Un equipo de investigadores se puso a
la tarea de averiguar por qué la voz de Freddie Mercury, cantante de la
banda Queen, era tan especial.
Mientras lees la nota, te recomendamos que escuches las versiones a capella de "We are the Champions" y "Bohemian Rhapsody", en las que se nota claramente lo que estos científicos intentan explicar.
El líder de la investigación fue el biofísico austriaco Christian Herbst, quien se especializa en la fisiología de la voz de los cantantes y en la física de la producción de voz en los mamíferos.
Para su estudio, Herbst y sus colegas analizaron la voz de Mercury a través de entrevistas, grabaciones en solitario,
pistas de su voz aislada del resto de la banda en las canciones que
grabaron e incluso se apoyaron en un cantante profesional que intentaba
imitar su estilo.
Un temblor vocal
La voz de Freddie Mercury usualmente se asociaba con la de un tenor,
sin embargo, este estudio afirma que en realidad correspondía a la de un
barítono, es decir, un tono más bajo.
En una de las pruebas, Herbst analizó 240 notas sostenidas en 21 grabaciones de Mercury a capella.
La idea era analizar su vibrato, que es la oscilación entre los tonos que emplean los cantantes cuando sostienen una nota.
Así, Herbst concluyó que Mercury tenía un "sorprendente" vibrato
"irregular" de 7 Hz. Lo usual es que un vibrato esté entre los 5,4 Hz y
los 6,9 Hz. El tenor Luciano Pavarotti, por ejemplo, tenía un vibrato de 5,7 Hz.
En pocas palabras, las cuerdas vocales de Mercury se movían más rápido que la de otros cantantes, con lo cual lograba una voz oscilante e inestable que los expertos llaman un "temblor vocal".
"Él
tenía un control increíble sobre esa voz, incluso cuando estaba casi a
punto de perder el control", escribe Brandon Weber en el portal The Big Think.
"Es como si llevara su voz a los límites absolutos de lo que era físicamente capaz de hacer, recorría esos límites pero sin sobrepasarlos".
Otro de los hallazgos fue que Mercury cantaba utilizando vibraciones "subharmónicas", con las que se logra el efecto de estar cantando en un tono más bajo.
Estas
vibraciones no son muy comunes y se parecen mucho a los cantos de
garganta que se interpretan en la música tradicional tibetana.
Una razón más, aunque pueda parecer obvia, para que los fans sigan idolatrando a una de las grandes estrellas del rock.
Fuente: BBC Mundo
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6 de noviembre de 2018
13 de julio de 2017
¿Cómo funciona una guitarra eléctrica?
¿Alguna vez te has preguntado cómo funciona una guitarra eléctrica? ¿Qué la diferencia de una guitarra acústica? ¿Porqué se llama eléctrica? ¿Qué hace que suene cuando ni siquiera usa tomacorrientes o enchufe?
En este artículo -que será ameno y no demasiado extenso- te voy a explicar un par de detalles interesantes, que no está de más saber, sobre la guitarra eléctrica y su funcionamiento. Se trata de un artículo orientado a newbies ó novatos.
Primero un poco de historia.
Se le atribuye la invención de la guitarra eléctrica moderna, a mediados del siglo XX, a Lester William Polfus, mejor conocido como Les Paul (creador de la marca Gibson y en honor a quien se utiliza el nombre para ese modelo de Gibson, Epiphone y otras marcas posteriores), quien sin saberlo crearía gran historia con "su" invención junto con la aparición del amplificador de guitarra en 1935. Sin embargo los primeros modelos fueron de Bigsby (ver el artículo linkado arriba). E incluso antes que Gibson crease la Les Paul, ya había sido creada la primera Broadcaster de Leo Fender, la primera en ser producida en serie.
Todo comenzó buscando mayor sonido para tocar en directo. A partir de ese momento, tenemos el que es uno de los instrumentos más populares en prácticamente todos los géneros de música moderna, desde el Blues y el Jazz, hasta el Rock y Heavy Metal de hoy día. La primera guitarra eléctrica fue manufacturada por Rickenbacker.
La guitarra eléctrica es un instrumento musical armónico que utiliza el principio de inducción electromagnética con el objeto de convertir la vibración de las cuerdas en señales eléctricas y, por medio del amplificador, estas señales en sonido.
La inducción electromagnética es el fenómeno que origina la producción de una fuerza electromotriz en un medio o cuerpo expuesto a un campo magnético variable (las cuerdas), respecto a un campo magnético estático (las bobinas en las pastillas y sus imanes). Es así que, cuando dicho cuerpo es un conductor, se produce la corriente inducida. Este fenómeno fue descubierto por Michael Faraday en 1831, quien lo expresó indicando que:
En el caso de una guitarra eléctrica, el sonido se ve influido por el diseño de las pastillas, ubicación de las mismas, escala, y material las cuales estén hechas; siendo todo esto causa de diversos cambios en el flujo electromagnético que sucede con la vibración de las cuerdas.
De esta manera, las pastillas son el ente que convierte la vibración de las cuerdas en energía eléctrica, la cual pasa por una diversidad de circuitos (resistencias variables y capacitores en un ámbito básico) para tallar nuestro sonido a gusto antes de salir hacia el amplificador, el cual recibe la señal eléctrica y hace una serie de procesos que crean ese sonido caliente y agresivo que tanto nos gusta.
Desde un primer vistazo la apariencia de la guitarra eléctrica no ayuda a optimizar el sonido, porque es un instrumento macizo, a diferencia de las guitarras acústicas que son huecas y tienen caja de resonancia. Hay una gran polémica sobre si algunas propiedades de la madera afectan o no al sonido de las guitarras eléctricas, como puede ser el peso y los nudos de la propia madera, que pueden afectar al sustain.
Tenemos un mástil que va atornillado (o de una pieza) al cuerpo, a lo largo del cuál van los trastes y el clavijero. Las cuerdas son de metal por un motivo: para que sus propiedades electromagnéticas interactúen con las pastillas de manera adecuada, generando la energía eléctrica.
Las pastillas son 6 (en el caso de las guitarras de seis cuerdas o más de seis si tienen más cuerdas) imanes rodeados de una bobina de cobre fino, más fino que el cabello humano. Esta bobina rodea los imanes aproximadamente 7200 veces (dependiendo de modelos y fabricantes). La corriente emitida por una pastilla de guitarra eléctrica ronda los 2 voltios de media, aunque depende del modelo concreto y de si son simples o dobles (para más información sobre pastillas, ver el artículo Diferencia técnica entre pastillas activas y pasivas).
Producto de estos descubrimientos y creaciones hoy día gozamos de una infinidad de aparatos digitales que producen una inmensa variedad de sonidos orgánicos a base de circuitería y señales eléctricas. Todo se lo debemos a visionarios que no pueden estarse quietos...
Tomado de:
Guitar Bend
Primero un poco de historia.
Se le atribuye la invención de la guitarra eléctrica moderna, a mediados del siglo XX, a Lester William Polfus, mejor conocido como Les Paul (creador de la marca Gibson y en honor a quien se utiliza el nombre para ese modelo de Gibson, Epiphone y otras marcas posteriores), quien sin saberlo crearía gran historia con "su" invención junto con la aparición del amplificador de guitarra en 1935. Sin embargo los primeros modelos fueron de Bigsby (ver el artículo linkado arriba). E incluso antes que Gibson crease la Les Paul, ya había sido creada la primera Broadcaster de Leo Fender, la primera en ser producida en serie.
