Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta estres. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta estres. Mostrar todas las entradas

18 de agosto de 2011

¿Por qué el estrés nos abre el apetito?

¿Demasiado trabajo? ¿su jefe amenaza con despedirlo? ¿le agobian las deudas? ¿ya no soporta a sus veciones?... Si responde de manera afirmativa a una de estas preguntas USTED está estresado ¡y puede empezar a subir de peso! Lea:


Científicos del Hotchkiss Brain Institute (HBI), de la Universidad de Calgary (Canadá), han descubierto un mecanismo por el cual e
l estrés incrementa la recolección de comida en ratas. El hallazgo, publicado esta semana en Neuron, proporciona importantes pistas para explicar por qué el estrés podría ser uno de los factores que más contribuye a la obesidad.

Los investigadores Jaideep Bains y Quentin Pittman, observaron específicamente a las células nerviosas (neuronas) en la región del cerebro conocida como hipotálamo. Esta estructura es conocida por tener un importante rol en el control del apetito y el metabolismo y ha sido identificada como la región primaria responsable de la respuesta del cerebro al estrés. Normalmente, el cerebro produce neurotransmisores denominados endocanabinoides, que envían señales de unas células al otra para controlar el apetito.

En este trabajo, los investigadores han comprobado que, cuando no hay comida, se produce una respuesta de estrés que causa, de forma temporal, "recableado" funcional en el cerebro, que puede reducir la capacidad de los endocanabinoides para regular la ingesta de alimento y contribuir a aumentar el almacenamiento de comida. Sin embargo, cuando se bloquean los efectos de las hormonas del estrés en el cerebro, la ausencia de comida no causa ningún cambio en el circuito neural.

Según explica Bains, "estos descubrimientos pueden ayudar a explicar cómo la comunicación celular dentro de nuestro cerebro puede ser anulada en ausencia de comida". Esos mismos cambios pueden ser generados por el estrés inducido por la falta de alimentos. Si en el cerebro humano se produjeran cambios similares a los observados en los roedores, estos hallazgos podrían tener varias implicaciones para la salud humana. Según Pittman, "por ejemplo, si decidimos saltarnos una comida, el cerebro podría hacer que aumentara el apetito". "Es más, el hecho de que la falta de comida active una respuesta de estrés podría ayudar a explicar la relación entre el estrés y la obesidad", añade. En cualquier caso lo que está claro, concluyen los autores del estudio, es que “la ausencia de comida provoca cambios dramáticos en la forma en que nuestras neuronas se comunican unas con otras”.

Fuente:

Muy Interesante

13 de julio de 2011

El estrés de vivir en la ciudad

[Adaptado de un artículo original de Daniel P. Kennedy & Ralph Adolphs publicado en Nature ]

El paisaje de la sociedad humana está cambiando drásticamente. En 1950, sólo el 30% de la población mundial vivía en zonas urbanas, mientras que hoy, más del 50% de nosotros lo hacemos y para el año 2050 se espera que esta cifra haya subido a casi el 70%1. Y, así como el aislamiento social es bien sabido provoca que efectos perjudiciales2, también extremo opuesto los tiene: el hacinamiento puede provocar estrés y enfermedades en las especies que van desde los insectos o roedores3, hasta los primates, incluyendo humanos4. En particular, en los seres humanos, las enfermedades mentales están significativamente relacionadas con el medio ambiente urbano: vivir en una ciudad aumenta el riesgo de depresión y ansiedad, y la tasa de la esquizofrenia es mucho mayor en las personas nacidas y criadas en ciudades5. Lederbogen et al.6 han publicado un estudio de resonancia magnética funcional para investigar por primera vez las estructuras específicas del cerebro humano que se ven afectados por la vida urbana.

Los participantes en el estudio vivían o habían vivido en lugares que van desde zonas rurales hasta grandes ciudades (Fig. 1). Los autores midieron la actividad cerebral regional, mientras los participantes realizaban una prueba sometidos a estrés social -la resolución de problemas aritméticos difíciles bajo presión de tiempo y con la retroalimentación negativa del experimentador. Esta tarea no sólo aumentó la frecuencia cardiaca de los participantes, su presión arterial y los niveles salivales de cortisol, la hormona del estrés, sino que también dio lugar a una importante actividad en las estructuras cerebrales que están involucradas en las emociones y el estrés.


Figura 1. Las condiciones de vida fueron clasificadas como zonas rurales (a), ciudades con más de 10.000 habitantes (b) y ciudades con más de 100.000 habitantes (c). Los resultados obtenidos sugieren que la vida en la ciudad afecta a la respuesta del cerebro al estrés.

De las regiones del cerebro que se activaron, dos fueron de particular interés: la activación de la amígdala, que se correlacionó con el tamaño de la ciudad en la que una persona actualmente reside; y la activación de la corteza cingulada anterior perigenual (PACC), que se correlacionó con el tiempo que los participantes habían vivido en una gran ciudad durante su infancia. La educación urbana también afectaba a la fuerza de la correlación funcional entre la amígdala y la PACC: los que habían pasado más tiempo durante su crecimiento en grandes ciudades mostraban una reducción de la conectividad funcional entre estas dos regiones.

