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9 de junio de 2018

Perú: Iqueños buscan sembrar un millón de huarangos

Asociación se propone sembrar la milenaria planta en Tierra Prometida, Ocucaje y Yauca del Rosario. Además, buscan ayuda para regarlos por tres años.

Félix Quinteros Ferreyra, de la Asociación José Sebastián Barranca Lovera, tiene una misión. Está decidido a sembrar un millón de huarangos en las márgenes de la carretera que va al naciente poblado de la Tierra Prometida hasta diciembre.

Para cumplir con el desafío ha empezado a vender pequeñas bolsitas que contienen seis semillas de huarango, tres bolsas negras y el instructivo para cultivar la milenaria planta, propia de los áridos desiertos del valle iqueño.

El entusiasta iqueño realiza esta campaña junto a sus hijos Julio, Miguel y Ana Quinteros. Ellos, afirman, han tocado las puertas de la Dirección Regional de Educación para que los sobres con las semillas sean vendidos a los escolares a un sol y así financiar la iniciativa que nació hace más de 40 años.

“Lo recaudado es para financiar el transporte del agua y regar los plantones por hasta tres años, pasado ese tiempo, el huarango ya puede captar la humedad del ambiente por su propia cuenta”, dice Quinteros.

La asociación solo espera el financiamiento para empezar a retirar los miles de plantones de su vivero ubicado camino al balneario de la Huacachina. También se deberá cultivar para cumplir el reto del millón de huarangos.

Félix Quinteros recuerda que hace varias décadas atrás los desiertos iqueños tenían inmensos bosques de huarango, “la milenaria planta guerrera del desierto” como la califica él y que actualmente es víctima de cruel depredación por los carboneros y por el crecimiento urbanístico que ha ido talando las pequeñas poblaciones de este árbol.

“Los desiertos entre Pisco y Nasca eran bosques enormes, así dice el cronista Pedro Cieza de León en 1548. El padre jesuita, José de Acosta, en 1580, también se sorprendió con los bosques de algarrobo”, señala.

Y para evitar alguna confusión explica que el algarrobo y el huarango se refieren a la misma planta, solo que el primero es una palabra impuesta por los españoles y huarango viene del idioma yunga que se hablaba entre los pobladores de la costa peruana.

VARIEDADES. En más de 50 años Félix Quinteros ha realizado estudios a este árbol y ha identificado diversas variedades y tiene en el vivero 15 de las mejores variedades recolectados en sus viajes por todo el Perú y que esperan para ser sembrados.

“He contado 28 variedades en toda mi vida, empezando por la forma del tallo, altura, fruto, tamaño de hoja. Hay huarangos rastreros, otros con espinas y otros sin espinas. Todas están en peligro”, señala.

Este entusiasta servidor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica inició con la siembra de huarangos varias décadas atrás preocupado por la tala indiscriminada de los carboneros y que, según denuncia, en los últimos años se ha intensificado.

“Los carboneros los están matando. Lo talan pero no siembran”, dice mortificado. Durante los últimos 50 años ha cultivado centenar de huarangos sin ningún apoyo. Hoy necesita financiamiento para su sueño de reforestar el desierto de Ocucaje y Yauca del Rosario.

Recuerda con tristeza los extensos días soleados que solían pasar con el ya fallecido norteamericano David Bayer sembrando huarangos en la quebrada de Cansas, donde muy pocos plantones lograron sobrevivir por la falta de agua.

Dice que antes de la reforma agraria, el sector de Macacona, era un extenso bosque de huarangos donde se podía recoger las semillas.

La Victoria es otra zona donde sembró 600 plantones pero que los chivatos (cabras) errantes terminaron por devorar en pocas horas el pequeño bosque que se pensaba formar.

Quinteros asegura la huaranga, fruto del milenario árbol desértico tiene muchas vitaminas, minerales y proteínas que evita la desnutrición. 

“La vaina puede ser partida y echada al quacker. Es muy nutritiva y debería ser el caramelo de los niños”, señala.

Reitera que es un alimento nutritivo que era consumido por los antiguos pobladores de las culturas Nasca, Ica, Paracas y Chincha. 

“En los intestinos de los cadáveres hallados en las huacas, se encontró restos de la huaranga”, comenta.

En abril último, Félix Quinteros sufrió la mordedura de una víbora cuando plantaba huarangos en Ocucaje y se pasó cuatro días internado en el hospital. 

Pese a la mala experiencia, afirma que seguirá cultivando más plantas para recuperar los bosques en el desierto.

“Los cogollos del huarango y las hojas de toñuz eran chancados por los antiguos iqueños y se tomaban como antídoto contra el veneno de las serpientes. El huarango tiene propiedades medicinales”, asegura.

MUERTE. El iqueño ha lamentado la muerte del huarango milenario y responsabilizó a las empresas turísticas que, para permitir que los turistas se fotografíen en los enormes troncos, retiraron los panales de avispas y la plaga terminó por matar el árbol. 

“El huarango tiene una especie de hormiguita llamado pulgón que se come las hojas, y para evitar esa depredación las avispas se las comen. Existe un equilibrio. Con las avispas retiradas, el pulgón terminó por matar a la planta hace cinco años. Las hojas son las narices de la planta”, explica. 

Por ahora, Félix Quinteros está esperando a la luna creciente para empezar a cultivar los huarangos en el vivero de la Facultad de Agronomía, porque, según afirma, sus rayos aceleran el crecimiento.

TRABAJO. La Asociación Sebastián Barranca Lovera tiene agrónomos, biólogos, fitopatólogos y otros profesionales para llevar adelante el proyecto de convertir la Tierra Prometida en un pulmón de la ciudad.

Nativas.  La asociación también ha logrado recuperar dos plantas nativas: el boliche que en la antigüedad era utilizado para matar los piojos; y el tetillo, una planta cuyo fruto son perlitas de agua que calman la sed de los pájaros.

