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6 de marzo de 2012

Con la edad dormimos mejor


dormir-grasaLas personas mayores sufren menos trastornos del sueño, según indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania (EEUU). El trabajo desmonta la creencia popular de que al envejecer dormimos menos, y peor.


Los científicos realizaron una encuesta telefónica a más de 150.000 personas adultas de diferentes edades a las que se les preguntó si tenían problemas para dormir o si se encontraban cansados por el día. Además, el análisis incluyó variables como la raza, educación, ingresos, estado de ánimo, salud, y tiempo trascurrido desde la última revisión médica.

Los resultados indicaron que las personas con problemas de salud y depresión sufren más problemas de descanso. Además, las mujeres padecen más trastornos de sueño que los hombres. Lo más sorprendente del estudio es que, en contra de lo esperado, la calidad del sueño es mayor a edades avanzadas, o al menos eso sentimos. "Incluso aunque las personas mayores duerman peor que las jóvenes, la percepción del propio descanso mejora con la edad", ha indicado Michael Grandner, uno de los autores del trabajo que se publica en la revista Sleep.

Fuente:

Muy Interesante

9 de diciembre de 2011

Hace 77.000 años, los humanos ya usaban ropa de cama, colchones y repelentes de insectos

Un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto camas de plantas preservadas y evidencias del uso de plantas repelentes de insectos de hace 77.000 años en un refugio de piedra en el sur de Africa.

Imagen de las excavaciones

Este descubrimiento, que se remonta 50.000 años más que los informes anteriores sobre ropa de cama conservada, ofrece una fascinante visión de las prácticas de comportamiento de los primeros humanos modernos en Africa.

El equipo, dirigido por el profesor Lyn Wadley, de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, en colaboración con Christopher Miller, de la Universidad de Tübingen, en Alemania, Christine Sievers y Marion Bamford también de Witwatersrand, y Pablo Goldberg y Francesco Berna de la Universidad de Boston en Estados Unidos, han descrito el descubrimiento en la revista científica 'Science'.

La ropa de cama antigua fue descubierta durante excavaciones en Sibudu, un refugio de roca en la provincia de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), donde Lyn Wadley, profesor de la Universidad de Witwatersrand, ha estado excavando desde 1.998. Por lo menos 15 capas diferentes contienen ropa de cama, de entre 77.000 y 38.000 años.

La ropa de cama se compone de capas de varios centímetros de espesor de tallos y hojas compactas de juncos, que se extienden durante, al menos, un metro cuadrado y un máximo de tres metros cuadrados en el área excavada. Christine Sievers, de la Universidad de Witwatersrand, identificó núculas de varios tipos de juncos utilizados en la construcción de dicha ropa de cama.

La ropa de cama, que se encuentra muy bien conservada, consiste en una capa de tallos de juncos y hojas fosilizados cubiertos por una capa delgada de hojas, identificadas por el botánico Marion Bamford como pertenecientes al Cryptocarya woodii; las hojas de este árbol contienen químicos insecticidas, adecuados para repeler a los mosquitos.

La selección de estas hojas para la construcción de camas sugiere que los primeros habitantes de Sibudu tenían un gran conocimiento de las plantas que rodean el refugio, y estaban al tanto de sus usos medicinales. Según Lyn Wadley, "los antiguos habitantes recogían juncos en el río uThongathi, situado justo debajo del lugar, y disponían las plantas en el suelo de la vivienda. La ropa de cama no se utilizaba sólo para dormir, sino que, además, proporcionaba una superficie cómoda para la vida y el trabajo".

El análisis microscópico de la ropa de cama, dirigido por Christopher Miller, profesor de Geoarqueología de la Universidad de T~bingen, sugiere que los habitantes reformaron la ropa de cama repetidamente durante el curso de la ocupación. El análisis microscópico demostró que los habitantes de Sibudu quemaban la ropa de cama después de su uso. "Se quemaba la ropa de cama usada posiblemente como una forma de eliminar las plagas", explica Miller.

La ropa de cama conservada también está asociada a restos de chimeneas y numerosos depósitos de cenizas. Hace 58 mil años, el número de chimeneas, ropa de cama y cenizas se incrementó dramáticamente; los arqueólogos creen que esto se debe a una ocupación intensiva. En el artículo, los arqueólogos sostienen que el aumento de la ocupación se corresponde con los cambios demográficos del momento, en Africa; hace 50 mil años, los humanos modernos comenzaron a expandirse fuera de Africa, sustituyendo a los seres humanos arcaicos de Eurasia, incluyendo a los neandertales.

Este descubrimiento se suma a una larga lista de importantes hallazgos en Sibudu en la última década, incluyendo conchas perforadas -utilizadas como cuentas- y puntas de hueso afilado -probablemente utilizadas para la caza.

Fuente:

La Razòn

7 de diciembre de 2011

Las personas que sufren insomnio son más puntuales

Las personas insomnes son mucho más puntuales que quienes duermen cada noche a pierna suelta. Es la conclusión a la que han llegado científicos alemanes y británicos tras realizar un experimento con más de 600 pacientes del laboratorio del sueño de la Universidad de Freiburg (Alemania). En concreto, los datos revelan que los insomnes llegan 4 minutos antes a las citas que las personas que duermen bien. Según los investigadores “se trata de una puntualidad obsesiva indicativa de una personalidad perfeccionista que podría ser una de las causantes del trastorno del sueño”. O tal vez es al revés: puede que sea el insomnio lo que provoca un exceso de perfeccionismo.