Estas dos regiones y sus interacciones son importantes porque ya habían sido encontrados en otros estudios: un patrón similar de reducción del acoplamiento amígdala-PACC ha sido previamente asociado con el riesgo genético a sufrir trastornos psiquiátricos7, y la activación de la amígdala ha sido recientemente vinculada tanto al tamaño de las redes sociales8 como a la percepción de violación del espacio personal9. En conjunto, estos hallazgos y los del presente trabajo sugieren que el circuito corteza cingulada-amígdala es donde podrían converger la predisposición genética y ambiental a las enfermedades mentales.

En este estudio también se encontraron grandes variaciones en las preferencias individuales para vivir en la ciudad, y en la capacidad de las personas para hacer frente a este tipo de vida: algunos son felices en Nueva York, mientras que otros lo cambiarían inmediatamente por vivir en una isla desierta. Los psicólogos han encontrado que un factor que explica bastante esta variabilidad es el grado de control percibido que la gente tiene sobre su vida diaria10. La amenaza social, la falta de control y la subordinación, son todos posibles candidatos para provocar los efectos estresantes de la vida en la ciudad, y probablemente expliquen gran parte de las diferencias individuales observadas.

Pero a pesar de que los aspectos negativos de la vida en la ciudad se han destacado mucho, la vida en la ciudad no es siempre mala. En muchos países, por ejemplo, los estudios sobre la compleja relación entre la urbanidad y el suicidio muestran tasas más altas de suicidio en las zonas rurales que en ciudades11. Aunque hay varias posibles explicaciones para este caso, lo más probable es que esté relacionado con que en las ciudades existe un entorno social más rico, más estimulante y más interactivo, una red más amplia de apoyo social y un acceso más fácil a la atención médica.

Hacen falta nuevos estudios que complementen el trabajo de Lederbogen y su equipo y que podrían dirigirse a investigar los efectos positivos de la vida de la ciudad con más detalle y comenzar a hacer recomendaciones para la planificación urbana –espacios verdes, zonas peatonales, regulación del tráfico,…- y la arquitectura –pisos más amplios, mejor situados… Dada la creciente población mundial (estimada en 7000 millones para el próximo otoño), el hecho de que viviremos principalmente en las ciudades parece ineludible, por lo que es de vital importancia el comprender los efectos que estas condiciones de vida tienen en la salud mental humana y como se pueden mejorar.

Fuente:

La Bitácora del Beagle

9 de marzo de 2011

¿Qué es el "sindrome de la vida ocupada"?

¿Se te olvida con frecuencia dónde dejaste las llaves, o dónde aparcaste el coche? ¿Te cuesta recordar los nombres de las personas con las que te relacionas? Es posible que sufras el “Síndrome de la vida ocupada”.



Así han denominado los investigadores del CPS Research, un centro de investigación de Glasgow (Escocia), al problema de desmemoria y falta de concentración que padecen muchas personas como consecuencia de un estilo de vida frenético, con múltiples ocupaciones en el hogar o el trabajo y el bombardeo incesante de información procedente de teléfonos móviles, televisión, radio, internet…

Ante esta situación, los investigadores han puesto en marcha un estudio clínico bautizado "Eureka" para tratar de averiguar si este tipo de olvidos - que no deben ser confundido con una pérdida seria de memoria, la cual sí puede estar relacionada con la demencia presenil- pueden ser tratados con una dosis baja de un fármaco que se usa para tratar Alzheimer, la memantina.

Fuente:

Muy Interesante

19 de noviembre de 2010

Placer contra el estrés

Un estudio de la Universidad de Cincinnati (EE UU) revela que las actividades placenteras, como el sexo o la comida, reducen el estrés inhibiendo la respuesta de ansiedad en nuestro cerebro. El efecto dura hasta siete días, según afirman los autores en el último número de la revista PNAS.

En sus experimentos, la investigadora Yvonne Ulrich-Lai y sus colegas del Laboratorio de Neurobiología del Estrés suministraron una solución de agua con azúcar a un grupo de ratas durante dos semanas para, a continuación, estudiar su respuesta fisiológica y su comportamiento ante situaciones de estrés. En comparación con los roedores que no habían tomado azúcar, mostraban un ritmo cardíaco disminuido y menos nivel de hormonas del estrés en su sangre. Los mismos efectos aparecían cuando el agua estaba edulcorada con sacarina. “Son las propiedades placenteras de las comidas apetecibles, y no las calorías, las que reducen el estrés”, asegura Ulrich-Lai.

Los científicos registraron también la actividad de una estructura cerebral, el del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA), que responde en situaciones de estrés. Y comprobaron que el cerebro de las ratas expuestas a actividades placenteras, como consumir bebidas dulces o practicar sexo, respondía con menos intensidad al estrés que el de sus compañeras.

Fuente:

17 de octubre de 2010

Las canas y el sindrome de María Antonieta




Así se le llama, sin más, el Síndrome de María Antonieta; es esa historia que se cuenta de que una noche de terror nos lleva a un amanecer de pelo blanco. La Reina María Antonieta fue condenada a la guillotina por el Terror, en la Revolución Francesa, y fue la última noche antes de subir al cadalso la que encaneció su pelo.


Gerald Weissmann, editor del FASEB Journal, asegura que algo parecido, no tan espectacular, les ha ocurrido a Barack Obama y a Sarah Palin después del verano de 2009, marcado por un duro debate político sobre el sistema de salud de Estados Unidos.

