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23 de septiembre de 2018

"Teoría del empujón": 8 maneras en las que te dejas influenciar en tus decisiones cotidianas

El refuerzo positivo y las sugerencias indirectas son una poderosa manera de influir en nuestra toma de decisiones.


Mary Ann Sieghart es una periodista y locutora que ha estado investigando la teoría del "Nudge" o "teoría del empujón", que explica cómo nuestras decisiones están afectadas por una influencia indirecta. 

Ese "empujón" es el que hace que, por ejemplo, queramos ser más ricos y estar en mejor forma sin apenas darnos cuenta.

El concepto del "empujón" podría haber comenzado como un experimento en las ciencias de la conducta. Al fin y al cabo ¿qué padre o madre no ha recurrido al refuerzo positivo y sugerencias indirectas para influir en las acciones y elecciones de un hijo?

Pero Sieghart cree que también puede ser una manera útil de dirigir adultos como "una manera de presionarnos para que nos comportemos un poco mejor, como un suave ajuste para alentarnos a tomar las decisiones correctas".

Lo curioso es que, la mayoría de las veces, ni siquiera nos damos cuenta de que está sucediendo.

Entonces ¿cuáles son las formas en que las podríamos ver en acción la teoría del empujón en nuestra vida cotidiana?

1. Cuando encargas tu comida

"Si describes la comida con una variedad de adjetivos, ya sean geográficos o descriptivos, haces que la comida sepa mejor", dice el autor británico y gurú publicitario Richard Shotton.

Y es por eso que la industria de la alimentación nos regala —empujón, empujón— "floridas descripciones" de la comida.

Según una investigación llevada a cabo por el profesor estadounidense Brian Wansink, cuando a un grupo de estudiantes se les pidió que calificaran una "sopa de frijoles" y una "sopa de frijoles de la Toscana", los resultados mostraron que la sopa sabía "un 8% mejor cuando tenía esa bella descripción".

Así que cada vez que eliges salmón de Alaska o crema de Cornualles, ahora sabes que estás experimentando un "empujón".

Igual de persuasivo es eliminar los símbolos de la moneda ($, €...) de sus listas de precios porque hay evidencias que sugieren que "si quitas el dólar, la libra o cualquier signo de moneda, la gente se vuelve menos sensible al precio", dice Shotton.

2. Mientras esperas la fila en la caja

Mientras haces fila en un supermercado te ves empujado a comprar cosas de manera impulsiva: en ese momento siempre vemos artículos baratos, como chicles y caramelos, y tenemos la tentación de meterlos en la cesta.

"Retiras los dulces de la caja" y "la gente se da cuenta de que está consumiendo menos azúcar", sugiere Sieghart.

¿Qué pasaría si estos dulces tan fácilmente accesibles fuesen sustituidos por multivitaminas, nueces o fruta?

Lea el artículo completo en: BBC Ciencia

18 de septiembre de 2018

Cuando la cerveza Guinness salvó a Irlanda durante la Segunda Guerra Mundial

A los beneficios ya conocidos del consumo moderado de cerveza, hoy vamos a añadir el de ser la responsable de que Irlanda pudiese mantener su neutralidad durante la Segunda Guerra Mundial.

Arthur Guinness, fundador de la cerveza Guinness en Dublín (Irlanda) en 1759, fue un empresario atípico para la época -incluso lo sería hoy en día-. Además de preocuparse de que su negocio fuese rentable, también se preocupó del bienestar de sus trabajadores y de los más necesitados de la sociedad: fundó organizaciones benéficas, construyó viviendas sociales para los más pobres… Sus herederos mantuvieron la política del fundador: todos los trabajadores que lucharon en la Primera Guerra Mundial recuperaron sus puestos de trabajo cuando regresaron a casa y, durante este tiempo, sus familias recibieron la mitad del salario habitual de estos trabajadores; a finales de los años 20, su salario era un 20% mayor que en la competencia, disponían de becas para la educación de los hijos, tenían cubiertos los gastos médicos… algo así como los trabajadores del tío Google en la actualidad. Durante la Segunda Guerra Mundial, Guinness prometió a todos los soldados británicos que tendrían una botella de su cerveza negra el día de Navidad. Incluso trabajadores ya jubilados se presentaron como voluntarios en las fábricas para ayudar a cumplir aquella promesa.

