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2 de marzo de 2012

Las pulgas 'gigantes' del Jurásico que chupaban la sangre de los dinosaurios

Fósil de una hembra de pulga gigante (izquierda), y un macho. | Nature

Fósil de una hembra de pulga gigante (izquierda), y un macho. | Nature

Hace 165 millones de años, las pulgas que chupaban la sangre de los dinosaurios eran entre tres y cuatro veces más grandes que los parásitos del mundo actual. Así lo ha demostrado el hallazgo en China de nueve fósiles de estas pulgas 'gigantes', cuyo descubrimiento publica hoy la revista 'Nature'.

El equipo de André Nel, entomólogo del Museo de Historia Natural de París, encontró los espectaculares fósiles en las provincias chinas de Daohugou, Mongolia Interior y Liaoning, que datan de dos épocas diferentes, el Jurásico medio (hace 165 millones de años) y del Cretácico inferior (entre 145 y 99 millones de años).

En una época en la que la Tierra estaba habitada por dinosaurios y grandes reptiles, el hallazgo prueba que el tamaño de las pulgas también era significativamente mayor: el cuerpo de las hembras podía medir entre 14 y 20,6 milímetros y el de los machos entre 8 y 14,7 milímetros.

Estas dimensiones contrastan con las de las pulgas actuales, que oscilan entre 0,8 y 5 milímetros, y miden de media 3,5 milímetros.

Los restos encontrados de las 'superpulgas', tanto de hembras como de machos, muestran que tenían un abdomen largo y ancho, una cabeza relativamente pequeña, patas largas y una antena pequeña y compacta, pero carecían de alas.

Una 'trompa' espectacular

Sin embargo, su rasgo más sorprendente es su impresionante 'trompa' (con forma de sifón alargado), con la que perforaban la piel de sus víctimas antes de succionar su sangre. Este órgano era más largo en las hembras que en los machos, y visiblemente menor que el de las pulgas de hoy en día. Conservan también algunos rasgos primitivos, en particular unas patas traseras no aptas para saltar.

Estas características sugieren a los investigadores que las pulgas gigantes evolucionaron a partir de la mosca escorpión, una especie alada que habitó en el Cretácico inferior, que tenía una boca similar para alimentarse del néctar de las flores y que se extinguió con la aparición de insectos modernos como los mosquitos o las hormigas.

"La boca y los genitales de las moscas escorpión macho son muy similares a los de las pulgas gigantes, lo que apoya la teoría de que ambas especies están relacionadas y que las pulgas gigantes son moscas escorpiones que evolucionaron para alimentarse de sangre", explicó Nel.

Con motivo de esa adaptación, las pulgas perdieron sus alas y disminuyó el tamaño de su antena y de sus ojos.

Elección de victimas

El descubrimiento ha aportado también nueva información sobre la evolución en la elección de sus víctimas ya que, en un primer momento, estos parásitos podrían haberse alimentado de la sangre de dinosaurios con plumas y con posterioridad pasaron a los mamíferos y las aves.

"El gran tamaño de estas pulgas en comparación con las modernas indica que en un primer momento no debieron alimentarse de pequeños mamíferos, sino de grandes dinosaurios con plumas", indicó Nel.

"A medida que estos grandes dinosaurios se extinguieron, desaparecieron también las pulgas gigantes, mientras que las modernas se desarrollaron probablemente durante el Cretácico tardío, a la par que los mamíferos", añadió el investigador. Sin embargo, el motivo de que su tamaño se redujese tanto permanece sin resolver.

"Quizá adaptarse para poder saltar fue una mejor solución evolutiva que tener un cuerpo grande", especuló Nel.

El hallazgo de estos fósiles es poco frecuente, ya que los restos de ectoparásitos, insectos que viven sobre la piel de sus víctimas y entre los que figuran las pulgas y piojos, son poco abundantes y difíciles de encontrar, lo que dificulta la investigación de sus orígenes en la era mesozoica.

Fuente:

El Mundo Ciencia

29 de febrero de 2012

El Tiranosaurio rex poseía el mordisco más potente de todos los tiempos

Cráneo de un 'T-rex' expuesto en el Museo CosmoCaixa de Barcelona. | Jordi Soteras

Cráneo de un 'T-rex' expuesto en el Museo CosmoCaixa de Barcelona. | Jordi Soteras

De todos los animales que han caminado alguna vez sobre la Tierra, el mítico Tiranosaurio rex, recreado en películas como la trilogía de 'Parque Jurásico', es el que poseía el mordisco más potente. Así lo demuestra un estudio recién publicado por la revista de la Royal Society británica 'Biology Letters'.

La fuerza de la mandíbula del dinosaurio ha dividido durante años a la comunidad científica, hasta el punto de que algunos expertos han defendido que el mordisco del Tiranousaurio rex era tan débil que el animal debía limitarse a comer despojos de presas muertas.

Una simulación por ordenador ha determinado, sin embargo, que el saurio, que vivió hace 65 millones de años, podía ejercer una fuerza con su mandíbula de entre 20.000 y 57.000 newtons, hasta cuatro veces más que el animal vivo con el mordisco más potente, el águila americana.

El estudio, desarrollado por un equipo de la Universidad de Liverpool, sugiere que el Tiranosaurio rex, que podía alcanzar doce metros de largo y cuatro de altura, era capaz de cazar grandes animales para alimentarse y partir los huesos de sus presas con los dientes.

Simulación por ordenador

Los músculos de la mandíbula de los dinosaurios no se conservan entre los restos fósiles con los que trabajan los científicos, por lo que los responsables de la investigación han evaluado distintos modelos posibles de tejido muscular para calcular la fuerza que ejercía la mandíbula de un Tiranosaurio.

Incluso en los modelos en los que los músculos eran más débiles, la simulación por ordenador determinó que la potencia de la mandíbula del dinosaurio era dos veces mayor de la que se había determinado hasta ahora.

"El poder de la mandíbula del Tiranosaurio rex ha sido un tema muy debatido durante años. Los científicos solo cuentan con su esqueleto, ya que los músculos no se fosilizan, así que en muchas ocasiones tenemos que confiar en análisis estadísticos o bien en comparaciones cualitativas con animales vivos", explicó el responsable del estudio, Karl Bates.

Para contextualizar sus resultados, el equipo de Bates calculó la fuerza que ejercerían una mandíbula humana y una de águila si tuviera el tamaño de la de un Tiranosaurio.

En ambos casos, la potencia era mayor respecto a una mandíbula de tamaño natural, si bien el "enigmático dinosaurio gigante" continuaba poseyendo el mordisco más poderoso.

"Nuestros resultados muestran que el rex tenia un mordisco extremadamente potente. Es uno de los depredadores más peligrosos que han habitado nuestro planeta, y su esqueleto y su sistema muscular continuarán fascinando a los científicos durante años", explicó Bates.

Fuente:

El Mundo Ciencia

17 de febrero de 2012

¿Por qué los dinosaurios morían en posturas tan raras?

La llaman la «postura de la bicicleta», porque el animal aparece retorcido, y ahora han descubierto qué provoca esta deformación.


¿Por qué los dinosaurios morían en posturas tan raras?

Fósil del dinosaurio Composognathus longines, en la «postura de la bicicleta

Cuando los paleontólogos descubren restos completos de dinosaurios fosilizados, muchas veces se los encuentran en una postura retorcida. Hasta ahora, los científicos han interpretado estas enrevasadas posiciones como señales de los espasmos de la muerte. Sin embargo, una nueva investigación realizada por paleontólogos europeos viene a echar por tierra tan tétrica creencia. Estas deformaciones extrañas, según explican en la revista especializada Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments, son provocadas después de la muerte de los dinosaurios, durante la descomposición de sus cuerpos.


No es difícil contemplar imágenes de esqueletos más o menos completos y articulados de dinosaurios de cuello largo y cola que presentan una postura extraña. La cabeza y el cuello se curvan sobre el lomo del animal y la cola parece alargarse hacia afuera, como si todo el cuerpo formara una «c» invertida. Esta postura, en la que por ejemplo ha aparecido el Archaeopteryx, ha fascinado a durante más de 150 años a los paleontólogos, que la han bautizado como opistótonos -un síntoma de los que sufren tétanos o un envenamiento, muy conocido en la medicina humana- o «postura de la bicicleta». Según esta hipótesis, existe la presunción de que trastorno cerebral genera espasmos musculares antes de la muerte. Si el cerebelo deja de funcionar, los músculos se aprietan con toda su fuerza, volteando la cabeza y la cola, y contrayendo las extremidades.

