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15 de abril de 2015

Muelles y embragues para caminar más ligero ahorrando energía

Una 'exopierna' biomecánica mejora la forma de andar e incluso logra reducir el consumo energético del cuerpo sin necesidad de motores.



El embrague engrana el muelle al pisar y lo libera al levantar el pie, liberando también la energía acumulada.

Los humanos necesitaron centenares de miles de años para aprender a caminar. A lo largo de la evolución, perfeccionaron sus andares en un equilibrio tan perfecto entre biomecánica y gasto energético que, sin él, aún seguirían en los árboles. Sin embargo, un grupo de investigadores ha necesitado mucho menos para, con una ingeniosa combinación de muelles y embragues, mejorar nuestra forma de caminar.
"El sistema locomotor humano ha evolucionado a lo largo de millones de años y los humanos de hoy dan centenares de millones de pasos a lo largo de su vida", dice el investigador del departamento de ingeniería mecánica de la Universidad Carnegie Mellon (EE UU), Steven Collins. La maestría alcanzada había hecho creer que cualquier cambio en el sistema musculoesquelético humano implicaría un coste metabólico, exigiendo un mayor gasto energético. Sin embargo, había "margen de mejora", añade.
Collins, junto a ingenieros de otras dos universidades estadounidenses, ha creado lo que se podría llamar una exopiernaque hace el caminar más ligero y no exige un mayor consumo energético al cuerpo, de hecho, lo reduce. El artilugio, rematado en fibra de carbono, recuerda a una férula para tratar fracturas, pero en versión futurista. Con una base para apoyar la planta del pie y dos anclajes, uno para el tobillo y el otro para la rodilla, este dispositivo biomecánico mejora los andares. Una combinación de muelle y embrague aprovecha cada paso para ayudar en la caminata. Y lo hace sin ningún tipo de motor o energía externa.
El artículo completo en:

29 de marzo de 2015

Más de medio millón de niños mueren al año por la falta de agua potable

  • La falta de agua de calidad, potable y salubre “agrava la pobreza de los países en desarrollo” y provoca “desnutrición y muerte”
Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebró el domingo 22 de marzo, esta ong ha recordado que esta labor suele recaer en mujeres y, sobre todo, en niños en la mayor parte de países en desarrollo de África, Asia y América.

La falta de agua de calidad, potable y salubre “agrava la pobreza de los países en desarrollo” y provoca “desnutrición y muerte” hasta el punto de que “un niño muere cada minuto por no tener acceso a agua limpia”, según el comunicado.
La labor de las organizaciones no gubernamentales trata de paliar este problema y, en el caso de Plan Internacional, dedicada específicamente a la protección de los derechos de la infancia, sólo durante 2014 invirtió más de 42 millones de euros en proyectos de agua y saneamiento y en la mejora de las instalaciones higiénicas de más de 800.000 familias.
Un ejemplo es el de Rachael Adut, una madre soltera con seis hijos que tuvo que abandonar su hogar en Sudán del Sur en diciembre de 2013, cuando estalló el conflicto armado en este país africano, y en la actualidad vive en el campo de refugiados de Melijo.
“Tenía que caminar cuatro horas cada día para buscar agua en un sitio en el que no conocía a nadie…, tampoco tenía a nadie que me ayudara a cuidar de mis hijos mientras, así que los niños no podían comer hasta que yo no volvía con el agua para preparar su comida”, explica Adut.
Ahora la situación es diferente, gracias a los 3 pozos de agua y 56 letrinas que ha construido Plan Internacional en este campamento para que los desplazados no tuviesen que recorrer tan largas distancias y además, para recoger agua contaminada en el río más cercano.

Diversas enfermedades

Imagen cedida por Plan Internacional de niños que van en busca de agua al río. EFE
Imagen cedida por Plan Internacional de niños que van en busca de agua al río. EFE
Aún así, esta rutina es la habitual para cientos de millones de personas que sufren por ello diversas enfermedades como la diarrea o la fiebre tifoidea, especialmente entre los menores de cinco años de edad.
“Aunque la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de un 89% de cobertura de agua potable a nivel mundial se alcanzó en 2012, aún hay 45 países que no han conseguido este objetivo y se prevé que no lo lograrán hasta 2026″, según los cálculos de la ong.
Concha López, directora general de Plan Internacional en España, ha asegurado que “el acceso al agua potable en una comunidad mejora de manera decisiva aspectos como la educación y la igualdad de género” y que contar con un punto de agua cercano al hogar “mejora los índices de asistencia al colegio y contribuye al cumplimiento de otro Objetivo de Desarrollo del Milenio: garantizar la educación primaria universal”.
Los programas de agua de esta organización se extienden a proyectos contra enfermedades como la malaria o el cólera en diversos países del mundo como en la región de Kayes (Malí), donde una de sus iniciativas, financiada por la UE, contribuye actualmente a la distribución de agua de calidad entre unas 20.000 personas gracias a la instalación de sistemas de bombeo con energía solar. EFEverde
Tomado de:


17 de marzo de 2015

El síndrome de fatiga crónica sería un trastorno biológico

Después de décadas de investigación, los investigadores finalmente han descubierto cambios inmunes distintos que se producen durante el síndrome de fatiga crónica, lo que demuestra una vez por todas que es algo más que "agotamiento" o una condición psicológica. El estudio fue publicado en Science Advances.

En enero, se le cambió el nombre a “enfermedad de intolerancia sistémica al esfuerzo” y se realizó un listado de criterios para poder diagnosticar la enfermedad. En otros países, como Australia y el Reino Unido, la afección se conoce médicamente como encefalomielitis miálgica (ME). Pero a pesar de estas etiquetas clínicas, los científicos han luchado para encontrar los cambios biológicos asociados a la enfermedad.

Así que los investigadores de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia decidieron investigar. Analizaron el plasma sanguíneo de 298 pacientes con fatiga crónica, y la compararon con 348 controles sanos. Después de ajustar los niveles de estrés y las influencias del sistema inmunitario conocidas, como la edad y el sexo, el equipo encontró patrones específicos en 51 biomarcadores inmunológicos que están asociados con la enfermedad.


