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13 de septiembre de 2011

Medir la erosión natural de los terrenos de la Tierra, ¿un reto imposible?

Conocer la tasa natural normal de erosión en un lugar es muy importante en casos como por ejemplo cuando se necesita comprobar si una zona está siendo erosionada de manera grave a causa de las actividades humanas desarrolladas en ella.

Desde mediados de la década de 1980, las mediciones de berilio-10, un raro isótopo radiactivo que aparece en el cuarzo bombardeado con rayos cósmicos hasta pocos metros bajo la superficie terrestre, han mejorado mucho la capacidad de los geólogos para estimar las tasas de erosión. Pero estas mediciones experimentales han sido realizadas a escala local o regional, y usando una amplia variedad de métodos, constantes de cálculo y correcciones. Las comparaciones entre zonas climáticas y entre tipos de rocas han resultado difíciles, no permitiendo obtener una perspectiva global.

Ahora, los geólogos Paul Bierman y Eric Portenga, de la Universidad de Vermont, Estados Unidos, han usado estos datos dispares correspondientes a 20 años, recopilados en 1599 mediciones de 87 sitios de todas partes del mundo, y los han reprocesado con un solo y actualizado método.

Su trabajo proporciona la primera imagen amplia y estandarizada de las tasas de erosión geológica prehumanas.

A partir de este trabajo, será posible medir con fiabilidad las tasas antropogénicas de erosión de terrenos. Estas mediciones no son meramente de interés científico; resultarán vitales para ayudar a sostener a los nueve mil millones de personas que se prevé que vivan en la Tierra a mediados de siglo, ya que la conservación de las cualidades que hacen a un terreno apto para la agricultura pasa también por evitar su erosión excesiva. Y lo mismo sucede con los terrenos que sustentan masas de agua aprovechables para el consumo humano.

Fuente:

Solo Ciencia

10 de septiembre de 2011

Tragedia: Fukushima ya ha dejado sin hogar a 155.000 japoneses

  • El país comienza asumir las consecuencias de la catástrofe nuclear, seis meses después.
  • El Gobierno gastará 2.000 millones de euros en las labores de descontaminación y recogida de residuos.
  • El gobierno japonés mintió pues minimizó cifras de radiación en Fukushima.

Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.

Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.


"Es triste decirlo, pero esas poblaciones son como ciudades muertas, sin un alma a la vista". El ministro de Industria japonés, Yoshio Hachiro, se sinceró de este modo tras viajar al entorno de la central nuclear de Fukushima Daiichi. Ayer, a las pocas horas de decirlo, se vio obligado a pedir perdón por sus palabras, que habían sentado como sal sobre las heridas abiertas de la población afectada por la descomposición de la planta atómica. Más de 155.000 personas se han quedado sin casa tras abandonar ciudades como Minamisoma y Namie, según publicó ayer el Mainichi Shimbun, uno de los rotativos más importantes de Japón.

Cuando se cumplen seis meses desde que el tsunami noqueara la central de Fukushima, las consecuencias de la catástrofe comienzan a mostrarse en su forma más cruda, ahora que el sobresalto inicial ha pasado y la relativa estabilización de los reactores permite tomar un respiro para mirar con perspectiva lo sucedido. Ahora se sabe que muchos jamás volverán a ver sus hogares, después de que Naoto Kan, ex primer ministro, reconociera por primera vez la semana pasada días antes de dejar el cargo que el entorno afectado permanecerá inhabitable durante décadas debido a la alta radiación. Enlace

Tras visitar la zona una importante representación del recién estrenado Ejecutivo del nuevo primer ministro, Yoshihiko Noda, su portavoz adelantó que Japón tendrá que gastar 2.000 millones de euros en las primeras labores de descontaminación de las áreas residenciales, en la recogida de los residuos y en la limpieza de los terrenos afectados.

Depósito de residuos

Dentro de este objetivo de deshacerse de la basura tóxica, se ha planteado la posibilidad de hacer de la necesidad virtud y aprovechar la situación de Fukushima para convertir el lugar en un depósito de residuos radiactivos. "No tenemos más remedio que pedir a las autoridades de Fukushima que nos dejen establecer una instalación de almacenamiento temporal dentro de la prefectura para almacenar de forma segura los residuos", dijo la semana pasada el ministro recién encargado de lidiar con la crisis nuclear desde la cartera de Medio Ambiente, Goshi Osono. Ayer, el portavoz gubernamental reconoció que Noda tendrá que explicar muy bien esta medida a los habitantes de la zona.

Una opción es convertir la zona en un depósito de residuos

Junto a los más de 100.000 evacuados forzosos, las autoridades reconocen que a lo largo de estos seis meses otras 55.000 personas han abandonado áreas de la prefectura de Fukushima que no están dentro de las zonas de exclusión establecidas por el Gobierno, sino que han decidido marcharse de sus viviendas por sus propios motivos. Una importante razón por la que estos japoneses han abandonado sus domicilios puede ser la desconfianza.

Por ejemplo, suspicacias sobre la ubicación concreta de las zonas contaminadas y sobre los riesgos reales para la población. La semana pasada el Ministerio de Ciencia nipón desveló que más de una treintena de lugares, también fuera de la zona evacuada, registran niveles de contaminación radiactiva tan altos como los que obligaron a evacuar poblaciones del entorno de Chernóbil.

Kan dimitió la pasada semana por su mala gestión de la crisis, pero deja un legado difícil de remontar a su sustituto. Una encuesta publicada por Associated Press con motivo de su renuncia muestra que la melancolía y la más absoluta desconfianza hacia el Ejecutivo se ha asentado con fuerza entre los japoneses. Un 82% de la población duda de la capacidad del Gobierno para responder ante otro desastre y ocho de cada diez piensan que sus dirigentes no les dicen la verdad.

Un 80% de los ciudadanos cree que el Gobierno ha mentido

Para calmar a la ciudadanía, Noda ya ha dejado claro que su intención es que en el futuro, una vez superada la crisis económica, no haya ninguna planta atómica operativa en el país. Pero va a necesitar más que palabras para que los japoneses olviden determinados errores. Por ejemplo, cuando el Gobierno malinterpretó los riesgos de la radiación y expuso a la ciudadanía a lo peor de la contaminación liberada por Fukushima los días en que una desafortunada combinación de lluvias y vientos hicieron que estos materiales cayeran sobre un área amplia en torno a la central.

En los últimos meses, Japón ha asistido a numerosas rectificaciones por parte de los técnicos y las autoridades, que reconocían errores de gestión con mayores consecuencias de las admitidas inicialmente. Ahora sabemos que el total de partículas nocivas despedidas tras el accidente es el doble de lo admitido inicialmente por la empresa y las autoridades (una décima parte de las que emitió el reactor de Chernóbil en 1986).

Y ayer mismo la Agencia Japonesa para Energía Atómica reveló que los niveles de radiación registrados en el mar son más de tres veces superiores a los calculados inicialmente por Tepco: los investigadores de la agencia han elevado la cifra de becquerelios liberados al Pacífico hasta los 15.000 billones frente a los 4.700 billones estimados por la compañía. Según reconocen, la empresa no sumó la contaminación radiactiva que cayó al mar tras ser emitida al aire por los núcleos fundidos de los tres reactores.

El total de partículas nocivas es el doble de lo admitido inicialmente

Los japoneses recelan de las autoridades porque los efectos reales del accidente se han sabido demasiado tarde y porque cada día tienen noticias de una nueva estratagema de los dirigentes del país para confundir a la población. Una investigación oficial acaba de concluir que altos funcionarios del Gobierno trataron de manipular encuentros y votaciones sobre el futuro de la energía atómica, y recomendaron a las empresas que utilizaran a sus empleados de forma encubierta para alterar los resultados a su favor.