Sumergidos en agua

Científicos de las universidades de Basilea (Suiza) y Mainz (Alemania) han examinado los famosos dinosaurios bípedos Compsognathus longipes de las calizas de Solnhofen, un yacimiento alemán de 150 millones de años especialmente extraordinario. Según explican, la teoría del opistótonos requiere que el animal sea enterrado inmediatamente después de la muerte sin que su cuerpo se mueva, pero la postura también se observa en dinosaurios que han acabado hundidos en el mar. Por este motivo, los científicos están convencidos de que los fósiles de los dinosaurios tenían la espalda arqueada no por los espasmos de la agonía sino por la descomposición de los cadáveres.

En un experimento realizado con cuellos de pollo desplumados y sumergidos en agua, los investigadores comprobaron que los cuellos se arquean hacia atrás de forma espontánea más de 90°. El grado de la postura incluso aumenta con el paso de los meses. Esto se debe a un ligamento especial de conexión de las vértebras en los cuellos. Creen que con los dinosuarios de cuello largo ocurría lo mismo.

Fuente:

ABC Ciencia

23 de enero de 2012

Hallan en Sudáfrica los nidos de dinosaurio más antiguos ¡190 millones de años de antiguedad!

Embrión de dinosaurio hallado en uno de los nidos.| D. Scott

Embrión de dinosaurio hallado en uno de los nidos.| D. Scott

  • Los fósiles fueron encontrados en el Parque Nacional Golden Gate Highlands
  • Encontraron huevos, embriones y huellas de minúsculos dinosaurios
  • La madre debía medir 6 m. de altura y los huevos, entre 6 y 7 cm. de diámetro

Un espectacular hallazgo en Sudáfrica ayudará a entender el complejo comportamiento reproductivo de los primeros dinosaurios. Un equipo internacional de investigadores ha desenterrado diez nidos de dinosaurios de la especie 'Massospondylus'. Según aseguran los paleontólogos, los fósiles tienen 190 millones de antigüedad, lo que los convierte en los más antiguos hallados hasta ahora.

Los detalles del descubrimiento se publican esta semana en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). Según explica a ELMUNDO.es Robert Reisz, el autor principal de este estudio, las excavaciones en este yacimiento del Parque Nacional Golden Gate Highlands de Sudáfrica comenzaron en 2005 y se prolongaron durante cinco años.

Los dinosaurios de la especie 'Massospondylus' estaban emparentados con los saurópodos, animales gigantes y de cuellos muy largos, que vivieron durante el Jurásico y el Cretácico.

Biología reproductiva

Los nidos hallados en Sudáfrica estaban distribuidos en varios niveles. En cada uno había hasta 34 huevos, muchos de los cuales contienen embriones. También se han encontrado minúsculas huellas que corresponden a las crías. Según destacan los investigadores, las pisadas muestran que los pequeños dinosaurios caminaban a cuatro patas, aunque se cree que los adultos eran bípedos.

Detalle de la huella de una cría. | D. Scott.

Detalle de la huella de una cría. | D. Scott.

Precisamente estas pequeñas pisadas en los nidos constituyen la prueba más antigua de que los dinosaurios recién nacidos permanecían en el nido durante algún tiempo. Al menos, hasta que doblaban su tamaño.

La madre, calculan, debía medir alrededor de seis metros mientras que los huevos tienen un diámetro de entre seis y siete centímetros. Los huevos están dispuestos de forma ordenada en los nidos lo que, según los paleontólogos, indica que la madre los habría colocado cuidadosamente tras la puesta.

Fidelidad al nido

También creen que la disposición de los fósiles muestra que los dinosaurios volvían repetidamente al lugar donde estaban sus crías, un comportamiento conocido como fidelidad al nido.

Los paleontólogos creen que debajo de las toneladas de rocas que cubren la pared en la que fueron hallados podría haber muchos más nidos. Los ejemplares desenterrados vivieron durante el periodo Jurásico inferior. En el Parque Nacional Golden Gate Highlands de Sudáfrica se habían encontrado los embriones más antiguos conocidos hasta ahora pertenecientes a la especie 'Massospondylus'.

A pesar de que se han hallado abundantes registros de dinosaurios, David Evans, coautor del estudio e investigador del Museo Royal Ontario(EEUU), afirma que hay muy pocos fósiles que aporten información sobre la biología reproductiva de estos animales, en particular de los primeros dinosaurios.

Recreación de dinosaurios adultos y crías saliendo del cascarón. | J. Csotonyi

Recreación de dinosaurios adultos y crías saliendo del cascarón. | J. Csotonyi

El Museo Royal Ontario acogerá hasta el mes de mayo una exposición sobre la reproducción de los dinosaurios en la que se exhiben los fósiles de huevos analizados en esta investigación.

Fuente:

El Mundo Ciencia

19 de enero de 2012

Los saurópodos, gigantes con muy buen equilibrio



Un equipo internacional de investigadores, liderados por científisoco del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha realizado la reconstrucción en tres dimensiones del cráneo de un saurópodo, el 'Spinophorosaurus nigeriensis' ('lagarto portador de espinas'), que ha permitido revelar que aquellos gigantes del Jurásico tenían un gran sentido del equilibrio.

La investigación, publicada en la revista 'PLoS ONE', concluye que ese género de dinosaurios poseían un oído interno muy desarrollado, lo que implica que tenían una gran coordinación sus ojos y su cabeza.

Los fósiles utilizados en este trabajo fueron localizados en Níger, en el deerieto del Sáhara, en una campaña de excavaciones del año 2006, al sur de Agades, y pertenecen al Jurásico medio, hace unos 165 millones de años. Fue el primer dinosaurio de este tipo encontrado en esta zona del mundo.

Poca agilidad física

"A pesar de tratarse de un animal cuya agilidad física se había reducido dramáticamente con respecto a la de sus ancestros, el 'Spinophorosaurus' disponía de un aparato para el equilibrio que estaba muy bien desarrollado", apunta Fabien Knoll, investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), que ha dirigido este trabajo.

Lo que han averiguado gracias a la reconstrucción en 3D es que esta parte del oído interno del saurópodo tiene tres canales semicirculares, que son los encargados de detectar la aceleración angular de la cabeza. Son unos canales que son de forma alargada en animales de gran agilidad, como los lémures mangosta, y cortos en los que son lentos, como el aí ('Bradypus tridactylus').

En el caso del 'Spinophosaurus', era un hervíboro cuadrúpedo de cuello largo. Podía alcanzar hasta los 15 metros de longitud y su cola tenía protuberancias ósesas, como si fueran espinas, de donde le viene su nombre.

El origen de esta especie se remonta a los sauropodomorfos más antiguos, caracterizados por su tamaño relativamente pequeño, su delgadez y su bipedismo, y que presentaban un vestíbulo bien desarrollado.

El hallazgo de esta especie tuvo lugar durante las actividades de prospección del proyecto PALDES (Paleontología para el Desarrollo en Níger) en una zona al sur de Agadez (centro de Níger), en la Comunidad rural de Aderbissinat, llevadas a cabo por paleontólogos del Museo Paleontológico de Elche y del Museo de Historia Natural de Braunschweig. Poco después, el grupo de trabajo alemán rescataba los restos de un segundo ejemplar.

Fuente:

El Mundo Ciencia

16 de enero de 2012

Dinocéfalo: El 'asesino de la Pampa' del Pérmico

Foto del cráneo encontrado en Rio Grande do Soul (Brasil). | J.C. Cisneros

Foto del cráneo encontrado en Rio Grande do Soul (Brasil). | J.C. Cisneros

Hace 270 millones de años, en el Pérmico, en el territorio que ahora ocupa Sudamérica, vivió un carnívoro depredador, de más envergadura que un león, y unos seis metros de longitud, que llegó a colonizar buena parte del planeta, donde aún no existían los dinosaurios. Se trata de un dinocéfalo, un'cabeza terrible' que perteneció a la familia de los reptiles (terápsidos) y que vivió en Brasil.

