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28 de febrero de 2019

Aire limpio: los beneficios de cuidar el aire y cuatro sencillas maneras de hacerlo

Cada año, la contaminación del aire provoca miles de muertes. Para ayudar a cuidar nuestro planeta debemos contribuir con pequeñas acciones. Conoce qué puedes hacer para mejorar la calidad del aire.


La contaminación del aire nos amenaza a todos. Los niveles de contaminación siguen siendo peligrosamente altos en muchas partes del mundo, y nuestro país no es ajeno a ello. De hecho, el Perú es uno de los países más contaminados de América Latina; anualmente se registran 5 mil muertes a causa de la contaminación de aire, según el último estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre las ciudades más contaminadas del país se encuentra Arequipa. La ‘ciudad blanca’ ha incrementado considerablemente los niveles de contaminación de aire en los últimos años, según el director ejecutivo de Salud Ambiental, Zacarías Madariaga. Esto, debido a que el parque automor aumentó en 100%.

El combustible es la fuente de mayor contaminación debido a la gran cantidad de vehículos que existe en Arequipa, 287 mil 151 carros hasta abril del 2018, según reporte de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).

Por eso, es necesario adoptar ciertas medidas para ayudar a contribuir con el cuidado de nuestro aire y medio ambiente. Toma en cuenta estas sencillas recomendaciones:

1) Utiliza medios de transporte alternativo

Los vehículos tienen emisiones tres veces más por encima de los límites máximos permisibles de monóxido de carbono (II) e hidróxido de carbono (CO2), según las intervenciones y revisiones técnicas que hicieron el año pasado en la ciudad de Arequipa. Por ello, procura utilizar el transporte público, como el Metropolitano o los buses. Por otro lado, si vas a recorrer distancias cercanas es recomendable utilizar bicicleta o caminar. Estarás contribuyendo en gran medida a reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera.

 
Procura utilizar el transporte público, como el Metropolitano o los buses. | Fuente: Shutter
2) No dejes tu auto encendido
Si vas a esperar a alguien o detener tu auto por más de un minuto se recomienda apagar el motor para dejar de emitir gases. Estas pequeñas prácticas ayudan a contribuir con el medio ambiente.

3) Evita el uso de leña o papel para cocinar

La exposición al humo de una cocina a leña representa un terrible riesgo. El uso de este tipo de cocina es la principal causa de fibrosis pulmonar, sostiene el responsable del Centro Oncológico de Concepción, Luis Beraún.

3 de enero de 2019

Colombia le dice adiós a sus selvas

El 70% de la deforestación en este país se concentra en la Amazonía y, desde la salida de las FARC, esta aumentó 44%. Un equipo periodístico viajó a algunas regiones y documentó cómo la minería ilegal y los incendios forestales para la venta de tierras está acelerando la destrucción de los bosques colombianos.


#MaderaSucia es una investigación periodística transnacional coordinada por OjoPúblico y Mongabay Latam en alianza con El Espectador, Semana, Connectas, El Deber, Revista Vistazo e InfoAmazonía en cuya primera entrega han participado 11 periodistas de investigación de la región.

Cada tres meses Colombia recibe malas noticias sobre sus bosques. En boletines de dos o tres páginas el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advierte lo que ya se ha vuelto un lugar común: el país está acabando con sus selvas.

Los puntos rojos con los que señala los principales focos de deforestación varían en estos documentos. A veces están ubicados en el suroeste o al norte, cerca a Venezuela. En ocasiones, se trasladan a las faldas de la cordillera andina o a algún municipio del Pacífico. Pero siempre están en la Amazonía. Es como si una epidemia se hubiese extendido arrasando miles de hectáreas de bosques y fuese imposible contenerla.

Solo el año 2016 desaparecieron 178.597 hectáreas. Es como derrumbar de un tajo poco más de la mitad de la ciudad de Lima o destruir en un año toda Bogotá.

El artículo completo en: Eco Portal 

26 de noviembre de 2018

Brasil rompe récord en deforestación y pierde tantos árboles como cinco veces la Ciudad de México

Imágenes satelitales de 12 meses hasta el final de julio de 2018 mostraron que se talaron 7.900 kilómetros cuadrados de bosque en el Amazonas.


Brasil ha perdido 7.900 kilómetros cuadrados de la selva amazónica entre agosto de 2017 hasta julio de 2018, un registro equivalente a cinco veces más que la superficie de la Ciudad de México (1,495 km²), y la más alta registrada en una década.

Según las autoridades del país sudamericano, esta pérdida se asocia a la tala ilegal indiscriminada. 

El total supone un aumento del 13,7 por ciento respecto al mismo período del año anterior.

La deforestación es un factor clave detrás del calentamiento global, ya que equivale a alrededor de un 15 por ciento de las emisiones anuales de gases que atrapan el calor, o lo mismo que el sector del transporte.

Un informe del gobierno de Estados Unidos halló que el cambio climático le costará a la economía del país cientos de miles de millones de dólares para fines de siglo.

El ministro de medio ambiente de Brasil, Edson Duarte, dijo en un comunicado que la tala ilegal es el factor principal detrás del aumento de la deforestación e hizo un llamado al gobierno para aumentar su vigilancia policial de la selva.

El Observatorio del Clima de Brasil, una red de organizaciones no gubernamentales, dijo en otro comunicado que el aumento no fue una sorpresa. Además de la tala ilegal, sostuvo que el creciente sector de materias primas de Brasil está contribuyendo a la destrucción de los bosques porque los agricultores intentaban expandirse.

Marcio Astrini, de la oficina de Greenpeace en Brasil, dijo que el gobierno no había hecho lo suficiente para combatir la deforestación y que los recientes cambios de políticas, como la reducción de áreas bajo protección federal, contribuyeron.

Tomado de: El Comercio (Perú)

 

6 de octubre de 2018

Madera sucia: Los últimos árboles de la Amazonía

Un equipo de periodistas de cinco países de Latinoamérica investigó el mecanismo que utiliza el tráfico global para saquear y lavar la madera amazónica. Los tablones de origen ilegal de Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia son incorporados en el mercado internacional con documentos oficiales que casi nunca son verificados. Las mafias ahora están detrás de nuevas especies forestales, pero los gobiernos no hacen nada para protegerlas.


“Si continuamos talando árboles sanos a este ritmo, en menos de 600 años habrá quedado reducido a un tocón el último árbol del planeta”.
Hope Jahren. “La memoria secreta de las hojas”.

