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17 de septiembre de 2011

Calentamiento global provocaría invasión de cangrejos en la Antártida

Especial: Calentamiento Global

Según un estudio, los crustáceos estarían aprovechando el cambio climático para migrar a zonas con aguas frías. Se estima que hay más de un millón de ello.


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El calentamiento global podría provocar la invasión de cangrejos en la península Antártica, en la Antártida, según estiman los biólogos marinos en un estudio publicado, este miércoles, por la revista británica “Proceedings of the Royal Society B”.

Actualmente, el cangrejo real de color rojo intenso, que vive en la profundidad del océano, ya tiene un impacto importante donde se instala pues hace grandes agujeros para buscar su alimento, que comprende de gusanos y otros animales marinos.

Un equipo de científicos de la Universidad de Hawái envió un robot a una fosa situada a 120 kilómetros al sureste de la orilla continental de la península Antártica, donde se observó el trayecto de un grupo de cangrejos, informó la AFP.

Esa visión permitió a los investigadores estimar que la población de los crustáceos sobrepasaría el millón además ver qué tipos de daños causarían en los fondos marinos de la Antártida.

Asimismo, el estudio explicó que el calentamiento progresivo de las aguas está creando condiciones para que el cangrejo real avance hacia la Antártida, una de las regiones más vulnerables por el cambio climático.Enlace

Tomado de:

El Comercio (Perú)

24 de agosto de 2011

Las bebidas frias y el dolor de cabeza

¿Cuántos habéis llegado a casa sudorosos debido al calor sofocante y lo primero que habéis hecho es correr a la cocina, abrir la nevera y beber un trago de agua helada? Y ¿Cuántos os habéis arrepentido unos segundos después? Exacto, el fastidioso dolor de cabeza, parece que un taladro se te clave en la sien mientras Reno Miller se ríe. En ese momento escuchas a tu abuela gritar desde el sofá “no bebas muy rápido bonica”, demasiado tarde abu…

Y todos nos preguntamos ¿Por qué?

La contracción y relajamiento súbitos de los capilares del paladar son detectados por los nervios sensores de dolor y enviados al cerebro mediante el nervio trigémino (amarillo) que interpreta el dolor como proveniente de la frente.

Cuando algo muy frío toca nuestro paladar los capilares se contraen rápidamente disminuyendo la velocidad del flujo sanguíneo (en 18cm/s) para volver a dilatarse a continuación. Este cambio brusco en el diámetro de los vasos es detectado por los nervios sensores de dolor que transmiten esta información al cerebro a través del nervio trigémino. Es el nervio craneal más grande e importante, nace en el cerebro medio y se extiende por toda la cara controlando la musculatura de la masticación y prácticamente toda la sensibilidad facial. Es por esto último que el cerebro interpreta el dolor como proveniente de la frente.

El nombre correcto para este fenómeno es esfenopalatino ganglioneuralgia, aunque se conoce universalmente como Ice cream headache. Afecta a una de cada tres personas y está totalmente monitorizado: el dolor comienza unos 10 segundos después de la ingesta y los picos de mayor dolor se detectan a los 30-60 segundos para finalizar a los 80-90. Además se ha intentado utilizar para modelizar las odiosas migrañas ya que al parecer ambos desordenes abarcan los mismos umbrales en los estímulos sensoriales.

La forma de evitar este horrible dolor es tomar las cosas frías despacio evitando que el primer contacto sea con el paladar. Al dejar el helado en la boca se calienta lo suficiente como para que al tragar no provoque la contracción súbita de los capilares y el consecuente dolor.

Con este último consejo podéis seguir disfrutando de lo que queda de verano tomando una cerveza muy fría o un helado gigante de mil sabores. Felices vacaciones!

Alineación al centro

Fuentes: Harries M (BMJ, 1997); Hulihan J (BMJ, 1997); Sleigh JW (BMJ, 1997)

Tomado de:

Locos por la Biología

18 de julio de 2011

El agua fría tras un ejercicio físico intenso: verdades y mitos

¿Quién no ha oído alguna vez, justo después de haber hecho una actividad física importante, la archiconocida frase "No bebas agua fría, que es malo" o la variante "No bebas agua fría, que hubo un rey que se murió por eso"? Es una de las frases más típicas referidas al agua, aunque sin llegar al nivel supremo de "Tienes que esperar x horas para bañarte, que estás haciendo la digestión" (pocas órdenes han puesto a prueba la paciencia de tantos niños como la obligación anterior).

El famoso rey que, supuestamente, murió por beber agua fría tras haber realizado ejercicio físico (concretamente, tras jugar a la pelota) es, ni más ni menos, que Felipe I el Hermoso. Sin embargo, pese a que la cultura popular atribuye claramente al agua fría como la causa del fallecimiento, lo cierto es que las circunstancias de su muerte, cinco siglos después, siguen siendo un misterio. Las crónicas de su vida relatan que murió días después del suceso del partido de pelota, con una "recia calentura" esa misma noche tras el partido y un empeoramiento progresivo. Esto ha llevado a que diversos investigadores planteen como causa de la muerte el envenenamiento o la peste.

Imaginemos, por un momento, que realmente Felipe el Hermoso murió por haber bebido agua fría tras jugar a un partido de pelota, ¿cómo pudo desencadenarse la muerte por algo, en principio, tan anodino? Las dos principales hipótesis serían:

-La muerte fue desencadenada por una hidrocución (mal llamado corte de digestión). El agua fría, al entrar en contacto con el cuerpo del rey (acalorado tras el ejercicio físico) provocaría un potente reflejo cardiovascular de causa nerviosa (parasimpática) que llevaría a una alteración del ritmo cardíaco, con un súbito descenso de la frecuencia o incluso con una parada cardíaca.

-La muerte se produjo por una hiponatremia. El monarca fue perdiendo de forma severa líquidos y sales a través del sudor como consecuencia del partido de pelota. Cuando llegó el momento de beber agua, lo hizo con tanta ansia que, aunque se rehidrató muy bien, no repuso de igual manera las sales y provocó una alteración en la concentración de éstas en sangre (con el sodio bajo como principal peligro). Esto llevaría inicialmente a mareos, vómitos, aletargamiento, confusión, calambres, etc... Si la hiponatremia fuera a más podría darse el coma y la muerte poco tiempo después.

Ambas situaciones pueden darse en la realidad. La hidrocución por el contacto por agua fría, especialmente por sumergirse en agua muy fría tras haber hecho ejercicio físico intenso, está bien estudiada y se estima que un amplio porcentaje de los ahogamientos que se producen en el mundo puede deberse a esta causa. Es muy difícil conocer el alcance real, puesto que puede pasar desapercibida en las autopsias.

Mucho más rara y rocambolesca sería la muerte por la ingesta de una bebida fría tras haber realizado ejercicio físico ya que la superficie del cuerpo que está expuesta al frío líquido es pequeña comparada con una inmersión, lo que limita la potencia del reflejo parasimpático. Pese a todo, existen casos documentados de muerte súbita tras la ingesta de bebidas frías. Eso sí, hay que tener muy mala suerte. Porque la persona tendría que ser especialmente susceptible a este reflejo y porque, además, tendría que tener detrás un trastorno cardíaco que le volviera vulnerable ante la más mínima perturbación. En personas normales se produciría como máximo un síncope (pérdida de conocimiento) y de forma muy poco frecuente.

