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7 de diciembre de 2012

¿El calendario Maya se termina el 21 de diciembre de 2012?

Seguramente todos hayan escuchado sobre la teoría de que este año, y más precisamente el 21 de diciembre de 2012, se termina el mundo. Esta teoría apocalíptica proviene de una interpretación del calendario maya que se extendió en los últimos tiempos y de la que mucha gente se hizo eco, probablemente porque a la humanidad siempre le resultó interesante imaginar el fin del mundo, como lo demuestran numerosas obras de ficción en el cine, la televisión y la literatura.

Es que la civilización maya se destacó, entre otras cosas, por sus grandes innovaciones en el área de la astronomía, y el sistema diseñado para contabilizar los años en su calendario es bastante complejo y posee varios ciclos, por lo que si no se tienen los conocimientos suficientes de astronomía, se puede llegar a una malinterpretación o a la creación de mitos y falsas creencias, algo que suele suceder respecto a los mayas.

Y eso fue lo que efectivamente sucedió, dado que la teoría del fin del mundo basada en el calendario maya no tiene ningún sustento científico. Ahora vamos a ver por qué el calendario maya se termina el 21 de diciembre del 2012 y qué significado tiene esto.

¿Fin del mundo?

Además del calendario maya, existen varios cálculos numéricos y estimaciones astrológicas que han contribuido a elaborar la teoría del fin del mundo en diciembre del 2012, pero como decíamos, ninguna de ellas tiene respaldo científico, aunque a veces vayan asociadas a fenómenos ciertos y comprobados, como la ocurrencia del solsticio del 2012, que tendrá lugar efectivamente el 21 de diciembre pero que, evidentemente, no se relaciona en absoluto con la supuesta catástrofe anunciada.

Por otra parte, dado que la civilización maya fue una de las más importantes de Mesoamérica y contribuyó enormemente a los avances en ciencia y en astronomía, al mismo tiempo que conformaba una civilización indígena (tradicionalmente vinculadas a mitos, divinidades y creencias), se le asignó un cierto contenido profético a sus mediciones y a sus calendarios que, en realidad, no se han podido comprobar.

El calendario maya

Al igual que el calendario gregoriano, que es el que utilizamos hoy en día, el calendario maya está basado en ciclos dentro de otros ciclos. El calendario gregoriano posee días, meses y años, y después de 7 días, 12 meses y un año los ciclos se repiten, pero no siempre coinciden, ya que no todos los primeros de enero son lunes, por ejemplo.

Los ciclos del calendario maya funcionan de manera similar, aunque algo más compleja. El ciclo más grande era de 52 años mayas tras los cuales el ciclo se repetía, pero a partir de dicho ciclo se construyó el calendario de cuenta larga (que no es exclusivo de los mayas sino que estaba presente en todo Mesoamérica), un calendario no cíclico y que está basado en un sistema vigesimal, a diferencia de nuestro calendario que es en base decimal.

Al ser no cíclico los días no se repiten y contiene ciclos de hasta 144.000 días. El calendario de cuenta larga comenzó contando las fechas a partir de -en nuestro calendario- el año 3114 AC, por lo que tras el cumplimiento de todos los ciclos que contiene el calendario, el ciclo final termina el 21 de diciembre del 2012.

Pero del mismo modo que el calendario que utilizamos habitualmente termina el 31 de diciembre, el calendario maya termina el 21 de diciembre de 2012 al completar los ciclos previstos, que si bien abarcaron un período de 5126 años, no predice el fin del mundo sino nada más que el fin del conteo de los años según el sistema numérico utilizado para ello. Por lo tanto, así como nosotros tendremos un calendario que comience el 1 de enero de 2013, según el calendario maya se podría comenzar a contabilizar otro largo período a partir del 22 de diciembre del 2012.

El mundo se las ha arreglado para sobrevivir por más de 4 mil millones de años, así que seguramente siga estando ahí después del 21 de diciembre del 2012. De todas maneras, sí hay otros aspectos, desde el punto de vista científico, que podrían ser más preocupantes respecto del posible fin del mundo, y son esos sobre los que la comunidad científica está poniendo el ojo.

Fuente:

Ojo Científico

4 de diciembre de 2012

La música clásica estimula la inteligencia de los bebés: ¿verdad o mito?

Es bastante conocida la idea de que poner música clásica a los bebés y a los niños de menos de tres años puede incrementar la inteligencia de éstos. Es lo que se llama Efecto Mozart. 

La idea de este efecto surgió por primera vez en 1993 en la universidad de California. Allí, el físico Gordon Shaw y Frances Rauscher, especialista en el estudio del desarrollo cognitivo, ensayaron con unas docenas de estudiantes universitarios los efectos de una audición de música clásica: los primeros 10 minutos de la Sonata en re mayor para piano a cuatro manos, de Mozart. 



El experimento reflejó una agudización pasajera de la capacidad de reflexión espacial y temporal, verificada por medio de la escala Stanford-Binet (es decir, el clásico test de inteligencia). 

El problema es que tal efecto sólo duró unos 15 minutos. Y nadie consiguió reproducir los resultados desde entonces.

En 1997, Rayscher y Shaw anunciaron haber demostrado científicamente que los estudios de piano y solfeo mejoraban más que las clases de informática el raciocinio lógico y abstracto de los niños.


El experimento se hizo con tres grupos seleccionados de jardines de infancia. Los niños del primer grupo recibieron clases particulares de piano o teclado, así como de canto; los del segundo recibieron clases particulares de manejo del ordenador; los del tercer grupo no recibieron ninguna enseñanza especial. En el test de capacidad de raciocinio espacial y temporal, los niños incluidos en el programa de piano o teclado revelaron un rendimiento superior en 34 % al de los demás.
Punto para la música sobre la informática. Pues estos resultados indicaban que la música estimula funciones cerebrales superiores, las que intervienen en actividades como las matemáticas, el ajedrez o la ciencia. 

Desde entonces, es muy fácil encontrar libros que recomienden escuchar música a edades tempranas para ser listo. Música clásica, por supuesto. Incluso, en Georgia, el gobernador del Estado propuso regalar discos de Mozart a todos los niños, y en algunos manuales de divulgación sobre puericultura se recomienda a las embarazadas que hagan escuchar música de Mozart a los fetos.
El modelo teórico que justifica estas hipótesis sugiere, en primer lugar, que las uniones neuronales utilizadas con asiduidad tienden a quedar “cableadas” en firme; segundo, que las estructuras temporales de la música se almacenan en las regiones de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo que corresponden también a las pautas espaciales; y en tercer lugar, la idea de que precisamente o especialmente la música de Mozart presenta alguna homología compleja con los problemas geométricos que proponen los tests de inteligencia más habituales.
Suena fabuloso, ¿verdad? Venga, todos a ponernos a Mozart a todo volumen. Pero alto… en los últimos años cada vez aparecen más publicaciones que retiran el supuesto fundamento científico de estos experimentos. Incluso siguiendo a rajatabla los protocolos, otros experimentos realizados con niños y universitarios no presentan los mismos resultados. 

Además, Christopher Chabris, psicólogo de la Universidad de Harvard, ha llevado a cabo un metaanálisis sobre el tema (una recopilación estadística de todos los estudios disponibles). Resulta que los efectos observados en los experimentos con Mozart también se observaron leyendo a Stephen King o escuchando música pop. 

Chabris, pues, admite que hay cierto efecto, aunque muy pequeño, y no lo atribuye a la música clásica en sí, sino al estado de excitación jubilosa producido por la audición de música o la lectura de un libro. 

Robert T. Carroll, no sin cierta ironía, decía: si la música de Mozart favorece tanto la inteligencia y el ingenio, ¿no deberían ser los especialistas en esa música los sujetos más inteligentes y más inspirados del mundo? 