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Foto: ELBLOGDELASALUD


"Ahora tenemos pruebas que confirmen lo que millones de personas con esta enfermedad ya saben, que esta condición no es psicológica", dice Mady Hornig, autor del estudio, en un comunicado de prensa. "Nuestros resultados deben acelerar el proceso de establecer el diagnóstico, así como el descubrimiento de nuevas estrategias de tratamiento”.

Curiosamente, también encontraron que había patrones únicos en pacientes que habían tenido la condición por tres años o menos, lo que ayuda a comprender mejor las causas de la enfermedad. Estos primeros pacientes habían aumentado cantidades de moléculas inmunes llamadas citoquinas”.

"Este estudio ofrece lo que se nos ha escapado durante tanto tiempo: una evidencia inequívoca de la disfunción inmunológica en EM/SFC y biomarcadores de diagnóstico para la enfermedad", destaca el autor principal W. Ian Lipkin, también profesor de Epidemiología en la Escuela Mailman de Columbia. "La pregunta que estamos tratando de abordar en un proyecto paralelo del microbioma es qué desencadena esta disfunción", adelanta.

De hecho, ya hay fármacos que son conocidos para amortiguar el comportamiento de citoquinas en el mercado, lo que podría ser probado contra la fatiga crónica en el futuro. El equipo espera ahora a publicar los resultados de un segundo estudio que han estado haciendo, en el que también buscan la raíz de los cambios biológicos que produce la enfermedad.
Tomado de:

12 de noviembre de 2014

La mujer que discute con su reflejo

Un equipo de científicos indios documenta el caso de cinco pacientes que no solo no se reconocen en el espejo, sino que discuten con su propia imagen. Aunque las razones pueden ser variadas, un daño en el lóbulo parietal derecho del cerebro puede ser la causa de estos trastornos.

La paciente tiene 62 años y acudió al hospital porque tenía frecuentes olvidos y se perdía fuera de casa. Sus familiares la encontraban a menudo conversando la imagen del espejo, así que la llevaron para que pasara un reconocimiento médico. El equipo del doctor Chandra Sadanandavalli hizo diversas pruebas a la mujer y comprobó que era capaz de reconocer las caras de las personas más allegadas, así como la de personajes famosos, y que no tenía ningún tipo de afasia o apraxia. Entonces, como se aprecia en el siguiente vídeo, los médicos le pusieron ante un espejo de 45 x 45 cm:



El artículo completo en:

Vox Populi

6 de noviembre de 2014

El consumo de leche contribuye a una muerte prematura y a las fracturas

¿Sabías que somos la única especie animal que bebe leche a lo largo de toda su existencia? Pues sí, todos los mamíferos maman leche de sus madres durante su corta infancia, pero nosotros, los seres humanos, bebemos leche durante toda nuestra vida, y esto es así desde que nos volvimos sedentarios y descubrios la ganadería, pero siempre existiò un debate sobre la pertinencia de beber leche.

Un reciente estudio saliò a desmitificar las bondades de la leche, y casi al mismo tiempo (lo cual deja bien en claro los rápidos reflejos de la gran industria láctea global y de sus tentáculos con la prensa) salió un artículo en la BBC donde se hablaba de los beneficios de la leche (lea el artículo de la BBC aquí)

Los dejo con el rtículo de RT Actualidad que está dando la vuelta al mundo para que lo comparen con e informe de la BBC.





Durante 11 años investigadores suecos monitorearon los hábitos alimenticios de más de 45.000 hombres y durante 20 años de unas 60.000 mujeres y descubrieron que el consumo de tres vasos diarios de leche no protege los huesos contra las fracturas e incluso hace aumentar el riesgo de muerte prematura, revela un nuevo estudio publicado en la revista 'British Medical Journal.


Se señala que los efectos más pronunciados se registraron en las mujeres: el consumo excesivo de leche multiplicaba casi por dos las probabilidades de morir a causa de enfermedades del corazón y hacía aumentar el riesgo de sufrir fracturas de cadera. Los autores del estudio suponen que la galactosa, un azúcar simple que es uno de los componentes básicos de la leche, provoca una respuesta inflamatoria que hace que los huesos sean más frágiles.

Durante la investigación los científicos intentaron tener en cuenta cualquier otro factor que pudiera afectar negativamente la salud de los voluntarios, como el tabaquismo, el índice de masa corporal, la dieta y el ejercicio, el uso de suplementos dietéticos, etc. Sin embargo, algunos expertos creen que en el resultado del estudio podrían haber influido algunos factores que los autores ignoraron.

Por ejemplo, cuando comenzó el estudio la edad de las mujeres participantes era de 39 a 74 años, y la de los hombres de 45 a 79, por lo que no es nada sorprendente que un número significativo de voluntarios muriera en el transcurso de las dos décadas que duró el estudio, escribe el diario 'The Telegraph'.

Además, la profesora Susan Lanham-New, directora del Departamento de Ciencias de la Nutrición en la Universidad de Surrey (Reino Unido), señaló que en Suecia la leche se enriquece con vitamina A, por los que el resultado no puede extrapolarse a otras partes del mundo. 

Fuente:

RT Actualidad

26 de octubre de 2014

Trasplantes para volver a andar, un arma de doble filo

Un parapléjico ha logrado caminar de nuevo tras un trasplante de células olfatorias de su cerebro. Los expertos resaltan la validez científica del hallazgo, pero alertan ante un posible 'boom' de terapias sin fundamento en Europa y Asia.

Darek Fidyka camina con su andador en el Centro de Neurorehabilitación AKSON, en Wroclaw (Polonia). / AFP

En 2010, a Darek Fidyka le asestaron una puñalada que le dejó paralizado de pecho para abajo. La hoja le había cortado parte de la médula espinal. Cuatro años después, Fidyka ha logrado volver a caminar con ayuda de un andador tras recibir un trasplante con células olfativas extraídas de su propio cerebro.

