Saludos Nuevamente les dejo un video de Quantum Fracture, esta vez nos explican, en tan solo cinco minutos, las leyes de la termodinámica. ¿Qué es la termodinámica? En la web de Profesor en Línea encontramos la siguiente definición: La termodinámica (del griego termo, que significa "calor" y dinámico, que significa "fuerza") es una rama de la física que estudia
los fenómenos relacionados con el calor. Específicamente, la termodinámica se ocupa de las propiedades
macroscópicas (grandes, en oposición a lo microscópico o pequeño) de la
materia, especialmente las que son afectadas por el calor y la
temperatura, así como de la transformación de unas formas de energía en
otras.
Quantum Fracture es un canal en YouTube que explica diversas nociones y conceptos de manera sencilla, es decir cumple los requisitos que también posee el Proyecto "Conocer Ciencia", es decir la ciencia se vuelve sencilla, divertida y fascinante. En esta ocasion comparto con Ustedes un video de tan solo dos minutos en los que los de Quantum nos explican las tres leyes de Newton:
En Conocer Ciencia TV le dedicamos varios videos a Newton, aquí les dejo uno de ellos:
Y aquí una presentación en power point con apuntes de la vida de Newton, los apuntes fueron tomados de libros de Isaac Asimov:
Casi todos tenemos una wincha en casa, y nos resulta muy útil para medir. Pero te apuesto a que no sabías estas impresionantes utilidades que le puedes dar a una wincha, al estilo de un "valor agregado". Muy útil, ya sea que seas o no un hombre de ciencias:
En esta web podrás encontrar tips múy útiles para usar de manera correcta una wincha.Nunca está de más este conocimiento. Hasta la próxima Leonardo Sánchez Coello
Cuando nació la imprenta gracias al alemán Johannes Gutenberg
en 1436, por primera vez en la historia se empezaron a poder copiar
libros de forma fácil y barata. Ello fue un poderoso incentivo para
aprender a leer: antes había pocos libros y eran difícil de obtener. Por
ejemplo, una persona nacida en 1453, el año de la caída de
Constantinopla, podía atesorar ocho millones de libros nacidos gracias a
la imprenta, más que todos los libros producidos por todos los
amanuenses y escribas de Europa. La imprenta fue, pues, algo así como el internet del pasado, una
gigantesca y poderosa herramienta de difusión del conocimiento. Por eso
produce cierto escalofrío contemplar una de esas imprentas funcionando, como en el vídeo que encabeza esta entrada. La imprenta está en Crandall Historical Printing Museum. En la demostración se imprime una de las páginas de la biblia Gutenberg, el primer texto que imprimió Gutenberg. Luego llegaron otros libros, y profundas revoluciones sociales. Porque la imprenta hizo grandes cosas por nosotros (aunque dentro de poco dejará de hacerlas).
El planeta de los Simios (1968) nos dejó una escena inolvidable que recrea un supuesto final de la Humanidad.
Las fuentes antropogénicas incluyen industria,
agricultura, minería, transporte, construcción, urbanización y
deforestación, entre otras. La huella de la humanidad en la Tierra,
pues, no es nada desdeñable. Pero ¿qué pasaría si ahora mismo
desapareciera toda la humanidad como si se hubiera volatilizado? ¿Qué le pasaría a la Tierra a las pocas horas, a los pocos meses, años después...? Al estilo del libro El mundo sin nosotros, del periodista estadounidense Alan Weisman, en el vídeo que encabeza esta entrada podéis ver un resumen, y que ha sido realizado por The Last Man on Earth, pero, aún sí, sigue siendo divertidísima.
