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20 de septiembre de 2013

Sabe usted... ¿Por qué nos crujen los nudillos?

Los nudillos son articulaciones, ¿qué articulaciones suelen crujir y por qué?
Las articulaciones que crujen son las que se conocen como diartrosis, que son dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas envueltas por una cápsula con una sustancia lubricante llamada fluido sinovial que reduce el desgaste por el rozamiento entre los cartílagos y huesos.

Está compuesto por nutrientes y una serie de gases disueltos como oxígeno o dióxido de carbono. 
El sonido que se produce al estirar o entrelazar los dedos se debe al líquido sinovial.

¿Por qué se debe al líquido sinovial y qué es lo que sucede?

1) Para estirar los dedos, es necesario se estira la cápsula con el líquido sinovial y que se reduzca su volumen.

2) Para que se produzca la reducción del volumen, es necesario que la presión de la disolución sea menor y, para esto, salen rápidamente los gases disueltos de la disolución en forma de burbujas.

3) Estas burbujas de gas liberado del líquido sinovial de la cápsula entre los dos huesos unidos estallan y es lo que provoca el sonido característico de crujirse los dedos.

Todavía no se conoce con exactitud como estas burbujas pueden provocar tanto sonido.
¿Por qué tenemos que esperar determinado tiempo para volver a crujirse los dedos?

Porque hay que esperar que las burbujas que se habían liberado de la disolución vuelvan a disolverse en el líquido sinovial y puedan liberarse como burbujas de nuevo.

¿Qué efectos negativos tiene el crujirse los dedos?

Crujirse los dedos se ha convertido en algo habitual y sus efectos son los siguientes:
  - Se había pensado que crujirse los dedos podría estar relacionado con artrosis, pero esta idea se ha desechado. De hecho, en el 2009 Donald L. Unger recibió el premio IG Nóbel de Medicina por haber estado durante 60 años crujiéndose los dedos de una mano y no de la otra. Al estudiar su grado de artritis en ambas manos, se observó que no tenía artritis en ninguna mano.
Es decir, parece demostrado que crujirse los dedos y la artrosis no están relacionados.
  - Lo que sí provoca es daños en las estructuras blandas de las articulaciones como los ligamentos.
  - Disminuye nuestra fuerza prensora, es decir, reduce la fuerza con la que podemos apretar la mano.
¡Intenta no crujirte los dedos!
Tomado de:

4 de octubre de 2012

¿Un diente se disuelve si lo dejamos toda la noche sumergido en Coca-Cola?

Quién más o quién menos, sobre todo si apuntaba a maneras de investigador de bata blanca, ha sumergido un diente de leche en un vaso lleno de Coca-Cola con la intención de comprobar si el mito era cierto, es decir, si el diente se disolvía.



Lo que descubrimos es que no se disuelve. Pero ¿quién hizo correr el rumor? Fue el profesor Clive McCay, de la Universidad de Cornell, en 1950. Lo que afirmó McCay es que los niveles de azúcar y ácido fosfórico de la Coca-Cola provocaban caries, pero a fin de añadirle un toque sensacionalista para llamar más la atención, se le ocurrió decir, también, que si se dejara un diente en Coca-Cola, empezaría a disolverse al cabo de 48 horas.


En 2006, la Academia Norteamericana de Odontología General llevó a cabo un estudio para determinar el efecto de los refrescos sobre el esmalte dental y concluyó que las concentraciones elevadas de ácido cítrico (como en un zumo de naranja) eran mucho más perjudiciales que las de ácido fosfórico (que es lo que se emplea para evitar que el refresco pierda burbujas).

