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16 de noviembre de 2012

¡Hey, no se lleve el iPad a la cama!

Un hombre sujeta un iPad mini durante su lanzamiento. | Reuters

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  • Un estudio muestra que la luz brillante por la noche puede causar depresión
  • El trabajo, en ratones, apunta como culpables a unas células de la retina
Cuando llega la noche, se encienden las luces en casa, y mientras la televisión emite sus imágenes en 'prime time' usted consulta Twitter con el móvil. Al acostarse, aún navega un rato con el iPad antes de apagar la luz. Seguramente esta imagen, rutinaria en muchos hogares, puede tener consecuencias en nuestro estado de ánimo tal y como acaba de demostrar un trabajo publicado en la revista 'Nature'.

El estudio, llevado a cabo con ratones, demuestra que exponerse a luz brillante durante la noche, puede tener repercusiones negativas en el estado de ánimo y en la capacidad de aprendizaje.

El equipo dirigido por Samer Hattar, de la Universidad Johns Hopkins (EEUU), sometió a los roedores a un ciclo aberrante de luz y oscuridad: tres horas y media iluminados, seguidas de otras tres horas y media de oscuridad.

Estos ciclos aberrantes tuvieron repercusiones en el estado de ánimo de los animales, con patrones que indicaban un trastorno depresivo (estaban apáticos, sin moverse, sin interés por el azúcar), pero que además repercutía negativamente en su capacidad para aprender nuevas cosas.

Es cierto, admite Hattar, que el estudio está realizado en ratones, pero insiste en sus similitudes con los humanos en muchos sentidos. En este caso, concretamente, la alteración neurológica provocada por la luz nocturna tiene que ver con unas células situadas en la retina (las llamadas células ganglionares retinales fotosensibles).

Cuando estas células se activan por culpa de una luz brillante, repercuten directamente sobre el centro cerebral que controla nuestro estado de ánimo, concluyen los investigadores, independientemente de las horas de sueño que durmieran los ratones. Los investigadores también observaron elevados niveles de la hormona del estrés (cortisol) por culpa de la luz brillante cada 3,5 horas.

En una nota de prensa, Hattar insiste en que no se trata de estar completamente a oscuras en casa por la noche, pero sí recomienda apagar algunas luces intensas. A su juicio, es importante que al menos seamos conscientes del efecto que puede tener en nuestro organismo la exposición a luces brillantes durante las horas de penumbra y que se ha convertido en una rutina en nuestras vidas.

La relación de la luz con los estados de ánimo es una vieja conocida de los científicos y, de hecho, la llegada del invierno con sus menos horas de luz suele provocar estados de ánimo melancólicos. Sin embargo, como señala en un comentario en la misma revista Lisa Monteggia, de la Universidad de Texas Southwestern, los circuitos neuronales implicados en esta relación no son bien conocidos.

Hasta ahora, prosigue, la teoría más extendida era que la falta de sueño y la desregulación de nuestro reloj interno (por ejemplo, en trabajadores del turno de noche) podía ser el principal motivo. Sin embargo, añade, todo indica que una exposición anómala a la luz 'a deshoras' puede tener una repercusión directa en nuestro cerebro, independientemente del ritmo circadiano y de otros trastornos del sueño. De hecho, concluye, habrá que seguir indagando el papel de las células sensibles de la retina en la aparición de depresión y otros trastornos de ánimo.

Fuente:

El Mundo Salud

10 de septiembre de 2012

Ningún nuevo medicamento psiquiátrico en 30 años

A pesar de los esfuerzos de investigación y de la inmensa importancia de la enfermedad mental, las compañías farmacéuticas han sido incapaces de sacar al mercado ni un solo nuevo medicamento en el área de salud mental en los últimos 30 años.

Medicamentos

Las compañías farmacéuticas se mueven por el beneficio, como cualquier otra empresa. La enfermedad mental es desgraciadamente muy común. La lógica dice que las compañías deberían invertir y desarrollar moléculas que aliviaran este gigantesco problema. El caso es que, pese a los esfuerzos realizados, han sido incapaces de avanzar en este área. Todos los nuevos medicamentos son en realidad reformulaciones de unas pocas sustancias descubiertas hace muchos años. Esto tiene como consecuencia que estas empresas dejen de invertir en el área de la salud mental. No interesa.

Los principales medicamentos contra la enfermedad mental son los antidepresivos, los antipsicóticos y los ansiolíticos. Los descubrimientos fueron bastante casuales y se basaban en observaciones clínicas, no habían sido diseñados siguiendo la pauta: conozco el problema, desarrollo el medicamento, lo pruebo y lo comercializo. Estos medicamentos producían su efecto mediante un mecanismo desconocido que solo tiempo después se fue averiguando.

En la actualidad tales medicamentos no habrían sido descubiertos ya que no hay una base genética o molecular que diga cuál es el problema en una psicosis. Más aún, con la enfermedad mental los modelos animales no sirven. ¿Cómo sabemos que un ratón es esquizofrénico, autista, depresivo o ansioso? 

¿Cómo sabemos que se ha curado?

Un buen modelo de descubrimiento de nuevas drogas es el cáncer. Conocemos la biología del cáncer, los genes involucrados y podemos diseñar moléculas que lo combatan. Podemos diseñar cepas de ratones con cáncer y realizar pruebas con ellos. Y todavía más importante: sabemos que no existe un solo cáncer

Distinguimos entre un cáncer de mama y uno de pulmón, los investigamos por separado y los tratamos de forma distinta. Por ello el cáncer concentra la inversión de las compañías farmacéuticas. Avanzamos contra él y la inversión es rentable.

Pero el cerebro es enormemente complejo. Cuando hablamos de esquizofrenia no sabemos muy bien a qué nos referimos. No es una enfermedad sino un conjunto muy heterogéneo de desórdenes difícilmente clasificables. Y naturalmente desconocemos los genes involucrados así como la bioquímica de la enfermedad. De este modo, ¿cómo vamos a progresar? Peor aún es la depresión. Desde un desorden completamente incapacitante a un pequeño síntoma que todos podemos padecer en algún momento. ¿Qué es la depresión?

La evolución del modelo farmacéutico contra la enfermedad mental ha fracasado. En el futuro la estrategia debe de cambiar. El estudio bioquímico de la enfermedad mental es imprescindible. También la catalogación de los distintos síndromes y enfermedades mentales. Solo así podremos disponer de nuevos medicamentos que alivien el sufrimiento que comporta la enfermedad mental.

Fuente:

27 de agosto de 2012

El sexo oral mejora la salud de las mujeres

La Universidad Estatal de Nueva York también revela que aquellas que mantienen relaciones sexuales sin protección son menos depresivas.


Científicos estadounidenses, tras examinar la vida sexual de un par de centenares de mujeres, han llegado a la conclusión de que el sexo oral y las relaciones sin preservativos son buenos para la salud de las féminas y las hace sentir más felices. 

Según el estudio de la Universidad Estatal de Nueva York, en el que se analizó los efectos del semen, refiere que la secreción seminal contiene al menos tres antidepresivos, así como “productos químicos que alteran el estado de ánimo”, aumentando el afecto e induciendo al sueño a las mujeres. El semen contiene también otros productos químicos como el cortisol, la estrona y la oxitocina, "los cuales elevan el estado de ánimo". 

De igual modo muestran en su composición serotonina, un antidepresivo; melatonina, un agente de inducción al sueño y tirotropina, "una hormona que también funciona como antidepresivo", señalan los responsables del estudio publicado en la revista ‘Archives of Sexual Behaviour’. 

La investigación fue realizada con el apoyo de 293 mujeres, a quienes se les examinó su vida sexual y salud mental. Además, los resultados del estudio revelaron que las mujeres, con una vida sexual activa y que “nunca” han utilizado preservativos, tienden a mostrar menos síntomas depresivos, que aquellas que “siempre” o “normalmente” utilizan protección. 

Los autores de la investigación sugieren que, "es el semen y no solo el sexo, el factor que hace feliz a las mujeres". 

Fuente:

31 de julio de 2012

Investigadores descubren que el Prozac también puede actuar como antiviral

Hay medicamentos, ya sea por su fórmula o por su nombre comercial, que son extremadamente conocidos por su nivel de utilización (la aspirina, por ejemplo) o porque su nombre nos puede resultar familiar por haberlo oído en alguna que otra película, serie de televisión o haberlo leído en un libro. Tras la aspirina, quizás uno de los medicamentos más televisivos sea el Prozac, un antidepresivo también conocido como Fluoxetina (Prozac es el nombre comercial) que se utiliza en el tratamiento de los trastornos depresivos, los trastornos bipolares, trastornos obsesivo-compulsivos o, incluso, en tratamientos contra el alcoholismo, trastornos de déficit de atención y hasta trastornos del sueño. Tras un estudio realizado por la UCLA (Universidad de California-Los Ángeles), el Prozac podría utilizarse también en el tratamiento de otras enfermedades porque, según sus conclusiones, también podría utilizarse como un efectivo antiviral.

Prozac

¿El Prozac un antiviral? Pues eso parece a la vista de los resultados de la investigación realizada por la UCLA, unos resultados que colocan a este medicamento como una potencial arma en el tratamiento de los enterovirus, un género de virus de ARNmc de sentido positivo en el que se encuentran virus que ocasionan más de 62 enfermedades que afectan a personas y animales del mundo entero y entre las que podemos encontrar la poliomielitis, la encefalitis, la fiebre aftosa, la conjuntivitis hemorrágica o la meningitis.

Aunque con el paso de los años la población se ha ido inmunizando a muchas de estas enfermedades, hasta la fecha no se han encontrado antivirales efectivos que puedan utilizarse para luchar contra estos virus en el caso de que alguien contraiga la enfermedad, por ejemplo, de la poliomielitis.

Usando técnicas de detección molecular, los miembros del equipo de investigación de la Universidad (en el 
que participaron miembros del Departamento de Pediatría, del Instituto de Nanosistemas de California y el Departamento de Farmacología Moleculuar y Médica) pudieron comprobar como el Prozac era capaz de frenar o, mejor dicho, inhibir, la replicación del virus Coxsackie. ¿Virus Coxsackie? Aunque el nombre quizás no nos pueda resultar familiar, este virus es responsable de enfermedades como la miocarditis, la pericarditis, la enfermedad de Bornholm o la meningitis.
El hallazgo inesperado de la actividad antiviral de la fluoxetina es un hecho muy importante desde el punto de vista científico y nos da una llamada de atención sobre el uso de la fluoxetina y otros tratamiento psicogénicos. […] Parte de nuestro trabajo de seguimiento, a partir de ahora, será el de trabajar en el uso de este tipo de medicamentos en “usos no convencionales”
¿Y por qué es importante este hallazgo? Partiendo de la base que el tratamiento de este tipo de enfermedades es bastante complejo y, realmente, no existe un protocolo prefijado para administrar tratamientos (más allá de la combinación de múltiples antivirales), este hallazgo abre la puerta al desarrollo de infecciones graves de enterovirus puesto que el Prozac reduce notablemente la replicación del virus.
Este estudio nos permitirá entender aún mejor cómo se replican los enterovirus y además nos ofrece una oportunidad de usar en tratamientos clínicos la fluoxetina ante infecciones graves

Fuente:

12 de junio de 2012

¿Qué podemos aprender de la depresión de los monos y la ansiedad de los perros?

chimpancés en cautiverio Foto: Lucy Birkett

Los animales también sufren de depresión. Algunos chimpancés en cautiverio se arancan el pelo y comen sus propias materias fecales. Foto: Lucy Birkett

¿Puede un gato sufrir de depresión? ¿O un caballo morderse a sí mismo porque se siente solo? ¿O un pez desmayarse de miedo?

La respuesta, en cada caso, es afirmativa. Muchas de las enfermedades que aquejan a los animales, tanto físicas como mentales, son las mismas que afectan a los seres humanos y responden, en muchos casos, a las mismas causas, según dos investigadoras en Estados Unidos. 
 
Barbara Natterson-Horowitz, profesora de cardiología en la Universidad de California, Los Angeles, y la escritora Kahtryn Bowers son las autoras de un nuevo libro que detalla las afecciones comunes a animales y seres humanos y las formas en que expertos en ambos campos pueden beneficiarse de un trabajo conjunto.
La obra se titula "Zoobicuidad, lo que los animales pueden enseñarnos sobre la salud y la ciencia de sanar" (Zoobiquity: What Animals Can Teach Us About Health and the Science of Healing).

Las investigadoras creen que veterinarios y médicos deben cooperar en forma estrecha e incluso crearon un término para este nuevo campo de investigación: "zoobicuidad".

"Como médica veía siempre muchas enfermedades diferentes, pero también ocasionalmente trabajaba como consultora en el zoológico de Los Angeles", señaló Natterson-Horowitz en una columna escrita especialmente para el diario estadounidense The New York Times.
En una ocasión, la científica debió examinar un mono con problemas al corazón y un veterinario le advirtió que no mirara al animal a los ojos porque éste podría aterrarse y sufrir insuficiencia cardíaca.

"Los casos vistos por los veterinarios eran muy similares a los tratados por mis colegas médicos. Intrigada por esto comencé a tomar notas de cada caso que veía en el hospital y a buscar correlaciones en estudios veterinarios. Comencé a preguntarme, por ejemplo, ¿sufren los animales de cáncer de mama?, ¿de ataques al corazón inducidos por estrés? ¿de tumores cerebrales y desmayos? Y en cada caso, la respuesta era siempre afirmativa".

Depresión y picoteos

Natterson-Horowitz señala, por ejemplo, que el melanoma ha sido diagnosticado en una gran variedad de especies, desde pingüinos a búfalos. Los koalas, por su parte, padecen actualmente una severa epidemia de clamidia, la enfermedad transmitida sexualmente.

Loro

¿Podría el comportamiento de los loros ayudar a tratar adicciones en humanos?

"También descubrí que los gansos, gorilas y focas pueden sufrir de depresión cuando pierden a un ser querido y algunos perros tienen una gran tendencia a la ansiedad".

Algunas aves, por ejemplo, pueden arrancarse las plumas y picotearse a sí mismas si se las deja en completa soledad. "Tal vez un paciente humano que se inflige a sí mismo quemaduras con cigarrillos podría mejorar si su terapeuta consultara a un experto en el tratamiento de loros que se arrancan las plumas", señaló la científica en su columna.

"Y un dato que podría ser importante para el tratamiento de adicciones es que algunas especies de animales, desde aves a elefantes, consumen plantas con sustancias alucinógenas que parecen ofrecerles experencias sensoriales intensas".

"Más y más comencé a preguntarme, ¿podrían los médicos beneficiarse de intercambiar información con los veterinarios?", dijo Natterson-Horowitz.

"En el pasado existió esa cooperación. Hace uno o dos siglos, en algunas comunidades rurales, tanto animales como seres humanos eran tratados por el mismo terapeuta. Y tanto médicos como veterinarios citan a un doctor del siglo XIX, William Osker, como uno de los fundadores de sus campos. Pero en el siglo XIX la medicina humana y animal comenzaron a separarse, cuando debido a la urbanización menos personas mantenían contacto con animales".

Las autoras señalan que especialmente en el caso de los chimpancés, con los que los seres humanos comparten el 98,6% de su genoma, las similitudes deberían haber recibido más atención por parte de los expertos.

En un estudio publicado en 2011, Lucy Birkett y colegas de la Universidad de Kent, en Inglaterra, constataron en chimpancés en zoológicos una serie de comportamientos anormales asociados a la falta de estímulos y al confinamiento en cautiverio. Observaron, por ejemplo, a animales "comer su propia materia fecal, golpear su cabeza contra un objeto, arrancarse el pelo, morderse y cometer otras formas de automutilación".

Adolescentes

Las autoras señalan que es hora de reestablecer la cooperación entre los expertos de ambos campos.

Adolescente dando pasto a un caballo Foto: SPL

Natterson-Horowitz: "El típico adolescente de clase media es un poco como un caballo que sufre estando solo en su establo".

"El típico adolescente de clase media es un poco como un caballo que sufre estando solo en su establo, con mucho tiempo extra y pocos desafíos. Los cuidadores en los zoológicos hacen que los animales exploren en busca de alimentos para evitar el aburrimiento. ¿Podríamos intentar que los adolescentes a veces cultiven y preparen su propia comida, una actividad que podría darles calma y un sentido de propósito?", señala Natterson-Horowits en el libro.

Los seres humanos compartimos además con los animales la compulsión a acicalarnos, un hábito que "evolucionó durante millones de años y nos une socialmente".

Según señala la investigadora en su libro "nuestra conexión esencial con los animales va desde el cuerpo al comportamiento, desde lo psicológico a lo social. Y esto es un llamado a que tanto médicos como pacientes se unan a los veterinarios en una nueva forma de pensar, que ve más allá de las camas de hospital hacia los establos, campos, océanos y cielos donde habitan los animales".

Fuente:

BBC Ciencia


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27 de mayo de 2012

Conoce los riesgos de dormir con la televisión prendida


 
Dormir con la luz prendida aumenta la depresión - Foto: Referencial
 
Dormir con la luz o la televisión encendidas aumenta el riesgo de depresión, según revela un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos.
En sus experimentos, el investigador Rand Nelson y sus colegas trabajaron con 16 hamsters, de los cuales la mitad durmió en absoluta oscuridad mientras los demás eran expuestos cada noche a un nivel de luz equivalente al que produce el brillo de un televisor encendido en una habitación a oscura.

Ocho semanas más tarde, 
los animales que nunca dormían a oscuras habían visto modificado su estado de ánimo, desarrollando depresión. Cuando los investigadores examinaron sus cerebros comprobaron que en la zona del hipocampo había una menor densidad de vellosidades (espinas dendríticas) en las neuronas que quienes dormían sin luz, lo que implica que la comunicación entre sus células nerviosas se habría visto reducida.

Según Nelson, los resultados sugieren que 
el nivel de luz óptimo que necesita el cerebro de los mamíferos para descansar es sorprendentemente bajo

Los investigadores asocian los efectos de la exposición a la luz a una hormona llamada melatonina, que se produce cuando el cuerpo detecta la oscuridad. Entre otras cosas, la melatonina regula el ritmo circadiano, nos ayuda a conciliar el sueño y actúa como antioxidante. Si hay demasiada luz ambiental, el cuerpo podría producir cantidades de melatonina inadecuadas.

Fuente:

6 de marzo de 2012

Con la edad dormimos mejor


dormir-grasaLas personas mayores sufren menos trastornos del sueño, según indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania (EEUU). El trabajo desmonta la creencia popular de que al envejecer dormimos menos, y peor.


Los científicos realizaron una encuesta telefónica a más de 150.000 personas adultas de diferentes edades a las que se les preguntó si tenían problemas para dormir o si se encontraban cansados por el día. Además, el análisis incluyó variables como la raza, educación, ingresos, estado de ánimo, salud, y tiempo trascurrido desde la última revisión médica.

Los resultados indicaron que las personas con problemas de salud y depresión sufren más problemas de descanso. Además, las mujeres padecen más trastornos de sueño que los hombres. Lo más sorprendente del estudio es que, en contra de lo esperado, la calidad del sueño es mayor a edades avanzadas, o al menos eso sentimos. "Incluso aunque las personas mayores duerman peor que las jóvenes, la percepción del propio descanso mejora con la edad", ha indicado Michael Grandner, uno de los autores del trabajo que se publica en la revista Sleep.

Fuente:

Muy Interesante

2 de marzo de 2012

La depresión afecta más a los países ricos... y a los cerebros hiperactivos

Una de cada cuatro personas padecerá algún problema de salud mental en algún momento de su vida. Los trastornos mentales (depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar, etc.) afectan cada vez a más personas en el mundo, a cualquier grupo de edad. Entre ellos, la depresión, la cuarta enfermedad más común en el mundo. En todo el mundo, unos 121 millones de personas sufren de depresión. La depresión grave puede llevar al suicidio, y provoca 850.000 muertes cada año.

Si vivís en un país rico, entonces puestas probabilidades de desarrollar depresión se incrementan. En 10 de los países considerados como “ricos”, un 15% de los participantes dijeron haber sufrido de depresión en algún momento de sus vidas, según una investigación publicada en la revistaAmerican Journal BMC Medicine que analizaba los resultados de una serie de entrevistas con cerca de 90.000 personas de 18 países diferentes, utilizando un examen estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar si una persona sufre de depresión.

Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de sufrir de depresión, y el mayor factor contribuyente fue la pérdida de la pareja por muerte, divorcio o separación.



Evelyn Bromet, de la Universidad Estatal de Nueva York:

Hemos mostrado que la depresión es una importante preocupación de salud mental en todas las regiones del mundo, y que se relaciona firmemente con las condiciones sociales. Comprender los patrones y causas de la depresión puede ayudar en las iniciativas globales para reducir el impacto de la depresión en las vidas de los individuos y para reducir la carga social.

Los 10 países con la población más deprimida:

1. Francia con 21%

2. Estados Unidos con 19.2%

3. Brasil con 18.4%

4. Holanda con 17.9%

5. Nueva Zelanda con 17.8%

6. Ucrania con 14.6%

7. Bélgica con 14.1%

8. Colombia con 13.3%

9. Líbano con 10.9%

10. España con 10.6%

Según los expertos, esta tendencia podría deberse a que en los países ricos hay una mayor desigualdad económica en la población y a que sufren de mayores índices de estrés. Un informe de Psychology Today sobre la búsqueda del origen genético de la depresión afirma: “Los datos epidemiológicos disponibles sobre las principales enfermedades mentales dejan claro que las causas no son únicamente genéticas”. El informe da el siguiente ejemplo: “De los estadounidenses nacidos antes de 1905, el 1% padecía depresión a los 75 años de edad. De los que nacieron medio siglo después, un 6% padecía depresión a los 24 años de edad”

Y es que recientemente la revista Nature Neuroscience ha publicado una revisión que demuestra que, aunque muchos trastornos mentales se diagnostiquen en la edad adulta, los primeros síntomas aparecen en la infancia y en la adolescencia y, lo que es aún más importante, los problemas del neurodesarrollo que acaban produciendo esos síntomas se producen muy tempranamente. Según la OMS, estas enfermedades constituyen un problema de salud pública «mucho más importante» que los accidentes de tráfico o algunas enfermedades infecciosas como el VIH o la malaria.

Asimismo, investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han publicado en la revista PLoS One demostrado que los individuos que sufren depresión tienen mayor número de conexiones en todo el cerebro. Según concluye Andrew Leuchter, investigador del Instituto de Neurociencia y Comportamiento Humano de UCLA y coautor de un estudio que implicó a 121 adultos con depresión severa:

el cerebro sano debe ser capaz de sincronizar, primero, y desincronizar, después, distintas áreas para reaccionar ante lo que nos sucede, regular el ánimo, aprender y resolver problemas.

Pero el cerebro hiperconectado del depresivo forma conexiones pero es incapaz de “apagarlas”. En particular, el área del cerebro que presentaba mayor número de conexiones anormales era la corteza prefrontal, implicada en la regulación del estado de ánimo, tomar decisiones y resolver situaciones problemáticas.

Tomado de:

Xakata Ciencia

29 de mayo de 2011

El dolor enmascara la depresión

El malestar articular o en extremidades son consecuencia, algunas veces, de transtornos psíquicos del paciente no detectados




Dolor de espalda, dolor en las articulaciones y extremidades o malestar gástrico son algunos de los síntomas físicos que pueden enmascarar cuadros de depresión o de ansiedad generalizada y que dificultan su diagnóstico.

Así, el 78 por ciento de los pacientes con esos trastornos psíquicos (en España) sufren dolor, pero en un 69 por ciento de los casos no se asocia. "La presencia conjunta de depresión, ansiedad y síntomas somáticos es la norma más que la excepción", ha señalado hoy el doctor Luis Caballero, psiquiatra del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), durante la presentación de la Guía práctica clínica en depresión y ansiedad generalizada con presentación de síntomas somáticos, que ha coordinado.

La guía, editada por la Organización Médica Colegial (OMC), el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y la famacéutica Lilly, va dirigida principalmente a los médicos de Atención Primaria, cuyo papel es "fundamental" en la detección de los casos de depresión que se manifiestan con síntomas somáticos.

Así lo ha señalado el doctor José María Rodríguez Vicente, del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, quien ha asegurado que esta publicación aporta su "granito de arena" al Sistema Nacional de Salud, ya que están seguros de que "disminuirá considerablemente el número de interconsultas entre atención primaria y especializada".

Casi el 70 por ciento de los pacientes con depresión solo comunica los síntomas físicos cuando acude al médico, lo que despista a los profesionales sanitarios, retrasa el diagnóstico y empeora el pronóstico.

La presencia de más de un dolor, las descripciones exageradas o pormenorizadas del mismo, que el dolor varíe de una visita a otra, que ningún tratamiento analgésico funcione, así como que cualquier molestia o sensación de cansancio y desánimo dure más de dos semanas, son algunos de los indicios que deben hacer sospechar al médico que puede tratarse de una depresión.

En España hay entre 1,2 y 1,5 millones de personas con depresión, aunque se estima que casi la mitad de los pacientes no están diagnosticados. La prevalencia de la depresión es dos veces superior en la mujer que en el hombre, y se calcula que una de cada cuatro mujeres va a sufrir esta enfermedad a lo largo de su vida.

La patología es más frecuente entre los 18 y 48 años, coincidiendo con el periodo fértil de la mujer, por lo que hay estudios que relacionan la aparición de la depresión con los estrógenos, según ha señalado la doctora Inmaculada Gilaberte, de Lilly, aunque ha precisado que en la depresión hay una interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.

La guía incluye el decálogo para el buen diagnóstico y orientaciones para profundizar en la entrevista clínica, que, según el doctor Caballero es "fundamental" para el manejo del paciente.

Aunque ha reconocido que el tiempo de que disponen los médicos de atención primaria supone una limitación a la hora de detectar la depresión en los pacientes, este psiquiatra ha asegurado que "cuando uno conoce bien la técnica de la entrevista, a veces cinco minutos es suficiente". Es lo que se conoce como "cinco minutos de calidad", ha subrayado el doctor Caballero.

No obstante, ha considerado que "muchos de los pacientes" requieren que, aunque solo sea una vez, el médico de familia les dedique media hora. El documento revisa los últimos datos sobre epidemiología y prevalencia de la depresión, no solo en España sino también en otros países del entorno, y actualiza a los profesionales sobre los tratamientos indicados para este tipo de trastorno.

Fuente:

La Vanguardia

9 de abril de 2011

Si estás de mal humor, toma el sol al menos media hora


El sol es capaz de mejorar sustancialmente nuestro estado de ánimo, como si en los rayos solares viajara una pequeña dosis de Prozac. Algo que la sabiduría popular considera de perogrullo pero que la ciencia está confirmando.

La relación entre el sol y las emociones ha sido analizada por Matthew Keller y sus colegas del Virginia Institute for Psychiatric and Behavioral Genetics, cuyos resultados han sido publicados en Psychologic Sciencie del 2005 bajo el título de “A Warm Heart and Clear Head. Te contingent Effects of Weather on Mood and Cognition”.
El estudio sugiere que las personas tenían mejor humor y mejor memoria si el tiempo era caluroso, caracterizado por temperaturas y presión barométrica alta. Sin embargo, este efecto sólo se observaba si la persona había pasado más de 30 minutos en el exterior.
Si pasaba menos de media hora, entonces el humor no cambiaba.
Los rayos ultravioleta aumentan la producción de serotonina, asociada con la sensación de bienestar, la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual. Una exposición moderada también beneficiará al sistema inmunitario, además de aportarle vitamina D.
La influencia de la luz es tan poderosa en los neurotransmisores cerebrales, que se recurre a ella en tratamientos para aliviar ciertos casos de obsesión, ansiedad, bulimia y, por supuesto, depresión. La técnica que la emplea se denomina lumino terapia, y consiste en aplicar luz blanca artificial a través de lámparas especiales con filtros ultravioleta o infrarrojos, de intensidad de 2500 lux (500 watts de potencia) al menos durante dos horas al día, un mínimo de dos semanas.


Fuente:

Xataca Ciencia

29 de marzo de 2011

El rechazo social duele igual que un daño físico

El dolor físico y los sentimientos intensos que causa el rechazo social nos “lastiman” de la misma manera, según desvelan hoy investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). El estudio demuestra que las mismas regiones del cerebro que responden a las experiencias sensoriales dolorosas se activan durante las experiencias intensas de rechazo social.

“Estos resultados dan un nuevo significado a la idea de que el rechazo social hace 'daño'”, explica Ethan Cross, psicólogo y autor principal del artículo. “Derramarse encima una taza de café caliente, y pensar acerca del rechazo que sentimos al mirar la fotografía de una persona con la que hemos roto recientemente una relación involuntariamente, causan tipos de dolor muy diferentes”, añade.

Para llegar a esa conclusión, Cross y sus colegas reclutaron a 40 personas que habían sufrido una ruptura amorosa en los últimos seis meses, y que manifestaban que al pensar en su experiencia de la ruptura se sentían intensamente rechazadas. Cada participante completó dos tareas en el estudio, una relacionada con sus sentimientos de rechazo y otra en las que se les generaba un estímulo doloroso pero tolerable similar a cuando se tiene en la mano una taza de café caliente.Los participantes llevaron a cabo todas las tareas mientras eran sometidos a escáneres de Imagen por Resonancia Magnética funcional (fMRI por su sigla en inglés).

“Encontramos que los fuertes sentimientos de rechazo social activaban las regiones del cerebro que están involucradas en la sensación del dolor físico, y que rara vez aparecían activadas en los estudios de neuroimágenes de la emoción”, señaló Cross. Concretamente, tanto la experiencia dolorosa como el rechazo social ponían en funcionamiento neuronas de la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal posterior.

Los autores señalan que los resultados dan la razón a la sabiduría popular, ya que prácticamente en todas las culturas se usan términos similares —"dolor", "herir", "lastimar"...— para describir las experiencias del dolor físico y las del rechazo social.

Fuente:

Muy Interesante

Lea también:

El rechazo social perjudica la salud

3 de marzo de 2011

Pronostican más depresión masculina en el mundo occidental

Hombre deprimido

Los expertos asocian no poder asumir el papel de sostén de la familia con una mayor depresión en los hombres.

Psiquiatras advierten que el número de hombres con depresión podría aumentar en las próximas décadas debido a los cambios en la sociedad occidental.

Un artículo publicado en el British Journal of Psychiatry sugiere que las transformaciones económicas y sociales erosionan las fuentes tradicionales de la autoestima masculina.

Los autores sostienen que los hombres batallan de manera creciente para asumir lo que se describen como el abandono de los tradicionales roles masculinos y femeninos en la sociedad.

De acuerdo con la organización independiente británica Men's Health Forum, que monitorea temas de salud en los hombres, la identidad masculina ha sido vinculada en muchos casos con el empleo.

Las que proveen

Uno de los autores del artículo, el doctor Boadie Dunlop, de Escuela de la Medicina de la Universidad de Emory, en EE.UU., expresa: "Las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar un trastorno depresivo durante el transcurso de su vida, pero creemos que esta diferencia puede cambiar en las próximas décadas".

El experto argumenta que los empleos tradicionales masculinos, como el trabajo fabril o el que requiere esfuerzo físico, se están perdiendo, ya sea a través de la introducción de nuevas tecnología o la mudanza fuera de occidente.

Además, el artículo indica que hoy las mujeres son más propensas a ir a la universidad que los hombres, por lo que aumentará el número de hogares en los que ellas serán la principal proveedora del sustento.

"No poder cumplir con el papel de sostén de la familia se asocia con una mayor depresión en los hombres y con conflicto marital", señala el artículo.

"Camino difícil"

El doctor Dunlop explica: "Los hombres occidentales se enfrentan a un difícil camino en el siglo XXI, especialmente aquellos con bajos niveles de educación".

Para Peter Baker, director ejecutivo del Men's Health Forum: "Esto confirma lo que ya sabemos sobre el desempleo y la repercusión mayor que este tiene en los hombres debido principalmente a que la identidad masculina está ligada al trabajo".

Según dice, "la socialización masculina está muy basada en la ocupación, por lo que perder un trabajo puede llevar al aislamiento y la depresión".

En opinión del doctor Cosmo Hallstrom, psiquiatra, si un hombre, por ejemplo, "ha pasado 20 años de su vida trabajando en el vertido de acero y la fábrica cierra no es tan simple buscar otro trabajo".

Menos ayuda

Hallstrom estima que "parece algo evidente que en una recesión el desempleo es negativo para la salud física y mental, y que algunas personas sufren de depresión".

Y "que la esposa vaya a trabajar puede hacer que el hombre se sienta como un parásito y se deprima. Pero ¿se trata en general de una problemática masculina? No lo sé".

Lo que parece cierto para Peter Baker es que los hombres tienden a buscar menos ayuda cuando tienen depresión, la cual los puede hacer "automedicarse en el bar" en vez de procurar atención profesional.

En sus palabras, "A medida que vemos más hombres afectados tenemos que pensar en la forma de apoyarlos y hacerlos que vuelvan a trabajar".

Fuente:

BBC Ciencia

25 de febrero de 2011

La paradoja de la depresión sin tristeza

Las personas tienen síntomas físicos y es más común en aquellas que no pueden expresar sentimientos; el riesgo crece con la edad.




Suelen ir al médico -generalmente al clínico- con una colección de síntomas físicos molestos: problemas para dormir, cansancio, más o menos apetito que de costumbre (y, en consecuencia, alteraciones de la balanza para arriba o abajo), ausencia de deseo sexual, problemas de concentración, sensación de falta de aire, taquicardia.

Pero a la pregunta del galeno sobre el estado de ánimo, estos pacientes, casi siempre sonrientes y tranquilos, responden: "Bien, de ánimo bien."

Sin embargo, no están nada bien. Si se profundiza y se hacen algunas preguntas clave, tarde o temprano podrá comprobarse que esa persona pletórica de síntomas que la medicina llama "vegetativos" en realidad está padeciendo una depresión, pero no una depresión cualquiera sino un tipo especial de síndrome depresivo caracterizado paradójicamente por la ausencia de tristeza. Más bien, podría decirse, por la incapacidad de sentir que se está triste, de reconocerse en ese sentimiento.

"Es un problema que estamos estudiando especialmente en adultos mayores, aunque también hemos detectado casos en personas más jóvenes", responde a La Nacion por vía telefónica desde los Estados Unidos el doctor Sergio Paradiso, un italiano nacido en Sicilia que trabaja desde hace varias décadas como profesor asociado de psiquiatría y neurociencias en la Universidad de Iowa, donde en invierno, se lamenta, hace un frío glacial.

Comenta que "son sujetos que ingresan en el consultorio sonriendo y así siguen mientras describen sus síntomas físicos, pero que a la pregunta de si realmente están contentos de vivir, pueden llegar a contestar con un gesto evasivo, admitiendo ante otra pregunta que sí, que a veces creen que tal vez su familia se sentiría mejor si ellos no estuvieran? o que tienen sentimientos de culpa o pensamientos de falta de esperanza en el futuro".

La ideación depresiva está, están los síntomas vegetativos, pero falta el aspecto anímico de la depresión, no existe conciencia de las emociones o de lo que ellas significan. "En el examen psiquiátrico se distingue entre una tristeza que el paciente dice que tiene, algo que en este caso no ocurre, y una tristeza que el paciente no describe, pero que el evaluador ve, que es lo que sucede aquí."

La depresión no disfórica -otra forma de llamar a este trastorno- parece aumentar su frecuencia luego de la quinta década de vida, y aunque no existen muchas estadísticas, se estima que la padece un 5% de la población mayor de 50 años, sin distinción de sexo. En la Argentina, llegaría a poco más de 415.000 personas, según los datos poblacionales disponibles del Indec para 2001.

Pero, según aclara Paradiso, posiblemente exista mayor riesgo de este tipo de síndrome depresivo en personas con una cierta disminución de la capacidad cognitiva.

"En nuestras investigaciones hallamos una relación significativa entre sujetos que tenían depresión no disfórica y peores resultados escolares durante la niñez. ¿Si se relaciona con la inteligencia? En términos generales el desempeño escolar es un buen predictor de la inteligencia en general, incluida la emocional, que uno tendrá cuando adulto", explica el experto, que habla cuatro idiomas, entre ellos el español.

Emociones sin palabras


La pobreza expresiva de quien padece depresión sin tristeza está claramente ligada a la dificultad de comunicación y a la concientización de los propios sentimientos. En esto, admite Paradiso, influyen también condicionantes culturales y estilos de crianza.

"Creemos que hay un problema de alexitimia, una incapacidad de conciencia emocional que está parcialmente conectada con la inteligencia analítica, pero que también tiene aspectos particulares -explica-. Las inteligencias emocional y analítica mediadas a través de la memoria o la atención están conectadas, aunque se suelen citar casos de gente que es muy inteligente y tiene relativamente poca inteligencia emocional."

Para sufrir este tipo de cuadro se necesitan genes que predispongan a la depresión o condiciones de vida como estrés o traumas, junto a una capacidad inferior de conciencia anímica. "Esta conciencia anímica inferior puede estar influida por estilos de crianza: en algunas familias se favorece el ser estoico, no hablar nunca de la propia emoción y no se desarrolla una capacidad verbal de transmisión de los sentimientos. Este aspecto no se puede excluir", propone el investigador.

También existen algunas situaciones que pueden predisponer a la presencia de una depresión no disfórica o sin tristeza.

"Tener lesiones cerebrales, por ejemplo un stroke o ataque cerebral en el hemisferio cerebral derecho, incrementan el riesgo -aclara el especialista-. Puede ocurrir también cuando se ve afectada puntualmente la corteza cingulada anterior, lugar de la conciencia de las emociones. Este deterioro también puede presentarse en otras enfermedades neuropsiquiátricas, como la demencia frontotemporal y el Parkinson, y debido a cambios de esa región cerebral ligados con el envejecimiento, que conlleva una disminución de la capacidad de procesamiento emocional y un grado incrementado de alexitimia."

La depresión no disfórica puede asociarse a comorbilidades, es decir, a otras enfermedades. Pero, a menudo, cuando se ordenan exámenes de rutina para explicar los síntomas físicos que la persona describe (cansancio, disminución o aumento del apetito, falta de concentración, falta de deseo sexual) todo aparece dentro de lo normal. Sin embargo, están deprimidos.

Características únicas


La depresión sin tristeza no tiene nada que ver con la distimia, que es una forma más moderada de depresión a largo trazo, pero donde la persona es totalmente consciente de su sentimiento de tristeza, ni tampoco con la depresión ansiosa, que implica la concientización del problema.

"El depresivo sin tristeza no siente pena ni siente ansiedad -afirma Paradiso-. Ha transferido todo su malestar al cuerpo y no puede expresar ninguna emoción vinculada con lo anímico. Si un médico recibe a un paciente que se queja de síntomas físicos, pero cuyo organismo funciona bien, es un caso para estudiar un poco más. En clínica geriátrica, especialmente, es necesario profundizar para descartar o no la presencia de un cuadro que, de no tratarse, puede extenderse en el tiempo por falta de tratamiento o aumentar el riesgo suicida, presente en todo cuadro depresivo."

El llamado a la intervención puede también venir de los familiares. "Si alguien de pronto tiene problemas para dormir o ha bajado involuntariamente de peso o un esposo cambia su actitud y está cansado, sin ganas de vivir, y los fines de semana ya ni se levanta para mirar fútbol en la tele, se recomienda la consulta", indica el experto.

¿Existe alguna forma de ponernos más a salvo? Paradiso afirma que una clave es no huir de las propias emociones y sentimientos y conocerse mejor anímicamente.

"El problema se puede tratar con medicamentos y psicoterapia. Pero lo primordial es ser conscientes y pedir ayuda. Luego, de una u otra manera, se puede salir adelante porque hay muchas maneras de tratar la depresión", finaliza.

Tres signos clave


Está relacionada con el nivel de alexitimia, la incapacidad para concientizar las propias emociones y expresarlo verbalmente.

Las personas expresan síntomas y malestares físicos (insomnio, cansancio, exceso o falta de apetito, disminución de la concentración, falta de deseo sexual), pero no se sienten tristes ni ansiosas.

Podría estar asociada con el deterioro de un área del hemisferio cerebral derecho vinculada con el procesamiento de las emociones.

Fuentes:

La Nación

7 de febrero de 2011

¿Ser amigo de alcohólicos daña la salud?


Un estudio concluyó que las personas con un gran bebedor en sus vidas, tienen más problemas generales de salud y depresión.



tienes un gran bebedor en tu vida, tu propia salud y bienestar podrían verse perjudicados, según un estudio de Nueva Zelanda. El estudio de más de 3,000 personas, publicado en Addiction, indicó que las personas con un familiar, amigo o compañero de trabajo que bebe mucho habitualmente suelen dar bajos niveles en su propia salud o bienestar.

Comparado con personas que no tenían bebedores intensos en sus vidas, también tenían más problemas generales de salud como dolores crónicos, ansiedad y síntomas depresivos y, en general, tenían menor satisfacción con su vida.

El efecto promedio fue similar a lo que se ha visto en estudios de personas que cuidan a alguien con una discapacidad, dijo la investigadora principal Sally Casswell, de la Universidad Massey en Auckland.

“Hay una relación entre estar expuesto a grandes bebedores y la reducción del estado de bienestar y de salud en este estudio transversal de población. La exposición a grandes bebedores puede tener efectos negativos para otros”, escribió.

Casswell reconoció, sin embargo, que los hallazgos no prueban que estar cerca de un gran bebedor era la causa de los problemas de los participantes en el estudio, apuntando que la encuesta era sólo “una instantánea de un momento”.

“Así que (...) alguna otra explicación es posible”, dijo a Reuters Salud por correo electrónico, añadiendo que las personas con peor bienestar pueden ser más propensas a atraer a los grandes bebedores en sus vidas. Además, la gente que conoce a grandes bebedores puede beber mucho también y tiende a ser menos educado o a tener ingresos más bajos. Pero ninguno de estos extremos se explica en los resultados.

Fuente:

Peru21

31 de enero de 2011

Déficit de Omega3 está relacionado con la depresión


Un grupo de investigadores de Burdeos (Francia) y de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) ha constatado que la deficiencia en la dieta de ácidos grasos poli-insaturados omega-3, presentes principalmente en el pescado azul, afecta a las funciones neuronales mediadas por el sistema endocannabinoide y se asocia a la aparición de trastornos depresivos.



El trabajo, publicado este lunes en "Nature Neuroscience", ofrece nuevas claves sobre el mecanismo cerebral por el que la dieta puede condicionar en cierta medida la salud mental.

En concreto, el hallazgo de la investigación, liderada por los doctores franceses Olivier J Manzoni y Sophie Layé, está en su título: "Deficiencias nutricionales de omega-3 anulan funciones neuronales del sistema endocannabinoide".

"Hemos constatado que ratones sometidos a una dieta baja en ácidos grasos poli-insaturados omega-3 (muy abundantes en el pescado azul) presentan niveles cerebrales de AGPO-3 reducidos, y este hecho se asocia a una alteración en el funcionamiento del sistema endocannabinoide", explica Susana Mato, investigadora del programa Ramón y Cajal adscrita al departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina y Odontología de la UPV/EHU.

Más concretamente, la investigadora apunta a la constatación de la existencia de un déficit en la corteza prefrontal del cerebro en la señalización del receptor cannabinoide CB1, una proteína relacionada en varios estudios con los trastornos depresivos.

Con estos resultados, "se abren nuevas posibilidades para investigar más a fondo cómo la dieta modifica el funcionamiento del cerebro en general y el del sistema endocannabinoide en particular, y cómo esto se relaciona con los trastornos mentales", indica Rafael Rodríguez-Puertas, investigador responsable del grupo de Neuroquímica y Neurodegeneración de la Facultad de Medicina y Odontología de la UPV/EHU.

Fuente:

Discap Net

6 de diciembre de 2010

Dime cuándo naciste y te diré cómo serás de depresivo


La estación en la que se nace tiene un efecto persistente en el reloj biológico

A la hora de planificar el nacimiento de un bebé quizá habría que pensar en traer al mundo a los niños en los meses con más luz solar. Se sabe que las personas nacidas en invierno tienen un mayor riesgo de sufrir problemas psiquiátricos, que incluyen desde la típica depresión invernal a otros más graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. En la revista «Nature Neuroscience», científicos de la Universidad Vanderbilt (Estados Unidos) proporcionan la primera evidencia en mamíferos de que las estaciones tienen un efecto persistente en los ritmos circadianos o el reloj biológico. Este reloj interno nos dicta, entre otras cosas, cuándo debemos despertar y dormir y ejerce también un efecto directo en nuestro estado de ánimo y en la salud.

Las conclusiones se basan en un experimento realizado con crías de ratón. Pero no eran unas crías cualquiera, sino ratones transgénicos diseñados para producir una proteína fluorescente que permite monitorizar la actividad cerebral.

Más lentos en invierno

Los investigadores criaron a los roedores desde que nacían hasta el destete en ciclos de luz artificiales de invierno y verano. Después los mantenían en el mismo ciclo o en el opuesto durante 28 días. Una vez que maduraban, los ratones vivían bajo constante oscuridad para observar sus patrones de actividad.

Los nacidos en invierno eran más lentos en su actividad diaria, con independencia de si se habían mantenido en un ciclo de luz invernal o cambiado al de verano. Cuando los científicos examinaron los relojes biológicos descubrieron un patrón similar: una ralentización en los ratones nacidos invierno. La impronta afectaba tanto a la conducta como al ciclo de las neuronas que regulan el reloj biológico.También se observó peor adaptación a los cambios de luz en los nacidos en épocas de menor luz. Los investigadores, entre los que se encuentra el biólogo Douglas McMahon, creen que la estación del año de nacimiento afecta a nuestra personalidad. «Suena a Astrología, pero no lo es: ¡Es biología estacional!».

Fuente:

ABC Ciencia

22 de julio de 2010

Con la depresión el mundo se ve de color gris...


Jueves, 22 de julio de 2010

Con la depresión el mundo se ve de color gris...

(y no es una metáfora, por si acaso)

La depresión altera la visión y el contraste con el que se perciben los colores. Por eso quienes sufren el trastorno literalmente ven el mundo de color gris, afirma un estudio

Joven deprimido

Los científicos midieron la capacidad de detectar contrastes en la retina.

Ésa es la conclusión de una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Friburgo, en Alemania, que descubrieron por qué la gente con depresión suele ver todo "más oscuro".

En estudios previos, los investigadores encontraron que la gente con depresión tiene dificultades para detectar las diferencias en los contrastes de blanco y negro.

En la nueva investigación midieron la respuesta de la retina de varias personas, tanto con depresión como sin ella, que fueron sometidas a análisis de neuropsiquiatría y oftalmología utilizando electrocardiogramas de la retina del ojo.

La retina, ubicada en la parte posterior del ojo, contiene células sensibles que convierten la luz en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta para permitirnos ver.

Los científicos descubrieron que los pacientes con depresión, algunos sometidos a tratamientos antidepresivos y otros no, tenían una capacidad mucho más baja de contraste en la retina que los que no sufrían el trastorno.

Este efecto, explican los autores, es similar a ver la televisión bajando los niveles de contraste.

Forma de diagnóstico

Los investigadores también encontraron una asociación entre la capacidad de detectar el contraste y la severidad de la depresión.

Paciente

La gente con más depresión mostró menos capacidad de distinguir contrastes en la retina.

Es decir, los pacientes con los síntomas más graves de depresión fueron los que mostraron menos capacidad de respuesta en la retina.

Tal como señalan los investigadores en la revista Biological Psychiatry, el estudio podría conducir a crear una forma de evaluar la severidad de la depresión midiendo el contraste de la retina.

"Estos datos muestran la profundidad de la forma como la depresión altera la experiencia del mundo de un individuo", expresa el doctor John Krystal, editor de la publicación.

"Cuando la gente está deprimida, es menos capaz de percibir contrastes en el mundo visual", agrega.

"Esta pérdida parece convertir al mundo en un lugar menos placentero para vivir".

Por su parte, el doctor Ludger Tebartz van Elst, quien dirigió el estudio, afirma que esta forma de medición de la retina podría convertirse en "una herramienta valiosa para medir objetivamente el estado subjetivo de la depresión".

"Esto podría tener implicaciones a largo alcance tanto para la investigación como para el diagnóstico clínico y la terapia de la depresión".

Pero el científico agrega que aunque estos resultados son claros, será necesario confirmarlos en futuros estudios.

Fuente:

BBC Ciencia & Tecnología

26 de mayo de 2010

La comprensión de la esquizofrenia o la depresión, más cerca por un nuevo hallazgo

Miércoles, 26 de mayo de 2010
La comprensión de la esquizofrenia o la depresión, más cerca por un nuevo hallazgo
  • Descubren cómo se forma la amígdala, el centro de las emociones del cerebro, gracias a neuronas procedentes de otras regiones cerebrales.
  • Comprender el desarrollo temprano del cerebro es fundamental para luego tratar de observar cómo evolucionan ciertas enfermedades.
Al igual que esta nota, Conocer Ciencia indica que no se debe hacer mucha alharaca por hallazgos anátomicos y fisioógicos como la panacea para las enfermedades mentales, creemos que es la sociedad en la que vivimos la que, básicamente y principalmente, enferma mentalmente a los hombres. Por ello nos alegraremos sinceramente cuando se establezca una sociedad más justa, entonces habremos dado un gran paso para la erradicación de las enfermedades mentales. Los dejamos con el artículo:

Un equipo de investigadores, con participación española, ha desvelado la capacidad de un grupo de neuronas de abandonar su lugar de origen, el hipotálamo (parte del cerebro encargada de funciones como el crecimiento, el hambre o la sed) y colonizar -con un movimiento de atrás hacia adelante- el cerebro anterior.

Es aquí, en el cerebro anterior, donde se mezclan con las neuronas locales para formar la amígdala cerebral, el centro de las emociones, donde se regular reacciones como la rabia, la ansiedad o el miedo, ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.

"Inesperadas expectativas"

"Estos nuevos resultados abren inesperadas expectativas para la comprensión del desarrollo temprano del cerebro, dado que al demostrar que la amígdala se genera con la participación de neuronas inmigrantes procedentes de otra región cerebral, va a haber que replantearse el origen de muchas agrupaciones neuronales que se presuponían sólidamente establecidas", según el investigador.

El director del estudio, Juan de Carlos, del Instituto Cajal, señala que "conocer cómo se origina el conjunto de núcleos de neuronas que conforman la amígdala es fundamental para entender los desórdenes psiquiátricos provocados por la alteración de esta parte del cerebro anterior, como la carencia patológica de miedo, la depresión o la esquizofrenia". La investigación, que se publicará en Nature Neuroscience.

Fuente:

20 minutos

25 de mayo de 2010

Los jóvenes, "más solos que nunca"


Martes, 25 de mayo de 2010

Los jóvenes, "más solos que nunca"

La soledad es más prevalente entre los jóvenes que en los jubilados, revela una encuesta llevada a cabo en el Reino Unido.

En Conocer Ciencia nos preguntamos ¿será la soledad el mal del siglo XXI (obviamente junto a su hermana siamesa: la depresión)? Veamos...


Joven

Casi 60% de los jóvenes de entre 18 y 34 años dijeron sentirse solos.

El estudio, sobre los grandes cambios en la forma como vivimos e interactuamos, encontró que en todas las edades, una de cada 10 personas a menudo se siente sola y este estado puede tener un impacto en la salud física del individuo.

La encuesta, llevada a cabo por al Fundación de Salud Mental, también revela que hay un descenso en el sentido de comunidad y una mayor atención al trabajo.

En conclusión, dice el sondeo llevado a cabo con 2.256 personas de todas las edades, la tecnología se ha convertido en un medio inigualable de conectar a la gente, pero también ha logrado aislar a los individuos como nunca antes.

Los resultados mostraron que casi 60% de los entrevistados de entre 18 y 34 años dijeron sentirse solos a menudo o en ocasiones, comparado con 35% de los encuestados de más de 55 años.

Los expertos afirman, sin embargo, que se debe tener en cuenta la posibilidad de que existan diferencias generacionales en lo que significa estar solo.

Además, la encuesta no desglosó las diferencias entre las personas activas de 55 años que estaban gozando su jubilación y los ancianos frágiles y aislados de 80 años.

clic Opine: ¿Mejor solo que mal conectado?

El informe de la Fundación sí encontró diferencias en los géneros ya que más mujeres que hombres dijeron sentirse solas y como resultado mostraron más probabilidades de sufrir depresión.

Además, la encuesta destaca el hecho de que la proporción de personas que viven solas, tanto hombres como mujeres, se ha duplicado entre 1972 y 2008.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia & Tecnología

6 de marzo de 2010

¿Cómo funciona el Prozac?


Sábado, 06 de marzo de 2010

¿Cómo funciona el Prozac?

¿Qué es el Prozac (Fluoxetina)?

La fluoxetina es un fármaco Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina (ISRS), con propiedades antidepresivas. Está indicado para tratar la depresión moderada a severa, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la bulimia nerviosa, trastornos alimentarios en general, los trastornos de pánico y el trastorno disfórico premenstrual.

La fluoxetina también se usa ocasionalmente para tratar el alcoholismo, el trastorno por déficit de atención, ciertos trastornos del sueño (en particular, los síntomas de cataplejía asociados a la narcolepsia), migrañas, trastorno por estrés postraumático, síndrome de Tourette, obesidad, algunos problemas sexuales y fobias específicas.

En 1987 fue lanzada en Estados Unidos como nuevo tratamiento para el trastorno depresivo mayor. Fue el primer agente de esta clase de antidepresivos (ISRS). Desde entonces, se fueron agregando en esa lista drogas como sertralina, fluvoxamina, citalopram, escitalopram y paroxetina, e hicieron su aparición nuevas familias de antidepresivos, como los dúales, cuyo ejemplo más representativo es la venlafaxina,


La fluoxetina es el componente principal de uno de los fármacos más famosos del mundo como es el Prozac. Un medicamento que es consumido por unos 40 millones de personas en todo el mundo y que supuso un cambio favorable en la vida de esas personas, debido a los efectos beneficiosos que provocaba al reducir los síntomas depresivos. Pero, ¿cómo funciona el prozac?

La fluoxetina, principio activo del Prozac, es un fármaco inhibidor Selectivo de la Recaptación de la Serotonina a nivel neuronal y es en la inhibición de la recaptación, en lo que se fundamenta el mecanismo de acción del Prozac.

A diferencia del resto de antidepresivos, el Prozac tiene un magnífico efecto ya que actúa de forma específica sobre la inhibición de la serotonina, sin producir ningún tipo de efecto secundario "extraño"*, por lo que es un medicamento "limpio" para el organismo.

* La mayoría de los efectos secundarios son suaves y breve, generalmente desplomándose en una semana o dos después de comenzar el tratamiento. De todas formas, los efectos secundarios que producen los antidepresivos tricíclicos son muchísimo peores y los que pueda tener el prozac no son nada comparados con esos. (ver más información al final de la página)

Se podría decir que la serotonina es la "hormona del placer" . Aunque en un principio se pensó que era un vasoconstrictor, con el paso del tiempo se ha visto que funciona como neurotransmisor y entre sus múltiples acciones se encuentra la "regulación del estado anímico de la persona".

Un intento de explicación a nivel celular

La membranas celulares de las células nerviosas (neuronas) producen neurotransmisores que van a ser los encargados de comunicar información entre las neuronas.

Una vez que el potencial de acción llega al terminal del axón, el cambio del potencial de la membrana desencadena la activación de los canales del calcio, que aumentan la concentración de iones calcio en la neurona presináptica. Este aumento del calcio intracelular produce la fusión de las vesículas sinápticas con la membrana presináptica, y se liberan uno o dos neurotransmisores en la hendidura sináptica.

Lea el artículo completo en:

Ciencias y Cosas
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