunca rompen en alta mar son las que forman el llamado mar de fondo.

“Los océanos y el mar están llenos de desequilibrios en forma de diferencias de temperatura, presión y salinidad entre las distintas zonas”, comenta a RTVE.es Paco Castejón, de la Real Sociedad Española de Física. “La naturaleza odia los desequilibrios, así que para intentar homogeneizarlos o al menos disminuirlos, genera turbulencias, en forma de corrientes y olas”, explica.

Así, estas olas mueven agua para transportar la información (los parámetros fisicos) que hay que igualar entre las distintas partes del océano. Mientras esto sucede, el agua de las olas no se desplaza aunque lo parezca. En realidad, se mueve de arriba hacia abajo, como cuando hacemos una ola en la grada de un estadio de fútbol. Por eso, las boyas no se mueven.

Rompen al llegar a la orilla

Las olas se rompen al acercarse a la orilla porque la profundidad disminuye. Como consecuencia la ola viaja más despacio y la cresta aumenta su altura. Llega un momento en el que la parte de la ola sobre la superficie viaja más rápido que la que viaja bajo agua, la cresta de desestabiliza y cae contra el suelo produciendo ese ruido sordo y constante que tanto nos relaja.

Nada sosegada fue la rotura de la ola más grande hasta el momento sucedida en España. Se registró en 2008, en el mar Cantábrico. Alcanzó los 20 metros de altura, “una barbaridad que difícilmente se volverá a repetir”, valora Viñas. Las circunstancias fueron excepcionales: “Se juntaron un mar de fondo generado por fuertes vientos en la zona de Terranova, al norte de Canadá, con una marea viva producida por una gran borrasca”, asegura el experto.

Fuente:

RTVE Ciencia

3 de junio de 2012

¿Por qué tenemos dos mareas si la luna sale una sola vez?


Marineros y mariscadores saben bien la importancia de las mareas. Las costas españolas viven diariamente un par de momentos de pleamar y bajamar. Y, desde el siglo V antes de nuestra era, es conocido que tiene que ver con la influencia de la Luna.

Pero, si la Luna 'sale' una sola vez al día, ¿por qué tenemos dos mareas? Según el catedrático de Física Aplicada Antonio Ruiz de Elvira, éste es un fenómeno muy complejo. Y, desde luego, no en todas las costas del mundo hay dos mareas.

El ascenso y descenso del nivel del mar diariamente es un hecho parecido a la ondulación de las cuerdas de una guitarra al ser pinzadas. Dependiendo de la posición de la Luna y el Sol, de las corrientes y la tipología de la costa, su efecto de atracción sobre el agua actúa de una manera más inmediata o dilatada en el tiempo.

Es como cuando presionamos la cuerda de una guitarra contra un traste. Según donde pongamos el dedo, así suena una nota (una frecuencia u ondulación más grande o pequeña) u otra.

Fuente:

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0