Los héroes

Otra cicatriz que quedará para siempre marcada en la piel de los nipones es el tormento al que se sometió a los operarios de la central, recién premiados con el Príncipe de Asturias de la Concordia. "Además de las condiciones en las que tenían que enfrentarse a esta grave situación, tan severas y hostiles, llenas de trampas, lo hacían con el elemento perturbador de desconocer la situación en la que se encontraban sus familiares, en el entorno de devastación del tsunami y el terremoto", relata el director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear, Juan Carlos Lentijo, el único español que ha pisado Fukushima Daiichi tras el grave accidente.

El único español que ha estado en la planta elogia el trabajo de los operarios

Lentijo, que visitó la planta entre mayo y junio como experto del Organismo Internacional para la Energía Atómica, recuerda que muchos de estos operarios mostraban un gran deseo de transmitir sus vivencias a pesar de su evidente agotamiento: "Habían dado lo mejor de sí mismos y se les notaba muy cansados, agotados". No es para menos. Los hombres de Tepco y otra docena de organizaciones, entre empresas del sector y Fuerzas de Seguridad, se enfrentaron a una tarea titánica, nunca antes imaginada: tres reactores derritiéndose a la vez, juntos, sin recursos, sin planes, sin apoyos, sin infraestructuras que permitieran ayuda externa.

Para Lentijo el plan de estabilización de la central va por buen camino, y se felicita por la noticia de que los reactores ya han bajado de los 100 grados de temperatura. El físico nuclear y portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, lamenta que ese plan de Tepco haya tardado tanto en llegar. "No sabían qué hacer y no estaban preparados para lo que sucedió. Nadie contaba con que coincidieran tantas circunstancias negativas. Pero ya hemos descubierto que con la energía nuclear siempre pasa algo con lo que no contábamos".

La situación inicial a la que se enfrentaron los 50 de Fukushima fue tan grave que Kan reconoció en una entrevista reciente que Tepco pensó que tendría que abandonar a su suerte la planta por estar totalmente fuera de control. "Si esto hubiera sucedido, Tokio sería una ciudad desierta hoy. Fue un momento crítico para la supervivencia de Japón. Podría haber sido una fuga decenas de veces mayor que la radiación de Chernóbil", aseguró Kan, quien calculó que, de no haber sido por los héroes, hoy serían 30 millones los evacuados.

Fuente:

Público (España)

29 de agosto de 2011

Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

RADIACTIVIDAD | A pesar de la descontaminación

Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

Europa Press | Madrid

La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este lunes que los colegios de la región de Fukushima no son seguros aún, ya que la radiación supera en esos lugares los máximos de seguridad. Por ello, emplaza a las autoridades japonesas a retrasar el inicio escolar, previsto para el 1 de septiembre.

Un equipo de expertos de Greenpeace en protección radiológica ha certificado que los niveles de radiación superan los estándares internacionales para población infantil.

Las muestras tomadas los días 17, 18 y 19 de agosto revelan radiación de hasta 1,5 microsieverts por hora, es decir, 13,14 milisieverts por año (mSv/año), en una escuela que acoge niños desde preescolar hasta secundaria y que ya había sido descontaminada. Estos niveles están muy por encima de la tasa aceptada internacionalmente de 1 mSv/año para adultos, superior a la recomendada para niños.

Desprotección infantil

El equipo también examinó una muestra obtenida a un metro del suelo en un parque del centro de la ciudad de Fukushima. Ésta ha deparado hasta 2 milisieverts por hora (17,52 mSv/año) por lo que Greenpeace considera que los esfuerzos de las autoridades para la descontaminación "no han sido suficientes para proteger la salud de los niños".

"No se puede obligar a los padres a elegir entre dar una educación a sus hijos o exponerlos a altos niveles de radiación", ha declarado este lunes desde Tokio en rueda de prensa la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace Japón, Kazue Suzuki.

Sin embargo, las autoridades municipales han rechazado las acusaciones de Greenpeace alegando que los colegios son seguros conforme a las normas gubernamentales.

Tras la descontaminación

"Hemos terminado la descontaminación de los colegios y ya no hay altos niveles de radiación", ha señalado un portavoz de la Alcaldía, Yoshimasa Kanno, en declaraciones a Reuters. Además, ha considerado precipitado retrasar el inicio del curso escolar en las más de un centenar de escuelas de la ciudad debido a que Greenpeace haya hallado radiación en "solo tres".

Además, Greenpeace ha calificado el anuncio del Gobierno nipón de llevar a cabo un nuevo plan básico de descontaminación para Fukushima y su gran área metropolitana como "inadecuado" y considera que llega "demasiado tarde".

"El tan esperado plan de limpieza ofrece demasiado poco y además llega demasiado tarde. El primer ministro debe retrasar el inicio del curso escolar, trasladar inmediatamente a los habitantes de zonas altamente contaminadas y movilizar los miles de trabajadores que sean necesarios para conseguir que los niveles de radiación bajen todo lo posible por debajo de 1 mSv/año", ha añadido Suzuki.

Greenpeace ha destacado además las labores de descontaminación llevadas a cabo por las comunidades locales al margen de las iniciativas oficiales y que habrían conseguido reducir la radiación. "Encontramos un notable descenso de los niveles de radiación en una guardería de Fukushima, pero fue gracias a los esfuerzos de descontaminación llevados a cabo por las comunidades locales y las ONG", ha señalado el experto en radiación de Greenpeace Jan Vande Putte.

"Esto demuestra que es posible disminuir los niveles de exposición a la radiación para los niños, pero mientras no se haga es necesario impedir desde este mismo momento que se expongan innecesariamente a este riesgo radiológico", ha añadido.

Fuente:

El Mundo Ciencia

2 de agosto de 2011

Los extraños volcanes de la cara oculta de la Luna

Nuevas imágenes de la sonda LRO desvelan un «punto caliente» que puede cambiar la historia geológica de nuestro satélite natural tal y como la conocemos.


Las poderosas cámaras del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO), una sonda de la NASA dedicada al estudio de nuestro satélite natural en órbita a tan solo 50 kilómetros de su superficie, han descubierto una extraña zona volcánica en su cara oculta. El hallazgo arroja luz por fin sobre este «punto caliente», que ya había sido detectado con anterioridad pero que hasta ahora resultaba inexplicable. Los científicos creen que esta pequeña «provincia» volcánica pudo haber sido creada por el afloramiento de magma silícico. Su inusual ubicación y la sorprendente composición de la lava pueden ofrecer nuevas pistas sobre la historia de la Luna y cambiar algunas creencias establecidas sobre su formación geológica. La investigación aparece publicada en la revista Nature Geoscience.

Extraños volcanes en la cara oculta de la Luna

NASA
Situación del «punto caliente»

El «punto caliente», que alberga una concentración del elemento radiactivo torio, es una extensión en forma de «ojo de buey» de 25 a 35 kilómetros de longitud, situada entre dos cráteres de impacto gigantescos y muy antiguos. Fue detectado por primera vez en 1998 y desde entonces se le conoce como anomalía de torio Compton-Belkovich, en honor a los nombres que reciben los cráteres.

Las observaciones recientes, realizadas por la LRO, han permitido a los científicos distinguir las rasgos de los volcanes en el centro de ese «ojo de buey». Y se trata de un vulcanismo silícico mucho más raro del que ya se conocía en la Luna. Tanto, que la existencia de esta zona volcánica obligará a los científicos a modificar algunas de sus ideas sobre la historia de la Luna, según explica Bradley Jolliff, profesor de investigación en el Departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias en la Universidad de Washington en St. Louis y responsable del equipo de analizó las imágenes.

El vulcanismo lunar es muy diferente del terrestre, algo que se debe a la particular formación del satélite. La Luna, que se cree que fue creada cuando un cuerpo del tamaño de Marte chocó contra nuestro planeta hace 4.500 millones de años, era originalmente un mundo infernal cubierto por un océano de roca fundida de 400 kilómetros de profundidad. Pero como la Luna era pequeña y no tenía atmósfera, ese océano de magma se enfrió rápidamente, en unos 100 millones de años. Esto evitó que se formara la tectónica de placas que sí existe en nuestro planeta.