En 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial, el Primer Ministro Eamon De Valera declaró la neutralidad de Irlanda. Aquella decisión nos gustó nada en Londres y provocó el enfado de Winston Churchill, en aquel momento Primer Lord del Almirantazgo. A pesar de todo, Irlanda mantenía su independencia política y nada se podía hacer desde Londres… o eso creía De Valera. En 1940, y ya como Primer Ministro, Churchill comienza su jugada maestra para obligar a Irlanda a romper su neutralidad y poder utilizar los estratégicos puertos irlandeses.


Su macabro plan consistía en estrangular la economía irlandesa, con escasos recursos naturales y peligrosamente dependiente de los suministros británicos. Para ello, Churchill ordenó cortar los suministros de fertilizantes, gasolina, carbón… e incluso cereales. La economía irlandesa se derrumbó y el hambre comenzó a instalarse entre sus habitantes. En 1941 la situación de Irlanda era desesperada y De Valera comenzaba ya a plantearse ceder ante la pretensiones de Churchill, cuando apareció en escena Guinness. En marzo de 1942, en un esfuerzo por preservar el cereal para el pan, el gobierno irlandés impuso restricciones y prohibió la exportación de cerveza. Algo que en teoría poco o nada afectaba al plan de Churchill, dio un giro de 180º cuando las tropas británicas comenzaron a protestar por la escasez de Guinness (incluso hubo disturbios callejeros en Belfast). Por aquello de mantener la moral alta de los soldados, el gobierno británico volvió a suministrar cereal para mantener las exportaciones de cerveza. De Valera entendió que la Guinness era su baza para recuperar los suministros y su economía. Al poco tiempo, volvieron a prohibir la exportación alegando que no tenía suficiente carbón para seguir manteniendo la producción. Los británicos volvieron a suministrar carbón. Poco a poco, y manteniendo este patrón de intercambio, Irlanda consiguió recuperar los suministros, su economía y mantenerse neutral… a pesar de Churchill.

Tomado de: Historias de la Historia

13 de septiembre de 2018

Pepsi: la primera empresa extranjera en ser comercializada en la URSS

El 2 de diciembre de 2010 PepsiCo (la multinacional estadounidense que produce y distribuye el refresco Pepsi) invirtió 3.800 millones de dólares en la compra del 66% de Wimm-Bill-Dann, la mayor compañía rusa de productos lácteos. Y aunque muchas analistas consideraron que Pepsi estaba pagando un precio demasiado alto, la relación comercial entre Pepsi y URSS -ahora Rusia- ha dado lugar a acuerdos comerciales que podemos calificar como “curiosos”. Todo comenzó en la Exposición Nacional Americana, celebrada en Moscú en el verano de 1959, tras otra exposición similar de la URSS que tuvo lugar unos meses antes en la ciudad de Nueva York. Con aquellas exposiciones se trataba de reducir las tensiones derivadas de los primeros años de la Guerra Fría, pero la delegación estadounidense, con el por entonces vicepresidente Richard Nixon a la cabeza, no desaprovechó la oportunidad de promocionar la sociedad de consumo y el estilo de vida estadounidense frente al régimen comunista.


Nikita Kruschev, el máximo dirigente soviético, y Richard Nixon recorrían la muestra cuando llegaron a las proximidades del stand de Pepsi. Ya fuese por la elevada temperatura -era el mes de julio- o por tener que aguantar la charla de Nixon, el caso es que Donald Kendall, vicepresidente de marketing de Pepsi, se dio cuenta de que Kruschev estaba sudando, cogió un vaso de su refresco y se lo ofreció al dirigente soviético. La instantánea de aquel momento fue el mejor anuncio publicitario de Pepsi. Kendall entendió que la Unión Soviética era un enorme mercado en potencia y, además, donde su competidor Coca-Cola no había logrado penetrar. Así que, se aferró a la idea de convertir a Pepsi en el primer producto extranjero que se vendiese en la URSS. Tras varios años de negociaciones y con el apoyo de Richard Nixon, presidente desde 1969, en 1972 Donald Kendall (presidente de Pepsi desde 1963) firmó el acuerdo con las autoridades soviéticas. Pero todavía había un problema, el rublo no podía ser intercambiado en el mercado internacional. Entonces, ¿cómo podrían pagar los soviéticos los refrescos enviados desde EEUU para su comercialización? Pues con un acuerdo que se pone de ejemplo en las Escuelas de Comercio del llamado countertrade (comercio compensado). Se acordó que los soviéticos pagarían con vodka, convirtiendo a Pepsi en el importador exclusivo del vodka Stolichnaya para el mercado estadounidense.