Lo que sí es cierto es que el ácido fosfórico inhibe los ácidos digestivos del estómago, por lo que reduce la absorción de calcio, tal y como explica John Lloyd en El nuevo pequeño gran libro de la ignorancia:
Esto significa que un consumo excesivo de refrescos puede provocar déficit de calcio y debilitar los dientes y los huesos, aunque no su “disolución”. Tomarse una Coca-Cola de vez en cuando no tiene por qué ser perjudicial para nadie.
Fuente:

13 de agosto de 2012

Por qué un blanco (probablemente) nunca ganará los 100 metros planos


 De los 500 mejores tiempos de la historia de los 100 metros lisos, tan sólo 6 corresponden a atletas blancos. Algo parecido pasa en las pruebas de resistencia, totalmente dominadas por los keniatas -han ganado 13 de las últimas 14 maratones de Boston. Comparados con los caucásicos, los atletas africanos tienen huesos más densos -¿por eso son malos en natación?-, menos grasa corporal -¿también esto influye en la natación?-, caderas más estrechas, piernas más largas, muslos más gruesos y “gemelos” más ligeros que los blancos. Pero eso no es todo. En este artículo se trata de dar una explicación fisiológica a tan tamaña desviación estadística en cuanto a rendimiento atlético.


Resistencia: una cuestión de eficiencia energética
 
Las pruebas de resistencia son dominadas por atletas que provienen de una pequeña región de Kenia de apenas 3 millones de habitantes -Kalenjin-, mientras que los mejores esprinters son atletas africanos de la otra parte del continente, de la África occidental.
Bengt Saltin, fisiólogo sueco del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca, ha investigado la supremacía keniata en el atletismo de fondo. Los hallazgos llevados a cabo por este equipo científico han descartado la mayoría de las explicaciones populares a este fenómeno: la altitud, la dieta, y el que los niños van corriendo a la escuela. En cuanto al consumo de oxígeno, los keniatas arrojaron valores similares a los escandinavos; en lo correspondiente a la dieta, más bien es al contrario, su dieta no es rica en aminoácidos esenciales, vitaminas o grasas; y finalmente, la hipótesis de la actividad física en la infancia tampoco resultó verdadera, los niños keniatas son tan activos como los daneses.
La clave parece residir en la habilidad de los keniatas para resistir la fatiga, para no dejarse vencer por el lactato. El ácido láctico se genera cuando se ha llegado al límite del consumo de oxígeno; entonces ya no se puede generar energía de forma aeróbica -con consumo de oxígeno-, y se comienza a sacar partido de la fermentación láctica, lo que produce como subproducto el lactato, que se acumula en la sangre, acidifica el medio celular y merma el rendimiento. El grupo de Saltin descubrió que, con el mismo oxígeno de partida, los keniatas eran capaces de correr una distancia un 10% mayor que la que corrían los europeos; es decir, al igual que un coche más aerodinámico, estos realizaban un consumo de “combustible” más efectivo que los europeos.
¿Qué tenían los keniatas que los hacía “más aerodinámicos”? El grupo de Saltin encontró que las diferencias más importantes se daban en la masa muscular de los “gemelos” -múculos gastrocnemios, que se encuentra en la parte posterior de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Los atletas africanos tenían como promedio 400 gramos menos de “carne” en cada pierna. Cuanto más lejos del centro de gravedad -que suele estar en torno a la cintura- se encuentre el peso, más energía es necesaria para moverlo. El grupo de Saltin calculó que añadir 50 gramos de peso en los tobillos incrementaba el consumo de oxígeno en un 1%, por lo tanto, según Saltin, los gramos de menos que tienen los gemelos de los keniatas, se traducían en un ahorro de un 8% de consumo por cada kilómetro recorrido. En definitiva, en palabras de Henrik Larsen, otro investigador del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca: “los keniatas son corredores más resistentes porque emplean menos energía en mover sus piernas.”
En posteriores estudios también se descubrió que el músculo esquelético de los corredores keniatas posee, en cantidades mayores de las promedio, una enzima que se encarga de bajar la producción de lactato, llevando las reacciones bioquímicas de obtención de energía hacia la oxidación de ácidos grasos. Según el autor, los altos niveles de esta enzima se pueden deber al entrenamiento, pero en su opinión, “tiene grandes posibilidades de ser un mecanismo genético”.
Resultados similares en consumo de oxígeno y niveles de enzima y lactato fueron encontrados en un grupo de corredores negros del Sur de África, cuyos “tiempos” son similares a los de los keniatas.
Además de esto, está el hecho de que los keniatas son fenotípicamente delgados y ligeros (50 o 60 kilogramos de media). Es decir, que no es sólo que sus piernas sean más livianas, sino que todo el “chasis” pesa menos.
Y finalmente está el tema de las fibras musculares, lo que para muchos es el factor clave de la supremacía keniata (y africana en general) en las pruebas de resistencia. Existen dos tipos de fibras musculares: tipo I o roja, de contracción lenta; y tipo II o blanca, de contracción rápida. Los corredores de resistencia tienen hasta un 90% de fibras tipo I, que tienen una densidad vascular elevada y muchas mitocondrias -orgánulos celulares que se encargan de producir energía en presencia de oxígeno.
SI juntamos todos los datos, tenemos que los keniatas tienen poca masa muscular en sus piernas, pesan poco, y encima la escasa masa muscular que tienen es tremendamente eficiente para obtener energía aeróbica -con oxígeno- y así producir muy poco lactato. Además, por si fuera poco, tienen una carga enzimática superior para recurrir antes a los ácidos grasos que a la fermentación láctica. El resultado: que de una misma cantidad de combustible obtienen mucha energía, sin pagar peaje ninguno -producción de ácido láctico-, y encima van en un coche más ligero, con lo que pueden viajar mucho más tiempo por la autopista y así llegar más rápido a su destino.