Vivero recupera plantas nativas

En el vivero de la Facultad de Agronomía, Félix Quinteros está recuperando el pallar gentil, cuyo fruto se parece al frejol y en una vaina puede contener hasta 14 semillas. “Los agricultores han dejado de cultivarlo porque el pallar común es más grande y por lo tanto es más comercial”, dice.

Además dice que el pallar Gentil no es atacado por la plaga.

El otro tipo de pallar que intenta rescatar y masificar es el pallar Sol de Medianoche, llamado así por ser mitad blanco y negro.

Fuente:

Correo (Perú)

22 de noviembre de 2017

“Los árboles adultos alimentan y cuidan de los pequeños”

Peter Wholleben: Tengo 61 años. Mujer y dos hijos. Vivo en la región de Eifel (Alemania). Dirijo una explotación forestal respetuosa con el medio ambiente. Trabajo para retornar a la naturaleza los necesarios bosques primigenios. 


 “Cuando inicié mi andadura profesional como agente forestal, sabía tanto de la vida secreta de los árboles como un carnicero de los sentimientos de los animales...”. Así comienza el apasionante y sorprendente libro de Wohlleben, La vida secreta de los árboles (Obelisco), que fue una revolución en Alemania, número uno en la lista de superventas de Spiegel y traducido a 19 lenguas. Basándose en investigaciones científicas explica cómo los árboles hacen conexiones sociales importantes, forman vínculos afectivos y tienen parentescos. Apuesta por recuperar bosques naturales y da sobradas razones para ello. Vive en los bosques, “pero no abrazo árboles”. También ha publicado La vida interior de los animales (Obelisco)

¿Los árboles son seres sociales?
Están conectados a través de las raíces, y pueden distinguir las raíces de otras especie e, incluso, de los diferentes ejemplares de su misma especie. Un bosque es un superorganismo, como un hormiguero.

¿Juntos funcionan mejor?
Sí, porque juntos crean un clima local equilibrado. Cada árbol es importante para la comunidad y el bosque actúa en consecuencia: a los ejemplares enfermos el resto les proporciona los nutrientes necesarios para que sanen.

Creía que competían.
Pueden competir ferozmente con otras especies, pero también entablar amistad y vigilar que ninguna rama demasiado gruesa crezca en dirección del otro. Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. A través de las raíces tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho cede y el que tiene poco recibe ayuda.

En esos bosques espesos, ¿cómo pueden crecer los pequeños arbolitos?
A través de las raíces sus madres entran en contacto con ellos y les proporcionan azúcar y otros nutrientes. Podría decirse que los árboles bebé son amamantados.

Increíble.
Los adultos forman ese espeso techo sobre el bosque y sólo dejan pasar un tres por ciento de luz para que los pequeños no crezcan demasiado rápido, es lo que los expertos forestales desde hace generaciones llaman educación.

¡Educación!
El crecimiento lento es condición para que luego se alcance una edad avanzada. La ciencia ya no discute la capacidad de los árboles para aprender, queda por resolver dónde almacenan lo aprendido y cómo lo rescatan.
...
Muchos botánicos sostienen que en las puntas de las raíces tienen estructuras similares al cerebro. De hecho sabemos que los árboles tienen memoria, son capaces de registrar y distinguir las temperaturas en ascenso de la primavera de las que están en descenso durante otoño.

Sólo les falta hablar...
A su manera también lo hacen. Mediante sustancias odoríferas se comunican. Cuando se aproxima un peligro, la acacia avisa a sus congéneres emitiendo etileno, un gas de aviso.

¿Y qué hacen con la información?
Sueltan sustancias tóxicas para prepararse. También envían avisos mediante señales eléctricas a través de las raíces y de las redes de hongos, que son como nuestro sistema nervioso.

¿También lo hacen las hortalizas?
Por desgracia nuestras plantas de cultivo han perdido la capacidad de comunicarse. Son mudas y sordas, y por tanto muy vulnerables a los insectos.

Los árboles, ¿sufren cuando pasan sed?
Gritan. Según investigaciones del centro de ­investigación confederado de los bosques de Suiza que registraron los tonos de ultraso­nidos, los árboles emiten determinadas vibraciones cuando el agua escasea.

Y los árboles de ciudad, ¿se comunican?
Igual que en las plantaciones forestales, debido a la poda y plantación las raíces quedan dañadas para siempre y ya no pueden formar una red. Se comportan como niños de la calle. Básicamente les falta el bosque, la comunidad, la educación: nadie que les castigue si crecen demasiado deprisa o torcidos privándoles de luz.

¿No es partidario de la poda?
Si se retira una gran parte de las ramas se reduce la fotosíntesis y en consecuencia una gran parte de las raíces mueren de hambre, en esas zonas muertas penetran los hongos.

Pensábamos que saneaba a los árboles...
Hemos estado considerando y tratando la naturaleza como si fuera una máquina, pero en un puñado de tierra del bosque hay más seres vivos que seres humanos sobre la Tierra.

Usted trabajó durante veinte años al servicio de la Comisión Forestal de su país.
Sí, mi trabajo consistía en gestionar bosques como si fueran madera, con los años empecé a mirar de otra manera. Hoy estoy convencido de que existe una comunidad de bosque en el que cada ser vivo tiene su papel.

Ha colaborado con biólogos de la Universidad RWTH de Aquisgrán.
Todo lo que le cuento no es una chifladura, se basa en investigaciones científicas realizadas también por la Universidad de Aquisgrán, la Columbia Británica y la Sociedad Max Planck. Y todas esas investigaciones apuntan a que nuestra gestión de los bosques es muy errónea.

¿Por ejemplo?
Los estudios afirman que los árboles viejos son mucho más productivos que los jóvenes, e importantes aliados en el tema del cambio climático, así que revitalizar los bosques es un error.