Sobre la hiponatremia, causada por reponer líquidos y no sales tras haber sudado en abundancia, es algo que ocurre con cierta frecuencia entre practicantes de deportes de larga duración, especialmente entre corredores de maratón. De hecho, se plantea que entre el 10 y el 40% de deportistas en disciplinas de muy larga duración (3-4 horas) desarrollan hiponatremia.

Volviendo a nuestro monarca, ni la hidrocución ni la hiponatremia coinciden con la descripción de su muerte. La hidrocución, de producir una muerte, sería fulminante. La hiponatremia aguda, por otro lado, produciría un rápido empeoramiento del monarca, en cuestión de horas y, de producirse la muerte, ésta sería rápida y no llegarían a pasar varios días. Además, está el detalle de la fiebre, que descarta (de nuevo) la hidrocución y vuelve mucho más improbable la hiponatremia.

Entonces ¿qué es más probable, la peste o el envenenamiento? Es difícil decirlo con tan pocos detalles de los síntomas previos a su muerte. La peste cursa con fiebre y en el envenenamiento también puede darse. Además, ambos pueden provocar la muerte en el periodo de tiempo comentado. Tendremos que confortarnos, por el momento, con conjeturas.

Así pues, el consejo de no tomar bebidas frías tras haber hecho ejercicio físico tiene cierta base rocambolesca detrás (especialmente para cardiópatas). Como precaución, es recomendable beber agua templada o ligeramente fría tras haber hecho ejercicio físico intenso. Lo que no se sostiene es que Felipe el Hermoso muriera por beber agua fría (salvo si ésta estaba envenenada, claro está). Habrá que buscar otro ejemplo mejor...

Fuente:

La Doctora Shora (El País)

3 de julio de 2011

Física Extraña: Soplar para enfríar, soplar para calentar...

Sopa de nido (fisherwy.blogspot.com, cc-by-sa)

Como Rantamplan nos ha recordado a menudo, intentamos que esta serie sea comunitaria, así que vamos a escribir algo.

Había un pasaje de un libro que me obligaron a leer en mi niñez en el que un personaje soplaba sobre la sopa porque quemaba, y un par de párrafos más adelante se echaba el aliento sobre las manos para calentárselas porque hacía frío. Y el protagonista (parece ser que con pocas luces) decía que ese tipo no era de fiar, porque soplaba para enfriar y soplaba para calentar. No recuerdo si era en El Lazarillo de Tormes, o en El Buscón o dónde. Si alguno de nuestros lectores lo recuerda, que deje un comentario y lo añadimos aquí.

El caso es que la experiencia nos dice que el sistema funciona, pero si lo pensamos un poco, va contra la intuición. Quiero decir que… el aire sale de nuestros pulmones, con lo cual estará aproximadamente a 37º… ¿cómo es posible que a veces lo utilicemos para enfriar y otras para calentar?

¿Cuál es la base física de eso?

Existen varios mecanismos que hacen esto posible.

PRECAUCIÓN: vamos a usar el término “calor” en su significado coloquial, no en su significado físico. Por si quieres profundizar, has de saber que cuando aquí decimos “calor”, el término físico correcto es “energía“.

Efecto “pues claro, menuda estupidez”

El primero de los efectos es tan tonto que alguno podrá decir que ni siquiera merece explicación: cuando soplamos para enfriar es porque la “cosa” está caliente; y cuando soplamos para calentar es porque la “cosa” está fría.

De perogrullo.

Si estamos soplando la sopa, es que la sopa está a 80º o 90º, recién salida de la olla. Si el aire que sale de nuestros pulmones está a 37º, está más frío que la sopa, y por lo tanto, la enfría.

En cambio, si estamos en la nieve y nuestros dedos están helados, les echamos el aliento encima y se calientan. Claro. Nuestros dedos están a la intemperie, fuera hace -5º, están fríos. Si el aire que sale de los pulmones está a 37º, los calentará.

Pues claro, menuda estupidez.

Pues eso, ya lo decía yo en el título.

Un efecto parecido (basado en experiencia personal): estás en la calle, pintando una pared al aire libre, en invierno. Las manos se quedan frías, muy frías, pero bueno, haces el esfuerzo, terminas de pintar la pared y te metes a lavarte las manos. Te las lavas con “agua fría”, pero… ¡Au! ¡Quema! Claro, es que las manos se han enfriado mucho mucho en la intemperie, y si el agua está a 10 ó 12 grados, a tus manos les parece muy caliente.

Pero solo esto no es suficiente. Compruébalo ahora mismo. Échate el aliento en los dedos y notarás que se calientan… luego sóplales y verás que se enfrían. Y ni la temperatura de la “cosa” (tus dedos) ni las condiciones de entorno han cambiado…

Efecto Joule-Thomson

El segundo efecto es el efecto Joule-Thomson.

Veamos lo que ocurre cuando soplamos para calentar: expulsamos el aire de los pulmones, pero con la boca relativamente abierta… el aire sale despacito por la boca. Así que sale a unos 37º.

Pero, ¿qué ocurre cuando soplamos para enfriar? Lo que hacemos es cerrar la boca casi del todo, para que salga un chorro fuerte, con mucha presión, por un agujerito relativamente pequeño. El caso es que en cuanto ese chorro de aire sale de nuestra boca se encuentra a mucha menos presión, de modo que se expande rápidamente (es lo que se conoce como efecto Venturi).

El efecto Joule-Thomson dice entre otras cosas que cuando el aire se expande, se enfría.[1] Eso causa que el aire, que en nuestra boca está a 37º, rápidamente se enfría unos cuantos grados cuando sale a través de los labios semicerrados.

Un efecto parecido a este es el que aprovecha el extremo enfriador de un aparato de aire acondicionado (el otro extremo, que es el que se calienta, es el que se pone fuera de la vivienda) o un refrigerador: primero comprimimos un gas, que se calienta, y tiramos ese calor a la calle; luego lo metemos en la vivienda, lo expandimos y se enfría, enfriando la habitación.

Otro sitio donde se nota mucho es en esas bombonitas de gas azul que se usan para cargar los mecheros de gas: el gas está dentro de la bombona, a presión. A través de la válvula lo metemos en el mechero, pero casi siempre se nos mueve un poco y se acaba escapando un poco de gas, que nos da en las manos, ¡y está muy frío! Al salir a la atmósfera ha disminuido su presión y se ha enfriado.

Efecto Venturi

Esquema del efecto Venturi (HappyApple, dominio público)

El efecto Venturi tiene todavía otro efecto en nuestro problema del soplido (valga la redundancia). Aunque conocía el efecto Venturi, hasta que no me he puesto a escribir este artículo no me había dado cuenta de que efectivamente tiene también su efecto sobre este soplido frío, gracias a que Pedro me lo ha señalado. Las fuentes que yo conocía para explicar el enfriamiento al soplar no le daban la importancia debida a este efecto (probablemente porque yo las estaba entendiendo mal), pero una vez que Pedro me lo ha señalado me resulta tan obvio que afecta que tengo que contarlo también.