Todo comenzó buscando mayor sonido para tocar en directo. A partir de ese momento, tenemos el que es uno de los instrumentos más populares en prácticamente todos los géneros de música moderna, desde el Blues y el Jazz, hasta el Rock y Heavy Metal de hoy día. La primera guitarra eléctrica fue manufacturada por Rickenbacker.
La guitarra eléctrica es un instrumento musical armónico que utiliza el principio de inducción electromagnética con el objeto de convertir la vibración de las cuerdas en señales eléctricas y, por medio del amplificador, estas señales en sonido.
La inducción electromagnética es el fenómeno que origina la producción de una fuerza electromotriz en un medio o cuerpo expuesto a un campo magnético variable (las cuerdas), respecto a un campo magnético estático (las bobinas en las pastillas y sus imanes). Es así que, cuando dicho cuerpo es un conductor, se produce la corriente inducida. Este fenómeno fue descubierto por Michael Faraday en 1831, quien lo expresó indicando que:
- La magnitud de la tensión inducida es proporcional a la variación del flujo electromagnético (Ley de Faraday).
En el caso de una guitarra eléctrica, el sonido se ve influido por el diseño de las pastillas, ubicación de las mismas, escala, y material las cuales estén hechas; siendo todo esto causa de diversos cambios en el flujo electromagnético que sucede con la vibración de las cuerdas.
De esta manera, las pastillas son el ente que convierte la vibración de las cuerdas en energía eléctrica, la cual pasa por una diversidad de circuitos (resistencias variables y capacitores en un ámbito básico) para tallar nuestro sonido a gusto antes de salir hacia el amplificador, el cual recibe la señal eléctrica y hace una serie de procesos que crean ese sonido caliente y agresivo que tanto nos gusta.
Desde un primer vistazo la apariencia de la guitarra eléctrica no ayuda a optimizar el sonido, porque es un instrumento macizo, a diferencia de las guitarras acústicas que son huecas y tienen caja de resonancia. Hay una gran polémica sobre si algunas propiedades de la madera afectan o no al sonido de las guitarras eléctricas, como puede ser el peso y los nudos de la propia madera, que pueden afectar al sustain.
Tenemos un mástil que va atornillado (o de una pieza) al cuerpo, a lo largo del cuál van los trastes y el clavijero. Las cuerdas son de metal por un motivo: para que sus propiedades electromagnéticas interactúen con las pastillas de manera adecuada, generando la energía eléctrica.
Las pastillas son 6 (en el caso de las guitarras de seis cuerdas o más de seis si tienen más cuerdas) imanes rodeados de una bobina de cobre fino, más fino que el cabello humano. Esta bobina rodea los imanes aproximadamente 7200 veces (dependiendo de modelos y fabricantes). La corriente emitida por una pastilla de guitarra eléctrica ronda los 2 voltios de media, aunque depende del modelo concreto y de si son simples o dobles (para más información sobre pastillas, ver el artículo Diferencia técnica entre pastillas activas y pasivas).
Producto de estos descubrimientos y creaciones hoy día gozamos de una infinidad de aparatos digitales que producen una inmensa variedad de sonidos orgánicos a base de circuitería y señales eléctricas. Todo se lo debemos a visionarios que no pueden estarse quietos...
Tomado de:
Guitar Bend
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16 de agosto de 2015
California se está quedando sin agua
Hace justo 40 años, aquí se hizo una de las fotos icónicas
del rock de los setenta. Fue en el verano de 1975. Storm Thorgerson,
Aubrey Powell y Peter Christopherson viajaron desde Londres hasta este
lago. Un lago de agua tres veces más salada que la del mar, y nueve veces más alcalina, y con una de las mayores concentraciones de arsénico que se encuentran en la Tierra.
Es un agua tan inhóspita que los habitantes de este lago -más grande que la superficie de los Picos de Europa y a una altitud similar a la de las cimas más altas de ese macizo- son dos extrañas criaturas: unos 6 billones de gambas diminutas, de dos o tres milímetros de largo, y cientos de millones de moscas que están siempre posadas formando una especie de alfombra en el agua de la orilla, en la que nadan y bucean para alimentarse de algas y para reproducirse.
«Puedes ver un cinturón de moscas de una pulgada [2,5 centímetros] de espesor y seis pies [1,8 metros] de ancho, que se extiende alrededor de todo el lago», escribió en 1872 el padre de la literatura estadounidense, Mark Twain, para quien este lago es «el único inquilino del lugar más solitario del mundo (...), un desierto sin vida, sin árboles, horrible, a ocho mil pies [2.400 metros] metros sobre el nivel del mar, guardado por montañas dos mil pies [600 metros] metros más altas».
Ese inquilino de la soledad se llama Mono Lake, o Lago Mono, desde 1852, cuando el teniente del Ejército de Estados Unidos Tredwell Moore llegó aquí persiguiendo a Miwok, el jefe de la tribu Yosemite, que había asesinado a tres buscadores de oro.
Tanto oyó Moore a sus guías de la tribu Paiute repetir la palabra mono -que en su idioma significa «mosca», y cuyas larvas constituían una de las principales fuentes de proteínas de la comunidad de 200 personas que vivía junto al lago, hasta el punto de que éstas eran conocidas como los comedores de moscas- que acabó bautizando al lago Mono.
El nadador sin torso y sin cara que desaparece sin dejar señales de su presencia se convirtió en una de las imágenes del disco de Pink Floyd Wish You Were Here, que se puso a la venta el 15 de septiembre de 1975 y que iba a ser número uno en España en la semana en la que murió Franco, el 20 de noviembre.
Hoy es el Lago Mono el que está desapareciendo de forma silenciosa. El «cinturón de moscas» de que habló Mark Twain se ha quedado reducido a unos pocos bloques aislados que ya no rodean el lago. Los dos o tres millones de patos que en un día normal estaban aquí repostando en su migración de 3.000 kilómetros desde el norte de EEUU hasta Centroamérica, no pasan de 20.000.
Porque el Lago Mono se está secando. El desvío de agua de su cuenca para satisfacer la sed de cuatro millones de personas en la ciudad de Los Angeles, a 575 kilómetros de distancia, la tala de árboles en la vecina Sierra Nevada para abastecer a las minas de oro del siglo XIX, el cambio climático, y, por último, la sequía que azota a California desde hace cuatro años están acabando con lo que no lograron 675.000 años de glaciaciones, terremotos y hasta la erupción del volcán más joven de América del Norte, en el siglo XV.
En 2015 sería imposible hacer la foto de Wish You Were Here. Más de la mitad de las tufas se encuentran en tierra firme, como ruinas de una civilización desaparecida de la que solo quedaran las columnas rodeadas de matorrales. La estructura de tufas que fue empleada como telón de fondo para el célebre disco de Pink Floyd se alzaba en un área en la que el agua no llegaba al medio metro de profundidad hace dos semanas.
El artículo completo en:
El Mundo Ciencia
Es un agua tan inhóspita que los habitantes de este lago -más grande que la superficie de los Picos de Europa y a una altitud similar a la de las cimas más altas de ese macizo- son dos extrañas criaturas: unos 6 billones de gambas diminutas, de dos o tres milímetros de largo, y cientos de millones de moscas que están siempre posadas formando una especie de alfombra en el agua de la orilla, en la que nadan y bucean para alimentarse de algas y para reproducirse.