Hay que dejar que los bosques envejezcan.
Sí, necesitamos más bosques salvajes, dejar que los árboles crezcan con el espacio intermedio que ellos eligen. Y no hay que temer a la maleza, en las reservas en las que hace 100 años los humanos no hemos intervenido la densa sombra y la hojarasca impide el crecimiento de hierbas y matojos.

Dicen que el aire de bosque es salud.
Además de filtrar el aire los árboles desprenden sustancias, pero no son las mismas en una vieja reserva forestal que en una plantación artificial. Con la hojarasca se transportan hasta el mar a través de ríos ácidos que estimulan el crecimiento del plancton, el primer y más importante eslabón de la cadena alimentaria.

Fuente:

La Vanguardia

12 de febrero de 2017

El higo: El árbol que más ha influido en la historia de la humanidad

Los árboles de higo está presentes más que ninguna otra especie vegetal en la historia de la humanidad. 
 




Hace más de 2.000 años le cortaron una rama a un árbol importante.


La orden la dio Ashoka El Grande, emperador de India, y se dice que fue bajo este mismo árbol que Buda alcanzó la iluminación.

Ashoka le otorgó estatus de realeza a la rama, y la plantó en un vaso de oro sólido. 

Esta historia, basada en el poema épico el Maja-vansha ("El gran linaje"), gira en torno a una especie de higuera que los científicos llaman Ficus religiosa.

Sin embargo, esta no es la única especie de ficus. Hay más de 750 tipos, y ninguna planta ha influido tanto en la imaginación en el transcurso de la historia.

Raíces aéreas

La mayoría de los ficus entierra sus raíces bajo la superficie, pero el higo estrangulador y sus similares presume de ellas mostrándolas al público.

Los higos estranguladores son plantas extraordinarias que crecen de semillas que sueltan las aves y otros animales en el tope de otros árboles.

Desde ahí lanzan sus raíces aéreas que van haciéndose más gruesas, hasta cubrir al árbol que les ha servido de anfitrión.

Algunas veces, se transforman en una suerte de mallas vivientes, con un tamaño colosal, que llegan a ahogar y matar al árbol que han invadido. 

Dos países tienen higos estranguladores como parte de sus escudos de arma.

Testigos de la historia

Sin embargo, los higos estranguladores ya habían conquistado la mente humana desde hacía mucho antes.

Budistas, hinduistas y jainistas han venerado esta especie por más de dos milenios.

El mismo árbol aparece en los himnos de batalla cantados por el pueblo védico hace 3.500 años. Y, 1.500 años antes, apareció en los mitos y el arte de la civilización del Valle del Indo.





Alimento indispensable


los higos sostienen más especies de vida silvestre que cualquier otro tipo de fruta.
Hay más de 1.200 especies que comen higos, incluyendo una décima parte de todas las aves del mundo, casi todos los murciélagos de frutas conocidos y decenas de especies de primates.

Por ello, los ecologistas opinan que si esta especie desaparece, todo lo demás colapsaría.
Los higos no solo alimentan a los animales. Para algunos, la presencia durante todo el año de higos maduros, habría ayudado a sostener a nuestros primeros antepasados.

Incluso, dicen que los higos de alta energía, estarían relacionados con el desarrollo de cerebros más grandes en nuestros predecesores.

El artículo compñleto en la BBC
 

9 de diciembre de 2014

Colombia: Conozca al hombre que se casó con un árbol

El hombre colombiano se casó con un árbol y pidió respeto a la naturaleza. (Foto: AP)

El hombre colombiano se casó con un árbol y pidió respeto a la naturaleza. (Foto: AP)


En un acto simbólico realizado en medio del Parque Nacional, en el centro de la capital colombiana, el joven declaró que con esta iniciativa se “está creando un precedente para que el ser humano se comprometa y no lapide la naturaleza".
Un jóven medioambientalista selló su amor con un árbol este domingo en Bogotá (capital colombiana) para exigir el cuidado de la naturaleza.

En un acto simbólico realizado en medio del Parque Nacional, en el centro de la capital colombiana, el hombre identificado como Richard Torres, vestido con un traje blanco y corbata roja, el joven declaró que con esta iniciativa se “está creando un precedente para que el ser humano se comprometa y no lapide la naturaleza".

"Los declaro compañeros de vida y amor puro para siempre, en nombre de los elementos de la naturaleza y de Dios", fue el discurso de ceremonia dictado por la actriz colombiana Kristina Lilley.

Unas veinte personas asistieron al acto y con instrumentos musicales en mano celebraron la unión. De esta manera, reiteraron "el llamado a conservar el medio ambiente, a dejar de talar árboles, a cuidar los animales y a vivir en paz y tolerancia".

Boda similar

En octubre de este año, en el departamento de Arequipa, Perú, (sur del país) se realizó una ceremonia matrimonial simbólica entre quien aspira a ser gobernador por el partido Vamos Perú, y el agua.

En este acto simbólico, se reflejó su intención de proteger los recursos hídricos de la región, considerada la segunda ciudad más poblada del país y un importante centro industrial y comercial.



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Candidato peruano se casó con el agua

30 de noviembre de 2014

Perú: 57 activistas asesinados desde el 2002 (según NYT)

El 27 de noviembre de 2014, a cuatro días del incio de la COP, The New York Times, el diario más importante del mundo, publicó un editorial dedicado exclusivamente al problema de la tala ilegal en el Perú. Bajo el título de “Lucha por los derechos de la tierra” el diario le dice al Perú que sus esfuerzos para enfrentarse al tráfico de madera y a la tala ilegal, no han sido suficientes. De entrada le da una recomendación para evitar que más muertes como las de Edwin Chota sigan ocurriendo sin que el Estado haga algo.
Perú tiene que hacer mucho más para proteger a sus ciudadanos más vulnerables, ayudándolos a obtener títulos de propiedad y regulando de cerca la industria maderera. Siguiendo estos dos pasos básicos avanzaría mucho en la meta del gobierno de colocarse a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Así también preservaría la vida de las comunidades que han sobrevivido de la tierra por cientos de años.