Cuando el aire sale de nuestros labios semicerrados, como hemos visto, sufre una rápida descompresión. Al estar a menos presión, “absorbe” el aire de los alrededores, que se mezcla con el aire que está saliendo de nuestra boca y sale disparado hacia donde esté apuntando nuestro soplido (es decir, nuestra sopa).

En el esquema de la derecha vemos un típico tubo de efecto Venturi: el aire viene por nuestra garganta y boca (que es la parte gorda del tubo y el primer tubito vertical); sale por los labios semicerrados (que es la parte estrecha); y se vuelve a expandir, reduciéndose la presión, y absorbiendo el aire del segundo tubito vertical (que representa el aire que rodea nuestra cara).

La gracia está en que ese aire alrededor de nuestra cara está a menos de 37º, por lo que se mezcla con el aire de nuestros pulmones, enfriándolo. Este efecto se produce a la vez que el aire caliente interior se va expandiendo y enfriando por culpa de Joule-Thomson, hasta que se equilibran la presión y la temperatura.

Contribución de darkdead: además, el aire de nuestro interior es muy húmedo, de modo que difícilmente contribuye a la evaporación del agua de la sopa. Pero al mezclarse con el aire más seco del exterior, su humedad relativa baja, y es capaz de aceptar más humedad de la sopa. No olvidemos que la evaporación es un mecanismo de refrigeración muy efectivo, pues el cambio de fase del agua de líquido a gas necesita mucha energía.

Efecto convección forzada

Sabemos que otra forma de transmitir calor de un sitio a otro es por convección de fluidos (cuidado con el cuadro rojo del artículo de Pedro, que es precisamente al que nos referimos ahora): el aire que está en contacto con la sopa se está calentando debido a ella. Sabemos que los gases calientes tienden a subir (al calentarse, se expanden ocupando más volumen, son menos densos, y flotan más), por lo que ese aire caliente acabará subiendo, alejándose de la sopa (y llevándose el calor con él) y dejando entrar a otro aire que no estará tan caliente.

Y esto, ¿qué tiene que ver con nuestro soplido? Esto ocurre tanto si soplamos como si no…

Pues sí, pero ocurre muy despacio. Esto es lo que hace que la sopa se enfríe simplemente por estar ahí en el plato, sobre la mesa… pero tarda un poquito.

La sopa está a 90º, y el aire a 30º (si hace más calor que eso, ya no apetece tomarse la sopita), así que la sopa empieza a transmitirle calor al aire que está justo sobre ella. Ese aire se va calentando, lentamente, pasa a estar a 31º, 32º, 33º… despacito. Y a la vez se va expandiendo. Despacito, poco a poco… cuando va estando a 40º ese aire ya se ha expandido mucho y sube, dejando entrar aire nuevo a 30º. Os podéis imaginar que esto no ocurre a trompicones, sino que es algo progresivo… el aire se va calentando, expandiendo, subiendo, renovando… todo a la vez. Pero despacio.

Convección "natural"

Cuando soplamos, como hemos visto antes, el efecto Venturi hace que el aire salga muy rápido, de modo que nuestro soplido remueve rápidamente el aire que hay sobre la sopa. Fijaos en que antes, cuando el aire se calentaba lo suficiente, se alejaba… pero ahora, al soplar, el aire se mueve aunque se haya calentado poco, aunque la expansión producida por su calentamiento no lo hubiera hecho subir aún. Así el aire se renueva, llevándose el calor incluso antes de que “le toque”. Se lleva menos en cada movimiento, porque no le ha dado tiempo a calentarse mucho, pero se mueve más a menudo. El resultado neto es que se lleva el calor más rápido (la sopa se enfría más rápido).

Convección forzada

Esto es básicamente lo que hace un ventilador: nuestra piel calienta el aire a nuestro alrededor y el movimiento del ventilador se lleva ese aire tibio. Y también lo que hace que el frío con viento sea más frío que el frío sin viento (lo que se conoce como “sensación térmica”, que puede ser la temperatura real o no, dependiendo del viento, la humedad…).

Efecto “conducción forzada”

Queda un efecto más, que creo que es minúsculo, pero bueno. Lo he llamado “conducción forzada”, porque no sé si tiene nombre.

En el efecto anterior, convección forzada, hemos visto que el aire que hay junto a la sopa se calienta al estar en contacto con ella. Es decir, el calor pasa de la sopa al aire por conducción: simplificándolo mucho, cuando una molécula de sopa entra en contacto con una molécula de aire, le da su calor.

Pero claro, comparado con la sopa el aire es muy “tenue”, muy poco denso, tiene pocas moléculas, así que este efecto es relativamente lento, porque relativamente pocas moléculas de aire llegan a entrar en contacto con las de sopa.

Pero, por lo visto cuando soplamos sobre la sopa, durante un pequeño instante estamos aumentando la presión sobre esa película de aire que cubre la sopa, de forma que el aire se “espachurra” contra la sopa, habiendo más moléculas de aire que tocan a moléculas de sopa, capturando su calor.

Soplar para enfriar la sopa

¿Quién iba a pensar que soplar iba a resultar tan complicado, cuando hasta los niños de dos años saben hacerlo, verdad? Obviamente, el resultado final depende de una mezcla de todos esos efectos. Dependiendo de las condiciones del entorno, unos serán más importantes y otros menos (o incluso despreciables).

Ahora que ya sabemos un montón de física, ¿podemos soplar para enfriar la sopa?

Pues no, porque es de mala educación. Un truco es sorberla de la cuchara, dejando entrar aire a la vez que sopa, como si la sopláramos hacia adentro, pero… eso es aún más maleducado.

Así que lo mejor es removerla suavemente, esperar unos minutos, y coger la sopa de los bordes del plato, que estará más fría… ¡qué hambre me está entrando!

Fuente:

El Tamiz

22 de junio de 2011

Identifican un material "barato" que refrigera a 273 grados bajo cero

Un equipo de científicos, liderados por el CSIC, identifican este nuevo material que refrigera a un coste mucho menor que el helio líquido.

El nuevo material hallado es el acetato de gadolinio tetrahidrato, según el citado trabajo que se publica en la revista Angewandte Chemie y en el que, además del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón -centro mixto del CSIC y de la Universidad de Zaragoza-, han participado la Universidad de Edimburgo y de Málaga. Este material ofrece, según los científicos, una alternativa más económica al helio-3 en aquellos trabajos en los que se requiere acercarse al cero absoluto, la temperatura teórica más baja posible.

Se trata de un punto en el que los átomos que constituyen la materia dejan de vibrar, según el investigador Marco Evangelisti, quien no obstante ha advertido de que, según las leyes de la física, el cero absoluto no se puede alcanzar experimentalmente. Lo que sí se puede es refrigerar a temperaturas cercanas a ese valor, y este nuevo material es lo que consigue y "de manera más económica" que otros; en concreto, ha explicado Evangelisti, es "ideal" para trabajar entre un rango de temperatura de -273.0 grados hasta 4 y 5 grados por encima del cero absoluto.

Para este físico, los experimentos a temperaturas cercanas a los -273,15 grados son importantes porque permiten estudiar las propiedades de los materiales en estado fundamental -no escondidas por los efectos de las temperaturas-. Esto puede dar lugar a nuevos estados de la materia o aplicaciones, como por ejemplo la superconductividad, que permite conducir corriente eléctrica sin resistencia y se utiliza para generar campos magnéticos intensos, por ejemplo en técnicas de resonancia magnética.

