21 de agosto de 2013
Fukushima: La fuga radiactiva es más grave de lo que se creía
La fuga pasó desapercibida al principio, según informó la cadena de televisión japonesa NHK. El tanque que alberga el líquido contaminado carecía de indicador del nivel de agua, así que los sistemas de control no pudieron detectar la pérdida de volumen. Las inspecciones rutinarias no descubrieron el vertido hasta que los trabajadores se encontraron con los charcos de agua alrededor de uno de los recipientes cercanos al reactor número 4. Se trata de tanques construidos a toda prisa, menos robustos que los primeros, para almacenar el agua con la que se refrigeran los núcleos fundidos de los reactores. Cada día se generan 400 toneladas de este líquido cuyo nivel de radiación, 100 milisieverts por hora, equivale a cinco veces el límite anual establecido para un trabajador de una central.
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El Páis Ciencia
3 de marzo de 2013
El accidente de Fukushima sí aumentó el riesgo de cáncer
Labores de descontaminación en la ciudad de Iitate, cerca de Fukushima.| David Jiménez
- Las niñas tendrán un 70% más de riesgo de cáncer de tiroides
- Los tumores sólidos en mujeres aumentarán un 4%
- Para el resto de Japón y el mundo no se aprecia un incremento
Concretamente, las conclusiones presentadas por la OMS hablan de un incremento del riesgo del 4% en todos los tumores sólidos (en cualquier órgano) paras las mujeres que resultaron expuestas a las dosis más altas de radiación siendo niñas; un 6% concretamente en el caso de cáncer de mama, y un 70% de incremento de riesgo de tiroides. Mientras que para los varones, el riesgo más destacado se refiere a la leucemia, con un incremento del 7% para los niños residentes cerca del área del siniestro.
Todas estas cifras se refieren en comparación con la población sana de la misma edad. Es decir, si una niña sana tiene un riesgo de cáncer de tiroides del 0,75%, las más cercanas al 'epicentro' nuclear lo verán aumentado hasta el 1,25%. Precisamente el tiroides en la infancia es uno de los órganos más susceptibles a estas secuelas, como ya ocurrió en Chernobil (Ucrania), debido a que 'capta' más que ningún otro órgano del cuerpo las partículas radiactivas.
Para la segunda zona más contaminada por la radiación, situada en la propia prefectura de Fukushima (fuera ya del primer cinturón de 20 kilómetros a la redonda), estas cifras se reducen ya a la mitad. Mientras que para las poblaciones del resto de Japón y del mundo, han añadido los especialistas, los efectos de la radiación no se han traducido en un incremento del riesgo de cáncer.
Para Eduardo Rodríguez-Farré, miembro del comité científico sobre nuevos riesgos para la salud de la Comisión Europea, dos años es un tiempo demasiado corto para valorar estos riesgos; aunque sí coincide con el informe en que el cáncer de tiroides en niños es el más susceptible de aumentar por la radiación.
"Dos años es muy poco tiempo para tener una casuística suficiente", explica a ELMUNDO.es desde Bruselas, "no hay que olvidar que estas predicciones están basadas en modelos matemáticos, y eso siempre tiene algunos sesgos. Siempre hay variables que es difícil considerar", añade.
Los trabajadores
El informe, de 200 páginas, incluye un apartado especial dedicado a los trabajadores de Tepco que permanecieron en el interior de la central nuclear en las horas posteriores a la fuga. Según la OMS, sólo un tercio de ellos tiene un riesgo de cáncer incrementado un 30% con respecto a la población general.Además, se descarta que el accidente esté relacionado con un aumento de abortos, malformaciones congénitas u otros problemas de salud. Aunque eso sí, reconoce el fuerte impacto emocional de la catástrofe y recomienda que no se desatienda la salud mental de la población.
Respecto a los sujetos que vivían más cerca de la central, precisamente los que mayor riesgo de cáncer tienen, la OMS recomienda un estrecho seguimiento a largo plazo, con revisiones periódicas para poder detectar a tiempo cualquier tumor que pudieran desarrollar.
Presentación en Ginebra
Las conclusiones de este trabajo ('Valoración de los riesgos de salud del accidente nuclear tras el gran terremoto de Japón') han sido presentadas en la sede de la OMS en Ginebra, por la española María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente.Neira ha estado acompañada en la rueda de prensa por Angelika Tritscher, al frente del departamento de Seguridad Alimentaria y Zoonosis, y Roy Shore, coautor del informe sobre los efectos nocivos de la radiación.
El informe es el primer intento serio por valorar a nivel global los efectos de salud de la fuga radiactiva que el terremoto y el posterior tsunami ocasionaron en la central nuclear de Fukushima.
Sus conclusiones, señala la OMS, están basadas en el actual conocimiento científico sobre lo ocurrido y han sido llevadas a cabo por expertos independientes en el terreno de la radiación, la epidemiología y la salud pública.
El ser humano recibe de forma natural, a través del ambiente, entre 2 y 3 miliSieverts (mSv) al año, mientras que un TAC abdominal puede llegar a emitir 10 mSv. Cien miliSieverts es el umbral a partir del que se considera que incrementa el riesgo de cáncer.
Según un cálculo reciente de la empresa propietaria de la central, Tepco, el coste total del accidente nuclear, incluida la operación para descontaminar la zona y la indemnización a las víctimas, podría ascender a los 100.000 millones de euros.
El desastre de aquel marzo de 2011 provocó la muerte o desaparición de más de 20.000 personas y obligó a desplazar de sus hogares a otras 86.000.
