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12 de mayo de 2012

Hagan sus apuestas: Leche materna vs. leche artificial

Especial: Día de la Madre 
 

La leche materna es el mejor alimento para los niños, de la misma forma que la leche de vaca es la mejor para los terneros. Todos los mamíferos producen leche que es perfecta para sus crías. En esta entrevista con la Dra. Gro Nylander, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Rikshospitalet de Oslo, Noruega, descubrirás más cosas sobre la lactancia. Gro Nylander ha escrito el libro ”Maternidad y lactancia ”, publicado por Ediciones Granica. En este libro ofrece información y consejos a los nuevos padres, de manera exhaustiva y de fácil comprensión.
- ¿Por qué es mejor la leche materna?

- La leche materna contiene de manera precisa todo lo que el niño necesita para su desarrollo y crecimiento natural. Siempre está fresca, ya que se toma directa de fábrica. La leche materna es fácil de digerir, y se sirve limpia y a la temperatura adecuada. De esta manera se evitan los intermediarios que encarecen el producto final y el riesgo de contaminación por falta de higiene. Además, el momento de la comida es cálido y agradable y transmite seguridad al pequeño.

Otra ventaja es que los niños de pecho no necesitan agua, incluso durante días calurosos de verano o cuando tienen fiebre. Estudios hechos en los trópicos muestran que incluso durante intensas olas de calor, los niños están bien hidratados cuando se les da el pecho siempre que lo piden. Por lo tanto no es conveniente estropear el delicado equilibrio del intestino del niño dándole agua u otra bebida mientras no sea absolutamente necesario.

Lípidos favorables para el ser humano

Gro Nylander tiene como referencia una larga serie de estudios científicos cuando explica con detalle los componentes de la leche materna y por qué son tan importantes para el crecimiento, desarrollo y salud del niño. En primer lugar, está la grasa.

La grasa es una parte importante de la leche materna y aporta por término medio la mitad de las calorías. Esta grasa favorable para el ser humano está repartida en minúsculas gotitas de manera que el bebé pueda aprovecharla por completo. La grasa es importante para, por ejemplo, el desarrollo del cerebro. Cuando el niño nace el cerebro todavía no está completamente desarrollado. La creación de tejido cerebral precisa de mucha cantidad de grasa, el mejor material para construir este tejido es la grasa de la leche materna.

La grasa de la leche materna también es necesaria para el desarrollo de la vista. Por si fuera poco, la grasa de la leche materna favorece un crecimiento adecuado. Existen estudios que muestran que los niños de bajo peso al nacer, que por alguna razón han pasado hambre mientras estaban en el útero de su madre, engordan más rápido con la leche materna que con cualquier otro alimento.

A algunos les sorprende que la leche materna contenga tanta grasa, ya que su aspecto es parecido al de la leche de vaca desnatada. La explicación es que la composición de la leche materna cambia constantemente, de acuerdo a las necesidades del niño. La cantidad de grasa varía a lo largo del día y también a lo largo de cada toma. En general, la cantidad de grasa aumenta hacia el final de la tetada, cuando el niño ha saciado su sed y puede llenarse con unas cuantas calorías. A menudo también aumenta la cantidad de grasa a medida que transcurre el día. La grasa libera sustancias que hacen que el niño se sienta somnoliento cuando se acerca la hora de acostarse.

Hidratos de carbono y proteínas

Es un pequeño shock para el bebé llegar al mundo después de haber estado en el vientre de su madre, donde recibía alimento continuamente, día y noche. Ahora pasan horas entre toma y toma. Cuando por fin la comida está servida, el pequeño puede sentirse incómodo por el hambre y la bajada de azúcar en la sangre. En esos momentos es bueno saber que la leche que sale del pecho al principio de la tetada tiene abundancia de azúcar (lactosa). Esta leche le da al niño fuerzas para seguir mamando y hacerse con todos los otros beneficios que la leche materna le ofrece.

-¿A qué está bien pensado?, comenta la obstetra.

En la leche se encuentran muchos tipos de hidratos de carbono. La lactosa contribuye a que el calcio se absorba fácilmente. Otros azúcares hacen que una bacteria beneficiosa (Lactobacilus bifidus) florezca en el intestino del niño, facilitando la digestión. Esta bacteria es la razón por la que la caca de los niños de pecho no tiene un olor desagradable.

La cantidad de proteínas de la leche materna es precisamente la adecuada para los niños de pecho nacidos a término. Los prematuros necesitan más proteínas, pero, afortunadamente, la naturaleza ya se encarga de ello: las madres de prematuros producen leche que contiene más proteínas. Por ello es muy importante que los bebés prematuros reciban la leche de su propia madre lo antes posible.

La leche de vaca contiene demasiadas proteínas para los pequeños bebés humanos. 

Por esta razón en el pasado se diluía la leche de vaca con mucha agua para dársela a los bebés antes de que apareciera en el mercado la leche artificial industrial. El problema era que entonces la leche contenía demasiado poco azúcar, así que había que añadirle más.

Minerales, oligoelementos y vitaminas

En la leche de todos los mamíferos hay poco hierro. Pero el poco hierro que se encuentra en la leche materna está especialmente preparado para ser absorbido por un cuerpecito humano y su cantidad es la suficiente para los niños nacidos a término. 

De hecho, dar el pecho de manera exclusiva es la mejor protección para que el niño no sufra de anemia durante los primeros seis meses de vida. La mayoría de los niños prematuros deben recibir suplemento de hierro durante un tiempo porque todavía no habían almacenado una reserva de hierro en su cuerpo.

La leche materna también contiene muchos otros minerales y oligoelementos en la medida exacta y adecuada. Es el caso de, por ejemplo, el zinc, que es bueno para la piel, contrarresta el eccema y hace que las heridas se curen más rápidamente.

En general, la leche materna contiene todas las vitaminas que el niño necesita durante los primeros seis meses de vida. La única excepción es la vitamina D, que es necesaria para que el esqueleto obtenga calcio. La luz del sol es la encargada de que el cuerpo reciba vitamina D. Los habitantes de países muy al norte que no ven el sol en largos períodos deben tomar vitamina D.

- Un buen consejo de salud es que el niño pase tiempo al aire libre, aunque intentando evitar el sol directo. Algunas madres de piel obscura que están muy poco expuestas al sol por motivos religiosos o culturales deberían tomar suplementos de vitamina D, especialmente durante el embarazo y la lactancia.

La leche materna es medicina

Asbjørn Langslet, catedrático de pediatría, suele decir: ”mientras le des pecho a tu hijo, recibe una pequeña vacuna diaria”. Gro Nylander complementa esta información nombrando algunas enfermedades contra las que la leche materna puede proteger.

- Algunas investigaciones han demostrado que la leche materna ayuda activamente al bebé a evitar enfermedades. Por ejemplo, la leche materna, y especialmente el calostro, contienen importantes anticuerpos que protegen las mucosas contra diversas infecciones. Es un hecho comprobado que la leche materna funciona como una especie de guardaespaldas para el niño, pues contiene muchos glóbulos blancos, conocidos como “la policía del cuerpo”. Los glóbulos blancos se comen a los microorganismos dañinos y hacen que otras células pongan en marcha sus mecanismos de defensa. También está demostrado que los niños de pecho están menos expuestos a padecer diarrea y otras enfermedades del sistema digestivo. 