En cualquier caso, los autores del estudio, que se publica en la revista Journal of Sleep Research, sugieren que habría que comprobar si la psicoterapia para reducir el comportamiento obsesivo podría ayudar a combatir el insomnio, aunque eso suponga que los pacientes empiecen a llegar unos minutos más tarde a sus citas.

Muy Interesante

2 de octubre de 2011

El alumnado de primaria que duerme menos de nueve horas no rinde

Especial: Educación

Un estudio conjunto de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Ramón Llull ha investigado la relación entre las horas y los hábitos de sueño, y el rendimiento académico de los niños de seis y siete años. Los expertos señalan que dormir menos de nueve horas, acostarse tarde y de forma irregular afecta a sus competencias académicas generales.


alumnos

Un 69% de los estudiantes (de primaria) regresan a casa tres o más días a la semana después de las 9 de la noche o se acuestan al menos cuatro días semanales después de las 11 de la noche. Imagen: SINC.

“La mayoría de niños duerme menos horas que las recomendables para su desarrollo intelectual, lo que se ve agravado porque el déficit de sueño no es recuperable. Este es el primer estudio con muestra española que comprueba el efecto de la pérdida de horas de sueño y los malos hábitos en el rendimiento académico de escolares de educación primaria”, declara a SINC Ramón Cladellas, investigador de la Facultad de Psicología en la UAB.

"Los alumnos que duermen 8 o 9 horas tienen peor rendimiento que los que duermen de 9 a 11 horas"

Los autores del estudio, que publica la revista Cultura y Educación, evaluaron a un total de 142 alumnos de primaria (65 niñas y 77 niños) procedentes de diversos centros escolares y sin alteraciones patológicas que afectan al sueño. A través de un cuestionario presentado a los padres, los investigadores recogieron sus hábitos y horas de sueño nocturno y, paralelamente, valoraron una serie de competencias académicas: comunicativas, metodológicas, transversales y específicas.

“Si bien el conjunto de la muestra duerme cerca de 8 horas, el hábito de sueño nos indica que un 69% de los estudiantes regresan a casa tres o más días a la semana después de las 9 de la noche o se acuestan al menos cuatro días semanales después de las 11 de la noche. Asimismo, los alumnos que duermen 8 o 9 horas tienen peor rendimiento que los que duermen de 9 a 11 horas”, apuntan los expertos.

“Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, consideramos que dormir más de 9 horas y tener una adecuada rutina diaria favorece el rendimiento académico”, añade Cladellas.

El déficit de horas de sueño y los malos hábitos produjeron efectos negativos especialmente en las competencias más genéricas (comunicativas, metodológicas y transversales), fundamentales para el rendimiento académico. No obstante, en las competencias específicas, más relacionadas con aspectos cognitivos como memoria, aprendizaje y motivación, el efecto es menor y se ven alteradas sobre todo por pautas de sueño irregulares.

“De ese modo, la falta de horas distorsiona el rendimiento de los niños en el conocimiento lingüístico, en las reglas gramaticales y ortográficas, así como aspectos claves en la organización y compresión de textos, por citar algunos ejemplos. Son competencias básicas, de manera que si el alumno, debido a una falta de sueño desarrolla problemas en este aspecto, puede repercutir en todas las materias”, explica Cladellas.

Los autores concluyen que mantener una higiene de sueño adecuada a esta edad contribuye al desarrollo cognitivo positivo y sugieren el desarrollo de programas de prevención al respecto que empiecen por concienciar a los padres y maestros.

“Hoy en día existe una amplia preocupación porque los niños están muy pegados a la televisión, a las máquinas, a los videojuegos, pero no se le da la misma importancia a que tengan el hábito de irse a la cama siempre a la misma hora”, concluye Cladellas.

Fuente:Enlace

Agencia SINC

21 de septiembre de 2011

Bostezar sirve para enfriar la cabeza

¿Bostezas? Tal vez se debe a que tu cerebro está que arde. Según un estudio dirigido por Andrew Gallup, investigador de la Universidad de Princeton (EE UU), bostezar no es solo un indicador de fatiga o aburrimiento. De hecho, Gallup ha demostrado que la frecuencia con la que bostezamos varía según la estación del año, y que las personas bostezan menos cuando el calor al aire libre es mayor que la temperatura corporal, lo que tendría justificación si el bostezo sirve para que el cerebro regule su temperatura.

En experimentos con 160 sujetos, los científicos comprobaron que somos más propensos a bostezar en invierno, en comparación con el verano, cuando la temperatura ambiente es igual o superior a la temperatura corporal. "Cerca de la mitad de las personas en las sesiones de invierno bostezó, en comparación con menos de un cuarto de los participantes en verano", explica Gallup, que ha llegado a la conclusión de que las altas temperaturas externas no proporcionan ningún alivio para el cerebro recalentado, mientras que cuando hace más frío un bostezo sirve para que entre aire fresco y descienda la temperatura de nuestra cabeza.