En la actualidad se emplea helio-3 para refrigerar a temperaturas cercanas al cero absoluto, sin embargo desde hace unos años el uso de este gas conlleva "unos costes altísimos, ya que su uso en el ámbito de la seguridad internacional para detectar armas químicas ha disparado la demanda". Este trabajo demuestra que usando muy poca cantidad de acetato de gadolinio tetrahidrato se puede enfriar una gran masa de material, lo que le convierte en "el mejor refrigerante magnético para aplicaciones criogénicas -procesos que se producen a temperaturas extremadamente bajas- descubierto hasta ahora", ha detallado Evangelisti.

Además, entre las aplicaciones prácticas de este nuevo material se encuentra la ciencia del espacio, ya que se están desarrollando sensores de radiación electromagnética que deben funcionar en el espacio a temperaturas extremadamente bajas. "El acetato de gadolinio tetrahidrato simplificaría tremendamente el sistema de refrigeración y permitiría su uso de forma eficaz en el espacio", ha concluido.

Tomado de:

Pùblico

9 de junio de 2011

Las glaciaciones podrían influir más en la biodiversidad que el clima actual

Foto de la Noticia

Foto: Reuters

Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que las consecuencias sufridas en la Tierra durante la última gran glaciación mantienen un mayor efecto sobre la biodiversidad que el actual. Para ello, los expertos han llevado a cabo un estudio sobre el escarabajo estercolero (la riqueza de sus especies y la estructura de sus comunidades) a lo largo de las diferentes regiones que componen el territorio europeo, desde los Montes Urales hasta la Península Ibérica.

El estudio, publicado en la revista 'Ecology Letters', ha analizado la familia de los escarabeidos (Scarabaeidae) por su gran capacidad de dispersión y por que sus fuentes de alimento (principalmente heces de vacuno y ovino) están presentes en todo el continente. Los escarabeidos, además, son insectos de origen tropical que no pueden sobrevivir por debajo de los 0°C de temperatura media anual, "por lo que cabe esperar que su presencia disminuya gradualmente hacia el norte, según baja la temperatura", ha destacado el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC, Joaquín Hortal.

Sin embargo, los análisis de la relación entre la magnitud del cambio climático desde la última glaciación y la distribución de los escarabeidos reflejan que estos insectos no se distribuyen homogéneamente según este gradiente, sino que muestran dos patrones diferentes, uno al norte y otro al sur.

En este sentido, Hortal ha afirmado que "la frontera que delimita ambas zonas es prácticamente similar a la que marcó el límite de 0°C durante la época de la última glaciación".

Aunque la riqueza de especies de escarabeidos es efectivamente menor al norte que al sur, hay otras dos características de su distribución que se explican bajo la hipótesis de la influencia de la última gran glaciación. La primera se basa en las especies presentes a lo largo del territorio. Los datos demuestran que todas las variedades de escarabeidos que habitan el norte del territorio por encima de la frontera de los 0°C establecida en la glaciación, lo hacen también en el sur, y no existe ninguna especie exclusiva del área más septentrional.

Según ha explicado Hortal "se trata de un efecto de la dificultad de adaptarse a climas glaciares que aún perdura, puesto que el norte no conserva especies propias adaptadas únicamente al frío".

Esta característica concuerda con la segunda observación, basada en la antigüedad de las variedades presentes en cada zona. Los resultados del estudio reflejan que las especies que han logrado recolonizar el norte son, además, las que más han evolucionado recientemente. "Aunque su adaptación al frío comienza antes de la última glaciación, estas variedades pertenecen a las ramas filogenéticas más nuevas de los escarabeidos", ha indicado opina el investigador del CSIC.

La distribución actual de los escarabeidos en Europa demuestra, por tanto, que mantiene cierta influencia de la última gran glaciación. Según ha apuntado Hortal, "no se trata de que el clima actual no afecte a la biodiversidad, sino que hasta ahora el impacto de cambios climáticos pasados estaba escondido bajo los efectos de las condiciones actuales".

El motivo de que no se hayan detectado hasta ahora es que ambos provocan efectos parecidos, es decir, menos presencia de escarabeidos al norte de Europa. El investigador del CSIC ha señalado que "los patrones de biodiversidad contemporáneos son, por tanto, una mezcla de los efectos climáticos del pasado, de las condiciones actuales y de la historia evolutiva de las especies".

Según el CSIC, los resultados de esta investigación ponen de manifiesto que las consecuencias de los grandes cambios climáticos se siguen manifestando muy a largo plazo.

Fuente:

Europa Press

17 de marzo de 2011

Japón: el frío y la nieve se suman a la miseria de los sobrevivientes


Ingenieros japoneses trabajan para restaurar la red principal de energía en la planta nuclear de Fukushima, con el fin de empezar a bombear el agua necesaria para enfriar las varillas de combustible radiactivo y evitar una catástrofe.

Mientras, el temporal de frío y nieve que afecta al noreste de Japón está dificultando las tareas de los equipos de recate que buscan víctimas bajo los escombros y atenaza a los sobrevivientes en las zonas devastadas por el terremoto y el posterior tsunami del día 11, que causaron miles de muertos y desaparecidos.

Casi medio millón de personas siguen viviendo en 2.500 refugios temporales, en muchos casos sin calefacción ni agua potable; racionando la comida, el combustible y la electricidad.

Vea las duras condiciones por las que atraviesan los damnificados en Japón en este video de BBC Mundo.

6 de enero de 2011

Calor estremo en el Ártico y frío extremo en Europa


Estado del hielo en diciembre de 2010 respecto a la media, marcada en rosa. NSIDC

El año 2010 terminó con las temperaturas cambiadas en el Hemisferio Norte. Mientras sucesivas olas polares azotaban Europa colapsando aeropuertos bajo la nieve y haciendo que países como Inglaterra experimentaran los días más fríos de su historia, las latitudes Árticas se 'sofocaban' con temperaturas inusualmente altas. En algunos puntos, estaban hasta 10 grados por encima de lo normal. Basta pensar cuál sería la temperatura en España con 10 grados por encima de lo normal para hacerse una idea del impacto que supone esta subida de los termómetros en las latitudes boreales.

Los datos de temperatura acaban de ser ofrecidos por el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) un organismo público de EEUU que es la máxima referencia en el estudio de las zonas polares. Utiliza la red de satélites de la NASA y sus mediciones, que se remontan a 1979, permiten tener datos certeros y homogéneos sobre la variación del hielo año tras año.

Según este organismo, las temperaturas inusualmente altas en el Ártico han provocado que este se encuentre también con una cobertura mínima de hielo para un mes de diciembre. Así, el NSIDC informa de que la superficie helada tuvo de media en diciembre de 2010 una extensión de 12 millones de kilómetros cuadrados. Es la más baja registrada para diciembre desde 1979.

La cifra de 2010 está 270.000 kilómetros cuadrados (como media España) por debajo del récord anterior, que ocurrió en 2006. Respecto a la media de los meses de diciembre de 1979-2000, el de 2010 está 1,35 millones de kilómetros cuadrados por debajo. Según NSIDC el hielo en diciembre ha descendido una media del menos 3,5% por década desde el año 1979.