El logro, publicado hoy en la revista científica Cell Transplantation, supone un hito médico que se llevaba persiguiendo durante años y que nadie había conseguido confirmar. Estos trasplantes han estado rodeados de polémica, pues la falta de pruebas sobre su efectividad no evitó la aparición del llamado turismo de células madre en el que pacientes desesperados acuden a supuestas clínicas para recibir tratamientos que no tienen ninguna validez clínica. La publicación del caso de Fidyka aporta fiabilidad científica y esperanza hacia la posibilidad de que estos trasplantes puedan usarse en un futuro como terapia, pero también podría originar un nuevo boom de falsas terapias sin pruebas en países como China, Rusia, Portugal o Alemania, advierten los expertos.

“Cuando no puedes sentir casi la mitad de tu cuerpo, te desesperas, pero cuando empiezas a sentirlo de nuevo es como si volvieses a nacer”, ha dicho Fidyka al programa de televisión Panorama de la BBC, que ha seguido su caso. El paciente, tratado en Polonia, también ha comenzado a sentir parte de sus sistema digestivo y su aparato sexual. Antes del trasplante, Fidyka no tenía movilidad ni sensibilidad por debajo del punto donde recibió la puñalada.

La operación a la que se sometió Fidyka no es sencilla. Se basa en el uso de células extraídas de la glía envolvente del bulbo olfativo, las que nos ayudan a tener sentido del olfato y que se encuentran en dos bulbos del cerebro situados encima de la nariz. A finales de los años noventa se comenzaron a publicar los primeros estudios en animales que apuntaban a que un autotrasplante con estas células podía reparar lesiones medulares. Científicos españoles fueron pioneros en algunos de estos estudios. Pero replicar el hallazgo en humanos no fue tarea fácil y hasta ahora ha llevado al descrédito a más de uno, pues no lograban demostrar que funcionasen. En este sentido, el caso de Fidyka es un hito por su validez científica, según los expertos.

El artículo completo en:

25 de octubre de 2014

Un calcetín conectado para ayudar a los enfermos de Alzheimer


Kenneth Shinozuka es un joven adolescente americano de quince años, que se sorprendió cuando una madrugada, hace unos cuantos años, una patrulla de policía de su localidad trajeron a su abuelo de vuelta, indicando que le habían encontrado deambulando por la calle a unos cuantos kilómetros de distancia.

Tras este acontecimiento el octagenario fue diagnosticado de la Enfermedad de Alzheimer, y el propio Shinozuka cuenta que, entonces, se le encendió la bombilla: quería investigar para encontrar algún nuevo artilugio que facilitase la vida de los enfermos de Alzheimer, sin olvidar la cuestión de los miembros familiares más cercanos. Y ha sido en septiembre cuando ha sido uno de los proyectos presentados al Google Sciente Fair, tras haber ganado otros premios en revistas especializadas.

El artículo completo en:

Xakata Ciencia

15 de agosto de 2014

La lucha de Google contra las enfermedades mortales

  • Una base de datos de la química corporal de las personas sanas para detectar y sanar procesos dañinos.

  • 175 voluntarios sanos se someterán a exámenes médicos para detectar similitudes y recopilar biomarcadores.



Las aspiraciones de Google no tienen límite, son tan ambiciosas que suelen tratar de superar las barreras del conocimiento humano, aunque ya lo dijo Ortega y Gasset: "sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos". 

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Para pensar en grande está Google-X, esa división "semi-secreta" del gigante de Internet con la que muy pocos pueden contactar, cómo ha podido experimentar este diario al intentar conseguir, sin éxito, una entrevista con su director, Andrew Conrad.

Esta sección dedicada a la innovación salió a la luz a raíz de la creación de las famosas gafas inteligentes Google Glass y, hasta ahora, los proyectos que ha hecho públicos este departamento se han basado en ideas comerciales que podrían hacer a la compañía todavía más gigante, como los coches que se conducen solos o las lentes de contacto inteligentes. Sin embargo hay también altruismo en la división del inaccesible Conrad. El llamado 'Baseline Study' (Estudio de la "Línea de Base") es un proyecto sin interés comercial que acaba de arrancar, según ha afirmado Google, con el que pretenden crear una base de datos de biomarcadores humanos sanos, es decir, de la química celular en común de estos cuerpos saludables, que será accesible a todos los investigadores para luchar contra las enfermedades mortales. "Esta investigación pretende ser una contribución a la ciencia, no tenemos intención de generar un nuevo producto Google", explican desde la compañía.

La finalidad del estudio es, básicamente, intentar comprender el funcionamiento del organismo de las personas saludables para poder esquivar las enfermedades. Los científicos de las Escuelas de Medicina de las Universidades estadounidenses de Standford y Duke, socios de Google-X en este proyecto, se centrarán en estudiar la biología celular y molecular de las personas sanas para buscar biomarcadores en común, es decir, definir qué es lo que hace que esas personas no padezcan enfermedades mortales

En este aspecto, el proyecto marca un antes y un después en estudios de medicina, pues hasta ahora sólo se habían buscado marcadores de personas en estado avanzado de su enfermedad. "Esta investigación podría darnos pistas sobre cómo el cuerpo humano se mantiene saludable o enferma, lo que podría a su vez producir algún día poderosas perspectivas sobre cómo se entienden las enfermedades para detectarlas y tratarlas", explica Andrew Conrad en un comunicado de Google. En este sentido, uno de los expertos de Stanford, Sanjiv Sam Gambhir, afirma que "los recientes avances en tecnología y obtención de biomarcadores nos ofrecen una oportunidad sin precedentes para un continuo control del estado de salud y de la transición del estado de salud al estado de enfermedad".

Estudio piloto

El Comité Ético de Investigación Clínica (IRB, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde a la investigación, Baseline sólo acaba de empezar. El socio clínico de Google, del que todavía no se ha revelado el nombre, estará trabajando durante el verano para "reclutar" a 175 personas saludables a las que someterán a un examen médico similar a los que se realizan en atención primaria, incluyendo recogida de fluidos corporales.