También se reduce el riesgo de sufrir dolencias de las vías respiratorias, tales como resfriados, bronquitis, neumonía y otitis. Y lo mismo en cuanto a infecciones urinarias, eccema y alergia, diabetes juvenil y, en la edad adulta enfermedades del aparato digestivo. Pero recuerda que aunque el riesgo se reduzca, esto no quiere decir que el niño no pueda ponerse enfermo. A veces la gente se ahoga aun llevando chaleco salvavidas, constata la Dra. Nylander.

- Hay quien usa la leche materna para la nariz tapada. Poner un par de gotas en el orificio nasal puede ser beneficioso, debido a que los anticuerpos de la leche materna son especialmente importantes para las mucosas. También hay quien unta leche materna en la piel con eccema, pero no se ha probado que esto tenga algún efecto.

Continuación natural

Después del embarazo y el parto, la lactancia es la continuación natural y apropiada. Lo correcto es que el recién nacido mame de su mamá, y ello le transmite sin duda sensaciones agradables. No hay que olvidar que está acostumbrado a una vida protegida en su vientre y ha pasado por el enorme e intenso esfuerzo que es venir al mundo a través del estrecho canal del parto. De manera natural, el recién nacido busca el pecho de su madre donde encuentra buen alimento y cálido consuelo en un mundo que es tan diferente del que abandonó, dentro de su mamá.

También es natural que Mamá esté agotada y llena de dudas al llegar a casa de la clínica con su pequeñín indefenso. Papá quiere ayudar, pero tal vez se sienta un poco frustrado y fuera de lugar. Por suerte, hay mucho que Papá puede hacer aunque no pueda dar el pecho.
Ambos padres pueden resolver sus dudas en el libro ”Maternidad y lactancia”. Gracias a él pueden sentirse tranquilos al recibir orientación y buenos consejos acerca de todas las cuestiones que tengan que ver con el pequeño, también sobre lactancia y alimentación artificial. La autora es experta en lactancia, y mamá de 3 hijos ya mayores. En su trabajo como médico obstetra y también como miembro activo de la Asociación de Ayuda a la Lactancia noruega desde sus comienzos a finales de los años 60, ha obtenido amplia y sólida experiencia acerca de los muchos problemas y retos con que se encuentran los nuevos padres.

¿Y la salud de la madre?

”Esto no puede ser sano” piensa quizá la madre que da pecho mientras con esfuerzo intenta sobrellevar el día a día durante el puerperio. Muchas mujeres que acaban de convertirse en madres sufren por el cansancio agotador, las molestias físicas y las noches sin dormir. El consuelo que la doctora Nylander les ofrece es que la situación mejora después de un tiempo, y que de hecho la lactancia es buena para la salud de la madre.

Mucha culpa del cansancio la tienen las “brumas de la lactancia”, una somnolencia que aparece debido a las hormonas que se producen mientras se da el pecho, y que hacen que la madre tenga que relajarse cuando puede. Es la manera que la naturaleza tiene de hacer que la madre se concentre en el pequeño y que todo lo demás pase a un segundo plano.

- Tranquila, las brumas de la lactancia son pasajeras. Los investigadores han demostrado que después de unos meses, las madres espabilan y se vuelven muy rápidas y atentas, siempre alerta. Esto ocurre más o menos cuando el niño empieza a moverse y avanzar y necesita que lo vigilen de una forma diferente a cuando era un recién nacido. Durante el puerperio aprovecha para tomar muchos momentos de descanso. “Duerme cuando puedas”, alienta la experta en lactancia. La doctora nos recuerda que tan pronto como la lactancia esté bien establecida, dar el pecho funciona como un acto relajante y tranquilizador. Se ha descubierto que la hormona que se produce al dar de mamar, la oxiticina, funciona como tranquilizante, baja la tensión arterial, disminuye la agresividad y la angustia, y refuerza el sistema inmunitario. Las mujeres que dan el pecho están menos estresadas y enferman con menos frecuencia que las que no dan el pecho.

Gro Nylander constata que es fácil darse cuenta de la influencia positiva que la lactancia tiene para el cuerpo durante la época inmediatamente posterior al parto. - Muchas mujeres sienten como el útero se contrae cada vez que dan de mamar.

La lactancia también te beneficia a largo plazo. Los pechos se mantienen sanos. Parece que el dejar que los órganos cumplan la función para la que fueron creados protege contra la enfermedad. Numerosos estudios muestran que el riesgo de padecer de cáncer de mama en la menopausia se reduce al haber dado el pecho. La lactancia también parece reducir algo el riesgo de sufrir cáncer de ovarios.

Para el resto de tu cuerpo es también positivo que des el pecho. Al contrario de lo que muchos creen, tu esqueleto se mantendrá fuerte y sano, sólo con que te preocupes de obtener suficiente calcio para sustituir el que das con la leche.

- La madre que da el pecho debe cuidar de que su alimentación sea equilibrada y de beber suficiente líquido que reemplace el que se gasta con la leche. Es importante tener claro que el cuerpo da prioridad a la producción de leche y para ello utiliza las sustancias nutritivas que tú recibes. Lo que queda después de ello es lo que tu propio cuerpo absorbe. Lo mismo ocurría cuando estabas embarazada, el niño se servía los nutrientes, y después tu cuerpo recibía el resto. Por eso es tan importante que cuides la alimentación durante el embarazo y durante el puerperio, dice la Dra. Nylander.

Leche artificial

Puede haber muchas razones para que un niño no reciba leche materna. El pequeño puede ser adoptado. O quizás la madre tuvo que dejar de dar el pecho debido a complicaciones o circunstancias de la vida que hicieron imposible la lactancia. También puede pasar que la madre esté enferma y deba tomar medicinas tan fuertes que el niño no las tolere. Las mujeres que se han operado los pechos para reducirlos a veces no consigue producir leche.

En Noruega el 98 o 99% de las madres da el pecho después del parto. A los tres meses, nueve de cada diez continúan dando el pecho a su hijo. Gro Nylander comenta que son poquísimas las mujeres noruegas que no quieren dar el pecho. Por regla general, siempre hay una razón importante por la que los bebés toman leche artificial. Desde luego, esos niños también crecen bien sin una gota de leche materna.

Para que los niños de biberón reciban la misma estimulación en el momento de la comida que los niños de pecho, es importante que los elementos que se dan por sí mismos durante la lactancia también estén presentes. Hablar al niño para que oiga las voces de sus padres. Que la madre o el padre abracen al niño y le mantengan pegado a su cuerpo con un brazo descubierto de modo que la carita se apoye contra el pecho desnudo del padre o madre, para que así sienta los latidos del corazón. Mientras come, el bebé debe sentir calor y los movimientos que hace un cuerpo grande al respirar, y ver una cara adulta cariñosa, recomienda Nylander.