El 30% de la madera que se comercializa en el mundo es ilegal.
Fuente: 2016, ONU

Alertados por el ingreso de extraños que extraían ilegalmente los árboles más longevos de su territorio, en agosto de este año, los miembros de la comunidad indígena Shawi, en la zona nororiental de la Amazonía de Perú, convocaron a una asamblea para decidir qué acciones tomarían contra este grupo de taladores que estaba utilizando la única vía que conecta a la comunidad con el distrito más cercano, Balsapuerto. Los traficantes usaban la trocha para sacar en enormes camiones los troncos de los árboles cortados, y a su paso, las enormes llantas y pesado cargamento destruía la vía. Los shawi decidieron instalar un punto de control y frenar con ello el tránsito de estos camiones. Hicieron lo que hace tiempo el Estado peruano no logra hacer: controlar las rutas del tráfico de madera. Lo que siguió fue una historia violenta de amenazas contra sus principales dirigentes.
“El negocio de la madera ilegal moviliza US$750 millones al año, casi la tercera parte de lo que mueve el narcotráfico”
No fue la primera vez que traficantes amenazaban a líderes indígenas. En setiembre del 2014 una de estas amenazas se cumplió. Un grupo de taladores ilegales asesinó a Edwin Chota, Leoncio Quinticima, Jorge Ríos y Francisco Pinedo, miembros de la comunidad Saweto, ubicada en Ucayali, cerca a la frontera con Brasil. Chota era presidente de la comunidad y hacía más de doce años que venía denunciando el tráfico de madera en sus territorios, sin que las autoridades iniciaran una investigación seria. A cuatro años de este crimen, la justicia de Perú no ha logrado condenar a los asesinos, ni mejorar la seguridad de otros líderes amenazados, ni reducir la extracción de árboles en bosques prohibidos que luego acabarán siendo parte de ese millonario y sofisticado negocio del tráfico global de madera en el mundo.
“Osinfor de Perú identificó la extracción ilegal de madera valorizada en más de US$30 millones, equivalente a la carga de cinco mil camiones”
Los cálculos del Programa de la Naciones Unidas para el medio ambiente señalan que este ilícito negocio supera los 50 mil millones de dólares y pueden representar el 30% de toda la madera que se comercializa en el mundo. #MaderaSucia, es una investigación -liderada por Ojo-Publico.com y Mongabay Latam, en alianza con un equipo de reporteros y medios de Colombia (Semana, El Espectador), Bolivia (El Deber), México (Connectas) e Infoamazonía (Brasil)- que analiza la situación actual del mercado de la madera amazónica y los mecanismos que utilizan las mafias para lavar los productos de origen ilegal con el fin de incorporarlos a la cadena de comercio global.

El artículo completo en: Ojo Público

22 de noviembre de 2017

“Los árboles adultos alimentan y cuidan de los pequeños”

Peter Wholleben: Tengo 61 años. Mujer y dos hijos. Vivo en la región de Eifel (Alemania). Dirijo una explotación forestal respetuosa con el medio ambiente. Trabajo para retornar a la naturaleza los necesarios bosques primigenios. 


 “Cuando inicié mi andadura profesional como agente forestal, sabía tanto de la vida secreta de los árboles como un carnicero de los sentimientos de los animales...”. Así comienza el apasionante y sorprendente libro de Wohlleben, La vida secreta de los árboles (Obelisco), que fue una revolución en Alemania, número uno en la lista de superventas de Spiegel y traducido a 19 lenguas. Basándose en investigaciones científicas explica cómo los árboles hacen conexiones sociales importantes, forman vínculos afectivos y tienen parentescos. Apuesta por recuperar bosques naturales y da sobradas razones para ello. Vive en los bosques, “pero no abrazo árboles”. También ha publicado La vida interior de los animales (Obelisco)

¿Los árboles son seres sociales?
Están conectados a través de las raíces, y pueden distinguir las raíces de otras especie e, incluso, de los diferentes ejemplares de su misma especie. Un bosque es un superorganismo, como un hormiguero.

¿Juntos funcionan mejor?
Sí, porque juntos crean un clima local equilibrado. Cada árbol es importante para la comunidad y el bosque actúa en consecuencia: a los ejemplares enfermos el resto les proporciona los nutrientes necesarios para que sanen.

Creía que competían.
Pueden competir ferozmente con otras especies, pero también entablar amistad y vigilar que ninguna rama demasiado gruesa crezca en dirección del otro. Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. A través de las raíces tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho cede y el que tiene poco recibe ayuda.

En esos bosques espesos, ¿cómo pueden crecer los pequeños arbolitos?
A través de las raíces sus madres entran en contacto con ellos y les proporcionan azúcar y otros nutrientes. Podría decirse que los árboles bebé son amamantados.

Increíble.
Los adultos forman ese espeso techo sobre el bosque y sólo dejan pasar un tres por ciento de luz para que los pequeños no crezcan demasiado rápido, es lo que los expertos forestales desde hace generaciones llaman educación.

¡Educación!
El crecimiento lento es condición para que luego se alcance una edad avanzada. La ciencia ya no discute la capacidad de los árboles para aprender, queda por resolver dónde almacenan lo aprendido y cómo lo rescatan.
...
Muchos botánicos sostienen que en las puntas de las raíces tienen estructuras similares al cerebro. De hecho sabemos que los árboles tienen memoria, son capaces de registrar y distinguir las temperaturas en ascenso de la primavera de las que están en descenso durante otoño.

Sólo les falta hablar...
A su manera también lo hacen. Mediante sustancias odoríferas se comunican. Cuando se aproxima un peligro, la acacia avisa a sus congéneres emitiendo etileno, un gas de aviso.

¿Y qué hacen con la información?
Sueltan sustancias tóxicas para prepararse. También envían avisos mediante señales eléctricas a través de las raíces y de las redes de hongos, que son como nuestro sistema nervioso.

¿También lo hacen las hortalizas?
Por desgracia nuestras plantas de cultivo han perdido la capacidad de comunicarse. Son mudas y sordas, y por tanto muy vulnerables a los insectos.

Los árboles, ¿sufren cuando pasan sed?
Gritan. Según investigaciones del centro de ­investigación confederado de los bosques de Suiza que registraron los tonos de ultraso­nidos, los árboles emiten determinadas vibraciones cuando el agua escasea.

Y los árboles de ciudad, ¿se comunican?
Igual que en las plantaciones forestales, debido a la poda y plantación las raíces quedan dañadas para siempre y ya no pueden formar una red. Se comportan como niños de la calle. Básicamente les falta el bosque, la comunidad, la educación: nadie que les castigue si crecen demasiado deprisa o torcidos privándoles de luz.