«Puedes ver un cinturón de moscas de una pulgada [2,5 centímetros] de espesor y seis pies [1,8 metros] de ancho, que se extiende alrededor de todo el lago», escribió en 1872 el padre de la literatura estadounidense, Mark Twain, para quien este lago es «el único inquilino del lugar más solitario del mundo (...), un desierto sin vida, sin árboles, horrible, a ocho mil pies [2.400 metros] metros sobre el nivel del mar, guardado por montañas dos mil pies [600 metros] metros más altas».
Vista general del Lago Mono, en California.EM
Ese inquilino de la soledad se llama Mono Lake, o Lago Mono, desde 1852, cuando el teniente del Ejército de Estados Unidos Tredwell Moore llegó aquí persiguiendo a Miwok, el jefe de la tribu Yosemite, que había asesinado a tres buscadores de oro.
Tanto oyó Moore a sus guías de la tribu Paiute repetir la palabra mono -que en su idioma significa «mosca», y cuyas larvas constituían una de las principales fuentes de proteínas de la comunidad de 200 personas que vivía junto al lago, hasta el punto de que éstas eran conocidas como los comedores de moscas- que acabó bautizando al lago Mono.
El Lago Mono ha perdido un tercio de su volumen en los últimos 96 años
Más de 100 años después, aquí estaban Thorgerson, Powell y
Christopherson con una idea disparatada: hacer que un experto en yoga se
pusiera boca abajo en las aguas salobres y aceitosas, apoyándose con
las manos en el suelo arcilloso del lago, en el que uno se hunde como en
arenas movedizas, y que aguantara la respiración -y el resquemor de los
ojos provocado por los minerales disueltos- hasta que las ondas de la
superficie del lago desaparecieran y pareciera que su cuerpo se había
sumergido sin dejar rastro. Las piernas y la cintura debían destacar
contra el cielo azul del desierto y las espectaculares formaciones
rocosas del lago, unas columnas calcáreas de entre 3 y 7 metros de alto
llamadas tufas, una palabra que procede del latín tofus, que significa piedra porosa.El nadador sin torso y sin cara que desaparece sin dejar señales de su presencia se convirtió en una de las imágenes del disco de Pink Floyd Wish You Were Here, que se puso a la venta el 15 de septiembre de 1975 y que iba a ser número uno en España en la semana en la que murió Franco, el 20 de noviembre.
Hoy es el Lago Mono el que está desapareciendo de forma silenciosa. El «cinturón de moscas» de que habló Mark Twain se ha quedado reducido a unos pocos bloques aislados que ya no rodean el lago. Los dos o tres millones de patos que en un día normal estaban aquí repostando en su migración de 3.000 kilómetros desde el norte de EEUU hasta Centroamérica, no pasan de 20.000.
Cartel de protesta contra la falta de agua que reza: No agua=No trabajo.REUTERS
Porque el Lago Mono se está secando. El desvío de agua de su cuenca para satisfacer la sed de cuatro millones de personas en la ciudad de Los Angeles, a 575 kilómetros de distancia, la tala de árboles en la vecina Sierra Nevada para abastecer a las minas de oro del siglo XIX, el cambio climático, y, por último, la sequía que azota a California desde hace cuatro años están acabando con lo que no lograron 675.000 años de glaciaciones, terremotos y hasta la erupción del volcán más joven de América del Norte, en el siglo XV.
En 2015 sería imposible hacer la foto de Wish You Were Here. Más de la mitad de las tufas se encuentran en tierra firme, como ruinas de una civilización desaparecida de la que solo quedaran las columnas rodeadas de matorrales. La estructura de tufas que fue empleada como telón de fondo para el célebre disco de Pink Floyd se alzaba en un área en la que el agua no llegaba al medio metro de profundidad hace dos semanas.
El artículo completo en:
El Mundo Ciencia
29 de julio de 2014
Los peligros del ‘headbanging’ en un concierto de Motörhead
El headbanging es la sacudida violenta de la cabeza al ritmo de la música heavy metal, inventado por Led Zeppelin
en su primera gira por EE UU en 1968. Hoy en día, en cualquier
concierto de heavy metal no es extraño que muchos ejecuten estas
sacudidas de la cabeza, arriba y abajo (aunque existen múltiples y
variados estilos), como si estuvieran poseídos.
Sin embargo, una investigación publicada en The Lancet y liderada por Ariyas Pirayesh Islamian, de la Escuela de Medicina de Hannover, señala los riesgos de esta conducta: si bien generalmente se considera inofensivo, puede producir lesiones relacionadas con el headbanging que incluyen disección de la arteria carótida, latigazo cervical, enfisema mediastínico (cuando el aire se filtra de las vías respiratorias hacia el mediastino, situado en el centro del tórax), y fractura de un hueso del cuello.
Según el autor del estudio:
En 2008, un estudio de la universidad australiana de Nueva Gales del Sur ya advirtió sobre los riesgos de mover la cabeza de este modo. Así, se descubrió que existía un mayor riesgo de lesión en el cuello a partir de los 130 movimientos por minuto. A partir de este ritmo, las agitaciones de la cabeza pueden ocasionar dolor de cabeza y mareos, sobre todo si se hacen con una inclinación de más de 75 grados.
Vía | Sinc
Fuente:
Xakata Ciencia
Sin embargo, una investigación publicada en The Lancet y liderada por Ariyas Pirayesh Islamian, de la Escuela de Medicina de Hannover, señala los riesgos de esta conducta: si bien generalmente se considera inofensivo, puede producir lesiones relacionadas con el headbanging que incluyen disección de la arteria carótida, latigazo cervical, enfisema mediastínico (cuando el aire se filtra de las vías respiratorias hacia el mediastino, situado en el centro del tórax), y fractura de un hueso del cuello.
Según el autor del estudio:
A pesar de que solo hay unos pocos casos documentados de este tipo de hematomas, la incidencia puede ser mayor debido a que los síntomas de este tipo de lesión cerebral suelen ser clínicamente silenciosos o apenas causan dolor de cabeza leve que desaparece espontáneamente.El propio autor detalla el caso de un hombre que desarrolló un hematoma subdural (acumulación de productos de descomposición de la sangre entre la superficie del cerebro y su capa más exterior) después de practicar el headbanging en un concierto de Motörhead, en enero de 2013.
En 2008, un estudio de la universidad australiana de Nueva Gales del Sur ya advirtió sobre los riesgos de mover la cabeza de este modo. Así, se descubrió que existía un mayor riesgo de lesión en el cuello a partir de los 130 movimientos por minuto. A partir de este ritmo, las agitaciones de la cabeza pueden ocasionar dolor de cabeza y mareos, sobre todo si se hacen con una inclinación de más de 75 grados.
Vía | Sinc
Fuente:
Xakata Ciencia
9 de mayo de 2014
¿Qué tiene que ver la música con el sexo?
Los seres humanos llevan haciendo música desde hace por lo menos 40.000 años.
Los instrumentos más antiguos conocidos son flautas hechas con huesos huecos de animales. Lo que está menos claro es por qué hacemos música.
"Las notas musicales y el ritmo", escribió en El origen del hombre, "fueron adquiridos al principio por los ancestros masculinos y femeninos de la humanidad con el propósito de cautivar al sexo opuesto".