- Las leches artificiales modernas están basadas en leche de vaca que ha sido tratada de manera especial y adaptada para que sea digerible y adecuada para el bebé humano. Con ellas, los niños que no toman pecho reciben la segunda opción posible. 

A esta leche se le añade hierro, minerales y vitaminas, y se le quitan gran parte de las proteínas, pues la leche de vaca tiene demasiadas. Ya que la grasa de la leche materna es tan beneficiosa para el desarrollo del cerebro y la vista del bebé, ahora las compañías que fabrican leche artificial trabajan en añadirle a ésta ácidos grasos omega-3 que se parezcan a los naturales que contiene la leche materna. No se conoce el efecto a largo plazo de estos añadidos artificiales.

La Dra. Nylander recalca que si tu bebé toma leche artificial, debes prepararla con cuidado. Debes seguir las instrucciones del envase al pie de la letra. Si pones demasiado polvo, la mezcla será demasiado fuerte para el pequeño estómago de tu hijo y demasiado concentrada para todo el organismo. No seas demasiado “generosa”. Por otro lado, si pones poco polvo, la mezcla será demasiado floja, con poco alimento.

Ventajas 

Las desventajas de que el niño no reciba leche materna son evidentes: el niño se pierde los beneficios que proporcionan las características especiales de la leche materna, y la mujer se pierde las ventajas para sí misma que proporciona el hecho de dar el pecho.

- Pero la madre y el padre pueden consolarse con que también hay algunas ventajas con el biberón. Se puede ver cuánto ha tomado el niño, y así uno no se pregunta si es por hambre que el niño llora. Además la leche artificial es relativamente constante en su composición. No depende de lo que la madre coma y beba o las medicinas que tome, ni de qué hora del día es, comenta Nylander. 

- Que la madre y el padre puedan relevarse mutuamente con las comidas es también una ventaja. Aunque la madre se pierda los efectos saludables de la lactancia para sí misma, al menos también suele librarse de posibles problemas en los pechos como la inflamación o las grietas. Como contrapartida, la madre quizá lo pasó realmente mal al principio cuando quedó claro que su hijo no iba a poder ser un niño de pecho.

Alimentación mixta

Algunas madres dan a su hijo tanto leche materna como un suplemento de leche artificial. Esto puede ser agotador, pero también ofrece la posibilidad de beneficiarse de las ventajas de ambas.

Si estás dudosa de si debes empezar con biberón porque crees que quizás tengas poca leche, tiene un buen consejo para ti: 

- No empieces a usar biberón mientras haya esperanza de volver a amamantar al niño en exclusiva. Es mejor usar una tacita o vasito. Si ya no hay duda de que debéis continuar con el suplemento de leche artificial, debes dar primero el pecho y después biberón, recomienda Nylander.

- Si tuvieras poca leche, a partir de los 4 meses de edad es posible dar pequeñas cantidades de alimentos sólidos, así que probablemente no necesitarás un suplemento de biberón. Y, de cualquier forma, a partir de los 6 meses es el momento de empezar con la alimentación complementaria. Yo sé que puede ser muy duro cuando el personal de salud y las asociaciones de apoyo a la lactancia continuamente resaltan las innumerables ventajas de la leche materna. Recuerdo la sorpresa y la tristeza cuando yo misma tuve que darme por vencida, mi hijo mayor tenía 6 semanas. Yo que había creído que esto de la lactancia era coser y cantar, algo que funcionaba por sí solo. Así germinó en mí la idea de que había que hacer algo para informar y ayudar a las mujeres para que no fracasaran con la lactancia.
Gro Nylander hizo algo. Se convirtió en consultora de lactancia y después de estudiar medicina se especializó en Ginecología y Obstetricia. A lo largo de muchos años se ha ocupado de estudiar y promover la lactancia y el contacto entre la madre y el recién nacido. Ha viajado por toda Noruega para difundir los conocimientos sobre lactancia y sobre la "Iniciativa Hospitales Amigos de los Niños" y las 10 reglas para conseguir una lactancia satisfactoria que hoy día son el standard en todos los paritorios del país.

- Es difícil llegar a todas las mujeres. A los que trabajamos en los paritorios y en las maternidades, así como a los pediatras, nos ocurre con frecuencia que no alcanza el tiempo para decir todo lo que nos gustaría explicar y compartir con la mujer que acaba de convertirse en madre. Esta es la razón por la que accedí a escribir un libro sobre el tema cuando la editorial me lo propuso. Escribirlo me llevó tres años, y estoy muy emocionada por la fantástica acogida que ha recibido.

En Noruega el libro ciertamente ha alcanzado de lleno al público, la autora recibe continuamente cartas de agradecimiento. El libro ha recibido críticas maravillosas. 

Uno de los principales periódicos noruegos considera este libro un “must”, algo que como madre no puedes perderte.

Entrevistada por: Eva Fosse Publicado: Helsenytt, 2000

Traducido del noruego por Maria Begoña Freijeiro Sabater, revisado por Carlos J. González Rodríguez, pediatra.
Febrero 2005.

Gro Nylander es autora de la obra Maternidad y lactancia

Tomado de:
Holistika

El amor materno engendra confianza

Especial: Día de la Madre



Los bebés que reciben mucho afecto de sus madres estarán mejor preparados para enfrentar el estrés y las tensiones siendo adultos.

Madre y su bebé

La madre debe ser receptiva y sensible a las necesidades del bebé.

Esa es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos con cerca de 500 personas a quienes se siguió desde la niñez hasta la adultez.

La investigación -publicada en Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria)- encontró que los abrazos, besos y declaraciones abiertas de amor de la madre a su bebé parecen fomentar la capacidad de resistencia y recuperación emocional.

La clave, afirman los investigadores, podría ser un vínculo fuerte y seguro entre la madre y el hijo.

A pesar del creciente interés que existe en el papel que juegan las experiencias de los primeros años de vida en la salud adulta, casi no ha habido estudios que hayan podido seguir a los participantes desde la niñez hasta las etapas posteriores de la vida.

Los investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, sí pudieron seguir ese registro con 482 personas que participaban en el Proyecto Perinatal de Colaboración Nacional.

Los científicos midieron con pruebas psicológicas la calidad de la interacción entre las madres y sus bebés cuando éstos tenían ocho meses.

Al final de cada sesión, el psicólogo calificó la forma como la madre respondía a las emociones y necesidades del niño.

La cantidad de afecto y atención que la madre daba su hijo también fue clasificada, con marcadores que iban desde "negativo" a "extravagante".

Posteriormente, cuando esos bebés cumplieron en promedio 34 años, se estudió su salud mental usando pruebas estándar para clasificar síntomas que incluían tanto factores específicos como ansiedad y hostilidad como niveles generales de aflicción.

También se preguntó a los participantes si pensaban que sus madres habían sido afectuosas con ellos y debían responder con marcadores que iban desde "fuertemente de acuerdo" hasta "fuertemente en desacuerdo".

Mejor preparados

Los resultados mostraron que los niños que recibieron mucho afecto de su madre podían manejar de mejor forma todos los tipos de aflicciones.

Bebé llorando

Muy pocos estudios han podido seguir a los participantes desde la niñez hasta la adultez

En particular, los niños de madres cariñosas podían tratar mejor la ansiedad que los niños de madres emocionalmente indiferentes.

