Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta guerra. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta guerra. Mostrar todas las entradas

17 de abril de 2017

Los doce botánicos rusos que murieron de hambre para proteger el mayor banco de frutas y semillas del mundo

Durante el sitio de Leningrado ntre 600.000 y 1.200.000 de personas murieron por las balas, el hambre, el frío y la oscuridad en uno de las peores batallas de la segunda guerra mundial. Entre ellos, doce botánicos soviéticos que murieron de hambre mientras defendían toneladas de frutas, raíces y granos: el mayor banco de semillas del mundo.


Si tenemos que buscar otra escena clave para esta historia, tenemos que irnos a finales de verano de 1941. Es mucho menos dramática: Abraham Kameraz y Olga Voskresenskaia cosechan patatas a toda velocidad.

En aquellos días, la Estación Experimental Pavlovsk tenía aproximadamente 6.000 variedades de patatas. Y en cuestión de días, la Guerra estaba a punto de llegar a aquel pequeño pueblo a 45 kilómetros de Leningrado.

Cuando comenzó el sitio de Leningrado, las autoridades soviéticas evacuaron las obras de arte del Hermitage, pero no evacuaron las semillas, raíces y frutas de Pavlovsk. Así que los científicos de la estación recogieron todas los tubérculos, frutos y semillas que pudieron y las almacenaron en un sótano cerca de Leningrado.

El invierno de 1941-42 fue especialmente duro. No solo meteorológicamente hablando, sino que, con todos los accesos a la ciudad cortados, ni la comida, ni el carbón, ni los medicamentos podían llegar a Leningrado. Y las bombas no paraban de caer.

Sin comida, cualquier cosa se convertía en alimento: perros, gatos, ratas o palomas. Según Michael Jones, en enero el canibalismo invadió la ciudad. 1.400 personas fueron arrestadas por este delito y más de 300 fueron ejecutadas.

Lo sabían muy pocas personas, pero en los sótanos de la plaza de San Isaac se guardaban más de 187.000 variedades de frutas y vegetales. Allí, en armarios y cajas hay más de mil tipos de fresas, 900 tipos de grosellas, 600 tipos de manzanas, cientos cerezas, ciruelas, frambuesas y muchas otras frutas y tubérculos.

La estación de Pavlovsk parecía maldita y abocada a su desaparición. Poco más de un año antes, su director y fundador Nicolai Vavilov, uno de los genetistas y botánicos más importantes de la primera mitad del siglo XX, había sido mandado a la cárcel de Saratov. Allí moriría, también de hambre, un par de años después.

¿Su delito? Creer que la genética era cierta. Vavilov era una leyenda, había recorrido medio mundo y había entendido como nadie la importancia de la diversidad y la hibridación para la agricultura. En 1926, el mismo año en que fundó la estación experimental de Pavlovsk, recibió el premio Lenin, el "nobel" de la Unión Soviética.

Pero a finales de los años 30, Lysenko llegó al poder. Lysenko defendía una biología a medio camino entre el lamarkismo y el diamat. Entre 1934 y 1940, la camarilla lysenkoista con el apoyo de Stalin purgó toda la biología soviética. Vavilov era, en aquel momento, presidente de la Academia de Agricultura.

Pero el trabajo que realizó antes de su muerte, es francamente prodigioso. Y allí, protegiendo su trabajo, doce personas se dejaron consumir hasta la muerte. El encargado de las especies de arroz murió de hambre rodeado de sacos de arroz y Kamerz y Voskrensenskaia murieron protegiendo sus patatas.

¿Y pór qué se dejaron morir de hambre?, ¿estaban locos?

Supongo que esa es la pregunta que todos nos hacemos. De hecho, fue la pregunta que Cary Fowler realizó en 1985 mientras visitaba la estación experimental. Y allí mismo, una estudiante de Vavilov ya anciana le explicó que los investigadores comprendían que esas colecciones eran esenciales para restablecer la agricultura después de la guerra.

El sitio de Leningrado se demoró 872 días, pero la guerra fueron seis larguísimos años donde las tierras, las semillas y las prácticas tradicionales quedaron pulverizados. Sin esas semillas, la posguerra hubiera sido terriblemente más dura. Aunque a veces las ecuaciones no nos dejan ver el bosque, ese es el verdadero objetivo de la ciencia. Y para recordarlo, nunca está de más acordarnos de los héroes de Pavlovsk.

Fuente:

Xakata Ciencia

25 de agosto de 2016

Cómo el gobierno colonial británico dejó morir de hambre a un millón de indios

Conocer Ciencia Historia

La historia de la Humanidad está repleta de páginas negras, oscuras donde los seres humnaos sacan a relucir su peor lado y hace que, nosotros ya en la actualidad, nos avergoncemos... a continuación la historia de la hambruna de Orissa...

Este ha sido un verano (2016) difícil en India.

Una sequía y un calor abrasador han afectado a 330 millones de personas en todo el país, una cantidad increíble.

Pero este verano también marca el 150 aniversario de un evento climático mucho más terrible y catastrófico: la hambruna de Orissa de 1866.

Hoy en día casi nadie está enterado de esta hambruna. Escasamente se menciona, aún en los tomos más extensos de historia india.

Habrá pocas, tal vez ni una sola conmemoración solemne. Sin embargo, la hambruna de Orissa mató a más de un millón de personas en el este de India.

En la región peor afectada, el estado de Orissa, una de cada tres personas murieron, una tasa de mortandad mucho más impactante que la que resultó de la gran hambruna irlandesa, causada por una peste que afectó los cultivos de papa y devastó a ese país.

La hambruna de Orissa también se convirtió en un importante momento coyuntural en el desarrollo político de India, estimulando discusiones nacionalistas sobre la pobreza india. Algunas tenues memorias de estos debates resuenan todavía en medio de los operativos de asistencia a los afectados por la actual sequía.


"Ninguna asistencia era la mejor asistencia"

Aunque la hambruna no era un evento desconocido en el subcontinente asiático, sí aumentó en frecuencia y mortalidad con la llegada del gobierno colonial británico.

La Compañía Británica de las Indias Orientales contribuyó a la destrucción de las otrora robustas industrias textiles indias, forzando cada vez más gente hacia la agricultura. 

Esto, a su vez, hizo que la economía de India fuera más dependiente de los caprichos de los vientos monzones estacionales.

Hace 150 años, tal como es el caso con la actual sequía, el primer mal augurio llegó en la forma de un débil monzón.

"Tememos que ya no se puede esconder que estamos al borde de un período de escasez generalizada", anunció The Englishman, un diario de Calcuta, a finales de 1865. 

La prensa india y británica publicaban reportajes del incremento de los precios, la reducción de las reservas de granoy la desesperación de los campesinos que ya no podían pagar por el arroz.

No obstante, nada de esto logró que el gobierno colonial tomara acción. A mediados del siglo 19, la creencia económica establecida era que la intervención del gobierno en hambrunas era innecesaria y hasta dañina.

Se pensaba que el mercado restablecería el equilibrio necesario. Cualquier número excesivo de muertes, de acuerdo a los principios económicos de Thomas Robert Malthus, era la respuesta de la naturaleza a la sobrepoblación. 