Es fascinante conocer todos los avances que nos muestra la
tecnología, donde muchos de ellos han sido creados para mejorar nuestra
vida e interacción con otras personas, cada noticia que nos muestra un
importante avance tecnológico es como una mirada al futuro, un futuro
donde los robots son parte esencial de nuestra sociedad y han sido creados para servirnos. Bajo esta idea utópica de sociedad automatizada es como muchos
imaginan el futuro, pero pocos se detienen a pensar en los efectos
colaterales de ese "mundo del futuro". Sí, los robots harán muchas de
las labores que hacemos actualmente, esto significa más tiempo libre
para otras actividades recreativas, pero también menos fuentes de
trabajo. Es así como surge un corto animado, que nos muestra una
interesante visión de cómo será el mundo, cuando los robots posean todos los puestos de trabajo necesarios en una sociedad.
El último trabajo en la Tierra
Alice es aparentemente como cualquier otra persona, tiene un gato
robot, un espejo que la pone al día de las noticias más relevantes, así
como de un rápido examen para estar al tanto de su salud. Una máquina la
diagnostica y le otorga medicinas, un tratamiento para su enfermedad de
forma inmediata; la publicidad es personalizada y por supuesto cuenta
con un coche autónomo, pero lo que hace a Alice distinta a los demás, es
que ella aún posee un trabajo tradicional, el último de la Tierra. Esta es la premisa que nos presenta el corto 'The Last Job on Earth' creado por el estudio de animación The Moth Collective para un interesante artículo en The Guardian, donde precisamente se plantea la idea de una sociedad operada por robots, lo que traería grandes consecuencias, ya que la gente simplemente no tendría dónde trabajar ni dinero para sobrevivir.
"Las
máquinas eliminarán el 50% de los puestos de trabajo actuales de aquí a
solo 30 años": Moshe Vardi, profesor de Ciencias de la computación en
Rice University
Los investigadores Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, presentaron en 2013 su estudio "El futuro del Empleo",
donde aseguran que casi la mitad de todos los puestos de trabajo serán
automatizados en un periodo de entre tres o cuarto décadas, pero Paul Mason,
autor del artículo en The Guardian, dice que aunque la automatización
es algo inevitable, no hay por qué temer, es una evolución inevitable
que ha comenzado con el teletrabajo, un cambio en el modelo económico que se nos presentará como una tercera revolución industrial. Por supuesto, este cambio radical afectará a unos más que a otros,
pero hacia allá se dirige nuestra sociedad nos guste o no, así que sólo
nos queda estar preparados.
Son 10 los gallinazos que vuelan por la capital de Perú con equipos GPS y cámaras GoPro en el cuerpo.
"Durante
generaciones hemos defendido al hombre de estos enemigos, armados con
nuestro sentidos y un estómago capaz de destruir las más poderosas
bacterias (...), pero la basura nos está ganando, la basura tomó el
aire, infectó el agua, enfermó la tierra".
De esta manera, un
supuesto gallinazo -nombre del buitre negro en Perú- dirige estas
palabras a los limeños, en el video de la campaña llamada Gallinazo
Avisa, creada para detectar focos de basura en Lima y llamar la atención
de quienes la producen. Los gallinazos que participan en
la campaña vuelan por la capital equipados con GPS y cámaras GoPro y van
registrando los botaderos de basura en los que se alimentan. Esta
idea nació a partir de un proyecto de investigación de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, sobre la vida de los gallinazos,
que se realiza desde julio. Los investigadores de San Marcos
necesitaban equipos electrónicos para monitorear a los gallinazos,
explica Letty Salinas, directora del Departamento de Aves de la
universidad. Por su parte, el Ministerio del Ambiente necesitaba una forma de alertar a los limeños sobre el problema de basura de su ciudad. Así, la agencia de publicidad FCB Mayo ideó la campaña Gallinazo avisa. El Ministerio del Ambiente del Perú y Usaid, agencia de
cooperación internacional de Estados Unidos, aportaron los equipos GPS y
las cámaras GoPro.