57 activistas asesinados desde el 2002

Luego, el editorial se centra en la terrible cifra presentada por Foreign Policy, que daba cuenta de que Perú era uno de los países con mayores cifras de activistas asesinados.
“Desde el 2002, de acuerdo con el informe, al menos 56 activistas peruanos han sido asesinados bajo extrañas circunstancias. “

La muerte de Edwin Chota y la falta de consulta

En un ejercicio de memoria, The New York Times recuerda que también en el 2002, el gobierno peruano premió a las compañías dándoles el derecho de talar árboles. Las concesiones no tomaron en cuenta el estilo de vida de los cientos de indígenas que vívian en las comunidades afectadas y que jamás fueron consultados.  Luego, expone el doloroso caso de Edwin Chota y la inacción del Estado.
Hace más de una década y en un esfuerzo por proteger a su comunidad,  Edwin Chota pidió que el Estado les otorgue un título de propiedad. El pedido nunca fue respondido. Después de que Edwin Chota fuera amenazado, acudió a la policía y les entregó documentación acerca de la tala ilegal en su área. El gobierno no tomó ninguna medida  importante.
Foto: The New York Times
Foto: The New York Times
El editorial del diario cierra con una sentencia acerca de la falta de respuesta del Estado en el tema de las muertes de los activistas asháninkas.
Poco después de los asesinatos, los funcionarios del gobierno se comprometieron a otorgar un título de propiedad a la comunidad . Esos son pasos positivos, pero llegan terriblemente tarde y cientos de comunidades indígenas aún carecen de derechos legales sobre sus tierras.
Si Perú quiere cambiar el concepto que ahora se tiene sobre el país, tendrá que dar muestras de un cambio en cuanto a protección de comunidades indígenas y regulación de la tala ilegal. Si quieres leer el editorial completo, dale aquí 
Tomado de:

UTERO

 

19 de julio de 2014

Indonesia desplaza a Brasil en tasa de deforestación de bosque primario


Indonesia perdió 840.000 hectáreas de bosque primario en 2012, casi el doble que el líder histórico de dicha tasa, Brasil. 

Las cifras fueron dadas a conocer en un estudio de Nature Climate Change publicado el domingo. 

El tamaño del Amazonas es cuatro veces la selva indonesia. Brasil perdió 460.000 hectáreas

Cifras oficiales del gobierno y de la ONU sostienen que el país, el tercero con la mayor extensión de bosque tropical luego del Amazonas y el Congo, perdió unas 690.000 hectáreas anuales de 2006 a 2010, un incremento sustancial de las 310.000 que perdía entre 2000 y 2005.
Fuente:
BBC Ciencia

30 de junio de 2014

¿Por qué necesitamos los árboles?




Un niño abraza un árbol para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. / Efe



Un viaje por España es un crucero por el desierto. Enormes extensiones cubiertas de matorrales y pequeñas plantas que cubren de manera rala un suelo de piedrecillas. En las sierras hay árboles, pero deja de haberlos en cuanto bajamos a las llanuras que se extienden sin ellos hasta el horizonte.

Necesitamos árboles, en España, quince mil millones de árboles.

Los árboles cumplen muchas misiones de las cuales disfrutamos los seres humanos, además de sus propias vidas que debemos desarrollar, mantener y cuidar por el mero hecho de ser seres vivos.

Los árboles mantienen el suelo en su sitio. En las laderas desnudas, las lluvias torrenciales, que son las que estamos teniendo ya y vamos a seguir teniendo en España, arrastran un suelo sin adherencia significativa al subsuelo. Una ladera de colina llena de árboles consigue dos efectos contra la acción mecánica de la lluvia: Sus hojas frenan la velocidad de caída del agua, y con ello la fuerza de su impacto sobre el suelo, y las raíces aumentan la adherencia de la capa superficial del suelo al subsuelo. Un bosque va creando con los años suelo fértil.

Los árboles retienen el agua en el suelo y permiten que se filtre hacia los acuíferos subterráneos. Cuando llueve, el agua, en vez escurrir ladera abajo, en vez de producir escorrentía brusca, se deposita en pequeños hoyuelos entre las raíces, y va permeando poco a poco hacia abajo hasta empapar el suelo y luego ir circulando hacia los acuíferos, protegida de la evaporación excesiva.

Los árboles evaporan una pequeña parte del agua que recogen sus raíces. La evapotranspiración, que es como se llama el fenómeno, depende, en su volumen por unidad de tiempo, de la especie arbórea. En regiones de escasa precipitación se pueden elegir árboles que evaporan poca agua, al revés que en zonas como el norte de España o la zona mas lluviosa de la Península: La Sierra de Grazalema, en Cádiz, alrededor del pueblo que le da nombre y que el es punto donde más llueve en nuestro país, más aún que en Santiago de Compostela.

Pero los árboles evaporan agua y esto es tremendamente importante. En varios de los posts de 'El Porque de las Cosas' he escrito sobre los sistemas no lineales: Son los sistemas de la realidad, los sistemas que casi no se estudian en las facultades de Físicas, concentradas éstas en los sistemas lineales y la mística de los multiversos y unas cuerdas inexistentes. Pues bien, los sistemas reales de la naturaleza son no lineales, del tipo "el rico se hace mas rico y el pobre cada vez mas pobre".

La lluvia sobre la superficie de la Tierra es un fenómeno crítico: Se precisa que la atmósfera tenga más de una cierta concentración de vapor de agua, de cantidad de vapor de agua por centímetro o metro cúbico, para que el agua condense y precipite. Esta concentración se denomina humedad absoluta y la condensación se produce cuando la humedad absoluta supera un umbral crítico, cuando esa humedad absoluta dividida por una humedad umbral, cuyo valor depende de la temperatura, supera el 100%. El cociente anterior se denomina humedad relativa y como digo depende de la temperatura.  La humedad umbral es muy grande cuando la temperatura es alta y muy pequeña cuando es baja. Si medimos la humedad mediante la presión que ejerce el vapor de agua en la atmósfera, a 2ºC esa presión es de 700 unidades internacionales (Pascales, o Pa), mientras que si la temperatura sube a 30ºC la presión es de 4247 Pa y 7385 Pa a 40ºC.

