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7 de octubre de 2018

¿Para qué sirve el semen aparte de para la reproducción?

Los beneficios son muchos, pese a lo que la mayor parte de las personas cree. 

Alivia las náuseas de las embarazadas, sí. Según varios estudios, algunos de los componentes del esperma, como el cortisol, la estrona, la melatonina o la serotonina, provocan una reacción hormonal que modifica el estado de ánimo de las mujeres depresivas. Al parecer, el contacto vaginal es la forma más eficaz de conseguir resultados positivos.

Suaviza la piel cuando se aplica sobre ella, sí. El semen contiene un antioxidante llamado espermina que contribuye a disminuir las arrugas, suaviza la piel e incluso alivia el acné. Esta propiedad es tan eficaz que una empresa noruega ha sintetizado este componente y lo comercializa como ingrediente principal de una de sus cremas faciales. Además su cabello estará más sedoso.

Es cierto que el semen tiene proteinas y minerales, pero para que estos efectos se sientan en el organismo deberiamos de consumir, al menos, una taza diaria de semen. Pero, cuiddo, se pueden transmitir enfermedades sexuales por consumir semen.

Puede usarse como tinta invisible (así lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, aunque dejaron de usarlo cuando se dieron cuenta de lo mal que olía posteriormente) o como curioso ingrediente para preparar alimentos gracias a sus valiosas propiedades nutritivas.

Con información de ABC, Su Médico, El Tiempo y SDP Noticias

28 de septiembre de 2018

¿El semen puede almacenarse indefinidamente?


-160 ºC es la temperatura a la que los bancos de esperma almacenan el semen de los donantes. A esta temperatura, el semen puede almacenarse de forma indefinida.





15 de septiembre de 2018

El semen combate la depresión


Según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Estatal de Nueva York (EE. UU.), el semen puede ayudar a combatir la depresión. El semen contiene sustancias químicas que elevan el estado de ánimo, aumentan el afecto e inducen el sueño.

Las mujeres que tenían relaciones sexuales sin preservativos no solo estaban menos deprimidas sino que además tenían menos intentos de suicidio. 

25 de diciembre de 2015

El semen del chimpancé es más fuerte que el humano



El cromosoma Y en chimpancés ha evolucionado para priorizar la producción de esperma de calidad.

El primer análisis en detalle del cromosoma masculino Y de los chimpancés acaba de desvelar una evolución vertiginosa que diferencia al hombre de su pariente vivo más cercano, según desvela hoy un estudio en Nature. El trabajo echa por tierra las teorías que asumían que este paquete de ADN sufre una lenta pero constante pérdida de genes que hará que el sexo en humanos se determine de una forma distinta a la actual en unos 14 millones de años, un parpadeo en la evolución. 

"Creemos que esa teoría no se sostiene", explica a Público Jennifer Hughes, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts y coautora del estudio. Su equipo acaba de demostrar que el cromosoma Y humano no ha perdido ni un solo gen desde que la especie se separó de los chimpancés en el árbol de la evolución, hace unos seis millones de años. También demuestran que los chimpancés sí han perdido muchos de esos genes hasta quedarse con un cromosoma Y muy diferente al de los hombres. Esto implica un cambio evolutivo en tiempo récord, mucho más rápido que el del resto de los genomas de ambas especies, muy similares.

Cambios evolutivos

La mayor parte de los cambios evolutivos encontrados se encuentran en zonas cuya función es producir esperma. Aunque los autores aún ignoran porqué, aventuran que gran parte podría deberse a los diferentes usos de apareamiento de monos y humanos.

Los chimpancés tienen un sistema de apareamiento en el que muchos machos copulan con la misma hembra receptiva, explica Hughes. "Esto significa que la competición es intensa y sólo el macho que produce más y mejor esperma conseguirá fertilizar el óvulo y pasar su legado a la siguiente generación", detalla. A esto se suma que el cromosoma Y siempre tiene que bailar solo, pues es el único que no intercambia fragmentos de su ADN con otros cromosomas y sólo se renueva remezclando y duplicando fragmentos propios. El resultado, especulan los autores, es que, al priorizar la producción de esperma, los chimpancés han perdido genes que se han conservado en el hombre. A cambio, el cromosoma Y humano "tal vez esté más expuesto a cambios que borran genes de la fertilidad masculina", comenta Hughes. Su equipo analizará el cromosoma Y de otros primates como el macaco en busca de nuevas diferencias.

