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18 de marzo de 2015

Perú: Ancashino reclama a empresa alemana por desglaciación en Huaraz




Saúl Luciano Lliuya, a través de una carta de reclamación a la empresa eléctrica RWE, una de las mayores contaminantes de Europa, exige que responda económicamente por las medidas de protección que se deben tomar para la ciudad frente al cambio climático y a un posible aluvión en la zona.

Isabel Carreño G.
En las alturas de Llupa una familia de agricultores trabaja desde las 4.00 a.m. recolectando papas que luego bajarán a vender a la ciudad de Huaraz; las cosechas no son las mismas, y sus montañas tampoco. "Cuando era pequeño todo esto era blanco, los glaciares se están derritiendo y quizás luego nos quedemos sin agua", comenta Saúl Luciano Lliuya mientras mira con cierta nostalgía el nevado de Churup.
Luciano Lliuya es un agricultor y guía de alta montaña. Desde hace algún tiempo, con su padre sentían preocupación por la desglaciación de los nevados y el crecimiento de la laguna de Palcacocha, que se encuentra en las alturas de la ciudad de Huaraz.
En 1941, la ciudad que era conocida como la Suiza peruana se vio afectada por una inundación y hoy, debido al calentamiento global, el riesgo de un nuevo suceso similar se mantiene.
Lliuya pensó durante un tiempo que algo se debía hacer para no solo proteger a su familia, a su esposa Lidia y sus dos hijos, sino a su ciudad. 
"Alguien es responsable de que nos quedemos sin agua o del peligro de que haya un aluvión o algo así", precisa.
Esta idea se concretó el viernes cuando este huaracino presentó, a través de su abogada Roda Verheyen,  una carta de reclamación sin precedentes contra la empresa de energía RWE.
Con el apoyo y soporte de la ONG medioambiental alemana Germanwatch, con la que se contactó durante la COP20, Lluiya envió una carta a la compañía energética de ese país en la que el peruano exige el pago por las medidas de protección necesarias para sus tierras y su ciudad. 
Su abogada indicó que en el caso probable de que RWE se negara al pago, se evaluaría presentar una demanda.
Pero, ¿por qué esta empresa? RWE AG es una compañía de energía y servicios públicos líder en Europa con sede en Essen, Alemania, que, según los expertos, no tiene rival en términos de alcance 1 y 2 de emisiones de CO2. La contribución de RWE con el total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, entre 1751 y 2010, asciende a 0,47%, según una investigación del Instituto de Responsabilidad Clima en Colorado, EEUU.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)concluyó en un reciente estudio que el retroceso de los glaciares y el derretimiento de los glaciares tropicales andinos se atribuye al cambio climático, y por ende a la contaminación que generan muchas grandes compañías. 
El huaracino asegura que busca marcar un precedente, a pesar de que sus amigos y conocidos le dicen que será una batalla como la de David y Goliat. "Vale la pena intentarlo", añade, porque todos los días siente que el clima sigue cambiando.
En la carta de reclamación se explica que su propiedad, ubicada en la Nueva Florida, puede verse afectada por la erosión sustancial o destrucción absoluta causada por la inundación de la laguna Palcacocha, que se encuentra sobre la ciudad.
Según una última investigación de la Unidad de Glaciología de la Autoridad Nacional de Agua (ANA), el volumen de la laguna desde 1947 se ha incrementado en más de 30 veces su capacidad, lo que representa un riesgo latente en la zona en caso de un aluvión. Ante este escenario, este peruano pide el pago para cubrir una parte de los costos para el refuerzo de presas y drenaje del lago, es decir, el 0,5% del equivalente de sus emisiones globales. Eso representaría una suma de alrededor de 20 mil euros.
El director de políticas de Germanwatch, Christoph Bals, apuntó que ellos respaldan esta reclamación porque este peruano no quiere ser víctima de las consecuencias de la contaminación que producen las grandes empresas a nivel mundial y que terminan afectando a su ecosistema así no tengan sus operaciones en la zona.
"Germanwatch espera que RWE pueda desarrollar e implementar un nuevo modelo de negocio con el fin de evitar causar más daños", dijo desde Berlín.
El caso es único, pero a finales del 2011 la población de la aldea Kivalina, en el extremo noroeste de Alaska (EEUU), de cerca de 400 pobladores, presentó una demanda contra más de 20 de las mayores compañías de petróleo y gas a nivel mundial, incluyendo ExxonMobil, BP y Shell, en la que exigieron una indemnización de más de 400 millones de dólares. Lamentablemente, la demanda fue desestimada.
El cuerpo de ingenieros del Ejército de Estados Unidos construyó un muro a lo largo de la costa de esta pequeña ciudad en 2008 que no pudo resistir los embates del clima cada vez más adverso. Si la situación sigue, expertos coinciden en que la península quedará bajo las aguas para el 2025 a consecuencia de los efectos del cambio climático.
La República intentó contactarse con RWE, sin éxito. Se espera que en las próximas semanas la compañía emita comentarios sobre esta materia.  
Este caso también fue recogido por el periódico británico The Guardian y el diario alemán Süddeutsche.

PALCACOCHA EN RIESGO
La laguna Palcacocha, que en 1941 se desembalsó y en tres minutos cubrió la tercera parte de la ciudad de Huaraz, aumentó 34 veces su capacidad. De los 514.800 metros cúbicos que tenía en 1972, un monitoreo en el 2009 fue preocupante: poseía 17’325.206 metros cúbicos. 
Hoy, luego de arduo trabajo, el proyecto técnico de un Sistema de Alerta Temprana (SAT), realizado con el soporte del Ministerio del Ambiente (MINAM), ya fue viabilizado, pero está en etapa de inversión. Se estima que 40 mil personas viven en zona de riesgo, según el Centro de Investigación en Recursos Hídricos de la Universidad de Texas en Austin que desarrolló una simulación del proceso de inundación.
El glaciólogo César Portocarrero indicó a este diario que la desglaciación que afectará a los nevados es producto de la era industrial, de años de quema de carbón y luego por el petróleo.
"Estamos viviendo las consecuencias, solo queda mitigar y adaptar", dijo, y recordó que el riesgo que enfrenta Palcacocha es que existen tres factores que desencadenarían un desastre: una avalancha de roca y glaciar, los más de 17 millones de metros cúbicos que tiene la laguna y un dique que no está consolidado para poder drenar de manera segura el volumen de agua. 
"Hay esfuerzos, pero se deben ejecutar las obras para prevenir el riesgo y gestionar los recursos hídricos", indicó.
La lucha de Saúl recién empieza, mientras el tiempo corre para intentar detener la contaminación y enfrentar de modo firme el cambio climático. 
CLAVES
La Cordillera Blanca, en la zona norte de los Andes del Perú, es la cadena montañosa tropical más alta del mundo y, según cifras oficiales, tiene 722 glaciares y 296 lagunas. Sus nevados atraen a montañistas de todo el mundo.
La laguna de Palcacocha es parte de la subcuenca del río Quillcay, en la Cordillera Blanca. Tiene una profundidad máxima de 73m y una altura del espejo del agua de 4.562 msnm. Desemboca en el río Paria.
Tomado de:

12 de marzo de 2015

Perú: Peligrosa luz verde a plaguicidas tóxicos

Por Alejandra Alayza Moncloa


Mucha presidencia de la COP20 y compromiso climático, pero parece que luego de la partida de los visitantes climáticos, el gobierno ha suspirado aliviado y algunos sectores vuelven a hacer de las suyas. Esta semana la ONG DAR ha alertado de dos peligrosas movidas en el Ejecutivo vinculadas con la facilitación del ingreso y uso de sustancias que afectan el ambiente y la lucha contra el cambio climático como la salud de los peruanos.
 Recientemente el Ministerio de Producción-Produce habría flexibilizado los requerimientos para el ingreso de productos con fuerte impacto en la capa de ozono. Así, mediante el DS N° 003-2015-Produce, se modificaron importantes disposiciones para la aplicación del Protocolo de Montreal relativo con las sustancias que agotan la capa de ozono, eliminando importantes requisitos y facilitando el ingreso de peligrosas sustancias.
 Por su parte, el Ministerio de Agricultura -Minagri también habría hecho de las suyas, con la promulgación del Reglamento del Sistema Nacional de Plaguicidas de Uso Agrícola (DS N° 001-2015-Minagri). Este ha autorizado la comercialización y uso de plaguicidas químicos de uso agrario, catalogados por la Organización Mundial de la Salud – OMS como extremada y altamente peligrosos, por ocasionar graves problemas de intoxicación, contaminación de ríos, suelos y lagunas. Pero ojito: el reglamento prohíbe la importación y distribución de estos productos a los programas del Minagri, dejando libre al resto de empresas agrarias para su uso.   
¿Más producción, pero con menos estándares para la gente y el ambiente? Estos no parecen ser los negocios “modernos” que tanto pretenden. La reforma muestra el balance de poderes y pesos específicos en el Ejecutivo, productividad versus salud y sostenibilidad: Produce  y Minagri versus MINSA y MINAM. ¿Quién gana con estas reformas? Seguramente hay empresas con nombre propio. Comercializadoras, conglomerados agroindustriales, etc. Pero, ¿quién pierde? Perdemos todos, los consumidores, la salud de los trabajadores agrarios, el ambiente y la lucha contra el cambio climático. Así no, pues. 
Fuente:

12 de enero de 2015

Ocho países son responsables de más de la mitad del deterioro del planeta

El 1% de la Tierra concentra la mayor pérdida global de biodiversidad

Australia, China, Colombia, Ecuador, Indonesia, Malasia, México y Estados Unidos son los grandes culpables de los problemas de conservación de aves, mamíferos y anfibios

Toda la Tierra tiene una superficie de más de 500 millones de kilómetros cuadrados. Y en menos del 1% de esa extensión se está produciendo en estos momentos la mayor pérdida de biodiversidad del planeta. En apenas un puñado de ecorregiones se concentra más del 50% del deterioro global en el estado de conservación de aves, mamíferos y anfibios. Es la conclusión más llamativa del primer estudio que analiza a escala planetaria cómo se están empleando los países y regiones a la hora de cumplir con sus responsabilidades en materia de biodiversidad.

No son pocas las señales de que nos encaminamos hacia la sexta gran extinción de especies de la historia del planeta, y este estudio señala una culpabilidad mancomunada de todas las naciones. Prácticamente todos los países del mundo han contribuido de forma negativa en la tendencia de los animales vertebrados dentro del reconocido índice de la Lista Roja, que se dedica a analizar científicamente el riesgo de desaparición de las especies. Sin embargo, la mayor parte del daño se concentra en ocho países —Australia, China, Colombia, Ecuador, Indonesia, Malasia, México y Estados Unidos—, que son responsables de más de la mitad del deterioro global en el estado de conservación de la fauna.

El artíulo completo en:

El País (Espña)

1 de diciembre de 2014

COP20: El tiempo se agota

Reducir emisiones a cero para 2100. Es el objetivo marcado por la ONU tras escuchar a 830 científicos. Mañana arranca la cumbre del clima de Lima.


Una planta de carbón en el distrito de Datong Shanxi. Julio-agosto de 2013 fue el periodo más caluroso en la zona central y oriental de China desde 1951. / Foto: J. Lee (Reuters)

El cielo de Pekín puede ser azul. Eso es lo que acaban de descubrir los habitantes de la capital china. Y todo gracias al decidido plan que emprendieron las autoridades locales a principios de noviembre para recibir en el mejor de los ambientes posibles a Putin, Obama, Bachelet y demás líderes de la cumbre Asia Pacífico (APEC, según rezan sus siglas en inglés). Se restringió el tráfico de coches privados, el 70 % de los vehículos públicos dejaron de circular, se frenaron las obras, se paró la producción de las fábricas más contaminantes que rodean la ciudad. ¿Resultado? Desaparición de esa niebla eterna que flota sobre las cabezas de los pekineses y aparición de un cielo límpido que ya ha recibido un nombre: APEC blue.


Se fueron los líderes, el foro de cooperación económico se cerró con un acuerdo entre Estados Unidos y Chinacalificado de histórico, por unos; de escaso, por otros, al no ser vinculante— para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y volvió la polución, sí. Pero los pekineses ya no son los mismos de antes: han descubierto que conseguir un cielo azul es solo cuestión de voluntad. Cuestión de adoptar medidas firmes. De no quedarse en gestos para la galería.

Algo similar le está pasando al planeta. Que necesita de medidas firmes, rápidas, ya se ha parcheado suficiente, el tiempo se agota. Lo ha dejado bien claro la ONU, que se expresó a principios de mes por boca del IPCC, Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático, formado por 830 científicos de la comunidad internacional. Hay que recortar emisiones de gases efecto invernadero entre un 40 % y un 70 % para el año 2050. Para finales de siglo, las emisiones deberán ser cero. Si no, los efectos serán graves —y aquí los científicos analizan toda una panoplia de escenarios posibles— para el medioambiente, la seguridad alimentaria y la pobreza.

“Todavía hay tiempo, aunque muy poco tiempo”. Así se expresó en la presentación del informe en Copenhague, el pasado 2 de noviembre, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC. “Estamos a tiempo si nos metemos en una senda de mitigación de emisiones”, añade José Manuel Moreno,  vicepresidente del Grupo II del IPCC, encargado de evaluar impactos, adaptación y vulnerabilidad. Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de los 13 científicos españoles que forman parte de este organismo auspiciado por la ONU.

Estamos a tiempo, dicen los expertos, y el cronómetro echará a correr mañana mismo, cuando arranque la cumbre climática de Lima, la llamada COP 20, vigésima Conferencia de las Partes organizada por la ONU. De allí podría salir un borrador de cara a la cumbre decisiva, la del año que viene en París, la cita en la que se han depositado todas las esperanzas, de la que deberían salir ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, un tratado que sustituya al de Kioto, una cita que debería romper el sabor amargo que dejó el fracaso de Copenhague hace cinco años, que consiga implicar por fin a los principales actores, China y Estados Unidos.