Lo cual no es pretexto para que nosotros, y nuestros hijos, dejemos de escuchar a Mozart: 1° por la experiencia estética, 2° porque es parte del patrimonio de la Humanidad y 3° porque escuchar música clásica, durante años, SI cambia nuestro cerebro, y, sobre todo, si escuchamso música y aprendemos a tocar un instrumento musical. tal vez no nos convertiremos en Einsteins, pero si mejoraremos muchas áreas cognitivas...


Fuente:

Xakata Ciencia

28 de octubre de 2012

Cinco mitos relacionados con el trabajo

Trabajo y entorno laboral

trabajo¿Los jovenes son mejores empleados? ¿El estrés laboral masculino es más frecuente? ¿Qué profesionales son más felices? ¿Un semestre sabático nos podría quitar el estrés? Esto es lo que dicen los últimos estudios científicos que desmienten algunas ideas bastante asentadas en la cultura popular sobre el trabajo.

1. Los jóvenes no son mejores empleados. Michael Falkenstein, del Instituto alemán Leibniz, ha demostrado que los trabajadores de edad avanzada procesan las imágenes y los sonidos y toman decisiones a la misma velocidad que sus compañeros más jóvenes. Sólo son un poco más lentos a la hora de “pulsar el botón”, es decir, en los movimientos. Eso sí, lentos pero seguros, ya que según ha demostrado Falkenstein los empleados veteranos cometen menos errores.

2.  El estrés laboral no afecta más a los hombres. De hecho, sometidas a los mismos niveles de estrés que sus compañeros masculinos, las mujeres tienden a adquirir más malos hábitos, como llevar una vida sedentaria, comer grasas y azúcares en exceso, fumar y consumir demasiada cafeína.

3.  Las enfermedades neurodegenerativas no nos atacan a todos por igual. Según la revista American Journal of Industrial Medicine, los mayores índices de Parkinson y Alzheimer se registran en banqueros, granjeros, dentistas, peluqueros y profesores.

4.  Los médicos no son más felices. Los profesionales más propensos a sufrir depresión son los que trabajan en el sector de servicios, en atención primaria o en hostelería. En el extremo opuesto se encuentran los arquitectos, los técnicos instaladores, los ingenieros y los científicos.

5.  Las vacaciones no son mejores cuanto más largas. Cuando se trata de descansar, la calidad es lo más importante. Es lo que afirma Dov Even, un psicólogo organizacional de la Universidad de Tel Aviv (Israel) que lleva una década comparando los niveles de estrés crónico de los trabajadores antes, durante y después de un período de descanso. Con un “semestre sabático” el nivel de estrés desciende lo mismo que el de otros empleados que solo descansaban una semana. Por eso recomienda que, si podemos elegir, optemos por vacaciones más cortas pero más frecuentes, en lugar de un mes completo de ocio continuado.


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Lea también:

14 de octubre de 2012

Misterio resuelto: Jack pudo haber sobrevivido al naufragio del Titanic

[foto de la noticia]
  • Un programa reproduce la escena y demuestra que pudo salvarse
  • Los dos personajes cabían en una tabla con las mismas medidas
El programa de televisión 'MythBusters' ('Cazadores de mitos' en su versión española) se ha encargado de arrojar luz sobre uno de los grandes misterios recientes del cine y ha concluido que el personaje de Leonardo DiCaprio en 'Titanic' pudo sobrevivir en vez de morir congelado en las aguas del Ártico, según recogen varios medios estadounidenses.

En la cinta, Jack Dawson (DiCaprio) murió helado mientras se aferraba a una tabla donde permanecía tumbada su novia Rose (Kate Winslet) tras el naufragio del barco, pero muchos fueron quienes se preguntaron si Jack tal vez se habría salvado si Rose hubiera compartido su espacio con él en la tabla, o si al menos se hubieran alternado al ocuparla.

El propio director de la película, James Cameron, admitió recientemente que le molestaban esos comentarios y que trabajaría con el programa para desterrar de una vez por todas esa creencia.

"No es una cuestión de espacio, sino de flotabilidad. Cuando Jack pone a Rose sobre la tabla, él intenta subir también. No es un idiota, no quiere morir. Pero la tabla se hunde y se tambalea. Así que queda claro que solo flota cuando una persona encima, así que toma la decisión de que sea ella quien viva", afirmó al portal IGN.

Sin embargo, según experimentaron los componentes de 'MythBusters', aquella situación se habría podido evitar y podrían haber aguantado juntos sobre la tabla hasta que les rescatasen.

Los presentadores del formato, Adam Savage y Jamie Hyneman, comprobaron en sus propias carnes y en pleno océano durante un episodio que se emitió el pasado domingo, que los dos personajes cabían en una tabla con las mismas medidas que la que se empleaba en la película y que la flotabilidad de la misma aumentaba si se ataba a ella un salvavidas como el que Rose portaba. Savage y Hyneman permanecieron sobre la tabla los 63 minutos que aguardó Rose hasta que la rescataron.

"Creo que la muerte de Jack fue innecesaria", concluyó Hyneman. "Hemos de decir que esa situación era posible. Jack y Rose podían haber sobrevivido", agregó Savage. Por su parte Cameron, que intervino en el programa, quiso quitar hierro al asunto.

"Creo que os estáis desviando del punto importante. Si el guión dice que Jack muere, ¡va a morir! Así que puede que la fastidiáramos un poco y que tendríamos que haber hecho la tabla un poco más pequeña, pero el tipo debía morir", agregó.

Este es el video:



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Mitos y verdades sobre los hornos microondas

El horno microondas es, sin dudas, un electrodoméstico que se ha instalado en la mayoría de los hogares por su practicidad, facilidad de uso y eficacia. Es habitual verlo en salas de descanso y almuerzo en el trabajo e incluso en muchos locales de venta de comidas donde uno puede calentar allí el producto que se almacena frío. Sin embargo, también se lo relaciona con explosiones, accidentes y hasta con desalmados que introducen sapos y gatos dentro del mismo, sólo por “diversión”. He aquí algunas de las cosas que hemos encontrado en la Web acerca de los hornos microondas y la gente.

Primero, un poco de teoría sencilla para aquellos que no sepan aún o no hayan tenido la oportunidad de leer sobre cómo funciona un horno de este estilo. Las microondas calientan principalmente el contenido de agua de los alimentos. La microonda, como toda onda electromagnética, es un campo de fuerza oscilante que empuja a las cargas eléctricas en la materia, y aunque la molécula de agua es neutra en su totalidad, tiene dos polos de carga: uno positivo y otro negativo.