El artículo completo en la:

BBC

9 de junio de 2016

El mal tiempo salvó a Europa del dominio mongol


A veces los grandes sucesos históricos, las casualidades, las chiripas, puedes explicarse por hechos diminutos, casi insignificantes (aunque en ocasiones pequemos de reduccionistas). Como el pistoletazo que Gavrilo Princip le descerrajó al archiduque Francisco Fernando de Austria, que fue el detonante de la Primera Guerra Mundial. Aquí tenéis una bonita colección de estos detonantes diminutos.

A todos estos debe sumarse a hora el mal tiempo como factor que salvaguardó a Europa del dominio de los mongoles en el siglo XIII, tal y como analiza un reciente estudio publicado en la revista Nature

Ulf Büntgen, del Instituto de Investigación Federal Suizo, y Nicola Di Cosmo, del Instituto de Estudios Avanzados de los Estados Unidos, son los autores del mencionado estudio, que analiza anillos de árboles en Hungría y registros históricos. La conclusión es que el clima resultó decisivo para impedir el movimiento de un ejército que viajaba a caballo.

El mal tiempo dio lugar a inundaciones, en especial en las tierras llanas y bajas de Hungria. La inundación impidió que la hierba prosperase aquella primavera y dejo a los caballos con poco que comer. También habría significado mucho de barro, haciendo los viajes muy difíciles.

Vía | EuropaPress

Tomado de:

Xakata Ciencia

9 de noviembre de 2015

¿Qué tiene que ver Hedy Lamarr con tu wifi?

La mujer más bella del Hollywood de los cuarenta escandalizó escenificando un orgasmo en pantalla, pero en la intimidad cultivó una vida sosegada entregada a la ciencia. Uno de sus inventos constituyó el germen de Internet y la telefonía móvil. 


Fue considerada la actriz más bella de los años cuarenta en Hollywood.

Es fácil ser glamurosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida".

A quien acuñó esta cita tan redonda le ayudó ser oficialmente "la mujer más bella del mundo". Es Hedy Lamarr, tanto la misteriosa Dalila en la versión cinematográfica de Cecil B. DeMille (1949) como la primera en desnudarse e interpretar un orgasmo en pantalla en Ektase (1933) sin haber llegado siquiera a la mayoría de edad.

Si de día se colocaba un enjoyado penacho de plumas de pavo real en Las chicas de Ziegfeld, aquel musical que se anunciaba con "100 mujeres bellas", al llegar a casa se sentaba ante una mesa de trabajo y concretaba un sistema de guiado de misiles. "Odiaba las fiestas, no bebía. Su principal hobby era inventar", asegura por teléfono Richard Rhodes, autor de Hedy's Folly: The life and breakthrough inventions of Hedy Lamarr, the most beautiful woman in the world (en inglés en Doubleday, 15,78 euros). "Hasta el punto que diseñó un 'sistema de comunicación secreto' que constituye la base del GPS, los teléfonos celulares, el Bluetooth o el wifi", resalta Rhodes, todo un Pulitzer entregado durante un año a investigar la vertiente inventora de la estrella y de su colaborador, el músico Georges Antheil, inquieto integrante del magma cultural del París de entreguerras.

Rhodes consiguió documentos originales y la ayuda de los hijos de Lamarr, la actriz que cumplió en sus 86 años de vida (casi 40 como intérprete) muchos tópicos de Hollywood: seis matrimonios, incontables seducciones de hombres poderosos, cirugías plásticas en serie que volatilizaron su hermoso rostro y la identidad sepultada con el apellido de una malograda actriz yonqui (Barbara La Marr) amante de su descubridor.

¿Cómo llegó una actriz vienesa sin estudios al origen de tecnologías más que indispensables? Bueno, el padre era un banquero maravillado por los adelantos mecánicos. La madre la convirtió en concertista de piano. Con su primer esposo, Friedrich Mandl, acaudalado fabricante de armas, compartió sobremesas con diplomáticos, estadistas (Mussolini fue uno de los invitados) y militares alemanes que discutían la última innovación bélica.

Quizá ella en aquellas cenas pareciese una esfinge estúpida.

"No. Fue una mujer de gran determinación", asevera Rhodes, "en cualquier cosa que acometiera; para convertirse en actriz, abandonar al marido celotípico que la encarceló en sus mansiones o embarcarse hacia Estados Unidos sin más equipaje que compartir travesía con el ejecutivo de un gran estudio. Su obra no consistió en escuchar y copiar. No fue ninguna farsante".

Hollywood, 1940. George Antheil compone música para películas y escribe en Esquire artículos sobre endocrinología aplicada a la seducción (sic). Se encuentran en una cena. Hedy le pregunta si puede hacer algo para aumentar el tamaño de sus pechos. Anécdotas aparte, el encuentro resulta magnético.


Años atrás, Antheil había protagonizado en París el segundo mayor escándalo escénico después del estreno de La consagración de la Primavera, de Stravinski. El furor de su Ballet mécanique (encargado para una película de Léger), un enjambre sonoro de pianolas, martillos y hélices de avión, provocó que los distinguidos espectadores (Picasso, Joyce, Satie, Man Ray o Miró, entre ellos) aullaran, arrancaran sus butacas y las lanzaran al foso de la orquesta. En aquella performance, el creador de la ahora rehabilitada composición había conseguido sincronizar sin cables seis pianos mecánicos.

George y Hedy, quien tenía solo 26 años, trabajan durante seis meses en un sistema de comunicación entre barcos y torpedos mediante señales de radio que cambian constantemente de frecuencia. Aprovechan la experiencia de él en la conexión de las pianolas y lo patentan en 1941. Pero ayudó más a la causa americana la exitosa gira de Hedy para vender bonos de guerra. "La Armada de EE UU no entendió un mecanismo basado en la conexión de las pianolas. Estaba demasiado ocupada en solucionar su gran problema: los torpedos fallaban en el 60% de las ocasiones", explica Rhodes. En 1954, la idea fue rescatada en el sonobuoy (un minisónar integrado en una boya portátil). Décadas después, los creadores de dispositivos de comunicación sin cable (GPS, wifi, Bluetooth) utilizaron la tecnología de "espectro ensanchado por salto de frecuencia", cuyo germen está en el invento de Lamarr y Antheil. "Si se usa en todo el mundo, ¿por qué no he recibido ni una carta?", se lamentaba ella, que, según su biógrafo, tan solo temía la decadencia física.

En 1997, tres años antes de su muerte, recibió el primer reconocimiento. Hedy, convertida en litigante profesional y ocasional cleptómana, rehusó recoger la distinción. Demasiada cirugía estética para que lo que quedaba de la mujer más hermosa del mundo pudiese presentarse en público.

La inventora, el músico y coca-cola en cubitos

Hedy Lamarr se abstuvo de fiestas, licores y lecturas, contrariamente a lo que se estilaba en Hollywood. Su pasatiempo consistía en inventar. Estas son algunas de sus aportaciones:
» Torpedos infalibles. El más importante (en colaboración con el músico de vanguardia Georges Antheil, autor del Ballet Mécanique) fue un "sistema secreto de comunicaciones" (1941) entre aviones y barcos para dirigir un torpedo con señales de radio cortísimas que cambian de frecuencia arbitraria y simultáneamente para evitar ser interceptadas. Es el germen de sistemas como el GPS, Bluetooth, teléfono móvil y wifi. También trabajó en un escudo antiaéreo.