Fuente:

El País (Ciencia)

30 de noviembre de 2014

Perú: Costa perderá el 40% de agua por el cambio climático

Expertos advierten que el Perú está perdiendo sus fuentes de agua y pronostican eventos extremos que podrían ocasionar racionamiento y conflictos sociales si no se implementan medidas.

La capacidad actual de los glaciares peruanos es de 43 mil millones de metros cúbicos. (USI)
 
La capacidad actual de los glaciares peruanos es de 43 mil millones de metros cúbicos. (USI)
 
¿Se imagina usted vivir en una Lima tugurizada, donde el servicio de agua potable esté disponible solo por horas debido a su escasez, donde la gente proteste por la falta del recurso y todos los días surjan conflictos sociales por este tema? 

Aunque este escenario es hipotético, no está muy alejado de la realidad. Mientras el clima está cambiando y la tierra se está calentando –por el cambio climático–, la población de Lima está creciendo y la demanda de agua también, pero aún no se está adoptando medidas concretas para reducir el impacto del fenómeno.
 
Gabriela Rosas Benancio, directora de Meteorología Aplicada del Senamhi, señaló que los pronósticos para los próximos 15 años ya están mostrando cambios importantes en los patrones climáticos del país. Se observan, por ejemplo, menos lluvias en el valle del Mantaro, lo que, aunado al retroceso de los glaciares, significará que habrá menos agua disponible para la ciudad de Lima.

“Se predicen conflictos sociales por el agua y esto puede ser crítico más adelante”, explicó al recordar que el 66% de la población peruana se asienta en la costa, pero esta solo alberga un 2.2% de los recursos hídricos de todo el país. 

La arquitecta Liliana Miranda, del Foro Ciudades para la Vida, alertó que estudios realizados por la institución durante ocho años, con universidades alemanas y holandesas, así como con diversas organizaciones científicas que monitorean el cambio climático, evidenciaron que, al año 2100, la costa central del país perderá hasta el 40% de sus fuentes de agua.

“Todos los modelos climáticos aplicados en la costa demuestran que habrá menos agua disponible. Se perderá agua de los glaciares, las precipitaciones, el caudal de los ríos y el acuífero. Se estima que los caudales de los ríos perderán el 10.3% de su acuífero y el nivel de lluvias bajará en 11%”, comentó.

La especialista mencionó que, adicionalmente, los vientos calientes que vienen de la selva, al no encontrar un glaciar de contención, seguirán su camino hacia la costa y generarán lluvias inusuales e intensas. Estas, combinadas con los días de sequía más largos, pondrán a la ciudad de Lima en una situación de vulnerabilidad altísima, lo que también puede afectar la reserva de energía.

“Es probable que ello ocasione un déficit de agua para la población limeña, pero también podría ser que nos sobre el agua en algunos momentos. El escenario será de eventos variables y extremos, pero también puede ser que no nos pase nada, ya que los escenarios climáticos pueden ir variando en el tiempo. Mucho dependerá también de si las autoridades toman o no medidas de adaptación a estos cambios”, detalló.

Ante el aumento de la vulnerabilidad frente a las condiciones extremas, Miranda pidió a la población hacer un mejor uso del agua y no desperdiciarla. “Tenemos que bajar el consumo. Hay distritos que están usando más de 460 litros de agua por persona al día, cuando no necesitamos más de 80 L”, enfatizó.

Por otra parte, Rosas advirtió que la repetición frecuente de estos eventos extremos en el país puede aumentar la posibilidad de huaicos, derrumbes e inundaciones.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Pero no todos los escenarios son negativos. Las autoridades ya están tomando medidas para adaptarse al cambio climático. Rosas señaló, por ejemplo, que el Senamhi está trabajando con Sedapal en una proyección de la disponibilidad de agua para los próximos 20 años, a fin de planificar y poner en marcha proyectos de captación del recurso que eviten la escasez o algún desabastecimiento.


Además, para monitorear la situación de las reservas de agua del país, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) también está implementando 78 estaciones hidrometeorológicas de alta tecnología que brindarán información permanente y automática sobre las lluvias y condiciones de los ríos del país. 

Nelson Santillán, responsable de Glaciares y Lagunas de la ANA, indicó que estas se unirán a las 800 estaciones que tiene el Senamhi para monitorear las principales variables meteorológicas.

Asimismo, dijo que la ANA ha puesto en funcionamiento el Observatorio Nacional de Sequías, que permitirá evaluar qué impactos tiene este fenómeno para la toma de decisiones. 


Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)


Fuente:

Peru21

Perú: 57 activistas asesinados desde el 2002 (según NYT)

El 27 de noviembre de 2014, a cuatro días del incio de la COP, The New York Times, el diario más importante del mundo, publicó un editorial dedicado exclusivamente al problema de la tala ilegal en el Perú. Bajo el título de “Lucha por los derechos de la tierra” el diario le dice al Perú que sus esfuerzos para enfrentarse al tráfico de madera y a la tala ilegal, no han sido suficientes. De entrada le da una recomendación para evitar que más muertes como las de Edwin Chota sigan ocurriendo sin que el Estado haga algo.
Perú tiene que hacer mucho más para proteger a sus ciudadanos más vulnerables, ayudándolos a obtener títulos de propiedad y regulando de cerca la industria maderera. Siguiendo estos dos pasos básicos avanzaría mucho en la meta del gobierno de colocarse a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Así también preservaría la vida de las comunidades que han sobrevivido de la tierra por cientos de años.

57 activistas asesinados desde el 2002

Luego, el editorial se centra en la terrible cifra presentada por Foreign Policy, que daba cuenta de que Perú era uno de los países con mayores cifras de activistas asesinados.
“Desde el 2002, de acuerdo con el informe, al menos 56 activistas peruanos han sido asesinados bajo extrañas circunstancias. “

La muerte de Edwin Chota y la falta de consulta

En un ejercicio de memoria, The New York Times recuerda que también en el 2002, el gobierno peruano premió a las compañías dándoles el derecho de talar árboles. Las concesiones no tomaron en cuenta el estilo de vida de los cientos de indígenas que vívian en las comunidades afectadas y que jamás fueron consultados.  Luego, expone el doloroso caso de Edwin Chota y la inacción del Estado.
Hace más de una década y en un esfuerzo por proteger a su comunidad,  Edwin Chota pidió que el Estado les otorgue un título de propiedad. El pedido nunca fue respondido. Después de que Edwin Chota fuera amenazado, acudió a la policía y les entregó documentación acerca de la tala ilegal en su área. El gobierno no tomó ninguna medida  importante.
Foto: The New York Times
Foto: The New York Times
El editorial del diario cierra con una sentencia acerca de la falta de respuesta del Estado en el tema de las muertes de los activistas asháninkas.
Poco después de los asesinatos, los funcionarios del gobierno se comprometieron a otorgar un título de propiedad a la comunidad . Esos son pasos positivos, pero llegan terriblemente tarde y cientos de comunidades indígenas aún carecen de derechos legales sobre sus tierras.
Si Perú quiere cambiar el concepto que ahora se tiene sobre el país, tendrá que dar muestras de un cambio en cuanto a protección de comunidades indígenas y regulación de la tala ilegal. Si quieres leer el editorial completo, dale aquí 
Tomado de:

UTERO

 

12 de noviembre de 2014

ONU pide a los países que eliminen las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2100

  • El informe sobre cambio climático servirá de guía maestra para la cumbre de París e 2015

  • Los 800 científicos que han participado piden reducir a cero las emisiones de CO2

  • "Se dice que la acción climática nos va a costar mucho, pero si no actuamos costará más"






"No hay un plan B, porque no tenemos un planeta B", ha sentenciado Rajendra Pachauri, presidente del Panel Científico para el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). La presentación en Copenhague (Dinamarca) del informe científico de síntesis elaborado por más de 800 científicos durante los últimos 13 meses no ha dejado espacio para la duda ni oportunidad alguna para la inacción. "Con este informe en las manos, la ignorancia ya no puede ser un argumento para justificar la inacción", ha asegurado Michel Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.


El documento jugará un papel principal en las negociaciones internacionales del más alto nivel que se sucederán de ahora en adelante para tratar de firmar un acuerdo mundial, un nuevo Protocolo de Kioto, en al cumbre del clima de Naciones Unidas que tendrá lugar en París en 2015. Algo en lo que la comunidad internacional, con presencia de líderes de la talla de Barack Obama (EEUU) o Hu Jintao (China) entre otros, ya falló en la cumbre de Copenhague en 2009. "Este informe es más preciso, más fuerte y el nivel de confianza que ofrece es mucho mayor", ha explicado Jarraud. "Ya no hay excusas para la inacción", ha dicho. 

La influencia del ser humano sobre los sistemas climáticos es clara y está creciendo, y sus impactos pueden notarse ya en todos los continentes. Si no se hace nada al respecto, "el cambio climático aumentará las probabilidades de sufrir impactos severos, generalizados e irreversibles para la gente y para los ecosistemas", según el trabajo. Pero, hay opciones al alcance de la comunidad internacional para adaptarse al cambio climático y para realizar acciones de mitigación que puedan asegurar que los impactos del aumento de temperatura media global permanecen en en un rango manejable.

"Tenemos los medios para limitar el cambio climático", ha dicho Pachauri durante la presentación del informe, que ha podido ser seguido en vídeo por internet. "Las soluciones son muchas y permitirán el desarrollo económico y humano. Todo lo que necesitamos es la voluntad de cambio, y confiamos en que será motivada por el conocimiento y la comprensión de la ciencia del cambio climático", sentenció Pachauri.

El artículo completo en:

El Mundo (España)

17 de octubre de 2014

Glaciares peruanos se redujeron en 40% en los últimos 40 años

 
 
La Cordillera Blanca es una de las más afectadas
 
La Autoridad Nacional del Agua (ANA) reveló este jueves que la superficie de los glaciares peruanos se redujo en un 40 por ciento durante los últimos 40 años. Ello a causa del cambio climático.

La ANA elaboró un informe donde alerta sobre las consecuencias del cambio climático en nuestro país de cara a la  cumbre mundial de la Conferencia de las Partes (COP20), que se celebrará en Lima del 1 al 12 de diciembre.

La citada institución proporcionará información técnica y científica con la que se podrá tomar medidas de adaptación frente al cambio climático. Su inventario registró 2 679 glaciares ubicados en diecinueve cordilleras nevadas de Perú.

La Cordillera Blanca, ubicada en Áncash, es la más prolífera en glaciares, con 755; sin embargo, es una de las más afectadas, ya que el 87 % de ellos tiene una superficie menor a un kilómetro cuadrado.

Solo el 12 por ciento restante de los glaciares de la cordillera blanca abarca más de un kilómetro cuadrado, y ninguno se encuentra a una altitud menor a los 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Fuentes:

La República (Perú)

MINAM Perú

ANDINA

Pa´gina web oficial de la COP20

6 de agosto de 2014

Antártida: Deshielo se agudiza por fenómeno de enormes olas

Olas de 5 metros que no se habían registrado antes empeora la erosión del hielo de la Antártida.


Nuevos fenómenos se van descubriendo a partir de las consecuencias del cambio climático y es el caso de esta noticia que indica que en el Polo Norte se han registrado olas de hasta 5 metros de altura.

Es común, cuando se trata estos temas, que no falte quien indica que todo es una falacia, un invento para infundir terror en la comunidad mundial para mantenernos cautivos por los "inventos del calentamiento global". Por si sí o por si no lo que dejan en claro estos registros es que el hielo en el Polo Norte se está derritiendo y el fenómeno visto por el experto Jim Thomson, que detectó grandes olas generadas por el viento, es nuevo y preocupante.

Durante los veranos el hielo se veía afectado pero retrocedía 160 kilómetros, lo visto por este oceanógrafo en el verano de 2012 alcanzó la alarmante cifra de 1,500 kilómetros. Además el agua del hielo genera que más hielo se derrita.



Ya antes se había dado a conocer un estudio que trataba sobre el hielo en la Antártida y como este se derrite irremediablemente. Así que la erosión del hielo en el Polo resulta preocupante y además está por verse que tanto más afectan estos cambios.

Aunque muchas de las consecuencias y procesos que está sufriendo el planeta Tierra no los alcanzaremos a ver en su totalidad, es cierto que muchos ya los vivimos, sea por las cambios que nos afectan en las comunidades que habitamos o sea porque nos mantenemos atentos a estas noticias e informes científicos.

Haría bien revisar de quien viene la oposición del calentamiento global, según el geoquímico James Lawrence Powell, recomienda. Él asegura que no existe un debate en la comunidad científica al respecto de este fenómeno, es más, incluso señala que se trata de un efecto antropogénico, es decir que no es de causas naturales. Sí, es decir que es consecuencia de los humanos.

Fuente:

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15 de julio de 2014

El calentamiento global aumentará de manera crítica la contaminación en las ciudades

El estancamiento atmosférico, la escasa circulación de las masas de aire, es un fenómeno muy importante para entender el nivel de contaminación que sufre nuestro planeta, pero ha recibido hasta ahora poca atención de la comunidad científica.

Y eso que el hecho de que “no corra el aire” tiene funestas consecuencias, pues favorece que se acumule el polvo, el ozono y el hollín en las capas bajas de la atmósfera.

Tres variables están implicadas en la defectuosa renovación del aire: los vientos débiles, la estabilidad de las ya citadas capas bajas de la atmósfera y la ausencia de precipitaciones.

Pues según un estudio publicado en la revista Nature Climate Change, estos factores de riesgo para nuestra salud se incrementarán en el futuro debido al calentamiento global, sobre todo en las zonas tropicales y subtropicales.

