13 de septiembre de 2011
Medir la erosión natural de los terrenos de la Tierra, ¿un reto imposible?
Desde mediados de la década de 1980, las mediciones de berilio-10, un raro isótopo radiactivo que aparece en el cuarzo bombardeado con rayos cósmicos hasta pocos metros bajo la superficie terrestre, han mejorado mucho la capacidad de los geólogos para estimar las tasas de erosión. Pero estas mediciones experimentales han sido realizadas a escala local o regional, y usando una amplia variedad de métodos, constantes de cálculo y correcciones. Las comparaciones entre zonas climáticas y entre tipos de rocas han resultado difíciles, no permitiendo obtener una perspectiva global.
Ahora, los geólogos Paul Bierman y Eric Portenga, de la Universidad de Vermont, Estados Unidos, han usado estos datos dispares correspondientes a 20 años, recopilados en 1599 mediciones de 87 sitios de todas partes del mundo, y los han reprocesado con un solo y actualizado método.
Su trabajo proporciona la primera imagen amplia y estandarizada de las tasas de erosión geológica prehumanas.
A partir de este trabajo, será posible medir con fiabilidad las tasas antropogénicas de erosión de terrenos. Estas mediciones no son meramente de interés científico; resultarán vitales para ayudar a sostener a los nueve mil millones de personas que se prevé que vivan en la Tierra a mediados de siglo, ya que la conservación de las cualidades que hacen a un terreno apto para la agricultura pasa también por evitar su erosión excesiva. Y lo mismo sucede con los terrenos que sustentan masas de agua aprovechables para el consumo humano.
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Solo Ciencia
11 de septiembre de 2011
Perú: La erosión está acabando con las playas de Trujillo
Muchas playas del mundo se están acabando debido a la erosión, pero la situación en el turístico balneario de Huanchaco, en la provincia de Trujillo se está saliendo de las manos, ya que la playa rápidamente se queda sin arena.
Hasta hace 5 años, los habitantes de Trujillo podían acudir en masa a la típica playa Las Delicias, pero lamentablemente el escenario ya no es el mismo, ya que casi no queda playa ni arena debido a la erosión. La erosión marina viene hacer el desgaste de una superficie causada por el mar, es el concepto adecuado para ese problema que parece originado por la naturaleza.
Pero el biólogo pesquero y especialista en ecología Carlos Bocanegra dice que problemática de las playas peruanas se debe a “factores humanos”, como proyectos habitacionales que destruyeron las dunas que protegían las playas y los sedimentos y arena llevados por los humanos a los ríos Moche y Virú, los cuales hicieron disminuir el aporte de arenilla a las playas.
Otra causa según Bocanegra, son las viviendas que se construyeron en las lomas costeras, que son desérticas y que han perjudicado el transporte eólico de la arena, es decir, mediante el viento. A esto se suma que se dinamitó parte del Cerro Carretas, que era una cortina natural y que originó desplazamientos de arena hacia áreas sensibles a erosionarse.
Como cuarto factor y determinante para la desaparición de las playas trujillanas señaló a la construcción de la estructura portuaria donde se dinamitó parte del Cerro Carretas que era una cortina natural lo que originó, posteriormente desplazamientos de arena hacia áreas sensibles a erosionarse. Vía Canal Azul
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5 de mayo de 2011
El impacto (negativo) de los montañistas en la vegetación
Los escaladores de montañas están teniendo un impacto negativo en las plantas que crecen en los acantilados, aseguran un grupo de ecologistas.
En áreas donde existe una intensa actividad de montañismo, se deben poner en práctica planes de conservación de modo que algunos acantilados estén protegidos de escaladores, afirma la investigación publicada en la Revista de Ecología Aplicada del Reino Unido.
Las sierras de Jura de Suabia y Jura Francón son pequeñas cadenas montañosas en el este de Alemania y dos de las más importantes zonas de escalada del país.
Pero también estas sierras son el último reducto europeo de la Draba azoides (conocida popularmente como draba o hierba panadiza), una rara y pequeña planta de flores amarillas o blancas que crece en los acantilados de piedra caliza, donde forma rosetas como amortiguador.
Para saber cómo la escalada en la zona estaba afectando a la planta, los investigadores Frank Vogler y Reisch Christoph de la Universidad de Ratisbona, Alemania, compararon el número y la distribución de la draba en ocho acantilados que se han sido muy visitados durante los últimos 50 años, y en otros ocho acantilados "vírgenes", de similar tamaño y aspecto.
Los investigadores también evaluaron el ADN de las plantas para saber si los escaladores habían afectado a su variación genética.
Cambios genéticos
Según la Sociedad Ecológica Británica, los investigadores encontraron que en los acantilados con activa presencia de escaladores, las plantas eran más pequeñas y menos numerosas en la pared del acantilado pero más frecuentes en el pedregal, que son los fragmentos de roca quebrada en la base.
"La escalada afecta negativamente a estas plantas de manera directa. La erosión por el uso de cuerdas de escalada, repisas, así como tomas de pies y manos, obviamente lleva a una disminución en la abundancia de la especie", afirma el doctor Reisch.
Las pruebas genéticas también mostraron las huellas de los escaladores.
En los acantilados que han sido escalados existen mayores diferencias genéticas entre las plantas que viven a diferentes alturas que en los acantilados vírgenes, lo que significa que los escaladores no solo desplazan las plantas, sino que también se están moviendo sus genes por la roca.
Estos cambios genéticos podrían, a largo plazo, afectar la aptitud de las plantas para sobrevivir en un entorno al que se han ido adaptando por miles de años, asegura el estudio.
Montañistas ambientalistas
Básicamente este estudio propone que, para proteger la vegetación autóctona de los acantilados, algunos deben quedar fuera del alcance de los montañistas.
En países como el Reino Unido ya se toman medidas para minimizar el impacto de los escaladores sobre áreas protegidas.
El Consejo Británico de Montañismo (BMC, por sus siglas en inglés) explicó a BBC Mundo que ellos se aseguran de que sus miembros no ocasionen un impacto perjudicial en las áreas de escalada.
"Hay restricciones, como por ejemplo en áreas donde la vegetación es sensible a la escalada o en ciertas zonas donde anidan aves migratorias, entonces el acceso puede quedar prohibido", aseguró a BBC Mundo Tina Gardner, vocera de la organización.
"Además, los escaladores suelen ser muy conscientes de los problemas y bien informados sobre lo que pueden hacer para minimizar su impacto. De hecho muchos escaladores son expertos en conservación y vida silvestre", agregó la organización británica.
Debido a su inaccesibilidad, los acantilados se encuentran entre los pocos ecosistemas relativamente poco afectados por los seres humanos durante los últimos siglos.
Albergan una multitud de especies de plantas raras y en peligro de extinción y hacen una contribución importante a la biodiversidad regional.
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