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21 de enero de 2020

Perú: Hallan pruebas de que la escritura en Sudamérica apareció hace 5.000 años

Arqueólogos peruanos consideran que en Checta (valle del Chillón, Canta), un bosque prehistórico de piedras, se encuentran indicios de escritura que datan de cinco mil años. La hipótesis se basa en los signos descubiertos en varios petroglifos hallados en Lima.


El arqueólogo Gori Tumi Echevarría, presidente de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR), desde 2009 está examinando el bosque de piedras Checta, descubierto en 1925. Según su hipótesis, la escritura andina apareció antes de lo que se creía, en concreto, hace cinco mil años, informa el diario 'El Comercio'.

El arqueólogo considera que el logro más importante de la investigación consiste en la definición de la cronología de las figuras representadas en los petroglifos. El científico ha revelado las cuatro etapas del desarrollo de la escritura encontrada.

En la primera etapa (2.500 - 2.000 a.C.) aparecen pequeños hoyos en las piedras. La segunda fase del desarrollo de la escritura pertenece al intervalo desde 2.200 hasta 1.000 a.C. y está representada por formas geométricas: círculos, puntos, cruces, espirales, líneas rectas y otras.En la tercera fase (1.200 a 600 a.C.) aparecen motivos seminaturalistas. Finalmente, la cuarta fase (800 a 200 a.C.) estaba representada por imágenes de serpientes.
 
Lo que impactó al arqueólogo es que signos parecidos han sido encontrados en otros lugares de Perú. Si la hipótesis de Echevarría resulta cierta, eso significaría que la escritura andina en realidad es mucho más antigua.

Fuente: RT Actualidad

Y, para variar, los petroglifos de Checta se encuentran en un total abandono por parte de las autoridades, ver la nota en Andina

27 de agosto de 2018

Si los disléxicos alteran el orden de las letras… ¿en China no hay dislexia?

En el imaginario popular, la discapacidad del aprendizaje a la que llamamos dislexia se da cuando un niño altera el orden de las letras, sílabas o palabras, a la hora de escribir. De ser esto cierto, uno podría pensar que en las aulas de los colegios chinos, donde los niños aprenden una lengua que no se representa gráficamente mediante un alfabeto sino con ideogramas (un dibujo que representa una sílaba, y al mismo tiempo un concepto) no deberían ser disléxicos. ¿Pero es así?

Pues va a ser que no. En China también hay niños disléxicos, que tienen que esforzarse para entender lo que hay escrito – o dibujado – en sus libros de texto. Curiosamente, al contrario que en las sociedades occidentales (en Estados Unidos se estima que hay un 15% de niños disléxicos y en España la cifra puede alcanzar el 20%) en China la incidencia de la dislexia es mucho menor: en torno al 7%.

¿Por qué esta diferencia? ¿Podría ser que el tipo de dislexia occidental fuera diferente a la oriental? La respuesta no estaba del todo clara, pero en 2004 un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong dirigido por Li Hai Tan, publicó un trabajo en Nature (Biological abnormality of impaired reading is constrained by culture) que arrojó un poco de luz al respecto.

Para realizar aquel trabajo, Li Hai Tan y sus colegas realizaron escáneres cerebrales de lectores en chino e inglés, tanto normales como disléxicos, mientras realizaban pruebas de lectura. Así descubrieron que los lectores chinos normales mostraban una mayor actividad en la circunvolución frontal media izquierda del cerebro, área que se cree está especializada en recordar los patrones visuales (por ejemplo, los millares de ideogramas chinos), mientras que los disléxicos chinos mostraban una menor actividad en esa zona. En contraste, los lectores de inglés mostraban una actividad alta en un área craneal diferente llamada región temporal-parietal izquierda, en comparación con los lectores disléxicos en inglés.

En base a esto, podemos pensar que una persona puede ser disléxica en un idioma pero no en otra ¿verdad? Pues es correcto. En un artículo sobre el tema publicado en The Guardian a raíz del trabajo del equipo de Li Hau Tan, dos neurocientíficos británicos llamados Brian Butterworth y Joey Tang comentaron el caso de un sujeto llamado Alan, que tenía padres ingleses pero se había criado en Japón. Alan padecía una dislexia severa en inglés, pero no tenía problemas para leer japonés.

Para ambos neurocientíficos (Buttleworh y Tang) la dislexia es un problema que afecta al análisis fonológico, es decir a la capacidad de convertir letras en sonidos, que el lector luego ensambla en sílabas, palabras, oraciones, etc. Así pues, el problema de Alan es que presumiblemente tenía serios problemas con el análisis fonológico pese a que, en cambio, contaba con las habilidades necesarias para decodificar el japonés (que comparte muchos ideogramas con el chino). Por ello Butterworth y Tang sugerían que esta era la clave a la hora de explicar por qué hay menos dislexia en China, ya que el análisis fonológico requiere dar un paso adicional para el que los lectores chinos tienen menos necesidad.

Para finalizar, añadir que se sabe que la dislexia es un trastorno hereditario (véase el caso de esta mujer española con seis hijos disléxicos), por lo que hay un buen número de investigadores tratando de identificar a los genes responsables. Pero si, como vemos, la dislexia está relacionada con la cultura, entonces esta condición en China puede estar provocada por una anomalía genética diferente a la que ocasiona la dislexia en lenguas occidentales.

Fuente:

Mailkenais Blog

9 de agosto de 2018

¿Es cierto que en la escritura japonesa no se separan las palabras con espacios?



Efectivamente, en la escritura japonesa tradicional se escribe de izquierda a derecha y sin espacios ni símbolos tipográficos. Combinan varias escrituras y alternan kanjis (heredada del chino) con hiragana y katakana, y es así cómo, quien conoce la combinación de varias palabras, sabe dónde empiezan unas y donde terminan otras. Por ejemplo, sabe que el verbo siempre está al final de la frase, así que ahí hay un espacio y, para la lectura, una pausa. Sin embargo, en algunos medios de comunicación actuales, así como en el manga, se empiezan a incluir algunos signos de puntuación occidentales, como los puntos y las comas.

Si deseas profundiar en el tema debes de saber que son tres los sistemas de escritura en Japón, más detalles AQUÍ

Fuente: QUO

28 de julio de 2017

Quipus: el lenguaje de los nudos

Un estudio recientemente publicado por la Universidad de Chicago parece confirmar una sospecha de siglos:  los quipus fueron un sistema de escritura.