De acuerdo con los investigadores, que han analizado quince modelos climáticos, si la emisión de gases con efecto invernadero no se frena, el 55% de la población mundial sufrirá más estancamiento atmosférico en el año 2099.

El problema afectará sobre todo a amplias zonas de India, México y la Amazonia, que verán incrementarse en 40 días anuales la nociva calma chicha y, con ella, las enfermedades respiratorias y cardiovasculares asociadas a la polución. En 2012, estas dolencias causaron 3,7 millones de muertes prematuras.

Tomado de:

Muy Interesante

4 de abril de 2014

¿En qué medida tu vaso matutino de jugo de naranja contribuye al calentamiento global?

¿En qué medida tu vaso matutino de jugo de naranja contribuye al calentamiento global?. PepsiCo, que es dueña de la marca Tropicana, decidió tratar de responder a esa pregunta. Contrató expertos para hacer las cuentas, midiendo las emisiones de las tareas intensas en energía como operar una fábrica y transportar los pesados envases de jugo. Pero resultó que la mayor fuente de emisiones era simplemente cultivar las naranjas. Los huertos de cítricos usan mucho fertilizante de nitrógeno, el cual requiere gas natural en su fabricación y puede convertirse en un potente gas de invernadero cuando se esparce en los campos.

PepsiCo finalmente obtuvo una cifra: el equivalente de 1.7 kilogramos de bióxido de carbono son emitidos a la atmósfera por cada envase de 2 litros de jugo de naranja. Los gerentes de la empresa dijeron que planeaban trabajar con los cultivadores y con investigadores de la Universidad de Florida para encontrar formas de cultivar naranjas usando menos carbono.

Fuente:

Diario Ecología

9 de marzo de 2014

En enero de 2014 se han batido récords de temperaturas altas y bajas en el planeta Tierra

En el último mes se han batido récords de temperaturas altas y bajas en diversos puntos de ambos hemisferios y los científicos apuntan al cambio climático,


Este pasado 2013 ha sido el más cálido en todo el planeta desde que se comenzaron a tomar datos en 1880. Si vamos más allá de la singularidad y buscamos la tendencia histórica, nos encontramos con que de los 10 años más cálidos de este periodo de 134 años, nueve corresponden al siglo XXI. Y el que queda descolgado del milenio, 1998, tampoco quedó precisamente lejos de sus colegas. Con estos datos del Instituto Goddard de la NASA, no queda mucho margen para el escepticismo sobre el calentamiento global. Un aumento de la temperatura del planeta que Christopher Field, director del Departamento de Ecología Global de la Carnegie Institution for Science y catedrático de la Universidad de Stanford (EE.UU.), advierte que provocará un «incremento del riesgo de padecer fenómenos extremos». Algo que este convulso invierno va confirmando.

Desde que el solsticio llegó, los fenómenos y calamidades meteorológicas se han sucedido a lo largo y ancho del planeta. Y ha dado lo mismo que se tratase del hemisferio norte, que del sur. Cuando ni siquiera ha llegado a su ecuador, este invierno que sufrimos ya se ha ganado su capítulo en los libros de registros «históricos».

Las sucesivas «ciclogénesis explosivas» originadas en el Atlántico Norte -«Dirk» y «Erich»- han dejado inundaciones en todo el sur del Reino Unido «como no se habían sufrido en más de dos décadas»; en España hemos visto «olas gigantes» que rompían «récord históricos de los últimos quince años» y en Francia han soplado vientos huracanados sobre los Pirineos Atlánticos de casi 230 kilómetros por hora, que en Bretaña y Normandía dejaron a 240.000 personas sin suministro eléctrico.
 
En el otro extremo del termómetro, los moscovitas han disfrutado de un inicio del invierno «como no recordaban». Las temperaturas sobre cero que se han vivido en la parte europea de Rusia hicieron temer incluso por la nieve de los Juegos Olímpicos de Sochi y se enviaron camiones gigantes a las cumbres circundantes para recogerla. El Servicio Meteorológico de Rusia aseguró que con la que ha caído habrá suficiente nieve el 7 de febrero. Por si acaso, las autoridades han almacenado 16 millones de metros cúbicos del imprescindible elemento.

Vórtice polar

Al otro lado del Atlántico, el comienzo del invierno ha sido también extremo e histórico. El primer aviso lo dio justo antes de la Navidad una tormenta de hielo sobre la ciudad de Toronto, al sur de Canadá -no al norte- que los diarios regionales calificaron «como la peor de toda su historia», y que dejó a 250.000 personas sin electricidad. Y solo fue el inicio de una secuencia de olas de frío «históricas». Porque el 1 de enero, «Hércules» desplomaba el termómetro en esa misma ciudad hasta los 29 bajo cero y apenas una semana después le seguía el «vórtice polar», desplazado desde el Polo Norte por un frente de altas presiones del Pacífico que habitualmente nunca sobrepasaba Alaska, pero que en esta ocasión le abría el camino al ciclón ártico hacia el sur de Canadá y norte de Estados Unidos. 

A su paso, todo el Medio Oeste y la región de los Grandes Lagos -cataratas del Niágara incluidas- quedaban convertidos en un gigantesco carámbano. Nueva York registraba temperaturas «nunca vistas en 118 años» y en zonas de Dakota del Norte y Minessota el frío y el viento dejaban sensaciones térmicas de 50 grados bajo cero. Más de 200 millones de norteamericanos se veían afectados por una secuencia gélida que el meteorólogo Ryan Maue presentaba bajo la afirmación de que «los que tengan menos de 40 años no habrán visto nunca una igual».

Tampoco está en la memoria de ninguno de los californianos un invierno como el que están viviendo. «Desde hacía un siglo», en este Estado de 40 millones de habitantes no se padecía una sequía como la que sufren; tanto que el gobernador, Jerry Brown ha declarado el estado de emergencia. Y estamos hablando de la temporada de lluvias, que aunque parezca increíble es en la que se encuentran. Cuando la época supuestamente «fresca y lluviosa» termine, y la primavera dé paso al verano, habrá que buscar un topónimo aún más siniestro para renombrar al infierno del «Valle de la Muerte».

El horno del cono sur

Pero si descontrolado anda el tiempo en el hemisferio norte, no están mejor las cosas al sur del ecuador. En Brasil, a la presidenta Rousseff le costaba esta pasada Navidad contener las lágrimas al observar desde el helicóptero la catástrofe de las inundaciones de los estados de Espíritu Santo y Minas Gerais, donde 50.000 personas tuvieron que abandonar sus casas por las «peores inundaciones de los últimos 90 años». Y cuando dejó de llover, fue para dar paso a unas temperaturas sofocantes. En Río de Janeiro la llegada del nuevo año trajo una ola de calor que provocó sensaciones térmicas de 50 grados; encontrar una ducha libre en las playas de Ipanema y Copacabana era poco menos que tarea imposible. 

