Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta ciencias. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ciencias. Mostrar todas las entradas

26 de diciembre de 2019

El museo en el que puedes tocar todo lo que ves

El astrofísico canadiense Mauricio Bitran dirige uno de los dos museos de ciencia más antiguos del mundo. Él efiende que facilitar el acceso a la ciencia desde los 7 años es clave para la democracia.

Mauricio Bitran dirige un museo cuyo lema es “por favor, toca todo lo que veas”. El Centro de Ciencia de Ontario, en Canadá, fue fundado en 1969 y es uno de los museos de ciencia interactivos más antiguos del mundo. La institución es una especie de Museo del Prado de la ciencia con un presupuesto anual de unos 25 millones de euros.


Donna Strickland era una niña de 10 años cuando visitó el Centro de Ciencia de Ontario y vio por primera vez un láser. La experiencia debió de resultarle impactante, porque aquella niña dedicó su vida a profundizar en esa poderosa tecnología de la luz y acabó recibiendo por ello el Nobel de Física el año pasado. Chris Hadfield también tenía 10 años cuando Neil Armstrong pisó la Luna, y solo tardó unos meses en visitar el mismo museo de Ontario para conocer allí una de las piedras lunares que la misión Apolo 11 había traído de vuelta a la Tierra. Como en el caso de Strickland, el niño se quedó tan impresionado que se hizo ingeniero, piloto de caza y el primer astronauta canadiense que dio un paseo espacial; también se hizo músico, aunque eso seguramente no es imputable al Centro de Ciencia de Ontario.

Mauricio Britain, astrofísico chileno-canadiense, lo logró.

Pregunta. ¿Los políticos y los científicos viven de espaldas?
Respuesta. Más bien es nuestra tendencia a analizar y dividir la que ha separado las humanidades de la ciencia, no es culpa de los políticos. O eliges ciencia y te especializas en eso y tienes una manera de pensar y de ver el mundo, o te especializas en políticas públicas, en ciencias políticas, humanidades, y tienes otro lenguaje, otra manera de ver las cosas. La mayoría de la gente que hace políticas públicas viene del mundo de las humanidades, no de la ciencia, pero muchos de los problemas que enfrentamos actualmente están basados en la ciencia, como la inteligencia artificial o el cambio climático. Muchos científicos ignoran también cómo se hacen las políticas públicas. Yo he intentado crear un curso, el único que conozco en Canadá, que intenta crear un puente entre estas dos culturas. Darles un lenguaje común para que puedan dialogar.

 P. Usted ha sido asesor del Gobierno de su provincia ¿los políticos hacen caso de sus asesores en este campo?
R. La ciencia es mucho más simple que la política porque hay menos variables. Es necesaria la educación de los científicos para que entiendan la política y cómo se hacen políticas públicas y también al revés, para que los políticos entiendan mejor cómo funciona la ciencia y saber qué preguntas puede responder. Lo que más me preocupa —y esto lo hemos visto en un sondeo reciente que hicimos en el Centro de ciencias de Ontario— es que en general en la población hay una preocupante desconfianza en la ciencia. La población piensa que su opinión es tan buena como cualquier otra. La opinión y los hechos empiezan a tener la misma validez y eso es gravísimo.

P. ¿La forma de hacer política de algunos líderes puede estar agravando este problema?
R. No les echaría a ellos la culpa. Más bien hay una degradación del discurso en la sociedad. Hoy hay menos profundidad y extensión en el análisis. Incluso ahora algunos científicos, en lugar de presentar sus resultados con precaución, lo hacen de una forma sensacionalista para tener más visibilidad. Todo son estudios rompedores y así la gente no sabe qué pensar. Es un problema general de nuestras sociedades.

P. ¿Qué soluciones hay?
R. Educar a la población. Hay que infundir el espíritu crítico a los niños desde pequeños, a los siete u ocho años. Han hecho falta unos 30 años hasta llegar al punto de descrédito de la ciencia actual, ha sido un proceso lento pero continuo. La solución tampoco será a corto plazo. Lo que hacen los museos de ciencia es producir un incentivo, un interés fuera del contexto de la escuela, por eso se les llama centros informales. Los chavales están deslumbrados por jugadores de fútbol, artistas de cine, pero entre los héroes de nuestra sociedad no están los científicos.