El siguiente paso a la comercialización del refresco en la Unión Soviética fue la inauguración en 1974 de la primera planta de Pepsi en Novorossiysk (ahora ya cuenta son decenas). Pero no todo iba a ser un camino de rosas, en los años 80 las cosas se complicaron para Pepsi. Aunque más tarde el problema se solucionó, al no participar los Estados Unidos como protesta por la invasión de Afganistán, en 1980 se iban a celebrar los Juegos Olímpicos en Moscú y Coca-Cola tenía los derechos de explotación desde los Juegos de 1924. Además, el 23 enero de 1985 las autoridades soviéticas autorizaron la comercialización de la Coca Cola. Aunque al comienzo la Coca Cola era exportada y sólo se podía comercializar en tiendas para turistas, se había roto el monopolio y Kendall entendió que debía moverse. Se reunió con las autoridades soviéticas para estudiar nuevos tratados comerciales, pero ahora con la presión de su gran competidor acechando. En 1989 se firmó un nuevo countertrade por el que Pepsi se hacía con 17 submarinos de guerra, un crucero, una fragata y un destructor. De esta forma, la URSS limpiaba su obsoleta Armada y Pepsi se convertía durante unos días en la sexta potencia militar más grande del mundo en número de submarinos. De hecho, se cuenta que Donald Kendall le dijo a Brent Scowcroft, asesor de seguridad nacional del presidente Bush (padre)
Estamos desarmando a la Unión Soviética más rápido que vosotros.
Lógicamente, aquella situación sólo duró unos días ya que fueron vendidos a una compañía sueca para el reciclaje de chatarra. A comienzos de los noventa, con la Perestroika de Gorbachov y la posterior desintegración de la Unión Soviética, Pepsi no pudo mantener su posición dominante y Coca-Cola pudo introducirse en el mercado ruso, superando su cuota de mercado a la de Pepsi en 2005.

Tomado de: Historias de la Historia

5 de septiembre de 2018

Por qué hay hambre en Argentina si se produce comida para 440 millones de personas (10 veces su población)

El tercer productor mundial de miel, soja, ajo y limones; el cuarto de pera, maíz y carne; el quinto de manzanas; el séptimo de trigo y aceites; el octavo de maní. 

Sí, Argentina produce muchos alimentos. 

Y, sin embargo, entre uno y tres millones de argentinos sufren hambre

Puede verse como una paradoja o como una injusticia o como una apreciación técnicamente fallida que pasa en muchos otros países, como China, el mayor productor mundial de alimentos, o Brasil, el más grande exportador de comida de América Latina. 

Pero en ninguna otra nación la brecha parece ser tan grande como en Argentina, donde hoy una nueva crisis económica -hubo diez graves en 70 años- probablemente se traduzca, según el presidente, Mauricio Macri, en un nuevo aumento de la pobreza

En un dato oficial que muchos argentinos saben de memoria, Argentina produce alimentos para abastecer a casi 440 millones de personas

Y su población, según varios estudios, apenas pasa los 44 millones. 

Es difícil saber cuántos de los 13 millones de pobres (30%) que se registran en Argentina sufren hambre; las dos variables no van necesariamente de la mano

Pero de nuevo: no hay país en este continente que se jacte de ser, o haber sido, "el granero del mundo", como Argentina. 

¿Qué es, entonces, lo que pasa? ¿Para dónde va toda esa comida? ¿Por qué no llega al sector más vulnerable?

El hambre en Argentina, coincidieron varios expertos en conversación con BBC Mundo, no se debe a escasez de alimentos, sino a falta de ingresos, distribución desigual de la riqueza o ausencia de generosidad.