Más al sur del continente, el mazazo ardiente sufrido por los argentinos se ganó igualmente a pulso el calificativo de «histórico». En Buenos Aires, si el año 2013 se despidió con la ola de calor «más duradera de los últimos 107 años», este recién iniciado 2014 va ya por la tercera, y con sensaciones térmicas de 43,5 grados este pasado jueves. Pero peor ha sido en Santiago del Estero, al norte del país, donde se han alcanzado temperaturas de 50 grados, que es lo que suele medirse en los desiertos del Sahara o del Gobi. Al lado de estos registros, hablar del quinto año de sequía consecutivo de Chile y de las decenas de incendios que padece las regiones de Bío Bío y Maule, que han consumido 40.000 hectáreas, parecen algo normal. Pese a que el humo haya cubierto ya Santiago de Chile, la capital del país, y el presidente Santiago Piñera haya tenido que declarar la alerta sanitaria.

También en Australia están conociendo un invierno inolvidable. Melbourne padece la segunda ola de calor «más duradera desde 1830», Adelaida ha sufrido la segunda «más extrema desde 1939» y esta pasada semana todavía se luchaba contra incendios que han devorado en el Estado de Victoria 130.000 hectáreas, elevando lenguas de fuego por encima de los 40 metros, que viene a ser un edificio de quince plantas. Es probable que cuando los rescoldos se enfríen y se haga revisión de los datos, haya que cambiar lo de «segunda».

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8 de marzo de 2014

“Nos gastamos millones en defensa, pero contra el cambio climático no hacemos nada”

El 8 de agosto de 1975, Wallace Broecker publicó en la revista Science un texto profético. Con el título Cambio Climático: ¿Estamos al borde de un calentamiento global pronunciado?, advertía de que la temperatura del planeta se incrementaría durante las décadas siguientes. El motivo de ese “calentamiento global”, un término acuñado por el propio investigador de la Universidad de Columbia, sería la acumulación en la atmósfera de dióxido de carbono y otros gases por la quema de combustibles fósiles.

Casi cuatro décadas después y miles de estudios científicos ha quedado claro que tenía razón. Pese a la satisfacción que haya podido extraer de su logro profesional, el investigador se siente abrumado por la certeza de que la continua emisión de CO2 provocará problemas medioambientales serios y los que podrían evitarlo no muestran determinación para evitarlo.

Wallace_Broecker_entrevista_OpenMind_FBBVA

Wallace Broecker fue galardonado con el premio Fronteras del Conocimiento en cambio climático en 2008. Crédito: FBBVA

Conociendo lo que han descubierto los científicos sobre el cambio climático, ¿cree que nos lo tomamos lo bastante en serio?

Hay mucha incertidumbre sobre la magnitud del cambio, pero aunque los científicos aceptamos eso, nuestra mejor estimación es que si se dobla la cantidad de CO2 en la atmósfera, vamos a incrementar la temperatura del planeta en unos 3 grados centígrados. Podrían ser cinco o dos, pero en cualquier caso, si continuamos lanzando CO2 al aire, estamos haciendo algo estúpido. El problema es que el precio de los combustibles fósiles se mantiene bajo y eso hace difícil que la energía solar o el viento puedan competir, así que la transición va extraordinariamente lenta y si uno extrapola, para hacer la transición, van a ser necesarios 50 o 60 años.
“El problema es que el precio de los combustibles fósiles se mantiene bajo y eso hace difícil que la energía solar o el viento puedan competir”.
Con la crisis, en países como España, el cambio climático ha descendido en la lista de prioridades. ¿Hay alguna forma de convencer al público de que preste atención a un problema tan importante pese a que no parezca tan urgente?

Ese es el reto. Vamos a tener que hacerlo, pero también ha habido mucha propaganda diciendo que no se trata de un problema serio. Como el ciudadano medio tiene la esperanza de que no sea un problema, hicieron muchos conversos. Lo malo es que lo único que ha disminuido es la percepción pública, no el problema.

No obstante, recientemente, en EEUU, algunas grandes compañías como Exxon han asumido que en sus planes futuros es necesario incluir un precio para el carbono. Si emitimos carbón, tendremos que hacer algo para capturarlo y tendremos que incluir esos costes en el precio de la energía. Eso es un gran cambio, porque Exxon antes no admitía que el CO2 es un problema.

Además, nuestro secretario de Estado [encargado de la política exterior estadounidense], Kerry, ha dicho recientemente que su principal preocupación durante los próximos dos años va a ser qué hacer respecto al clima.

Algunos políticos plantean que una lucha global contra el cambio climático podría suponer un impulso para la economía mundial similar al que supuso la II Guerra Mundial.

Para mí, lo que sea que hagamos, si vamos a cambiar hacia la solar o la nuclear o vamos a retirar de la atmósfera el CO2 que producimos, va a crear una gran industria y habría grandes oportunidades.
Aún no estamos preparados para capturar y enterrar el CO2 que hemos lanzado a la atmósfera. Deberíamos saberlo todo sobre esa tecnología para saber si podemos usarla o no, cuánto costaría o cuál sería el impacto medioambiental. Todo este tipo de cosas que no estamos haciendo. Vivimos en un mundo en el que gastamos grandes cantidades en seguridad interna, ejércitos o prevenir enfermedades que pueden afectarnos, por miedo, pero respecto a la mayor amenaza a la que nos enfrentamos no estamos haciendo prácticamente nada. Hay algo equivocado en que EEUU se gaste todos los años 500.000 millones de dólares en defensa y solo mil en problemas medioambientales.

“Aún no estamos preparados para capturar y enterrar el CO2 que hemos lanzado a la atmósfera”
Cree que los científicos pueden hacer algo más para convencer a la gente de que el cambio climático puede ser más peligroso que, por ejemplo, el terrorismo.

Hay que afronta este problema de la misma manera que afrontamos el de la basura o las aguas residuales, que se convirtieron en problemas enormes en áreas urbanas y la gente decidió que tenía que gastar dinero en gestionarlos. Esto es a una escala totalmente diferente. Afecta a todo el mundo y mientras las ciudades tienen un gobierno que puede tomar decisiones, el mundo no tiene un gobierno global capaz de tomar estas decisiones.

¿Cree que sería posible resolver el problema del CO2 en la atmósfera con alguna tecnología de captura, aunque se tardase mucho en empezar a aplicarla?

Estoy convencido de que se puede hacer con un incremento razonable en el precio de la energía que se produce con combustibles fósiles, subiendo entre un 10% y un 15% el precio.

Hay muchas razones por las que deberíamos capturar el CO2 y hacerlo inmediatamente, porque cuanto más tardemos será más caro y más difícil. Además, si lo logramos, podríamos mantener la gasolina como combustible para algunas aplicaciones en las que la electricidad no sería tan práctica, como los vuelos o la conducción de larga distancia.

¿Cree que estos cambios son posibles antes de que lleguemos a una situación demasiado crítica?