Mares y montañas

Extraños volcanes en la cara oculta de la Luna

NASA
Perspectiva del terreno volcánico

Durante ese proceso, los minerales ligeros como el feldespato cristalizaron y flotaron en la parte superior para formar las tierras altas lunares, mientras que los minerales más pesados ricos en magnesio se hundieron formando la parte exterior del manto lunar. Hace unos 3.000 ó 4.000 años, se produjo una ola de actividad volcánica y la lava basáltica salió a la superficie, llenando antiguos cráteres de impacto. Pero lo hizo de forma desigual, lo que para los científicos ha resultado un misterio. La superficie de la Luna parecía dividirse solo en dos categorías: el territorio duro de los mares y el ligero de las montañas.

Los científicos comenzaron a sospechar que las cosas no eran tan sencillas en el año 2000, cuando Joliff y sus colegas encontraron zonas geológicas distintas. Una de ellas era otro «punto caliente» inmenso, denominado Procellarum Kreep (PKT), que contenía torio y otros elementos radiactivos, como potasio y uranio. Al enfriarse el magma, estos elementos no cristalizaron y formaron bolsas entre la corteza y el manto, lo que pudo provocar un vulcanismo intensivo diferente.

Fuente:

ABC España


20 de julio de 2011

Neutrinofobia: La física que no vemos y la necesidad de señalar culpables

¿Con las nuevas tecnologías (y los nuevos productos que estas generan) nos vemos expuestos a nuevas y extrañas enfermedades productos de las radiaciones y exposiciones químicas? En este artículo, escrito con sarcasmo pero también con rigor científico, exploramos las posibilidades.


Hoy me han sorprendido todos los medios de comunicación de España con la noticia de que un juez ha otorgado a una trabajadora una "incapacidad permanente y absoluta" por "hipersensibilidad electromagnética y ambiental" (
1,2,3). Desde luego, el auto es noticiable.

Lo que no dicen todos los titulares es que aparte de la extraña dolencia, la paciente sufría fatiga crónica, celiaquía y fibromialgia, con lo que la sensibilidad al electromagnetismo prácticamente quedaría como una causa más para su incapacidad, no la principal como parece tras ver la noticia en el telediario.

Hecho este apunte, necesito expresar mi opinión sobre esta enfermedad moderna, que parece afectar a la paciente cuando un "vecino habla por el móvil" o pasa "un autobús con wifi por la calle" (sic).

Otra forma de ver el método
de doble ciego (fuente)
Existe un método fundamental en ciencia que se llama el método del doble ciego y que sirve para descartar que un determinado síntoma se deba a efectos psicosomáticos, es decir, a efectos de estrés o psicológicos. No es que por eso sean menos graves los síntomas, pero no me parecería bien decir que el vacío bajo los pies provoque naúseas porque a ciertas personas le den vértigo las alturas, en el mismo sentido que decir que una bacteria provoca úlceras del estómago.

Ni siquiera el síndrome de intolerancia química múltiple (más común que este caso electromagnético) está reconocido por la OMS como enfermedad debido a la falta de consistencia de las pruebas de causa-efecto entre agentes químicos y los efectos en los pacientes. El doctor en farmacología E. Gots escribió en una revista especializada:

"El fenómeno de las sensibilidades químicas múltiples es una manifestación peculiar de nuestra sociedad tecnofóbica y quimifóbica. Ha sido rechazado como una enfermedad orgánica bien establecida por la Academia Americana de Alergias e Inmunología, la Asociación Médica Americana, la Asociación Médica de California, el Colegio Americano de Medicina y la Sociedad Internacional Reguladora de Toxicología y Farmacología."
J. Toxicol. Clin. Toxicol. 33 (2): 111–3. doi:10.1080/109158199225107


A priori no descarto que realmente sí que existan algunos efectos reales en casos concretos (líneas de alta tensión, radares, etc.) pero sólo me los creeré cuando se presenten pruebas de doble ciego contundentes, y hasta ahora los únicos casos que salen en los medios hablan de "sensibilidades electromagnéticas" en términos muy vagos, sin entrar en espectros, frecuencias o tipos de modulaciones (¿ondas continuas o pulsadas?) que me obligan a inclinarme más hacia la hipótesis de un origen psicosomático de los síntomas.

Es probable (en mi opinión de no experto en farmacología ni toxicología) que los síntomas sean causados por cualquier otra causa, y sea el paciente, en su necesidad de atribuirlos a algo externo, el que lo achaque a algún elemento que vea y al que sienta desconfianza. Pongo en negrita el "vea", porque hay estudios sobre sensibilidad química en los que la reacción negativa del paciente sólo se da cuando es consciente de que existe algún elemento químico, no teniendo la más mínima reacción cuando al compuesto se le quitaba la componente de olor (de hecho, hay quien piensa que la enfermedad puede ser una especie de "alergia" o respuesta exagerada a olores).

Esta historia no es nueva. Ya en los años 50 o 60 la gente tenía miedo a los hornos microondas, existiendo incluso hoy día teorías de lo más variopintas como que el agua hervida en microondas es tóxica. Hoy día, son las antenas de móviles los últimos elementos a los que la gente tiene miedo, incluso cuando viven justo en las direcciones de menor radiación lejos de los lóbulos principales (Migui lo explicaba muy bien hoy).

Así que harto de que la gente siempre parezca tener miedo "por modas" a las mismas cosas, hoy me propongo alimentar un poco más esos miedos a lo invisible y, con suerte, crear nuevas enfermedades ;-)

Ahí van:

1. Neutrinos

Aparte de los rayos visibles del Sol, y de algunos invisibles como los UVA o UVB conocidos por casi todos, nuestra estrella también emite una cantidad ingente de una extraña partícula llamada neutrino. Mira la punta de tu dedo, e imagínate los 60 mil millones de neutrinos por segundo que están atravesándolo ahora mismo a casi 300.000 kilómetros por segundo, llegando disparados desde el núcleo del Sol. Y no creas que por ser de noche nos libramos del bombardeo: las partículas atraviesan la Tierra casi sin esfuerzo y nos atraviesan saliendo del suelo.


Primera detección de un neutrino en 1970.

Pero precisamente esa propiedad de atravesar la Tierra de punta a punta sin casi enterarse debería decirte mucho de lo inócuos que son al atravesar nuestro cuerpo.

2. Rayos cósmicos

Aunque el cielo esté despejado, y no se oiga tronar, pueden estar cayéndote rayos. Se trata de pequeñas partículas que a menor o mayor velocidad vienen desde las profundidades del cosmos y chocan con nuestra atmósfera, generando una cascada de reacciones nucleares en cadena.


A la superficie nos llegan pocos, pero cuando viajes en avión a 10Km de altura, piensa que estás recibiendo una dosis extra de radiactividad por esta causa.
"Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin se dirigían a la Luna a bordo del Apollo 11 para poner el pie en ella por primera vez en la Historia.
Pero durante 8 días, al igual que muchos otros astronautas en sucesivas misiones, estuvieron viajando por el espacio protegidos solamente por las finas paredes de los módulos espaciales. En ese tiempo, todos experimentaron algo que en los primeros tiempos no se atrevieron a contar por miedo a que creyeran que tenían algún problema: muy a menudo, veían "flashes" de luz, como pequeños destellos. Incluso con los ojos cerrados."
(lee más de esta historia que conté hace años)


3. Plomo en el aire

Cada vez que respires en tu casa, piensa que a buen seguro estarás tragando partículas de plomo. Es solamente otro efecto más de la radiactividad que nos rodea, como también conté hace tiempo.

4. Te desintegras

Cada minuto, cientos de átomos de tu cuerpo, parte de tu carne, sangre y vísceras, se descompone por radiactividad. ¿Cómo se puede uno proteger ante eso? No se puede.

