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20 de noviembre de 2012

El calentamiento global en la mira del Banco Mundial

La Humanidad abrió la Caja de Pandora: Pandora tenía una caja que le dieron los dioses, con órdenes de nunca abrirla. En esa caja estaban todos los males, y también todos los bienes. Pandora abrió la caja y todos los bienes y los males se fueron volando. Los bienes regresaron con los dioses, y los males se quedaron entre los hombres. Sólo la esperanza se quedó dentro de la caja.

Gases de efecto invernadero

Ni la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero impedirá el aumento de la temperatura.

El Banco Mundial advirtió que las temperaturas globales podrían aumentar en 4°C para fines de este siglo, a menos que se tomen más acciones sobre el cambio climático.

Un informe comisionado por el banco dice que el mundo se enfrenta a un aumento del nivel de los mares, escasez de alimentos y clima más extremo, siendo los países pobres los más afectados.

Agrega que un aumento de la temperatura de 3°C es probable incluso si todos los países logran sus objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, expresó que la pobreza nunca se acabará, a menos que el mundo enfrente el cambio climático.

Fuente:

BBC Ciencia 

Récord de gases de efecto invernadero en la atmósfera

Antorchas de refinería emitiendo gases. | Efe

Antorchas de refinería emitiendo gases. | Efe
La concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero, el principal acelerador del cambio climático, alcanzó nuevos récords históricos en 2011, ha revelado este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La presencia de dióxido de carbono y de otros gases de larga duración con la propiedad de retener el calor son la causa del aumento del 30 por ciento del efecto de "reforzamiento radiactivo", a partir del cual se explica el calentamiento del planeta.

Según el último boletín anual de la OMM sobre esos gases, presentado en Ginebra, desde la era preindustrial (1750) se han emitido a la atmósfera cerca de 375.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, de los que la mitad permanece en la atmósfera, mientras que el resto ha sido absorbido por los océanos y la biosfera (los seres vivos de la Tierra).

Los millones de toneladas de carbono en la atmósfera "permanecerán en ella durante siglos, lo que provocará un mayor calentamiento de nuestro planeta e incidirá en todos los aspectos de la vida en la Tierra", advirtió al presentar el boletín el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

"Aunque detuviéramos las emisiones mañana, lo que sabemos que no es posible, tendremos estos gases en la atmósfera por miles de años", agregó, para enseguida señalar que no sólo su concentración aumenta, sino que el ritmo al que lo hace se acelera cada vez más , de manera exponencial.

No aseguran la absorción futura de los gases

Peor aún, los científicos no pueden asegurar que el planeta seguirá teniendo la capacidad de absorber las cantidades de carbono y otros gases que también contribuyen al cambio climático, como ha sucedido hasta ahora.

"Ya hemos observado que los océanos se están volviendo más ácidos como consecuencia de la absorción de dióxido de carbono, lo que puede repercutir en la cadena alimenticia submarina y los arrecifes de coral", dijo Jarraud.

En ese sentido, admitió que la ciencia aún no tiene una plena comprensión de las interacciones entre esos gases, la biosfera terrestre y los océanos.

La principal fuente de carbono en su forma de dióxido es la quema de combustible fósil, como petróleo y gas, y el uso de la tierra (deforestación de bosques tropicales).

El dióxido de carbono es el más abundante de los gases de efecto invernadero de larga duración y su concentración actual representa un 40 por ciento más que en la era preindustrial, pero el metano y el óxido nitroso también juegan un papel en este fenómeno.

Fuente:

El Mundo Ciencia 

14 de noviembre de 2012

La química de las trincheras

Queridos lectores, hoy vamos a hablar de uno de los capítulos oscuros de la historia de la ciencia, pues debemos conocer los errores del pasado para evitar volver a repetirlos. No es raro oír hablar sobre los daños producidos por la ciencia en el desarrollo de las armas nucleares, pero sin embargo, pocos parecen recordar el importante papel que ha jugado, y aún juega, la guerra química.

El primer obstáculo al que nos enfrentaremos será fechar el inicio del uso de la química en los conflictos armados. Desde tiempos inmemoriales se han empleado venenos en la guerra (untados en flechas, para emponzoñar el agua, etc…). También tenemos indicios de que se han empleado sustancias químicas, esparcidas en forma de polvo, en abordajes a barcos, o para asfixiar a enemigos ocultos en túneles. O, por poner un célebre ejemplo, el fuego griego. Por tanto, vamos a iniciar este artículo remontándonos a la Primera Guerra Mundial, primer conflicto en el que estas armas empezaron a ser usadas de forma considerable, y con la característica que se trataba de sustancias químicas sintetizadas artificialmente.