La empresa de Larry Page ha querido explicar que este proyecto surge ante la creencia general de las personas a pensar en "salud" y "enfermedad" como dos estados distintos, pues cuando una enfermedad es diagnosticada el paciente lo siente como un estado "súbito". Pero, en realidad, "la química de nuestro cuerpo se mueve poco a poco a lo largo de un continuo que va desde un estado de salud a un estado de enfermedad, y sólo tenemos síntomas observables cuando ya estamos en un estado avanzado de ese continuum, después de que la química del cuerpo haya cambiado". 

Los expertos de Google explican que, por lo general, los médicos solo pueden tratar la enfermedad una vez que aparecen los síntomas, "pues la profesión médica no entiende qué ocurre a nivel molecular en un cuerpo que comienza a enfermar". Baseline pretende detectar enfermedades, e incluso impedirlas, mucho antes de que se produzcan gracias a la capacidad de detectar que el cuerpo se está "alejando de una química saludable". Los expertos esperan "lograr un mapa de referencia de esta química, lo que en medicina se conoce como 'biomarcador', para que llegue a convertirse en una herramienta que podría inspirar muchas más investigaciones". 

"Encontrar estos biomarcadores podría acelerar el ritmo de la investigación clínica en las próximas décadas y permitir el desarrollo de nuevas pruebas y técnicas para la detección y prevención de la enfermedad", explica uno de los investigadores de la Universidad de Duke, Donald F. Fortin. Además, desde Google-X se espera que a largo plazo el estudio "ayude a los médicos a encontrar nuevas formas y dinámicas para mantenernos sanos".

Fuente:

El Mundo Ciencia

9 de agosto de 2014

El peligro de un apretón de manos

¿Puede conllevar algún riesgo un gesto tan simple como un apretón de manos? Así lo sugiere un estudio de la Universidad de Aberystwyth (Reino Unido) que afirma que este tipo de saludo puede ayudar a la propagación de los gérmenes.
Si queremos evitar este riesgo, la forma más higiénica de saludar a otras personas es chocar los puños en vez del clásico apretón de manos. De esta manera, según los investigadores, disminuyen los riesgos de transmisión de gérmenes.
Para llegar a esta conclusión los investigadores emplearon guantes de goma cubiertos con la bacteria Escherichia coli (también conocida como E. coli) y realizaron pruebas de distintos tipos de saludo desde el choque de palmas, el tradicional apretón de manos o el choque de puños, muy habitual en el mundo del rap.

Los resultados, publicados en la revista American Journal of Infection Control revelaron que dar la mano supone el saludo con mayor riesgo de infección, ya que las bacterias pueden ser transmitidas directamente de mano a mano. De todas las pruebas realizadas, el saludo del choque de puños redujo la propagación de los gérmenes hasta en un 90%, convirtiéndolo en el más confiable.

Las personas rara vez piensan en las consecuencias para la salud de darse la mano. Si el público en general comenzara a saludarse con un golpe de puños, existiría un auténtico potencial para reducir la propagación de enfermedades infecciosas”, afirma Dave Whitworth, líder del estudio.
Fuente:

Muy Interesante

20 de julio de 2014

El hombre que convenció al mundo de que la alergia existía

Niña estornudando

La alergia al polen suena a una enfermedad ancestral. Pero, de hecho, hace dos siglos nadie había oído escuchar de ella. Tomó el esfuerzo de un hombre, quien la sufrió en carne propia, para convencer al mundo médico de lo que estaba sucediendo.

John Bostock, un médico inglés nacido en Liverpool que ejerció en Londres, se pasó su carrera académica observando fluidos corporales, con un interés particular en la bilis y la orina.
Cada junio, desde que tenía 8 años, sufría de catarro -que es cuando se bloquea el seno maxilar y hay una sensación generalizada de pesadez y cansancio. Esa puntualidad siempre lo había dejado perplejo.

En 1819, a los 46 años, Bostock presentó un estudio a la Sociedad Médica y Quirúrgica llamado "Caso de enfermedad periódica en los ojos y el pecho". En él describía a un paciente llamado "JB", un hombre "de hábitos repuestos y bastante delicados". Se trataba de un artículo sobre él.

Bostock presentó los síntomas que todavía hoy en día afectan a quienes sufren de alergia al polen -o rinitis alérgica- y algunos de los tratamientos que había intentado para aliviar su agonía.

Estos incluían desangrados, baños de agua fría, tomar opio e inducirse el vómito. Nada había funcionado.

"Bostock era lo que llamaría un 'caballero científico'. Su motivación era muy personal", señala Max Jackson, profesor de historia de la medicina de la universidad de Exeter.

"Había un deseo para encontrar una cura, pero también la necesidad de esparcir el conocimiento de lo que estaba sufriendo. Es por estas razones que Bostock nos dio una descripción muy clara de lo que estaba pasando".

Bostock intentó ampliar su base de investigación, y para ello pasó los siguientes nueve años buscando a otras víctimas de la afección. Sorprendentemente, considerando la prevalencia actual de esta enfermedad, este científico sólo encontró 28 casos relevantes para su trabajo.

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BBC Ciencia

7 de junio de 2014

La indígena peruana que creía que estaba embrujada pero tenía sida


Además de sida, Nela Kuja Chumpi tiene tuberculosis, Hepatitis C y desnutrición crónica.

La fragilidad de Nela Kuja Chumpi contrasta con las enormes paredes del Hospital público Arzobispo Loayza, en Lima. Tiene 30 años, pesa 33 kilos, acaban de diagnosticarle sida.

Es tan delgada que con los dedos de una mano se puede rodear su tobillo. En marzo dejó su comunidad indígena de Achu, en la selva nororiental de Perú, porque los malestares no le permitían ni caminar. "Me cansaba mucho, mi cabello se caía, tenía diarreas, náuseas y me dolía el cuerpo", le dice en awajún a BBC Mundo.
No habla ni entiende castellano. Su familia asumió que sus males eran producto de una brujería y que sólo en Lima la podían ayudar.

Los síntomas comenzaron el año pasado –no puede precisar más. "Creía que era sólo cansancio, pero bajé mucho de peso", le dice a nuestro intérprete.

Acudió entonces al centro de salud y le dieron analgésicos. Luego, sus familiares le hicieron tomar hierbas contra "el daño". Nada ayudó, ya no podía siquiera cuidar a sus hijos.

En la comunidad recaudaron fondos para apoyarla, entonces, dejó a sus cuatro niños con su suegra y, junto a su esposo Eloy Tsejem Atsuam, emprendió un viaje de cuatro días, por río y tierra, desde la provincia de Condorcanqui, en la frontera con Ecuador, hasta la capital.

No hay un término en el idioma awajún para definir el virus de VIH que causa el sida. Los indígenas tuvieron que inventarlo: jata VIH ajawai, llaman al que tiene el virus; y casi siempre este concepto va acompañado de jata susamu, el que está embrujado. 

A Nela Kuja, que se creía embrujada, ningún centro de salud cercano le pudo dar una explicación a sus males. Tuvo que llegar a Lima para que le diagnosticaran un avanzado estado de VIH, pero también, un cuadro de tuberculosis, Hepatitis C y desnutrición crónica. "Aquí me voy a curar, ya me siento bien", dice la mujer awajún. La misma semana de marzo que le diagnosticaron su enfermedad, a su esposo le informaron que también era seropositivo.

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BBC Salud

Síndrome de Williams: el sindrome opuesto al del autismo

Características psicológicas del síndrome de Williams

  • Necesidad de llamar la atención, particularmente en las fiestas.
  • Audición extremadamente sensible: desde sirenas, autos, aspiradoras, secadores de mano y fuegos artificiales hasta el zumbido de las abejas.
  • Trastorno de déficit de atención.
  • Afinidad por la música.
  • Dificultad para las relaciones espaciales, los números y el razonamiento abstracto.
  • Deseo de agradar y ser útil.
  • Capacidad para evaluar y reaccionar ante situaciones sociales sin entenderlas.
  • Retraso para aprender a caminar, hablar y usar el baño.


Chris Steel, foto de la fundación Mind the Gap

"Si quiero salir a la calle a hacer cosas me pongo muy ansioso. Vivo con mi madre porque no quiero estar solo. No puedo hacer dinero, y desearía poder".

Chris Steel tiene 40 años, es increíblemente amigable y encantador. Su momento más feliz es cuando está es un escenario actuando en obras como "Rebelión en la granja", de George Orwell.
De niño, su carácter bondadoso lo llevó a la cabecera de la cama de una de las víctimas de la tragedia en el estadio de Hillsborough en Sheffield, ocurrida en 1989, en la que 96 personas murieron aplastadas por una avalancha durante un partido entre los clubes ingleses Liverpool y Nottingham Forest.

Lo hizo con tanta compasión y diligencia que la entonces primera ministra Margaret Thatcher le hizo un reconocimiento.

Pero Steel es incapaz de salir solo, una vez lo hizo y su naturaleza extravertida hacia los desconocidos y la dificultad de entender cuándo está en peligro hizo que le diera su teléfono a un desconocido, que se lo robó.

Sufre de ansiedad severa y necesita que las personas que le rodean lo reconforten constantemente.
 
"Bueno atrayendo a gente" 

Chris sufre del síndrome de Williams (SW), un raro trastorno genético que se crea por la pérdida del material genético del cromosoma 7. Con frecuencia se lo conoce como "el opuesto al autismo".

Las personas con SW son empáticas, sociables, amigables y adorables, pero tienden a tener un coeficiente intelectual bajo, lo que hace que tareas como contar dinero sean algo difícil.

Pueden sufrir de ansiedad extrema ante estímulos como el zumbido de una abeja o la textura de las comidas.

En algunos casos la necesidad de que los reconforten hace que estos niños, de hogares donde son queridos, llamen a emergencias para fingir alguna situación, todo por su anhelo de atención de los adultos.

El SW, que se identificó por primera vez en 1961, también puede causar problemas cardíacos, retrasos en el desarrollo y dificultades para el aprendizaje.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

31 de mayo de 2014

El hombre que quiere curar el cáncer imprimiendo virus



Se podría decir que Andrew Hessel cultiva la apariencia de un visionario. Expone sus ideas con una voz sugerente, viste de negro de pies a cabeza y luce una barba salpicada de canas que le da un cierto aire a Steve Jobs. Pero no es su perfil sino su ambición lo que le distingue de los demás ponentes en la reunión de innovadores que se celebra esta mañana en los salones de la Sociedad Histórica de Nueva York.


Hessel está aquí para explicar cómo se propone curar el cáncer antes que las grandes empresas farmacéuticas: detectando primero virus capaces de matar sólo las células tumorales y fabricarlos después artificialmente en un laboratorio con la ayuda de una impresora 3D. «Se llaman virus oncolíticos y los científicos experimentan con ellos desde hace décadas», explica a EL MUNDO unos minutos después de su conferencia. 

«Son patógenos muy débiles que infectan las células cancerosas y dejan intactas las células sanas. Algunas empresas empiezan a aprovecharlos con éxito en algunos ensayos clínicos. Lo que nadie ha logrado es diseñar esos virus en un ordenador y fabricarlos a la medida de cada paciente». 

Hessel no tiene familiares directos que hayan muerto de cáncer. Pero es consciente de la naturaleza de la quimioterapia, que mata por igual a las células sanas y a las cancerosas y provoca en el enfermo un sinfín de efectos secundarios. «Es como arrojar una bomba nuclear sobre Nueva York para acabar con una banda de delincuentes», dice sonriente. «Estoy seguro de que podemos dar con un método mejor». 

Lanzar al mercado nuevos fármacos es un proceso tortuoso que requiere décadas de ensayos clínicos y el visto bueno de las autoridades. Por eso Hessel no aspira a comercializar medicinas, sino a diseñar soluciones concebidas a la medida de cada paciente con la ayuda de los avances de la ingeniería genética y del poder creciente de la computación. 


Virus fabricados por Andrew Hessel en su laboratorio.
 