La onda empuja los extremos de las moléculas en direcciones opuestas, haciendo que éstas tiendan a girar y golpearse entre ellas violentamente a la frecuencia de funcionamiento de la microonda, hecho que genera una energía cinética que se traduce en calor. Las moléculas de otros materiales que no son polares, como la madera seca, la porcelana, la cerámica o el vidrio, no se calientan como el agua ya que no poseen la característica de tener facilidad de movimiento en sus moléculas. Es por esta propiedad que pueden manipularse sin problemas luego de haber estado sometidos al influjo de las mencionadas ondas.
Agitación molecular que provocan las ondas de radio sobre los materiales  

Agitación molecular que provocan las ondas de radio sobre los materiales

En 1946, mientras realizaba investigaciones relacionadas con el radar y llevaba a cabo ensayos con un nuevo tipo de tubo de vacío (válvula, lámpara), el doctor Percy Spencer, quien trabajaba en la Raytheon Corporation, descubrió con asombro e incertidumbre cómo una barra de chocolate que guardaba en uno de sus bolsillos se había derretido. Convencido de que el hecho había sido provocado por las emisiones del novedoso magnetrón, colocó frente al equipo un puñado de semillas de maíz y, al aplicarles la energía emitida, comenzó a emocionarse viendo cómo las mismas se agitaban bruscamente y comenzaban a hincharse y saltar cocidas dispersándose por todo el laboratorio. El señor Percy Spencer había inventado lo que revolucionaría la forma de cocinar y lo que sentaría las bases de una industria multimillonaria: el horno de microondas.
Percy Spencer, el inventor del horno microondas  
Percy Spencer, el inventor del horno microondas

A pesar de que las organizaciones gubernamentales, los expertos en salud pública y el consenso de la comunidad científica en general aseguran que los hornos microondas son seguros cuando se los utiliza adecuadamente, mucha gente se hace preguntas (legítimas, por cierto) acerca de los peligros ocultos que puede tener la utilización de una tecnología poco comprendida, poco explicada y, por sobre todo, una tecnología que maneja una energía invisible y difícil de cuantificar en riesgos y probables daños. Echemos un vistazo más de cerca a algunos de los mitos, hechos y conceptos erróneos acerca de los hornos microondas, cuya utilización se estima en al menos el 70% de los hogares de América y Europa, desplazando en muchos casos a la tradicional cocina a gas.

Calentar los alimentos en recipientes plásticos puede ser peligroso: Verdadero
Hay que evitar calentar o cocinar alimentos en recipientes plásticos dentro del horno microondas. Incluso los plásticos que indican que son seguros para usar en microondas liberan dosis tóxicas de “Bisfenol A” al contacto con el calor. Este elemento puede producir daños neurológicos en concentraciones altas. Por ello, lo mejor es calentar los alimentos en recipientes de vidrio o cerámica.

Los metales se pueden calentar peligrosamente en un microondas: Mito
Los metales reflejan las microondas, mientras que el plástico, el vidrio y la cerámica las dejan pasar. El agua las absorbe y allí comienza la acción que deriva en la cocción. Esto significa que los metales no se calientan de manera excesiva en un microondas. Sin embargo, puede suceder que pequeñas piezas de metal, como pequeñas láminas, dientes de un tenedor, etc., actúen como antenas emitiendo un arco voltaico y formando espectaculares chispas contra la estructura metálica interna del horno.
Las bandejas cerámicas o de vidrio, son la mejor opción  
Las bandejas cerámicas o de vidrio, son la mejor opción

Pueden existir fugas inseguras de radiación electromagnética: Mito
Durante décadas, científicos y consumidores han debatido sobre los posibles efectos de las radiaciones electromagnéticas no-ionizantes en los tejidos vivos. Es muy difícil clasificar los distintos riesgos de la emisión de líneas de alta tensión, ordenadores, teléfonos móviles, radares de aeropuertos, radio-relojes y, por supuesto, los hornos microondas. Sabemos que se elevan las tasas de cáncer y otros problemas cuando la exposición es prolongada y ante campos intensos pero nunca ante pequeñas exposiciones. Si te preocupa este tema, por tu seguridad y tranquilidad, mejor aléjate del microondas mientras está en marcha, pero ten por seguro que al abrir la puerta no queda dentro de su habitáculo ningún residuo nocivo y, mucho menos, fuera de él. Como dato adicional podemos agregar que ningún grupo empresarial tomaría el riesgo ni tendría la posibilidad de introducir en el mercado un producto que no esté homologado por los institutos de verificación de normas técnicas.

Intentar hervir agua en una taza puede hacerla explotar: Verdadero
Un riesgo potencial de los microondas son las quemaduras por agua sobrecalentada. Cuando se calienta agua en un recipiente de vidrio o cerámica durante demasiado tiempo, no se producen las clásicas burbujas que normalmente enfrían el agua hacia abajo. Con la sobre-exposición al calor y sin que “rompa” en hervor, al mover el agua o dejar caer algo en ella, el calor se libera violentamente provocando una erupción de agua hirviendo hacia afuera de la taza. Para evitar este riesgo, se debe calentar el agua una cantidad mínima de tiempo (entibiar o calentar suavemente) o poner una cuchara de palo dentro de la taza. Observa el siguiente video:



Los hornos microondas cocinan los alimentos desde el interior hacia el exterior: Mito
Las microondas trabajan prioritariamente en las capas externas de los alimentos, y el calor se produce por la excitación y agitación de las moléculas de agua. La parte interna de los alimentos se calienta a medida que se transfiere calor desde fuera hacia dentro.

No se puede calentar aceite en el microondas: Verdadero

Los aceites no se calientan bien en el microondas porque sus moléculas carecen de la misma polaridad que se encuentra en el agua. También es cierto que la manteca fría es difícil de entibiar en el microondas porque la mayor parte es aceite y la porción de agua presente es hielo, lo que mantiene las moléculas cristalizadas haciendo más difícil la oscilación y el movimiento molecular debido a la rigidez que el hielo les provoca.


La energía fluye desde el Magnetrón y se distribuye dentro del horno  
La energía fluye desde el Magnetrón y se distribuye dentro del horno
 
Las microondas degradan los nutrientes de los alimentos: Sin determinar (Poco probable)
Cualquier tipo de cocina (fuego, gas, fermentación) cambia la química de los alimentos. La cocción puede reducir los niveles de algunos nutrientes y aumentar otros. La opinión predominante es que las microondas no alteran los alimentos de manera nociva o perjudicial, no más que otro tipo de cocina. Algunos argumentan que un tiempo de cocción más rápido permite preservar más nutrientes que con métodos más lentos. Sin embargo, todavía se sabe poco de la nutrición y los efectos acumulativos de las microondas, especialmente en torno a la alteración proteica. A pesar de que existe un relativo consenso acerca de su seguridad, no hay un gran número de estudios documentados que permitan sugerir lo contrario.

Tomado de:


Lea en los archivos de Conocer Ciencia:


13 de octubre de 2012

10 mitos sobre animales que la mayoría de la gente cree ciertos

Especial: Animales

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Entre las películas protagonizadas por animales antropomórficos (y que, además, hablan) y una serie de ideas erróneas sobre que la naturaleza es sabia y edénica, la mayoría de nosotros arrastramos una colección de mitos por bagaje que resultan muy difíciles de extirpar.

Ni los avestruces esconden la cabeza cuando tienen miedo, ni a los ratones les gusta el queso, ni los peces son tan desmemoriados como nos hizo creer Dory en Buscando a Nemo...

1. Los lemmings son suicidas

¿Os acordáis de esos videojuegos protagonizados por lemmings, en el que los lemmings se reproducían por millares y sacrificaban su propia vida para que el grupo salvara cualquier obstáculo?

Es cierto que los lemmings poseen una capacidad reproductora espectacular, pero lo de los suicidios masivos es solo cosa del juego, herencia de un mito que se popularizó a raíz de la película documental de Walt Disney White Wilderness, de 1958, que fue un fraude absoluto.

Aunque el origen del mito hay que buscarla más atrás, a principios del siglo XX, donde ya en un influyente libro infantil de consulta en el Reino Unido, la Children´s Encyclopaedia de Arthur Mee (1908), decía:
Avanzan en línea recta, por montañas y valles, a través de jardines, granjas, pueblos, manantiales y estanques; envenenan el agua y provocan fiebre tifoidea (…) continúan hasta el mar, y provocan su destrucción metiéndose en el agua (…) Es triste y terrible, pero si ese éxodo funesto no tuviese lugar, los lemmings habrían dejado Europa pelada hace mucho tiempo.