5 de octubre de 2012
Centrales nucleares: Minería y preparación del uranio
24 de septiembre de 2012
Una veintena de centrales nucleares está en zonas con riesgo de tsunamis
El impacto en China
16 de septiembre de 2012
Japón busca abandonar energía nuclear para el 2030
22 de agosto de 2012
Detectan peces en Fukushima con una radiación que supera hasta 380 veces lo permitido
La operadora recogió, desde mediados de julio hasta primeros de agosto, muestras de hasta 20 peces y mariscos en cinco localizaciones de la costa y en un radio aproximado de 20 kilómetros en torno a la dañada planta nuclear de Fukushima.
TEPCO detalló que ha encontrado también índices superiores a los permitidos de cesio radiactivo en otras 9 muestras de peces y mariscos, detalló NHK. El anuncio de TEPCO se produce después de que en junio se retomara parcialmente la actividad pesquera en la provincia de Fukushima, y diversas cooperativas comenzaran a vender sus capturas en supermercados para evaluar la respuesta del mercado.
Además, a primeros de agosto el pulpo de Fukushima regresó a la subasta de la lonja de Tsukiji en Tokio, el mercado de pescado más grande del mundo, después de que los pescadores de esta provincia del noreste nipón comprobaran que el producto es seguro y no contenía trazas de radiactividad.
La partida de pulpos subastada fue capturada el 30 de julio en la ciudad de Soma, a unos 40 kilómetros al norte de la planta de Fukushima Daiichi, y todas las cajas contaron con certificados que garantizan que el género no contiene sustancias radiactivas.
Tras detectar el pescado contaminado, TEPCO ha asegurado que continuará los análisis de la zona hasta finales de septiembre, con especial atención a los especímenes de roca, el marisco y la arena en el fondo marino.
Los pescadores de muchas zonas del noreste de Japón tuvieron que dejar de faenar tras el paso del devastador tsunami y el inicio de la crisis nuclear en marzo de 2011, debido a la pérdida de equipos e infraestructuras básicas y a la suspensión de su actividad por los vertidos radiactivos de la central. El accidente en la planta de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil en 1986, mantiene desplazadas a más de 52.000 personas y ha afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.
Fuente:
El Mundo Ciencia
23 de julio de 2012
Japón ignoró los peligros nucleares que provocaron la tragedia de Fukushima
El Gobierno japonés y la compañía energética Tepco ignoraron los peligros que supone la energía nuclear y que provocaron el trágico accidente de Fukushima en marzo de 2011, según ha concluido el informe final del Gobierno sobre el desastre.
"El principal problema derivó del hecho de que las empresas de energía, incluyendo Tepco, y el Gobierno no percibieron la gravedad del peligro, porque creyeron en el mito de la seguridad nuclear, en cuyo nombre un grave accidente puede ocurrir en nuestro país", explicaron los miembros de la comisión de investigación nombrada por el Ejecutivo nipón.
Los autores, entre los que hay ingenieros, investigadores y juristas, han remitido un informe de 450 páginas tras entrevistar a 722 personas implicadas antes, durante o después del acidente, entre los que figura el primer ministro en el momento de la catástrofe, Naoto Kan.
Tras un informe anterior pedido por el Parlamento, el texto de este lunes utiliza términos muy graves contra la empresa Tepco y contra los órganos reguladores públicos.
Culpó a Tepco de "una gestión deficitaria de la crisis, una estructura organizativa inadecuada durante las situaciones de emergencia y una insuficiente capacidad del personal en caso de accidente grave".
Dieciséis meses después del comienzo de la catástrofe, las emisiones radiactivas son mucho más bajas que a mediados de marzo de 2011 y los sistemas de refrigeración con circuito cerrado podrían ser sustituidos en los reactores.
Pero el peligro no se puede descartar por completo, las instalaciones quedan frágiles después de las explosiones que afectaron a los edificios. Además, terremotos frecuentes seguirán sacudiendo la zona de Fukushima.
Tepco obstaculizó la resolución del accidente
El informe también acusa a Tepco de obstaculizar la identificación de "las causas del accidente", lo que impide a la industria nuclear japonesa sacar las conclusiones apropiadas.TEPCO sigue afirmando que el poder de la magnitud del terremoto y el tsunami en el noreste habría superado todas las expectativas y por lo tanto no habría sido previsto.
El informe también critica la intervención directa del ex primer ministro, Naoto Kan, en la gestión operativa del accidente: "Su intervención directa ha hecho más daño que bien, ya que habría podido confundir la situación, impedir tomar decisiones importantes y dar lugar a juicios erróneos".
Otro informe oficial, encargado por el Parlamento y publicado el 5 de julio, ya había criticado la actitud de las autoridades, afirmando que era "un desastre creado por el hombre" y no sólo causado por el terremoto y el tsunami.
Las autoridades y Tepco no sólo no tomaron medidas suficientes para evitar el accidente, pero además su gestión de la catástrofe dejó mucho que desear, afirma este informe del Gobierno.
Fuente:
El Mundo Ciencia
12 de marzo de 2012
Fukushima un año después, ¿en qué se parece a Chernóbil?
¡El nuevo Chernóbil! ¡El Chernóbil japonés! ¡Chernóbil 25 años después! La comparación estaba ahí, hace un año, esperando, disponible para cualquiera que hablara, escribiera o informara de Fukushima.
Cuando el terremoto del 11 de marzo de 2011 le dio a Japón su primer golpe, seguido luego por otro en forma de tsunami, más de 16.000 personas murieron en las prefecturas de Fukushima, Miyagi e Iwate, 6.000 fueron heridas y unas 3.200 desaparecieron. Pero la catástrofe aún no estaba satisfecha; faltaba la crisis en una central nuclear cuyos sistemas fueron dañados durante ese 11 de marzo.