En fin, son sólo cuatro ejemplos escogidos casi al azar, pero espero haber transmitido la idea de que estamos continuamente rodeados de fenómenos físicos invisibles de lo más extraños, y no necesariamente por ello nos tienen que afectar de maneras significativas.


Fuente:

Ciencia Explicada


Un usuario (Lori Malijna) comentó:

Estoy de acuerdo con lo de los neutrinos, el plomo, los rayos cósmicos, el método científico y demás.

Comentarte solo una cosa.

Los enfermos de SSQM, síndrome de sensibilidad química múltiple, como su nombre exacto indica, tienen hipersensiblidad, principalmente, a los productos químicos (generalmente debida a una larga exposición - sobreexposición).

Si ves, por ejemplo, el enlace de la wiki:

http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_intolerancia_qu%C3%ADmica_m%C3%BAltiple

pone disolventes, perfumes, detergentes, pesticidas, etc etc.
las manifestaciones de los enfermos de ssqm para que se reconozca su enfermedad se hacen con mascarillas para evitar respirar los componentes que les enferman de manera tan extrema y se pide a los familiares y simpatizantes que, por favor, acudan a las manifestaciones sin perfumes y sin maquillaje (por poner un ejemplo).

no son un colectivo cuya "misión" principal sea hacer desaparecer las torres de telefonía móvil, como todo parece indicar en este artículo.
son personas hipersensibles a todos los químicos que nos rodean y que a todos nos afectan de mayor o menor manera, pero que a ellos simplemente les destrozan.
como tu bien dices, es posible que los sonidos de bajas y altas frecuencias blablabla produzcan algún tipo de dolor de cabeza, etc, EN PERSONAS NORMALES, pero no sabemos que pueden hacer en personas hipersensibles, a las que prácticamente todo les afecta, por eso se les llama "alérgicos totales".

no te centres en la anécdota de la noticia.
porque créeme, haces un flaco favor a todas esas personas que tanto y tanto sufren. es una enfermedad cuya etiología es muy complicada (como pasó en su momento con la FM y el SFC) y debemos seguir investigando, no confundiendo ni menospreciando.

ah, la ssqm no es enfermedad en España, pero Alemania, Japón, Suecia, etc sí la consideran. Países que fueron pioneros con la FM y la SFC.

busca un poco de información real de la ssqm y verás lo que es. o habla con personas afectadas (si quieres, que tengan estudios científicos, que sean ateos y todo lo que tu quieras y te quedas más tranquilo). verás que el asunto no es tan sencillo como lo pintas :)


http://www.lavanguardia.com/vida/20110408/54137988027/j-fernandez-sola-la-sensibilidad-quimica-multiple-es-una-enfermedad-compleja-no-se-puede.html

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/05/27/biociencia/1211918059.html

pd. sigo tu blog con asiduidad y me gusta un montón, le doy tela de publicidad ^_^


Y José Luís, autor del blog, responde:

ola Lori,

Lo primero gracias por dedicar tiempo a explicar tu opinión tan bien y dejar enlaces, no sólo la opinión :-)

Espero que no te haya ofendido el tono claramente medio sarcástico del "neutrinofobia", pero sinceramente prefería usar un tono más cerca del humor para hablar del tema.

Si me conocieras en persona sabrías que soy excéptico, mucho, pero no tengo la mente cerrada y creo siempre tener la razón ni mucho menos.

De hecho, de lo primero que suelo dudar es de todo lo que creo, y así me va jeje. Lo que quiero decir es que espero que hayas notado en el texto que dejo totalmente abierta la puerta a que existan causas fisiológicas reales para todos estos afectados, pero que aún no se hayan aclarado ni los investigadores.

Que más o menos paises reconozcan la enfermedad realmente no es significativo para mí: yo sí creo que algo les pasa, obviamente, no pienso que lo hagan para llamar la atención.

La única cosa que pongo en duda es que realmente los agentes químicos o la radiación per se sean los patógenos. No tengo tiempo ahora de buscarlo, pero como digo arriba leí un estudio clínico en el que si los agentes químicos les quitaban el perfume los enfermos no empeoraban, lo que hace pensar que realmente pueda ser una especie de asociación que la persona va haciendo entre una sensación y una reacción (el mismo doctor del enlace que pones de La Vanguardia parece pensar algo parecido).

En resumen: que espero no haber ofendido a nadie. Si se lee entre líneas, creo que se ve claramente que solamente ataco la poca profesionalidad de los medios de comunicación, de algunas empresas que se aprovechan de estos casos, y quizás de algunos investigadores, para asociar causas y efectos sin tener pruebas científicas bien fundadas.

Un saludo, y gracias por seguir el blog!

13 de junio de 2011

Detectados altos niveles de estroncio en el agua del mar cercana a Fukushima

Manifestación antinuclear celebrada en Tokio el pasado sábado 11 de junio. | Afp

Manifestación antinuclear celebrada en Tokio el pasado sábado 11 de junio. | Afp

La operadora de la central nuclear de Fukushima, Tokyo Electric Company (Tepco), ha asegurado que, por primera vez desde que inició la crisis nuclear en Japón, han detectado niveles excesivos de estroncio en el agua del mar cercana a la planta.

La operadora aseguró que el nivel de estroncio-90 registrado en varías muestras recogidas en el mar frente a la central el pasado 16 de mayo, acumulan índices 53 veces superiores al estándar de seguridad del Gobierno, informó hoy la cadena nipona NHK.

Los análisis de Tepco, que normalmente requieren de tres semanas, también detectaron que el índice de estroncio-90 en las entradas de agua de mar de los reactores 2 y 3 de la central de Fukushima, acumulan un nivel 170 y 240 veces por encima del límite, respectivamente.

La operadora afirmó que en una de las muestras de agua recogidas el pasado 18 de mayo en el terreno de la central próximas al reactor 2 de la planta, marcaron niveles de 6.300 bequereles por litro, mientras que en la zona del reactor 1, los índices fueron de 22 bequereles por litro.

Los expertos advierten de que el estroncio, generado en la fisión de los átomos de uranio y cuya vida media es de 29 años, puede suponer un riesgo, ya que se acumula en los huesos y puede causar cáncer óseo y leucemia.

Por su parte, la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (NISA) aseguró que el resultado no sobrepasa sus expectativas ya que la sustancia se detectó en una de las playas de uso exclusivo de la central.

No obstante, la NISA anunció que realizará un exhaustivo control de monitorización al pescado y marisco que se encuentran en el área afectada.

El pasado mes de mayo, el Ministerio de Ciencia japonés realizó un análisis en el que no detectó ninguna sustancia radiactiva en el fondo marino, con muestras recogidas a 50 kilómetros al sur de la central y a 200 kilómetros al norte de Tokio.

Fuentes:

El Mundo Ciencia

14 de mayo de 2011

¿Es verdad que los cactus absorben las ondas emitidas por el ordenador?

Las ondas que radían los ordenadores no tienen ningún efecto perjudicial para la salud según los expertos

Las ondas que radían los ordenadores no tienen ningún efecto perjudicial para la salud según los expertos.

PREGUNTA: ¿Los cactus realmente absorben la radiación emitida por las pantallas del ordenador? ¿Ayuda eso a la salud de nuestros ojos? JORDI MON COMPANYS

En algunas tiendas, normalmente situados al lado de la caja, hay pequeños cactus que se venden como ‘Cactus de ordenador’, que supuestamente absorben las radiaciones electromagnéticas que estos aparatos emiten. Tal afirmación no tiene ningún fundamento.

Existen muchos tipos de radiaciones electromagnéticas, desde la luz visible, la infrarroja, microondas, ultravioleta, rayos gamma, rayos X…. Algunas son dañinas para los seres vivos y otras no.