Ahora han aparecido evidencias que parecen apoyar la hipótesis de Darwin en un estudio del psicólogo Benjamin Charlton de la Universidad de Sussex en Brighton, Inglaterra.
En su experimento, comprobó que las preferencias sexuales de las mujeres cambiaban durante su ciclo menstrual y que, en el punto más fértil del ciclo, preferían compositores de música más compleja, que quizá podrían ser considerados parejas más capaces.
Pero, ¿qué credibilidad tiene la noción de que hacer música está relacionado con el sexo?
Comencemos por el principio: ¿qué es tan especial acerca de la música? Primero, todas las culturas conocidas han tenido música, incluso aquellas que no tenían lenguaje escrito.
Es un rasgo humano completamente universal.
En segundo lugar, la música, al contrario que por ejemplo cocinar, la agricultura, hablar o criar una familia, no tiene ningún beneficio.
Por supuesto, nos encanta, nos llena de alegría o nos lleva a las lágrimas, nos da euforia y bailamos, pero no muestra ninguna ventaja evolutiva obvia ni tangible.
No faltan las ideas sobre por qué surgió entre nuestros ancestros.
Algunos creen que la música comenzó como forma de promover la cohesión social, un papel "tribal" que todavía hoy persiste.
Otros dicen que comenzó con las canciones de la comunicación materno-filial, una exageración de tonos en los arrullos al bebé que todas las personas del mundo practican.
También están aquellos que piensan que la música y el lenguaje estuvieron una vez fusionados en una forma de comunicación compuesta denominada "musilenguaje", de la cual la música se dividió como vehículo de emociones, mientras que el lenguaje se convirtió en significado semántico.
Supervivencia del más sexy
La noción por parte de Darwin de la música como agente de selección sexual sigue siendo una de las teorías preferidas, en particular porque tiene su nombre al lado.Él consideraba la selección sexual como auxiliar de la selección natural: era la "supervivencia ddel más sexy", sin importar que los atributos sexuales tuvieran otras ventajas para la supervivencia.
Según esta posición, la destreza en el canto y en crear música funcionaría como la cola del pavo real: inútil, incluso una molestia, pero llama la atención.
Es concebible que dichas exhibiciones sexuales ofrezcan pistas verdaderas sobre la idoneidad genética.
El pavo real macho podría estar diciendo: "Soy tan musculoso que puedo sobrevivir incluso aunque esté cargado con esta cosa absurda".
De igual modo, un músico capaz de crear música compleja y hermosa podría estar mostrando su conocimiento, destreza y fortaleza superiores.
De acuerdo a esta lógica, enamorarse de un músico habilidoso tiene sentido en cuanto a la evolución.
El vínculo entre el sexo y la música podría parecer irrefutable.
Las estrellas del rock y del pop están rodeadas de bandadas de admiradores sexualmente disponibles en la cima de su fertilidad, y nadie hizo la guitarra más explícitamente fálica que Jimi Hendrix.
Y no es solo un fenómeno del rock o del pop modernos: las actuaciones de Franz Liszt, el pianista, compositor y director húngaro, también extasiaba a las mujeres, y un estudio publicado en el año 2000 resaltó que en los conciertos clásicos había considerablemente más mujeres en los asientos cercanos a las (predominantemente masculinas) orquestas que en las filas traseras.
También hay pruebas anecdóticas que sugieren que la calidad de la interpretación de la música declina después del sexo.
Y en caso de que esté pensando en que ser músico no hizo mucho por la supervivencia de Hendrix, Jim Morrison o Kurt Cobain, tenga en cuenta que, como Darwin señaló, algunas aves macho terminan muriendo de agotamiento al cantar en la época de reproducción.
Vale la pena el riesgo por convertirse en un modelo sexual (después de todo, Hendrix tuvo tres hijos).
Un origen de selección sexual de la música podría también ayudar a explicar el aparente impulso hacia la diversidad, creatividad y novedad de muchos cantos de pájaros macho que desarrollan grandes repertorios y variedad en un esfuerzo por producir la señal de apareamiento más atrayente.
Y el exceso de la cola del pavo real, resultado de una tendencia desmedida comprobada en la selección de características sexuales, ¿no parece similar a las torres de amplificadores y altavoces, la pirotecnia, los trajes estrafalarios?
Para resumir, ¿no podría explicar el fenómeno que es Kiss?
Pero parte del problema de la idea de Darwin es que es demasiado atractiva, e invita a proporcionar pruebas por medio de las anécdotas.
Las canciones en las culturas anteriores a la escritura no son de ninguna manera los equivalentes tribales a la canción Let’s Spend the Night Together ("Pasemos la noche juntos").
Aquellas de los aborígenes australianos, por ejemplo, expresan los sentimientos del cantante como miembro de la comunidad.
La mayoría de la música occidental en la Edad Media era practicada por monjes supuestamente célibes.
Y en algunas sociedades africanas, los músicos son considerados vagos y no fiables, y por lo tanto, material pobre para el matrimonio.
Las buenas evidencias científicas de la selección sexual en música han sido escasas y equívocas.
Si las mujeres escogen compañeros sexuales sobre la base de rasgos creativos o artísticos, uno esperaría cambios en sus preferencias durante la cima de la fertilidad.
Un estudio de 2006 halló que los hombres aparentemente creativos eran favorecidos en ese momento concreto.
Ciclo de la atracción
Entonces, ¿qué añade el último estudio? Charlton razonó que la complejidad de la música de un compositor masculino podría considerarse un indicador de su creatividad y capacidad para aprender comportamientos complejos, y por lo tanto esto podría también afectar a la elección sexual femenina.Anteriormente vio que la ovulación no parece afectar a las preferencias de las mujeres por la complejidad de la música per se.
Pero ¿y sobre los compositores en sí mismos?
Charlton dividió su grupo de 1465 mujeres adultas participantes en el estudio en aquellas con riesgo alto y bajo de concepción en el momento de las pruebas, según la propia información de ellas sobre su ciclo reproductivo.
Les hizo escuchar varias melodías cortas, compuestas para el experimento, de diversos grados de complejidad.
Primero pidió a algunas de las participantes que calificaran la complejidad de la melodía para asegurarse de que podían hacer esto de forma fiable.
Después preguntó a un grupo diferente cuál de los supuestos compositores (masculinos) de una pareja de melodías de complejidad diferente preferirían como compañero sexual a corto o a largo plazo.
Un número significativo mostró una mayor preferencia por el compositor de la pieza más compleja, pero solamente en el grupo de alto riesgo de concepción, y solo como compañero a corto plazo.
Ahora, los números son números: parece que algo conectado al ciclo reproductivo cambiaba efectivamente las preferencias en esa situación. Pero ¿qué?
Los resultados, dice Charlton, "apoyan la opinión de que las mujeres usan (o ancestralmente usaban) la capacidad de los compositores masculinos para crear música compleja como criterio para la elección de hombre".
Eso, en cambio, sugeriría que la complejidad musical en sí misma surgió de una 'carrera armamentística' en la que los músicos se esforzaban cada vez más por probar su destreza y cortejar a una compañera.
Sin embargo, aunque los resultados de Charlton son interesantes, están lejos de ser concluyentes.
Por ejemplo, la música más compleja, según algunos estudios, es el gamelán indonesio, que se encuentra entre las más sociales, devotas y no sexualizadas de toda la música del mundo.