Es esta diferencia en las presiones (cantidades de vapor de agua) de saturación del vapor la que nos hace sentirnos mojados en una región con mucha evaporación en verano (Murcia, por ejemplo) aunque no llueva, mientras que a la misma temperatura de 38ºC, por ejemplo, en Albacete, en el centro de La Mancha, donde no hay evaporación, nos sentimos secos.

El lugar de la Tierra con la máxima concentración de vapor de agua en verano es el aire encima del desierto del Sahara, pero no llueve porque allí. la humedad relativa es muy baja (debido a las altas temperaturas del aire). En cambio en, digamos Asturias, la humedad absoluta no es muy alta en verano, pero llueve porque las temperaturas del aire son bajas.

Pues bien, para que llueva normalmente se precisa un aumento de algunos gramos de vapor en el aire para conseguir que éste se sature, que la humedad relativa alcance el 100% correspondiente a su temperatura. Se da el caso con enorme frecuencia en España que aire cargado de humedad sobre el mar, o sobre un pantano, se desplaza hacia tierra y empieza a ascender y enfriarse. Pero no llueve, pues el vapor de agua estaba en equilibrio con saturación sobre el agua (aire fresco) pero baja del 100% al llegar a tierra pues el suelo caliente calienta el aire. Si las laderas están libres de árboles, el aire sube hasta la cima y vuelve al mar o pantano sin haber condensado.  Pero si las laderas (o en las grandes llanuras, los campos) están llenos de árboles, el pequeño número de gramos que evaporan sus hojas es suficiente para alcanzar una humedad relativa del 100%, y producir la condensación y la lluvia.

Tenemos un caso de realimentación positiva no lineal: El rico se hace mas rico. Los bosques, que necesitan agua, estimulan la precipitación que les permite crecer. Cuanto mayores son, más agua evaporan y más reciben de la lluvia. Puesto que lo que se necesita para alcanzar la saturación son uno o dos gramos de agua por metro cúbico, y el aire casi saturado lleva entre 30 y 40 gramos, el balance es positivo: El árbol evapora 2 gramos y el aire descarga 30: El árbol produce una cantidad positiva de agua sobre el suelo.

En España la mentalidad subyacente deriva de los siglos de La Mesta. Una parte de la economía de España era la lana de las ovejas, y éstas necesitan hierba, que no crece bien en los bosques. Se talaron los árboles. Luego vinieron las minas, Rodalquilar en Almería, las de Huelva y Sevilla, Almaden, y otras muchas: 

Necesitaban madera para las galerías, para calentar el mineral, para las traviesas de los ferrocarriles. Se necesitaba madera, madera.  Se talaron los bosques, y cada tala aumentó la sequía: El pobre se hacía cada vez mas pobre.

Hoy podemos plantar de nuevo árboles en nuestras tierras. Hacerlo consigue que aumente la lluvia suave, la que crea suelo y humedad, agua en los acuíferos y riqueza, riqueza permanente y para todos por contraposición a la riqueza brusca y brutal de las minas, una riqueza concentrada en muy pocas manos, muy pocas manos de empresarios y trabajadores y que acaba enseguida: Rodalquilar duró de 1880 a 1960. La explotación intensiva de Rio Tinto, de 1870 a 1970, y así todas ellas. La inmensa mina del Cerro Rico del Potosí en Bolivia, origen de la plata de las Armadas Españolas y que el gobierno de los Austrias se había gastado antes de que llegase a España (¿les suena?), duró 200 años. 

Los desiertos, una vez creados, si no se arreglan, duran miles de años.

Podemos arreglar por muy poco precio el problema de la lluvia en España. Podemos plantar, como propone Joaquín Araujo, unos miles de millones de árboles. Eso si es capital para todos y trabajo para muchos más de lo que darían unas minas ya agotadas. Hoy plantar un árbol puede costar alrededor de 1 euro. 4.000 millones de árboles al año, durante 4 años, o 15.000 millones durante 15 años, es un dinero que no se ve en un presupuesto anual de un millón de millones y es riqueza para todos y para cientos o miles de años.  
  
Recuerdo a los lectores que sus preguntas son muy bienvenidas.  Las contesto directamente o en otros posts. También se reciben con gusto sugerencias para posts, de temas que deseen que sean explicados no solo en privado, sino para todo el mundo

Tomado de:

El Mundo (España)

17 de abril de 2014

¿De dónde proviene la palabra "Macondo"? Gabriel García Márquez nos contesta

Macondo: El pueblo imaginario 

“Macondo” se convirtió en una palabra conocida en todas partes desde cuando Gabriel García Márquez llamó así al pueblo en el que transcurren varias de sus obras, como La Hojarasca (1955) y Cien Años de Soledad (1967). Los rasgos de Macondo, modificados por la imaginación, provienen, sin duda alguna, de pueblos como Aracataca, donde el autor pasó su infancia

La primera vez que vio  a Macondo

En Vivir para contarla (Bogotá, Norma, 2002), sus memorias recientemente publicadas. Gabriel García Márquez explica de dónde proviene la palabra Macondo en su obra literaria.