Diez gallinazos
El
departamento de aves de San Marcos reunió a 10 gallinazos para que
participen en la campaña. Algunos fueron animales rescatados y otros
fueron capturados en sus colonias, atrayéndolos con carroña. Les practicaron exámenes médicos rigurosos a cada uno, les instalaron los equipos y los liberaron. Desde
entonces vuelan por todo Lima. Sus alas largas les permiten volar hasta
por cuatro horas seguidas para encontrar su comida entre los
desperdicios o animales muertos. En tierra, un equipo permanente de la San Marcos recibe y analiza en tiempo real las imágenes que envían las aves. Con ellas, reúnen información sobre su vida social, desplazamientos, hábitos de alimentación, anidación y descanso de estas aves. La
información sobre los focos de basura que ubiquen los gallinazos va al
Ministerio del Ambiente para que arme un mapa virtual de los puntos de
contaminación. Pero ¿qué tan grave es el problema de la basura en Lima como para que tengan que rec urrir a los gallinazos para abordarlo? El artículo completo en la web de la BBC.
El siempre polémico Kim Dotcom sigue buscando
recetas para replicar el éxito que tuvo con Megaupload, y mientras
prueba lanzando servicios en diversas categorías, planea el gran
lanzamiento de Meganet para 2016. Se trata de una red alternativa que podrá usarse como si de una “Internet” se tratara. El objetivo
es que millones de móviles de todo el mundo instalen la aplicación para
que se genere una red de comunicación P2P, por lo que existirá
información pero no servidores, ni direcciones IPs. Se usará un tipo de blockchain (el sistema existente por detrás de los bitcoins) para cambiar datos, y están trabajando
en un cifrado que impedirá el hackeo de la información por ingeniería
reversa, usando claves extremadamente largas para que no puedan
obtenerse ni con superordenadores. Defiende el sistema indicando que si 100 millones de smarphones instalan Meganet, tendrán capacidad,
tanto de almacenamiento como de ancho de banda y poder de cálculo,
semejante al de los diez sitios web más grandes de todo el mundo
combinados, y eso es realmente mucha información. Los móviles que instalen meganet usarán su conexión
a Internet como cualquier nodo en una red P2P, pero solamente cuando se
detecte una red WiFi, para no consumir nuestro plan de datos. La
presentación se ha realizado en SydStart, conferencia sobre tecnología
realizada en Australia, desde donde ya han empezado a reaccionar a las
noticias sobre Meganet:
La
idea no es mala, pero dudo que 100 millones de personas instalen una
aplicación en su móvil que consumirá espacio y recursos guardando
“información desconocida”. Fuente: Whats News
Algunos de los mejores magos y neurocientíficos del mundo se reunieron (en mayo del 2011) en la isla del Pensamiento (Pontevedra) para compartir conocimientos y experiencias. Científicos e ilusionistas aprendieron cómo reconstruye nuestro cerebro la realidad gracias a las ilusiones que los magos llevan siglos practicando. Les ejo con este interesante artículo:
Los ojos están fijos en la moneda, los dedos se mueven durante un instante y la moneda no aparece en el lugar en el que todos esperaban. Cuando el mago abre la mano, una docena de espectadores aplauden alborozados alrededor de la mesa. El público de esta noche es muy especial, la mitad de ellos son magos y la otra mitad neurocientíficos que llevan años estudiando los secretos del cerebro y la percepción. Aún así, no dejan de asombrarse con cada nuevo truco.
Son las tantas de la madrugada y estamos en la isla de San Simón, en mitad de la ría de Vigo. Los invitados han sido cuidadosamente seleccionados para participar en Neuromagic 2011, la primera reunión de magos y neurocientíficos del mundo para estudiar cómo funcionan estos “engaños” en nuestra mente. Los testigos del juego de la moneda saben que en algún momento del proceso su cerebro ha creído ver lo que no estaba allí y ha reconstruido parte de la escena. Estos pequeños fallos son los que los magos llevan siglos explotando para dejarnos con la boca abierta y para los que la neurociencia está encontrando ahora una explicación.