Desde el 26 de abril de 1986, cuando una prueba rutinaria en el suministro eléctrico culminó con una serie de explosiones del reactor número cuatro de la planta nuclear ucraniana, toda mala noticia vinculada a la energía atómica invocaba el fantasma de Chernóbil.
clic Lea: Limpiando Fukushima con herramientas de jardinería
Pero Fukushima no era un accidente más, era un accidente nivel 7, el mayor nivel en la escala, escala que solo había sido trepada hasta los más alto por la tragedia de Ucrania. El paralelismo estaba servido, pero las diferencias también.
"Las coincidencias terminan en el hecho de que son dos accidentes en centrales nucleares que tuvieron un impacto en el exterior, por lo que obligaron a activar dispositivos de protección para proteger a los ciudadanos", le dice a BBC Mundo Juan Carlos Lentijo, director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear español (CSN).
Lentijo, quien visitó Fukushima como líder de la misión del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) a cargo de supervisar las labores de limpieza y rehabilitación, cree que son más las diferencias que las similitudes, comenzando por el origen de ambos accidentes y sus consecuencias.
"En Chernóbil hubo una explosión, o lo que nosotros llamamos una 'excursión de potencia', liberación de energía espontánea que terminó expulsando todo el cóctel de materiales que hay dentro del reactor. En Fukushima, por otra parte, colapsaron los sistemas de refrigeración pero fue una degradación que tomó horas, días. No se producen explosiones nucleares, son liberados materiales volátiles pero no todo lo que contenía el reactor".
clic Vea imágenes de Fukushima y las zonas afectadas por el tsunami un año después
¿Cómo se ven los accidentes?
Para el jefe científico de Greenpeace en Reino Unido, las coincidencias son más de una.
"Las dos regiones todavía tienen una zona de evacuación, ambas poblaciones locales posiblemente tengan que vivir en otra parte por mucho tiempo, los dos accidentes dejaron un legado de desconfianza en las autoridades y causaron una revisión global de las actitudes hacia la energía nuclear", le dijo a BBC Mundo el doctor Doug Parr.
Pero el doctor Parr también encuentra una característica no compartida por Chernóbil y Fukushima: "Ambos accidentes mostraron que la regulación y administración de la energía nuclear son problemáticas, pero creo que la diferencia estaría en la habilidad de los países para lidiar con grandes movimientos de población".
El número de evacuados en Japón no ha sido determinado con exactitud pero se cuentan en decenas de miles. En 1986, en Ucrania, unas 115.000 personas fueron evacuadas de las zonas aledañas al reactor y, después de 1986, unas 220.000 personas de Ucrania, Bielorrusia y la Federación Rusa fueron reubicadas.
Mientras la zona de evacuación alrededor de Chernóbil fue de 30 kilómetros, la de la planta de Fukushima Daiichi fue de 20 kms. En Japón se estableció una zona de evacuación voluntaria entre los 20 y los 30 km., pero cinco comunidades más allá de la zona de evacuación obligatoria igual tuvieron que dejar sus hogares.
El jefe científico de Greenpeace cree que otra diferencia puede encontrarse en cómo la gente percibe ambos accidentes.
"En el caso de Chernóbil, se puede pensar en un accidente aleatorio, causado por un equipo mal mantenido en una Unión Soviética que se desintegraba. No se puede aplicar la misma percepción a Fukushima, que tuvo lugar en una democracia moderna, desarrollada y tecnológicamente avanzada"
"Pero a pesar de todo esto", continúa Parr, "se falló en evaluar correctamente las advertencias sobre los peligros de terremotos y tsunamis. Esto cuestiona de forma más profunda la seguridad nuclear y demuestra el alto costo que un accidente de esta naturaleza inflige al país afectado".
Consultados por BBC Mundo, expertos del OIEA respondieron que "debido a la complejidad del tema, todavía es muy temprano para trazar una comparación definitiva" entre ambos accidentes, pero señalaron que en términos de radioactividad, Chernóbil emanó 6.618.000 terabecquerels (la cantidad de radioactividad se expresa en becquerels, que corresponden a una transformación nuclear por segundo), mientras que la planta japonesa emitió 370.000.
Como suele ocurrir con las cifras, más cuando son tan desparejas, más aún cuando la unidad de medida es tan desconocida para un público en general, lo importante es preguntarse qué significan estos números.
Lecciones del pasado
El accidente de Chernóbil involucró a un solo reactor de los cuatro con los que contaba la planta; Fukushima debió lidiar con problemas en tres de los seis que tenía, más los inconvenientes en las piscinas de combustible nuclear, pero en plena crisis doce meses atrás, las autoridades japonesas dejaron claro que a diferencia de lo ocurrido en Ucrania, todas las vasijas de sus reactores, encargadas de contener las barras de combustible nuclear, habían permanecido intactas.
"En Chernóbil, la explosión liberó isótopos de vida media o corta, es decir, que tardan entre pocos minutos y 30 años en desintegrarse, junto con isótopos de vida larga, plutonios y uranios que necesitan miles de años para hacerlo", explica el director técnico de Protección Radiológica del CSN.
Aquí estaría una de las principales diferencias entre un accidente y otro, sin olvidar la extensión del área afectada: 60 kilómetros en el caso japonés, 500 kilómetros en el caso ucraniano (aunque plantas y animales fueron incluso afectados en distancias más lejanas).
