Según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Estatal de Nueva York (EE. UU.), el semen puede ayudar a combatir la depresión. El semen contiene sustancias químicas que elevan el estado de ánimo, aumentan el afecto e inducen el sueño.
Las mujeres que tenían relaciones sexuales sin preservativos no solo estaban menos deprimidas sino que además tenían menos intentos de suicidio.