“El tren hizo una parada en una estación sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino, que tenía el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética. Nunca se lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera que significaba… Lo había usado ya en tres libros, como nombre de un pueblo imaginario, cuando me enteré en una enciclopedia casual, que es un árbol del trópico parecido a la ceiba, que no produce flores ni frutos, y cuya madera esponjosa sirve para hacer canoas y esculpir trastos de cocina. Más tarde descubrí en la Enciclopedia Británica que en Tanganyika existe la etnia errante de los makondos y pensé que aquel podía ser el origen de la palabra. Pero nunca lo averigüé ni conocí el árbol, pues muchas veces pregunté por él en la zona bananera y nadie supo decírmelo. Tal vez no existió nunca”. (p. 28)

“El tren pasaba a las 11 por la finca Macondo, y diez minutos después se detenía en Aracataca. El día en que iba con mi padre a vender la casa pasó con una hora y media de retraso… Yo estaba en el retrete cuando empezó a acelerar y entró por la ventana rota un viento ardiente y seco, revuelto con el estrépito de los viejos vagones y el silbato despavorido de la locomotora. El corazón me daba tumbos en el pecho y una nausea glacial me heló las entrañas. Salí a toda prisa, empujado por un pavor semejante al que se siente con un temblor de tierra y encontré a mi madre imperturbable en su puesto, enumerando en voz alta los lugares que veía pasar por la ventana como ráfagas instantáneas de la vida que fue y que no volvería a ser nunca jamás…” (p. 29)
El árbol de Macondo

La primera mención del árbol “macondo” que la Biblioteca Virtual ha podido localizar fue hecha por el viajero Alejandro de Humboldt, quien vio este árbol en las cercanías de Turbaco, en 1801, cuando fue a visitar los volcanes de lodo con Luis de Rieux. A continuación transcribimos algunas citas del Diario de Humboldt, tomadas de la edición virtual:

La madera corchosa  [o esponjosa, como dice García Márquez] del Macunda

Pero junto a la madera corchosa del bombax y del Cavanillesia Macunda (con esa misma humedad), tenemos el quebracho de dureza de hierro, el Caesalpiniaea, Hura crepintans, Swietania, Caraña. Las características de la naturaleza tropical consisten, fundamentalmente, en que la energía interior de la vida vegetal (fuerza vital) se opone a todos los estímulos exteriores, hasta el punto de que cada órgano elabora y mezcla incesantemente, sin impedimentos, eternamente en actividad, sin que el calor se evapore; la humedad no se diluye; humedad y calor actúan sólo tensionalmente, como potencias estimulantes y desarrolladoras de fuerza; los órganos no aceptan nada que no puedan asimilar y transformar inmediatamente.

Del libro: Lugares de Colombia tomados de la parte primera: Sitios, Mesetas de Méjico y Montañas de la América Meridional.

Lea el artículo completo en:

Penúltimas noticias

15 de abril de 2014

¿Cómo capturar en una sola imagen al árbol más grande del mundo?

Se necesita ser un árbol muy especial para tener un apodo.

“El Presidente” es uno de esos árboles. Es una secuoya gigante de 247 metros de altura, tienen un volumen de 1.300 me cúbicos y un estimado de 3.200 años de antigüedad. Si 3.200 años

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Hasta ahora, el árbol nunca había sido fotografiado en su totalidad.

Un equipo de fotógrafos de National Geographic trabajó con científicos del Parque Nacional de las Secuoyas en California para tratar de ser los primeros. 

Tomó un intrincado conjunto de poleas y palancas para escalar el árbol. Después de 32 días y uniendo 126 fotos separadas, nos quedamos con esta impresionante fotografía.

 

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Aunque nos gusta pensar que los seres humanos son lo más importante de la Tierra, “El Presidente” nos da una hace ver otra realidad. En sus 3200 años, ha visto un centenar de generaciones de seres humanos que van y vienen. Ha resistido miles de tormentas, duros inviernos , terremotos, e incluso el cambio climático

Fuente:

 UPSOCL

5 de abril de 2014

Perú posee el primer árbol artificial que elimina CO2

El primer árbol artificial viable en el mundo se instaló en Lima para purificar el aire de esta contaminada ciudad, que podrán disfrutar de los 200 mil metros cúbicos de aire limpio que el esperado purificador emite cada día.

Un sueño hecho realidad es el desarrollo de máquinas para extraer dióxido de carbono del aire , y al parecer, ha dejado de ser una utopía. Algunos ejemplos recientes, inspirados en sistemas de limpieza de gases que se usan en grandes industrias, demuestran que la idea no es tan descabellada.

Los elementos que se han inventado para satisfacer estas necesidades de purificar el aire que respiramos son variadas, por ejemplo está el AirDrop, que es un purificador de aire que funciona de manera natural. O la bicicleta que literalmente, se come el smog mientras pedaleas. Y si queremos hablar de arboles artificiales que nos aportan algo, no podemos dejar de nombrar al árbol LED que ocupa energía solar. Una buena idea que debería estar disponible ya.



Pero ahora queremos hablarle del primer árbol artificial viable en el mundo que se instaló en Lima para purificar el aire de esta contaminada ciudad. De acuerdo con un estudio del Banco Mundial hecho público en 2008 es una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica, podrán disfrutar de los 200 mil metros cúbicos de aire limpio que el esperado purificador emite cada día.

Se trata del purificador de aire urbano PAU-20, una especie de árbol metálico que a pesar de carecer de ramas, tronco y hojas es capaz de imitar artificialmente la fotosíntesis y convertir las partículas de dióxido de carbono en oxígeno.

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Veo Verde

25 de noviembre de 2013

Un mapa interactivo de los bosques de todo el planeta

Las áreas verdes son zonas con superficie forestal. Las rojas han...
 
Las áreas verdes son zonas con superficie forestal. Las rojas han sufrido pérdidas, las azules han ganado y las rosas han experimentado ambas cosas, pérdida y posteiormente ganancia. |

Las poblaciones indígenas y organizaciones ecologistas son los sectores más conscientes de un fenómeno, que, sin embargo, afecta a todo el ecosistema mundial. Carecían de datos precisos que certificaran lo que ya sabían, hasta ahora. La revista 'Science' ha publicado un estudio de la Universidad de Maryland (UMD) que ha sido capaz de desarrollar un mapa interactivo en alta resolución. La herramienta proporciona por primera vez información espacial y temporalmente detallada sobre la superficie forestal perdida y ganada durante los últimos 12 años a través de las observaciones del satélite Landsat 7.