También hay pocas evidencias que sugieran que la música ha mostrado una tendencia firme hacia una mayor complejidad.
Y es muy difícil desenmarañar las preferencias de un oyente por un compositor de sus preferencias por la música real.
Esto último, en general, muestra un pico de "complejidad preferida", más allá de la cual, la preferencia se reduce.
Cuando la música de los Beatles se volvió más compleja, por ejemplo, sus ventas bajaron.
Y esto es incluso antes de que entremos en el asunto turbio de cómo las capas culturales influyen en las conjeturas que las mujeres podrían hacer sobre compositores ficticios, basándose en un pequeño fragmento de "sus" melodías.
Se requiere más trabajo entonces, o en otras palabras, si la música es el alimento del amor, que siga sonando
Fuente:
BBC Ciencia
5 de diciembre de 2012
Del Vinilo al Mp3: Breve Historia.
Las bases para dibujar la evolución económica y social de la industria de la música, podemos trazarlas después de la segunda guerra mundial, en una época en la que múltiples factores entrelazados posibilitaron el salto cualitativo del sector hacia un escenario de creciente producción y rentabilidad.
Entre ellas destacamos el boom
de la juventud durante las décadas de los 50 y 60, acompañado del
aumento del bienestar económico de los países más desarrollados, el
nacimiento y expansión del rock´n roll como tendencia estética y
musical a nivel global, la aparición del disco de vinilo, los
pinchadiscos, las discotecas y el crecimiento de radioescuchas,
generando así la primera expansión a nivel global del mercado de la
música (Rutten, 1991, en Buquet, 2003:57), con ventas y adeptos
multiplicándose a ritmos acelerados.
A partir de allí la industria registró
varios picos de crecimiento económico y pequeñas recesiones, acompañados
de la creciente y crucial correlación con las nuevas tecnologías, a
través de soportes musicales que han estimulado su periódica
estructuración y por ende su desarrollo. Por ejemplo; El LP (Disco de
Vinilo) que expandiera su popularidad de forma intensiva, permitiendo un
crecimiento de mercado de 1,000 por ciento entre 1954 y 1973 (Yudice,
George. 1999:183), alcanzó su periodo de madurez y caída a mediados de
los setenta. Con la primera recesión económica, el primer gran soporte
se vió relegado por la introducción de la cinta magnética o Casete, una
renovada entrada masiva al mundo musical a mediados de la década de los
setenta, permitiendo un nuevo despunte económico y un salto cualitativo
en el desarrollo de la estereofonía, con la aparición del Walkman de
Sony que en ocho años vendió 35 millones de unidades, constituyendo “el
primer aparato sonoro expresamente para el mercado consumista” (Morita,
et al. 1986:79).
Aproximadamente una década más tarde, al
igual que el pionero de la música grabada, el casete fue superado en
ventas y sustituido por uno de los grandes avances de la novedosa
tecnología digital. El CD creado por las compañías Sony y Philips en
1979 y puesto en circulación en 1983, representaba nuevamente un
estimulo para un mercado que volvía a presentar caída de ventas. Este
soporte presentaba ciertas particularidades que lo distinguían de sus
antecesores, y que le han valido ser el más popular de la historia del
sector; Además de poder escuchar música en algún reproductor, presentaba
la nueva característica de almacenarla en cualquier ordenador mediante
la conversión digital del audio a formatos de comprensión como el Mp3 o
Wav (formatos de suma importancia para el análisis de la realidad actual
y que analizaremos mas adelante).
Un firme monarca con el que la industria del disco experimentó un crecimiento acelerado y constante a nivel global, alcanzando una tasa de crecimiento anual en términos reales del 6%, más que duplicando la venta tanto en valores constantes como en unidades durante ese periodo, y llegando a rozar un valor de ventas a escala mundial de 50.000 millones de euros (Buquet, 2003:57), por encima de la industria del libro y del cine.
Otro soporte físico que tiene cierta
relación con la música, es el DVD. Creado en 1995 el disco versátil de
gran almacenamiento, permite albergar datos audiovisuales con mayor
calidad (conciertos, videoclips, etc.), sin embargo, su paso por la
industria discográfica ha sido más bien residual debido a su convivencia
con otras realidades tecnológicas (internet y sus posibilidades,
dispositivos, formatos, etc.) y económicas, que han revolucionado el
sector desde hace un par de décadas, gestando una transformación
profunda en todas sus fases (creación, producción, reproducción,
distribución, comercialización). Constituyendo una nueva era* en que
emergen nuevos soportes (Mp3, Wav, etc.), formas de producir,
distribuir, comercializar y consumir la música.
Fuente:
La Industria Discografica Actual
4 de diciembre de 2012
¿Qué tienen en común las canciones de "Los Mojarras" y Pitágoras?
Los fundamentos matemáticos de la música descubiertos por Pitágoras
Existe un ritual que todos repetimos cada mañana antes de salir de casa. Comprobamos que llevamos nuestras llaves, el celular, la billetera y algo que nunca podemos olvidar, sobre todo si vives en una gran ciudad y estás condenado a someterte a largos trayectos en metro o autobús: tu mp3 (mp4, ipod o iphone; o simplemente los auriculares para escuchar música desde tu cel). Este tipo de aparatos se han convertido en algo indispensable para nosotros y en ellos cargamos nuestras canciones preferidas, las que queremos que nos acompañen en ciertos momentos del día.
Mientras examinaba mi ipod, un amigo me comentó la semana pasada: ‘¿Te has parado a pensar que toda la música que llevas aquí se basa en fundamentos matemáticos y está interpretada por instrumentos que a su vez han sido construidos teniendo en cuenta proporciones igualmente matemáticas?’.
La reflexión os habrá resultado tan desconcertante como a mí, pero se me olvida mencionar que mi amigo es ingeniero de telecomunicaciones especialista en imagen y sonido. Acto seguido me comentó que durante la carrera había cursado una asignatura optativa llamada ‘Acústica musical’ que acabó por abandonar por resultarle demasiado complicada.
Reflexionando sobre el asunto me intrigaron dos cosas: por un lado, cómo a un ingeniero de telecomunicaciones podía resistírsele una asignatura como aquella, existiendo otras bastante más complicadas como Fundamentos de álgebra o Métodos Numéricos; por otro lado, pensé en la absurda relación entre las matemáticas y las cancion Triciclo Perú, del grupo de rock fusión "Los Mojarras",que aquella mañana había cargado en mi ipod.
Por muy surrealista que resulte, la relación existe. Para comprenderla, tenemos que remontarnos a la antigua Grecia, concretamente a Pitágoras. Este filósofo fue quien descubrió la importancia de los números en la música y la relación existente entre esta disciplina y las matemáticas. La propia palabra matemáticas proviene del griego mathema, que significa conocimiento. Pitágoras y sus seguidores, los llamados ‘pitagóricos’, dividían esta ciencia en cuatro áreas: la aritmética, la geometría, la astronomía y la música. Curiosamente, las matemáticas y la música tienen en común una propiedad excepcional: ambas constituyen lenguajes universales.
Poca gente sabe que fueron los filósofos pitagóricos los que pusieron las bases de nuestra música actual –incluida la de "Los Mojarras"-. En la asignatura ‘Acústica musical’, la mencionada por mi amigo el ingeniero, se estudiaban las leyes cuantitativas de la acústica que fueron formuladas por el propio Pitágoras. El filósofo quería descubrir qué relación había entre la armonía musical y los números.