“Los magos toman ventaja de que tenemos una capacidad mental limitada”, explica Susana Martínez-Conde, quien ha coordinado el congreso con Stephen Macknik después de años trabajando junto a muchos de estos ilusionistas de forma individual. “Nuestro cerebro tiene un tamaño y unos recursos limitados”, explica, “y debe tomar decisiones y atajos”. Es por esta economía de los recursos que nuestra mente completa los huecos y ve continuidad donde quizá no la hay, o hace interpretaciones que tal vez no sean del todo correctas pero que nos sirven para ir tirando.
“Vivimos rodeados de ilusiones”, asegura el profesor Peter Tse, uno de los mayores expertos del mundo en esta materia. En su opinión, estas ilusiones visuales son el fallo que demuestra que todo lo que vemos es una construcción del cerebro. Dispuesto a demostrarlo, Tse proyecta una imagen ante el auditorio que expone durante largos segundos. “¿Alguien ha notado algún cambio?”, pregunta. Nadie ha apreciado nada, a pesar de que es un público “entrenado”. Un minuto después, cuando lo explica, vemos que una de las ventanas del dibujo se ha esfumado de nuestra vista, pero a una velocidad tan lenta que nuestro cerebro no ha sido capaz de registrar el cambio a nivel consciente.
El cerebro rellena huecos, se pierde los detalles porque todo lo que queda en la periferia está borroso y se distrae con una canción, un ruido o una emoción. Cuando el mago nos hace reír, por ejemplo, nuestra atención baja momentáneamente y nos deja más expuestos al engaño durante unos segundos. También construye una falsa continuidad entre unos eventos y otros, aunque los cambios salten a la vista.
Entre otras muchas cosas, Luis Martínez Otero estudia en su laboratorio del Instituto de Neurociencias de Alicante la continuidad de nuestra percepción cuando realizamos determinadas tareas. “La memoria visual a corto plazo es muy importante para mantener la ilusión de continuidad visual”, asegura. “Estamos continuamente moviendo los ojos, percibimos el mundo de forma discontinua, pero en cambio nos parece continuo”. Hay muy buenos ejemplos en las películas, como la famosa escena de la batalla de “Braveheart”, en la que Mel Gibson lleva un arma diferente en cada plano y nadie lo percibe, o la película de Chaplin en la que cambia de habitación cuatro o cinco veces y reaparece con sombrero y sin sombrero.
Un fenómeno muy relacionado con esto es la ceguera por desatención y se suele explicar con el famoso vídeo del gorila y los pases del baloncesto o el encuestador que se intercambia con otro sin que la víctima note el cambiazo. Cuando centramos nuestra atención en un foco determinado, el resto del mundo desaparece para nuestro cerebro. Los magos utilizan esta estrategia y otras muchas durante sus actuaciones, tratan de que miremos donde ellos quieren e incluso borran de nuestra memoria lo que acaba de suceder con preguntas que nublan nuestro razonamiento y cambiarán lo que luego recordemos.
“La colaboración entre magia y neurociencia funciona en ambos sentidos”, explica Martínez-Conde. “También los magos están muy interesados en saber cómo funciona la percepción y cómo mejorar sus trucos”. Los científicos no solo están usando los trucos para comprender cómo funciona la percepción, sino para poner a prueba nuestras habilidades cognitivas. Peter Johansson y Lars Hall, por ejemplo, utilizaron un pequeño juego de manos para cambiar la elección de sus sujetos entre dos opciones. Los participantes elegían entre dos fotografías y explicaban los motivos por los que habían escogido una de ellas sin saber que el investigador les había dado la opción descartada. Sus trabajos han servido para profundizar en un fenómeno conocido como ceguera a la elección y demostrar que nuestras opiniones son mucho más maleables de lo que pensamos.
