Rio+20 ya es, obviamente, una de las mayores estafas globales del presente siglo: ¡para esto hemos esperado 20 años! No hay acuerdos; priman las agendas corporativas (vá lobbiyes), no se articulan políticas medioambientales con el desarrolllo humano y los grupos de poder están separados de los pueblos.
Ya se popularizó en Twitter el hashtag @riomais171 (171 significa estafa o engaño en portugués). ¿Por qué Río es una estafa? Lea el siguiente artículo e indignese junto con nosotros:
G-20 y Río+20: pueblos juntos pero gobiernos separados
MÉXICO, 19 jun (IPS) - Organizaciones de la
sociedad civil rechazan que los resultados de la reunión de jefes de
Estado y de gobierno del Grupo de los 20 (G-20), realizada en México, se
mezclen con los debates de la cumbre sobre desarrollo sostenible, en
Brasil.
Las citas del "G-20 y Río+20 están
capturadas por los intereses corporativos, especialmente los
financieros", denunció a IPS la activista Diana Aguiar, de la Red
Brasileña por la Integración de los Pueblos.
"La inserción del crecimiento verde en el G-20 busca capturar las
discusiones en un espacio más democrático en Río+20", que va desde este
miércoles 20 al viernes 22, apuntó.
Representantes de organizaciones sociales de una veintena de países
industriales y emergentes participaron entre el sábado 16 y este martes
19 en la Cumbre de los Pueblos, el foro alternativo a la reunión de dos
días del G-20, clausurada también este martes.
El foro paralelo se ha desarrollado en la ciudad de La Paz, en el
noroccidental estado de Baja California Sur, y la reunión de los
gobernantes ha tenido como escenario Los Cabos, un lujoso centro
turístico sobre el océano Pacífico, a 120 kilómetros al sur.
Las organizaciones de la sociedad civil califican al G-20 de
ilegitimidad, por amenazar al sistema multilateral representado por las
agencias y programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y
critican que no aporte soluciones de fondo a temas como la pobreza y la
triple crisis financiera, alimentaria y ambiental.
El G-20 reúne al Grupo de los Ocho países más industrializados
(Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Italia y
Rusia) y a Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea
del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía, así como a la
Unión Europea como tal.
También estuvieron invitados en Los Cabos los gobernantes de otros países, como Chile, Colombia y España.
Estos mandatarios debatieron el lunes 18 y este martes 19 sobre
asuntos como políticas contra la crisis financiera, seguridad
alimentaria, el crecimiento verde, la lucha contra el cambio climático,
transparencia y corrupción, en una cita secuestrada, de todos modos, por
las urgencias de Europa.
Varios de esos temas también integran la agenda de la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, o Río+20, cuya etapa
cimera comenzará este miércoles en la sudoriental ciudad brasileña.
"Nos hemos movilizado globalmente para denunciar que tanto el G-20
como Río+20 son parte de la agenda corporativa para imponer una agenda
excluyente y que deja en la pobreza a millones", dijo a IPS el
costarricense Jorge Coronado, de la Red Latinoamericana sobre Deuda,
Desarrollo y Derechos.
"Por eso, hemos planteado una articulación orgánica de ambos
espacios. Nos oponemos a la ‘financiarización’ de la naturaleza",
agregó, al comentar las conclusiones de la Cumbre de los Pueblos en La
Paz.
De hecho, las cumbres de los pueblos de La Paz y Río de Janeiro
enlazaron este martes su debate, para compartir y multiplicar la
resonancia de esos argumentos.
La declaración final de la reunión alternativa en México plantea el
establecimiento de impuestos a las transacciones financieras
internacionales, la eliminación de los paraísos fiscales, el control de
flujos, la exclusión de los alimentos del esquema financiero y el
derecho a la educación y la salud.
Asimismo, reclaman la garantía de la soberanía alimentaria, la
defensa y protección de los territorios de las comunidades y la
necesidad del acceso a agua, salud y sistemas de seguridad social.
Además, se asumieron los postulados de un documento preparado para el
foro de La Paz, en que se critica el vínculo entre el G-20 y Río+20.
Ambas cumbres "refuerzan un modelo de desarrollo basado en la
privatización, el parasitismo financiero sobre la economía real y la
profundización del esquema de libre comercio e inversiones", cita el
texto titulado "G20/Río+20. Dos cumbres, una sola lucha. Proteger los
bienes comunes, ¡no los bancos!".
"El G-20 es un intento de abordar temas de libre comercio, incluyendo
los bienes naturales. El ambiente no es un buen tema para los países
ricos, respaldados por las grandes corporaciones", señaló a IPS el
activista Tony Salvador, de la Alianza de Trabajadores Progresistas de
Filipinas.
"Lo que proponemos es que estos temas se deben de tratar en la ONU, en el foro en que participan todos los países", explicó.
La declaración de la Cumbre de los Pueblos de Río+20 incorporará
algunos elementos del documento difundido en la jornada final del foro
de La Paz.
Cuando se ponía en marcha la reunión de mandatarios del G-20, el
Comité de Facilitación de la Sociedad Civil de la Cumbre de los Pueblos
en Río+20 rechazó también cualquier intento de que las decisiones
tomadas en Los Cabos sean trasladadas a la conferencia en Brasil.
"Condenamos y denunciamos este hecho, que no solo refuerza el sistema
económico que está promoviendo la monetización de la naturaleza, sino
también su vergonzosa captura de las democracias del mundo", señaló el
Comité.
"Hay un interés muy claro de que la agenda verde del G-20 esté
presente en Río+20. Eso sería un retroceso", acotó Aguiar desde La Paz.
Varios de los gobernantes presentes en Los Cabos, viajarán desde ese
lugar a Río de Janeiro, entre ellos los primeros ministros Wen Jiabao,
de China, y Manmohan Singh, de India, y el presidente de Corea del Sur,
Lee Myung-bak.
Pero otros, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la
canciller (jefa de gobierno) de Alemania, Angela Merkel, no participarán
en la crucial cumbre ambiental. En tanto, el mandatario mexicano,
Felipe Calderón, aún no confirma si lo hará.
El G-20 "no puede ser el espacio para discutir estas temáticas, es la
ONU, con la participación de sus 193 estados miembros en igualdad de
condiciones y no en un círculo cerrado", expresó el costarricense
Coronado.
"La agenda económica de Río+20 tiene estrechos vínculos con el G-20.
Ambas se retroalimentan en buscar salvar al sistema del colapso, sin
ningún cambio significativo a las estructuras que han sido la principal
causante de la crisis actual", critica el documento de la Cumbre de los
Pueblos debatido en La Paz.
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