Pasa los dedos por los pelajes de vicuñas, alpacas, guanacos, llamas, venados y vizcachas, finamente trenzados en una serie de pendientes de múltiples colores anudados a un cuerpo central. Se encuentra en San Juan de Collata, centro poblado del distrito de San Antonio de Chachlla, en la misma provincia de la sierra limeña de la que obtendríamos uno de los manuscritos más valiosos sobre los ritos y mitos de los andes prehispánicos: Huarochirí.
Los encargados de cuidar los quipus, que se conservan en la misma caja que manuscritos españoles que datan del siglo XVI en adelante, insistieron en que no se pusiera guantes. Tenía que sentir la diferencia en la textura, además de los colores. “Es un lenguaje de animales”, le dicen a Sabine Hyland, doctora en antropología por la Universidad de St. Andrews, mientras sus dedos se detienen en una bolsita de un blanco cremoso, vacía, al extremo de uno de los pendientes. Le dicen que esa marca designa que quien “escribía” era el jefe de un ayllu, que era una muestra de su pañuelo distintivo. Sí, "escribía": al igual que Guamán Poma en su Primer nueva corónica y buen gobierno, que contaba cómo en el Imperio incaico los chasquis llevaban los mensajes que les encomendaban en forma de quipus, los pobladores estaban convencidos de que eran cartas. Pero, así como a través de generaciones de represión los pobladores de Collata han olvidado el quechua, también han olvidado cómo leer estas cartas. Queda, sin embargo, en la memoria del pueblo que estos quipus fueron creados en el siglo XVIII, en el contexto de una rebelión andina rápidamente silenciada.

* * *
La idea de los quipus como un sistema análogo a la escritura no es nueva. Se remonta no solo al texto de Guamán Poma, sino a los registros de muchos cronistas españoles. Entre ellos se cuenta José de Acosta, quien sostuvo en su Historia natural y moral de las indias, publicada en 1589, que “cuanto los libros pueden decir de historias, y leyes, y ceremonias y cuentas de negocios, todo eso suplen los quipos tan puntualmente, que admiran”. Sin embargo, las investigaciones de los especialistas tenían la contundencia de esta afirmación como una posibilidad difícil de probar, y solo podían descifrar con seguridad quipus pertenecientes a la última categoría: la de cuentas de negocios.
Investigadores contemporáneos como Chris Given-Wilson han insistido en la cualidad puramente nemotécnica de los quipus, señalando que se trata de un sistema de notación numérica. Given-Wilson señala que solamente los que creaban el quipu sabían qué estaban designando esos números. Aunque ya en el 2005 los antropólogos Gary Urton y Carrie Brezin habían identificado algunas series de cuerdas que podrían designar sustantivos, insistían en que estas eran solo designaciones útiles en lo que eran, sobre todo, “libros” de contabilidad.
Esta tendencia resultaba, hasta ahora, comprensible: los especialistas trabajaban con quipus que contaban, a lo mucho, con 12 tipos de cuerdas distintas, con patrones fácilmente deducibles y reconocibles, como eran los estudiados hasta ahora por la propia Sabine Hyland. Pero luego, gracias al apoyo de National Geographic, Hyland pudo tocar una tarde del 2015 los quipus de Collata. En el avance de su investigación, publicado hace poco más de un mes en la revista Current Anthropology de la Universidad de Chicago, lo comprueba: estos quipus son distintos. Tienen un total de 487 cuerdas, en las que se repiten 95 tipos distintos de trenza, diferenciados por la dirección del tejido, su color y su textura (el pelaje del animal del que proviene). Estos 95 tipos de trenza se combinarían de forma parecida a los ideogramas chinos: en sí mismos representan una palabra o un sonido, pero al ser “leídos” con las cuerdas de los costados, forman nuevas palabras. Es decir, estamos ante un sistema de escritura.
Las investigaciones de Hyland son sugerentes y podrían abrir un nuevo camino en el estudio de las tradiciones textuales andinas. Hasta ahora todos los textos con los que contamos han sufrido, de una forma u otra, la mediación española, lo que ha implicado variables niveles de adecuación al discurso español. Por ejemplo, el manuscrito de Huarochirí (popularizado por José María Arguedas en su traducción del quechua como Dioses y hombres de Huarochirí) fue un encargo del presbítero Francisco de Ávila para hacer más efectivo el proceso de extirpación de idolatrías. La Nueva corónica de Guamán Poma iba dirigida al rey español para mejorar las condiciones de la colonia.
Sin embargo, debe recordarse que estos quipus fueron producidos en el siglo XVIII, y podrían haber sido influidos por la llegada de los españoles y su sistema de escritura. E, incluso en el caso de que los quipus producidos en el incanato utilizaran el mismo sistema, no debe olvidarse las quemas de quipus que se realizaron durante la conquista. Con lo que se sabe ahora, podría haberse tratado, tristemente, de la quema de una Biblioteca de Alejandría andina.

Fuente:

26 de junio de 2017

Emilia Ferreiro: "Ni Piaget imaginó los desafíos de los chicos contemporáneos"

La pedagoga Emilia Ferreiro, referente mundial en el cambio de la enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura dialogó con Página/12 (publicación argentina) sobre los desafíos educativos a partir del impacto tecnológico. 






Emilia Ferreiro es una eminencia: psicóloga por la Universidad de Buenos Aires, se doctoró en Ginebra bajo la guía de Jean Piaget. Las relaciones temporales en el lenguaje del niño, su tesis de doctorado, se publicó mientras formaba grupos sobre alfabetización en la UBA. El golpe militar de 1976 la llevó al exilio y, desde entonces, vive en México. 


La pedagoga vino a la Argentina para asistir a las jornadas con que se celebraron los diez años de la Maestría en Escritura y Alfabetización de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata. Ferreiro llegó para una actividad de tres días con más de 1.500 inscriptos, que ella cerró el sábado pasado. 

En un alto en las jornadas, en el amplio campus de la facultad en Ensenada, Ferreiro habló con Página/12 sobre sus estudios y el impacto de las nuevas tecnologías en la lectoescritura. Puso el acento sobre el significado de los primeros escritos de los niños: “Que se aprende antes de ir a la escuela ya está bastante aceptado, lo que no se acepta tanto es que el aprendizaje focalizado por la escuela se pueda iniciar antes. Lo trabajó Piaget: la noción de número comienza antes de la escolarización y lleva mucho tiempo hasta que se incorpora. Lo que él nunca trabajó es el lenguaje escrito. Ahí es donde creo que hice mi contribución”, explica. “No fue sólo aplicar Piaget, sino también reconceptualizar el objeto de aprendizaje para comprender de qué se trataba.”. 

¿Cómo fue el abordaje de la lengua escrita?
Se entiende a la escritura a través de una forma muy simplificada, de correspondencias. La idea es que a cada sonido corresponde una letra, y no es así, porque hay más de un sonido para una letra y viceversa. Si fuese un código así, en el Río de la Plata no tendríamos la b y v, o la u que sigue a la q. Más la anomalía de la i y la y. Entonces no se puede hablar de código tan fácilmente, porque un código debe ser riguroso, cono el código de barras, sino no funciona. Y los intentos de reforma terminan en discusiones interminables, como cuando se quiso suprimir la y, cosa que no se pudo hacer porque había dos palabras imposibles de pensar sin esa letra: rey y ley. 