Un cromosoma que no es tan decadente

Algunos estudios señalan que el cromosoma Y humano sufre una lenta decadencia y pierde más de cuatro genes cada millón de años.

Esto supondría que los humanos desarrollarían un nuevo sistema para determinar su sexo en unos 14 millones de años.

El nuevo estudio lo niega, tras comparar en detalle a humanos y chimpancés.

La investigación demuestra que el hombre no ha perdido ni un solo gen desde hace seis millones de años.

El trabajo añade que el cromosoma Y ha evolucionado mucho más rápido que los demás hasta ser muy diferente en ambas especies

Fuente:

Publico

¿Crees que podrías ser donante de semen?

¿Crees que podrías ser donante de semen?





Si tu respuesta es que sí, quizá estés equivocado. Según un estudio llevado a cabo por la clínica de reproducción asistida Ginefiv, sólo el diez por ciento de los donantes de semen son aptos para serlo. Según explican, la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido al estrés, el trabajo, la contaminación, los aditivos alimenticios, el tabaco e incluso la ropa interior ajustada. 


Para ser donante de semen el hombre debe reunir una serie de requisitos como tener una edad comprendida entre los 18 y 35 años, sin antecedentes personales o familiares de enfermedades hereditarias graves, que no sea portador de enfermedades de transmisión sexual y debe superar también un test psicológico. Además de estas condiciones, el donante debe tener una alta calidad espermática que se caracteriza por tener una concentración de espermatozoides por mililitro superior a 50 millones; con un avance, de al menos un 50% de los mismos, de forma recta y rápida; un volumen de eyaculado superior a 2 mililitros y una morfología del espermatozoide adecuada que, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser simétrico, liso, oval, con la cola recta, el núcleo fijo y de color transparente. Por eso, según la clínica de reproducción asistida Ginefiv, debido a los estrictos requisitos que deben reunir sólo el 10% de los aspirantes a donantes de semen son aptos.

Y es que la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido, en gran medida, al ajetreado ritmo de vida. El estrés, los horarios prolongados de trabajo, la contaminación ambiental, la exposición al calor, los aditivos alimenticios, el alcohol, el tabaco e incluso el uso de ropa interior ajustada, son sólo algunos factores que debilitan la calidad espermática. De hecho, de las cerca de 800.000 parejas infértiles que existen en nuestro país un 40% de los casos son por causa masculina.


Lea el artículo completo en:

Muy Interesante

10 de junio de 2013

Conoce al calamar que come semen para obtener energía


Cuando tiene hambre y necesita un aporte extra de energía, la hembra del calamar sureño cola de botella (Sepiadarium austrinum) no lo duda: ingiere parte del semen que eyacula su pareja. Es la conclusión a la que han llegado Bob Wong y sus colegas de la Universidad de Monach (Australia) en un estudio que publica Biology Letters. Se trata de la primera vez que se observa este comportamiento en un cefalópodo.

El semen eyaculado por esta especie contiene nutrientes que ayudan al esperma a sobrevivir, lo que también lo convierte en un posible alimento en caso de que la hembra necesite energía durante el acto sexual. Según los investigadores, esto explicaría también por qué los machos prefieren aparearse con hembras más grandes: es el único modo de reducir el consumo de su eyaculado al mínimo y tener más oportunidades de que sus espermatozoides fertilicen los óvulos y perpetuar así sus genes en su descendencia.

Durante la cópula, la hembra almacena el esperma que le lanza el macho en "paquetes" (espermatóforos) en una bolsa externa situada bajo su cavidad bucal. Las hembras emplean sus tentáculos para intentar poner rápidamente los óvulos sobre los espermatóforos, ya que tienen tres semanas para la fertilización antes de que comiencen a degradarse. Pero algunos de esos espermatóforos son devorados por la hembra para contribuir al desarrollo de más óvulos. Cuanto más pequeña es la hembra, menos esperma usa para la fecundación. "Los machos que copulan con hembras pequeñas pagan un alto precio, porque estas necesitan ingerir más semen", concluyen los autores, que aseguran que si un macho decide entregarle su semen a una de estas hembras está facilitando que el siguiente macho que se cruce en su camino tenga más éxito reproductivo. "El esperma que no participa en la 'carrera' para fertilizar óvulos, porque acaba en el digestivo de la hembra, no sirve de nada", aclaran los autores, que explican así por qué los calamares sureños prefieren aparearse a las hembras más voluminosas y "orondas".


