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14 de febrero de 2013

La biodiversidad evita el colapso de los ecosistemas ante incendios o sequías

Según un estudio que ocupa esta semana la portada de la revista Nature, la biodiversidad vegetal puede favorecer la estabilización de los sistemas ecológicos, y ayuda a evitar el colapso irreversible cuando aparecen perturbaciones como sequías o incendios.

El trabajo sugiere que se debe fomentar la presencia de terrenos con distintas especies vegetales, en lugar de monocultivos, para amortiguar esas posibles perturbaciones repentinas.

“Hemos demostrado los riesgos de la pérdida de biodiversidad”, señala a SINC Andrew MacDougall, que ha liderado el trabajo desde la Universidad de Guelph, en Canadá.

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La manipulación humana de las tierras lleva en muchas ocasiones a la homogeneización de los ecosistemas, que puede estabilizar la cosecha, pero elimina el efecto amortiguador que aporta la biodiversidad.

Los autores señalan que el nivel de biodiversidad es crucial para la recuperación de los ecosistemas después de un incendio natural.

La acción homogeneizadora del hombre sobre estos sistemas puede ser intencionada, como en el caso de la supresión de incendios o la sobrepesca, o involuntaria, como es la contaminación antropogénica.

Según MacDougall, “mientras el sistema se mantiene sin sufrir perturbaciones, no se aprecia la consecuencia de la falta de diversidad, pero cuando aparece una perturbación, se revelan esos efectos y el sistema puede colapsar”.

Sin incendios durante un siglo y medio

Los investigadores trabajaron durante una década en una región de diez hectáreas que pertenece a la Organización de la Conservación de la Naturaleza de Canadá, una zona con robles donde se han evitado los incendios durante 150 años.

El autor apunta que otros trabajos previos se habían hecho en terrenos artificiales, mientras que este “se desarrolló en un sistema natural, demostrando la validez de las investigaciones anteriores aplicadas a las características del mundo real”.

El equipo quemó selectivamente distintas parcelas para comparar áreas de con una sola especie y otras zonas que combinaban varias.

Los resultados revelaron que las primeras, aparentemente estables, fueron después invadidas por árboles, mientras que las áreas con mayor biodiversidad resistieron a la invasión.

Además, la diversidad afectó también a la intensidad del fuego, que fue mayor en las zonas con una sola especie vegetal, donde se acumula mayor cantidad de combustible.

MacDougall concluye que el nivel de biodiversidad es crucial para la recuperación de los ecosistemas después de un incendio natural, aunque matiza que es posible que incendios más intensos que los de esta investigación pudieran sobrepasar la capacidad amortiguadora de la biodiversidad.

Referencia bibliográfica:

A. S. MacDougall, K. S. McCann, G. Gellner, R. Turkington. “Diversity loss with persistent human disturbance increases vulnerability to ecosystem collapse”. Nature. Vol. 494 | Febrero 2012. doi:10.1038/nature11869

Fuente:

Solo Ciencia

22 de diciembre de 2012

Científicos buscan el código genético del árbol de navidad

Para millones de personas, el árbol de Navidad es un espectáculo de felicidad. Para los científicos que descifran los códigos genéticos de plantas y animales, es un monstruo.

Estamos hablando de la conífera, el término común para los árboles en forma de pino como píceas, abetos, pinos, cipreses y cedros. Además de su popularidad navideña, tienen gran importancia en la industria maderera y en la salud de los ecosistemas forestales.

El grupo de investigación de Biotecnología Agroforestal trabaja en la identificación de genes involucrados en la capacidad de propagación vegetativa de pino con el objetivo de mejorar la multiplicación de individuos seleccionados por sus características productivas o adaptativas. Esto permite la producción de árboles superiores en plantaciones para asegurar una producción y explotación sostenible de los recursos forestales como fuente de materias primas y energía. También permite la conservación de ejemplares únicos.

A los científicos les encantaría identificar los miles de millones de bloques que conforman el ADN de una conífera; es decir, secuenciar su genoma. Este tipo de análisis es una herramienta estándar de la biología y hacerlo con las coníferas podría revelar secretos genéticos útiles para la ciencia básica, el cultivo y el manejo forestal.

Pero el genoma de las coníferas es desalentadoramente enorme. Y como si fuera un regalo muy costoso, esto lo había dejado fuera del alcance. Ahora, mientras se acerca Navidad, parece que podría terminar el papel de la coníferas como el Grinch de la genética.

En meses recientes, científicos de Estados Unidos y Canadá han dado a conocer descripciones preliminares y dispersas del genoma conífero. Y un equipo sueco planea pronto hacer lo mismo con la pícea de Noruega. ``Hasta hace algunos años la idea de secuenciar una conífera parecía imposible'', dijo John MacKay, de la Universidad Laval en Quebec, Canadá, y quien dirige un proyecto canadiense para la pícea blanca. Pero las nuevas tecnologías han cambiado eso, indica.

¿De qué tamaño es el genoma de una conífera? El árbol de 24 metros (80 pies) del Rockefeller Center de Nueva York es una pícea de Noruega. Su genoma es seis veces más grande que el de cualquiera que esté patinando debajo de ella. Los genomas de otras coníferas son todavía más grandes.

Los intereses que confluyen en este tipo de investigación son: económicos, medioambientales y sociales. Los árboles son componentes esenciales del medio natural y juegan un papel crucial en el equilibrio global de los ecosistemas. Los árboles, además, proporcionan materias primas a industrias transformadoras. Las coníferas constituyen uno de los grupos vegetales evolutivamente más antiguos, y más longevos, que ocupan un gran número de ecosistemas donde son clave como reguladores del ciclo del carbono, cambio climático, control de la erosión y mantenimiento de la biodiversidad. Además, son una fuente importante de madera, papel y productos forestales de alto rendimiento, de biocombustibles o de producción térmica y energética producida a partir de la biomasa forestal. El impacto económico de las coníferas se basa en la generación y utilización de plantaciones, y por tanto, en la multiplicación y producción de árboles seleccionados con características deseables.

Fuente:

3 de diciembre de 2012

El agujero de ozono afecta el crecimiento de los árboles

Ejemplares de araucaria (gentileza Ianigla)

Árboles emblemáticos de la Patagonia, como la araucaria, crecieron menos por el agujero de ozono.