Todos conocemos la escala musical que va del Do hasta el siguiente Do (una octava más alto). Pitágoras descubrió que la octava tenía una proporción matemática de 2/1. Os preguntaréis cómo descubrió esta relación matemática si las proporciones pertenecen al mundo de lo físico y las notas musicales al de lo auditivo. El descubrimiento fue el resultado de una serie de experimentos sencillos en los que utilizó cuerdas. Para ser más concretos Pitágoras empleó un instrumento de cuerda llamado monocordio.
Tensó varias cuerdas de distintas longitudes y las fue pellizcando para que vibraran y emitiesen sonidos. Finalmente, tras hacer muchas pruebas, tensó dos de ellas: una el doble de larga que la otra. Al hacerlas vibrar, se dio cuenta de que ambas emitían exactamente la misma nota musical, sólo que una sonaba una octava más alta que la otra (corresponde a un salto de ocho teclas en un piano). Luego tomó la cuerda más corta y la comparó con otra la mitad de larga que ella, corroborando de nuevo que el fenómeno volvía a repetirse. En definitiva, los tres sonidos correspondían a la misma nota musical, pero con dos octavas de diferencia entre ellas.
Así fue cómo Pitágoras afianzó la primera y la última nota de la escala musical. Pero, ¿y las demás de dónde salieron? Tras investigar qué notas sonaban bien, Pitágoras fue deduciendo proporciones y encontró que tenían una particular relación matemática. Resulta que el cerebro reconoce como sonidos agradables (lo que en música llamamos ‘consonancias’) aquellos cuyas frecuencias están en ciertas proporciones simples: 2/1, 3/2, 4/3, etc., así que construyó una escala con cuatro notas.
Tenía las dos primeras notas de la escala (Do grave y Do agudo) y consiguió la siguiente nota (Sol) colocando una cuerda cuyo largo era dos tercios de la inicial. Luego colocó otra con una longitud tres cuartas partes de la inicial (Fa) y se hizo con la escala de cuatro notas a la que nos referíamos antes.
Pero nos siguen faltando cuatro notas más para completar las ocho…
Pitágoras se fijó en la distancia o proporción existente entre las dos nuevas notas (Fa y Sol). Esta proporción o intervalo es lo que hoy conocemos como tono. Para completar la escala aumentó un tono desde el Do grave y obtuvo el Re, y luego desde el Re, logrando un Mi. Ahí se detuvo. Al intentar aumentar un tono desde Mi se dio cuenta de que el sonido obtenido se situaba entre el Fa y el Sol. Decidió entonces aplicar la mitad de un tono: el hemitono o semitono, logrando así el Fa. Las notas La y Si las consiguió incrementando un tono desde la anterior, mientras que del Si al Do agudo también aplicó el sistema del hemitono, consiguiendo cuadrar la escala y llegar al Do último.
Así que ya veis. Las canciones que Cachuca compone, para su grupo "Los Mojarras", tienen como fundamento estas ocho notas y algunas más de las que hablaremos más adelante.
Comprobado: las matemáticas y el rock fusión con cumbia andina sí que guardan relación, tal como pronosticaba mi amigo el ingeniero.
Con información de:
Xakata Ciencia
Si desea mayores detalles vea el documento: Fundamentos mátemáticos de la Música (PDF) de María Cecilia Tomasini
Científicos confirman que la música pop suena toda igual
Analizan con algoritmos miles de canciones desde 1955 y concluyen que son anodinas en coros, melodías y sonidos.
Noticia reconfortante para todos aquellos mayores de 35 años: unos científicos han descubierto que la música pop moderna es en realidad más alta y toda suena igual.
Investigadores de España han utilizado un enorme archivo conocido como Million Song Dataset, que desglosa todo el audio y las voces en datos que se pueden comprimir, para estudiar las canciones pop entre 1955 y 2010.
Un equipo liderado por el especialista en inteligencia artificial Joan Serra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, combinó la música de los últimos 50 años con unos complejos algoritmos y descubrió que las canciones pop sonaban intrínsecamente más altas y anodinas en términos de coros, melodías y tipos de sonido empleados.
"Encontramos pruebas de una homogeneización progresiva de la música", dijo Serra. "En concreto, obtuvimos indicadores numéricos de que la diversidad de transiciones entre combinaciones de notas, hablando de coros y melodías, ha disminuido constantemente en los últimos 50 años".
También descubrieron que la denominada paleta de timbres se había vuelto más pobre. Se dice que la misma nota tocada al mismo volumen en un piano y una guitarra tiene un timbre diferente, así que los investigadores concluyeron que la música pop moderna tenía una variedad de sonidos más limitada.
La industria de la música lleva tiempo siendo acusada de subir el volumen de las canciones que graba en una "guerra del sonido más alto", pero Serra dice que es la primera vez que se ha medido apropiadamente utilizado una gran base de datos.
Conclusión: La música pop, musicalmente hablando, no es lo máximo... pero cada vez escuchamos peores canciones (y esto lo sospeché desde un principio).
Fuente:
3 de diciembre de 2012
¿Escuchando nuestra música favorita rendimos más?
Tanto si te gusta la música clásica como si lo tuyo es el rock, el funky o el pop, escuchar tus canciones favoritas cuando practicas un deporte competitivo mejora tu rendimiento,
según se desprende de un estudio presentado esta semana en la
Conferencia Anual de la Sociedad Británica de Psicología por Alexandra
Lamont y sus colegas de la Universidad de Keele.
De acuerdo con los investigadores, oyendo la música que nos gusta se reduce la sensación de esfuerzo durante el entrenamiento y en el momento de la competición. Además, cuando disfrutamos con la música aumenta la sensación de concentración, de “estar en la zona”. Los efectos positivos se comprobaron en partidos de fútbol y de baloncesto, así como en carreras de atletismo.
Fuente:
Muy Interesante
De acuerdo con los investigadores, oyendo la música que nos gusta se reduce la sensación de esfuerzo durante el entrenamiento y en el momento de la competición. Además, cuando disfrutamos con la música aumenta la sensación de concentración, de “estar en la zona”. Los efectos positivos se comprobaron en partidos de fútbol y de baloncesto, así como en carreras de atletismo.
Fuente:
Muy Interesante
6 de julio de 2012
Queen y su canción sobre la Teoría de la Relatividad
En el disco A Night At The Opera, publicado por la legendaria
banda Queen en 1975, hay una canción que cuenta una historia de amor con
un final triste como consecuencia de la Teoría de la Relatividad de
Einstein.
La canción en cuestión es '39, compuesta por el guitarrista de la
banda, Brian May. En el disco de estudio es él quien la canta pero en
los recitales solía hacerlo Freddie Mercury mientras Brian la
interpretaba con una guitarra acústica de doce cuerdas.
Quienes tengan buen oído para el inglés no van a tener muchas
dificultades en comprender la letra, principalmente en esta versión que
no tiene más instrumentos. De todas formas, me tomé la libertad de
traducirla al español y pedirle ayuda a una amiga traductora
para que me corrija algunas asperezas. Mi versión era terrible, pero no
tanto como las que se encuentran en Google que traducen Milky Ways como mares lechosos en lugar de Vía Láctea, el nombre de nuestra galaxia.