P. ¿Cómo se acercan a los chavales jóvenes?
R. Tenemos tres pilares estratégicos. Uno es la innovación juvenil. Tenemos un premio de innovación para chavales de 14 a 18 años [dotado con un primer premio de 10.000 euros]. Uno de los ganadores desarrolló un sistema para medir el pulso, la presión arterial, la saturación de oxígeno en sangre con un dispositivo inalámbrico que se pone en el dedo. Él escribió el programa que hace un cribado para determinar a quién hay que atender primero en una situación de muchos heridos, por ejemplo. Tiene 15 años. Él mismo imprimió en 3D el dispositivo, validó las mediciones, escribió el software... Esto sirve para darle un cauce a los intereses científicos de los jóvenes e incluso ayudar a que sus inventos pasen al sistema de innovación regional.


22 de agosto de 2018

Nobel de Física en Perú: el desarrollo de un país está amarrado con la ciencia

En Conocer Ciencia tenemos una propuesta curricular para la enseñanza de nociones de física y química, mediante experimentos sencillos, a niños de educación primaria. Puede acceder a dicha propuesta desde este enlace de Scribd. Puedes acceder a los experimentos desde AQUÍ.


El Premio Nobel de Física 2015, Takaaki Kajita, participó este 17 de agosto en el XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Foto: ANDINA/Melina Mejía.

El desarrollo de un país siempre está relacionado con el crecimiento de las industrias y el aprendizaje de las ciencias, afirmó durante su visita a Lima Takaaki Kajita, Premio Nobel de Física 2015, por contribuir a esclarecer el problema de los neutrinos solares y atmosféricos.

Antes de una disertación en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el científico indicó que en el Perú las familias todavía no estimulan a sus niños y niñas a estudiar una profesión como la física, porque desconocen el impacto que tiene en la economía del país.

UNI

En diálogo con la Agencia Andina, contó que en Japón la situación es diferente dado que los padres recomiendan a sus hijos elegir una carrera de ciencias, pues saben que aportarán al mejoramiento de las industrias y, por ende, al de su nación. 

“Tienen clara esa relación, el Estado se encarga de promoverla. Tal vez aquí falta que el Estado le haga entender a la población que existe una relación importante entre desarrollo, industria y país.”

Ampliar conocimiento
Para Takaaki Kajita el enseñar ciencias tiene como objetivo ampliar el conocimiento, aunque ayuda a las personas a razonar y pensar. Sin embargo, actualmente los jóvenes se muestran indiferentes en aprenderlas. 

Al parecer las nuevas generaciones se encuentran influenciadas por la tecnología del internet o el celular, pero no van más allá. “No están interesadas en profundizar de dónde viene el desarrollo y cómo se pueden afrontar los problemas de la ciencia. Son superficiales”.

Para revertir esta tendencia, el físico consideró que los padres pueden seguir algunas rutas para inculcar en sus hijos el interés por la física. 

Por ejemplo, dijo, pueden enseñarles a hacer cosas relevantes para el futuro, es muy importante que se proyecten. Y para lograrlo, darles libertad es otra tarea que deben emprender los progenitores a fin de que sean ellos mismos quienes busquen ese futuro. Tampoco deben impedirles a sus hijas interesarse por la ciencia

“La enseñanza debe ser por igual, los incentivos para la ciencia deben ser los mismos para niños y niñas, desde los juegos se les motiva. La física puede enseñarse hoy porque aún hay misterios por descubrir y ser explicados.” 

UNI

Takaaki Kajita participará del XVII Encuentro de Física de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), que se realizará hasta el 17 de agosto. 
Desde hace 19 años la Facultad de Ciencias lo organiza para estimular la cooperación entre investigadores locales, estudiantes y científicos invitados nacionales e internacionales. 

El profesor Takaaki Kajita nació en 1959 en Higashimatsuyama (Japón) y se doctoró en 1986 en la niversidad de Tokio, de la que es catedrático y donde dirige el Instituto de Investigación de Rayos Cósmicos.

Recibió el Nobel de Física 2015 con Arthur B. McDonald por el descubrimiento de la oscilación de los neutrinos, un fenómeno que prueba que estas partículas tienen su propia masa. 

27 de septiembre de 2017

Los mejores libros de divulgación científica de la historia

El origen de las especies – Charles Darwin (1859) 
 
 

El mono desnudo – Desmond Morris (1967)

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0