2. A los ratones les encanta el queso

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En los dibujos animados, el queso es como la cocaína para los ratones. Los ratones son capaces de enfrentarse a gatos durante cientos de episodios simplemente para probar una migaja de queso. En la vida real, sin embargo, los ratones prefieren alimentos con cierta concentración de azúcar, como fruta o grano. Además, su buen olfato hace que los intensos aromas que emiten los quesos les resulten un poco repelentes.

3. Los avestruces entierran la cabeza para ignorar el peligro

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Los dibujos animados nos han enseñado que, en caso de peligro, un avestruz entierra su cuello en la arena o suelo. Algo completamente falso.

Según la Enciclopedia Británica: “para escapar a la detección, los pollos y los adultos de avestruz, podrían echarse sobre el suelo con el cuello extendido sobre este”. Supuestamente el avestruz espera que, conservando la cabeza a ras del suelo, su enemigo lo confunda con un arbusto bajo. Los avestruces machos también usan sus picos para excavar oquedades poco profundas en la arena y hacer sus nidos, de este modo sus huevos no se escapan rodando. Desde cierta distancia, esto podría hacer parecer que la cabeza del avestruz desaparece en la arena.

4. Los peces son desmemoriados

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Todos hemos escuchado aquello de que los peces solo tienen 3 segundos de memoria. Pero no es cierto: tienen una memoria que puede remontarse a varios meses en el pasado, y hasta pueden aprender algunos trucos de un entrenador con paciencia.

5. Los animales son buenos y no poseen ninguno de los defectos humanos

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Quizá el término “violación” tiene una excesiva carga emocional que no puede darse en el reino animal. Pero no existe una palabra que describa una copulación forzada entre no humanos, de modo que se usa a pesar de todo. Así pues, decir “violación” en vez de “copulación forzada” no es relevante cuando hablamos de etología. Y lo mismo sucede con el asesinato y otras.

Así pues, podemos afirmar, por ejemplo, que hay patos que violan a otros patos. También existen también pájaros cornudos. Y entre las arañas existe el canibalismo sexual: las hembras esperan que el macho haya terminado de fecundarlas para matarlo y comérselo. Hay elefantes marinos que tienen harenes. Y hay otros animales que torturan, hacen prisioneros y manipulan. Hay también animales que se drogan o animales que son profundamente machistas o feministas. Y animales infanticidas: los leones machos, cuando consiguen convertirse en los machos dominantes de un grupo de leonas, inmediatamente acaban con la vida de todos los cachorros del anterior macho dominante que haya en el clan, para poder dejar él su propia descendencia.

También hay animales que se drogan. El neurólogo Davd J. Linden aporta otros ejemplos sorprendentes de animales que buscan ponerse a tono en su libro La brújula del placer:
En Gabón, en la región ecuatorial de África occidental, se han observado facoceros, elefantes, puescoespines y gorilas comiendo iboga (Tabernanthe iboga), una planta embriagante y alucinógena. Incluso hay pruebas de que los elefantes jóvenes aprenden a comer iboga observando a los adultos de su grupo social. En las tierras altas de Etiopía, las cabras se saltan a los intermediarios del café ronzando bayas de cafeto silvestre para darse un buen “chute” de cafeína.
Pero los dibujos animados (sobre todo de la factoría Disney) infantilizan de tal modo a los animales, les insuflan tal aureola de bondad y honradez, que incluso existen estudios que indican que muchos accidentes con animales peligrosos se podrían haber evitado si la gente no tuviera una imagen tan pacífica de muchos animales.

¿O es que os creeíais que el ratón Mickey no es uno de los animales más peligrosos del planeta por todas las enfermedades que es capaz de transmitir?

6. Un año perruno equivale a siete años humanos

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Lo cierto es que cada raza de perro envejece a su propio ritmo. Por ejemplo, los perros pequeños y medianos (menos de 25 kilos) lo hacen más despacio. Éstos tardan 10 años en llegar a la vejez, con lo cual el ratio es de unos 5 de sus años por uno nuestro.

7. Los camaleones cambian de color para adaptarse a su entorno

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La verdad es que los camaleones cambian de color por razones que no tienen que ver con mimetizarse con el entorno o escabullirse de las amenazas sino por su salud, la temperatura, la luz y el humor que tengan. El camaleón pantera, por ejemplo, cambia a amarillo si se enfurruña. Hay otros que adquieren colores brillantes para atraer a la hembra. Otros, adquieren un color negro cuando hace frío (para absorber mejor la luz del sol) o blanco si tienen calor (para reflejar esta misma luz).

8. Los toros solo ven el rojo y los perros, en blanco y negro

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Siempre se ha creído que el color rojo del capote de los toreros es lo que excita la bravura del toro. Pero no es así. Los toros acaso pueden distinguir un par de colores, y es el movimiento del capote lo que le excita realmente y no su color. La muleta es roja simplemente para disimular mejor la sangre.

La visión en color para ciertos animales se sabe que es cuestión de superviviencia. Como en el caso de las abejas, que distinguen y discriminan así unas flores de otras. O entre ciertos pájaros, para obtener alimento en frutos o flores o para ejercer el reclamo sexual con un plumaje vistoso. Para otros, como los reptiles de costumbres nocturnas, la visión en color es tan útil como la pantalla panorámica para un invidente. Pero vayamos concretamente a los perros. Se ha observado que poseen una visión dicromática, con un punto neutro a 480 nanómetros (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro). Es decir, que pueden distinguir, además del blanco y el negro, dos colores distintos: probablemente el azul y el verde, pero lo hacen en un margen de longitudes de onda muy estrecho.

Los gatos pueden distinguir hasta seis colores y diversas gamas dentro de cada uno.

9. Los camellos (y dromedarios) guardan agua en la joroba

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Lo que en realidad almacenan es grasa, gracias a la cual pueden pasar hasta tres semanas sin comer.

¿Entonces dónde almacenan el agua? Pues en el torrente sanguíneo: en caso de necesidad pueden beber unos 100 litros de agua en apenas 10 minutos: su estómago y sus intestinos la absorben de forma muy lenta. Su plasma sanguíneo aumenta su proporción de agua y sus glóbulos rojos se hinchan hasta el 240% de su tamaño normal sin romperse.

10. El Correcamines existe, corre mucho y hace bip-bip

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Para dar vida al pájaro de ficción, los creadores de la Warner se fijaron en el correcaminos (Geoco-ccyx californianus), ave del tamaño de un faisán que vive en los desiertos de México y Estados Unidos. También se le conoce como cuco chaparral. Aunque no desarrolla velocidades tan altas como en los dibujos animados, sino unos nada desdeñables 40 kilómetros por hora.

Sin embargo, el correcaminos no es el bueno de la película. A su lado, el coyote parece un santo. Y es que el correcaminos es un implacable cazador desertícola que mata a picotazos a sus presas hasta hacerlas literalmente papilla. En sus territorios de caza, resulta fácil verle andar con parte del ofidio asomando por su pico, ya que no le cabe entero en el estómago.

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Xakata Ciencia

10 de octubre de 2012

¿Por qué creemos que el material radioactiva es verde y brilla en la oscuridad?

Lo primero que hay que advertir es que, si algo es radioactivo, no brilla en la oscuridad. Si fuera así, y dado que las rocas, la tierra y todo tejido vivo contiene trazas de material radiactivo, la Tierra brillaría en la oscuridad, y también las plantas y los animales, como si todo hubiera sido salpicado con sangre de Depredador. Y es que la radioactividad no se detecta como una luz visible.



La radioactividad es la propiedad que presentan algunas sustancias de emitir radiaciones ionizantes (partículas con una gran energía que son capaces de alterar y dañar moléculas a su paso al atravesar la materia). El término fue acuñado por la química polaca Marie Curie en 1898. Si bien ella inventó la palabra, el físico francés Henri Becquerel había descubierto por casualidad el proceso dos años antes, mientras estudiaba el uranio.