Cambios en la Oscilación Ártica
Las cálidas temperaturas en el ártico se deben a dos motivos según explica en una nota de prensa el NSIDC. Por una parte, las áreas del océano que aún no se han congelado continúan emitiendo calor a la atmósfera. Además, una inusual pauta de circulación ha traído aire cálido al Ártico desde el sur. Según los expertos, una fuerte fase negativa de la Oscilación Ártica (una atmosférica que estratifica las presiones en el hemisferio norte) domina las latitudes medias y altas del hemisferio norte desde diciembre de 2010. Eso atrae altas presiones muy por encima de lo normal al Ártico y hace que en las latitudes medias (las de Europa o EEUU) se instalen presiones por debajo de lo normal.

De este modo, las temperaturas superficiales del aire en el este de Siberia superaban la media de diciembre por una diferencia de seis y 10 grados. En el este del Ártico canadiense, la bahía de Baffin, el estrecho de Davis y la bahía de Hudson las temperaturas superaban seis grados la media. La máxima anomalía se registraba en diciembre en la parte sur de la isla de Baffin con temperaturas superiores en 10 grados a lo habitual.

En agudo contraste, otras partes del Ártico están más frías de lo habitual. Así, Alaska, la parte central de Siberia y y Escandinavia estaban entre cuatro y siete grados más frías de la media de las últimas décadas.

Tomado de:

El Mundo Ciencia

1 de diciembre de 2010

La lucha por ser el lugar más frío de la Tierra

Verjoyansk, una pequeña ciudad en la República de Saja (Yakutia), en Rusia, celebró recientemente sus 125 años como el lugar habitado más frío del mundo.

El 15 de noviembre, alrededor de un cuarto de los habitantes de la helada ciudad, esperaron a -40ºC la llegada de un grupo de dignatarios que desvelarían una pequeña placa de mármol en memoria de Sergei Kovalik, el científico que registró en el lugar una temperatura de -67,8ºC y con ello dio a Verjoyansk el estatus de "Polo del Frío".

Sergei Kovalik hizo el registro el 15 de enero de 1885 y la placa en su honor sería la última de una serie de elementos -que incluyen un monumento, un museo y un hotel- que llevan el título de "Polo del Frío".

"Para Verjoyansk, este estatus de prestigio es lo único que queda después de la caída de la Unión Soviética", señala Syatoslav Gabyshev, quien nació en Verjoyansk y representó a la administración presidencial de Yakutia en la ceremonia de inauguración.

"Toda la región fue abandonada y entró en decadencia. Lo peor ya ha terminado y ésta es nuestra tarjeta de presentación, nuestra marca global", agrega.

Con una población de 1.400 personas, Verjoyansk es la ciudad más pequeña de Rusia.
Fue fundada por los cosacos como una fortaleza en 1638 y es la población más antigua al norte del círculo Ártico.

Llegar allí no es fácil. Yakutsk, la capital de la República de Saja, se encuentra a 625 kilómetros de distancia.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

22 de julio de 2010

Lima registró ayer 8,8 grados


Jueves, 22 de julio de 2010

Lima registró ayer 8.8 grados


La temperatura más baja en 40 años se presentó entre las 4 y 6 a.m. en La Molina y Ate.

El fenómeno La Niña influyó en esta atípica situación.



Y mientras tanto la suma de muertos por frío en el Perú se elevó a 409, ante la inacción del gobierno peruano, gobierno nefasto que en vez de iniciar campañas de solidaridad con los hermanos del sur se dedica crear más ministerios, como el flamante Ministerio de Cultura, o a inflar la burocracia en Essalud y el Banco Nación. ¿Por qué la desidia? En Conocer Ciencia aventuramos una respuesta: el Sur no votó por el apra.







El Senamhi advierte que temperaturas bajas no implican, necesariamente, mayor frío. (USI)

Una situación atípica, no registrada en más de 40 años, vivió hoy Lima, al informarse que los termómetros marcaron 8.8 grados en la zona este de la capital. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), este bajón en la temperatura se presentó entre las 4 y 6 a.m. sobre todo en los distritos de La Molina y Ate.


Raquel Loayza, meteoróloga de la entidad en mención, explicó que esta temperatura estuvo influenciada por la presencia del fenómeno La Niña, la cual ejerce influencia en la temperatura de la costa. Una de sus características es el descenso de algunos grados en la temperatura marina.

“Desde nuestra estación de la Universidad Nacional Agraria La Molina hoy reportamos 8.8 grados centígrados de temperatura, exactamente a un mes de iniciado el invierno. (…) En 1964 tuvimos un descenso similar que llegó a 10.2 grados, pero se dio en el Callao”, detalló Loayza.



Datos:



Según el Senamhi temperaturas bajos no necesariamente significa sentir más frío.



Sostienen que es necesario diferenciar entre sensación térmica y lo que marcan los termómetros.





Fuente:


Peru21


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20 de julio de 2010

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Martes, 20 de julio de 2010

Lima, el Perú y Sudamérica atraviesan ola de frío

La primera plana del día de hoy el diario Correo rezaba así: "Lima soportó un frío de 14ºC". Aunque la sensación de frío llego a los 12ºC (lunes, 19 de julio de 2010)


Y la gran mayoría de noticias, en la última semana, nos dan noticias como: ola de frío en la selva peruana, Huancavelica registra temperaturas bajo cero, en Puno crece el número de muertos por el frío: 409 personas, además en Puno los vientos son fuertes (40 km/h) que levantan techos y tumban torres, en Huancayo adelantarán horaio escolar debido a la ola de frío.

Se conjuga la desnutrición, la pobreza, el frío y los problemas medioambientales, afirma Luis Suarez, del departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud del Perú. Y en Conocer Ciencia agregamos: a todo esto se suma la total falta de planificación del Estado ante las temporadas de bajas temperaturas que suelen acontecer en estas fechas, y no es sólo desidia es, además, desprecio a estos pobladores, ciudadanos que son considerados por Alan García como de segunda categoría. ¿Por qué no se destinan los frutos de la bonanza económica que vive el Perú a lugares y problemas como estos?

¿Por que el frío?

Es La Niña. El experto en temas climáticos Abraham Levy afirmó que la actual disminución de la temperatura se debería a la presencia de La Niña en la costa peruana. Esto sería muy beneficioso para la agricultura, pero generaría un descenso de la temperatura y afectaría a la población, que se ha acostumbrado a inviernos "más cálidos", como los vividos desde el 2006, precisó.

"La Niña tendrá más efectos positivos que negativos para la economía peruana, pues los más importantes cultivos de exportación se ubican en la Costa y éstos se beneficiarán con este fenómeno", añadió.

Sobre el friaje en la Selva, indicó que se debe al ingreso de masas de aire polar que se presentan periódicamente.


Frío en toda América del Sur

Así informó la BBC en español:

Sudámerica: ¿por qué muere la gente de frío?

Sudamérica se ha visto azotada por una ola de frío que ha causado decenas de muertes en uno de los inviernos más fríos que han afectado al hemisferio sur.

Gente en Argentina

La exposición prolongada al frío puede producir hipotermia.