"Es sorprendente que una breve observación del nivel de cariño materno en la infancia esté asociada con la angustia que puede enfrentar ese niño 30 años después", afirman los investigadores.

Y agregan que estos resultados comprueban la creciente evidencia de que la primera infancia ayuda a establecer las bases de las experiencias más tarde en la vida.

Pero señalan que no puede descartarse la influencia de otros factores, como la personalidad, la educación y la vida escolar.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

Lea también:

Homeostasis: ¿Estuvo usted presente cuando su madre le dio a luz?

Especial: Día de la Madre  

Homeostasis: ¿Estuvo usted presente cuando su madre le dio a luz?





Si uno se toma la molestia de buscar en la wikipedia el término “muerte” se encontrará con que, en la versión española, la muerte es definida, en esencia, como “la extinción del proceso homeostático y por ende el fin de la vida.”


La muerte, según esta definición, es el suceso obtenido como resultado de la incapacidad orgánica de sostener la homeostasis. Dada la degradación del ácido desoxirribonucleico (ADN) contenido en los núcleos celulares, la réplica de las células se hace cada vez más costosa.

Así pues, la homeostasis es el sustento de eso que llamamos “vida” pero, ¿qué es en realidad la homeostasis?

Homeostasis (Del griego homos (ὅμος) “similar”, y estasis (στάσις) “posición”, “estabilidad”) es la característica de un sistema abierto o de un sistema cerrado, especialmente en un organismo vivo, mediante la cual se regula el ambiente interno para mantener una condición estable y constante. Los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulaciónhacen la homeostasis posible. El concepto fue creado por Walter Cannon y usado por Claude Bernard, considerado a menudo como el padre de la fisiología, y publicado en 1865. Tradicionalmente se ha aplicado en biología, pero dado el hecho de que no sólo lo biológico es capaz de cumplir con esta definición, otras ciencias y técnicas han adoptado también este término.

Personalmente el concepto de homeostasis no me interesa tanto en su aspecto fisiológico como en su aspecto sistémico, concretamente como método para determinar si un sistema dado podemos decir que está “vivo” o “muerto”.

Llegué a saber que existía el concepto de homeostasis a través de la lectura de un libro imprescindible para cualquiera que quiera entender la sociedad de la información, “The human use of human beings”, publicado por el matemático Norbert Wiener en 1950 y que es un verdadero manifiesto fundacional de la sociedad de la información.

Conforme a las ideas de Norbert Wiener, la individualidad de un ser reside en una determinada forma compleja, no en una sustancia inmutable. Para entender un organismo, éste debe considerarse como un patrón que se mantiene a través de la homeostasis. (…) Mientras que los materiales que componen un ser vivo pueden ser constantemente sustituidos por otros casi idénticos, un organismo sigue funcionando con la misma identidad en tanto que el patrón que lo defina se mantenga lo suficientemente intacto. Estos patrones pueden ser transmitidos, modificados o duplicados y son, por tanto, un tipo de información.

El pensamiento de Norbert Wiener subraya la importancia de la forma (patrón) frente a la materia. Un ser vivo, como el hombre por ejemplo, renueva completamente los materiales de que está construido más o menos cada 10 años. Pensemos que los glóbulos rojos sólo viven unos 120 días, las células que recubren el estómago y las de la epidermis un par de semanas y que cada tejido tiene su tiempo de renovación. 

Por eso un científico sueco, Jonas Frisen, ideó una técnica para datar las células del organismo humano y llegó a una conclusión del máximo interés: Sólo las neuronas de la corteza cerebral, y pocas más, parece que duran hasta la muerte aunque nuevos descubrimientos en materia de neurogénesis, ponen en cuestión la total exactitud de esa afirmación.

La producción de nuevas neuronas tras el nacimiento fue negada hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX. Hoy día se sabe que tanto las neuronas como las células gliales se siguen produciendo por la diferenciación de células madre durante toda la vida de los organismos.

Lea el artículo completo en: el bog de José Muelas

Tu madre determina tu carácter, tu salud, tu vida

¡Todo sobre tu madre!
Determina tu carácter, tu salud, tu vida


El vínculo con la madre dura toda la vida.

Una madre humana es una persona, y no resulta baladí recordarlo. Porque, por regla general, después de convertirse en madre lo de ser persona es solo algo secundario. 

Las hay que te peinan con la raya al lado, las que siguen esperando que llames, las que ahora no tienen tiempo, las que llegan al trabajo oliendo a Cola-Cao... Pues eso, las madres. Un extraordinario ejemplar de nuestra especie que es hoy un importante factor de estudio para la ciencia. Las nuevas investigaciones hilan fino a la hora de detectar rasgos de caracter, aspectos físicos e incluso enfermedades de tu vida de adulto condicionados por las madres; a veces, y para mayor sorpresa, sin que tenga nada que ver la herencia genética.

Comencemos con un tópico: por el trasero de la madre se adivina cómo será el de la hija. Perogrullada genética, pensábamos con resignación. Ahora, la ciencia nos va sacando del error. La genética, que en apariencia se comporta más generosa con las generaciones recientes, falta muchas veces a su lógica, porque la madre tiene para sus hijos argumentos aún más poderosos, como los hábitos, la cultura y el ambiente que les dispone.

La estatura no es un gen

Así lo ha hecho saber una investigación del Departamento de Genética y Antropología Física de la Universidad del País Vasco en la costa vizcaína, que concluye que la madre influye en la talla, forma y composición del cuerpo debido más a factores culturales e interacción con el ambiente que a su herencia genética. Y esto sucede tanto en niñas como en niños, que acaban pareciéndose más a sus madres que a sus padres, sobre todo durante la infancia.

En la crianza y en la educación del pequeño, la madre transmite sus hábitos, entrometiéndose, para bien o para mal, en su crecimiento. Las cosas cambian cuando uno crece. Pasada la primera etapa, la genética retoma fuerza en cuanto a la talla o rasgos esqueléticos, pero la cantidad de grasa y la morfología corporal aleccionadas por la madre se mantienen grabadas. 

No es esta la única huella materna que queda indeleble. Parece también que cuanto más bella la madre, más hermoso el hijo. Al menos, belleza emocional, que no es poco. La psicóloga argentina Ana María Daskal, autora de Permiso para quererme, resalta la influencia que ejerce la mujer en la autoestima de su prole: tienen mejor percepción de sí mismos y mayor confianza quienes mejores consejos maternos recibieron en su infancia. Esta valoración incluye tanto la apariencia física como sus capacidades y recursos. "Los individuos", dice, "empezamos a construir nuestra identidad con los mensajes que nos transmiten nuestras personas más cercanas. Tal reconocimiento es una necesidad que permanece durante muchos años".

El origen de la fragilidad

La psicóloga Cecilia Pérez-Mínguez, pionera en España en las técnicas de observación de bebés y autora de No decía palabras, insiste en la importancia del contacto y la presencia del padre y de la madre para despertar todo el potencial humano y contribuir a su bienestar y desarrollo físico, intelectual, emocional y moral. 