En el año 39
Se reunieron aquí los voluntarios
En tiempos en que las tierras escaseaban
Desde aquí partió la nave hacia la azul y soleada mañana
El paisaje más dulce alguna vez visto
Y la noche siguió al día
Y los narradores contaron
Que el grupo de almas valientes
Durante muchos días solitarios
Navegó por los mares de la Vía Láctea
Sin mirar atrás, sin asustarse, sin llorar
¿No escuchas mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Escribe tus cartas en la arena
Para el día que tome tu mano
En la tierra que nuestros nietos conocieron
En el año '39
Llegó una nave desde lo azul
Los voluntarios llegaron a casa ese día
Y trajeron buenas noticias
De un mundo recién nacido
A pesar de que sus corazones pesaban tanto
Ya que la Tierra es vieja y gris
Pero, mi amor, esto no puede ser
Tantos años han pasado
Aunque yo soy solo un año más grande
Los ojos de tu madre me lloran desde los tuyos
¿No escuchas mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Escribe tus cartas en la arena
Para el día que tome tu mano
En la tierra que nuestros nietos conocieron
¿No oyes mi llamado
aunque estés a tantos años de distancia?
¿No me escuchas llamándote?
Todas tus cartas en la arena
No pueden curarme como lo hace tu mano.
Por lo que me queda de vida, ten piedad.
Es una historia de amor un tanto extraña, y no vamos a terminar de
comprenderla si no vimos por lo menos alguna vez un documental sobre la
Relatividad. El personaje del relato es un astronauta que se embarca en
un viaje de exploración que para él dura un año, y cuando vuelve a la
Tierra se encuentra con que aquí transcurrió un siglo. El argumento científico de la desventura del astronauta es el fenómeno de la dilatación del tiempo, predicho por Einstein en 1905 en su Teoría de la Relatividad Especial:
el tiempo no transcurre de forma absoluta en todo el Universo sino que
es relativo, y el reloj de un observador se hace más lento mientras
viaja más rápido, y sobre todo si se acerca a la velocidad de la luz
(300.000 kilómetros por segundo), para detenerse por completo si logra
alcanzarla.
Nuestro amigo Albert había
planteado este fenómeno cuando elaboró la teoría que lo hizo famoso, e
incluso se planteó el mismo problema que cuenta '39, en lo que llamó la Paradoja de los Gemelos. La idea era que resultaba cuanto menos extraño que si la Teoría era correcta, si uno de dos gemelos se sube a una nave espacial y se va a viajar por el Universo a velocidades relativísiticas (cercanas
a la de la luz), cuando volviese a Tierra se encontraría con que el
tiempo transcurrió diferente para él, y el hermano que se quedó aquí
sería más viejo.
En 1971, el físico Joseph Hafele y el astrónomo Richard Keating se propusieron verificar experimentalmente este fenómeno
y colocaron varios relojes atómicos en diferentes aviones en vuelos
comerciales, mientras que dejaron otros iguales en Tierra. Los relojes
atómicos miden los segundos basados en contar la vibración de algún
elemento específico, cifra que no varía, y por eso pueden medir
millonésimas de segundo y atrasarse o adelantarse sólo un segundo cada
30.000 años. El hecho es que estos dos científicos verificaron que los
relojes que viajaban en los aviones efectivamente se atrasaban algunas
millonésimas de segundo respecto a los que quedaban en tierra y que los
que viajaban hacia el oeste lo hacían más (ya que la velocidad del avión
se suma a la rotación terrestre). Y todas las variaciones encajaban
perfectamente con la predicciones de Einstein de principio de siglo.
El interés de Brian May por la ciencia no era algo ocasional, algo que
no muchos saben es que para el momento de publicar este tema en el mismo
disco que Bohemian Rhapsody y Love of my Life, el guitarrista ya se había recibido de Físico y publicado dos papers.
De hecho, abandonó el Doctorado en Astrofísica para dedicarse a la vida
de estrella de rock junto a Freddie y hacer giras por todo el mundo...
En la última década parece haber encontrado algo de tiempo para volver a
dedicarse a la ciencia. En 2006, junto a un astrónomo y un periodista
científico publicó el libro ¡Bang! la historia completa del Universo. Mientras tanto siguió desarrollando su tesis, y recibió el título de Doctor en Astrofísica en 2008.
En 2008, luego de recibir el título, publicó un nuevo álbum de la mano
de Roger Taylor (el baterista de Queen) y el cantante Paul Rodgers. Para
seguir con la línea nerd, el título del álbum es The Cosmos Rocks y tiene 14 temas nuevos. Ese mismo año la banda "Queen + Paul Rodgers" hizo una gira mundial e hizo que algunos fans se enojen porque Queen sin Freddie no es Queen.
Pero bueno, los estadios se llenaron igual, y los que tuvimos la mala
suerte de haber nacido cuando el mejor cantante de la historia estaba
muriendo, no nos perdimos la oportunidad.
Una cosa que faltó mencionar es que Brian además de estrella de rock y astrofísico, es luthier. La guitarra eléctrica que usa en los recitales se llama Red Special y fue construída por él mismo a partir de un trozo de caoba de la chimenea de la casa de un amigo y con la ayuda de su padre que era Ingeniero Electrónico. La guitarra tiene un sonido único y el Doctor usa una moneda de cobre de seis peniques a modo de púa.
Volviendo al tema de '39, en caso de que haya algún físico entre el público, ¿A qué velocidad debería haber viajado nuestro astronauta durante 1 año para que en el planeta hayan transcurrido 100?
Una cosa que faltó mencionar es que Brian además de estrella de rock y astrofísico, es luthier. La guitarra eléctrica que usa en los recitales se llama Red Special y fue construída por él mismo a partir de un trozo de caoba de la chimenea de la casa de un amigo y con la ayuda de su padre que era Ingeniero Electrónico. La guitarra tiene un sonido único y el Doctor usa una moneda de cobre de seis peniques a modo de púa.
Volviendo al tema de '39, en caso de que haya algún físico entre el público, ¿A qué velocidad debería haber viajado nuestro astronauta durante 1 año para que en el planeta hayan transcurrido 100?
Fuente:
23 de julio de 2008
¿Los bateristas de rock? Son unos atletas
¿Los bateristas de rock? Son unos atletas
Les presento a tres bateristas. ¿Saben ustedes que tienen en común?
Este no es tan bueno, pero sin duda es un mito: Ringo Starr de The Beatles.
Aquí tenemos a Roger Taylor, batería de Queen:
Ahora si pasamos a las ligas mayores. Aquí: John Bonham de Led Zepellin:
Y, para muchos, este es el mejor de todos: Mike Portnoy de Dream Theater:
Claro, dirán algunos, ahí falta Metallica o Nirvana, pero este es un blog de ciencias. Bien, ¿qué tienen en común todos ellos? En un concierto de una hora los bateristas pueden quemar entre 400 y 600 calorías.
Éstas son las mismas calorías que quema en una hora un futbolista de la liga Premier inglesa. ¡Caray! Esta noticia llego 22 años tarde, de haber tenido esta nota entre mis manos cuando tenía 16 años hubiera convencido a mi madre para que me dejara estudiar música, en aquella época su argumento de todos los músicos son borrachos o drogadictos fue casi contundente, aunque más contundente fue puedes estudiar música pero ya verás donde comes.
Lea este interesante artículo aparecido en la BBC de Londres.