En agosto 1914, las tropas francesas lanzaron granadas rellenas de bromuro de xililo, un gas lacrimógeno, con la intención de incapacitar a los enemigos. Esta acción da comienzo al uso de las sustancias químicas en la guerra. Apenas unos meses más tarde, Alemania (pese a que anteriormente había firmado un tratado en el que se comprometía a no utilizar armas químicas) lanzó más de 18.000 obuses llenos de bromuro de xililo sobre el frente ruso… fallando estrepitosamente en cuanto este, por las temperaturas, se congeló.

NOTA: Para los no muy duchos en historia, os recuerdo que la Primera Guerra Mundial se libró entre la Triple Alianza (Alemania, Austrohungría e Italia) y la Triple Entente (Francia, Reino Unido y Rusia).

Sin embargo, este fallido ataque sólo llevaría a Alemania a desarrollar armas químicas más potentes y efectivas, proceso en el que destaca el químico Fritz Haber. Gracias al proceso Haber (por el que recibió el Premio Nobel), capaz de producir amoniaco a partir del  nitrógeno de la atmósfera, Alemania pudo obtener nitratos para sus explosivos. Pero su contribución a la guerra no acabaría ni mucho menos aquí, como pronto veremos.

El primer gas letal empleado en las trincheras fue el cloro. El 22 de abril de 1915 (primera batalla de Ypres), las tropas alemanas arrojaron 160 toneladas de cloro sobre el frente en Bélgica, logrando la retirada de los franceses. Sin embargo, debido al temor de los soldados alemanes por el gas, no fueron capaces de avanzar, siendo recuperado el terreno por los refuerzos de la Triple Entente.

El cloro producía daños al ser inhalado, ya que puede formar ácido clorhídrico en las mucosas de los pulmones. Sin embargo, es fácilmente detectable (desprende un fuerte olor y forma una nube amarillo-verdosa fácilmente visible):


Se cuenta que en la batalla de Ypres, un oficial médico se percató que el gas lanzado por las tropas alemanas era cloro, y para protegerse frente a este gas, ordenó a los soldados orinar sobre un pañuelo y colocárselo delante de la boca, debido a que los compuestos de la orina reaccionarían con el cloro, cristalizándolo, de modo que se previniese la inhalación.

Pese a los remilgos iniciales, el ejército británico adoptó rápidamente estas técnicas, siendo favorecidos por las condiciones atmosféricas (la dirección de los vientos del frente favorecía que los gases llegaran al frente aliado).

La siguiente arma química utilizada es el fósgeno, que además de producir quemaduras químicas, es enormemente tóxico. Presenta la ventaja frente al cloro de ser incoloro y de producir un olor menos llamativo; en ocasiones se mezclaba fósgeno con cloro, para aumentar la densidad y facilitar la difusión del primero. Esta mezcla era conocida como Estrella Blanca entre los soldados aliados.

Otra desventaja del fósgeno es que sólo producía efectos 24 horas después de la exposición, aunque esto también pudo ser beneficioso para los soldados aliados.

Con la aparición del fósgeno se desarrollaron los primeros cascos antigás, bastante simples. Constaban de una protección ocular, y el resto del casco no se diferenciaba mucho de una bolsa impregnada con sustancias químicas cuya función era neutralizar el gas.

Sin embargo, el más peligroso (y tristemente célebre) agente químico usado es el gas mostaza, que se llama así por su olor a mostaza. En contacto con la piel produce dolorosas ampollas, efecto parecido al que produce al ser inhalado, asfixiando a la víctima de una forma enormemente dolorosa. El creador de este gas es, como no, Fritz Haber.

Este gas era lanzado en las trincheras en forma líquida (debajo de 21ºC), en la que es inofensiva; sin embargo, al evaporarse dentro de las trincheras, causaba la muerte al que no pudiese escapar a tiempo. Este gas, cuya estructura química vemos a continuación, es responsable de miles de muertes sólo en la Gran Guerra:


Otro gran problema del gas mostaza era la dificultad de protegerse: durante la Gran Guerra, no se encontró un medio efectivo de guarecer a los soldados contra éste.