Anthony Barnhart es el único ponente que tiene los pies en los dos lados del campo de juego. “Empecé como mago”, nos explica, “antes de ser psicólogo”. “A medida que desarrollas tu interés por la magia y aprendes cómo engañar a la gente”, confiesa, “te das cuenta de cómo fallan nuestras percepciones”. Sus conclusiones son bastante inquietantes, porque indican que nuestro cerebro verá una y otra vez la misma ilusión o se fijará en los mismos focos por muy inteligentes que nos creamos. "De hecho", nos revela alguien lejos de la cámara, "hay quien cree que el mejor público para engañar es el que se cree más listo”.
Durante cuatro noches seguidas, magos y neurocientíficos han intercambiado secretos para mejorar lo que sabemos de ambas disciplinas. En un lado de la mesa, el gran James Randi saca una flor del pelo de unas invitadas. En el otro, Eric Mead recuerda la noche en que un tigre se escapó de una jaula en Las Vegas y dejó la marca de sus garras sobre el capó de un coche y Max Maven habla del tipo que hacía creer que tenía unos dados dentro del puño haciendo sonar los huesos fracturados de sus nudillos.
“Esto que acabo de ver, ¿ha pasado?”. La pregunta del mago Luis Piedrahita resume perfectamente la sensación con la que nos quedamos después de un truco de magia. Algo que es aparentemente imposible se ha convertido en posible durante un instante, el niño dentro de nosotros quiere creer que es verdad, jugar a deslizarse por la pendiente del asombro. La respuesta está a unos centímetros de distancia, en esas conexiones neuronales evolucionadas para percibir formas, colores y movimientos de determinada manera. Los científicos empiezan a comprender cómo se generan las ilusiones y a meter la cabeza entre estas misteriosas bambalinas, ese lugar donde nuestras percepciones se convierten en palomas y un montón de conejos asoman de una chistera.
Susana Martínez-Conde, directora del Laboratory of Visual Neuroscienceen
Phoenix y coordinadora del congreso, nos explica las bases con las que
comenzar a entender los engaños de la mente: “Nuestro cerebro tiene unos
recursos limitados. No puede procesar toda la información que le llega,
y por tanto debe enfocar la atención en determinados lugares, borrando
el resto. Organiza la realidad con los recursos con los que cuenta, y
así, cuando nos concentramos en algo, necesariamente dejamos fuera otros
elementos. Es lo que llamamos ceguera por atención”. Véase el siguiente vídeo:
American Hacker publicó este vídeo estilo bricomanía en el que se explica cómo crear algo que proporciona un efecto «proyector de hologramas» visible sin gafas; es simplemente una pieza de plástico sobre la pantalla. La receta requiere:
Papel milimetrado
Una caja de plástico de CDs (de esos que había antes para la música)
Cinta, o pegamento estilo Super-Glue
Bolígrafo
Tijeras
Teléfono móvil
Cuchillo o cutter
¿Cómo se hace? Este vídeo te lo explica de manera simple.
Pocas personas han salvado más vidas que Louis Pasteur.
Las vacunas que desarrolló han protegido a millones. Al entender que los gérmenes causan enfermedades revolucionó la atención médica. Y encontró nuevas formas para hacer que los alimentos que consumimos no nos hicieran daño. Definitivamente,
Pasteur fue un químico que cambió nuestra interpretación de la biología
en forma fundamental. Pero además, al examinar paso a paso su vida, se
hace evidente que estuvo a la vanguardia de una nueva rama de la
ciencia: la microbiología. 27 de diciembre de 1822: El artista que se volvió químico Louis Pasteur era el hijo de un sargento de las guerras napoleónicas, que creció amando apasionadamente a su nativa Francia. Pasó su niñez en el macizo del Jura, en el este de Francia. No
se destacó como alumno y era un apasionado del dibujo y la pintura. De
niño, hizo una serie de retratos de su familia que revelan un buen ojo
para la precisión y los detalles. Sus profesores alentaron ese
lado artístico, pero su padre consideraba que pintar era una
indulgencia: lo que importaba era el trabajo sólido escolar, así que
Pasteur estudiaba con tesón. 1848: Un descubrimiento sobre los pilares de la vida
Pasteur empezó su carrera en química con un empleo en la Universidad
de Estrasburgo y pronto hizo un descubrimiento revolucionario: demostró
que moléculas idénticas podían existir como imágenes espejo (o versiones
"zurdas" y "diestras").