Becquerel, Marie y su marido Pierre compartieron el premio Nobel de 1903 por su descubrimiento. Y entonces se pusieron de moda las sales de radio, que se promocionaban como una cura para todo, desde la ceguera hasta la depresión. Empezó a añadirse radio al agua mineral, los dentífricos, las cremas cosméticas y hasta el chocolate, tal y como os expliqué en ¡Beba refrescante agua radiactiva!

El origen popular del “brillo verde” radioactivo surgió justo aquí, cuando se descubrió que la pintura adquiría luminosidad si se le añadía un poco de radio. Entonces se puso de moda decorar las esferas de los relojes y las paredes con esta mezcla. En realidad, sin embargo, lo que brillaba no era el radio sino su reacción con el cobre y el zinc de la pintura, que originaba un fenómeno llamado “radioluminiscencia”.

Las llamadas “chicas del radio”, que trabajaban en las fábricas aplicando capas de pintura con radio a los relojes, sin embargo, murieron de cánceres faciales que les desfiguraban el rostro: al parecer, chupaban los pinceles mientras trabajaban. Y en 1934, la propia Marie Curie falleció de anemia, como consecuencia de haber manipulado durante años la sustancia que había descubierto. 

Fuente:

4 de octubre de 2012

¿Un diente se disuelve si lo dejamos toda la noche sumergido en Coca-Cola?

Quién más o quién menos, sobre todo si apuntaba a maneras de investigador de bata blanca, ha sumergido un diente de leche en un vaso lleno de Coca-Cola con la intención de comprobar si el mito era cierto, es decir, si el diente se disolvía.



Lo que descubrimos es que no se disuelve. Pero ¿quién hizo correr el rumor? Fue el profesor Clive McCay, de la Universidad de Cornell, en 1950. Lo que afirmó McCay es que los niveles de azúcar y ácido fosfórico de la Coca-Cola provocaban caries, pero a fin de añadirle un toque sensacionalista para llamar más la atención, se le ocurrió decir, también, que si se dejara un diente en Coca-Cola, empezaría a disolverse al cabo de 48 horas.


En 2006, la Academia Norteamericana de Odontología General llevó a cabo un estudio para determinar el efecto de los refrescos sobre el esmalte dental y concluyó que las concentraciones elevadas de ácido cítrico (como en un zumo de naranja) eran mucho más perjudiciales que las de ácido fosfórico (que es lo que se emplea para evitar que el refresco pierda burbujas).

Lo que sí es cierto es que el ácido fosfórico inhibe los ácidos digestivos del estómago, por lo que reduce la absorción de calcio, tal y como explica John Lloyd en El nuevo pequeño gran libro de la ignorancia:
Esto significa que un consumo excesivo de refrescos puede provocar déficit de calcio y debilitar los dientes y los huesos, aunque no su “disolución”. Tomarse una Coca-Cola de vez en cuando no tiene por qué ser perjudicial para nadie.
Fuente:

28 de agosto de 2012

China quiere ir a la Luna

La fuerza de la carrera espacial del gigante asiático ha obligado a la NASA a replantearse el regreso a nuestro satélite, más de 40 años después de que el recientemente fallecido Neil A. Armstrong lo pisara por primera vez



EULOGIA MERLE
El Cielo y la Luna, como el Sol, siempre han conformado ricos imaginarios de culto y admiración en todas las civilizaciones. Su influencia en aspectos esenciales de la existencia como el devenir agrario o la resignada aceptación del poder en plaza han marcado la evolución de una relación que, ciertamente, se ha transmutado con el paso del tiempo, pero sin perder por ello el enorme hechizo que emana de un desafiante enigma cuya perduración llega hasta nuestros días. En la China de las dinastías, la fusión de ambos elementos tomó cuerpo, por ejemplo, en las ceremonias del Emperador, considerado el Hijo del Cielo, para implorar buenas cosechas, ofrendas que tenían en el Templo del Cielo una expresión inequívoca y sublime del esplendor y atractivo de la divinidad. También es parte inseparable de su filosofía de la naturaleza y de los conceptos de espíritu y forma, equilibrio y armonía.

Y en el Cielo, es la Luna quien más ilusiones siempre despertó entre los antepasados. El gran poeta Li Bai, en la dinastía Tang, escribió: “Cuando era pequeño, no conocía la Luna y la llamé plato blanco de jade. Suponía que era el espejo de la diosa, colgado en el cielo”. A ojos de los chinos, en la Luna hay un palacio que se llama Guanghan (“frío profundo”), donde vive la diosa Chang’e. A ella alude el propio Mao en su poema Los inmortales, en el que describe el viaje al país de las divinidades de dos seres queridos que había perdido: su esposa Yang Kaihui y su amigo Liu Zhixun. La diosa sólo está acompañada del conejo, un animal mítico de jade, que en su tiempo libre suele elaborar medicinas. Como no podía ser de otra forma, la primera sonda lunar diseñada por China se bautizó con el nombre de Chang’e y fue enviada al espacio en 2007 iniciando así una nueva marcha cósmica que no deja de sorprender por su veloz travesía. Desde entonces, la tradición, las leyendas seculares y el programa espacial chino han quedado indisolublemente unidos.

El envío de aquella sonda lunar fue en realidad el tercer hito de la moderna tecnología espacial china tras los proyectos de satélite (1970) y de nave espacial tripulada (2003). El sentido general de dicho programa remite a un afán que tiene mucho más de reto tecnológico que poético, claro está, y es fiel reflejo del aumento del poder general de China, también conocida como la Gran Tierra por su enorme dimensión continental, y, en paralelo, nos muestra una importante faceta de la modernización de la defensa nacional. 

Hoy, China tiene en proceso de construcción su propia estación espacial Tiangong, configurada a partir de un primer laboratorio ya en avanzado estado de gestación, con el objeto de ultimarla en 2020 y tiene planes de enviar en el presente lustro un vehículo no tripulado a la superficie de la Luna, primer paso para que, más adelante, sus taikonautas arriben al satélite, probablemente en torno a 2020 o 2025.

Las dificultades del programa europeo Galileo contrastan con los avances del de Pekín, el Beidou

Tras el envío del primer astronauta al espacio, cabe señalar que los éxitos han acompañado su estela con hitos como el primer paseo extra vehicular (2008), el acoplamiento de dos vehículos en órbita el año pasado o el primer acoplamiento espacial tripulado con la participación de una mujer por primera vez el último junio. Cierto que todo se halla aún en fase preliminar, pero avanza a gran velocidad. La mezcla de voluntarismo, generosos recursos y eficacia está produciendo resultados realmente impresionantes. En solo tres décadas, China ha puesto en órbita un centenar de satélites y, con cuatro bases de lanzamiento, su tecnología se encuentra entre las más seguras del mercado. Con un presupuesto similar al de Francia o de Japón en este dominio y equivalente a la décima parte del gestionado por la NASA ha logrado llevar a cabo casi 70 lanzamientos con solo dos fracasos conocidos. La fuerza de la impronta china ha obligado a la agencia estadounidense a replantearse el regreso a la Luna, lo que podría verificarse a finales de la presente década. 

La carrera espacial, fiel exponente del pulso estelar entre las dos superpotencias de la guerra fría, podría volver por sus fueros, aunque ambas partes reniegan de ello por activa y por pasiva.