Muchas de las víctimas eran personas indigentes que vivían en las calles, pero las bajas temperaturas también pueden ser muy peligrosas para los ancianos y niños, incluso en el interior de los hogares.

¿Cómo saber cuando la temperatura corporal disminuye a niveles peligrosamente bajos?

El frío extremo es un riesgo porque el cuerpo pierde calor más rápido que el que produce y los vasos sanguíneos de la piel se contraen para conservar ese calor.

La composición de la sangre también cambia con el frío. El corazón tiene que trabajar con más fuerza para bombear la sangre a través de los vasos contraídos mientras que los cambios en la concentración sanguínea aumentan el riesgo de coágulos y de los problemas que provocan.

En condiciones extremas ocurre la hipotermia, cuando la temperatura corporal cae debajo de los 35º C y el organismo no puede generar el calor necesario para garantizar el mantenimiento adecuado de las funciones fisiológicas.

La temperatura corporal normal es de 37º C y una caída de dos grados, aunque no parezca mucho, puede ser peligrosa y mortal.

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Proceso gradual

El síntoma inicial del trastorno son los temblores involuntarios. La persona todavía es capaz de caminar y hablar pero comienza a perder las capacidades motoras complejas y al mismo tiempo ocurre un estrechamiento de los vasos sanguíneos en manos y pies.

A medida que la temperatura cae debajo de los 34º C se inicia un temblor violento, deterioro de consciencia, pérdida de coordinación motora, especialmente en las manos, dificultad para hablar y confusión.

Debajo de los 32º C, los síntomas pueden ser mortales porque el cuerpo no es capaz ya de mantener una respuesta para generar calor, es decir ya no están presentes los escalofríos o temblores.

Cuando la temperatura corporal llega a los 30º C, que por lo general ocurre con la exposición prolongada al frío, de días o semanas, la persona aunque viva, ha dejado de moverse. Su respiración es irregular y errática, ha perdido la consciencia y el corazón es vulnerable a arritmias letales.

¿Cómo medir la hipotermia?

El temblor corporal es uno de varios síntomas que pueden utilizarse para evaluar el riesgo de hipotermia. Si una persona es capaz de dejar de temblar, su hipotermia es leve. Pero si no puede detener los temblores de forma voluntaria, está en riesgo de hipotermia moderada o severa.

Otra prueba para evaluar el riesgo es observar las funciones cerebrales pidiendo a la persona que cuente hacia atrás a partir de 100 en múltiples de diez. Este tipo de agilidad mental se pierde cuando la temperatura comienza a disminuir.

Y un signo de hipotermia severa es la pérdida del pulso en la muñeca, que resulta por la falta de circulación.

La hipotermia no sólo ocurre en el exterior.

Los bebés, niños, personas mayores y aquéllos cuyos sistemas inmunes están comprometidos a causa de otras enfermedades pueden fácilmente sufrir hipotermia dentro de sus hogares.

Pero quizás los más vulnerables son los ancianos.

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Más susceptibles

Fisiológicamente, los vasos sanguíneos de estas personas son más susceptibles a la coagulación y -debido a que la mayoría son pensionados o desempleados- es más probable que sus finanzas no les permitan subir la calefacción.

Además, como a menudo están aislados socialmente puede ser difícil detectar si sufren algún problema.

Anciano

Los ancianos son vulnerables a la hipotermia porque tienen problemas para regular la temperatura corporal.

"Uno de los efectos del envejecimiento es que tu cuerpo es menos capaz de regular la temperatura", afirma Andrew Harrop, director de política de las organizaciones británicas de ayuda Age Concern y Help the Aged.

"Esto los hace menos capaces de juzgar si tienen frío o calor".

"Y al no poderse mantener adecuadamente calientes tienen más riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el frío, lo cual contribuye a las miles de muertes de personas mayores que vemos en invierno cada año".

La hipotermia severa requiere atención médica urgente.

Pero los consejos básicos para evitarla es detener la pérdida de calor, preservar el calor corporal que tenga la persona y ofrecerle contacto corporal para ayudarle a generar más calor.

Es necesario también colocarle capas adicionales de ropa, reemplazar las prendas mojadas, asegurar que el ambiente esté lo más caliente posible y ofrecerle líquidos calientes.

Los expertos afirman que es clave mantener la temperatura de nuestros hogares entre 18ºC y 21ºC.

La hipotermia puede ser un riesgo cuando la temperatura en nuestra casa es menor a los 5ºC, pero si pasamos más de dos horas a 12ºC esto provocará un aumento en la presión arterial, lo cual a su vez incrementa el riesgo de un infarto o derrame cerebral.

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15 de julio de 2010

Jueves, 15 de julio de 2010

La niña que regresó del frío

(O cómo regresar de la muerte por bajas temperaturas)

En el invierno de 2001, siendo 24 de febrero, una bebé canadiense de trece meses llamada Erika Nordby cometió la mayor travesura de su corta vida; la clase de trastada infantil que debería haberla matado sin remisión. Mientras su madre dormía, Erika se escapó de la cuna y de la casa por la puerta trasera. Fuera, hacían veinticuatro grados bajo cero y ella ya no fue capaz de encontrar el camino de regreso al calor del hogar. Sólo llevaba puesto su pañal por toda protección.

La encontraron cuatro horas después convertida en un minúsculo montoncito de carne azul en medio de la nieve y el hielo, con una temperatura corporal de 16 ºC. Estaba, por supuesto, clínicamente muerta; llevaba al menos dos horas en parada cardiorrespiratoria. Pero como un intento in extremis de resucitación cardiopulmonar obtuvo algún resultado, la enviaron con la máxima urgencia al Hospital Universitario de Alberta en Edmonton. Allí, con técnicas de medicina intensiva avanzada y amplia experiencia en casos de hipotermia, consiguieron sacarla adelante.

Hoy en día, Erika tiene diez años y no recuerda nada, pues era demasiado pequeña para recordar; pero está bien, no le falta ninguna extremidad y no le han quedado secuelas. Como siempre en estos casos se habló de milagro (entonces, ¿estos otros qué fueron?) y hasta le dedicaron una canción. Erika gateó al frío, murió y regresó de entre los muertos agarrada a la mano de la ciencia. Y ella, a cambio, le hizo un regalo a la ciencia: la demostración palmaria de que es posible morir de frío y retornar sin daños significativos. De que, en último término, la animación suspendida podría tener alguna posibilidad más allá de la pura ciencia-ficción.

Morir y no-morir de frío


Por supuesto, el caso de Erika no es único; pero sí, con mucha probabilidad, el mejor documentado y más extremo. En 2006, por ejemplo, un funcionario japonés llamado Mitsutaka Uchikoshi se fue con unos colegas a hacer una barbacoa en lo alto de los Montes Rokkō –un destino habitual para excursionistas–. Cuando llegó la hora de bajar los demás lo hicieron en teleférico, pero él decidió darse un paseo por la nieve hasta el valle. Uno podría pensar que el señor Uchikoshi, de 35 años de edad, se había pasado un pelín con el sake; aunque según los médicos sólo consumió agua mineral junto con el resto de productos propios de una barbacoa. El caso es que se perdió, resbaló sobre el hielo y se partió la pelvis. Lo encontraría un montañero veinticuatro días después, ensangrentado y medio sepultado por la nieve.