¿No es partidario de la poda?
Si se retira una gran parte de las ramas se reduce la fotosíntesis y en consecuencia una gran parte de las raíces mueren de hambre, en esas zonas muertas penetran los hongos.

Pensábamos que saneaba a los árboles...
Hemos estado considerando y tratando la naturaleza como si fuera una máquina, pero en un puñado de tierra del bosque hay más seres vivos que seres humanos sobre la Tierra.

Usted trabajó durante veinte años al servicio de la Comisión Forestal de su país.
Sí, mi trabajo consistía en gestionar bosques como si fueran madera, con los años empecé a mirar de otra manera. Hoy estoy convencido de que existe una comunidad de bosque en el que cada ser vivo tiene su papel.

Ha colaborado con biólogos de la Universidad RWTH de Aquisgrán.
Todo lo que le cuento no es una chifladura, se basa en investigaciones científicas realizadas también por la Universidad de Aquisgrán, la Columbia Británica y la Sociedad Max Planck. Y todas esas investigaciones apuntan a que nuestra gestión de los bosques es muy errónea.

¿Por ejemplo?
Los estudios afirman que los árboles viejos son mucho más productivos que los jóvenes, e importantes aliados en el tema del cambio climático, así que revitalizar los bosques es un error.

Hay que dejar que los bosques envejezcan.
Sí, necesitamos más bosques salvajes, dejar que los árboles crezcan con el espacio intermedio que ellos eligen. Y no hay que temer a la maleza, en las reservas en las que hace 100 años los humanos no hemos intervenido la densa sombra y la hojarasca impide el crecimiento de hierbas y matojos.

Dicen que el aire de bosque es salud.
Además de filtrar el aire los árboles desprenden sustancias, pero no son las mismas en una vieja reserva forestal que en una plantación artificial. Con la hojarasca se transportan hasta el mar a través de ríos ácidos que estimulan el crecimiento del plancton, el primer y más importante eslabón de la cadena alimentaria.

Fuente:

La Vanguardia

21 de septiembre de 2014

Las muertes en la Amazonia delatan la dimensión de la tala ilegal en Perú

El país pierde 250 millones de dólares anuales por la extracción forestal, según Interpol 

El pasado 1 de septiembre cuatro ciudadanos de la etnia asháninca fueron asesinados en la frontera de la selva amazónica entre Perú con Brasil. Uno de ellos había sido amenazado el año pasado por denunciar, con pruebas, la tala ilegal de madera en su comunidad, ubicada en el departamento de Ucayali, en la zona oriental de Perú. Una batalla que se prolonga desde hace años. El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), la entidad que supervisa la extracción en el 32% del área total de bosques amazónicos, estima que entre 2009 y 2013 la extracción ilegal ascendió a más de 31 millones de dólares. La Interpol, sin embargo, indica que el país pierde unos 250 millones anuales por ese delito; es decir, 1.5 veces de lo que obtiene la industria legal.

“No se ha conocido responsables, no hubo interés del Estado en hacer una investigación”, indica Ruth Buendía, presidenta de la principal organización de la etnia asháninca, refiriéndose al asesinato en 2013 del jefe nativo Mauro Pío, amenazado por madereros ilegales en la selva central peruana. La comunidad de Pío, Nuevo Amanecer Hawai, estaba superpuesta a una concesión forestal de la empresa Balarín que el Gobierno suspendió después del asesinato del líder. En 2012, un informe de Environmental Investigation Agency (EIA) demostró que el sistema de concesiones en Perú es corrupto y opera con información falsa, incluso cuando se trata de la exportación a EE UU de especies protegidas internacionalmente, como el cedro y la caoba.

Saweto, la comunidad de Edwin Chota, uno de los activistas asesinados a principios de septiembre, enfrenta un problema similar. Chota solicitó al Estado la titulación y demarcación de su comunidad nativa, que fue inscrita y reconocida oficialmente en 2003. Sin embargo, un año antes, el Estado había otorgado a unos privados una concesión forestal por 40 años. “El problema es que una entidad da los títulos y otra da las concesiones; para una, la comunidad existe y para la otra, no”, asegura la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena. “Estamos pagando las consecuencias del desorden de la transferencia de competencias a los Gobiernos regionales”, añade desde Pucallpa, donde coordina la recogida de los restos desmembrados de Chota y de los otros tres asesinados.

Mario Osorio, especialista ambiental en Oxapampa de la ONG Instituto del Bien Común (IBC), que asesora legalmente a comunidades amazónicas, cuenta que desde el Gobierno de Alan García (2006-2011) “ha habido muchos cambios en el procedimiento de titulación y muchos vacíos”. La decisión de titular o no a una comunidad corresponde a las direcciones regionales agrarias, quienes suelen alegar la falta de presupuesto para viajar a hacer la demarcación.

Según el Colectivo Territorios Seguros, que agrupa a 26 instituciones de la sociedad civil, unos 18 millones de hectáreas de comunidades en la Amazonía peruana no están tituladas. “La tala ilegal necesita insertarse y lavarse. Corrompe la institución: no son solo mafias de madera sino también otros poderes ilegales que han entrado a dominar ante la ausencia del Estado. Es trágico porque Edwin Chota fue asesinado por tener un rol muy activo contra estas mafias”, asegura a EL PAÍS Julia María Urrunaga, de EIA.

La investigadora peruana cuestiona, también, la futura concesión gubernamental de cinco millones de hectáreas más: “Con este sistema, que ha demostrado ser un fracaso, entregan más tierra sin controlarla, es más volumen para lavar la madera”. “En la exportación, Aduanas no tiene capacidad de saber si se trata de la especie que la empresa dice: si no declaran que es caoba o cedro, nadie va a mirar”, añade Urrunaga. Un documento de la Superintendencia Tributaria citado en el Informe de Osinfor de 2014 alerta que no hay “normatividad que exija descripciones mínimas en la declaración aduanera de exportación de madera”.

Laura Martín, de la ONG Sustain Labour, con sede en Madrid, conoció a Chota semanas antes de su muerte. “Contó su caso ante muchas instituciones y mostró los documentos que gestionó. Aportó pruebas de un delito, lo cual es mandato de la administración estatal: se lo puso en bandeja pero hubo dejación”. El 25 de abril, Chota reiteró a la Fiscalía provincial su denuncia, pues la tala ilegal se había intensificado en el Alto Tamaya, donde se ubica su comunidad, pero tampoco tuvo respuesta.
“Quien denuncia tiene que proveer la logística necesaria para hacer las investigaciones", precisa Max Silva, asesor de la Organización Regional Aidesep en Ucayali (ORAU), la central principal de organizaciones indígenas de la selva peruana.