O sea que, como código, el idioma escrito es imperfecto.
Exacto. Si se mantiene la idea simplificada de la escritura como código, tenemos un código imperfecto. Y si no es perfecto, no sirve en la realidad social. De ahí que yo discutiera el reduccionismo fónico: uno de sus problemas serios es que la escritura dejó de ser representación de la lengua para pasar a serlo de sonidos elementales. La lengua es más que ruido, desde que Saussure habló del signo bifásico, que tiene significado y significante. 

Y usted se plantó contra esa concepción. 
Lo que he defendido durante años es que para entender el proceso de alfabetización, tanto de niños como de adultos, hay que comprender la complejidad del fenómeno de la escritura, que no es menor que el de la lengua oral. Ambos son objetos complejos, no reducibles a códigos. Hay una tendencia pendular en el terreno educativo, sobre todo en la alfabetización. Si algo no funciona se va hacia el otro extremo, y así no se construye. El lenguaje no se reduce a lo sonoro, también es sintaxis, la combinación de palabras es esencial. Las lenguas cambian en a su modo. 

¿Cómo se produce ese cambio?
Nosotros creamos sustantivos todo el tiempo, vienen prestados de otros idiomas, incluso del lenguaje tecnológico, como hardware o software. Hay verbos que adoptan nuevos significados:”bajar”el programa, “abrir” el archivo. Son verbos que ampliaron su rango de significado. También se crean verbos nuevos, como chatear. Los verbos nuevos son terminados en ar, pero no creamos los elementos sintácticos fundamentales: artículos, conjunciones, nuevas desinencias verbales. 

¿En qué afecta esto al idioma?
Va mutando. Nosotros, hoy, hablamos en español, una lengua con muchos siglos, y no es lo mismo el español de hoy que el del Siglo de Oro. La lengua es un objeto maravilloso, cambia pero mantiene su núcleo duro, según algunos, raíz morfosintáctica, según otros. Lo que se fue modificando fueron radicales verbales y se sumaron sustantivos y adjetivos. 

¿Qué rol juega Internet en los cambios del idioma?
Hoy estamos asistiendo a una revolución importantísima en los modos de producir, distribuir y recibir textos e imágenes. Va a una velocidad impactante. Por la cantidad de usuarios de esos dispositivos, que aumentan en forma exponencial y afectan a todas las profesiones. Y porque la diseminación fue espectacular, más rápida que la de la TV. En su momento parecía que el fax era lo máximo, y de golpe llega algo superior. Y encima, lo que antes eran objetos separados ahora son funciones de un mismo objeto material: el celular permite hablar por teléfono, pero también sacar fotos, mandar correos.

¿Cómo afectan estos cambios a la experiencia educativa?
Son objetos muy atractivos para los chicos. Son la generación de los botones, todo lo hacen apretando sobre un dispositivo. Para mí, el problema es que se vuelve difícil construir nociones de tiempo y causalidad. ¿Cómo se le explica a un chico que no es lo mismo mandar un mail desde Buenos Aires a alguien en Rosario que enviarlo a Australia, y que por ahí el que mandó a Australia llega antes? Ciertos usos tecnológicos confunden a los chicos respecto de la relación de tiempo y espacio recorridos.Se pierde esa relación, y eso desconcierta. Creo que ni Piaget imaginó los desafíos de los chicos contemporáneos para construir nociones de tiempo y espacio. 

¿Cómo ve la frontera entre el preescolar y la primaria?
Hoy se tiende a ver que no hay una frontera brutal entre ambos, y eso es afortunado. En una época el preescolar se definía en términos lúdicos: el lugar para jugar, hacer rondas, cantar, algo de percepción motriz pero sin contenidos precisos de aprendizaje académico. Mientras que la primaria es la ruptura y ya no hay más juego. Se corrió el límite de ambos lados. El preescolar tiene ahora contenidos de aprendizaje y la primaria ya no es tan tajante respecto de mandar al chico a la psicopedagoga si a los seis meses de clase aun no aprendió a leer. Hoy se comprende que los aprendizajes fundamentales aparecen entre los 4 y los 7 años. No hay que inquietarse si algunos empiezan a los 5 ni angustiarse porque a los 6 no se lee. 

¿La escuela incorpora la experiencia previa de aprendizaje?
Por lo general la desdeña. Hoy tiene mucho que ver con los nuevos dispositivos, eso hace que todo cambie. Las maestras vienen de la cultura libresca y hoy se amoldan a las pantallas. Los chicos ya vienen formados por la pantalla y recién en la escuela ingresan al papel escrito. Esto va a ir cambiando, en diez años veremos cómo evoluciona. Es un período corto en términos institucionales, pero extenso en vidas individuales, con chicos más expertos en pantallas que sus maestros. 

¿Qué rol le cabe al Estado?
Un ministerio puede decir que usará un método determinado que generará grandes resultados. Pero la enseñanza no se puede reducir a un método. Influyen los contextos, el entorno…no es lo mismo enseñar en Buenos Aires que en Jujuy, en la práctica entran a jugar un montón de factores. La incorporación de la PC portátil fue algo positivo. Sobre todo si miramos cómo se implementó en Uruguay, el primer país latinoamericano que garantizó una PC por alumno. Ahí la PC se movió: fue de la casa a la escuela, ida y vuelta. Así se pudo llenar la brecha digital, porque permitió acercar la tecnología a las familias, algo importantísimo. Con el agregado de que los chicos les enseñan a los padres, se vuelven expertos y explican a sus mayores. 

Cuando un chico repite de grado, ¿cuánto de ese fracaso corresponde a la escuela?
Es muy fácil delegar en el chico el fracaso. El maestro debe asumir con convicción que en el curso todos van a aprender. El problema es que, lamentablemente, y esto está comprobado que sucede en muchos países, el maestro hace una tipología del alumnado en su cabeza: estos son los que estudian, aquellos los más rezagados, los otros son los revoltosos. Lo que uno hace como adulto ante un chico cuando está convencido de que va a aprender no es lo mismo que hace con el preconcepto de que el alumno va a fracasar.

El gran desafío parece ser la asimilación de las nuevas tecnologías

Aun no hemos asumido las consecuencias de la revolución tecnológica, que cambió todas las profesiones, ninguna quedó indemne. Todos andan con celulares, todos, en cada profesión. A nivel de la escuela el tema es saber trabajar con los materiales. Un libro es un objeto al que se le da entidad de fuente seria. Eso hay que saber entenderlo en la web. Los jóvenes leen más que antes, pero hay nuevos modos de lectura y falta tener criterios de confiabilidad. Ese es un problema mayúsculo, porque uno puede creer cualquier cosa. La escuela debería pensar cómo trabajar eso, que es algo nuevo, que no estaba en la agenda escolar previa. No son criterios similares a los de la cultura libresca. 
Fuente:

Instituto Martha Zerbhini

23 de junio de 2015

Se descifra la escritura Inca en los signos de los Tocapus

- La antropóloga Gail Silverman revela sus hallazgos de más de 30 años de investigación.
Por Victor Alvarado
22 de junio, 2015.- La antropóloga estadounidense Gail Silverman presentó el jueves 18 de junio a las 7 p.m. en una audición de Radio Filarmonía los tomos 1 y 2 de su obra “Los signos del Imperio”, en el que revela sus hallazgos sobre lo que ella llama la escritura pictográfica de los Incas, resultado de más de 30 años de investigación en las comunidades quechuas del Cusco, que aún mantienen vivo el legado idiomático del Tahuantinsuyo. La obra fue comentada por los estudiosos Alberto Benavides Ganoza y Róger Ravines. A continuación la entrevista exclusiva que le hizo Víctor Alvarado a la investigadora.
- Dra. Silverman, luego de los hallazgos hechos por usted y que están expuestos en su libro “Los signos del Imperio”, considera que la escritura inca fue pictográfica?
Por los datos que tengo actualmente, parece que es una escritura pictográfica porque el signo se refiere al referente, por ejemplo el damero en negro y blanco significa la mazorca del maíz del mismo color, porque tanto el damero como la mazorca tienen la misma forma geométrica.
- ¿Si es así con que escritura antigua del mundo es comparable o subsidiaria?
Todas las escrituras del mundo han empezado desarrollando un sistema de signos basado en formas geométricas que se encuentran en la naturaleza o en formas concretas hechas por el ser humano.
- Usted, alguna vez ha dicho que muchas ideogramas incas tienen semejanzas o están emparentados con los de la antigua cultura china Explique este hallazgo.
Voy a dar dos ejemplos de signos incas y chinos. Primero, en chino el ideograma shan expresa la montaña en la forma de tres triángulos, en la que la del medio es más alta. En el caso del signo inca, se trata de una serie de triángulos para decir orqokuna o las montañas. El segundo ejemplo es más interesante, se trata del tocapu 11 de la lista de Barthel y decorado la túnica inca de Dumbarton Oaks (1). El signo inca se dice pilpintu o sea la mariposa y en china, gege, el hermano mayor.

Legados

- ¿Qué tan cerca o tan lejos estamos de conocer el cuerpo completo de la escritura de los incas? ¿Cuánto es lo que conocemos? ¿Acaso un 10, 20, o 30%?
Primero necesitamos saber la categorización de los signos incas localizados en los soportes como metal, madera, cerámica, muros exteriores de adobe, lo que nos lleva a buscar más ejemplos en los museos y colecciones privadas para empezar a saber cuántos tocapus o signos inca hay. Estamos en una tarea que recién comienza.
- ¿Qué cronistas nacionales e internacionales anteriores a su investigación han caminado por su misma ruta de investigación y respaldarían sus hallazgos?
Hay por lo menos cuatro cronistas que dibujan, nombran y describen varios signos incas. Estos son Felipe Guamán Poma de Ayala en su Nuevo Crónica, quien nos dibuja la rejilla, los triángulos en series, cuadros dentro de cuadros, etc.; Segundo Ávila, describe los tocapus 22, 23 y 24; y el Padre Martin de Murúa nos ha dejado instrucciones para tejer un motivo cuatripartito de cuatro colores para ser llevado por la coya durante la cosecha del maíz en el Cusco. Esta instrucción confirma mi decodificación del damero en el maíz. Y finalmente el cronista Santa Cruz Pachacuti que nos han dado el gancho como canal de irrigación y cuadros encima de cuadros como ancestros.
- Usted ha llegado a identificar 13 motivos de la comunidad campesina quechua hablante de Q´ero que tienen paralelo con los motivos inca ¿Cuándo usted dice “motivos” está diciendo signos escriturales? Si es así cuántos motivos faltaría conocer o de cuántos motivos estaría conformado el legado escritural inca?
No podemos contestar ahora a esta pregunta.

Algunos signos

- Según la tesis de su libro, su hallazgo de 10 sufijos, 6 afijos, 5 sustantivos de edificios y 7 geográficos, fundamentan la existencia de una escritura inca. ¿Esos hallazgos tácitamente significan que hay otro tanto más de sufijos, afijos y sustantivos que faltaría conocer?
Cuando tengamos más nuevos signos incas, podríamos establecer definitivamente la escritura y sus partes gramaticales.
- Para nuestros electores podría traducir los dos o tres signos que usted ha descubierto que confirman la existencia de una escritura inca?
Sí, por ejemplo existen tres signos tejidos en las esquinas inferiores de la túnica de Dumbarton Oaks. Un panel negro, líneas curvadas y el damero que se leen como un terreno negro sin cultivos, los surcos, a las semillas de maíz negro y blanco. Otro es el signo de las acllas (mujeres que servían al inca) con el sitio provincial de su probable residencia.
- ¿Tiene pendiente nuevas revelaciones sobre la escritura de los incas?
Estoy alistando el tomo 3 de mi serie “Los Signos del Imperio”, en donde muestro los signos ocultos en telas incas y de los Q’ero.
Nota:
(1) La túnica inca en referencia pertenece a la Colección Precolombina del Instituto Dumbarton Oaks con sede en un barrio de Georgetown, en Washington, EE.UU.
Fuente:

17 de febrero de 2015

Sorprendente: Las consecuencias de dejar de escribir a mano


Podrían los antiguos métodos para aprender a escribir a mano tener beneficios desconocidos?

Niños en todo el mundo pasan cada vez más tiempo utilizando computadoras con teclados y pantallas táctiles en lugar de escribir con un bolígrafo y un papel.
¿Perjudica esto su desarrollo y bienestar? Nuevas investigaciones sugieren que podría ser el caso.
El programa BBC Forum habló con la neurocientífica cognitiva Karin James sobre la importancia de aprender a escribir a mano para el desarrollo cerebral de los niños.
James, profesora de la Universidad de Bloomington, Estados Unidos, llevó a cabo investigaciones con niños que todavía no sabían leer.
Se trata de niños que, aunque puedan identificar letras, no son todavía capaces de juntarlas para formar palabras.
Los científicos dividieron a los niños en grupos y enseñaron a algunos a escribir a mano distintas letras, mientras que otros utilizaron teclados.
La investigación analizó cómo aprendían los niños las letras.
Los científicos también utilizaron resonancias magnéticas para evaluar la activación cerebral y ver cómo cambia el cerebro a lo largo del tiempo a medida que los niños se familiarizan con las letras del alfabeto.
Escanearon los cerebros de los niños antes y después de enseñarles las letras y compararon los distintos grupos, midiendo el consumo de oxígeno en el cerebro como indicador de la actividad cerebral.
Los investigadores concluyeron que el cerebro responde de distinta manera cuando aprende con letras escritas a mano y cuando lo hace a través de un teclado.
El artículo completo en:

2 de febrero de 2015

Hallan en Checta (provincia de Canta) indicios de escritura de hace cinco mil años



Arqueólogos descubren signos que se repiten en varios petroglifos en la sierra de Lima.


Cada vez hay más indicios de que la escritura existió hace más de 5.000 años en el antiguo Perú y que las sociedades que poblaban esta parte del mundo ya comenzaban a desarrollar una forma de comunicarse a través del signo escrito, así como sucedió con los sumerios y egipcios también hace cinco milenios.
Los primeros indicios de este fenómeno se encuentran en un sitio llamado Checta, descubierto en 1925 por monseñor Pedro Villar Córdova. La zona arqueológica se ubica en el valle del río Chillón, en el distrito de Santa Rosa de Quives, en la provincia de Canta. Desde Lima, son tres horas de viaje.
En la margen derecha de la quebrada Alcaparrosa, se descubrieron al menos 500 quilcas o petroglifos. Hoy, con las recientes investigaciones, se sabe que los gráficos en las rocas corresponden a cuatro períodos culturales diferentes. La fase dos de Checta es una de las que más preguntas han planteado.
El arqueólogo Gori Tumi Echevarría, presidente de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR), está abocado desde el 2009 a probar que las figuras plasmadas en Checta tienen un mensaje oculto.

UNA PRIMERA HIPÓTESIS
¿Qué le hace estar tan seguro a Gori Tumi Echevarría de estar frente a la evidencia más temprana de escritura andina? Sostiene que su hallazgo más importante es haber definido la cronología y secuencia del sitio, en otras palabras, el orden temporal en que los quilcacamayoc hicieron las figuras sobre las piedras. Eso, según cuenta, le permitió entender que en Checta hay cuatro fases.
La primera (2.500-2.000 a.C.) consistía en hacer pequeños hoyos en las piedras. La segunda fase (2.200 a 1.000 a.C.) tenía formas abstracto-geométricas como círculos, círculos con puntos, cruces, espirales, líneas rectas y sinuosas, etc. Es justo la que considera escritura.
La tercera fase (1.200 a 600 a.C.) está compuesta por motivos seminaturalistas. Finalmente, la fase cuatro (800 a 200 a.C.) representaba amarus (serpientes).
Con ese paso, Tumi Echevarría logró individualizar cada motivo de la fase dos y ver si existía un patrón en las demás rocas. Luego de los análisis de observación en las quilcas, se descubrió que los círculos con puntos, las líneas rectas y sinuosas, los espirales y otras se repiten.
Mayor fue su sorpresa cuando determinó que esas mismas figuras se repiten en las quilcas halladas desde Supe hasta Lurín. “Este fenómeno cognitivo, escritura, duró 2.000 años, tiempo suficiente para el desarrollo y consolidación de un sistema de escritura ideográfica compleja”, asegura Tumi Echevarría.
Según su hipótesis, este sistema de escritura tendría vínculos con tradiciones ancestrales en la Amazonía. Para descifrar estos códigos, la clave estaría en el conocimiento milenario de los pueblos amazónicos, ya que hay testimonios de comunidades como los yaneshas que aseguran haber hecho viajes de peregrinación a la costa central.
Fuentes:

15 de abril de 2014

¿Sabías qeue un robot escribe noticias de último minuto en el periódico Los Angeles Times?

Cualquier día, abriréis Xataka Ciencia, leeréis un post, y al final se os advertirá que dicho post lo ha escrito un robot. Y no notaréis nada. Quizá, incluso, pensaréis que el robot de marras lo hace mucho mejor que el que suscribe. Bien, esto es ciencia ficción, pero quizá no tanto, porque en el periódico californiano Los Angeles Times ya trabaja un robot, y escribe sobre noticias de último minuto, como el reciente seísmo que afectó a la ciudad.

Programado con algoritmos del Centro Geográfico de los Estados Unidos (USGS), este robot-periodista, desarrollado por el periodista y programador Ken Schwencke, genera un artículo breve con una plantilla previamente cargada, que es enviada a un redactor, quien lo revisa previamente y lo aprueba. La noticia que ha escrito en robot, la del seísmo, la plasmó en tres minutos, y reza así:
A shallow magnitude 4.7 earthquake was reported Monday morning five miles from Westwood, California, according to the U.S. Geological Survey. The temblor occurred at 6:25 a.m. Pacific time at a depth of 5.0 miles. According to the USGS, the epicenter was six miles from Beverly Hills, California, seven miles from Universal City, California, seven miles from Santa Monica, California and 348 miles from Sacramento, California. In the past ten days, there have been no earthquakes magnitude 3.0 and greater centered nearby. This information comes from the USGS Earthquake Notification Service and this post was created by an algorithm written by the author.
Para Schwenck, la máquina no reemplaza al ser humano, sino que permite que los datos disponibles sean ordenados y difundidos de manera rápida:
Es un complemento. Ahorra mucho tiempo y en cierto tipo de historias, publica la información y suele hacerlo tan bien como cualquiera.
Vía | BBC

Tomado de:

Xakata Ciencia

29 de septiembre de 2013

¿Cuándo se inventó el bolígrafo? ¿Quién y cómo lo hizo?

La invención del bolígrafo tiene un curioso origen. Alrededor de 1938, un periodista húngaro: László József Bíró, cansado de los problemas que entrañaba escribir a pluma, comenzó a pensar en alternativas o mejoras para este milenario instrumento de escritura.


Uno de los primeros experimentos que llevó a cabo para solucionar el atascamiento continuo de la pluma fue el desarrollo de un nuevo tipo de tinta (gracias a la ayuda de su hermano György Bíró, que era químico de profesión). Desafortunadamente, aunque la nueva tinción parecía más adecuada para escribir sobre papel, funcionaba aún peor que la original en la pluma.

Lejos de desistir, László siguió cavilando en una solución y unos días después, mientras observaba a unos niños jugando con canicas sobre un suelo con charcos, se percató que las bolas, al atravesar y sobrepasar un charco de agua, dibujaban tras de sí una línea húmeda sobre la superficie seca de la calle y con esa imagen le llegó la idea. Tan pronto como pudo comenzó a desarrollar el nuevo artefacto de escritura con una pequeña esfera en la punta que dosificaba la tinta y ese mismo año patentó el invento (1938).