En este país sudafricano un equipo internacional, dirigidos por el paleontólogo Juan Carlos Cisneros, de la Universidad Federal de Piauí (Brasil) ha logrado localizar el cráneo completo de un ejemplar, cuya especie ha sido bautizada como 'Pampaphoneus biccai'.

Debido a la intensa vegetación que hay en la granja Boqueirao, en el estado de Rio Grande do Soul, los investigadores utilizaron imágenes de Google Earth para seleccionar las áreas con mayor potencial paleontológico. "Así descubrimos el yacimiento en el año 2008", recuerda Cisneros en declaraciones a ELMUNDO.es, firmante del artículo que publican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS).

Recreación del 'Pamaphoneus biccai', en lo que fue su entorno, a la caza de un herbívoro. |Voltaire Neto

Recreación del 'Pamaphoneus biccai', en lo que fue su entorno, a la caza de un herbívoro. |Voltaire Neto

El yacimiento se encontraba en el claro de un frondoso bosque. Fue el color del terreno y de las rocas la pista para que los geólogos detectaran que se trataba de un lugar con mucha antigüedad y podía tener fósiles. "Realmente no es fácil encontrarlos en Brasil debido a la vegetación", reconoce el paleontólogo.

El dinocéfalo es un «reptil mamaliforme", pariente lejano de los mamíferos. Tenían incisivos entrelazados, por lo que eran muy cortantes, y cierto engrosamiento en los huesos del cráneo, que se cree que era una adaptación a las embestidas de otros congéneres cuando se disputaban el territorio o las hembras. Algunas especies incluso desarrollaron un cuerno.

En el caso del 'Pampaphoneus', el cráneo descubierto mide unos 35 centímetros de longitud. El fósil fue encontrado en 2008 en una granja en la región de Pampa del Rio Grande hace Sul. Su nombre se basa en el griego y significa 'el asesino de la Pampa', mientras que el 'apellido' es un homenaje Jose Bicca, propietario de la granja en la que se encontró.

"El hallazgo es importante, en primer lugar, porque es el carnívoro terrestre más antiguo de Sudamérica", señala el investigador. "Ya se han encontrado animales herbívoros que vivieron en el período Pérmico, pero este es el primer carnívoro, o para ser más exacto, 'superdepredador', como lo son los felinos de hoy en día".

El dinocéfalo, a escala respecto a un ser humano. |Voltaire neto

El dinocéfalo, a escala respecto a un ser humano. |Voltaire neto

Además, el análisis comparativo de este fósil con otros dinocéfalos ha permitido descubrir que está relacionado con los restos encontrados con anterioridad en tierras tan lejanas como Rusia y Sudáfrica, lo que, según argumentan los paleontólogos, "constituye una fuerte evidencia de que las faunas terrestres en el 'supercontinente' Pangea tenían una distribución global en aquel período".

En palabras de Cisneros, esto significa que los vertebrados terrestres en el Pérmico ya podían migrar y dispersarse a grandes distancias (desde Brasil hasta Rusia), cuando los continentes estaban juntos.

El 'Pampaphoneus' poseían cuatro grandes dientes (dos superiores y dos inferiores) en forma de gancho para atrapar a sus presas con gran rapidez. Los huesos del cráneo que se han recuperado tenían muchas rugosidades, similares a las que hoy en día presentan los de los cocodrilos.

Compartía su espacio con los 'Tiarajudens', otro género extinto, en este caso de sinápsidos anomodontos herbívoros, que fue descubieEnlacerto en el mismo yacimiento, y publicado en la revista 'Science' el año pasado. También hallaron restos de otros herbívoros.

Fuente:

El Mundo Ciencia

14 de septiembre de 2011

La primera huella de dinosaurio que preserva un esqueleto completo

  • El fósil fue descubierto en el desierto del Gobi (Mongolia) en 1965
El rectángulo señala la huella. | Cretaceous Research.

El rectángulo señala la huella. | Cretaceous Research.

El estudio de un esqueleto de dinosaurio de más de 80 millones de años de antigüedad ha revelado que sus huesos estaban encajonados en una única huella. Los paleontólogos creen que el reptil, un Protoceratops, quedó atrapado durante una inundación y acabó enterrado en su propia huella.

Los expertos de la Academia Polaca de las Ciencias, en donde el esqueleto de dinosaurio lleva guardado casi medio siglo, se dieron cuanta de la existencia de una huella única cuando se preparaban para exhibir al animal por primera vez.

Al ver la gigante huella en la que estaba preservado decidieron estudiarla, y el resultado determinó que se trataba de una marca del propio Protoceratops. Ante este hallazgo, los expertos defienden el estudio de los restos que acompañan a los fósiles porque, según han apuntado, "podrían contener indicios de cómo vivían estos".

Según se explica en el trabajo, publicado en la revista 'Cretacious Research', el dinosaurio fue descubierto en el desierto del Gobi (Mongolia) en 1965 y ha estado almacenado desde entonces en la Academia Polaca de las Ciencias.

El desierto de Gobi es una auténtica mina para los paleontólogos. Allí se han encontrado numerosos fósiles de dinosaurios en buen estado de conservación. Los fósiles de Protoceratops son bastante comunes en esa zona por lo que en principio, el hallazgo de los restos de este ejemplar no parecían particularmente.

Fuente:

El Mundo Ciencia

11 de septiembre de 2011

Huellas revelan que hubo 12 tipos de dinosaurios en la sierra de Perú, según un experto

La provincia de Huari, cerca a la Cordillera Blanca, en la sierra central de Perú, fue habitada hace 125 millones de años por al menos 12 tipos de dinosaurios, cuyas huellas quedaron impregnadas a 4.800 metros de altura, explicó el paleontólogo Carlos Vildoso en una entrevista publicada hoy en Lima. "Todos hablan de la extinción de los dinosaurios, pero también hubo sucesos a lo largo de la era Mesozoica que fueron determinando la vida en el planeta", declaró Vildoso al diario El Comercio.


Según el encargado de estos hallazgos, allí han "encontrado muestras de que hay un período en el Cretácico en el que desaparece el oxígeno".

En Huari se han encontrado, desde el 2005, cuando se descubrieron las primeras pisadas, al menos 12 formas distintas de huellas, entre las que hay dinosaurios carnívoros (terópodos, carnosaurios y celuro-saurios), además de herbívoros con cuello largo y los que fueron dotados de pico, señaló el diario.

"El estudio se ha centrado en 40 kilómetros de la carretera Conococha a Yanacancha y solo en esa zona ya se han encontrado restos valiosos", agregó Vildoso.

El experto explicó que esa región peruana rodeada por nevados era, según las evidencias, una selva tropical y que "al recorrer (los dinosaurios) este terreno de barro, las pisadas quedaron grabadas y se fosilizaron"

Vildoso, que ha trabajado en estudios similares en otras partes del país, indicó que los restos podrían estar incluso en el nevado de Pastoruri, muy visitado por turistas, y que por motivos de cambio climático está perdiendo su volumen de hielo.

"Ahora que la nieve está retrocediendo, se observan con mayor claridad, aunque aún es temprano para afirmarlo", manifestó.

Los avances de este estudio serán expuestos a partir de la próxima semana en Lima, bajo el auspicio de la asociación Ancash, creada por la minera Antamina, que opera en esa región y construía una carretera cuando se dio con el hallazgo de las huellas de los dinosaurios. EFE.

Tomado de:

Informe 21

10 de septiembre de 2011

“Creacionismo científico” (II): Proyecto de creacionismo científico: atraer y capturar un pterodáctilo vivo


Hace un par de días publicábamos la primera parte de una circular enviada a los miembros de un grupo evangélico donde se pedían donaciones para dos ambiciosos proyectos creacionistas (¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo? o el “Creacionismo Científico”). En ella contábamos el primer proyecto. Hoy vamos a desvelar el segundo.

Posiblemente, muchos lectores esperábais que esta segunda parte consistiera en una nueva recaudación de fondos para un “museo creacionista”, una réplica del Arca de Noé o una maqueta a tamaño natural del paraíso .

Si este era vuestro caso, os habéis quedado cortos sin duda alguna. Es cierto que también se solicita una aportación económica para su realización, pero el objetivo del segundo proyecto creacionista es muchísimo más surrealista de lo que cualquiera nos hubiéramos podido imaginar.

NOTA: Todas las imágenes de esta entrada están tomadas de las que ilustran la circular. Por increíble que parezca, representan la documentación original que apoya la petición (pulsando sobre ellas pueden ampliarse).

¿Intrigados?

Proyecto nº 2: Atraer y capturar un pterodáctilo vivo ¡¡¡(dinosaurio volador vivo) !!!

Así como suena. Estos señores solicitan ayuda económica para capturar un pterodáctilo vivo. Obviando el error menor en la clasificación (los pterodáctilos no eran dinosaurios, sino pterosaurios), empezamos a dudar de la cordura del autor. ¿Ciertamente confía en que alguien se desprenda de su dinero para tal campaña? Quizá leyendo sus justificaciones logre convencernos:

Hasta ahora, nunca he dado a conocer los detalles de este proyecto.

Normal; hace falta mucho valor para “dar a conocer” esto. Y además, si los diste, no quedará ningún testigo: morirían todos de un ataque agudo de risa, fijo.

“Todo empiezó para mí con una promesa que me dio el Señor:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y SEÑOREAD en los peces del mar, en LAS AVES (hebreo – ‘los que vuelan’ ) de los cielos…” (Génesis 1:26)

Acabáramos: si el Señor dice que debemos señorearnos de todo lo que vuela, pterodáctilo a la cazuela, faltaría más. De hecho, cuando leí por primera vez esa parte de la Biblia, siendo niño, lo primero que pensé fue “voy al campo a buscar un pterodáctilo” si no me llegan a pillar por el camino para una pachanguita futbolera, ahora sería rico y famoso…

“Me animé más por el testimonio del cristiano Adolfo Chino, de los huicholes (nativos mexicanos) de haber visto muerto en un río de la Sierra Madre del estado de Jalisco, una criatura voladora rara: año- 1998 También el chofer de autobus y 13 pasajeros vieron planeando a las 2PM Febrero 2002 a distancia del bus de 30 metros un volador de 6 a 7 metros por sus alas.

Pero.. un momento. Los pterosaurios no tenían mucho más de un metro de envergadura alar, ¡además de fósil viviente tenemos un ejemplar gigante! Esto promete.

Como prueba de tales afirmaciones, se acompañan con una foto del nativo huicholes y del conductor del autobús señalando lo que vieron (hemos editado las fotografías para ocultar el rostro de ambas personas, ellos no tienen la culpa de la utilización de su imagen)

Esto… ¿pero lo que están señalando estos señores no son dibujos de un libro? Vaya, esto si que son pruebas gráficas indiscutibles, y no las borrosas fotos de OVNIs que enseñan algunos.

Ardiendo en deseos de que llegue el momento de invertir mi dinero para confirmar tan impresionantes avistamientos, continuamos la lectura:

La foto 7: mujer casi agarrada

La foto 7: mujer casi agarrada

“Pero más impresionante fue la mujer que casi la agarró un volador a las 6AM, diciembre, 2006 en un pueblo menos de 4 horas de camino de mi casa (veáse foto 7). Me dijo que se veía como la criatura en la portada de mi libro de pterosaurios.

Le puedo asegurar, caballero, que el que se ha quedado impresionado ante tal evidencia fotográfica ha sido un servidor. Jamás podría negar la existencia de los pterodáctilos después de ver esta imagen. No me extraña que la haya enmarcado y todo; la ocasión lo merece.

¿Como? ¿Que en la foto solamente se ve a una señora con los brazos en alto y ningún bicho? Vosotros lo que sois es una panda de escépticos ateos, ¡es que ya se había ido, joer. Si se ve claramente! Estos evolucionistas, siempre negando las evidencias…

Dejemos que el buen hombre siga apabullándonos con argumentos y pruebas indiscutibles:

“Desde 2007, he intentado de localizar a tales voladores. NADA. Inclusive, varios me han dicho que por más 100 años personas en todo el mundo han buscado a los pterosaurios (dinosaurios voladores) sin encontrarlos. “

¿Por qué será que no me sorprende?

“Me dicen: “¿COMO CREES TU DE SER DIFERENTE Y ENCONTRARLOS? Digo yo– NO LOS VOY A BUSCAR. ¡LOS VOY A ATRAER! ¿Te acuerdas de la película de GODZILLA? (ver foto 10) Lo buscaban por todos lados de Nueva York y no lo hallaron. Dijo el científco: “No lo busquen. Hazlo que venga a ustedes.”

La segunda prueba más impactante tras la señora de los brazos en alto: ¡la película Godzilla ofrece las claves para atrapar dinosaurios! (digooo… pterosaurios). Por supuesto, la prueba documental (foto 10) es también irrefutable, a la par que terrorífica. Si estáis sintiendo curiosidad por ver la documentación gráfica que este hombre aporta para reforzar su argumento, debo advertiros que es espeluznante, pudiendo hacer que las creencias que habéis tenido durante toda la vida se derrumben de un plumazo. Si aún así, y a pesar de las advertencias, queréis ver las pruebas, pulsad aquí.

Armado con tales evidencias, y tras la pista segura del lagarto volador, nuestro héroe nos confía su plan infalible para capturar al pobre bicho:

Aquí es entonces EL PLAN:

La máquina

La máquina

1— Conseguir permiso para 2 hectarias (141M x 141M) unos kilómetros de distancia de pueblos habitados.

Ni metro más, ni metro menos, que el protocolo es el protocolo…

2— Alrededor de una área 100M x 100M, levantaré con maquina un muro de 3M de tierra.

Sí, porque a mano sería un poco pesado.

3— Hacer “una cenaduria de comidas”: cerdos muertos, ovejas muertas, chivos muertos, sangre y piezas de res, desperdicios, piel de pescado, y animales vivos: cerdos, ovejas, y chivos.

Me pregunto porqué los pterodáctilos no acuden a los millares de comederos de aves carroñeras que hay en todo el planeta ¿quizá por ser todos comederos y que a nadie se le haya ocurrido poner un cenadero?

4— El área será cercado con una malla especial para prevenir la entrada tanto de personas como de animales como perros, coyotes, ratas, etc. Solo animales voladores podrán entrar.

Todo el mundo sabe que los pterodáctilos tienen un pánico terrible a las ratas.

El plan infalible

El plan infalible

5— Una red de muchas cámaras infrarrojas para ver de noche. Todas las cámaras serán ligadas a pantallas de computadoras en el centro de vigilancia.

¡Bien pensado! porque cámaras infrarrojas para ver de día sería tirar la pasta.

6— Una vez que llegue un pterodáctilo, con el rifle de gas comprimido de bioxido de carbon , se tirará un dardo anestético para hacerlo “dormir”.

Pues anda que no tiene que ser chungo un dardo “anestético”, o al menos debe ser feo de cojones…

El rifle y los peligrosos dardos "anestetizantes"

El rifle y los peligrosos dardos "anestetizantes"

7— Una vez adormecido el animal, se pegarán radio transmisores para poder localizarlo si escapara.

Espero que con cianocrilato, que los pterosaurios se mueven mucho.

8— Tomar videos, fotos, muestras de sangre, ADN, saliva, excremento, medidas, peso, etc.

Por eso de ahorrar plata, quizá con las muestras de sangre y saliva puede ahorrarse realizar una extracción de ADN en mitad del campo dentro de una zanja de tres metros rodeado de sángre, vísceras y animales muertos, que además debe ser muy incómodo.

9— Los videos serán subidos a YouTube por teléfono satélite para que vea y sepa TODO EL MUNDO Y ¡PARA LA GLORIA DE DIOS!

¡De nuevo, bien pensado! Google vídeos no tiene ni la mitad de visitas que YouTube.

10— Meterlo en una juala de bambú de 10cm diámetro los troncos.

Sí, sí, mejor elegir un material de alta seguridad, que mira lo que les pasó a los de Parque Jurásico por utilizar jaulas de acero…

El teléfono satélite

El teléfono

"Visión de noche, oscuridad"

La cámara...

Bambú, mira tu...

Bambú, mira tú...

¡Y la jaula!

¡Y la jaula!

.

¿Te puedes imaginar el impacto al mundo, teniedo un pterodáctilo, un dinosaurio volador ¡VIVO! ?

No puede usted ni sospechar lo que llego a imaginarme…

Lamentablemente, aquí acaba la descripción del proyecto. A continuación vuelve a solicitarse que el lector (i) Ore a Dios que sea provisto el dinero y (ii) done parte del mismo (no vaya a ser que las oraciones no funcionen, que una cosa es ser creacionista y otra gilipollas).

No obstante, destacamos una de las indicaciones de pago que no especificamos en el anterior proyecto, pero que ante la envergadura y originalidad de este segundo, posiblemente sea capaz de tentar a más de uno:

Quiero (mi preferencia) que fuera una sola donación de los USD$97,000 ‘o’ 10 de a USD$10mil.

De esto si que sabe…

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Prueba creacionista de la coexistencia de humanos y dinosaurios

19 de agosto de 2011

El dinosaurio que podía parir


Científicos del Museo de Historia Natural de Los Ángeles han encontrado la primera evidencia de que unos gigantescos reptiles, que nadaban en los mares del mundo en el Mesozoico, parían vivas a sus crías en vez de poner huevos.

La clave se encuentra en un fósil único, ahora expuesto al público en el mismo museo, de una hembra embarazada que, sorprendentemente, contiene un embrión. El descubrimiento aparece publicado en la revista Science.

El animal protagonista se llama Polycotylus latippinus. Son unos reptiles enormes que dominaban los océanos hace entre 200 y 65 millones de años, mientras los dinosaurios reinaban en tierra firme.

Eran carnívoros, tenían cuatro aletas que usaban a modo de remos y una cola fuerte y larga que usaban como timón. La forma de su cuerpo era parecida al de una tortuga sin caparazón y el cuello era estilizado y sostenía una cabeza pequeña.

Aunque este tipo de nacimiento, llamado viviparidad, también se ha documentado en otros grupos de reptiles acuáticos del Mesozoico, nunca antes se había descubierto en la importante familia de los plesiosaurios.

Este hecho había desconcertado a los científicos, que sabían que el cuerpo los de los plesiosaurios no se adaptaba bien a abandonar el agua, moverse por tierra y poner huevos en un nido.

Además, el embrión es muy grande en comparación con la madre, mucho más grande de lo que los científicos podían esperar, por lo que creen que estos animales parían una sola cría de gran tamaño, vivían en grupos sociales y se comprometían en los cuidados maternos, como las ballenas o delfines modernos.

Los plesiosaurios no tienen parientes vivos conocidos, se encontraban entre los principales depredadores de la vida marina en las aguas tropicales que separaron América del Norte durante el Cretácico, cuando las aguas del Océano Ártico y del Golfo de México inundaron el continente y se encontraron.

Vía | Science

Tomado de:

Xakata Ciencia


4 de agosto de 2011

Océanos de lava podrían haber acabado con los dinosaurios

Especial: Planeta Tierra

Los científicos británicos han establecido una nueva y controvertida hipótesis sobre las causas de la desaparición de los dinosaurios de la Tierra. Según ellos, los reptiles prehistóricos podrían haber desaparecido a causa de la aparición de unos océanos de lava, informa la web New Scientist.

Las mortíferas eyecciones de lava, según los investigadores, se debían a dos grandes concentraciones de manto caliente a una profundidad de 2.800 kilómetros bajo la corteza de la Tierra. La formación de estas concentraciones, de acuerdo con los especialistas, se remonta a los tiempos del nacimiento de nuestro planeta, hace unos 4.500 millones de años.

Fuentes de lava caliente salieron a la superficie a través de grandes grietas en la corteza cubriendo vastos territorios de unos 100.000 kilómetros cuadrados durante cada erupción, envenenado la atmósfera y aniquilando a todo ser vivo en su camino. Estos fenómenos dejaron huellas geológicas formando las llamadas grandes áreas ígneas (LIP, por sus siglas en inglés), algunas de las cuales datan de la época en la que los dinosaurios habitaban la Tierra.

Andrew Kerr, de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, señala que “existe una correlación sorprendente entre la extinción masiva de especies antiguas y las LIP”.

Según otros científicos, la idea de que formaciones gigantes de magma podrían haber terminado con los dinosaurios es interesante, pero se necesita realizar una serie de investigaciones adicionales para comprobar esta versión.

En la actualidad la versión más divulgada de la extinción de los dinosaurios es la caída de un meteorito que ocurrió hace unos 65 millones de años.

Fuente:

Actualidad RT


13 de junio de 2011

China oculta un tesoro de miles de huellas de dinosaurios

Martin G. Lockley, junto a un rastros de dinosaurios en China.| M.L.

Martin G. Lockley, junto a un rastros de dinosaurios en China.| M.L.

La carrera científica de Martín Lockley tuvo su primer giro importante el día que un alumno suyo de la Universidad de Colorado le llevó a ver la huella de un dinosaurio que había encontrado en una mina de carbón cercana a Denver (Estados Unidos). Hoy, este galés está considerado uno de los mayores expertos del mundo en icnitas (huellas fósiles) de los animales del Jurásico y ha logrado reunir la mayor colección del mundo, copias de 2.500 rastros, en un museo en su universidad.

Lockley, que ha visitado recientemente Dinópolis (Teruel) para trabajar conjuntamente con sus responsables científicos, ha centrado su búsqueda en los últimos años en China, donde tiene abiertos en la actualidad 50 yacimientos con sus colegas chinos. "Allí ya he trabajado en mitad de las provincias porque es impresionante la cantidad y la calidad de los hallazgos. Algunas huellas tienen hasta impresiones de la piel del dinosaurio", afirma en una entrevista con ELMUNDO.es.

En uno de los últimos viajes, en septiembre de 2010, en Shaanxi, donde en 1929 se encontró la primera huella de dinosaurio, logró 'mapear' hasta 12 rastros diferentes de estegosaurios. En Liaioning, otra región fosilera, afirma que "hay un lugar con tantas huellas de ave que los locales la llaman 'Pozo de oro'".

Hallazgo en una mina

El paleontólogo llegó a Colorado con la intención de estudiar fósiles del Ordovícico, como los trilobites, casi 300 millones de años antes de que aparecieran los dinosaurios. Pero después de visitar la mina de Denver, y tener éxito con el artículo que publicaron, sus intereses fueron cambiando.

"En los 80 poca gente buscaba estas icnitas. Pero son muy interesantes porque permiten averiguar cosas sobre su comportamiento que no nos dicen los fósiles. Por ejemplo, determinar su velocidad. Hoy sabemos que podían correr 100 metros en 10 segundos, como Bolt. Antes de conocer sus rastros, se pensaba que eran lentos y pesados", explica.

También permitieron averiguar que iban en manadas, como hoy lo hacen casi todos los herbívoros, lo que indica un comportamiento social determinado. Incluso sirvieron para confirmar que habían sido animales de sangre caliente, porque corrían como las avestruces e incluso algunos volaban.

Desde aquellos inicios Lockley ha estudiado más de 12.000 rastros, algunos de ellos tienen hasta un millar de huellas, como los que ha descubierto en Colorado (EE. UU.). Los más interesantes ha conseguido exponerlos en el Museo de las Huellas en su ciudad, donde la mitad son originales y la otra mitad copias.

"Aunque ya había estado antes, fue en el año 2000 cuando empecé a trabajar fuerte en China, pero compaginándolo con proyectos en otros lugares, como Teruel ó Muja (Asturias) porque la paleontología es global", apunta.

Curiosamente, en estos momentos reconoce que está dando una nueva vuelta de tuerca a sus investigaciones: compagina sus trabajos con fósiles con otros sobre la evolución de la conciencia en el ser humano, cuyas tesis acaba de publicar, en inglés, en su libro "The evolution of conscience".

Asegura que una de las conclusiones científicas más importantes a la que ha llegado es que la evolución de las especies no es lineal, "sino en espiral" y que "hay patrones paralelos en escalas de 50 a 100 millones de años, así que es difícil que se evolucione por adaptación a la presión externa, como decía Darwin, sino que hay poderosas fuerzas biológicas internas".

Pero este es un camino relativamente nuevo para el investigador, que continúa viajando por el mundo, rastreando los lugares por donde hace más de 65 millones de años se movían aquellos legendarios gigantes.

Fuente:

El Mundo Ciencia

29 de mayo de 2011

Evolución, sexo y los cuellos de los dinosaurios

Diploducus, quizás el más famoso Sauropoda. (Imagen: Mark Hallet, PaleoArt/SLP)

Están entre las más grandes y fascinantes criaturas del planeta.

Me refiero a los saurópodos, el grupo de dinosaurios de cuatro patas que son casi instantáneamente reconocibles gracias a sus largos cuellos, que terminan en una pequeña cabeza, y sus largas colas.

Entre los saurópodos se encuentra el famoso Diplodocus y el menos conocido, pero hasta más notable, el Argentinosaurus, que ostenta dos récords, por ser tanto el animal terrestre más pesado como el más largo que ha existido jamás.

Pero, ¿qué tienen que ver estos gigantes con el sexo?

De una teoría a la otra

Pues bien: los científicos están debatiendo cuál fue exactamente la causa de que estos enormes reptiles desarrollaran tan grandes cuellos.

Una teoría reciente propone que el sexo, o más precisamente la selección sexual, fue la razón principal.

La idea es que a lo largo de las generaciones, los saurópodos machos desarrollaron cuellos cada vez más largos para dominar a los rivales y ganarse el afecto de las hembras.

Jirafas (Foto: Arup Shah / NPL)

También se ha debatido sobre por qué las jirafas tienen el cuello tan largo. (Foto: Arup Shah / NPL)

Los dinosaurios se murieron hace tiempo, lo que hace difícil que se prueben las teorías sobre por qué ciertas características evolucionaron y a qué se adaptaron. Pero hay evidencia que sigue siendo relevante para analizar las diferentes hipótesis.

Por ejemplo, durante la mayor parte del siglo XX nos imaginamos que los saurópodos eran bestias que adoraban el agua, que vivían o pasaban casi todo el tiempo en ella, usando sus largos cuellos como tubos de buceo.

En los años '70 esa idea perdió validez pues varias líneas de investigación, que fueron validadas, mostraron que los saurópodos eran más que todo terrestres.

Eso llevó a los paleontólogos a imaginar que los saurópodos usaban sus largos cuellos para alcanzar grandes cantidades de vegetación, de donde sacar la energía necesaria para mantener sus enormes cuerpos.

Un cuello largo, el razonamiento dice, le permitía a los Argentinosaurus y a sus parientes pacer desde en los pastos en el piso hasta las hojas en árboles de varios metros de alto.

Atracción

Pero luego llegó la hipótesis de la selección sexual, que apareció por primera vez en 2006.

Esta argumenta que los saurópodos que heredaron cuellos más largos, causado por una mutación casual, atraían más a las hembras.

La longitud del cuello era indicativo de su virilidad e idoneidad para engendrar.

Un cuello largo también pudo haber sido usado para combatir a la competencia, de la misma manera en la que las jirafas macho se enfrentan en justas a "cuellasos" o a "garrotazos de cabeza", en las que los machos con los cuellos más largos y las cabezas más pesadas suelen ganar.

Y es posible que las tortugas de los Galápagos también utilicen sus cuellos para dominar.

Así, los machos de cuellos más largos tenían más descendientes y pasaban sus genes a más dinosaurios, potenciando ese rasgo en la población.

Debate

De la misma manera en la que los paleontólogos discutieron en el pasado sobre si los saurópodos eran bestias terrestres o acuáticas, ahora debaten si es la selección sexual o la vegetación comestible la que explica el largo cuello del Diplodocus y otros.

Y la teoría de la selección sexual acaba de ser examinada minuciosamente... y descartada.

Pavo real (Foto: Phillipe Clement / NPL)

¿Son atractivas para las hembras de los pavos reales las colas de los machos? (Foto: Phillipe Clement / NPL)

El doctor Mike Taylor, de la Universidad de Bristol, y sus colegas, pusieron a prueba los argumentos presentados para respaldar esa idea, y los juzgaron insuficientes.

En primer lugar, dicen que no hay evidencia en los récords de fósiles de una especie de saurópodo que tenga machos con cuellos relativamente más largos que los de las hembras, o viceversa, algo que se esperaría si fuera "sexy".

Y, aunque es imposible atestiguar si los dinosaurios extintos luchaban a "cuellazos" como las jirafas, sus huesos fosilizados indican que no fue así: no se engrosaron para soportar los golpes, como es de esperarse, ni muestran ninguna señal de trauma asociado con tal comportamiento.

Además dan una larga lista de otras razones más técnicas que explican por qué el cuello largo no era un cuello sexy.

Los argumentos son bastante convincentes.

Misterios sin resolver

Este tipo de debates ocurren más de lo que uno piensa, al menos cuando se trata de características seleccionadas debido a cuestiones sexuales.

Por ejemplo, no hay un acuerdo firme sobre si a las hembras de pavos reales les parece atractivas las elaboradas colas de los machos. La longitud y el número de puntos juegan un papel pero no se sabe precisamente cuál.

También ha habido varios debates similares sobre por qué las jirafas tienen cuellos tan largos.

De hecho, la hipótesis de que las jirafas desarrollaron ese cuello tan largo como una señal sexual es la que llevó a la hipótesis de que lo mismo pasa con los saurópodos.

Pero en 2008 esa idea se desinfló, luego de que el profesor Graham Mitchell, de la Universidad de Wyoming, EE.UU., y sus colegas, la pusieran a prueba examinando a 17 jirafas macho y 21 hembras.

Si los cuellos largos eran una característica que evolucionó por razones sexuales, esperaban encontrar que:

  • La longitud fuera más exagerada en machos que en hembras
  • Deben desarrollarse para ser de un tamaño mayor que otras partes del cuerpo
  • No debe conceder ningún beneficio inmediato en términos de supervivencia, y puede costar.

Sus resultados no respaldaron estas proposiciones.

Nada por el sexo

La refutación es similar a aquella del doctor Taylor y sus colegas respecto a los saurópodos.

Y el equipo de Taylor subraya otra cosa más:

No existe ningún ejemplo, en ninguna parte, de algún tipo de animal de cuatro patas -de los cuales hay muchas especies- que haya desarrollado ningún rasgo para ser sexy.

Los cangrejos hacen alarde de sus grandes pinzas, algunas moscas desarrollaron enormes ojos en rabillos, las aves del paraíso menean sus atractivas plumas de la cola... ¿pero los dinosaurios? no parece.

Fuente:

BBC Mundo

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24 de febrero de 2011

El dinosaurio futbolista

Sus poderosas extremidades le servían para dar fuertes patadas a sus enemigos y desplazarse por las zonas rocosas en las que vivió hace 110 millones de años, durante el Cretácico inferior. Se trata de una nueva especie de dinosaurio descubierta en Utah (EEUU) que ha sido bautizada como 'Brontomerus mcintonshi' precisamente por los potentes músculos de sus patas (en griego 'Brontomerus' significa algo así como muslos trueno. La segunda parte de su nombre homenajea paleontólogo John 'Jack' McIntosh, de la Universidad de Wesleyan).


Un grupo de científicos acaba de nombrar a una nueva especie de dinosaurio "muslos de trueno", debido al gran tamaño de esos músculos que lo hacía capaz de patear a sus enemigos.

Los restos fósiles recuperados en Utah, Estados Unidos, son apenas fragmentos pero lo suficiente para decir a los investigadores que la criatura debe haber tenido patas extremadamente poderosas.

La nueva especie, descrita en la revista Acta Palaeontologica Polonica, es un saurópodo, una familia de dinosaurios famosos por sus largos cuellos y colas.

"Si los depredadores los atacaban, este animal podría haber sido capaz de patearlos para apartarlos de su camino", indicó el doctor Mike Taylor del University College en Londres.

Muslos de trueno

El equipo bautizó al dinosaurio Brontomerus mcintoshi, del griego "bronto" que significa trueno y "merós" que significa muslo.

Los huesos fosilizados de dos especímenes, uno adulto y otro joven, tienen 110 millones de años de antigüedad.

Fueron descubiertos en Hotel Mesa en el condado Grand del estado de Utah.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

Lea también:

El saurópodo con las patas más poderosas

9 de febrero de 2011

Petrobrasaurus, el dinosaurio encontrado en una exploración petrolera

Acaba de publicarse el nuevo saurópodo Petrobrasaurus puestohernandezi recuperado en la localidad de Puesto Hernández (Neuquén, Patagonia, Argentina). Se trata de una investigación en la que hemos participado miembros del grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza (José Ignacio Canudo) invitados al proyecto por Leonardo Filippi, antiguo director del Museo de Rincón de los Sauces y la Universidad de Comahue (Leonardo Salgado).

El nombre de Petrobrasaurus está dedicado a la empresa petrolera brasileña Petrobras. La razón de dedicarle un dinosaurio a una petrolera es curiosa, es un agradecimiento al compromiso de la empresa Petrobras en colaborar a preservar los fósiles de este dinosaurio. En Septiembre del 2004 durante las tareas previas para realizar un sondeo petrolífero en el área de Puesto Hernández se encontraron restos fósiles de un dinosaurio. Se estaban realizando un gran desmonte de terrero, ya que el sondeo coincidía con una colina que era necesario eliminar para situar la bomba extractora de petróleo. En este trabajo se estaba usando maquinaria pesada que destruye los huesos fósiles, de no existir un seguimiento paleontológico. Afortunadamente Petrobras tenía un convenio con el Museo Municipal Argentino Urquiza de Rincón de Sauces, de manera que un equipo liderado por Leonardo Filippi seguía los desmontes a pie de excavadora. Gracias a este seguimiento se localizaron las primeras vértebras del nuevo saurópodo Petrobrasaurus.
La empresa movió la localización inicial del sondeo, para permitir la excavación del dinosaurio. Este trabajo se realizo a final de Septiembre y comienzos de Octubre del año 2006 por nuestro equipo argentino-español. Se extrajeron dientes, vértebras cervicales, dorsales, caudales, parte de la cadera y de los miembros delanteros y trasero. Sin duda lo más espectacular fueron los dos fémures completos y casi junto uno a otro. Se necesito grúas para poder transportar las huesos fósiles, ya que por ejemplo los fémures pesaban casi 300 Kg. El material se preparó en el Museo de Rincón de los Sauces por parte del técnico del Museo Salvador Palomo.

La investigación con la descripción de Petrobrasaurus se acaba de publicar en la revista Geologica Acta. Se trata de un saurópodo grande, ya que el fémur tiene 1,60 metros de longitud. Podría tener unos 20 metros de longitud. Pertenece a un grupo de saurópodos que se llaman los titanosaurios que dominaron los ecosistemas de Sudamérica durante el Cretácico Superior. De hecho Petrobrasaurus proviene de unas rocas del Santoniense (unos 85 millones de años). Petrobrasaurus también aporta información paleobiogeográfica, ya que es un pariente lejano de otros titanosaurios africanos, siendo una prueba más que África y Sudamérica estuvieron unidas hasta el comienzo del Cretácico Superior. La separación de los dos continentes produjo la diferenciación cada vez mayor de los saurópodos que vivían en ambos continentes. Petrobrasaurus tiene unos dientes finos afilados y de pequeño tamaño para un animal comedor de plantas de este tamaño. El trabajo se puede descargar gratis en pdf en la Web de Geologica Acta.

Fotografías a buena resolución de la excavación pueden descargarse en el album de fotos de Aragosaurus:

Esta investigación ha estado subvencionada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de España, Universidad de Zaragoza, Petrobras, Universidad de Comahue, CONICET y el Museo de Rincón de los Sauces

Fuente:

Aragosaurus

8 de diciembre de 2010

Hallan de un nuevo tipo de dinosaurio en Corea del Sur


Un dinosaurio herbívoro de metro y medio de longitud, con una vida semiacuática. Recreación del Koreaceratops, un dinosaurio acuático. El Mundo.

Un equipo internacional de investigadores ha confirmado que varios huesos hallados en 2008 en Corea del Sur pertenecen a un tipo de dinosaurio de la familia de los ceratopsianos hasta ahora desconocido, que vivió en la zona hace 103 millones de años.

El dinosaurio, herbívoro y perteneciente al período Cretácico Inferior, ha sido bautizado como 'Koreaceratops' en homenaje a su país de origen por los investigadores surcoreanos, japoneses y estadounidenses que integran el equipo, informó la agencia local Yonhap.

Los restos de este dinosaurio fueron descubiertos por casualidad por un trabajador de la ciudad surcoreana de Hwaseong, en la provincia de Gyeonggi, en una roca que contenía huesos de la cadera y la cola unidos, algo que ocurre raras veces.

Los ceratopsianos fueron dinosaurios herbívoros con protuberancias óseas y fauces similares a picos de ave que se extendieron especialmente en Estados Unidos, pero cuyos fósiles también han sido hallados en Mongolia, China y Japón.

Según los resultados de la investigación, publicados en la revista científica alemana
Naturwissenschaften, este dinosaurio fue un bípedo de alrededor de metro y medio de longitud, con una vida semiacuática. El Koreaceratops, relativamente pequeño, se ayudaba de una cola plana para moverse en el agua.

El descubrimiento de este nuevo tipo de dinosaurio respalda la teoría de que los ceratopsianos fueron originarios de Asia, pero llegaron a su apogeo en el Cretácico en lo que hoy en día es Norteamérica.

Fuente:

El Mundo Ciencia

6 de diciembre de 2010

Ancash: Pisadas de donosaurios a 4000 m de altura

Las descubrieron en la Cordillera de los Andes en Ancash (Perú). Las descubrieron en la cordillera de los Andes, en Perú. En el equipo de investigadores trabajaron dos integrantes del Centro Paleontológico Los Barreales, ubicado en Neuquén (Argentina)



Las huellas del paseo de un enorme dinosaurio carnívoro fueron descubiertas en la cordillera peruana a más de 4.000 metros de altura. Se trata de una caminata que quedó grabada en lo que ahora es un enorme cerro pero que hace 110 millones de años fue una planicie donde hubo otros muchos dinosaurios, de los cuales también se encontraron huellas.

Dos investigadores del Centro Paleontológico Los Barreales de Neuquén trabajaron en el "mapeo" de las pisadas junto a científicos peruanos bajo la tutela de Carlos Vildoso.

"Se podría decir que es el registro de huellas de dinosaurios más altas del mundo, algunas superan los 4.300 metros y otras, de dinosaurios saurópodos, en niveles a 5.100 metros sobre el nivel del mar", explicó el paleontólogo Jorge Calvo en un documento que denominó "Huellas de Dinosaurios en el cielo del mundo".

"Este yacimiento de huellas de dinosaurios hallado en el Perú bate todos los récords, no sólo por la calidad excepcional de las mismas, sino por la altura en la que se encuentran", agregó el director del Centro Paleontológico Los Barreales.

El yacimiento se encuentra en la Cordillera de los Andes en la zona de Ancash a unos 400 kilómetros al noreste de Lima.

El estudio se hizo "en un paisaje de ensueño un clima cambiante en pocos minutos: sol, lluvia, granizo y nieve".

Las huellas son de gran importancia científica y turística, afirmó Calvo.

El paleontólogo y su colega Juan Porfiri fueron encomendados a la dura tarea, en conjunto con el equipo peruano liderado por el licenciado Carlos Vildoso.

Los esfuerzos tuvieron su premio. "Se pudieron mapear varios sitios. Las huellas fueron dejadas por dinosaurios que caminaron en la costa de la Pacífico hace más de 110 millones de años en lo que es hoy la cordillera del Perú", comentó el investigador.

"Los movimientos tectónicos y el choque de placas hizo que estas rocas depositadas en forma horizontal hoy estén verticales y puestas como en cuadro para los turistas", graficó.

El sitio esta siendo protegido por la empresa minera Anatamina y su fundación Anacash que a través del gobierno peruano ha decido hacerse cargo no sólo de la preparación y mantenimiento de las mismas, su valoración turística sino también de la investigación científica y el desarrollo de un parque Paleontológico. El parque será por demás llamativo, a más de 4000 metros de altura del nivel del mar. El mismo se complementaría con circuitos alternativos biológicos naturales, y arqueológicos como el importante yacimiento de la Cultura preincaica Chavin.

"Las huellas mas espectaculares corresponden a la caminada de un dinosaurio carnívoro cuya pata es de 86 centímetros, algo así como la dejada por un Giganotosaurus o un pariente cercano", detalló Calvo.

"El yacimiento de huellas se desarrolla sobre varios kilómetros y en varios niveles pegados a una carretera que une la ciudad con la mina" dijo. Se "necesitará de muchos paleontólogos para comenzar con sus estudios", añadió el investigador.

Fuente:

Río Negro

1 de diciembre de 2010

Un cambio climático trajo a los dinosaurios

El clima seco recondujo la evolución hace 300 millones de años




Recreación de un bosque pantanoso del Carbonífero.MARY PARRISH/NMNH

La repentina desaparición de buena parte de los bosques y selvas generada tras el cambio climático vivido hace 300 millones de años propició que se disparara la biodiversidad, al contrario de lo que pudiera pensarse, alimentando además la posterior aparición de los dinosaurios. "Los animales que sobrevivieron a ese cambio son los ancestros de los dinosaurios, que proliferaron en el espacio vacío creado tras la deforestación", asegura a este diario el responsable del estudio que publica hoy Geology, Howard Falcon-Lang.

"El cambio en el clima propició que los grandes bosques tropicales se fragmentaran en pequeñas islas boscosas. Las poblaciones de reptiles aisladas evolucionaron en direcciones distintas, llevando a una mayor diversidad", defiende Falcon-Lang, investigador de la Universidad de Londres. La dramática deforestación favoreció la adaptación de los reptiles al nuevo clima, mucho más seco, mientras que las poblaciones de anfibios se aislaban en estos oasis húmedos en los que surgieron los primeros endemismos, especies que sólo se desarrollaban en ese determinado lugar.

"Los anfibios, como las ranas, necesitan regresar al agua para desovar. En cambio, los reptiles pueden poner sus huevos en tierras secas y áridas y, en general, están mejor preparados para hacer frente a los desafíos de los climas desérticos, como los surgidos tras aquel cambio climático", asegura el investigador. Cuando las selvas húmedas desaparecieron, hace aproximadamente 300 millones de años, se disparó la extinción de numerosas especies de tetrápodos.

La evolución de los reptiles

Además, mientras que los anfibios mantenían sus antiguas fuentes de alimentación insectos y peces, los reptiles se lanzaron a explorar dos nuevos tipos de manjares, lo que generó una proporción de dietas mucho más parecida a la moderna. Algunas de las especies que resistieron al cambio climático optaron por una nutrición carnívora, alimentándose de otros tetrápodos, y posteriormente se amplió la dieta a los vegetales, lo que propiciaría la evolución de la estructura de sus dientes, mandíbulas y aparato digestivo.

Los autores del estudio, que obtuvieron estas conclusiones al estudiar los registros de fósiles previos y posteriores a la desaparición del bosque del Carbonífero, aseguran que su trabajo es un perfecto complemento de los estudios de Darwin. "Este estudio no sólo apoya las conclusiones de Darwin y su concepto de evolución, sino que además prueba que el cambio climático influye poderosamente en el destino de la vida en la Tierra", concluye Falcon-Lang.

En cualquier caso, sus deducciones son en cierto sentido esperanzadoras: "Si desaparece el Amazonas, habrá una devastadora pérdida de biodiversidad. Pero pasado el suficiente tiempo, evolucionarán nuevas especies y la vida en la Tierra tomará una nueva dirección", aventura el científico.

Fuente:

25 de noviembre de 2010

Mamíferos gigantescos sustituyeron a los dinosaurios


Comparativa de tamaños. |'Science'

  • Estudio comparativo de los grandes mamíferos terrestres
  • La evolución fue mucho más rápida tras el Jurásico de lo que se pensaba

La extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, debido al impacto de un meteorito sobre la Tierra, hizo posible que los mamíferos conquistaran el planeta. Ahora, un equipo de investigación ha revelado que estos herederos llegaron a ser mil veces más grandes de lo que habían sido en el Jurásico más rápidamente de lo que se creía.

El estudio, publicado en la revista 'Science', es el primero en el que se demuestra un patrón de crecimiento en el tamaño de los mamíferos. "Cuando los dinosaurios desaparecieron no había nadie que se comiera la vegetación. Era una fuente abierta de alimentación y los mamíferos comenzaron a aprovecharla de forma eficiente, hasta llegar a ser grandes herbívoros", señala Jessica Theodor, profesora de la Universidad de Calgary y coautora de este trabajo.

La investigación no sólo ha confirmado el aumento de tamaño, sino que el ecosistema fue capaz de reajustarse con relativa velocidad: si los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, bastaron 25 millones de años para que animales de grandes dimensiones volvieran a ocupar el espacio que había quedado vacío. "No es mucho tiempo, hablando en términos geológicos", puntualiza Theodor.

Según los datos, los mamíferos, que no pesaban más de 10 kilos cuando compartían territorio con los grandes saurópodos, llegaron a pesar hasta 17 toneladas. "Nadie había demostrado que había un patrón. La gente hablaba de él, pero no se habían hecho las cuentas", argumenta la investigadora.

En total, 20 investigadores de todo el mundo han colaborado en este trabajo, analizando en cada periodos quienes eran los grupos de mamíferos más grandes y determinando cuál era su masa corporal. Para documentar cómo fue su crecimiento en la competitiva carrera evolutiva que tenía lugar, recogieron datos sobre los mamíferos más grandes que hubo en cada continente.

Entre ellos, el 'Perissodactyla' (ungulados, caballos y rinocerontes); Proboscidea (elefantes, mamuts y mastodontes); Xenarthra (perezosos), armadillos y otros grupos ya extintos. Sus resultados dan pistas sobre cuál es el límite de tamaño de un mamífero terrestre, la cantidad de espacio disponible para cada animal o el clima en el que viven.

Por ejemplo, cuanto más frío es el clima, más grandes son los mamíferos, dado que los animales de mayor tamaño conservan mejor el calor. También comprobaron que no hay un grupo de mamíferos que sea el más grande de todos, sino que hay especies grandes en casi todos, dependiendo del momento y del espacio en el que les tocó vivir.

En todo caso, el mamífero más grande que ha habitado la Tierra fue el 'Indricotherium transouralicum', un rinoceronte cornudo y herbívoro que pesaba unas 17 toneladas y media 18 pies de altura. Vivió en Eurasia hace 34 millones de años.

Fuente:

El Mundo Ciencia

23 de noviembre de 2010

¿Cómo llegaron a ser tan enormes los dinosaurios?


Los saurópodos, los dinosaurios cuadrúpedos de cuello largo como el brontosaurio y el diplodocus, fueron los animales terrestres más grandes que han existido. Ningún mamífero ha alcanzado, ni de lejos, las enormes tallas de aquellos gigantes. ¿Por qué? La respuesta está en la alimentación.

Un elefante de nueve toneladas necesita invertir dieciocho horas al día para alimentarse. Aún así, en otros tiempos han existido elefantes más grandes, como el mamut del río Songhua, de nueve metros de longitud, 5,3 de altura y 17 toneladas de peso, que vivió en el norte de China hace 280.000 años; e incluso éste se ve superado en altura por el mayor mamífero terrestre conocido, el indricoterio, un pariente cuellilargo y sin cuernos de los rinocerontes que vivió en Asia hace entre 29 y 23 millones de años, y que alcanzaba los seis metros de altura en la cruz. Pero ése debe de ser el tamaño máximo que puede tener un mamífero terrestre. ¿Cómo pudieron crecer tanto los saurópodos? El argentinosaurio llegaba a pesar cien toneladas, y hay indicios de especies mayores, que quizá podrían superar las doscientas toneladas.

Hay una diferencia fundamental entre el modo de alimentarse de los saurópodos y el de los mamíferos: los mamíferos mastican, mientras que los saurópodos se tragaban la comida sin masticar...

Le ael artículo completo en:

El Neutrino Blog
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