La llaman la «postura de la bicicleta», porque el animal aparece retorcido, y ahora han descubierto qué provoca esta deformación.
No es difícil contemplar imágenes de esqueletos más o menos completos y articulados de dinosaurios de cuello largo y cola que presentan una postura extraña. La cabeza y el cuello se curvan sobre el lomo del animal y la cola parece alargarse hacia afuera, como si todo el cuerpo formara una «c» invertida. Esta postura, en la que por ejemplo ha aparecido el Archaeopteryx, ha fascinado a durante más de 150 años a los paleontólogos, que la han bautizado como opistótonos -un síntoma de los que sufren tétanos o un envenamiento, muy conocido en la medicina humana- o «postura de la bicicleta». Según esta hipótesis, existe la presunción de que trastorno cerebral genera espasmos musculares antes de la muerte. Si el cerebelo deja de funcionar, los músculos se aprietan con toda su fuerza, volteando la cabeza y la cola, y contrayendo las extremidades.
Sumergidos en agua
Científicos de las universidades de Basilea (Suiza) y Mainz (Alemania) han examinado los famosos dinosaurios bípedos Compsognathus longipes de las calizas de Solnhofen, un yacimiento alemán de 150 millones de años especialmente extraordinario. Según explican, la teoría del opistótonos requiere que el animal sea enterrado inmediatamente después de la muerte sin que su cuerpo se mueva, pero la postura también se observa en dinosaurios que han acabado hundidos en el mar. Por este motivo, los científicos están convencidos de que los fósiles de los dinosaurios tenían la espalda arqueada no por los espasmos de la agonía sino por la descomposición de los cadáveres.
En un experimento realizado con cuellos de pollo desplumados y sumergidos en agua, los investigadores comprobaron que los cuellos se arquean hacia atrás de forma espontánea más de 90°. El grado de la postura incluso aumenta con el paso de los meses. Esto se debe a un ligamento especial de conexión de las vértebras en los cuellos. Creen que con los dinosuarios de cuello largo ocurría lo mismo.
Fuente:
ABC Ciencia