Ambos llegaron al otoño con más canas de las que tenían en primavera. Es decir, está asumido que el estrés (¿es comparable el estrés que provoca el debate político y la pena de muerte) provoca canas. Por cierto, la literatura, la historia, y en menor medida la bibliografía médica, abundan en anécdotas sobre cómo el terror emblanquece las sienes, la barba o todo el pelo de la cabeza, que es el habitualmente visible sin provocar escándalo. J.E. Jelinek, de la Universidad de Nueva York, hizo una interesante revisión de todo esto en 1972. Allí desfilan la Biblia, Shakespeare, sir Walter Scott, Carlyle o Lord Byron. Fernando el Católico y su nieto, Carlos V, están entre los soberanos que perdonaron a delicuentes condenados a muerte al descubrir, en la mañana de la ejecución, como habían encanecido en la espera. Pero este síndrome, este súbito encanecimiento por el estrés, todavía está en debate entre los expertos en este campo.

Ahora nos podemos preguntar cuál es el mecanismo que convierten el pelo en canas. Si es por envejecimiento, según nos explican J.M. Wood y su grupo, de la Universidad de Bradford, en Inglaterra, se deben al agua oxigenada (o peróxido de hidrógeno) o a los radicales libres, en general. Es curioso que se utilice el agua oxigenada para aclarar el pelo y que sea este el mecanismo natural de aparición de las canas. El pelo es oscuro porque lleva melanina, y ésta es producida por unas células especializadas llamadas melanocitos. En el proceso de síntesis de la melanina aparece, como subproducto, agua oxigenada que es tóxica y es eliminada por la enzima catalasa. Con el envejecimiento, se fabrica menos catalasa, aumenta la concentración de agua oxigenada y el pelo pierde color según se forma y crece.
Por otra parte, hay multitud de estresantes que dañan el ADN: desde radiaciones hasta productos químicos, desde la luz ultravioleta a las radiaciones ionizantes, desde los agentes que producen mutaciones hasta moléculas que produce nuestro organismo (por ejemplo, el agua oxigenada). Ken Inomata y su equipo, de la Universidad Kanazawa de Ishikawa, en el Japón, utilizan radiaciones en ratones para estudiar este fenómeno. Comentan que el ADN de una célula puede llegar a tener, en un día, unos 100000 encuentros con sucesos que pueden dañar su ADN. Habitualmente, el ADN dañado en una célula supone la puesta en marcha de mecanismos de la propia célula que o reparan el ADN o la suicidan.

Antes he mencionado los melanocitos como células de síntesis de la melanina y, en último término, del color de los cabellos. Cuando un melanocito desaparece, se diferencia otro a partir de la división de una célula madre de melanocitos; esta división nos da el melanocito que falta y una célula madre que permanece para dividirse en más melanocitos en el futuro, cuando sea necesario.

Sin embargo, en el envejecimiento, las células dañadas por el estrés no son reemplazadas por el resultado de la división de la célula madre sino por la propia célula madre que se convierte en melanocito. Esto significa que, según van desapareciendo las células, no hay lugar para producir nuevos melanocitos, estos serán cada vez menos, habrá menos melanina y el pelo terminará blanco.

En resumen, en el envejecimiento, las canas provienen de agua oxigenada y radicales libres, por falta de catalasa, y en el segundo desaparece, por la radiación y daños en ADN, de las células madre origen de los melanocitos, y a menos melanocitos, menos melanina.

Fuente:

La Biología Estupenda

6 de julio de 2010

Estudio dice que el matrimonio estresa más que el trabajo


Martes, 06 de julio de 2010

Estudio dice que el matrimonio estresa más que el trabajo

Ayer matrimonio, sacramentom
¡que bonita fiesta! ¡Warmi Fiesta!

Más despues de la fiesta de casados,
llegan los pesares, vida mía...

Letra de "Warmi Fiesta" (Fiesta de Matrimonio), huayno de Huaraz (Ancash - Perú)


En una investigación realizada en Inglaterra, más de la mitad de las personas dijeron sentirse más tensas con sus parejas que con sus jefes. Pero en las mujeres, el estrés provocado por el matrimonio es mayor y trae consecuencias graves a su salud, como enfermedades cardíacas, colesterol y obesidad. ¿Qué tan peligroso puede ser un marido?

Llegar a la casa después del trabajo, sacarse el abrigo y tirarse en la cama con relajo puede no ser más que una ficción para el 58% de los casados, los que según el estudio de salud y bienestar -realizado por Phillips y publicado en el diario inglés Daily Mail- sienten que sus parejas los estresan más que sus jefes (43%).

Entre las 3.000 personas encuestadas, las mujeres resultaron ser las más afectadas por el llamado estrés matrimonial: el 18% dijo que sus maridos las estresaban más que cualquier cosa, mientras sólo un 12% de los hombres sentía lo mismo por ellas. ¿Por qué?

Mujeres más perjudicadas

El simple hecho de estar casado puede alargar la vida, según un estudio publicado en el Journal de Fisiología y Compartimiento. La investigación reveló que el matrimonio puede bajar el riesgo de muchas enfermedades, incluidos cáncer, problemas coronarios y hasta influenza. Esto porque, como dice el estudio, la mayoría de los casados se incentivan uno a otro a comer sano, hacer ejercicio, tomar vacaciones y escoger un estilo de vida saludable.