Según los datos que hemos consultado, se estima el número de muertos totales de la Primera Guerra Mundial en 9.906.000. De esos casi 10 millones, “sólo” 85.000 soldados perecieron debido a los gases usados en la Gran Guerra. Sin embargo, las armas desarrolladas serían responsables de muchas muertes en futuras guerras… pero eso, pertenece a otro capítulo (sí, siempre quise decir esto) de nuestra serie sobre la guerra química.

Tomado de:

¡Atrapen el dióxido de carbono!


Este gas, el CO2, tiene muy mala prensa... Aunque no es el más influyente, es uno de los gases de efecto invernadero (GEI) y del que más se suele hablar junto al metano. Ya explicamos en otra ocasión que el vapor de agua, aparentemente inocuo, es mucho más peligroso para dicho efecto, y encima la tasa de evaporación es algo que no podemos controlar. Quizá la mala fama de este gas venga de que, a pesar de que hay fuentes naturales que lo producen, los seres humanos somos responsables en buena medida del aumento exponencial desde la Revolución Industrial. Por eso, se han planteado medidas para disminuir las emisiones de GEI, pero también de capturar el dióxido de carbono que se produce en las industrias. 


Para ello, se buscan lugares que puedan servir para "secuestrar" este gas. Se pensó en recurrir a los océanos, porque el dióxido de carbono es soluble en el agua, y buena parte del que emitimos entra en contacto con la superficie marina... generando algunos problemas medioambientales. El agua, en contacto con el gas, forma HCO3 (ácido carbónico) que provoca una progresiva acidificación del agua de los océanos. Esto no solo influye en la flora y fauna marinas sino que disminuye la solubilidad de dióxido de carbono. Es decir, que el mar que hasta ahora se mostraba como un aliado en paliar los efectos del gas, en poco tiempo estará fuera de juego...

Otra posibilidad, es "secuestrarlo" en organismos vivos, en concreto en las plantas (que por la fotosíntesis toman dióxido de carbono del ambiente), sin embargo, se sabe que esto no tiene un efecto grande a nivel global, a no ser que se trate de un bosque joven en crecimiento. Por eso, algunas compañías petrolíferas (me suena que BP), evitan pagar las tasas por emisión de dióxido de carbono, plantando árboles. 

Se ha considerado la posibilidad de almacenarlo en las bolsas petrolíferas ya explotadas (vacías), pero esta medida también tiene sus inconvenientes. Por un lado, que el dióxido de carbono es un gas, por lo que habría que buscar una manera eficaz de transportarlo sin que "se escape" a la atmósfera, así que se condensa y se lleva en camiones... lo que supone un riesgo considerable teniendo en cuenta que si se produjera un accidente el dióxido de carbono se encuentra muy condensado como para resultar tóxico para el hombre y el ecosistema. Además, una vez "secuestrado" en la ex-bolsa de petróleo se impone que en ese terreno han de evitarse las excavaciones que pudieran llevar a liberar de golpe una enorme cantidad del gas... En Ràdio Barcelona, en la sección de Amazings del programa "Qué feu que no dormiu?" de la cadena SER anunciaban que podría tener consecuencias en las placas tectónicas que conforman nuestro querido planeta y provocar movimientos sísmicos. Decían que haciendo un uso adecuado de esta técnica, no tendría por qué ocurrir nada, pero es otro riesgo a tener en cuenta.

Desde mi punto de vista, lo mejor sería evitar las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera utilizando fuentes de energía renovables, y en el caso de emitir este gas usarlo como monómero en la fabricación de útiles y productos. No es tan sencillo pero con el tiempo seremos capaces (esperemos que no sea demasiado tarde). También se postula que si en vez de usar fuentes de energía fósiles (carbón y petróleo) empleásemos biomasa, es decir los residuos de explotación forestal y ganadera el balance emitido de dióxido de carbono sería nulo, puesto que estaríamos emitiendo lo que la biomasa "había tomado". En fin, que tenemos un largo camino por recorrer.

Fuente:

Esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión

29 de octubre de 2012

Atención revoltosos: Anonymous reveló la fórmula para recuperarse de las lacrimógenas

Si siempre haces huelga, te encantan los paros y no dejas de asistir a cualquier manifestación o protesta, sabrás que todo puede terminar en una pelea con la policía donde se meta harto palo y bastante gas lacrimógeno. Contra los golpes solo debes correr (o aguantar, nomás), pero Conocer Ciencia te brinda ahora, y por cortesía de Anonymous, la recta contra el gas lacrimógeno. 