Virus fabricados por Andrew Hessel en su laboratorio. AUTODESK

«Primero extraeríamos una muestra de las células tumorales de una persona y después adaptaríamos los virus hasta desarrollar una terapia capaz de eliminarlas de un modo seguro», explica. «Sólo entonces inocularíamos los virus en esa persona. Al principio el tratamiento será gratuito para aquellos enfermos que quieran someterse a él. Pero mi objetivo es crear un modelo de suscripción similar al de Spotify en el que el cliente pague una pequeña cuota anual a cambio de tener acceso a la terapia cuando le detecten un tumor».

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El Mundo Ciencia

22 de mayo de 2014

Las ciudades nos enferman

  • En los últimos 20 años, la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en Europa

  • Muchos investigadores analiza cómo el entorno moldea indicadores de salud o enfermedad

  • Iniciativas como el préstamo público de bicicletas tiene un efecto positivo en la salud


Contaminación vista en el 'skyline' de Madrid

 ¿Cuándo fue la última vez que paseó por un parque? ¿A qué distancia de su casa está? ¿Cuánto tiempo tarda en desplazarse al trabajo? ¿Lo hace en bicicleta, andando, en coche...? Todos estos pequeños gestos cotidianos influyen en nuestra salud de manera más palpable de lo que podamos imaginar y a la ciencia le preocupan de manera creciente. 

"Cada vez está más claro que el campo de acción de la Medicina ha desbordado los límites del hospital y del centro de salud", explica a EL MUNDO Manuel Franco, investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Como él, son muchos los investigadores que han puesto su foco de estudio en nuestros barrios, ciudades, en cómo el entorno físico en el que vivimos moldea indicadores como la tensión arterial, la función pulmonar o el riesgo de enfermedades como el cáncer o la diabetes.

"La salud debe ser parte de las consideraciones cuando se planifica urbanísticamente una ciudad", coincide desde Ginebra María Neira, responsable del departamento de Salud Ambiental de la Organización Mundial de la Salud. "Y es necesario implicar a arquitectos, alcaldes, urbanistas... para definir lo que se puede ganar o perder en términos de salud".

Este desbordamiento de fronteras se nota también en la incorporación a estos estudios de salud de expertos de disciplinas hasta ahora muy alejadas, como el urbanismo, la sociología, la economía... "Es verdad que cuando vas a pedir financiación para un tema de estos chirría un poco", admite Franco, que ha recibido un millón y medio de euros del European Research Council para estudiar cómo influye la geografía de 90 barrios de Madrid en la salud de sus habitantes. Y entendiendo por geografía desde la disponibilidad de espacios verdes al número de puntos de venta de tabaco, restaurantes de comida rápida o carriles bici.
Precisamente, en febrero la revista Health and Place publicaba un trabajo estadounidense en el que se mostraba que los niños que viven cerca de establecimientos de comida rápida tienen mayor riesgo de obesidad.

Como explica Mark Nieuwenhuijsen, del Centro de Salud Ambiental de Barcelona (CREAL), hay numerosos estudios ya publicados en los que se demuestran los beneficios de la cercanía de espacios verdes en parámetros tan dispares como la ansiedad, la calidad de sueño, la salud cardiovascular, la longevidad, mortalidad o tasa de partos prematuros. "Pero no sabemos exactamente los mecanismos por los que esto se produce, no sabemos si es porque estas personas tienen menos estrés, realizan más actividad física, tienen una mayor red de contactos sociales o respiran menos contaminantes", admite.

Para tratar de dar una respuesta a esta cuestión Nieuwenhuijsen y su equipo están llevando a cabo el estudio Phenotype con 5.000 personas residentes en cinco ciudades europeas diferentes (entre ellas, Barcelona). "Hemos visto ya que la cercanía a espacios verdes reduce el riesgo de bajo peso al nacer y mejoras en el estado cognitivo o las tasas de obesidad de los niños", explica este investigador.

Ambos coinciden en que estos trabajos de ecología urbana tienen un protagonismo creciente en la comunidad científica, donde cada vez más equipos tratan de indagar en la cuestión. "No obstante, el 75% de la población mundial vive ya en áreas urbanas", subraya Nieuwenhuijsen. Y aunque podría simplificarse pensando que la población de áreas rurales tiene mejor estado de salud, el investigador holandés afincado en Barcelona reconoce que no se puede comparar, porque existen muchos otros indicadores, "como una mayor lejanía a los servicios de salud. Además, la población rural no está expuesta a los espacios verdes durante todo el tiempo". Según datos de la OMS, en los últimos 20 años la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en los países europeos, mientras que la población lo ha hecho sólo un 6%.

"En el centro de Madrid, la Plaza de Olavide está siempre llena de gente; en cambio, si colocas esa misma plaza en un barrio nuevo, de las afueras, probablemente esté vacía la mayor parte del tiempo", explica Franco. "No sabemos si es porque la gente en ese barrio no se conoce, o porque no hay tradición... Urbanísticamente es la misma plaza, con los mismos columpios para los niños, los bancos para sentarse, pero allí no funciona", explica este especialista. "Sabemos que si estás en la calle, la gente no está en el sofá, así que eso tiene beneficios por sí solo, aunque no esté haciendo ejercicio".

De hecho, sus primeras entrevistas cualitativas demuestran que no sólo son importantes los espacios verdes, sino también las zonas urbanas para pasear. "Lo que hemos visto en las entrevistas es que para las personas mayores es importante también poder ver tiendas, jaleo social. Es lo que llamamos el land mix use, que la ciudad sea el espacio en el que vivimos, paseamos, compramos... Eso es lo que diferencia Chamberí [un barrio céntrico de Madrid] del Ensanche de Vallecas [un PAU a las afueras], que allí la gente coge el coche para ir a un bar a tomar una cerveza. Tenemos que convertir las ciudades en lugares donde la gente pueda pasear despacio, cuando más despacio van las ciudades, más agradables son para las personas".

Como añade Neira por su parte, las enfermedades crónicas son una pata importante del binomio urbanismo-salud ("no podemos decirle a la gente que haga actividad física si la ciudad se mueve en el límite de lo peligroso"); el otro es la contaminación. "La contaminación es ya responsable de siete millones de muertes al año en el mundo, y si no planificamos las ciudades para reducir el uso del coche evidentemente estamos perdiendo oportunidades".