En los años ’80 los científicos descubrieron que una zona de la estratosfera conocida como la capa de ozono, vital para proteger a la Tierra de los rayos del Sol, tenía niveles anormalmente bajos en algunas partes, en especial en una extensa zona sobre la Antártida.

En vista de que la capa de ozono absorbe casi el 99% de la radiación ultravioleta (UV) que llega hasta la Tierra el descubrimiento de este enorme agujero generó gran preocupación por los efectos nocivos que podrían provocar estos rayos solares en el hemisferio sur. 

Los líderes mundiales acordaron tomar medidas para frenar el problema y a través de la firma del llamado Protocolo de Montreal (1987) eventualmente lograron reducir la emisión de los compuestos químicos que estaban generando la pérdida de ozono, lo que impidió que el agujero siga creciendo.

Lo que no sabían los expertos entonces es que los efectos de este fenómeno irían mucho más allá de un aumento en los niveles de radiación UV.

Casi treinta años después de que fuera detectado, un equipo internacional de científicos halló evidencia de que el agujero en la capa de ozono provocó un cambio climatológico que afectó notoriamente el crecimiento de árboles en las regiones más australes del mundo.

El estudio, liderado por el ingeniero forestal argentino Ricardo Villalba, fue tapa de la edición de noviembre de la revista científica Nature Geoscience

Villalba, director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), contó a BBC Mundo que en las últimas tres décadas los bosques más emblemáticos de la Patagonia tuvieron la tasa de crecimiento más baja de los últimos 600 años, como consecuencia del agujero de ozono.

Cómo están conectados

El motivo de esta baja de crecimiento es una caída de entre el 20% y el 30% en los niveles de precipitaciones durante los últimos 20-30 años, explicó Villalba.

El agujero en la capa de ozono.

El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida se ha estabilizado.

Los expertos investigaron si esta disminución de lluvias estaba relacionada con fenómenos climatológicos como El Niño o La Niña, pero no encontraron evidencia que los conectara.

En vez, descubrieron que la caída en las precipitaciones estaba asociada a otro fenómeno conocido como la Oscilación Antártica del Hemisferio Sur (OAHS).

"La OAHS es como un anillo de diferencias de presiones que se forma en la atmósfera del continente antártico y controla la variabilidad climática en el hemisferio sur", detalló el experto.

El ciclo consiste de dos fases: la positiva, durante la cual los vientos del oeste –los que traen las lluvias- se mueven hacia el sur, provocando una disminución de las precipitaciones, y la negativa, durante la cual los vientos se mueven hacia el norte y vuelven las lluvias.

Los científicos creen que el agujero en la capa de ozono generó un cambio en el ciclo de la OAHS, prolongando la fase positiva.

Eso, según Villalba, habría provocado la mayor sequía y un aumento de las temperaturas en las zonas alrededor de la Antártida.

Efecto contrario

El equipo del Ianigla descubrió esta anomalía luego de estudiar los anillos de araucarias y cipreses, dos de los árboles más característicos de la Patagonia, que viven entre 500 y 800 años.

Hallaron que tanto en Argentina como en Chile estos árboles habían sufrido un fuerte retroceso en su crecimiento en las últimas tres décadas.

Ante esta evidencia, los expertos decidieron contactarse con sus pares del otro lado del mundo, en Australia y Nueva Zelanda, para ver si esos países australes registraban un patrón parecido.

Muestreando ejemplares de ciprés (gentileza Ianigla)

Los investigadores analizaron los anillos de más de 3.000 árboles en Argentina, Chile, Nueva Zelanda y Australia.

Los resultados fueron sorprendentes: la investigación mostró una clara alteración en la evolución de los árboles desde la década del ’80. Pero mientras que los bosques patagónicos habían frenado su crecimiento los de Oceanía crecieron más que nunca.

¿Cómo se explica? "Nuestros colegas australianos y neozelandeses analizaron los anillos de árboles en bosques húmedos y fríos, que se beneficiaron con las temperaturas más altas", explicó Villalba.

En cambio, los investigadores argentinos realizaron sus estudios en el norte patagónico, donde el clima es más seco.

"El paso siguiente es investigar el impacto del agujero de ozono sobre otras especies y en otras regiones", anticipó el científico.

Según los especialistas, si el Protocolo de Montreal se sigue aplicando con éxito para 2050 la capa de ozono podría volver a sus niveles normales y los agujeros se cerrarían.

Lo que no pueden anticipar los expertos es cuánto daño habrá ocurrido para entonces.

Fuente:

BBC Ciencia

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27 de noviembre de 2012

Los Árboles más viejos del mundo

Si queremos encontrar a las criaturas más longevas de la Tierra deberemos volcarnos a los árboles, que son los únicos seres que pueden alcanzar más de mil años, y en algunos casos miles de años. Su secreto se debe a que tienen un sistema vascular compatimentado, que les permite permitir que algunas partes del árbol mueran, mientras que otras prosperan, es decir, reemplazan sus órganos perdidos. También tienen muy buenas defensas contra las bacterias y los parásitos. Incluso tampoco envejecen como nosotros los animales, ya que por ejemplo entre los pinos britlecone, que alcanzan miles de años de edad, uno de 3000 años, está igual de vigoroso que otro de 100 años. Esto es porque, al contrario que los animales, no acumulan mutaciones en las células a medida que pasan los años. Algunos incluso desafían al tiempo creando clones propios, por lo que de un tronco de raíces nace lo que parece un bosque, pero que es un único organismo, que puede alcanzar colonias de miles de troncos de árbol, y en las que no importa si muchos de esos troncos mueren. Estas colonias gigantes pueden vivir decenas de miles de años, y algunos cientos de miles de años. 

Vamos a hacer un recorrido por los 5 árboles más viejos del mundo. ¡Síganme!