Fuente:

Muy Interesante

11 de abril de 2013

Embarazada sin sexo: ¿cómo ha podido pasar?

Seguro que a todos os suena el mito de que si un hombre eyacula en una piscina, una chica que se bañara en ella podría quedar embarazada.


Generalmente, ese mito, y otros similares, se ha usado como forma de excusar un embarazo fortuito fuera del matrimonio que la mujer o la familia ha preferido escamotear. (Aunque seguro que mucha gente se lo ha creído, como también hay personas mayores de edad que, hoy en día, aún dudan de que una mujer pueda quedarse embarazada tras una felación. Palabra).

Antes de que se popularizaran las piscinas (o el mito del embarazo por baño), sin embargo, hubo otros mitos similares, algunos que también buscaban restituir de algún modo el honor de ciertas mujeres; otros, espoleados por los escasos conocimientos médicos de la época.

En 1750, por ejemplo, a la Royal Society de Londres le llegó una misiva de un tal Abraham Johnson, titulada Lucina Sine Concubita (del latín, embarazo sin sexo). Allí explicaba el uso de “una maravillosa máquina cilíndrica, catóptrica, rotundo-cóncavo-convexa” para capturar “animálculos” que flotan en el aire y que, al examinarse bajo el microscopio, tenían la forma de hombres y mujeres en miniatura.

Cuando, con frecuencia, una mujer juraba que se había mantenido casta y virgen, a pesar del evidente bombo que traía desde hacía meses, sólo podía deberse a que la fecundación se había producido por el aire, a través de esos animáculos, tal y como sospechaba Johnson.

Para probar esta teoría, proponía que se promulgara un edicto que prohibiera el sexo durante todo un año en Gran Bretaña: si incluso así se producían embarazos, entonces la teoría tendría fundamento. No era una idea tan descabellada, la de no tener sexo durante un año, porque las huelgas de sexo se han usado en muchas ocasiones para toda clase de cosas: por ejemplo, conseguir que el agua llegue en tuberías hasta los hogares, como pasó en Turquía: podéis leer la historia completa en Los lugares más anti sexuales del mundo (y que sirvieron para cambiar el mundo).

Sin embargo, todo ello no era más que una sátira perpetrada por sir John Hill, que se reía de las “supuestas vírgenes”, así como de la teoría del espermismo, una teoría que explica así Ian Crofton en La historia de la ciencia sin los trozos aburridos:
según la cual se propugnaba que cada individuo de la Tierra había existido originalmente como un homúnculo en el interior de los testículos de Adán, un homúnculo que se había transmitido de generación en generación a través de la línea masculina. Incluso la detección de espermatozoides por parte de Anton van Leeuwenhoek al usar su microscopio no erradicó la teoría, y en 1694 Nicolaas Hartsoeker, en su Essai de diptrique, publicó una imagen de un espermatozoide.

Pero ¿hay peligro o no?

Para aclarar las cosas, vamos a explicar cuánto tiempo sobrevive un espermatozoide fuera del cuerpo de un hombre a fin de que calculéis los riesgos que existen de embarazo sin que haya sexo, en el sentido tradicional del término.

Si eyaculamos fuera de la vagina, la esperanza de vida del espermatozoide es muy corta. Dependiendo de la humedad y la temperatura, pueden durar sólo minutos. Lo que tarde en secarse el líquido seminal, que es donde los espermatozoides pueden sobrevivir.

Irónicamente, los espermatozoides no se llevan muy bien con las vaginas. Más del 90 % de los espermatozoides de la eyaculación se mueren en la vagina antes de llegar a las trompas de Falopio, dado el ambiente ácido de la vagina. Por ello un hombre que cuente con menos de 20 millones de espermatozoides por eyaculación se considera infértil.