“Nuestro estudio da soporte a la hipótesis termorreguladora del bostezo, que propone que abrimos la boca cuando la temperatura del cerebro aumenta, y que la consecuencia fisiológica es que nuestras neuronas se enfrían”, explica Gallup, que ha dado a conocer su trabajo en la revista Frontiers in Evolutionary Neuroscience. Al bostezar, el estiramiento de la mandíbula aumenta el flujo de sangre al cerebro, y la inhalación de aire más frío que el organismo permite el intercambio de calor con el entorno. “Es una ventana térmica”, añade el investigador, que advierte que bostezar cuando hace mucho calor en el exterior podría ser contraproducente.Enlace

Muy Interesante

1 de septiembre de 2011

El fin de un mito: Las plantas no asfixian


Seguro que alguna vez, siendo pequeños, os han dicho: no duermas con plantas, que te asfixian. ¿Por qué? ¿Acaso las plantas se vuelven asesinas a la luz de la luna? Nada de eso. Esta creencia popular se debe a un fenómeno fisiológico.

Las plantas realizan la fotosíntesis, por la que fabrican sus propios nutrientes; además, al igual que los animales, también respiran. A grandes rasgos son procesos contrarios: la fotosíntesis consume dióxido de carbono y produce oxígeno, y la respiración consume oxígeno y produce dióxido de carbono. La cuestión es que por la noche, al no haber luz, no ocurre la fotosíntesis pero sí la respiración vegetal.

Sabiendo esto, nuestras madres, abuelas e incluso el famoso Trivial Pursuit, nos dicen que si tenemos una planta junto a nuestra cama, podemos morir mientras dormimos, por falta de oxígeno. En algunas webs se desmiente esta afirmación, en otras se confirma (una de ellas es El Rincón del Vago). Por si no tenéis cerca a un experto en fisiología vegetal que os resuelva la duda, os voy a dar la clave de cómo podemos vencer a esas “asesinas nocturnas”: una calculadora.

Vamos a suponer que dormís en una habitación de 3 metros de ancho, 5 de largo y 3 de alto; imaginando que no hay nada más, tendríais 45000 litros de aire. Sabiendo que la proporción de oxígeno en la atmósfera es el 21%, en ese dormitorio habrá 9450 litros de oxígeno.

Una persona en reposo consume una media 3,5 mililitros de oxígeno por kilogramo en cada minuto; de modo que si pesais 70kg consumís 117,6 litros en 8 horas de sueño. Una planta del tamaño de una acelga, muy usada en estos experimentos, puede consumir 0,12 moles de oxígeno en el mismo tiempo… ¿y cuánto es eso? Nada más y nada menos que 2,69 litros de oxígeno.

Los números son claros, las conclusiones son las siguientes:

  1. No es peligroso dormir con una planta… ni con dos, ni con tres…
  2. Podéis dormir tranquilamente con vuestra pareja y, pasando calor, con otras 78 personas más.
  3. Cuidado con el Trivial Pursuit y El Rincón del Vago.


Tomado de:

Iguana Marina

3 de agosto de 2011

Dormir mucho afecta a la salud

En 1990 el grupo espñol de rock Siniestro Total creo una de sus mejores canciones: Camino de la Cama, una oda a todos los ociosos y dormilones del mundo. Letras sencillas e ingeniosas ¿por qué coño ya no se hacen canciones así? Disfrútenla:



La canción hacía notar las bondades de dormir, dormir y dormit todo el santo día. La canción se hizo con ánimos de meter vicio (o sea una sátira o una burla), pero, al parecer, dormir en exceso puede dañar, y dañar mucho, tu salud. Lea:

'Pequeño desnudo sobre una cama' de Steinlen ! El Mundo

'Pequeño desnudo sobre una cama' de Steinlen ! El Mundo

  • Dormir nueve o más horas puede aumentar el riesgo cardiovascular
  • Los desórdenes del sueño alteran la acción de las hormonas

"Si pudiera, me pasaría 22 horas al día durmiendo y las dos restantes produciendo", decía un exagerado Luis Buñuel seguramente al comprobar cómo sus sueños surrealistas eran un excelente reclamo en el cine. Pero ni las 22 horas con las que soñaba el cineasta... ni siquiera nueve. Y es que dormir más de la cuenta aumenta el riesgo de sufrir un problema cardiovascular.

Así lo asegura un estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad West Virginia tras analizar las encuestas de más de 30.000 pacientes estadounidenses escogidos aleatoriamente para ver qué relación tienen los hábitos de descanso con la salud cardiovascular. Y si ya se sabía que dormir cinco o menos horas no era bueno para el rendimiento y sí muy perjudicial para la salud, este estudio también demuestra que el no despegarnos de las sábanas es igualmente perjudicial.

"Mientras que dormir cinco horas o menos presenta un riesgo dos veces mayor de desarrollar problemas cardiovasculares en comparación con los que duermen las horas recomendadas -alrededor de las siete-, también se observa que dormir nueve o más horas hace que aumente en 1,57 veces este riesgo", explican los autores de este estudio.

Hoy no me puedo levantar

Este estudio se añade a otros análisis aparecidos en revistas como 'Sleep' que vienen a demostrar que el factor 'sueño' puede ser tan determinante en el desarrollo de una futura enfermedad cardiovascular como lo son otros tan conocidos como la obesidad o la hipertensión.