Según un informe de las Naciones Unidas, el accidente en Ucrania dejó 64 muertos hasta el último registro en 2008, aunque las discusiones continúan sobre cuántos más van a o morir por haber sido afectados 25 años atrás. Fukushima, por su parte, no ha registrado ningún muerto por exposición o contaminación radioactiva.
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Contenido relacionado20 de octubre de 2011
Los héroes de Fukushima reciben el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011
Toyohiko Tomioka, en el centro, junto al resto de héroes de Fukushima, en Oviedo. | Reuters
La lucha contra la crisis nuclear en Fukushima, provocada tras el tsunami que hace seis meses dejó en Japón más de 15.800 muertos y casi 4.000 desaparecidos -según los últimos recuentos-, se personifica en Oviedo estos días a través de los testimonios de dos policías, otro par de militares y un jefe de bomberos que entraron, junto a otras 200 personas, en el perímetro que tuvo al mundo en vilo durante varios días de marzo.
Lejos de considerarse "Héroes de Fukushima", como les define el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011, Toyohiko Tomioka, máximo responsable de bomberos al mano de las operaciones para tratar de enfriar los reactores en aquellos primeros momentos de lucha contra la radiación, explica que "parte de la cultura de Japón, es que cuanto más terrible es la situación, más da uno de sí mismo para los demás. Es la mentalidad japonesa. Ante una situación de catástrofe como esa, nadie pretende ser salvado sólo".
Más allá de los operarios de la central donde se provocó la mayor alarma nuclear desde Chernobil y de la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad, hubo familiares de alguno de los "liquidadores" o "samuráis nucleares" -aquellos que participan de alguna manera en zona de fuerte radiación en luchar contra la crisis- que criticaron que participaran también personas sin preparación.
Tomioka juega al rugby. "Cuando mi equipo gana nadie se atribuye lo que ha hecho o conseguido por sí mismo. Siempre es el conjunto", dice. Y traslada esta idea a la reacción del pueblo japonés. A él le tocó entrar en un coche blindado contra radiación en la central para decidir donde pondrían las estructuras para disparar los chorros de agua con los que enfriar el reactor dos. Un vehículo que por su blindaje tenía una visibilidad muy limitada. Tal es así que, "aunque estaba prohibido", tuvo que salir del vehículo para identificar el punto adecuado.
"Yo no tuve miedo y mis compañeros tampoco. Simplemente sentí la obligación moral, como persona y como trabajador, para llevar a la práctica todo lo que he aprendido y estudiado. Teníamos que defender nuestra patria", afirma. Pero al abandonar el perímetro, tras establecer el dispositivo para comenzar a enfriar los reactores y ver cómo sus compañeros tomaban el relevo en la zona más peligrosa, Tomioka se dirigió a los medios de comunicación: "Quiero pedir perdón a nuestras familias por el sufrimiento que pasan".
A principios de esta semana se halló plutonio fuera de los reactores en la central. Pero Tomioka no deja asomar ni una crítica a la gestión del Gobierno, ni de la compañía responsable de la central, y todo son agradecimientos ante la preocupación y la solidaridad recibida desde el extranjero: "Se está trabajando lo mejor que se puede, con presupuestos extraordinarios para limpiar terrenos, para ayudar a los damnificados"
Fuente:
18 de octubre de 2011
El cierre de la central de Fukushima se completará a finales de este año
Imagen de la central nuclear de Fukushima. | Reuters
El Gobierno japonés y la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) han asegurado este lunes que cierre de la central nuclear Fukushima-1 se completará a finales de este año.
Tanto TEPCO como el Ejecutivo nipón han sostenido que las temperaturas de los reactores 1, 2 y 3 se mantienen por debajo de los 100 grados y que la emisión de material radiactivo ha caído la mitad en el último mes. Los últimos exámenes situaban el índice de radiactividad en 100 becquerelios por hora.
De este modo, se revisará el calendario del programa de contención de la crisis nuclear activado a raíz del accidente en la planta nuclear de Fukushima, tras el paso del terremoto y el posterior tsunami en la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo.
El informe que reflejará dichos cambios será publicado este lunes, mismo día en el que Tepco remitirá al Gobierno las medidas de seguridad nuclear que aplicará para mantener el enfriamiento de la central durante los próximos tres años.
Asimismo, estas mismas fuentes han confirmado que una cubierta gigante de poliéster que recubrirá el reactor 1 será finalizado a finales de este mes.
El Gobierno japonés y Tepco han afirmado que las medidas para lograr la estabilidad necesaria para el cierre de Fukushima-1 están siendo implantadas de forma progresiva, según ha informado la cadena japonesa NHK.
Fuente:
15 de septiembre de 2011
Explosión en un complejo nuclear semisecreto de Francia
Las autoridades niegan que hubiera fugas radiactivas, pero no dan explicaciones precisas sobre lo ocurrido. Denuncian, además, que se ocultó información a la población.una planta atómica. Y la bolsa de Paris se desploma como producto de la explosión.
En Fukushima las causas fueron naturales: el terremoto y el tsunami causaron la tragedia. Pero aquí, en Francia, estamos ante un accidente industrial. De cualquier modo, para Conocer Ciencia, la energía nuclear NO es segura para la Humanidad.
Y, mientras tanto, crece eltemor en Francia por un incidente en
"No hay ningún riesgo de fuga radiactiva". "El accidente ha terminado". "Ni siquiera fue necesario confinar al personal del complejo nuclear". La Administración francesa descargó estos mensajes, en ráfaga, sólo unas horas después de la explosión e incendio de un horno de incineración de materiales radiactivos, que se produjo ayer dentro del inmenso complejo nuclear de Marcoule, a unos 285 kilómetros por carretera desde La Jonquera. El accidente dejó un muerto y cuatro heridos, según el balance oficial.