De hecho, la cifra de espermatozoides que expulsa el macho de una especie es una primera indicación de lo difícil que resulta alcanzar el óvulo. En un ser humano normal, una dosis de semen contiene más de unos 180 millones de espermatozoides.

Tomado de:

Xakata Cierncia

6 de febrero de 2013

A más horas de TV menos conteo de esperma


Espermatozoides

La calidad del semen disminuye con el sedentarismo, según los especialistas.

No importa si usted es delgado u obeso, si pasa al menos 20 horas a la semana sentado en un sofá mirando la televisión, su conteo de esperma puede reducirse casi a la mitad.

Esta fue la conclusión a la que llegaron científicos del Harvard School of Public Health (HSPH) en Estados Unidos, quienes investigaron si la calidad humana disminuye con la vida sedentaria.

"Descubrimos que quienes miraron más televisión, su conteo de esperma era 44% menos, en comparación con quienes realizaban al menos 15 horas de actividad física a la semana, que registraron un incremento del 73%", le explico a BBC Mundo Audrey Gaskin, jefa del estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine

Por "actividad física" la especialista aclaró que lo definió como "cualquier actividad moderada a vigorosa que genere sudor".

"Tenemos muy poco conocimiento sobre cómo el estilo de vida puede impactar en la calidad del semen y la fertilidad masculina en general", señaló Gaskin. "Ahora sabemos que dos factores potencialmente modificables verdaderamente tienen un impacto en el conteo de esperma".

Teorías varias

Existen varias hipótesis que podrían explicar este fenómeno. Una de ellas puede ser la temperatura que puede alcanzar el escroto tras prolongadas sesiones de televisión.

"Pero no todo el mundo comparte esta teoría", aclara la especialista. "También hay quienes piensan que la vida sedentaria incrementa el estrés".

Los investigadores revisaron si la masa de grasa corporal influía en el conteo de esperma y descubrieron que no hay mucha diferencia entre un hombre obeso y uno delgado.

Si los dos pasan el mismo tiempo al frente del televisor, la calidad del semen disminuirá.

"Se trata de estar en forma, y hay gente con sobrepeso que lo está y hombres delgados que no", aclaro Gaskin.

"La mayoría de los estudios anteriores están enfocados a profesionales como maratonistas o ciclistas, quienes alcanzan unos niveles físicos muy difícil de igualar por otras personas", explicó por su parte Jorge Chavarro, profesor de nutrición y epidemiología del HSPH.

Con este estudio, Gaskin y sus colegas pudieron examinar una variedad de actividades físicas más relevantes a la población masculina general.

Fuente:

BBC Ciencia


30 de octubre de 2012

El ejercicio físico moderado mejora la calidad del esperma

ejercicio-fisicoLos hombres que practican ejercicio físico moderado poseen mejores niveles hormonales y sus gónadas producen esperma de mayor calidad, según un estudio publicado en la revista European Journal of Applied Physiology.

Los autores valoraron si existen diferencias en los perfiles hormonales y seminológicos entre hombres físicamente activos y los sedentarios. “Hemos analizado parámetros cualitativos seminales como el volumen de eyaculado, el contaje espermático, la movilidad y la morfología de los espermatozoides”, explica a la Agencia SINC Diana Vaamonde, investigadora de la Universidad de Córdoba y autora principal del estudio. Además, se evaluaron las hormonas foliculoestimulante (FSH), luteinizante (LH), testosterona (T), cortisol (C), y la tasa T/C, que dan información complementaria sobre el ambiente para el proceso de formación del esperma y sobre el estado anabólico o catabólico en el que se encuentra el organismo.

Los resultados revelan que los sujetos físicamente activos son los que muestran los mejores valores seminológicos. Concretamente, las diferencias halladas sus espermatozoides mostraron mejor morfología, mejor velocidad progresiva total. Además los valore hormonales de FSH, LH y T, así como la tasa T/C, apoyan así la hipótesis de que se crea un ambiente más favorable para la formación del esperma cuando se hace ejercicio.

Eso sí, sin abusar. La misma investigadora publicó en 2010 un estudio que sugería que el esperma de los deportistas de élite, concretamente triatletas y jugadores de waterpolo, era de peor calidad que la media. Es posible que las cargas demasiado elevadas de entrenamiento disminuyan la calidad seminal.
Fuente:

27 de agosto de 2012

El sexo oral mejora la salud de las mujeres

La Universidad Estatal de Nueva York también revela que aquellas que mantienen relaciones sexuales sin protección son menos depresivas.