Identificar las causas de las perturbaciones en las superficies boscosas, las relaciones entre las dinámicas forestales y el bienestar social, o el alcance de las políticas medioambientales son algunos de los temas que a partir de ahora se valorarán con mayor precisión.

El estudio confirma que un total de 2,3 millones de kilómetros cuadrados de bosque se han perdido, frente a los 800.000 kilómetros cuadrados que se han ganado. Si se hacen cuentas, ello supone que hay 1,5 millones de kilómetros cuadrados menos de superficie forestal que hace una década aproximadamente. Estas áreas, advierten los conservacionistas, son particularmente importantes para salvaguardar la biodiversidad, pues albergan buena parte de las aves, anfibios y mamíferos amenazadas en el planeta. 

Indonesia registra las tasas de pérdida de masa forestal más altas (1021 kilómetros cuadrados por año), motivo por el que ocupa el tercer puesto en países que más emiten más gases de efecto invernadero, detrás de China y Estados Unidos. Aún es pronto para conocer la eficacia de su reciente compromiso, instituido en 2011, para detener la destrucción forestal. 
  En el lado opuesto se sitúa Brasil, históricamente el mayor responsable de la deforestación tropical mundial, al convertirse en la región con la mayor disminución en la pérdida anual forestal. Los autores del estudio insisten en el ejemplo brasileño por ser la prueba irrefutable de que con unas políticas verdaderamente interesadas en corregir los comportamientos irrespetuosos con los bosques pueden subsanar las tendencias negativas. En este sentido, también se lamentan de que organismos como el Programa para la Reducción de Emisiones por Deforestación de la ONU (REDD, en sus siglas en inglés) carezca de la inversión y capacidad científica necesarias, es decir, que la política esté mucho más adelantada que sus capacidades operativas. 

La silvicultura (es decir, el cultivo de los bosques o monte) es una de las principales causas de deforestación en noroeste de los Estados Unidos, igual que los europeos de Estonia y Letonia. Pero el factor humano no es siempre el mayor responsable: incendios (los provocados por causas naturales), tormentas de viento y ciclones también causan importantes pérdidas en países como Portugal o Francia.

El análisis de los datos del satélite se hizo posible gracias a la colaboración de Google Earth Engine que puso en práctica los modelos desarrollados por la UMD para la caracterización de los conjuntos de datos del satélite Landsat 7.

7 de junio de 2013

La deforestación en la selva del Amazonas se acelera


Tucán

Los científicos creen que la pérdida de aves grandes, como el tucán, provocó el empequeñecimiento de las semillas. 

La destrucción de los bosques tropicales está teniendo un impacto sobre el medio ambiente mayor de lo que se pensaba, según un estudio.

Un equipo científico descubrió que la deforestación en Brasil hizo que en apenas un periodo de 100 años un tipo de palmeras produjera semillas más pequeñas, más débiles y con menos probabilidades de regenerar a su especie.
Los investigadores creen que este cambio evolutivo fue desencadenado por la pérdida de grandes aves en ciertas partes de la selva. Estas aves tenían un pico lo suficientemente ancho como para alimentarse de las semillas grandes y dispersarlas.

El estudio fue publicado por la revista especializada Science.

"Una de las cosas que más nos sorprendieron fue la rapidez con la que la deforestación pudo influenciar no sólo la pérdida de la fauna sino también la evolución de las características de las plantas, en apenas varias generaciones", le dijo a la BBC Pedro Jordano, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) y uno de los investigadores del estudio, en cooperación con la Universidade Estadual Paulista de Sao Paulo, en Brasil.

Aves pequeñas, semillas pequeñas

El bosque del litoral atlántico brasileño albergó en su momento una vasta gama de plantas y animales.

Pero la llegada de las grandes plantaciones de azúcar y café a principios del siglo XIX tuvo un gran impacto sobre esa diversidad.

Frutos de distintos tamaño de la Euterpe Edulis

Los frutos de la palmera Euterpe Edulis son visiblemente más pequeños en las zonas de los bosques afectadas por la deforestación. 

Se estima que hoy sólo queda un 12% de los bosques originales.

Para medir ese impacto, el equipo científico internacional que participó en el estudio examinó más de 9.000 semillas recolectadas de palmeras repartidas por la selva.

Y descubrieron que aquellas semillas tomadas de las áreas que habían sufrido una mayor destrucción eran mucho más pequeñas que las semillas recogidas en zonas intactas de la selva.

Los investigadores tuvieron en cuenta varios factores que podrían haber contribuido a esa reducción del tamaño, como el clima o la fertilidad del suelo.

"Pero no encontramos evidencias de que estos factores pudiern tener un impacto así", explicó el profesor Jordano.

"El principal factor fue la desaparición de las grandes especies frugívoras (que comen frutos)", dijo.

Normalmente, especies de picos grandes como el tucán o la continga al comer los frutos de las plantas las van esparciendo por el bosque tropical.

Pero a medida que la deforestación avanzó en la selva estas aves fueron desapareciendo, quedando sólo pájaros más pequeños, como el tordo o zorzal.

Pero estas especies de picos más pequeños no pueden transportar los grandes frutos.
Por eso las palmeras evolucionaron para la producción de frutos más pequeños, que tendrían más probabilidades de ser dispersados por las aves acordes.

Pero los investigadores descubrieron que además, estas nuevas semillas más pequeñas son también más débiles.

"Desafortunadamente el tamaño más pequeño también involucra una menor probabilidad de recolección exitosa", dijo Jordano.

"Estas semillas más pequeñas tienen menos probabilidad de germinar, tienen más probabilidad de fracaso por desecación y es más fácil que caigan víctimas de un ataque fúngico", explicó.

El efecto del cambio climático

Tordo de patas amarillas con una semilla en el pico

Las semillas más pequeñas son más fáciles de transportar para aves pequeñas como el tordo o zorzal.