Todo comenzó con una explosión en uno de los dos hornos que la empresa Socodei-Centraco, filial del gigante eléctrico EDF, tiene en el sector sur del complejo de Marcoule, una impresionante área de 278 hectáreas. En ella se encuentran cinco reactores nucleares experimentales o militares paralizados, dos plantas de producción o tratamiento del plutonio militar, un laboratorio de residuos altamente activos y un inmenso basurero atómico.
La Administración llegó a alertar oficialmente de "riesgos de fuga"
La explosión se produjo antes de las 11.45 y desató un incendio que, según las versiones oficiales de la Administración, estuvo totalmente controlado a las 13.00 en esa zona del sector civil del complejo. La persona que falleció era un empleado que se encontraba al lado del horno donde, oficialmente, sólo se incineran y se acondicionan residuos metálicos de radiactividad baja o muy baja. El trabajador resultó totalmente carbonizado, aunque, según el Ministerio de Interior, "sin señales de contaminación radiológica". Otras cuatro personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico.
Hacia las 14.30, el Ministerio de Interior podía afirmar triunfalmente que el accidente había "terminado". Según las mismas fuentes, ni siquiera había sido necesario "confinar o evacuar" a los miles de asalariados de este complejo que se encontraban allí en el momento del accidente. Marcoule cuenta con una plantilla de 3.800 empleados fijos y 1.500 temporales.
Esa versión, no obstante, no concordaba con los testimonios recogidos por la versión online del diario regional Midi-Libre. Este periódico pudo contactar con las parejas de varios empleados que se encontraban en el centro hacia las 13.00 horas, quienes habrían afirmado que sí habían sido confinados y privados de información en sus despachos y plantas.
Parte del centro está clasificado como militar, sin control civil
Así, tras unas primeras horas de alerta máxima en las que la Administración francesa advirtió oficialmente sobre "los riesgos de fuga" radiactiva para las poblaciones locales, especialmente la vecina gran ciudad de Nimes, París intentó tranquilizar por todos los medios sobre lo ocurrido en el gigante situado a orillas del Ródano. Buena parte del complejo está clasificado como Instalación Nuclear de Base Secreta (INBS), esto es, base militar confidencial, que escapa a cualquier control de las autoridades civiles, incluida la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN).
Pese a esa carencia, la propia ASN anunciaba hacia las 16.00 horas que desactivaba los planes de emergencia y que el accidente había terminado. "El recinto implicado [el horno] no sufrió destrozos", no hubo fugas, y "este accidente no conlleva problemas radiológicos, ni acciones de protección de las poblaciones", concluyó la ASN al desactivar los planes de emergencia. El ministro de Industria, Eric Besson, se encargó de afirmar que EDF descartaba que se hubiera producido "cualquier fuga radiactiva o química" en la zona.
El horno de Socodei-Centraco siniestrado sirve para incinerar, fundir y acondicionar residuos nucleares metálicos de baja y de muy baja actividad que proceden de desmantelamientos de centrales o fábricas, de su funcionamiento normal en el día a día o de pruebas radiológicas en hospitales. El isótopo presente habitualmente en los materiales que se procesan en el horno es el cobalto-60.
EDF declinó detallar si el horno contenía material radiactivo cuando explotó
Material militar
No obstante, en el pasado, Socodei-Centraco ha sido sancionado por la ASN por no respetar los límites radiológicos del material que, normalmente, debe aceptar en sus hornos, cosa que podría indicar, según ingenieros nucleares independientes consultados por Público, que acepta en ocasiones incinerar material procedente de las instalaciones militares situadas a pocas decenas de metros, dentro del complejo de Marcoule.
La falta de información, a lo largo de la jornada, fue palpable. Contactada por Público, la dirección de EDF se negó a informar sobre si el horno accidentado se encontraba en funcionamiento o apagado en el momento de la explosión. Tampoco quiso dar la información de si estaba cargado con material radiactivo o no. Ninguna indicación fue suministrada sobre los niveles de radiactividad en el interior del recinto del horno.
Los Verdes y el Frente de Izquierdas intentaron ayer acelerar el debate sobre la energía nuclear en Francia, una discusión que en todo caso ya está abierta incluso entre las filas de los conservadores. Para el Frente de Izquierdas, por boca de su líder Jean-Luc Mélenchon, lo urgente, más allá del abandono del sector, es apostar por "una verdadera seguridad, que pasa por suprimir la externalización, la creación de filiales y de subcontratistas, y el regreso al 100% público", antes de "un referéndum" sobre las opciones energéticas en el país.
La secretaria nacional de Los Verdes, Cécile Duflot, afirmó que el Gobierno "se burla de la gente cuando dice que la explosión de un horno que incinera desechos irradiados no es un accidente nuclear" y exigió más transparencia al Gobierno.
Para intentar calmar un debate que crece, de cara a las elecciones presidenciales, en el país que produce en torno al 80% de su electricidad gracias a la energía atómica, la ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, efectuó a últimas horas de la tarde de ayer una visita televisada a las inmediaciones de la zona siniestrada.
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6 de septiembre de 2011
¿Podrá la energía de fusión salvar al mundo?
El JET, la máquina más grande del planeta que imita a las estrellas para obtener energía, comienza sus experimentos después de 22 meses de parón.