Pando

Pando es, técnicamente, el árbol individual más viejo del mundo. Pero en realidad es una colonia clonal que surgió a partir de un álamo temblón. Se encuentra en Utah, Estados Unidos. Allí podríamos ver un bosque de unos 47 mil árboles, que abarca unas 43 hectáreas, pero en realidad se trata de un “individuo” que consiste en un descomunal sistema de raíces a partir del cual surgen los troncos de árboles. El Gigante Temblón, como también se lo llama, tiene una edad de unos 80 mil años. Es decir… nuestra especie, los Homo sapiens, vagaban por África todavía, no se habían expandido por el mundo, y este individuo ya estaba vivo. Algunos creen que incluso podría ser muchísimo más antiguo, alcanzando el millón de años, es decir más antiguo que nuestra especie, que apenas tiene unos 200 mil años. Como si fuera poco es el individuo más pesado del mundo. Pero está por verse si sigue siendo el número uno, ya que hay otras colonias clonales menos estudiadas, que podrían ser más grandes, y más antiguas. 

pando

Matusalén (pino bristlecone)

El árbol único vivo más viejo del mundo, es decir, dejando los clones de lado, es el apodado Matusalén, un pino bristlecone o pino longevo que ostenta nada menos que 4765 años de edad. Cuando nosotros los humanos estábamos levantando pirámides en Egipto, este árbol ya tenía 100 años. Esta especie de árboles es muy longeva, hay varios ejemplares en la actualidad que superan los mil años. Hubo un ejemplar más antiguo, todavía, pero que fue talado en 1964 por un estudiante que… quería saber cuántos años tenía el árbol. Fue apodado Prometeo, y tenía más de 5000 años. 

pino bristlecone

Sarv-e Abar-Kuh (ciprés gigante)

Este gigantesco ciprés vive en Abarkooh, Iran, y ha superado los 4000 años. Tiene una altura de 25 metros, mientras que su circunferencia es de 18 metros. Es la criatura más antigua de Asia.

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Llangernyw (Tejo)

En Gales se encuentra otro de los árboles más antiguo, es un tejo común que tiene una edad de entre 3000 y 4000 años, y está ubicado en el pueblo de Llangernyw. Los tejos ya son longevos de por sí, porque los nuevos brotes o retoños que parten del tronco terminan fusionándose con él. A veces el tronco principal muere, pero el árbol en sí continúa viviendo a través de esos retoños fusionados. También las ramas suelen crear raíces en el tronco podrido, o alcanzando el suelo cerca de la base. 

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Alerce

En el sur de Argentina y Chile se pueden ver unos hermosos árboles llamados Alerces. Son delgados, pero muy altos, y también muy longevos. Un árbol de varios cientos de años puede ser abarcado con ambas manos. Crecen muy lento, apenas milímetros al año, y puede llevarle mil años llegar a su tamaño completo. En Argentina, en el Parque Nacional Los Alerces, hay muchos ejemplares de más de mil años, y uno al que llaman el Abuelo, tiene 2500 años. Pero el Alerce más antiguo está en Chile, y es el único de esta lista fechado de forma exacta mediante los anillos, y tiene 3620 años
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Fuente:

Natura Curiosa

23 de noviembre de 2012

El freno, el "árbol de la vida" en peligro

Fresno

El hongo afecta no sólo a los fresnos, sino a las múltiples especies de aves, insectos y plantas que dependen de ellos.

Los cerca de 80 millones de fresnos en Reino Unido se encuentran en peligro.

Fresno afectado por el hongo chalara fraxinea

La necrosis en el tronco es uno de los síntomas del hongo.

La enfermedad causada por un hongo, que ha devastado la población de esos árboles en otros países de Europa, se está extendiendo en territorio británico. La Comisión Forestal de Reino Unido divulgó una guía en su sitio en internet para ayudar al público a identificar los síntomas de la enfermedad y alertar a las autoridades.

La experiencia de otros países en el continente no es alentadora. Dinamarca ha venido combatiendo durante una década la infección, que ya ha acabado con más del 90% de los fresnos.

Y el ministro de Medio Ambiente británico, Owen Paterson, reconoció que la enfermedad ha llegado para quedarse. Un vivero en Inglaterra, obligado ahora a destruir 50.000 fresnos jóvenes, dijo que demandará al gobierno por haber ignorado las primeras advertencias sobre el posible impacto de la enfermedad en el Reino Unido en 2009. 

¿Qué medidas pueden tomarse para combatir el hongo? ¿Y qué riesgo existe de que ponga en peligro los fresnos en el continente americano, ya en serio peligro en Norteamérica por un insecto devastador llamado barrenador esmeralda?

Avance implacable

Los frondosos fresnos, con sus características semillas, son parte de la cultura y la historia de millones de personas en el planeta.

Brotes enfermos

Brotes caídos o copas vacías son también señales de la enfermedad.

En Dinamarca generaciones de niños han aprendido que según la mitología nórdica, el fresno es el "árbol de la vida", esencial para el bienestar de las personas y el planeta.

"La leyenda es que cuando muera el fresno, el mundo como lo conocemos desaparecerá", LE dijo a la BBC Moreton Kyelman, del Museo Danés de Caza y Silvicultura. "El árbol de la vida está conectado con todo lo que existe".

Pero los fresnos están desapareciendo de Dinamarca. El hongo causante de la enfermedad, Chalara fraxinea, fue descubierto en Europa del Este a principios de la década del 90 y detectado en Dinamarca en 2002. Para 2005 ya se había extendido por todo el país y hoy en día se estima que al menos el 95% de los fresnos en territorio danés han muerto o están en proceso de morir debido a la infección. 

En el Reino Unido se ha confirmado la presencia de la enfermedad en al menos 115 sitios. La infección sólo se conoce en Europa, donde ya ha sido detectada también en Austria, Bélgica, República Checa, Finlandia, Francia, Lituania, Polonia, Alemania y Suiza, entre otros países.

Manchas

El hongo se ha detectado en ciertas especies de fresnos, principalmente el fresno europeo (Fraxinus excelsior). 

Manchas

La Comisión Forestal en el Reino Unido está ayudando al público a distinguir los síntomas. 

Las señales más visibles se inician en la parte superior del árbol con manchas necróticas pequeñas en los tallos y ramas. Las manchas aumentan de tamaño, lo cual causa marchitez y necrosis de las ramas, así como muerte de la parte superior de la copa y posteriormente de los árboles. La enfermedad afecta a los árboles de todas las edades, pero es muy seria en los árboles jóvenes, y actualmente no existen medidas de control eficaces.

En el caso del Reino Unido, las autoridades forestales anunciaron que el combate a la enfermedad se centrará en contener la expansión de la enfermedad. Los árboles enfermos jóvenes serán cortados y destruidos, pero los maduros permanecerán en principio por su importancia para otras especies silvestres. Los fresnos pueden vivir más de 400 años y son claves para muchas especies de aves, insectos y líquenes dependen de estos árboles.

