Así vio la misión Dawn el polo sur del gigante asteroide Vesta.
Un asteroide gigante descubierto en 1807, Vesta, posee elementos asociados a planetas rocosos como la Tierra, según descubrimientos de la NASA.
Vesta siempre ha sido descrito como un ‘asteroide gigante’, pero después de haberlo estudiado en detalle, científicos lo empiezan a describir como un asteroide ‘transicional’.
Dawn es la misión espacial de la NASA que está orbitando el Vesta, uno de los objetos más antiguos del sistema solar, desde 2011.
Y encontraron numerosas características inesperadas en la golpeada superficie del asteroide.
Los científicos publicaron sus últimos resultados a la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria (IPSC, por sus siglas en inglés) en The Woodlands, Texas.
El principal investigador de Dawn, Christopher T Russell, dijo en la reunión que para sus colegas fue difícil no referirse al objeto como un planeta.
También dijo que el redondo asteroide mostró evidencia de procesos geológicos típicos de lugares rocosos como la tierra o la luna.
Fuerte martilleo
Imágenes revelaron una interacción entre la materias oscura y clara en la superficie de Vesta.
Del cinturón de asteroides que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter en el sistema solar, Vesta es el segundo más grande: su diámetro tiene 530 km de distancia.
En él se encuentra un enorme cráter llamado Rheasilvia y hay muchas otras cicatrices que dejó el martilleo de otros objetos del cinturón de asteroides.
Una importante característica de transición de Vesta está en su topografía, o su elevación. La elevación vertical de la Luna o de Marte puede llegar a tener decenas de kilómetros, pero el tamaño de estos objetos es demasiado grande.
"Esto quiere decir que la topografía de estos objetos es de más o menos 1% de radio", le dijo Ralf Jaumann, de Centro Aeroespacial Alemán (DLR, en inglés), a la BBC. "Pero si vas a Vesta, es de 15%, y si vas al asteroide más grande –Lutetia– es 40%".
Esta relación matemática entre la topografía y el radio (la mitad del diámetro de un objeto), pone a Vesta en una posición intermedia entre asteroides pequeños y planetas rocosos.
Otra característica del Vesta demuestra que su superficie fue modificada, o "procesada", por innumerables colisiones. Esto se hace evidente en el material oscuro que se puede ver en las imágenes de su terreno.
Este material oscuro parece estar relacionado a los impactos. Los científicos creen que asteroides ricos en carbono podrían haber golpeado Vesta a baja velocidad, lo suficiente como para producir algunos yacimientos pequeños sin afectar la superficie.
Asteroides de mayor velocidad podrían haber chocado con la superficie de Vesta, fundiendo la corteza basáltica volcánica y oscureciendo el material de la superficie restante.
Los científicos aseguran que ha habido actividad volcánica en el asteroide a través de su historia. Por eso es que hay cientos de piezas de Vesta en muesos alrededor del mundo.
Los pedazos del Vesta son de una clase particular de meteoritos rocosos llamada, en inglés, HEDs (silga de "howardite–eucrite–diogenite"); y constituyen la mayoría de objetos que han caído a la tierra, incluyendo todos meteoritos de la Luna y Marte. Los estudios sobre meteoritos HED han revelado reacciones químicas de actividad volcánica.
Incertidumbre histórica
Dave Williams, de la Universidad de Arizona, le dijo a la BBC: "Esperábamos [gracias a estudios de los meteoritos HED] al menos unos pocos flujos de lava y tal vez canales, escudos o conos. Pero en las imágenes de los lugares que hemos visto hasta ahora no hay ninguna evidencia de ello.
"Esto se debe al impacto del sistema solar a través de la historia, que ha destruido todas las pruebas."
Una de las científicas de la misión, Brett Denevi, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Johns Hopkins, en Maryland, EE.UU., explicó por qué ella pensó que algunas de las colisiones que golpearon al Vesta fueron tan intensas como para fundir la superficie.
Sobre las observaciones a un cráter llamado Marcia, en el hemisferio norte del Vesta, Denevi dijo: "Pensamos que estas observaciones demuestran que al menos una porción de la roca se ha derretido y perdido".
Y añadió: "En realidad, impactos como este no se habían observado antes en asteroides. No se esperaba porque la velocidad de las colisiones en el cinturón del asteroide fueron muy bajas comparado con el sistema solar interno. Así que no se sabía si había suficiente energía para derretir la roca en cuestión".
La misión Dawn se irá de Vesta en agosto, en busca de un objeto incluso más grande, el esférico "planeta enano" Ceres.
Fuente:
BBC Ciencia
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