Velocidad: negros con fibras blancas
 
Y en el otro extremo del atletismo, están los mejores sprinters, que también son negros, aunque en este caso del África occidental. (Y todos sus descendientes de EEUU, Jamaica, Bahamas, Grenada, etc...) Y aquí, paradójicamente, nos encontramos también en el otro extremo fisiológico: los atletas del oeste africano son más altos y pesan hasta 30 kilogramos más que sus parientes del sureste. Pero la diferencia más reseñable está en el tipo de fibra muscular: los sprinters negros tienen un porcentaje más alto de fibras blancas tipo II -las de contracción rápida- que el resto de los mortales, incluidos los keniatas. Estas fibras funcionan de manera totalmente contraria a las rojas tipo I: están especializadas en producir energía de manera rápida y explosiva sin recurrir al oxígeno. Las fibras tipo II obtienen casi toda su energía de la fermentación láctica. El resultado: no son buenos en carreras largas -sacan poca energía del oxígeno y mucha del sistema anaeróbico por lo que acumularían mucho lactato-, pero en distancias cortas -donde casi toda la energía se obtiene en anaerobiosis por que estás en esfuerzo máximo y la corta duración no da tiempo al efecto inhibitorio del lactato- están comodísimos, y de esta manera consiguen marcas tan espectaculares como las que consigue el genial Usain Bolt.

El porqué evolutivamente hemos llegado a tener estas diferencias es un tema muy interesante para reflexionar e investigar, pero eso da para otro post y un par de libros por lo menos. Por supuesto, no todo es genética -aunque es mucho- porque de nada vale tener unas fibras musculares maravillosas si estamos tirados todo el día en el sofá. Las marcas que estamos viendo estos días en los juegos olímpicos, se consiguen con mucho esfuerzo y mucho entrenamiento -incluso Usain Bolt-, pero lamentablemente, aunque parte de las fibras tipo II -las "menos rápidas" IIa- se pueden transformar en las lentas tipo I después de un entrenamiento de resistencia intenso, hasta ahora no hay evidencia de que las fibras tipo I se puedan transformar en las tipo II. Es decir, que los músculos de los blancos y sus fibras rojas tienen minúsculas posibilidades de llegar al nivel -y la velocidad- de los músculos de los sprinters negros y sus rápidas fibras blancas.
Fuente:

9 de julio de 2012

¿Por qué crujen los nudillos al presionarlos?


Al presionar sobre los nudillos de un puño cerrado o al entralazar los dedos y estirar las palmas de la mano, las articulaciones crujen con un característico y algo desagradable sonido.

¿Pero qué es exactamente lo que suena?