"Los científicos nos han dicho que una vez instalado en territorio británico, el hongo no podrá ser eliminado", dijo Paterson.

"Sin embargo, eso no significa el fin del fresno en el Reino Unido. Si podemos hacer más lento su avance y minimizar su impacto, tendremos tiempo para hallar árboles con resistencia genética".

Escarabajo devastador

En el continente americano, los fresnos enfrentan otro enemigo devastador, el llamado barrenador esmeralda del fresno, una de las especies invasoras más destructivas de Norteamérica.

Barrenador esmeralda del fresno

El barrenador esmeralda, una especie invasora, ha devastado millones de fresnos en Norteamérica.

Oriundo de Asia, desde que fue introducido a territorio norteamericano en la década de los años 90 y detectado en 2002, el escarabajo ya ha causado la muerte de más de 50 millones de fresnos en Estados Unidos y Canadá.

¿Que riesgos existen de que tanto el hongo que amenaza a los fresnos en Europa como el escarabajo que acaba con millones de esos árboles en Norteamérica llegue a América Latina?

En Argentina, por ejemplo, "el estatus del hongo en el país es ausente. No se encuentra en el listado de plagas cuarentenarias para la Argentina y al momento no se ha declarado el alerta sanitario sobre esta enfermedad", le explicó a BBC Mundo la ingeniera forestal Laura Maly, de la Coordinación de Sanidad Forestal de la Dirección Nacional de Protección Vegetal de Argentina (Senasa).

El escarabajo también está ausente.

"Se puede considerar que la Argentina a través de la implementación de la norma internacional que regula los embalajes de madera utilizados en el comercio internacional, la NIMF N° 15, colabora en la disminución del riesgo de dispersión de las plagas asociadas a los embalajes como lo es el caso del barrenador esmeralda del fresno", agregó la Ingeniera Maly.

En el caso de Chile, el país "mantiene uno de los sistemas mas estrictos de vigilancia y normativa para el ingreso de material vegetal al país, con inspecciones en todas las vías de ingreso al país. Podemos indicar que se controla la totalidad de las mercancías y pasajeros que ingresa al país, por lo que la tasa de interceptación de plaga y enfermedades en bastante alta", le dijo a BBC Mundo la ingeniera forestal Aida Baldini, gerente forestal de CONAF, la Corporación Naciones Forestal, y profesora de la cátedra de Protección Fitosanitaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

"La ropa de las personas también tiene bajas posibilidades ya que se aplican pesticidas, que eliminan una amplia gama de hongos e inserctos pero son inocuos para las personas".

En cuanto al barrenador esmeralda, la ingeniera Baldini señaló que "a nivel de América Latina, tenemos redes de contacto que nos permiten activar detecciones precoces. También tenemos acuerdos sobre las metodologías de inspecciones, especialmente entre los países del Cono Sur (Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), lo que nos da bastante seguridad de impedir la entrada de este u otro insecto forestal".

Fuente:

BBC Ciencia

3 de octubre de 2012

Los árboles que cuentan la historia de la lluvia en la Amazonía


Los Isótopos y la Amazonía
  • Los elementos como el oxígeno ocurren no sólo en una forma sino en varias formas similares que diferen por su masa. Esas formas diferentes del mismo elemento se llaman isótopos.
  • Los investigadores midieron las variaciones de los coeficientes entre dos isótopos, los de oxígeno 16 y oxígeno 18 atrapados en los anillos de madera.
  • En los años con más lluvias, más agua con oxígeno 18 cae durante su transporte hacia el oeste de la Amazonía, lo que resulta en valores menores de ese isótopo en la madera formada ese año.

Roel Brienen en la Amazonía boliviana

Los investigadores de la Univ. de Leeds obtuvieron muestras de ocho cedros en Bolivia. Fotos: Univ. de Leeds

Son como los libros antiguos preciados e invaluables guardados tras vitrinas en museos. Los "textos sagrados" que cuentan la historia de la Amazonía son los anillos en los troncos de cedros en territorio boliviano.

Esos anillos de crecimiento de árboles revelan los patrones de lluvias durante el último siglo en toda la cuenca amazónica, según investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra.

"En la misma forma en que las capas anuales de hielo polar han sido usadas para estudiar las temperaturas del pasado, logramos ahora utilizar los anillos de crecimiento en esta especie como un archivo natural de las precipitaciones en la Amazonía", explicaron los autores del estudio, Roel Brienen y Manuel Gloor.
"Sabíamos que algunas especies tropicales forman anillos anuales, pero lo que nos sorprendió es que solo ocho árboles de un único sitio transmitieran tanta información no sólo sobre la lluvia en ese lugar, sino en toda la cuenca"
Roel Briener y Manuel Gloor, Universidad de Leeds

Los científicos descifraron el pasado midiendo dos formas diferentes (isótopos) de oxígeno en la madera de los ocho especímenes de la especie Cedrela odorata.

En los bosques tropicales y subtropicales las variaciones estacionales en la temperatura y luz son menores, por lo que los anillos de crecimiento en los árboles son menos pronunciados que en las regiones templadas. Sin embargo, algunas especies como Cedrela forman anillos distintos causados por variación en la lluvia.
"Sabíamos que algunas especies tropicales forman anillos anuales, pero lo que nos sorprendió es que sólo ocho árboles de un único sitio transmitieran tanta información no sólo sobre la lluvia en ese lugar, sino en toda la cuenca", dijeron Brienen y Gloor.

Anillos de crecimiento en un cedro de la especie Cedrela odorata en Bolivia.

Anillos de crecimiento en un cedro de la especie Cedrela odorata en Bolivia.

Agua pesada

El cedro tropical es una especie con anillos muy claros y por lo tanto puede ser usado para determinar la historia cronológica del árbol, identificando cada anillo de crecimiento con un año en particular. Esta especie tiene además raíces poco profundas, que captan el agua de lluvia acumulada en la superficie del suelo, señalaron los autores del estudio. 

Los científicos le explicaron a BBC Mundo que los cedros se encuentran "en el extremo oeste de la cuenca y por tanto los coeficientes de isótopos en la lluvia en el sitio de los árboles reflejan lo que ocurrió en todo el trayecto del vapor de agua desde el Océano Atlántico hasta el sitio de los árboles. Es una distancia muy larga, de unos 2.500 kilómetros y cubre la mayoría de la cuenca amazónica".