"El problema de Argentina no es que falten alimentos", dice Iván Ordoñez, economista especializado en el campo. "No somos India ni Haití ni Venezuela; nosotros no importamos alimentos, todo lo que comemos es industria local". 

"Lo que debería pasar, y no ha pasado, es que el mercado interno compita con el mercado externo, que se exporte más, se genere más riqueza y eso genere más empleo", asegura. 

El artículo completo en: BBC Mundo

3 de septiembre de 2018

¿Sabías que en la Edad Media había que pagar para ser monja?

Durante siglos, los dos únicos papeles dignos que podía desempeñar una mujer eran el de esposa, e implícitamente madre, o el de religiosa. Sus padres o tutores, las circunstancias familiares o simplemente temas económicos, determinaban que las mujeres consagrasen su vida a sus maridos o a Dios. Y ambas elecciones implicaban un desembolso económico. 

Independientemente de la condición social, la mujer que pretendiese casarse debía aportar una dote que recibiría y administraría el marido. El significado de este “pago” difiere de unos autores a otros, yendo desde los que afirman que es una especie de seguro para evitar el repudio -en este caso el marido debería devolver la dote-, hasta los que afirman que es una compensación que recibe el marido por la carga económica que suponen la esposa y los futuros hijos. Todas las versiones del porqué de la dote implican la condición de inferioridad de la mujer e incluso ser objeto de mercadeo. Asimismo, la cuantía de la dote era importante y condicionaba el poder llegar a un acuerdo entre los padres de los contrayentes, y, lógicamente, conseguir un mejor matrimonio -socialmente hablando-. Para que la carga económica no dejara temblando las arcas familiares en el momento de la boda, la República de Florencia estableció en 1425 un fondo público llamado Monte delle doti donde los padres iban haciendo aportaciones desde que sus hijas tenían cinco años para la futura dote. Mención especial en este apartado merece el Papa Urbano VII que, además de tener el triste récord de ser el que menos tiempo ha durado en el cargo –del 15 al 27 de septiembre de 1590-, tuvo el detalle de ordenar que cuando falleciese todos sus bienes fuesen donados a la asociación caritativa Archicofradía de la Anunciación para proporcionar la dote a las niñas de familias pobres.

Y como os decía al comienzo, también dedicarse a la vida religiosa tenía su coste. Aunque mucho menor que la dote, la mayoría de las órdenes también exigían una cantidad económica para aceptar a las adolescentes. La mayoría de los conventos femeninos no tenían medios propios de subsistencia y vivían de las donaciones de terceros (bienes dejados en herencia por los feligreses, donaciones “pro anima” -para salvación de las almas del donante o algún familiar-, pagos por ser enterrado en los terrenos del convento…) y las aportaciones que hacían las nuevas religiosas. De esta forma, también se evitaba que muchas criaturas fueran abandonadas a las puertas de los conventos para que las religiosas las criasen. Por tanto, y debido a este canon de inscripción, no es de extrañar que la mayoría de las monjas en la Edad Media fuesen hijas de nobles o de familias acaudaladas, y que la vida religiosa no era una opción para salir de la pobreza.

Fuente: Historias de la Historia

22 de agosto de 2018

Nobel de Física en Perú: el desarrollo de un país está amarrado con la ciencia

En Conocer Ciencia tenemos una propuesta curricular para la enseñanza de nociones de física y química, mediante experimentos sencillos, a niños de educación primaria. Puede acceder a dicha propuesta desde este enlace de Scribd. Puedes acceder a los experimentos desde AQUÍ.


El Premio Nobel de Física 2015, Takaaki Kajita, participó este 17 de agosto en el XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Foto: ANDINA/Melina Mejía.

El desarrollo de un país siempre está relacionado con el crecimiento de las industrias y el aprendizaje de las ciencias, afirmó durante su visita a Lima Takaaki Kajita, Premio Nobel de Física 2015, por contribuir a esclarecer el problema de los neutrinos solares y atmosféricos.

Antes de una disertación en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el científico indicó que en el Perú las familias todavía no estimulan a sus niños y niñas a estudiar una profesión como la física, porque desconocen el impacto que tiene en la economía del país.