Fuente:

Saber es Práctico

26 de agosto de 2013

Expresar los sentimientos por escrito acelera el proceso de cicatrización de heridas

Los científicos aseguran que el estrés y la depresión están relacionados con la curación de las heridas y expresar la angustia escribiendo ayuda a cicatrizarlas.

La literatura mundial ha escrito toneladas de versos sobre curar las heridas del alma o el corazón, pero poco se sabía hasta hoy sobre el beneficio de escribir para cicatrizar heridas físicas de forma más acelerada.

Sea un lápiz y un papel, una libreta o un teclado, la acción de escribir episodios traumáticos o situaciones que deseamos expresar, han ayudado a producir un alivio emocional considerado como parte de la terapia a la que suelen ser sometidas las personas que pasan por este tipo de eventos, terapias que se utilizan desde hace más de treinta años.

Pero hasta hoy, no existían evidencias de que, además de reconfortar el alma y devolvernos la tranquilidad emocional, este tipo de ejercicios también contribuyen al proceso de cicatrización de heridas físicas.

La Universidad de Auckland, Nueva Zelanda se ocupó de investigar el tema llegando a una inesperada conclusión en su informe "Escritura expresiva y curación de heridas en personas mayores". El estudio publicado en la revista especializada Psychosomatic Medicine asegura que la escritura funciona como cicatrizante cuando está relacionada con eventos tristes, angustiantes o relacionados con sentimientos que no puede expresar el paciente por otras vías de comunicación.


Lea el artículo completo en:

FayerWayer

22 de agosto de 2013

¿Por qué leemos de derecha a izquierda y de arriba a abajo?

Jeroglifico

Es principalmente una cuestión de convención.

Los jeroglíficos egipcios podían escribirse en cualquier dirección, con formas animales o humanas mirando en la dirección indicada para mostrar cómo leerlos.

La ventaja del sistema de izquierda a derecha que se usa en la mayoría del mundo es que las personas que escriben con la mano derecha no tapan o ensucian lo que han escrito, pero no hay mucha evidencia de que esa sea la razón por la cual se usa tanto.

Los idiomas hebreo y árabe todavía se escriben de derecha a izquierda mientras que el chino y el japonés pueden escribirse de izquierda a derecha en líneas horizontales o de arriba a abajo en columnas verticales.

Fuente:

BBC Ciencia

30 de enero de 2013

Por qué los guiones de cine siempre están escritos con la tipografía Courier


Los guiones de cine se empezaron a redactar en la era de las máquinas de escribir, y siempre se han utilizado como producto final tal cual salían de la máquina —sin edición posterior.

Con el tiempo las herramientas cambiaron. Llegaron los ordenadores, las impresoras y los archivos PDF, pero los guiones han mantenido el mismo aspecto que cuando salían de máquinas de escribir. En concreto los guiones están escritos con la tipografía Courier a tamaño de 12 puntos.

Su origen está en la máquina de escribir más popular de IBM, la Selectric II, y pronto se convirtió en la tipografía por defecto en Hollywood.

El hecho de utilizar siempre la misma tipografía al mismo tamaño [ambas características de hoy heredadas de la máquina de escribir] tiene algunas ventajas.

Por ejemplo, una página de guión suele equivaler a un minuto de película en la pantalla. Más importante aún, los productores pueden tener la certeza de que un borrador que ocupe 119 páginas será realmente más corto [y supondrá menos metraje] que un borrador de 140 páginas. A diferencia de como se hace con los trabajos del colegio, los guionistas no juegan con el tipo de letra para manipular el número de páginas de sus escritos.
Un repaso a la historia de la tipografía Courier con motivo del nacimiento de la Courier Prime, que respeta toda la herencia de la Courier original pero está optimizada para su visualización a resoluciones más altas que la original.

La tipografía Courier Prime está disponible para Mac y Windows de forma gratuita.
Vía Daring Fireball.



Tomado de:

Microsiervos

17 de enero de 2013

Leer a los clásicos es bueno para el cerebro

 leer-librosLeer las palabras de grandes escritores como Shakespeare puede resultar una terapia más eficaz para el cerebro que los populares libros de autoayuda, según un estudio de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). Los autores de la investigación aseguran que la prosa de los escritores clásicos tiene efectos beneficiosos sobre la psique, y que su lectura estimula el cerebro moral captando la atención del lector y provocando momentos de autorreflexión.

Para llegar a esta conclusión, los científicos monitorizaron mediante un escáner el cerebro de 30 voluntarios mientras leían piezas clásicas de la literatura inglesa. Y, entre otras cosas, detectaron que la actividad eléctrica cerebral aumentaba a medida que la prosa se complicaba. Además de que al leer poesía (escrita por el poeta romántico inglés William Wordsworth) se incrementaba la actividad en el hemisferio derecho del cerebro, concretamente en el área vinculada a la memoria autobiográfica.


Fuente:

Muy Interesante

11 de diciembre de 2012

¿Cómo era la ‘blogosfera’ en el siglo XVIII si ni siquiera existía Internet?



Como ya empezamos a intuir en Tecnologías que generaron tanto entusiasmo como el que hoy genera Internet, Internet no es algo tan nuevo y revolucionario como creemos, al menos a nivel conceptual. Hasta el punto de que podríamos afirmar que en los siglos XVII y XVIII empezó a nacer una dinámica blogosfera, la República de las Letras.

En aquella época, por primera vez, si aparecía un libro interesante, enseguida se vendía hasta su último ejemplar. Y entonces no tardaba en reimprimirse y en traducirse a varios idiomas, lo que llevaba aparejado que cientos de personas generaran comentarios en panfletos, correspondencia y libros adicionales, tal y como sucede hoy en día en un blog.

¿Y el correo electrónico? Obviamente no existía la inmediatez actual, pero pensadores como Locke o Newton se enviaron decenas de miles de cartas. Voltaire escribió nada menos que 18.000 cartas. Todo iba más lento, pero había gente que se comunicaba en la distancia de una forma que recuerda poderosamente al correo electrónico, a Twitter o a los comentarios de los blogs.


Todo iba lento, sí, pero, tal y como explica el psicólogo cognitivo Steven Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro:
aunque todo sucedía con la suficiente rapidez como para que fuera posible lanzar ideas, criticarlas, amalgamarlas, perfeccionarlas y llamar con ellas la atención de las personas en el poder. Un ejemplo demostrativo es “De los delitos y las penas”, de Beccaria, que causó sensación de inmediato y supuso un gran impulso para conseguir la abolición de los castigos en toda Europa.
Si queréis leer más ejemplos de cómo las novelas y los comentarios al margen que suscitaban consiguieron transformar el mundo, ampliando los círculos de empatía de la sociedad, os recomiendo leer la serie de artículos De cómo las novelas han salvado el mundo: abolición de la esclavitud, malos tratos, sufrimiento ajeno y otras tragedias.

Esta blogosfera victoriana consiguió cambios en nada desdeñables si los comparamos con los cambios que provoca la blogosfera contemporánea, lo que puso en evidencia lo importante que es compartir las ideas, evitar el hermetismo, unirse a grandes comunidades.

En ese sentido, las ciudades modernas funcionan como blogosferas analógicas, porque reúnen una masa crítica de mentes diversas, incluso las mentes más disidentes o inconformistas, que pueden refugiarse en pequeños nichos sociales. Tal vez la blogosfera analógica más importante de la época fue Ámsterdam.


Si queréis conocer mis impresiones sobre Ámsterdam, podéis leerlas aquí, pero dejando aparte mis manías, lo cierto es que Ámsterdam, durante la Edad de Oro holandesa del siglo XVII, llegó a ser uno de los puertos más bulliciosos del mundo. Por allí entraban toda clase de bienes, ideas, dinero y personas, tal y como sigue explicando Steven Pinker:
Allí tenían cabida católicos, anabaptistas, protestantes de diversas confesiones y judíos cuyos antepasados habían sido expulsados de Portugal. Albergaba numerosas editoriales con una actividad dinámica y eficiente al imprimir libros polémicos y exportarlos a países donde habían sido prohibidos. Un amsterdamés, Spinoza, sometió la Biblia a un análisis literario y elaboró una teoría que no dejaba margen para un Dios animado. En 1656 fue excomulgado por su comunidad judía, cuyos miembros, con el recuerdo de la Inquisición todavía fresco, tenían miedo de causar problemas entre los cristianos de alrededor. Para Spinoza no fue ninguna tragedia, como habría podido serlo si hubiera vivido en un pueblo aislado, pues simplemente se mudó a otro barrio y de ahí a otra ciudad holandesa tolerante, Leiden. En ambos sitios fue bien recibido en la comunidad de escritores, pensadores y artistas.
Si queréis leer más cómo las ciudades han sido catalizadores de ideas nuevas no os perdáis mi serie de artículos sobre el tema: Ley de Kleiber o que en las ciudades viven más personas innovadoras que en el campo.

Los tiranos políticos y religiosos intuyen el poder subversivo del intercambio de ideas, del flujo de información y de personas, por ello siempre han prohibido la libertad de expresión, de escritura (y de lectura) y de asociación. La blogosfera digital permite todo lo anterior de una forma más rápida y eficaz.
Un campus global incrementa no sólo la complejidad de las ideas sino la calidad de las mismas. (…) La luz del sol es el mejor desinfectante, y exponer una idea mala a la mirada crítica de otras mentes procura al menos una posibilidad de que se marchite y muera.
Así que aquí abajo tenéis vuestro espacio de comentarios, como en una República de las Letras digital, para que nos enriquezcamos mutuamente, como antaño ocurrió en blogosferas analógicas como la de la Atenas clásica, la Venecia del Renacimiento, las revolucionarias Boston y Filadelfia o las ciudades de los Países Bajos como Ámsterdam.


Fuente:

Xakata Ciencia

3 de diciembre de 2012

Tendencias: La nueva narrativa que llegó con internet


Libros

¿Tan solo una metáfora?

Un cuento de 120 caracteres; los pensamientos imposibles de un niño curioso; un texto casi tan largo como un libro, tan difícil de dejar de leer como una gran novela; la poesía automática de los buscadores, todos géneros narrativos nacidos o fortalecidos en la era de la web.

Hay muchos más ejemplos, como la transformación del género epistolar con el desembarco del correo electrónico o la novela en Twitter. Pero en este recorrido por las nuevas -o renovadas- formas de contar, hemos elegido hablar de estos cuatro casos:

Ficción en 140 caracteres 

Empezamos con Twitter, ya que la red social está en estos días organizando un clic festival de ficción en su plataforma, que se extenderá hasta el 2 de diciembre. Nuestro primer caso es el de los cuentos brevísimos, como este:

Entonces la margarita, queriendo saber si la querían, se deshojó a sí misma y murió.

Su autora es Gabriela Agudo y fue publicado por la cuenta de Twitter clic @microcuentos, que concentra algunos de los ejemplos más interesantes del género, que tiene aroma a haiku japonés (poesía de tres versos y poquísimas palabras):

Sentarse junto a ella mientras duerme, mirarla; esperar a que empiece la película muda de sus sueños. (Vicente Luis Mora)

La cuenta @microcuentos pertenece al venezolano Lenin Pérez Pérez, "creativo publicitario y lector voraz de ficción", quien le contó a BBC Mundo que comenzó el proyecto hace tres años y medio para "explorar las posibilidades literarias de lo breve".

Empezó publicando casi indiscriminadamente, pero luego empezó a filtrar los textos apócrifos y hoy solo suma los de autores a los que puede rastrear, consagrados o aficionados.

De hecho, dice, "no siempre los autores consagrados son quienes obtienen más RTs (que son más citados por otros tuiteros)".

Pluma sobre papel escrito en tinta

Como si a la pluma se le acabara la tinta tras escribir 140 caracteres...

¿Existe una fórmula para escribir cuentos breves? "Pues no", admite Pérez Pérez, "no existe siquiera una fórmula para reconocerlos". Y dice que a veces hay discusiones "bizantinas" sobre si un texto publicado en @microcuentos es o no un cuento.

Uno de sus favoritos es este, anónimo:

Pobre loro: por juego le enseñé a decir tu nombre y se enamoró.

La cuenta de Pérez Pérez no es la única dedicada a la publicación de microrrelatos, hay otras varias, como clic @cuentos_cortos, donde se publicó esta narración:

Caminó durante horas, hasta que su cuerpo no pudo mas. Se quitó su armadura humana y su espíritu desapareció. (via clic @Mr_Darko)

Y también hay autores que se dedican a explotar el género en la red social. El español Pep Bruno ( clic @pep_bruno) se ha planteado el desafío de publicar -al menos- un cuento corto todos los días en su cuenta de Twitter. Este es uno de los más recientes:

Salí por televisión (y no encontré el modo de volver). Os sigo desde el otro lado.

Algunos no se dejan restringir por los 140 caracteres, y estiran las posibilidades del medio hasta, inclusive, la novela. Es el caso del colombiano clic Héctor Abad, quien está hace tiempo jugando una suerte de cadáver exquisito unipersonal, componiendo en Twitter la novela "Los mil trinos y un trino". O también clic Rafael Vives, quien hila tuits para componer cuentos cortos, pero no tanto, generalmente surrealistas.

Pero la de Abad y Vives es otra historia. Mientras tanto, ustedes, lectores de BBC Mundo, ¿se atreven a enviarnos un relato de microficción? Háganlo a través de clic Facebook o clic Twitter, y no se olviden de colocar la etiqueta #ficcionbreve.