El agua se evapora en la región norte tropical del Océano Atlántico y viaja desde allí sobre la cuenca amazónica hasta el sitio del estudio. Luego de ese trayecto sobre el bosque finalmente cae en forma de lluvia y es absorbida por los árboles, precisaron los investigadores.

"La parte crucial de esta historia es que el coeficiente entre los isótopos en el agua de lluvia está influenciado por lo que sucede con el agua desde que se evapora en el océano hasta que cae en forma de lluvia varios días después. Este coeficiente entre el oxígeno 18, el isótopo más pesado, y el oxígeno 16, el más liviano, varía gradualmente a medida que el vapor de agua avanza en su trayectoria".

"Cuanto mayor sea la cantidad de precipitación durante esa trayectoria, más agua con oxígeno 18 se pierde y esto está reflejado en el coeficiente de isótopos en nuestro sitio de estudio en el oeste de la cuenca. Por lo tanto, la lluvia en ese lugar integra todo lo que sucede durante el desplazamiento del vapor de agua a lo largo de la cuenca".

"El agua pesada se condensa más fácilmente. Por ello, en cada evento de precipitación, relativamente más agua pesada desaparece del vapor de agua, por lo que el vapor que luego sigue su viaje hacia el oeste contiene un poco menos de esa agua pesada. Si esto sucede una y otra vez, gradualmente más agua pesada desaparece".

Los valores isotópicos registrados en los anillos están estrechamente relacionados con las variaciones anuales en los niveles de los ríos en la Amazonía y por tanto de la cantidad de lluvia que fluyó hacia los océanos, señalaron los investigadores.

Cerca del 17% del vertido anual de ríos en los océanos de la Tierra viene de la Amazonía. Y el ciclo hidrológico está además vinculado al ciclo de carbono en el bosque tropical, que es uno de los mayores depósitos de carbono del planeta.

"El registro es tan sensible, que cuando vemos los anillos podemos decir exactamente de qué año se trata. Por ejemplo, el año de 1925-26, con un fenómeno de El Niño extremo, se destaca claramente", explicaron Brienen y Gloor.

¿Pistas para el futuro?

La investigación fue comenzada por Roel Brienen. El científico quería determinar qué edad pueden alcanzar los árboles en las regiones tropicales y reconstruir sus índices de crecimiento en el pasado con el fin de evaluar la sostenibilidad del manejo de bosques en Bolivia.

"El cedro es una especie muy valorada por su madera y sus anillos no sólo ayudan a reconstruir el clima del pasado, sino a comprender la ecología de estas especies y a evaluar la sostenibilidad de la tala de cedros en Bolivia", le dijeron a BBC Mundo los autores del estudio.

¿Qué pueden decirnos los anillos de los cedros sobre el futuro de la Amazonía y su posible respuesta al cambio climático?

"Estamos analizando actualmente una tendencia a largo plazo que nos intriga", dijeron los investigadores.

"Y podría revelar, por ejemplo, cómo está cambiando el ciclo hidrológico debido al calentamiento global. Existen indicios de que la hidrología se está intensificando, pero no estamos totalmente seguros. Si expandimos el estudio a otros sitios en la cuenca podremos indentificar la causa de estos cambios".
El estudio fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceedings of the National Academy of Sciences, PNAS. 

Bosque en la Amazonía boliviana

Los ocho árboles se encuentran en el extremo oeste de la cuenca amazónica. El vapor de agua debe viajar unos 2.500 kms para llegar al sitio y finalmente caer en forma de lluvia.

Fuente:



21 de septiembre de 2012

El Salvador: El mar contra el manglar

El aumento del nivel del océano, debido aparentemente al cambio climático, se está comiendo parte del litoral de El Salvador, incluso un bosque de manglares.

La naturaleza demoró decenas de miles de años para formar los manglares de El Salvador, y todo el ecositema a su alrededor, y en pocos años el calentamiento global (producto básico de las emisiones de los países industrializados) los va destruir para siempre.


Tocones son lo que queda de los manglares.

Los árboles muertos sobresalen de la arena como esqueletos gigantes. Son la prueba concluyente que aquí hace poco, en lugar de esta playa azotada por el viento y las fuertes olas del Pacifico, hubo un bosque de manglares. En la región costera del Bajo Lempa en El Salvador, el cambio climático – en forma de mares crecientes – ha llegado temprano.

Según los lugareños del pueblecito de La Tirana, el Océano Pacifico ha avanzado unos 300 metros desde 2005, empujando la playa delante de él y consumiendo así el frágil ecosistema del cual dependen, prácticamente su única fuente de ingreso monetario. Cuando la marea está baja, pasan por el espeso lodo del manglar buscando “punche”, una especie de cangrejo tropical.

Apenas quedan 500 metros de manglar y, si la tendencia actual sigue, habrá desaparecido para 2025

Cuando les va bien, los habitantes de La Tirana encuentran hasta dos docenas de punche en un día de arduo trabajo, que se venden en el mercado local en unos 3,50 dólares (2,85 euros) cada uno. Con esto, atienden algunas necesidades básicas como ropa, aceite, sal y medicinas que complementan lo obtenido con sus actividades agrícolas y de pesca de subsistencia.

Pero apenas quedan 500 metros de manglar y, si la tendencia actual sigue, habrá desaparecido para el año 2025. “No tenemos ni agua potable ni luz pero tenemos nuestra vida aquí,” dice Nahun Díaz, de 26 años, y alcalde de La Tirana. “Aquí nos queremos quedar pero el mar lo decidirá”.

Según el IPCC, la comisión científica de la ONU dedicada a investigar el cambio climático, el nivel del mar subió durante el siglo pasado 1,7 milímetros al año, aproximadamente. Las corrientes causadas por el derretimiento de los polos y otras masas de hielo como los glaciares alpinos, por un lado, y la expansión termal del agua, por otro, están contribuyendo a este efecto.

Los científicos también informan que el aumento en el nivel del mar no es igual en todo el mundo debido a varios factores, incluido el efecto Coriolis, provocado por el giro de la tierra.

El Salvador calcula que perderá entre 10% y 28% de su litoral en los próximos 100 años

Mientras tanto, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de El Salvador ya ha calculado que esta nación centroamericana perderá entre 10% y 28% de su litoral en los próximos 100 años. La predicción obedece a los dos extremos del aumento del nivel del mar pronosticado por los varios modelos actuales de simulación de cambio climático, que oscila entre 13 centímetros y 1,1 metros.