"En realidad todo está relacionado", explica el doctor José Luis Zamorano, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. "Cuando se duerme demasiado suele ser indicador de que existe ya una enfermedad. En el caso de los problemas cardiovasculares, suelen tener un efecto bidireccional, es decir, una enfermedad conocida es la apnea del sueño que puede producir hipertensión u obesidad, entre otros factores, que también son claves para desarrollar problemas cardiovasculares. Pero, además, muchas de las personas que sufren estas enfermedades pueden tener apnea del sueño. En definitiva, es un círculo vicioso", comenta.

Para el doctor Lorenzo Silva, cardiólogo de la Unidad Coronaria del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, lo más importante de descubrir que se duerme demasiado "es que funciona como un buen marcador de que hay algo que no funciona bien, por lo que se puede encontrar más población en riesgo", explica, aunque para la mayoría de los cardiólogos, y en cuanto al dormir se refiere, son las pocas horas de sueño su verdadera pesadilla.

"Dormir poco puede llevar a desarrollar cardiopatías, ya que esta práctica altera hormonas como el cortisol, que muchos especialistas llaman apropiadamente 'la hormona del estrés'. Ésta cambia los ritmos cardiacos generando glucemia, más lípidos y un aumento del síndrome metabólico", señala el doctor Zamorano. "Todo ello hace que una persona tenga un perfil claro cardiopático, desde enfermedades coronarias, pasando por las cerebrovasculares y, de no poner remedio, se puede hablar hasta de muerte", añade Silva.

Por ello, y recordando aquello de que 'en el término medio está la justa medida', los especialistas recomiendan entre siete a ocho horas para dormir: "Da igual que estemos en verano o no porque la calidad del descanso no es proporcional a que se duerma más o menos. Si verdaderamente no te puedes levantar de la cama, es que puede haber un problema serio", explican.

Fuente:

El Mundo Ciencia

2 de agosto de 2011

Dormir bien para recordar mejor

Siempre se ha escuchado que dormir antes de un examen es bueno. Si te has atiborrado de de café para estudiar la noche anterior, un buen descanso es necesario si no quieres estar estresado e impreciso. Además del obvio descanso, diversos estudios han demostrado que el dormir mejora la consolidación de la información aprendida, pero además, un nuevo estudio publicado recientemente ha demostrado que el dormir mejora la recuperación selectiva de esa información almacenada.


Para realizar dicho estudio, que se publica esta semana en la revista Journal of Neuroscience, los investigadores sometieron a los participantes a la memorización de pares de palabras (memoria declarativa), pares de imágenes (memoria visuo-espacial) o series específicas de pulsar botones (memoria motora). Después de las sesiones de aprendizaje, los participantes se sometieron a un test de destreza memorística. A continuación, el grupo fue dividido en dos: un grupo al que se le permitió dormir durante ocho horas, y otro que tuvo que permanecer despierto durante el mismo intervalo de tiempo. Dentro de cada subgrupo, a algunos de los miembros se les dijo que después iban a ser sometidos a un nuevo test de memoria, que finalmente fue realizado pasadas las ocho horas.

Los participantes que permanecieron despiertos obtuvieron unos resultados parecidos a los que habían obtenido en el primer test; de lo que se concluye que el esperar ocho horas despierto no provoca un olvido generalizado de lo que se ha aprendido, independientemente de si los participantes sabían o no que iban a ser sometidos a un nuevo test. En el grupo al que se les permitió dormir se encontraron dos tipos de resultados: los que no sabían que iban a ser sometidos a un test después de dormir, mantuvieron la misma puntuación; pero el subgrupo que sabía que iba a ser sometido a un nuevo test después de ocho horas de sueño, obtuvo unos resultados significativamente mejores, lo que sugiere que el dormir mejora la memoria, pero sobre todo cuando eres consciente de que vas a tener que utilizar la información aprendida.

Los investigadores también encontraron que la conciencia de que iban a ser sometidos a un nuevo test hizo que los participantes durmiesen de diferente manera. Para comprobar como era su sueño, a estos participantes se les gravó su actividad eléctrica cerebral mientras estaban durmiendo. Los electroencefalogramas (EEG) de los participantes fueron analizados, mostrando que los individuos que sabían que iban a ser sometidos a un examen al día siguiente pasaban más tiempo en una fase de sueño de onda lenta (fases 3 y 4 del sueño sin movimientos oculares rápidos (NMOR)), el cual es el tipo de sueño más profundo y que ha sido previamente asociado en otros estudios con una fase de consolidación de la memoria. Parece ser que el conocimiento previo de que va a ser necesario utilizar la información aprendida sugestiona de alguna manera al cerebro, el cual, para conseguir un mejor recuerdo, duerme más profundamente.

El mejorar la memoria es especialmente importante para los estudiantes, ya que tienen que adquirir una gran cantidad de conocimientos en un corto intervalo de tiempo, pero realmente es algo que afecta a todo el mundo, porque siempre es necesario recordar alguna nueva información, aprender una nueva destreza, recordar un viaje a un nuevo lugar. Los resultados obtenidos en este estudio llevado a cabo por el grupo del Dr. Jan Born del Instituto de Medicina Psicológica y Neurobiología del comportamiento de la Universidad de Tübingen (Alemania), sugieren que el hecho de tener en cuenta que en el futuro vamos a tener que utilizar los conocimientos aprendidos, mejora significativamente la consolidación de estos en nuestra memoria. Esto se consigue presumiblemente a través de un largo procesamiento de esos datos en la fase de onda lenta del sueño, lo que además, posiblemente nos permita dormir más profundamente.