No creo que vayamos a cruzar necesariamente un umbral para sufrir grandes problemas. Pero cuanto más CO2 haya en el ambiente, más problemas tendremos, los glaciares se derretirán más, habrá regiones como España que serán más secas… No creo que si seguimos así, en 2030 tendremos un desastre, no  pienso en absoluto en esos términos, pero creo que el problema será cada vez más serio.

¿Qué es necesario para que la búsqueda de la solución al cambio climático sea vista como una oportunidad por los emprendedores?

De momento, el negocio es muy pequeño porque no se ha puesto un precio al carbono. Para que alguien se encargue de retirar el CO2 de la atmósfera es necesario pagar por delante el coste de su retirada junto con el del uso de la energía. Una vez que se haga eso, habrá todo tipo de oportunidades para la industria.

¿Cree posible que China o India estén  dispuestos a poner un precio en el carbono?

Si China pusiese un precio al carbono, eso incrementaría el precio de sus exportaciones inmediatamente y China está prosperando sobre las exportaciones. Las industrias en China no querrán ese coste extra y en una época en la que el dinero está más justo en el planeta, la gente no va a querer pensar en este problema. Y eso es lo que está pasando y es muy desgraciado y es muy estúpido, porque el problema no va a dejar de crecer y nos golpeará con fuerza.

Tomado de:

Open Mind

2 de marzo de 2014

¿Hongos para combatir el cambio climàtico?

El cambio climático global concierne y preocupa a toda la humanidad. Quizá estemos demasiados pendientes de la cantidad de carbono (dióxido de carbono) presente en la atmósfera y en los vegetales y hemos olvidado que el suelo contiene más cantidad que la suma del presente en el aire y las plantas. Más aún, según Colin Averill que acaba de publicar una interesantísima investigación recién aparecida en la revista Nature : ”Los flujos naturales del carbono entre la tierra y la atmósfera son enormes y desempeñan un papel crucial en la regulación del dióxido  de carbono en la atmósfera y, a su vez, en el clima de la tierra”. Esto significa que incluso un diminuto cambio en el grado de almacenamiento del carbono en el suelo podría tener consecuencias importantes para la atmósfera de la Tierra y para el clima. Pues bien, el Dr. Averill que es estudiante de posgrado de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Texas  (Austin)  y  autor principal de una investigación realizada por él mismo, Adrien Finzi de la Universidad de Boston y Benjamin Turner, del Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical (STRI) en Panamá, señalan la existencia de un hasta ahora desconocido e inesperado regulador del contenido de carbono en el suelo: los hongos. El papel de estos hongos no se ha contemplado hasta la fecha en los modelos climáticos globales en vigor.

Efectivamente, los hongos son los grandes olvidados en las mediciones y estimaciones que se han venido haciendo sobre la capacidad de los suelos para almacenar dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, los hongos microscópicos que viven en las raíces de las plantas juegan un papel importante en el almacenamiento y la liberación de carbono del suelo a la atmósfera.

Hemlocks in Harvard Forest 
La investigación comentada sitúa a los hongos en primer plano de la problemática del CO2 y en el centro del debate científico sobre cuál es el modo más factible de aprovechar al máximo la capacidad de los suelos para retener a este gas de efecto invernadero.

En estudios anteriores, se había llegado a la conclusión de que la degradación de los suelos, el clima y la productividad de las plantas eran los más importantes reguladores del contenido de carbono en los suelos. Sin embargo, lo descubierto ahora por Turner, Averill y Finzi, sugiere que la biología del suelo ejerce un papel aún más importante. Algunos tipos de hongos simbióticos pueden llevar a un 70 por ciento más de carbono en el suelo por unidad de nitrógeno.

La mayoría de las plantas se asocian con hongos de un tipo beneficioso. En esta clase de relación, la planta aporta carbono al hongo, y éste le aporta ciertos nutrientes a la planta. Las relaciones de este tipo se pueden agrupar en tres grandes clases: Las micorrizas arbusculares, las ectomicorrizas, y las micorrizas ericoides. La más común es la micorriza arbuscular, que se da en el 85 por ciento de las familias vegetales, mientras que las micorrizas ericoides y las ectomicorrizas se presentan en unas pocas familias comunes.
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Ejemplo de ectomicorriza: Un hongo asociado a las raíces de una cicuta. (Foto: Colin Averill)

Tras numerosas ejecuciones de modelos digitales con más de 200 perfiles de suelos de todas partes del globo terráqueo, los autores de la investigación encontraron que los suelos con presencia de comunidades del tipo micorriza ericoide y del tipo ectomicorriza contenían un 70 por ciento más de carbono por unidad de nitrógeno que los suelos con comunidades del tipo micorriza arbuscular. El efecto era significativo a escala global, porque es independiente del rango común de valores en variables tales como la acumulación de biomasa, la temperatura, la precipitación y el contenido de arcilla de los suelos.

La marcada diferencia que hay en el nivel de carbono incorporado a suelos entre los ecosistemas con ectomicorrizas y micorrizas ericoides, y los ecosistemas con micorrizas arbusculares, se debe a la manera en que los hongos de cada tipo adquieren los nutrientes. Los hongos de las comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas producen enzimas que les permiten acceder a formas orgánicas de nitrógeno que no están disponibles para los hongos de las comunidades micorrizas arbusculares. Al apropiarse de buena parte de la cantidad de nitrógeno que hay en la materia orgánica del suelo, los hongos de comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas limitan la actividad de los microorganismos que descomponen la materia orgánica muerta y que devuelven carbono a la atmósfera. Estos microbios dependen del nitrógeno, y cuando su acceso al mismo mengua por la acción de sus rivales los hongos, no pueden prosperar como lo harían con nitrógeno extra, y su actividad global en el suelo queda notablemente limitada. El resultado es que más carbono se conserva en el suelo. Por contra, las comunidades micorrizas arbusculares no causan tantas restricciones a la actividad de los microbios que descomponen la materia orgánica. El resultado en este caso es que se conserva en el suelo menos carbono .

Fuente:

La Verdad (Ciencia y Salud)

3 de febrero de 2014

El pingüino emperador se muda en busca de más hielo

El pingüino emperador ('Aptenodytes forsteri') mide más de un metro.
Un pingüino emperador ('Aptenodytes forsteri') en la Antártida.BAS


Adaptarse o morir. El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) parece tener clara esta máxima de la naturaleza y no duda en modificar sus costumbres ante los cambios en su entorno. Así lo ha observado un equipo de científicos que monitoriza sus pasos durante el gélido invierno antártico utilizando las imágenes recabadas por satélites.

Según recogen en un estudio publicado en la revista PLOS ONE, varias colonias de pingüino emperador, una especie que sólo vive en la Antártida, reaccionaron ante el retraso en la congelación del suelo marino (en el que habitualmente pasan la temporada de reproducción y cría) desplazándose a plataformas de hielo glacial de difícil acceso para ellos.