Pero aun cuando el matrimonio puede aumentar la expectativa de vida para ambos géneros, este beneficio es cinco veces mayor para los hombres, pues las mujeres son las que más tienen que perder cuando el matrimonio pasa por malos momentos.

Como explica la sicóloga del Instituto Chileno de Terapia Familiar, Susana Ifland, "el estrés matrimonial para las mujeres conlleva mucho más, porque la ruptura de la pareja derivaría, la mayoría de las veces, en otros problemas, como bajar su estatus socioeconómico, cambiarse de casa, sacar a los hijos del colegio y enfrentar que ha postergado e interrumpido su carrera laboral por sus embarazos y la familia".

Aunque para los hombres una separación también es difícil, "porque generalmente pierden su estabilidad, se quedan sin la familia y sin el mundo social", ellos -según Ifland- no lo anticipan, por lo que no se estresan tanto por eso.

¿Con qué sí? Con la posibilidad de perder el trabajo, "porque es su principal fuente de autoestima y desde niños han estado orientados al logro, a conquistar y a lo que pueden lograr con su esfuerzo", dice la sicóloga experta en parejas.

Lea el artículo completo en:

La Tercera

4 de mayo de 2010

Un alto en el trabajo ayuda a recuperar la vitalidad y mejora las relaciones familiares


Martes, 04 de mayo de 2010

Un alto en el trabajo ayuda a recuperar la vitalidad y mejora las relaciones familiares


Un alto en el trabajo ayuda a recuperar la vitalidad y mejora las relaciones familiares
  • La presión laboral genera mayores problemas en la salud.
  • Buscar hueco para el humor y olvidarnos de los "debería", son claves.
  • Lo dice un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid

Un equipo de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) asegura que la oportunidad de tomar un descanso durante la jornada laboral ayuda a mejorar la vitalidad y a que los problemas en el trabajo no afecten tanto a la vida familiar.

El estudio se ha publicado en la revista Journal of Vocational Behavior. Su autora, la investigadora Ana Sanz, señala que la falta de recuperación genera espirales negativas para el bienestar y, de hecho, la presión laboral diaria favorece un mayor conflicto entre el trabajo y la familia, así como mayor sensación de agotamiento.

Dado que las variables relacionadas con el estrés y el bienestar pueden fluctuar de un día a otro, los autores del estudio diseñaron un diario en el que los trabajadores, procedentes de diversos ámbitos profesionales, contestaban a una serie de preguntas durante toda una semana laboral, tres veces al día (antes de ir a trabajar, al salir de trabajar, y antes de acostarse).

De este modo, comprobaron que la oportunidad de tomar un descanso durante la jornada laboral ayuda a que exista una relación positiva entre la vida laboral y familiar, además de aumentar la vitalidad.

Igualmente, explica Ana Sanz, se ha demostrado cómo la expresión de emociones juega un papel importante en nuestra vida diaria. En concreto, parece existir un patrón diferencial en función del contenido de la expresión emocional (negativo o positivo), así como del lugar en el que se expresa dicha emoción (el ámbito laboral o el personal).

Así, el expresar emociones positivas, ya sea en el trabajo o con los amigos o familiares, ayuda a establecer una buena conexión entre estos dos ámbitos, y hace sentir a las personas con mayor energía al acabar el día. Sin embargo, expresar emociones negativas al salir de trabajar, hace que la persona se sienta más agotada.

Este estudio revela por tanto una serie de implicaciones de carácter práctico ya que, por una parte, en línea con investigaciones previas, parece claro que la presión laboral genera mayores problemas de salud en los trabajadores. En este sentido, "los descansos durante la jornada laboral son un modo de recuperarse de las presiones, reponiendo fuerzas para continuar el día".

"Buscar un hueco para el humor y para olvidarnos de los 'debería', son algunas de las claves para enfrentarnos a las responsabilidades diarias", explica esta autora en un comunicado.

Fuente:

20 Minutos

28 de abril de 2010

El que rie... ¡vive mejor!

Miércoles, 28 de abril de 2010

El que rie... ¡vive mejor!

Si tienes que escoger entre pasar 20 minutos pedaleando en una bicicleta o 20 minutos riendo a carcajadas, o a mandíbula batiente, opta por lo segundo.


Según un estudio realizado por el estadounidense Lee Berk y presentado ayer en la conferencia de Biología Experimental que se celebra en California, 20 minutos diarios de risa, disfrutando la experiencia, equivalen a 20 minutos de ejercicio.

Para descubrir los efectos de la risa frecuente sobre el organismo, Berk y su equipo de la Universidad de Loma Linda, en Estados Unidos, seleccionaron a un grupo de 14 personas sanas, las cuales fueron expuestas a un video de 20 minutos de duración a su elección entre programas humorísticos como Saturday Night Live, Seinfield y el Show de Bill Cosby. Al inicio y al final de esta sesión fueron medidos sus niveles de hormonas del estrés, presión arterial y colesterol en la sangre.

Así constataron que la risa logró reducir de 120 a 110 la presión sanguínea sistólica. Además, la concentración de colesterol "malo" en la sangre bajó de 168 a 162 mg/dl. Estos beneficios estarían asociados a una reducción en los niveles de cortisol y adrenalina, hormonas responsables del estrés.