Las radiaciones dañinas son las ionizantes, entre las que figuran los rayos gamma o los rayos X, entre otras. Son radiaciones muy penetrantes, es decir, con una longitud de onda muy corta y capaces de romper enlaces químicos. De esta manera alteran los tejidos vivos. El efecto sobre la salud depende de la cantidad que se reciba.

Existe un umbral por debajo del cual la exposición no acarrea consecuencias dañinas. Por eso, por ejemplo, podemos hacernos radiografías con rayos X sin que nos afecte. El sol, las rocas y los rayos cósmicos son fuentes naturales de radiaciones ionizantes y a las que nos exponemos todos los días, pero la cantidad es tan pequeña que no nos produce ningún efecto.

Los ordenadores no emiten este tipo de radiaciones dañinas. ”Emiten radiación visible proveniente de los monitores y pantallas, radiación infrarroja porque el ordenador está caliente y el wifi y el bluetooth emiten microondas de baja frecuencia, que son parecidas a las que emiten los teléfonos móviles”, explica a RTVE.es Mario Herrero Valea, vocal del Grupo Especializado en Divulgación de la Física de la Real Sociedad Española de Física.

Y no solo el ordenador .”Todo circuito eléctrico recorrido por una señal eléctrica alterna (que varíe con el tiempo) actúa como una antena, emitiendo ondas electromagnéticas en la misma frecuencia con la que varíe el pulso del circuito”, señala. Así, todo circuito presente en un hogar (no solo el PC) radía ondas electromagnéticas”, puntualiza este físico. “Sin embargo, estas son de tan baja frecuencia e intensidad que se pueden obviar en todo momento”, subraya. No tienen efectos perjudiciales sobre la salud.

Un cactus al lado de un ordenador absorberá las radiaciones electromagnéticos que lo alcancen. Las ondas viajan en línea recta, así que si queremos que nos sirva de pantalla deberíamos de situar el cactus entre el ordenador y nosotros, tapando el monitor. “Toda radiación que impacte en él será absorbida... pero es que lo mismo ocurre con la carne de ternera, por ejemplo, y todavía no he visto el mito de que colgar un filete del monitor sea recomendable para la salud...”, comenta con humor. Y aún así, nos llegarían las radiaciones procedentes de otras partes de la computadora.

Evitar molestias en los ojos

En cuanto a los ojos, estar mucho tiempo frente a la pantalla de un ordenador puede provocarnos algunas molestias, como visión borrosa y dolor de cabeza. Esto suele suceder porque tenemos algún defecto visual sin corregir o una mala graduación de las gafas.

También podemos sufrir sequedad en los ojos. Esto sucede porque “cuando estamos fijándonos atentamente en algo parpadeamos menos y se nos seca el ojo”, explica a esta web Rubén Pascual, oftalmólogo del Hospital San Pedro, en Logroño.

Y añade que si además lo que atrae nuestra atención es la pantalla de un ordenador se evapora más lágrima. “Es así porque miramos con los ojos completamente abiertos y la superficie expuesta al aire es mayor que cuando leemos un libro por ejemplo”, comenta. Para solucionarlo hay que aplicar lágrimas artificiales.

Este especialista nos da algunos consejos para mantener los ojos sanos frente al ordenador y ninguna de ellas es un cactus:

  • Iluminación adecuada. Que no sea directa a la pantalla para que no produzca reflejos. No muy abundante porque dificulta el contraste de la imagen, ni demasiado tenue porque estaremos en penumbra, que fatiga al ojo.
  • La pantalla debe estar un poco por debajo de la altura de los ojos, para evitar la sequedad. Y a una distancia no menor de 50 centímetros.
  • El tamaño de letra debe ser el adecuado, si es demasiado pequeño nos fatigaremos.
  • Conviene hacer descansos: cada hora y media o dos horas, levantar la mirada de la pantalla durante 5-10 minutos y enfocar a lo lejos.


Fuente:

RTVE

26 de abril de 2011

Chernóbil: Pripiat, la Pompeya de nuestro tiempo


Prípiat, localidad ucraniana situada a apenas cuatro kilómetros de la accidentada central nuclear de Chernóbil, era una ciudad modelo del paraíso comunista soviético hasta que la radiación la convirtió en la Pompeya de nuestro tiempo.

"Atención, atención! Queridos camaradas! Con el fin de garantizar la total seguridad de la gente, en primer lugar de los niños, es necesario evacuar provisionalmente a los habitantes de la ciudad", aseguró Nina Mélnik, locutora de la emisora de Prípiat.

Mélnik pronunció esas palabras el 27 de abril de 1986, un día después de la explosión en el cuarto reactor de la planta atómica que creaba, según sus palabras, "una situación radiactiva desfavorable" para la salud.

"Camaradas, al abandonar provisionalmente sus hogares no olviden, por favor, cerrar la ventana, desconectar aparatos eléctricos y de gas, y cerrar los grifos", dijo.

Pero los más de 50.000 habitantes de Prípiat no sólo nunca regresaron a sus hogares, sino que, en muchos casos, perdieron todas sus pertenencias.

"Por la tarde nos dijeron que nos evacuarían por tres días y resultó que fue para toda la vida", asegura Marina, antigua habitante de Prípiat, que abandonó la ciudad en uno de los miles de autobuses fletados por las autoridades locales con rumbo a Kiev.

En ese momento, en la ciudad vivían varias decenas de mujeres embarazadas, algunas de las cuales abortaron por consejo de los médicos, mientras otras optaron por dar a luz niños, que, en algunos casos, nacieron con malformaciones o murieron al poco tiempo.

Prípiat, que fue fundada en 1970, era un "atomogrado", es decir, una ciudad construida especialmente para albergar a los ingenieros, físicos y técnicos que debían construir una planta atómica, en este caso, la de Chernóbil.

Una ciudad jardín con amplias avenidas, edificios de 16 pisos, salarios privilegiados, estación de tren, puerto fluvial, una población con una edad media de 29 años, nula delincuencia y, por supuesto, muchos árboles.

Entre los ambiciosos planes urbanísticos para la ciudad figuraba la construcción de una torre de televisión, un hotel, dos centros comerciales, pabellones deportivos, cines y un palacio de la cultura.

Hoy, Prípiat, al igual que otras localidades de la zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor de la central, es un lugar apocalíptico más propio del día después de una guerra nuclear.

Los contadores Geiger marcan en las desconchadas casas de Prípiat, especialmente en sus tejados, unos niveles de radiación que superan en varias decenas de veces lo permitido, ya que, en ciertos lugares, el cesio 137 yace hasta 20 centímetros bajo tierra.

Uno de los símbolos de la difunta Prípiat es la oxidada montaña rusa que debía haber sido inaugurada el 1 de mayo, pero que nunca llegó a ser utilizada.

"Mi marido me dijo que había ocurrido una explosión en la planta.

Una vecina y yo nos subimos al tejado y vimos el humo del cuarto reactor. En la ciudad no había pánico, los niños jugaban en la arena y la gente hacía cola en las tiendas", recuerda Tania, otra residente de Prípiat, quien después dio a luz dos niños sanos.

Mientras, el edificio de la escuela de Prípiat más parece una alucinación, ya que en los carcomidos pupitres aún permanecen los cuadernos y lapiceros de los alumnos, al igual que los mapas y los carteles patrióticos.

Cinco policías se ocupan de garantizar el orden en la ciudad fantasma, ya que el acceso no autorizado a la zona está penado con la cárcel, lo que no impide que los ladrones se paseen por Prípiat para llevarse cualquier cosa de utilidad, desde metales, a tuberías, muebles o cristaleras.

También está prohibida la recolección de champiñones, manzanas y frutos silvestres, y la captura de los peces y otros animales que campan libremente por su territorio contaminado.

Paradójicamente, a pesar de la radiación, Prípiat y toda la zona de exclusión se han convertido en una rica reserva natural con un gran número de jabalíes, alces, lobos, zorros, castores, visones, ardillas, hurones, nutrias, martas, comadrejas y cabras salvajes.