Científicos estadounidenses, tras examinar la vida sexual de un par de centenares de mujeres, han llegado a la conclusión de que el sexo oral y las relaciones sin preservativos son buenos para la salud de las féminas y las hace sentir más felices. 

Según el estudio de la Universidad Estatal de Nueva York, en el que se analizó los efectos del semen, refiere que la secreción seminal contiene al menos tres antidepresivos, así como “productos químicos que alteran el estado de ánimo”, aumentando el afecto e induciendo al sueño a las mujeres. El semen contiene también otros productos químicos como el cortisol, la estrona y la oxitocina, "los cuales elevan el estado de ánimo". 

De igual modo muestran en su composición serotonina, un antidepresivo; melatonina, un agente de inducción al sueño y tirotropina, "una hormona que también funciona como antidepresivo", señalan los responsables del estudio publicado en la revista ‘Archives of Sexual Behaviour’. 

La investigación fue realizada con el apoyo de 293 mujeres, a quienes se les examinó su vida sexual y salud mental. Además, los resultados del estudio revelaron que las mujeres, con una vida sexual activa y que “nunca” han utilizado preservativos, tienden a mostrar menos síntomas depresivos, que aquellas que “siempre” o “normalmente” utilizan protección. 

Los autores de la investigación sugieren que, "es el semen y no solo el sexo, el factor que hace feliz a las mujeres". 

Fuente:

10 de marzo de 2011

Así perdieron los humanos las espinas del pene


La pérdida de ADN durante la evolución dejó a los humanos sin un pene óseo.

Las espinas del pene son comunes en otros animales, incluyendo los chimpancés.


La mayoría de los mamíferos macho tienen el pene cubierto de espinas de queratina, similares a las uñas, que utilizan para desechar el esperma de otros competidores e irritar a la hembra para propiciar la ovulación. Un estudio realizado por científicos de las universidades de Standford y Pensilvania, en Estados Unidos, revela que esta característica desapareció en el hombre con un fragmento de ADN que se eliminó durante nuestra evolución. Los investigadores también han identificado una región del genoma que ha permitió que nuestro cerebro se expandiera, según publica hoy la revista Nature.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores, dirigidos por Gill Bejerano, partieron de la hipótesis de que, en lugar de que el ADN humano tenga ventajas sobre el del chimpancé, "en algún momento de la evolución perdimos algunas cadenas de información genética". Así encontraron 510 secciones de código perdido. A continuación eligieron las regiones eliminadas de ADN relacionadas con hormonas masculinas, así como con el desarrollo del cerebro. Después introdujeron estas regiones de código dentro de ratones para averiguar cómo se expresaban y descubrieron que eran responsables de la pérdida de los bigotes sensoriales y de las espinas del pene, así como del crecimiento del cerebro.

Las espinas del pene son comunes en otros animales, incluyendo a chimpancés, macacos y ratones, pero una morfología más simplificada tiende a asociarse con la conducta monógama de ciertos primates.

Muchos estudios han intentado resolver la cuestión de qué hace al ser humano distinto al resto de organismos buscando características extra frente a las de los familiares evolutivos más cercanos. Esta es la primera vez que se descubren características específicas humanas examinando lo perdido a lo largo de la evolución.

Fuentes:

Muy Interesante

El Mundo Ciencia

20 de agosto de 2010

La estructura del VIH es distinta en sangre y semen

Un estudio indica que el virus puede modificarse en el tracto seminal

El hallazgo podría ayudar a explicar mejor el proceso de transmisión del virus




La idea de que la estructura del virus que causa el sida podría variar en función del compartimento del cuerpo en el que se encuentra se ha sospechado desde hace tiempo. Una investigación publicada en '
PLoS Patogens' revela que así sucede en algunos pacientes, una particularidad que ayudará a comprender mejor el proceso de transmisión del VIH.
"El virus en el tracto seminal puede ser diferente por dos razones: primero, porque puede adaptarse a este ambiente y, como resultado, crece mejor aquí que los virus de la sangre; segundo, porque los virus que se replican en este tracto se aíslan mucho de la población sanguínea y pueden volverse distintos por casualidad", explica a ELMUNDO.es Ronald Swanstrom, del Centro para la Investigación del Sida de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EEUU).