En el Bajo Lempa, estas cifras significan poco. Allí ven cómo cada día las olas empujan la arena, desplazándola hacia el corazón del bosque de manglares, y cómo los tocones desaparecen bajo el avance del Pacifico.

“Falta que los científicos vengan para estudiarlo, pero todos los índices nos sugieren que aquí ya está subiendo el mar y son los más pobres los que se ven más perjudicados”, dice Ricardo Navarro, presidente de CESTA, el brazo salvadoreño de Amigos de la Tierra.

Sin embargo, no es solamente por el mar creciente por lo que El Salvador está considerado entre los países más vulnerables al cambio climático. Cada año, huracanes y tormentas tropicales más fuertes asolan Centroamérica. El Salvador, con la segunda tasa más alta de América en deforestación, después de Haití, no podría ser más vulnerable a las inundaciones que estas tempestades implican.

Según el MARN, hubo una sola tormenta extrema en toda la década de los sesenta, otra en los setenta y dos en la de los ochenta. Y luego algo raro sucedió. Hubo cuatro en los noventa (incluido el huracán Mitch que mató a miles de personas por todo Centroamérica) y ocho en los el primer decenio del siglo XXI.

Las inundaciones ya se han vuelto comunes, asolando cada año casas, cultivos y ganado

En el pueblo de Octavio Ortiz, a unos dos kilómetros de La Tirana, al lado del Río Lempa, la vía fluvial más grande del país, Herminia Arqueta, cuenta como las inundaciones ya se han vuelto comunes, convirtiéndose en un peligro estacional que asuela sus casas, cultivos y ganado todos los años.

“Esto nunca sucedió antes de Mitch”, dice la viuda de 46 años, que vive con dos de sus cuatro hijas y depende en gran parte de la agricultura de subsistencia. “Ya cada octubre, cuando empiezan las lluvias, tenemos que prepáranos para lo peor”.

El año pasado, lluvias provocadas por una depresión tropical, llamada 12E por los meteorólogos, dejo el piso de su casa inundado con 65 centímetros de agua durante tres semanas. Peor aún, destruyó toda la cosecha de maíz y arroz, que había sido financiada con un préstamo de 1.000 dólares (814 euros). Ahora, está a punto de vender cinco de sus siete vacas lecheras para cancelar la deuda.

“Apenas sobrevivimos gracias a ellas [las vacas]”, dice Arqueta frente a su casa. “Es lo mismo para todos aquí. Hemos comprado semillas y ganado con préstamos y ahora hemos perdido todo. Muchos no van a poder devolver el dinero”.

Asediado por un tsunami de violencia impulsado por las pandillas y el narcotráfico que lo ha llevado a tener la segunda tasa más alta del mundo de homicidios en 2010, El Salvador lo último que necesita es una crisis climática.

“Nuestro legado de deforestación y descuido ecológico nos ha dejado demasiado vulnerables al cambio climático”, dice Navarro. “Si el gobierno no aplica medidas significativas de adaptación, vamos a tener una ola de refugiados climáticos en el país”.

En la placidez de los manglares, tal advertencia parece incongruente. Mientras que remamos suavemente por el bosque, de regreso de la playa hacia La Tirana, en una visita a este ecosistema tan delicado auspiciada por una beca del Pulitzer Center on Crisis Reporting, de Washington DC, Nahun Díaz, con su hija Ingrid, de tres años, sentada en su rodilla, pregunta: “¿A dónde nos iríamos? Nuestra vida aquí es la única que conocemos. Sin el manglar, no somos nada”.

Fuente:

El País (España)

Un estudio sobre virus gigantes sacude el árbol de la vida

Artículo publicado por Diana Yates el 13 de septiembre de 2012 en la Universidad de Illinois

Un nuevo estudio sobre virus gigantes apoya la idea de que los virus son organismos vivos antiguos, y no remanentes moleculares inanimados y desbocados, como algunos científicos han defendido. El estudio puede cambiar la forma del árbol familiar universal, añadiendo una gran cuarta rama a las tres que la mayor parte de los científicos están de acuerdo que representan los dominios fundamentales de la vida.

Los nuevos hallazgos aparecen en la revista BMC Evolutionary Biology.



El árbol de la vida © by AJC1

Los investigadores usaron un método relativamente nuevo para investigar el pasado lejano. En lugar de comparar las secuencias genéticas, que son inestables y cambian rápidamente con el tiempo, buscaron pruebas de eventos pasados en dominios tridimensionales de proteínas. Este diseño estructural, llamado plegamiento, es un fósil molecular relativamente estable – como los huesos animales o humanos – que ofrece pistas de antiguos eventos evolutivos, dice el profesor de Ciencias de los Cultivos de la Universidad de Illinois y el Instituto de Biología Genómica Gustavo Caetano-Anollés, que lideró el análisis.

“Como los paleontólogos, observamos las partes del sistema y cómo cambian con el tiempo”, dice Caetano-Anollés. Algunos plegamientos de proteínas aparecen solo en un grupo o en un subconjunto de organismos, dice, mientras que otros son comunes a todos los organismos estudiados hasta el momento.

“Hacemos unas suposiciones muy básicas sobre que las estructuras que aparecen más a menudo y en más grupos son las más antiguas”, comenta.

La mayor parte de trabajos de documentación de las relaciones entre todos los seres vivos han dejado a los virus fuera de la ecuación, dice Caetano-Anollés.

“Siempre hemos estado buscando ese último ancestro común universal comparando células”, dice. “Nunca añadimos los virus. Por lo que los pusimos en la mezcla para ver de dónde procedían”.

Los investigadores llevaron a cabo un censo de todos los plegamientos de proteínas que tuvieron lugar en más de 1000 organismos que representaban bacterias, virus, los microbios conocidos como arqueas y todo el resto de seres vivos. Los investigadores incluyeron virus gigantes debido a que son grandes y complejos, con genomas que rivalizan – y en casos superan – la herencia genética de las bacterias más simples, dice Caetano-Anollés.

“Los virus gigantes tienen una maquinaria increíble que parece ser muy similar a la que tienes en tus células”, dice. “Tienen cierta complejidad y tenemos que explicar el porqué”.