UNI

En diálogo con la Agencia Andina, contó que en Japón la situación es diferente dado que los padres recomiendan a sus hijos elegir una carrera de ciencias, pues saben que aportarán al mejoramiento de las industrias y, por ende, al de su nación. 

“Tienen clara esa relación, el Estado se encarga de promoverla. Tal vez aquí falta que el Estado le haga entender a la población que existe una relación importante entre desarrollo, industria y país.”

Ampliar conocimiento
Para Takaaki Kajita el enseñar ciencias tiene como objetivo ampliar el conocimiento, aunque ayuda a las personas a razonar y pensar. Sin embargo, actualmente los jóvenes se muestran indiferentes en aprenderlas. 

Al parecer las nuevas generaciones se encuentran influenciadas por la tecnología del internet o el celular, pero no van más allá. “No están interesadas en profundizar de dónde viene el desarrollo y cómo se pueden afrontar los problemas de la ciencia. Son superficiales”.

Para revertir esta tendencia, el físico consideró que los padres pueden seguir algunas rutas para inculcar en sus hijos el interés por la física. 

Por ejemplo, dijo, pueden enseñarles a hacer cosas relevantes para el futuro, es muy importante que se proyecten. Y para lograrlo, darles libertad es otra tarea que deben emprender los progenitores a fin de que sean ellos mismos quienes busquen ese futuro. Tampoco deben impedirles a sus hijas interesarse por la ciencia

“La enseñanza debe ser por igual, los incentivos para la ciencia deben ser los mismos para niños y niñas, desde los juegos se les motiva. La física puede enseñarse hoy porque aún hay misterios por descubrir y ser explicados.” 

UNI

Takaaki Kajita participará del XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), que se realizará hasta el 17 de agosto. 
Desde hace 19 años la Facultad de Ciencias lo organiza para estimular la cooperación entre investigadores locales, estudiantes y científicos invitados nacionales e internacionales. 

El profesor Takaaki Kajita nació en 1959 en Higashimatsuyama (Japón) y se doctoró en 1986 en la niversidad de Tokio, de la que es catedrático y donde dirige el Instituto de Investigación de Rayos Cósmicos.

Recibió el Nobel de Física 2015 con Arthur B. McDonald por el descubrimiento de la oscilación de los neutrinos, un fenómeno que prueba que estas partículas tienen su propia masa. 

31 de julio de 2018

¿Cómo se inventó la bolsita de té? (y los secretos más amargos del té)

¿Es cierto que la bolsita de té se inventó por casualidad?

Sí. Cuando el té comenzó a llegar a Reino Unido en el siglo XVII, se echaba en la tetera y luego se colaba.

La bolsita no apareció hasta que, en los primeros años del siglo XX, el importador norteamericano Thomas Sullivan decidió enviar a sus clientes muestras de té en bolsitas de seda solo como envoltorio. Estos pensaron que así estaban listas para usarlas, y la práctica continuó.

Cabe agregar que en Perú la práctica de emplear bolsas de té es reciente, hasta los años 70 e incluso los 80 del siglo pasado se solía beber la infusión con el filtrado que se hacia en una tetera. Pero llegaron las bolsitas de té y arrasaron en el mercado.

Pero...

Las bolsitas de té pueden ser cancerígenas

 “…Algunas bolsas de té están hechas de plásticos, como el nylon, termoplástico, PVC o polipropileno. Aunque estos tipos de plástico tienen altos puntos de fusión, la temperatura en la que las moléculas de los polímeros comienzan a descomponerse siempre es menor al punto de fusión, lo que podría permitir que las bolsas liberen compuestos en el té que pueden causar daños a la salud que aún se desconocen.
 
Las bolsas de papel generalmente son tratadas con epiclorhidrina, que cuando entra en contacto con el agua se hidroliza y produce 3-MCPD. El 3-MCPD es un carcinógeno involucrado con el procesamiento de los alimentos que también ha sido relacionado con la infertilidad y la función inmunológica suprimida
…” (ver fuente aqui)
Mejor volvemos a sacar las teteras de los armarios y empezamos a reutilizarlas. Pero hay más...