Mejora el ánimo y el apetito

Por otro lado, las carcajadas ayudan a mejorar el estado de ánimo general y a reforzar las defensas del organismo al incrementar la producción de anticuerpos y la actividad de los linfocitos T y de las “células asesinas” (NK). Todos estos efectos no fueron observados tras exponer a los mismos pacientes a un video de 20 minutos con imágenes de la película "Rescatando al Soldado Ryan".

Otra consecuencia atribuida a la risa es la modificación de los patrones de apetito. Al igual que el ejercicio físico, la risa reduce los niveles de leptina, hormona encargada de la sensación de saciedad, y eleva los niveles de grelina, sustancia responsable del apetito. Esto puede ser útil para aquellas personas que han perdido las ganas de comer, debido, por ejemplo a una depresión o a alguna dolencia crónica.

Fuente:

Muy Interesante

15 de diciembre de 2009

¿Por qué fallamos un penal?


Martes, 15 de diciembre de 2009

¿Por qué fallamos un penal?

El penalti, penal o tiro penal es la máxima pena que se puede aplicar en diversos deportes de balón, consistente en un lanzamiento sin barrera, desde una distancia prefijada, con la oportunidad de obtener un gol directo y con la única oposición del arquero (guardameta/portero).

Conocer Ciencia les presenta una antología de tiros de penal que fallaron, tal vez le den gansas de decirles %&%$&!!!



Un estudio británico podría explicar por qué los equipos ingleses de fútbol pierden los partidos en los lanzamientos desde el punto de penalti. Los resultados podrían ayudar tanto a la selección que dirige Fabio Capelo como a otros combinados a llegar lejos en el próximo Mundial de Suráfrica.

Según publican investigadores de la Universidad de Exeter en el último número de la revista Journal of Sport and Exercise Psychology, la clave de su estudio reside en los efectos de la ansiedad en el movimiento de los ojos del futbolista cuando se dispone a lanzar el balón. En concreto, el estudio muestra que cuando los jugadores que lanzan el penalti están nerviosos, su mirada se centra en el portero durante más tiempo que si se sienten relajados. Y esta conducta del ojo hace que tiendan a lanzar la pelota al centro de la portería, en lugar de en las zonas óptimas para el gol, facilitando al portero detener el disparo.

"En una situación de alto estrés, estamos más predispuestos a centrarnos en cualquier estímulo desafiante y concentrarnos en él”, explica el profesor Greg Wood, que cree que los entrenadores podrían aplicar técnicas de entrenamiento que habituasen a los jugadores a no dejarse llevar por este efecto a la hora de ejecutar una pena máxima.

Fuente:

Muy Interesante

12 de diciembre de 2009

La Navidad perjudica la salud




Las vacaciones navideñas no son tan entrañables como las pintan. Al menos para nuestra salud. Científicos de la Universidad de Pitssburgh y la Universidad Wunnipiac han demostrado que nuestros hábitos alimenticios cambian sustancialmente durante los fines de semana y las vacaciones. Tras analizar el comportamiento de los consumidores durante dos años seguidos, Jeffrey Inman y sus colegas han demostrado que en esos días no sólo aumenta el consumo de calorías sino que también se reduce el valor nutricional de los alimentos consumidos. En otras palabras, la pirámide alimenticia se trastoca totalmente. Los científicos aseguran que esto les sucede incluso a personas que llevan una dieta estricta, y en la revista Journal of Public Policy & Marketing advierten que es imposible combatir la “epidemia” de obesidad sin tenerlo en cuenta. Por eso han recomendado al Departamento de Agricultura Estadounidense que, en sus próximas campañas para una alimentación sana, incluya pautas específicas para sábados, domingos y festivos.

Enfermedades

Por otra parte, según un estudio que publica este mes la revista Journal of Leukocyte Biology, el estrés que supone el reencuentro familiar agrava las enfermedades autoinumnes y hace que infecciones latentes emerjan durante estas fiestas. “Es necesario que nos concentremos en entender cómo dos sistemas diferentes, el inmune y el nervioso, interactúan de esta manera”, concluyen sus autores.

Veamos que opinan especialistas peruanos sobre las navidades y sus efectos en la salud.

Depresión
Pedro Morales, fundador del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, señala que las fiestas navideñas son una etapa del año en el que se mueven muchos sentimientos. “Al estar en juego tantos afectos se puede generar un cuadro depresivo entre las personas que se encuentran frustradas”, explica el psicoanalista.
Asimismo, el ser el último mes del año tiene mucha relación con esta tendencia. “Se suele hacer un balance del año y los depresivos toman más en cuenta lo negativo”, señala Saravia. Esa depresión empieza con la llegada de diciembre y suele extenderse hasta la primera semana de enero.
Estrés

Pero la depresión no es el único regalo no deseado en la Navidad. La preocupación por pasar una fiesta inolvidable también se traduce en estrés navideño.
Juan José Bustamante, director del Instituto Peruano de Estudios Budistas, afirma que el significado de la Navidad ha variado. “La enseñanza de Jesús que dice: “amaos los unos a los otros” se ha transformado en “regalaos los unos a los otros””, señala Bustamante, profesor que imparte talleres de meditación y seminarios relacionados con estas fechas.
Morales coincide con Bustamante en que la sensación de tener que regalar algo genera estrés y es una herencia de la sociedad de consumo.
Seguridad y tránsito

Pero el aumento del estrés también se debe a factores externos como el aumento de los robos o el congestionamiento del tráfico.
Ante esa situación, algunas municipalidades como las de Miraflores, La Victoria y Lima Metropolitana tienen planes para lidiar con esos problemas.
En el caso de Miraflores se ha establecido un Plan de Seguridad Ciudadana que incluye una mayor presencia de serenos en las calles del distrito para evitar robos. En el caso de La Victoria se ha diseñado el Plan Gamarra Navidad 2009 para brindar seguridad en ese emporio comercial durante las fiestas. Asimismo, el Concejo de Lima Metropolitana tiene el Plan Navidad Segura 2009 que incluye la presencia de 1.300 funcionarios dedicados a brindarle asistencia y seguridad a los compradores. Eso esperamos.