Algunos antiguos residentes y turistas viajan a Prípiat imbuidos por la nostalgia y lo que se encuentran es una ciudad invadida por las plantas silvestres, los matojos y los árboles que crecen en medio de los casas.

Es por ello por lo que algunos han llamado a restaurar la ciudad y convertirla en un museo de su tiempo y de la ignominia, debido a la irresponsabilidad del ser humano en el uso del átomo.

Entre los peligros de una visita a Chernóbil figura la posibilidad de derrumbe de alguno de los edificios desvencijados o un desagradable encuentro con las manadas de lobos que acechan por la zona.

Mientras, la central de Chernóbil permanece amenazante, esperando un cuarto de siglo después que alguien retire de una vez por todas el combustible nuclear de sus reactores.

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ABC

A 25 años, nada se aprendió de Chernóbil

¿Aprendimos algo de Chenóbil? Según diversas organizaciones ambientales la respuesta es un rotundo NO.


A 25 años, nada se aprendió de Chernóbil

Como lo han demostrado desde hace tiempo las organizaciones ambientalistas, numerosos investigadores e ingenieros de renombre, así como investigadores del ámbito megaWatt, existen alternativas a la energía nuclear aunque algunos Estados se obstinen en defender el mito de su renacimiento, incluso cuando el desarrollo tecnológico alcanzado permite salir de esa industria sin dejar de respetar los compromisos climáticos de aquí a 2050, según la agenda ambiental internacional.

Así lo afirman Michèle Rivasi, diputada europea, fundadora de la Criirad (Comisión de Investigación y de Información Independiente sobre la Radioactividad); Yuri Bandajevsky, profesor de anatomo-patología y rector de la Universidad de Medicina de Gomel (Bielorrusia) y Daniel Cohn-Bendit, presidente del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo a propósito de los 25 años del estallido, por un error humano, del reactor 4 de la planta nuclear de Chernóbil (Ucrania, entonces Unión Soviética) el 26 de abril de 1986. (“Les leçons de Tchernobyl n’ont pas été tirées”, www.lemonde.fr/ 25 abril). Dicen ellos que el futuro energético de Europa y la reducción de los gases de efecto invernadero dependerán de las inversiones que se hagan en la próxima década, optando por tecnologías que nos permitan construir “un futuro durable y responsable”.

Cuando la central de Fukushima sigue arrojando nucleidos radioactivos en la biósfera, recordando la contaminación causada por Chernóbil, los autores llaman a aplicar urgentemente medidas de radioprotección en las zonas afectadas, para no repetir el error de Europa que durante años orientó su ayuda exclusivamente al control de la seguridad en de Chernóbil y su sarcófago”, en lugar de destinar fondos e investigaciones médicxas para para proyectos sanitarios.

Al respecto, los especialistas aseguran que “para la comunidad científica no hay duda alguna sobre la relación entre la catástrofe nuclear de Chernóbil y la inversión de las curvas de nacimiento en las zonas directamente afectadas por la radioactividad”. En particular en Bielorrusia, añaden, donde a 25 años de distancia se asiste a una “hecatombe” demográfica con una tasa de crecimiento de -5.9 por ciento.

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Milenio


Es mejor no prolongar la agonía nuclear

Chernóbil sacudió las conciencias hace 25 años, pero la industria nuclear y sus aliados casi habían logrado que nos olvidáramos del desastre. Los cálculos que se acabaron imponiendo oficialmente establecieron que hubo mucho ruido pero sólo unos pocos muertos. Y aquello, además, fue simplemente un estrepitoso error provocado por la decadente burocracia comunista, porque el riesgo de las nucleares es casi cero cuando las gestiona gente competente.

Pero en esa Arcadia feliz ha irrumpido Fukushima, dirigida quizá por incompetentes, pero del subtipo capitalista. Todo el mundo vuelve a hablar de reforzar la seguridad (por lo tanto, hasta ahora el riesgo no era casi cero) y en la conferencia internacional que esta semana se ha celebrado en Kiev se ha instado a reevaluar las consecuencias de Chernóbil sobre la salud porque, repentinamente, ya no cuela que causara unas decenas de muertos un accidente que irradió a centenares de miles de personas.

Tras Fukushima se ha acabado el mito del riesgo casi cero. Es muy bajo, sí, pero la catástrofe humana y económica es tan grande cuando se produce el fallo que hablar de riesgo bajo suena a sarcasmo. Las aseguradoras ya lo sabían y sus primas disuasorias ya habían llevado hace muchos años a las empresas privadas a no invertir en nucleares, un sector que ha quedado en manos de la iniciativa pública en los países que se atreven con el riesgo.

Lo que quieren las empresas privadas es que se alargue la vida de las centrales instaladas, la mayoría amortizadas y, por lo tanto, generadoras de beneficios con muchos ceros. Los gobiernos han sido hasta ahora proclives a sus presiones, pero harían bien en pensar en serio, antes de firmar más prórrogas, cómo se las apañarán si les cae encima un Fukushima. Es mejor no prolongar la agonía nuclear.

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Público

La OMS recuerda que el accidente de Chernobil cambió la actitud del mundo frente a la seguridad nuclear

¿Aprendimos algo de Chernóbil? Según la OMS, sí.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recordado que el accidente nuclear de Chernobil, del que el 26 de abril de 2011 se cumplen 25 años, cambió la actitud del mundo frente a la seguridad nuclear y que los estudios realizados sobre la población afectada, además de la investigación, mejoraron el conocimiento que hasta entonces se tenía sobre los efectos de la radiación ionizante en la salud humana.

"Tras el incidente de Chernobil, se revisaron los estándares internacionales de radiación, las estrategias para mejorar la seguridad nuclear, los procedimientos de respuesta a las emergencias y de mitigación de las consecuencias", han destacado.

Las actividades que desarrolla en la actualidad la OMS están vinculadas al Plan de Acción de Naciones Unidas en Chernobil, que define la estrategia de las agencias de Naciones Unidas en este campo, en estrecha colaboración con los tres países más afectados --Ucrania, Bielorrusia y Rusia--- para superar "el negativo legado del accidente de Chernobil en la tercera década de esfuerzos de recuperación".

"La OMS está trabajando para convertir la última información científica sobre las consecuencias del accidente en consejos prácticos sensatos para los habitantes de los territorios afectados", informan.

"Este trabajo --dicen los expertos de la OMS-- es parte del International Chernobyl Research and Information Network (ICRIN) Project, un esfuerzo conjunto de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (UNDP), UNICEF y la OMS".

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Europa Press

13 de abril de 2011

Un bombardeo de asteroides cambió el destino de la Tierra

Científicos españoles creen que una lluvia de rocas espaciales convirtió nuestro planeta de un desierto yermo en habitable, y hallan similitudes químicas entre la atmófera terrestre y la de Titán.


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Un bombardeo de asteroides dio origen a la Tierra

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han hallado un nexo común en el origen de las atmósferas de la Tierra y del satélite de Saturno Titán. El análisis de los datos obtenidos por la misión Cassini Huygens, un proyecto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana, sugiere que la evolución química de ambas atmósferas estuvo marcada por el último gran bombardeo de asteroides y cometas durante la formación del Sistema Solar, hace unos 3.900 millones de años.

Según los científicos del CSIC Josep Maria Trigo y Francisco Javier Martín, autores del estudio que aparece publicado en el último número de Planetary & Space Science, este “gran bombardeo tardío” se inició cuando los planetas gigantes Júpiter y Saturno migraron hasta sus actuales órbitas, lo que produjo un impulso gravitatorio sobre cuerpos helados formados en varias regiones de la parte externa del Sistema Solar. Como consecuencia, una gran cantidad de objetos ricos en agua y en materia orgánica empezaron a impactar sobre planetas rocosos como la Tierra.