Referencias

Wilhelm, I., Diekelmann, S., Molzow, I., Ayoub, A., Molle, M., & Born, J. (2011). Sleep Selectively Enhances Memory Expected to Be of Future Relevance Journal of Neuroscience, 31 (5), 1563-1569 DOI: 10.1523/JNEUROSCI.3575-10.2011

Fuente:

FISAUDE

1 de mayo de 2011

La gente inteligente es nocturna y duerme más tarde, según un estudio


Aunque se dice que la falta de sueño en los seres humanos y los animales puede llevar a la obesidad, presión arterial alta y una reducción en su expectativa de vida, hay pruebas que las personas con un nivel intelectual más alto tienden a ser más activos durante la noche y se duermen más tarde. Una amplia investigación de Satoshi Kanazawa y sus colegas de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, descubrió diferencias significativas en las preferencias del sueño-tiempo entre las personas dependiendo de su coeficiente intelectual.

Las personas con mayor coeficiente que ejercen una ocupación, profesión, con exigencia intelectual son más propensos a ser noctámbulos; mientras que aquellas con menor coeficiente tienden a restringir sus actividades al día, prefieren ir a la cama temprano y ser madrugadores.

Según Kanazawa, nuestros ancestros eran por lo general diurnos, pero un cambio hacia actividades nocturnas ha sido una nueva preferencia evolutiva, sobre todo en aquellos tipos de persona un poco más inteligentes, lo que se refleja en un mayor nivel de complejidad cognitiva y una manera de vivir distinta.

Sin embargo, no todo está bien con los que se queman las pestañas. Las personas que están dispuestas a quedarse hasta tarde son menos fiables y más propensas a sufrir de depresión, adicciones y trastornos de la alimentación, en comparación con los madrugadores que son relativamente más conscientes.

Aparentemente las preferencias de sueño en algunos casos obedecen a factores genéticos. Por ejemplo, en el caso de los animales, las vacas duermen con los ojos abiertos, algunas aves pueden dormir durante el vuelo o de pie, los delfines duermen con la mitad del cerebro despierto y los murciélagos necesitan 19,9 horas de sueño cada 24 horas.

Fuente:

Informe 21

24 de marzo de 2011

¿Está la siesta escrita en nuestros genes?


Esa costumbre tan celtíbera (yoga hispánico, lo llamaba el premio nobel Camilo José Cela) que es la siesta podría estar escrita en nuestros genes.

Desde que amanece hasta el mediodía, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta. Desde las 12 hasta las 3 de la tarde, sin embargo, el organismo experimenta una pequeña caída de su temperatura acompañada de cierta somnolencia.

Se ha especulado con que estas respuestas se deben a la necesidad de enfriar el cerebro, que (como el resto del cuerpo) ha ido acumulando calor a lo largo de toda la mañana. El cerebro por ello se vuelve poco eficiente y ha desarrollado mecanismos para recuperar su funcionalidad para el resto del día, tales como la propia inducción al sueño y el cese de actividad, pues ello contribuye a un descenso de la producción de calor por el organismo y, consecuentemente, a un descenso de su temperatura. Precisamente hoy se piensa que una de las funciones del sueño pueda ser la de enfriar el cerebro, sobrecargado por el trabajo al que se le somete durante el día.

Para Justin Blau, del Laboratorio de Genética de la Universidad de Rockefeller , en Nueva York, lo único que está claro es que hay una predisposición natural en el ritmo circadiano humano para dormir a media tarde, “pero eso no quiere decir que se tenga que dormir”. Según esta especialista, la siesta tiene sentido biológico, especialmente en climas cálidos, en los que los animales gastarían muchas energías tratando de estar frescos mientras están activos durante la mayor parte del día.

Para el doctor Emilio Rodríguez Sáez, de la Unidad de Sueño del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital General de Vigo, la siesta es natural y necesaria y recomendable para todos, salvo en contadas excepciones.

Un estudio realizado sobre los efectos de la siesta en los países industrializados desveló que para el 92,5% de los trabajadores, una cabezadita después de comer aumentaba la productividad, la creatividad y la capacidad para resolver problemas. Es decir, no sólo trabajan más sino mejor.

Eso sí, adictos a las siestas, tened cuidado: para que este sueño sea verdaderamente reparador, la siesta debe limitarse a 10 o 15 minutos. Es decir, el tiempo medio que dura el sueño superficial antes de entrar en el sueño más profundo o sueño REM.

Y es precisamente este primer tipo de sueño (el superficial) el que parece más eficiente y capaz de cubrir las necesidades de pérdida de calor por el organismo. El otro tipo de sueño más profundo, aquel que se conoce como sueño paradójico o sueño REM, produce una profunda relajación de todos los músculos del cuerpo y una desconexión del mundo que nos rodea, lo que conlleva al despertar una larga recuperación de la realidad de circundante y al tono muscular.