Veamos primero algo acerca de las articulaciones. Las que más fácilmente crujen son las que consisten en dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas, envueltas por una cápsula de fluido sinovial.

Se trata de una sustancia lubricante, que también sirve como fuente de nutrientes para las células cartilaginosas, y que contiene gases (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono) disueltos.

Al crujir los dedos de las manos, se estira la cápsula de unión, pero el fluido no puede dilatarse a menos que la presión en el interior de la cápssula descienda. Entonces los gases disueltos pueden escapar del fluido sinovial, incrementando el volumen y la movilidad de la articulación.

Cuando la articulación recupera su posición, las burbujas de gases estallan produciendo el crujido. Pero no es la única causa, los tendones y ligamentos también juegan su papel.

Los tendones deben extenderse sobre la articulación para permitir el movimiento, así que también suenan cuando el tendón recupera su posición original.

Nota sabionda: Una articulación que haya crujido, no volverá a hacerlo hasta que los gases se hayan disuelto de nuevo en el fluido sinovial: entre 15 y 30 minutos.

Fuente:

22 de mayo de 2012

¿Hace mal crujirse los nudillos?


Hacerlo con un martillo como en la foto, sí. Pero la pregunta que muchos nos hacemos es si crujirse los nudillos  de la forma tradicional puede desgastarnos las articulaciones o generar artritis a largo plazo.

En nuestro cuerpo tenemos diferentes tipos de articulaciones para realizar diferentes movimientos, pero todas tienen en común una membrana llamada cápsula articular. Se trata de una membrana fibrosa que se encarga de que los huesos no se desplacen demasiado uno de otro, y también contienen una sustancia llamada líquido sinovial que se encarga de lubricar los dos cartílagos que protegen a los huesos, para que no se desgasten o erosionen con los movimientos.



El líquido sinovial posee disueltos algunos gases como dióxido de carbono, nitrógeno, y oxígeno. Sucede que al "crujir los nudillos" lo que en realidad estamos haciendo es separar un hueso del otro, y como se disminuye la presión del líquido sinovial,
los gases disueltos en el líquido se separan y forman burbujas de golpe para ocupar el nuevo espacio creado. Y eso es lo que produce el ruido.

La cantidad de gas que puede disolverse en un líquido depende, entre otras cosas, de la presión a la que se someta el sistema. Otra consecuencia de esto, es que las gaseosas burbujeen cuando se les quita la tapa: antes tenían dióxido de carbono perfectamente diluído porque se encontraba a cierta presión dentro del envase, al abrirlo, se libera esa presión, se forman burbujas y se separa progresivamente.

Para que puedan volver a "sonar",
hay que esperar unos quince minutos para que el gas de la cápsula sinovial se vuelva a disolver en el líquido.

Al margen del fenómeno físico y fisiológico que conlleva sonarse los nudillos, a muchos les preocupa si tener esta costumbre puede acarrear problemas con el tiempo y la edad. Si bien muchas personas, incluídos algunos médicos, afirman que puede desarrollar una artrosis de forma temprana,
lo cierto es que no hay estudios científicos que respalden esta afirmación. En parte porque es difícil demostrar algo negativo, ya que lleva mucho tiempo, y nunca se terminaría, sería mucho más fácil de realizar si la artrosis efectivamente se desarrollara más rápido en personas que tienen esta costumbre.

Uno de los estudios más singulares, fue realizado por el médico Donald L. Unger de la Universidad de California.
Se pasó 60 años crujiéndose los nudillos de la mano izquierda, todos los días, pero no los de la derecha. Finalmente descubrió que la artritis invadía sus articulaciones de forma simétrica en sus dos manos. Publicó el estudio en una revista especializada, confirmando otras investigaciones que se habían hecho años antes en más personas.

Este experimento le valió el Premio Ig Nobel 2009, una especie de premio Nobel satírico que entrega todos los años la Universidad de Harvard a diez experimentos que "primero hacen reir, y luego pensar". En ocasiones algunos periodistas confunden ambos premios, y publican noticias de lo más ridículas.

En definitiva,
crujirse los nudillos no hace mal.