Si te gustan las protestas lee, y si no te gustan... también (el conocimiento nuca está demás):

El grupo de hackers publicó un instructivo donde explica que haciendo una mezcla con agua y un antiácido líquido, se pueden contrarrestar los efectos del gas usado en las protestas . El médico de la Universidad de Chile Andrei Tchernitchin, dijo que efectivamente esta formula sirve y que incluso se puede hacer con bicarbonato, que es más barato. 





Lo que se necesita para hacer el remedio. 




El equipo que se necesita para hacerle frente al gas lacrimógeno.

No es raro ver que en las protestas algunos carabineros se recuperan del efecto de los gases lacrimógenos rociándose un producto en la cara. Esa fórmula dejó de ser desconocida, pues el colectivo de hackers Anonymous publicó en Europa cómo hacer ese antídoto de forma casera. La receta circula cada vez con más fuerza en la red, y por las dudas, un toxicólogo confirmó a soychile.cl, que la mezcla sí es efectiva.

En el instructivo explican que la mezcla de agua con el antiácido líquido Maalox o Almax, ayuda para contrarrestar las molestias que produce el gas lacrimógeno, como la irritación y el ardor en los ojos y la garganta.

El jarabe se vende en las farmacias chilenas y un frasco de 180 ml. cuesta un poco más de $ 4 mil.

Según Anonymous, la mezcla ha sido usada con éxito en las protestas griegas e incluso afirman que, según un estudio de la Universidad de San Francisco, el medicamento también es efectivo para contrarrestar los efectos del gas pimienta.

Según el médico toxicólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Andrei Tchernitchin -quien el año pasado aseguró que las bombas lacrimógenas ocupadas por Carabineros eran abortivas- dijo que la fórmula sirve y que no provoca ningún daño para la salud.

"Yo sé que cualquier alcalino sirve para protegerse de los efectos de las bombas lacrimógenas (...) éstos ayudan a que se descomponga el gas", dijo Tchernitchin.

Incluso dio un dato: el bicarbonato, afirmó, tiene el mismo efecto y es más barato. "Los Carabineros usan bicarbonato (…) a mí me trajeron una muestra de lo que ocupan Carabineros. No puedo decir si es uno sólo o es una política de la institución, pero usan bicarbonato”.

En farmacias, los 100 gramos de bicarbonato cuestan cerca de $ 1.000.

La guía de autodefensa dice:

1. Busca una botella spray de tamaño adecuado y lávala bien.

2. Llena una mitad de la botella con antiácido líquido (Maalox o Almax).

3. Llena la otra mitad con agua.

4. Ante la exposición al gas, rocíate los ojos y la boca, y traga.

»Ver más de #Anonymous

Fuente:


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28 de octubre de 2012

Los técnicos de la NASA que murieron sosegadamente



Trasladémonos a la sede central de la NASA en Cabo Cañaveral, concretamente al 19 de marzo de 1981. Cinco técnicos están desmontando un panel de una nave espacial de simulación para introducirse en una estrecha cámara trasera situada sobre los motores. Se estaban limitando a hacer un chequeo rutinario de los sistemas.


Y de repente, sin previo aviso, los cinco técnicos se desmayaron. Era la primera vez que la NASA podía perder una vida desde 1967, cuando tres astronautas habían muerto quemados durante un entrenamiento de Apolo I. ¿Cuál podía haber sido el desencadenante de tamaña catástrofe?