En Estados Unidos, científicos como el doctor William A. Anthony, director del Centro de Rehabilitación Psiquiátrica de la Universidad de Boston (EEUU), abogan por que la siesta se convierta en una práctica habitual. Pretende que las empresas se tomen en serio la siesta y se incorporen salas de descanso donde los trabajadores puedan reponer energías.

De momento, ya ha conseguido que haya un Día Nacional de la Siesta en el Trabajo que se celebró, por primera vez, el pasado 3 de abril, en EEUU.

Fuente:

Xataca Ciencia

22 de marzo de 2011

¿Entraña algún peligro dormir en una habitación con plantas?


Desde pequeño me han metido en la cabeza este miedo. Uno de esos miedos tipo “si miras muy de cerca la televisión te quedarás ciego”. Me refiero a que las plantas deberían sacarse de una habitación para dormir, sobre todo si hablamos de una habitación de hospital.

La razón de ello parece lógica: las plantas absorben dióxido de carbono y lo transforman en glucosa, liberando a su vez oxígeno. Pero al llegar la noche, hacen justo lo contrario: es decir, nos roban el oxígeno.

El primer proceso es la fotosíntesis, y necesita luz para llevarse a cabo. El segundo proceso es parecido al de otros seres vivos, es el metabolismo: usar los
nutrientes para producir energía. Consume oxígeno de la atmósfera y produce dióxido de carbono.

Hoy en día, al mirar atrás, recordamos con una sonrisa a tanta gente que sacaba sus geranios del dormitorio, olvidando dentro a enormes perros, hermanos y hermanas o compañeros de cama, los cuales, evidentemente, consumían mucho más oxígeno y hacían mucho más ruido que el pobre geranio que no se había metido con nadie.


Las plantas no son dañinas para la salud, usted no botaría a sus hijos fuera de la casa porque le roban el oxígeno ¿verdad? Entonces ¿por qué hechar afuera a una linda planta que "nos roba" muchísimo menos oxígeno?

Tomado de:

Xataca Ciencia

18 de marzo de 2011

Seis beneficios de dormir bien

Memoria y creatividad. Dormir ayuda a consolidar la memoria, pero también a reorganizar la información y a extraer los datos más relevantes, según un estudio reciente de la Universidad de Notre Dame (EE UU). De acuerdo con los autores, de este modo el sueño favorece que produzcamos ideas nuevas y más creativas.

Más atractivos. Dormir bien es un eficaz tratamiento de belleza, según un estudio publicado en la revista British Medical Journal. Sus autores, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), demostraron que las personas que han dormido bien durante la noche resultan más atractivas y más saludables que las personas que han estado privadas de sueño.

Una estrella del Guitar Hero. Un estudio realizado en la Universidad de Ontario (Canadá) el año pasado demostró que, después de una noche de sueño reparador, una persona mejora su habilidad en el aprendizaje de tareas motoras complejas como las que se necesitan para jugar al popular videojuego Guitar Hero III. Concretamente, el número de notas aprendidas aumenta hasta un 7% si descansamos.

Ni más ni menos. Dormir menos de 6-8 horas puede ser fatal para la salud, según revela un reciente estudio publicado en la revista Sleep, que ha estimado que reducir el descanso nocturno aumenta en 12% el riesgo de muerte prematura. Dormir nueve o más horas al día no perjudica la salud, pero suele ser un indicador de alguna enfermedad seria, sugieren los autores. Por su parte, científicos de la Universidad de California, en San Diego (EE UU), han demostrado que el secreto de una vida larga para las mujeres es dormir 6.5 horas.

Contra la obesidad. El descanso nocturno afecta al peso y al índice de masa corporal (IMC), como desmotró Nathaniel Watson, del Instituto del Sueño de la Universidad de Washington (EE UU) en estudios con gemelos. Concretamente, dormir más de la cuenta puede aumentar en 0,2 el IMC, mientras la falta de sueño lo aumenta hasta 1.4, favoreciendo la obesidad y el sobrepeso.

Siesta para el corazón. Echarse una siesta de 45 minutos durante el día puede tener beneficios para el sistema cardiovascular, según demostraron investigadores estadounidenses en un estudio publicado en la revista International Journal of Behavioral Medicine. Concretamente, los experimentos demostraron que la presión arterial se mantiene más baja si dormimos siesta frente a si no lo hacemos, especialmente cuando los sujetos se someten a estrés psicológico. Y que los problemas de hipertensión se reducen.

Fuente:

Muy Interesante

7 de febrero de 2011

El cerebro almacena sólo los recuerdos útiles durante el sueño

La corteza prefrontal y el hipocampo “deciden” qué información retener y cuál olvidar

Después de una noche de profundo descanso, la gente recuerda mejor la información obtenida durante el día, pero sólo si sabe de antemano que dicha información le resultará útil en un futuro, revela un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Lübeck, en Alemania. Según los investigadores, durante la vigilia la corteza prefrontal del cerebro “etiquetaría” los recuerdos potencialmente relevantes y, durante la noche, serían estos recuerdos los únicos que el hipocampo consolidaría en nuestra memoria.

spués de una noche de profundo descanso, la gente recuerda mejor la información obtenida durante el día, pero sólo si sabe de antemano que dicha información le resultará útil en un futuro.

Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de Lübeck, en Alemania, y cuyos resultados han aparecido publicados en The Journal of Neuroscience.

El descubrimiento sugiere que el cerebro evalúa nuestros recuerdos y retiene mientras dormimos preferentemente aquéllos que nos resultarán más relevantes.

Lea el artículo completo en:

Tendencias21

25 de enero de 2011

Dormir refuerza nuestra memoria

Investigadores suizos demostraron que las partes del cerebro que se activaban para fijar un recuerdo son distintas mientras se duerme a cuando se está despierto.

Recordar mientras dormimos es mucho más efectivo que hacerlo mientras estamos despiertos, según demuestra un estudio llevado a cabo por la Universidad de Basilea, Suiza y publicado por la revista Nature en su versión en internet.

Según los especialistas encabezados por el investigador Björn Rasch, reactivar un recuerdo mientras dormimos podría fijarlo mejor mientras que hacerlo durante la vigilia lo desestabilizaría.

En el estudio, los especialistas entrenaron a los participantes en "memoria espacial". Estos aprendieron a relacionar un olor con la localización de un objeto en una cuadrícula, de forma que al sentir el olor recordarían inmediatamente dónde se encontraba el objeto.

Una vez fijado el nexo olor-objeto, esta reactivación del recuerdo se practicó en algunos participantes mientras dormían, liberando en ese momento el olor en cuestión, y en otros, haciéndolo mientras se encontraban despiertos.

Tras este experimento descubrieron que los sujetos a los que se les había reactivado así la memoria durante el sueño recordaban luego con más precisión la localización del objeto.

Por otro lado, el recuerdo de los participantes que habían sido sometidos a la prueba mientras estaban despiertos había perdido intensidad y resultó ser más débil que en el caso del otro grupo.

Para documentar mejor su descubrimiento, los especialistas realizaron una resonancia magnética funcional a los pacientes. Así demostraron que las partes del cerebro que se activaban durante el recuerdo eran distintas dependiendo de si el sujeto dormía o no.

El hallazgo podría tener implicaciones clínicas en el campo de la neurociencia para el tratamiento de diversos transtornos como el estrés post-traumático.

Lee artículo completo (en inglés)

Fuente:

El Universal (México)

14 de agosto de 2010

¿Qué es la sexomnia?

Se denomina así a cualquier comportamiento sexual que se produce estando dormido. Pese a que no hay estadísticas, existen algunos casos documentados. En 2004, el médico australiano Peter Buchanan relató el episodio de una paciente que, aunque tenía pareja estable, se iba de casa sonámbula y mantenía relaciones con extraños. Y en 2005 salió en la prensa el caso de un hombre que fue procesado por violar a la mujer con la que dormía. Su defensa alegó que padecía trastornos del sueño y sonambulismo agudo, y la sentencia contempló la sexomnia como atenuante.

A veces, los compañeros de cama de los sexomnes optan por dormir separados para no ser molestados, aunque algunos han confesado que el sexo con su pareja dormida es mejor que cuando está despierta. En todo caso, se empieza a considerar un trastorno serio entre cuyas causas se barajan la epilepsia y el consumo de drogas y alcohol.

Fuente:

Muy Interesante

10 de agosto de 2010

¿Porqué hay quien duerme pese al ruido, y quien se despierta con el sonido más leve?

Se trata de un proceso del cerebro que bloquea cualquier sonido durante el sueño, aunque no posee la misma efectividad en todas las personas



¿Porqué hay quien duerme pese al ruido, y quien se despierta con el sonido más leve?
Este proceso se podría estimular mediante terapias, medicamentos o dispositivos
Los científicos acaban de descubrir el secreto que hay en el hecho de que haya personas capaces de mantener el sueño aun cuando se está expuesto a distintos ruidos, y personas que deban permanecer velando toda la noche por el más leve sonido.

Las conclusiones de los experimentos apuntan a que se trata de un proceso diseñado por el propio cerebro para bloquear cualquier sonido que pueda producirse durante el tiempo de sueño; sin embargo, este proceso no tiene la misma efectividad en todos los individuos por igual.

El estudio publicado en la revista Current Biology por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard considera que a través de distintas terapias, medicamentos o dispositivos electrónicos incluso, sería posible estimular este proceso.

En el experimento participaron doce voluntarios en una clínica del sueño durante tres noches. Durante la primera noche, los individuos pasaron la noche en total calma, pero durante la segunda y tercera noches, se les sometió a distintos ruidos, como el ruido de aviones, automóviles transitando por la calle, un teléfono sonando, etc.

Durante este tiempo, los voluntarios eran sometidos a electroencefalografías (EEG), que registraban la actividad cerebral, gracias a las cuales se identificaron “ejes” o “husos” del sueño, un tipo de onda cerebral que – según se cree – bloquea cualquier información sensorial captada por el cerebro mientras dormimos, incluidos los sonidos.

De modo que, quienes registraron mayor número de husos del sueño, tenían mucho más posibilidades de permanecer dormidos durante la segunda y tercera noche del experimento, sin percibir sonido alguno. Incluso, hubo quien confesó no hacer sido consciente del ruido en absoluto.