"Desde las primeras horas de vida es extraordinario el efecto del contacto con la piel, y especialmente el pezón dentro de la boca pegada a la madre, que le habla y le transmite su olor familiar." Una falla en este período puede ser el brote de un individuo conflictivo y extremadamente frágil. "La naturaleza, no obstante, dota al ser humano de una segunda oportunidad: la adolescencia. Es la última ocasión para colmar el hambre emocional que puede arrastrar nuestro hijo y de reparar actitudes si no queremos tener bebés de 80 años que continúan esperando ese sustento."

En realidad, el legado materno se remonta hasta el minuto cero de nuestra existencia intrauterina. Ahí, el feto vive su particular Matrix, anticipándose a lo que será su vida futura.

La salud en la edad adulta echa sus raíces en la misma matriz, con más arraigo que su programa genético y sus hábitos. David Barker, investigador de la Universidad británica de Southampton, descubrió que muchas patologías propias de la vejez y vinculadas hasta ahora con malos hábitos, como los trastornos cardiovasculares, la osteoporosis, la obesidad y la diabetes II, pueden empezar a gestarse en la etapa prenatal. Son más frecuentes si el útero carece de nutrientes, o el recién nacido está mal alimentado, o sufre una infección durante los primeros años de vida. Un feto mal nutrido sobrevive a costa de su cerebro y su corazón, dejando desamparados el resto de los órganos vitales que empiezan a formarse. Aparentemente, el niño nace saludable, pero arrastrará estas carencias el resto de su vida.

Barker indagó en archivos y hospitales de todo Reino Unido la infancia de adultos con enfermedades crónicas. El registro más completo que encontró fue el de la comadrona Ethel Margaret Burnside, cuyas anotaciones le permitieron sospechar que algo ocurrió en el vientre materno que marcó de por vida a estos pacientes. Los niños con bajo peso al nacer o durante su primer año presentaban con más frecuencia en la edad adulta alta presión sanguínea y las patologías citadas anteriormente.

Los biólogos Peter Gluckman y Hanson Marcos lo resumen en su libro The fetal Matrix: "Ya no es posible ver el embrión o el feto como la etapa larval de desarrollo humano. Durante los nueve meses que pasamos en el útero, nuestro organismo se programa para la vida", explicó Gluckman durante la exposición de sus hipótesis en la Sociedad DOHaD, una entidad que promueve el desarrollo de las investigaciones para conocer el origen temprano de las principales patologías que afectan a la Humanidad.

Estos cambios que alteran el curso genético y metabólico del ser humano a veces permanecen silentes durante años, como las secuelas de la desnutrición materna, que pasan de una generación a otra. Pero ¿puede afectarnos tanto la alimentación de nuestras madres?

Randy Jirtle, investigador de la Universidad de Duke, consiguió transformar el pelaje amarillento de las crías de ratas en un lustroso marrón añadiendo a la dieta materna suplementos vitamínicos. Una prueba más de cómo los factores ambientales alteran la actividad de los genes y condicionan de por vida las características de sus vástagos y de las generaciones venideras.

Tranquila, mamá

Hasta la matriz llega también el factor emocional y deja ya el sedimento de su futura personalidad. Una investigación llevada a cabo en el Imperial College de Londres por parte de la profesora Vivette Glover ha detectado que la ansiedad materna aumenta significativamente la propensión a tener un niño ambidiestro, una condición vinculada con el autismo, la dislexia y la hiperactividad, si bien es verdad que es solo un factor de riesgo, no una certidumbre. Episodios como el 11-S provocaron una subida brutal de los niveles de cortisol en las mujeres embarazadas, debido a su ansiedad. Esta hormona atraviesa la placenta e interfiere negativamente en el desarrollo cerebral. Aquellos bebés son hoy niños con mayor riesgo de hiperactividad, déficit de atención y problemas de conducta.

Por el contrario, los cuidados postnatales y el amor maternal durante la primera infancia proporcionan una potente protección contra estos riesgos, según un artículo online publicado en la revista Biological Psychiatry, porque pueden burlar los efectos de la hormona del estrés.

¿Tan importante es el amor materno? Un equipo de la Universidad de Navarra, dirigido por la catedrática de Bioquímica Natalia López Moratalla, siguió la actividad cerebral de una madre durante su embarazo para tratar de explicar cómo arranca y evoluciona el vínculo afectivo. Lejos de interpretar la llegada del embrión como algo no propio, el organismo desactiva de inmediato todas las células que generarían rechazo a lo extraño. Poco a poco, sus órganos asimilan células del feto gestante que ayudan a regenerar su cuerpo y emerge en el cerebro materno el primer vínculo de apego con el bebé. Pasados 15 días, el cerebro inicia la liberación de oxitocina, hormona con efecto sedante que aporta a la madre confianza para llevar su embarazo con éxito.

Madre e hijo inician un diálogo que madurará durante los nueve meses de gestación y en los primeros años. Esta interacción se expresa con un repertorio de conductas que permitirán al bebé su adaptación social y la adquisición de destrezas, habilidades y conocimientos en su vida.

 A sabiendas de lo importante que es una madre, la clínica privada británica The Bridge Centre, en asociación con el Genetics and IVF Institute de Fairfax, en Virginia, rifó a mediados de marzo un tratamiento con óvulos a medida, en el que se podía seleccionar a la donante según su raza, características físicas y estudios. El premio, valorado en unos 14.300 euros, iba dirigido a mujeres de 40 a 50 años. Era el punto de arranque para lanzar un nuevo y polémico servicio que dará la posibilidad de escoger el perfil de la donante de óvulos.

Fuente:

QUO

Lea en los archivos de Conocer Ciencia:

Al año mueren 500 000 madres en el mundo

La madre de todos los seres humanos vivió hace 200 000 años

Especial: Día de la Madre


El examen estadístico más completo de los datos genéticos de nuestra especie sitúa a la Eva mitocondrial – el ancestro materno común a todos los humanos actuales – hace 200.000 años.
Los resultados de la investigación, realizada en la Universidad de Rice y dirigida por Marek Kimmel, profesor de estadística, se ha publicado en la revista Theoretical Population Biology."Nuestros hallazgos subrayan la importancia de tener en cuenta la naturaleza aleatoria de ciertos procesos como el crecimiento de la población o la extinción”, explica Kimmel, que añade que hasta ahora los modelos usados para “encontrar” a la Eva mitocondrial obviaban este aspecto.
 
Rastrear los genomas mitocondriales es el modo que tienen los genetistas de simplificar la búsqueda de ancestros comunes, ya que mientras el genoma humano completo contiene más de 20.000 genes, la mitocondria (organela celular que funciona como central energética en la célula) sólo alberga 37 genes, y contiene una región que funciona como un “reloj molecular”.

Además, puesto que cada persona hereda el genoma mitocondrial de su madre, todos los linajes convergen en uno sólo, que sería el de nuestro ancestro común femenino, la llamada “Eva mitocondrial”.Además de ayudarnos situar nuestros orígenes, Kimmel recuerda que el estudio ayuda a conocer los patrones de la variabilidad genética de la población actual, lo cual tendrá interesantes aplicaciones médicas.