La energía de fusión tiene una propuesta impecable. Plantea imitar a las estrellas para obtener una fuente de energía inagotable, segura y limpia, una promesa de futuro para el mundo. De la misma forma que el Sol consigue mantenerse, se trata de unir partículas en vez de dividirlas, que es lo que hace la energía nuclear. El planteamiento es hermoso, pero su puesta en práctica complicada, muy ardua y, de momento, exageradamente cara. La esperanza en el desarrollo de este tipo de energía, hasta que un gigantesco laboratorio llamado ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional) se construya en Francia a mediados de la década de 2020, reside en el JET ( Joint European Torus), la máquina más grande del mundo para la fusión por confinamiento magnético, ubicada en Culhman (Inglaterra). Esta maravilla de la Física ha comenzado su primera serie de experimentos después de 22 meses en los que ha permanecido inactiva para mejorar su potencia e instalaciones.
Los investigadores, dirigidos por el físico británico Steven Cowley, responsable del centro para la Fusión de Culham, investigan la capacidad de la fusión para generar una energía segura, limpia, sin gases de efecto invernadero y prácticamente sin límites para las generaciones futuras. En realidad, la energía de fusión es el intento de imitar el proceso de liberación de energía que se produce cuando los núcleos atómicos ligeros se fusionan para formar átomos más pesados. Este proceso ocurre en las estrellas, y los físicos esperan que pueda ser reproducido en las plantas de energía de fusión en la Tierra. En un reactor de fusión, los núcleos de isótopos de hidrógeno, deuterio y tritio se fusionan para producir helio y neutrones a alta energía, pero hace falta que la temperatura ronde los 150 millones de grados, un proceso muy difícil de conseguir en el que intervienen campos magnéticos. El JET es la única instalación capaz de operar con una mezcla de deuterio y tritio, el combustible que se utilizará en el proyecto ITER.
Un pequeño ITER
Durante su etapa de descanso, el JET ha sido equipado con un nuevo muro, lo que le permitirá convertirse en la primera máquina de fusión que probará los materiales que serán utilizados en el ITER. Los científicos han cambiado aproximadamente 86.000 componentes, utilizando tecnología de manipulación a distancia. De esta forma, sabrán si lo que se proyecta para el gran reactor termonuclear de Francia responde a las expectativas. Es, en palabras de Francesco Romanelli, uno de los responsables del laboratorio, como «construir un pequeño ITER».
Otra de las mejoras realizadas en esta revisión real del proceso de fusión es un aumento del 50% de la potencia de calor. Con esta potencia extra, las temperaturas de chorro de plasma llegan más alto y acercarse a las condiciones del ITER.
Para los científicos, estas mejoras suponen un paso muy importante en un camino largo y tortuoso. En el año 97, el JET obtuvo 16 MW, suficiente para proporcionar energía a una localidad pequeña de 16.000 habitantes, aunque por poco tiempo. Ahora, el desafío es conseguir que sea energía sea más abundante y asequible. Europa gastará 6.000 millones de euros en el proyecto ITER, pero los expertos creen que, con suerte y si es que realmente funciona, la fusión no será masiva ni llegará a los hogares hasta la segunda mitad de este siglo, cuando existan cien reactores. Para algunos, ésta es la única fórmula para evitar un panorama energético inquietante en el que las centrales nucleares parecen inevitables y el carbón y el petróleo apenas durarán otros 200 años.
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29 de agosto de 2011
Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida
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RADIACTIVIDAD | A pesar de la descontaminación
Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida
Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace
Europa Press | Madrid
La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este lunes que los colegios de la región de Fukushima no son seguros aún, ya que la radiación supera en esos lugares los máximos de seguridad. Por ello, emplaza a las autoridades japonesas a retrasar el inicio escolar, previsto para el 1 de septiembre.
Un equipo de expertos de Greenpeace en protección radiológica ha certificado que los niveles de radiación superan los estándares internacionales para población infantil.
Las muestras tomadas los días 17, 18 y 19 de agosto revelan radiación de hasta 1,5 microsieverts por hora, es decir, 13,14 milisieverts por año (mSv/año), en una escuela que acoge niños desde preescolar hasta secundaria y que ya había sido descontaminada. Estos niveles están muy por encima de la tasa aceptada internacionalmente de 1 mSv/año para adultos, superior a la recomendada para niños.
Desprotección infantil
El equipo también examinó una muestra obtenida a un metro del suelo en un parque del centro de la ciudad de Fukushima. Ésta ha deparado hasta 2 milisieverts por hora (17,52 mSv/año) por lo que Greenpeace considera que los esfuerzos de las autoridades para la descontaminación "no han sido suficientes para proteger la salud de los niños".
"No se puede obligar a los padres a elegir entre dar una educación a sus hijos o exponerlos a altos niveles de radiación", ha declarado este lunes desde Tokio en rueda de prensa la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace Japón, Kazue Suzuki.
Sin embargo, las autoridades municipales han rechazado las acusaciones de Greenpeace alegando que los colegios son seguros conforme a las normas gubernamentales.
Tras la descontaminación
"Hemos terminado la descontaminación de los colegios y ya no hay altos niveles de radiación", ha señalado un portavoz de la Alcaldía, Yoshimasa Kanno, en declaraciones a Reuters. Además, ha considerado precipitado retrasar el inicio del curso escolar en las más de un centenar de escuelas de la ciudad debido a que Greenpeace haya hallado radiación en "solo tres".
Además, Greenpeace ha calificado el anuncio del Gobierno nipón de llevar a cabo un nuevo plan básico de descontaminación para Fukushima y su gran área metropolitana como "inadecuado" y considera que llega "demasiado tarde".