Notó que las moléculas producidas por los seres vivos siempre eran zurdas.
El
descubrimiento fue un avance fundamental para la microbiología, que
apuntaló el desarrollo moderno de las medicinas y hasta nuestra
comprensión del ADN.
A los 25 años de edad, Pasteur ya había hecho lo que se puede considerar como su contribución más profunda a la ciencia. En Conocer Ciencia TV realizamos un especial (endos partes) sobre la vida de Pasteur:
Fue venerado durante su vida, descubrió las leyes de la gravedad y
del movimiento, inventó el cálculo infinitesimal y ayudó a moldear
nuestra visión racional del mundo.
Pero su vida personal a menudo estuvo plagada de sentimientos menos felices.
25 de diciembre de 1642: Sin expectativa de vida
Newton nació prematuramente el día después de Navidad en Woolsthorpe, Lincolnshire. Era un bebé pequeñísimo y le dieron pocas posibilidades de supervivencia. El país en el que nació era caótico y turbulento.
Inglaterra
estaba siendo destrozada por una guerra civil. La peste era una amenaza
constante. Muchos creían que el fin del mundo era inminente.
Pero la
aldea de Woolsthorpe era una comunidad tranquila, a la que casi no había
llegado ni la guerra ni la peste, donde se respetaban los valores
puritanos de la sobriedad, el trabajo duro y la adoración sencilla.
El
padre de Newton murió antes de que él naciera. Cuando cumplió tres
años, su mamá lo dejó con su abuela y se casó con un hombre de un pueblo
cercano.
Esto le dejó una herida de por vida; se sintió rechazado por su familia. Odiaba a su padrasto y amenazaba con prenderle fuego a su casa.
No
le interesaba ni la literatura ni la poesía, pero le fascinaba la
mecánica y la tecnología, que lo llevaron a inventar un elaborado
sistema de relojes de sol que daban la hora y los minutos precisos.
Su
madre tenía la esperanza de que se dedicara a manejar la granja de la
familia, pero su tío y el director del colegio se dieron cuenta de que
Newton estaba destinado a vivir en la esfera intelectual.
1661: Un mentor matemático
Newton
se inscribió en el colegio Trinity de la Universidad de Cambridge y ahí
encontró a una figura paterna que lo puso rumbo a importantes
descubrimientos.
En vez de pedirle que estudiara los textos que
los otros universitarios leían, Isaac Barrow -el primer profesor de
matemáticas de Cambridge- lo orientó hacia los grandes problemas
matemáticos no resueltos de ese momento, como el Cálculo, esa manera de
describir cómo cambian las cosas.
Esa materia después sería crucial para explicar el Universo en términos matemáticos. Newton
además se la pasaba buscando nuevos escritos de hombres como Descartes,
quien argumentaba que el Univeso estaba gobernado por leyes
matemáticas.
Un video, de Conocer Ciencia TV, donde hablamos sobre Newton y la luz blanca:
Si la rotación de nuestro planeta se suspendiera, las consecuencias serían espectacularmente devastadoras.
La rotación de la Tierra es mucho más que un ornamento coreográfico e,
incluso, va más allá de provocar los ciclos que nos acompañan
inmemorablemente. Lo cierto es que este movimiento rige muchos más
aspectos de los que imaginamos y resulta fundamental para mantener el
equilibrio dentro de las condiciones que ya damos por supuestas dentro
de nuestra realidad física. De hecho, si por cualquier razón nuestro
planeta dejara de girar, las consecuencias serían espectacularmente
devastadoras. Lo anterior queda demostrado en este video, un impactante
simulacro visual alrededor de este, por fortuna, improbable suceso.