El baterista: un atleta de alto rendimiento
Se han dicho muchas cosas de los músicos de rock, pero nunca se les ha considerado paradigma de las virtudes físicas.
Ahora sin embargo, un nuevo estudio científico afirma que los bateristas de una banda de rock tienen la misma resistencia y energía que un futbolista de primera división.
Las pruebas físicas llevadas a cabo con Clem Burke, el veterano baterista de Blondie, revelaron que 90 minutos de tocar la batería llegan a aumentar su ritmo cardíaco a 190 latidos por minuto.
Esto significa que los bateristas necesitan una resistencia "extraordinaria" para llevar a cabo su trabajo, explica el doctor Marcus Smith, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Chichester, Inglaterra, quien llevó a cabo el estudio.
En un concierto de una hora, dice el experto, el baterista puede quemar entre 400 y 600 calorías.
Éstas son las mismas calorías que quema en una hora un futbolista de la liga Premier inglesa.
Un trabajador de oficina quema sólo unas 100 calorías en una hora.
El doctor Smith espera que su estudio, que forma parte de un proyecto de ocho años, podría ayudar a desarrollar programas para niños con sobrepeso que no están interesados en el deporte.
Igual que un futbolista
Clem Burke fue el encargado de llevar el ritmo en esos famosos éxitos de Blondie en los años '70 como "Corazón de Cristal" (Heart of Glass), "Atómico" (Atomic) y "Llámame" (Call Me).
Para el estudio, los investigadores conectaron al músico a un equipo para medir su ritmo cardíaco y consumo de oxigeno, y midieron sus niveles de ácido láctico en la sangre.
Descubrieron que durante una presentación, el ritmo cardiaco del baterista subió en promedio entre 140 y 150 latidos por minuto, llegando hasta los 190.
Este, dice el experto, es un nivel semejante al que alcanzan los atletas de élite.
Un futbolista profesional, sin embargo, puede rendir este desempeño una o dos veces por semana, mientras que un baterista que está de gira debe hacerlo cada noche en sitios diferentes.
"Normalmente se espera que un futbolista juegue 40 o 50 partidos al año" dice el doctor Smith.
"Pero en un periodo de 12 meses, Clem Burke tuvo que tocar sets de 90 minutos en 100 conciertos".
"Para un futbolista de la Liga de Campeones -agrega el investigador- un partido cada dos semanas es agotador, pero estos músicos tienen ese rendimiento todos los días durante una gira".
En efecto, a pesar de su mala reputación, los bateristas profesionales necesitan estar en excelente estado físico.
Se dice que Dave Rowntree, el baterista de Blur, perdía siete kilos de peso cada vez que la banda salía de gira.
Y hasta ahora no ha habido quien sustituya al legendario Keith Moon, cuyas frenéticas presentaciones con The Who despedían niveles extraordinarios de energía.
El doctor Smith planea continuar estudiando a los músicos de alto rendimiento y a otros bateristas profesionales en su laboratorio.
La idea, afirma, es crear para los músicos programas de nutrición y rendimiento similares a los de los deportistas.
Y programas escolares de educación física para los niños con sobrepeso que no desea participar en deportes.
Fuente:
BBC - Ciencia
Les presento a tres bateristas. ¿Saben ustedes que tienen en común?
Este no es tan bueno, pero sin duda es un mito: Ringo Starr de The Beatles.
Aquí tenemos a Roger Taylor, batería de Queen:
Ahora si pasamos a las ligas mayores. Aquí: John Bonham de Led Zepellin:
Y, para muchos, este es el mejor de todos: Mike Portnoy de Dream Theater:
Claro, dirán algunos, ahí falta Metallica o Nirvana, pero este es un blog de ciencias. Bien, ¿qué tienen en común todos ellos? En un concierto de una hora los bateristas pueden quemar entre 400 y 600 calorías.
Éstas son las mismas calorías que quema en una hora un futbolista de la liga Premier inglesa. ¡Caray! Esta noticia llego 22 años tarde, de haber tenido esta nota entre mis manos cuando tenía 16 años hubiera convencido a mi madre para que me dejara estudiar música, en aquella época su argumento de todos los músicos son borrachos o drogadictos fue casi contundente, aunque más contundente fue puedes estudiar música pero ya verás donde comes.
Lea este interesante artículo aparecido en la BBC de Londres.
El baterista: un atleta de alto rendimiento
Se han dicho muchas cosas de los músicos de rock, pero nunca se les ha considerado paradigma de las virtudes físicas.
Ahora sin embargo, un nuevo estudio científico afirma que los bateristas de una banda de rock tienen la misma resistencia y energía que un futbolista de primera división.
Las pruebas físicas llevadas a cabo con Clem Burke, el veterano baterista de Blondie, revelaron que 90 minutos de tocar la batería llegan a aumentar su ritmo cardíaco a 190 latidos por minuto.
Esto significa que los bateristas necesitan una resistencia "extraordinaria" para llevar a cabo su trabajo, explica el doctor Marcus Smith, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Chichester, Inglaterra, quien llevó a cabo el estudio.
En un concierto de una hora, dice el experto, el baterista puede quemar entre 400 y 600 calorías.
Éstas son las mismas calorías que quema en una hora un futbolista de la liga Premier inglesa.
Un trabajador de oficina quema sólo unas 100 calorías en una hora.
El doctor Smith espera que su estudio, que forma parte de un proyecto de ocho años, podría ayudar a desarrollar programas para niños con sobrepeso que no están interesados en el deporte.
Igual que un futbolista
Clem Burke fue el encargado de llevar el ritmo en esos famosos éxitos de Blondie en los años '70 como "Corazón de Cristal" (Heart of Glass), "Atómico" (Atomic) y "Llámame" (Call Me).
Para el estudio, los investigadores conectaron al músico a un equipo para medir su ritmo cardíaco y consumo de oxigeno, y midieron sus niveles de ácido láctico en la sangre.
Descubrieron que durante una presentación, el ritmo cardiaco del baterista subió en promedio entre 140 y 150 latidos por minuto, llegando hasta los 190.
Este, dice el experto, es un nivel semejante al que alcanzan los atletas de élite.
Un futbolista profesional, sin embargo, puede rendir este desempeño una o dos veces por semana, mientras que un baterista que está de gira debe hacerlo cada noche en sitios diferentes.
"Normalmente se espera que un futbolista juegue 40 o 50 partidos al año" dice el doctor Smith.
"Pero en un periodo de 12 meses, Clem Burke tuvo que tocar sets de 90 minutos en 100 conciertos".
"Para un futbolista de la Liga de Campeones -agrega el investigador- un partido cada dos semanas es agotador, pero estos músicos tienen ese rendimiento todos los días durante una gira".
En efecto, a pesar de su mala reputación, los bateristas profesionales necesitan estar en excelente estado físico.
Se dice que Dave Rowntree, el baterista de Blur, perdía siete kilos de peso cada vez que la banda salía de gira.
Y hasta ahora no ha habido quien sustituya al legendario Keith Moon, cuyas frenéticas presentaciones con The Who despedían niveles extraordinarios de energía.
El doctor Smith planea continuar estudiando a los músicos de alto rendimiento y a otros bateristas profesionales en su laboratorio.
La idea, afirma, es crear para los músicos programas de nutrición y rendimiento similares a los de los deportistas.
Y programas escolares de educación física para los niños con sobrepeso que no desea participar en deportes.
Fuente:
BBC - Ciencia
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