La desconfianza exterior respecto al proyecto espacial chino nos remite a la importancia del factor militar en el programa y al temor de que Beijing pueda alcanzar en este campo algún tipo de supremacía militar respecto a EE UU. Con tres Libros Blancos ya publicados sobre la actividad espacial, lo cierto es que poco trasciende más allá de los contornos generales del fomento de una industria espacial basada en el desarrollo de las capacidades propias y en la innovación nacional. Lo limitado de su colaboración internacional, aunque cabe destacar la cooperación de especialistas rusos, arroja también poderosas sombras que se nutren de las contradicciones presentes en un discurso que parece disimular otras intenciones reales, disparando la especulación.

La puesta en órbita de satélites de comunicación le aporta una rentabilidad económica nada desdeñable, señalando otro espacio para la competencia. De hecho, representa un excelente negocio para China en el que va ganando cuota de mercado frente a otros competidores.

Por otra parte, cuenta ya con una cartografía completa de la Luna, incluso en versión 3D desde 2009, y otra de gran precisión desde este año, recursos de gran utilidad para impulsar ese ensayo no tripulado que podría coronar la emergencia china ante un mundo ensimismado con sus crisis. Las dificultades, no solo económicas, del programa europeo Galileo contrastan con los avances de su par chino, el Beidou, alternativo al GPS estadounidense.

No es fruto de la casualidad que cada misión se programe según el calendario político

De la Tierra al Cielo y la Luna, el éxito de las misiones de exploración y la ambición del proyecto chino contribuyen a aumentar el patriotismo y consagran al Partido Comunista no solo como el gran activador del progreso científico sino como realizador de las más alejadas utopías y el único capaz por esta vía de dotar a China de todos los atributos de una gran potencia espacial, lo que refuerza definitivamente su nuevo status internacional. No es fruto de la casualidad que cada misión se programe en fechas adaptadas al calendario político. Los éxitos logrados sirven para mostrar el nivel de excelencia alcanzado y reforzar la imagen de potencia, pero igualmente para reafirmar el liderazgo político-partidario que, como antaño, encuentra en el Cielo y la Luna una fuente añadida de legitimidad.

No siempre China ha contado con los recursos necesarios. Pero tampoco con la voluntad. De hecho, el propio Deng Xiaoping, inspirador principal con su apertura del mayor cambio histórico registrado en el país, declaraba a comienzos de los años ochenta que “China no necesita ir a la Luna para modernizarse”. El gran salto se produciría en la década siguiente, asociado a la recuperación del prestigio, del patriotismo y de los objetivos económicos (especialmente en materia energética) y defensivos. La Luna podría aportarle sustancias como el hélium-3 o recursos minerales como el titanio u otros necesarios para seguir afianzando su desarrollo.

Sea como fuere, parece lógico que China figure entre los países que conforman la historia de las grandes exploraciones, de las que se había apeado por voluntad propia en el siglo XV, cuando las expediciones marítimas del almirante Zhang He, gran precursor de Colón, Vasco da Gama o Magallanes, dieron paso a un tiempo de aislamiento, el conocido como Gran Repliegue, que condicionó el signo de los siglos siguientes, de declive propio y dominio occidental. Esa motivación constituye actualmente un poderoso aliciente ya que la expansión en el cosmos la rehabilita en el seno de las civilizaciones más avanzadas entre las cuales se caracterizó históricamente por no desarrollar una política de colonización. ¿La desarrollará en la Luna?

Xulio Ríos es director del Observatorio de la Política China. Autor de China en 88 preguntas.

Fuente:

27 de agosto de 2012

¿Cuál es el origen de la expresión encontrar a tu "media naranja"?

media_naranja
Parece que la primera alusión al concepto de la búsqueda de la "media naranja" en alusión a nuestra "pareja ideal" aparece en la obra El banquete, de Platón. En el libro, tras un copioso festín, Aristófanes cuenta a los asistentes que, en una época remota, había los humanos eran seres redondos, con 4 brazos y 4 piernas, además de dos rostros. Y que existían tres tipos: el varón doble, la mujer doble y el hombre-mujer (andróginos).

Aquellos individuos quisieron enfrentarse a los dioses y escalar el cielo, pero Zeus los castigó cortandolos en dos. Desde entonces, narraba la obra de Platón, cada mitad busca a su otra mitad para fundirse con ella para siempre en un abrazo. 

Fuente:

16 de agosto de 2012

Alejandro Magno, el primer buzo de la historia

Supongo que la historia del buceo y es tan antigua como la propia humanidad. Sumergirse en las aguas para conseguir alimentos nada tiene de especial o particular, pero me refiero al uso de algún tipo de “artilugio” para poder sumergirse más tiempo del permitido por el buceo a pulmón.

El gran Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.), el filósofo y científico de la Antigua Grecia, ya menciona el uso de una especie de campana metálica invertida sumergida en el agua y que los “buzos” utilizan para respirar el aire que queda atrapado dentro de la campana. Cuenta la leyenda, porque es una leyenda, que su discípulo más aventajado, Alejandro Magno, tras conquistar medio mundo tuvo inquietud por explorar las profundidades del océano. Así que, se sumergió en el mar metido en “un recipiente muy fino hecho enteramente de cristal blanco” y que encontró un monstruo marino que tardó tres días enteros en recorrer su longitud.

Lógicamente esta leyenda sólo sirve para ensalzar la figura de uno de los mayores conquistadores de la Historia, pero me ha resultado curioso la cantidad de grabados que representan este hecho.







Tomado de:

¿Afeitarse hace crecer el pelo más ancho?

Imaginemos por un momento qué pasaría si realmente sucediera esto. Los folículos de nuestro cabello se enterarían de que han sido cortados, y de alguna forma, construyen un cabello más grueso, para evitar que vuelva a pasar. Pero nuestras ganas de afeitarnos (o las pocas ganas de depilarse de muchas) es mayor, y decidimos volver a cortarlo a pesar de saber que la próxima vez crecerá más grueso. Y así sucesivamente. Muchas veces. En poco tiempo los folículos serían tan grandes que algunos desaparecerían o se fusionarían entre sí. Y eventualmente tendríamos una cabellera similar a la de Predator, con cabellos de varios milímetros de ancho, y el miedo a que si los cortamos (aunque sea con alicates), la próxima serán más anchos aun.

Estoy poniendo como ejemplo el pelo de la cabeza, pero el argumento podría aplicarse a cualquier parte del cuerpo.

Predator se afeitó  repetidas veces la cabeza y su cabello ahora es más ancho.

"El pelo crece más ancho pero llega hasta un límite" podría ser un argumento de alguien que creía que esto pasaba, pero comprende que el relato anterior es imposible y estúpido. Un argumento interesante porque logra dos cosas: 1- creerse que sigue teniendo razón y 2- evitar investigar qué pasa realmente con el cabello.

¿Por qué muchos creen en este mito entonces? Porque sienten un pelo suave en los bigotes, piernas, etc, y al día siguiente de afeitarse, esa misma superficie parece haberse transformado en cepillo de cerdas de acero (algo que no sucede si se aplica algún método de depilación como la cera caliente).



Lo que en realidad sucede es que cuando el cabello nace del folículo, comienza siendo finito y se va ensanchando, hasta tener un diámetro más o menos constante. Si el cabello tiene cierta longitud y una punta menos ancha, va a ser más flexible y se va a sentir suave (aunque se vea horrible).

A la hora de eliminar ese pelo, se pueden hacer dos cosas: depilarlo (arrancarlo dolorosamente desde el folículo mismo), o afeitarlo (cortarlo superficialmente). Si lo depilamos, va a tardar unos cuantos días en volver a crecer y va a hacerlo con una punta finita al principio, hasta tener el mismo diámetro de siempre.


Pelo siendo afeitado. Imagen robada de la publicidad de Gillete Mach 3 Turbo de 1999

En cambio, si procedemos por la rápida y poco dolorosa solución de la afeitadora, el pelo va a seguir existiendo, y cuando crezca apenas una fracción de milímetro va a sentirse áspero porque va a ser casi igual ancho que alto, y los bordes van a ser rectos.