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12 de enero de 2012

El llanto de un bebé provoca una reacción inmediata difícil de igualar

Un estudio de la Universidad de Oxford demostró que las respuestas de los adultos a determinados estímulos eran más veloces cuando oían a pequeños llorando. Para los expertos, se trata de un reflejo evolutivo.



Un estudio de investigadores británicos, que usaron el clásico juego whack-a-mole (en el que se usa un martillo para golpear luces que se encienden o personajes que se asoman), reveló que las respuestas de los adultos eran más rápidas cuando escuchaban el llanto de un bebé, comparado con sonidos de otras personas mayores en problemas o pájaros piando.

"Las mejoras en la velocidad y destreza reflejarían una respuesta evolutiva que se activa cuando se requiere una reacción inmediata a bebes en problemas. No es difícil ver cómo esto podría facilitar las conductas de cuidado de niños", señaló Morten Kringelbach, del departamento de Psiquiatría de Oxford.

El equipo comparó los registros de 40 voluntarios que jugaron whack-a-mole luego de escuchar varios sonidos, incluidos llantos de niños, adultos en problemas y pájaros cantando.

Los resultados, publicados en la revista Acta Pediátrica, sugieren que los bebés que lloran reciben especial atención. "Pocos sonidos provocan una reacción tan visceral", indicó el autor en un comunicado. "Por ejemplo, es casi imposible ignorar a bebes llorando en aviones pese a todos los demás ruidos y distracciones alrededor", afirmó.

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INFOBAE

7 de diciembre de 2011

Carcias matenas contra el consumo de drogas

Las caricias maternas durante la infancia pueden ayudar a los niños de hoy a “resistir” la tentación de consumir drogas y otras sustancias adictivas cuando alcancen la edad adulta. Es lo que se deduce de un estudio realizado por la Universidad de Duke (EE UU) y la Universidad de Adelaida (Australia) y publicado en The Journal of Neuroscience. Según explica Staci Bilbo, neurocientífica y coautora del trabajo, en experimentos con ratas han comprobado que tener mucho contacto físico con la madre aumenta la producción de una molécula del sistema inmune llamada Interleucina-10 (IL-10) que es capaz de modificar la respuesta del cerebro ante sustancias que crean adicción.

Bilbo y sus colegas han comprobado que los cerebros de los animales que habían recibido más caricias maternas tras nacer tenían más genes activos destinados a producir esta sustancia. Tras consumir una droga como la morfina, en el cerebro de los mamíferos se activan células de la glía que producen moléculas inflamatorias que mandan señales a un centro de recompensa llamado núcleo accumbens. Sin embargo, cuando entra en juego la molécula IL-10 contrarresta esta inflamación y reduce la señal de recompensa, lo que evita que se cree una adicción. Sorprendentemente, cuanto más arrumacos maternos se han recibido en edades tempranas, mayor es la capacidad de producir esta sustancia.

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Muy Interesante

Y además…

3 de septiembre de 2010

Noruega es el mejor país del mundo para ser madre


La clasificación anual de la ONG Save the Children muestra las enormes diferencias, a vida o muerte, entre dar a luz en uno u otro país.

Afganistán es el peor lugar.

Una madre adicta al opio consuela a su hijo de un año, que llora día y noche, en una imagen de 2009. Cuando le echa humo en la cara, el pequeño se duerme. Viven en la montañosa y remota aldea de Sarab (Afganistán).- AP

Una mujer noruega que dé hoy a luz habrá elegido probablemente el momento para quedarse embarazada, después de recibir 18 años de educación y utilizar métodos anticonceptivos para tener el control sobre su vida sexual. Tras el parto, asistido por personal sanitario, disfrutará de una baja maternal de entre 46 y 56 semanas. Muy difícilmente, verá morir a su hijo antes de que cumpla los cinco años. Si todo va bien, vivirá hasta los 83 años.

Una mujer afgana, el mismo día, tiene un alto riesgo de morir durante el parto (una de cada ocho fallecerá por complicaciones antes o después de dar a luz), que muy raramente será asistido (14%). Esta mujer, que sólo ha ido al colegio cinco años y no ha accedido a anticonceptivos modernos (sólo el 16% los usa), vivirá casi la mitad que la noruega: 44 años. Durante su vida, probablemente tenga que sufrir la pérdida de al menos uno de sus niños antes de que llegue a los cinco años por alguna enfermedad fácilmente evitable.

Este es el relato simple que permiten dibujar las cifras del índice anual que publica la ONG Save the Children (en inglés), que muestra, por undécimo año, los mejores y peores países del mundo para ser madre. La diferencia entre vivir en Noruega o en Afganistán, el primer y el último clasificado este año, se mide con indicadores de la salud, la educación o las condiciones económicas de madres y niños.

Después de Noruega, Australia, Islandia, Suecia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Países Bajos, Bélgica y Alemania encabezan el ranking de este año. España se encuentra entre los mejores lugares del mundo para ser madre, en el puesto 13º de los 43 que componen el grupo de los países más desarrollados. De los 160 países que conforman la lista (se incluyen aquéllos de los que existen datos suficientes), Afganistán, Níger, Chad, Guinea-Bissau, Yemen, República Democrática de Congo, Malí, Sudán, Eritrea y Guinea Ecuatorial son los peores.

Mal papel de EE UU

Entre los países desarrollados, llama la atención el mal papel de EE UU, en el puesto 28º. El riesgo de mortalidad materna (una por cada 4.800) y el de mortalidad de los niños antes de los cinco años (8 por cada 1.000 nacidos vivos) están entre los más altos del mundo desarrollado, según el informe de la ONG estadounidense. Save the Children también subraya que EE UU tiene las políticas de baja maternal menos generosas de entre los países ricos.

Perspectivas sombrías

Pese a que estas condiciones han de mejorar, las madres de los países en desarrollo "se enfrentan a riesgos mucho mayores para su propia salud y la de sus hijos", según afirma Mary Beth Powers, jefa de campaña para la supervivencia de recién nacidos y niños en un comunicado. Las perspectivas en los 10 países a la cola son sombrías: una de cada 23 madres morirá por causas relacionadas con el embarazo. Uno de cada seis niños morirá antes de cumplir los cinco años, y uno de cada tres sufre desnutrición. Casi el 50% de la población tiene dificultades para acceder a agua potable.

Romper el ciclo de la pobreza

El informe completo, titulado El estado de las madres en el mundo (en inglés), recuerda "la desesperación humana y las oportunidades perdidas" que hay detrás de los números, que "exigen que se proporcionen las herramientas básicas a las madres de cualquier lugar para romper con el ciclo de la pobreza y mejorar su calidad de vida, la de sus hijos y la de las generaciones futuras".

Uno de estos instrumentos es la educación femenina, que, según Save the Children, da a las futuras madres la capacidad para proteger su propia salud y la de sus hijos, exigiendo asistencia especializada. "Las chicas educadas tienden a casarse más tarde y a tener menos niños, más sanos y mejor alimentados", afirma.