"El tan esperado plan de limpieza ofrece demasiado poco y además llega demasiado tarde. El primer ministro debe retrasar el inicio del curso escolar, trasladar inmediatamente a los habitantes de zonas altamente contaminadas y movilizar los miles de trabajadores que sean necesarios para conseguir que los niveles de radiación bajen todo lo posible por debajo de 1 mSv/año", ha añadido Suzuki.
Greenpeace ha destacado además las labores de descontaminación llevadas a cabo por las comunidades locales al margen de las iniciativas oficiales y que habrían conseguido reducir la radiación. "Encontramos un notable descenso de los niveles de radiación en una guardería de Fukushima, pero fue gracias a los esfuerzos de descontaminación llevados a cabo por las comunidades locales y las ONG", ha señalado el experto en radiación de Greenpeace Jan Vande Putte.
"Esto demuestra que es posible disminuir los niveles de exposición a la radiación para los niños, pero mientras no se haga es necesario impedir desde este mismo momento que se expongan innecesariamente a este riesgo radiológico", ha añadido.
Fuente:
19 de julio de 2011
Japón prohíbe la carne de Fukushima cuatro meses después del incidente nuclear
Especial: Seres vivos
Preocupación por los niveles de radiaciónUn trabajador alimenta a una vaca en Ishikawa-gun, en la prefectura de Fukushima
El Gobierno japonés ha anunciado la prohibición de la distribución y venta de carne producida en la provincia de Fukushima, cuatro meses después del terremoto y posterior 'tsunami' que causaron un serio accidente en una central nuclear de la zona.
El ministro portavoz, Yukio Edano, informó de la prohibición. Edano, citado por la agencia Kyodo, detalló que el Gobierno ofrecerá compensaciones a los ganaderos.
Según informaciones publicadas recientemente, 648 vacas, la mayor parte detectadas en esa misma región, fueron alimentadas con piensos contaminados con cesio radiactivo. Su carne fue vendida por todo Japón, lo que ha incrementado la ansiedad de los consumidores nipones.
Últimamente se han detectado 505 nuevos casos de animales alimentados con el forraje contaminado, que se unen a los 143 localizados desde el pasado 10 de julio, cuando se registraron por primera vez niveles de este isótopo radiactivo por encima de los permitidos en la carne de seis vacas procedente de Fukushima.
El Gobierno de Fukushima había pedido a sus ganaderos que dejaran de distribuir carne por el momento. De estos 505 ejemplares, 411 procedían de siete granjas en la provincia de Fukushima.
El pienso de una de estas siete explotaciones, situada en Motomiya, 57 kilómetros al noroeste de la planta, contenía 690.000 becquereles de cesio por kilo, 1.380 veces el límite permitido por el Gobierno nipón, y la máxima concentración registrada hasta el momento.
Fuente:El Mundo (España)
13 de junio de 2011
Detectados altos niveles de estroncio en el agua del mar cercana a Fukushima
Manifestación antinuclear celebrada en Tokio el pasado sábado 11 de junio. | Afp
Efe | Tokio
La operadora de la central nuclear de Fukushima, Tokyo Electric Company (Tepco), ha asegurado que, por primera vez desde que inició la crisis nuclear en Japón, han detectado niveles excesivos de estroncio en el agua del mar cercana a la planta.
La operadora aseguró que el nivel de estroncio-90 registrado en varías muestras recogidas en el mar frente a la central el pasado 16 de mayo, acumulan índices 53 veces superiores al estándar de seguridad del Gobierno, informó hoy la cadena nipona NHK.
Los análisis de Tepco, que normalmente requieren de tres semanas, también detectaron que el índice de estroncio-90 en las entradas de agua de mar de los reactores 2 y 3 de la central de Fukushima, acumulan un nivel 170 y 240 veces por encima del límite, respectivamente.
La operadora afirmó que en una de las muestras de agua recogidas el pasado 18 de mayo en el terreno de la central próximas al reactor 2 de la planta, marcaron niveles de 6.300 bequereles por litro, mientras que en la zona del reactor 1, los índices fueron de 22 bequereles por litro.
Los expertos advierten de que el estroncio, generado en la fisión de los átomos de uranio y cuya vida media es de 29 años, puede suponer un riesgo, ya que se acumula en los huesos y puede causar cáncer óseo y leucemia.
Por su parte, la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (NISA) aseguró que el resultado no sobrepasa sus expectativas ya que la sustancia se detectó en una de las playas de uso exclusivo de la central.
No obstante, la NISA anunció que realizará un exhaustivo control de monitorización al pescado y marisco que se encuentran en el área afectada.
El pasado mes de mayo, el Ministerio de Ciencia japonés realizó un análisis en el que no detectó ninguna sustancia radiactiva en el fondo marino, con muestras recogidas a 50 kilómetros al sur de la central y a 200 kilómetros al norte de Tokio.
Fuentes:
27 de abril de 2011
Cuando las bombas nucleares rompían los escaparates de Las Vegas
El 2 de febrero de 1951, a las 5:48 a.m., la bomba Baker-2 explotó a 1.100 metros sobre la superficie del desierto de Nevada con una fuerza de 8 kilotones. Era una de las primeras pruebas llevadas a cabo sobre el Nevada Test Site, apenas 100 kilómetros al norte de la ciudad, y pilló a algunos ciudadanos desprevenidos. La explosión fue visible desde Los Angeles, donde algunos fotógrafos avisados habían madrugado para ver la luz atómica en la distancia.