Parte de esta complejidad incluye a las enzimas implicadas en la traducción del código genético en proteínas, dice. Los científicos quedaron impresionados al encontrar estas enzimas en virus, dado que los virus carecen de la maquinaria de creación de proteínas y deben incautar las proteínas del huésped para que haga el trabajo por ellos.

En el nuevo estudio, los investigadores cartografiaron las relaciones evolutivas entre la herencia proteica de cientos de organismos y usaron la información para construir un nuevo árbol universal de la vida que incluía los virus. El árbol resultante tenía cuatro ramas claramente diferenciadas, cada una representando un “supergrupo” distinto. Los virus gigantes formaron una cuarta rama del árbol, junto con las bacterias, las arqueas y las eucariotas (plantas, animales y el resto de organismos con células con núcleo).

Los investigadores descubrieron que muchos de los plegamientos de proteínas más antiguos – los encontrados en la mayor parte de los organismos celulares – también estaban presentes en los virus gigantes. Esto sugiere que estos virus aparecieron en la evolución en una etapa bastante temprana, cerca de la raíz del árbol de la vida, dice Caetano-Anollés.

El nuevo análisis se añade a las pruebas de que los virus gigantes originalmente eran mucho más complejos de lo que son hoy y experimentaron una drástica reducción en sus genomas con el tiempo, señala Caetano-Anollés. Esta reducción probablemente explica su adopción final del estilo de vida parasitario, dice. Él y sus colegas sugieren que es más probable que los virus gigantes sean los ancestros originales que los virus más pequeños con genomas reducidos.

Los investigadores también encontraron que los virus parecía ser la clave “diseminadores de información”, dice Caetano-Anollés.

“La estructura de proteínas que otros organismos comparten con los virus tienen una cualidad concreta, está (más ampliamente) distribuida que otras estructuras”, dice. “Cada una de estas estructuras es un increíble descubrimiento de la evolución. Y los virus distribuyen esta novedad”, comenta.

La mayor parte de los estudios sobre virus gigantes “apuntan en la misma dirección”, dice Caetano-Anollés. “Y este estudio ofrece más pruebas de que los virus están incrustados en el tejido de la vida”.

Autor: Diana Yates
Fecha Original: 13 de septiembre de 2012

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Tomado de:

7 de septiembre de 2012

"A más deforestación, menos lluvias"


Bosque tropical Foto: © Smithore / Fotolia

La pérdida de bosque tropical podría afectar a personas a miles de kilómetros, según el nuevo estudio.

La pérdida de bosque tropical puede afectar a personas a miles de kilómetros de distancia, según un nuevo estudio.

La deforestación puede causar una seria reducción de las lluvias en los trópicos, con graves consecuencias para la población no sólo en esa región sino en zonas vecinas, señalaron investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, y del Centro de Ecología e Hidrología del Consejo de Investigaciones Ambientales británico, NERC por sus siglas en inglés. 

El aire que pasa sobre grandes zonas de bosque tropical produce al menos el doble de lluvia que el que se desplaza sobre zonas de poca vegetación y en algunos casos los bosques contribuyen a aumentar las precipitaciones a miles de kilómetros de distancia, según el estudio publicado en la revista Nature.

Teniendo en cuenta estimaciones futuras de deforestación, los autores afirman que la destrucción del bosque tropical podría reducir las lluvias en la cuenca amazónica para el 2050 hasta en un 21% durante la estación seca.

"Encontramos que los bosques en la Amazonía y en la República Democrática del Congo también mantienen las precipitaciones en las periferias de esas cuencas, es decir, en regiones donde vive un gran número de personas que depende de esas lluvias para subsistir", dijo el autor principal del estudio Dominick Spracklen, de la Escuela sobre Tierra y Ambiente de la Universidad de Leeds.

"Nuestro estudio implica que la deforestación en la Amazonía o en RDCongo podría tener consecuencias catastróficas para personas que viven a miles de kilómetros en países vecinos".

Impacto en Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay

Destrucción del bosque amazónico

El estudio demuestra la importancia crucial de proteger el bosque tropical, según sus autores.

En declaraciones formuladas anteriormente a BBC Mundo, el científico José Marengo, experto en cambio climático del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, INPE, explicó por qué el bosque amazónico afecta las lluvias tanto en el sur de Brasil como en Argentina, Uruguay y Paraguay.

Los vientos alisios, los que vienen desde el Océano Atlántico al continente, arrastran humedad para el interior de América del Sur tropical, o sea, la Amazonía y el noreste de Brasil. Y además de la humedad que viene del Atlántico, la vegetación amazónica contribuye humedad a través de un proceso de evapotranspiración, como se denomina a la evaporación de los ríos unida a la transpiración de las plantas.

"Esta humedad es transportada por los vientos en dirección a los Andes, que la desvía hacia la región sureste de América del Sur. O sea que parte de la lluvia que se produce en la cuenca del Río de la Plata incluyendo el sur de Brasil de hecho viene de la Amazonia", explicó Marengo.

"Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonía".
clic Lea "La Amazonía como problema de seguridad nacional".

Desplazamiento del aire

Los científicos han debatido el vínculo entre la vegetación y las precipitaciones durante décadas. Es bien conocido que las plantas devuelven humedad al aire a través del proceso de evapotranspiración, pero no está claro hasta dónde llega el impacto de los bosques en las lluvias en términos de cantidad o extensión geográfica.

Los autores del nuevo estudio utilizaron datos obtenidos por satélites de la NASA sobre vegetación y precipitaciones, además de un modelo de predicción de patrones en los movimientos del viento.
"Observamos qué había sucedido con el aire en los días previos. Por dónde se había desplazado y sobre qué extension de vegetación", dijo Spracklen.
"Las observaciones muestran que para comprender cómo impactan los bosques en las precipitaciones, debemos tomar en cuenta cómo ha interactuado el aire con la vegetación durante su viaje de miles de kilómetros"
Stephen Arnold, Universidad de Leeds
Los investigadores analizaron la trayectoria de masas de aire provenientes de diversas partes de bosques para determinar la cobertura vegetal sobre la que se habían desplazado en los últimos diez días. Cuanto mayor era la vegetación sobre la que había viajado el aire, mayor era la humedad transportada y la cantidad de lluvia producida.