La ONG también recomienda formar más trabajadores sanitarios, especialmente comadronas. El informe recuerda que se necesitan 4,3 millones de especialistas en la salud en los países en desarrollo para cumplir con los objetivos del Milenio. La organización también aconseja incentivar a las mujeres para especializarse en esta labor, y desarrollarla sobre todo en comunidades remotas.

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29 de julio de 2010

La madre de alambre de Harlow

Cuando el cariño es más importante que el alimento...

Dicen que no hay nadie como una madre. Para algunos animales, esta sentencia adquiere tanta fuerza que poco importa que la madre sea un simple trozo de alambre con forma vagamente maternal.

Pero el psicólogo Harry Harlow fue mucho más allá: en el fondo lo que importa es que nos den cariño, así que se preferirá a una madre blandita y agradable a un trozo de alambre, aunque el trozo de alambre dispense mayor cantidad de alimentación.

O dicho con otras palabras: el amor maternal es una emoción que no precisa ser alimentada con un biberón o con una cuchara. El amor está por encima de las cosas materiales.

Para demostrar esto, Harlow persuadió a Robert Zimmerman para realizar un experimento con monos. Colocaron 8 crías de mono en jaulas separadas y en cada una de ellas había un modelo de madre hecho de tela y otro hecho de alambres.

Las manos de alambre tenían un dispositivo por el que se podía beber lecho. Las de tela, no. Lo lógico es pensar que los monos optaron por las madres de alambre: vale, son de alambre, pero dan más comida que las de tela. Sin embargo, los monos preferían a las de tela.


Los monitos pasaban casi todo el tiempo con las madres de tela; sólo dejaban la seguridad de la tela para beber de las madres de alambre. En una famosa fotografía, se ve a una cría de mono enganchada con las patas a la madre de tela, inclinándose para beber la leche de una madre de alambre.
Luego se hicieron más experimentos que concluyeron lo siguiente: las madres que se mecían eran preferidas respecto a las madres que estaban quietas, y las que estaban calientes respecto a las que estaban frías.
Ello, según Harlow, como dijo en su conferencia de 1958 “La Naturaleza del Amor”, demostraba que la base del amor que un niño siente por su madre no es que la madre sea únicamente la fuente de alimentación.
En el amor había algo más que sólo recompensa y castigo; había algo innato y beneficioso por sí mismo en la preferencia de un bebé por una madre cálida y suave.

Tomado de:


Conozca más osbre:

El amor materno engendra confianza


Los bebés que reciben mucho afecto de sus madres estarán mejor preparados para enfrentar el estrés y las tensiones siendo adultos.

Madre y su bebé

La madre debe ser receptiva y sensible a las necesidades del bebé.

Esa es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos con cerca de 500 personas a quienes se siguió desde la niñez hasta la adultez.

La investigación -publicada en Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria)- encontró que los abrazos, besos y declaraciones abiertas de amor de la madre a su bebé parecen fomentar la capacidad de resistencia y recuperación emocional.

La clave, afirman los investigadores, podría ser un vínculo fuerte y seguro entre la madre y el hijo.

A pesar del creciente interés que existe en el papel que juegan las experiencias de los primeros años de vida en la salud adulta, casi no ha habido estudios que hayan podido seguir a los participantes desde la niñez hasta las etapas posteriores de la vida.

Los investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, sí pudieron seguir ese registro con 482 personas que participaban en el Proyecto Perinatal de Colaboración Nacional.

Los científicos midieron con pruebas psicológicas la calidad de la interacción entre las madres y sus bebés cuando éstos tenían ocho meses.

Al final de cada sesión, el psicólogo calificó la forma como la madre respondía a las emociones y necesidades del niño.

La cantidad de afecto y atención que la madre daba su hijo también fue clasificada, con marcadores que iban desde "negativo" a "extravagante".

Posteriormente, cuando esos bebés cumplieron en promedio 34 años, se estudió su salud mental usando pruebas estándar para clasificar síntomas que incluían tanto factores específicos como ansiedad y hostilidad como niveles generales de aflicción.

También se preguntó a los participantes si pensaban que sus madres habían sido afectuosas con ellos y debían responder con marcadores que iban desde "fuertemente de acuerdo" hasta "fuertemente en desacuerdo".

Mejor preparados

Los resultados mostraron que los niños que recibieron mucho afecto de su madre podían manejar de mejor forma todos los tipos de aflicciones.

Bebé llorando

Muy pocos estudios han podido seguir a los participantes desde la niñez hasta la adultez

En particular, los niños de madres cariñosas podían tratar mejor la ansiedad que los niños de madres emocionalmente indiferentes.

"Es sorprendente que una breve observación del nivel de cariño materno en la infancia esté asociada con la angustia que puede enfrentar ese niño 30 años después", afirman los investigadores.

Y agregan que estos resultados comprueban la creciente evidencia de que la primera infancia ayuda a establecer las bases de las experiencias más tarde en la vida.

Pero señalan que no puede descartarse la influencia de otros factores, como la personalidad, la educación y la vida escolar.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

Lea también:

2 de febrero de 2010

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia


Martes, 02 de febrero de 2010

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia, según publica la revista Archives of General Psychiatry. Un motivo más para dar el pecho a nuestros hijos.


En el transcurso de un estudio pionero llevado a cabo con 14.000 bebés bielorrusos, un equipo internacional de científicos ha comprobado que los niños que son amamantados durante más tiempo, y que no mezclan la leche materna con leche artificial, logran puntuaciones superiores en pruebas de inteligencia hasta los seis años de edad. En concreto, la lactancia materna se asociado con calificaciones un 5 por ciento más altas en las pruebas de coeficiente intelectual (CI), así como mejores resultados académicos.

Investigaciones previas ya habían sugerido un mejor desarrollo cerebral de los bebés amamantados, pero los científicos no lograban discernir cuánto influía la actitud de la madre. "Podría deberse a que la lactancia lleva más tiempo, la madre interactúa más con el bebé, habla más con él", propone Michael Kramer, investigador del Hospital Infantil de Montreal (Canadá) y coautor del nuevo estudio. Aunque también es posible que se trate de “una cuestión emocional o física, una hormona o incluso algo diferente en la leche que absorbe el niño".

Fuente:

Muy Interesante

6 de noviembre de 2009

Los bebés lloran en el idioma de sus padres

Viernes, 06 de noviembre de 2009

Los bebés lloran en el idioma de sus padres

Un estudio revela que los recién nacidos captan elementos de su lenguaje natal desde antes de salir del vientre de su madre.



La muestra ‘Maternidades’, de Bry Rovira, muestra el misterio de la ser madre en el mundo.

Desde sus primeros días en el mundo, los bebés lloran en el idioma de sus padres. Los recién nacidos captan elementos de lo que será su idioma desde el vientre de su madre. Lo reveló un estudio publicado en la edición digital de Current Biology.

“El hallazgo más espectacular de este estudio es que los neonatos humanos no solo son capaces de reproducir distintos tonos cuando lloran, sino que prefieren las pautas sonoras típicas del idioma que han oído durante su vida fetal, en el último trimestre de gestación”, señala una de las autoras del estudio, Kathleen Wermke.