Fuente:

1 de septiembre de 2011

Las primeras herramientas talladas por un 'Homo erectus'

Varias de las herramientas de piedra de hace 1,7 millones de años.|'Nature'

Varias de las herramientas de piedra de hace 1,7 millones de años.|'Nature'

Un equipo de paleontólogos y geólogos de Francia y Estados Unidos ha descubierto cerca del Lago Turkana, en Kenia, un conjunto de herramientas de piedra que habrían sido realizadas por un ancestro humano, de la especie 'Homo erectus', hace 1,76 millones de años.

Los investigadores, que publican en 'Nature' el hallazgo, apuntan que serían 300.000 años más antiguas que otros utensilios fabricados con la misma técnica (denominada achelense) por esta especie de homínidos, para algunos expertos los primeros que fueron intrínsecamente humanos. Otros paleoantropólogos, no obstante, defienden que fueron los 'Homo habilis'.

Aunque con anterioridad una de las firmantes del trabajo, Helene Roche, de la Universidad de París Naterre, ya había publicado utensilios de unas fechas similares, estas nuevas piezas confirman que aquellos humanos, que se extendieron por Eurasia y África (allí también se les llama 'Homo ergaster') hace dos millones de años, eran capaces de modelar grandes piedras con forma de hacha y filos cortantes, los bifaces, si bien, dado su gran tamaño, no está claro para qué las utilizaban.

Las herramientas se encontraron a pocos kilómetros de donde el equipo de Richard Leakey localizó, en 1984, el esqueleto más completo conocido de un 'Homo erectus', bautizado como el 'Niño de Turkana'. Fue en el yacimiento de Kokiselei. Los geólogos, dirigidos por Christopeher J. Lepre, de la Universidad de Rutgers (EE.UU.), dataron los sedimentos en función de la polaridad magnética de la Tierra que había en aquel momento del pasado y era distinta a la actual.

De este modo determinaron que pertenecían a un momento llamado 'subcron de Olduvai', con una antigüedad de 1,76 millones de años, lo que según Lepre convierte a las piedras talladas en las más primitivas descubiertas de esa especie humana, la misma datación que previamente habían hecho para un cráeno enontrado en Koobi Fora, otro yacimiento cerca del lago Turkana.

Otros especialistas, como el arqueólogo Manuel Santonja, del Centro Nacional de Evolución Humana (CENIEH), recuerdan que ya había dataciones similares para algunos utensilios de piedra, algunos presentados por la propia Roche hace unos años y otros en Sudáfrica: en la formación Rietputs se han encontrado bifaces de hace 1,6 millones de años.

Respecto a su posible uso, el paleontólogo Eric Delson defiende que, dado su tamaño, podrían haberse utilizado para despedazar grandes animales, como los elefantes. Desde luego, no servirían para tratara de cazar algo a distancia, proque fácilmente podría acabar el cazador con el hombro dislocado dado su peso.

Sin huesos con marcas

El arqueólogo español Manuel Domínguez-Rodrigo es más cauto y reconoce que, de momento, no se han encontrado yacimientos en los que haya este tipo de herramientas y huesos de animales con marcas de haber sido cortados por ellas.

Por otro lado, los investigadores destacan el hecho de que hubiera herramientas de dos tecnologías distintas (una más primitiva que otra) mezcladas, lo que podría significar que 'Homo habilis' y 'Homo erectus' vivieron en el mismo tiempo, o que los segundos utilizaba ambas, en función de sus necesidades, como mantiene el equipo de Domínguez-Rodrigo, que excava desde hace años en la Garganta de Olduvai.

"Necesitamos conocer mejor el entorno en el que vivían porque eso nos dará pistas de los procesos evolutivos de la biología humana, que ha sido afectada por cambios en el clima, la vegetación y la fauna de su entorno", concluye Lepre. Es algo que, como otros equipos, incluido el del Instituto de Evolución en África (IDEA) español, están tratando de descubrir.