Por lo que la respuesta a la pregunta inicial es: no. Afeitarse hace crecer el pelo igual de ancho, y no existe el riesgo de tener una cabellera como el monstruo hollywoodense. Aunque depilarse hace que dure más tiempo y se sienta más suave.


Otras curiosidades sobre nuestro cuerpo:


¿Cuántos megapíxeles tienen nuestros ojos?

El frío no resfría: tus padres te mintieron

El Efecto Forer (o cómo estafan los astrólogos)

Tomado de:

13 de agosto de 2012

¿Los elefantes le tienen miedo a los ratones?


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En el imaginario colectivo de muchos de nosotros siempre estuvo presente la idea de que los elefantes le temen a los ratones, pero ¿cuán real es esta idea?

Mientras que algunos lo consideran como un simple mito, otros están totalmente seguros de que así ocurre y ya sea en el cine, la televisión o en Internet, uno se puede encontrar con toda clase de respuestas a esta pregunta. En OjoCientífico no quisimos quedarnos atrás y por ello es que intentamos tener nuestra respuesta.

Así es que hoy te invito a analizar juntos si los elefantes le tienen miedo a los ratones. ¿Crees que es posible?

¿Por qué los elefantes podrían temerle a los ratones?

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Posibles raíces del mito

Pensar que un animal tan fuerte y tan grande como un elefante (que de hecho es el animal terrestre más grande del mundo) pueda temerle a uno tan inocente y tan pequeño como un ratón (uno de los animales terrestres más pequeño del mundo), nos puede sonar bastante curioso e ilógico. Por esta razón es que desde hace muchísimos años se lo considera como un mito.

El primer registro que se conoce sobre este hecho o mito, se encuentra en el libro VIII de la enciclopedia del erudito y procurador imperial Plinio el Viejo, titulado Naturalis Historia (Historia natural). Esta enciclopedia fue publicada por el propio Plinio en el año 77 del siglo I y allí se habla de cómo los elefantes le temen a los ratones.

Sin embargo, si recuerdan cuando hablamos sobre los monstruos mitológicos de Plinio el viejo sabrán que este señor tenía una buena imaginación.

A pesar de todo, poco o nada sabemos sobre el origen de este mito y bien podemos especular que mucho habrán tenido que ver los circos. En el pasado, y por suerte ya no tanto en nuestros días, en algunas rutinas de circo se realizaban actos o presentaciones en los que se exhibía el supuesto temor de los elefantes hacia los ratones.

Pero esto tampoco nos sirve de nada pues esos elefantes no se encontraban en su estado natural, sino que eran domesticados y posiblemente obligados a actuar de esa forma.

Con el paso del tiempo, el cine (sobre todo dedicado a los más pequeños como por ejemplo el de Walt Disney) y los dibujos animados, también aportaron su cuota de responsabilidad en el mito con personajes como Dumbo u otros por el estilo. Pero volvemos a lo mismo, no tenemos la posibilidad de saber realmente si esto es o no es así, pues en todos estos casos se trata de una simple ficción.
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Por otra parte, navegando en la web me encontré con numerosas publicaciones que hablan sobre la muerte de un elefante por culpa de un ratón. En ellas se habla de un elefante en un zoológico de Madrid, llamado Pizarro, el cual habría perdido la vida luego de que un ratón se le metiera en la trompa quedándose atascado allí.

Pero la verdad es que ninguna de ellas tenía una fuente fiable, por lo que no podemos decir que esto realmente haya pasado. Si esto fuera cierto, nos serviría para especular sobre una posible razón por la que los elefantes le tengan miedo a los ratones. Pero no podemos hacer más que pedirle una mano a todos nuestros amigos españoles, que si nos pueden dar algún dato les estaríamos muy agradecidos.

Analizando las posibilidades

Volviendo al terreno de las ciencias, el mito dio lugar a que diferentes zoólogos y biólogos se interesaran en el tema. La verdad es que pensar que un elefante pueda temerle a un ratón no es tan ilógico pues, por ejemplo, muchas personas le temen a estos roedores e incluso sufren de profundas fobias casi que incomprensibles.

Lo que fue posible determinar es que los elefantes en cautiverio pueden tanto mostrar temor hacia los ratones como no hacerlo. En algunos casos se los enseña a mostrarse asustadizos y en otros a no hacerlo, por lo que no cuenta para nada.

En la naturaleza, realmente no lo sabemos y tampoco tenemos ninguna evidencia de que así sea. No obstante, algunos años atrás en el programa televisivo llamado Cazadores de mitos (Mythbusters), de la cadena Discovery Channel, se intentó probar esto.

Allí se colocó un ratón de gran tamaño frente a un elefante salvaje y el resultado fue más que claro: el elefante se mostró evidentemente asustado y eso es lo que podemos deducir de su reacción.
Para verlo por ti mismo tan solo échale un vistazo a este vídeo con ese mismo episodio.



Interesante, ¿verdad? El hecho es que la mejor respuesta para esta pregunta es que decir que los elefantes le temen a los ratones es plausible. No es que se muestren terriblemente atemorizados o que provoquen una estampida, pero que los elefantes se ponen muy cautelosos ante la presencia de estos roedores es cierto.
Sin lugar a dudas queda mucho por investigar en este tema. ¿Qué opinas tú? ¿Habías escuchado esto antes? 

¿Conoces alguna otra posible respuesta a esta pregunta?

Fuente:

¿Cuál es la mejor forma de hidratarse?



Debido a la ola de calor que nos azota estos días (España), es probable que haya proliferado por todo el país la típica conversación de café de las once de la mañana acerca de la rabiosa, en todos los sentidos, actualidad meteorológica. Dada esta circunstancia, y conforme el número de interlocutores crece, la probabilidad de que alguien afirme en algún momento que lo mejor para combatir el calor es una bebida caliente tiende asintóticamente a uno.


¿Bebida caliente? ¿Con la que está cayendo? El sentido común nos dice que nos echemos las manos a la cabeza inmediatamente. Pero también sabemos que a menudo el sentido común yerra estrepitosamente. Así que parémonos un momento a considerar los argumentos que se ofrecen a favor de dicha afirmación. A saber, suele aducirse una o más de las siguientes razones:
  1. La bebida caliente aumenta la sudoración, que es el principal mecanismo por el cual nuestro cuerpo regula el exceso de temperatura.
  2. En el momento de la ingesta, se pasa más calor, pero a la larga es más efectivo el alivio.
  3. Los árabes, incluidos los beduinos en el desierto, los indios, etc., han tomado té hirviendo durante siglos para combatir el calor; (y esta es mi parte preferida) miles de millones de personas no pueden estar equivocadas.
En primer lugar, lo que resulta indudable de esta cuestión es que si ingerimos cierta cantidad de líquido a una temperatura superior a la de nuestro organismo, se va a producir una transferencia de calor en el sentido líquido->cuerpo, y nuestra temperatura corporal va a aumentar. A partir de ahí, es rigurosamente cierto que —si nuestro sistema termorregulador funciona correctamente— va a aumentar la sudoración. Pero esto se da, precisamente, porque el exceso de temperatura es mayor, tenemos más calor y la necesidad de regulación apremia. Ahora bien, algo más caliente se enfriará más rápido, pero esto no quiere decir que se enfríe antes.

El segundo argumento apela únicamente a la sensación que se produce por contraste. Resulta tan válido como pillarse los dedos con una puerta repetidamente con la excusa de que al parar produce placer. Allá cada cual con sus fetichismos.