En conclusión

Conocer Ciencia recomienda:

1. No abuse de las comidas en estas vacaciones. Piense en el verano y en esa ropa de baño que quiere estrenar.

2. Controle su ingesta de alcohol. Si bebe no conduzca. Recuerde que los accidentes de tránsito se multiplican en la época de fiestas.

3. No se estrese buscando regalos o endeundándose con las tarjetas de crédito. No caiga en las tendencias consumistas de la época.

4. Si se siente deprimido busque compañía: familiares, amigos, un perro. O lea. Sí, lea, cualquier cosa: novelas, cuentos o "Condorito".

Tenga presente que la navidad es un invento cultural de un determinado grupo de seres humanos y no tiene por que condicionar sus comportamiento. Piense además en cómo se mercantilizan estas fechas, donde, aduciendo paz, amor y prosperidad pretenden quitarnos todo nuestro dinero con artículos que quizás ni siquiera necesitamos.

5. Si siente que no ha cumplido sus metas de este año (o que no ha cumplido sus metas durante muchos años) no se preocupe, es usual que sintamos esto a finales de un año. A veces sentimos que se cierra un ciclo y que se inaugura uno nuevo. Planifique sus actividades, de manera objetiva y factible, para el 2010.

Para planificar sus actividades del 2010 les dejo una matriz de planificación de SU futuro. Es una herramienta diseñada para jovenes de últimos grados de secundaria y primeros años de universidad. ¡Pero si ustede quiere reinventarse no dude en hecharle un vistazo! En un año, el documento, ha recibido más de 12 000 lecturas y más de 300 descargas.

Fuentes:

Muy Interesante


El Comercio

Plan de Vida (Scribd)

10 de noviembre de 2009

El estrés produce cambios en los genes

Martes, 10 de noviembre de 2009

El estrés produce cambios en los genes

Un estudio realizado en ratones muestra que las experiencias de estrés y traumas pueden tener un impacto futuro en los genes, lo cual puede resultar en problemas de conducta.

Ratones

Para causarle estrés, los ratones fueron separados de sus madres al nacer.

Los científicos del Instituto de Psiquiatría Max Planck, en Munich, Alemania, descubrieron que el estrés produce hormonas que "cambian" los genes y esto, según afirman en la investigación publicada en Nature Neuroscience- puede causar trastornos cognitivos y de comportamiento más tarde en la vida.

El hallazgo, dicen los especialistas, podría conducir a un nuevo entendimiento de la forma como el estrés y los traumas en los primeros años de vida pueden conducir a trastornos como la depresión en el largo plazo.

Los científicos provocaron estrés en ratones recién nacidos separándolos de sus madres y llevaron un registro de cómo esa experiencia los afectó con el paso del tiempo.

"Separamos a los cachorros durante tres horas cada día durante sus primeros diez días de nacidos", explicó a la BBC el doctor Christopher Murgatroyd, quien dirigió la investigación.

"Ésta es una experiencia de estrés moderado, y los animales no se vieron afectados en el nivel nutricional, pero sí debieron sentirse abandonados".

Detalles moleculares

Los científicos descubrieron que los ratones que habían sido "abandonados" al nacer se mostraron menos capacitados para enfrentar situaciones de estrés a lo largo de su vida.

Y también encontraron que la memoria de estos animales era más pobre.

Tal como explica el doctor Murgatroyd, lo que hallaron fueron "detalles moleculares" que reflejan exactamente cómo la experiencias estresantes pueden programar la conducta a largo plazo.

Específicamente, los investigadores analizaron las diferencias en un gen que actúa sobre una hormona llamada arginina vasopresina (AVP), la cual está asociada al ánimo y a las conductas cognitivas.

Descubrieron que los ratones que habían sido sometidos a estrés temprano -y que exhibieron las esperadas diferencias hormonales y de comportamiento- mostraron también cambios en la región del cerebro que regula al gen AVP.

Estos efectos -explica el científico- son los llamados "cambios epigenéticos", es decir, cuando una experiencia del entorno como el estrés o trauma en los primeros años de vida puede cambiar el ADN de algunos genes.

"Se trata de un mecanismo de dos pasos", afirma el doctor Murgatroyd.

Ajuste del ADN

Cuando el bebé ratón está estresado, produce altos niveles de hormonas vinculadas con ese estado.

Niño dibujando

Se cree que las experiencias traumáticas durante la niñez conducen a trastornos como la depresión en la adultez.

Estas sustancias pueden causar un "ajuste" en el ADN de una hormona específica, la AVP.