Los científicos han hallado grandes similitudes entre la Tierra y Titán, a pesar de que ambos cuerpos planetarios se formaron muy lejos el uno del otro (el planeta azul se encuentra nueve veces más cerca del Sol que el satélite de Saturno). En concreto, sus atmósferas tienen en común la abundancia de nitrógeno molecular, deuterio, hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno. Todos estos elementos apuntan al mismo origen derivado del impacto de cometas y asteroides.

Los resultados del estudio también sugieren que la evolución química de ambas atmósferas habría sido similar, marcada por varios impactos. “Dado que la Tierra se formó en un entorno muy caliente próximo al Sol, ese gran bombardeo tardío resultó fundamental para enriquecerla con los ingredientes básicos para la aparición de la vida. De hecho, la mayoría de cuencas y grandes cráteres de la Luna fueron provocados por el impacto de estos objetos enriquecedores en ese periodo, tal y como dataron las rocas lunares recogidas por las misiones Apolo”, explica Trigo, que trabaja en el Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC) y el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.

Según Trigo, además del registro lunar de cráteres, existen otras evidencias del importante papel que tuvo el impacto de estos objetos. Una de ellas revela que la composición de la corteza y el manto terrestre, en concreto su abundancia en metales, tiene su origen en ese proceso de enriquecimiento. “El manto alberga metales que, de no haber llegado de manera tardía, deberían estar en el núcleo terrestre. Además, los volcanes emanan gases con anomalías características de los meteoritos condríticos”, señala Trigo.

Una atmósfera inestable

Los investigadores van más allá y creen que el “gran bombardeo tardío” fue clave para cambiar el destino de la Tierra, un planeta que hace 3.900 millones de años no era adecuado para la vida. Aunque la superficie luminosa del Sol era en aquel periodo un 30% menor que en la actualidad, el flujo de radiación ultravioleta que emitía hacia la Tierra era mucho mayor.

“Debido a este flujo de un joven Sol, una atmósfera terrestre rica en nitrógeno molecular hubiese sido inestable. Esta circunstancia, unida al gran impacto que dio origen a la Luna, hace pensar que la Tierra pudo perder, quizás varias veces, su atmósfera”, explica al respecto Javier Martín Torres, que trabaja en el Centro de Astrobiología, un centro mixto del CSIC y el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial.

“La llegada de tales compuestos, y de partículas metálicas catalizadoras capaces de sintetizar moléculas orgánicas más complejas bajo el influjo de la radiación solar, permitió convertir nuestro planeta en el único oasis de vida que, por ahora, conocemos”, aseguran los autores del estudio.

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ABC Ciencia

10 de abril de 2011

Tras Fukushima, el futuro está en las energías renovables


Las averías en la planta de Fukushima obligaron a evacuar las zonas aledañas.

Por Antony Froggatt

El accidente en la planta nuclear de Fukushima, en Japón, provocado por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo, ha puesto nuevamente sobre el tapete uno de los temas más importantes vinculados con la energía nuclear: la seguridad.

Es sabido que las consecuencias de una accidente nuclear catastrófico pueden ser graves, pero también se sabe que la frecuencia con la que ocurren esta clase de eventos es baja.

La industria y los reguladores de este sector han llegado a esta conclusión tomando en cuenta las probabilidades de que se produzca un incidente en un año de operaciones.

En el caso de los primeros cuatro reactores de Fukushima, la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear de Japón estimó en 2002 que la posibilidad de accidentes en el núcleo era de 1 en 100.000 o menos por año para cada reactor y que la probabilidad de incidentes que dañaran la vasija de contención era de 1 en 1.000.000 o menos por año, también para cada reactor.

clic Lea también: Fukushima y los mitos de la fuga radioactiva

Sin embargo, dado que han pasado unas pocas décadas -y no milenios- entre los accidentes de Fukushima, Chernobyl y Three Mile Island -la isla del estado de Pensilvania en Estados Unidos-, sobre los que también se pensaba que no estaba en riesgo el núcleo del reactor, resulta evidente que los operadores nucleares y/o los reguladores están desestimando los riesgos asociados a la tecnología nuclear.

En la cumbre sobre clima celebrada en Cancún, México, en diciembre de 2010 se dijo: "El cambio climático es uno de los desafíos más grandes de nuestro tiempo y todas las partes comparten una visión que implica trabajar de forma conjunta en el largo plazo".

Para cumplir con los objetivos de Naciones Unidas, las emisiones deberán reducirse en un 80% para 2050. Esto requiere una disminución drástica de las emanaciones de dióxido de carbono (CO2) por parte del sector energético.

Al mismo tiempo, los pronósticos anticipan un rápido incremento de la demanda de energía, impulsado fundamentalmente por el crecimiento económico de Asia, en particular China e India. La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda global aumentará en un 47% para 2035.

Eficiencia energética

Quienes están a favor de la alternativa nuclear creen que ésta debería jugar un rol cada vez más importante en el sector energético de alta eficiencia, que tiene como meta no emitir CO2.

Sin embargo, la energía nuclear no es actualmente una tecnología global. Sólo 30 países la utilizan -entre ellos Argentina, Brasil y México- y seis -Estados Unidos, Francia, Japón, Alemania, Rusia y Corea del Sur- generan cerca de tres cuartas partes de la electricidad del mundo que proviene de reactores nucleares.

clic Vea: Fukushima, amenaza radioactiva

Niña con mascarilla

La contaminación radiactiva ha obligado a repensar el uso de la energía nuclear.

La contribución total de las plantas nucleares a la producción global de energía que se comercializa es de aproximadamente el 6%. En comparación, el aporte del carbón es del 25% y el del gas natural es del 23%.

Para que la energía nuclear cumpla un papel importante en suplir la demanda energética en el futuro, es necesario incrementar su uso. Esto aumentará significativamente las dificultades que ya existen en torno de la seguridad y del manejo de los desechos radiactivos y dará lugar, además, a una nueva serie de temores sobre la proliferación de materiales nucleares.

Dada la dimensión y la urgencia del problema, es crucial que se de prioridad a las tecnologías de bajo costo que hayan dado prueba de su eficiencia y sean de interés para todo el mundo.

Por esta razón, la prioridad debe ser la eficiencia energética, que no sólo apunta a combatir el cambio climático sino también a disminuir las dificultades en materia de seguridad y, además, genera beneficios económicos comprobados.

Cuestión de costos

En segundo lugar está la energía renovable que, para sorpresa de muchos, ha pasado a formar parte en los últimos años de los recursos energéticos más utilizados.

Por ejemplo, en la Unión Europea las instalaciones de energía renovable son las que han permitido, en gran medida, aumentar la capacidad energética en 2008 y en 2009.

De hecho, en Alemania generan más electricidad que la propia energía nuclear.

La implementación de energías renovables a gran escala no sólo es posible técnicamente y tiene ventajas para el medio ambiente, como lo han demostrado numerosos casos, sino que además produce beneficios económicos al reducir la dependencia a las fluctuaciones en el precio de los combustibles fósiles.

Mientras que el costo de la energía nuclear ha ido en aumento, el de las energías renovables ha disminuido y en muchas ocasiones es, incluso, la opción más barata.

Impacto

Después del accidente de Fukushima, la mayoría de los analistas creen que las complicaciones y los gastos de una planta nuclear aumentarán aún más.

Se espera, en particular, que se ponga mayor énfasis en proteger las centrales de amenazas ambientales como inundaciones, tormentas y sequías, que en teoría serán más frecuentes como resultado del cambio climático.

Planta de Fukushima

La central de Fukushima sólo produce el 3% de la energía que utiliza Japón.

Por otra parte, como en Fukushima los problemas fueron trasladándose de un reactor a otro y de los reactores a las piletas de almacenamiento, habrá que cambiar el diseño de las instalaciones y esto afectará -sin duda- el costo de las futuras plantas.