El último punto, como ya he comentado, es mi preferido por la falacia tan grande y tan repetida que supone. “Millones de personas a través de la historia no pueden estar equivocadas“. Tenemos tantos contraejemplos que refutan esta afirmación… Sin embargo, es divertido seguir escuchándola aún hoy en día. Por otro lado, creo que es importante realizar un par de observaciones adicionales. No puede olvidarse el hecho de que, en el desierto o en países donde las condiciones sanitarias no son las mejores, la única forma de beber agua de forma segura es hirviéndola. Además, un beduino en mitad del desierto no tiene forma de enfriar una bebida, así que es estúpido pensar que “opta” por el té caliente por obtener algún tipo de beneficio.

La única forma efectiva de combatir el calor es hidratarse para que nuestro cuerpo tenga algo que sudar. Y todo parece indicar que la ingesta de líquidos fríos ayudará a nuestro cuerpo a regular la temperatura. Pero ¿realmente se producirá así una reducción de la temperatura o nuestro metabolismo se acelerará, produciendo energía, para calentar ese líquido? Llegados a este punto, echaremos mano de la literatura científica en busca de evidencias. No es complicado encontrar un puñado de resultados en PubMed con la cadena “drink temperature” [1, 2, 3, 4]. En dichos estudios, efectivamente, se concluye que las bebidas frías ayudan a modular la temperatura corporal, con especial significación cuando se trata de entornos húmedos y cálidos. Y no solo eso, sino que además parece ser que el rendimiento deportivo aumenta.

Así que, este veranito, mi café que sea con hielo. Gracias.

Referencias:

ResearchBlogging.org[1] Burdon C, O’Connor H, Gifford J, Shirreffs S, Chapman P, & Johnson N (2010). Effect of drink temperature on core temperature and endurance cycling performance in warm, humid conditions. Journal of sports sciences, 28 (11), 1147-56 PMID: 20694887
[2] Park SG, Bae YJ, Lee YS, Kim BJ. Effects of rehydration fluid temperature and composition on body weight retention upon voluntary drinking following exercise-induced dehydration. Nutr Res Pract. 2012 Apr;6(2):126-31.
[3] Stanley J, Leveritt M, Peake JM. Thermoregulatory responses to ice-slush beverage ingestion and exercise in the heat. Eur J Appl Physiol. 2010 Dec;110(6):1163-73.
[4] Burdon CA, O’Connor HT, Gifford JA, Shirreffs SM. Influence of beverage temperature on exercise performance in the heat: a systematic review. Int J Sport Nutr Exerc Metab. 2010 Apr;20(2):166-74.

Fuente:

22 de marzo de 2012

El agua fría tras un ejercicio físico intenso: verdades y mitos

Especial: Día del Agua


Agua fria ¿Quién no ha oído alguna vez, justo después de haber hecho una actividad física importante, la archiconocida frase "No bebas agua fría, que es malo" o la variante "No bebas agua fría, que hubo un rey que se murió por eso"? Es una de las frases más típicas referidas al agua, aunque sin llegar al nivel supremo de "Tienes que esperar x horas para bañarte, que estás haciendo la digestión" (pocas órdenes han puesto a prueba la paciencia de tantos niños como la obligación anterior).

El famoso rey que, supuestamente, murió por beber agua fría tras haber realizado ejercicio físico (concretamente, tras jugar a la pelota) es, ni más ni menos, que Felipe I el Hermoso. Sin embargo, pese a que la cultura popular atribuye claramente al agua fría como la causa del fallecimiento, lo cierto es que las circunstancias de su muerte, cinco siglos después, siguen siendo un misterio. Las crónicas de su vida relatan que murió días después del suceso del partido de pelota, con una "recia calentura" esa misma noche tras el partido y un empeoramiento progresivo. Esto ha llevado a que diversos investigadores planteen como causa de la muerte el envenenamiento o la peste.

Imaginemos, por un momento, que realmente Felipe el Hermoso murió por haber bebido agua fría tras jugar a un partido de pelota, ¿cómo pudo desencadenarse la muerte por algo, en principio, tan anodino? Las dos principales hipótesis serían:

-La muerte fue desencadenada por una hidrocución (mal llamado corte de digestión). El agua fría, al entrar en contacto con el cuerpo del rey (caliente tras el ejercicio físico) provocaría un potente reflejo cardiovascular de causa nerviosa (parasimpática) que llevaría a una alteración del ritmo cardíaco, con un súbito descenso de la frecuencia o incluso con una parada cardíaca.

-La muerte se produjo por una hiponatremia. El monarca fue perdiendo de forma severa líquidos y sales a través del sudor como consecuencia del partido de pelota. Cuando llegó el momento de beber agua, lo hizo con tanta ansia que, aunque se rehidrató muy bien, no repuso de igual manera las sales y provocó una alteración en la concentración de éstas en sangre (con el sodio bajo como principal peligro). Esto llevaría inicialmente a mareos, vómitos, aletargamiento, confusión, calambres, etc... Si la hiponatremia fuera a más podría darse el coma y la muerte poco tiempo después.

Ambas situaciones pueden darse en la realidad. La hidrocución por el contacto por agua fría, especialmente por sumergirse en agua muy fría tras haber hecho ejercicio físico intenso, está bien estudiada y se estima que un amplio porcentaje de los ahogamientos que se producen en el mundo puede deberse a esta causa. Es muy difícil conocer el alcance real, puesto que puede pasar desapercibida en las autopsias.

Mucho más rara y rocambolesca sería la muerte por la ingesta de una bebida fría tras haber realizado ejercicio físico ya que la superficie del cuerpo que está expuesta al frío líquido es pequeña comparada con una inmersión, lo que limita la potencia del reflejo parasimpático. Pese a todo, existen casos documentados de muerte súbita tras la ingesta de bebidas frías. Eso sí, hay que tener muy mala suerte. Porque la persona tendría que ser especialmente susceptible a este reflejo y porque, además, tendría que tener detrás un trastorno cardíaco que le volviera vulnerable ante la más mínima perturbación. En personas normales se produciría como máximo un síncope (pérdida de conocimiento) y de forma muy poco frecuente.

Sobre la hiponatremia, causada por reponer líquidos y no sales tras haber sudado en abundancia, es algo que ocurre con cierta frecuencia entre practicantes de deportes de larga duración, especialmente entre corredores de maratón. De hecho, se plantea que entre el 10 y el 40% de deportistas en disciplinas de muy larga duración (3-4 horas) desarrollan hiponatremia.

Volviendo a nuestro monarca, ni la hidrocución ni la hiponatremia coinciden con la descripción de su muerte. La hidrocución, de producir una muerte, sería fulminante. La hiponatremia aguda, por otro lado, produciría un rápido empeoramiento del monarca, en cuestión de horas y, de producirse la muerte, ésta sería rápida y no llegarían a pasar varios días. Además, está el detalle de la fiebre, que descarta (de nuevo) la hidrocución y vuelve mucho más improbable la hiponatremia.

Entonces ¿qué es más probable, la peste o el envenenamiento? Es difícil decirlo con tan pocos detalles de los síntomas previos a su muerte. La peste cursa con fiebre y en el envenenamiento también puede darse. Además, ambos pueden provocar la muerte en el periodo de tiempo comentado. Tendremos que confortarnos, por el momento, con conjeturas.

Así pues, el consejo de no tomar bebidas frías tras haber hecho ejercicio físico tiene cierta base rocambolesca detrás (especialmente para cardiópatas). Como precaución, es recomendable beber agua templada o ligeramente fría tras haber hecho ejercicio físico intenso. Lo que no se sostiene es que Felipe el Hermoso muriera por beber agua fría (salvo si ésta estaba envenenada, claro está). Habrá que buscar otro ejemplo mejor...

Fuente:

Blogs de El País (España)

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