Hasta ahora, se consideraba que la inmensa mayoría de estos animales vivían en el hielo marino, como mostraban 44 de las 46 colonias de emperador localizadas. Las dos comunidades restantes eran de pequeño tamaño (con 250 y 2.900 parejas respectivamente): una de ellas vivía en un lago helado mientras que la otra había elegido una roca. Se estima que la población media de una colonia ronda las 5.500 parejas.


Un adulto mantiene caliente a su retoño.

Para sorpresa de los científicos, no parece que los 30 metros de altura que tuvieron que escalar para llegar al acantilado glacial (unas formaciones que pueden alcanzar los 60 metros) fueran un obstáculo insalvable para estas aves, que no pueden volar y superan el metro de altura. Y es que, aunque el emperador es un excelente buceador capaz de sumergirse a más de 500 metros de profundidad para buscar alimento, es poco ágil cuando se mueve por tierra.

De hecho, tienen fama de ser bastante torpes cuando están fuera del agua, donde cazan la comida con la que alimentan a sus retoños.

Se reproducen en invierno

«El emperador es la especie más grande de pingüino, y también es la que, de media, se sitúa más al sur durante su temporada de reproducción. Pero lo que realmente les hace únicos es que se reproducen durante el invierno antártico y no lo hacen en tierra firme, sino en el hielo marino», explica a EL MUNDO Peter Fretwell, investigador de la British Antarctic Survey (BAS) y autor principal de este estudio realizado conjuntamente con la Australian Antarctic Division y la Universidad de California, en San Diego.


Una colonia de pingüinos emperador en la Antártida

Mientras otras especies de pingüinos aprovechan el verano (entre diciembre y marzo aproximadamente) para reproducirse, el emperador prefiere el invierno. Habitualmente es en abril cuando llegan a estas zonas cubiertas por hielo marino que suelen permanecer congeladas hasta diciembre, cuando a los polluelos ya les han crecido sus propias plumas. Su vulnerabilidad ante el aumento de las temperaturas es, por tanto, grande, pues si el hielo se fractura demasido pronto durante la estación de reproducción se traduce en una alta mortalidad entre los recién nacidos de la colonia.

Tras poner un único huevo, la hembra se marcha enseguida para cazar durante varios meses. Mientras tanto, el macho mantiene caliente el huevo, sujetándolo sobre sus patas y abrigándolo con sus plumas. Una tarea que le deja exhausto y le hace perder mucho peso. Cuando regresan las hembras para tomar el relevo, son ellos los que se van hacia mar abierto para cazar peces, crustácoes y cefalópodos y recuperar peso.

Menos meses de hielo

En concreto, las imágenes por satélite analizadas permitieron localizar en plataformas glaciales a cuatro colonias de pingüinos emperador durante la temporada de reproducción y cría de 2011 y en 2012. Esta especie acostumbra a pasar este periodo sobre hielo marino. Pero en esos dos años, la capa helada se formó un mes más tarde de lo que es habitual en el este de la Antártida.

Los científicos creen que ésta fue la razón por la que se trasladó al menos una de las colonias, compuesta por 6.470 parejas. Tras permanecer en la misma zona de hielo marino durante los inviernos de 2008, 2009 y 2010, en 2011 fue localizada a una distancia de 15 kilómetros al sur de su hogar habitual y encima de un acantilado de hielo. Un lugar al que regresaron en 2012.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia (España)

13 de enero de 2014

¿Por qué hace tanto frío en EEUU?

El día de Reyes trajo un regalo envenenado a los EEUU, al menos a los estados centrales del norte del país. Tras unos días de nevadas intensas en la costa Este, la madrugada del día 6 de enero hubo una invasión de aire frío procedente de las tundras canadiense y siberiana. Se han llegado a medir 52º centígrados bajo cero. La temperatura más baja jamás registrada ha sido de -90ºC, en la Antártida, y en el norte de Siberia, en Verjoyansk, de -68ºC. Se habla de un vórtice polar, un a modo de huracán de vientos circulando alrededor del Polo Norte, que conserva aire muy frío en su interior, y que por algún motivo se desplaza hacia el sur, arrastrando ese aire hasta las zonas templadas. 

Sin embargo, si contemplamos la secuencia temporal del chorro polar, vemos claramente que ya a las 00:00 horas del domingo día 5 de enero una rama del chorro polar estaba empujando aire de las tundras hacia en centro de los EEUU. En el diagrama del día 6 a las 00:00 horas ese aire ha llegado ya a los estados centrales y hoy día 7 aún se mantiene sobre ellos.

El chorro polar

 


4 de enero

El chorro polar es una corriente de aire muy fuerte que circula entre los 8.000 y los 11.000 metros de altura, en la atmósfera entre el polo y los trópicos. Como cualquier corriente fluida, hace meandros, y estos meandros son tanto más pronunciados cuanto más débil es la corriente. La intensidad de la corriente depende de la diferencia de temperaturas entre el ecuador y el Polo Norte, y este año el Polo Norte está -relativamente- caliente, es decir, más caliente de lo que estaba, digamos, hace 50 años. Este año las cigüeñas han vuelto a Alcalá de Henares desde Finlandia en diciembre, en vez de a principios de Octubre, y en los días finales de diciembre he visto a una bandada de halcones en su migración anual desde el norte de Europa hacia África pasando por el Estrecho de Gibraltar. 


6 de enero

Los meandros del chorro los experimentamos en España, con cambios bruscos de frío intenso (cuando el meandro hace caer aire de Groenlandia sobre nuestro país) seguidos de lluvias y aire templado cuando el meandro arrastra ese aire desde el Atlántico Central.

Según nos dicen los maravillosos científicos escépticos, no hay cambio climático. Las empresas de seguros nos dicen lo contrario: los extremos climáticos están aumentando y están costando unos 150.000 millones de euros al año y creciendo. En el oeste americano, el Colorado, que proporciona agua a ocho estados, se está secando, con las presas a niveles tan bajos que para llevar agua a Las Vegas se han tenido que perforar pozos a niveles crecientemente inferiores unos de otros. El barco Akademic Sholkalkiy lleva semanas encallado en la Antártida. 

El cambio climático no es una subida de temperaturas en el pueblo de cada uno, que también lo es. El cambio climático es un cambio, un cambio del clima, de los equilibrios entre las masas de aire, entre las temperaturas del mar y de tierra, entre las temperaturas del ecuador y de los Polos. Es esencialmente un debilitamiento del gradiente de temperaturas entre ese ecuador y sobre todo el Polo Norte (que es agua que se calienta mucho más que el suelo de la Antártida), y con el debilitamiento del gradiente, un cambio en la circulación del chorro polar y con el un cambio de las estaciones, de las lluvias, de las temperaturas producidas por las masas de aire que se mueven de un punto otro del planeta.

No hay cambios, dicen los escépticos. El mejor ejemplo de cambio lo tenemos en la economía: No hay forma ya de recuperar un estado de bienestar que se derivaba directamente de que solo un cuarto de la población del planeta accedía a la energía casi gratis del petróleo. Hoy esa energía es cara y quiere acceder a ella otro cuarto de la población. Las cosas cambian. 

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia
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