Sin embargo, Mitsutaka no estaba muerto. Debería haber muerto por al menos media docena de razones –entre ellas hipotermia, deshidratación, hemorragia interna, embolismo graso e inanición– pero presentaba algo de pulso, muy débil, y una temperatura corporal de 22 ºC. Trasladado a un hospital de Kobe, se repuso también por completo de sus lesiones y de haber estado expuesto a la intemperie con temperaturas tan bajas. En su caso no llegó a morir como la pequeña Erika –mantenía la actividad cardiopulmonar, aunque reducida a un mínimo–; lo cual es, si nos ponemos, casi aún más asombroso. Según sus declaraciones, "al segundo día, el sol se había ido... Estaba en un campo, y me sentía muy bien. Eso es lo último que recuerdo."

Los casos de Erika y Mitsutaka son excepcionales. Lo normal en semejantes circunstancias es morir definitivamente: la exposición al frío extremo puede acabar con una persona incluso en pocos minutos. Al menos hasta hace algún tiempo, los procedimientos operacionales de la OTAN para tiempos de guerra sólo contemplaban la búsqueda de un piloto derribado sobre el Atlántico Norte en invierno durante un máximo de una hora; prolongarla más sería una pérdida inútil de tiempo y recursos muy necesarios durante un gran conflicto, pues sin duda el pobre tipo estaría ya pajarito, sumergido en agua a cerca de 0 ºC.

En general, la hipotermia es un viejo enemigo que se nos lleva con facilidad y una extraña dulzura, esa sensación de bienestar que mencionó nuestro superviviente nipón. Se ha llamado de siempre la muerte dulce, pues al parecer hay un momento en que se deja de sentir el frío atroz y éste se ve reemplazado por una especie de fuerte borrachera muy agradable –señal de que te estás muriendo–. No es raro encontrar a los congelados con una sonrisa en la cara, que muchos creen rictus, pero según quienes han logrado sobrevivir se correspondería más bien a ese singular colocón. Y sin ropa: por algún motivo cerebral desconocido, tendemos a desnudarnos paradójicamente cuando nos estamos muriendo de frío.

Más allá de la muerte clínica –el momento en que se interrumpe la actividad cardiopulmonar– los tejidos congelados tardan bastante en morir del todo. En realidad, lo que ocurre cuando nos congelamos es una progresiva ralentización y finalmente paralización de los procesos metabólicos que nos mantienen vivos pero también de los de la muerte (pues unos y otros no son sino reacciones químicas que sólo pueden ocurrir dentro de un determinado rango de temperaturas, como cualquier otra). Con lo cual estamos ante una especie de parálisis inducida, que permite a algunos animales adaptados evolutivamente congelarse y descongelarse con normalidad.

Lea el artículo completo en:

La Pizarra de Yuri

13 de julio de 2010

¿Existe la temperatura más alta posible?



Miércoles, 14 de julio de 2010

¿Existe la temperatura más alta posible?

Ya desde el colegio nos repetían que, si bien existe un límite para la temperatura más fría en el universo (el Cero Absoluto, -273,15 Cº), no había límite para la temperatura más alta. En otras palabras, hay un límite para el frío, pero no para el calor (algo que por cierto adquiere un especial sentido en estos días de sofocante calor).

Sin embargo, en 1966, el físico teórico Andréi Sájarov se obsesionó con la idea de que quizá también existía un máximo de temperatura posible. Concluyó, entonces, que este límite debería estar relacionado con la cantidad máxima de energía radiante que puede introducirse en el volumen mínimo de espacio.

A nivel cuántico, existe un volumen mínimo, una escala tan pequeña que el significado de “espacio” pierde el sentido. Esto ocurre a escalas de 0,000000000000000000000000000000000001 m (algo incluso más pequeño que una partícula subatómica).

Es decir, que el volumen mínimo concebible en metros cúbicos sería entonces la cifra de arriba… pero con 105 ceros.

Sájarov planteó un argumento similar para calcular la cantidad máxima de energía que se puede meter en este ínfimo volumen, y a partir de ahí extrajo la temperatura de la radiación resultante.

¿Y cuál fue el resultado? Nada menos que una temperatura enorme, mayor que cualquier temperatura creada por un ser humano: 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 ºC. Una temperatura que sólo se ha se ha producido en una ocasión, durante el Big Bang (claro está, en el caso hipotético de que haya existido el Big Bang).

Por cierto, la temperatura más alta alcanzada artificialmente se ha conseguido en las entrañas de los grandes aceleradores de partículas: 1.000.000.000.000.000.000 ºC.

Fuente:

Gen Ciencia

21 de junio de 2010

Perú: pintura para restaurar un glaciar


Lunes, 21 de junio de 2010

Perú: pintura para restaurar un glaciar

Poco a poco, un glaciar extinto en un lugar remoto de los Andes peruanos parece retornar a su forma original, no gracias a la caída de nieve o a la regeneración del hielo, sino a un baño de pintura blanca.

Se trata de la fase experimental de un innovador plan para recuperar los glaciares peruanos, que están desapareciendo por efecto del cambio climático.

Sin embargo, la idea ha generado controversia y muchos la califican de estúpida, pero hay otros que piensan que es una simple, pero brillante solución, o al menos una alternativa por probar.

El Banco Mundial cree que la idea tiene méritos ya que fue una de las propuestas ganadoras del concurso "Cien ideas para salvar el planeta", patrocinado por el organismo internacional.

Miembros del equipo que pinta la cima de Chalón Sombrero

La idea de pintar la cima del cerro Chalón Sombrero ha generado controversia.

Eduardo Gold, quien concibió el proyecto, no es un científico, pero ha estudiado meticulosamente el tema de los glaciares y piensa que ha llegado la hora de poner su teoría en práctica.

Aunque todavía no ha recibido los US$200.000 que le otorgó el Banco Mundial, el proyecto piloto ya está en marcha en la cima del monte Chalón Sombrero, a 4.756 metros sobre el nivel del mar, ubicado en Ayacucho.

Desde hace tiempo, los glaciares de los cerros de esta área desaparecieron.

Cuatro hombres de la comunidad de Licapa, un pueblo ubicado en el valle adyacente a esta montaña, mezclan tres ingredientes no perjudiciales al medio ambiente: agua, cal y clara de huevo para formar una especie de cemento blanco que ha sido utilizado desde los tiempos coloniales en Perú.

Los hombres usan jarros para cubrir de esta mezcla las rocas de la cima del cerro. Es un proceso laborioso, pese a lo cual han pintado dos hectáreas en dos semanas.

El plan es pintar toda la cima del Chalón Sombrero y más adelante otro dos picos, cubriendo un área de 70 hectáreas.

El frío genera más frío

La idea de Gold está basada en un principio simple: cuando la energía solar se refleja en una superficie blanca, ésta la rebota nuevamente hacia el espacio, en vez de calentar la superficie terreste.

El secretario de energía de Estados Unidos, Steven Chu, ha respaldado un plan similar, que consiste en pintar techos de blanco, algo que en principio parece una idea más pragmática que pintar montañas.