Osinfor asegura que en áreas bajo permisos forestales otorgados a comunidades nativas —operados por terceros— encuentran información falsa en los documentos de gestión de la madera.

Las mafias han encontrado una nueva forma de operar: obtienen autorización de los Gobiernos regionales para sacar madera que sea producto de arrastre de río. Osinfor no tiene competencia para fiscalizar ese rubro, pero describe que para las maderas que por sus características no pueden flotar hay “una utilización indebida de esta modalidad”, para la cual no hay límite de autorizaciones. El volumen de extracción por arrastre de río se incrementa cada año.

Una fuente estatal que solicita anonimato incide en que la mayor parte de la madera valiosa en Perú ya fue extraída y para obtenerla “hay que ir cada vez más lejos, los costos ya no cubren la ganancia, por eso los circuitos ilegales de la madera son usados también por el narcotráfico”.
 
Fuente:
 

13 de mayo de 2014

¿Quién inventó la pinza (gancho) de ropa?



El diseño actual logró imponerse a muchas otras variantes.

La supervivencia de la pinza de ropa con sistema de muelle en la era moderna tiene una insólita historia de selección darwiniana. Entre 1852 y 1887, la oficina de patentes de Estados Unidos expidió 146 patentes de este adminículo. El primer diseño semejante a la pinza de ropa actual lo patentó en 1853 David M. Smith, un prolífico inventor que residía en Springfield, Vermont. Este hombre inventó también la cerradura de combinación, un trinquete para torno mecánico y un muelle elevador para cajas de fósforos. Su “abrazadera de resorte para tendedero” consistía en un elegante “par de palancas” unidas por un muelle de tal manera que “las dos patas largas se puedan mover la una hacia la otra y al mismo tiempo las patas cortas se separen”.

Luego, en 1887, otro inventor de Vermont, Solon E. Moore, mejoró el diseño de Smith con una nueva patente. Su gran contribución fue el “fulcro [punto de apoyo] enrollado”, hecho con un alambre que unía las dos piezas de madera acanaladas en el centro de la pinza. La variante de Moore tenía la ventaja de ser resistente (mantenía la prenda de ropa bien asegurada a la cuerda del tendedero) y fácil de fabricar.

La mayoría de las demás variantes —entre ellas la voluminosa “pinza de ropa mejorada” de Edmund Krelwitz, consistente en “una tira continua de lámina” doblada en forma de U”— se perdieron para siempre.

Vermont fue el Valle del Silicio de la tecnología de las pinzas de ropa del siglo XIX, pero la historia previa del invento es más difícil de rastrear. “Es posible que los colonizadores británicos hayan concebido la idea”, dice Barbara Suit Janssen, conservadora del Museo Nacional de Historia Estadounidense. “Las primeras pinzas de ropa estaban hechas a mano, talladas en madera”.

La primera patente estadounidense de una pinza de ropa data de 1832. Pero el prototipo del inventor, Samuel Pryor, se perdió cuatro años después en un incendio que destruyó la oficina de patentes. No fue hasta finales de la década de 1840 cuando las pinzas se empezaron a fabricar en serie.

Los primeros diseños consistían en una pieza bifurcada de madera con una cabeza en el extremo. En la solicitud de patente de su pinza de dos piezas, David Smith explicó la ventaja de la abrazadera de resorte: “El viento no la puede desprender de la ropa, tal como ocurre con la pinza común, un serio inconveniente para las lavanderas”.

En esta era de las lavadoras y las secadoras, la supervivencia de las pinzas de ropa se puede atribuir en parte a que sirven para hacer artesanías (es muy fácil convertirlas en renos navideños). Pero la industria está en crisis, y muchos fabricantes estadounidenses de pinzas de ropa ya han cerrado sus negocios.

Barbara Janssen recuerda una exposición de pinzas de ropa de la que estuvo a cargo hace una década: “A un niño de unos siete años de edad que estaba viendo la exposición con su padre, lo oí decir: ‘Papá, ¿qué es una pinza de ropa?’”

Fuente:



24 de agosto de 2012

¿El futuro de la tecnología está en los árboles?

(CC) Stuck in Customs

(CC) Stuck in Customs

Usualmente la mitad de la madera de árbol es celulosa mezclada con otros componentes estructurales, donde las células de una planta cogen moléculas de celulosa para unirlas y producir fibras de alrededor de 20 nanómetros de diámetro –unas 5000 veces más delgado que un pelo humano– que generan una red increíblemente fuerte y resistente que soporta las células de una planta (a escala nanométrica).

El proceso mecánico de extracción de pulpa de celulosa de un árbol para fabricar papel daña irremediablemente estas fibras, por lo que hace unos años se creó un método para extraer y aprovechar las propiedades mecánicas de las fibras de celulosa, las que en ese entonces aún no estaban del todo claras pero que ahora ya comenzaron a implementarse a nivel industrial.

El nuevo material se llama celulosa nanocristalina y se crea extrayendo enzimas de la madera como la lignina y la hemicelulosa, para luego agitarla y así desintegrar su celulosa extrayendo las fibras sin que éstas sean dañadas en el proceso. Con estas fibras se puede fabricar un material ligero, fuerte pero moldeable, con una tensión de rotura superior al acero, que conduce la electricidad y es completamente biodegradable.

Es la versión natural y renovable de los nanotubos de carbono, pero a una fracción de su precio“,  afirma Jeff Youngblood del Instituto de Nanotecnología Forestal de la Universidad Purdue. “Lo más hermoso es que este material es tan abundante que no necesitamos crearlo. Ni siquiera necesitamos usar árboles enteros, podemos ocupar ramas y astillas, incluso aserrín. Estamos convirtiendo desechos en oro”.

En noviembre del 2011 se inauguró en Canadá la primera fábrica para crear celulosa nanocristalina de la empresa CelluForce, la que ahora produce una tonelada diaria de este material. Mientras que hace tres semanas, el Laboratorio de Productos Forestales de Estados Unidos –dependiente del Ministerio de Agricultura– inauguró su primera planta (a un costo de US$ 1,7 millones) para tratar la madera y crear celulosa nanocristalina, lo que estiman que será una industria que moverá US$ 600.000 millones para el año 2020.

Especialistas como Phil Jones, director de nuevas tecnologías de la minera francesa IMERYS, creen que la celulosa nanocristalina reemplazará las piezas metálicas y plásticas de los automóviles, y haría obsoletos los plásticos inorgánicos en un futuro no muy distante. Además, como el cuerpo humano no procesa la celulosa es mucho mas segura que otros compuestos inorgánicos. “Lo peor que te podría ocurrir es que te cortes con el papel“, asegura Jones.