Terrible, pero sumanente improbable
El popular divulgador Michael Stevens, Vsauce,
lo explica en detalle en el vídeo debajo. Algo así jamás llegaría a
ocurrir, pero imaginarlo sirve para entender mejor conceptos físicos y
científicos que de otra forma tal vez nunca nos pararíamos a pensar.
¿Qué ocurriría? Un resumen:
Sería
algo parecido a ir en coche a casi 1.700 km/h y chocar contra un muro
solo que, en este caso, todo lo que no estuviera sólidamente anclado a
la Tierra (es decir, todos nosotros, edificios incluidos) saldríamos
despedidos a esa velocidad.
Dado
que la velocidad de rotación en los Polos es menor, la población muy
cerca de los Polos podría sobrevivir inicialmente. Aunque solo al
principio.
La
gente que en el instante de pararse la Tierra volara en aviones,
tendría también posibilidades de sobrevivir, aunque las tormentas y
fenómenos atmosféricos que se formarían luego harían casi imposible que
esos aviones siguieran en el aire.
La
velocidad del viento generado por este fenómeno sería tan elevada (más
rápida que el impacto de una bomba atómica) que produciría incendios en
buena parte de la superficie del planeta. Algo como esto:
Ese viento produciría también una erosión sin precedentes que arrasaría gran parte de la superficie terrestre.
Los
océanos se elevarían como enormes tsunamis inundando los continentes.
Luego el agua se acumularía en los Polos al no existir la inercia del
giro que mantiene a los océanos en su sitio y por ser también la
gravedad mayor en los Polos. El centro del Tierra se quedaría sin agua:
Sin la rotación de la Tierra, desaparecería el campo magnético
de nuestro planeta y la radiación solar destruiría la escasa vida que
pudiera quedar. La mitad de la Tierra estaría expuesta a una temperatura
casi insoportable para la vida. La otra mitad se helaría.
Puedes verlo todo debajo explicado debajo por Vsauce. Un apocalíptico ejercicio de imaginación.
La fórmula de arriba no es una cualquiera, es una de las más curiosas en matemáticas. Su representación en un gráfico es, básicamente, la propia fórmula. Se la conoce como la fórmula autorreferente de Tupper y su explicación es un genial ejercicio numérico que te hará amar (un poco más) las matemáticas.
Primero partamos de la fórmula en sí mismo. Es esta:
Si representáramos esta ecuación en un eje de X e Y, de forma que las coordenadas de X estuvieran entre 0 y 106, y las de Y estuvieran entre K y K+17, siendo K igual a este número enorme:
El resultado del dibujo en el gráfico sería la propia fórmula pixelada, es decir, esto:
¿Cómo es posible? Básicamente, las reglas de las coordenadas mencionadas, 0106×17, en el que cada celda podría ser un bit de información, o lo que es lo mismo, 106 x 17 = 1802 bits.
A su vez, el número K contiene 543 cifras que permiten codificar 1810 bits de información binaria. Es decir, el número K es justo el que codifica y dibuja en el gráfico la fórmula, con un 0 asignado a la celda libre y un 1 asignado a la celda coloreada. Esto, automatizado por un programa informático como el que creó Tupper, dibujaría al instante la propia fórmula con el número K mencionado. Por eso se le llama "auto-referente".
Como explica Matt Parker en el vídeo debajo, se podría comprobar de forma manual. Si partes del dibujo de la fórmula y anotas su número binario, asignando un 1 cuando la casilla está coloreada y un 0 cuando no, divides ese número binario final entre 10 y lo multiplicas por 17, obtendrías el número K inicial.
Lo curioso de todo esto es que, solo variando el número K, puedes obtener un dibujo diferente cada vez. Lo que quieras. Por ejemplo, como explican aquí, si K (o N, da igual cómo lo llames) fuera este número: