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18 de agosto de 2014

¿Es usted nomofóbico?

Nomofobia

Las personas nomofóbicas no pueden estar lejos de su celular e incluso llegan a tener dos por si acaso.

Algunos la llaman la "enfermedad del s.XXI" y expertos en adicciones afirman que el número de casos aumenta cada año.

Hablamos de la nomofobia, el miedo irracional que sienten algunos cuando algo les impide interaccionar con su celular.
Esta semana, un estudio británico reveló que en Reino Unido ya la sufre el 66% de la población, lo que supone un aumento respecto al 53% que se observó en el último sondeo realizado hace cuatro años.

¿Qué es?

La nomofobia se identificó por primera vez en 2008 y sus nombre proviene del término inglés "no-mobile phobia" (fobia a estar sin móvil). 

Los expertos señalan que estas personas experimentan una gran ansiedad cuando se dan las siguientes situaciones: pérdida de celular, batería o crédito agotado y falta de señal.

El primer estudio que dio la voz de alarma sobre este fenómeno lo llevó a cabo el gobierno británico en 2008, con el fin de investigar las ansiedades que sufren los usuarios de celulares.

El artículo completo en:

BBC Mundo

4 de enero de 2013

¿1+1=dolor físico?





Podría ser el caso para los que odian las matemáticas. Según un nuevo estudio, la simple idea de tener que resolver un problema matemático hace que se activen los centros del dolor en cerebros con miedo a los números.

 

Investigadores de la Universidad de Chicago han medido la actividad neuronal de 28 adultos, la mitad de ellos con alta ansiedad declarada hacia las matemáticas. Cada uno recibió una serie de preguntas de lenguaje y de matemáticas (algunas se encuentran más abajo) mientras se les practicaba una resonancia.
 
Ver vídeo del banco de cerebros
 
El resultado fue que cuando el grupo con ansiedad detectaba un problema matemático reaccionaban la ínsula posterior y la corteza cingulada media, las partes del cerebro que perciben el dolor, igual que si la mano del sujeto en cuestión se quemara en una estufa caliente. Los participantes sin ansiedad no registraron tal respuesta.
 

Es más, según el coautor del estudio Ian Lyons, «la ansiedad solo se registró durante la anticipación, no cuando resolvían los problemas, lo que sugiere que no son las matemáticas en sí lo que duele, si no el pensar en ellas».
 

Estudios anteriores mostraron que los acontecimientos psicológicamente estresantes, como el fin de una relación amorosa, pueden provocar molestias físicas. Este estudio, publicado la semana pasada por Lyons y Sian Beilock en la revista PLOS ONE, podría ser el primero en demostrar que la simple anticipación puede manifestarse en el cerebro a través del dolor.
 

«Se trata de una interpretación psicológica», declara Lyons. «Las matemáticas no son más que números en un papel, no pueden hacerte daño».
  
Y añadió: «A las personas con altos niveles de ansiedad hacia las matemáticas se les suelen dar mal los problemas de este tipo, y suelen elegir carreras profesionales alejadas de las matemáticas».
  
¿Podría desarrollarse esta reacción?
  
«Creemos que no», afirma Lyons. «Las matemáticas son un invento cultural relativamente reciente, no tienen más que algunos miles de años, por lo que las respuestas parecen impulsadas por experiencias directas. Si esas experiencias han sido malas, la persona identifica la idea de las matemáticas como algo amenazador, e incluso doloroso».
 

Lyons cree que los resultados de su estudio podrían aplicarse más allá de las matemáticas. «No nos sorprendería verlos con otras fobias, como el vértigo, por ejemplo, u otros tipos de ansiedad».
 

¿Hay algo para calmar el dolor cerebral de esas personas?
 

«El primer paso es superar la ansiedad», afirma Lyons, y estamos ante un caso en el que la práctica no ayuda: «Hacer montones de problemas matemáticos no es una buena idea, pero sí lo es encontrar la forma de sentirse más cómodo con la idea».
 
¿Tu miedo a las matemáticas se refleja en tu cerebro?
 
Haz la prueba para comprobarlo (Nota: en el experimento real se presentaron los problemas de uno en uno. Los participantes debían resolver cada problema en cinco segundos y no podían utilizar un borrador, debían resolverlos en la cabeza).

1) ¿Son 8×9-16=56?
2) ¿Son 7×8-19=37?
3) ¿Son 5×9-16=27?
4) ¿Son 8×5-19=23?
5) ¿Son 6×7-17=27?
6) ¿Son 9×4-17=19?
 
 
 Respuestas.
  1. si
  2. si
  3. no
  4. no
  5. no
  6. si
 
 
Jeremy Berlin para National Geographic

Tomado de:

National Geographic

31 de octubre de 2012

¿Qué son las fobias?

fobiasLas fobias son miedos irracionales y muy intensos hacia situaciones o cosas que es muy poco probable que nos hagan daño. Se convierten en un verdadero problema psicológico cuando limitan nuestra vida de una manera drástica. Las más corrientes son la fobia a la sangre (hematofobia), a los hospitales (nosocomefobia), a los lugares cerrados (claustrofobia) o a los demasiado abiertos (agorafobia), a los ascensores, a los exámenes, a la oscuridad (escotofobia), a los perros (cinofobia), a las arañas (aracnofobia), a las cucarachas..., pero existen cientos de ellas. Algunas son tan sorprendentes como el miedo irracional al agua (hidrofobia), a la lluvia (ombrofobia), a estar sentado (catisofobia) o a los payasos (coulrofobia).

Hay quienes le tienen un miedo atroz a elementos naturales como las flores (antofobia), las abejas (apifobia), los arboles (dendrofobia) o las tormentas (astrofobia). El nombre más raro para uno de estos miedos patológicos es el de la hexakosioihexekontahexafobia o fobia al número 666.

Las fobias se generalizan por un doble mecanismo. Primero el afectado comienza a temer algo porque lo asocia a alguna experiencia negativa; después, trata de evitar eso que le genera aprensión, lo cual le lleva a tenerle cada vez más miedo. Rehuir el objeto de su temor le hace mitificarlo y aumenta su ansiedad ante cada encuentro. El resultado es un ser humano consciente de la irracionalidad de su temor, pero al que le resulta muy difícil luchar contra él.

Fuente:

24 de septiembre de 2012

El miedo se puede borrar

Un estudio de la Universidad de Uppsala en Suecia muestra que, si se interfiere en la memoria del miedo en el momento justo y estos recuerdos son recientes, se puede debilitar su impacto en el cerebro. Este hallazgo ya se había probado en ratones.
El trabajo demostró que este mecanismo de actualización de los recuerdos en el cerebro puede ser interrumpido de tal forma que la amígdala ya no reacciona al miedo. Imagen: NICOLASB

El trabajo demostró que este mecanismo de actualización de los recuerdos en el cerebro puede ser interrumpido de tal forma que la amígdala ya no reacciona al miedo. Imagen: NICOLASB

“Sabemos que la amígdala cerebral es una estructura de vital importancia para centralizar el miedo y almacenarlo a largo plazo. Hemos sido capaces de demostrar que es posible borrar la huella de los recuerdos temerosos en la memoria de dichas amígdalas y debilitarlo al interrumpir el período de reconsolidación en el cerebro”, explica a SINC Thomas Agren, investigador de la Universidad de Uppsala, que lidera este nuevo estudio que publica la revista Science.

Agren y su equipo emplearon una técnica de resonancia magnética funcional para observar los efectos del miedo en personas, y descubrieron que, después de un impacto traumático, su recuerdo y su reconsolidación se fija en la amígdala cerebral, al igual que pasaba con  los ratones.

Este hallazgo podría ayudar a mejorar los tratamientos de problemas como la ansiedad o las fobias.

“Nuestros resultados suponen que existe un mecanismo de actualización de la memoria que se ha conservado en muchas especies a través de su evolución, y la amígdala del cerebro sería el epicentro de la formación de dichos recuerdos traumáticos”, asegura Thomas.

Para comprobar si el proceso de borrado era igual en humanos, el equipo de científicos analizó el comportamiento de un grupo de personas a las que se les presentó varias imágenes que les provocaban temor. Para activar sus recuerdos les mostraron estas fotografías repetidamente hasta interrumpir el proceso de consolidación.

“Los sujetos se mostraban conscientes hasta que recibieron el primer día el estímulo que les produjo el shock. A los cinco días del experimento, ya no mostraron reacciones de miedo al interrumpir el proceso de reconsolidación, ya que la memoria se hizo neutra y no incitó al miedo”, asegura el investigador.

El trabajo demostró que este mecanismo de actualización de los recuerdos en el cerebro puede ser interrumpido de tal forma que la amígdala ya no reacciona al miedo. “Por qué un recuerdo se vuelve inestable no está claro. Posiblemente es un mecanismo de actualización de la memoria que nos ayuda a añadir nueva información a los recuerdos o cambiar su valor emocional”, concluye Agren.

Según los científicos, esta investigación supone un gran avance para conocer más sobre la memoria humana y podría ayudar a mejorar los tratamientos de problemas como la ansiedad o las fobias.

Referencia bibliográfica:

T. Agren, J. Engman, A. Frick, J. Björkstrand, E.-M. Larsson, T. Furmark, M. Fredrikson, "Disruption of Reconsolidation Erases a Fear Memory Trace in the Human Amygdala" Science 337: 1550 - 1552, 21 de septiembre de 2012

Fuente:

SINC

26 de septiembre de 2011

¿De dónde vienen las fobias?

Fobia

Algunas son formas exageradas de temores que han evolucionado y que todos compartimos. Por ejemplo, los humanos -así como algunos monos- le tienen un miedo natural a las culebras, arañas y ratas, lo que desde el punto de vista biológico tiene sentido.

Esos miedos naturales pueden ser reforzados o no, dependiendo de la manera en la que nuestros padres responden a esos desencadenantes.

El mismo tipo de aprendizaje emocional sucede en otras especies en las que los infantes observan y aprenden de las reacciones de sus padres frente al mundo.

El hecho de que una fobia le parezca irracional incluso a la persona que la sufre no hace que desaparezca.

Otras fobias surgen de eventos, como ser perseguido por una gaviota o quedarse atrapado en un espacio pequeño, pero en muchos casos el origen no es obvio y son difíciles de explicar.

A menudo pueden mejorarse con el tratamiento adecuado.

Fuente:

BBC Ciencia

18 de mayo de 2011

¿Por qué tengo claustrofobia?

Fotograma de la pélicula 'Buried'. | El Mundo

Fotograma de la pélicula 'Buried'. | El Mundo

  • Los afectados proyectan su 'espacio personal' más allá de sus cuerpos

A los ascensores, a los túneles, al metro, a las habitaciones pequeñas... Los claustrofóbicos tienen miedo, pánico, a todos estos lugares, más bien a quedarse atrapados en ellos y... no poder respirar. ¿Por qué? Emory Stella Lourenco y Matthew Longo, de la Universidad Londres (Reino Unido), han dado con una de las causas de este tipo de fobia.

Al parecer, todos nos movemos en una burbuja de protección llamada 'espacio cercano', más comúnmente conocido como 'espacio personal'. Pero esta burbuja no es del mismo tamaño para todas las personas. Aquéllas que proyectan su espacio personal mucho más allá de sus cuerpos son más propensas a experimentar miedo claustrofóbico, según un nuevo estudio. Publicado en la revista 'Cognition' , es uno de los primeros en centrarse en los mecanismos de percepción del miedo claustrofóbico.

En él han participado 35 estudiantes con una media de edad de entre 18 y 33 años. Los investigadores les sometieron a pruebas para determinar su percepción del espacio así como a un cuestionario sobre claustrofobia con el fin de poder diagnosticar o no la patología.

En declaraciones a ELMUNDO.es, Matthew Longo reconoce: "Hemos encontrado que las personas con más niveles de claustrofobia tienen un exagerado sentido del espacio que les rodea. En este momento, no sabemos aún si es la distorsión en la percepción espacial la que lleva al miedo, o viceversa. Ambas situaciones son probables".

Todo el mundo experimenta miedo claustrofóbico, en cierta medida, pero hay una amplia gama de diferencias en el grado entre los individuos. Cerca de un 4% sufren esta fobia, que se clasifica dentro de las fobias específicas (pánico a algo concreto) de forma grave, lo que puede provocar ataques de pánico cuando entran en un ascensor o se quedan atrapados en un habitación.

"Si aumentamos nuestra comprensión sobre los factores que contribuyen a la claustrofobia, tal vez podamos ayudar a los médicos a desarrollar terapias más eficaces contra este tipo de miedo que puede ser muy debilitante", afirman investigadores.

La claustrofobia se asocia a menudo con una experiencia pasada traumática, como quedarse atrapado en un túnel durante un largo periodo de tiempo. "Sin embargo, sabemos que algunas personas que experimentan estos sucesos en espacios reducidos no desarrollan claustrofobia", recuerdan los científicos británicos.

"Este hecho nos llevó a preguntarnos si otros factores podían estar implicados. Nuestros resultados muestran una clara relación entre el miedo claustrofóbico y los aspectos básicos de la percepción espacial. Las pruebas neuronales y de comportamiento muestran que tratamos de forma distinta el espacio que se alcanza con la mano que el que está más lejos. Se trata del sentido de adaptación para ser más conscientes de las cosas que están más cerca del cuerpo, tanto con fines utilitarios como defensivos", insiste el doctor Longo.

Ahora, los científicos están analizando cómo la gama de diferencias individuales en la percepción espacial se relaciona con el miedo. "Sabemos que los sujetos con más niveles de claustrofobia subestiman las distancias horizontales y sobreestiman las verticales", agrega.

Fuente:

El Mundo Salud

11 de noviembre de 2010

Entendiendo los circuitos del miedo


Las sensaciones básicas, como el miedo, son reguladas por la amígdala cerebral.

Puede que se sienta primero en el estómago o en las rodillas, o que adquiera la forma de una corriente de sangre helada capaz de hacer que a uno "se le ericen los pelos".

Desde hace tiempo, sin embargo, los científicos saben que esa poderosa sensación que llamamos miedo es regulada por una pequeña región del cerebro que tiene forma de almendra está situada en el lóbulo temporal: la amígdala.

Y ahora, dos nuevos estudios que analizaron más de cerca los circuitos neuronales involucrados en el proceso, pudieron determinar que son dos grupos de neuronas diferentes las que se activan en la amígdala para regular la adquisición del miedo y nuestra repuesta.

Los hallazgos, que serán publicados en dos artículos diferentes en la revista Nature, corrieron por cuenta de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Friedrich Miescher en Basilea (Suiza) y el Instituto de Tecnología de California en Pasadena (Estados Unidos).

Y se espera que faciliten el desarrollo de mejores tratamientos para enfermedades psiquiátricas como el estrés post-traumático y diferentes tipos de fobias.

Como un "subibaja"

Utilizando ratones, el equipo de investigadores suizo, liderado por Andreas Lüthi, comparó la actividad eléctrica registrada en el cerebro con las respuestas al miedo.

Miedo

Los hallazgos ayudarán a mejorar el tratamiento de las fobias.

Y encontraron que mientras que el acto de asustarse activaba las neuronas de la subdivisión lateral de la amígdala, las respuestas al miedo parecían involucrar a la subdivisión medial.

Los investigadores estadounidenses dirigidos por David Anderson, por su parte, siguieron un camino menos tradicional y aplicaron métodos de genética molecular.

Y así pudieron permitió identificar un microcircuito inhibitorio dentro de la subdivisión lateral que ayuda a controlar el nivel de parálisis que se produce en respuesta al miedo.

Los dos equipos luego combinaron sus métodos y encontraron que las neuronas identificadas por los electrodos de Luthi eran las mismas etiquetadas por los marcadores genéticos de Anderson.

Esto parece indicar que los dos grupos de neuronas actúan como un balancín ("subibaja") que presiona alternativamente dos extremos de una manguera de jardín: la presión en un extremo contiene los impulsos de miedo, y cuando esta presión se traslada al otro extremo la sensación se libera.

Eventualmente, explicaron los científicos, el mejor conocimiento de este "circuito del miedo" podría permitir tratar los desórdenes psicóticos con medicamentos diseñados para actuar únicamente sobre un grupo específico de neuronas o células, lo que reduciría la posibilidad de efectos secundarios.

Fuente:

El Mundo Ciencia

25 de octubre de 2010

Cuatro pasos para superar una fobia




El miedo a las arañas es común pero se puede superar gradualmente.

Los temores son difíciles de superar pero, con un poco de ayuda de la psicología, Daniel Bennett lo logró en cuatro pasos.

Identificarlo

Lo primero que hay que hacer para superar un miedo es asumir que se tiene. Aunque pueda parecer algo obvio, a la hora de superar una fobia, antes que nada hay que identificarla a partir de un punto de referencia concreto.

Payaso

El momento crucial llega con el "modelado": exponerse directamente a las fobias, de forma gradual.

Eso puede ser más fácil de definir, por ejemplo, cuando a lo que se le tiene miedo es a las arañas, pero no así en casos como el de la agorafobia, el miedo a lugares públicos o espacios abiertos.

Miedos como la agorafobia pueden partir de una causa fundamental algo más abstracta que se manifiesta como aversión a las multitudes o a determinadas situaciones sociales.

También el reconocimiento de incidentes del pasado como posible causa del surgimiento de la fobia puede ayudarle a entender que ya no hay nada que temer.

Entenderlo

Si tienes miedo de las arañas e intentas ver la película Aracnofobia, sólo conseguirás empeorar las cosas

Andy Field, Universidad de Sussex

Los psicólogos clínicos suelen utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC) para tratar las fobias.

Se trata de un abordaje de doble enfoque: en primer lugar, hacer frente a los pensamientos y actitudes respecto a lo que le produce miedo; y, en segundo lugar, combatir la respuesta física a lo que se teme.

Uno de los procesos que se emplea es la restructración cognitiva, práctica según la cual es posible reparar un "pensamiento erróneo" discutiendo las ansiedades con un tercero o hablando solo.

De lo que se trata es de poner de manifiesto que si uno enfrenta lo que le causa pánico, no hay ninguna posibilidad de sufrir ningún daño.

Actuar

Calavera

Con la restructuración cognitiva se busca reparar el pensamiento erróneo a través del diálogo.

El segundo ramal de la TCC requiere tomar medidas contra las fobias. Ambos pasos del proceso son cruciales, pero es en este momento en el que hay que enfrentarse realmente a la fobia, cara a cara.

Una técnica común es conocida como el "modelado", que consiste en observar o pasar tiempo con alguien que regularmente trata con aquello a lo que se tiene miedo.

Por ejemplo, quien sufre de aracnofobia, lo ideal es observar cómo alguien manipula una de las más espeluznantes. Cuando eso se consigue hacer sin dificultad, lo siguiente será acercarse cada vez más, sin llegar a sobrepasar lo que se puede asumir en cada momento.

De esta forma, con una práctica regular, se puede desarrollar una "resistencia" a lo largo del tiempo.

Trabajar gradualmente

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Más en www.bbcfocusmagazine.com

Aunque exponerse de a poco a la peor de las fobias puede ayudar a superarla, lanzarse de lleno a lo más profundo de ella puede empeorar las cosas.

Andy Field, de la Universidad de Sussex, investiga en la adquisición del miedo. El investigador advierte que al enfrentarse directamente al miedo, puede llegar a agravarlo.

"Si tienes miedo de las arañas e intentas ver la película 'Aracnofobia', dejarás de verla a la mitad. Sólo conseguirás empeorar las cosas", afirma Field.

"Al evitar la situación, sólo consigues reforzar la idea de que debes tener miedo. Lo mejor es la 'exposición terapéutica': nunca tomar más de lo que se puede manejar".


Fuente:

BBC Ciencia

6 de marzo de 2010

¿Cómo funciona el Prozac?


Sábado, 06 de marzo de 2010

¿Cómo funciona el Prozac?

¿Qué es el Prozac (Fluoxetina)?

La fluoxetina es un fármaco Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina (ISRS), con propiedades antidepresivas. Está indicado para tratar la depresión moderada a severa, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la bulimia nerviosa, trastornos alimentarios en general, los trastornos de pánico y el trastorno disfórico premenstrual.

La fluoxetina también se usa ocasionalmente para tratar el alcoholismo, el trastorno por déficit de atención, ciertos trastornos del sueño (en particular, los síntomas de cataplejía asociados a la narcolepsia), migrañas, trastorno por estrés postraumático, síndrome de Tourette, obesidad, algunos problemas sexuales y fobias específicas.

En 1987 fue lanzada en Estados Unidos como nuevo tratamiento para el trastorno depresivo mayor. Fue el primer agente de esta clase de antidepresivos (ISRS). Desde entonces, se fueron agregando en esa lista drogas como sertralina, fluvoxamina, citalopram, escitalopram y paroxetina, e hicieron su aparición nuevas familias de antidepresivos, como los dúales, cuyo ejemplo más representativo es la venlafaxina,


La fluoxetina es el componente principal de uno de los fármacos más famosos del mundo como es el Prozac. Un medicamento que es consumido por unos 40 millones de personas en todo el mundo y que supuso un cambio favorable en la vida de esas personas, debido a los efectos beneficiosos que provocaba al reducir los síntomas depresivos. Pero, ¿cómo funciona el prozac?

La fluoxetina, principio activo del Prozac, es un fármaco inhibidor Selectivo de la Recaptación de la Serotonina a nivel neuronal y es en la inhibición de la recaptación, en lo que se fundamenta el mecanismo de acción del Prozac.

A diferencia del resto de antidepresivos, el Prozac tiene un magnífico efecto ya que actúa de forma específica sobre la inhibición de la serotonina, sin producir ningún tipo de efecto secundario "extraño"*, por lo que es un medicamento "limpio" para el organismo.

* La mayoría de los efectos secundarios son suaves y breve, generalmente desplomándose en una semana o dos después de comenzar el tratamiento. De todas formas, los efectos secundarios que producen los antidepresivos tricíclicos son muchísimo peores y los que pueda tener el prozac no son nada comparados con esos. (ver más información al final de la página)

Se podría decir que la serotonina es la "hormona del placer" . Aunque en un principio se pensó que era un vasoconstrictor, con el paso del tiempo se ha visto que funciona como neurotransmisor y entre sus múltiples acciones se encuentra la "regulación del estado anímico de la persona".

Un intento de explicación a nivel celular

La membranas celulares de las células nerviosas (neuronas) producen neurotransmisores que van a ser los encargados de comunicar información entre las neuronas.

Una vez que el potencial de acción llega al terminal del axón, el cambio del potencial de la membrana desencadena la activación de los canales del calcio, que aumentan la concentración de iones calcio en la neurona presináptica. Este aumento del calcio intracelular produce la fusión de las vesículas sinápticas con la membrana presináptica, y se liberan uno o dos neurotransmisores en la hendidura sináptica.

Lea el artículo completo en:

Ciencias y Cosas

14 de octubre de 2009

Gelotofobia, el miedo a la burla

Miércoles, 14 de octubre de 2009

Gelotofobia, el miedo a la burla


La risa es una expresión emocional innata en los seres humanos. Por ello, reírse de los demás también es considerado un fenómeno universal. Sin embargo, a algunas personas el hecho de que se rían de ellas les produce un miedo extremo que dificulta enormemente su vida social. Es lo que se conoce como gelotofobia, un trastorno que, según publica la revista científica Humor, afecta por igual a todas las culturas.

A esta conclusión llegaron varias decenas de investigadores de 73 países, entre ellos dos españoles, tras aplicar un cuestionario para evaluar la presencia de la gelotofobia en una muestra de 22.610 personas.

“Existen muchas razones por las que unas personas se ríen de otras”, explica Victor Rubio, psicólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del estudio. Según los expertos, los individuos se pueden clasificar en dos dimensiones implicadas en el miedo a que se rían de uno mismo: reacciones de inseguridad, es decir, tratar de ocultar a los demás la falta de confianza en uno mismo o creer que uno es involuntariamente gracioso; y reacciones de evitación de situaciones en las que se han reído de uno. Aunque esto es común en todas las culturas, el estudio identifica ciertas diferencias. Así por ejemplo, países como Turkmenistán o Camboya destacan por presentar reacciones de inseguridad, mientras que los habitantes de Iraq, Egipto y Jordania tienden a evitar las situaciones en las que se rieron de ellos.

Otro dato curioso que pone en evidencia el estudio es que los ciudadanos finlandeses son los que menos sospechan que si alguien se ríe en su presencia es porque lo está haciendo de ellos (8.5%), mientras que en esa misma situación el 80% de los tailandeses está convencido de que ellos son los causantes de las risas que escuchan.

Fuente:

Muy Interesante
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