Fuente:

10 de enero de 2012

Deforestación amazónica, una historia de destrucción con final feliz

Camión con troncos

Durante años, la historia de la Amazonía ha sido una de destrucción. Una batalla sin éxito para proteger al bosque tropical más grande del mundo, clave en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, esta afirmación a la que estamos tan acostumbrados, ya no representa con veracidad la situación que atraviesa en la actualidad este inmenso manto verde.

En el extremo sur de la Amazonía, un equipo especial de la Agencia Medioambiental -conformado por hombres y mujeres- conversa relajadamente bajo la sombra de un árbol de mango. Su apariencia dista mucho de la de un grupo de burócratas vestidos con trajes arrugados.

En Brasil, los agentes medioambientales visten ropas militares. Y en vez de documentos y carpetas, llevan armas.

Estos oficiales -como muy pronto iba a descubrir- son soldados en la línea de fuego de lo que Brasil considera una guerra para proteger la Amazonía.

El equipo me invitó a participar en uno de sus operativos de rutina. El objetivo era atrapar a una banda ilegal de leñadores que habían descubierto en el bosque, gracias a la tecnología satelital.

Frente a un mapa colocado en la pared, tres comandantes discutían la logística de la misión, como si se tratase de un operativo militar.

Amazonía

Pese a la tala ilegal, cerca del 80% de la Amazonía está intacta.

"¿Es probable que los leñadores vayan armados?", pregunté.

"No te preocupes", me dijo el comandante en jefe, Evandro Selva. "Es muy probable que sólo lleven rifles de caza", agregó.

"¿Sólo rifles de caza?", respondí irónico poniendo énfasis en sólo.

Momentos después estábamos en una camioneta y, antes de que tuviese tiempo de acomodarme, Evandro me sacó de allí para que nos subiésemos a un helicóptero.

Operativo en marcha

Después de volar durante una hora, Evandro me informó que estábamos acercándonos a nuestro objetivo. Tras recorrer una zona de bosque aparentemente intacta, un gran claro se abrió ante nuestros ojos.

Incluso yo pude darme cuenta de que los árboles habían sido talados recientemente. Algunos todavía quedaban en pie -altos y frágiles- pero el suelo se veía cubierto de hojas y ramas. Desde el aire podía ver las heridas abiertas en la tierra roja, por donde las máquinas habían devorado el paisaje.

Amzonía

Por mis audífonos podía escuchar emocionados gritos en portugués. Uno de los oficiales señaló hacia abajo: allí había un camión cargado con troncos y frente a éste un tractor. Al lado, dos o quizá tres hombres mirando hacia el helicóptero.

Bajamos de inmediato, creando una tormenta de polvo y hojas secas.

La camioneta y el tractor seguían allí, pero lo hombres habían desaparecido.

"Ya volverán", me dijo Evandro con seguridad. "Nos esconderemos por aquí para esperarlos".

Los tres agentes se agazaparon entre los troncos y las ramas, con las pistolas en sus manos. El camarógrafo y yo nos escondimos también. Mientras, el helicóptero partió generando otra vez un revuelo de hojas y tierra roja.

Después todo quedó en silencio. Los cinco nos quedamos callados y en cuclillas bajo los rayos del sol, envueltos en una nube de pequeñas abejas.

"¿Cómo una operación como ésta puede acabar con la tala ilegal?", pensé para mis adentros.

En cifras

Entre 1996 y 2005, se perdieron cerca de 19.500 kilómetros cuadrados de selva por año. En 2004 se llegó un máximo histórico, cuando se perdieron más de 27.000 kilómetros cuadrados.

Luego, ese mismo año, Brasil le declaró la guerra a la deforestación y prometió reducir sus índices en 80% para 2020.

Siete años más tarde, esa meta casi fue alcanzada. Las cifras más recientes, publicadas hace algunas semanas, muestran que 2011 tuvo los niveles más bajos de deforestación desde que se empezó a llevar un registro, hace tres décadas.

Sólo se talaron poco más de 6.200 kilómetros cuadrados. Eso es un 78% por menos que en 2004. Es verdad que son muchos árboles, pero también representa un progreso considerable.

Por supuesto, el gobierno brasileño no es el único que se lleva el crédito. Durante mi viaje por la región, me topé con una serie de personajes que están cumpliendo un papel importante, como John Carter, un exsoldado estadounidense convertido en ganadero que trabaja para mejorar el manejo de tierras en la Amazonía, o los indígenas amazónicos que trabajan para una empresa que combate los incendios forestales.

Esperanza

Operativo en la Amazonía

El operativo concluyó con cinco arrestos.

Pero, como les venía contando, nos quedamos en esa incómoda posición durante casi media hora hasta que aparecieron los culpables.

"¡Deténganse!", les gritaron los comandantes. Los agentes lograron arrestar a cinco hombres e incautaron tres camiones y dos tractores. Me daba miedo enfrentarme a estos hombres, pero todos tenían un aspecto patético, con sus ropas desgastadas y sus cigarrillos para armar.

Regresé del operativo inundado de una sensación de esperanza.

Es verdad de que el hecho de que exista una explotación maderera ilegal a tan sólo una hora en helicóptero de una importante ciudad brasileña demuestra que el bosque aún es vulnerable.

Pero, aunque suene un poco increíble, sí parece que la batalla por frenar la destrucción de la Amazonía se está ganando.

Y, lo que es más importante, está sucediendo antes de que sea demasiado tarde, porque lo que la mayor parte de la gente no se da cuenta, es cuánto de este bosque está aún en pie. Las imágenes satelitales demuestran que el 80% de la Amazonía todavía está intacta.

Una reflexión inspiradora para empezar el nuevo año, pensé mientras volvíamos a la oficina, atravesando un camino sinuoso en medio de los imponentes árboles.

Fuente:

BBC Ciencia

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5 de julio de 2011

Los detectives de la madera


Dalbergia nigra, jacarandá de Brasil. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

Células en una sección tangencial longitudinal de madera del jacarandá de Brasil. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

La madera del jacarandá de Brasil, Dalbergia nigra, es considerada una de las más bellas del mundo.

Durante siglos ha sido comercializada y utilizada en la fabricación de muebles finos y guitarras, hasta tal punto que hoy en día sólo quedan fragmentos de bosque en la selva atlántica brasileña y la especie está amenazada de extinción.

El comercio internacional de esta madera está estrictamente regulado, pero uno de los grandes problemas hasta ahora era la dificultad de diferenciarla de otras especies del mismo género.