Otro aspecto que destaca Jordano es que el cambio climático podría empeorar aún más la probabilidad de supervivencia de estas semillas más pequeñas, ya que las proyecciones de los expertos auguran una selva tropical más cálida y seca.

Los investigadores de este estudio creen que estos resultados posiblemente no se limiten al territorio analizado.

"Realmente, lo que nosotros estamos documentando puede estarle pasando también a muchas otras especies de árboles", señaló Jordano.

"Desafortunadamente también debe ser común en otras áreas tropicales del mundo, donde los grandes tucanes, tapires, monos y otros grandes mamíferos y aves están desapareciendo muy rápidamente", concluyó.

Fuente:

BBC Ciencia

23 de febrero de 2013

Los tira bombas ecológicos de Argentina

Un ataque de Articultores

Los Articultores "atacan" los espacios abandonados.

Operan en células y atacan ciudades con bombas. Pero estos "guerrilleros" argentinos poco tienen en común con sus violentos antepasados de los años 70. Por el contrario, son un grupo de pacíficos artistas cuyo fin es promover la ecología y la cultura libre.

Los Articultores -como se autodenominan- se reúnen en galerías clandestinas y fabrican "bombas de semillas": pequeñas bolas de tierra, arcilla, y semillas de hortalizas, que luego arrojan en terrenos y espacios verdes abandonados.

La idea nació en 2009 de la mano de Judith Villamayor, una artista argentina con un interés por la horticultura, que venía trabajando en esculturas sembradas y figuras hechas a base de semillas, cereales y diversos alimentos.

"Me crié en la provincia de Santa Fe y mis padres tenían una huerta, crecí con eso", explicó la artista a BBC Mundo desde Madrid, donde se encuentra desarrollando talleres y difundiendo la tarea de Articultores.

Fue una visita a la península ibérica y un encuentro con artistas españoles lo que la inspiró, hace cuatro años, a lanzar este movimiento, que combina tres intereses: el arte, las huertas y las personas.

Villamayor conocía el trabajo de los Green Guerrillas (Guerrillas Verdes), los activistas ecológicos en Estados Unidos que, de la mano de la artista Liz Christy, transformaron lotes abandonados en jardines públicos en la ciudad de Nueva York, en los años 70. 

También siguió el más reciente movimiento Guerrilla Gardening (Guerrilleros de Jardinería) en Londres. Su creador, el inglés Richard Reynolds, se propuso embellecer espacios abandonados. 

Pero la artista quiso ir más allá. "Se me ocurrió que en un país con el suelo fértil que tiene Argentina no es posible que haya gente muriéndose de hambre y entonces me pregunté por qué no se podían embellecer los espacios abandonados, pero con comida", recuerda.

Pensando en verde

Bombas de semillas

Las bolas de arcilla y tierra protegen a las semillas de los pájaros y no requieren arar la tierra.

Con esta idea en mente, Villamayor se dedicó a difundir y poner en práctica sus conocimientos sobre la permacultura, un sistema de agricultura que no requiere arar la tierra.

La clave de la labor de los Articultores son las "bombas de semillas", un invento creado por el biólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka, fallecido en 2008.

Estas bolas de arcilla y tierra (conocidas en japonés como nendo dango) contienen las semillas de hortalizas que, con solo ayuda de la lluvia, empiezan a brotar. 

"Lo bueno de las bombas de semillas es que las podemos tirar en algunos terrenos baldíos, donde no se puede acceder de otra forma", contó Florencia, una artista que se hizo articultora.

El movimiento elige "atacar" espacios tanto públicos como privados con sus bolas de cultivos, aunque Villamayor aclara que no se busca la confrontación ni tampoco la denuncia de espacios en desuso.

"No se hace nada ilegal", afirma. De hecho, si bien se trata de una organización apolítica, distintos organismos estatales apoyan la actividad donando insumos o lugares de trabajo.

Los Articultores también se aseguran de llevar a cabo su tarea de día para que los vecinos de la zona se informen sobre su actividad y, si así lo desean, sigan cuidando y cosechando el espacio sembrado.

Guerrilla Huerta

Bombas de semillas germinadas

Las "bombas de semillas" solo necesitan agua para germinar.

María Emilia, otra artista que se sumó al movimiento en 2011, dijo a BBC Mundo que la idea del grupo es "que la ciudad se convierta en una gran huerta".

Con este fin, a través del sitio articultores.net y una página en la red social Facebook, se convoca a voluntarios a formar parte de Guerrilla Huerta, el espacio donde se aprende a hacer y se confeccionan las bombas de semillas.

Según María Emilia, cualquiera puede ser un articultor, no hace falta tener conocimientos de jardinería.

Por su parte, Villamayor cuenta que las reuniones para fabricar las bolas de barro y semillas son el corazón del movimiento.

"Es casi un ritual. Sentarse en el piso en ronda para trabajar la tierra y hablar", relata.

Una vez creadas las "municiones", los voluntarios deben esperar dos días para que estas se sequen antes de ser arrojadas.

La fase final es el "ataque", cuyo lugar es elegido por consenso y marcado debidamente en un mapa publicado en el sitio.

Creando las bombas de semillas

Crear las "bombas de semillas" es como un ritual, afirma la fundadora de Articultores.

"La idea es que después el que quiera puede ir a ver si germinaron las semillas", explica la fundadora.

En el sitio también hay fotos de los diversos y originales lugares donde los Articultores dejaron sus huellas: desde canteros y veredas hasta terrenos cercados.

Todos los sábados, el grupo da cuenta de sus últimas novedades a través de un programa radial, "Activate", que es transmitido por FM La Boca.

Así, de a poco, estos guerrilleros ecológicos pretenden ir cambiándole la cara no sólo a Buenos Aires, sino también a las otras ciudades donde tienen presencia, como Córdoba, Rosario, Comodoro Rivadavia y La Plata. Y Madrid, donde también plantaron su semilla.

Fuente:

BBC Ciencia
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