Aunque aún "no sabemos cuál de estas dos posibilidades explica que la población [del VIH] del semen sea diferente", continúa el autor, su análisis del gen que codifica la proteína Env del VIH (que forma la superficie del virus y es
clave en la infección) demuestra que así sucede en algunos varones seropositivos.

Una nueva pieza del puzle

El contacto sexual es la principal vía de infección del virus del sida. En la mayor parte de los casos, es el hombre el que lo transmite. Por eso, averiguar cómo es el VIH en el tracto genital masculino es "crucial para comprender el fenómeno de la transmisión y la naturaleza del virus que se propaga", indica el trabajo.

Si los cambios observados por Swanstrom y sus colegas influyen o no en cómo se transmite el
VIH es algo que "aún no sabemos", explica el investigador, "es muy pronto para especular". Pero "podemos decir que mirando simplemente al virus en la sangre obtenemos una fotografía incompleta del donante masculino en la transmisión", añade.



Con la constatación de este proceso de compartimentación del VIH, "queda claro que el virus de la sangre no representa siempre el que está presente en el momento del contagio", señala el autor. "Necesitamos determinar si tiene alguna propiedad especial a la hora de invadir las células del huésped", concluye.


Fuente:

14 de mayo de 2010

¿Crees que podrías ser donante de semen?

Viernes, 14 de mayo de 2010

¿Crees que podrías ser donante de semen?


Si tu respuesta es que sí, quizá estés equivocado. Según un estudio llevado a cabo por la clínica de reproducción asistida Ginefiv, sólo el diez por ciento de los donantes de semen son aptos para serlo. Según explican, la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido al estrés, el trabajo, la contaminación, los aditivos alimenticios, el tabaco e incluso la ropa interior ajustada.

Para ser donante de semen el hombre debe reunir una serie de requisitos como tener una edad comprendida entre los 18 y 35 años, sin antecedentes personales o familiares de enfermedades hereditarias graves, que no sea portador de enfermedades de transmisión sexual y debe superar también un test psicológico. Además de estas condiciones, el donante debe tener una alta calidad espermática que se caracteriza por tener una concentración de espermatozoides por mililitro superior a 50 millones; con un avance, de al menos un 50% de los mismos, de forma recta y rápida; un volumen de eyaculado superior a 2 mililitros y una morfología del espermatozoide adecuada que, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser simétrico, liso, oval, con la cola recta, el núcleo fijo y de color transparente. Por eso, según la clínica de reproducción asistida Ginefiv, debido a los estrictos requisitos que deben reunir sólo el 10% de los aspirantes a donantes de semen son aptos.

Y es que la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido, en gran medida, al ajetreado ritmo de vida. El estrés, los horarios prolongados de trabajo, la contaminación ambiental, la exposición al calor, los aditivos alimenticios, el alcohol, el tabaco e incluso el uso de ropa interior ajustada, son sólo algunos factores que debilitan la calidad espermática. De hecho, de las cerca de 800.000 parejas infértiles que existen en nuestro país un 40% de los casos son por causa masculina.

Lea el artículo completo en:

Muy Interesante

14 de enero de 2010

El semen del chimpancé es más fuerte que el humano


Jueves, 14 de enero de 2010

El semen del chimpancé es más fuerte que el humano

El cromosoma masculino ha evolucionado de forma distinta en ambas especies

En 2003 se completó la secuencia genética del cromosoma Y humano, el que determina el sexo masculino, pero hasta ahora no se había hecho lo propio con el del chimpancé, la especie más próxima evolutivamente a la humana. La comparación de ambos cromosomas Y ha sorprendido a los científicos, porque sus regiones específicamente masculinas (alrededor del 95% del total) son notablemente distintas, tanto en su estructura como en los genes que contienen. Mientras que el genoma completo de ambas especies coincide en un 98,8%, el del cromosoma Y difiere en más de un 30%. Además, en el del chimpancé hay muchos menos genes que en el del ser humano, tanto porque ha perdido genes respecto al ancestro común como porque el humano los ha ganado.