Precisamente era un efecto secundario de aquel desastre del Apolo I. La NASA, desde entonces, había decidido emplear gases inertes siempre que fuera necesario, a fin de evitar en lo posible otro incendio.
Lo explica así Sam Kean en su libro La cuchara menguante:
En 1981, durante la misión Columbia, llenaron cada uno de los compartimentos que pudieran producir chispas con nitrógeno inerte (N sub2). La electrónica y los motores funcionan igual en una atmósfera de nitrógeno, y si salta una chispa, la apaga el nitrógeno, que tiene una forma molecular más fuerte que el oxigeno. Los trabajadores que entran en un compartimento inerte simplemente tienen que llevar una máscara de gas o esperar que se extraiga el nitrógeno y sea reemplazado por aire respirable, una precaución que no se tomó el 19 de marzo.
Lo que hace el nitrógeno es impedir que las neuronas y las células cardíacas absorban nuevo oxígeno, además de que roba el poco oxígeno que las células guardan para los momentos de escasez. Afortunadamente, no murieron los cinco técnicos, sino dos: John Bjornstad y Forrest Cole. Los otros salvaron la vida por muy poco, gracias a que los socorristas actuaron con celeridad.
Para ser justos con la NASA, hay que decir que durante las últimas décadas el nitrógeno también ha asfixiado a mineros en túneles y a trabajadores que operaban bajo tierra en aceleradores de partículas, y siempre en las mismas circunstancias, que parecen salidas de una película de terror. La primera persona que entra se desploma en segundos sin razón aparente. Una segunda y, a veces, tercera persona corren a asistirlo y sucumben también. Lo más terrorífico es que nadie lucha antes de morir. Nunca se presenta el pánico, pese a la falta de oxígeno. Eso le parecerá increíble a cualquier que haya estado atrapado bajo el agua. El instinto por no asfixiarnos nos empuja a la superficie. Pero nuestro corazón, pulmones y cerebro carecen en realidad de una forma de detectar el oxígeno. Estos órganos sólo juzgan dos cosas: si estamos inhalando algún gas, cualquier gas, y si estamos exhalando dióxido de carbono.
El nitrógeno burla este sistema. Es inodoro, incoloro y no produce ninguna acumulación de ácido en nuestras venas. 

Fuente:

30 de agosto de 2012

El deshielo del Ártico liberará 44 millones de toneladas de carbono a la atmósfera

Imagen de archivo de grietas en el Ártico. | NASA/JPL-Caltech
Imagen de archivo de grietas en el Ártico.
La descongelación de placas de hielo desde la era Glacial en el Océano Ártico provocará la emisión de 44 millones de toneladas de carbono a la atmosfera, diez veces más de lo que se creía hasta ahora y una emisión masiva de gases de efecto invernadero, según un estudio de la Universidad de Estocolmo, cuya coautora Laura Sánchez-García trabaja actualmente en el Institut Català de Ciències del Clima.

El trabajo, que publica 'Nature', constata que el aumento de temperaturas medias en el Ártico está causando ya la descongelación del permafrost -la capa de suelo helado- durante más tiempo en verano y a mayor profundidad, en un proceso que "está firmemente en marcha".

En declaraciones a Europa Press, la coautora del estudio ha explicado que este aumento de la temperatura, que es de un 1,5 grados en España y el doble en el Ártico, acarrea consecuencias en el deshielo progresivo de placas congeladas hace 40 millones de años y que acumulan carbono que hasta ahora estaba inactivo.

Depósitos de carbono protegidos por el hielo

Con el deshielo "se activan depósitos de carbono anteriormente protegidos por el hielo", que se traducirán en una emisión de carbono, la mayoría en forma de CO2, pero también de metano, ha advertido la investigadora.

Los investigadores, que realizaron una extensiva campaña de recogida de muestras en 2008 con el análisis de 200 sedimentos marinos, 130 estaciones y 50.000 litros de agua, señalan que el carbono orgánico contenido en el permafrost ártico sugiere que aproximadamente dos tercios de este carbono se escapará a la atmosfera directamente.

"La relevancia de este estudio radica en la envergadura de una campaña de muestreo y estudio 'in situ' sin precedentes por la extensión y la cantidad de muestras recogidas", ha señalado la científica.

Para la investigadora, es sumamente importante estudiar la interacción entre el calentamiento climático y las emisiones de depósitos de carbono contenidos en la costa y el permafrost submarino.

En contra de lo que se creía, la erosión del Yedoma -tipo de suelo ártico rico en hielo y carbono orgánico- aporta la mayor proporción de carbono orgánico acumulado en los sedimentos marinos, en comparación con fuentes marinas o fuentes terrestres de origen fluvial.

Fuente:

El Mundo Ciencia

24 de agosto de 2012

Las nanopartículas, un temor grande para las cosechas


La soja es una de los cultivos más extendidos en todo el mundo.

Científicos alegan que un par de sustancias químicas ampliamente usadas, con forma de "nanopartículas", pueden extenderse en las cosechas y afectar su crecimiento y la fertilidad del suelo.

A pesar de que el uso de las nanopartículas se ha incrementado en los últimos años todavía queda mucho por entender en cuanto a su impacto medioambiental. 

Ahora, un reciente estudio publicado en la revista de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos demuestra que las partículas presentes en algunos gases y ciertos fertilizantes afectan de forma negativa el crecimiento de la soja y a su suelo.

Las nanopartículas, concretamente, afectan a cierto tipo de bacterias de las cuales la planta depende para su crecimiento.