El té es un gran, pero amargo, negocio

La DW de Alemania realizó un reportaje sobre el té y los pesticidas que llegan con él a las tazas de los alemanes... y gracias al sudor de trabajadores indios que reciben 1,7 euros por día, es decir ¡ganan solamente cinco soles diarios!



¿Se pueden reutilizar las bolsas de té?

Claro que sí. El contenido de las bolsitas de té puede ser un gran fertilizante para las plantas. Las bolsitas usadas son desinflmantes, puedes aplicarlas bajo tus ojos o sobre picaduras de insectos. Además las bolsitas usadas pueden absorber olores en el interior de armarios o refrigeradores. Más información AQUÍ

Piénsa en todo esto la próxima vez que te bebeas una taza de té.


Hasta pronto

Prof. Leonardo Sánchez Coello

Con información de: QUO, El Mundo (España), DW y Mejor con Salud

23 de mayo de 2018

Los paquetes ya viajan solos: llegan los camiones y plataformas sin conductor

El reparto a domicilio empieza a ser autónomo. Ya están en pruebas los camiones o coches eléctricos sin conductor, los contenedores inteligentes, las plataformas autónomas y adaptables.


El T-Pod, de la 'startup' sueca Einride, es un camión sin cabina, asiento para el conductor o ventanas.

Las doble queso con pepperoni no van a seguir llegando en ciclomotor. No habrá furgonetas de reparto por las calles. Volarán en silencio los drones y circularán vehículos autónomos capa­ces de cumplir los encargos con absoluta precisión. Gigantescos camiones auto­máticos o pequeños robots con ruedas como el de Starship Technologies, de los fundadores de Skype. Las entregas a domicilio y el transporte comercial también se suben al futuro. 
Aprovechando la inercia, algunas mar­cas de coches tradicionales se apuntan al viaje. Como General Motors con su pla­taforma móvil SURUS, o Toyota, que lo apuesta todo a su vehículo autónomo y modulable e-Palette, recién presentado y aún en fase de desarrollo. Diseñado, según la propia marca, “para una gran variedad de propuestas de movilidad y de servicios”. Podría parecer un mero conte­nedor con ruedas (los hay de tres tama­ños), pero es un sistema de transporte modular, 100% eléctrico, completamente personalizable y equipado con el software de conducción autónoma de Toyota.

A partir de esa base, podría utilizarse para entregar paquetes, como tienda móvil, como habitación de hotel, para el transporte de pasajeros o para repartir pizzas… Los ejemplos los sugiere Toyota, y no por azar: la marca japonesa se ha aliado con gigantes como Uber, Mazda, Amazon o Pizza Hut para dar forma al proyecto. El objetivo, más allá del complejo asunto de la legislación sobre vehículos autónomos, es que el e-Palette esté listo para los Jue­gos Olímpicos de Tokio (2020).

El reparto de pizzas parece un terri­torio interesante para los experimentos. Ford empezó a hacerlos en agosto de 2017 en colaboración con Domino’s Pizza, en la ciudad de Ann Arbor, cerca de Detroit (EE UU). Allí, un Focus híbrido y autónomo se hace cargo de algunos pedidos, siem­pre con un ingeniero a bordo, y los clientes pueden seguir el rastro con la app Domi­no’s Tracker. Para recoger su pizza de un compartimento ubicado en la parte trase­ra del coche solo tienen que usar el código enviado por la aplicación.

Camiones con control remoto

Mucho más espectacular es el proyecto de la startup sueca Einride, cuyo vehículo 100% eléctrico puede circular sin inter­vención humana o manejarse por control remoto. De modo resumido: el T-Pod es un camión, pero no tiene cabina ni asiento del conductor ni parabrisas. El prototipo mide alrededor de siete metros de longitud, puede cargar 15 palés de tamaño están­dar y ofrece una autonomía de unos 200 kilómetros. Y la empresa, sobre el papel, muestra optimismo: para 2020 quiere dis­poner de una flota de 200 camiones.

El objetivo no parece descabellado: la tecnología existe (en una fase ya avanza­da), las carreteras están preparadas y hay envíos por hacer. Otto, el camión autóno­mo de Uber, recorrió en octubre de 2016 casi 200 kilómetros entre Fort Collins y Colorado Springs (Colorado) para trans­portar 45.000 latas de cerveza.

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