Fuente:

Mi Morelia

13 de julio de 2010

El cerebro se recarga energéticamente durante las primeras fases del sueño


Martes, 13 de julio de 2010

El cerebro se recarga energéticamente durante las primeras fases del sueño

En las fases iniciales del sueño, los niveles de energía se incrementan drásticamente en regiones del cerebro que se han descubierto activas durante las horas de descanso. Por tanto, una oleada de energía celular durante el sueño recargaría al cerebro para que éste pudiera llevar a cabo los procesos corrientes de la vigilia.


Esto es lo que revelan los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Harvard Medical School de Estados Unidos. Hasta ahora, se sabía que el descanso nocturno suponía importantes beneficios para el cerebro, pero las evidencias de estos mecanismos biológicos beneficiosos, subyacentes al sueño, no habían podido establecerse.

Los investigadores midieron los niveles de adenosina trifosfática (ATP), que es un tipo de energía química de las células, en ratas. Así, descubrieron que los niveles de ATP en cuatro áreas del cerebro normalmente activas durante la vigilia se incrementaban en estos roedores durante las horas de sueño no-REM. Al mismo tiempo, el resto de la actividad cerebral decrecía.

Los científicos deducen, a partir de estas mediciones, que el sueño es necesario para que la energía ATP surja, y que si las ratas se mantuvieran despiertas, dicho incremento energético no se produciría y, en consecuencia, tampoco el proceso restaurativo cerebral que acompaña al sueño.

Más información

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Tendencias 21

10 de junio de 2010

¿Dormir bien nos hace ver las cosas de otro color?

Jueves, 10 de junio de 2010

¿Dormir bien nos hace ver las cosas de otro color?




Un reciente estudio estadounidense revela que, después de dormir una media de 7,7 horas, vemos los colores que nos rodean tal como son. Sin embargo, a medida que avanza el día y aumentan las horas de vigilia, nuestra percepción de los colores cambia, y percibimos el gris neutro como ligeramente verdoso o ligeramente rosado, en función de la persona y su estado de ánimo.

“Pasar horas despiertos nos hace clasificar progresivamente colores neutros como si tuvieran un tono de color, mientras que dormir nos devuelve a la neutralidad en las percepciones”, explica Bhavin Sheth, investigador de la Universidad de Houston en Texas, que ha presentado sus conclusiones en la conferencia SLEEP 2010, que celebra cada año la Asociación Americana de Medicina del Sueño.

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Muy Interesante

4 de mayo de 2010

El sueño, clave de una vida larga

Martes, 04 de mayo de 2010

El sueño, clave de una vida larga

¿Quiere vivir una larga vida? La clave, según una investigación llevada a cabo en China, es dormir bien.

Gemelas chinas de 104 años

China tiene la mayor población de ancianos en el mundo.

La investigación, la primera que analiza el impacto del sueño en la longevidad, estudió a una amplia población de más de 15.600 personas mayores de 65 años, incluidos 2.800 mayores de 100 años.

Más de 65% de los participantes informaron que su calidad de sueño era "buena" o "muy buena" con un promedio de 7,5 horas de sueño diarias.

Y entre los ancianos de 100 años o más, esta cifra aumentó a 70%, afirma el estudio publicado en la revista Sleep.

Tal como explican los científicos de la Universidad Estatal de Portland, Oregon, Estados Unidos, quienes llevaron a cabo el estudio, China -con 1.300 millones de habitantes- cuenta con la mayor población de ancianos del mundo, por eso el país era "un recurso ideal" para estudiar los factores de una longevidad sana.

Según cálculos del Banco Mundial en China viven cerca de 40,5 millones de personas de 75 años o más.

Buena salud

En el estudio los científicos pidieron a los participantes que respondieron a un cuestionario sobre la calidad y duración de su sueño, incluidas las siestas tomadas durante el día.

Después se compararon esos datos con los registros sociodemográficos y de salud de los participantes.

Los resultados mostraron un vínculo entre la peor calidad de sueño y los problemas de salud.

Se encontró que los participantes que dijeron tener mala salud mostraron 46% menos probabilidades de dormir bien.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia & Tecnología

2 de mayo de 2010

¿Por qué no necesitamos beber agua mientras dormimos?

Domingo, 2 de mayo de 2010

¿Por qué no necesitamos beber agua mientras dormimos?


Normalmente el cuerpo regula su contenido en agua equilibrando la ingesta de líquidos (a través de la sed) y su eliminación (mediante la producción de orina). Cuando la cantidad de agua en sangre es baja, por ejemplo tras un exceso de sudoración o por pérdida de sangre debido a una hemorragia, el centro de la sed se estimula. Y hasta que el equilibrio se restablece, unas células llamadas osmosensoriales ordenan la liberación por el hipotálamo de vasopresina, una hormona antidiurética que da orden al cuerpo de retener todo el líquido posible.

Investigadores del Centro de Salud de la Universidad McGill en Quebec (Canadá) han comprobado que, durante el sueño nocturno, nuestro reloj interno, situado en una estructura del cerebro conocida como núcleo supraquiasmático, induce un aumento considerable los niveles de vasopresina. Esto hace que retengamos suficiente agua e impide que nos deshidratemos en el tiempo de descanso sin necesidad de beber, según publican en la revista Nature.

Fuente:

Muy Interesante
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