» Coca-cola instantánea. Ideó una pastilla que se disolvía en agua para conseguir un refresco de cola. Howard Hughes le facilitó dos químicos para asesorarla. Finalmente, no funcionó.
» Lifting y otras ideas. Trabajó en un sistema de "estiramiento de piel basado en el acordeón", imaginó el collar fluorescente para perros, un nuevo tipo de semáforo o cambios del diseño del Concorde.
 
Tomado de:
 

8 de octubre de 2015

La increíble pero real historia de los murciélago-bomba

Una de las más delirantes ideas que estuvieron a punto de ponerse en práctica durante la II Guerra Mundial.
 
Atacar Japón con un ejército de murciélagos equipados con bombas. Parece una idea disparatada, pero estuvo a punto de ponerse en práctica durante la II Guerra Mundial. Esta idea fue concebida por un dentista estadounidense llamado Lytle S. Adams, tras el ataque a Pearl Harbor, quien envió un proyecto detallado con su plan a la Casa Blanca. El presidente Roosevelt le dio el visto bueno y se asignó un presupuesto de dos millones de dólares para esta peculiar estratégica.

Pero, ¿por qué usar murciélagos y no otros animales? Básicamente, porque estos podían orientarse en la oscuridad y transportar un peso muy superior al de su propio cuerpo. Lo curioso es que las primeras pruebas dieron resultado, y los murciélagos se revelaron eficaces bombardeando una falsa ciudad japonesa construída en el desierto de Nevada.

Finalmente, esta estrategia se abandonó proque el Departamento de Defensa prefirió centrar sus esfuerzos y recursos en desarrolla rel Proyecto Manhattan y fabricar contra reloj una bomba atómica.

Fuente:

QUO

21 de junio de 2015

Florence Nightingale salvó vidas gracias a las matemáticas


El Día Internacional de la Enfermería se celebra en el día de su cumpleaños: el 12 de mayo.


Florence Nightingale fue mucho más que una dama con una lámpara. La leyenda de la santa enfermera a veces oculta la verdad: que su genio matemático fue lo que realmente salvó tantas vidas.
Su ambición la llevó al infernal mundo de la Guerra de Crimea y, como consecuencia, por un camino que terminó transformado la enfermería y los hospitales.
Acompáñanos en un rápido recorrido por su vida.
1820

Una niña dotada


Nació en la ciudad italiana de Florencia, y de ahí su nombre, pero creció en pintorescas casas de campo inglesas con su hermana mayor Parthenope.
La criaron al estilo de la clase media alta de la época, que incluía una extensiva educación impartida en casa por su padre, quien les enseñó a sus hijas los clásicos, filosofía y lenguas modernas.
Florence se destacaba en matemáticas y ciencia.
Su afición por registrar y organizar información se notó desde una edad temprana, cuando documentó su enorme colección de conchas del mar con listas y tablas diseñadas con mucha precisión.
El artículo completo en:

18 de octubre de 2014

Naomi Klein: 'El sistema económico ha declarado la guerra al planeta'

  • Naomi Klein presenta en Londres 'Esto lo cambia todo: Capitalismo contra el Clima'

  • 'Una de las luchas claves de este siglo será el de la democracia energética'

  • 'Las reacciones contra el sistema está dando pie a un nuevo movimiento global'

Hincarle al diente al cambio climático y en plena crisis económica no ha sido fácil. Naomi Klein (Montreal, 1970) admite que éste ha sido el libro más duro de principio a fin. No logo y La doctrina del shock se escribieron casi solos, en comparación con este volumen de 466 páginas que pone el broche a la trilogía: Esto lo cambia todo: Capitalismo contra el Clima .


"Hemos llegado a un punto crítico en el que todo tiene cambiar", asegura de entrada Naomi Klein, a la hora de justificar el título. "Durante 25 años hemos intentando acomodar las necesidades del planeta a la ideología del capitalismo de mercado, que exige el crecimiento constante y el máximo beneficio. Los resultados han sido desastrosos. Lo que necesitamos ahora es una respuesta radical".

Hasta cierto punto, reconoce Klein, "la derecha tiene razón": el cambio climático es "el caballo de Troya", la excusa primera y última para justificar el Cambio con mayúsculas: "El sistema económico ha declarado la guerra al planeta. Si seguimos por este camino, aumentando al ritmo actual las emisiones de CO2, podemos experimentar un calentamiento de cuatro a seis grados centígrados. De momento hemos llegado a 0,7 grados y ya estamos sufriendo los efectos".

Sin acritud, pero con urgencia, Naomi Klein lanza su mensaje inequívoco ante más de mil seguidores que abarrotan el Central Hall de Westminster para escuchar a la "mensajera" del cambio climático y económico. El acto lo apadrina The Guardian y tiene como anfitrión a Owen Jones, el comentarista de la nueva izquierda británica, autor de El Establishment y cómo acabar con él, más combativo aún que la propia Klein en su llamada a la insurrección contra las elites políticas y económicas.

En lucha contra la 'economía extractiva'

Klein dispara en su libro contra la "economía extractiva" que está dilapidando los recursos, con la complicidad de los representantes políticos que se han convertido en uña y carne con los intereses especiales. "La puerta giratoria entre la política y las compañías energéticas es ahora una puerta abierta de par en par. En todos los países occidentales existe una connivencia que está dinamitando el sistema democrático. Una de las luchas claves de este siglo va a ser la de la democracia energética".

"La buena noticia es que la respuesta contra este modelo insostenible está ya en marcha", sostiene Naomi Klein, que pone sobre la mesa varios ejemplos del cambio en ciernes...
En Alemania ya se está trazando el camino con el auge de la Energiewende, que ha permitido la eclosión de cooperativas energéticas gracias a la descentralización del sistema. El movimiento de la Transición,

propagado por 40 países (entre ellos, España), está impulsando también modelos de autosuficiencia energética con renovables, mientras el grupo 350.org está creando por primera vez una "conciencia planetaria".

Pese a los malos augurios de los "expertos", la Columbia Británica lleva seis años aplicando el "impuesto del carbono" con notable éxito. Cientos de empresas e instituciones, con la Fundación Rockefeller como el último y notorio fichaje, se han sumado a la campaña para "desinvertir" en energías fósiles y desviar dinero hacia las renovables.

El fracking (la extracción de gas o petróleo por el controvertido método de la fracturación hidráulica) está dando pie a lo que Naomi Klein ha bautizado como Blockadia: cientos de comunidades en todo el mundo, unidas por la "resistencia a los métodos de extracción extrema". Esta misma semana, el 11 de octubre, se celebra el tercer GlobalFrackdown, con actos anti-fracking que darán la vuelta al planeta...

'Lo que está en juego es nuestra supervivencia'

"Estamos en ese momento crítico en que las reacciones contra el sistema se están dando la mano en algo parecido a un movimiento global", sostiene la autora de Esto lo cambia todo (que se publicará en marzo en España). "Las marchas por el clima se celebraron hace dos semanas en casi todos los paíes, y más de 300.000 personas se lanzaron a las calles en Nueva York en la mayor manifestación de las últimas décadas".

"La gente se sumó a las manifestaciones por dos razones principales", argumenta Klein. "Por un lado, porque ya estamos padeciendo los efectos, del huracán Sandy en Nueva York a la mayor sequía de la historia en California... Y también porque en los últimos años hemos sufrido el impacto de esta economía tóxica, y hay un hastío cada vez mayor contra la clase política por haber permitido este fallo colectivo".

Klein arremete en su libro contra los negacionistas del clima que primero llevaron al mundo a la parálisis y que ahora alegan que la trasformación sería muy costosa. "No hay una fórmula para salir de esta situación crítica", admite la activista canadiense, que ultima la versión en documental de Esto lo cambia todo y aspira en convertir el libro en plataforma de acción. "Pero tenemos que movernos más allá del fundamentalismo de mercado y liberarnos de las cadenas de la austeridad".

"La solución pasa por acciones desde lo local y por masivas inversiones públicas, para acelerar la transición de la economía extractiva en la que estamos a la economía regenerativa", concluye Klein.

"Si logramos cambiar el contexto cultural, aunque sólo sea un poco, podremos al menos abrir paso a reformas que consigan que los números del carbono se muevan en la dirección adecuada. Por encima de un aumento de las temperaturas de dos grados, advierten los científicos, las consecuencias serían desastrosas... Esto lo cambia todo, entre otras cosas, porque lo que está en juego es nuestra propia supervivencia".

Tomado de:

El Mundo Ciencia

23 de julio de 2014

¿Qué le pasaría a la Tierra después de una Guerra Nuclear?

Hemos visto en muchas ocasiones qué sucedería tras una guerra nuclear entre las dos grandes superpotencias, pero ¿Qué es lo que podría suceder después de una guerra de nivel regional, entre dos países poseedores de armamento nuclear como pueden ser India y Paquistán? Un equipo técnico de EE.UU: ha presentado un estudio sobre cuáles serían las consecuencias.



El supuesto contempla la explosión de simplemente cien ojivas nucleares del tamaño de la bomba lanzada en Hiroshima, sobre el subcontinente indio. Cinco megatones de carbono negro entrarían en la atmósfera inmediatamente, absorbiendo el calor del sol antes de que pudiera llegar a la Tierra.

Un año después del hipotético conflicto nuclear la temperatura de la superficie de la Tierra caería unos dos grados, tras cinco años nuestro planeta sería tres grados más frío de lo que es actualmente. A los veinte años de la guerra, la temperatura media seguiría un grado por debajo de la temperatura media actual. 

La bajada de las temperaturas reduce la cantidad de agua de lluvia recibida, un año después de la guerra, las precipitaciones se han reducido un nueve por ciento, veintiséis años después la Tierra recibe un cuatro y medio menos de lluvia.

Entre dos y seis años después la temporada de crecimiento de los cultivos se ha reducido entre diez y cuarenta días dependiendo de la región.

Las reacciones químicas en la atmósfera aumentan el agujero de la capa de ozono que nos protege de la radiación ultravioleta. Cinco años después de la guerra la capa de ozono se ha vuelto entre un 20 y un 25 por ciento más delgada. Diez años después la capa de ozono se ha recuperado, pero continúa siendo un ocho por ciento más delgada.

La protección UV ha disminuido produciendo más quemaduras solares y un aumento de la incidencia de cáncer entre la población. 

Para evitar esta supuesta catástrofe, la comunidad científica quiere estimular a los países a destruir las aproximadamente 17.000 armas nucleares que todavía mantienen.

Vía | popsci

Tomado de:

Xakata Ciencia

25 de mayo de 2014

'Homo Futbolensis': A los primates nos gusta jugar

  • Conecta con 'nuestro pasado más tribal' y llena el vacío de las guerras

  • Viaje a la antropología del fútbol por el autor de 'Yo, mono'

  • Nos gusta mirar para tomar partido por una manada

  • Entre los cazadores, los ronaldos, messis y diegos costas, se llevaban a las más bellas






Un amigo de la infancia de Charles Darwin contaba que cuando los niños invitaban a jugar al fútbol al futuro padre de la Evolución, prefería explorar por su cuenta en el bosque. Pero a principios del siglo XIX todavía no existía la pasión actual por este deporte. Hoy la fiebre futbolera sin duda hubiera llamado la atención del naturalista británico, ya que los comportamientos y actitudes que mostramos en los encuentros deportivos son universales. La histeria colectiva que desatan en todo el planeta partidos como la final de la Champions que enfrentará al Real Madrid con el Atleti nos lleva a pensar en sus orígenes biológicos, hundiendo sus raíces en el pasado hace cientos de miles de años.


El fútbol fue introducido en España a finales del siglo XIX por inmigrantes británicos que vinieron a trabajar en las minas. Estos obreros formaron los primeros equipos para pasar las horas muertas jugando entre ellos. Rápidamente se extendió por el resto de la población española debido a la facilidad con la que se puede practicar. A diferencia de otros deportes que requieren complejos equipamientos e instalaciones, en el fútbol sólo es necesario un balón. Pero según los antropólogos, la época en que emerge no es casualidad. En Europa, el fútbol se hace popular al mismo tiempo que desaparece la importancia de la caza para el sustento, es decir, cuando comienza la Revolución Industrial. Desde aquellos años, el fútbol se ha convertido en el deporte más extendido, practicado o seguido en los cinco continentes por cientos de millones de personas. 

Entonces, ¿esta pasión universal es producto de la casualidad o es consecuencia de alguna necesidad adaptativa? Desde la ciencia creemos que su éxito se debe a que el fútbol posee características que conectan con nuestro pasado más tribal, así como también con el desarrollo de las capacidades necesarias para ser un buen cazador y guerrero. Por esta razón, el fútbol -aunque también otros deportes de equipo como el rugby, el béisbol o el baloncesto- son los que más éxito han tenido en las sociedades contemporáneas, precisamente las que han sustituido el modo de vida del cazador-recolector por el trabajo asalariado y la industria. Pero también en las que el número de hombres que van a la guerra es mínimo comparado con tiempos anteriores. El deporte vendría a llenar ese vacío. 

La relación que existe entre la lucha y el deporte es patente. Perseguir, golpear objetivos con proyectiles o acechar a los enemigos son exigencias que encontramos en ambas actividades. Por ello, otros ven las raíces del deporte en las batallas bélicas. Una evidencia de la conexión entre la guerra y el deporte la encontramos en los Juegos Olímpicos de la antigüedad, que se celebraron durante más de 400 años en la ciudad griega de Olimpia. En ellos era costumbre llegar a una tregua que permitiera concentrarse y diera libertad de movimiento a los deportistas. Se enfrentaban varias ciudades independientes, muchas de las cuales estaban en guerra entre sí. Las disciplinas consistían en correr, saltar, luchar, lanzar jabalinas y competir en carreras de cuadrigas. Todas las pruebas ensalzaban virtudes que eran imprescindibles para los guerreros de entonces.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

23 de mayo de 2014

Economía y empleo en la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial provocó importantes transformaciones en la economía y en el mundo laboral europeos. 


La Primera Guerra Mundial provocó importantes transformaciones en la economía y en el mundo laboral europeos. En este artículo analizamos estos cambios.

La magnitud de la Gran Guerra fue tal que todos los aspectos de la economía mundial se trastocaron. La constatación de que la contienda iba a ser muy larga, al fracasar los planes iniciales de la guerra de movimientos, hizo que los gobiernos europeos fueran conscientes de que la economía debía ponerse al servicio de la causa militar y que, por lo tanto, se hacía necesario introducir profundos cambios en las relaciones de producción. La guerra impuso que el Estado interviniese en la economía. Sin lugar a dudas, esta guerra fue un factor decisivo para que surgiera en la historia la economía planificada, aunque hay otras fenómenos que explican esta intervención en el siglo XX, con distintas motivaciones, como son la planificación comunista en Rusia, la planificación fascista y la relacionada con el posterior estado del bienestar en las sociedades democráticas occidentales de después de la Segunda Guerra Mundial.

El capitalismo había cambiado en la Segunda Revolución Industrial, abandonando el liberalismo económico radical a favor de los monopolios y con claras tendencias proteccionistas, especialmente tras la crisis de 1873, pero la Gran Guerra introdujo en la economía dos principios nuevos: racionalización y coordinación porque se supeditaba a un objetivo que no era otro que vencer, aunque se respetase la propiedad privada de los medios de producción, con alguna excepción. El Plan Rathenau alemán es el ejemplo más evidente de planificación económica en este momento, pero todos los gobiernos hicieron algo parecido, creando ministerios y oficinas para coordinar la tarea económica.

La cuestión de los abastecimientos fue un grave problema para todos los contendientes. La producción agrícola descendió por la falta de mano de obra, de animales y de abonos; además la guerra dificultaba de forma evidente la importación de alimentos. Las carencias de comida, vestido y combustible se hicieron patentes muy pronto. Afectaban al frente pero, sobre todo, a la retaguardia. Se impuso el racionamiento, que se fue extendiendo a más y más productos a medida que la guerra se alargaba. Alemania fue la primera que lo impuso, ya que por su situación geográfica, entre dos frentes, le era muy difícil compensar sus carencias con importaciones. Los aliados tenían la ventaja de contar con imperios coloniales inmensos y podían importar más fácilmente alimentos. Franceses y británicos pasaron menos hambre que los alemanes. Aún así, tuvieron que implantar también medidas de racionamiento.

La guerra trajo otras consecuencias económicas. Los precios aumentaron y, a pesar de que también lo hicieron los salarios, el poder adquisitivo en los países contendientes disminuyó considerablemente, mientras el mercado negro se extendía. La destrucción de muchas infraestructuras productivas y la necesidad de más productos y materias primas hicieron que las compras al extranjero se dispararan de tal forma que superaron, en muchos casos, las posibilidades de pago. Eso provocó que se multiplicasen los empréstitos y se disparase la deuda pública. El fantasma de la bancarrota sobrevoló por encima de Europa.

La Gran Guerra también transformó el ámbito laboral.

Lea el artículo completo en:

La Nueva Tribuna

24 de abril de 2014

Bombas atómicas, átomos y... bikinis

Cuando vemos pasear por la playa a una chica en bikini, lo último que se nos viene a la cabeza es una bomba atómica. O un átomo. Sin embargo, el bikini está íntimamente relacionado con esos términos.



Desde 1946 a 1958, los estadounidenses llevaron a cabo ensayos con bombas atómicas en el atolón de Bikini, ene el océano Pacífico. Y precisamente en 1946, el diseñador francés Jacques Heim diseñó un traje de baño de dos piezas al que bautizó como “átomo”. En realidad, el nombre nada tenía que ver con las bombas atómicas, sino porque el átomo era la porción más pequeña de materia, y aquella pieza de ropa era realmente pequeña.

Si hoy en día al bikini no le llamamos átomo (lo cual sería ciertamente divertido, y probablemente la prenda acabaría formando parte del vestuario de cualquier geek) es porque otro modisto rival, Louis Reard, sólo tres semanas más tarde que Heim, lanzó al mercado su propia colección de bañadores de dos piezas. Reard bautizó su ropa como “bikini” porque aquella palabra estaba de moda en todos los titulares de prensa a raíz de las pruebas nucleares en el atolón Bikini (después de todo, un buen geek debería amar al bikini igualmente).

Como las pruebas nucleares, la prenda de ropa también generó mucha polémica por lo escandalosa que resultaba. Pero entre 1950 y 1960, el bikini se fue imponiendo, sobre todo a raíz de que Brigitte Bardot lo vistiera para la película Y Dios creó a la mujer (1956). En 1962, Ursula Andress emergió de las aguas con un bikini en la primera película de James Bond, James Bond contra el doctor No, erigiéndose así en la primera chica Bond.

Por cierto, lo que todos conocen como bocadillo caliente de jamón york y queso o sandwich mixto caliente, en Cataluña se denomina bikini, pero nada tiene que ver con el atolón Bikini. El nombre procede de Sala Bikini, que abrió sus puertas en 1953 en la Avenida Diagonal de Barcelona, y que se hizo famosa por comercializar este tipo de bocadillo tal y como explica Alfred López.

Vía | Ciencia Popular

Fuente:

Xakata Ciencia

11 de marzo de 2014

Un modelo matemático anticipa dónde surgirá la violencia multicultural

Conocer por qué se enfrentan los diversos grupos étnicos o culturales que conviven en una misma región resulta esencial para evitar conflictos. Ahora, un modelo matemático ha conseguido predecir con una certeza de más del 90% donde podrían surgir dichos conflictos y su causa principal: la ausencia de fronteras claras. Si éstas están marcadas, los enfrentamientos se reducen, al igual que si existe una integración total entre los grupos. Los autores de este modelo matemático señalan la importancia del uso de la ciencia en aplicaciones que permitan profundizar en el conocimiento de los conflictos para evitar sufrimientos. 

Aplicación del modelo a la antigua Yugoslavia. NECSI.
Aplicación del modelo a la antigua Yugoslavia. NECSI.
La predicción del grado de violencia en un área poblada por seres humanos de diversos orígenes étnicos puede realizarse ahora mediante un modelo matemático creado por un equipo de científicos del New England Complex Systems Institute (NECSI y de la universidad estadounidense de Brandeis, del que se ha hecho eco la revista Science

Según el NECSI, gracias a un estudio realizado por estos científicos se ha conseguido identificar un patrón global que siguen las diversas regiones en las que habitan culturas y etnias distintas. Así, se ha descubierto que la violencia aumenta en la medida en que las fronteras entre los distintos grupos humanos no están lo suficientemente bien definidas.

Este estudio puede aplicarse a multitud de áreas pobladas por el ser humano, pero inicialmente fue probado en poblaciones con grupos étnicos distintos de la India y de la antigua Yugoslavia. Aplicando un modelo matemático que diferenciaba las zonas por sus culturas, se apreció que la tendencia a que surgiera la violencia era mayor cuanto menos claras estaban las divisiones o fronteras físicas, aseguran los expertos.

La integración evita los conflictos

La distribución geográfica sería por tanto, según este modelo matemático, la principal razón de los conflictos, y no los problemas económicos, el carácter de los miembros de las poblaciones o el comportamiento de éstas hacia sus vecinos.

Conocer con certeza matemática donde podrían producirse dichos conflictos ayudaría a evitar muchas muertes al año, si se tiene en cuenta que, tal y como publica la revista Sience Blog, en el último siglo más de 100 millones de personas han fallecido en conflictos violentos, a menudo en enfrentamientos locales entre etnias o grupos culturales distintos.

Pero existe una solución, a pesar de que la mezcla cultural resulte peligrosa. Según el estudio, si los grupos están muy bien integrados entre ellos, las partes no forman identidades muy separadas, y no consideran los espacios públicos como pertenecientes a un grupo u otro. Esta situación evita los problemas. Si no puede darse, los conflictos podrían eludirse con una definición bien de las áreas que pertenecen a unos u otros, es decir, que se encuentren claramente separadas.

Prueba retrospectiva

Para probar el modelo, el investigador del NECSI, Yaneer Ban Yam y sus colegas de investigación, decidieron predecir de manera retroactiva donde podría emerger la violencia que de hecho surgió en los conflictos más recientes vividos en la antigua Yugoslavia y en la India.

En el caso de Yugoslavia, se utilizaron datos del censo tomados a principios de la década de los 90, antes de que surgieran los problemas. En la India, se usaron datos de 2001. Con el modelo matemático, se simularon posteriormente los hábitos de migración de la población a lo largo del tiempo asumiendo que, especialmente durante los periodos de conflicto, la población se desplazó gradualmente hacia regiones en las que vivía población de su misma etnia o grupo social.

La simulación identificó pequeñas zonas en las que un grupo se hallaba rodeado por otro como potencialmente conflictivas. Las predicciones alcanzaron un 90% de relación con la situación real vivida durante la guerra de Yugoslavia y un 99,8% con los conflictos analizados en la India.

El modelo serviría por tanto para conocer cómo se produce y progresa la violencia, así como para explicar por qué motivo una población mixta que hasta un momento dado parece convivir en paz, de pronto se vuelve en contra de sus propios vecinos de otras etnias.

La lucha por el espacio

La lucha por el espacio parece convertirse desde esta perspectiva en una de las razones más poderosas para el surgimiento de los problemas, aunque no sea la única causa. La violencia contra otros grupos humanos es de por sí bastante incomprensible aún, y afecta al comportamiento colectivo.

Pero reconocer matemáticamente la importancia de las fronteras bien definidas para evitar los conflictos serviría para que los políticos pudieran dirigir sus acciones bien a separar claramente los grupos bien a potenciar la convivencia y la integración totales.

Los investigadores señalan la necesidad de aplicar nuevas herramientas científicas como este modelo matemático para conocer a fondo los problemas y buscar soluciones políticas efectivas que eviten el sufrimiento de muchísimas personas.

El concepto de la formación de patrones, originalmente empleado para comprender los sistemas químicos, es un modelo que también sirve para el estudio de los comportamientos colectivos y que puede aplicarse a diversos problemas sociales.

Tomado de:

Tendencias21

17 de enero de 2014

La Bomba del Zar, el arma nuclear más potente de la historia


La bomba de hidrógeno soviética AN602, Bomba del Zar para los amigos, ha sido el dispositivo nuclear más potente de la historia. Fue detonado el 31 de octubre de 1961, sobre la zona de pruebas militares del archipiélago de Nueva Zembla, en el Océano Glacial Ártico.

La explosión fue algo terriblemente legendario (con una potencia diez veces superior a la de todos los explosivos de la Segunda Guerra Mundial juntos), y además nos arroja algunos datos que nos permite estimar su capacidad de destrucción.

Cinco datos sobre la Bomba del Zar

1.

Tenía un rendimiento de 50 megatones. Para que nos hagamos una idea de tal magnitud, nada como leer el siguiente fragmento de 100 analogías científicas de Joel Levy:
para reunir la cantidad equivalente de explosivos convencionales sería necesario un tren de 666.000 vagones de 15 metros de largo, cada uno con 75 toneladas de TNT, que ocuparía una longitud de 10.000 km.

2.

La Bomba del Zar era 1.400 veces más potente que las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas. La presión bajo la explosión fue de 211.000 kilos por metro cuadrado (20,7 bares), más de diez veces la que hay en el neumático de un automóvil.

3.

Durante su explosión, su emisión de potencia fue equivalente a aproximadamente el 1,4 % de la del Sol. La energía luminosa fue tan poderosa que pudo ser vista incluso a una distancia de 1000 km, con cielo nublado. La energía térmica fue tan grande que podría haber causado quemaduras de tercer grado a una persona que se encontrara a 100 km de la explosión.

4.

De explotar bajo tierra, la Bomba del Zar habría sido equivalente a un terremoto de 7,1 en la escala de Richter.

5.

Produjo una nube de hongo de 64 kilómetros de altura. Casi siete veces más alta que el Everest. La onda de choque fue lo bastante potente como para romper vidrios gruesos incluso a más de 900 km de la explosión, y fue grabada girando alrededor de la Tierra tres veces.



En el mundo, a pesar de los tratados de reducción de armamento, se estima que hay 23.360 cabezas nucleares almacenadas en 111 lugares distintos repartidos en 14 países, cuya potencia conjunto ronda los 7.000 megatones. Al menos es una cifra menos aterradora que la existencia en el punto culmen de la Guerra Fría, en 1973, cuando había 27.333 megatones.

Con todo, no es una potencia suficiente para destruir directamente a la civilización humana: sólo para arrasar con todas las ciudades serían necesarias 99.293 cabezas nucleares de alto rendimiento. Para arrasar la superficie terrestre: 1.241.166 cabezas. ¿Y qué tal algo más parecido al rayo de la Estrella de la Muerte?
Para superar la energía de cohesión de la Tierra y destruir el planeta por completo serían necesarios 50.000 billones de megatones.
Con todo, los efectos secundarios de un ataque estratégico con todo lo que tenemos probablemente aniquilaría a la especie humana habida cuenta de los efectos secundarios que se generarían.

Más información | Neoteo

Fuente:

Xakata Ciencia

¿Las guerras actuales matan más que las del pasado?


Acostumbramos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, que antes las cosas no estaban tan mal, que antes los jóvenes respetaban más a sus mayores, que existían valores morales más sólidos, que la comida sabía mejor, que había menos enfermedad, menos guerras, etc. Esta idea se refuerza con nuestra tendencia a olvidar los percances del pasado y a otorgar siempre más importancia a lo que nos sucede en el presente. Pero el presente parece mejor que cualquier otra época del pasado, tal y como podéis leer aquí.

La gente, en el pasado, también era más violenta, porcentualmente hablando. Algunos dirán que de acuerdo, pero antes no existían armas tan mortíferas, ni tantas muertes civiles, ni tantos genocidios, etc. Sin embargo, esta idea nace de cierto analfabetismo aritmético: las guerras de antes mataban más que las de ahora, a pesar de todo.

Echemos un vistazo a los últimos siglos de la mano de Steven Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro:
Para el período que va de 1400 a 1938, el Catálogo de conflictos de Brecke enumera 276 conflictos violentos en el continente americano, 283 en el norte de África y Oriente Medio, 586 en el África subsahariana, 313 en el centro y el sur de Asia, y 657 en el este y el sudeste de Asia.
Las muertes por tales conflictos, en algunos casos, fueron enormes, tanto a nivel proporcional como a nivel absoluto. Si se comparan con los análisis de muertes en guerras de la segunda mitad del siglo XX, entonces descubrimos que hay un descenso apreciable de víctimas.

Cabe señalar también que gran parte de las peores cosas que se han hecho los seres humanos unos a otros han ocurrido antes del siglo XX. Y que antes de la Primera Guerra Mundial, hubo 5 guerras y 5 atrocidades en las que murieron más personas. Y las guerras y atrocidades más severas (las que mataron a más de la décima parte de la población mundial) están distribuidas de forma bastante uniforme a lo largo de 2.500 años de historia.

PRIO

En tales cómputos se tienen en cuenta muertes directas o relacionadas con el combate, es decir, desde personas que mueren tiroteadas o apuñaladas hasta personas que son condenadas a pasar hambre como parte de una contienda.

Los registros a los que se alude para computar las víctimas a partir de 1946 son los de PRIO Battle Deaths Dataset (Datos de muertos en combate PRIO). PRIO son las siglas del Instituto de Investigaciones por la Paz de Oslo.
El conjunto de datos comprende todos los conflictos armados conocidos en que murieron más de veinticinco personas en un año. Los conflictos que ascienden al nivel de mil muertes al año son elevados a la categoría de “guerras” (…) Los investigadores del PRIO buscan criterios lo más fiables posibles para que los analistas puedan comparar regiones del mundo y representar gráficamente tendencias a lo largo del tiempo mediante un patrón fijo.

Fuente:

Xakata Ciencia

3 de octubre de 2013

La guerra es la madre de la civilización, según un modelo matemático

Un modelo matemático muestra que la competencia entre sociedades fue el impulso evolutivo que llevó a las pequeñas tribus a unirse en grupos humanos gigantescos, anónimos y complejos como los actuales.


Ahora puede parecer algo normal, pero hasta hace muy poco, nadie dejaba decisiones fundamentales para su vida en manos de desconocidos que vivían en ciudades lejanas. La cercanía del jefe de la tribu y la familiaridad con todos los miembros de una sociedad pequeña tiene valores que no se abandonarían sin un buen motivo. Esa fuerza que impulsó a los pequeños grupos humanos a fundirse en sociedades descomunales y anónimas fue, según un nuevo estudio, la guerra.

Esta conclusión es parte de un análisis realizado a partir de un modelo matemático que hoy se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Introduciendo factores sobre la geografía, la ecología o las innovaciones militares de las diversas sociedades, y añadiendo un mecanismo de evolución cultural, recrearon un periodo de 3.000 años, entre el 1500 a.C y 1500 d.C., que después se cotejó con el registro histórico. El modelo fue capaz de predecir cuándo y dónde surgirían las civilizaciones con sociedades complejas y de gran tamaño con un 65% de acierto.

Competición y lucha

Cuando a ese mismo modelo se le quitaba el efecto de la difusión de tecnología militar, su coincidencia con lo sucedido en realidad se reducía al 16%. Según los autores, esta es una muestra de que la aparición y el mantenimiento de instituciones y mecanismos que sirvan para cooperar con individuos con los que no se tiene parentesco se ve influida por la competencia entre sociedades, una competición que los autores recogen, fundamentalmente, como enfrentamiento bélico. Como si fuesen organismos que compiten entre ellos, afirma el estudio, las sociedades con rasgos que permitan un mayor control del grupo y sean capaces de coordinar a un mayor número de sus miembros, se impondrán a otras sociedades que no cuentan con esos rasgos.

El enfoque de los investigadores, formado por un grupo interdisciplinar de EEUU y Reino Unido, pretende demostrar que, como dijo Arnold Toynbee, la historia no es la sucesión de “una maldita cosa tras otra” sino que existen “mecanismos generales en juego que modelan los patrones generales de la historia”. En lo que se puede considerar una afirmación optimista, uno de los autores del estudio, Sergey Gavrilets, director de actividades científicas del Instituto Nacional para la Síntesis Matemática y Biológica, afirma que “explicar los sucesos históricos [con su modelo] nos ayuda a entender mejor el presente y, finalmente, puede ayudar a predecir el futuro”.

De momento, gracias a su simulación han observado cómo la presión de otras sociedades empujó a los humanos de lo que hoy es Oriente Medio o China hacia la civilización. Las sociedades agrarias, que habían surgido en regiones apropiadas, como las fértiles cuencas de los ríos Nilo, Tigris y Eúfrates, incrementaron su capacidad para guerrear entre ellas por el contacto con las tribus nómadas de la estepa. Estos grupos humanos desarrollaron importantes avances en la tecnología de guerra, como los carros de combate tirados por caballos o la caballería pesada. Aquellos avances, igual que en el caso de los grandes agricultores de Oriente Medio, aparecieron en la estepa de Eurasia por unas características ecológicas determinadas: estaba llena de caballos listos para ser domesticados.

La competición y el intercambio tecnológico entre ambos tipos de sociedad favoreció la aparición de grandes instituciones y burócratas profesionales para gestionar y mantener cohesionadas a aquellos complejos grupos humanos. Como sucede en la competición entre seres vivos, en ese entorno de intensa competencia no había mucha elección. Las sociedades que no avanzaban hacia mayores grados de complejidad eran fagocitadas por las civilizaciones capaces de movilizar grandes ejércitos y de alimentarlos y armarlos con sistemas de producción de bienes muy organizados.

Además de obtener conclusiones como las anteriores, los autores del estudio consideran que este trabajo muestra que la combinación de los datos históricos disponibles y la teoría evolutiva puede desempeñar un interesante papel para lograr responder preguntas sobre la historia humana y la evolución cultural. Modelos como el empleado por este grupo de investigadores, permite testar las hipótesis frente a la historia real y averiguar así si se ajustan mejor o peor a la realidad. Y más importante, la posibilidad de introducir o extraer factores concretos, como se hace en el artículo publicado en PNAS con la difusión de la tecnología militar, permite comparar el valor de hipótesis alternativas para explicar unos datos concretos.

Tomado de:

28 de agosto de 2013

El Ejército Electrónico Sirio es responsable de un ‘hackeo’ masivo

El Ejército Electrónico Sirio (SEA) se han hecho con el dominio twitter.com y con las webs de los diarios ‘New York Times’ (nytimes.com) y ‘Huffington Post’ de Reino Unido. Ellos mismos lo han confirmado a través de un ‘tuit’ desde su perfil oficial @Official_SEA16.
Desde este martes, la red social estaba viéndose afectada por varios problemas: no se cargaba la hoja de estilos y dejaron de aparecer los iconos de cada usuario. Además, el servidor de imágenes de Twitter, twimg.com, fue el que más inconvenientes sufrió. Los usuarios se dieron cuenta también de que sus fondos de imágenes se cambiaban por imágenes de temáticas sirias y que los enlaces se redirigían a páginas afiliadas a la SEA, según informa la página ‘The Next Web’.

En el caso de The New York Times, el mismo martes por la tarde algunos usuarios informaron que, al acceder a la página, aparecía una pantalla con el mensaje “Hacked by Syrian Electronic Army” (“Hackeado por el Ejército Electrónico Sirio”). Además, la web experimentó una caída, la segunda desde que el pasado 14 de agosto el sitio dejara de estar disponible durante varias horas.

A través de la página de los dominios robados, se sigue informando de que los ciberdelincuentes son los ‘hackers’ del Ejército Sirio. La cuenta de Twitter de SEA había señalado varios objetivos para atacar, como los servicios de esta red social de China, Indonesia y los Emiratos Árabes Unidos.

El gigante asiático, por su parte, ha informado desde el Centro de Información sobre Internet de China (CNNIC) que el pasado fin de semana sufrieron el mayor ataque informático de su historia entre las dos y las cuatro de la madrugada del domingo. El ataque bloqueó numerosas páginas con el dominio ‘.cn’. 


Fuente:

El Boletín (Madrid)

26 de agosto de 2013

“El Legado de la Ocupación de Iraq: Los Niños de Faluya”

A menos, desde luego, que algunas ONG consigan el dinero y los recursos y la formación necesarios para hacer lo que ni el gobierno iraquí ni el estadounidense han mostrado tener interés en hacer: catalogar el incremento en malformaciones congénitas en una ciudad donde las fuerzas de EEUU combatieron una de sus batallas más duras desde la ofensiva de Tet en Vietnam. El fósforo puede utilizarse para identificar objetivos, pero si se utilizó como arma en zonas civiles, violaría el Convenio de 1980 sobre armas convencionales. Quizá es por eso por lo que nadie quiere oír el nombre de Faluya. 
Robert Fisk

 “El Legado de la Ocupación de Iraq: Los Niños de Faluya”Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — (1) La historia de Sayef: Para el pequeño Sayef no habrá primavera árabe. Con solo 14 meses de edad yace sobre una pequeña manta de color rojo amortiguada por un colchón barato instalado sobre el suelo, llorando a intervalos. Su cabeza tiene el doble del tamaño que debería y está ciego y paralizado. Sayeffedin Abdulaziz Mohamed — su nombre completo — tiene una cara amable en su cabeza descomunal, y dicen que sonríe cuando otros niños lo visitan y cuando las familias y vecinos iraquíes entran en la habitación.

Sin embargo, nunca sabrá la historia del mundo que le rodea, nunca disfrutará de las libertades de un nuevo Oriente Medio. Sólo puede mover las manos y no puede ingerir nada salvo leche embotellada, pues no puede tragar. Ya casi pesa demasiado como para que su padre lo lleve. Vive en una prisión cuyas puertas permanecerán cerradas para siempre.

Cuesta tanto escribir este tipo de informe como comprender el coraje de su familia. Muchas de las familias de Faluya cuyos hijos han nacido con lo que los médicos denominan "anomalías congénitas" prefieren mantener su puerta cerrada a los extranjeros, pues consideran a sus hijos como un vergonzoso estigma personal más que como una posible prueba de que algo terrible ocurrió aquí tras las dos grandes batallas estadounidenses contra los insurgentes de la ciudad en 2004 y tras otro conflicto en 2007.

Después de haber negado en un primer momento el uso de proyectiles de fósforo durante la segunda batalla de Faluya, las fuerzas de EEUU admitieron más tarde que habían disparado ese tipo de munición contra los edificios de la ciudad. Informes independientes han señalado en Faluya una tasa de nacimientos con malformaciones mucho mayor que la de otras zonas de Irak, no digamos la de otros países árabes. Naturalmente, nadie puede presentar pruebas irrefutables de que la munición estadounidense sea la causa de la tragedia de los niños de Faluya.

Sayef vive —un verbo utilizado con intención — en el distrito de al-Shahada de Faluya, en una de las calles más peligrosas de la ciudad. Los policías —como los ciudadanos de Faluya, todos ellos son musulmanes sunitas — montan guardia con sus armas automáticas en la puerta de la casa de Sayef cuando la visitamos, pero dos de esos hombres armados y con uniforme azul entran con nosotros y quedan visiblemente emocionados a la vista del indefenso bebé que yace en el suelo, mueven sus cabezas en señal de incredulidad y con un aire de desesperanza que su padre, Mohamed, se niega a manifestar.

"Creo que todo esto se debe a que los norteamericanos utilizaron fósforo en los dos grandes batallas", dice. "He oído hablar de muchos casos de malformaciones congénitas en niños. Tiene que haber una razón. La primera vez que mi hijo fue al hospital vi allí a otras familias que tenían exactamente los mismos problemas".

Estudios realizados desde las batallas de Faluya de 2004 han registrado profundos incrementos en los índices de mortalidad infantil y cáncer en Faluya. El último informe, entre cuyos autores se encuentra un médico del Hospital General de Faluya, constata que las malformaciones congénitas afectan al 15% de todos los bebés que nacen en Faluya.

"Mi hijo no puede valerse por sí solo", dice Mohamed, acariciando la dilatada cabeza de su hijo. "Sólo puede mover las manos. Tenemos que alimentarlo con biberón. No puede tragar. A veces ni siquiera puede tomar la leche, así que tenemos que llevarlo al hospital para que le hagan ingerir líquido. Nació ciego. Además, el riñón de mi pobre criatura se ha apagado. Se quedó paralítico. Sus piernas no se mueven. Su ceguera se debe a la hidrocefalia".

Mohamed agarra las inútiles piernecitas de Sayef y las mueve suavemente arriba y abajo. "Cuando Sayef nació me lo llevé a Bagdad y conseguí que lo examinara uno de los neurocirujanos más importantes. Me dijeron que no podían hacer nada. Tenía un agujero en la espalda, que cerraron, y luego otro agujero en la cabeza. La primera operación no tuvo éxito. Tenía meningitis".

Tanto Mohamed como su esposa pasan de la treintena. A diferencia de muchas familias tribales de la zona no están emparentados y sus dos hijas, nacidas antes de las batallas de Faluya, se encuentran en perfecto estado de salud. Sayef nació el 27 de enero de 2011. "Mis dos hijas quieren mucho a su hermano", añade Mohamed, "e incluso los médicos le quieren. Todos ellos participan en el cuidado del niño. El doctor Abdul-Wahab Saleh ha hecho un trabajo increíble con él... Sayef no estaría vivo de no ser por él".

Mohamed trabaja para una empresa de irrigación pero admite que con un salario de sólo 100 dólares al mes recibe ayuda económica de sus familiares. Se encontraba fuera de Faluya durante el conflicto, pero volvió dos meses después de la segunda batalla sólo para encontrarse con su casa derruida. Recibió fondos para reconstruirla en 2006. Durante nuestra conversación contempla prolongadamente a Sayef y luego lo coge en brazos.

"Cada vez que miro a mi hijo me muero por dentro", dice mientras las lágrimas le corren por la cara. "Pienso en su destino. Se está haciendo más duro cada vez. Es más difícil sobrellevarlo". Así que le pregunto a quién culpa por el calvario del pequeño Sayef. Aguardo oír una diatriba de insultos contra los norteamericanos, el gobierno iraquí, el Ministerio de Salud. Durante mucho tiempo la prensa occidental ha caracterizado a los habitantes de Faluya como "pro-terroristas" y "anti-occidentales" a raíz del asesinato e incineración de cuatro mercenarios estadounidenses que tuvo lugar en la ciudad en 2004 —fue aquel suceso lo que desencadenó la batalla por Faluya, que se saldó con la muerte de unos 2.000 iraquíes, civiles e insurgentes y la de casi 100 soldados estadounidenses.

Sin embargo, Mohamed permanece silencioso durante unos momentos. No es el único padre en mostrarnos a su hijo deforme. "Sólo pido ayuda a Dios", dice. "No espero ayuda de ningún ser humano". Lo que demuestra, supongo, que Faluya — lejos de ser una ciudad de terror — alberga a algunos hombres muy valientes.


Lea el artículo completo en:

Correo SR
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0