La investigadora de la Universidad de Würzburg, en Alemania, explicó que estos datos resaltan la importancia del llanto para el posterior desarrollo del lenguaje. El equipo grabó y analizó el llanto de 60 recién nacidos sanos, 30 de ellos de familias francófonas y los otros 30 de familias germanófonas, entre 3 y 5 días después de su alumbramiento.

El análisis reveló claras diferencias, basadas en el idioma materno. En el experimento, los bebés franceses tendieron a llorar en un tono ascendente, mientras que los alemanes lo hicieron en un tono descendente, unas diferencias características entre los dos idiomas, explicó Wermke.

Fuente:

Peru21

10 de mayo de 2008

Especial Maternidad - La placenta juega un papel especial

La placenta "enloquece a las defensas"

La placenta actúa como un parásito.

De esta manera evita el ataque del sistema inmunológico de la madre.

Descubrimiento de la Universidad de Reading, en el Reino Unido.


Los científicos descubrieron que la placenta utiliza un sistema de camuflaje similar al que usan ciertos parásitos, como los gusanos, para evitar ser rechazados por el huésped en el que habitan.

Los investigadores esperan que este hallazgo permita conocer las causas de algunos abortos naturales o de la pre-eclampsia (toxemia), una complicación del embarazo que puede poner en peligro la vida del feto y de la madre.

Los científicos afirman que, si se pudiese llegase a reproducir este método de camuflaje para evitar el rechazo inmunológico, se podrían curar enfermedades como la artritis.

La placenta juega un papel fundamental durante el embarazo, ya que actúa como vínculo entre la madre y el feto, al que proporciona nutrientes esenciales.

Pero, como la placenta y el feto tienen un código genético diferente al de la madre, en teoría corren el riesgo de ser atacados por el sistema inmunológico de ésta.

Los investigadores ya sabían que la placenta segrega una proteína -neurokinina B (NKB)- que se encuentra en niveles elevados en las madres que sufren de pre-eclampsia.

Camuflaje

Esta proteína puede ser detectada en la novena semana de embarazo, lo que ayuda a diagnosticar el riesgo de sufrir este tipo de complicación.

El equipo de investigadores de la Universidad de Reading quería transformar este hallazgo en un equipo de diagnóstico.


Los científicos descubrieron que el tipo de proteína NKB que se encuentra en la placenta no reacciona de la misma manera que el tipo que estaban utilizando en el laboratorio

Así, se dieron cuenta de que ocurre algún cambio cuando la placenta sintetiza la proteína.

Las investigaciones hallaron que la proteína NKB de la placenta contiene la molécula fosfocolina, que es utilizada por parásitos como los nemátodos (gusanos microscópicos) para evitar el ataque del sistema inmunológico del huésped en el que habitan.

Según el director de la investigación, el profesor Phil Lowry, descubrieron "que muchas de las proteínas de la placenta poseen esta molécula de superficie que les hace pasar desapercibidas frente al sistema inmunológico".

"Desarrollar un mecanismo con el que se pueda hacer que las células sean invisibles al sistema inmunológico puede llevar a encontrar el remedio para muchas enfermedades".

Fuentes:

BBC en español

Especial Maternidad - Madre con empleo = Madre más sana

Las madres con empleo son más sanas

Es la conclusión de un estudio llevado a cabo en el Inglaterra.

Además la investigación reveló que las amas de casa son las mujeres con más probabilidades de ser obesas.


Los expertos del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Londres siguieron a 1.200 mujeres de entre 15 y 54 años.

El estudio encontró que las mujeres que habían tenido múltiples roles en su vida, mostraban a los 54 años una salud relativamente buena.

Por otro lado, las mujeres que no habían mantenido a lo largo de su vida un empleo estable y de largo plazo, tenían más probabilidades de ser obesas a los 53 años.


Educación

En América Latina, un estudio similar llevado a cabo entre mujeres de 60 años reveló que las que habían vivido en sectores socioeconómicos más pobres y de menores ingresos, tenían una peor salud.


"Ambos estudios demuestran que la buena salud está íntimamente relacionada con la educación y el estilo de vida", dijo a BBC Mundo la doctora Cecilia Albala, especialista en Salud Pública del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile, INTA.


Los investigadores británicos utilizaron los datos de mujeres que participan en el Estudio de Salud y Desarrollo del Consejo Nacional de Investigaciones Médicas del Reino Unido.

Éste lleva un registro a largo plazo de la salud de hombres y mujeres británicos nacidos en 1946.

La salud de las mujeres fue analizada a los 26 y 54 años utilizando un cuestionario.

Además, se tomaron detalles de su historia laboral, estado marital y número de hijos durante cada década de su vida a partir de sus 20 años.

También se midió su estatura y peso a intervalos regulares.

Estilos de vida


El análisis de la información mostró que, para cuando cumplían 54 años, las mujeres que habían sido compañeras o esposas, madres y empleadas, tenían una mujer salud que las mujeres que no habían desempeñado esos tres roles.

Las mujeres que habían sido amas de casa durante toda o gran parte de su vida y no habían tenido un empleo, tenían más probabilidades de mostrar una mala salud.

Y después de ellas estaban las madres solteras y las madres sin hijos.

El estudio, publicado en la Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria, indica que 38% de quienes habían sido amas de casa durante largo plazo eran obesas.

Mientras que sólo 23% de las madres empleadas que habían mantenido una relación estable eran obesas.

Según los investigadores, el aumento de peso también tendía a ocurrir a una tasa más rápida entre las amas de casa.

El estudio concluye que la buena salud es el resultado -y no la causa- de que una mujer haya desempeñado roles múltiples durante su vida.

"La investigación muestra que las mujeres que combinan un empleo con maternidad y una relación estable, terminan siendo más sanas", dice la autora del estudio, la doctora Anne McMunn.

Y agrega que "el mensaje que se desprende de la investigación es que los beneficios a largo plazo para la salud de la mujer que trabaja superan el estrés a corto plazo de este rol".

América Latina

En América Latina, aunque no se ha estudiado la relación entre la salud y los roles sociales de la mujer, sí se ha investigado la relación de la salud y el nivel socioeconómico.

"El estudio llamado SABE, Salud, Bienestar y Envejecimiento, se llevó a cabo en siete ciudades latinoamericanas con mujeres mayores de 60 años", dijo a BBC Mundo la doctora Cecilia Albala del
INTA.

"En este estudio se encontró que las mujeres más pobres, con menor educación, menos acceso a empleo y seguridad social, tenían significativamente peor estado de salud que las mujeres de mejor nivel socioeconómico", señala.

Y agrega que también eran significativamente más obesas que las mujeres con niveles socioeconómicos más altos.

"Hasta el momento, no hemos estudiado la relación entre la salud y los roles sociales de la mujer", señala la doctora Albala.

"Sin embargo, los estudios demuestran que las mujeres que trabajan están más preocupadas por su salud y acuden a más exámenes médicos", indica la especialista.

"La buena salud -afirma Cecilia Albala- está relacionada con el estilo de vida, el conocimiento de una alimentación más adecuada y la importancia de la actividad física".

Fuente:

BBC en español
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