Miles en un milímetro

Una nanopartícula se define como una partícula que tiene al menos un diámetro menor a 100 nanómetros (nm). Un nanómetro es una medida de longitud usada a nivel microscópico. En un milímetro entran un millón de nanómetros.

Las nanopartículas o los nanomateriales tienen una amplia variedad de aplicaciones, desde cosméticos y materiales de revestimiento hasta aditivos para el combustible. Cada vez más se evalúa su posible uso en aplicaciones médicas como la administración de cierto tipo de drogas.

A pesar de que muchos de sus efectos han sido ampliamente documentados, algunos de sus mecanismos no han sido todavía comprendidos del todo. Las inquietudes giran en torno a sus efectos en el medioambiente, lo que podría afectar a la salud de las plantas, los animales o incluso los humanos.


En un milímetro caben miles de nanopartículas.

En el estudio recientemente publicado, un equipo dirigido por la profesora Patricia Holden, de la Universidad de California, examinó el efecto en el cultivo de la soja de dos nanopartículas ampliamente usadas.

Más crecimiento

La soja es un cultivo de una importancia económica enorme. Globalmente es el quinto producto agrícola en el mundo.

Los investigadores se centraron en los efectos que tienen nanopartículas de óxido de cinc y de cerio sobre este cultivo. El primero es un componente común en cosméticos y suele acabar en desechos que se usan como fertilizantes. El segundo se utiliza en algunos combustibles diesel para mejorar el proceso de combustión y reducir las partículas emitidas.

Las plantas cultivadas en presencia de nanopartículas de óxido de cinc crecieron más que aquellas a las que no se suministró este compuesto. Pero se detectó mayor presencia de cinc en partes comestibles de la planta como las hojas y granos.

Las nanopartículas de óxido de cinc son tóxicas para células de mamíferos producidas en el laboratorio, pero su efecto en humanos todavía no ha sido estudiado de manera integral.

El crecimiento de la soja se vio retrasado cuando las plantas fueron cultivadas en presencia de altos niveles de nanopartículas de óxido de cerio.

Bacterias que fijan nitrógeno


Las raíces de la soja tienen bacterias que fijan el nitrógeno, elemento esencial en el crecimiento de la planta.

El cerio penetró en la raíz de las plantas.

La soja forma parte de la familia de las legumbres, cuyas raíces alojan bacterias que transforman el nitrógeno atmosférico en una forma que las plantas pueden usar para su crecimiento. Este proceso es conocido como la fijación del nitrógeno.

Las partículas de cerio parecieron inhibir por completo la habilidad de las bacterias para fijar el nitrógeno.
Refiriéndose a la toxicidad de las nanopartículas, la profesora Vicki Stone, de la Universidad escocesa de Heriot-Watt, afirmó que "los nanomateriales no son o 'peligrosos por igual' o 'seguros por igual'".

"Los efectos suelen depender de sus características físicas y químicas. Esto es en lo que se están centrando los científicos, para así poder predecir los niveles de toxicidad con base en estas características".

Las autores concluyen que la acumulación de nanomateriales manufacturados en tierras de cultivo podría afectar a la calidad y producción de dichos cultivos y desembocar en la necesidad de un mayor uso de fertilizantes sintéticos.

Fuente:

BBC Ciencia

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17 de julio de 2012

Merkel: "Calentamiento global se acelerará si no se logra un acuerdo sobre emisiones"

Especial: Calentamiento Global

La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido este lunes de que el proceso de calentamiento del planeta se acelerará rápidamente a menos que los dirigentes mundiales alcancen lo antes posible un acuerdo para limitar la emisión de gases de efecto invernadero. 

La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido este lunes de que el proceso de calentamiento del planeta se acelerará rápidamente a menos que los dirigentes mundiales alcancen lo antes posible un acuerdo para limitar la emisión de gases de efecto invernadero.

Tras las maratonianas conversaciones internacionales mantenidas en Durban (Sudáfrica) el pasado diciembre, los países participantes acordaron elaborar para 2015 un nuevo acuerdo que, por primera vez, obligaría a los países que más contaminan a reducir sus emisiones. Pero en aquel momento, algunos opinaron que ese plan era poco ambicioso para detener el calentamiento global.

"El tiempo tiene una importancia fundamental", ha subrayado Merkel durante una conferencia internacional celebrada en Berlín, donde los delegados de más de 30 países están preparando la conferencia de la ONU sobre clima que tendrá lugar en Qatar a finales de este año. Los participantes están debatiendo cómo se puede evitar que las temperaturas suban más de dos grados centígrados.

Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente alemán puso en duda este domingo, en una entrevista con el periódico 'Bild am Sonntag', la capacidad de su país para cumplir sus propios objetivos en la lucha contra el cambio climático.

Algunos de esos objetivos son introducir un millón de coches eléctricos y reducir el consumo de energía un 10 por ciento para 2020. A principios de 2012, solo estaban en uso 4.541 coches eléctricos, según la Autoridad Federal Alemana de Transporte con Motor.

Fuente:

9 de julio de 2012

¿Por qué crujen los nudillos al presionarlos?


Al presionar sobre los nudillos de un puño cerrado o al entralazar los dedos y estirar las palmas de la mano, las articulaciones crujen con un característico y algo desagradable sonido.

¿Pero qué es exactamente lo que suena?

Veamos primero algo acerca de las articulaciones. Las que más fácilmente crujen son las que consisten en dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas, envueltas por una cápsula de fluido sinovial.

Se trata de una sustancia lubricante, que también sirve como fuente de nutrientes para las células cartilaginosas, y que contiene gases (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono) disueltos.

Al crujir los dedos de las manos, se estira la cápsula de unión, pero el fluido no puede dilatarse a menos que la presión en el interior de la cápssula descienda. Entonces los gases disueltos pueden escapar del fluido sinovial, incrementando el volumen y la movilidad de la articulación.

Cuando la articulación recupera su posición, las burbujas de gases estallan produciendo el crujido. Pero no es la única causa, los tendones y ligamentos también juegan su papel.

Los tendones deben extenderse sobre la articulación para permitir el movimiento, así que también suenan cuando el tendón recupera su posición original.

Nota sabionda: Una articulación que haya crujido, no volverá a hacerlo hasta que los gases se hayan disuelto de nuevo en el fluido sinovial: entre 15 y 30 minutos.

Fuente:

26 de junio de 2012

Nuestra dieta también influye en las emisiones de óxido nitroso provocando efecto invernadero

De nuestra huella de carbono a nuestra huella de nitrógeno...

Como ya comentamos anteriormente en este blog, el papel de los gases de efecto invernadero distintos del CO2 (que es el actual referente en estas cuestiones), es cada vez más importante, sobre todo en los modelos predictivos climáticos. Estos tienen un mayor potencial radiactivo que el CO2, y numerosos estudios cuantifican su origen antropogénico de forma satisfactoria. Entre estos gases destaca el óxido nitroso (N2O) y su relación con la agricultura, tal y como ya comentamos anteriormente.




Uno de los principales retos al que se enfrenta la comunidad científica es crear modelos que nos permitan conocer y estimar las fuentes de emisión con la intención de mitigar su posible efecto a corto y largo plazo. 

Una de las claves para reducir la emisión de N2O pasa por la mejora de la eficiencia del abonado nitrogenado, es decir, reducir la tasa de emisión de N2O por unidad de nitrógeno aplicado y a su vez por unidad de producto agrícola producido. Algunos datos lo confirman ya que de cada 100 unidades de nitrógeno usadas en agricultura, solo 17 son consumidas por los humanos en forma de productos obtenidos en cultivos o en productos cárnicos.

También pasa por tener en cuenta otros factores antrópicos como la población humana, su demanda alimentaria y la generación de residuos que esa producción puede conllevar. Y es que algunos estudios ya están afirmando que la demanda alimentaria puede ser un factor muy importante a tener en cuenta. Las predicciones de la demanda de proteínas de origen animal, sobre todo los relacionados con la carne de pollo, son bastante importantes y se incrementarán en el futuro.

Y es que para cuidar el clima de nuestro planeta, ya no solo es importante nuestra “huella de carbono”, si no también la “huella de nitrógeno”. Si quieres calcular tu huella, no dudes en pinchar aquí. Pero, ¿Es tan importante el nitrógeno en nuestro planeta?, ¿cómo puede afectar el nitrógeno al clima? Pues en este vídeo es bastante explicativo... 


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Uno de los datos a recordar es que la mitad de la población actual está viva gracias
al proceso de Haber-Bosch (el proceso industrial para transformar el nitrógeno atmosférico en amonio, que produce fertilizantes y por consiguiente, alimentos y ganado). Si te han quedado dudas, aquí puedes leer algunos resultados de la Evaluación Europea del Nitrógeno (ENA), que explia Alberto Sanz Cobeña. Efectivamente, este proceso ha traído muchas cosas buenas, pero también otras malas que tenemos que remediar (la contaminación). Como dice el vídeo, el conocimiento lo tenemos... ¿a qué estamos esperando para aplicarlo?