Tanto Franco como Nieuwenhuijsen coinciden en que convertir las ciudades en espacios saludables, pensados para las personas y no para los coches, es un reto desde el punto de vista político y urbanístico. Copenhague es un buen ejemplo de ello. "No pensemos que en Dinamarca la gente ha ido siempre en bicicleta, el urbanista Jan Gehl tiene buena culpa de ello", recuerda Franco, aludiendo a la reorganización del tráfico promovida por este urbanista que logró convertir la capital danesa en una de las ciudades con mayor número de bicicletas del mundo, donde el 30-40% de los desplazamientos se producen sobre dos ruedas (frente al porcentaje de ciudades españolas como Madrid o Barcelona, con apenas el 2%).
"No se puede comparar directamente la salud entre Copenhague y Barcelona sólo por la diferencia en el número de bicicletas, porque existen otros parámetros que influyen. Pero sí se han comparado diferentes cohortes danesas en las que se demuestra que el uso de la bicicleta mejora la salud cardiovascular", afirma el especialistal del CREAL. Incluso teniendo en cuenta el posible riesgo de accidentes derivado de las bicicletas, la actividad física de quienes van a trabajar en este medio de transporte repercute positivamente en parámetros como las tasas de cáncer, diabetes o presión arterial. 

Así se ha demostrado también recientemente en Londres, donde un trabajo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical demostró en la revista British Medical Journal que el sistema público de préstamo de bicicletas tiene un efecto general positivo en la salud (incluso descontando el riesgo de accidentes), "probablemente por la reducción de ciertas patologías que se benefician de la actividad física", concluía el análisis de James Woodcock.

"Desafortunadamente, las ciudades se diseñan pensando en cómo evitar atascos, y cómo llegar rápido de casa al trabajo en coche", lamenta el investigador, "no se piensa en los ciclistas ni peatones, y eso que tendría beneficios directos para las ciudades, como menores tasas de contaminación o de ruido".

"Las ciudades no están diseñadas para hacer ejercicio en el día a día, y los lugares de trabajo cada vez están más alejados", explica Nieuwenhuijsen, todo lo cual contribuye a las tasas de sedentarismo que tanto preocupan a la OMS (con tasas en torno al 60% en los países desarrollados) responsables de 3,2 millones de muertes anuales en el mundo.

A los beneficios físicos habría que sumar también los efectos psicológicos. De nuevo en Reino Unido, un estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas observó que los ciudadanos que usan el transporte público a diario para ir a trabajar tienen más riesgo de ansiedad. Por cada minuto adicional de desplazamiento empeoraban las sensaciones en una escala que valora la calidad de vida; mientras que en EEUU se ha asociado cada hora en el coche a un aumento del 6% del riesgo de obesidad.

"Si comparamos Europa con el resto del mundo, salimos bien en la foto, porque las ciudades europeas han experimentado un cambio radical en las últimas décadas", señala Neira; "pero si nos comparamos con nosotros mismos y con dónde podíamos estar, aún necesitamos mejorar", concluye la responsable de la OMS.

Fuente:

6 de mayo de 2014

Las búsquedas en la Wikipedia ayudan a predecir epidemias

Los datos de uso de los artículos de la Wikipedia relacionados con la gripe coinciden con la evolución de enfermedad en EEUU. Estas predicciones se muestran más robustas que las que realiza Google y además se realizan con datos abiertos.


El uso de herramientas sociales —redes como Twitter o buscadores como Google— para predecir el comportamiento de las masas se está desarrollando cada vez más en nuestros días. Empezó siendo una serie de experimentos en el ámbito académico pero ya se está trabajando con ellas desde numerosas empresas y organismos para aprovechar toda la sabiduría del big data: millones de internautas haciendo lo mismo a la vez tiene que indicar algo. El problema es calibrar, ajustar lo que verdaderamente significa una avalancha de tuits o de búsquedas en un sentido, en un momento, en un lugar. La última herramienta en sumarse a la fiesta de los datos sociales ha sido la Wikipedia, después de que unos investigadores de la Escuela Médica de Harvard hayan determinado que su uso es capaz de predecir con precisión, en tiempo real, la llegada de los brotes de gripe en EEUU.

Dado que esta enciclopedia online está muy presente en nuestras vidas, parece lógico pensar que determinados picos o tendencias de uso pueden suponer que cuando el río suena, agua lleva. No en vano, la Wikipedia es ya la primera fuente de información médica entre los pacientes y los propios trabajadores sanitarios. Si en un determinado día se disparan significativamente las búsquedas sobre una dolencia contagiosa, esto debe suponer que hay una epidemia gestándose.

Los investigadores David McIver y John Brownstein se centraron en las visitas que recibieron 35 entradas de la Wikipedia en inglés relacionadas con la gripe: desde “resfriado común” hasta “fiebre” pasando por todas las variedades del virus conocidas (H1N1, H5N1, etc.) y remedios como el Tamiflu. Recogieron información de 294 semanas en las que, de media, se realizaban unas 30.000 consultas diarias, con picos de 334.000 visitas. Y cruzaron los datos con las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC): descubrieron que podían predecir con precisión el número de casos de gripe con una diferencia de apenas el 0,27% con respecto a los datos oficiales.

Y, lo más importante, podían ofrecer estos datos casi en tiempo real: dos semanas antes que las autoridades médicas, que tardan ese tiempo en elaborar sus predicciones a partir de sus sistemas propios de información. Todo gracias a que Wikipedia permite que se consulten las estadísticas de uso de cada entrada, y las actualiza a diario, lo que ofrece infinidad de datos a los investigadores que quieran usarlos.

“La principal ventaja de los datos de Wikipedia es que son completamente abiertos y para todos, por lo que cualquier persona puede crear sus propios modelos o mejorar el nuestro”, explica a Materia David McIver, en referencia a Google Flu Trends (GFT), la herramienta que desarrolló el buscador para predecir los brotes de gripe y que ha generado un intenso debate académico tras comenzar a fallar. Los datos que usa Google solo los conocen ellos y los de la Wikipedia son de libre acceso, lo que permite hacer ciencia con ellos: reutilizarlos cuantas veces sea necesario para replicar resultados o mejorar los de otros.