Gold señala que pintar las rocas de blanco llevaría al enfriamiento de la superficie de la cima, y esto a su vez generaría un microclima más frío alrededor del pico.

"El frío genera más frío, al igual que el calor genera más calor", señala Gold.

"Tengo esperanzas de que vamos a regenerar el glaciar porque estaríamos recreando todas las condiciones necesarias para la formación de un glaciar", agregó.

Esperanza de la comunidad

Pablo Parco, habitante de Licapa

"Cuando yo tenía 15 ó 20 años, Chalón Sombrero era un glaciar grande", dice Pablo Parco.

La población de Licapa, que depende del Chalón Sombrero para su abastecimiento de agua, no lo pensó dos veces para respaldar la idea.

"Cuando yo tenía 15 ó 20 años, Chalón Sombrero era un glaciar grande, todo blanco, y entonces poco a poco comenzó a derretirse", dice Pablo Parco, de 65 años, uno de los promotores del proyecto.

"Han pasado 40 años, y el río está en su nivel más bajo; las noches son muy frías, pero los días muy calurosos. No era así durante mi infancia; el clima siempre era tolerable durante el día", agrega Parco.

"Estamos contentos de ver en marcha este proyecto para pintar el cerro. Puedo asegurarte que esta mañana había nieve en el suelo, algo que rara vez vemos".

"Aquí arriba vivimos de nuestros animales, no hay trabajo ni cosechas. Cuando hay menos agua, hay menos pasto y eso significa menos animales".

Buscando soluciones

En Perú, donde se encuentra el 70% de los glaciares tropicales, ha desaparecido el 22% de ellos en los últimos treinta años, según un estudio del Banco Mundial.

Glaciar

Ésta es nieve asentada en Chalón Sombrero, no pintura.

Los restantes glaciares podrían desaparecer en 20 años si no se adoptan medidas para mitigar los efectos del cambio climático, de acuerdo con el organismo internacional.

El impacto se sentiría mucho más allá de las comunidades andinas, con consecuencias dramáticas en cuanto al abastecimiento de agua y de energía hidroeléctrica para la población de la costa peruana.

En mayo, el ministro del Medio Ambiente de Perú, Antonio Brack, señaló que el país necesita unos US$400 millones al año para mitigar los efectos del cambio climático.

El funcionario es uno de los que dudan de los méritos del plan para pintar la cima de los cerros como propone Antonio Gold.

"Yo creo que hay proyectos mucho más interesantes para mitigar el cambio climático y es en éstos que se debe invertir dinero", señaló el ministro.

Pero si su proyecto logra bajar la temperatura en la cima del cerro Chalón Sombrero, Antonio Gold piensa expandir su plan a los glaciares más amenazados de Perú.

"Yo prefiero experimentar y fracasar y no comenzar a prepararnos para vivir sin los glaciares, como si la situación fuera irreversible", señaló Gold.

Fuente:

BBC Ciencia

Lea en los archivos de Conocer Ciencia:

Experto peruano pide pintar de blanco los glaciares

Los glaciares peruanos serán pintados de blanco

Visite también la...

Web Oficial de Gold

30 de mayo de 2010

El superenfriamiento

Domingo, 30 de mayo de 2010

El superenfriamiento

A pesar de que el término más correcto es sobrefusión, lo cierto es que es el término más común y por el que más gente conoce este fenómeno es superenfriamiento.


Consiste básicamente es enfriar un líquido por debajo de su temperatura de fusión sin que éste llegue a solidificarse. Quizá esto os choque un poco a primera vista, pero para que os vayáis haciendo a la idea de este fenómeno os dejo el siguiente vídeo grabado por nuestro compañero Héctor tras haber dejado una cerveza durante tres horas es el congelador.



Curioso, ¿verdad? Pues lo cierto es que la explicación física no es excesivamente difícil, al menos de forma intuitiva. En esta entrada vamos a tratar de comprender por qué sucede algo así.

Antes de empezar debemos de tener presente un concepto importante que es responsable, en gran medida, del proceso: la nucleación. La nucleación consiste en pequeñas zonas del sólido, el líquido o el gas que se esté tratando, donde se tiene una fase termodinámica diferente. En otras palabras. Si tenemos un líquido, la nucleación puede consistir en pequeñas burbujas de aire que están en otra fase termodinámica: en estado gaseoso. También se puede dar en sólidos o en gases. Por ejemplo, las burbujas de aire o de agua que se quedan atrapadas en el hielo; o las gotas de agua en el vapor, fenómeno que se da en la atmósfera y se conoce como núcleos de condensación en las nubes.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver la nucleación con el fenómeno del superenfriamiento? La respuesta es que la nucleación interviene directamente en las posibilidades de producirse superenfriamiento. Los cambios de fase tienen lugar siempre a partir de las zonas donde hay nucleación, ya que son las zonas en las que el estado termodinámico es diferente al del resto de la muestra. Si eliminamos la nucleación el cambio de fase puede retrasarse y podemos hacer que el agua se enfríe muy por debajo de los 0ºC o que se caliente muy por encima. Un dato sorprendente que nos da la Wikipedia es que se ha llegado a conseguir agua sobreenfriada a ¡¡¡-42ºC!!! E incluso a -123ºC en caso de tener agua vítrea. Realmente impresionante, ¿no os parece?

Bien, pues ya sabemos que cuando no tenemos zonas donde hay nucleación podemos retrasar el cambio de fase, pero por qué en la cerveza de Héctor no hay suficientes zonas de nucleación como para evitar el superenfriamiento. La forma de eliminar la nucleación en el caso de los líquidos es introducirlos en un recipiente lo más liso y perfecto posible, es decir que no tenga pequeños rayones o imperfecciones donde puedan quedar atrapados burbujas que favorezcan la nucleación.

Y la última cuestión que nos falta por responder es saber por qué al darle un golpe a la cerveza ésta se cogela de golpe. La respuesta es sencilla. Cuando hacemos que la cerveza sobrepase su temperatura de fusión hacemos que entre en un estado metaestable, lo cual quiere decir que está en un estado que puede parecer estable (líquido superenfriado), pero que a la más mínima perturbación éste va a decaer a un estado completamente estable (sólido). La perturbación, como bien os estaréis imaginando, en este caso es el golpe. Así pues, ya tenemos la explicación del fenómeno.


Resulta sorprendente saber que este fenómeno se da de forma espontánea también en la naturaleza. Nuestra compañera Shora del blog MedTempus escribió hace un tiempo sobre la lluvia engelante que produce el superenfriamiento en el agua de lluvia lo que produce que ésta se convierta en hielo nada más que toca el suelo, los árboles o cualquier objeto con las terribles consecuencias que puede tener, tal y como podéis ver en la imágen superior o en los vídeos que publicó Shora.

Toda la explicación se puede aplicar al fenómeno de supercalentamiento del que ya hablamos hace tiempo. En este caso, en lugar de tener un líquido que se convierte a sólido de forma espontánea, tenemos un líquido que pasa a estado gaseoso al perturbarlo. Este fenómeno es más peligroso y no os animamos a tratar de hacerlo, pero sí os animamos a intentar lograr un superenfriamiento y ver la cara que ponen vuestros amigos. Esperamos vuestras experiencias con este fenómeno.

Fuente:

Museo de la Ciencia
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