Científicos en Kew Gardens, el Jardín Botánico de Londres, descubrieron una sustancia química que parece ser única del jacarandá de Brasil, lo que permitirá por primera vez distinguir inequívocamente si una madera pertenece a esta especie amenazada.

"El jacarandá de Brasil es una de las maderas incluidas en el apéndice 1 de CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas. Eso significa que para exportarla se requieren permisos desde el país de origen, así como permisos para el ingreso en el pais importador", dijo a BBC Mundo Peter Gasson, experto en micromorfología y anatomía de plantas en el laboratorio Jodrell de Kew Gardens.

"El gran problema con el género Dalbergia es que en el trópico incluye más de 200 especies, de las cuales sólo 20 se comercializan internacionalmente, y de ésas sólo una, Dalbergia nigra, tiene un alto grado de protección".

Es preciso no confundir D. nigra con otros jacarandá de la región, aclara el experto. "El nombre común que se da a este árbol puede ser confuso, ya que es diferente del género "jacarandá" en la familia Bignoniaceae, del que se produce madera comercialmente. Dalbergia, en cambio, es de la familia Leguminosae (Papilionoideae)". El jacarandá de Brasil también es conocido en ese país como cabiuna o camburana.

Compuesto químico

En materia de plantas, Kew Gardens es la autoridad científica de consulta en el Reino Unido en lo relacionado con la aplicación de CITES.

Dalbergia nigra, jacarandá de Brasil. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

Sección transversal de madera del jacarandá de Brasil, Dalbergia nigra, vista bajo el microscopio. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

Si algún oficial de aduanas sospecha de alguna importación, debe contactar al Jardín Botánico, que pasa el caso al departamento de expertos en anatomía de la madera, donde trabaja Gasson.

"Yo puedo ver la estructura anatómica bajo el microscopio, pero el problema con el jacarandá de Brasil es que incluso en este examen se ve muy similar a otras especies del género Dalbergia en Brasil y en otros países de Sudamérica".

Ante las dificultades del exámen anatómico, los científicos buscaban otras pistas y expertos en bioquímica del laboratorio Jodrell descubrieron que la madera de Dalbergia nigra contiene un compuesto, rico en flavonoides, que parece ser exclusivo de esta especie. El compuesto, que era desconocido para la ciencia, recibió el nombre de "dalnigrina".

Sin embargo, será necesario realizar más pruebas. "Hasta ahora se han estudiado 16 especies y el compuesto sólo se encuentra en D. nigra. Pero hay más de 200 especies en el género Dalbergia y aún no tenemos la certeza de que no se encuentre en otras especies".

Factor disuasivo

El departamento de anatomía de la madera recibe consultas no sólo del servicio de aduanas, sino de muchas otras fuentes, desde arqueólogos y paleontólogos hasta restauradores de muebles finos.

Swietenia mahagoni, Caoba de las Indias Occidentales. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

Swietenia mahagoni, Caoba de las Indias Occidentales. En las muestras se utilizó safranina, una tinta roja que cambia el color de las células. Foto: gentileza Peter Gasson/Kew Gardens

Para estudiar cada madera se extrae una muestra de un centímetro cúbico, que se secciona en tres formas diferentes: transversal, tangencial y radial. El aspecto de las células varía de un género a otro y el examen anatómico es muy útil cuando todas las especies en un género están protegidas. Sin embargo, tiene sus limitaciones.

Con un microscopio de aumento de 100x "no tengo problema en identificar si un árbol es del género Dalbergia, o si es un castaño o un roble. Pero saber cuál es la especie o de dónde proviene es mucho más difícil".

La prueba para determiner la presencia de dalnigrina cuesta aproximadamente US$350. "Podemos hacer primero un test anatómico para determinar definitivamente si la madera no es d. nigra, o si es posiblemente d. nigra. Luego, en los casos posibles, puede realizarse la otra prueba más cara para determinar la presencia de dalnigrina".

Contar con un mecanismo para identificar al jacarandá de Brasil seguramente será un factor disuasivo para quienes comercializan especies protegidas.

De acuerdo a Gasson, "se están dando cuenta de que pueden ser atrapados y puede no valer la pena correr el riesgo".

Fuente:

BBC Ciencia

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9 de mayo de 2011

El Salvador y sus cocinas ecológicas

Este nuevo instrumento puede ser muy útil en el país más deforestado de América Central.

Doña Lorena palmea y echa la masa de maíz sobre el comal de barro. Está a punto de concluir la faena porque no le queda mucha leña del manojo que compró por poco más de un dólar.

Mientras tanto, una cliente aguarda por su orden de tortillas, el acompañante indispensable en la dieta de los salvadoreños.

Durante la espera, el humo del fuego irrita los ojos; pero, en otro lugar del pequeño poblado de Nahuilingo, Vilma Graciela también prepara tortillas y no lagrimea.

Ambas utilizan leña para cocinar, pero la primera usa un comal sobre un brasero abierto, y la segunda cuenta con una ecocina, que tiene una cámara con chimenea que reduce hasta un 90% la emisión de CO2 y ahorra el 70% del gasto de leña.

Este nuevo instrumento puede ser muy útil en el segundo país más deforestado de Latinoamérica, superado sólo por Haití.

Orígenes de la ecocina

En 2007 Gustavo Peña, el promotor de las ecocinas, conoció a Larry Winiarski, un ingeniero especialista en combustión de la Universidad de Oregon.

Conscientes de que resultaba difícil cambiar el patrón de consumo de leña, especialmente en las comunidades rurales y en situación de extrema pobreza, comenzaron a desarrollar en el país modelos de cocinas que optimizaran la energía y que redujeran la quema de madera.

Luego de varias pruebas y de validar los prototipos entre las comunidades, finalmente Peña encontró una estructura portátil, con eficiencia calorífica, durabilidad, y libre de mantenimiento.

Winiarski dio el visto bueno al diseño y Peña, con el apoyo de Stove Team, una organización estadounidense que promueve el uso de estufas eficientes, y del Club Rotario de Oregon, inició la producción de su invento en Nahuilingo, de donde es oriundo.

Producción local

Este poblado de origen indígena, ubicado a 210 metros sobre el nivel del mar y a 66 kilómetros de distancia de la capital, pertenece a una de las provincias más violentas del país, donde el acoso de las maras es una constante y la falta de empleo una regla.

Ahora, sin embargo, es el punto de referencia de una empresa de 16 empleados que producen cientos de cocinas ecológicas y cuyo modelo es reproducido en Honduras, Guatemala, Nicaragua y México.

Nancy Hughes, directora de Stove Team, celebra que "en Nahuilingo encontramos gente muy inteligente, trabajadores y con muchas ecocinas por delante".

"Además, la idea de emplear trabajadores locales es fundamental para nosotros", explica Hughes en conversación con BBC Mundo.

De hecho, Peña no deja de ensayar con nuevos modelos: de tres hornillas, con una plancha en la superficie, un horno de panadería y un sistema híbrido que utiliza energía eléctrica.

En esta nación centroamericana también existen otras iniciativas, como la denominada "turbo-cocina" de René Núñez, que ha sido adoptada por las escuelas públicas en la capital con respaldo de la empresa privada.

¿No a la leña?

Niñas preparan guiso utilizando cocina ecológica

En El Salvador hay muchos iniciativas dirigidas a erradicar el consumo de leña.

Mientras la ecocina despertó el apoyo internacional de organizaciones como Care, Hábitat para la Humanidad, el Club Rotario, universidades, los Cuerpos de Paz, y la Fundación Milagro de Carlos Santana, en el país este invento es soslayado por las autoridades oficiales de medio ambiente, que buscan erradicar el consumo de leña.

Según la FAO, la densidad poblacional en El Salvador (más de 250 habitantes por km2) ejerce una presión sobre los recursos naturales que casi ha eliminado la vegetación natural del territorio.

De hecho, se estima que el remanente de bosque original es de apenas 2%.

Si bien el Índice de Desarrollo Humano advierte que el patrón de uso de leña ha disminuido en los últimos 20 años, del 50% de los hogares en 1990 al 25% en 2010, en las áreas rurales, donde casi la mitad de los hogares son pobres, 55 de cada 100 familias todavía cocinan con ésta.

Otro argumento en contra de este tipo de combustión es el de salubridad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo 1,6 millones de personas por causa de la inhalación de humo en el hogar.

Aunque este fenómeno no se ha medido en el país, las estadísticas del Ministerio de Salud indican que las enfermedades respiratorias agudas son la principal causa de muerte.

Y debido a que la ecocina logra reducir los dos factores, Peña reitera que no amenaza los bosques.

"Lo que debe hacerse es un plan integral de reforestación y mantenimiento de los recursos naturales", argumenta Hughes.

Fuente:

BBC Ciencia

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15 de noviembre de 2009

500 años de la 'conquista' amazónica

Lunes, 16 de noviembre de 2009

500 años de la 'conquista' amazónica

¿Quién fue Francisco de Orellana?

(Trujillo, España, 1511 - ?, 1546) Explorador y conquistador español, descubridor de la selva amazónica y primer navegante del río más caudaloso de la Tierra.

Poco conocido y eclipsado por nombres de la talla de Hernán Cortés o Francisco Pizarro, Orellana protagonizó, sin embargo, uno de los episodios más brillantes de la historia española en el Nuevo Mundo, siendo su vida un ejemplo de heroísmo y honestidad.

Lea más en Biografías y Vidas...

O, si lo desea, también puede ver este video:



La noticia llega vía El Mundo (España):

Quema de terrenos para acondicionarlos para el cultivo de soja cerca de Santarem, en Brasil. | Foto: Asociación Trujillo 2011

Quema de terrenos para acondicionarlos para el cultivo de soja cerca de Santarem, en Brasil. (Asociación Trujillo 2011)

  • El 95% de la madera que se extrae entre entre Ecuador y Perú es ilegal

Aún hay rincones en la Amazonía, esa inmensa mancha verde del planeta que se va encogiendo año a año, en los que se siente su inmensa riqueza y la belleza de lo inmutable, pero ¿es un espejismo? Han pasado casi 500 años desde que Francisco de Orellana, nacido en 1511 en Trujillo (Cáceres), diera nombre al gran río, tras navegarlo cuando exploraba el terreno por encargo de Pizarro. Hoy, sus seis millones de kilómetros cuadrados de selva continúan siendo expoliados mientras aquellos indios que se encontró el explorador extremeño son culturas en extinción, pueblos primitivos que serán devorados por el progreso, lo quieran o no.

Hacer un repaso de lo que está pasando en el pulmón de la Tierra ha sido el objetivo de unas jornadas organizadas por la asociación cultural Trujillo 2011, la primera de las actividades encuadradas dentro del proyecto V Centenario del nacimiento de Orellana puesto en marcha en Extremadura.

Durante este encuentro fueron muchos los que destacaron que Orellana, que embarcó con apenas 16 años hacia las Indias, no fue un conquistador de "perfil negro", es decir, un saqueador ni un asesino. En 1541, tardó ocho meses en recorrer 4.800 de los 6.800 kilómetros del mayor río del mundo a través de nueve países. La presión colonizadora comenzó a finales del siglo XIX, con la explotación de los árboles del caucho, que continuó en paralelo a la expansión de la industria del automóvil.

Extracción de madera ilegal

Pronto siguió la necesidad de deforestar para aumentar los terrenos destinados a la explotación agrícola y, a la vez, aprovecharse del negocio de vender maderas preciosas muy demandadas en el mercado internacional.

Hoy, de la frontera entre Ecuador y Perú, cada año se sacan 30.000 metros cúbicos de madera, el 95% de extracción ilegal. Se calcula que cada dos horas desaparece una hectárea de bosque tropical primario, un estadio de fútbol. Los encargados de la tarea son empleados en régimen de semiesclavitud que cobran tres euros al día y viven en condiciones lamentables.

"Brasil es el cuarto emisor de CO2 y lo es por los incendios para deforestar. Con los satélites se pueden ver los inmensos fuegos que se prenden para ganar tierras para la soja (utilizada en piensos) y el ganado. En Brasil ya hay 200 millones de vacas que se comen los bosques", denunciaba en Trujillo Miguel Ángel Soto, de Greenpeace.

Gustavo Duch, fundador de Veterinarios Sin Fronteras, añadía la destrucción social, que se suma a la ambiental. "La agricultura industrial supone el desplazamiento de los indígenas, la desaparición de sus huertos y, por tanto, genera inseguridad alimentaria, mientras la agroindustria es cada vez más poderosa".

Vertidos de petróleo

A este tesoro amazónico -la exuberancia de la tierra, los ríos, los árboles- que vió Orellana mientras navegaba con sólo 56 hombres, se ha sumado otro, entonces oculto a su vista, que tiñe su futuro de negro: el petróleo. En un documental presentado en Trujillo, se muestran los muchos vertidos descontrolados que contaminan los ríos que el explorador del siglo XVI conoció impolutos; y también la lucha de los indios y los colonos contra las petroleras, una batalla en la que los primeros suelen salir perdiendo, a veces hasta la vida.

Así lo ha verificado la ONG Médicos Mundi en la cuenca del río Napo (Ecuador), donde comprobó que existe un elevado porcentaje de incidencia del cáncer entre las personas expuestas a esta contaminación. Además, abudan las enfermedades de la piel y las respiratorias y hay muchos abortos espontáneos. Se calcula que 30.000 personas resultaron afectadas, de una u otra forma, por vertidos de una petrolera americana. "Echaron 18.000 galones de agua tóxica a los ríos, 30 veces más que el Exxon Valdez en Alaska. Los afectados pusieron una demanda contra ella por 27.000 millones de dólares de indemnización y aún están esperando", afirma Raúl Aguado, de Médicos Mundi.

Pero, además de dañar su salud, el petróleo les expulsa de la selva, como los agroindustriales y los madereros. "Muchos países reconocen los derechos de los indígenas y no los respetan. Ellos se están organizando, pero lo importante es cuestionarse este modelo de desarrollo que acaba con todo", aseguró Miguel Ángel del Ser, de Survival. El espíritu explorador de Orellana se ha reencarnado en Terminator.

Fuente:

El Mundo Ciencia

25 de marzo de 2007

El cambio climático empieza en casa
El manual del ciudadano verde
Aislar la casa, usar maderas certificadas, instalar grifos con difusores y bajar el consumo de papel reduce el impacto ambiental. Click para agrandar la imagen.

MÁBEL GALAZ - Madrid - 25/03/2007



Manuel enciende la luz de su mesilla al levantarse. La bombilla es de bajo consumo, gasta el 20% menos de energía que la tradicional y dura ocho veces más. Luego pone manualmente la televisión para ver las noticias. El aparato no está en stand by porque en esta situación también gasta. Medio dormido, Manuel se dirige a la cocina a prepararse el desayuno. La cocina de vitrocerámica es de gas. Si hubiera comprado una eléctrica, habría sido de inducción porque éstas calientan al doble de velocidad y ahorran más de la mitad de la energía.

Éstos son los primeros pasos que un ciudadano concienciado con el medio ambiente da cada mañana en una casa con los criterios ecológicos más exigentes, según un manual editado por Greenpeace. Otros grupos ecologistas y organizaciones oficiales también han editado manuales para fomentar el uso de las buenas prácticas en el hogar. Son consejos básicos que ayudan a reducir los impactos ambientales.

España, para cumplir sus compromisos en el ámbito del Protocolo de Kioto, tiene que rebajar drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.

ENERGÍA Bombillas fluorescentes

Se recomienda usar bombillas fluorescentes compactas, que consumen sólo el 20% de las tradicionales y duran más. Los tubos fluorescentes gastan poco en general; los que parpadean al principio de ser encendidos consumen más en el momento de encenderlos, por eso se recomienda no apagar con frecuencia la habitación en que estén instalados.

Al elegir un electrodoméstico hay que fijarse en el consumo energético: puede haber hasta un 80% de diferencia entre distintos aparatos.

A la hora de acondicionar una casa es muy importante aislar las paredes para evitar que se produzcan pérdidas de calor. También es efectivo instalar doble ventana o cristal doble. Hay que descartar la calefacción eléctrica. Los mejores sistemas son, por este orden, los basados en energía solar térmica, biogás, biomasa, gas butano, propano y gas natural.

Al construir una vivienda hay que tener en cuenta todos los criterios bioclimáticos y de arquitectura sostenible. Así como las normas del nuevo código técnico de la edificación.

AGUA Revisar las instalaciones

Según Naciones Unidas, 1.100 millones de personas carecen de las instalaciones necesarias para abastecerse de agua y 2.400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento. Mientras, en otros lugares donde el agua está garantizada, se malgasta.

Los expertos aconsejan revisar las pérdidas de los grifos y goteos. Una gota por segundo puede llegar a supone 20 litros al día de derroche.

Se recomienda instalar difusores en los grifos, con ellos se aumenta la presión y se necesita mucha menos agua para ducharse y fregar. Es mejor ducharse que bañarse. Un baño supone un consumo de 100 litros, una ducha de 30.

Hay que evitar dejar el grifo abierto cuando no se está utilizando y no tirar por el desagüe nada que no sea agua. Los restos orgánicos, como los aceites y otros residuos, contaminan los ríos y dificultan el trabajo de las depuradoras.

Al descongelar los alimentos no se deben colocar bajo el grifo.

Si se lava el coche con un cubo de agua se estima que se consumen 60 litros de agua, frente a los 500 que se gastan utilizando una manguera.

SUSTANCIAS TÓXICAS Evitar el PVC

Hay que evitar el PVC ya que contiene cloro y otras sustancias tóxicas. Se puede encontrar en suelos, cortinas de baño, tuberías y marcos de ventanas, y también en juguetes infantiles.

Hay que rechazar los productos de limpieza que contengan cloro, como por ejemplo la lejía y los detergentes con fosfatos. No hay que usar pinturas con disolventes orgánicos. Son mejores las pinturas y barnices al agua.

En los artículos para el cuidado personal hay que tener en cuenta que muchos champús, perfumes y cosméticos contienen sustancias peligrosas. Las plantas aromáticas son una buena alternativa a los ambientadores químicos del baño.

RESIDUOS Productos de vida larga

Antes de comprar un producto hay que pensar si es necesario. Son más ecológicos los que tienen vida larga. Mejor las servilletas y pañuelos de tela que los de papel. Hay que evitar el papel de aluminio y el de plástico.

Es necesario realizar una separación selectiva de los residuos para facilitar las tareas de reciclaje.

MADERA Y DERIVADOS Bosques certificados
El Forest Stewardship Council (FSC) es un organismo internacional que certifica que los bosques se gestionan respetando el medio ambiente y los derechos humanos. Está integrado por asociaciones ecologistas, industrias de la madera, organizaciones indígenas e instituciones de certificación. Si se va a comprar un mueble o poner una madera en el suelo de la casa, es conveniente que lleve el certificado de este organismo. Es mejor que los muebles no estén tratados, barnizados o protegidos, con productos tóxicos.

El papel menos perjudicial para el medio ambiente es el que tenga en cuenta en su fabricación el origen de la fibra de su celulosa. Son aconsejables las fibras procedentes de residuos agrícolas y cultivos madereros.

Al usar el papel hay que hacerlo por las dos caras. No se debe olvidar llevar el papel y el cartón a un contenedor de reciclaje. Y prescindir de envoltorios innecesarios.

Lea el artículo original en:

El País - Sociedad

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