Cromosomas X e Y humanos

Dado que ambas especies se separaron hace seis millones de años, este resultado indica que ha habido una evolución muy rápida en el cromosoma Y humano, explican en la revista Nature los científicos, liderados por David C. Page, del Instituto Whitehead del MIT (EE UU). Entre los factores que han contribuido a esta "extraordinaria divergencia", señalan los autores, están el papel predominante de esta región del cromosoma en la producción del esperma, las diferencias en el comportamiento sexual de ambas especies (en el chimpancé varios machos copulan con la misma hembra en un mismo ciclo ovulatorio, por que el esperma funciona en un marco de competencia) y diferentes mecanismos de recombinación.

El cromosoma Y, foco de atención especial desde su descubrimiento, ha resultado ser muy especial, tanto en su comportamiento genético como en sus características genómicas. Los dos cromosomas sexuales, el X y el Y, se originaron hace centenares de millones de años, a partir de un cromosoma ancestral no sexual, durante la evolución de los distintos sexos en los seres vivos. En la actualidad, la secuencia de pares de bases del Y es tres veces más corta que la del X. Por eso se ha supuesto que es un cromosoma degenerado, que ha ido perdiendo la carga genética no relacionada con la determinación sexual y que en el futuro podría incluso llegar a desaparecer.

¿Cómo? Así como lo lee, diversos investigadores especulan que el cromosoma Y, responsable de la determinación del sexo, podría desaparecer... ¿significa esto que nuestra especie se extinguirá en breve? Lea el siguiente artículo y descúbralo:





El primer análisis en detalle del cromosoma masculino Y de los chimpancés acaba de desvelar una evolución vertiginosa que diferencia al hombre de su pariente vivo más cercano, según desvela hoy un estudio en Nature. El trabajo echa por tierra las teorías que asumían que este paquete de ADN sufre una lenta pero constante pérdida de genes que hará que el sexo en humanos se determine de una forma distinta a la actual en unos 14 millones de años, un parpadeo en la evolución.

"Creemos que esa teoría no se sostiene", explica a Público Jennifer Hughes, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts y coautora del estudio. Su equipo acaba de demostrar que el cromosoma Y humano no ha perdido ni un solo gen desde que la especie se separó de los chimpancés en el árbol de la evolución, hace unos seis millones de años. También demuestran que los chimpancés sí han perdido muchos de esos genes hasta quedarse con un cromosoma Y muy diferente al de los hombres. Esto implica un cambio evolutivo en tiempo récord, mucho más rápido que el del resto de los genomas de ambas especies, muy similares.

Cambios evolutivos

La mayor parte de los cambios evolutivos encontrados se encuentran en zonas cuya función es producir esperma. Aunque los autores aún ignoran porqué, aventuran que gran parte podría deberse a los diferentes usos de apareamiento de monos y humanos.

Los chimpancés tienen un sistema de apareamiento en el que muchos machos copulan con la misma hembra receptiva, explica Hughes. "Esto significa que la competición es intensa y sólo el macho que produce más y mejor esperma conseguirá fertilizar el óvulo y pasar su legado a la siguiente generación", detalla. A esto se suma que el cromosoma Y siempre tiene que bailar solo, pues es el único que no intercambia fragmentos de su ADN con otros cromosomas y sólo se renueva remezclando y duplicando fragmentos propios. El resultado, especulan los autores, es que, al priorizar la producción de esperma, los chimpancés han perdido genes que se han conservado en el hombre. A cambio, el cromosoma Y humano "tal vez esté más expuesto a cambios que borran genes de la fertilidad masculina", comenta Hughes. Su equipo analizará el cromosoma Y de otros primates como el macaco en busca de nuevas diferencias.

Un cromosoma que no es tan decadente

Algunos estudios señalan que el cromosoma Y humano sufre una lenta decadencia y pierde más de cuatro genes cada millón de años.

Esto supondría que los humanos desarrollarían un nuevo sistema para determinar su sexo en unos 14 millones de años.

El nuevo estudio lo niega, tras comparar en detalle a humanos y chimpancés.

La investigación demuestra que el hombre no ha perdido ni un solo gen desde hace seis millones de años.