Varios estudios han demostrado que las fuentes renovables junto con la eficiencia energética bastan para suplir todas las necesidades de energía del planeta y que, en consecuencia, no es necesario recurrir a la opción nuclear.

El desastre de Fukushima ha puesto de manifiesto el impacto ambiental, social y económico que la energía nuclear puede tener en condiciones extremas.

Mientras Japón sigue tratando de lidiar con las consecuencias del terremoto y del tsunami del mes pasado, gran parte de los esfuerzos se han visto desviados hacia los intentos de contener la crisis en una planta que sólo produce el 3% de la energía del país.

Antony Froggatt es investigador principal del Programa de Energía, Medio Ambiente y Gestión de Recursos del centro de estudios Chatham House, en Londres.
Fuente:

BBC Ciencia


Lea también:

9 de abril de 2011

Chernobil contamina todavía los alimentos en Ucrania

  • Hay alta radiactividad en la leche, las setas y las bayas silvestres
  • Un informe de Greenpeace detecta cesio-137 en productos de consumo local
  • Hay zonas lejanas a Chernobil más contaminadas que otras cercanas al reactor
  • Los campesinos saben que el terreno es radiactivo, pero no tienen recursos
Análisis de leche realizado por Greenpeace en el laboratorio de Rokytne. | Robert Knoth/Greenpeace

Análisis de leche realizado por Greenpeace en el laboratorio de Rokytne. | Robert Knoth/Greenpeace

Cuando han pasado 25 años desde el accidente de la central nuclear de Chernobil, ocurrido el 26 de abril de 1986, el efecto de la radiactividad sobre el área circundante está muy lejos de estar superado. La atención se ha fijado en el entorno más inmediato a la planta atómica, donde cientos de miles de personas fueron desalojadas en un radio de 30 kilómetros y donde todavía se mantiene una Zona de Exclusión para restringir la permanencia en ella.

Pero la radiactividad llegó mucho más lejos. Unos 200.000 kilómetros cuadrados de Ucrania, Bielorrusia y Rusia fueron contaminados con altos niveles de radionucleidos, entre ellos cesio-137, un material altamente tóxico cuyo periodo de semidesintegración es de 30 años y cuya permanencia en el medio ambiente llega a los 300 años. Depositado en el suelo, se incorpora a las plantas y animales y luego llega al hombre a través de la cadena alimenticia, convirtiéndose en una fuente de radiación interna. La nube radiactiva afectó también a todos los países de Europa, como muestran los mapas de la ONU.

Un informe radiológico recién elaborado por Greenpeace y disponible por completo en su página web asegura que hay amplias zonas rurales de Ucrania, alejadas cientos de kilómetros de Chernobil, en las que el cesio-137 y otros materiales contaminan el suelo y el agua pasando a plantas y animales y a los alimentos, según explicaba a elmundo.es la científica de Greenpeace responsable del estudio de laboratorio, Iryna Labunska.

Alimentos contaminados en Ucrania

En su inspección, la organización ecologista recogió 117 muestras de comida en decenas de localidades de las regiones ucranianas de Rivnenska Oblast y Zytomyrska Oblast y las sometió a análisis de laboratorio.

Los análisis probaron la presencia de radiactividad en muchas de esas muestras en niveles muy superiores a los permitidos por las autoridades sanitarias.

La contaminación afecta especialmente a ciertos productos como la leche, ya que las vacas pastan en terrenos contaminados por radiación. Otros productos altamente tóxicos son las bayas y las setas silvestres, ya que los arbustos y los hongos absorben de forma muy rápida la radiación depositada en la parte superficial del terreno.

Setas y frutas silvestres son parte importante de la dieta de los campesinos ucranianos, que aprovechan estos recursos del bosque a lo largo de todo el año, pues hay una tradición de guardarlos en conservas. Otras muestras de patatas, remolachas, zanahorias o carne también analizadas mostraron niveles altos de radiactividad.

Greenpeace aclara que su trabajo no pretende ser una evaluación completa, sino sólo de una prospección que sirve para mostrar la gravedad de la situación. Como ejemplo, en un pueblo de la región de Rivnenska Greenpeace ha encontrado cesio-137 en el 93% de las muestras de leche recogidas. Las muestras tienen un nivel de cesio-137 que supera entre 1,2 y 16,3 veces la norma ucraniana para la presencia de ese contaminante en los productos lácteos. En el caso de las setas, una muestra de hongos listos para el consumo analiza en la comarca de Zhytomyrska Oblast arrojó una medición de 288.000 bequerelios por litro, es decir, 115 veces más de los valores permitidos para el consumo.

Olvido de la administración

Greenpeace recuerda que las autoridades no deben hacer caso omiso de la situación, como está ocurriendo ahora. "Después de 25 años, la población que vive a cientos de kilómetros de Chernóbil continúa expuesta a niveles de radiación peligrosos en la comida de origen local. Exigimos al Gobierno ucraniano que continúe realizando controles", afirma Aslihan Tumer, responsable de energía de Greenpeace Internacional.

En realidad, lo que hace que las poblaciones rurales se expongan al riesgo de consumir alimentos contaminados es la falta de recursos de muchos paisanos, pues es de sobra conocido que los terrenos están contaminados.

Muy poco después de la catástrofe se realizaron completos mapas de radiactivad de todo el país que mostraban qué tierras y bosques no eran aptos para producir alimentos. Los terrenos se caracterizaron en cuatro categorías según la gravedad de la contaminación. La nube radiactiva se dispersó durante días a merced de los vientos y las lluvias, de modo que la contaminación se dispersó de forma muy heterogénea. De este modo, hay zonas junto a la central de Chernobil que tienen mucha menos radiación de fondo que otras que están a cientos de kilómetros.

El problema en Ucrania es que, 25 años, después del accidente, muchos campesinos de zonas depauperadas del país hace caso omiso de las recomendaciones y llevan su ganado a pastar a terrenos que saben están contaminados, dice Greenpeace.

En los últimos años, el Gobierno ucraniano ha reducido las ayudas que otorgaba a los campesinos residentes en las zonas afectadas. Tenían derecho a recibir una ayuda mensual para comprar alimentos y no tener que recurrir a sus tierras contaminadas, pero estas ayudas han pasado de ser de 40 euros mensuales a 20 céntimos de euro mensuales, según han denunciado a elmundo.es responsables municipales del concejo de Rokytne, una de las áreas más contaminadas al oeste de Chernobil.

Responsables de los servicios médicos de la misma zona explican que continuamente atienden a ciudadanos con altos niveles de radiación en su cuerpo debido al consumo de alimentos contaminados y que intentan que los niños pasen al menos 100 días fuera de su comarca para intentar que en ese periodo se alimenten con productos sanos y puedan limpiar en parte los radionucleidos de su cuerpo.

Desaparición de las ayudas

Greenpeace también denuncia que, hace dos años, el Ministerio de Emergencias de Ucrania dejó de realizar los análisis de alimentos que llevaba a cabo año tras año en esas áreas y de publicar los datos. Según la organización, dejar de realizar esos análisis supone un riesgo para la salud pública.

Otras fuentes ucranianas lamentan que los esfuerzos para paliar los efectos de Chernobil estén mal enfocados. Según el doctor Valery Kashparov, director del Instituto Ucraniano de Agricultura y Radiología, es lamentable que se dediquen cientos de millones de euros a las obras de contencion del dañado reactor de Chernobil cuando bastaría un millón de euros anuales para evitar que los campesinos de las zonas más afectadas tuvieran que consumir alimentos contaminados. Según él, bastaría con proporcionar piensos limpios para su ganado y fertilizantes especiales que permiten la progresiva limpieza de los suelos contaminados. Sin embargo, estas tareas han sido olvidadas, asegura.

Siga al autor en Twitter: Pcaceres_

Fuente:

El Mundo Ciencia

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