En apenas unos segundos, una luz se hizo visible en el cielo oscuro y la tremenda onda expansiva se extendió por la parte alta de la atmósfera hasta alcanzar localidades tan lejanas como Las Vegas. Para sorpresa de sus propietarios, un enorme escaparate de una tienda de muebles de la ciudad se hizo pedazos por la explosión. Como relata Richard Lee Miller en su libro "Under the cloud: the decades of nuclear testing", un vecino del centro de la ciudad dijo que su casa se había "sacudido como un cuenco de gelatina que hubiera sido pateado". En el norte de Las Vegas, en un barrio más cercano a la explosión, la onda expansiva destrozó todas las ventanas de dos casas.
Clint Mosher, reportero del International News Service, estaba en un restaurante del desierto, a muchos kilómetros de la explosión y describió después en una crónica cómo había sido aquel momento:
"Una intensa luz blanca, de color puro y que daba miedo mirar, se elevó en medio del desierto (...) Cinco segundos después la llanura, el cielo y las montañas se oscurecieron de nuevo... A las 5:51 se produjeron cinco largos e inciertos minutos tras la luz en el cielo. ... Un instante después hubo un profundo estruendo, como la artillería de una docena de ejércitos. Y entonces, dos segundos después, una gran corriente de aire de la que no había escapatoria golpeó las casas, sacudió las ventanas y arrancó el yeso de las paredes en algunas partes de la ciudad. ¡Swoooosh!. Fue como estar demasiado cerca de un cañón.
(...) Le pregunté a la camarera "¿Lo ha visto?"
"Sí", me dijo. "¿Cómo lo quiere? ¿Solo o con leche?" (Seguir leyendo)
Las autoridades concluyeron que la rotura de los cristales había sido una excepción y lo achacaron a la extensión de la onda expansiva de la explosión a través de la troposfera, lo que le permite viajar largas distancias y descender. En general, los vecinos de la entonces pequeña localidad se tomaron estas explosiones con la misma naturalidad con que aquella camarera servía el café.
El día de la detonación de Baker 2, la policía local registró un aluvión de llamadas durante la siguiente media hora, pero en ningún caso cundió el pánico. "Como ejemplo de la actitud relajada de la comunidad", asegura el departamento de energía en un documento oficial, "una revista citaba la actitud de un jugador del Golden Nugget que sintió la explosión de Able [la primera detonación del NTS], se detuvo, miró a su alrededor y dijo: "debe de ser una bomba atómica". Después de dio la vuelta y siguió jugando".
Aléjense de las ventanas
Después de la prueba que destrozó los escaparates, los militares detonaron una bomba mucho más potente llamada Fox (alrededor de 35 kilotones). Para evitar males mayores, las autoriades avisaron a la población y pidieron que se mantuvieran alejados de los ventanales si veían el resplandor de una explosión. La onda expansiva afectó esta vez a la localidad de Indian Springs, donde se rompieron alrededor de un centenar de ventanas y una casa sufrió daños importantes en sus puertas y en el tejado.
Tras las primeras pruebas, las explosiones se convirtieron en un fenómeno popular y la gente empezó a acudir de todas partes a ver el espectáculo. "Visitantes y residentes", asegura el Departamento de Energía (ver PDF), quedaron atrapados en una especie de atmósfera del 4 de julio, como si las pruebas fueran fuegos artificiales mayores y más espectaculares". La gente acudía de todas partes y aparcaban sus coches en las cunetas de las carreteras que ofrecían mejores vistas.
Para terminar, hay un fragmento del libro "Aventuras y desventuras del Chico Centella", de Bill Bryson (y que no me canso de recomendar) que explica fabulosamente el espíritu de aquella época:
"La gente estaba arrobada con la abrasadora majestuosidad y la potencia antinatural de la bomba atómica. Cuando el ejército empezó a hacer pruebas nucleares en el lecho seco de un lago en Frenchman Flat, en el desierto de Nevada, cerca de Las Vegas, aquello se convirtió en la principal atracción turística de la ciudad. La gente no iba a Las Vegas a jugar, o al menos no exclusivamente a jugar, sino a apostarse al borde del desierto, sentir que la tierra temblaba bajo sus pies y ver que el aire se llenaba con portentosas columnas de humo y polvo. (...)
En los años de mayor actividad se realizaron en Nevada hasta cuatro detonaciones nucleares al mes. El hongo nuclear era visible desde cualquier aparcamiento de la ciudad, pero la mayoría de visitantes preferían acercarse al borde mismo del área de pruebas, a menudo con comida para hacer un picnic, presenciar las pruebas y disfrutar de la nube de polvo posterior. Estamos hablando de grandes detonaciones. Las veían incluso los pilotos comerciales que sobrevolaban el océano Pacífico, a cientos de kilómetros de distancia. El polvo radiactivo a menudo barría Las Vegas y dejaba una capa bien visible sobre toda superficie horizontal. Al principio, después de una prueba, los técnicos del gobierno recorrían la ciudad enfundados en sus batas blancas pasando los contadores Geiger por todas partes. La gente hacía cola para ver lo radiactiva que era. Formaba parte de la diversión. Qué satisfacción daba ser indestructible."
Fuentes: "Under the cloud: the decades of nuclear testing" (Richard Lee Miller), Battlefield of the Cold War The Nevada Test Site (PDF), Broken windows in Las Vegas by Nevada nuclear weapon tests (Glasstone)
Ver también: Arqueólogos nucleares, guardianes de la destrucción (lainformacion.com), La patrulla que filmó el horror atómico, Volando en el interior de un hongo nuclear, El hombre que vio a través de sus huesos
Fuente:
Fogonazos