El trabajo añade que el cromosoma Y ha evolucionado mucho más rápido que los demás hasta ser muy diferente en ambas especies

Fuentes:

Publico.es

El País (España)

Este artículo nos lleva entonces a preguntarnos, sin ningún sesgo machista o discriminador, ¿es el hombre más evolucionado que la mujer?

Este artículo de Discovery (en inglés) trata sobre el tema en cuestión:

Discovery News

Otras investigaciones afirman que desaperecerán los hombre XX y aparecerán los hombres XY:

¿Aparecerá una nueva especie de humanos?

19 de marzo de 2007

La bomba darwiniana
A propósito del descenso de espermatozoides en los europeos
Lunes 19 de marzo del 2007
Diario El País - España

El estado de los espermatozoides empeora. Tanto en cantidad como en calidad. Un estudio científico realizado en varios países europeos asegura que en las últimas cinco décadas su número se ha reducido a la mitad (de 113 millones por mililitro de media se ha pasado a 66 millones) y su movilidad es cada vez menor y más torpe. Por países, los hombres lituanos son los que mejor calidad de semen tienen, mientras que los daneses presentan el cuadro más deficiente (los españoles se sitúan en la zona media). Los expertos atribuyen la reducción de la calidad del esperma a fenómenos como el tabaco, el estrés, la obesidad, el aumento de productos contaminantes y a un lento pero imparable proceso de degeneración genética.

La lista de cosas que reducen la calidad del esperma no será fácil de completar: son demasiadas. La mera edad del propietario es una de las principales (Human reproduction, 22:180, enero de 2007), y no hace falta ser Matusalén: la declinación empieza a partir de los 20 años. El sobrepeso es otra, y tampoco es necesario estar obeso para notar los efectos (J. Androl 27:450). Pero toda esa lista converge en el mismo lugar: el cromosoma Y.

En el primer mamífero, el cromosoma Y era más o menos como el X, una ristra de 1.500 genes, pero hace 300 millones de años perdió la capacidad de aparearse con él. Desde entonces no puede reparar bien los daños causados por el entorno, porque los cromosomas reparan esos daños copiando a su pareja, y el Y no tiene a quién copiar. El resultado es que el cromosoma Y ha perdido cinco genes por millón de años: el nuestro ya sólo tiene 50, casi todos dedicados a la producción del esperma.

La científica que más a fondo ha estudiado la evolución del cromosoma Y, Jennifer Marshall Graves, de la Universidad Nacional Australiana en Canberra, ha mostrado que ese proceso natural de degeneración genética continúa en el genoma de los hombres actuales, y estima que "el cromosoma Y se autodestruirá en cerca de 10 millones de años".

Pero eso es sólo un promedio, porque el 10% de los hombres que presentan un grave problema de infertilidad de tipo cromosómico tienen signos de "una degeneración acelerada del cromosoma Y", según Graves y su colega de la Universidad de Newcastle John Aitken. Puesto que esos hombres son estériles, no parecen haber acumulado esas mutaciones una generación tras otra: los datos sugieren "una tasa de extremadamente alta de daños espontáneos en el ADN".

Según los datos de Graves y Aitken (Nature, 415:963), una de cada siete parejas occidentales busca en la actualidad algún tratamiento de reproducción asistida, y la principal razón de ello es la mala calidad media del esperma. Y estos autores advierten: "Incluso cuando un espermatozoide humano consigue fertilizar a un óvulo, los daños pueden surgir en la siguiente generación". Casi todas las mutaciones humanas dominantes -basta una copia para ver sus efectos-, como el enanismo acondroplásico o el síndrome de Aspert, surgen en las células sexuales masculinas, o en sus precursoras.

Graves y Aitken predicen que la calidad del esperma seguirá reduciéndose en los países occidentales, y de forma acelerada. La razón es que, con la progresiva extensión de las técnicas de reproducción asistida, "se levanta la presión selectiva sobre la fertilidad y aquéllos dotados con genes para la alta fecundidad habrán perdido su ventaja sobre los que no los tienen".

¿Se puede desactivar una bomba darwiniana? ¿O está el destino de los hombres escrito en el cromosoma Y?

Fuentes:

Analis: La bomba Darwiniana

Disminuye el número de espermatozoides en los europeos

Bancos de Semen: Ser mamá despues de los 40
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