La Fuente:

ResearchBlogging.org
Dave S. Reay, Eric A. Davidson, Keith A. Smith, Pete Smith, Jerry M. Melillo, Frank Dentener & Paul J. Crutzen (2012). Global agriculture and nitrous oxide emissions NATURE CLIMATE CHANGE | REVIEW, 2, 410-416 DOI: 10.1038/nclimate1458



Tomado de:

Compostando Ciencia

13 de junio de 2012

El humo del diésel, declarado causante de cáncer en humanos

Los estudios han tenido en cuenta las secuelas en trabajadores de autopistas.| Mitxi
Los estudios han tenido en cuenta las secuelas en trabajadores de autopistas.| Mitxi
  • La OMS eleva estos combustibles al grupo más peligroso para la salud
  • Los iguala así a las lámparas de bronceado o el tabaco
  • Los expertos piden a las autoridades tecnologías menos contaminantes
Después de una semana de debate, los expertos reunidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han concluido que los gases que emiten los tubos de escape de los vehículos diésel son carcinógenos para el ser humano. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) es el organismo de la OMS responsable de clasificar los diferentes compuestos y procesos (como el tabaco o las radiaciones solares) en función de sus probabilidades de causar cáncer en el ser humano.

Dentro de su clasificación, la IARC acaba de incluir los humos de la combustión de los motores en el grupo 1, el que incluye todos los elementos que han demostrado fehacientemente que son capaces de causar tumores en humanos. Entre otros, las lámparas de bronceado que subieron de categoría en 2009, el tabaco, el arsénico...

En este caso, según se desprende de la nota de prensa emitida por la propia IARC, los gases emitidos por los vehículos diésel están asociados con un incremento del riesgo de cáncer pulmonar. En el caso de la gasolina, el mismo panel de expertos señala que se puede hablar de los gases que emite como "posiblemente carcinógenos" (es decir, en un peldaño inferior de riesgo).

Desde 1988, estos fluidos se encontraban en una categoría de menos riesgo (el grupo 2A, que recoge sustancias 'probablemente carcinógenas' en personas). Sin embargo, ya en 1998, un panel de expertos recomendó una revisión prioritaria de esta clasificación ateniéndose a las nuevas evidencias que alertaban de sus riesgos.

Entre estos datos, se han tenido en cuenta decenas de investigaciones llevadas a cabo con trabajadores altamente expuestos al humo del tráfico en distintos entornos, como los controles de las autopistas o las gasolineras. Teniendo en cuentas todos estos datos, la IARC considera que existen "suficientes evidencias" sobre la carcinogeneicidad de la combustión de los motores. Concretamente apuntan que esta relación está más que clara en el caso de los tumores de pulmón, aunque algo menos en el caso de otros diagnósticos, como el cáncer de vejiga.

La agencia de la OMS recuerda que miles de personas en todo el mundo respiran todos los días el humo procedente de motores diésel, no sólo de coches particulares, sino también de otros medios de transporte (como trenes y barcos) y generadores eléctricos.

En este sentido, Kurt Straif, responsable del programa monográfico de la IARC, ha reconocido que los estudios en los que se ha basado su decisión se llevaron a cabo en poblaciones de trabajadores mucho más expuestas que la media. Sin embargo, añade, "hemos aprendido de otros carcinógenos, como el gas radón, que estos estudios siempre van seguidos de evidencias que demuestran el mismo riesgo en la población general". Por eso, concluye, gobiernos y autoridades deberían poner en marcha todas las medidas posibles para reducir la exposición de la población a estos humos contaminantes.

La IARC reconoce el trabajo que se está llevando a cabo desde el punto de vista técnico para fabricar diésel menos contaminante (con menos contenido en sulfuro) y motores capaces de una combustión más eficiente. Aún así, admiten, aún es pronto para saber cuántos de estos cambios (cualitativos y cuantitativos) serán necesarios a medio plazo para que empiecen a notarse repercusiones positivas en la salud de la población. "Los actuales motores tardarán muchos años en ser reemplazados, especialmente en países en desarrollo, que carecen de medidas legislativas estrictas para lograrlo", denuncian.

Fuente:

El Mundo Ciencia
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