"Las observaciones muestran que para comprender cómo impactan los bosques en las precipitaciones, debemos tomar en cuenta cómo ha interactuado el aire con la vegetación durante su viaje de miles de kilómetros", dijo Stephen Arnold, investigador de la Universidad de Leeds y coautor del estudio.

"Esto tiene importantes implicaciones para los tomadores de decision a la hora de considerar el impacto ambiental de la desforestación, ya que sus efectos en las lluvias pueden sentirse no sólo localmente sino a escala continental”.

Spracklen señala que la investigación deja en evidencia la importancia de proteger los bosques tropicales.
"Brasil ha progresado recientemente en la reducción de los altos indices de deforestación de años anteriores y nuestro estudio muestra que este progreso debe mantenerse"

Un estudio anterior publicado en la revista Nature en enero advirtió que la combinación de la deforestación, la agricultura y el cambio climático están debilitando al ecosistema amazónico, conllevando potencialmente a la pérdida de sus capacidades de retención de dióxido de carbono y generación de lluvias.

Los científicos concluyeron que si bien la Amazonía puede tener resistencia ante perturbaciones individuales, la interacción de fenómenos como incendios, deforestación, fragmentación y cambio climático puede afectar su capacidad de respuesta. El estudio de enero concluye que a pesar de la gran reducción en deforestación en la Amazonía brasileña (de 28.000 hectáreas anuales en 2004 a 7.000 hectáreas en 2011) el bosque permanece frágil.

Fuente:

BBC ciencia

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24 de agosto de 2012

¿El futuro de la tecnología está en los árboles?

(CC) Stuck in Customs

(CC) Stuck in Customs

Usualmente la mitad de la madera de árbol es celulosa mezclada con otros componentes estructurales, donde las células de una planta cogen moléculas de celulosa para unirlas y producir fibras de alrededor de 20 nanómetros de diámetro –unas 5000 veces más delgado que un pelo humano– que generan una red increíblemente fuerte y resistente que soporta las células de una planta (a escala nanométrica).

El proceso mecánico de extracción de pulpa de celulosa de un árbol para fabricar papel daña irremediablemente estas fibras, por lo que hace unos años se creó un método para extraer y aprovechar las propiedades mecánicas de las fibras de celulosa, las que en ese entonces aún no estaban del todo claras pero que ahora ya comenzaron a implementarse a nivel industrial.

El nuevo material se llama celulosa nanocristalina y se crea extrayendo enzimas de la madera como la lignina y la hemicelulosa, para luego agitarla y así desintegrar su celulosa extrayendo las fibras sin que éstas sean dañadas en el proceso. Con estas fibras se puede fabricar un material ligero, fuerte pero moldeable, con una tensión de rotura superior al acero, que conduce la electricidad y es completamente biodegradable.

Es la versión natural y renovable de los nanotubos de carbono, pero a una fracción de su precio“,  afirma Jeff Youngblood del Instituto de Nanotecnología Forestal de la Universidad Purdue. “Lo más hermoso es que este material es tan abundante que no necesitamos crearlo. Ni siquiera necesitamos usar árboles enteros, podemos ocupar ramas y astillas, incluso aserrín. Estamos convirtiendo desechos en oro”.

En noviembre del 2011 se inauguró en Canadá la primera fábrica para crear celulosa nanocristalina de la empresa CelluForce, la que ahora produce una tonelada diaria de este material. Mientras que hace tres semanas, el Laboratorio de Productos Forestales de Estados Unidos –dependiente del Ministerio de Agricultura– inauguró su primera planta (a un costo de US$ 1,7 millones) para tratar la madera y crear celulosa nanocristalina, lo que estiman que será una industria que moverá US$ 600.000 millones para el año 2020.

Especialistas como Phil Jones, director de nuevas tecnologías de la minera francesa IMERYS, creen que la celulosa nanocristalina reemplazará las piezas metálicas y plásticas de los automóviles, y haría obsoletos los plásticos inorgánicos en un futuro no muy distante. Además, como el cuerpo humano no procesa la celulosa es mucho mas segura que otros compuestos inorgánicos. “Lo peor que te podría ocurrir es que te cortes con el papel“, asegura Jones.

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14 de agosto de 2012

Áncash: Incendio forestal en Parque Huascarán no puede ser controlado

Áncash: Incendio forestal en Parque Huascarán no puede ser controlado
Fuente: RPP | Créditos: Referencial
Siniestro lleva más de 24 horas sin poder ser controlado. El incendio arrasó ya miles de hectáreas y podría afectar los sitios arqueológicos de Ñaupamarca y Llamacorral.

Un dantesco incendio forestal se registra en los terrenos del Parque Nacional del Huascarán,  fuego que lleva más de 24 horas sin ser controlado y que ya arrasó miles de hectáreas en  la provincia de Huari (Áncash).

Los pobladores indican, que de no ser controlado, el incendio podría arrasar los sitios arqueológicos  de Ñaupamarca y Llamacorral por lo cual cientos de comuneros de poblados cercanos han llegado hasta la zona para intentar apagar el fuego.

Para ello, han formado una cadena humana, que lleva el agua desde la Laguna de Puruguay ubicada en la provincia de Huari, hasta la zona de siniestro.

Vale precisar que algunos centros educativos de la ciudad de Huari y comunidades cercanas llamaron a docentes, pobladores y hasta alumnos para que se sumen a las labores que tiene como finalidad apagar el fuego y evitar que llegue a sus centros poblados.

Fuente:

Incendio afecta Parque Nacional del Huascarán por cuarta vez



Aproximadamente 15 mil hectáreas de bosques y pastizales del Parque Nacional del Huascarán, ubicado en Ancash, fueron arrasados en la última semana debido a cuatro dantescos incendios iniciados por los propios lugareños.


 Según informaron funcionarios de la localidad, las llamas se iniciaron debido a la práctica de una creencia ancestral realizada por campesinos, quienes hacen fuego abierto para calentar el medio ambiente y “llamar” a las lluvias y para tener una buena siembra.

Asimismo, se conoció que pese a los esfuerzos el fuego registrado en la zona de Quebrada Ulta, en la provincia de Carhuaz, aún no era controlado. Producto de ello, una densa humareda cubrió el cielo de la ciudad de Huaraz.

Como se recuerda, son cuatro los últimos incendios forestales que se registraron en las zonas de PUruguay, Cajay, Pallasca y Quebrada Ulta, ubicadas en el Parque Nacional del Huascarán.

Fuentes:



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