Fuente:

El Mundo Ciencia

20 de agosto de 2011

Hallan en Perú restos con 800 años de antigüedad de doce niños sacrificados

Los restos de doce niños y 20 camélidos que fueron sacrificados hace 800 años y que pertenecen a la cultura Chimú fueron desenterrados en una excavación en la costa norte de Perú, informó hoy el arqueólogo Gabriel Prieto.


Los restos fueron encontrados en la población de Huanchaquito, de la región de La Libertad, y gracias al aviso que los vecinos de la zona dieron a las autoridades luego de que se percataran de la presencia de los huesos.

Por el aviso, un equipo de arqueólogos comenzó los trabajos en la zona hasta encontrar los restos de los doce menores y la veintena de camélidos propios de la zona.

Prieto explicó, en declaraciones recogidas por la agencia estatal Andina, que todo indica que tanto los niños como los animales fueron sacrificados como parte de un rito similar a la ceremonia incaica conocida como Capacocha.

Esta ceremonia se realizaba ante la inminente muerte o nacimiento de un emperador inca.

Aunque no se encontraron ofrendas de cerámica o metal, como es habitual en los entierros de la cultura Chimú, los cuerpos presentan sogas lo que, según Prieto, demuestra que no es un entierro habitual.

El arqueólogo también destacó la presencia de arcilla en los estratos donde se encontraron los restos, lo que indica que fueron enterrados en una época con abundante lluvia, algo poco habitual en la zona.

"Probablemente, durante esa época, un fuerte fenómeno de 'El Niño' los sacudía y esta fue parte de su ofrenda para calmar a la naturaleza", agregó Prieto.

El experto tampoco descartó que existan más restos óseos en la misma zona pero lamentó que éstos no se puedan rescatar por "el tema de presupuesto y porque la zona está llena de viviendas y silos".

Tomado de:

Que (España)

3 de agosto de 2011

El dinosaurio que cambia la historia de las aves

Esqueleto fósil del terópodo encontrado en China.| 'Nature'

Esqueleto fósil del terópodo encontrado en China.| 'Nature'

El hallazgo del esqueleto de un fósil de terópodo, de hace 150 millones de años, en China, ha dado un vuelco a lo que hasta ahora se ha sabido sobre las primeras aves que volaron sobre la Tierra, e incluso a la propia definición de lo que es o no un ave.

El fósil ha sido bautizado como 'Xiaotingia zhengi' y es un pariente del género de los 'Arqueoptérix', que desde hace 150 años se consideraba el ave más primitiva. Desde entonces, cuando aún vivía Charles Darwin y se consideró el eslabón perdido que las relacionaba con los reptiles, se han encontrado hasta 10 ejemplares en Alemania, cuyas características acabaron considerándose el paradigma de las primeras aves del planeta.

Pero este papel estelar de los 'Arqueoptérix' ha tocado a su fin con el 'X. zhengi', un terópodo de menos de un kilo de peso que vivió en el Jurásico en la región donde se encuentra la Formación Tiaojishan, una mina de fósiles de la provincia de Liaoning.

Sus descubridores -Xing Xu, Hailu You y Fenglu Han- publican en 'Nature' esta semana que su terópodo no es un ave, pero tiene unas alas tan robustas y emplumadas como las que hasta ahora sólo se atribuían a las aves. Sin embargo es un Deinonicosaurio, un pequeño y feroz dinosaurio, como aseguran que también serían los 'Arqueoptérix', con los que comparten esta característica. Es decir, ninguno de dos los estaría en la filogenia de las aves y pasarían a formar parte del extenso grupo de dinosaurios con plumas.

Para el catedrático de Paleontología José Luis Sanz se trata de una hipótesis "muy interesante", puesto que acaba con la convención científica de lo que se considera un ave y lo que no, si bien apunta que en los últimos años se están descubriendo un gran número de dinosaurios emplumados en China de los que aún no se ha hecho un estudio exhaustivo. "Cada vez tenemos más animales con caracteres más similares y es más difícil establecer definiciones", explica el investigador, director del yacimiento de Las Hoyas (Cuenca).

Fuente:

El Mundo Ciencia

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