Poesía mitad humana mitad robótica

El sitio web clic googlepoetics.com es un experimento que expone el resultado lírico que puede tener la interacción humano-máquina.

Sus creadores se dieron cuenta de que el sistema de sugerencias de Google, que va ofreciendo completar las opciones de búsqueda a medida que se escribe, es un impensado creador de poesía, parte obra de la máquina, parte de los humanos que van creando las tendencias de búsqueda.

El sitio es en inglés, pero en BBC Mundo hicimos algunos experimentos con el mismo principio. Colocamos en la caja del buscador Google uno o dos términos de búsqueda y dejamos que el sistema sugiriera opciones en base a ellos. El resultado es una lista de 4 líneas, que pueden leerse como versos de un poema breve. Aquí, dos ejemplos:

Poesía de Google
Poesía de Google

¿Se atreven ustedes a hacer sus propios experimentos y enviarnos una captura de pantalla vía clic Twitter, utilizando la etiqueta #poesiadegoogle y mencionando @bbcmundo?

Cosa de niños...

- Gael, ¿querés un chocolatín?
- No, mami, hoy ya comí un alfajor a la mañana y otro a la tarde. No es necesario tanto dulce, ¿no?

Esta desopilante conversación se dio entre Fiorella y Gael, madre e hijo. No salió publicada en un libro ni una revista, tampoco pasó de boca en boca. Fiorella la publicó en Facebook. Aunque existen ya en papel los libros de compilaciones de frases e ideas ingeniosas de los niños, la novedad es que las redes sociales abrieron la puerta a que cualquier mamá, papá, tío, tía, etc., pueda hacer lo propio y compartirlo con sus contactos.

La mayoría, como Fiorella, son mamás, que citan las frases ingeniosas y comentarios agudos de sus hijos en las redes sociales. Mara, quien tiene dos hijos, las publica en Facebook y en su clic blog. El siguiente es un ejemplo de los diálogos que comparte:

- Mami ¿le puedo decir algo a dios?
- (Dudando) Mmmm, sí.
- Ah y, ¿cómo hago?

¿A ustedes se les ocurre algún diálogo con hijos, sobrinos, nietos, que quieran compartir? Compártanlo con nosotros vía clic Facebook.

Los formatos largos

Con el ingreso del periodismo al mundo de la web la insistencia se volvió más y más hacia la compresión, condensación, abreviatura de los textos. "La gente no quiere leer mucho, quiere enterarse de todo en un vistazo", se decía. De hecho, todavía se dice, y las audiencias le reconocen valor a la brevedad.
"Mi impresión es que esta moda por los textos largos se dio por dos razones: primero, por la aparición de las tabletas y los lectores de libros electrónicos, que tienen interfases más sencillas en las que el usuario se concentra en una sola tarea; segundo, porque cada vez leemos más lo que nos recomiendan otros a través de redes sociales, y es más probable que alguien comparta un artículo genial, ameno y extenso que una nota periodística breve y sin chiste"
Iván Santisteban, cofundador de Canasta Básica

Pero tras el escenario central ocupado por lo sucinto, en los márgenes -paradójicamente- fue haciéndose un lugar el texto de largo formato. El motivo, según Bobbie Johnson, es que "los formatos largos son muy buenos -en ocasiones la única manera- para desentrañar la verdad acerca de las ideas complejas que dan forma a nuestro mundo". Johnson es periodista y cofundador de clic Matter (la cita es del video de presentación del proyecto), una revista digital que lleva la tendencia de la narrativa extensa al extremo: se publica una vez por mes y contiene un solo, muy largo, artículo, que se vende a 99 centavos de dólar en formatos para libros electrónicos, móviles y tabletas. Va por el número uno, el tiempo dirá si su apuesta fue acertada.

Pero textos largos ya hay y había antes de Matter. Lo que pasó en la web es que alguien identificó el apetito por ellos, sobre todo desde que surgieron proyectos como Instapaper (que permite almacenar textos para ser leídos sin conexión, más tarde), los los lectores de libros electrónicos, tabletas y móviles inteligentes.
Entre esos pioneros en registrar la tendencia están clic longform.org y clic longreads.com. Los dos sitios aparecieron en 2010 y compilan textos largos de diversas fuentes. Longreads tuvo su origen aún antes, como una cuenta de clic Twitter.

Al lanzar longreads.com, Mark Armstrong, su fundador, publicó en su clic blog un texto en defensa de lo extenso. Dice allí: "Algunos ya lo entienden. The Atlantic, Lapham's Quarterly, Esquire, Vanity Fair y otros están colocando la etiqueta #longreads a sus textos más largos. Estos medios entienden algo que otros no: este es el futuro de las publicaciones en línea. El mundo está listo para más textos largos".
"Donde ocurrió la masacre el 17 de marzo de 2006 no hay flores que recuerden a los muertos. La gente pasa por allí como si nunca hubiera sucedido nada. En todo Young no hay ni siquiera un graffiti que mencione la tragedia. Es como si el pueblo hubiera decidido que nunca ocurrió."
Fragmento del artículo "El pueblo que quiso salir en televisión"

"Mi impresión es que esta moda por los textos largos se dio por dos razones: primero, por la aparición de las tabletas y los lectores de libros electrónicos, que tienen interfaces más sencillas en las que el usuario se concentra en una sola tarea; segundo, porque cada vez leemos más lo que nos recomiendan otros a través de redes sociales, y es más probable que alguien comparta un artículo genial, ameno y extenso que una nota periodística breve y sin chiste", le explica a BBC Mundo Iván Santisteban, uno de los fundadores de clic Canasta Básica, uno de los equivalentes en español de longreads.com y longform.org.

El título del sitio está inspirado en el nombre que se le da en América Latina a la lista de productos esenciales que requiere una familia, porque Santisteban y quienes lo acompañan en el proyecto consideran que los textos que eligen constituyen "lecturas esenciales".

Los criterios de selección de Canasta Básica son simples: que el texto tenga más de 2.000 palabras, que no sea pago, que no esté sólo en PDF y que pueda leerse en una una sola página (lo que hace fácil transferirlo a un lector de libros digitales).

Pero hay algo más, dice Santisteban: "si el artículo te interesó tanto que lo leíste de principio a fin, y luego quisiste compartirlo con algún amigo, probablemente deba ir en Canasta Básica".

Para él, este artículo de Leonardo Haberkorn, " clic El pueblo que quiso salir en televisión" (publicado originalmente por la revista Gatopardo), sobre un pueblo uruguayo que vivió una tragedia televisada, resume todo lo que debe tener un buen texto largo de no ficción.

Fuente:

BBC Ciencia
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