Wikipedia: más fiable que Google...

El artículo completo en:

Materia (España)




1 de mayo de 2014

Estas son las cosas que no te dicen cuando sales a correr

Salir a correr está de moda. Bueno, en realidad siempre lo ha estado, con sus fluctuaciones. Es una forma de desestresarse, quemar calorías, socializar, participar en maratones solidarios, escapar de todo e incluso de uno mismo. Y también es una forma de viajar (sí, hay turistas que, al igual que se impulsan con bicicletas, lo hacen exclusivamente con sus piernas). Por ejemplo, visitar una ciudad a ritmo de footing puede ser una forma de ver más cosas en menos tiempo. E incluso ya se ha convertido en una forma de visitar lugares de forma más o menos oficial, pues ya tiene un nombre: el sightjogging (ver monumentos corriendo).

Sin embargo, correr no es la panacea. Correr también tiene aparejados una serie de percances que vale la pena conocer, y que quizá influyan en tu decisión a la hora de escoger qué deporte vas a practicar.

Lesiones



A diferencia del spinning o la piscina, correr entraña muchas lesiones. No importa tu peso, si eres experto, si calientas antes o después. Las probabilidades de lesionarte son altas siempre, destrozándote las rodillas, canillas, ligamentos, cadera o talones.

Tampoco puedes hacer nada calzándote la última tecnología. Tal y como explica el experto Christopher McDougall en su libro Nacidos para correr:
Hoy en día es posible comprar zapatillas para correr con resortes de acero incorporados a la suela o unas Adidas que ajustan la amortiguación de tus pisadas gracias a un microchip, pero el índice de lesiones no ha bajado ni un ápice en treinta años. Por el contrario, ha aumentado; las roturas del tendón de Aquiles han incrementado en un 10 por ciento.
Además, la planta de los pies es extremadamente sensible, al nivel del rostro y las manos. Un informe de la Asociación Americana de Cirujanos Ortopédicos concluye que las carreras de larga distancia son “una amenaza intolerable a la integridad de la rodilla”. La Sports Injury Bulletin lo describe de forma más descarnada:
Cada pisada golpea cada una de tus piernas con una fuerza equivalente al doble de tu masa corporal. De la misma manera que un martilleo constante en una roca de apariencia impenetrable, con el tiempo la convertirá en polvo, la carga del impacto relacionado con el hecho de correr puede, en última instancia, dañar tus huesos, cartílagos, músculos, tendones y ligamentos.
Eso no significa que correr significa necesariamente lesionarse, pues hay personas que se pasan años corriendo que nunca se lesionan. Sin embargo, las probabilidades están en nuestra contra. Sabedor de ello, Philippe Fuchs, un investigador de realidad virtual, ha realizado hace poco una megamaratón de 10.185 kilómetros que cubre la distancia entre París y Pekín. En su viaje había cubierto 85 kilómetros diarios. Corría equipado con varios sensores que enviaban su información a un laboratorio en el que se creó un modelo en 3D de su pie, a fin de estudiar cómo le afectaba el esfuerzo. Esta información será de gran utilidad para la medicina deportiva.

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Xakata Ciencia

27 de abril de 2014

Cómo derrotar a la ameba que devora el intestino de 50 millones de personas

Un estudio desvela nuevas claves de la amebiasis, una enfermedad olvidada que mata hasta a 100.000 personas al año, la mayoría niños en países en desarrollo.

Dos niños en los suburbios de Dhaka, capital de Bangladesh / ONU
En 1903, Fritz Schaudinn, un zoólogo alemán, descubrió el parásito que causaba un tipo de disentería que llevaba décadas matando en Europa. Se trataba de una ameba, un organismo unicelular que se movía por el interior del cuerpo humano produciendo en ocasiones fuertes diarreas y lesiones en el colon y el hígado hasta acabar con la vida de los pacientes, frecuentemente niños. Tres años después de descubrir a la Entamoeba histolytica, el mismo Schaudinn murió a los 35 años por una infección con amebas adquirida durante sus experimentos. Hoy, el tipo de disentería que estudiaba apenas afecta a los habitantes de los países desarrollados, pero, más de un siglo después de su descubrimiento, es una enfermedad olvidada que se lleva hasta 100.000 vidas cada año. De hecho la amebiasis, la dolencia que estudió el zoólogo alemán, es la tercera enfermedad parasitaria que más mata en el mundo. La sufren sobre todo niños en países pobres donde el agua se contamina con frecuencia con las amebas que la producen.

“En nuestros estudios en las zonas de infravivienda en Daca, la capital de Bangladesh, vimos que uno de cada tres niños estaba infectado en el primer año de vida”, explica a Materia el médico estadounidense William Petri, investigador de la Universidad de Virginia. A nivel global, la amebiasis produce problemas de salud a 50 millones de personas y se lleva hasta 100.000 vidas al año. La amebiasis se ceba sobre todo en zonas de África, el Sudeste Asiático y América Central y del Sur y es habitual en Bangladesh, Suráfrica, Mali, México y Mozambique. Esta dolencia está entre las 10 primeras causas de diarrea en todo el mundo. Y prevenir la diarrea salvaría la vida de más de 760.000 niños al año, según datos de la OMS. A pesar de las escalofriantes cifras, la amebiasis tiene un escaso interés económico para la industria farmacéutica.

“La amebiasis es una enfermedad infecciosa importante, pero la estudian muy pocos científicos ya que afecta desproporcionadamente a niños en zonas pobres”, reconoce Petri. Hoy este médico y el resto de su equipo publican un estudio que pone fin a un malentendido que dura desde los tiempos de Schaudinn y que puede ayudar a encontrar una vacuna contra la amebiasis. En concreto, el trabajo describe cómo este microbio se interna en el organismo y destruye el tejido del sistema digestivo y otros órganos.
Una instantánea del video tomado con microscopio y que muestra cómo la ameba 'Entamoeba histolytica' (verde) devora células humanas (rosa) / Katy Ralston


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Materia 
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