"Esto deja una marca permanente en el gen de la vasopresina -señala el investigador-, el cual queda programado para producir en el futuro altos niveles de la AVP".

Para confirmar que, en efecto, la AVP era la responsable de los problemas de conducta y memoria en los animales, los científicos llevaron a cabo más estudios cuando los ratones eran adultos.

Hallaron que si se les suministraba un fármaco que bloquea los efectos de la hormona, la conducta de los animales regresaba a su estado normal.

Ahora los científicos están investigando si los traumas que el ser humano experimenta en la niñez pueden conducir a trastornos como la depresión.

El profesor Hans Reul, neurocientífico de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, afirma que este trabajo "es una contribución valiosa a las investigaciones sobre los efectos de largo plazo del estrés infantil".

"Hay evidencia clara de que adversidades como el abuso o el abandono durante la niñez contribuyen al desarrollo de enfermedades psiquiátricas como la depresión", dijo el científico a la BBC.

"Y este estudio pone de manifiesto la importancia de la investigación de los mecanismos epigenéticos en los trastornos relacionados con el estrés".

Fuente:

BBC Ciencia y Tecnología

5 de noviembre de 2009

Sin dolor no te haces feliz


Jueves, 05 de noviembre de 2009

Sin dolor no te haces feliz

Una de las canciones más populares de grupo chileno La Ley es "El Duelo", el estribillo de la canción reza sin dolor no te haces feliz...



La ciencia le da la razón al coro de la canción. Lea:


Investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco aseguran que las personas que trabajan duro para desarrollar una técnica o habilidad, como resolver un problema matemático o aprender a conducir, pueden experimentar estrés intenso durante el aprendizaje, pero a largo plazo son más felices que quienes no sufrieron. Ya lo dice el refranero: la letra con sangre entra, y quien no arriesga no gana.

Según explican Ryan Howell y sus colegas en la revista Journal of Happiness Studies, las personas implicadas en actividades que fomentan la competencia, ya sea en la escuela, en el trabajo o en el gimnasio, son menos felices durante unos momentos en los que, además, están sometidos a altos niveles de estrés. Sin embargo, una vez concluye la jornada, las habilidades adquiridas le proporcionan más felicidad y satisfacción que a otros sujetos. Los hallazgos sugieren que el proceso de volverse eficiente en algo exige “dolor” si queremos obtener bienestar a posteriori.

Fuente:

Muy Interesante

19 de febrero de 2009

Crisis Económica vs. Deseo Sexual

¿Influye la crisis económica sobre el deseo sexual?




Ya lo dijo hace poco el actual presidente de los Estados Unidos: "Recién se empezará a sentir con fuerza la crisis (en los EE. UU.) en el año 2009". Noticias nada alentadoras, si la crisis se sentirá con fuerza en esta potencia económica... mmmm.... ¡imagínense como viviremos la crisis en los países de nuestra América! Con toda crisis económica empezamos a reducir gastos (menos diarios, menos salidas, menos llamadas telefónicas, menos artículos suntuarios) y, logícamente, con estos recortes de presupuesto también se producen alteraciones en nuestro comportamiento. Bien y ¿qué pasa con el deseo sexual? ¿afecta la crisis económica al amor?

Déjeme hacerle una pregunta ¿sabe usted lo qué es el amor? Si no está reguro dejémos que la antropóloga Helen Fisher nos explique qué es el amor en este magnífico documental de REDES:

El amor (y su química) I



El amor (y su química) II



Puede acceder a todo el programa en YouTube, también puede acceder a la entrevista en el blog de Punset. Ahora vayamos al interesante artículo que apareció en la web de la BBC:


Tiempo de crisis es sinónimo de tiempo de cambios. Y cuando la crisis económica arrecia, la gente comienza a reducir sus gastos, eliminar de la lista de compras todo aquello que no sea estrictamente necesario, racionar las salidas, en fin... recortar por donde se pueda hasta que pase el temporal.

Consciente e inconscientemente nuestra conducta sufre alteraciones. Y en el ámbito de la intimidad los cambios también se hacen notar. ¿Pero de qué manera nos afecta la incertidumbre económica en el terreno sexual? ¿Aumenta o disminuye nuestro apetito por el sexo?

Según la profesora Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, el estrés provocado por las preocupaciones en torno al dinero y el temor a quedarnos sin trabajo en particular eleva los niveles de dopamina en el cerebro, una sustancia química asociada con el amor romántico.

"Los momentos de estrés pueden despertar sentimientos de atracción, sencillamente, uno está más susceptible", dice Fisher.

Como señala Susan Quilliam, experta en relaciones humanas y colaboradora de la BBC, las teorías de Fisher están basadas en un clásico estudio de Dutty y Aron llevado a cabo en 1974, en el que un grupo de hombres demostró sentir una mayor atracción por una mujer guapa cuando se encontraba cruzando un puente peligroso.

Información recogida recientemente -aunque de orden mucho menos académico- añade Quilliam, parece sustentar la proposición de Fisher.

Sitios para buscar pareja por internet como eHarmony y Match.com reportaron un gran incremento del tráfico -de hasta un 20%- después de que se desató la crisis financiera y las tiendas de productos sexuales desde Ámsterdam hasta Nueva York, pasando por China, han aumentado sus ventas.

Hasta aquí, la teoría parece funcionar: tiene sentido que en momentos en que la gente está agobiada por las preocupaciones financieras busque refugio en la conexión con otro ser humano, o en el placer que provoca el contacto físico con el otro.

Vea: El amor también sufre la crisis

Sin embargo, señala Quilliam, hay quienes argumentan exactamente lo contrario y la explicación también parece extremadamente lógica.

Denise Knowles, terapeuta sexual de la organización Relate, en el Reino Unido, dice que "la incertidumbre económica puede crear ansiedad en la gente", sobre todo si a esto se le suma la posibilidad perder el empleo y tener que buscar otro, o por ejemplo, trabajar más horas para compensar la pérdida del trabajo de la pareja.

"Al final, es más probable que tengan menos ganas de mantener relaciones sexuales al terminar un largo día".

Por otra parte, añade Quilliam, la autoestima suele caer en épocas de recesión, particularmente la de aquellos que pierden su fuente de trabajo. Igualmente, disminuye el respeto por la pareja que tiene menos éxito, desde el punto de vista económico.

Sí, pero más tarde

Una teoría que combina de algún modo las dos anteriores es la que propone el sexólogo argentino Doctor Juan Carlos Kusnetzoff, que si bien considera que la crisis económica impacta el sistema psíquico produciendo estrés, y por ende una baja en el deseo sexual, esto ocurre no de manera inmediata sino a más largo plazo

Kusnetzoff lo define como "una moratoria", es decir, "es raro que el estrés deje heridas de forma inmediata. El estrés se hace sentir con el correr del tiempo, con el correr de los meses y llega hasta tres años posterior al impacto inicial".

"A medida que pasa el tiempo" añade el experto, "los cambios en el deseo sexual se manifiestan no sólo en la disminución de la frecuencia o de las ganas de tener relaciones sexuales, sino que lo que se va perdiendo es la espontaneidad del deseo".

Pero el caso es que no solamente los cambios se manifiestan más tarde sino que además, "muchas parejas utilizan la relación sexual como un ansiolítico natural, es decir, tienen relaciones sexuales inclusive más intensas que antes, en un intento natural, casi desesperado -como en la guerra, o la posguerra cuando aumenta muchísimo el índice de nacimientos- porque la angustia hace que intentemos juntarnos con el sexo opuesto para abrazarnos, besarnos y acariciarnos", señala Kusnetzoff.

Otro aspecto que rescata el experto es que las mujeres y los hombres no se ven afectados de la misma manera.

"Las mujeres son más sensibles, la mujer es hormono-sensible mientras que el hombre es hormono-resistente. Un susto, un acontecimiento inesperado para una mujer, le atrasa o adelanta la menstruación. En cambio, no ocurre algo similar en el hombre", asegura el experto.

Y eso, "independientemente de si la mujer o el hombre es quien sostiene la economía del hogar".


Fuentes:

BBC en español

La crisis económica llega al sexo


Pero... no abandone el sexo ¿por qué?

Bien, pues por que el erotismo disminuye el strés...

23 de enero de 2008

Una pelea con su pareja podría ser buena para la salud.

Según un estudio norteamericano, el reprimir la cólera incrementa las enfermedades relacionadas con el estrés, así como de males cardíacos y presión alta.

Una pelea con su pareja puede ser buena para la salud, según un estudio que será publicado este mes.

Las parejas que reprimen su cólera tienen un índice de mortalidad dos veces superior a las que al menos uno de los cónyuges se defiende, según un estudio realizado con 192 parejas a lo largo de 17 años.

"Cuando las parejas se juntan, una de sus principales tareas es reconciliarse luego del conflicto", dijo el principal autor del estudio Ernest Harburg, profesor emérito de la Universidad de Michigan.

"El punto clave es, cuando surge el conflicto, ¿cómo lo resuelven?", dijo.

"Si no lo haces, si entierras tu cólera, y te amarga y resientes al otro o al agresor, y no intentas resolverlo, ahí estás en problemas", agregó.

Estudios previos han determinado que suprimir la cólera incrementa las enfermedades relacionadas con el estrés como males cardíacos y presión alta.

La investigación observa cómo la cólera reprimida y el resentimiento en un matrimonio afectan los índices de mortalidad.

Se ajustó a la edad, hábito de fumar, peso, presión arterial, problemas bronquiales, respiratorios y riesgo cardiovascular.

Harburg y sus colegas usaron un cuestionario para determinar cómo los cónyuges respondieron al comportamiento que percibieron como injusto.

Ambos cónyuges reprimieron su cólera en 26 de las parejas, mientras que al menos uno expresó su rabia en las 166 parejas restantes.

Al menos una muerte se registró en la mitad de las parejas que reprimen la cólera, mientras que sólo en 26% de las otras parejas murió uno de los cónyuges.

Y las parejas que se reprimen tienen casi cinco veces más posibilidades de haber muerto ambos 17 años más tarde, según el estudio.

Harburg advirtió que los resultados son todavía preliminares y no constituyen una muestra representativa de las relaciones maritales actuales.

El estudio se realizó con parejas entrevistadas en 1971 y mide la supervivencia hasta 1988.

La muestra se obtuvo de un pequeño pueblo, predominantemente blanco y de clase media, de Michigan y la mayoría de mujeres son amas de casa nacidas antes de la revolución sexual.

La investigación aparecerá en la edición de enero de la revista especializada Journal of Family Communication.

Fuente:

Peru 21

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0